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DMT: LA MOLÉCULA DEL ESPÍRITU

Daniel Baena Galán, Antropología Social y Cultural.


DMT: La molécula del espíritu

Este estudio va a tratar sobre la N,N-dimetiltriptamina, mayormente conocido como DMT,


desde el interesante punto de vista del doctor Rick Strassman, psiquiatra que realizó una
investigación sobre en DMT entre 1990 y 1995 en la universidad de Nuevo México. En la que
inyectó DMT, unos de los psicodélicos más potentes que se conoce, a 60 voluntarios. Este
estudio es una gran indagación sobre la naturaleza humana y el potencial terapéutico de los
psicodélicos.

Strassman creía que la fuente del DMT es la glándula pineal, la cual se sitúa en el centro de
nuestro cerebro y pretendía demostrar que la producción excesiva de esta sustancia por
nuestra glándula podía ser la respuesta del por qué de los estados psicodélicos que sufren las
personas naturalmente, como las experiencias cercanas a la muerte, psicosis y experiencias
místicas. La medicina sabe muy poco sobre esta glándula, la cual tiene una gran historia
metafísica. Por ejemplo, Descartes decía que la glándula pineal era la “sede del alma” y, según
tradiciones místicas occidentales y orientales, el centro de nuestro espíritu más elevado se
sitúa allí.

A lo largo de este trabajo vamos a respondes a preguntas tales como, ¿Las drogas psicodélicas
tienen funciones beneficiosas? Como por ejemplo la investigación que hicieron Willis Harman y
sus ayudantes, que administraron LSD como parte de un intento de fortalecer la capacidad de
solucionar problemas. Descubrieron que este tiene un efecto sumamente beneficioso para la
creatividad; ¿Cuales son los efectos psicológicos, mentales y espirituales del DMT? Y muchas
más, pero para ello primero tenemos que hacer un recorrido por la historia de las drogas
psicodélicas, sus investigaciones y su efecto en la sociedad.

1.-Drogas psicodélicas: Ciencia y sociedad

La tradición del uso por los humanos de plantas, hongos y animales por sus efectos
psicodélicos es mucho más antigua que la historia conocida, y es probable que sea anterior a la
aparición de la especie humana moderna. Cada vez se revelan más pruebas concretas de que
muchas culturas antiguas empleaban drogas psicodélicas debido a sus efectos sobre la
conciencia. Los arqueólogos han descubierto imágenes africanas antiguas de hogos que brotan
de un cuerpo humano, y los descubrimientos de arte rupestre prehistórico descubiertos en el
norte de Europa indican con certeza la influencia de la conciencia alterada mediante sustancias
psicodélicas. Las visiones, los estados de éxtasis y los vuelos de imaginación que se producen
gracias a las drogas psicodélicas, otorgaron a estas sustancias un papel muy importante en
muchas culturas antiguas, para mantener la solidaridad social, ayudar en la curación e inspirar
la creatividad artística y espiritual.

El uso de las plantas psicodélicas por los habitantes del Nuevo Mundo fue causa de sorpresa y
aprehensión por parte de los colonizadores europeos, por la falta de plantas y hongos
psicodélicos en Europa y por la relación de estas sustancias con la brujería.

Hasta finales del Siglo XIX, gracias al descubrimiento de mescalina en el peyote, las drogas
psicodélicas llegaron a Europa. En 1990, químicos alemanes aislaron la mescalina del peyote.
Los que probaron sus efectos aclamaron que esta era capaz de abrir las puertas a un “paraíso
artificial”. Sin embargo, su estudio fue limitado y esto cayó en el olvido. Aparte de la crítica de
Freud, que provocó aún más que la investigación sobre la mescalina finalizara.

Fue entonces en 1938, cuando el químico suizo Albert Hofmann, buscando un medicamento
que lograra controlar la hemorragia uterina después del parto, encontró el LSD-25 y se dio
cuenta de sus efecto psicodélicos cinco años después de esta investigación.

Los años posteriores a la segunda guerra Mundial fueron apasionantes para la psiquiatría.
Además del LSD, los investigadores descubrieron las propiedades “antipsicóticas” de la
cloropromacina, o toracina. Este y otros medicamentos antipsicóticos permitieron a los
médicos avanzar en el tratamiento de algunas de las enfermedades más incapacitantes.

En esos años surgió la “psiquiatría biológica”, que estudiaba la relación entre la mente humana
y el comportamiento químico del cerebro, nació de la unión de dos extraños amantes: el LSD y
la toracina, estando la serotonina de intermediario. En 1948, los investigadores hallaron
serotonina en animales de laboratorio. Gracias a esto se reveló su localización exacta y sus
actividades en las funciones eléctricas y químicas de las células nerviosas individuales. Las
drogas modificaban las áreas que contenían serotonina en el cerebro animal, alteraban
profundamente el comportamiento sexual y la agresividad, así como el sueño , la vigilia y una
gran variedad de funciones biológicas básicas. La presencia de la serotonina en el cerebro
afianzó su papel como primer neurotransmisor conocido.

Al mismo tiempo, los investigadores se dieron cuenta que el LSD en algunas circunstancias
bloqueaba los efectos de la serotonina y en otras, imitaba los efectos del neurotransmisor.
Esto estableció al LSD como la herramienta más poderosa disponible para aprender sobre las
relaciones entre el cerebro y la mente.

Tras muchas investigaciones con voluntarios que probaban psicodélicos, muchos trabajos
apuntaban a que los mecanismos normales de la psicoterapia conversacional eran mucho más
eficiente si se añadía una droga psicodélica.

La psicoterapia psicodélica tuvo efectos psicológicos notables, la depresión cedió, la necesidad


de analgésicos disminuyó de modo drástico y aumentó la aceptación de la enfermedad y su
pronóstico por parte de los pacientes. Además, estos y sus familias pudieron tratar problemas
profundos y de gran carga emocional en formas que antes no lo habían hecho. Algunos
terapeutas llegaron a creer que muchas de estas respuestas “milagrosas” se debían a una
experiencia transformadora, mística o espiritual.

Por otra parte, se hizo evidente que las experiencias descritas de los voluntarios eran
sorprendentemente semejantes a la de los practicantes de la meditación oriental tradicional.
Esta coincidencia atrajo la atención de pensadores fuera de este ámbito, entre ellos el
novelista y filósofo Aldous Huxley. Este tuvo sus propias experiencias positivas con la mescalina
y el LSD, bajo la atenta observación del psiquiatra canadiense Humphrey Osmond. Enseguida
Huxley escribió acerca de sus sesiones y de las reflexiones que le suscitaron. Sus escritos
incitaron a muchas persona a intentar alcanzar la iluminación espiritual, aunque el era un firme
defensor de la tesis de que solo un grupo selecto de intelectuales y artistas debían tener
acceso a ellas.

Para complicar las cosas, el LSD logró salir del laboratorio en los años sesenta. Los relatos
sobre visitas a las salas de urgencia, suicidios, asesinatos, defectos de nacimiento y daños
cromosómicos abundaban en medios de comunicación. Estos exageraron los efectos físicos y
psicológicos negativos y se ensañaron con el tema., en algunos su información venía de
investigaciones mal hechas y otras, simplemente eran invenciones. Más adelante, se demostró
que estas drogas no producen gran toxicidad, ni daños cromosómicos., se ha demostrado que
las tasas de complicaciones psiquiátricas son extraordinariamente bajas en entornos de
investigación controlados, tanto en el caso de voluntarios sanos como de voluntarios
psiquiátricos. Pero si que se daban problemas cuando se administraban drogas psicodélicas
impuras o desconocidas, mezcladas con alcohol y otros estupefacientes a personas inestables
o con padecimientos psiquiátricos.

Estas demostraciones tras el ataque de los medios de información no sirvieron para nada .no
se concedió más financiación para los estudios y los investigadores abandonaron sus estudios
Las investigaciones sobre drogas fueron un capítulos traumático y humillante en la vida de los
científicos más prominentes. Estos se dieron cuenta que los datos y la razón no bastaba para
defender sus investigaciones frente a la promulgación de leyes represivas, impulsadas por la
opinión, las emociones y los medios de comunicación.

Ahora que hemos repasado los precedentes más importante al estudio de Rick Strassman,
vamos a estudiar los efectos concretos de los psicodélicos y de que dependen.

Las sustancias psicodélicas actúan gracias a una compleja combinación de tres factores: el
marco, el entorno y la droga. El marco es nuestra propia composición, tanto a largo plazo
como de manera inmediata. Es nuestro pasado, presente y posible futuro, nuestras
preferencias, ideas, hábitos y sentimientos. También incluye el cerebro y cuerpo.

La experiencia psicodélica también depende del entorno, quién o qué está frente a nosotros, si
el entorno es natural, urbano, bajo techo o al aire libre, si hay aire, el sonido que nos rodea,
etc.. Este entorno también depende mucho de quién está con nosotros cuando nos tomamos
la droga.

Luego está la droga, que puede ir acompañada de un sinnúmero de calificativos: alucinógena


(produce alucinaciones), enteógena (genera experiencias relacionadas con la divinidad),
misticomimética (que imita estados míticos), oneirógena (produce sueños), fanerotímica
(genera sentimientos visibles), fantaseante (estimula la fantasía), psicodisléptica (perturba la
mente), psicotomimética o psicotógena (respectivamente, que imita la psicosis o la produce) y
psicotoxina o esquizotóxica (respectivamente, que causa psicosis o esquizofrenia)

También, las sustancias psicodélicas amplifican enormemente nuestra capacidad de sugestión.


Por ejemplo, en los años sesenta un grupo de psicólogos administraron a sus voluntarios
adrenalina, la hormona de la “lucha o huida”. Esta, sorprendentemente tuvo un efecto
tranquilo y relajado en las personas que se les dijo que les iban a administrar un sedante,
mientras que, a los que le dijeron que se eles iba a administrar un estimulante, sentían la
ansiedad y energía típicas de esta hormona1.

Estas drogas psicodélicas nos muestran lo que tenemos en la mente, los pensamientos y
sentimientos subconscientes más recónditos, ocultos, olvidados, tal vez totalmente
inesperados, pero siempre inminentes. La misma droga, en la misma dosis, puede provocar
respuestas diferentes en la misma persona ya que depende del marco y del entorno.

2.-DMT

LA N,N-dimetiltriptamina o DMT tiene una estructura química muy sencilla, pero esta
“molécula del espíritu” es la que da acceso a a la conciencia mediante las más creíbles e
inesperadas visiones y sensaciones. Abre de par en par la puerta a mundos que van más allá de
nuestra imaginación. Esta molécula existe en el organismo de todos los seres humanos y
también está presente en otras formas de vida del reino animal y vegetal.

Esta sustancia fue descubierto a mediados del siglo XIX, por exploradores ingleses de la
amazonia, que encontraron a tribus indígenas que bebían distintos brebajes y rapés. Estos
primeros investigadores escucharon relatos de visiones fantásticas, “viajes extracorporales”,
predicciones del futuro, ubicaciones de objetos perdidos y contacto con antepasados muertos
u otras entidades incorpóreas. Pero estas tribus no consumían DMT solo, ya que todavía no se
había conseguido sintetizar, sino que eran mezcla que tenían DMT, como yopo o, la famosa
bebida latinoamericana que hace que el DMT pueda ser bebido gracias a una mezcla de DMT
con un anulador para que nuestro cuerpo no lo ingiera rápidamente, conocido como
ayahuasca.

En 1946, el científico O. Gonçalves aisló la DMT a partir de un árbol sudamericano utilizado


para obtener rapés psicodélicos y publicó sus conclusiones en español. Sin embargo, este no
tenía certeza de que el DMT fuese psicoactivo. Pero fue cuando al químico y psiquiatra
húngaro Stephen Szára se le negara el estudio con LSD, que decidió empezar a investigar la
DMT.

Szára empezó a tomar dosis cada vez mayores de DMT, pero no sentía nada. Llegó a ingerir
hasta una dosis de un gramo, lo que sería cientos de miles de veces más que una dosis activa
de LSD. Pero un día, se le ocurrió probar a recibirla en forma de inyección, y se tomó lo que
hoy en día sabemos que es media dosis. Tras esto decidió duplicar la dosis y dijo lo siguiente:

“Aparecieron síntomas [físicos], como una sensación de cosquilleo, temblores, náuseas leves
[dilatación d las pupilas], elevación de la presión arterial y aumento del pulso. Al mismo
tiempo aparecieron fenómenos eidéticos [imágenes residuales o “rastros” de objetos percibidos
por la vista], ilusiones ópticas y pseudoalucinaciones y, luego, alucinaciones reales. Estas
consistían en imágenes con motivos orientales de colores intensos y en movimiento, y luego
escenas maravillosas que se alternaban con mucha rapidez. Los rostros de las personas
parecían máscaras. Mi estado emocional estaba por todo lo alto, a veces niveles de euforia. Mi
percepción consciente estaba completamente llena de alucinaciones y mi atención estaba
firmemente atada a ellas; por lo que no podía describir ninguno de los sucesos que ocurrían
alrededor . Al cabo de cuarenta y cinco minutos o una hora, los síntomas desaparecieron y
pude describir lo que había sucedido2.”

Tras esto Szára escogió a treinta voluntarios y les suministró dosis de DMT completas en la que
narraron cosas como las siguientes:

“El mundo entero resplandece. . .toda la habitación está llena de espíritus. Me hace sentir
mareos. . .¡Es demasiado. . .! Siento exactamente como si volara. . . Tengo la sensación de que
vuelo por encima de todo, por encima de la Tierra.

Me reconforta saber que estoy de regreso en la Tierra. . . Todo tiene una matiz espiritual, pero
es tan real. . . Siento que he aterrizado.”

Otra mujer dijo:

“Que simple es todo. . . Frente a mí tengo a dos dioses silenciosos, iluminados por el sol. . . Creo
que me dan la bienvenida a este mundo. Hay un profundo silencia, como en el desierto . . . Al
fin estoy en casa. . . Es un juego peligroso, sería tan fácil no regresar. Tengo una vaga idea de
que soy doctora, pero eso no es importante; los lazos familiares, los estudios, los planes y
recuerdos me resultan muy distantes. Solamente este mundo es importante; estoy libre y
completamente sola.”

A parte de Szára otros grupos confirmaron sus estudios y realizaron otros, pero resulta
sorprendente la escasez de información detallada de sus propiedades psicológicas de otros
científicos aparte de Szára. Solo tenemos datos d como los del instituto Nacional de Estados
Unidos. En ellos, un grupo de sujetos de investigación con experiencia en drogas psicodélicas
calificaron la DMT como “Los efectos más intensos que habían sentido en su vida.”

Todas las opiniones acerca de la DMT, también conocida como “la droga del terror”, debido a
sus fuertes alucinaciones difíciles de asimilar, cambaron cuando en los investigadores
encontraron DMT en el cerebro de los ratones y ratas y luego descubrieron las vías por las que
sus organismos producían DMT.

¿Existía DMT en el organismo humano? En 1972, el científico galardonado con el premio Nobel
Julius Axelrod dijo haber encontrado DMT en el tejido cerebral humano. Así, esta resultó ser la
primera sustancia psicodélica producida endógenamente por el cuerpo humano 3

Con esto, surgió la pregunta más importante, ¿Qué función tiene el DMT en nuestro
organismo?

Atascados en el intento de a partir del DMT intentar buscar un medicamento para las
enfermedades psicóticas, los científicos no se atrevían a poder responder a esta pregunta

La DMT es la droga más sencilla que contiene triptamina. Esta está estrechamente relacionada
con la serotonina, al igual que el LSD. Sin embargo, en el cerebro es donde la DMT tiene sus
efectos más interesantes. Allí hay áreas donde abundan estos receptores de serotonina
sensibles a la DMT y que influyen en el estado de ánimo, la percepción y el pensamiento. A
pesar de que el cerebro bloquea el acceso de la mayoría de drogas y sustancias químicas, la
DMT le atrae particularmente, es como si tuviera “sed de esa sustancia”.
El cerebro posee la barrera hematoencefálica, que es un escudo casi impenetrable que impide
el paso de sustancias no deseadas para que no atravieses las paredes y penetren en el tejido
cerebral. Pero con la DMT , el cerebro la transporta activamente desde el otro lado de la
barrera hematoencefálica para hacerla llegar a sus tejidos. Entonces, si esta sustancia no fuera
más que un subproducto insignificante e intrascendente del metabolismo, ¿Por qué el cerebro
se esfuerza tanto para atraerla hacia sí?.

Ahora, tras haber explicado su historia y lo que es, ¿por qué nuestro organismo produce DMT?
La respuesta que da Strassman y sobre la que quiero tratar es “porque es la molécula del
espíritu”

Si es así, ¿qué es la molécula del espíritu? ¿qué debe hacer y como debe hacerlo? ¿por qué la
DMT es la candidata principal?

La sustancia que sea la molécula del espíritu debe producir, con una fiabilidad razonable,
determinados estados psicológicos que consideramos “espirituales” Una existencia así podría
llevarnos a aceptar la coexistencia de conceptos opuestos, como la vida y la muerte; el
conocimiento de que la conciencia continúa después de la muerte; la comprensión profunda
de que todos los fenómenos comparten una armonía básica, y la sensación de que la sabiduría
o el amor están presentes en toda la existencia.

Esta molécula también nos conduce a reinos espirituales. Sin embargo, aunque haya una teoría
de que estos mundos “solo existen en la mente”, es igualmente probable que, en realidad , se
encuentren “fuera” de nosotros y tengan autonomía propia. Si simplemente modificamos la
capacidad de recepción del cerebro, podremos aprehender estos mundos e interactuar con
ellos.

En estos capítulos hemos conocido el “qué” de la DMT. Ahora debemos dirigir nuestra
atención al “como” y a “donde”. Se han sentado las bases para poder presentar ahora a la
misteriosa glándula pineal.

3.- La glándula pineal: el órgano del espíritu

La glándula pineal llama la atención por su singularidad y aislamiento, ya que es el único


órgano del que no existe un par en el cerebro.

El interés de esta glándula aumentó cuando atrajo la atención de René Descartes, filósofo y
matemático francés del siglo XVII. Descartes necesitaba descubrir la fuente de sus
pensamientos. Mediante la introspección, se dio cuenta de que sólo era posible tener un
pensamiento a la vez. ¿De qué parte del cerebro podrían surgir estos pensamientos solitarios?
Descartes sugirió que el único órgano “individual” del cerebro era la glándula pineal. Así, este
consideró a esta glándula como “la sede del alma”, la intermediaria entre lo espiritual y lo
físico.

La glándula pineal de los animales más antiguos de la escala evolutiva, como los lagartos y los
anfibios, recibe también el nombre de “tercer” ojo. Al igual que los tros dos, este posee lente,
córnea y retina. Es sensible a la luz y ayuda a regular la temperatura del cuerpo y la coloración
de la piel. La melatonina, la hormona principal de la glándula pineal, está presente el las
glándulas pineales primitivas.

A medida que los animales avanzaron en la escala evolutiva, la glándula pineal se fue
quedando en sitios más profundos del cerebro. En el caso de las aves, aunque la glándula ya no
se encuentra en la parte superior del cráneo, sigue siendo sensible a la luz externa debido al
escaso grosor de los huesos que la rodean. En los mamíferos, esta se encuentra en un rincón
aún más profundo del cerebro

Resulta interesante especular, que a medida que la pineal va asumiendo una función más
“espiritual”, necesita la protección mayor que le ofrece frente al entorno de esta ubicación en
lugar tan aislado del cráneo.

En realidad, esta glándula, la cual se puede ver en el feto a los cuarenta y nueve días (casi
exactamente el momento en el que se puede detectar con claridad los primeros indicios del
sexo), no es parte del cerebro, sino que se desarrolla a partir de tejidos especializados en el
paladar del feto. De allí migra al centro del cerebro donde , al parecer, ocupa el mejor lugar
posible.

Durante muchos años, los científicos consideraron que esta glándula era el “apéndice del
cerebro”. Pero todo esto cambió cuando el dermatólogo estadounidense descubrió la
melatonina en 1958.

Al mismo tiempo, los científicos manipulaban los ciclos de luz y oscuridad para poder
comprender mejor el efecto de la luz sobre la reproducción. Descubrieron que la oscuridad
constante bloqueaba la función reproductiva y hacía retraerse los órganos sexuales, mientras
que estimulaba el crecimiento de la glándula pineal y la producción de melatonina. Y por otra
parte, la constante luz hacía encoger dicha glándula, reducía los niveles de melatonina y
estimulaba la función sexual, es decir, la melatonina tenía potentes efectos
antirreproductivos.4

Ahora, ¿Qué relación tenía la melatonina con las supuestas propiedades espirituales de la
glándula?

Lo que encontramos es que el nombre químico de la melatonina es N-acetil-5-


metoxitripamina. Por su nombre y estructura, sabemos que se trata de una triptamina, al igual
que la DMT y la 5-metoxi-DMT. Pero la melatonina no poseía efectos psicodélicos, sus efectos
eran sedantes.

Para que una sustancia química se pueda considerar la molécula del espíritu, por lo menos
debe poseer efectos psicodélicos, ¿La glándula pineal será la que produce DMT?
4.- La glándula pineal psicodélica

La hipótesis más general es que la glándula pineal produce cantidades de DMT capaces de
causar efectos psicodélicos en momentos extraordinarios de nuestras vidas. La producción de
esta sustancia por la glándula pineal es la representación física de procesos no materiales, o no
energéticos. Este fenómeno tiene ejemplos específicos. Cuando nuestra fuerza vital individual
entra en el feto, en el momento que nos volvemos verdaderamente humanos, pasa por la
glándula pineal y activa la primera emisión de DMT.

Posteriormente, en el momento del nacimiento, nuestra glándula libera una mayor cantidad
de DMT.

En algunos de nosotros, esta sustancia interviene en las experiencias decisivas de la


meditación profunda, la psicosis y las experiencias cercanas a la muerte. Al morir, la fuerza
vital abandona el cuerpo a través de la glándula pineal, y en ese momento, vuelve a emitir
grandes cantidades de esta molécula psicodélica del espíritu.

La glándula pineal tiene los elementos necesarios para producir DMT, aparte también produce
otras sustancias que pueden tener efectos psicoactivos, las betacarbolinas. Estos compuestos
inhiben la descomposición de la DMT. Uno de los ejemplos más sorprendentes de cómo actúa
las betacarbolinas es la ayahuasca, en el único caso que la DMT se puede activar por vía oral.

Entonces, ¿Cuáles son las circunstancias en que la glándula pineal produciría DMT en lugar de
melatonina? Para que esto suceda tienen que superarse una o más de las limitaciones
siguientes: el sistema de seguridad que rodea a la glándula pineal; la presencia en la glándula
de un compuesto que destruye la DMT; el bajo nivel de actividad de las enzimas que producen
DMT; y la eficiencia de la descomposición de la DMT por las enzimas.

Pero, pensemos en lo que sucedería si el estrés indujera fácilmente a la glándula pineal a


producir DMT, en vez de melatonina. La DMT tiene un efecto de inmovilización física y produce
una abrumadora avalancha de imágenes visuales y emocionales inesperadas. De este modo,
una de las situaciones en que la DMT puede formarse es cuando soportamos tanto estrés que
se torna insoportable para el escudo de la glándula pineal. También es posible que el sistema
de seguridad de la glándula no funcione normalmente en personas psicóticas.

Dentro de la glándula pineal se encuentra otro factor que normalmente protegería al cuerpo
cuando esta glándula generara cantidades de DMT capaces de producir efectos psicodélicos,
en la que se ha demostrado que exista una proteína cuya acción es esta, que se encuentra en
grandes cantidades en la glándula pineal. Si en la glándula pineal es donde se produce esa
sustancia, ¿Qué mejor lugar puede haber para colocar un compuesto que destruya la DMT a
fin de impedir su producción excesiva, con sus efectos potencialmente peligrosos?

En todas las disciplinas espirituales se presentan descripciones bastante psicodélicas de las


experiencias transformativas que se buscan (luz blanca cegadora, encuentros con entidades
demoniacas o angelicales, sentimientos de éxtasis, intemporalidad, sensaciones de haber
muerto y renacido), estas también son características de una experiencia plenamente
psicodélica con la DMT.
¿De qué manera la meditación podría evocar la respuesta de DMT de la glándula pineal?

Hasta el momento hemos analizado situaciones que no representan una amenaza directa para
la vida, ahora vamos a centrarnos sobre las experiencias que pueden ser las más estresantes
para una persona durante su vida: el nacimiento, la muerte y las experiencias cercanas a la
muerte.

El parto vaginal natural hace que se libere una enorme cantidad de hormonas del estrés sobre
las glándulas pineales de la madre y del feto. Tal vez esto sea suficiente para anteponerse al
sistema de defensa de la glándula pineal y activar la liberación de DMT.

Los niveles elevados de DMT durante el parto sirven de explicación a un detalle particular de la
sabiduría obtenida mediante la psicoterapia psicodélica. Según el doctor Stanislav Grof, las
sesiones de terapia con sustancias psicodélicas son una reconstrucción del proceso del
nacimiento. Grof ha descubierto que los nacidos por cesárea tienen menos capacidad de
“dejarse llevar” en la terapia de sustancias psicodélicas que los que han nacido de forma
natural.

Las grandes oleadas de hormonas del estrés caracterizan también a las experiencias cercanas a
la muerte. En gran parte de la bibliografía sobre el tema, se describen como una vivencia
psicológica mística, psicodélica y abrumadora. Podría ser un momento donde los mecanismos
protectores de la glándula pineal se vieran acosados, por lo que se activan de forma
excepcional determinadas vías para la producción de DMT.

Los tejidos pineales de las personas moribundas, o los que han muerto recientemente, pueden
producir DMT durante unas horas, quizás más, y podrían afectar a lo que queda de conciencia.

A la vez, hay una pregunta que no para de rondarnos, ¿Por qué la gládula pineal migra hasta el
centro del cerebro?

Tal vez lo que ocurre es que la ubicación de la glándula pineal es necesaria para que la
melatonina pueda tener mayor efecto posible . Pero, en realidad esto no implica que la
glándula tenga que estar situada ahí, puesto que esa función se podría cumplir con que la
melatonina fuera transportada por la sangre desde cualquier otro lugar. Aparte, sus efectos
psicoactivos menores no justifican tener acceso a la parte más oculta del cerebro. Así pues la
glándula pineal no tendría que estar en medio del cerebro, a no ser que produjera DMT, esto si
que justificaría su ubicación estratégica.

Por último, ¿Cómo se define el espíritu? ¿Qué había antes que ya no está?

Hay algo que nos “vivifica” cuando está unido a nuestro organismo. Ese algo, cuando está
presente en la materia, se hace sentir en forma de movimiento y calor. En el cerebro, nos
proporciona la capacidad de recibir nuestros pensamientos, sentimientos y percepciones y
transformarlos en conciencia.

“uno de los motivos más importantes de mi fascinación con la glándula pineal – dice Rick
Strassman – se refiere a su función en la vida del espíritu. Su importancia y su potencial se me
hicieron evidentes cuando estudiaba medicina a mediados de los setenta y tuve conocimiento
de una sorprendente coincidencia con la glándula pineal y las creencias de los budistas con la
reencarnación. . . Sabía que en la obra más importante del budismo, el libro tibetano de los
muertos, se afirma que las almas de quienes han muerto recientemente tardan cuarenta y
nueve días en “reencarnar”. . . Recuerdo con claridad que varios años después sentí un
escalofrío que me recorría la espalda cuando, al leer un libro de texto sobre el desarrollo del
feto humano, descubrí que el mismo intervalo marcaba dos sucesos importantes en la
formación del embrión, los primeros indicios de la glándula pineal humana y la diferenciación
de sus sexo.”

¿Cómo es posible que el surgimiento anatómico de la glándula pineal y los órganos


reproductivos cuarenta y nueve días después de la concepción tengan algo que ver con la
fuerza espiritual o vital?

NOTAS

1.Stanley Schachter y Jerome E. Singe, “Cognitive, Social and Physiological Determinants of


Emotional State”, Phychological Review 69 (1962): 379-99

2. Stephen Szára, “The Comparision of the psychotic Effects of Tryptamine Derivatives with
Effects of Mescaline and LSD-25 in Self-Experiments”, en psychotropic Drugs, editado po W.
Garattini y V. Ghetti (Nueva York: Elsevier, 1957), 460-67

3. Para consultar una excelente reseña en que se resumen los datos sobre la DMT endógena,
véase Steven A: Barker, John A: Monti, y Samuel T. Christian, “N:N-dimethyltriptamine: An
Endogenous Hallucinogen”, Internacional Review of Neurobiology 22 (1981):83-110

4. F. Karsch, E. Bittman, D. Foster, R: Goodman, S. Legan y J. Robinson, “Neuroendocrine Basis


of SeasonalReproduction”, Recent progress in Hormone Research 40 (1984): 185-232

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