Fue contada el día .........\..........\...........

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Sábado 42

“Levantarán alas como

las águilas

(Basado en Isaías 40:31)

(Llevar una máscara de águila. Coloque la
máscara frente al rostro de un niño, cuando hable
el nombre del águila)
Aquila es un águila adulta. Ella vive
encima de un peñasco tan alto, que casi llega
hasta el cielo. Allí, mora en un gran nido hecho de
ramas secas, hojas y pasto seco. El nido fue hecho
por su esposa el águila de la historia de la semana
pasada, Guiguí.
Aquila mide 78 cm de altura (compararla
con la altura de algún niño). Sus alas son bien
grandes. Cuando Aquila abre sus enormes alas,
ellas miden 2,25 m (compare con algo que ellos
puedan ver). A pesar de lo grande, sólo pesa 4
kilos.
Todos los años, Aquila y Guiguí tienen
de uno a 4 hijitos que nacen de huevos puestos
por Guiguí. Pero como Aquila es un buen padre,
también ayuda a empollar los huevos.
Un día Aquila estaba volando
tranquilamente al cielo y comenzó a oscurecerse
y se desencadenó una fuerte tempestad. ¿Ustedes
tienen miedo a los truenos y relámpagos? Aquila
no tenía miedo, pero estaba mojándose mucho con
el agua de la lluvia. Entonces, ¿saben qué hizo?
Abrió sus enormes alas, las sacudió y comenzó a
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Animales de la Biblia
volar para lo alto.
Aquila no hizo como ustedes y yo hacemos. Cuando
comienza a llover nosotros corremos para abrigamos debajo
de algún lugar cubierto. Nos refugiamos de la lluvia y nos
tapamos los oídos cuando truena demasiado y algunas veces
hasta nos asustamos cuando un rayo ilumina el cielo.
Pero no sucede así con las águilas. ¡Ellas levantan
bien el pico y alzan vuelo en dirección a la tempestad! Aquila
enfrentó las fuertes gotas de la lluvia, el fuerte viento, pero
continuaba sacudiendo sus fuertes alas y después, aún atravesó
las nubes oscuras cargadas de agua. Sólo cuando nuestra
águila vio el sol, más allá de las nubes que había atravesado, es
cuando finalmente buscó su nido y se dirigió hacia él para estar
en seguridad con Guiguí y sus hijos.
¿Les gustaría ser tan valientes como Aquila? A mí me gustaría.
Y Dios promete que cuando estemos en peligro y con miedo,
Él nos va a dar las fuerzas como a las águilas.
Dios promete darnos tanto valor como a las águilas.
Vamos a orar, pidiéndole a Jesús que nos haga valientes
como son ellas.

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