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El documento describe las cabezas monumentales olmecas, rasgos distintivos de la civilización olmeca. Las primeras investigaciones arqueológicas sobre la cultura olmeca fueron llevadas a cabo por Matthew Stirling en 1938. Estudios posteriores determinaron que la piedra para las cabezas provenía de las montañas de los Tuxtlas, a más de 100 km de donde fueron encontradas. Hasta la fecha se han confirmado 17 cabezas olmecas esculpidas en basalto y transportadas grandes distancias desde la Sierra de los Tuxtlas, a
El documento describe las cabezas monumentales olmecas, rasgos distintivos de la civilización olmeca. Las primeras investigaciones arqueológicas sobre la cultura olmeca fueron llevadas a cabo por Matthew Stirling en 1938. Estudios posteriores determinaron que la piedra para las cabezas provenía de las montañas de los Tuxtlas, a más de 100 km de donde fueron encontradas. Hasta la fecha se han confirmado 17 cabezas olmecas esculpidas en basalto y transportadas grandes distancias desde la Sierra de los Tuxtlas, a
El documento describe las cabezas monumentales olmecas, rasgos distintivos de la civilización olmeca. Las primeras investigaciones arqueológicas sobre la cultura olmeca fueron llevadas a cabo por Matthew Stirling en 1938. Estudios posteriores determinaron que la piedra para las cabezas provenía de las montañas de los Tuxtlas, a más de 100 km de donde fueron encontradas. Hasta la fecha se han confirmado 17 cabezas olmecas esculpidas en basalto y transportadas grandes distancias desde la Sierra de los Tuxtlas, a
la civilización olmeca. Las primeras investigaciones Arqueológicas de la cultura olmeca fueron llevadas A cabo por Matthew Stirlingen (1938). Las preguntas que Stirling planteó acerca del origen y transporte de piedras monolíticas fueron objeto de estudios científicos realizados por Philip Drucker y Robert Heizer en 1955. Mediante el estudio microscópico de pequeños y delgados cortes de roca sacados de los monumentos, fue posible determinar que la piedra provenía de las montañas de los Tuxtlas, a más de 100 kilómetros al oeste de La Venta. Hasta la actualidad, se ha confirmado la existencia de diecisiete cabezas de piedra, en Guatemala, es un trono que pudo haber sido esculpido a partir de una cabeza colosal. Las colosales cabezas olmecas fueron esculpidas de grandes piedras de basalto extraídas de la Sierra de los Tuxtlas de Veracruz. Estas fueron transportadas a grandes distancias, aunque el método utilizado para el transporte no es claro. Las características físicas generales de las cabezas son de una raza o población que sigue siendo común en los estados de Tabasco y Veracruz en la actualidad. Se cree que por los cascos que llevan, las cabezas representan a guerreros, y no dioses.