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Ciencias sociales

Marvin Harris

Antropología
cultural

t=
El libro de bolsillo
Antropología
Alianza Editorial
TtTULO ORIGINAL: Cultural Anthropology, 2nd edition
Para el profesor
Esta obra ha sido publicada por Harper
&Row,Inc.
TRADUCCJON: Vicente Bordoyy Francisco Revuelta
REVIStON TEcNICA: Honorio M. Velasco

Primera edición en «El Libro de Bolsillo: 1990


Cuarta reimpresión: 1996
Primera edición en «Área de conocimiento: Ciencias Sociales»; 1998
Tercera reimpresión: 2001

Diseño de cubierta: Alianza Editorial


Fotografía: Archivo Anaya

Esta segunda edición de Antropología cultural es un libro re-


Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por
la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspon-
visado profundamente. Lo he intentado hacer lo más actual,
dientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, coherente y legible. Para mejorar su continuidad y organiza-
plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, ción, he añadido dos nuevos capítulos: Producción (Capítu-
una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o lo 4) y Reproducción (Capítulo 5). Los temas tratados van
ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través
de cualquir medio, sin la preceptiva autorización. explícita y lógicamente desde los fundamentos biológicos y
evolucionistas de la cultura hasta los aspectos infraestructu-
cultura Libre rales, estructurales y superestructurales de los sistemas so-
Copyright © 1983 by Harper & Row Publishers, Inc. cioculturales. Al estudiante se le explica el porqué de este or-
La mayor parte de esta obra apareció anteriormente en Culture, People, den de presentación y se le muestra cómo los temas tratados
Nature: An Introduction to General Anthropology, 3rd edition. en la primera parte del libro se relacionan con los que se tra-
Copyright © 1980 by Harper & Row Publishers, Inc.
tan más adelante.
© Ed. cast.: Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1990, 1993, 1994, 1995,
1996,1998.2000,2001
Siguiendo algunas sugerencias hechas por los críticos,
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; también he añadido un capítulo de lingüística antropológica
28027 Madrid; teléfono 91 393 88 88 (Capítulo 3). A pesar de que algunos profesores no tengan
ISBN: 84-206-3951-6 tiempo de usar este capítulo en su totalidad, el material que-
Depósito legal: S. 101-2001 da así disponible en caso de que se necesite.
Fotocomposición: EFCA, s. A. Además de los nuevos capítulos, esta edición ofrece un
Parque Industrial «Las Monjas" cierto número de temas que son completamente nuevos o
28980 Torrejón de Ardoz (Madrid) están sustancialmente puestos al día y mejorados. Estos te-
Impreso en Gráficas Varona. Polígono «El Montalvo», parcela 49
mas nuevos o revisados son:
ra, 923 190036. 37008 Salamanca Chimpancés enseñan a chimpancés a firmar: sección revi-
Printed in Spain
sada.
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14. PERSONALIDAD Y SEXO 411

«personalidad es la tendencia a comportarse de determinadas


14. Personalidad y sexo maneras, independientemente de la situación específica»
(Whitingy Whiting, 1978:57).
Los conceptos que se emplean al describir el pensamiento.
sentimiento y conducta de los tipos de personalidad difieren
de los que se emplean cuando se describe la infraestructura, la
estructura y la superestructura. Al describir personalidades.
los psicólogos emplean conceptos como agresiva, pasiva. an-
siosa, obsesiva, histérica, maníaca, depresiva, introvertida, ex-
trovertida' paranoica, autoritaria, esquizoide, masculina, fe-
menina, infantil, reprimida, dependiente, etc. He aquí parte
de una lista más extensa de términos adecuados para el estu-
dio de la personalidad que apareció en un estudio de cultura y
personalidad en un pueblo de México:
En estecapítuloexaminaremoslasformas en que la culturain-
fluye en la personalidad yen la enfermedad mental. Revisare- práctico tranquilo bajo estrés apático
moslosconceptos centrales de lasteoríasfreudianas delaperso- económico ordenado ansioso
nalidad, y después pasaremos a las teorías mds recientes que cuidadoso metódico obstinado
intentan explicarlas variaciones y cambiosen los tiposde per- reservado leal indolente
sonalidadmasculinay femenina. Examinaremos lasrazones de paciente falto de imaginación inerte
precavido tacaño pedante
lapersistencia del complejo de supremacía masculina, como es
imperturbable receloso obsesivo
la relación dedichocomplejo conlaguerra. Estudiaremos laen- frío
constante, tenaz posesivo
fermedad mental con un enfoque intercultural y analizaremos
lasvariedades de laexperiencia sexualhumana. Fuente: Frornm y Maccoby, 1970:79.

Si se emplean estos conceptos para describir una población


Cultura y personalidad entera, el resultado evidentemente no añadirá nada a una des-
cripción de los modos de producción y reproducción. la eco-
La cultura hace referencia a las formas pautadas de pensar, nomía doméstica y política, los sistemas de guerra y paz, o los
sentir y comportarse de los miembros de una población. La ritos e instituciones mágico-religiosos. Más bien servirán como
personalidadtambién concierne a las formas de pensar, sentir descripción del tipo de personalidad de esa población.
y comportarse, pero se centra en el individuo. La personali-
dad, tal como la define Victor Barnouw (1973:10), «es una or-
ganización más o menos duradera de fuerzas dentro del indi- Educación infantil y personalidad
viduo asociadas a un conjunto de valores, actitudes y modos
de percepción bastante estables que explican. en parte. la co- En cada cultura, los padres tienden a seguir prácticasde edu-
herencia de la conducta del individuo». Más sencillamente. cación infantil como la alimentación, limpieza y trato dado a
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412 ANTROPOLOGfA CULTURAL
14. PERSONALIDAD Y SEXO 413

los niños que varían ampliamente según las sociedades. En periencias horno o heterosexuales propias, las restricciones
muchas culturas, por ejemplo. las criaturas están constreñidas que pesan sobre el incesto, el tipo de amenaza y castigo emplea-
por vendajes que los envuelven o tablas que inmovilizan sus dos contra las prácticas sexuales prohibidas por la cultura
extremidades. En otras partes, se fomenta la libertad de movi- (Weisnery Gilmore, 1977).
miento. Asimismo, la lactancia puede ser a petición de la cria- La Figura 14.1 representa una teoría de cómo estas prác-
tura, al primer grito de hambre, o a intervalos regulares, cuan- ticas de educación infantil pueden estar relacionadas con la
do conviene a la madre. La lactancia del pecho de la madre personalidad y otros aspectos de la cultura. Las variables bási-
puede durar sólo unos meses, varios años o nada en absoluto. cas que influyen en las pautas de crianza de los niños están, a
Asimismo las criaturas pueden recibir alimentos suplementa- su vez, influidas por la naturaleza de las instituciones domésti-
rios desde las primeras semanas, que las madres les meten en cas' sociales, políticas y económicas. Por su parte, éstas se ven
la boca premasticados, con los que incluso juguetean las cria- afectadas por el ecosistema. Las prácticas de crianza de los ni-
turas; pero también se puede prescindir de ellos. ños están constreñidas por la necesidad de satisfacer algunas
El destete puede producirse bruscamente, como cuando se urgencias, pulsiones y capacidades universales bíológicamen-
untan los pezones de la madre con sustancias amargas; y pue- te determinadas que todas las criaturas humanas comparten
de estar o no asociado al nacimiento de otro niño. En algunas (por ejemplo, impulsos orales, anales y genitales). La interac-
culturas, las criaturas se mantienen en contacto con la piel de ción entre las prácticas de crianza de los niños y estas ne-
la madre y son transportadas adondequiera que ésta vaya; en cesidades, pulsiones y capacidades biológicas moldea su
otras se puede dejar a los niños al cuidado de parientes. En al- personalidad y ésta se expresa, a su vez, en instituciones «se-
gunas culturas, grandes grupos de niños y adultos miman, cundarias»; esto es, aproximadamente lo que se ha venido lla-
abrazan, besan y se deshacen en atenciones con las criaturas. mando «superestructura» a lo largo del libro.
En otros casos, se las mantiene relativamente aisladas y rara
vez se las toca.

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El adiestramiento en el aseo puede empezar bien a los seis,
bien a los veinticuatro meses; el modo de adiestramiento pue- Emk>gí. ~ SUIt.......d. """'''.im",'''O ~Campor '," MIO odullo
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de conllevar muchas técnicas diferentes, algunas basadas en E.. ",,,,",. social T d<.""'Klio
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intensas formas de castigo, vergüenza y ridículo, otras en la Ac'''idado,. _l<

sugerencia, emulación y ausencia de castigo.


El tratamiento de la sexualidad infantil también varia am-
pliamente. En muchas culturas, las madres o padres acarician ,""""".I_inf.ntil

los genitales de sus criaturas para calmarles y acallar su llanto;


en otras, se impide a la criatura tocar sus propios genitales y se Noee5Xlad<:, biol0&i<U.
Icoocnci".c"l'ati<!ode<
castiga severamente la masturbación.
Otra serie de variables pertinentes para la formación de la
personalidad son las experiencias del final de la infancia y de Fig. 14.1. RELACIÓN ENTRE LA PERSONALIDAD BÁSICA Y LA ECOLOGfA, LAS
la adolescencia: el número de hermanos, sus relaciones y mu- PRÁCTICAS DE EDUCACIÓN INFANTIL Y LAS INSTITUCIONES SECUNDARIAS
tuas responsabilidades, las pautas de juego, las oportunidades Y PROYECTIVA$.
para observar las relaciones sexuales de los adultos o tener ex- Según Le Vine 1973: 57.
14. PERSONALIDAD Y SEXO 415
414 ANTROPOLOGíA CUlTURAL

Pautas y temas psicológicos: propensión al consumo, falta de orientación ha-


cia el futuro, promiscuidad sexual. Un tema importante en la
Se han formulado muchas proposiciones diferentes respecto a India es «elcarácter sagrado de la vida» y otro, en Estados Uni-
cómo abordar la relación entre personalidad y cultura. Una dos, es el de «(00 ser menos que los vecinos». El problema que
opción popular reconoce el hecho de que la cultura y la perso- plantean los intentos de describir las culturas en términos de
nalidad son dos maneras diferentes de considerar la propen- unos cuantos valores y actitudes dominantes estriba en que,
sión a pensar, sentir y comportarse característica de una po- normalmente, se pueden identificar valores y actitudes con-
blación determinada, y emplea términos psicológicos para tradictorios en las mismas culturas e incluso en los mismos in-
caracterizar tanto la personalidad como el sistema cultural. dividuos. Así, aunque los campesinos hindúes creen en el ca-
Por ejemplo, Ruth Benedict, en su famoso libro Patterns 01 rácter sagrado de la vida (Opler, 1968), también creen en la
Culture (1934b), caracterizó la institución del potlatch kwa- necesidad de tener más bueyes que vacas (véase p. 384); y aun-
kiutl (p. 161) como una actuación «rnegalomeníaca», es decir, que mucha gente en Estados Unidos trata de «no ser menos
un comportamiento dominado por fantasías de riqueza y po- que los vecinos», hay millones que creen al mismo tiempo que
der. Consideró el potlatch como parte de una pauta dionisiaca el consumo desmesurado es estúpido yantieconómico.
que era caracteristica de todas las instituciones de la cultura
kwakiutl. Por dionisíaco entendía el deseo de alcanzar un ex-
ceso emocional, como en la embriaguez o el frenesí. Conside- Personalidad básica y carácter nacional
ró a otras culturas -la de los indios pueblo, por ejemplo-
como apoUneas: entregadas a la moderación y al «término Una aproximación algo diferente a la cultura y personalidad
medio» en todas las cosas. Las pautas de Benedict eran ele- postula que todas las culturas producen una estructura de la
mentos psicológicos que, presuntamente, estaban presentes personalidad básica o profunda que podemos encontrar en
en todos los aspectos de la cultura, «comparables a los cromo- casi todos sus miembros individuales. Cuando se trata de po-
somas hallados en la mayoría de las células de un cuerpo» blaciónes organizadas en estados, se suele calificar a la perso-
(Wallace, 1970:149). La mayor parte de los antropólogos han nalidad básica de carácter nacional. Poco fundamento tiene
rechazado estos intentos de emplear uno o dos términos psi- este concepto.
cológicos para describir culturas enteras. Incluso las más sim- La idea de la estructura de la personalidad básica siempre ha
ples culturas de cazadores-recolectores tienen demasiados ti- gozado de gran popularidad tanto entre viajeros como entre es-
pos de personalidades como para resumirlas así. !udiosos. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos oído decir que los
Algunos antropólogos tratan de identificar los temas o va- mgleses son «reservados», los brasileños «despreocupados». los
lores dominantes que expresan el pensamiento y sentimientos franceses «sexy», los italianos «desinhibidos», los japoneses
esenciales o principales de una cultura concreta. La «imagen «ordenadosa.Ios americanos «amables», etc.? Gerardus Merca-
de la limitación de lo bueno», ya analizada (véasep. 318),esuno tor, el padre de la cartografía, escribió las siguientes descripcio-
de estos temas. Temas y valores son fácilmente traducibles a nes de las personalidades básicas europeas en el siglo XVI (a ver
rasgos de la personalidad. Por ejemplo, la imagen de la limita- si usted es capaz de deducir la nacionalidad de Mercator):
ción de lo bueno se supone que produce personalidades envi-
diosas, desconfiadas, reservadas y temerosas. También la cul- Franceses: sencillos, tarugos, furiosos.
tura de la pobreza (véase p. 324) tiene sus componentes Bávaros: suntuosos, glotones, descarados.
416 ANTROPOLOGíA CULTURAL 14. PERSONALIDAD Y SEXO 417

Suecos: alegres, charlatanes, jactanciosos. más complejos son los criterios empleados para definir la per-
Sajones: disimuladores, hipócritas, testarudos. sonalidad básica, mayor es la probabilidad de que el tipo de
Españoles: desdeñosos, precavidos, voraces. personalidad modal se halle en relativamente pocos indivi-
Belgas: buenos jinetes. cariñosos, dóciles, delicados. duos. Anthony Wallace (1952) empleó 21 dimensiones para
definir la personalidad básica entre los iroqueses y descubrió
Las modernas versiones eruditas de la estructura de la perso- que el tipo modal sólo era compartido por e13? por ciento de
nalidad básica utilizan conceptos psicológicos más sofistica- la muestra total.
dos, la mayoría de los cuales deben algo al influjo de Sigmund
Freud y del psicoanálisis.
El concepto de personalidad básica no debe oscurecer el he- El Edipo y la personalidad
cho de la gran variedad de personalidades que existen en cada
sociedad, tanto mayor cuanto más compleja, poblada yestra- Según Preud, un conflicto traumático, universal e inevitable se
tificada sea aquélla. En todas las sociedades hay muchos indi- produce durante los años que preceden a la pubertad. Este
viduos cuyas personalidades se desvían ampliamente de la conflicto se llama el conflicto edípico y tiene su origen en ri-
moda estadística (tipo más frecuente), y la variedad de perso- validades y celos sexuales biológicamente determinados den-
nalidades individuales produce extensos solapamientos entre tro de la familia nuclear. Esta teoría sigue siendo muy contro-
distintas culturas. Por ejemplo, ciertamente no sería incorrec- vertida.
to caracterizar el tipo básico de personalidad masculina de los Según Freud, los primeros sentimientos sexuales que se
indios de las Llanuras como agresivo, independiente y valien- despiertan en los muchachos jóvenes se dirigen primero hacia
te. Sin embargo, se sabe por la institución llamada berdache su madre, pero al descubrir que su madre es el objeto sexual
que siempre había algunos jóvenes desadaptados temperal- del padre, el niño entra en competencia con él para dominar
mentalmente al rol masculino. Éstos entonces vestían atuendo sexualmente a la misma mujer. El padre, aunque proporciona
femenino y realizaban funciones domésticas y sexuales feme- protección, también impone una disciplina severa, reprimien-
ninas, combinando de este modo atributos tanto de uno como do el intento de su hijo de expresar el amor sexual a su madre.
de otro sexo, y eran aceptados como un tercero (Callender y El hijo se frustra profundamente e imagina que es 10suficien-
Kochems, 1983). temente fuerte como para matar a su padre. Estos celos y hos-
En realidad, se sabe muy poco sobre la variancia de la per- tilidad bullentes suscitan temor y culpabilidad en el niño: te-
sonalidad en diferentes sociedades. No obstante, es cierto que mor, porque el padre, de hecho o en la imaginación, amenaza
las poblaciones complejas de nivel estatal integradas por mi- con cortarle el pene y los testículos; y culpabilidad, porque el
llones de personas exhiben una enorme variedad de tipos. Ja- padre no sólo es odiado sino también amado. Para resolver
pón, por ejemplo, parece a primera vista que posee un carácter con éxito este conflicto, el niño debe volver a canalizar su se-
nacional homogéneo que lleva a los individuos a adoptar una xualidad hacia otras hembras y aprender a vencer su miedo y
subordinación incondicional ante el consenso del grupo y a expresar su hostilidad de modo constructivo.
inhibirse de cualquier enfrentamiento con la autoridad. Esto Para la niña, Freud concibió un trauma paralelo pero radi-
es un estereotipo erróneo, pues muchos japoneses son alta- calmente diferente. La sexualidad de una niña se dirige inicial-
mente individualistas y se sitúan en clara oposición a las nor- mente hacia su madre. Pero en la fase fálica, la niña hace un
mas tradicionales (Sugimoto y Mouer, 1983). Además, cuanto descubrimiento decisivo: carece de pene. Culpa a su madre de

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