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II-ESPACIOS DE LA NAVEGACIÓN:

A-PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y FUENTES:

Tradicionalmente el mar ha sido una vía natural de transporte que ha permitido el desarrollo
de actividades de Comercio, transporte y tráfico MARÍTIMOS, al igual que ha sido la base para
realización de actividades de pesca, y de extracción de recursos naturales marinos como algas,
y la captura de crustáceos, peces y ballenas para la elaboración de harinas para alimentar
tanto a animales como a seres humanos, para la obtención de aceites, así como la captura de
krill, que se ha constituido recientemente en una fuente de proteínas importante.

También, el mar ha permitido la exploración y explotación de petróleo o diversos minerales


ubicados en el subsuelo marino en grandes bolsas polimetalicas, o yacimientos de diversos
minerales contenidos en el subsuelo marino; así como también la acción de las mareas, o el
calor de sus aguas en la superficie y más frías en las profundidades ha permitido generar
energías nuevas para abastecer en tierra firme a ciudades enteras.

Desde el medioevo con los descubrimientos y expediciones marítimas a las Indias orientales, y
luego a América se comienza un movimiento entre aquellos Estados desarrollados
marítimamente que reclamaban derechos de propiedad de partes importantes de los mares y
océanos del mundo, con el consiguiente provecho económico para esos Estados, y aquellos
otros menos desarrollados o en vías de desarrollo que reclamaban igual derecho a tener
acceso a los mares y océanos del mundo. De aquí surgieron diversos principios que la
comunidad marítima conocía como principio de la Libertad de los Mares.

PRINCIPIO LIBERTAD DE LOS MARES:

La libertad de los mares consiste en la Facultad que todos los hombres y los Estados del mundo
tienen de usar todos los espacios marítimos y oceánicos del mundo no sujetos a la
competencia territorial legitima de Estado alguno. Este principio contiene ciertas
consecuencias por su ejercicio, consecuencias a las que la doctrina denomina libertades de los
mares.

CONSECUENCIAS DEL PRINCIPIO DE LIBERTAD DE LOS MARES:

Tenemos las siguientes:

LIBERTAD DE NAVEGACIÓN:

Existe Libertad de Navegación, que consiste en el derecho que tienen todos los Estados de
hacer navegar las naves que llevan su bandera, cualesquiera sean la clase y características de
las naves, por todos los espacios marítimos y oceánicos del mundo no sujetos a la competencia
territorial de ningún Estado. Esto implica que todo Estado tiene igual derecho de hacer que los
buques que enarbolan su bandera puedan navegar las aguas de Alta Mar, sea que el Estado
tenga acceso o no a aguas navegables, esto es países con litoral o sin litoral.

Esta libertad de Navegación hoy en día ha quedado reconocida en el Convenio sobre Derecho
del Mar de Ginebra de 1958, y en el Convenio sobre Derecho del Mar de Montero Bay de
1982.

LIBERTAD DE PESCA Y CADA MARÍTIMAS:


Existe la Libertad de Pesca y cada marítimas, que consiste en el derecho que tienen todos los
Estados, ya sean con litoral o sin litoral, de pescar y cazar en todos los mares y océanos del
mundo.

LIBERTAD DE COLOCACIÓN DE CABLES Y TUBERÍAS:

También existe la Libertad de Colocación de Cables y Tuberías submarinas, que consiste en el


derecho de todos los Estados de tender cables y Tuberías sobre el lecho de todos los mares y
océanos del mundo. Este derecho ha sido reconocido en la Convención de Derecho del Mar de
Montero Bay de 1982, en sus artículos 79, 87 y siguientes.

LIBERTAD DE NAVEGACIÓN AÉREA:

Existe la Libertad de Navegación Aérea, que consiste en el derecho de todos los Estados de
hacer volar o sobrevolar las aeronaves que tengan su nacionalidad o bandera, cualesquiera
sean las clases y características de esas aeronaves, sobre todos los mares y océanos del
mundo.

LIBERTAD DE CONSTRUIR ISLAS ARTIFICIALES Y OTRAS INSTALACIONES PERMITIDAS POR EL


DERECHO INTERNACIONAL:

Existe la Libertad de Construir Islas Artificiales y otras instalaciones permitidas por el Derecho
Internacional, que consiste en el derecho de todos los Estados de permitir la construcción de
islas artificiales y otras estructuras sobre el subsuelo marítimo o parte de la plataforma
continental con las limitaciones que impone el régimen de la Zona Económica Exclusiva y de
Plataforma Continental. Este derecho ha sido reconocido por los artículos 60, 80, 87 del
Convenio de Montero Bay de 1982.

LIBERTAD DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA:

Existe la Libertad de Investigación Científica, que consiste que todo Estado tiene el derecho de
permitir realizar investigaciones científicas sobre la plataforma continental de los Estados
ribereños, pero sujetos a las normas relativas de los Estados ribereños y a las disposiciones
sobre investigaciones científicas contenidas en el Convenio sobre Derecho del Mar de
Montego Bay de 1982, en sus artículos 376 y siguientes, 87 y 238 y siguientes.

FUENTES DE LOS DERECHOS DEL MAR:

Si bien desde el medioevo el principio de plena libertad de los mares, principalmente para
navegar, existía, países como Gran Bretaña y Holanda propugnaba por el derecho que les
correspondía a los Estados conquistadores de áreas marítimas a exigir cierto derecho de
propiedad de los mares.

Por su parte, ya más recientemente, los Estados con poco desarrollo o en vías de desarrollo de
su potencial marítimo propugnaban porque todos los Estados sin distingo alguno tuvieran
pleno derecho a desarrollar actividades marítimas en todos los mares y océanos del mundo.

Para regular el Principio de Libertad de los Mares, y sus consecuencias, y después de diversos
intentos por acordar reglas básicas que garantizarán el uso, exploración y explotación de los
recursos marinos por todos los Estados del mundo han surgido dos Convenios de las Naciones
Unidas para reglamentar los Derechos del Mar por los Estados, y estos son:

1- Convenio de los Derechos del Mar de Ginebra de 1958; y


2- Convenio de los Derechos del Mar de Montego Bay de 1982.
Estas fuentes de Derecho Internacional Público han sido particularmente importantes
porque no sólo han desarrollado las diversas actividades económicas, políticas,
administrativas que cada Estado miembro puede realizar sino que ambos convenios, y en
particular el Convenio de Montego Bay, de 1982 ha desarrollado las normas jurídicas
aplicables por los Estados a los buques extranjeros situados en sus aguas; la competencia
que tiene el Estado del pabellón de la nave, régimen que debe aplicar en principio toda
nave perteneciente o que porte la bandera de un Estado con independencia del lugar
donde se encuentre la nave; y se ha desarrollado los conceptos de Estado ribereños y del
Estado del puerto o Estado rector del puerto, que obligan a toda nave de bandera
extranjera a someterse a la Ley del Estado ribereño o del Estado rector del puerto entre
otras.

RÉGIMEN APLICABLE POR LAS CONVENCIONES:

Estas convenciones, y en particular la Convención de Derecho del Mar de Montego Bay de


1982, han desarrollado el régimen aplicable para:

a) Navegación por Aguas Interiores.


b) Navegación por Mar Territorial.
c) Navegación por Zona Contigua.
d) Navegación por Zona Económica Exclusiva.
e) Navegación por la Plataforma Continental.
f) Navegación por Alta Mar.
Veamos:

B-AGUAS INTERIORES:

Aguas Interiores de un Estado son las situadas entre la línea de base del Mar Territorial y el
territorio de ese Estado y tienen una naturaleza territorial, aunque con características propias.
Esto es, son la aguas situadas íntegramente dentro del territorio de un Estado.

Debe aclararse que para determinar la extensión de cada una de las zonas o áreas de
Navegación se utilizan para medir esas áreas los conceptos de línea de base normal, y línea
recta.

LÍNEA DE BASE NORMAL: es la línea de baja marea, a lo largo de la costa, tal como resulte de
las cartas marinas a gran escala reconocidas oficialmente por el Estado ribereño.

LÍNEA RECTA: se utiliza para determinar con este método la línea base cuando las costas de un
Estado tengan profundas aberturas y escotaduras, o cuando haya una franja de isla o islas
situadas en su proximidad inmediata, entonces, la línea base resultará de la unión de los
puntos apropiados, dejando englobado las aguas y territorios que queden dentro de esos
puntos apropiados fijados por el Estado. (Ver Art 3 y 4.1 Convenio Ginebra 1958; y Arts. 5 y 7.1
Convenio Montego Bay, 1982).

De allí que, la aguas interiores son aquellas que están dentro del territorio de un Estado y
llegan hasta el borde de la línea de base normal, o de la línea recta; y tienen naturaleza
territorial.

En las aguas interiores o en los espacios de aguas interiores se aplica la soberanía absoluta y
plena del Estado ribereño, y en consecuencia, la Ley vigente en dicho Estado ribereño y la
jurisdicción de sus tribunales será la que se aplique a cualquier situación ocurrida en las aguas
interiores.

DERECHO DE PASO INOCENTE:

Cuando el trazado por estas aguas interiores sea en base a una línea de base recta, encerrado
aguas como interiores cuando antes no eran consideradas como tales, se aplica un derecho de
paso inocente para toda nave con bandera de otro Estado distinto al Estado ribereño. (Ver Art
5.2 Convenio Ginebra de 1958; Art. 8.2 Convenio Montego Bay, 1982). Además, los Estados sin
litoral o sin acceso al mar y desde el mar tienen derecho al acceso al mar para ejercer los
derechos que la Convención le reserva a todo Estado, según la Convención de Montego Bay,
1982.

Constituyen aguas interiores los ríos, lagos, los puertos, riberas, playas, redes, bahías, los
canales que se encuentren dentro del área delimitada por el borde de la línea de base normal,
o la línea de base recta, así como los canales tales como el Canal de Panamá, y son
considerados bienes de dominio público del Estado ribereño, y de allí que son bienes
inalienables, inembargables e imprescriptibles. Este principio lo consagra nuestra
Constitución Nacional en las artículos 257, numeral 6, y 258; así como en el artículo 329,
numeral 1 del Código Civil.

Debe tenerse presente que los canales internacionales constituyen una vía artificial de agua
que pertenece al Estado que atraviesan, y están sometidos a la soberanía de ese Estado al que
pertenecen.

En las aguas interiores los Estados tienen libertad para reglamentar y controlar el tránsito por
sus aguas interiores de naves extranjeras, pudiendo rechazar ese tránsito a las naves de guerra
extranjeras, salvo el caso de emergencia. Por lo general, las naves mercantes o civiles se rigen
por el principio de libre acceso a las aguas interiores, y los Estados ribereños se comprometen
a asegurar que los buques de todo otro Estado recibirá un tratamiento igual al que se dispensa
a las naves propias del Estado o de cualquier otro Estado en sus puertos.

En el Convenio sobre Derecho del Mar de Montego Bay de 1982 se establece que todas las
naves y aeronaves gozarán del derecho de paso inocente o de tránsito, que no será
obstaculizado y en consecuencia, el tránsito será el ejercicio de la libertad de Navegación y de
sobrevuelo para los fines del tránsito rápido e ininterrumpido por las aguas interiores, o
estrecho, entre una parte de Alta Mar o de una zona económica exclusiva, y otra parte de Alta
Mar o de zona económica exclusiva (Ver Art 38.1, 38.2 Convenio Montego Bay, 1982). Sin
embargo, las naves y aeronaves que transiten un estrecho deberán ajustarse a las obligaciones
que en materia de policía de Navegación tenga el Estado ribereño.

C-MAR TERRITORIAL:

Se entiende por Mar Territorial la zona de mar adyacente a las costas de un Estado, sobre el
cual el Estado ribereño ejerce su soberanía.

Conforme al Convenio de Ginebra de 1958, en el Mar Territorial el Estado ribereño tiene


soberanía restringida porque debe admitirse el pasaje inofensivo y el estacionamiento o
fondeo de naves en ciertos casos, con todas las exigencias inherentes a seguridad y defensa.
En el Convenio de Montego Bay de 1982 se consagró el principio de que todo Estado tiene
derecho a establecer la anchura de su Mar Territorial hasta el límite que no exceda las doce
(12) millas marinas medidas a partir de la línea de base.

SOBERANÍA PLENA Y ABSOLUTA:

El Estado ribereño ejerce su soberanía plena y absoluta en el Mar Territorial, incluyendo el


espacio aéreo sobre éste; así como el lecho y al subsuelo de ese Mar Territorial, pero las naves
de todos los Estados sean ribereños o no, gozan del derecho de paso inocente a través del Mar
Territorial.

DERECHO DE PASO INOCENTE. QUE COMPRENDE?

El derecho de paso inocente es el que no es perjudicial para la paz, el orden o la seguridad del
Estado ribereño.

El paso debe ser rápido e ininterrumpido, salvo la detención y el fondeo necesarios, y sólo
puede llevarse a cabo para atravesar el mar territorial sin penetrar en las aguas interiores ni
hacer escala en una rara o en una instalación portuaria fuera de las aguas interiores, o bien
dirigirse hacia aguas interiores, o salir de ellas, o hacer escala en una de esas raras o
instalaciones portuarias, o salir de ellas.

En el mar territorial todas las naves y todos los actos ocurridos en ese espacio están sometidos
a la legislación y jurisdicción del Estado ribereño.

El Estado ribereño no debe poner dificultades al paso inocente de naves extranjeras por el mar
territorial, pero puede tomar las medidas necesarias para impedir todo paso que no sea
considerado inocente. Pero las naves extranjeras que se hallan dentro del Mar Territorial ya
sea cruzándolo sin entrar en puerto o aguas interiores, ya sea entrando a puerto o dirigiéndose
a aguas interiores, ya sea para dirigirse a alta mar, quedan sometidas a la legislación y
jurisdicción del Estado ribereño, y deben cumplir las disposiciones legales sobre navegación,
sanidad, seguridad, migración, etc., del Estado ribereño.

Los abordaje ocurridos en el mar territorial se rigen por la Ley del Estado ribereño al cual
pertenecen las aguas de mar territorial, y quedan sujetos a la jurisdicción de los Tribunales del
Estado ribereño, al igual que en caso de salvamento. (Ver Art 566, numeral 9, literal b C.P.M.).

En materia civil, el Estado ribereño no debería detener ni desviar naves extranjeras que pasen
por su mar territorial, para ejercer su jurisdicción civil sobre personas que se hallen a bordo de
la nave, ni pueden tomar contra esas naves medidas de ejecución ni medidas cautelares, salvo
que se adopten en razón de obligaciones contraídas por dichas naves, o de las
responsabilidades que éstas hayan incurrido durante su paso por las aguas del Estado ribereño
o con motivo de ese paso inocente. (Ver Art 28 Convenio Montego Bay, 1982). Ejemplo de
estos reclamos son créditos marítimos ordinarios o privilegiados generados por la nave al
requerir suministros, reparaciones, u otros servicios.

Sin embargo, el Estado ribereño si puede adoptar medidas cautelares o de ejecución contra
naves extranjeras que se detengan en el mar territorial, cuando se pretenda ejercer créditos
marítimos privilegiados, o cuando los Tribunales Marítimos panameños pretenden adscribir
competencia.

En materia penal, los Convenios de Ginebra de 1958, el Convenio de Montego Bay de 1982,
atribuyen competencia jurisdiccional de los Tribunales del Estado ribereño según la situación
de la nave extranjera En las aguas interiores, según el lugar de comisión del delito y según la
naturaleza y efectos del delito. Pueden darse las siguientes hipótesis:

a) Navegar a través del Mar Territorial.


b) Pasar por el mar territorial procedente de aguas interiores.
c) Atravesar el mar territorial procedente de puerto extranjero, sin entrar a las aguas
interiores.

En principio, la jurisdicción penal del Estado ribereño no debería ejercerse a bordo de una nave
extranjera que pase por el mar territorial, para detener a ninguna persona ni realizar ninguna
investigación en relación con una infracción de carácter penal cometida a bordo de la nave
extranjera durante su paso, o antes de entrar al mar territorial, si procede de puerto
extranjero y no pasa a las aguas interiores; salvo que el delito produzca algún efecto en el
Estado ribereño, o cuando el capitán de la nave solicite ayuda a las autoridades locales, o para
la represión de los delitos de narcotráfico, o tráfico de armas, o para proteger el medio
ambiente marino.

D-ZONA CONTIGUA:

Es aquella parte del Mar comprendida a partir del límite exterior del Mar territorial y el alta
mar. Esto es, la extensión de agua adyacente al mar territorial en el cual el Estado ribereño
tiene jurisdicción limitada y al solo efecto del cumplimiento de determinados fines.

Es un espacio perteneciente al alta mar, pero no podrá extenderse más allá de las veinticuatro
(24) millas marinas contadas desde la línea de base que miden la anchura del Mar Territorial
(Ver Art 33.2 Convenio de Montego Bay, 1982).

En la zona contigua los Estados ribereños están facultados para adoptar medidas para evitar y
reprimir infracciones a las leyes de policía, aduaneras, fiscales, de migración y sanitariasque se
cometan en su territorio o en el mar territorial. (Ver Art 33 Convenio Montego Bay, 1982).

E-ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA:

Es un área situada más allá del Mar Territorial y adyacente a éste, sujeta a un régimen jurídico
propio, hasta una distancia de doscientas millas marinas o náuticas, medidas a partir de la
línea de base, donde el Estado ribereño ejerce derechos limitados de soberanía.

En la zona económica exclusiva, el Estado ribereño tiene derecho para la explotación y


exploración, conservación y administración de los recursos naturales, vivos o no vivos, de las
aguas supra yacentes al lecho y del lecho y subsuelo del Mar, y con respecto a otras
actividades, tales como la producción de energía derivada del agua, de las corrientes y de los
vientos.

El Estado ribereño puede ejercer su jurisdicción en cuanto al establecimiento y utilización de


islas artificiales, investigación científica Marina, y la protección y preservación del medio
ambiente marino. (Ver Art 56 Convenio Montego Bay, 1982).

Los demás Estados, sean ribereños o con litoral, o sin litoral gozan en este espacio de la zona
económica exclusiva de todos los derechos relacionados con las libertades de Navegación,
sobrevuelo y de tendido de cables y tuberías submarinos. La captura permisible de los recursos
vivos en esta zona económica exclusiva la determina el Estado ribereño, a través del
otorgamiento de permisos de pesca.
F-PLATAFORMA CONTINENTAL:

Es el lecho del mar y el subsuelo de las áreas submarinas adyacentes a las costas pero situadas
más allá del Mar Territorial, y a todo lo largo de la prolongación natural de territorio hasta el
borde exterior del margen continental, o hasta la distancia de doscientas (200) millas náuticas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del Mar Territorial,
en los casos en que el borde exterior del margen no llegue a esa distancia. ( Ver Art 76.1
Convenio Montego Bay, 1982).

Sobre la plataforma continental, el Estado ribereño ejerce, con exclusividad, soberanía a los
efectos de su exploración y de la explotación de sus recursos naturales, independientemente
de su ocupación real o presunta. Los derechos del Estado ribereño sobre la plataforma
continental no pueden afectar el régimen de las aguas supra yacentes, ni la exploración y
explotación deben causar un entorpecimiento a la navegación, la pesca o la conservación de
los recursos vivos del Mar, en la zona económica exclusiva.

El Estado ribereño tiene derecho exclusivo para autorizar y regular las perforaciones que c9n
cualquier fin se realicen en la plataforma continental.

G-ALTA MAR:

Es aquella parte del Mar que no está sometida a la soberanía o jurisdicción de Estado alguno, y
que está delimitada por las aguas territoriales de los Estados. Esto es, es la parte del Mar que
no pertenece al mar territorial ni a las aguas interiores de ningún Estado, y en donde ningún
Estado ejerce soberanía.

Conforme al Convenio de Montego Bay, 1982, la alta mar está abierta a todos los Estados
sean con litoral o sin litoral, para la utilización con fines pacíficos, sin que Estado alguno pueda
pretender someter parte alguna de ese espacio a su soberanía. (Ver Art 87.1, 88 y 89 Convenio
Montego Bay, 1982).

En alta mar las naves se hallan sujetas a la legislación y jurisdicción del Estado cuya bandera
enarbolan. (Régimen del pabellón).

En alta mar existe el derecho de visita y registro, el derecho de persecución, y el derecho de


intervención

DERECHO DE VISITA Y REGISTRO:

En tiempos de paz, las naves de guerra están facultadas para practicar el derecho de visita y
registro sobre naves mercantes o civiles, a fin de certificar su nacionalidad, cuando haya
dudas sobre el particular, o cuando haya motivo fundado para creer que la nave se dedica a la
piratería o a la trata de esclavos.

DERECHO DE PERSECUCIÓN:

Existe también derecho de persecución cuando una nave extranjera ha cometido o se tiene
razones valederas para creer que ha cometido una violación a las leyes de otro Estado, en cuyo
caso, y bajo la condición de que la nave perseguida se halle en aguas territoriales cuando
comience la persecución y ésta no se haya interrumpido, puede ser detenida la nave en alta
mar por buques de guerra, aeronaves militares u otras unidades similares afectar al servicio de
policía del Estado ribereño.

DERECHO DE INTERVENCIÓN:
También en alta mar se puede reprimir la piratería, el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias psicotrópicas, y las transmisiones no autorizadas desde alta mar, lo cual se logra
con el derecho de intervención que consagra el artículo 99 – 111 del Convenio de Montego
Bay de 1982, así como en el Convenio de Ginebra de 1969, respecto a la contaminación por
hidrocarburos.

La condición jurídica de una nave queda determinada por la nacionalidad y ésta se define por
la Ley del Estado que le otorga el uso de la bandera. (Ver Art 91 y 92 Convenio Montego Bay,
1982). Por tanto, en alta mar las naves mercantes o civiles quedan sujetas a la Ley y
jurisdicción correspondiente al Estado de su bandera, o régimen del pabellón. Pero en caso de
conflicto de leyes entre naves de distinta bandera se aplican las normas de conflicto, ejemplo
en abordaje, que conforme al artículo 566, numeral 9, literal c del Código de Procedimiento
Marítimo, remite a la aplicación de la Ley panameña.

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