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¿Cómo me siento con la realidad nacional de mi país?

El Perú, mi país de origen, esta realidad es tan rica y compleja como su diversidad geográfica y humana,
al contemplarla, experimenta una unión de emociones que van desde el orgullo hasta la preocupación.
En este ensayo, voy a dar a conocer cómo me siento con la realidad nacional del Perú, destacando sus
logros y desafíos.
En primer lugar, es imposible hablar de Perú sin mencionar su legado histórico. Ser testigo de la historia
de una nación que fue hogar de las antiguas civilizaciones preincaicas e incaicas es motivo de profundo
orgullo. La grandeza de Machu Picchu y las líneas de Nazca son reflejos importantes de la sabiduría y la
destreza tecnológica de nuestros antepasados. Estos logros históricos nos provocan admiración y
respeto, donde nos conectamos con nuestras raíces y mostrando que somos herederos de una rica
herencia cultural.
La realidad nacional actual también tiene sus desafíos. La brecha económica y social en el Perú es
evidente, con diferencias entre áreas urbanas y rurales, así como entre diferentes estratos
socioeconómicos. Esta realidad provoca en mí una sensación de preocupación y empatía por aquellos
que luchan por tener acceso a oportunidades básicas, como la pobreza y la falta de acceso a servicios de
calidad, como la educación y la atención médica, me impulsan a cuestionar que el sistema que acata a
estas desigualdades.
Por otro lado, en el ámbito político es otro aspecto que genera muchas emociones. La historia política
del Perú ha sido alborotada, con períodos de estabilidad intercalados con crisis y cambios de gobierno.
La corrupción y la falta de transparencia en la administración pública han manipulado, la confianza de la
ciudadanía en sus líderes. Esto me nos llena de indignación y frustración, ya que el anhelo de ver a un
Perú en el que la política sea una herramienta para el progreso y el bienestar de todos, en lugar de un
medio para el beneficio personal de otros.
La diversidad cultural del Perú es un motivo de alegría y asombro. La riqueza de nuestras tradiciones,
idiomas y costumbres es un recordatorio de nuestra variedad humana que existe en nuestro país. Desde
la costa hasta la sierra y la selva, cada región aporta una única identidad nacional. Esto me hace sentir
dichosa de pertenecer a una nación tan diversa y cultural, donde la interacción entre diferentes culturas
nuestro enriquece ser colectivo.
No puedo evitar mencionar nuestra maravilla natural del Perú. Desde la majestuosidad de los Andes
hasta la exuberancia de la selva amazónica y la costa pacífica, la geografía de mi país es un tesoro
invaluable. Sin embargo, este país está en riesgo debido a la deforestación, la minería irresponsable y el
cambio climático. Esta realidad ambiental me llena de tristeza por el futuro de nuestro entorno natural y
me impulsa a abordar por las prácticas sostenibles que preserven la biodiversidad para la generación.
Para finalizar mis sentimientos hacia la realidad nacional del Perú son una mezcla de orgullo, tristeza,
felicidad y frustración. A medida que observa los logros históricos, la diversidad cultural y la maravilla
natural de mi país, me siento muy orgulloso de él. Sin embargo, no puedo callar los desafíos
persistentes en términos de desigualdad, corrupción y degradación ambiental. Como ciudadano
comprometido, aspiro a contribuir positivamente para que la realidad nacional del Perú evolucione
hacia una sociedad más justa, inclusiva y sostenible.

Mariátegui, J., De, E., De, I., & Peruana, L. (n.d.).


https://centroderecursos.cultura.pe/sites/default/files/rb/pdf/mariategui_7_ensayos.pdf
Portocarrero, G., Oliart, P., Peru, E., & Escuela, L. (n.d.). S E G U N D A E D I C I Ó N.
https://repositorio.up.edu.pe/bitstream/handle/11354/3266/PortocarreroGonzalo2021.pdf?sequence=
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