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PENITENCIA O CONFESIÓN

DEFINICIÓN: Dolor y arrepentimiento que se tiene de una mala acción, o sentimiento


de haber ejecutado algo que no se quisiera haber hecho.
Se denomina sacramento de la penitencia porque consagra un proceso personal y
eclesial de conversión, de arrepentimiento y de reparación por parte del cristiano
pecador.
EFECTOS: Los efectos del sacramento de la Penitencia son: La reconciliación con
Dios, y por tanto el perdón de los pecados, alcanzando nuevamente la dignidad de
Hijos de Dios.
La reconciliación con la Iglesia, ya que por el pecado se rompe nuestra unión como
cuerpo de Cristo y se da la recuperación del estado de gracia.
La remisión de la pena eterna merecida a causa de los pecados mortales, o sea
el perdón de la condena a la que nos haríamos merecedores. La disminución, al
menos en parte, del tiempo que deberíamos estar en el Purgatorio por nuestros
pecados veniales.
La paz y la tranquilidad de nuestra conciencia, y el consuelo espiritual,
El aumento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano. Sin duda son
grandes regalos que nos ayudarán a vivir mejor y en amistad con Dios.

PREPARACIÓN: La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena
confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento.
Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el
análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha
realizado en nosotros.
1. Examen de Conciencia.
Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir
nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien.
2. Arrepentimiento. Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos
lastimado al que más nos quiere: Dios.
3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir
lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos
caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.
4. Decir los pecados al confesor. El Sacerdote es un instrumento de Dios. Hagamos
a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es
Dios quien nos escucha.
5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el momento más hermoso, pues
recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa
nuestra reparación por la falta que cometimos.
ELEMENTOS:
• Ministro(administra): Sólo el sacerdote es ministro del sacramento de la
penitencia, ya que el absuelve los pecados y ofrece la reparación de estos.
• Materia (lo que se siente): La materia sería la contrición o el dolor de corazón de
haber ofendido a Dios, los pecados dichos al confesor de manera sincera e íntegra
y el cumplimiento de la penitencia o satisfacción.
• Sujeto(persona): Vendríamos a ser nosotros, ya que las personas somos quienes
pecamos, porqué no somos perfectos y cometemos errores, y a través de este
sacramento buscamos el perdón de nuestra padre.
• Forma(lo que se dice): El sacerdote, al iniciar con nuestra penitencia nos dice "El
Señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente
tus pecados", y al final, nos da las palabras de la absolución que profiere el
sacerdote cuando dice: «Yo te absuelvo»., Por lo que la forma vendría siendo lo
dicho por el ministro(el sacerdote).

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