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-Materiales audiovisuales usados en el trabajo: Documental de “Waiting for Barcelona”

disponible en Netflix

Introducción

El presente ensayo es una apuesta por la profundización acerca del fenómeno de la


multiculturalidad en los contextos urbanos globalizados occidentales, apoyándonos en
materiales audiovisuales que abarquen este tema, así como en casos concretos y otras
aportaciones externas al material estudiado en la asignatura que nos permitan establecer
algunas conclusiones generales a la hora de conocer este fenómeno desde diferentes
prismas. Además, se pondrá el relieve en los flujos migratorios que son consecuencia de
la globalización neoliberal que, en muchos, provocan situaciones de desigualdad social
ante la invisibilidad de las instituciones.

Algunos conceptos estudiados a lo largo de la asignatura estarán bastante presentes como


puede ser el de integración, asimilación, diversidad, conflicto o segregación, pero siempre
estableciendo el campo de aplicación dentro del espacio multicultural urbano.

El nacimiento de las ciudades multiculturales

Una de las premisas de las que debemos partir a la hora de continuar con el resto del hilo
teórico, es el reconocimiento del mundo como étnica y culturalmente diverso. Si
centramos nuestro foco en el fenómeno globalizador a finales del siglo XX, podemos
observar una aceleración creciente del proceso urbanizador y económico mundial,
acelerando también los flujos migratorios que se concentran en estos contextos urbanos,
y con ello, la diversidad étnica y cultural que las ciudades cobijan. Este efecto
globalizador tiene como consecuencia el desplazamiento humano forzoso por cese de
centro de actividad menos productivos, así como el crecimiento de manera desigualitaria
en la propia estructura social urbana (Borja et al., 2000).

Este crecimiento tan acelerado del proceso de urbanización encuentra un factor de gran
importancia en las migraciones rurales-urbanas, debido al fenómeno de la Revolución
Verde a través del cual los agricultores fueron expulsados por la modernización de la
agricultura en pos del desarrollo tecnológico y económico, encadenándolos a una
precariedad laboral continua en el contexto urbano. Respecto a esta situación, fenómenos
como el cambio climático pueden acrecentar la situación del descenso en la productividad
rural debido a sucesos climatológicos extremos, en los que se aceleraría esta movilidad
(Foresight, 2011; Piguet et al., 2011, como se citó en Castles, 2014). Esta migración a la
ciudad desde el mundo rural también parte de la esperanza por unas oportunidades
laborales expansivas, sin embargo, solo es una pequeña proporción los que consiguen
estos objetivos, estando la otra gran parte restante en un ciclo de precariedad e
inestabilidad continua (Castles, 2014).

Esta desigualdad social, fruto de la globalización neoliberal, no se entendería sin la


liberalización de los flujos, desde las economías más prósperas hacia las más débiles. Por
ejemplo: “los países ricos protegieron su propia agricultura al tiempo que exigían el retiro
de barreras para otros” (Castles, 2014:240). Sin embargo, y siguiendo con Castles (2014),
ha sido la liberación de los flujos de personas la que ha demostrado la soberanía de los
Estados-nación, estableciendo controles en las fronteras dependientes de la mano de obra
barata proveniente de países menos desarrollados.

Tal y como afirma Sassen (2020) estas personas que conforman estos flujos son los
denominados “refugiados del desarrollo económico” (p.136). En el caso de Europa,
donde la mayoría de flujos migratorios vienen de África, es necesario tener en cuenta los
actores en juego aparte de los propios inmigrantes, tales como las grandes organizaciones
de desarrollo internacionales como el FMI y el Banco Mundial, o los intereses
económicos de Europa y Estados Unidos en el desarrollo de estas políticas. Otro
componente de suma importancia en este tema radica en la opinión pública acerca de
estos flujos migratorios, sin embargo, revisando las cifras, no parecen tan alarmantes
como se dibujan en los medios de comunicación. Según Jiménez (2000) desde la
globalización en la década de los 50 hasta los 90, observamos que la tendencia en Europa
en materia de población extranjera no alcanza cifras significativas, situándose en una
media europea de un 4,5% de población extranjera, además de que las regiones de origen
se ubicaban principalmente en el este europeo. Sin embargo, la verdadera fuente de
tensión social radica en otro aspecto, en concreto en la transformación étnica de las
sociedades europeas, causadas por la ola migratoria de los años 60 en un periodo de auge
económico. Entonces, por meras razones demográficas, las tasas de fertilidad son
mayores que las de la población autóctona, provocando una creciente preocupación en la
población autóctona debido a la resistencia a esta diversidad. Además, al tratarse de
migraciones de hace varias generaciones, esta población se puede definir como nacional,
pero con orígenes étnicos no europeos.
Aplicando esta teoría crítica de la globalización y los flujos migratorios hacia la opinión
pública, podemos observar en el documental cómo nuestro protagonista, Mou, tuvo que
emprender un viaje desde Gambia a la temprana edad de 13 años en solitario, hasta llegar
a España hace 10 años, demostrando así el flujo migratorio desde los países menos
desarrollados con economías más inestables hacia países de entrada a Europa, como en
este caso España.

La identidad migrante

Tras revisar el carácter multicultural de los espacios urbanos occidentales, en este caso
europeos, se considera pertinente y de especial atención el papel de la identidad migrante
en este proceso de integración a la sociedad de destino. Tal y como expone Delgado
(2004) “todas las adscripciones étnicas que concurren en una sociedad urbano-industrial
compleja, sean “tradicionales” o bien de nuevo cuño, adoptan estrategias de
visibilización” (p.98). Esta característica nace de la necesidad humana de diferenciación
y del desarrollo de la conciencia individual en el lugar de destino.

En algunos casos, como en el documental expuesto, Mou goza ya de un soporte fenotípico


que le distingue de la mayoría, sin embargo, también encontramos otros elementos que
lo permiten diferenciarse dentro de una identidad colectiva, en este caso a través de la
música Hip hop. A través del hip hop y su pasión por la música, podemos deducir que
Mou encuentra una pertenencia colectiva, además de un nexo de unión a sus raíces en
Gambia, donde géneros como el hip hop y el reggae son bastantes reconocidos en la
cultura juvenil, llegando en algunos casos a traspasar fronteras. Además, mediante la
música hip hop se permite conectar con un discurso de protesta social y conciencia como
sujeto político inmigrante, estando relacionado con el asociacionismo migrante que
veremos más adelante.

Delgado (2004) también expone la volatilidad y plasticidad de la que goza el concepto de


identidad hoy día. Si acudimos a su aplicación en grupos étnicos o adscripciones étnicas
nos daremos cuenta de la inmensa cantidad de combinaciones posibles de etiquetas a nivel
de creencias o posicionamientos sociopolíticos, sin tener la capacidad de en qué consiste
cada etiqueta a la que se está adscrito. Por ejemplo, en el caso de Mou observamos que
se autodenomina rapero, sin embargo, podríamos preguntarnos: ¿Ser rapero es cantar
única y exclusivamente música rap? ¿Existen otros componentes en el lenguaje o los
hábitos que impliquen ser rapero? ¿Se puede ser rapero y fascista? Las respuestas pueden
ser tan diversas como las posiciones socioculturales y étnicas de las que parten los que
las contestan.

En el caso que nos acaece, la identidad inmigrante, se expresa más bien por negación u
oposición que por afirmación, establecimiento distancias respecto a los otros grupos o al
grupo cultural dominante, siendo más relevante profundizar en este aspecto. Tal y como
afirma Simmel (1977, como se citó en Veredas, 1999) “la situación social del inmigrante
y su propia identidad vienen marcadas por su condición de sujeto fronterizo entre dos
mundos, dos sociedades: «el intruso que con sus diferentes funciones sociales habita en
esa tensión del afuera y enfrente pero dentro»”. A la hora de aproximarnos a este elemento
de carácter teórico nos podrán servir tanto la teoría individualista como la teoría sistémica
o social, ya que, si bien la identidad tiene un carácter subjetivo marcado por cómo afectan
al sujeto los eventos o situaciones de su historia de vida, también existen patrones o guías
conceptuales en los colectivos que se adscriben a una identidad semejante.

Uno de los ejemplos más representativos de la identidad étnica migrante abordados en el


recorrido de la asignatura lo obtenemos en el caso de la pollada peruana en el barrio de
Abasto de Buenos Aires. Tal y como expone Cuberos (2020):

Las polladas del Abasto son una práctica alimenticia que codifica una forma específica
de cocinar los alimentos, distribuirlos y consumirlos por parte de una colectividad que es
definida en términos étnicos. La reproducción de la pollada en Buenos Aires atestigua así
una fuerte relación entre la identidad étnica y un modo diferenciado de comer en el
contexto migratorio, que por otro lado ya ha sido señalado por numerosos autores
(Bermúdez, Falcón, and Tucker 2000; Laroche, Kim, and Tomiuk 1998; Verbeke and
Poquiviqui 2005). (p.6)

Este caso concreto de manifestación de identidad étnica representa la participación activa


de los individuos del colectivo en las prácticas culturales de estos migrantes, fomentando
un sentimiento de pertenencia y de clasificación de los individuos que la componen,
guiadas por expectativas y obligaciones morales. Por lo tanto, el comportamiento étnico
es eficaz en tanto une a los individuos a través de diferentes prácticas culturales, adaptadas
a cada contexto migratorio (Cuberos, 2020).

Hall (1991) arroja bastante luz acerca de este vínculo estrecho entre la identidad y la
etnicidad migrante, poniendo el foco en el papel que tiene la otredad en este proceso:
La identidad es siempre una representación estructurada que sólo alcanza su sentido
positivo a través del ojo –estrecho– de la negatividad. Es decir, que tiene que operar
mediante el ojo de la aguja del Otro para – sólo luego– poder construirse a sí misma. (p.3)

En última instancia, Delgado (2004) nos ayuda a comprender la identidad étnica de


manera relacional, es decir, como un componente construido a través de las relaciones y
prácticas étnicas entre grupos autoidentificados. Otras autoras como Coltini (2016)
también defienden estos procesos de identificación interactivos para entender las
relaciones en contextos de diversidad. En este aspecto, podríamos entender la identidad
étnica de Mou como el conjunto de relaciones que establece en su cotidianeidad con
grupos de carácter diverso como otros inmigrantes con situaciones similares, personas
que, al igual que él, se dedican a la recogida de chatarra, trabajadores de las instituciones
de migración, trabajadores sociales o las interacciones diarias con otros individuos
pertenecientes a otros grupos socioculturales. Esta definición de la identidad étnica de
Mou, aunque a priori pueda parecer resbaladiza y confusa, es la que nos permite
contemplar su vida social y trayectoria vital migrante como un caleidoscopio, en la que
“cada movimiento del observador suscita una configuración inédita de los fragmentos
presentes (p.103).”

Super-diversidad y el debate del multiculturalismo

El concepto de super-diversidad, si bien ha sido explicado y debatido a lo largo del


transcurso de la asignatura, se considera de esencial importancia a la hora de entender la
gestión de la diversidad en las sociedades actuales con los términos pertinentes,
aplicándolo además al caso del documental escogido.

A raíz de fenómenos como el auge de la segregación y los extremismos en Europa en las


últimas décadas, el prisma con el que deben de ser analizados los flujos de migración ha
necesitado de una renovación para poder comprender con mayor profundidad este
paradigma. Partiendo de la intensificación de los flujos migratorios que desembocan en
una mayor diversidad cultural, Vertovec (2013) propone que es necesario la formulación
de nuevas categorías tales como los nuevos orígenes de procedencia, siendo estos
diferentes a los que eran espacios coloniales, la aparición de nuevas lenguas de la
inmigración y una aparición de mayores confesiones religiosas, nuevas redes y rutas
migratorias, una distribución espacial más móvil y un aumento de las prácticas
transnacionales.
Respecto a las aportaciones de Vertovec, Contini (2016) muestra cómo parte de un
concepto de multiculturalismo que se encontraba enclaustrado en términos étnico-
culturales a la hora de revisar y definir el concepto de diversidad. En torno a esta crítica,
encontramos otras voces como la de Grillo (2007), el cual, a través del análisis del
multiculturalismo en las sociedades europeas multiculturales, observa una evolución en
la gestión de la diversidad gubernamental que ha desembocado en una visión limitada de
la otredad, así como, recogiendo palabras de Sartori (2002, como se citó en Grillo, 2007)
el multiculturalismo se posiciona como enemigo del pluralismo. Por último, señala a las
sociedades europeas de promover un multiculturalismo débil, en el que la diferencia
cultural es solo reconocida a nivel privado, diferenciada del multiculturalismo fuerte en
que existe un reconocimiento institucional y representación de estos colectivos.

Tras haber revisado el concepto de súper diversidad de Vertovec, Contini (2016) expone
otro término que establece un nexo bastante estrecho con lo manifestado: la convivialidad.
Recogiendo las aportaciones de Gilroy, explicaría la convivialidad como “una
manifestación de las interacciones entre grupos culturales y étnicos diferentes que supera
la convivencia de tipo festivo y popular (p.32).” Esta definición parte también de la crítica
a la aplicación de las políticas multiculturales en todas las ciudades coloniales del mundo.
Padilla (2015) expone y aplica su teoría en el caso de la convivialidad intercultural-
religiosa y conflictividad en un barrio de Lisboa, en el cual el énfasis de la investigación
se pone en las relaciones cotidianas y los procesos de interacción. También encontramos
conceptos que se encuentran entre la convivialidad y la super diversidad a la hora de
analizar las relaciones de vecinos en territorio definido, tales como la segregación urbana
y la gentrificación:

A nivel europeo las ciudades conocen cada vez más una segregación de los extremos
sociales, donde existe una dualidad entre las áreas ocupadas por las poblaciones más
abastadas (auto-segregación) y áreas donde se concentran las poblaciones con salarios
más bajos, que surgen frecuentemente bajo la forma de barrios sociales (segregación
impuesta). (Gaspar, 2003, como se citó en Padilla, 2015:323-324)

Convivialidad y gestión de la diversidad en Barcelona

A la hora de analizar la convivialidad en el entorno de Mou, nuestro protagonista, es


necesario realizar una contextualización sociocultural de su entorno, en este caso la
ciudad de Barcelona, para profundizar en la convivialidad con su entorno y la gestión de
la diversidad en el territorio. Barcelona es bastante conocida por ser una ciudad
cosmopolita, siendo la segunda más poblada de España y la undécima de la Unión
Europea, ligada a las redes de la economía mundial. Los flujos migratorios derivados de
sus condiciones geográficas y económicas la han convertido en un punto de convivencia
cotidiana con la diversidad, por lo que la multiculturalidad se ha asentado como un
fenómeno bastante arraigado (Álvarez, 2013).

En cuanto a los datos estadísticos de estos flujos migratorios, su población es diversa y


proviene mayoritariamente de Latinoamérica, con un 41%, siguiéndolo la Unión Europea
con un 25%, Asia, con un 21,5%, África, con un 7,4% y Oceanía con un 0,1%. En cuanto
a las nacionalidades, el 24,2% son italianos, el 21,6% paquistaníes, el 16,1% chinos, el
13,6% ecuatorianos, el 13,4% bolivianos, el 13,2% marroquíes, el 12,7% franceses, el
12,5% peruanos, el 11,5% colombianos y el 8,7% filipinos. En el caso de Mou, su país
de procedencia, Gambia, se encontraría con un porcentaje de representación bastante bajo
comparado con otras nacionalidades.1

Debido a este contexto, desde la entrada del siglo XXI se ha iniciado a través del
Ayuntamiento de Barcelona un plan de política intercultural local diseñado por un equipo
multidisciplinar del ámbito de la diversidad cultural. Este programa se basa en las
experiencias del asimilacionismo francés y la multiculturalidad anglosajona, optando por
una tercera vía basada en la interculturalidad (Álvarez, 2013). Respecto al caso
anglosajón, es necesario hacer un paréntesis en lo que refiere a su gestión de la
multiculturalidad, debido a la presencia que ha tenido a lo largo de la asignatura. Por
ejemplo, Grillo (2007) expone la sociedad británica, en concreto en el territorio de
Londres, otra ciudad cosmopolita poscolonial en la que la multiculturalidad también se
ha convertido en un elemento cotidiano. Sin embargo, existen problemáticas a la hora de
entender una sociedad tan diversa, y es que el término de multiculturalismo comienza a
difuminarse, dependiendo del estrato sociocultural al que pertenezca cada discurso. Por
último, esta diversidad de interpretaciones del término desemboca en una segregación
cultural y racial, debido a la limitación del concepto de otredad, la visión patriarcal, y, en
definitiva, la división que se obtiene de vidas paralelas de culturas cohabitantes.

1
Datos extraídos del artículo Álvarez, L., (2013). Interculturalidad: inclusión y exclusión en la política de
gestión de la diversidad en Barcelona. Revista del CLAD Reforma y Democracia, (57), 123-156
Volviendo al caso de la ciudad de Barcelona, este plan, conocido como el Plan Barcelona
Interculturalidad, basa su eje en el principio de interacción positiva, entendiéndose como
los diferentes factores que se ven envueltos en la existencia de derechos y obligaciones
para todos, la movilidad social y la comunicación entre personas que hablen diferentes
lenguas con su representatividad en los espacios públicos. Tal y como plantea Álvarez
(2013):

Se plantea llevar a cabo un proceso sucesivo de inclusión de los inmigrantes en la vida


social y cultural de Barcelona. Este proceso parte desde la acogida, que incluye las
políticas de recepción e introducción de los recién llegados a las condiciones históricas y
de vida cotidiana de la ciudad (la lengua, el establecimiento barrial y la inserción escolar
para los infantes), hasta la fase del asentamiento, donde intervienen las condiciones
laborales, la intervención en los espacios de participación y numerosas prácticas
interculturales, pasando por diversas actividades de intermediación (p.139).

Estas aportaciones por parte de las instituciones, se postula en contraposición al


paradigma de la asimilación. Según Aquino (2021) estos planteamientos asimilacionistas,
parte de una teoría normativa y moral que describe las características del “buen migrante”,
excluyendo cualquier tipo de asociacionismo y protesta y estableciendo una dicotomía
entre este “buen migrante” y el “migrante peligroso”. Además, a diferencia del plan
municipal expuesto, la teoría asimilacionista pone el foco en el individuo, dejando de lado
los factores estructurales, así como aportando una imagen homogénea de la etnicidad.

Sin embargo, veremos si en la puesta en práctica los puntos del Plan de Interculturalidad
de Barcelona se cumplen. En el caso de Mou, sí podemos observar que existen ciertos
servicios a los que puede acceder por su posición de inmigrante, tales como una vivienda,
atención psico-sanitaria y espacios compartidos, siendo el Espacio del Inmigrante el más
estable. Por otro lado, se observa aún la precariedad de su vida derivada en problemas de
salud mental y la falta de involucración por parte de las instituciones responsables de la
migración en el municipio para proveerle de ayudas o acreditación como ciudadano
extranjero.

Asociacionismo migrante

Es evidente que una parte esencial de la vida social reside en el asociacionismo, sobre
todo a raíz del fenómeno multicultural y la heterogeneidad cultural de los espacios
urbanos. Algunas de sus funciones pueden radicar en el establecimiento y contención en
el tiempo de las redes sociales, la obtención de prestigio, así como un instrumento de
control social por parte del poder social y político. Desde una visión más sociológica
también se puede observar la asociación como un mecanismo de cambio social que surge
a raíz de los nuevos intereses y necesidades de la población (Gadea y Albert, 2011).

En el contexto migratorio, este fenómeno cobra especial importancia:

La importancia de las asociaciones en la vida de los migrantes resulta indiscutible, son un


lugar extraordinario para la interacción social, proporcionan una base estable en un
contexto cambiante y se configuran, además, como agentes mediadores, tanto al interior
del colectivo como entre los integrantes de la asociación y la sociedad de recepción.
(Gadea y Albert, 2011:11)

A través de las dimensiones que se exponen a nivel teórico, se establecerá un argumento


en torno a su aplicación en el caso del documental expuesto, en específico a la relación
entre nuestro protagonista, Mou, con la asociación del Espacio del Inmigrante. El Espacio
del Inmigrante, ubicado en Barcelona, trata de un grupo de personas independientes que
deciden formar esta propuesta a raíz de los cambios en materia socio-sanitaria para los
inmigrantes, organizados como un espacio de acogida y acompañamiento para personas
en situación de vulnerabilidad o exclusión a nivel legal, económico o administrativo,
establecido en cuatro pilares: consulta médica, oficina de derechos del migrante, grupo
de acompañamiento y las actividades sociales que se realizan.2

Atendiendo al caso concreto de los migrantes, podemos establecer cuatro dimensiones


fundamentales en el concepto de asociación: sociabilidad, solidaridad, identidad y
participación. La sociabilidad resulta un aspecto evidente, ya que los migrantes se pueden
encontrar con otros individuos con los que comparten maneras de actuar y entender el
mundo, así como, tal y como lo define Giddens (2001, como se citó en Gadea y Albert,
2011) una “seguridad ontológica” (p.12), frente a una realidad externa con constantes
estímulos de desarraigo. En el caso de Mou, sí se evidencia que a través de la asociación
Espacio del Inmigrante se establece una comunidad en forma de la periodicidad de los
encuentros realizados. En lo referente a la solidaridad, se diferencia por la conciencia que
adquieren los propios individuos de pertenecer a esta comunidad basadas en los intereses
comunes, y en el caso de Mou, sí se evidencia esta solidaridad en la asociación, debido a
la multitud de orígenes de los integrantes, y, a pesar de ello, la conciencia de lo que

2
Información extraída de: https://espaciodelinmigrante.wordpress.com/
comparten por su condición de inmigrante. Respecto a la identidad, como se ha
comentado anteriormente, el caso de la identidad en el contexto migratorio cobra gran
relevancia debido a los diferentes aproximamientos de abordaje teórico, especialmente en
la construcción de la misma a través de la interacción. En este caso, Mou adquiere un
sentido y una identidad de migrante que, a través de su relación con los propios migrantes
y con la población autóctona, construye un sentido de su posición sociocultural,
sintiéndose discriminado, racializado y segregado por la cultura dominante y perseguido
por las fuerzas de seguridad.

Teniendo en cuenta esta visión constructivista de la identidad, ser reconoce la importancia


de las condiciones estructurales de los individuos, reconfigurando las identidades los
individuos desde una determinada trayectoria y posición social encajadas en un contexto
e interacción. Según Gadea y Albert (2011)

Lo importante, entonces, es determinar quiénes, desde qué posiciones y con qué


estrategias construyen las identidades. Por ello, antes de centrarnos en los procesos de
renegociación identitaria que se desarrollan en las asociaciones, debemos exponer las
características más revelantes del contexto, material y simbólico, en el que se produce la
inserción social (p.15)

Por último, tenemos la dimensión de participación, y es que, el asociacionismo en el


contexto migrante suelen ser canales de participación o activismo político, intermediando
con las instituciones por los intereses de los migrantes, presentándose como un grupo de
colectividad y representación ante el resto de grupos e instituciones. Esta dimensión
adquiere una gran conexión con la identidad, ya que, según Gadea y Albert (2011), “en
tanto que la identidad es un proceso de construcción social, las asociaciones generan
nuevos espacios desde los que se negocian y articulan los sentidos de las identidades en
un contexto migratorio” (p.12-13).

Desde el Espacio Social Inmigrante, se hace especial hincapié en las jornadas


reivindicativas, las charlas informativas, las acciones públicas u otro tipo de campañas de
sensibilización y denuncia, apelando a la desobediencia civil. Este caso es especialmente
relevante, ya que, por ejemplo, muchos de los integrantes migrantes de esta asociación se
dedican a la venta ilegal en el conocido como Top Manta, y, a lo largo del tiempo, la
consecución de conflictos entre los manteros y las instituciones públicas, sobre todo los
agentes de policía y su constante persecución, así como por partidos políticos, élites
económicas locales y grandes firmas de moda, han provocado la constitución del
Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona en 2015.3 Este hecho supuso un punto
de inflexión en la organización y la resistencia contra la constante criminalización de este
tipo de venta callejara. A raíz de la creación de esta asociación de vendedores ambulantes,
se lanzó una propia marca de ropa social y solidaria en 2017 con el nombre de Top Manta,
con el objetivo de mejorar las condiciones de vida del colectivo mantero, garantizándole
un futuro en vez de obligarles a migrar, contando incluso con talleres de costura y
serigrafía para dar trabajo a inmigrantes que se encuentren en una situación de
precariedad4.

Respecto al caso práctico que nos atañe, podríamos afirmar que el asociacionismo
migrante en el contexto sociocultural de Mou está bastante presente, sin embargo, eso no
significa que sea suficiente para alcanzar un estándar de calidad de vida y de
oportunidades de desarrollo vital. A lo largo de la asignatura, también se ha profundizado
en el caso del asociacionismo de la población migrante peruana en el barrio de Abasto de
Buenos Aires, mediante el cual, a través de la pollada, una práctica cultural de origen
peruano, se realizan eventos con comida y bebida para recaudar dinero en momentos
puntuales cuando la comunidad migrante lo considere pertinente. Si bien existen
diferentes razones, más allá de la mera continuidad de una costumbre cultural en el país
de destino, en el caso de la pollada peruana podríamos hablar de una respuesta a las
deficiencias que no puede satisfacer el sistema socioeconómico, pudiendo aplicar la
función de cada práctica asociativa de los migrantes con el contexto económico del país
de destino. (Cuberos, 2020) Desde un origen también étnico, Espinosa (2017) muestra
que, en Barcelona, en este caso, entre los manteros senegaleses, existen redes de apoyo
recíprocas:

Los migrantes senegaleses de mayor experiencia en España se sienten responsables de


acoger a los recién llegados. Esto es especialmente relevante para los manteros y así los
“dajar” (recién llegados) son acogidos por los “diatugui” (los padrinos), que dan alojo a
los dajar de forma gratuita hasta que los nuevos migrantes hayan conseguido trabajo.
(p.73)

Por último, aunque en el caso del documental no podamos aplicarlo, es de especial


merecimiento poner el foco en el asociacionismo migrante desde el enfoque de género, o

3
Para más información, visitar: https://manteros.org/
4
Para conocer más acerca del proyecto, visitar: https://topmanta.store/pages/sobre-nosotros
más bien, en las asociaciones de mujeres migrantes. Resulta de especial atención debido
a que, que este colectivo manifieste sus propias reivindicaciones representa una sorpresa
para la sociedad de acogida, debido a las construcciones sociales discriminatorias que
posicionan a la mujer inmigrante como sumisa e ignorante, dificultando la aceptación por
parte de la cultura dominante, pero no por ello impidiendo su proliferación. En los
colectivos formados en Barcelona, estas mujeres defienden, entre otros puntos:

El derecho a que las mujeres inmigrantes que se desplacen por reagrupación familiar,
tengan su propia documentación; la revisión del racismo y etnocentrismo de los libros de
texto escolares para que los niños inmigrantes y de otras minorias étnicas no se
avergüencen de sus orígenes; la superación del trato criminalista de los medios de
comunicación sobre los inmigrantes… (Sipi, 2000:261)

Apoyo institucional a los inmigrantes

El asociacionismo anteriormente mencionado sería insuficiente sin contar con el apoyo


de las instituciones a los inmigrantes. Revisando los datos más relevantes al respecto,
podemos observar que en el Ayuntamiento de Barcelona existe un servicio municipal,
llamado SAER, el cual ofrece información y asesoramiento sobre inmigración, refugio,
emigración y retorno voluntario a cualquier persona que viva en Barcelona. Además,
también comparte la gestión pública y gratuita con otras entidades como la Asociación de
Ayuda mutua de inmigrantes en Cataluña, la Asociación para la Orientación, Formación
el Inserción de Trabajadores Extranjeros, el Consorcio para la Normalización Lingüística,
Cruz Roja y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona5.

Las personas que han migrado a Barcelona podrán encontrar en el programa SAIER
acogida e información general sobre la ciudad de Barcelona, tramitación de
documentación relacionada con extranjería, atención social a inmigrantes e información
sobre vivienda, asesoramiento y orientación formativa, laboral y jurídica y
homologaciones y convalidaciones de estudios y del carné de conducir6.

Además, existe otro programa del Ayuntamiento de Barcelona, llamado SOAPI, o


Servicio de Orientación y Acompañamiento a Población Inmigrante, mediante el cual se

5
Información extraída de: https://ajuntament.barcelona.cat/novaciutadania/es/servicio-de-atencion-
inmigrantes-emigrantes-y-refugiados-saier
6
Para escuchar algunos testimonios de inmigrantes tras conocer el programa:
https://www.youtube.com/watch?v=bhlCk_x940A&t=1s
pretende dotar a los inmigrantes de los recursos sociales necesarios para que estos se
puedan desarrollar de manera independiente y con las mismas oportunidades que el resto
de individuos de la sociedad de destino. Algunas de las funciones básicas radican en
recibir y orientar para facilitar acerca de los circuitos y protocolos de acogida en el
territorio, así como los derechos y deberes de los que gozan, la orientación acerca de
servicios básicos como el empadronamiento, asesoramiento jurídico y laboral, sistema
sanitario, vivienda, etc., formación en la lengua castellana y catalán y acciones para
promover la integración y la participación social, entre otras.7

A pesar de la aparente presencia de organismos institucionales que promuevan el


acompañamiento a los inmigrantes, en el documental se puede evidenciar cómo resultan
insuficientes y difícilmente, o al menos en el caso de Mou, pueden lograr recursos tales
como acelerar la tramitación del papeleo o, simplemente, sacarlo de la situación precaria
en la que vive en su cotidianidad.

¿Está Mou realmente integrado?

Tras realizar un recorrido teórico acerca de las nociones en las que se ha profundizado a
lo largo de la asignatura, tales como la globalización, las fuerzas globales de la migración,
el multiculturalismo, la super diversidad, la convivialidad, la interculturalidad, la
identidad migrante, el asociacionismo migrante y el papel de las instituciones en el
territorio donde vive nuestro protagonista, Mou, una de las nociones clave sería enlazar
toda esta serie de términos y de análisis para determinar hasta qué grado Mou está
integrado en la sociedad de acogida, así como los mecanismos que pueden ayudarlo o
frenarlo en esta integración.

Tras describir el contexto multicultural de la ciudad de Barcelona, podríamos aplicar la


teoría que nos aporta Grillo (2007) al hablar del exceso de alteridad. Este concepto parte
de una situación en la que el giro escéptico acerca de la gestión de la diversidad cultural
y la creciente preocupación por la población de la gobernabilidad de las sociedades
europeas cada vez más diversas. Derivado de esta situación, nos encontraríamos con una
dificultad para entender la integración debido al proceso duradero de inclusión y
aceptación por parte de las instituciones y otros grupos sociales que representa hasta llegar

7
Para más información, visitar: https://ajuntament.barcelona.cat/novaciutadania/es/acogida-y-
acompanamiento#:~:text=El%20Ayuntamiento%20de%20Barcelona%2C%20mediante,los%20distritos%
20de%20la%20ciudad.
a una “verdadera” igualdad de oportunidades con el resto de la sociedad de acogida. Otro
síntoma de la integración del inmigrante también podría radicar en la mantención del
equilibrio existente entre las tradiciones étnicas propias y los valores comunes de la
sociedad de acogida.

Recogiendo el discurso de Espinosa (2017) también deberíamos atender a la paradoja


existente en el territorio de Barcelona entre los mecanismos de integración y de
segregación, sobre todo con el colectivo mantero. Si bien ha crecido la cohesión social a
raíz de la creación de la Asociación de Manteros de Barcelona, este grupo crece también
a nivel económico en las temporadas de mayor turismo, uno de los elementos que provoca
la segregación y e imposibilita el acceso a un nivel de vida digno por parte de los
inmigrantes. Sipi (2000) aporta otro matiz respecto del asociacionismo de inmigrantes
para apoyar su integración en la sociedad de destino, y es que se recalca que las
asociaciones de inmigrantes, a pesar de sus progresos y esfuerzos, siguen siendo
organismos débiles y con el problema añadido de que las organizaciones no
gubernamentales pretenden usurpar la posición del inmigrante como figura de acción
política principal, desembocando en que las instituciones acaben ayudando más a
organizaciones no gubernamentales que promueven el acompañamiento e inclusión de
los inmigrantes, sin la presencia de ellos para su diseño y actuación, que a los propios
inmigrantes, provocando así conflictos entre estos dos grupos y promoviendo la misma
discriminación contra la que luchaba en un principio.

A partir de esta construcción teórico-conceptual y, desde mi visión, si se pretende aplicar


al caso de Mou, no podríamos hablar de una integración social en su caso. No puedo
asumir la integración de Mou en la sociedad de destino examinando su cotidianidad, la
cual está impregnada de elementos que lo atrapan en un vórtice de precariedad y de
segregación. Además, es la propia segregación de la cultura dominante la que ha
provocado, junto al consumo de sustancias estupefacientes, el principio de psicosis y de
manía persecutoria que padece Mou. Desde esta visión, se contempla la participación de
las instituciones como claramente insuficientes y el papel de las asociaciones como un
elemento de gran importancia, pero con una gran incapacidad para llevar a cabo labores
de talla superior como la integración de los inmigrantes en Barcelona.
Conclusiones

En este apartado, de índole más personal, se pretenden sintetizar las inquietudes no


resueltas y las cuestiones centrales, tanto del presente ensayo como del desarrollo de la
propia asignatura.

En primer lugar, el recorrido teórico-conceptual que se ha realizado y su aplicación a un


caso en concreto me ha permitido comprender con mayor profundidad, entre otros
aspectos, la dualidad de la identidad en el contexto migratorio: por un lado, nos
encontramos con una estructura sociocultural segregadora y una cultura dominante ante
una historia de vida cargada de emociones, apegos, costumbres y esperanzas vitales.

En lo referente a los conceptos contemplados y expuestos como multiculturalidad, super


diversidad, inclusión, integración, etc., he podido percibir la maleabilidad, y, por ende,
en algunos casos de manipulación de los mismos dependiendo del status sociocultural y
la historia de vida que lo incluye en su discurso.

Respecto al tema de la inmigración, he cobrado conciencia de la magnitud y de la multitud


de ramificaciones de las que goza, así como de los efectos socioeconómicos tanto en las
sociedades de origen como de destino dependiendo del tipo de migración en la que se
ponga el foco, así como de las fuerzas globales que están involucradas en estos flujos.

Por último, a nivel de aportación personal, he echado de menos en el recorrido de la


asignatura la exposición y valoración de las diferentes rutas migratorias hasta llegar a los
países de destino, envueltas en los casos de migraciones Sur-Norte Global de todo un
compendio de vulneración de los derechos humanos.

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