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LOS NUEVOS ANCIANOS VITALES

Al parecer siempre ha existido una pequeña minoría de ancianos activos, vitales, en


buenas condiciones, gente que llamativamente, a pesar de su edad, no se habían
deteriorado. Desde luego eran casos raros, que se distinguían de la mayoría de sus
contemporáneos, quienes padecían achaques, dolencias varias, fallas de comprensión y
pérdidas de memoria, males siempre asociados a la avanzada edad.
Pero ahora, esta situación está cambiando gracias al avance de la ciencia y a la justicia
social (en escasas regiones del planeta). Necesitamos aclarar que donde dicha justicia
social es solo un lejano objetivo a alcanzar, únicamente la gente de dinero puede acceder
a los avances científicos. Aún en esos casos, es difícil llegar a la vejez en buenas
condiciones, porque solo se suele acceder a la medicina privada cuando hay síntomas y
pocas veces de forma preventiva. Ahora bien, cuando existe justicia social (gracias a los
esfuerzos de muchas generaciones) la gente común puede disfrutar de los avances
científicos.
En esas reducidas regiones donde el ser humano puede recibir una atención médica de
calidad, la pirámide social ha comenzado a incorporar una nueva franja que podemos
denominar “ancianos vitales”.
¿Quiénes son? Se trata de gente aproximadamente entre 65 y 80 años, que recibieron el
“regalo” de más de una década adicional de vida. Podemos ver dos ejemplos: el caso
español que desde 1960 a 2021 añadió 14 años a la esperanza de vida (de 69 a 83). El
caso japonés para el mismo periodo añadió 16 años (de 68 a 84).
La franja que hemos estudiado es desde los 65 años (edad de jubilación en muchos
países) hasta los 80 años, edad en que puede comenzar un mayor deterioro.
¿Cuántos son? Estamos hablando de un número importante de la población. En el caso
español el 12,2 % de la población (5,8 millones de personas). Hay que tener en cuenta
que la población infantil en España (de 0 a 14 años) solo llegaba al 7,4% en el 2021.
¿Cómo son? Hay fuerza, vitalidad y necesidad de expresarse, social y profesionalmente
de una nueva manera. Se trata de personas, activas, que necesitan practicar algún
ejercicio físico. Con una salud en buenas condiciones, pero con ciertas limitaciones
físicas, que necesita de tratamientos a largo plazo, citas médicas frecuentes y una nutrición
apropiada. La gran mayoría puede mantener una situación de independencia relativa.
¿Cómo NO son? No son los viejos de antes. La imagen del anciano con achaques,
resignado al dolor, es cosa del pasado.
No todos son los viejos felices de vacaciones eternas. La salud psicológica suele estar
comprometida porque no es fácil adaptarse a esta nueva etapa, si no se está preparado
para la misma y tampoco hay ejemplos. En realidad, los viejos ejemplos inducen a la
resignación ante la pérdida de facultades. No hay duda que la presencia de la muerte
como algo ya más cercano genera inestabilidad y puede llevar a conductas de negación o
de fuga. De manera que son escasos los que enfrentan existencialmente esta etapa como
una oportunidad para reordenar su vida, dando prioridad a lo que realmente importa, al
liberarse de presiones y urgencias del medio. Solo algunos orientan esa nueva libertad
hacia la reconciliación o la exploración de nuevas facetas o posibilidades.
La gran mayoría ignora que forma parte de un grupo social cada vez más numeroso y que
podrían modificar su situación.

¿Qué necesitan? Reduciendo las respuestas a situaciones vividas en territorio español:


 Mantener la Salud Pública gratuita: Es la necesidad prioritaria, sin acceso a los
avances tecnológicos y a la prevención de enfermedades, la franja de ancianos
vitales sencillamente no existiría.

 Trabajo: Lamentablemente no existen “trabajos para ancianos” similares a los


“trabajos medio tiempo para estudiantes”. Necesitamos inventar esos trabajos
medio tiempo para gente creativa, con enorme experiencia, pero limitado tiempo
disponible porque necesitan compatibilizar alcance laboral con cuidado de salud.
Tampoco existen asesores o entidades dedicadas a la orientación profesional de
ancianos que necesitan re-inventarse y disfrutar de incursiones en nuevas
profesiones.

 Transporte: El transporte público (buses, Metro y avión) en España, está


acondicionado para personas con alguna limitación motora. Pero el transporte de
tren todavía tiene deficiencias por ejemplo escalones muy altos y otros.

 Habitación: La franja del anciano activo necesita tener algunas comidas


preparadas, algunas limpiezas a fondo y algunas tareas de lavandería realizadas
por otros, pero no tiene otras alternativas que el sobre-esfuerzo, el pago o la ayuda
familiar. Una posibilidad serían las casas compartidas o instalaciones de
departamentos individuales con áreas comunes, lo importante sería conciliar la
necesidad de independencia relativa con algunas áreas de dependencia.

 Nutrición: Esta franja necesita en muchos casos nutrición especial. Son frecuentes
las incompatibilidades. Aunque los productos especiales se consiguen en las
cadenas alimenticias, la oferta de restaurantes y sitios de picoteo con ese tipo de
dietas es MUY REDUCIDO.

 Gimnasios: Está comprobado que el tono muscular se pierde con la edad y para
evitar futuras consecuencias los ancianos activos están “condenados” a realizar
trabajos de gimnasio, entrenando todos los músculos a fin de evitar su deterioro.
Hay gimnasios públicos y privados, pero es escaso el personal que pueda
acompañar y supervisar para evitar lesiones.

 Capacitación tecnológica: Aunque muchas instituciones (bancos, gobierno, etc.)


obligan a esta franja a manejar mínimamente las aplicaciones online, el avance
tecnológico es cada vez más rápido y constantemente van perdiendo capacidades.
Se necesita una mayor oferta y campañas al respecto, similares a las realizadas
promoviendo la alfabetización en su día.

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