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Producción en el Plano II - PINTURA - Prof.

Diana Palavecino

Anatomía de la cabeza humana

Análisis de las formas: Estructura ósea y muscular

El canon de la cabeza humana

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ESTRUCTURA OSEA DEL CRANEO

2
MUSCULOS

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CANON DE CABEZA HUMANA

Conocer y comprender el canon nos ofrece una guía muy fiable para dibujar rostros imaginarios y
arquetípicos o para orientar los primeros trazos de un retrato.

En arte se llama canon a muchas cosas, entre ellas a un conjunto de normas que ayudan a dibujar, pintar o
esculpir formas naturales (en especial la figura humana) de manera que guarden una adecuada proporción
entre sus partes. Por ejemplo, en la Grecia clásica el escultor Policleto (Siglo V a.C.) estableció un modelo
ideal del cuerpo humano en el que la altura de la cabeza se repetía siete veces a lo largo del cuerpo. Este
esquema, conocido como Canon de Policleto sirvió como base para otros modelos posteriores.

¿Y el canon de cabeza humana?

Pues lógicamente estamos hablando de un conjunto de proporciones que nos ayudan a dibujar una cara más
o menos estándar, de medidas más o menos frecuentes. Esto no significa que todos los rostros tengan esas
proporciones o que una persona sea más guapa si sus rasgos encajan en ese esquema. Simplemente marca
unas proporciones medias basadas en la observación. Además, no hay un sólo canon, sino varios, con lo que
la cosa se complica si pretendemos usarlos para establecer un modelo de belleza.

Los cánones son simplemente herramientas que nos ayudan a dibujar la típica cara que podría parecerse a
cualquiera y a nadie en concreto. Sirve para crear retratos imaginarios, y también para, comparando las
proporciones de una persona con el esquema, ayudarnos a dibujar retratos reales con facilidad.

Es importante subrayar que este canon es sólo una ayuda para comprender mejor las proporciones de la
cabeza humana, pero que en ningún caso debe entenderse como modelo de belleza. Entre otras razones
porque las proporciones en distintos grupos éticos o de edad pueden variar. Este modelo no nos servirá, por
ejemplo, para dibujar niños, porque sus caras son más pequeñas en relación con el cráneo.

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Divisiones de la cabeza según Andrew Loomis

- Según un canon de belleza clásico, descrito por Andrew Loomis veremos que la cabeza es 3 veces y
media la frente, en las divisiones tendremos situado: el cabello, la nariz y las orejas. Este canon sirve
igualmente para los rostros femeninos y masculinos.

- Podemos ver que la cabeza, en proporción, es tres veces y media la distancia de la frente. Si
dividimos el rostro midiendo desde la frente hasta la barbilla en tres partes tendremos situados el
nacimiento del cabello, la base de la nariz (en la primera línea divisoria), la barbilla y la altura/
posición de las orejas: entre la primera y la segunda división.

- El ancho de la cabeza suma un total de dos F y media. O lo que es lo mismo una F y cuarto para cada
lado. Igualmente podemos ver que el ojo tiene una medida aproximada de la mitad de F, y la nariz
ocupa una F de alto y F/2 de ancho. Siendo simétrica con respecto al plano de corte vertical y
ocupando cada mitad un cuarto de F.

- De forma lateral, podemos observar que, si seguimos utilizando la unidad F como unidad de medida,
podemos obtener el comienzo de la base de la nariz, el comienzo de la boca (comisura) en fracciones
de F/3

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• Mientras, el retrato de la mujer tiene curvas redondeadas donde sea apropiado para
suavizar sus rasgos. El cráneo es redondeado, igual que lo son las mejillas y la línea del
cuello es más curva que recta.

• Las cejas juegan un papel importante. No es imposible dibujar un retrato bonito de un


hombre o una mujer dando a una mujer cejas gruesas o a un hombre cejas finas. Pero
estas son características comunes que encontrarás en las caras de los hombres y las
mujeres. Los hombres tienden a tener cejas más gruesas a diferencia de las mujeres.

• Puedes resaltar más los rasgos del hombre dibujando las cejas sin curvas, optando por
esquinas angulosas en su lugar y para suavizar más el rostro de la mujer, le darías a las
cejas suaves curvas en vez de esquinas angulosas.

• Otra cosa que puedes hacer para que tus ojos parezcan más femeninos, es basarlos en la
forma de un óvalo, mientras que, para dar un efecto más masculino, puedes basar los ojos
en formas rectangulares. De nuevo, para ojos más femeninos, necesitas dibujar curvas

• redondeadas y para ojos más masculinos, puedes dibujar esquinas más angulosas y usar
líneas rectas.

• Para hacer que una nariz parezca más femenina serían centrarse en la nariz lo mínimo,
esto es principalmente para que el espectador que está mirando el retrato dirija su
atención a los ojos y los labios. Eso no quiere decir que no deberías dar algo de carácter a
la nariz de un retrato femenino. Lo más importante que podría sugerirse sería concentrar
los detalles a lo largo de la forma de las fosas nasales y la punta de la nariz, junto con los
orificios nasales, dejando al mínimo la definición y la profundidad del puente y el
caballete de la nariz.

• Esto es lo contrario con los hombres cuando se quiere añadir una sensación más
masculina al retrato. Usa formas angulosas y bordes marcados para crear una apariencia
más cincelada.

ACTIVIDADES

Propuesta 1: A partir de una imagen fotográfica en papel, compara sus rasgos con el canon estudiado

Materiales:

▪ Un retrato fotográfico de un rostro de frente (recorte de revista, fotocopia, imagen impresa). El


tamaño debe ser grande, como mínimo que ocupe medio folio A4.
▪ Regla, escuadra
▪ Lápiz blando (2B)

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▪ Rotuladores o bolígrafo
▪ Papel vegetal y unos clips
Realización:

1. Elige una fotografía de buen tamaño en la que se aprecie con claridad una cara humana vista de
frente. Te ayudará si su expresión es más o menos neutra y si está bien iluminada, sin fuertes
sombras.
2. Sobre la foto (puede ser una fotocopia, para no estropearla) traza el canon que hemos estudiado algo
más arriba. Otra alternativa puede ser superponer una hoja de papel vegetal sobre la foto y dibujar en
ella para no estropear el original. Las líneas del canon debes trazarlas con escuadra y regla. Es muy
importante que trates de hacer coincidir tu trazado con la proporción del modelo.
3. Una vez finalizado, traza las líneas del canon a rotulador o bolígrafo para que se aprecien mejor.
4. Observa si los rasgos de la persona encajan más o menos con las líneas que has dibujado.

Propuesta 2: Dibuja un retrato imaginario a partir del canon estudiado

Materiales:

▪ Hojas A4
▪ Lápiz de dibujo, goma y sacapuntas
▪ Rotuladores o bolígrafos
Realización:

1. En la hoja y a mano alzada, traza las líneas del canon estudiado arriba. Las medidas y las líneas
debes tratar de dibujarlas con la mayor precisión, pero no es necesario que uses regla ni escuadras.
2. A partir del esquema realizado, dibuja un retrato imaginario que se ajuste al mismo. Trata de dar
expresividad a tu dibujo, no dejes que el esquema geométrico domine demasiado el conjunto.

Propuesta 3: Intenta dibujarte a ti mismo siguiendo el canon

Este es el ejercicio más interesante porque vamos a descubrir dos cosas: que no encajamos perfectamente en
las proporciones propuestas, pero sí de manera bastante aproximada; que los rasgos que peor encajan en el
modelo son precisamente los que dan personalidad a nuestra cara

Materiales:

▪ Hojas A4
▪ Lápiz de dibujo, goma y sacapuntas
▪ Rotuladores o bolígrafos
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▪ Un espejo, o un móvil con cámara frontal (o una foto tuya de frente)
Realización:

1. Obsérvate con detenimiento en el espejo. Trata de imaginar las líneas del canon sobre tu rostro: la
circunferencia principal, la división vertical en cinco partes, las líneas que marcan la altura de los
ojos, de la nariz, de la boca…
2. A mano alzada, traza sobre un folio las líneas del canon que hemos estudiado, ajustándolo a tus
proporciones. Es decir, si (por ejemplo) tienes los ojos grandes y la cara fina es posible que el ancho
de tu cara no sea cinco veces el de tu ojo, etcétera.
3. Sobre esas líneas, intenta dibujar tu autorretrato.

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