La sexualidad es un aspecto vital de la vida humana: A lo largo de toda la vida, la sexualidad

sigue siendo una parte importante de la identidad de una persona. No importa la edad, la necesidad
de intimidad y conexión emocional sigue siendo fuerte. La sociedad debe reconocer y respetar esta
necesidad en adultos mayores.

Estereotipos y prejuicios: Existen estereotipos negativos en torno a la sexualidad en adultos

mayores. La sociedad a menudo asume que la actividad sexual disminuye con la edad, lo que puede
llevar a la invisibilidad de la sexualidad de los adultos mayores. Esto puede afectar negativamente la
autoimagen y la autoestima de las personas mayores.

Diversidad en la experiencia: Cada individuo experimenta el envejecimiento de manera única.

Algunas personas pueden seguir disfrutando de una vida sexual activa y satisfactoria en la vejez,
mientras que otras pueden enfrentar desafíos sexuales. Es importante reconocer esta diversidad y
evitar generalizaciones.

Factores físicos y emocionales: Los cambios físicos en el cuerpo, como la disminución del deseo
sexual o la disfunción eréctil, pueden afectar la vida sexual de las personas mayores. Estos cambios
pueden generar ansiedad y preocupación. Es fundamental entender que estos cambios son
normales y pueden ser tratados en muchos casos.

Importancia de la comunicación: La comunicación abierta entre parejas y con profesionales de la

salud es esencial para abordar los desafíos sexuales en la vejez. La comprensión, el apoyo y la
adaptación son claves para mantener una vida sexual saludable.

El papel de la educación y la atención médica: La educación sobre la sexualidad en la vejez es

esencial para empoderar a las personas mayores y ayudar a eliminar los estereotipos perjudiciales.
Además, la atención médica adecuada puede abordar problemas físicos y proporcionar orientación
sobre opciones de tratamiento.
La importancia de la intimidad emocional: Con la edad, la intimidad emocional puede convertirse
en un aspecto aún más significativo de la vida sexual. La conexión emocional y la complicidad con la
pareja pueden enriquecer la experiencia sexual.
Cambios físicos:
La disminución en el deseo sexual a medida que envejecen debido a cambios hormonales y factores
físicos.
La disfunción eréctil es más común en hombres mayores,
Las mujeres pueden experimentar sequedad vaginal debido a la disminución de estrógenos, lo que
puede causar molestias durante las relaciones sexuales.
Cambios emocionales:
Autoimagen y autoestima: Las personas mayores pueden experimentar cambios en su autoimagen
debido a la percepción de la sociedad sobre la sexualidad en la vejez. Pueden sentirse menos
atractivas o deseadas.
Ansiedad y depresión: La preocupación por el rendimiento sexual y los cambios en la intimidad
pueden llevar a problemas emocionales, como la ansiedad y la depresión.
Cambios psicológicos:
Cambio en las prioridades: Con la edad, es posible que las prioridades sexuales cambien, y la
intimidad emocional y la conexión con la pareja pueden volverse más importantes que la actividad
sexual en sí.
Adaptación a nuevas limitaciones: Es importante adaptarse a los cambios físicos y encontrar
maneras de mantener una vida sexual satisfactoria.
Comunicación con la pareja:
La comunicación abierta y honesta con la pareja es esencial para superar los desafíos sexuales que
surgen con la edad.
Explorar nuevas formas de intimidad y placer juntos puede ayudar a mantener una relación sexual
saludable.
ES IMPORTANTE RECORDAR QUE LA SEXUALIDAD ES UN ASPECTO FUNDAMENTAL DE LA
VIDA HUMANA, Y LA EDAD NO DEBE SER UN OBSTÁCULO PARA LA SATISFACCIÓN SEXUAL.
CON LA COMPRENSIÓN, LA ADAPTACIÓN Y EL APOYO ADECUADOS, MUCHAS PERSONAS
MAYORES PUEDEN CONTINUAR DISFRUTANDO DE UNA VIDA SEXUAL PLENA Y
SATISFACTORIA.

Más info.
http://www.acpgerontologia.com/documentacion/
sexualidadrodriguezbenito.pdf