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Facultad de Ciencias Sociales

Carrera de Ciencia Política y Relaciones Internacionales


Curso de Gobierno e instituciones políticas

¿Cómo el Estallido social chileno del año 2019,


evidenció la ilegitimidad política?

Aná lisis

Nombre: Alan Kramp Lazo


Profesor(a): Federica Sá nchez
Fecha: 14/11/2023
En el presente aná lisis, se estudia el estallido social en Chile en 2019 caracterizado
por manifestaciones masivas que expresaron un profundo malestar social que
evidenció la falta de legitimidad de las políticas pú blicas y su carta magna. Las
protestas abordaron diversas problemá ticas, incluyendo desigualdad econó mica,
acceso a la educació n, servicios de salud, y demandas por una nueva Constitució n,
entre otros.

Las instituciones clave a analizar son el gobierno, el Congreso, la policía, y el instituto


de derechos humanos. La relació n con el contenido del curso radica en comprender
có mo las instituciones políticas respondieron a las demandas sociales y có mo esto
afectó la estabilidad del sistema político chileno.

Todo este estudio situado en el añ o 2019

La problematizació n se centra en comprender la raíz de las demandas sociales y por


qué estas llegaron a un punto de ebullició n en 2019. Es crucial entender las
condiciones políticas, econó micas y sociales que llevaron a las manifestaciones, así
como su importancia en la agenda política.

Chile operaba bajo un sistema presidencialista en 2019. El Presidente de la Repú blica,


que en ese momento era Sebastiá n Piñ era, actuaba como jefe de Estado y de Gobierno.
La separació n de poderes entre el ejecutivo, legislativo y judicial era fundamental en
el diseñ o institucional chileno y contaba con un Congreso bicameral.

Chile empleaba un sistema electoral proporcional para la elecció n de su Congreso. La


Cá mara de Diputados estaba compuesta por representantes elegidos directamente
por distritos electorales, mientras que el Senado estaba integrado por miembros
electos en base a circunscripciones senatoriales. Este sistema buscaba reflejar la
proporció n de votos obtenidos por cada partido.

En 2019, Chile contaba con un sistema multipartidista, con varios partidos políticos
que reflejaban diversas ideologías y coaliciones. Algunos de los partidos má s
prominentes incluían:

Coalició n de Chile Vamos: Era una coalició n de partidos de centroderecha que


respaldaban al gobierno de Sebastiá n Piñ era. Incluía a la Unió n Demó crata
Independiente (UDI), Renovació n Nacional (RN), Evolució n Política (Evó poli) y el
Partido Regionalista Independiente (PRI).

Concertació n de Partidos por la Democracia: Era una coalició n de centroizquierda que


histó ricamente había tenido un papel significativo en la política chilena. Incluía al
Partido Demó crata Cristiano (PDC), el Partido Socialista (PS), el Partido por la
Democracia (PPD) y el Partido Radical (PR).

Frente Amplio: Era una coalició n de partidos y movimientos de izquierda que emergió
como respuesta a la insatisfacció n con la política tradicional. Incluía a movimientos
como Revolució n Democrá tica (RD), Convergencia Social (CS), y el Partido Comunes,
entre otros.

Desafíos en el Sistema Político:


A pesar de la estabilidad institucional, el sistema político enfrentó desafíos
significativos en 2019. Las crecientes demandas sociales reflejaron un malestar
profundo en la sociedad y cuestionaron la eficacia de las instituciones para abordar
problemas como la desigualdad econó mica, el acceso a la educació n y la salud.

La crisis institucional ocurre dado que, la percepció n de la falta de respuestas


institucionales durante el estallido social en Chile en 2019 causada por una falta de
legitimidad de las elites políticas dominantes, fue un factor crucial que intensificó las
protestas y el descontento. A continuació n se detallan algunos ejemplos y hechos
institucionales que contribuyeron a esta sensació n de falta de respuesta por parte de
las instituciones:

1. Reformas Insuficientes:
A lo largo de los añ os previos al estallido, el gobierno implementó algunas reformas,
como ajustes al sistema de pensiones y mejoras en el sistema educativo. Sin embargo,
muchos ciudadanos percibieron estas medidas como insuficientes y cosméticas, sin
abordar de manera integral los problemas fundamentales que generaban desigualdad
y falta de acceso a servicios bá sicos.

2. Consulta Ciudadana y Desconexió n Política:


Durante el estallido, se realizaron consultas ciudadanas para abordar algunas de las
demandas sociales. Sin embargo, la forma en que se llevaron a cabo y la percepció n de
que no se traducirían en cambios significativos contribuyeron a la sensació n de
desconexió n entre los ciudadanos y las instituciones políticas.

3. Respuesta Tardía del Gobierno:


En las primeras etapas de las protestas, el gobierno liderado por Sebastiá n Piñ era
adoptó una postura inicial de resistencia y minimizació n de las demandas ciudadanas.
La respuesta inicial, en lugar de abordar las preocupaciones y buscar soluciones,
generó mayor indignació n y movilizació n social.

4. Violaciones a los Derechos Humanos:


La respuesta del gobierno también incluyó el uso de fuerza policial, y se denunciaron
violaciones a los derechos humanos durante las protestas. Estos actos de represió n
generaron una profunda desconfianza en las instituciones de seguridad y alimentaron
la percepció n de que el gobierno estaba má s preocupado por mantener el orden que
por abordar las causas subyacentes de las protestas.

5. Persistencia de la Desigualdad:
A pesar de algunos indicadores econó micos positivos, la desigualdad persistente en
Chile, especialmente en á reas como los salarios y el acceso a la salud, continuó
alimentando el descontento. La falta de medidas concretas para abordar estas brechas
econó micas contribuyó a la sensació n de que las instituciones no estaban trabajando
para el beneficio equitativo de la sociedad.

Este estallido social involucró a una amplia gama de actores y fue impulsado por
diversas demandas sociales. Algunos de los protagonistas clave incluyeron:

Ciudadanos y Manifestantes: La població n en general, especialmente los jó venes,


desempeñ ó un papel fundamental como protagonistas del estallido. La movilizació n
masiva comenzó con manifestaciones pacíficas, pero luego se intensificó con la
participació n activa de ciudadanos en protestas y demandas por cambios en diversas
á reas.

Líderes Estudiantiles: Estudiantes, particularmente líderes estudiantiles secundarios


que convocaron inicialmente las protestas, jugaron un papel destacado en las
protestas. En este marco destaca la ACES (Asamblea Coordinadora de Estudiantes
Secundarios) sus demandas se centraron en reformas al sistema educativo y en la
reducció n de la desigualdad en el acceso a la educació n (derogar la PSU o Prueba de
Selecció n Universitaria).

Organizaciones Sociales y Movimientos: Diversas organizaciones sociales y


movimientos, tanto de base como establecidos, se unieron a las protestas para abogar
por cambios en á reas como las pensiones, la salud, y la vivienda. Destacando
movimientos como “Las Tesis”, “No má s AFP” y “No má s Tag”, entre otros.

Fuerzas de Seguridad: Las fuerzas de seguridad, incluyendo la policía, también fueron


protagonistas en el sentido de que estuvieron involucradas en la contenció n de las
manifestaciones, y se registraron mú ltiples denuncias de violaciones a los derechos
humanos en el manejo de las protestas, estas fueron tanto a nivel nacional (civiles e
instituciones pú blicas como la Defensoría de la Niñ ez, o como el INDH Instituto de
Derechos Humanos) como a nivel internacional (Amnistía Internacional, Human
right).

Partidos Políticos: La clase política chilena también fue protagonista, pero en un


contexto de crítica. Muchos ciudadanos expresaron su descontento con los partidos
políticos tradicionales, acusá ndolos de no abordar eficazmente las demandas sociales
y econó micas, con esto, la ciudadanía chilena los ilegitimó .

Presidente Sebastiá n Piñ era: En calidad de presidente de Chile en ese momento,


Sebastiá n Piñ era fue un actor clave. Su manejo de la situació n y sus respuestas a las
demandas ciudadanas fueron objeto de críticas y presiones durante el estallido social.
Cabe mencionar que en dos ocasiones hubo un intento de sanciones mediante
acusaciones constitucionales.

Medios de Comunicació n: Los medios de comunicació n, tanto nacionales como


internacionales, jugaron un papel importante al informar sobre los eventos y
proporcionar cobertura de las protestas. La forma en que los medios
presentaron la informació n también influyó en la percepció n pú blica y en la
diná mica de las protestas. He aquí otro malestar de la ciudadanía, esto porque
los primeros días de protesta, los medios de comunicació n (segú n la
ciudadanía) solo realizaban una criminalizació n de las manifestaciones.
Durante Octubre del 2019 se realizó la “Encuesta Termó metro Social, octubre
2019. Estimaciones propias” en esta se recogieron datos relevantes para
comprender la percepció n de la ciudadanía en cuanto al Estallido social.
Cuando en una pregunta abierta a los ciudadanos se les pide definir el
“movimiento social” en una palabra, se refleja visibilizando gran parte de las
consignas y demandas del periodo.

También, al preguntar por la disposició n de distintas instituciones para tomar


decisiones que resuelvan el conflicto y las demandas, un 65,7% cree que el
Presidente de la Repú blica no está dispuesto a tomar decisiones que los
resuelvan. En tanto, un 64,9% cree que el Congreso y los Parlamentarios no
está n dispuestos a tomar decisiones que resuelvan el conflicto y las demandas.
Por otro lado, un 33,7% y un 53,9% creen que los Alcaldes y el Instituto de
Derechos Humanos, respectivamente, sí está n dispuestos a tomar decisiones
que resuelvan el conflicto y las demandas.
Por otra parte, cuando se pregunta qué tan de acuerdo está n sobre un cambio
en la Constitució n, un 63,1% de las personas señ ala que se encontraría
totalmente de acuerdo, un 20,8% estaría de acuerdo, lo que significa que un
83,9% está de acuerdo o totalmente de acuerdo con que se cambie la
Constitució n de Chile.
Por el contrario, solo un 3,1% estaría en desacuerdo y un 3,2% muy en
desacuerdo. Al margen, se encuentra un 6,4% en posició n indiferente y un 3,5%
que no sabe o no responde.
El resultado está en línea con el 76% que señ ala que se encuentra muy
disconforme o disconforme con la actual Carta Magna, mientras que solo un 9,8
por ciento dice estar conforme o muy conforme.
Por otra parte, cuando se les consulta por las instituciones y su disposició n a la
hora de reconocer el conflicto y las demandas, las personas encuestadas
responden así:

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