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Tomás de Iriarte y Nieves Ravelo, fabulista, traductor, dramaturgo y poeta español de la Ilustración

y el neoclasicismo, fue también músico aficionado, hermano de los diplomáticos Bernardo de Iriarte
y Domingo de Iriarte y sobrino del humanista, bibliógrafo y poeta Juan de Iriarte.

Nacimiento: 18 de septiembre de 1750, Puerto de la Cruz, España

Fallecimiento: 17 de septiembre de 1791, Madrid, España

Nombre completo: Tomás de Iriarte y Nieves Ravelo

Padres: Bernardo de Iriarte, Bárbara de las Nieves Hernández de Oropesa

Ocupación: Fabulista, traductor, dramaturgo, escritor, compositor y archivero

riarte provenía de una familia muy culta, varios de cuyos miembros se


distinguieron como escritores y humanistas, conocidos aristócratas españoles.
Nació en Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife, el 18 de septiembre de 1750,
hijo de Bernardo de Iriarte Cisneros y de Bárbara Cleta Marcelina de las Nieves-
Ravelo y Hernández de Oropesa. Su familia, sin embargo, no era de las islas
Canarias, sino del País Vasco, ya que su abuelo, Juan de Iriarte y Echeverría, era
un noble de Oñate. Sin embargo, el servicio a la Corona, propio de la familia
Iriarte, llevó al padre hasta Puerto de la Cruz.
Tomás se trasladó a Madrid a los catorce años junto con su tío Juan de Iriarte.
Estudió bajo su dirección las lenguas griega y francesa y, siendo ya conocedor
del latín y estudioso de la literatura castellana, sucedió a su tío en su puesto de
oficial traductor de la primera Secretaría de Estado, tras la muerte de este,
en 1771. A partir de ese año hasta 1774 fueron, para Iriarte, los más fatigosos de
su vida, pues además de las tareas de su empleo, el arreglo de la biblioteca y
papeles de su tío, la traducción o composición de los numerosos dramas que
escribió, la traducción de aquellos apéndices y otras obritas (la mayor parte
poéticas) que escribía por gusto propio, como fue un poemita latino y
castellano que imprimió con ocasión del nacimiento del infante don Carlos (que
sería con el tiempo, Carlos III), en 1777, cuidó de las tres ediciones de la
Gramática de su tío, que reconoció muy atentamente y de la recopilación y
publicación de los dos tomos de obras sueltas de aquel literato, traduciendo
muchos de los epigramas que allí se insertan, alguno de los poemas latinos y
otros varios ensayos.
Su carrera literaria se inició como traductor de teatro francés. Tradujo además
el Arte poética de Horacio.
Tomás de Iriarte fue el primer dramaturgo que consiguió dar con una fórmula
que uniese las exigencias de los tratadistas del Neoclasicismo literario con los
gustos del público. En 1770 había publicado su comedia Hacer que hacemos,
comedia de carácter que retrata a un «fachenda», el perfecto atareado que
nunca hace nada en realidad. La librería, escrita en 1780, no se estrenó hasta
2018: se trata de una comedia en un acto, con algo de sainete costumbrista pero
con la peculiaridad de estar escrita en prosa, forma que no volverá a repetir su
autor en las obras siguientes, que siguen el sistema de versificación típico de las
comedias : romance octosílabo con una rima en cada acto. En 1788 estrenó El
señorito mimado. Iriarte repitió la fórmula y el éxito con La señorita malcriada,
escrita y publicada en 1788 y estrenada en 1791. Con Guzmán el Bueno (1791)
introduce la forma del melólogo o escena dramática unipersonal con
acompañamiento de orquesta, subgénero teatral creado por Jean Jacques
Rousseau.
Como traductor no le acompañó la fortuna, pues fue muy discutida su versión
(1777) del Arte poética de Horacio, de la que escribió Manuel José Quintana: "El
texto está reproducido, la poesía no." Como satírico, compuso el opúsculo en
prosa Los literatos en Cuaresma (1773).
Pero es más conocido por sus Fábulas literarias (1782), editadas como la
«primera colección de fábulas enteramente originales» en cuyo prólogo
reivindica ser el primer español en introducir el género, lo cual motivó una larga
contienda con el que había sido amigo desde largo tiempo, Félix María
Samaniego, ya que este último había publicado su colección de fábulas en 1781,
hecho de sobra conocido por Iriarte. [2] Su fábula más conocida es la de «Los dos
conejos», de donde parte la popular expresión «son galgos o podencos», que
censura el enredarse en discusiones de poca monta, dejando de lado lo
principal de la cuestión.
Iriarte fue sobre todo el prototipo del cortesano dieciochesco, elegante, culto,
cosmopolita y buen conversador; hizo en Madrid una intensa vida literaria y
social. Fue uno de los más asiduos a la tertulia de la fonda de San Sebastián, amigo
de Nicolás Fernández de Moratín y, sobre todo, de José Cadalso. Con este último
mantuvo una larga correspondencia.
La literatura no era el único arte que Iriarte dominaba. También llegó a
inclinarse hacia el ámbito musical, especializándose en tocar el violín y la viola.
Fue también compositor de sinfonías (hoy perdidas) y de la música de su
monólogo Guzmán el Bueno. Como consecuencia de esta afición escribió su
poema didáctico La música (1779) en cinco cantos de silvas, traducido a varios
idiomas y elogiado por el mismísimo Pietro Metastasio.
Su idea de la poesía era propia de la Ilustración: “Los pueblos que carecen de
poetas carecen de heroísmo; la poesía conmemora perdurablemente los
grandes hechos y las grandes virtudes.”
Augusto Monterroso Bonilla, conocido como Tito Monterroso, fue un escritor hondureño,
nacionalizado guatemalteco y exiliado en México. Es considerado uno de los maestros de la
minificción y, de forma breve, abordó temáticas complejas y fascinantes.

Nacimiento: 21 de diciembre de 1921, Tegucigalpa, Honduras

Fallecimiento: 7 de febrero de 2003, Ciudad de México

Premios: Premio Princesa de Asturias de las Letras

Madres: Vicente Monterroso, Amelia Bonilla

Hijas: María Monterroso Esguerra, Marcela Monterroso Yáñez

Cónyuge: Bárbara Jacobs (m. 1971–2003)


Nació el 21 de diciembre de 1921 en Tegucigalpa, Honduras.[1] Fue hijo del
guatemalteco Vicente Monterroso y de la hondureña Amelia Bonilla. [1] Pasó su
infancia y adolescencia en Guatemala, país que consideró clave en su formación,
y al que él mismo consideró su patria:[1]

Exilio en México
Al estallar en 1944 las revueltas contra el entonces dictador guatemalteco Jorge
Ubico, Monterroso desempeñó un activo papel, lo que le llevó a la cárcel al
tomar el poder el general Federico Ponce Vaides.[3] Sin embargo, en septiembre
de ese mismo año, Monterroso logró escapar de prisión y pidió asilo político en
la embajada de México.[2] Tras la Revolución de Octubre en Guatemala de 1944,
encabezada por Jacobo Arbenz, Monterroso fue designado para un cargo en el
consulado de Guatemala en México, donde permaneció hasta 1953. Tras la caída
de Arbenz –y después de una breve estancia en La Paz, Bolivia– se exilió
en Chile, para luego retornar a México en 1956, país en el que se estableció
definitivamente, escribió y publicó toda su obra literaria. [4]
Trayectoria literaria
Monterroso comenzó a publicar sus textos a partir de 1959, año en el que se
publicó la primera edición de su primer libro de cuentos: Obras completas y otros
cuentos; conjunto de incisivas narraciones donde comenzaron a notarse los
rasgos fundamentales de su narrativa: una prosa concisa, breve, aparentemente
sencilla que sin embargo está llena de referencias cultas, así como un magistral
manejo de la parodia, la caricatura, y el humor negro..
Su microrrelato El dinosaurio se consideraba el microrrelato más breve de la
literatura universal hasta la aparición de El emigrante, de Luis Felipe Lomelí. Este
se ha incluido en una docena de antologías y se ha traducido a varios idiomas,
además de tener una edición crítica de Lauro Zavala titulada El dinosaurio
anotado.[5] Con razón, Monterroso aseveró sobre este microrrelato que «sus
interpretaciones eran tan infinitas como el universo mismo».
En 1970, Monterroso ganó el Premio Magda Donato y en 1975 el Premio Xavier
Villaurrutia por su poemario Las ilusiones perdidas: antología personal,[6] y en 1988
se le entregó la Condecoración del Águila Azteca, por su aporte a la cultura de
México. Fue además galardonado con el Premio FIL de Literatura en Lenguas
Romances (México) en 1996 y en 1997 el Ministerio de Cultura y
Deportes de Guatemala le otorgó el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel
Asturias. Por último, en el 2000 se le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias
de las Letras en reconocimiento a toda su trayectoria literaria. [7] En propias
palabras del jurado:

Fallecimiento
Monterroso falleció de un paro cardíaco el 7 de febrero de 2003, a los 81 años. En
2008, su esposa, la escritora mexicana Bárbara Jacobs,[3] donó su legado artístico
a la Universidad de Oviedo.
LOS OTROS SEIS

Dice la tradición que en un lejano país existió hace algunos años

Un Búho que a fuerza de meditar y quemarse las pestañas estudiando,

Pensando, traduciendo, dando conferencias, escribiendo poemas,

Cuentos, biografías, crónicas de cine, discursos, ensayos literarios y

Algunas cosas más, llegó a saberlo y a tratarlo prácticamente todo en

Cualquier género de los conocimientos humanos, en forma tan notoria

Que sus entusiastas contemporáneos pronto lo declararon uno de los

Siete Sabios del País, sin que hasta la fecha se haya podido averiguar

Quienes eran los otros seis.

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Jean de La Fontaine fue un fabulista francés. Sus cuentos y novelas están inspiradas por
Ariosto, Boccaccio, François Rabelais y Margarita de Navarra. También es autor de Cuentos
Galantes que fueron adaptados al cine por José Bénazéraf. En 1683 se convirtió en miembro de
la Academia Francesa.

Nacimiento: 8 de julio de 1621, Château-Thierry, Francia

Fallecimiento: 13 de abril de 1695, París, Francia

Padres: Charles de La Fontaine, Françoise Pidoux

Hijos: Charles de La Fontaine

Cónyuge: Marie Héricart (m. 1647–1695)


Jean de La Fontaine es hijo de Charles de La Fontaine (1594-1658), maestro de
Aguas y Bosques y capitán de las cacerías del Ducado de Château-Thierry y de
Françoise Pidoux (1582-1644), de la familia Pidoux hija de Jean Pidoux, señor de
Maduère (1550-1610). Tiene un hermano menor, llamado Claude y nacido en
1623. También tiene una media hermana mayor, Anne de Jouy, nacida en 1611
de la primera unión de su madre con Louis de Jouy, comerciante.

Procedente de una familia de comerciantes de telas en proceso de


ennoblecimiento , pasó sus primeros años en Château-Thierry, en la mansión
que sus padres compraron en 1617 en el momento de su matrimonio. Jean de
La Fontaine también ejercerá el cargo de maestro privado hasta 1671. El poeta
conservará esta casa hasta 1676, cuando experimenta vergüenzas pecuniarias
después de haber dilapidado la fortuna paterna. Catalogado como monumento
histórico en 1887, la casa del fabulista ahora alberga el museo Jean-de-La-
Fontaine.

Años de formación (1641-1658)


Hay muy poca información disponible sobre los años de formación de Jean de
La Fontaine. Sabemos que estudió en la Universidad de su ciudad natal hasta el
tercer grado donde se hizo amigo de François de Maucroix y aprendió
principalmente latín, pero no estudió griego. Sus padres pretendían que
asistiera al seminario y en 1641 lo colocaron en el Oratorio. Pero en 1642
renunció al estado clerical, prefiriendo leer L'Astrée, de Honoré d'Urfé y
Rabelais, en lugar de San Agustín.
Reanudó los estudios de derecho en París y frecuentó un círculo de jóvenes
poetas: los caballeros de la mesa redonda, donde conoció a Pellisson, François
Charpentier, Tallemant des Réaux y Antoine de Rambouillet de La Sablière, que
se casaría con el futuro mecenas del poeta. . Margarita de la Sablière. Obtuvo en
1649, un diploma de abogado en el Parlamento de París.

Sus asociaciones parisinas, hasta donde sabemos, son las de las sociedades
preciosas y libertinas de la época.

Se desconoce su actitud durante los disturbios de la Fronda, de 1648 a 1653. La


inestabilidad política y los continuos retrocesos de este período podrían haberle
inspirado la desilusionada moralidad de ciertas fábulas como El consejo
sostenido por las ratas o El murciélago y las dos comadrejas: "El Sabio dice,
según el pueblo, Viva el Rey, viva la Liga” .

En 1652, La Fontaine adquirió el cargo de amo privado trienal de las aguas y


bosques del ducado de Château-Thierry, al que se sumó el de su padre a la
muerte de este. Una tarea que se sospecha que La Fontaine apenas cuidó con
pasión o asiduidad, y que vendió íntegramente en 1672. En 1652 tuvo un hijo
Charles, cuya educación confió a su padrino, el canónigo Maucroix. La Fontaine
se dedicó en este momento por completo a su carrera como poeta. Publicó su
primer texto, una comedia en cinco actos adaptada de Térence, L'Eunuque, en
1654 que pasó completamente desapercibida. .

Al servicio de Fouquet (1658-1663)


En 1658, después de que La Fontaine y su esposa pidieran la separación de
bienes como medida de prudencia, entró al servicio de Fouquet,
Superintendente de Finanzas, a quien, además de una serie de poemas de
circunstancias previstos por contrato, una "poética pensión "- dedica el poema
épico Adonis tomado de Ovidio y elabora un texto compuesto a la gloria del
dominio de su mecenas, la Songe de Vaux, que quedará inconcluso, porque
Fouquet es arrestado por orden de Luis XIV. Esta detención se produce al día
siguiente de las suntuosas fiestas que Fouquet había organizado en su castillo
de Vaux-le-Vicomte y del que La Fontaine da cuenta detallada a su amigo
Maucroix.

Fiel a la amistad, La Fontaine escribió a favor de su protector en 1662, Oda al rey


y luego Elegía a las ninfas de Vaux. Algunos biógrafos han sostenido que esta
defensa de Fouquet entonces detenido le había ganado el odio de Jean-
Baptiste Colbert, luego el del propio Luis XIV, sin pruebas claras sobre este
tema. No sabemos exactamente si su viaje a Limousin en 1663 fue el resultado
de un exilio ordenado por la administración de Luis XIV o de la decisión
libremente acordada de exiliar a su esposa, el tío Jannart, quien lo había
presentado a Fouquet en 1658. Extrae de este desplazamiento una Relación de
un viaje de París a Lemosín: se trata de un diario de viaje en forma de cartas en
verso y en prosa dirigido a su esposa, publicado póstumamente. En esta
historia, menciona su encuentro con un sirviente de una posada en Bellac, lo
que permitirá a Jean Giraudoux, originario de este lugar, imaginar una afiliación
con este poeta, por quien el escritor siente una gran pasión.

El apogeo de la actividad literaria (1664-1679)


En 1664, entró al servicio de la duquesa de Bouillon y la duquesa viuda de
Orleans. La Fontaine luego dividió su tiempo entre París y Château-Thierry como
un caballero, lo que aseguró su ennoblecimiento. Es el momento en el que La
Fontaine hace una entrada notable en el panorama literario público con un
primer cuento, tomado de Ariosto, Mona Lisa.. Esta reescritura suscita, de hecho,
una pequeña disputa literaria, en forma de competencia con la traducción
propuesta por Bouillon poco antes; el debate se refiere a la libertad que puede
tener el narrador en relación con su modelo: donde el texto de Bouillon es
extremadamente fiel, incluso a veces literal, el de La Fontaine se desvía en varias
ocasiones del relato del furioso Roland. La disertación sobre la Mona Lisa, que
tradicionalmente se atribuye a Boileau, zanja magistralmente el debate en
beneficio del relato de La Fontaine.

A continuación, se sucedieron dos colecciones de Cuentos y relatos breves en


verso, en 1665 y 1666, cuyos trazos licenciosos fueron extraídos, en particular,
de Boccace y de las Cent nouvelles nouvelles. Continuación de esta experiencia
narrativa pero de otra forma breve, esta vez de tradición moral, las Fábulas
elegidas y puestas en verso, dedicadas al Gran Delfín, aparecieron en 1668 .

En 1669, La Fontaine añadió un nuevo género a su actividad con la publicación


de la novela Les Amours de Psyché et de Cupidon, que suscitó una relativa
incomprensión por su forma inédita: mezcla de prosa y verso, de relato
mitológico, esta vez dibujado de Apuleyo - y conversaciones literarias, el texto
contraviene principios elementales de la estética clásica.

Esto es de la ficción de los "cuatro amigos" que retrata la novela que se ha


desarrollado en la crítica del XIX ° siglo, en Sainte-Beuve y Émile Faguet
particular, la teoría de una "escuela de 1660 “nace de la amistad entre La
Fontaine, Molière, Boileau y Racine, que habrían establecido juntos los
principios de una nueva estética. Esta idea, sin embargo, nunca ha sido probada
de manera concluyente. Las relaciones entre Molière y La Fontaine son bien
conocidas; incluso fue La Fontaine quien presentó a Molière a Boileau. Raízy La
Fontaine mantenía una correspondencia amistosa. En cuanto a Boileau, él se
disculpa por La Fontaine en su Disertación sobre la Mona Lisa y, en 1683,
cuando supo que él y La Fontaine eran candidatos para la misma silla en la
Academia francesa se negó a hacer campaña contra su amigo que Yo
seleccioné. Pero, excepto en la correspondencia entre Racine y Boileau, no
queda evidencia de discusiones literarias o artísticas entre los cuatro poetas.

Después de su participación en una Colección de poemas cristianos y varios


publicados en 1670 por Port-Royal, La Fontaine publicó sucesivamente, en 1671,
una tercera colección de Cuentos y cuentos en verso, y una colección variada,
que contiene cuentos, fábulas, poemas de La época de Fouquet, elegías, bajo el
título de Nuevas fábulas y otros poemas.

En 1672 murió la duquesa de Orleans: La Fontaine experimentó entonces


nuevas dificultades económicas; Marguerite de La Sablière lo recibió y lo
hospedó unos meses después, probablemente en 1673.

En 1674, La Fontaine se embarcó en un nuevo género: la ópera, con un proyecto


de colaboración con Jean-Baptiste Lully, quien lo abortó. Es la ocasión de una
violenta sátira de La Fontaine contra Lully, un registro poco común en su obra,
en un poema titulado Le Florentin (Lully era originaria de Florencia).
Ese mismo año se publicó una colección de Cuentos Nuevos - pero esta vez, sin
que sepamos muy bien por qué, la edición fue incautada y prohibida su venta: si
La Fontaine había cobrado el rasgo anticlerical y la licencia, queda que estos
cuentos quedaron en la tradición del género y en un tema [¿Qué?] que hizo su
cargo relativamente inofensivo.

Tras dos colecciones de Cuentos, vuelve a hacer una colección de Fábulas


elegidas y puestas en verso que La Fontaine publicó en 1678 y 1679, esta vez
dedicada a Madame de Montespan, amante del Rey: estos son actualmente los
libros VII al XI de las Fábulas, pero luego numerado de I a V.

La década de 1680, alrededor de la Academia


Período menos próspero, cuando las producciones son cuantitativamente
menos importantes, pero no menos diversas: así, en 1682, La Fontaine publicó
un “Poème du Quinquina”, un poema filosófico en la forma reivindicada por
Lucretia en elogio de la nueva medicina, y acompañada de dos nuevos cuentos.

La actividad literaria de los años 1665-1679 terminó en 1684 con una elección,
no obstante tumultuosa, a la Academia Francesa, sin que se pudieran precisar
las razones exactas de esta dificultad: era posible plantear la hipótesis de que la
administración louis-catorceava celebró una rencor al poeta que había
publicado dos poemas a favor de Fouquet durante el juicio de este último; El
discurso de los opositores a esta entrada de La Fontaine a la Academia se basa
en la acusación de inmoralidad lanzada contra las colecciones de Contes y
relatos breves en verso. Lo cierto es que La Fontaine, después de una vaga
promesa de no rimar más con cuentos, recibe el 2 de mayo de 1684 en la
Academia, donde, además del tradicional agradecimiento, pronuncia un
Discurso a Madame de La Sablière donde se define, en una frase célebre, como
"mariposa del Parnaso".

Al año siguiente, la Academia volvió a ser escenario de un nuevo asunto en el


que intervino La Fontaine: Antoine Furetière, que al componer su propio
diccionario eludió el privilegio de la empresa en esta materia, fue excluido y
lanzó una serie de folletos en particular contra La Fontaine, su antiguo amigo, a
quien acusa de traición y contra el que repite la acusación de libertinaje.

Es otra vieja amistad, sin ruptura, la que da día, el mismo año, a las Obras de
prosa y de poesía de los Sieurs de Maucroix y de La Fontaine, la colección
contiene traducciones de Platón, Demóstenes y Cicerón de François de
Maucroix y nuevas fábulas y nuevos cuentos de La Fontaine, que ha esperado
poco para encontrar alguna noticia licenciosa.

Nuevo escándalo, de mayor magnitud, en la Academia: la lectura del poema Le


siècle de Louis Le Grand de Charles Perrault desencadena la Pelea entre Antiguos
y Modernos, en la que La Fontaine se puso, no sin ambigüedades, del lado de
los Antiguos, por una Epístola a Monsieur de Soissons, pretexto para una
declaración de principios literarios, el más famoso de los cuales es “Mi imitación
no es una esclavitud”.

Los últimos años y las últimas fábulas (1689-1695)Editar


Se publica en revisión una serie de fábulas entre 1689 y 1692, que se recoge en
1693 con las inéditas y las de 1685, en una colección final, nuestro actual libro
XII, dedicado al duque de Borgoña, hijo mayor del Gran Delfín, ya este título
presunto heredero de la Corona 31 .

La Fontaine cayó gravemente enfermo a finales de 1692, probablemente de


tuberculosis. Luego pidió ver a un sacerdote, y el párroco de la iglesia de Saint-
Roch le envió al joven abad Pouget, que acababa de obtener su doctorado en
teología. Esto se aplica para hacerle retractarse de su vida epicúrea y de sus
escritos anticlericales, y lo somete diariamente a ejercicios religiosos. Recibió la
extremaunción el 12 de febrero de 1693. Están presentes miembros de la
Académie française, amigos y sacerdotes. La Fontaine anuncia que deja de
escribir y publicar sus cuentos y fábulas. Este hecho es relatado en particular por
una historia del padre Pouget en 1718, pero no aparece en los registros de la
Academia. También promete escribir solo obras piadosas. Así traducirá el Dies
iræ, que habrá leído frente a la Academia el día de la presentación de Jean de La
Bruyère.

"La rue du Croissant"


Murió en 13 de abril de 1695 en 61 rue Platrière. Mientras realizaba su baño
mortuorio, nos encontramos con una caperuza en su cuerpo, una penitencia
que el padre Pouget jura que no ordenó. Fue enterrado al día siguiente en el
cementerio Saints-Innocents como consta en su certificado de defunción,
reconstruido tras el incendio del Ayuntamiento en 1871. Su tumba, así como la
de Molière enterrada en el cementerio Saint-Joseph, fue transportada al Museo
de Monumentos Franceses, durante la demolición de la capilla y el cementerio,
al inicio de la Revolución Francesa. Los supuestos restos de La Fontaine fueron
trasladados en 1817 con los de Molière en el cementerio de Père-Lachaise 36 .

Dibujo de Grandville en la parte superior de su edición ilustrada de Fábulas,


donde aparece el comienzo del epitafio. La Fontaine había compuesto él mismo
su epitafio , en el que se atribuye un carácter desenfadado y holgazán. Esta
pretendida pereza puede asociarse con la facilidad de sus trabajos, que sin
embargo es solo aparente:Jean se fue como había venido, comiendo sus
acciones después de sus ingresos; Creer lo bueno poco necesario. En cuanto a
su tiempo, supo distribuirlo: dos partes hechas de él, de las cuales podía pasar
una durmiendo y la otra sin hacer nada.

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