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y el neoclasicismo, fue también músico aficionado, hermano de los diplomáticos Bernardo de Iriarte
y Domingo de Iriarte y sobrino del humanista, bibliógrafo y poeta Juan de Iriarte.
Exilio en México
Al estallar en 1944 las revueltas contra el entonces dictador guatemalteco Jorge
Ubico, Monterroso desempeñó un activo papel, lo que le llevó a la cárcel al
tomar el poder el general Federico Ponce Vaides.[3] Sin embargo, en septiembre
de ese mismo año, Monterroso logró escapar de prisión y pidió asilo político en
la embajada de México.[2] Tras la Revolución de Octubre en Guatemala de 1944,
encabezada por Jacobo Arbenz, Monterroso fue designado para un cargo en el
consulado de Guatemala en México, donde permaneció hasta 1953. Tras la caída
de Arbenz –y después de una breve estancia en La Paz, Bolivia– se exilió
en Chile, para luego retornar a México en 1956, país en el que se estableció
definitivamente, escribió y publicó toda su obra literaria. [4]
Trayectoria literaria
Monterroso comenzó a publicar sus textos a partir de 1959, año en el que se
publicó la primera edición de su primer libro de cuentos: Obras completas y otros
cuentos; conjunto de incisivas narraciones donde comenzaron a notarse los
rasgos fundamentales de su narrativa: una prosa concisa, breve, aparentemente
sencilla que sin embargo está llena de referencias cultas, así como un magistral
manejo de la parodia, la caricatura, y el humor negro..
Su microrrelato El dinosaurio se consideraba el microrrelato más breve de la
literatura universal hasta la aparición de El emigrante, de Luis Felipe Lomelí. Este
se ha incluido en una docena de antologías y se ha traducido a varios idiomas,
además de tener una edición crítica de Lauro Zavala titulada El dinosaurio
anotado.[5] Con razón, Monterroso aseveró sobre este microrrelato que «sus
interpretaciones eran tan infinitas como el universo mismo».
En 1970, Monterroso ganó el Premio Magda Donato y en 1975 el Premio Xavier
Villaurrutia por su poemario Las ilusiones perdidas: antología personal,[6] y en 1988
se le entregó la Condecoración del Águila Azteca, por su aporte a la cultura de
México. Fue además galardonado con el Premio FIL de Literatura en Lenguas
Romances (México) en 1996 y en 1997 el Ministerio de Cultura y
Deportes de Guatemala le otorgó el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel
Asturias. Por último, en el 2000 se le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias
de las Letras en reconocimiento a toda su trayectoria literaria. [7] En propias
palabras del jurado:
Fallecimiento
Monterroso falleció de un paro cardíaco el 7 de febrero de 2003, a los 81 años. En
2008, su esposa, la escritora mexicana Bárbara Jacobs,[3] donó su legado artístico
a la Universidad de Oviedo.
LOS OTROS SEIS
Siete Sabios del País, sin que hasta la fecha se haya podido averiguar
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Jean de La Fontaine fue un fabulista francés. Sus cuentos y novelas están inspiradas por
Ariosto, Boccaccio, François Rabelais y Margarita de Navarra. También es autor de Cuentos
Galantes que fueron adaptados al cine por José Bénazéraf. En 1683 se convirtió en miembro de
la Academia Francesa.
Sus asociaciones parisinas, hasta donde sabemos, son las de las sociedades
preciosas y libertinas de la época.
La actividad literaria de los años 1665-1679 terminó en 1684 con una elección,
no obstante tumultuosa, a la Academia Francesa, sin que se pudieran precisar
las razones exactas de esta dificultad: era posible plantear la hipótesis de que la
administración louis-catorceava celebró una rencor al poeta que había
publicado dos poemas a favor de Fouquet durante el juicio de este último; El
discurso de los opositores a esta entrada de La Fontaine a la Academia se basa
en la acusación de inmoralidad lanzada contra las colecciones de Contes y
relatos breves en verso. Lo cierto es que La Fontaine, después de una vaga
promesa de no rimar más con cuentos, recibe el 2 de mayo de 1684 en la
Academia, donde, además del tradicional agradecimiento, pronuncia un
Discurso a Madame de La Sablière donde se define, en una frase célebre, como
"mariposa del Parnaso".
Es otra vieja amistad, sin ruptura, la que da día, el mismo año, a las Obras de
prosa y de poesía de los Sieurs de Maucroix y de La Fontaine, la colección
contiene traducciones de Platón, Demóstenes y Cicerón de François de
Maucroix y nuevas fábulas y nuevos cuentos de La Fontaine, que ha esperado
poco para encontrar alguna noticia licenciosa.