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Dualidad de Almas

Saber, entre saberes que dan color,


pintando matices en la vida con fervor.
Dulces y amargos, danza de sabores,
tejiendo sentido en deberes y amores.

Doncella de cabello corto, rostro de cal,


en la banca del alma, pensamientos en espiral.
Serena por fuera, oculta su tormento,
un río de lágrimas, un universo de sentimiento.

Hombre tímido, de corazón amplio y sincero,


oscila del uno al diez, un juego ligero.
En su mente, la incertidumbre danza,
busca conclusiones, pero la respuesta avanza.

La luz que une dos almas en la oscuridad,


tejiendo tiempo juntas, desafiando la adversidad.
Lejos de convenciones, hombres y mujeres, mentes de niños,
jugando a ser maduros y sinceros.

Observan el roble, testigo de su amor,


hojas que intentan unirse, un esfuerzo sin rumor.
El temor de no encajar en el alma del otro,
una barrera que desafían con su empeño roto.

Angustia ante errores, lecciones disfrazadas,


palabras como loros, en jaulas encerradas.
No piratas de la vida, sino del odio,
en un lienzo blanco y negro, su trágico episodio.

El piano de la vida, teclas frágiles presionan,


liberando sonidos de una melodía que entonan.
"Mentes humanas fluctúan", lección esbozada,
en el viaje por caminos, una caricia cruel, legada.

En la dualidad de almas, danza el destino,


dos corazones entrelazados, un mismo camino.
Bajo la luna plateada, secretos susurrados,
un universo compartido, por siempre sellado.

En la penumbra, sus esencias se entremezclan,


como sombras que en abrazos se estrechan.
Uno es fuego ardiente, el otro su calma,
una danza eterna, la dualidad de sus almas.
En el eco del silencio, se escuchan sus anhelos,
dos mundos convergen, como versos en desvelos.
Un alma resplandece, luminosa como el día,
mientras la otra se sumerge, en la noche fría.

La dualidad, un tango de luz y oscuridad,


en el lienzo del tiempo, una compleja verdad.
Se buscan en el caos, se encuentran en la calma,
un eterno equilibrio, la dualidad de almas.

En sus ojos, reflejos de estrellas y tormentas,


dos vidas entrelazadas, como cuentas de cuentos.
Se abrazan en la tormenta, se encuentran en calma,
un amor que florece en la dualidad de almas.

A través de las estaciones, juntas avanzan,


como hojas que caen o flores que danzan.
Dos notas en la sinfonía, dos partes en un drama,
una historia que se teje en la dualidad de almas.

Así, en el rincón sagrado del universo,


dos almas bailan, tejiendo su verso.
En la dualidad, encuentran su melodía,
un amor eterno, en perfecta armonía.

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