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La obra empieza cuando el teniente Cava en una noche de

imaginaria, acude al robo del examen de química, del trimestre,


quien pertenecía al círculo donde el ‘jefe’ de ahí era el Jaguar.
Al treparse por una ventana, justo ya para pasar por ahí se cae
la luna de esta, haciendo bulla en todo el plantel, el muy
asustado de ser atrapado pero sobre todo por lo que le diría o
haría el jaguar, Cava busca rápidamente el examen entre los
cajones de la mesa que hay en el salón, lo más rápido que
puede para no ser atrapado por los tenientes. Lo encuentra,
yéndose de forma muy apresurada y tratando de dejar lo demás
como estaba.

Al regresar donde lo esperaba el Jaguar, le pregunta que si lo


atraparon, asustado Cava responde que se le rompió una luna,
provocando ruido. Tenías que ser serrano dijo que el Jaguar,
que en todo momento lo tenía sujeto de las solapas.

Durante el examen de Química, el esclavo (Ricardo Arana) le


tira un papel al poeta (Alberto Fernández), en donde estaban las
fórmulas del examen, para la mala suerte del esclavo, el
teniente Gamboa se da cuenta, inmediatamente le pregunta al
poeta, de quién fue su “ángel”, él le dijo que no sabía, el
teniente Gamboa sugiere que el que se lo tiró que se pare o
todos estarían consignados, ante esto, el esclavo se para y
reconoce lo que hizo. El teniente Gamboa le dice que estará
consignado sin salir, pero no Alberto pues él no tiene la culpa
de tener un “ángel”.

Ya cuando todos están por irse del colegio, Arana le pide a


Fernández que vaya a ver a Teresa, la chica de la que estaba
enamorado. Que no podrían verse. Fernández acepta.

El poeta llega a la casa de Teresa, recibiéndolo su tía, pensando


que es el pretendiente de su sobrina, Teresa sale, viéndolo
extrañada, no sabía quién era. Alberto le dice que va por el
esclavo, ya que estaba castigado y no podría salir con ella.
Ella entiende, le pregunta que fue lo que pasó, el poeta le dice
que fue una sonsera a todos les pasa. Aprovecha y la invita al
cine, ella acepta, su tía dice que no lleguen muy tarde, luego los
vecinos se pondrían a hablar.

Luego del cine el poeta la deja en su casa, ella feliz y


agradecida.

Cuando llegaron ya todos al colegio, los esperaba el esclavo


quien apresuradamente les dice al resto de los cadetes, que el
teniente Gamboa se enteró del robo del examen.

El teniente Gamboa reúne a los imaginarias de esa noche; al


poeta, al jaguar, al esclavo y uno más. Para preguntarles de
cómo fue posible eso, los cuatro no daban respuestas, así que
el tiente Gamboa dijo, que ellos estarían consignados hasta
que aparezca el culpable.

De esta forma fue que pasaron alrededor de 3 semanas, y el


esclavo no podía más tiempo sin salir, fue donde el teniente
Guarina, confesó que fue Cava quién robó el examen. Al
enterarse de esto, dejó salir a Ricardo del colegio, e informó al
teniente Gamboa, que se encargó de expulsar a Cava.

El Jaguar estaba muy molesto, pues decía que había un soplón,


además que Cava era su amigo.

La sección entera realiza una campaña de práctica de tiro. En


un momento, el Esclavo es alcanzado por una bala y, luego de
pasar unos días inconsciente en la enfermería, y tras dos
operaciones, fallece. La institución intenta deshacerse del
problema comentando que el disparo fue consecuencia de un
error del propio cadete, un auto disparo, pero Alberto sospecha
que quien le disparó fue el Jaguar, buscando venganza por la
expulsión de Cava. Recurre entonces al teniente Gamboa y le
cuenta su teoría, y acaba incluyendo también en su discurso los
negociados ilícitos que tienen lugar en toda la sección. Gamboa
eleva el caso a las autoridades, quienes le exigen que calle el
asunto porque puede ser perjudicial para la imagen de la
institución. Sin embargo, el teniente decide seguir con la
investigación. De todos modos, el coronel acaba extorsionando
a Alberto, amenazándolo con expulsarlo y contarles a sus
padres sobre sus novelas eróticas si no retira su acusación.
Alberto entonces se retracta y, luego, tiene una pelea con el
Jaguar. En un diálogo posterior, Alberto se da cuenta de que el
Jaguar no sabía que el Esclavo había delatado a Cava. Cuando
ambos alumnos vuelven a la cuadra, toda la sección culpa al
Jaguar por denunciar los negociados a las autoridades,
acusándolo de traidor.

El Jaguar ya molesto y cansado de sus compañeros que el


mismo dice que eran sus amigos, va con Gamboa, quien ya
estaba siendo trasladado a Juliaca por no obedecer a sus
superiores en el caso de la muerte de Ricardo. Le entrega su
declaración diciendo que fue él, el Jaguar culpable de la muerte
del esclavo, asumiendo los cargos, pero el teniente Gamboa
dice que es más fácil revivir al cadete que hacer que el ejército
diga que ha cometido un error.

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