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Existen diversos criterios para clasificar las revoluciones, dependiendo del área de estudios
que se emplee para ello. Pero a grandes rasgos hablaremos de las mas comunes.
Un perfecto ejemplo de una revolución política fue la Revolución Cubana, en la que las
milicias de Fidel Castro tomaron el control político de Cuba en enero de 1959 y derrocaron
la dictadura de Fulgencio Batista.
Revoluciones sociales. Una revolución social suele generarse cuando una revolución
política involucra, además, cambios profundos en la repartición de las riquezas, en el acceso a los
bienes o en el control de los medios de producción. No constituye una simple restructuración
violenta de los poderes políticos sino que además genera una restructuración violenta del tejido de
la sociedad. En ese sentido, pueden ser mucho más sangrientas y acarrear mucho más dolor
social que las revoluciones políticas.
La Revolución Industrial suele dividirse en dos etapas: una Primera Revolución Industrial,
que inicia alrededor de 1760 con la aplicación del modelo de fábricas textiles en una Gran Bretaña
gobernada por la monarquía liberal no absolutista; y una Segunda Revolución Industrial,
caracterizada por una aceleración de los cambios producidos por la nueva tecnología en la
sociedad europea, que inicia alrededor de 1850 y culmina con el comienzo de la Primera Guerra
Mundial en 1914.
Algunos de los más importantes inventos que tuvieron lugar durante la Revolución Industrial fueron:
La máquina a vapor. Construida por primera vez en 1768 por James Watt, esta máquina
capaz de convertir el calor de una caldera alimentada por carbón en fuerza de movimiento dio
origen a los trenes, los barcos a vapor y otros mecanismos de producción mucho más potentes y
veloces.
Los trenes. Figura emblemática y fundamental de la Revolución Industrial, el tren acortó los
tiempos de traslado de personal y mercancía, unificó pueblos lejanos y cambió para siempre el
modo en que pensamos la distancia.
El bombillo. Ideado a principios del siglo XIX, fue quizás la aplicación práctica de la
electricidad que mayor impacto tuvo en los hogares europeos. Hasta entonces la iluminación se
producía mediante la quema de gas o de combustible, y la bombilla eléctrica supuso la posibilidad
de alumbrar las noches y extender los períodos útiles del trabajo y de la vida.
La máquina de hilar. Este aparato revolucionó la producción de textiles, que hasta entonces
se daba manualmente y de manera artesanal, permitiendo que varias hilanderas pudieran trabajar
al mismo tiempo, maximizando la producción textil. Poco después se dieron los primeros pasos en
la relativa automatización del proceso.
Se conoce como la Revolución Francesa a un movimiento de corte político y social que ocurrió en
el entonces Reino de Francia en el año 1789, que sacudió las bases de la monarquía absolutista
de Luis XVI y condujo a la instauración de un gobierno republicano y liberal en su lugar.
La Revolución Francesa inició cuando las masas ciudadanas, empobrecidas y sometidas, se
opusieron al poder feudal, desobedecieron la autoridad de la monarquía y encendieron la mecha
del cambio histórico.
Tantos eventos, desde luego, no se dieron sin un margen importante de violencia, tanto por parte
de las tropas de la corona, que dispararon al pueblo insurrecto, como por filas revolucionarias que
guillotinaron a los reyes y sus edecanes, junto con aquellos ciudadanos leales a la monarquía o a
quienes luego hallaron culpables de ser contrarrevolucionarios, durante un período conocido como
“El terror” (1792-1794).
La Revolución Francesa tuvo su fin con la toma del poder por parte de Napoleón Bonaparte, un
general revolucionario que dio un golpe de Estado para devolver el orden a la convulsa República
Francesa, proclamando poco después su propio Imperio y lanzándose a la conquista de Europa.
Aunque no era igual al actual, este tipo de gobierno nació en la Grecia Antigua, en el seno de
la sociedad ateniense
Este sistema democrático funciona en base a la consideración de que no todo puede someterse a
una consulta popular, al menos no si se desea tener un Estado operativo y encargado de más
asuntos que la constante consulta de la voluntad popular.
Democracia semidirecta
Para algunos autores, existe una tercera forma de democracia que combina algunos elementos de
la directa y la indirecta, constituyendo así una democracia “semidirecta”.
En este caso, el poder político es controlado por gobernantes electos mediante el sufragio popular,
pero la mayoría de sus decisiones deben ser respaldadas por el pueblo, a través de referendos,
consultas o plebiscitos.