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Estabilización de Suelos
Autor: Br.
Un proceso que permite mejorar la calidad del suelo natural para obtener
unas características físicas, químicas y mecánicas estables en relación
con las condiciones medioambientales de servicio.
Es el procedimiento de aplicar energía al suelo suelto para eliminar
espacios vacíos, aumentando así su densidad y, en consecuencia, su
capacidad de soporte y estabilidad entre otras propiedades.
Proceso por el cual se mejora el suelo para que pueda alcanzar los
requisitos fijados. En su más amplio sentido, la estabilización incluye la
compactación, el drenaje, la pre-consolidación y la protección de la
superficie contra la erosión y la infiltración de la humedad; sin embargo,
al término estabilización se le va restringiendo gradualmente su alcance
a un solo aspecto al mejoramiento del suelo: la modificación del propio
material del suelo.
Estabilización Mecánica:
Estabilización Física:
Vibroflotación, vibrosustitución
Consolidación previa.
Estabilización Química:
Estabilización Biológica
Estabilización electroquímica:
El Apisonado
Figura 1: Apisonado
Para esta técnica se emplea la apisonadora, se trata de una máquina
(manual o mecánica) la cual tiene la forma de un tractor, y que es capaz de
rodar debido a que posee unos cilindros. Los mismos resultan ser bastante
pesados, a fin de que puedan realizar el trabajo tanto de aplanar, como
también de hacer el allanamiento de los caminos, al igual que del pavimento.
Por lo tanto, es una máquina creada, para la construcción de carreteras y
aplanamiento de terrenos. En cuanto al principal uso de la apisonadora, el
mismo se basa en:
Amasar
Triturar
Vibrar
Figura 2: Apisonadoras
La apisonadora se encarga de ejercer presión directa sobre aquellos
materiales que están sueltos en el área o terreno que se quiere aplanar. El uso
que mayormente le es dado a la apisonadora se enmarca en la construcción de
carreteras, o también en la creación de cimientos compactos en áreas de gran
tamaño. Igualmente, en diversas otras áreas como: Vertederos y proyectos
agrícolas. Las características principales de las apisonadoras, son:
El Paso de Rodillos
Para consolidar la superficie de un terreno y obtener un suelo firme, antes
de iniciar una construcción, se requiere de potentes rodillos compactadores,
que con su fuerza y paso firme logran compactar el suelo para obtener una
masa sólida que permitirá ser la base de una futura obra. Un buen rodillo
compactador se caracteriza por tener una máxima potencia, brindar mejores
resultados de compactación, y otorgar una mayor visibilidad de la zona a
trabajar. A ello se suma su estabilidad, seguridad y fácil mantenimiento. De
esta manera podrán alcanzar óptimos resultados que se traducirán en una
mayor productividad en obra.
La precarga
Los parámetros para fijar los objetivos de la precarga son: los asientos
producidos durante la construcción de la obra y posteriores, así como la
seguridad frente a los distintos estados límite. También deben controlarse los
siguientes aspectos durante su ejecución: extensión en planta y altura de la
precarga, densidad aparente de los materiales de la precarga, fechas de
colocación y retirada de las precargas, asientos superficiales del terreno,
presiones intersticiales en el terreno y posibles agrietamientos y otros síntomas
de inestabilidad en la superficie externa de las precargas. Ver figura 8
Figura 8: Precompresión
El Método Terra-Probe
Las vibraciones verticales (de unos 15 Hz) permiten la hinca del tubo que,
al llegar a la profundidad prevista, se eleva gradualmente, continuando la vibra-
ción y compactando el suelo tanto en el interior como alrededor del tubo. Se
mantiene de 30 a 60 segundos vibrando antes de elevar en cada escalón. El
área de influencia de la compactación es de aproximadamente 1 m respecto al
tubo.
Las condiciones del suelo saturado son ideales para el éxito del método.
En los sitios donde el nivel freático es profundo, se instalan lanzas de agua en
el tubo para ayudar a la penetración y densificación del suelo. Esta técnica, no
obstante, no es útil cuando el contenido de finos supera el 15% o si hay materia
orgánica en cantidades de más del 5% en peso. También hay que considerar
que, si existen capas inferiores más blandas, pueden asentar con la vibración.
Además, Terra-Probe no es útil cuando se trata de atravesar capas rígidas. Sí
que es una técnica idónea en localizaciones off-shore. Ver figura 10
.
El vibro-reemplazo
El Vibro-flotación
Esta técnica fue ideada por Steuermann en los años 30 del siglo XX, y
puesta en práctica por la compañía Keller (1936). Se trata de mejorar el
comportamiento de un suelo granular aumentando su densidad relativa. Para
ello la idea es reordenar las partículas de los suelos no cohesivos por medio de
la vibración (Figura 14). Se trata de una técnica idónea para grandes cargas
sobre los suelos mejorados, así como para cargas dinámicas, con asientos
prácticamente nulos. Se aplica con éxito la vibrocompactación en la prevención
de la licuación de los suelos, en el tratamiento de terraplenes hidráulicos y de
plataformas ganadas al mar por dragado, pozos de cimentación, muelles
fluviales e interior de cajones, entre otros.
Donde:
D50 es el diámetro en mm., tal que el 50% en peso de partículas tiene un
diámetro menor.
D20 Ídem para el 20%.
D10 Ídem para el 10%
Si S>40-50 → Vibro flotación no aplicable
Por lo general el vibrador con el jet de agua reduce la fuerza inter-granular
entre las partículas del suelo, permitiéndolas moverse a una posición más
comprimida, llegando a una densidad relativa típica del 70 a 85%
aproximadamente. La compactación es efectiva por encima y por debajo del
nivel freático. Ver figura 16
Asientos admisibles
Capacidad portante necesaria.
La Consolidación Dinámica
Método diseñado por Techniques Louis Menard, que consiste en dejar
caer grandes pesas desde una buena altura sobre el terreno, las pesas van de
10 a 40 ton de peso y las alturas desde las cuales se dejan caer llegan a ser de
hasta 30 m; la distancia entre los sitios de impacto es de hasta 18 m, de centro
a centro. En cada punto se realizan varios impactos y es necesario dar varias
de estas pasadas sobre el terreno. Con esta técnica se pueden densificar suelo
o terrenos con casi todos los tamaños de partículas y materiales. La caída de
pesas crea en la superficie de los suelos blandos, huellas o cráteres de
dimensiones incluso comparables a las de la propia pesa. El terreno queda
densificado a su alrededor hasta una cierta profundidad.
Procedimiento de ejecución:
Donde:
H es la profundidad del tratamiento en m.;
M es el peso en t.;
h es la altura de la caída en m.
Fórmula de Billam
Donde:
B es el lado de la pesa en m.;
k corresponde a la aceleración de gravedad/resist. dinámica del esqueleto.
En esta técnica, la densificación se realiza como si el terreno hubiera sido
sometido a una serie de mini terremotos; la compactación es el resultado de
una licuefacción parcial (donde el suelo o terreno está saturado de agua) y del
paso del tren de ondas. En las masas saturadas se producen mayores
presiones en los poros, por lo que es necesario aguardar la disipación de esas
presiones antes de hacer la siguiente pasada de golpes; de lo contrario, el
efecto del golpe se nulifica y no hay mayor compactación.
Durante la compactación existe un efecto instantáneo al reducirse el índice de
huecos tras el impacto, y un efecto diferido en el caso de suelos saturados, al
disiparse la sobrepresión intersticial y reestructurarse el material a un estado más
denso. A modo de ejemplo, un tratamiento normal para aumentar al menos el 5% la
densidad seca de un suelo arenoso de 10 m de espesor, puede definirse mediante una
malla de 3 x 3 m (A = 9 m2), con cuatro golpes por pasada y con tres pasadas cada
una con una malla similar. La maza sería de 150 kN, cayendo desde 30 m de altura.
En ese caso se obtendría una energía específica de 600 kN/m2.
Los Explosivos
Figura 24: Coeficiente K para definir el radio de influencia de la compactación con explosivos
De forma aproximada, las cargas se suelen colocar a una profundidad en
torno al 75% de la profundidad del estrato a compactar, con una separación en-
tre cargas entre 5 y 15 m. Suelen utilizarse cargas del orden de 10 a 30 g de di-
namita (o TNT, o amonita) por m3 de suelo.
La técnica, muy utilizada también como mejora del terreno, consiste en in-
troducir en el medio una mezcla fluida que reacciona con las partículas del sue-
lo mediante una reacción hidráulica o química. De esta forma, se conforma una
masa de mayor resistencia mecánica y menor permeabilidad, así como una
menor deformabilidad, pues se consigue aumentar su compacidad disminuyen-
do el índice de huecos. Las aplicaciones más frecuentes de la inyección del te-
rreno son los tratamientos de las cimentaciones de presas, el refuerzo de ci-
mentaciones o recalce de edificios, así como la construcción de túneles.
Las inyecciones más frecuentes son las de lechada de cemento (con ben-
tonita, arcilla u otros aditivos), aunque en ocasiones se utilizan también inyec-
ciones de productos químicos. La introducción de lechadas en el terreno puede
realizarse mediante las siguientes técnicas:
Respecto a los posibles parámetros para fijar los objetivos de los trata-
mientos de mejora del terreno, según los fines perseguidos: a) Impermeabiliza-
ción: permeabilidad después del tratamiento. b) Compensación de asientos:
asientos o movimientos limite. c) Mejora de resistencia: resistencia obtenida
después del tratamiento.
La Estabilización Química
Cuadro 1:
Materiales usados para la estabilización química.
Materiales usados
para la estabilización Descripción
química
Consiste en la mezcla íntima, convenientemente compactada, de
terreno, cemento, agua y eventualmente adiciones, a la cual se le
exigen unas determinadas condiciones de insusceptibilidad al
agua, resistencia y durabilidad.
Mediante este método se unen las partículas del suelo, reduce su
sensibilidad al agua, disminuye la deformación del suelo
estabilizado y proporciona cierta resistencia a tracción según la
Cemento dosificación empleada.
Se pueden estabilizar tanto los suelos granulares como los de
grano fino, excepto si son muy plásticos o presentan mucha
humedad.
No se podrán utilizar suelos con material vegetal u orgánica, o
cualquier otra sustancia que perjudiquen el fraguado del cemento.
El suelo estabilizado con cemento se puede dividir en dos grupos:
Suelos mejorados con cemento, al que se agrega una
cantidad relativamente pequeña de cemento para mejorar
algunas propiedades, como es su sensibilidad a los
cambios de humedad o su mayor capacidad de soporte,
quedando suelto el material tras su tratamiento. Es una
técnica orientada a mejorar las explanadas. La mezcla se
realiza in situ, con dosificaciones inferiores al 3% sobre el
peso seco del suelo.
Suelos estabilizados con cemento, donde tras el
fraguado del cemento, se obtiene un material con cierta
resistencia mecánica. No se trata de un hormigón, pues
los granos no se ven envueltos en pasta de cemento, sino
que su unión es puntual. Si la resistencia a compresión a
7 días es de 1,5 MPa, para uso en explanadas, y los
suelos estabilizados para subbases y bases, donde se
eleva dicha resistencia mínima a 2,5 MPa. En este último
caso, su denominación habitual es suelo cemento, cuya
fabricación se realiza en central. Se exige un adecuado
curado, lo que implica que, tras la extensión y
compactación de la capa, se riega con una emulsión
bituminosa de rotura rápida para evitar la evaporación
prematura.
Se necesitaría un elevado contenido de cemento si el suelo
presenta muchos finos plásticos, lo que, además, dificultaría el
mezclado. Por ello se limitan los tratamientos con cemento a
suelos que cumplan las siguientes condiciones:
Límite líquido < 40 en los S-EST 2 y S-EST 3
Índice de plasticidad < 15
Cernido ponderal por el tamiz UNE 2 mm > 20 %
Cernido ponderal por el tamiza UNE 0,063 mm ≤ 35 %
(50 % en los S-EST 1 y S-EST 2)
El efecto estabilizador de la cal sobre el suelo se obtiene
mezclándolo y compactándolo con cal aérea (viva o apagada) y
agua. Los suelos más adecuados son los de granulometría fina y
notable plasticidad. Se emplea cal con una riqueza en CaO
superior al 90%. Dependiendo del caso, se agrega un 4-7 % de
cal apagada o del 2-5 % de cal viva sobre el peso seco del suelo.
La mezcla se puede realizar “in situ” o en central. Algunos autores
Cal diferencian entre la mejora y la estabilización de un suelo con cal
en función de la ganancia mínima de resistencia a compresión
simple sobre el valor inicial del suelo de 350 kPa.
La cal viva (óxido de calcio) seca de forma efectiva la humedad
del suelo por hidratación y evaporación, al reaccionar de forma
exotérmica. Se puede bajar entre un 2% y un 5% la humedad en
función de la cal añadida y las condiciones del suelo. Este
proceso es inmediato tras adicional la cal. Otro efecto inmediato
es una reacción rápida de floculación e intercambio iónico que
modifica la granulometría, la textura y la compacidad del suelo,
así como la propiedad de retener el agua. A continuación, se
forman nuevos productos químicos mediante una reacción muy
lenta de tipo puzolánico, elevándose el pH del suelo a valores en
torno al 12,5. La sílice y la alúmina del suelo se combinan con la
cal en presencia de agua para formar silicatos y aluminatos
cálcicos insolubles, lo que supone una mejora de las
características resistentes, así como una mayor estabilidad frente
a las heladas.
El proceso de ejecución “in situ” pasa por la distribución uniforme
de la cal viva o apagada mediante equipos mecánicos con la
dosificación fijada de dos formas posibles:
Por vía seca, extendiendo previamente la cal en forma de
polvo o granes sobre la superficie de trabajo, antes de
mezclarla con el suelo.
Por vía húmeda, en forma de lechada de cal hidratada o
apagada elaborada previamente por equipos mecánicos.
Estos tratamientos se utilizan cuando es imposible disponer de
materiales alternativos, pues su coste puede ser limitante en caso
contrario. Su uso habitual es en capas de subbase y base para
pavimentos de viales y carreteras, infraestructuras de ferrocarriles
y pistas aeroportuarias para aumentar su capacidad portante y
reducir su susceptibilidad al agua de suelos arcillosos. Los suelos
a tratar con cal no contendrán materia orgánica o vegetal, ni
elevados contenidos de sulfatos solubles. En el caso de subbases
y bases de firmes, el suelo antes del tratamiento no contendrá
partículas de tamaño superior a 80 mm o a la mitad del espesor
de la tongada compactada. Además, el rechazo del tamiz 0,080
UNE será inferior al 85% en peso. La efectividad del tratamiento
depende del nivel de arcilla presente (al menos, del 7%) y de su
capacidad para reaccionar.
La estabilización con cal aumenta tanto el límite líquido como el
plástico, así como muy ligeramente su índice de plasticidad en
suelos con IP<15. Sin embargo, reduce el índice plástico en los
suelos de plasticidad media-alta (IP>15), desactivando total o
parcialmente la actividad de las arcillas, consiguiendo de esta
forma una menor susceptibilidad al agua. Asimismo, permite
densificar suelos con una humedad natural elevada al
incrementar la humedad óptima de compactación. No obstante, la
estabilización con cal disminuye la densidad máxima Proctor del
suelo original. Como contrapartida, se incrementa el esfuerzo
cortante con el porcentaje de cal, el tiempo transcurrido, la
temperatura de curado y la disgregación del suelo durante la
ejecución.
El suelo se desmenuza fácilmente y se vuelve granular con la cal.
El aumento del límite plástico y de la humedad óptima de
compactación facilitan su puesta en obra. El mezclado se realiza
habitualmente en dos etapas, con un tiempo de reacción
intermedio de 1 a 2 días. Los equipos modernos de mezclado “in
situ” disponen de un mezclador situado en la parte central de la
máquina. Esta cámara de mezclado puede tener unas barras de
impacto en su zona delantera para disgregar las partículas
gruesas, y una o dos compuertas de apertura regulable, y un
sistema de difusores para la distribución del agua, lechada o
aditivos de líquidos.
Sales (cloruro de sodio, El cloruro de calcio utilizado para la estabilización de la vía,
cloruro de calcio) proviene de la reacción del cloro con el hidrógeno, dando como
resultado un ácido clorhídrico de mayor pureza y por ende el
cloruro de calcio es la reacción química del ácido con la caliza
(carbonato de calcio); cuya propiedad fundamental, al ser
higroscópico, es absorber la humedad del aire y de los materiales
que le rodean, reduciendo el punto de evaporación y mejorando
la cohesión del suelo”
residuos o subproductos Los cementos más adecuados para estabilizar suelos son
industriales (escoria de aquellos que presentan un plazo elevado para que se puedan
alto horno, cenizas trabajar fácilmente, un moderado calor de hidratación y un lento
volantes) desarrollo de resistencia que minimice las fisuras de retracción.
Por ello son adecuados cementos con mayor contenido de
adiciones activas (escorias de horno alto, puzolanas naturales y
cenizas volantes), tales como los tipos CEM III, IV y V.
Respecto a las dosis, estas varían en función del compuesto. Así, el cloruro de
calcio se añade en 2% a los materiales de cemento. Los acelerantes sin cloru-
ros, por su parte, se deben añadir entre 500 y 2 mil ml por cada 100 kg de ma-
terial cementante. Se debe tomar en cuenta que los acelerantes reaccionan
prácticamente de inmediato. En el shotcrete provocan rigidez, fraguado y endu-
recimiento rápidos. Esto los hace ideales para obras que requieren altas resis-
tencias tempranas, como la profundización de pozos, o el colado en climas
fríos. Es importante saber que algunos acelerantes pueden aumentar la con-
tracción por secado y el agrietamiento. Por eso nunca debe usarse el cloruro
de calcio en concreto reforzado, concreto presforzado ni concreto curado a va-
por.
La Estabilización Térmica
En aquellos casos en los que los plazos de espera de las precargas sean,
según las estimaciones realizadas, demasiado largos, se estudiará la conve-
niencia de reducirlos mediante la disposición de drenes verticales o mechas
drenantes, hincadas a través del terreno blando a consolidar. Los drenes son
columnas de material permeable, instalados en suelos arcillosos compresibles
para drenarlos, recogiendo y expulsando el agua evacuada durante la consoli-
dación. Estos acortan el recorrido de agua, pues al drenaje vertical existente, se le suma
el drenaje horizontal o radial que crea este drenaje vertical. Ver figura 27
Figura 27: Colocación de drenes
Los drenes de mecha o simplemente mechas drenantes son los más utili-
zados. Las mechas drenantes son drenes prefabricados que se hincan en el te-
rreno y que permiten recoger el agua y conducirla, sin apenas pérdida de car-
ga, hacia el exterior. Normalmente el agua se recoge en una capa o tongada li-
bremente drenante, colocada a estos efectos en la superficie del terreno (base
de la precarga en su caso).
Respecto a los posibles parámetros para fijar los objetivos de los trata-
mientos de mejora del terreno: tiempos de espera para determinado grado de
consolidación o presiones intersticiales. En relación con algunos aspectos que
deben controlarse durante la ejecución de los tratamientos de mejora del te-
rreno: longitud hincada y espaciamientos, longitud externa de las mechas, es-
pesor de la capa drenante y granulometría de la capa drenante.
Las formas de clasificar los equipos son muy variadas, no obstante, una
de las más generalizadas consiste en la forma en que se entrega la energía de
compactación. El tamaño del equipo y la magnitud de la entrega unitaria de
energía constituyen otra forma de clasificación. En algunos países los equipos
son sometidos a la verificación de su aptitud por un organismo público
(Francia). Sin embargo, estas disposiciones han sido muchas veces
cuestionadas por fabricantes de otros países que encuentran en esta
certificación una forma de protección de la industria local.
Cuadro 3:
Clasificación de los equipos en la forma en que se entrega la energía de
compactación.
Figura 40: selección del tipo de maquinaria en función del tipo de suelo
En base a la figura 40, la clasificación del comportamiento del equipo:1
excelente, 2 bueno, 3 regular, 4 deficiente, 5 inadecuado.
Cuadro 4:
Ensayos de laboratorio para la compactacion
Estudio Tipo de Ensayos
Granulometría
Límites de resistencia
Clasificación Límites de liquido
del suelo Límites de plástico
Límites de contracción
Índice de plasticidad
Densidad de partículas solidas
Propiedades Humedad
físicas del Determinación de la densidad de muestras no
suelo perturbadas
Parámetros Índices de penetración
resistentes y Compresión no confinada
deformaciones Capacidad de soporte CBR
Ensayo triaxial
Ensayo de consolidación unidimensional
Según sean las propiedades que se deseen conocer acerca de los suelos
en estudio se podrán manejar muestras alteradas e inalteradas: Se consideran
muestras alteradas aquellas una vez son extraídas del terreno pierden la
condición de su estructura original. Normalmente son recolectadas por medios
de perforación y son almacenadas de manera tal que se conserve su humedad
natural o contenido de agua. Se consideran muestras inalteradas aquella que
son extraídas por métodos que hacen posible que se mantenga la estructura
natural de los suelos, como son la humedad natural, composición mineralógica
y la relación de poros o vacíos.
Cuadro 5:
Equipo para la determinación del contenido de humedad del suelo
Equipo Descripción
Horno de Secado Con capacidad para mantener temperaturas
constantes de 110 ± 5°c.
Los recipientes deben tener características
Recipientes de especiales como son: su material preferiblemente
muestreo aluminio o porcelana, que soporte altas temperaturas
y sea resistente a la corrosión por el contacto con la
humedad de las muestras. Deben estar marcados
con un código que facilite su identificación
Guantes contra altas O herramientas para manejar los recipientes.
temperaturas
Balanza de precisión Con precisión de 0,01 g, previamente calibradas
Herramientas Herramientas menores como son espátulas, trapos
menores de limpieza, seguetas, entre otros
Figura 42; Equipo para Ensayo de Humedad
Otros Factores
Temperatura: para mantener inalterada la humedad de la muestra los
sitios en donde se realizan los ensayos no deben tener variaciones de
temperatura mayores a ±4ºC, ni tampoco tener un contacto directo con
la luz solar.
Muestreo y Almacenamiento: El muestreo de un suelo es la etapa previa
al análisis y determinación de propiedades. Es probablemente la fase
más importante para la obtención de datos analíticos que puedan
considerarse seguros y poder hacer un dictamen verídico sobre el suelo
en análisis. Su almacenamiento debe garantizar que la muestra
conserve su humedad natural
El tamaño de la muestra que las especificaciones recomiendan está en
función del tamaño máximo de las partículas de la misma. A continuación, se
presentan los tamaños recomendados para las muestras de ensayos de
humedad:
El método del cono de arena fue utilizado por primera vez por el cuerpo
de ingenieros de U.S.A. y acogido por las normas ASTM y AASTHO, permite
determinar la relación entre la humedad y el peso unitario seco de los suelos y
cuyas condiciones deben ser adoptadas en el momento de llevar a cabo las
estructuras de suelos. La determinación de la densidad seca in-situ, realizada
por el método de cono y arena, se lleva a cabo para verificar que las
condiciones de compactación que se han fijado como optimas, se estén
cumpliendo en el terreno.
Si bien existen otros métodos para lograr tal fin como el balón de
densidad o el método nuclear, en la actualidad el método más usado es el de
cono y arena. Este se realiza en campo mediante una pequeña perforación de
forma cilíndrica y cuya exactitud y dimensiones exactas dependen en gran
medida del tipo de material.
Material y Equipo
Aparato Cono y Arena: Es un equipo compuesto por tres partes principales que
a continuación se explican de manera detallada:
Equipo menor: se debe contar como mínimo con un martillo y un cincel para
realizar la perforación, así como con una cuchara o cucharon para retirar la
totalidad del suelo y una brocha de mecha fina para manejar con precisión la
arena.
Balanza 1: balanza con capacidad de mínimo 10 kilogramos para llevar a cabo
la determinación de la constante del cono, la densidad de la arena y los pesos
propios de los materiales recuperados, con precisión de 1,0 g.
Balanza 2: balanza con capacidad de 1000 g para determinación de contenido
de humedad, con precisión de 0,1 g.
Horno: debe trabajar y mantener una temperatura de 110º ± 5ºC
Figura 46: Equipo para ensayo densidad cono y arena
Procedimiento de Laboratorio
Cálculos
Cuadro 6:
Cálculos del método cono y arena
Cálculo a Fórmula Variables
realizar
Ve: Volumen de la excavación
Mo: Peso inicial de aparato
cono y arena lleno
Volumen de M1: Peso de aparato cono y
excavación arena después de dejar fluir
hasta parar
Cc: Constante del cono
Ρ: Densidad de la arena
W (%): Porcentaje de humedad
Contenido de del suelo
humedad del Wh: Peso húmedo de la
suelo muestra para humedad +
recipiente
Ws: Peso seco demuestra para
humedad + recipiente
Wr: Peso del recipiente
W seco: peso seco del suelo de
excavación
Masa Seca W hum: peso húmedo del suelo
del Suelo de excavación
w: Contenido de humedad
ρ: Densidad seca in-situ
Densidad Wseco: Peso seco del suelo de
Seca In-Situ excavación
Ve: Volumen de la excavación
%C: Porcentaje de
compactación
Porcentaje de ρ: Densidad Seca in-situ
Compactación ρmax: Densidad Seca máxima
en laboratorio
Son geosintéticos para refuerzo con una estructura plana abierta fabrica-
das con polímeros de alta resistencia y durabilidad. Se protegen de los daños
mecánicos con un recubrimiento polimérico de PVC, suelen tener un refuerzo
biaxial con una apertura de malla rectangular. Se emplean con una función de
refuerzo y estabilización. Están fabricadas con polímeros resistentes y durade-
ros, con el objetivo de que, al interactuar con el suelo, complementen su resis-
tencia a la tensión. Gracias a la aplicación de las geomallas, entonces, un te-
rreno puede recibir cargas mayores y distribuir estas de manera uniforme, lo
que minimiza riesgos y optimiza la energía que se utiliza para transporte.
Ya desde la antigüedad se han utilizado refuerzos para este fin, pero los
materiales con los que se realizaban estaban muy lejos de la fiabilidad que pro-
porcionan las actuales geomallas, fabricadas principalmente en Poliéster y Po-
lietileno de alta densidad. Hay tres tipos diferentes de geomallas: Uniaxial, Bia-
xial y Triaxial. Cada uno está diseñado y fabricado para aplicaciones de cons-
trucción específicas con diversas resistencias a la tracción.
Goemalla Uniaxial
Geomalla Biaxial
Geomalla Triaxial
Campos de aplicación
Separación y estabilización de subrasantes.
Refuerzo de estructuras de pavimento.
Estructuras de contención en suelo reforzado.
Obras de protección hidráulica (Geobags, Geotextil Tubes)
Terraplenes sobre suelos blandos.
Preparación de la muestra
Para la realización de los cálculos son necesarios tanto los valores que se
obtuvieron del ensayo de resistencia uniaxial, como los datos iniciales de la
probeta de muestra tomados antes de iniciar la carga.
Datos de la muestra:
Contenido de humedad
Altura inicial (L0)
Diámetro (D0)
Peso (P)
La muestra de suelo (b) está colocada entre dos piedras porosas (a) para
permitir el drenaje superior e inferior de la muestra.
Primero se aplica una tensión de célula (σ3) que afecta a toda la muestra.
Por ello inicialmente: σ1 = σ3
Instrumentos y materiales
Preparación de la muestra
Probetas inalteradas: a los efectos de que los resultados obtenidos sean re-
presentativos, las muestras deben tener las siguientes características:
Diámetro de 38 mm.
Altura de 76 mm.
Se deben poder sacar cuatro probetas.
La muestra puede ser cúbica de 30 x 30 x 30 cm o un testi-
go de sondeo de 85 cm de diámetro.
El proceso de tallado se debe realizar en una cámara con
humedad relativa entre 90 y 95%.
Se deben registrar diámetro, altura y peso del cilindro.
Las muestras se enfundan en membranas de látex y se las
sella con discos de PVC para evitar pérdidas de humedad.
Procedimiento
Muestra Inalterada
Figura 66: círculo de Mohr tangente a la envolvente de esfuerzos con respecto a cada punto
en el plano
Un modelo de dos dimensiones para los valores que pueden adquirir los
esfuerzos principales, siendo σc el esfuerzo principal máximo a compresión, y σt
el principal mínimo a tensión del círculo de Mohr correspondiente. La zona ver-
de indica los puntos en los que este criterio indica que no hay falla.
Figura 68: La zona verde indica los puntos en los que este criterio indica que no
hay falla.
Despejando se tiene