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Impacto de la exposición prolongada a humos

La exposición prolongada a humos en el entorno laboral puede tener efectos perjudiciales


significativos en la salud de los trabajadores. A medida que los trabajadores inhalan
continuamente partículas y sustancias químicas presentes en los humos, se incrementa el riesgo de
experimentar una serie de consecuencias a largo plazo que pueden afectar su calidad de vida y
bienestar.

Enfermedades respiratorias crónicas: La inhalación constante de humos puede causar daño en los
pulmones a lo largo del tiempo. Esto puede dar lugar a enfermedades respiratorias crónicas como
la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), bronquitis crónica y asma. Estas afecciones
pueden limitar la capacidad respiratoria de un individuo y dificultar la realización de actividades
cotidianas.

Cáncer de pulmón: La exposición prolongada a humos que contienen sustancias carcinógenas,


como los humos de soldadura, el humo de tabaco y los humos industriales, puede aumentar el
riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. El riesgo es mayor en aquellos trabajadores que no
adoptan medidas de protección adecuadas.

Problemas cardiovasculares: Se ha demostrado que la exposición a humos está relacionada con un


mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades del corazón y accidentes
cerebrovasculares. Los componentes tóxicos de los humos pueden afectar negativamente el
sistema circulatorio y aumentar la presión arterial.

Irritación crónica de las vías respiratorias: La exposición a humos puede causar irritación constante
de las vías respiratorias, lo que se manifiesta en forma de tos crónica, secreción nasal, dolor de
garganta y dificultad para respirar. Estos síntomas pueden interferir en la calidad de vida de los
trabajadores.

Daño a órganos internos: Dependiendo de la composición de los humos y las sustancias químicas
involucradas, la exposición prolongada puede dañar otros órganos internos además de los
pulmones, como el hígado, los riñones y el sistema nervioso central.

Alergias y sensibilización: La exposición repetida a alérgenos presentes en los humos, como el


polvo de madera, puede desencadenar alergias respiratorias y condiciones similares, lo que puede
resultar en síntomas persistentes como estornudos, picazón y congestión nasal.

Protección respiratoria para humos: ¿Qué opciones existen?

Cuando se trata de proteger a los trabajadores de la exposición a humos en el entorno laboral, la


selección de medidas de protección respiratoria adecuadas desempeña un papel crucial. Dado que
los humos pueden variar ampliamente en composición y nivel de peligro, es esencial contar con
una variedad de opciones para garantizar la seguridad y la salud de los empleados.
Mascarillas respiratorias desechables: Estas máscaras son prácticas y de uso único, ideales para
trabajos breves o tareas ocasionales con bajos niveles de exposición a humos. Vienen en una
variedad de tipos, como las mascarillas N95, que filtran partículas y aerosoles en el aire.

Máscaras respiratorias reutilizables: Diseñadas para un uso prolongado, estas máscaras suelen
estar equipadas con filtros reemplazables. Proporcionan una protección más sólida y son
adecuadas para trabajadores que enfrentan exposición regular a humos o partículas nocivas.

Respiradores de media cara y cara completa: Estos dispositivos ofrecen una protección más
completa al cubrir la mitad o la totalidad del rostro del usuario. Son ideales para entornos donde la
exposición a humos es constante y potencialmente peligrosa.

Sistemas de suministro de aire: En lugares de trabajo con altos niveles de contaminación, como en
la industria química o la minería, se utilizan sistemas de suministro de aire. Estos proporcionan un
flujo constante de aire limpio al usuario, asegurando una protección óptima contra los humos y
contaminantes atmosféricos.

Equipos de protección motorizados (PAPR): Los PAPR son sistemas de protección respiratoria que
utilizan un ventilador para proporcionar un flujo de aire filtrado al usuario. Son cómodos de usar y
adecuados para trabajos en entornos donde la exposición a humos es intermitente.

Sistemas de escape de humos: En ciertas aplicaciones industriales, como la soldadura, se utilizan


sistemas de escape localizados para eliminar los humos en su origen. Esto reduce la exposición de
los trabajadores al minimizar la dispersión de humos en el ambiente.

Educación y entrenamiento: Además de las opciones de protección física, es esencial brindar a los
trabajadores la capacitación adecuada sobre la identificación de riesgos, el uso correcto de equipos
de protección y las prácticas seguras en el lugar de trabajo. La conciencia y el conocimiento son
pasos fundamentales en la protección contra la exposición a humos.

Además, en este post te ayudamos a elegir entre los diferentes tipos de filtros respiratorios, para
que escojas el más adecuado a tus necesidades.
Mascarillas de protección contra humos

Las mascarillas de protección son una de las soluciones más comunes y efectivas para proteger a
los trabajadores contra la exposición a humos en el ambiente laboral. Estas mascarillas actúan
como una barrera física que filtra partículas y aerosoles perjudiciales presentes en el aire, evitando
que sean inhalados por el usuario.

Las mascarillas de protección se clasifican en diferentes niveles de filtración, como N95, FFP2 y
FFP3, que ofrecen una mayor o menor capacidad de filtración. La elección del nivel adecuado
depende del tipo de humos y contaminantes presentes en el lugar de trabajo. Para que las
mascarillas sean efectivas, es esencial que los trabajadores estén adecuadamente capacitados en
su uso y mantenimiento. Esto incluye aprender a colocarse y quitarse las mascarillas
correctamente, así como el reemplazo del periódico de filtros y la inspección de daños.

Sin embargo, es importante recordar que no todas las mascarillas son iguales, y la elección
adecuada depende de la situación específica. Los obstáculos deben realizar evaluaciones de
riesgos y brindar a sus trabajadores el equipo de protección personal adecuado, asegurándose de
que estén protegidos de manera efectiva contra la exposición a humos y otros contaminantes del
aire.

En este artículo ampliamos la información sobre elementos de protección respiratoria específicos


para la soldadura.

Riesgo laboral de humos: Legislación y normativas


La protección de los trabajadores contra la exposición a humos peligrosos en el entorno laboral es
un aspecto fundamental de la salud y la seguridad en el trabajo. Para abordar este riesgo, se han
establecido numerosas legislaciones y normativas en diferentes países a nivel mundial. Estas
regulaciones tienen como objetivo garantizar que los obstáculos proporcionen un ambiente de
trabajo seguro y saludable, estableciendo estándares y pautas específicas para la gestión de la
exposición a humos. Aquí, presentamos una visión general de las principales regulaciones y leyes
relacionadas con la exposición a humos:

Normas de la OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional): En los Estados Unidos, la


OSHA establece regulaciones para proteger a los trabajadores de una amplia gama de riesgos
laborales, incluida la exposición a humos. La normativa 29 CFR 1910.1000, por ejemplo, establece
límites de exposición ocupacional para diversos contaminantes, incluidos los humos metálicos,
químicos y orgánicos.

Directiva Europea sobre Agentes Químicos (COMAH): En Europa, la Directiva sobre Agentes
Químicos Peligrosos (COMAH) establece regulaciones para el control de sustancias peligrosas en el
lugar de trabajo, lo que incluye la gestión de humos tóxicos y peligrosos. La Directiva establece
obligaciones para la identificación de riesgos, la evaluación y la gestión de la exposición a estas
sustancias.

Normas internacionales ISO: Las normas internacionales de la Organización Internacional de


Normalización (ISO) también proporcionan orientación sobre la gestión de riesgos ocupacionales,
incluida la exposición a humos. Por ejemplo, la norma ISO 10882-1 se centra en la evaluación de la
exposición a humos metálicos en la industria de la soldadura.

Normativas específicas por país: Muchos países tienen regulaciones específicas que se aplican a la
exposición a humos en sectores y situaciones particulares. Estas regulaciones pueden variar en
términos de límites de exposición, requisitos de monitoreo, equipos de protección personal y
medidas de control.

Requisitos de etiquetado y hojas de datos de seguridad: Las regulaciones también pueden exigir el
etiquetado adecuado de productos químicos y la disponibilidad de hojas de datos de seguridad
para que los trabajadores conozcan los riesgos asociados con los humos y cómo protegerse de
ellos.

Responsabilidades del empleador

Los obstáculos tienen la responsabilidad legal y ética de garantizar un entorno de trabajo seguro y
saludable para sus empleados. Esto incluye la gestión de la exposición a humos y otros riesgos
ocupacionales.

Identificación y evaluación de riesgos: El empleador debe llevar a cabo evaluaciones regulares de


riesgos para identificar las fuentes de humos en el lugar de trabajo y determinar su naturaleza y
nivel de peligrosidad. Esto incluye la identificación de sustancias químicas específicas presentes en
los humos y la medición de los niveles de exposición.

Implementación de medidas de control: Basándose en la evaluación de riesgos, el empleador debe


implementar medidas de control adecuadas para minimizar o eliminar la exposición a humos
peligrosos. Esto puede incluir la instalación de sistemas de ventilación, la provisión de equipos de
protección personal, la adopción de prácticas de trabajo seguras y la implementación de sistemas
de extracción de humos.

Proporcionar equipo de protección personal (EPP): Cuando sea necesario, el empleador debe
proporcionar a los trabajadores equipos de protección personal, como mascarillas, respiradores,
gafas de protección y ropa de trabajo adecuada. También debe capacitar a los empleados en el uso
correcto de estos equipos y asegurarse de que estén en buen estado de funcionamiento.

Monitoreo y seguimiento: Se debe establecer un programa de monitoreo continuo para medir los
niveles de exposición a humos en el lugar de trabajo y garantizar que se cumplan los límites
legales. Además, el empleador debe llevar registros precisos de estas mediciones y realizar un
seguimiento de la salud de los trabajadores expuestos.

Educación y capacitación: Los obstáculos deben proporcionar a los trabajadores información y


capacitación adecuada sobre los riesgos asociados con la exposición a humos y las medidas de
seguridad necesarias. Esto incluye la formación en el uso de EPP, prácticas de trabajo seguras y la
identificación de señales de advertencia.

Cumplimiento de regulaciones: El empleador debe cumplir con todas las regulaciones y normativas
aplicables relacionadas con la exposición a humos en el lugar de trabajo. Esto incluye el
seguimiento de los límites de exposición ocupacional y la implementación de medidas adicionales
si es necesario.

Fomentar una cultura de seguridad: Es fundamental que el empleador promueva una cultura de
seguridad en el lugar de trabajo, donde los trabajadores se sientan empoderados para informar
sobre problemas de seguridad, sugerir mejoras y participar activamente en la prevención de
riesgos.

Evaluación y revisión continua: Las medidas de control y los procedimientos de seguridad deben
ser evaluados y revisados periódicamente para garantizar su eficacia continua. Los cambios en las
operaciones o la introducción de nuevas sustancias químicas deben ser tenidos en cuenta en las
evaluaciones de riesgos.

Medidas preventivas y de respuesta ante exposiciones peligrosas

La protección de los trabajadores contra la exposición a humos peligrosos y otras sustancias


contaminantes es fundamental para garantizar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo. Aquí,
se propone una serie de medidas preventivas y de respuesta que los procedimientos pueden
implementar para reducir al mínimo los riesgos relacionados con la exposición a humos:

Medidas Preventivas
Evaluación de riesgos: Realiza evaluaciones periódicas de riesgos para identificar las fuentes de
humos peligrosos y determinar la magnitud de la exposición. Esto ayudará a identificar áreas
críticas que requieren atención.

Control de ingeniería: Implementar sistemas de extracción localizada y ventilación adecuados para


eliminar o reducir los humos en su origen. Asegúrate de que estos sistemas estén diseñados y
mantenidos correctamente.

Sustitución de sustancias peligrosas: Donde sea posible, reemplaza las sustancias químicas
peligrosas por alternativas más seguras o menos tóxicas. Esto puede reducir significativamente los
riesgos de exposición.

Equipo de protección personal (EPP): Proporciona a los trabajadores EPP adecuado, como
mascarillas, respiradores, gafas de protección y ropa de trabajo especializada. Capacita a los
empleados en el uso correcto y la limpieza de estos equipos.

Educación y capacitación: Ofrece a los trabajadores capacitación regular sobre los riesgos
asociados con la exposición a humos y las prácticas de trabajo seguras. Asegúrate de comprender
las señales de advertencia y saber cómo responder a situaciones de emergencia.

Medidas de respuesta

Plan de respuesta a emergencias: Desarrolla un plan de respuesta a emergencias que incluya


procedimientos específicos para situaciones de exposición a humos peligrosos. Asegúrate de que
los trabajadores conozcan el plan y sepan cómo actuar en caso de una emergencia.

Monitoreo y vigilancia: Establece un programa de monitoreo regular para medir los niveles de
exposición a humos en el lugar de trabajo. Realiza un seguimiento de la salud de los trabajadores
expuestos y presenta exámenes médicos periódicos.

Investigación de incidentes: Lleva a cabo investigaciones exhaustivas de cualquier incidente


relacionado con la exposición a humos. Identifica las causas subyacentes y toma medidas
correctivas para prevenir futuros incidentes.

Reporte y documentación: Establece un sistema de reporte de incidentes y asegúrate de que los


trabajadores informen de cualquier exposición potencial o incidente relacionado con los humos.
Mantén registros detallados de estos informes y de las medidas tomadas.

Capacitación de primeros auxilios: Capacita a ciertos trabajadores en técnicas de primeros auxilios


para que puedan proporcionar asistencia inmediata en caso de exposición a humos. Asegúrate de
que haya acceso a kits de primeros auxiliares adecuados.

Comunicación efectiva: Mantén una comunicación abierta y efectiva con los trabajadores sobre los
riesgos, las preventivas y los procedimientos de respuesta a emergencias. Fomenta una cultura de
seguridad donde los trabajadores se sientan cómodos informando sobre problemas.

Formas de minimizar la exposición a humos en el trabajo


La exposición a humos en el lugar de trabajo puede ser peligrosa para la salud de los trabajadores.
Para proteger a los empleados y mantener un ambiente laboral seguro, es esencial implementar
estrategias efectivas para minimizar la exposición a humos.

Evaluación de riesgos: Realiza una evaluación exhaustiva de los riesgos para identificar las fuentes
de humos en el lugar de trabajo y determinar su composición y nivel de peligrosidad. Esto
proporciona la base para la toma de decisiones informada.

Control de ingeniería: Prioriza la implementación de medidas de control de ingeniería para


eliminar o reducir la generación de humos en su origen. Esto puede incluir sistemas de extracción
localizada, ventilación mejorada y cambios en los procesos de trabajo para reducir la liberación de
humos.

Sustitución de sustancias: Donde sea posible, sustituye sustancias químicas peligrosas por
alternativas menos tóxicas o no tóxicas. Esto puede reducir significativamente la exposición a
humos y mejorar la seguridad en el lugar de trabajo.

Equipos de protección personal (EPP): Proporciona a los trabajadores EPP adecuados, como
mascarillas, respiradores, gafas de protección y ropa de trabajo especializada, según sea necesario.
Asegúrate de que los trabajadores sepan cómo usarlos correctamente y manténgalos en buen
estado de funcionamiento.

Ventilación: Implementa sistemas de ventilación adecuados que renueven el aire en el lugar de


trabajo y reduzcan la concentración de humos. Asegúrate de que estos sistemas estén diseñados,
instalados y mantenidos adecuadamente.

Buenas prácticas de trabajo: Establece y promueve prácticas seguras de trabajo que minimicen la
generación y dispersión de humos. Capacita a los trabajadores en la manipulación adecuada de
sustancias que puedan generar humos peligrosos.

Monitoreo y medición: Realiza un seguimiento regular de los niveles de exposición a humos en el


lugar de trabajo mediante monitoreo ambiental y personal. Utiliza esta información para ajustar las
medidas de control según sea necesario.

Educación y capacitación: Proporciona capacitación continua a los trabajadores sobre los riesgos
asociados con la exposición a humos y las medidas de seguridad. Asegúrate de comprender cómo
identificar señales de advertencia y responder a situaciones de emergencia.

Plan de respuesta a emergencias: Desarrolla un plan de respuesta a emergencias que incluya


procedimientos específicos para situaciones de exposición a humos peligrosos. Asegúrate de que
todos los trabajadores conozcan el plan y sepan cómo actuar en caso de una emergencia.

Evaluación continua: Realiza evaluaciones periódicas de riesgos y revise periódicamente las


medidas de control para garantizar su eficacia continua. Ajusta las estrategias según sea necesario
para abordar los cambios en las operaciones o en las sustancias utilizadas.

Prácticas laborales seguras


La implementación de prácticas laborales seguras es fundamental para reducir el riesgo de
exposición a humos peligrosos y garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores.

Conocimiento y conciencia: Los trabajadores deben estar informados y conscientes de los riesgos
asociados con la exposición a humos en su entorno laboral. Esto incluye conocer las sustancias
químicas presentes, los peligros asociados y las señales de advertencia.

Uso adecuado de EPP: Utiliza el equipo de protección personal (EPP) proporcionado de manera
adecuada y consistente. Asegúrate de que las mascarillas, respiradores, gafas de protección y ropa
de trabajo estén en buen estado de funcionamiento y sean reemplazados según sea necesario.

Ventilación y extracción: Trabaja en áreas bien ventiladas o utilice sistemas de extracción


localizados siempre que sea posible. Estos sistemas ayudan a eliminar los humos en su origen y
reducir la exposición.

Buenas prácticas de trabajo: Sigue las prácticas de trabajo seguras establecidas por su empleador.
Esto puede incluir procedimientos específicos para manipular sustancias químicas y realizar tareas
que generen humos.

Higiene personal: Lava las manos y el cuerpo adecuadamente después de trabajar con sustancias
químicas o en áreas con humos. Evita tocarte la cara, los ojos o la boca mientras esté en el lugar de
trabajo.

Almacenamiento seguro: Almacena las sustancias químicas de manera segura y de acuerdo con las
regulaciones aplicables. Evita el almacenamiento de productos químicos cerca de fuentes de calor
o ignición.

Etiquetado y señalización: Presta atención a los etiquetados y señales de seguridad en las


sustancias químicas y en las áreas de trabajo. Cumple con las indicaciones y advertencias
proporcionadas.

Educación y capacitación continua: Manténte actualizado sobre los riesgos y las medidas de
seguridad en el trabajo a través de capacitación regular. Aprende a reconocer los síntomas de
exposición a humos y saber cómo reportar problemas de seguridad.

Comunicación: Fomenta una comunicación abierta y efectiva con los supervisores y colegas sobre
los riesgos y las preocupaciones relacionadas con los humos en el trabajo. Reporta cualquier
incidente o exposición potencial.

Respecto a los límites de exposición: Cumple estrictamente con los límites legales de exposición
ocupacional establecidos por las regulaciones. No comprometas tu seguridad ni la de sus
compañeros al exponerse a niveles peligrosos de humos.

Primeros auxilios: Capacita a algunos trabajadores en técnicas de primeros auxilios para que
puedan brindar asistencia inmediata en caso de exposición a humos. Asegúrate de que haya
acceso a kits de primeros auxiliares adecuados.
Participación activa: Involúcrate activamente en la promoción de una cultura de seguridad en el
lugar de trabajo. Contribuye con ideas para mejorar las medidas de seguridad y comparta su
conocimiento con otros.

Formación y concienciación de los trabajadores

La formación y la concienciación de los trabajadores desempeñan un papel fundamental en la


creación de un entorno de trabajo seguro, especialmente cuando se trata de riesgos relacionados
con la exposición a humos y sustancias peligrosas.

Conocimiento de los riesgos: La educación proporciona a los trabajadores el conocimiento


necesario para identificar los riesgos asociados con la exposición a humos en su entorno laboral.
Comprender los peligros potenciales es el primer paso para evitar la exposición y minimizar los
riesgos.

Adopción de medidas de seguridad: La formación capacita a los trabajadores para seguir prácticas
de trabajo seguras y utilizar correctamente el equipo de protección personal (EPP). Saber cómo
usar máscaras, respiradores, gafas de protección y otros EPP de manera adecuada puede marcar la
diferencia en la prevención de la exposición.

Identificación de señales de advertencia: Los trabajadores educados son capaces de reconocer


señales de advertencia, etiquetados y señalizaciones relacionadas con sustancias químicas y
humos peligrosos. Esto les permite tomar medidas inmediatas cuando se enfrenta a situaciones de
riesgo.

Participación activa: Los trabajadores educados se convierten en participantes activos en la


promoción de la seguridad en el lugar de trabajo. Pueden contribuir con ideas, identificar
problemas potenciales y colaborar con sus compañeros para mejorar las medidas de seguridad.

Reporte de incidentes: La formación también incluye la capacitación en cómo reportar incidentes y


exposiciones potenciales. Cuando los trabajadores están informados sobre cómo comunicar
problemas de seguridad, se pueden abordar y corregir más rápidamente.

Cambio de comportamiento: La concienciación sobre los riesgos puede influir en el


comportamiento de los trabajadores en el lugar de trabajo. Cuando entienden los riesgos y las
consecuencias, están más motivados para seguir prácticas seguras y tomar precauciones.

Reducción de accidentes: Una fuerza laboral educada y consciente tiende a experimentar menos
accidentes y lesiones relacionadas con la exposición a humos. Esto no solo protege la salud de los
trabajadores, sino que también reduce los costos asociados con la atención médica y la pérdida de
productividad.

Cumplimiento de regulaciones: La formación ayuda a garantizar que los trabajadores y los


trabajadores cumplan con las regulaciones y normativas relacionadas con la exposición a humos en
el lugar de trabajo. El incumplimiento de estas regulaciones puede dar lugar a sanciones legales y
multas.
Cultura de seguridad: La educación y la concienciación contribuyen a fomentar una cultura de
seguridad en el lugar de trabajo, donde todos los empleados valoran la protección de la salud y la
seguridad de sus compañeros y están comprometidos con prácticas seguras.

Monitorización y control de la calidad del aire

La monitorización y el control de la calidad del aire en el lugar de trabajo son aspectos cruciales
para garantizar un entorno laboral seguro y saludable, especialmente cuando se trata de la
exposición a humos y sustancias peligrosas.

El primer paso es identificar las fuentes de contaminación del aire en el lugar de trabajo, que
pueden incluir humos metálicos, químicos, partículas en suspensión u otras sustancias peligrosas.
Se deben llevar a cabo mediciones regulares de la calidad del aire en áreas críticas para determinar
la concentración de contaminantes. Esto se logra mediante la instalación de equipos de monitoreo,
como sensores y medidores de partículas, que registran los niveles de exposición. Además del
monitoreo ambiental, algunos trabajadores pueden requerir monitores personales de exposición
para evaluar su exposición individual a humos y sustancias peligrosas. La monitorización de la
calidad del aire debe ser un proceso continuo. Se deben realizar evaluaciones regulares y ajustar
las medidas de control según sea necesario en función de los cambios en las operaciones o la
introducción de nuevas sustancias.

Conclusión: Creando un entorno laboral seguro frente a humos

En el transcurso de este artículo, hemos explorado en detalle la exposición a humos en el lugar de


trabajo, un riesgo ocupacional que puede tener serias implicaciones para la salud de los
trabajadores. Hemos destacado la importancia de comprender la naturaleza de los humos, sus
tipos comunes, las consecuencias a largo plazo de la exposición y las medidas preventivas para
minimizar los riesgos. Además, hemos abordado la relevancia de la legislación y la responsabilidad
de los empleadores en la protección de los empleados.

En resumen, crear un entorno laboral seguro frente a humos es una responsabilidad compartida
entre trabajadores y empleados. La identificación y evaluación de riesgos, la implementación de
medidas de control de ingeniería, la promoción de prácticas laborales seguras y la capacitación
continua son componentes esenciales para la prevención de la exposición a humos peligrosos.

Objetivos y funciones
1. llevar a cabo la gestión integral del riesgo en incendios que comprende:
2. a) Análisis de la amenaza de incendios.
3. b) Desarrollar todos los programas de prevención.
4. c) Atención de incidentes relacionados con incendios.
5. d) Definir, desarrollar e implementar programas de mitigación.
6. e) Llevar a cabo los preparativos tanto en los cuerpos de bomberos, como
en la comunidad y todas las instalaciones de personas de derecho público
y privado para garantizar la respuesta oportuna, eficiente y eficaz.

2. Adelantar los preparativos, coordinación y la atención en casos de


rescates, tanto en los cuerpos de bomberos, como en la comunidad y en
todas las instalaciones de las personas de derecho público y privado, de
acuerdo con sus escenarios de riesgo.

3. Adelantar los preparativos, coordinación y la atención de casos de


incidentes con materiales peligrosos, tanto en los cuerpos de bomberos,
como en la comunidad y en todas las instalaciones de las personas de
derecho público y privado, de acuerdo con sus escenarios de riesgo.

4. Investigar las causas de las emergencias que atienden y presentar su


informe oficial a las autoridades correspondientes.

5. Servir de organismo asesor de las entidades territoriales en temas


relacionados con incendios, rescates e incidentes con materiales
peligrosos y seguridad humana.

6. Apoyar a los comités locales de gestión del riesgo en asuntos bomberiles.

7. Ejecutar los planes y programas que sean adoptados por las instituciones
de los bomberos de Colombia.

Parágrafo. Las anteriores funciones serán cumplidas en atención a los


estándares y parámetros aprobados por la junta nacional de bomberos.

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