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La Figura operativa del analista de incendios forestales en España

Technical Report · February 2011

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Domingo Miguel Molina Terrén Marc Castellnou


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Federico Grillo
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Actualizada a 2011

La Figura operativa del analista de incendios forestales *


Por Domingo M. Molina Terrén, Marc Castellnou Ribau y Federico Grillo Delgado
DOI: 10.13140/RG.2.1.1736.2080

1.- El Analista en España


En España, la Figura Operativa del analista de incendios forestales, nace en Cataluña en el
año 1999. A raíz del Gran Incendio Forestal del Solsonès del verano de 1998 (27.000 ha) se
decide mejorar el dispositivo de Bombers desde el Puesto de Mando Avanzado con este puesto
operativo. La formación inicial fue implementada según la formación de los analistas del U.S.
Forest Service en dos conceptos fundamentales: Análisis CPS (Campbell, 1992) y Análisis
Numérico o basado en simuladores y Sistema de Información Geográfica SIG (Finney 1998 y
Finney et al.1997). La primera de estas con metodologías de trabajo eminentemente prácticas,
rápidas y de uso en incendios (trabajo de campo en incendios) y la segunda como planificación
(trabajo de gabinete fuera de la emergencia).
Desde Cataluña y gracias al Grupo de Refuerzo en Actuaciones Forestales (GRAF) de
Bombers y la Universidad de Lleida se extiende en 2002 a la isla de Gran Canaria. En estos
dispositivos (Cataluña y Gran Canaria) aparece esta figura en la relación de puestos de trabajo con
el empleo de Analista.. En otras Comunidades Autónomas también se ha ido implementando esta
figura aunque con otra denominación en la Relación de puestos de Trabajo (RPT), como en
Aragón, en Castilla La Mancha, Baleares y Consorcio de Bomberos de Valencia. En la mayoría de
los casos, lo hace con el término de Técnico de Apoyo a la Dirección de Extinción (DE).

2.- Justificación del puesto


Aunque puede parecer en principio que la denominación del nombre es intrascendente,
(Analista, Técnico de Apoyo, Jefe de Planificación, etc) es necesario dejar muy clara la
potencialidad de este elemento técnico y por tanto las ventajas y sus atribuciones recomendadas
allá donde ya se usa. Es necesario por tanto, aclarar toda discusión nominal con argumentos de
peso. ¿Porqué el término Analista?:
- Primero, porque el correcto análisis de la propagación de un incendio forestal es un
requisito fundamental para la seguridad del personal y para la eficacia sobre el control
de unos incendios cada vez más complejos. La simple potencialidad o no de una
emergencia de este tipo puede marcar la diferencia entre colapso del sistema por
infravaloración en el envío de recursos (el incendio se escapa) o colapso del sistema por
sobrevaloración y simultaneidad de eventos (un incendio inical con muchos medios y
otro con pocos). Pero además la figura de un analista es especialmente importante en los
incendios de una cierta entidad o tamaño o simplemente con cierta virulencia y riesgo
importante en las operaciones. Es típico observar en muchos dispositivos al personal
técnico demasiado atareado gestionanado medios en el Puesto de Mando, cuyo gracioso
símil sería el de un “hombre orquesta” (toca muchos instrumentos a la vez). El Director
de Extinción suele atender dos emisoras, teléfono y debe coordinarse allí con muchos
responsables, con lo que no le queda tiempo para ver el incendio en su generalidad.
- En segundo lugar, toda tarea importante (como hemos dicho antes que es la de este
análisis) requiere una dignificación; esto es un nombre con solera para ese puesto de
trabajo que ha de distinguirse de otros de distinta función y relevancia. Nosotros
consideramos que los técnicos provenientes de la extinción, en muchos dispositivos

*
Domingo M. Molina Terrén, Marc Castellnou Ribau y Federico Grillo Delgado
desterrados a la redacción de proyectos y dirección de obras cuando ya no son tan
jóvenes (como sucede con los técnicos de brigadas helitranportadas) son personal muy
válido, con experiencia y con una buena base para formarse y posteriormente trabajar
como analistas evitando así la pérdida de toda su saber hacer (Quesada et al. 2008).
- Y, en tercer lugar, aunque muy relacionado con el anterior, para incentivar y afianzar
esta nueva actividad (la de analista) se requiere una estandarización del lenguaje a
emplear para poder avanzar en estructuras como las administrativas que si no, no
evolucionan adecuadamente, siendo lo más fácil siempre mantenerse sin cambios. Por
ello, llamemos a las cosas por su nombre o incluso por el mejor de sus nombres posibles
y que a nuestro juicio es el de Técnico Analista. Que es una manera abreviada de
técnico analista de la propagación del incendio forestal (que evidentemente resultaría
muy largo. Así, tenemos el puesto de trabajo de Analista de Incendios Forestales cuya
principal ventaja es la de ser un experto en propagación del incendio forestal y en la
optimización de estrategias según tipologías prestablecidas.
-
3.- El analista en el dispositivo
Por todo lo visto anteriormente, recomendamos la generalización del puesto de Analista de
Fuegos Forestales en los dispositivos contra incendios (GRILLO et al. 2008, MOLINA et al. 2007).
A nuestro entender, este es un puesto de trabajo que mejora notablemente la gestión de los
incendios del siglo XXI con procedimientos más eficaces y más seguros, basados en el mejor
conocimiento disponible (científico y técnico) de cómo se comportan y propagan los fuegos
forestales, qué efectos tienen, qué dificultades aparecen en su control perimetral y un uso en
maniobras especializadas como son los contrafuegos o fuego técnico.
Sería de desear que no se produzcan más atrapamientos de bomberos forestales debido a lo
que algunos han llamado “olas de fuego imprevistas” y que muchas veces no han sido otra cosa
que o bien una falta de seguimiento de los protocolos de seguridad (LACES-OCEL, etc.) o bien
una falta de previsión (anticipación) de un cambio lógico de la meteorología o del comportamiento
del fuego en un sitio que debería haberse identificado antes como crítico, no seguro.
La seguridad se ha protocolizado para la entrada y combate del fuego desde hace años, como
el mencionado LACES norteamericano, aquí conocido como OCEL. Otros pueden derivarse de la
aplicación de los conceptos explicados Grillo et al (2008) como son CPSL y Zona del Hombre
Muerto. Estos últimos llevan menos tiempo entre nosotros pero son muy buenos complementos al
protocolo LACES. Ahora bien, demandan una mayor formación, una más detallada lectura de los
elementos y, por último, un cuidadoso análisis de la emergencia por incendios forestales, justo lo
que se le supone al analista.
Por otra parte en la actualidad, el ámbito de los servicios de emergencia contra incendios
forestales no se circunscribe únicamente a la extinción en meses estivales y a unas actuaciones, en
ocasiones no lo suficientemente razonadas, sobre el combustible forestal el resto del año. Ahora,
necesitamos: Primero, un enfoque coste-eficiencia en nuestras acciones. Para esto, un buen
análisis del comportamiento del fuego será imprescindible. Y, segundo, toda una batería de
conocimientos multidisciplinares. Entre ellos, la gestión de combustibles mediante el uso del
fuego técnico (quemas prescritas, contrafuegos, quemas de ensanche, quemas de definición de
perímetro,…), el entender el papel del fuego dentro de los ecosistemas (estudio del régimen de
incendios y piroecología de las especies), o el estudio del comportamiento del fuego (tipologías de
propagación de incendios, simuladores de la propagación espacial del fuego, meteorología de
incendios, incendios históricos, diseño de infraestructuras de defensa contra incendios, vigilancia
y movilización, etc.).

4.- El trabajo de un Analista


El trabajo del analista requiere, entre otras cosas, una liberación de las tareas de dirección del
operativo de extinción y tener el suficiente de tiempo para observar el incendio. Demanda unas
buenas dotes de observación, una buena vision espacial. Requiere la participación en muchos
incendios; no vale con uno o dos de poca envergadura al año. Como ya se mencionó, un colectivo
que podría más fácilmente que otros adquirir esta formación son los ténicos de brigadas
helitransaportadas (Quesada y otros 2007 y Quesada y otros 2008) ya que poseen la suficiente
experiencia en la observación de incendios y desde el aire y fácilmente poseen la capacidad para
tener la generalidad del incendio en su cabeza.
4.1.- Las competencias que debe desempeñar en cuanto a “extinción” de incendios
pueden ser:
1.- Asesoramiento al Director de Extinción sobre el potencial, oportunidades y
alternativas existentes. Esto libera al DE de una continua observación del incendio
pudiendo centrarse en la gestión de medios. Por otra parte, en el peor de los casos puede
validar las operaciones propuestas por las diferentes unidades. Así, si el jefe de
seguridad, (por ej. la Guardia Civil) a la hora de establecer el corte carreteras o
evacuación de viviendas puede recibir información del analista sobre superficies
potenciales y planificar los trabajos de forma más segura, dado no se le supone esa
capacidad.
2.- Dirección estrategica de equipos. El analista puede ejecutar actuaciones complejas
como Jefe de Operaciones cuando así se organice desde el Puesto de Mando. Es por
tanto habitual que las operaciones como las de contrafuegos sean ordenadas por el
analista directamente en campo.
3.- Seguimiento a diario de la campaña. El analista para ser un experto debe estar al
tanto de las incidencias relacionadas con el dispositivo, servicios despachados,
meteorología pasada, presente y futura, situación de los combustibles, etc., e ir
relacionando todo lo anterior con los incendios que se vayan desarrollando durante la
campaña, incluso los de zonas vecinas. De esta manera en aquellos dispositivos
flexibles se pueden movilizar medios en función de las potencialidades. La tarea
habitual de un analista pudiera ser:
- Revision de meteo.
- Revision de cada incendio.
- Vision de la evolución del comportamiento del fuego.
- Briefing (despacho de la situación meteorológica y de equipos) diario con los
Directores de Extinción de guardia.
- Debriefing (despacho del análisis posterior y lecciones aprendidas) de cada incendio
con intervinientes.
4.- Formación del personal del dispositivo. También puede mejorar en los periodos
entre incendios mediante charlas, prácticas, simulacros (de campo o de despacho) la
capacidad de los diferentes empleos que forman las unidades contraincendios. Será
crucial aquí que estos sepan para que sirve un analista, como puede contribuir a la
mejora del sistema y de que manera se puede colaborar con él para que el trabajo se
optimice.
Ejemplo: Incendio en Torre Fontaubella, Tarragona, Septiembre del 2007
- Supercie final 425 ha
- Superficie potencial prevista a las 12 horas: 4752 ha
Función realizada por el analista:
- Antes incendio:
Repasar la meteorologia y proyectar posibles comportamientos predichos para el dia.
- Primer Ataque:
Despacho mediante requerimiento y llegada al servico a los 48 minutos.
Asesora a los primeros medios en la zona sobre posición y prioridad. Maximizar la
seguridad de las unidades informando de los riesgos que corren.
Asesora al Director de Extinción sobre estrategias recomendadas y otras alternativas,
estableciendo costes en terreno y recursos de cada una. Finalmente será el Director de
Extinción quien decida.
- Ataque Ampliado:
a) El incendio salta la contención prevista en el primer ataque.
Identificar puntos criticos y dimensionar una respuesta con el Director Extinción
ajustando la planificación con lo aprendido en la fase anterior.
Dirigir y ejecutar maniobras de fuego técnico (quemas de ensanche, de redirección del
fuego, contrafuegos).
Asumir la coordinación general mientras el Director de Extinción se reune con los
políticos.
b) El incendio entra en fase crítica.
El analista convoca reunion de coordinación para reorientar el plan de extinción.
Se propone nueva estrategia.
c) El incendio entra en fase de control.
El analista sigue observando el incendio buscando posibes fallos y previendo sus
comportamientos.
Se pide información meteo del dia siguiente y se relaciona con las labores de
liquidación priorizando los trabajos en zonas sensibles al reinicio.
- Estadística de interés:
En este incendio el analista trabajó con un equipo de 3 personas (apoyos al analista) y:
Se dieron 18 vueltas al incendio por tierra en vehículos ligeros.
Se sobrevoló 3 veces el perímetro del incendio.
Se han reunido 5 veces con coordinación
Se han realizado 178 llamadas telefónicas
Se han recibido 299 sms
4.2.- Las competencias que debe desempeñar en cuanto a “prevención” de incendios
pueden ser:
1.- Planificación. Redacción o dirección de proyectos y todo tipo de planes para la defensa
de infraestructuras, puntos sensibles, zonas estratégicas, etc. dimensionándolas en función de una
meteorología tipo, que podrá ser validada luego en caso de incendio.
2.- Ejecución de proyectos. Dirección de obras selvícolas de los proyectos anteriores
redactados por él mismo u otros.
3.- Jefe de obra. Dirección de equipos de trabajo. En este caso cabe destacar que el analista
de incendios es ideal para la ejecución de quemas prescritas como herramienta que abarata costes
y mejora el nivel de conocimiento y trabajo sobre el fuego del personal.
4.- Docencia en la formación. Como experto en fuegos tiene la capacidad de diseñar planes
específicos formativos para cada empleo e impartirlos si posee las dotes personales necesarias
como docente.
5.- Asesor en la preparación de la campaña. Las campañas de incendios se inician para las
administraciones competentes en materia de incendios forestales con una preparación que va
desde el acondicionamiento de puestos de vigilancia, mejora de parques, pistas, puntos de agua,
helipistas, etc., hasta la compra de vehículos, materiales, vestuario o los tan necesarios
cuadrantes, protocolos, campañas de divulgación, etc. En todas estas acciones la figura del
analista puede ser una inestimable ayuda como asesor.

5.- Formación de un Analista


A nuestro juicio un analista debe tener bastante experiencia en fuego real, tanto en fuego
prescrito (quemas) como en incendios. No se trata de poseer campañas sino horas de fuego.
Aparte debe dominar una serie de doctrinas necesarias para completar las diferentes labores a
realizar. La formación recomendable es:
1.- Fisica i comportamiento del fuego. Debe poseer profundos conocimientos en estas
materias. Esto se consigue mediante formación avanzada y la observación de abundantes fuegos.
Un buen campo de experimentación es la quema prescrita, observando los fenómenos a nivel de
llama se aprende muchísimo sobre esto.
2.- Dinámica ecosistemas forestales. Saber que papel juega el fuego en el territorio a
gestionar es fundamental para determinar el qué y el cómo hacer. Esto se consigue mediante la
formación, la experimentación y una constante revisión de los resultados obtenidos a corto,
medio y largo plazo, tanto en incendios como en quemas. Acompañar a dicha práctica con
estudios científicos rigurosos puede ser una muy buena vía de consecución de objetivos.
3.- Formación y experiencia en el combate de fuegos en puestos operativos de la extinción
de incendios. Es necesario que el analista vea fuegos como mencionamos anteriormente y además
es necesario que haya trabajado previamente en otros puestos como bombero, mando u otros.
Esto le dará la capacidad de valorar realmente el coste de cada trabajo y que sus propuestas
tengan la base suficiente. Se recomienda un mínimo de 1000 horas de fuego siendo
recomendables por encima de las 4000 horas.
4.- Experiencia tutorada. Aunque no siempre es posible se recomiendan unas 1000 horas de
análisis de incendio tutorado junto a otro analista.
5.- Conocimientos informáticos y en sistemas de información geográfica (SIG) así como una
gran capacidad de orientación y movimiento sobre el terreno.
6.- Conocimientos y habilidades para la conducción todo terreno. Debido a la necesidad de
recorrer el territorio rastreando y reconociendo constantemente el terreno, en ocasiones por sitios
con riesgo, debe saber desenvolverse adecuadamente con una conducción extrema si fuera
necesario.
6.- Conocimentos sobre medios aéreos. Deberá tener la capacidad de trabajar con ellos para
el reconocimiento del incendio, apoyo a las tácticas con fuego técnico, etc.
7.- Transmisiones. Deberá saber establecer una comunicación constante con los diferentes
agentes con los que se relaciona en el incendio (PMA, unidades, medios aéreos, etc).
8.- Otras doctrinas. Necesitará aprender constantemente sobre: meteorología, selvicultura,
nuevas tecnologías aplicadas a su profesión, materiales, herramientas y vehículos que el mercado
ofrece, etc.

6.- A modo de recapitulación


Los Grandes Incendios Forestales (GIF) se definen como aquellos que de manera continuada
muestran un comportamiento que queda fuera de la capacidad del sistema de extinción, ya sea por
las elevadas longitudes de llama, por las altas velocidades de propagación o por la presencia de
actividad de fuego de copas. Por actividad de copas entendemos que hay antorcheo importante
(que prenden muchas de las copas del arbolado) o incluso que es fuego pasivo de copas o fuego
activo. Tal como se definen estos términos en los modelos canadienses de propagación y como
están en el programa de simulación Farsite (Finney 1998). Los umbrales que los hacen GIF
quedan a criterio del servicio de extinción, pero proponemos los que a nosotros nos sirven hoy:
longitud de llama > 3m, velocidad de propagación > 2 km/h y actividad de copas igual o
mayor a fuego pasivo de copas. Estos incendios no son muy frecuentes pero son el problema
real, ya que calcinan enormes superficies en pocos días. Los números son elocuentes. En Canarias,
por ejemplo, el 99,3% son pequeños incendios forestales mientras que únicamente el 0,7% son
GIF (Grillo et al. 2008). Estos en cambio suponen el 75% del total de la superficie quemada en el
archipiélago. En Cataluña, el ataque directo a las llamas, harto utilizado hasta ahora, se ha visto
sustituido cada vez más por el empleo de ataques a distancia o indirectos, como el que se apoya en
contrafuegos y quemas de ensanche. Así, (en Cataluña) hemos pasado del 98% del perímetro
tratado con línea de agua, y 2% maquinaria del 1998 al 65% línea de agua, 12% herramientas
manuales, 19% quemas ensanche, y 4% de maquinaria y 65 de linia de agua, cosa que indica un
impcato del analista en la globalidad de la estructura.

7.- REFERENCIAS BILIOGRAFICAS


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European Project Fire Paradox - EFI Research Report nr. 23.“Fire Paradox”, Project no. FP6-018505,
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Hacia la profesionalización del sector.. IV International Wildland Fire Conference, Seville,
Spain - http://www.eufirelab.org/toolbox2/library/upload/2384.pdf
Quesada, C., Grillo, F., Pous, E. y Molina, DM. 2008. "The Helitransported Brigade Technician:
Toward Professionalization of the Sector" in Proceedings of the III International Symposium
on Fire Economics, Planning and Policy: Common Problems and Approaches. Carolina,
Puerto Rico,April 29 - May 2.(Compilated Armando González-Cabán)

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