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Fuerzas intermoleculares

Las fuerzas intermoleculares se caracterizan por mantener más de una molécula


unida. Por lo tanto, están relacionados con los enlaces químicos, que tienen el objetivo
de hacer que las moléculas se unan o se separen (Leguizamo, 2020)

Son las interacciones que existen entre moléculas, que se atraen o rechazan cuando
están juntas, produciéndose estás repulsiones o atracciones entre las cargas positivas
y negativas que se encuentran dentro de cada una de las moléculas. Las fuerzas
intermoleculares se dividen en tres:

 Interacciones dipolo-dipolo
 Fuerza de dispersión o fuerzas de London
 Interacciones por puentes de hidrógeno

Interacciones dipolo-dipolo
La interacción dipolo-dipolo es la observada entre un dipolo positivo de una molécula
polar con el dipolo negativo de otra. (Gónzales, 2010)
Cuando las moléculas polares se acercan entre sí, su orientación varía puesto que el
polo positivo de una de las moléculas se dirige o es atraído por el polo negativo de la
otra. Esta interacción no es más que la atracción entre dos moléculas mediante el
opuesto de sus polos.

Ejemplos:

Entre las dos moléculas de cloruro de hidrógeno, se presenta la interacción dipolo-


dipolo, debido a que cada una está polarizada, teniendo más carga negativa en un
lado (Cl) y carga positiva en el otro (H) y al ser dipolo por ellas mismas ya que tienen
diferencia de electronegatividad, mediante interacciones electroestáticas se produce
una fuerza de atracción entre ellas.
En las moléculas del amoniaco, el nitrógeno tiene carga negativa y el hidrógeno carga
positiva, existiendo una gran diferencia de electronegatividad y por ende el extremo
positivo (hidrógeno) de una molécula de NH3 atrae la parte negativa (nitrógeno) de la
otra molécula, por tanto, estarán atraídas por la fuerza dipolo-dipolo.

Fuerzas de London/Fuerzas de dispersión


Las fuerzas de dispersión, también conocidas como fuerzas de dispersión de London,
en honor al científico Fritz London, son unas fuerzas de tipo intermolecular. Dichas
fuerzas tienen lugar entre moléculas de tipo no polar, donde pueden encontrarse
dipolos. (Mendez, 2012).
Lo que ocurre en este tipo de fuerza es una interacción entre electrones, teniendo en
cuenta que estos están en movimiento continuo, por lo que en cualquier momento
puede producirse un desequilibrio de distribución de cargas en la molécula; es decir, la
molécula de autopolariza momentáneamente.

Ejemplos:

Estas moléculas de yodo, son moléculas apolares puesto que sus electrones se
encuentran repartidos a lo largo de toda la molécula y en el momento que una de
estás moléculas se aproxima a la otra creará un dipolo momentáneo, haciendo que
tenga un polo negativo y otro positivo por un lapso de tiempo muy corto haciendo que
se atraigan entre ellas, creando una fuerza de dispersión y que debido a su corta
duración son interacciones muy débiles.

Este ejemplo de las moléculas de cloro, representa exactamente lo mismo, ambas


moléculas son apolares que en su mínima proximidad la nube de electrones de una de
las moléculas se distorsionará haciendo que en uno de sus lados de acumulen más
electrones que del otro y por ende generando un momento dipolar momentáneo en la
otra molécula de cloro. Estás fuerzas de dispersión depende de que las moléculas por
si mismas coloquen los electrones de forma dispar en uno de los dos lados.

Puente de hidrógeno
El concepto se refiere a una clase de enlace que se produce a partir de la atracción
existente en un átomo de hidrógeno y un átomo de oxígeno, flúor o nitrógeno
(elementos con alta electronegatividad). Dicha atracción, por su parte, se conoce como
interacción dipolo-dipolo y vincula el polo positivo de una molécula con el polo negativo
de otra. (Pérez, 2021).
Cuando se forman este tipo de enlace, la molécula se vuelve muy polar, es decir, los
electrones del enlace quedan la mayor parte del tiempo cerca del elemento más
electronegativo por lo que esa parte de la molécula tiene carga negativa y los
hidrógenos tendrán carga positiva, formándose así los puentes de hidrógeno.

Ejemplos:

La molécula del ácido fluorhídrico se conforma de hidrógenos y flúor (elemento


electronegativo), aquel elemento que atrae con fuerza los electrones compartidos en el
enlace covalente generando en él una carga negativa y como consecuencia se genera
en el hidrógeno una carga positiva. De esta forma se genera una fuerza de atracción
entre cargas opuestas produciendo el puente de hidrógeno.

En este ejemplo, la molécula del ácido sulfhídrico se compone de dos hidrógenos y


sulfuro (compuesto de azufre),siendo este el que posee mayor electronegatividad,
quedando el hidrógeno con un polo muy positivo y que cuando se acerca al polo
negativo de la otra molécula y como es una interacción entre diferentes cargas, se
genera una fuerte atracción formando el puente de hidrógeno.

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