El origen de los elementos y los diversos mecanismos de
nucleosíntesis
El origen del Universo se encuentra estrechamente ligado con el origen de los
elementos químicos. Actualmente el Big Bang o “la Gran Explosión” es el modelo teórico más aceptado frente a como se dio el origen y evolución del universo debido a que dispone de evidencias experimentales como que el universo se encuentra en una expansión constante, la radiación cósmica de fondo como energía remanente de esta teoría y la comprobación de la composición de las estrellas; en mayor abundancia de átomos de hidrogeno y helio. En los cursos de Química se habla poco de esta relación química en el origen. Esto probablemente por la poca información que se encuentra en la literatura en español o que los mecanismos de nucleosíntesis son interés de estudio de la astrofísica y ajeno a la química. Entendiendo la nucleosíntesis como un proceso de creación de nuevos elementos a partir de reacciones atómicas ocurridas en el interior de las estrellas, el conocer estos mecanismos es de vital importancia para comprender la integración del origen del universo y la química. La nucleosíntesis primigenia fue el primer mecanismo ocurrido desde la Gran Explosión donde una gran cantidad de partículas, algunas de las cuales se ha demostrado su existencia y otras se quedan en proposiciones debido a que a hoy en día no son estables por si solas debido al inmenso cambio de temperatura y densidad que ha sufrido el universo. Se plantea que se encontraba a temperaturas mayores a 1027 K y en solo un segundo descendió a 10 10 K. Para este momento se habla de partículas como fotones, positrones, neutrinos, antineutrinos, protones, neutrones y electrones; los 3 últimos de estos forman los modelos atómicos que conocemos en la actualidad. El entrecruzamiento de estas partículas, principalmente ayudado por el descenso de la temperatura, generó su fusión para dar origen a los primeros núcleos de Deuterio ( 2H); un isotopo estable del hidrogeno. Sin embargo, con las condiciones inestables que se presentaban estos núcleos se desintegraban al instante de su formación. Con el continuo enfriamiento del universo; temperatura entre 4x10 8 K y 109 K, se posibilitó la fusión de núcleos más pesados dando origen a dos elementos químicos, hidrogeno (1H) y helio (4He), casi en un 100% y la traza de 2H, 3He, 7Li y 7 Be. El universo se mantuvo en este proceso durante cientos de miles de años; sin poder llegar a átomos neutros en esas condiciones. Fue gracias a la expansión y enfriamiento del universo llevo a la etapa de nucleosíntesis estelar. Se formaron nubes de átomos de hidrogeno y helio que iban acumulándose por la atracción gravitacional, alcanzando elevadas temperaturas (aproximadas de 107 K) y ocasionando que los electrones se disociaran (separaran) de los núcleos. Ahora se presentan reacciones en cadenas, en las cuales la fusión de protones para conformar núcleos de helio; a pesar de la repulsión electrostática, acompañado de un gran desprendimiento de energía que a su vez provoca expansión de las capas externa de las estrellas ahora conformadas. La fusión de hidrógeno en las capas intermedias produce más helio, que es atraído gravitacionalmente hacia el centro, provocando un aumento en la presión y la temperatura. Cuando la temperatura en el centro de la estrella alcanza los 10 8 K favorece la fusión de núcleos de helio (4He) para formar 12C; en un proceso conocido como triple alfa (4He+4He=8Be; 8 Be+4He=12C), el cual es el tercer elemento más abundante en el universo y la base de la vida en nuestro planeta. De igual manera también pueden producirse núcleos de 16O. A partir de ahora las estrellas depende principalmente de su masa para la nueva conformación nuclear. Las estrellas de baja masa presentan un núcleo compuesto principalmente carbono y algo de oxigeno debido a que se agotó todo el hidrogeno que utilizaban como combustible nuclear; perdiéndose el equilibrio del colapso gravitatorio, estas son conocidas como enanas blancas. Por otra parte, las estrellas masivas tras el agotamiento de los núcleos de hidrogeno presentan una elevada temperatura derivada de la contracción gravitacional, produciendo reacciones de fusión; de átomos de carbono y oxigeno principalmente, donde se forman nuevos núcleos atómicos de mayor variedad y más pesados. Así se da la generación de los otros elementos químicos que conocemos hoy en día. Ahora con la formación de núcleos más pesados pasamos a un mecanismo de nucleosíntesis en lo que conocemos como supernovas. Ahora la energía de enlace nuclear va relacionada al numero másico de los nuevos elementos pesados que se encuentran dentro de la estrella. El centro de la estrella empieza a acumular Fe y Ni, con un aumento tan grande en su densidad, que cualquier compactación adicional requeriría que los electrones ocuparan los mismos estados de energía; originando lo que se conoce como colapso catastrófico. La descomposición de estos núcleos de Fe y Ni a núcleos de He y neutrones se conoce como fotodesintegración endotérmica; presentándose posibilidades de se produzcan las partículas primitivas mencionadas en la nucleosíntesis primigenia. Los neutrinos altamente energéticos escapan del centro de la estrella e interactúan con capas menos internas de la estrella dando inicio a una explosión de supernova. Pero no todos los elementos tienen origen a partir de la fusión de estas partículas en los modelos anteriormente mencionados. Algunos elementos son más escasos debido a su origen tiene lugar fuera de las estrellas, en el medio interestelar. Partículas cargadas tales como protones, núcleos de helio y, en menor proporción, diversos núcleos atómicos más pesados que viajan a velocidades cercanas a la de la luz y chocan con otros núcleos que se encuentra en su trayectoria, generando colisiones que por fragmentación de los núcleos atómicos crean estos nuevos elementos (6Li, 9Be, 10B, 11B, entre otros). La nucleosíntesis artificial, realizada a través de reactores nucleares o experimentos de aceleradores de partículas, ha servido a la ciencia para la comprensión de las partículas subatómicas y con ello intentar descifrar como se pudo dar el origen del universo; y ver como este va de la mano con la química. Aquí vemos como la celebra frase de Antoine Lavoisier, “la energía ni se crea ni se destruye solo se transforma”, mantiene su vigencia desde los orígenes del universo en los procesos de nucleosíntesis; la transformación de partículas a núcleos livianos y posteriormente a pesados y el retroceso de estas fusiones sin dejarse perder las partículas precursoras. El conocimiento del origen de los elementos ayuda a resolver múltiples incógnitas que desde los orígenes han aquejado a la humanidad. La química como ciencia natural y experimental aporta elementos que, a pesar de ser trabajados principalmente por otras ramas del conocimiento, refuerzan la teoría del Bin Bang. Con los pasos agigantado que presenta la ciencia y la tecnología, cada vez se conocerán más a detalle los procesos transformacionales que han presentado las partículas primitivas para llegar a formar los elementos químicos. Los diferentes mecanismos de nucleosíntesis se presentaron de forma resumida y de fácil comprensión con el fin de hacer visible la importancia del conocimiento del origen de los elementos químicos en los componentes educativos de química inorgánica y su relación con el origen y evolución del universo.