Foto de Kekey Takaya CMF

INTERCULTURALIDAD CLARETIANA
Módulo 1A - Semana 1

INTRODUCCIÓN

CONGREGACIÓN DE MISIONEROS
HIJOS DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
CLARETIANOS
 TALLER DE FORMACIÓN PERMANENTE
SOBRE LA "INTERCULTURALIDAD CLARETIANA"
INTRODUCCIÓN
La interculturalidad es un don
que nos enriquece y, a la vez,
nos plantea grandes desafíos.
Dondequiera que sea, encon-
tramos hermanos de distintas
culturas viviendo y trabajando
juntos en la Congregación; es
una nota cada vez más común
en nuestras comunidades.
Tanto para los que son enviados
a la misión universal como para
quienes los acogen en sus Orga-
nismos Mayores, estructuras pas-
torales y comunidades locales,
existen retos que son comunes y
otros que son específicos.
Lo específico, para quien quiera
anunciar el Evangelio en contex-
tos humanos, sociales, eclesiales
y congregacionales distintos al
suyo de origen, es disponerse a
vivir lo que Jesús le pide a Nico-
demo: “tienes que renacer de lo
alto”, “volver a nacer del Espíritu”.
Si alguno de nosotros quiere
“entrar -de verdad- en otra cultura”
y “llegar a ser parte” del pueblo al
cual es enviado, el proceso de
"inculturación" se presenta como
un "nuevo nacimiento".
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CLARETIANOS
La dinámica de la “incultura-
ción” requiere tiempo y pacien-
cia para aprehender lo nuevo
poniendo en juego lo mejor de
nosotros mismos; al tiempo
que nos confronta con nues-
tros límites y fracasos.
Ser claretiano en otras culturas
es una oportunidad para cre-
cer como hombres y como
evangelizadores.
No se trata sólo de aprender a
hablar un nuevo o varios idio-
mas o de aprender a gustar
comidas a las que no estamos
habituados; requiere, además,
que podamos apreciar positiva-
mente los valores que mueven
al pueblo que nos acoge, que
seamos capaces de sondear la
voz de Dios que nos habla en
sus acontecimientos y en su
historia, y que cultivemos una
perspectiva evangélica para
discernir lo que es más
urgente, lo oportuno, lo eficaz
para la misión claretiana en ese
contexto, junto con otros.
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 TALLER DE FORMACIÓN PERMANENTE
SOBRE LA "INTERCULTURALIDAD CLARETIANA"

Este aprendizaje requiere hu- tegrante en su seno, tiene la

mildad, abajamiento, kénosis.
Cuando un CMF llega a una
comunidad, no lo hace en
nombre propio ni para actuar
como "francotirador" apostó-
lico. Todo lo contrario: llega en
nombre de la Congregación
para asumir la tarea encomen-
dada a dicha comunidad, para
crecer junto con otros
hermanos y hermanas en la
misión compartida y para servir
al Reino de Dios en el seno de
la Iglesia local. Por eso es
necesario que se prepare para
vivir y trabajar con otros en la
comunidad de destino, que
conozca las claves fundamen-
tales de la misión claretiana y
que esté dispuesto a acoger los
lineamientos de la iglesia local
y continental en la cual se
inserta.
Por su parte, quienes acogen a
estos misioneros en sus
Organismos y comunidades
también enfrentan desafíos y
oportunidades. Como cuando
una familia recibe un nuevo in-
responsabilidad de adaptarse
para hacer que el recién
llegado se sienta "en casa".
Esto supone que la comuni-
dad modifique todos los dina-
mismos que sean necesarios
en cuanto a la organización, los
momentos de oración, los
modos de celebrar, la econo-
mía y otros por el estilo.
La fraternidad misionera se da
cuando el encuentro humano
es auténtico; cuando me abro a
la otredad de quien me viene al
encuentro ofreciendo y ofre-
ciéndome lo mejor de sí
mismo… lo que él es.
En tiempos de indiferencia, de
acomodamiento e incluso, en
términos del papa Francisco,
de cierta “mundanidad espiri-
tual”, abrir espacios de gra-
tuidad, de aprecio y de interés
por aquel que es distinto, es un
ejercicio que debemos cultivar
conscientemente.
No se trata sólo de contar con
alguien que pueda suplir lo que

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nosotros -por diversas situacio- el seguimiento misionero de

nes- no podemos hacer sino Jesús que realizamos en comu-
de “acoger” al hermano con nidad de discípulos, al estilo de
todo lo que esto significa. los apóstoles.

"Acoger" es "admitir en nuestra La familia que somos nace de

casa o compañía a alguien”;
“aceptar, aprobar”; “recibir con
sentimiento o manifestación
especial la aparición de per-
sonas o hechos”; es “proteger y
amparar”. “Acoger” es una
acción que, cuando la llevamos
a cabo, nos transforma.
Desde la perspectiva del
Evangelio, Jesús le otorga una
densidad sacramental cuando
dice que “el que los recibe a
ustedes, me recibe a mí, y el
que me recibe a mí, recibe al
que me envió”; e incluso agrega
que “quien dé un vaso de agua
fresca a uno de estos
pequeños sólo porque es
discípulo mío, les aseguro que
no quedará sin recompensa” -
Mt 10, 40.42.
nuestra respuesta personal,
consciente y libre al llamado de
Dios que nos invita a caminar
tras las huellas de Jesús, su
Hijo, ungidos por el Espíritu
con la impronta de Claret,
nuestro Fundador y Padre. Esta
familia nace del evangelio de
Jesús y de nuestra filiación al
Inmaculado Corazón de la
Virgen María, nuestra madre
bienaventurada.
Es nuestro deseo que lo que
podamos compartir a lo largo
de este recorrido nos ayuden a
fortalecer los vínculos de
fraternidad que nos unen en la
misión.

La interculturalidad que pro-

ponemos se nos ofrece enton-
ces como un nuevo capítulo en

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SOBRE LA "INTERCULTURALIDAD CLARETIANA"

ALGUNAS ACLARACIONES PREVIAS

SOBRE ESTA PROPUESTA FORMATIVA
DE “INTERCULTURALIDAD CLARETIANA”

NO ES SÍ ES
"una propuesta de formación
"un curso permanente"
académico" que puede ayudarnos
al final del cual a crecer personal y
se otorguen comunitariamente
certificados en la vida y la misión

"un espacio de encuentro

"una plataforma fraterno con hermanos que,
de expertos sobre por diferentes razones,
interculturalidad" han sido llamados a vivir
en misión intercultural".

una "clase con "un TALLER" en el cual

profesores" que aprendemos unos de otros,
dan una lección y de las experiencias
controlan tareas. y las reflexiones compartidas

"una oportunidad"
"una obligación" para que podamos crecer
ni "una condición" en la perspectiva
para la misión de la misión universal
universal de la Congregación
junto con otros claretianos

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SOBRE LA "INTERCULTURALIDAD CLARETIANA"

OBJETIVOS DE LA
PROPUESTA FORMATIVA

Ayudar a la preparación inmediata y consciente

de los misioneros para la inculturación y la
misión intercultural en la Congregación.

Ofrecer claves que permitan a los misioneros

enfrentar las dificultades de la
interculturalidad con solvencia y sacar
provecho de ellas

Aprender a convivir en comunidades

interculturales aprendiendo de las experiencias
propias y ajenas.

METODOLOGÍA
Te proponemos frecuentar un TALLER.
Cada semana tiene su material de LECTURA PERSONAL que se
retomará en los encuentros virtuales, según las posibilidades del
grupo.
Para avanzar es imprescindible el COMPROMISO de cada uno de
los participantes tanto en las lecturas como en los encuentros y
comunicaciones grupales y con el tutor.

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SOBRE LA "INTERCULTURALIDAD CLARETIANA"

ORGANIZACIÓN DEL ITINERARIO

FORMATIVO
La formación que te proponemos dura dos meses y nos proponemos
abordar los siguientes temas:
SEMANA 1: Hacemos una introducción a la propuesta formativa.
SEMANA 2: Nos metemos en el tema contemplando la riqueza
de la diversidad y todo lo que nos une en la naturaleza, la
cultura y la comunidad cristiana.
SEMANA 3: Consideramos cómo nuestra vocación es una
riqueza para compartir en la comunidad claretiana.
SEMANA 4: Abordamos la cuestión de las diferencias
culturales y cómo inciden en la comunicación.
SEMANA 5: Reflexionamos sobre el shock cultural que nos
impacta cuando vivimos en otros contextos culturales.
SEMANA 6: Tratamos de entender cómo es imprescindible
desplazarnos del etnocentrismo al etnorrelativismo.
SEMANA 7: Valoramos la interculturalidad como oportunidad
para la vida congregacional.
SEMANA 8: Nos repensamos misioneros en la misión de la
iglesia.

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