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INGENIERÍA
MONOGRAFÍA
AUTORES:
Huánuco – Perú
2023
1
ÍNDIC
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................................3
CAPITULOS I................................................................................................................................4
NICOLÁS COPÉRNICO……………………………………………………………………………………………………….4
PROLOGO………………………………………………………………………………………………………………………..4
ORIGEN……………………………………………………………………………………………………………………………6
CAPITULO II..................................................................................................................................8
GALILEO GALILEI……………………………………………………………………………………………………………..8
CAPITULO III................................................................................................................................14
ALBERT EINSTEIN………………………………………………………………………………………………………….14
CAPITULO IV…………………………………………………………………………………………………………………………..17
EUCLIDES………………………………………………………………………………….....................................17
CAPITULO V ………………………………………..………………………………………..……………………………………21
Su geometría ………………………………………..………………………………………..………………………….25
2
INTRODUCCIÓN
3
CAPITULOS I
NICOLÁS COPÉRNICO
Prólogo
4
de Newton, no hubiera sido factible el descenso del hombre en la
Luna, y digamos de paso que fue precisamente Copérnico quien
destronó a la Luna de su elevada y errónea categoría de planeta
que gozó hasta sus tiempos para convertirla en la eterna
acompañante de la Tierra; y que fue Kepler quien dejó inconcluso
un Sueño con detalles, algunos hoy impresionantes, de un viaje
espacial a la Luna. Pero volvamos a Copérnico, de quien se cumple
este año el quinto centenario de su nacimiento. Sin duda, en este
caso, más relevante es la fecha de la muerte que coincidió con la
publicación de su obra magna, pero hace treinta años, en el cuarto
centenario de esos acontecimientos, el mundo no estaba en
condiciones de brindar el debido homenaje: Occidente en guerra y
Polonia ocupada por los alemanes que, a su vez, habían anexado a
Copérnico convirtiéndolo en una gloria alemana. Circunstancias
tanto más lamentables por el hecho de cumplirse en el 43 el
centenario de otra obra famosa: De humani corporis fabrica del
anatomista Vesalio, publicada en 1543 a pocos meses de distancia
de la obra de Copérnico, con la cual no deja de Tener ciertas
connotaciones comunes, que Voisé pone de relieve en el trabajo
que aparece en este libro y que entre nosotros merecieron un
artículo de Aldo Mieli (1879-1950): Rivoluzione nelle rapresentazioni
del macrocosmo e microcosmo nell anno fatidico 1543 escrito en
1943 v publicado en el libro colectivo: Homenaje a Julio Rey Pastor.
Tomo I, pp. 117-127, Rosario (Argentina), 1945. Si en 1943 las
circunstancias impidieron a los polacos rendir homenaje a
Copérnico en el cuarto centenario de su muerte y de la publicación
de su obra astronómica, trataron de salvar esa omisión diez años
después cuando la Academia polaca de ciencias consagró una
solemne sesión “a la vida y a la obra del más grande de los hijos de
la nación polaca: Nicolás Copérnico”. Los resultados de esa sesión
aparecieron en Sesja Kopernikowaka. 15-16-IX-1953, Varsovia,
1955, lujoso volumen en el cual las comunicaciones presentadas y
las alocuciones pronunciadas por los numerosos representantes
extranjeros se publicaron en cuatro idiomas: polaco, ruso, francés e
inglés, amén del idioma original si es diferente de los anteriores.
Dado el carácter, ambiente y participantes de esa sesión, no ha de
extrañar cierta atmósfera política imperante en ella; con todo sus
comunicaciones son de interés; por su originalidad destacamos una
breve nota sobre Copérnico y la botánica, en la que se da cuenta de
la existencia de varias especies del género Copernicia de palmeras
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sudamericanas a las que desde comienzos del siglo pasado se ha
dado el nombre del astrónomo en su recuerdo y homenaje. A este
respecto, aunque más vinculado con la botánica médica, cabe
agregar una información del
historiador Rosen acerca de
un detalle más bien curioso
de la iconografia copernicana.
En efecto, uno de los retratos
de Copérnico, bastante
difundido, muestra a un
hombre joven, con ropa civil y
un ramillete de lirios del valle
en la mano. Según Rosen
ese retrato, aún existente,
sería la copia de un
autorretrato, perdido, que
Copérnico habría pintado, “aún viva en su memoria la impresión de
las inimitables realizaciones en bellas artes del Renacimiento
italiano”, durante su permanencia en el palacio episcopal de Warmia
atando, entre otras tareas, practicaba medicina; práctica que
Copérnico simboliza en los lirios, en virtud de las propiedades
curativas de muchas liliáceas.
ORIGEN:
7
CAPITULO ll
GALILEO GALILEI
8
inclinó por la teoría de Copérnico, que sostenía que la Tierra giraba
alrededor del Sol desechando el modelo de Aristóteles y Tolomeo
en el que los planetas giraban alrededor de una Tierra estacionaria.
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ciencias naturales y la medicina que se enseñaban en las
Universidades consistian fundamentalmente en la exposición de la
concepción de la Naturaleza por parte de Aristóteles, es decir, su
Fisica, Los estudiantes de medicina, además, debían aprender los
escritos de Hipócrates (460-377 a.C.) y, sobre todo Galeno (129-
199), sin tener apenas la oportunidad de contemplar directamente
un cuerpo humano. Los estudios de Filosofia ocupaban un lugar
destacado frente a los demás, y consistían en una mezcla de la
teologia cristiana y la filosofía aristotélica. La concepción aristotélica
del cosmos y la naturaleza está recogida en los cuatro libros Sobre
el Cielo y en los ocho libros de la Fisica. Para Aristóteles el
Universo, que es finito y eterno, está dividido en dos mundos: el
sublunar y el supra lunar, cada uno con caracteristicas bien
distintas: El mundo sublunar, (donde tienen lugar todos los
fenómenos mutables que podemos observar, sometido al cambio y
al movimiento), está formado por una mezcla de cuatro sustancias
elementales: tierra, agua, aire y fuego. Estas sustancias tienen en
distinto grado las cualidades de pesantez (tierra y agua) y ligereza
(aire y fuego). Según la proporción en que se encuentren esos
cuatro elementos, un cuerpo será más pesado o más ligero Por
naturaleza, los cuerpos pesados tienden a situarse abajo (tanto más
rápido cuanto más pesan), mientras que los ligeros tienden a
dirigirse arriba. Estos son conceptos estos absolutos, y no relativos.
En consecuencia, la Tierra, por ser pesada, sólo podía ocupar la
posición central del Universo (si no estuviera en el centro.
Inmediatamente se desplazaria con un movimiento rectilineo hasta
el centro). Cuando un cuerpo alcanza el lugar que le corresponde
por su naturaleza, permanece en él en reposo. Sólo por violencia
puede cambiar de lugar. Así, el movimiento es un proceso de
10
cambio e interacción del objeto que se desplaza y el medio a través
del cual se mueve. El agente que ocasiona el movimiento “forzado”
a un móvil (por ejemplo, el arco a una flecha o la mano a una
piedra) debe transferir una cierta cualidad al aire en contacto con él,
que a su vez transmite ese poder de ser un moviente al siguiente
estrato del aire, y así sucesivamente, conservando el móvil en
movimiento hasta que la resistencia del medio la hace decaer
progresivamente. Por el contrario, el mundo supra lunar o celeste
está constituido por una sola sustancia: el éter o quintaesencia,
incorruptible, inmutable y eterna. La Tierra, que es una esfera
inmóvil, se encuentra en el centro del universo y, alrededor de ella,
incrustados en esferas concéntricas transparentes, giran los demás
astros y planetas, arrastrados por el giro de las esferas en que se
encuentran. Los cuerpos celestes no son graves, no pesan y, por
naturaleza se desplazan con un movimiento circular, uniforme y
eterno. Tras la última de las esferas, la de las estrellas fijas, no hay
nada, ni siquiera espacio vacío, cuya realidad física niega
Aristóteles. Esta interpretación cosmológica del Universo debe
conciliarse con los problemas astronómicos derivados de las
observaciones y de las necesidades de medir el tiempo y
confeccionar calendarios por razones prácticas, ligadas a la
agricultura (determinación de las épocas de siembra y recolección,
etc.), ganaderia, navegación y, por supuesto, la religión (cálculo de
las fechas de las festividades religiosas). Los griegos también
fueron los primeros en imponer un orden racional a los datos
empíricos, creando la astronomía geométrica, como una parte de
las matemáticas (¡Y no de la Fisica!), construyendo modelos
matemáticos que permitieran explicar los movimientos aparentes
observados en el cielo en términos de movimientos circulares
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uniformes1 y sobre los que se pudiera calcular y predecir. De esta
forma, la Astronomía se convierte en la primera disciplina
matematizada de la ciencia natural, aunque por supuesto su razón
de ser era construir herramientas para conseguir los objetivos
previstos, y no explicar la naturaleza del Universo. Se trataba,
simplemente, de salvar las apariencias. Pero la enorme influencia
de Aristóteles en los pensadores posteriores hizo que en muchos
casos desdeñaran comprobar Sus deducciones por la
experimentación. Sólo así se puede explicar la gran cantidad de
teorías absurdas sobre distintos aspectos de la realidad, discutidas
y aceptadas en los siglos posteriores que, con una simple
observación, con más información e instrumentos de medición más
precisos que los que disponía Aristóteles, hubieran quedado
desechadas.
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Por supuesto, según esta descripción, el movimiento forzado no
puede tener lugar en el vacío. Mucho más difícil de aceptar son las
alternativas al modelo geocéntrico del cosmos de Ptolomeo, con
una Tierra inmóvil en su centro, fundamentado en la cosmología
aristotélica por un lado, y en la interpretación cristiana del Hombre
como centro del Universo creado por Dios, y avalado por
numerosas citas literales de las Sagradas Escrituras2. De ahí que
cuando el iniciador de la nueva Astronomía, Nicolás Copérnico
(1474-1543) publica su obra De Revolutionibus orbium caelestium,
en el que propone un nuevo modelo del cosmos, lo hace
prácticamente a título póstumo (la obra apareció sólo unos dias
antes de la muerte de su autor, quien parece fue cautamente
retrasando su publicación por las posibles repercusiones) y,
además, acompañada de un prólogo (parece ser que añadido sin
permiso explicito del autor) del pastor luterano Andreas Osiender en
el que se explicita que las hipótesis que aparecen en el libro para
explicar las observacionestienen por qué ser verdaderas, ni siquiera
verosimiles, sino simplemente sencillas y convenientes para el
cálculo.
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CAPITULO lll
ALBERT EINSTEN
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Trabajando entre 1902 y 1909 en la Oficina Confederal de la
Propiedad Intelectual de Berna, contrajo matrimonio con Mileva
Maric, antigua compañera de estudios en Zurich. En 1904 y 1910
tuvieron dos hijos, en 1919 se divorciaron y Einstein se volvió a
casar, esta vez con su prima Elsa. Durante 1905 publicó cinco
trabajos en los Annalen der Physik: con el primero alcanzó el grado
de doctor en la Universidad de Zurich; el segundo y el tercero
fueron sobre la explicación teórica del movimiento browniano, y
sobre el efecto fotoeléctrico y la cuantización de la energía en
fotones, los cuales le llevaron a la obtención del Premio Nóbel de
Física en 1921; el cuarto y el quinto se versaron sobre la teoría de
la relatividad. Entre 1909 y 1914 se encaminó en su carrera de
profesor universitario en Zurich y Praga.
15
de los políticos de la época. A partir de 1933, con Hitler al poder,
renunció a la ciudadanía alemana y se trasladó a Princeton,
Estados Unidos, donde pasó sus últimos veinticinco años, hasta su
muerte en 1955. Dejando a un lado su
biografia se puede decir que era
admirable la simplicidad y gracia con la
que salia de los compromisos con
científicos y políticos que estuvieran en
su contra. De ello se recogen en
diversas fuentes las anecdóticas frases
del científico, al igual que sus gestos,
como el anteriormente mencionado de
la lengua. Sus frases más destacables
serían las siguientes: “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre
es que no todos ignoramos las mismas cosas” “Al principio todos los
pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor
pertenece a los pensamientos” “En los momentos de crisis, sólo la
imaginación es más importante que el conocimiento” “Cuando me
preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la
bomba atómica yo sugeri la mejor de todas: La paz Por último, al
final de su vida, habiendo tenido tres nacionalidades (alemana,
suiza y estadounidense)
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CAPITULO IV
Euclides
17
La tradición ha conservado una imagen de Euclides como hombre
de notable amabilidad y modestia, y ha transmitido asimismo una
anécdota relativa a su enseñanza, recogida por Juan Estobeo: un
joven principiante en el estudio de la geometría le preguntó qué
ganaría con su aprendizaje. Euclides le explicó que la adquisición
de un conocimiento es siempre valiosa en sí misma; y dado que el
muchacho tenía la pretensión de obtener algún provecho de sus
estudios, ordenó a un sirviente que le diera unas monedas.
18
incluye también la teoría general de la proporción, atribuida
tradicionalmente a Eudoxo
19
Más allá incluso del ámbito estrictamente matemático, Euclides fue
tomado como modelo, en su método y exposición, por autores como
Galeno, para la medicina, o Spinoza, para la ética. Ello sin contar la
multitud de filósofos y científicos de todas las épocas que, en su
búsqueda de sistemas explicativos de validez universal, tuvieron en
mente el admirable rigor lógico de la geometria de Euclides.
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posible definir una geometría perfectamente consistente (la
geometría hiperbólica) en la que no se cumplia el quinto postulado.
Se iniciaba así el desarrollo de las geometrías no euclidianas, de
entre las que destaca la geometria eliptica del matemático alemán
Bernhard Riemann (1826-1866), juzgada por Albert Einstein como
la que mejor representa el modelo de espacio-tiempo relativista.
CAPITULO V
21
numerosas informaciones sobre la primera mitad de la vida de N. I.
Lobachevskii. La herencia manuscrita de Lobachevskii comprende
dos manuales o libros de texto: de geometría y de algebra; una
libreta o cuaderno de gran formato y varias hojas de notas
matemáticas, asi como también algunas cartas de Lobachevskii a I.
E. Velikopolski y al conde M. N. Musin Pushkin, protector de los
centros docentes de Kazán Kazán era en esa época un gran centro
administrativo y comercial del Este de Rusia, cabecera del territorio
del Volga y del Kama, así como el único camino a través del cual se
efectuaba el comercio con toda Rusia del Nordeste, Siberia y los
países orientales. Era el principal centro intelectual. Hasta mediados
del siglo XVIII, los centros docentes de Kazán eran casi
exclusivamente religiosos. Era una ciudad grande para su época,
muy animada y, según la opinión de sus contemporáneos,
extraordinariamente pintoresca. Al iniciar el siglo XIX, Kazán tenía
entre 20,000 y 25,000 habitantes.
SUS ESTUDIOS
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filosofia práctica, geometría y
trigonometria; mecánica, hidráulica,
física, química, historia natural,
agrimensura y arquitectura civil;
derecho práctico, artilleria, arte de las
fortificaciones y táctica, a las cuales
se agregaban dibujo, música, esgrima
y danza. “El gimnasio de Kazán ama
tanto la memoria de Lobachevskii
porque ve en él una gran fuerza rusa
que, después de haber conocido en primer lugar la pobreza, logró
desarrollarse para el bien de la sociedad rusa y de la ciencia
universal". Por otra parte, el 5 de noviembre (o el 17 de noviembre
con el calendario actual) de 1804, el zar Alejandro I aprobó la Carta
de creación de la Universidad de Kazán. La sociedad de Kazán
acogió este acontecimiento con poco entusiasmo, de modo que, en
sus primeros años, el destino de la universidad dependía
particularmente del protector de los centros docentes de Kazán y
del rector de la universidad. Los estatutos de la Universidad de
Kazán eran los mejores que hubieran podido tener las
universidades rusas en esa época. Se logró atraer un número
considerable de profesores del extranjero, sobre todo de Alemania;
de entre ellos, Bartels jugó un papel importante tanto en la
instrucción de Lobachevskii como en toda su actividad cientifica.
F.K. Bronner e I. A. Littrow también ejercieron influencia en su
formación y en su concepción del mundo. Aksákov describe el
entusiasmo que reinaba entonces, tanto en el gimnasio como en la
Universidad de Kazán: “Una alegria bulliciosa animaba a todo el
mundo. Nos abrazábamos, nos felicitábamos mutuamente,
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prometiendo aprender, con un celo infatigable, todo lo que
ignorásemos, para que algunos meses más tarde pudiéramos
considerarnos verdaderos estudiantes. No podemos evocar sin
placer y respeto el extraordinario amor por la instrucción y las
ciencias que animaba entonces a los alumnos de las clases finales
del gimnasio. Los estudios se proseguían tanto de día como de
noche. Todos los alumnos adelgazaban. Todos tenían mal aspecto
y la dirección se vio obligada a tomar medidas resueltas para enfriar
un poco ese celo excesivo. El vigilante de servicio recorria los
dormitorios toda la noche apagando las velas y deteniendo las
conversaciones, porque en la penumbra los estudiantes recitaban
de memoria las respuestas a las preguntas estudiadas. Los propios
profesores también fueron ganados por el ardor de sus alumnos y el
aprendizaje se hacía no sólo en las clases, sino también en las
horas de recreo y los días festivos. Grigori Ivanovich daba un curso
de matemáticas aplicadas a los mejores estudiantes y su ejemplo
fue seguido por los otros profesores. Todo ello continuó durante el
año que siguió a la apertura de la universidad. Época maravillosa de
un puro amor por los conocimientos, de un noble entusiasmo!
Ingresó Lobachevskii en la Universidad a la edad de quince años y
ya era capaz de leer las memorias científicas latinas, alemanas y
francesas; terminó cuatro años más tarde. Estudió en la Universidad
materias muy diversas: filosofia, historia, geografia, estadística
general, historia antigua, griego y latín, literatura rusa, aritmética,
álgebra, geometría, secciones cónicas, cálculo diferencial, cálculo
integral y cálculo de las variaciones, geometria analítica, mecánica,
estática, aerostática, hidrostática, hidráulica, fisica, química, historia
natural, tecnología, derecho (natural, político y ruso). Los profesores
Hermann, Bartels, Bronner y Renner solicitaron y obtuvieron del
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Consejo el grado de maestro para Lobachevski. El 3 de agosto de
1811, Lobachevski y su hermano Aleksei fueron confirmados en ese
grado. De este modo terminaron los años de estudio de
Lobachevski. Habia adquirido vastos conocimientos, tanto en
matemáticas como en física y astronomía; había adquirido amigos y
mentores entre los profesores llenos de amor por la ciencia y que
aspiraban a crear en Kazán una sólida escuela de matemáticas.
SU GEOMETRÍA
En la Universidad de Kazán,
se propuso a los profesores
que presentaran sus libros
de texto, e incluso los
resúmenes que ellos habían
compuesto, con el fin de
publicarlos en calidad de
manuales modelo,
“clásicos”. Lobachevskii pertenecia al pequeño número de los que
respondieron a esa llamada. En el verano de 1823 presentó un
curso de geometría del que era autor, lo cual incita a pensar que
eran sus “Fundamentos de Geometría”. Les fue extraño que tomara
el metro francés por unidad de medida de las lineas rectas y la
centésima parte del cuadrante, bajo el nombre de grado, como
unidad de medida de los arcos del círculo. La noción de
infinitamente pequeño introducida les parecía confusa; su geometría
contiene los infinitésimos, pero bajo otro nombre y otra forma. En
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virtud de estas severas críticas, se le notificó a Lobachevskii, que no
se podia publicar su geometria. Magnitski quería que el señor
Lobachevskii rectificara la obra, cuyo manuscrito se consideró
perdido hasta comienzos de 1898, año en que Zagoskin tuvo la
suerte de encontrarlo en los archivos de la oficina del protector de la
Universidad. Es necesario reconocer que el libro de Lobachevskii
contenia errores en el capítulo acerca de la medida de los prismas.
Las condiciones de igualdad de los prismas son falsas, donde surge
la afirmación errónea de que todo paralepipedo puede ser dividido
por un plano diagonal en prismas triangulares “idénticos” (es decir
congruentes). Ese error remonta aún hasta Euclides. Cuando
Lobachevski se convirtió en rector de la Universidad de Kazán y
adquirió una influencia considerable, hubiera podido publicar su
“Geometria”, pero se dijo que “si no lo ha hecho, es, con toda
probabilidad, porque se dio cuenta de sus defectos al respecto”. “La
Geometria” de Lobachevskii es una obra didáctica y, aunque haya
sido desaprobada, no dejó de servir de manual a los estudiantes de
la Universidad de Kazán. En el siglo XVIII, el manual de geometria
eran los “Elementos de Euclides”, obra capital hasta el primer cuarto
del siglo XX. Los artículos de D'Alembert consagrados a la
Geometría, publicados en la “Enciclopedia”, se difundieron con
amplitud, desde 1751, y en ellos no estimaba que los elementos de
la geometría debiesen tratarse según el plan de Euclides; los
autores los tomaban en consideración al componer nuevos
“Elementos” de geometría. Citemos tres obras importantes
aparecidas a finales del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX: el
“Curso” de Bézout, los “Elementos” de Legendre y los “Elementos”
de Lacroix. Estas obras se adaptan más o menos a la obra de
D’Alembert. No existe la menor duda de que Lobachevskii conocía
26
bien esas obras destacadas de geometría elemental, ya que se
habían traducido al ruso.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/nicolas-copernico-y-
revolucion-cosmos_13321
https://www.kids.csic.es/cientificos/einstein.html
https://museovirtual.csic.es/salas/magnetismo/biografias/galileo.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/e/euclides.htm
https://www.filosofia.org/enc/ros/lob.htm
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