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en francia.
Nacido en un familia de los suburbios, hijo único, su padre era conocido por ser un famoso maton
local, su madre una mujer silenciosa que no solia hablar con los demás.
La niñez de phillippe dista bastante de lo que se podría llamar normal, ya que vivio en un ambiente
hostil de violencia continua, su padre quien lo golpeba con una violencia inhumana, como si se
tratase del mayor enemigo, dejando a la vista una ira que no veía entre amigo o enemigo.
El joven philippe de entonces 6 años tenia un temor mortal hacia su padre, y no era para menos,
pues su pequeño cuerpo ya contaba con varias cicatrices a causa de los golpes propinados por su
padre, pero ninguna se le acercaría si quiera a la que estaba pronto a recibir.
Al escuchar la puerta, philippe inmediatamente huyo por la ventana de la habitación de sus padres
como intuyendo por una especie de instinto de supervivencia que debía correr por su vida. Era una
tarde agradable y soleada, Tras correr calle abajo hacia el puerto se topo con su único amigo, el
joven henri pétain de 8 años. Al ver a su amigo henri, philippe se detuvo en frente de el
Philippe: si! Ya volvió ese maldito bastardo. (dijo philippe con un odio que lo hacia llorar de
desesperación)
Henri: vamos al puerto a robar algo de comer. ( henri vivia solo con su padre, cuando henri tenia 1
año de edad su madre se había ido con otro hombre abandonando al pequeño henri con su padre)
Ambos niños encontraban una suerte de refujio el uno en el otro, desde que se habían conocido
sentían como si compartían el mismo destino. Cuando el padre de philippe llegaba a su hogar,
philippe solia dormir en casa de henri o en cualquier lugar lejos de su hogar.
Al llegar al puerto se escabulleron fácilmente hasta un bote lleno de peces, (su pericia en el robo
de peces no tenia rival, muchos fueron los días que no tenían nada que comer y pasaban sus días
mirando el movimiento de los pescadores, buscando la oportunidad perfecta para robar unos
peces sin ser vistos) cada muchacho tomo 2 pescadillas y silenciosamente se retiraron.
Ambos muchachos iban caminando felices, hablando cosas de niños, habían olvidado la llegada del
padre de philippe.
En su caminar una mujer de aproximadamente 56 años saludo a los muchachos, su nombre era
Brigitte.
Brigitte: oh que amor de dios, gracios muchachos, vengan para aca, pasen que les tengo algo
Ambos muchachos conocían bien a la sra Brigitte, siempre había sido amable con ellos, y a veces
cuando no tenían que comer ella compartia una que otra cosa con ellos. La casa de la sra Brigitte
era bastante humilde pero había en ella algo que llenaba de recogijo el corazón de ambos
muchachos, algo que no existía en sus hogares, pequeños detalles como el calor de la hoguera, el
aroma a comida, el trato humano, entre muchas cosas que maravillaban a estos chicos.
Ambos muchachos pasaron a la mesa, se sentaron y empezaron a comer aquel plato de sopa
caliente de la sra Brigitte. A simple vista esta comida no tenia nada de especial, pero para ambos
muchachos esto era un manjar de los dioses.
Brigitte: no tienen que agradecer muchachos, siempre que pueda y que Antoine no se encuentre
pueden venir a comer aca, ah y tomen.
Jacques: despierta maldito mocoso! Creías que te ibas a escapar asi sin mas?
El pequeño philippe habia perdido la conciencia y tenia una gran herida en su cabeza, de ella
emanaba sangre, por lo cual había quedado un pequeño rastro de sangre en el camino. Luego de
unos minutos philippe comenzó a recuperar su conciencia solo para darse cuenta que a su lado
estaba parado Jacques. En ese momento un miedo aterrador inundo a philippe todo su ser se
enfoco en correr, tomo valor se paro rápidamente y se lanzo a correr… lamentablemente su
cuerpo no respondio y de un mareo callo al suelo.
Jacques: hpmp! Que paso pequeña sabandija! Pensabas que ibas a escapar?
En ese momento Jacques comenzó a patear en el estoma el pequeño cuerpo de philippe. Philippe
rogaba por su vida, pedia perdón, le decía a su padre que haría lo que el quisiera pero que parara
porfavor, nada de esto llegaba a Jacques, su rabia era como la de un animal salvaje atacando a su
presa, sentía una suerte de placer macabro con cada golpe que daba, en cierto momento tomo la
pequeña cabeza de philippe con ambas manos y le propino sendo rodillazo en su cara. Philippe
sentía que se ahogaba con su propia sangre, había perdido toda esperanza de sobrevivir, por su
mente solo transcurrian escenas pasadas como chispasos. Philippe estaba apunto de asumir su
muerte cuando un grito a lo lejos se escucho
Jacques reacciono ante el grito, le atino una ultima pataba a philippe y escapo entre las malezas.
Philippe solo atino a balbucear cosas sin sentido, uno de los soldados tomo al pequeño en sus
brazos y lo transporto al pueblo.