EL VUELTO

- El Freud de la Villa by Damián Quilici -

EL VUELTO. CAPÍTULO 1
Juliana prefirió antes que una fiesta de 15 un viaje a Bariloche con
toda la familia. Con la muerte de su padre, Hernán también se hizo
cargo de su madre y ayuda a sus hermanas: Carla, Lorena y Juliana,
la más chica. La familia se agrandó, después de hacerse cargo de
Simón y Tiziana; nació Sheila, una hermosa beba que tiene sus ojos.
Fernanda, su pareja, cría a los tres con el mismo amor. Él sigue
laburando en la fábrica de siempre, ahora ascendido a supervisor de
turno.

Son nueve pasajes ida y vuelta que tiene que sacar, por suerte tiene
unos pesos ahorrados y los padres de su compañera, tienen una casa
a dos kilómetros del Centro Cívico, por Avenida Bustillo.

La cajera del Pago Fácil hizo sonar la alarma, ya les dio toda la plata
pero los delincuentes insisten en que hay algo más en alguna caja
fuerte inexistente. La policía no tarda en llegar, están rodeados. Uno
dice de entregarse, el otro se retoba y toma de rehenes a dos señoras
que se encontraban dentro del local, esperando su turno para abonar
unos servicios. Sólo tienen dos pistolas, con nueve balas entre las
dos.

 Dale gato ya fue, nos van a fusilar, vamos a entregarnos.

 Ni ahí, arrancamos a los tiros o matamos a estas viejas, de acá
nos vamos sí o sí.
 No compa, no la embarremos, vayámonos.

Ya es tarde, un grupo de elite de la bonaerense se prepara para entrar

a ese pequeño negocio ubicado en pleno centro de la ciudad. Un
negociador, intenta mediar sin éxito ante los asaltantes que no se
rinden y piden que desalojen la salida para poder huir con las tres
personas que privaron de su libertad.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 2

Pedro firma el permiso para que Tiziana pueda viajar. La mamá de

Hernán le ofrece un plato de guiso de lentejas. Hace un tiempo que
ella se transformó en abuela de su hija. A veces se mueve en el
patrullero, lo deja estacionado afuera y entra a saludar. Los primeros
días, los vecinos chusmas de siempre, flashaban cualquiera. También
estuvo en el velorio de Oscar, el padre del ahora tutor de su hija.
Tiziana se encariñó de chica con la familia de Hernán, que desde el
primer momento le brindaron todo. Cuando Eliana no se pudo hacer
cargo, y Pedro formó nueva familia, el no tuvo problemas de compartir
la tenencia. Y así, una semana cada uno. En la casa de Maquinista
Savio, tiene su propia habitación e invita a sus compañeritas de primer
grado a merendar.

Cada vez que vuelve al barrio, Hernán pasa por la casa de Osvaldito.
Saluda a la viuda, a sus hijos, y sigue visitando a los viejos amigos de
la murga. Algo que Jorgito no puede hacer, desde que se descubrió la
verdad, no puede visitar a su padres, toda la bronca con él.

Ya tienen la orden para entrar. Uno de los delincuentes, se saca la

remera y pide entregarse. Lo obligan a ponerse las manos contra la
nuca y a tirarse al piso. El otro no corrió con la misma suerte, intenta
salir a la vereda con una señora de rehén, se pone nervioso y en un
momento de distracción lo ejecutan de un tiro en la espalda. La
versión oficial diría que disparó contra la policía para intentar escapar.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 3

Es la primera vez que Hernán y su familia van a subirse a un avión.

Fernanda no. Todos los años viaja a visitar a sus parientes. Ella nació
en los altos de Bariloche, se crió prácticamente en la inmensa
Patagonia. Un vuelo de bautismo más que placentero. Después de
muchos años de desilusiones y disgustos familiares, esta vez el sol
brillaba solo para Hernán.

Unos análisis de rutina no salen bien. Algo anda mal en el organismo

de Pedro. Viene perdiendo peso, se siente con fatiga, anémico, y con
dolor en el abdomen. Después de una serie de estudios complejos, el
diagnóstico fue letal: cáncer de colon. La noticia cayó como baldazo
de agua fría en la comisaría. Prefería mantenerlo en secreto entre sus
familiares, pero tuvo que informar de la situación tanto a los suyos,
como a Hernán. El tratamiento es urgente, pero no hay buenas
noticias. De pesar casi 120 kilos, pasó a 70 en menos de dos meses.

Hace cinco meses que Eliana empezó a trabajar de cajera en el Pago

Fácil. En otro momento hubiera sacado su arma reglamentaria y
disparado contra los delincuentes. Pero ahora sin chapa y sin fierro, es
una ciudadana civil como cualquiera, sin poder. La comisaría que
intervino en el hecho, es la que se encuentra a cargo de Pedro. Y
encima tiene que ir a declarar como testigo. Apenas se mudó con
Jorgito, abandonó la carrera de peluquería. Él consiguió trabajo de
vigilador privado y con eso vivían ambos.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 4

Tiziana se vuelve loca con tantos paisajes. La casa de los padres de

Fernanda tiene una hermosa vista al Lago Nahuel Huapi. Bariloche es
el destino más visitado y popular de la Patagonia Argentina.
Aproximadamente recibe alrededor de un millón de turistas por año,
principalmente en temporada de invierno, entre los que se destacan
los provenientes de Europa y Sudamérica. También es el lugar elegido
para los viajes de egresados.

Pedro habla con Hernán, le da precisas indicaciones de lo que debe

hacer en caso de no sobrevivir a esa enfermedad terminal. Hay una
plata en el banco, un terreno en Los Polvorines, y otros bienes que
quedarían para Tiziana, su única heredera. Lo apoya en este momento
durísimo y se ofrece a darle una mano en lo que sea. La pelea que
habían tenido por Eliana, pareciera haber quedado en el olvido para
siempre. Hernán siempre se destacó por ser humanamente un pibe
comprometido con cualquier causa injusta, muy pocas veces en su
vida tuvo episodios de violencia.

Uno de los asaltantes, el que fue abatido, era el hijo del dueño de una
cadena de carnicerías de la zona. De tres hermanos, él era el único
que eligió ese estilo de vida. Eliana piensa en renunciar a su trabajo
con tal de no declarar en la misma comisaría donde se desempeñó
durante unos años como oficial. Un patrullero la pasa a buscar, el
acompañante del chófer, era el cabo con el que había engañado a
Pedro durante los últimos meses de la relación. Ese día se enteró de
la enfermedad del papá de su hija, a la que abandonó.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 5

Es hora de volver al barrio. Hernán compró chocolates para compartir

con sus compañeros de laburo. Fueron unos días inolvidables para
toda la familia. Los integrantes de la murga lo reclaman, se vienen los
nuevos ensayos y necesitan que al menos ponga orden.

 Pa ¿qué sabes de mamá?

 Nada, hija, pero cuando volvamos podemos averiguar.
 Bueno, porque para mí cumple quiero que estemos todos juntos.
 Va a estar medio imposible, Tizi, pero vemos…
 Al menos llévame a verla…

Tiziana todavía no sabe nada de la enfermedad de su padre biológico.

En su cabeza sólo queda la promesa que él le hizo hace poco,
conocer Brasil. Pedro se mantiene estable con calmantes y
quimioterapia. Una vecina le recomendó que vaya a Entre Ríos, a ver
a un curandero que hace milagros. Él no cree en nada de eso pero lo
ve como una posibilidad.

 No me quiero morir sin ver a mi hija con su vestido de quince.

 No te vas a morir, capo -responde Hernán, en una de las tantas
charlas que mantienen a diario.

La misma noche que Eliana fue a declarar a la comisaria por el asalto

y toma de rehenes del Pago Fácil, terminó en un albergue transitorio
de Garín con su ex amante, el cabo. Las cosas no estaban bien con
Jorgito, ella le demandaba tiempo, él estaba fuera de la casa 16 horas
por día. En cambio sí se mostró preocupada por la salud de Pedro e
intentaría sin éxito un acercamiento. El padre del joven asesinado por
la policía en el robo, además de ser un poderoso empresario, tiene de
contacto a la fiscal de la causa.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 6

Un baldazo de agua fría al regresar de las vacaciones. Esa mañana en

la garita de seguridad de la fábrica, estaba Jorgito cubriendo un
puesto. La misma empresa que brinda servicio, suele cambiar de
destino a sus vigiladores privados. Hernán quedó helado al fichar, él
bajó la mirada.

A las dos semanas vendría lo peor: las ventas han bajado

notablemente por la situación del país y el gerente decide recortar
dejando en la calle a más de 50 empleados. Jorgito es el encargado
de no dejar pasar a los trabajadores despedidos ese día. Nadie
avisaba nada, uno iba como cualquier día normal y recién en el puesto
de vigilancia cuando fichabas, te enterabas que ya había terminado tu
vínculo laboral con el establecimiento industrial.

- ¿Apellido?
- ¿Vos me estás descansando?
- Es mi trabajo.
- ¿Y a mí qué me importa?
- Dale loco, no quiero tener problemas, no te puedo dejar pasar,
estás despedido.

- ¿Qué? A ver mostrame esa lista.

- No puedo, dale, es una orden de arriba yo no tengo nada que

ver.
- La concha de tu madre gil de mierda -respondía Hernán mientras
era separado por el otro vigilante.

Pedro pasa sus días con Tiziana. Se le cayó el pelo y está

irreconocible. No para de sufrir disgustos, su pareja lo abandonó en su
peor momento. Sólo lo cuida su madre y recibe visitas ocasionales de
algún que otro ex compañero de la comisaría. Pensó varias veces en
el suicidio, sólo el amor de su pequeña hija lo mantiene vivo. Le pide
perdón por el tiempo perdido, por no darle la familia que se merece.
Siente culpa por su pasado tóxico y violento. Los fantasmas de
aquellos pibes que él mismo mató en enfrentamientos armados
aparecen cada noche. El siente que se lo están llevando de a poco,
que está pagando todo el mal que hizo.

Eliana se pone en plan para recuperar a su hija y ver a Simón.

Necesita lavar su conciencia. Pero las cosas se complicarían, la
acusan de haber entregado el robo al Pago Fácil. Hay pruebas en el
celular del joven fusilado que la comprometerían. Sus horas en libertad
están contadas. Su viejo amante, el cabo, le da aviso para que se
vaya a otra provincia por un tiempo. Pero nada parece fácil, su
teléfono está pinchado y la fiscalía ordena un allanamiento en su
domicilio.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 7

El viejo fantasma de la depresión vuelve a la intensa vida de Hernán.

Dos días después de retirar sus pertenencias del vestuario de la
fábrica, cobra la liquidación final. No sabe qué hacer.

Nunca se lo hubiera imaginado. Fueron muchos años donde dejó la

vida y muchas horas donde se deslomaba por producir para el patrón.
Fue su primer trabajo, entró con 18 años recién cumplidos. Arrancó
siendo un operario común sin categoría y terminó siendo supervisor de
turno. Encima con el condimento especial de que Jorgito volviera a su
vida de la peor manera.

Todo parecía a propósito. Una pesadilla detrás de otra. En unos días

se viene su cumpleaños y no tiene ganas de festejarlo y tampoco
quiere ver a nadie.

Un curandero de La Plata le dijo a Pedro que iba a salvarse. Los

últimos estudios salieron bien, aunque la enfermedad sigue
avanzando. El Tramadol lo deja tirado, sin ganas de nada. Es un
analgésico potente que se utiliza para tratar los dolores graves en
adultos. Su madre lo cuida y una hermana mayor está atenta a
cualquier llamado de urgencia. Tiziana sufre al verlo así. También
insiste con ver a la madre. En el colegio la hicieron dibujar a la familia.
Ella dibujó a Simón, a Pedro, a Hernán y le dijo a la maestra que
mamá no tenía.

Es inminente el allanamiento a la casa de Eliana ordenado por la

fiscalía. Esta vez no tiene banca de nadie. Jorgito no está enterado de
nada, ni sabe de la enfermedad de Pedro. Ella agarra un bolso y carga
algunos papeles, entre ellos las partidas de nacimiento de Tiziana y
Simón, algo de ropa y sale para la terminal El Motivo de 197 y
panamericana. Mientras espera el micro que la depositará en
Misiones, en casa de una tía de parte de su familia paterna, la brigada
daba vuelta todo su departamento en aquel complejo habitacional
donde convivía con su pareja. Segundo puente cruzando Zárate,
operativo de gendarmería, frenan el micro y suben a pedir
documentos. Ella transpira.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 8

Fernanda lo llama de urgencia. Hernán pasa sus días trabajando de

remisero hasta que le salga algo con sueldo fijo, y si es posible en
alguna fabrica del extenso cordón industrial de zona norte. Él se
asusta, lo primero que piensa es en los chicos. Ella no le da
demasiadas explicaciones, le dice que vuelva a la casa urgente. Ni lo
piensa. Termina un viaje y emprende el regreso. Son unos 10
kilómetros por autopista. Llega y se encuentra con todas las luces
apagadas y un misterioso silencio. Estaciona el auto y abre la puerta
de su hogar con su llave cuidadosamente.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS MI AMOR!

Respira. Estaba toda su familia y la de su mujer. Hace años que no lo

festejaba. Durante todo el día le dijeron que nada harían y de hecho
no lo saludó nadie, ni sus amigos de la murga que llegarían más tarde.
Le brillaban los ojitos. Tiziana y Simón lo abrazan fuerte. Lo aman.
Desde que se quedó sin trabajo, entró en desesperación, invirtió en un

auto para poder trabajar de remis, puso algo de plata en un plazo fijo y
le terminó de construir un parque en el patio del terreno a sus chicos.

- Sé que no es el mejor momento ¿pero no ves todo lo que

construimos juntos?
- Sí que lo veo, pero me pongo mal pensando que no voy a
conseguir laburo.
- Ay mi amor, sos re joven, tenes todo por delante, acá te
apoyamos todos.
- No me puedo quejar de la familia que tengo.
- ¿Y entonces?
- Nada, te amo.
- Yo más, todo va a estar bien.
 - En una semana es feriado de carnaval, vas a volver a los corsos
a brillar como siempre.
- Feliz San Valentín. -Responde Hernán, celebra la pasión, la que
lo puso de pie de nuevo.

Cuando sopló la torta pidió tres deseos, dos ya los tenía cumplidos y el
tercero iba a concretarse al otro día. Otra vez el amor triunfando sobre
todas las cosas. Sus compañeros de murga le regalaron una camiseta
del Chelsea, su club internacional favorito. Ponen cumbia, bailan, ríen.
Las cosas buenas le pasan a la gente buena.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 9

- ¿Me permite documento, señorita?

- Sí, cómo no.
No hubo ningún inconveniente en el control de rutina de gendarmería.
Eliana respira y el micro sigue su marcha. A esta altura ya había
cambiado el chip del celular, sólo su tía y su ex amante tenían el
nuevo número. Mientras tanto en el conurbano norte algo se acababa
de romper.

Jorgito encontró el departamento dado vuelta y a los de brigada

rodeando los monoblocks.

Desde ese día nunca más volvería a ver a su pareja. Tampoco iba a
saber el verdadero motivo por el que desapareció de su vida. No podía
charlarlo con nadie, mucho menos con Hernán, ni con Pedro. Los
oficiales sólo le mostraron la orden judicial de allanamiento. No
encontraron nada, ni tampoco pistas sobre su paradero. En el celular
del joven abatido en la toma de rehenes, encontraron llamadas
perdidas y datos exactos para el robo, suministrados por Eliana.

No habría sido el único perpetrado, hacía meses que venían

trabajando juntos en otros ilícitos, aprovechando sus contactos con la
fuerza policial.

Los últimos días de Pedro en vida fueron angustiantes. Un tipo que se

llevaba el mundo por delante haciendo alarde de su chapa y su pistola,
tirado en una camilla, con mangueras por todo el cuerpo. Hernán
movió cielo y tierra para conseguirle morfina. Aun así el dolor no
cesaba, la enfermedad que se lo terminó llevando sería su karma. Más
de 20 muertes encima, algunas en enfrentamientos policiales, y
muchas otras donde se lo acusó de gatillo fácil. Fue parte de la
famosa policía maldita de los noventa. Un hombre que en los últimos
años se redimió ante la vida por tanto mal que hizo. Que intentó sin
éxito volver a armar una familia y hacer las cosas bien. Que tuvo que
compartir tenencia de su hija con otro hombre al que intentó matar
alguna vez. Vueltas de la vida, esa persona lo perdonó y acompaño
hasta el final.

Ese día Tiziana, ya a punto de cumplir 10 años, lloró a Pedro y abrazó

a su padre, al verdadero y al que nunca más le soltaría la mano.

La noticia llega a Misiones y Eliana piensa en volver como sea. Ya

sería demasiado tarde.
 EL VUELTO. CAPÍTULO 10. FINAL

Las cámaras de televisión llegan al lugar del hecho. Un hipermercado

fue asaltado por un grupo comando y el custodio, sin armas, intentó
evitarlo. Terminó fusilado cuando los delincuentes huían con la
recaudación del día. Nadie recordará a Jorgito. Sólo Hernán lo
lamenta, por los buenos recuerdos que todavía guarda en su memoria.
Después todo se derrumbó por una traición, pero lo de él, si fue una
amistad sincera.

Hernán tramita los papeles de adopción legal de Tiziana. En vida,

Pedro se lo había pedido como último deseo. También hay un dinero
que transfirió en un plazo fijo, un terreno y un auto; a pesar de lo mal
que se comportó alguna vez, le dejó bienes para que viva sin
preocupaciones económicas de por vida. Pronto tendrá nuevo apellido
y su vida cambiará por completo. A Hernán se le cumple el tercer
deseo que pidió para su cumple: un buen trabajo. Esta vez en una
automotriz, cerca de su casa, y un sueldo que le permitirá vivir
cómodamente. Simón también está creciendo, tiene la cara de Jorgito,
algún día le dirá la verdad. Por lo tanto, arranca en breve primer grado.
La murga se prepara para un nuevo carnaval bonaerense. Hernán se
hace tiempo para ir a los ensayos y descolgar un poco. La vida lo
castigó mucho durante estos años y ahora se está cobrando el vuelto.

Tiziana se abre un Facebook y busca a su madre biológica. No la

encuentra porque sigue prófuga de la justicia. Necesita verla, ya creció
y quiere hacerle preguntas. Hernán no quiere saber nada de nada. A
la salida de colegio, una tarde fría de un agosto 2016, Eliana la espera
a la salida. Se abrazan fuerte, lloran, ella le pide perdón por todo.
Pensar que la última vez que la vio fue cuando apenas cumplió 6
años, la abandonó por alguien y no le importó nada.
Quiero que volvamos a estar juntas, hija, cómo cuando vivíamos las
dos solitas.

- Yo también, pero no le puedo hacer esto a papá.

- Tu papá murió, hija.
- Se murió Pedro, mi papá me está esperando para merendar -
responde Tiziana.

Pero esto es para otra historia…

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30. ME HACES MAL 1

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EL VUELTO, La continuación de LOS ROTOS, Una historia de murga, amores y
traiciones que transcurre en el norte del conurbano bonaerense.

Mi nombre es Damián Quilici y escribo bajo el seudónimo de “EL

FREUD DE LA VILLA”, aparte de escribir hago stand up y paso música.
En mis redes sociales publico todas las fechas.

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