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Universidad Católica Santa Rosa

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


Escuela de Comunicación Social
Carrera: Comunicación Social
Catedra: Nuevas Tecnologías

ENSAYO

Alumna: Racheld Mavares


C.I: 28.310.025

Caracas, noviembre 2023


LOS DESAFÍOS ÉTICOS DE USAR LOS MODELOS LINGÜÍSTICOS DE
IA Y EN GENERAL LOS DESARROLLO DE IA EN SALAS DE REDACCIÓN,
MARKETING COMERCIAL Y POLÍTICO, GENERACIÓN DE CONTENIDOS

Cuando se explora el campo de la Inteligencia Artificial (IA), aparecen


diversos escenarios y definiciones que, aunque ambiguas, apuntan hacia la
imparable transformación tecnológica en un mundo.

La Inteligencia Artificial ha experimentado un increíble crecimiento en estos


últimos años, revolucionando diversos aspectos de nuestra sociedad y
transformando la manera en que interactuamos con la tecnología. A medida que la
IA se vuelve más omnipresente y aparecen nuevos recursos basados en ella, surge
la necesidad de abordar de manera responsable y ética su desarrollo y uso.

Está presente en nuestras actividades cotidianas desde hace años y su


desarrollo, aupada en el crecimiento imparable del ecosistema digital. Esta
tecnología cuenta con un gran potencial de transformación desde el punto de vista
tecnológico, económico y social, pero plantea profundos desafíos a la hora de
construir modelos y sistemas justos y responsables.

Las diferentes industrias se enfrentan a grandes retos en los próximos años,


como la necesidad de incrementar la competitividad a través de la automatización y
optimización de los procesos, o mejorar la sostenibilidad mediante la eficiencia
energética, el desarrollo de nuevos materiales con menor impacto ambiental o la
apuesta por la economía circular. Y para lograr todo ello, resultará imprescindible
escalar el uso de los datos y la inteligencia artificial en toda la cadena de valor.

En este contexto, dicho interés obedece a la velocidad infundada por la propia


vida, la cual transcurre en espacios y campos donde los procesos son cada vez más
acelerados; situación que le confiere especial relevancia a la relación existente entre
la humanidad y la tecnología. Así, abordar el tema de la Artificial y toda su
controversia, supone repasar los cambios y transformaciones que ésta misma le ha
concedido a la humanidad, al permitirle simplificar, sintetizar y automatizar tareas,
tomar decisiones, aumentar la eficiencia de los procesos y no menos importante,
analizar grandes cantidades de datos e información. Por lo anterior, se prevé que el
uso de la IA supondrá grandes beneficios y mejoras en la calidad de vida de las
personas, sin desconocer que su uso puede generar también algunos riesgos.

A pesar de esta primera valoración, es posible resaltar que la IA se trata de


una disciplina muy amplia y en constante evolución, con la cual se busca desarrollar,
imitar o incluso, llegar a superar la inteligencia del ser humano y en este sentido,
revolucionar diversas áreas y ámbitos de la vida social.

Es por esta razón que, Es importante establecer principios éticos sólidos para
guiar el desarrollo y uso de la IA. Estos principios pueden incluir la equidad, la
transparencia, la privacidad, la responsabilidad y la seguridad.

Los sistemas de IA pueden verse afectados por sesgos y discriminación. Es


fundamental evitar la introducción de sesgos y garantizar que la IA sea justa e
imparcial para todos, sin importar su género, raza, edad u otras características.

Por ejemplo, en, el sector financiero, la IA se está utilizando para el análisis


de datos y la detección de fraudes. Los algoritmos de IA pueden procesar grandes
cantidades de datos financieros y detectar patrones que podrían ser utilizados para
predecir el comportamiento del mercado y reducir los riesgos financieros.

La IA se está aplicando en múltiples áreas con un gran impacto en la


sociedad. Desde mejorar la salud y la seguridad en las carreteras hasta optimizar la
logística y la gestión de inventarios en el retail. Sin embargo, a pesar de los
beneficios de la IA, también es importante tener en cuenta los posibles riesgos y
desafíos éticos que su uso puede presentar.

Además, resulta asombroso el creciente impacto que la IA está teniendo en


las empresas y en el ámbito del marketing, particularmente en el análisis de las
necesidades, tendencias e ideas relacionadas con productos y marcas.

A través de los datos obtenidos del big data, que provienen de las redes
sociales y los medios digitales, podemos obtener información precisa sobre los
perfiles de los consumidores, sus intereses, sus puntos de dolor, los momentos de
compra o consumo, el análisis de sentimientos y los patrones de comportamiento.
Todo esto nos permite crear campañas de marketing más efectivas y eficientes.

Estas aplicaciones son muy relevantes tanto para el sector público, como los
partidos políticos y los servicios públicos, como para el sector privado, como el
lanzamiento de nuevos productos y marcas, empresas minoristas y distribuidoras,
así como bancos y aseguradoras.

Otra de las ventajas de utilizar la IA en el análisis de datos para campañas


de marketing digital es cómo optimiza los presupuestos de marketing. Al disponer
de datos verídicos de las herramientas de análisis de datos para marketing,
podemos asignar de manera más eficiente los presupuestos a diferentes productos,
soluciones, mercados y nichos.

¿No sería interesante, por ejemplo, para una marca de zumos conocer dónde
se consume más el zumo de tomate, en qué momentos, con qué tipo de comida, si
se consume más en casa o en bares, y si existe algún patrón de consumo de interés
para mejorar el producto o su comercialización?

Todas estas investigaciones comerciales que actualmente se realizan


mediante técnicas como grupos de discusión o entrevistas individuales ahora
pueden complementarse con herramientas de inteligencia artificial.

Es por esta razón que, establecer principios éticos sólidos para guiar el
desarrollo y uso de la IA. Estos principios pueden incluir la equidad, la transparencia,
la privacidad, la responsabilidad y la seguridad. Sesgos y discriminación: Los
sistemas de IA pueden verse afectados por sesgos y discriminación.

La ética en la IA es garantizar que se utilice de manera responsable, justa y


segura. Por lo tanto, es importante que las empresas comprendan los riesgos y
desafíos que plantea esta tecnología y adopten medidas para abordarlos.

Aplicada a esta área es un tema crucial que debe abordarse de manera


integral por parte de gobiernos, empresas, desarrolladores y usuarios. La IA ofrece
enormes beneficios y oportunidades, pero también plantea desafíos éticos
significativos que deben ser abordados de manera responsable.
Es fundamental establecer principios éticos sólidos en el desarrollo y uso de
la IA. La equidad, la transparencia, la privacidad, la responsabilidad y la seguridad
deben ser consideraciones fundamentales en todas las etapas del ciclo de vida de
la IA. Los gobiernos desempeñan un papel importante al establecer regulaciones y
marcos éticos que guíen el desarrollo y uso de la IA de manera responsable.

Las empresas tienen la responsabilidad de adoptar políticas y prácticas


éticas, así como de promover la diversidad y la inclusión en los equipos de
desarrollo de IA.

Los desarrolladores deben diseñar sistemas éticos, evitar sesgos y


discriminación, y promover la explicabilidad de los sistemas de IA. Los usuarios
también desempeñan un papel clave al exigir transparencia, participar en la
educación sobre ética de la IA y ser conscientes de cómo se utilizan sus datos.

Para garantizar un uso ético de la IA, es necesario un enfoque colaborativo y


multidisciplinario. La ética de la IA debe abordarse en conjunto con la comunidad
académica, investigadores, expertos en ética y sociedad en general.

En última instancia, el objetivo es maximizar los beneficios de la IA mientras


se minimizan los riesgos y se protegen los valores y derechos fundamentales de las
personas. El uso ético de la IA no solo es una cuestión técnica, sino también una
cuestión de responsabilidad social y moral que requiere la colaboración de todos los
actores involucrados. Al hacerlo, podemos avanzar hacia un futuro en el que la IA
se utilice para el beneficio de la humanidad y se respeten los principios éticos
fundamentales.

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