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El Derecho en La EColonial
El Derecho en La EColonial
28 de octubre de 2023.
Índice
Introducción................................................................................................................3
Conclusiones..............................................................................................................10
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Introducción.
En la presente investigación se pretende hablar sobre el sistema jurídico que se
aplicó en nuestro país durante los trescientos años en los que se encontró bajo el
dominio español.
Uno de los puntos más importantes a tratar será la observación en cuanto a las
diferencias evidentes entre derecho indiano y el derecho castellano.
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1.Aspectos jurídicos de la conquista.
Se Otorga a Castilla los mismos derechos que a los reyes de Portugal, e igual que la
bula anterior, manifiesta excomunión mayor a quien llegue a las tierras descubiertas,
sin permiso expreso de la Corona castellana.
Divide entre Portugal y Castilla los territorios marítimos a partir de una línea
imaginaria (alejandrina), trazada de norte a sur a 100 leguas al Occidente de las Islas
Azores y Cabo Verde
Cabe mencionar que además, existía debate en cuanto a los derechos y el estado
jurídico de los indígenas, sus limitantes en cuanto al poder de los colonizadores
sobre ellos.
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Asale, R.-. (s. f.). Bula | Diccionario de la Lengua Española. «Diccionario de la lengua española» - Edición del
Tricentenario. https://dle.rae.es/bula
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2. El derecho de las indias.
Por Derecho de las indias podemos entender que se habla de un conjunto de normas
y disposiciones de carácter legal que eran aplicadas en la colonización americana
por parte de los españoles, expedidas desde 1492 hasta 1821. Estas leyes y
regulaciones se encargaban de distintos ámbitos de la vida como lo eran: la
administración de la justicia, la organización política y social, el comercio y la
propiedad.
El derecho de las Indias tenía su base en las Leyes de las indias, que eran emitidos
por la corona.
Entre las diversas formas de expresión legislativa del derecho indiano metropolitano
encontramos:
LEY: La real pragmática, La real provisión, La real cédula, La real carta, La real
ordenanza, La real institución, El real decreto, El reglamento.
Encabezamiento.
Dirección.
Exposición de motivos
Disposición o mandato “lo ordeno o lo mando”
Cláusula penal o sanción ante un eventual incumplimiento
Data, lugar y fecha de expedición
Firma del soberano que generalmente era “yo el rey” y la rúbrica.
Refrendo del secretario
Sello real
Rúbrica de los consejeros de Indias
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La legislación española que se desarrolló para la administración y buen gobierno de
las Indias, así como en lo relativo al monopolio comercial entre la península y los
posesiones de ultramar, estaba integrada por Reales Cédulas, Reales Órdenes,
Pragmáticas, Instrucciones y Cartas relativas al derecho público de Hispanoamérica:
a) Las Reales Cédulas Eran expuestas al Rey por el Consejo de Indias; se referían a
una cuestión determinada y se caracterizaban claramente por la fórmula: Yo el Rey,
hago saber.
c) Las Pragmáticas Se llamaba así a aquellas decisiones con fuerza general de ley
general que tenía por objeto reformar algún daño o abuso.
d) Las Ordenanzas Fueron dictadas por los Virreyes o por las Reales Audiencias y
legislaban sobre asuntos que llegaron en algunos casos a constituir verdaderos
códigos.
Debido a que muchas veces las autoridades encargadas de dictar las leyes
desconocían las reales condiciones sociales, políticas y económicas del medio
americano, las disposiciones resultaban inaplicables, convirtiéndose en fuente de
resistencias y aun de rebeldías ante la ley.
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1. Las Leyes de Burgos – 1512
2. Las Ordenanzas de Granada – 1526
3. Las Leyes Nuevas de Indias – 1542
4. Las Ordenanzas de Poblaciones – 1573
5. Las Ordenanzas de Alfaro – 1612
6. La Recopilación de las Leyes de los Reinos de las Indias - 1680
Las Leyes de Burgos y las Leyes de Granada atienden a una etapa esencialmente
de Conquista y de incipiente desarrollo colonial, de modo que en su contenido
buscan poner orden en un momento histórico de frenética actividad conquistadora, y
no tanto del asentamiento puro, que vendría poco más tarde. Reflejan la tensión
existente entre el deseo de cumplir con los designios divinos de convertir las almas
de aborígenes de unos territorios que se preveían más amplios de lo que sugería
hasta hacía poco años, a relativamente poco de su descubrimiento, y el ansia de
riqueza y reconocimiento social por parte de los españoles, así como el interés
creciente de la corona, que vislumbraba posibilidades infinitas aun cuando realmente
sus ojos continuaban puestos en un control religioso-militar en diferentes puntos de
la bullente Europa de la época. En especial las Leyes de Burgos, tuvieron una
trascendencia muy próxima a los intereses de las huestes conquistadoras. A partir de
ellas se definió el texto del Requerimiento, curiosa disposición que debía leerse bajo
notario en cada lugar geográfico donde el Conquistador se encontrara frente a una
nueva tribu o agrupación poblacional en terrenos no conquistados, con el fin de dar la
oportunidad a los nativos de ser conquistados de una manera pacífica, es decir por
aceptación de los principios cristianos y del derecho de la corona española a
administrar, por delegación papal, las nuevas tierras, evitándoles de ese modo la
guerra, de la que por lo general no iban a salir muy bien librados.
Las Leyes Nuevas de Indias corresponden a una etapa más madura de dominio,
donde se atiende y se pretende llamar al orden al Colono, al Conquistador o
Aventurero venido de España que no repara en medios para obtener la riqueza del
nuevo mundo. Estas leyes, no prosperaron debido a las limitaciones que imponían y
sería tal el cuestionamiento y enfrentamiento encontrado en América que tras ser
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recortadas, al poco fueron derogadas. Fue literalmente un pulso entre la Corona, las
Órdenes Religiosas y los Colonos. Fueron las leyes más polémicas entre la sociedad
colonial bien asentada, ya que le quitaban al español afincado en tierras americanas
muchos de los privilegios asumidos desde hacía años, sin los cuales no veían
manera de sacar adelante ninguna actividad próspera. Esencialmente ese recorte de
antiguos derechos, consistía en ofrecer más libertad a la población indígena oprimida
por tratamientos que si bien no eran oficialmente de esclavitud, no distaban mucho
de poder ser confundidos con ella, tal como la práctica real de las encomiendas.
Cualquier beneficio a favor del indígena era automáticamente un perjuicio para el
Colono, que en muchos casos era un Conquistador que había abandonado las armas
para empezar a vivir de renta o sacar el máximo de beneficio a sus indiscutibles
esfuerzos y riesgos iniciales.
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3. Fuentes del derecho indiano.
Las fuentes del derecho indiano son las mismas que encontramos en toda disciplina
jurídica: ley, costumbre, jurisprudencia de los tribunales y jurisprudencia doctrinaria,
que bien presentan algunas variaciones peculiares, como se verá.
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4. Las siete partidas.
Las primeras dos Partidas no contienen mucho derecho romano, pero en la tercera
Partida, la parte procesal ya contiene materiales justinianeos, y, en aquella misma
Partida, lo referente a los derechos reales todavía más.
La cuarta Partida, que trata del derecho feudal y de la familia, tiene menos influencia
romanista, en cambio, las Partidas V y VI -obligaciones y contratos; sucesiones-
tienen un carácter marcadamente justineano. Luego, la séptima Partida, con derecho
penal, tiene poco derecho romano.
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Véase para este tema también A. García-Gallo, “Penetración del derecho clásico medieval en España”, 36
AHDE (1966), p. 573 y ss.
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5.La organización de la justicia en la colonia.
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Derechos y libertades entre cartas magnas y océanos: experiencias constitucionales en México y España (1808-
2018). (s. f.). https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/6505-derechos-y-libertades-entre-cartas-
magnas-y-oceanos-experiencias-constitucionales-en-mexico-y-espana-1808-2018
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Guadalajara, respectivamente, las cuales eran los más altos tribunales de justicia en
sus distritos. Hay que recordar, además, que en la estructura municipal había
también sujetos encargados de la administración de justicia: los alcaldes y los
corregidores, cuyas decisiones debían ser ejecutadas por los alguaciles. Las
reformas borbónicas que intentan establecer la diferenciación administrativa entre las
cuatro materias o causas: policía (antes gobierno), justicia, hacienda y guerra van
permeando paulatinamente, y todavía al tiempo de la independencia no se percibían
sus efectos en todo el gobierno, de ahí que hasta el fin de la época colonial persistía
la acumulación regular de funciones judiciales y de gobierno en una misma persona,
a la que se confieren oficios de una y otra naturaleza, como el caso de los
subdelegados, introducidos a través de la reforma de Intendentes, 1786, quienes, a
semejanza de sus antecesores, los alcaldes mayores y los corregidores, conservan
esa doble función. Sin embargo, la Real Ordenanza de Intendentes estableció una
nueva división de funciones, al imponer un también nuevo jefe: el intendente.15 El
cambio en la concepción quedó establecido en la Constitución de Cádiz,16 de corta
vigencia en el virreinato, por el regreso del monarca al trono de sus mayores al que
había renunciado su padre en beneficio de Napoleón, generando los hechos que
llevaron en uno y otro lado del Atlántico a la constitución de Cortes, en la metrópoli y
la insurrección en el virreinato de la Nueva España.
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6.Derecho Penal de la Nueva España.
El derecho penal de la Nueva España se basaba en las Leyes de las Indias y las
Siete Partidas, que se encargaban de considerar o clasificar las conductas, saber si
eran de carácter delictivo y así como las sanciones.
En los primeros años, todos los conflictos suscitados con los indios fueron resueltos
mediante normas y costumbres españolas que privilegiaron los intereses de los
europeos. La introducción de las leyes y procedimientos judiciales españoles en las
Indias contribuyeron, junto con las enfermedades traídas desde Europa, al exterminio
de la población autóctona. Tales leyes permitían su explotación desmedida.
Ahora bien, aunque la Corona aceptó respetar ciertas costumbres de los tiempos de
la gentilidad, la política fue rigurosa en cuanto a la cristiandad de los pueblos indios,
es decir, la Corona no estuvo dispuesta a transigir, de respetar los antiguos usos y
costumbres de los naturales; así, condenó toda clase de idolatría.
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Conclusiones
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