Está en la página 1de 14
ple) P40) Nt PEDAGOGICO PASTORAL Dae PSSolel Nelo) mobo Ne SWS Arraigados en esta tierra y esta historia Argentina En 1889 legaban a las costas del Rio de La Plata los dos primeros Hermanos Lasallanos. Juntos debian discernir las posibilidades de arraigo del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en estas tierras. ‘Las promesas que los encaminaron hacia aqui parectan deshacerse al tiempo que otra oportunidad se abria camino. Uno de ellos decide quedarse y sembrar el tesoro educativo y pastoral ‘que traia: una escuela de Hermanos. Este nombre pone de manifesto la trans ‘formacin capital instaurada en su relacién ipedagégica desde 1686: “Este nombre de Her- manos de las escuelas cristianas les dice que, debiendo considerarse como hermanos mayo- res de los que vienen a recibir sus leeciones, han de ejercer este ministerio de caridad con corazén caritativo”. Desde 1691 los Hermanos _pronuncian un voto de asociacién con el objeto de promover el establecimiento de la "Socie- dad de las Escuelas Cristianas” para el servi cio educativo de los pobres. Este es un primer aspecto del tesoro que comparten con la Iglesia y la sociedad y la fuerza comunitaria que los eva a sostener y a conducir juntos las obras edueativas. La fuerza de las redes distritales @ internacionales de comunidades es las que los leva a sostener y conducir asociadamente las obras educativas. Juntos y por asociacion son un signo de una esperanza que no tiene {fronteras: el valor de la cultura como acceso a una vida mejor y « la satoacién cristiana para los pobres. Pero hay un segundo aspecto del tesoro lasallano, La escuela de la relacién fraterna, deserita en la Guia de las Escuelas desde el s, XVIII es también escuela de la relacién de los saberes y la tarea con ta vida; y de la relacién de todo lo que se aprende entre s encaminado a la unificacién de ta vida de los que alli aprenden y ensefian; y de la relacién entre el evangelio, fos saberes, las personas y la vida. Esta construccién tiene como protagonista al que aprende y como privilegiado al que menos tiene o puede. ¥ un tercer aspecto: la gratuidad. Bl Instituto peled por la gratuidad de ta educacién publica y sequird peleando de ‘muchas formas. ¥ deberd seguir inventando formas para que el peso econémico del sostenimiento de la obra educativa no recaiga sobre el que aprende, excluyendo a los pobres. En pocos meses el H. Jumaélien tejié una serie de lazos ‘con otras congregaciones, con pdrrocos y con seglares in- teresados en la educaci6n de los pobres, sobre todo de los inmigrantes que legaban para construir la nueva Nacién, El desarrollo de las obras del Distrito, vuelto atento por Dios a las necesidades de los pobres, ha seguido, en cierto modo, la historia de los intereses de estos mismos inmigrantes la historia de los nuevos inmigrantes o de los migrantes internos, en el seno de los avatares de la Argentina perifé- rica, dependiente y desigualmente integrada en el mercado global Las obras de los Hermanos fueron desde el principio luga- res de misién compartida entre Hermanos y seglares, aunque el protagonismo de estos tiltimos no fue direo- tivo sino hasta mediados del siglo XX. Her- manos y seglares han puesto su pasién, su inteligencia y su fe en la prcica y la reflexion pedagégicas, catequisticas y administrativas durante mas de cien arios en Argentina, Jun- tos fueron abriendo caminos de biisqueda e in- novacién en el servicio de los ninos y jovenes: publicaciones, programas e insttuciones han nacido y muerto en este tiempo. 1977 mareé una primera bisagra de nues- tra historia. La historia de aplicacién de las de- cisiones posteriores al Concitio Vaticano Ily la Conferencia de Medellin aceleré el proceso de a mision compartida, de la nueva compresién del juntos y por asociacién, del servicio de los pobres, de la educacién de la fe, de ta educa- cién para ta justicia. Los tineamientos Basicos fueron ta ocasién para un proceso de reflexion pedagégica y pastoral y de construccién de una comunidad significativa con proyectos nuevos y centrados sobre el alumno, que se constituyeron en instituciones que han mar- cado nuestra historia educativa: las Consejos Directivos, las Departamentos de Educacién en la Fe y luego las Coordinadoras de Pastoral, la Comisién. de Pastoral Juvenil, los SEDELes y la Pastoral Do- cente, el Aprendizaje por Guias, el Manual de Orientaciones Administrativas. 1994 ha sido una segunda bisagra que nos est condu ciendo a la constitucién de un Distrito Lasallano completa- mente diferente con un Horizonte claro: 1a enearnacién del evangelio en la cultura para la justicia. El Horizonte Distri tal nos ha llevado a constituir de un nuevo modo fa Pastoral Educativa, @ mirar nuestra mision levada juntos y por aso- ciacién con nuevos ojos. Nuevas instituciones y orientaciones tendrdn que renovar a las que ya venfan. Muchos aportes de Bnriquecimiento Instrumental, la Bxperiencia de Aprendizaje Mediado, ta Planificacién Pastoral, las consecuencias de la Transformacién Educativa. Un Distrito con un nuevo protagonismo de los seglares y un nuevo lugar para los Hermanos en la misién que ta Iglesia confia juntos, que tiene hoy un momento privilegiado en la puesta en marcha de los documentos capitulares: construir un nuevo mapa distrital en el que Hermanos y Seglares par- ticipemos y tomemos decisiones en comunién, en fraternidad, cen construccién de la nueva comunidad tasailana, Eltexto que estamos poniendo en sus manos, el Horizonte Pedagégico Pastoral de la Asociacién Educacionista Argenti- nna se sitda como un hito mas de este camino de Encarnacion del Evangelio en Argentina a través de la escuela, pe HORZONTE FEDAGOGICO PASTORAL DELA AEA HORIZONTE PEDAGOGICO PASTORAL DE LA AEA Este texto final ha sido elaborado por el equipo nombrado por la Comisin Ditectiva de la Asociacién Educacionista Argentina en su reunién del 3 de febrero de 2001: Lie. Javier Castagnola, Prof Patricia Cesca y H. Santiago Rodriguez Mancini, quienes forma- ron el Equipo del Programa de Pastoral Educativa del Servicio de Acompafiamiento Pastoral entre 1997 y 2000. El texto base que les fue entregadoy del que partieron ha sido el dil- timo de los Pre textos trabajados participativamente durante el afio 2000 por las personas convocadas por el Equipo del Horizonte Pe- ‘daggico Pastoral nombrado por el Consejo de Distrito en 1999 (H. Carlos Albornoz, Stes. Carlos Diaz y Gabriel Aranguren y la Prot sca). este texto base se afadieron las observaciones realizadas en la aitima reunién de ese EHPP, otros aportes provenientes del [Equipo de Reflexion Pedagégica convocado por el H. Visitador en 1998, de algunos miembros del SAP (Adin Di Gregorio, Patricio Bolton, Fabian Ghirardllo y Martin Brusa)y del H. Pedro Marfa Gil Larraiaga. Finalmente, la Comisin Directiva de AEA hizo algunas cobservaciones y los socios reunidos en Asamblea propusieron al- qunas enmiendas. Aprobado por unanimidad en la Asamblea de la Asociacién Educacionista Argentina el 21 de Abril de 2001, Nuestro Credo Creemos en la escuela lasallana como una comunidad con un proyecto de inspiracién cristiana. Creemos que: II. Se entiende a partir de la persona de Jesucristo, Dios Encarnado para la plenificacién del mundo, NUESTRA ESCUELA ES UNIDAD VIVA: PEDAGOGIA, PASTO- ‘ al 3 al RAL, ADMINISTRACION, CONVIVENCIA, NO SON SINO MIRADAS. La escuela es una comunidad eclesial de comunidades que colabora con muchos varones y mujeres, que no trabajan en ella, al servicio de la transformacién social por la educacin, EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS PARA TRANSFORMAR. ‘iene en su centro la relacién de los do- centes y los alumnos con los saberes en comunidades de aprendizaje para la trans- formacion de las personas y de la sociedad, lugar de encuentro con Dios. EN NUES- ‘TRA ESCUELA NADIE APRENDE SOLO. Son los alunos, con todo su bagaje cul- tural e historia individual, los que convo- cana los adultos a esta relacién. LA RELA- CION CON LOS ALUMNOS NOS CONSTI- TUYE COMO DOCEN' sta relacidn pedagogica es la alternativa social presentada como signo del Reino ante la sociedad. NUESTRA ESCUELA ES. SIGNO DE FE, COMPANIA DEL DOLOR Y LAALEGRIA PRESENTES, PROFECIA DE UN MUNDO NUEVO. Estamos llamados por Dios a ser una co- munidad democratica, incluyente, trans- formadora, participativa y dialégica, NUESTRA ESCUELA ES LUGAR DE INI- CIACION COMUNITARIA. ei HORLZONTE PEDAGOGICO PASTORAL OE LA AEA a 8 91 101 rT al 3 4 En la relacién de los actores pedagégicos con los sa- beres en el seno de la conflictividad social es donde encuentran a Dios. NUESTRA ESCUELA ES LUGAR DE EVANGELIZACION. El nombre creyente de la relacién pedagégica es mi- nisterio, NUESTRA ESCUELA ES LUGAR DE SANTI- FICACION PARA LOS DOCENTES EN DE SU EMPLEO. Los educadores son las personas capaces de convertir las instituciones educativas en comunidades vivien- tes, LOS EDUCADORES SON LOS SUETOS DEL ‘CAMBIO EN LA ESCUELA. ‘Todos estamos Hamados a la conversién afectiva, in- telectual, moral y religiosa en a escuela. NUESTRA UELA ESTA EN CAMINO. Un horizonte Horizonte es el limite de nuestra visi6n: el lado vuelto hacia nosotros de un algo abierto que nos rodea, Es algo que viene a nuestro encuentro cuando alzamos la mirada, Horizonte dice relacién con nuestros intereses: lo que nos interesa seftala los Iimites de los esfuerzos y la isin. Hablar de un horizonte establecido como nuestro es también un modo de aludir a lo que queda fuera de ‘nuestros intereses. Establecer un horizonte es determinar distancias y referencias lo lejos y lo cerca, o previo y lo posterior, a lo propio y lo ajeno, la morada y el destino, lo vivido y lo por vivir. Por esto mismo es proponer un camino para el sentir, el pen- sar, el valorar y el decidir juntos. Establecer un horizonte comin consiste en proponer los intereses comunes como un campo de juego dentro del cual los in- tereses propios pueden ser revisados y dis- cutidos, combinados y probados, més que en el establecimiento de un marco cons- tituido por los detalles de nuestro pensa- miento comén. EL horizonte propio y el horizonte comtin no tienen por qué coincidir en un comien- zo. Es el proceso de conversién de las per- sonas y las instituciones el que se puede pensar como una fusién de horizontes en cl que los intereses comunes se organizan en funcién de la misién comin. Mas atin: lo propio del horizonte, su caréc~ ter inalcanzable, le viene dado de lo abierto del mundo. Y esto abierto es algo que viene a nosotros y ante lo cual la actitud correc- ta es la espera. Espera que se perfecciona en el caminar juntos, en el didlogo. Y esta espera se basa en nuestra pertenencia a lo ‘que esperamos. El horizonte hace referen- cia a la espera de aquello mayor a lo que pertenecemos: a la verdad, ala justicia, a la belleza; al mismo Dios, misterio raigal de- ° i HORLONTE PEDAGOGICO FASTORAL DE LA AEA 151 En la escuela con proyecto de inspiracién cristiana hhay una tinica tarea: la sintesis fe-cultura-vida, desa- rrollada.a través de los multiples procesos pedagaico pastorales. 161 Pensar asi la escuela es comprenderla como una real dad espiritual: es un lugar en que varones y mujeres, nifios, adolescentes y adultos, pueden hacer una au- téntica experiencia del Espiritu, la experiencia de la autotrascendenci 171 Pensar asf la escuela es hablar de Ja educacién en tér- minos de iniciacién, Porque la escuela se comprende a si misma como una comunidad eclesial: comuni- dad de comunidades, ella es lugar de encarnacién del evangelio en la cultura que dialoga con la cultura po- pular, infantil, adolescente y juvenil. 181 Pensar asf la escuela es pensatla intersectorialmente, colaborando con otras instituciones y con varones y mujeres que estén en bisquedas semejantes. Reis Man Catal Coa 0) a pre crac del recto Pie o-23 Lire si 290.28 La relacién pedagdgica en el centro de la escuela «19 La escuela, lugar de didlogo entre generaciones en tor- no a los saberes, se constituye como lugar de relacién. 20 La relacién entre los actores pedagégicos es de hecho el tejido fundamental de la vida escolar. 21 Esta relacién pedagégica tiene un cardcter institucional: ha nacido de la necesidad que la sociedad tiene de un espacio con- ciente de maduracién y socializacién. Este vinculo institucionalizado entre las gene- raciones crea el sentimiento de pertenen- cia, la conciencia del nosotros social 22| Esta relacidn pedagégica es sumamente rica y compleja. En ella estan implicados el docente y el alumno como personas cuya relacién les confiere dicha identidad; los saheres de los conflictos sociales, cuyo conocimiento y transformacién es lo que convoca la relacién, 231 En ella se da conjuntamente una relacién entre personas, entre tiempos, entre gur- pos humanos y sociales, entre intereses politicos y econémicos, entre misterios. 241 En una escuela de inspiracién cristiana esta misma relacién es el lugar religioso por excelencia 251 El contenido de esta relacién tiene que ver al mismo tiempo con los saberes y sus ob- jetos de conocimiento, con las elecciones y los marcos valorales para el discernimien- to, con los métodos y con las expectativas de transformacién de las personas inclui- das en la relacién, con las elaboraciones culturales y los conflictos sociales en cuyo seno se hacen las elaboraciones. Epi HORIZONTE PEDAGOGICO PASTORAL DELA AEA 261 La finalidad de a relaci6n es la transformacién de las personas para la transformacién social. Las perso- has se transforman por la resolucién de los mdiltiples conflictos que tejen esta relacién: conflictos cognitivos, conflictos relacionales, conflictos religiosos, conflictos valorativos, conflictos sociales, conflictos afectivos... Pensat la relacién como un t pensarla como un espacio de autotransformacion y au- toconciencia, de intertransformacién e interconciencia en el que todos los actores salen transformados por la resolucién met6dica y conciente de los conflictos. 281 Entender el centro de la vida escolar como una rela- cién pone la constitucién de las comunidades en el ‘je de la tarea de conduccién y animacién de la vida escolar. Es la comunidad de aprendizaje la que teje el diaa dia de la escuela. 291 Yes en el seno de esta comunidad de aprendizaje que el descubrimiento de Dios y su misterio en Jesucristo se puede dar. 301 Esta comunidad de aprendizaje es la Iglesia que esta forméndose. Esta relacidn pedagdgica, centro de la vida escolar, es fa alternativa que las comunidades de adultos estén planteando para reelaborar la vida social propia y de los alumnos, sus propios conflictos econémicos, polf- ticos, sociales y simbélicos. Aprender dice relacién con, la vida social y sus conflictos. Aprender no es posible, en clave de envangelio, sino desde el lugar del pobre. La relacién pedagogica se transforma as{ en memoria de los contflictos sociales y de su dimensién cristiana, 2m 3il compafiia de la vida empefiada en dichos conffictos y profecia de una vida mejor en la que los conffictos puedan ser superados. | ot tanatigs, ta ecu rita ger dees deg altar ‘hei intercity arse neces. Ghanaians are rear matric sane ‘leucmlr rin ete a rma ye tec ‘Xplor derelict le retin. dru onc Cota, 00) srr oe Iroc det pecs cura buna cco trl Ti Sta Buenos res as a El aula como lugar de relacion 321 Llamamos aula a todo espacio de aprendi- zaje intencionalmente planificado. 331 Llamamos lugar a todo espacio huma- no que, al transitarlo habitarlo, nos da identidad, nos permite encontrarnos cara a cara con los demés y nos hace participar en una historia con conciencia creciente. En el aula, la relaci6n se vive entre la co- ‘munidad de los adultos y la comunidad de los j6venes, constituidos en comunidades de aprendizaje. 351 La comunidad de los adultos incluye a los Hermanos de las Escuelas Cristianas, a los Socios de la Asociacién Educacionista Ar- gentina, alos drectivos, los docentes, el per- sonal no docente y os grupos familiares. En 3a 5 | FEDAGOGICO PASTORAL CELA AEA la relacion pedagégica cada uno de estos grupos acta diferenciadamente en una comunién de participacién. 361 La comunidad de adultos lasallana vive esta relacién, como una comunidad narrativa de un sentido parti cular de la vida, la comprensién de la vida a la luz del Misterio de Cristo vivido en la tradicidn de La Salle. Es una comunidad testigo de Dios como Vida de nuestra vida, comunidad que ha hecho esta experiencia y la ha descubierto en el tejido de la comprensién cultural sobre la que trabaja. 31 Por eso esta comunidad se descubre llamada por Dios, con- ‘vocada, a instaurar una convivencia democrdtica en cuyo seno se resuelven todos los conflctos desde la vinculacién a los valores por encima de los intereses de personas 0 grupos. 38IEsta vocacién democratica de la comunidad adulta la: sallana la lleva a la construccién de aulas en las que todos puedan encontrarse incluidos con gusto, creati- viidad, alegria y libertad de investigacién y pensamiento. 391 Esta vocacién democratica incluyente de la comuni: dad adulta lasallana la leva a diseftar aulas abiertas al contexto social y comprometidas en una praxis gra- dualmente transformadora a pesar de y debido a todos los contratiempos y adversidades de las politicas edu- cativas, sociales y econémicas. Por eso la escuela con, proyecto de inspiracién cristiana hae una clara opcién por la educacién en y para la justicia como construc- 6n de una sociedad alternativa 401 Esta vocacién demoerética incluyente y transformadora de la comunidad adulta lasallana la lleva a comprender la autoridad como un servicio prestado a la unidad en torno 16 4ll 42] 43 a la mision educativa y evangelizadora, bus candbo la participacién en tomo alla construc- ci6n del proyecto, de la toma de decisiones, de la comprensién teériea, de los criterios de organizacién, de la tarea curricular. Esta vocacién demoeritica incluyente, transformadora y participativa no es oculta- miento de las diferencias, sino provocacién al dialogo en la diferencia, ala comunién en la diversidad para la colaboracién en el tini- 0 proyecto educativo pastoral. La conver sién de las personas y los grupos, la conver- sin de la misma institucién a su inspiracién cristiana, esta en el centro de la nocién de construccién vial de proyecto educativo. Esta vocacién democratica, incluyente, trans- formadora, participatva y dialégica leva a los adultos de la comunidad lasallana a experi mentar su vida cultural como lugar del en- ‘uentro con Dios. Dios, fondo de sentido de los saberes, matriz de fecundidad de todo lo verdadero, bueno y bello, ¢ alcanzado en el esfuerzo del aprendizaje que esta en el cen- tro dela relacin educativa. Esta vida cultural escolar es tanto el tejido de la relacidn de las personas como su propia vinculacién conflic- tiva con los saberes, La relacicn educativa est signada por este esfuerzo por la sabiduria Desde esa relacién de las personas con los saberes es que la escuela comprende su ” HORIZONTE PEDAGOGICO PASTORAL DELA AEA vida de oraci6n, de celebracién y de significacién sa- cramental, En la vida de los docentes y de los alumnos se realiza asi aquella insistencia lasallana de que “no es buena cosa hacer distinciones entre el cumplimiento de los deberes del propio estado y el trabajo de la propia salvaci6n, ya que no se obrard nunca mejor en la propia salvacién que cumpliendo con aquellos deberes’ Esto significa que es la misma relacién la que tiene con- tenidos religiosos que es preciso develar. Por eso, la rela~ cidn pedag6gica es relacién pastoral y actividad pastoral Por consiguiente, la escuela con proyecto de inspiracién cristiana entiende que es necesario que existan espacios ccurriculares en los que el contenido religioso de la rela- cién pueda tener una explicitacién cristiana. El aula, lugar de la relacién, es lugar de evaluaciones. ugar de valoraciones de procesos, conductas, logros y fracasos. Como quiera que el lugar del que valora se impone como una posicién de poder, la comunidad de adultos lasallana pone de manifiesto cules son los valores en juego en la relacién pedagégica y en qué sen- tido se espera que sean vividos por todos los actores. 46l Bl poder, esto es la capacidad de hacer realidad las po- sibilidades, que la comunidad de los adultos ha reci- bido de la Iglesia a través del Instituto de los Herma- nos de las Escuelas Cristianas y de las familias, estd al servicio de los nifios, de los adolescentes y de los, jvenes, La animacién comunitaria -que es parte de la conduccién- busca actualizar todas las posibilidades de las personas y los grupos que estén presentes en la comunidad grande de la obra educati al 47| La comunidad de adultos tiene sus propias necesidades pedagogico pastorales de for- ‘macién y transformacidn. 481 La comunidad de j6venes ¢s el polo convo- cante de la relaci6n pedag6qica. La escuela se constituye como tal por su presencia, su brisqueda y su construccién social como alumnos. La comunidad de nitios, adolescentes y j6- venes trae a las aulas y a la relacién peda- ‘d6gica un enorme bagaje de saberes: saben ‘conocer, saben hacer, saben ser y saben vi- vir juntos. Bllos participan de una cultura infantil, adolescente y juvenil que les es propia, cultura elaborada en el seno de la cultura popular. 501 Estos saberes son punto de partida y lugar de trabajo para su resignificacién dialégi ca -siempre conflictiva- con la cultura de la comunidad adulta. Estos saberes y la vida que los ha constituido son prepara- cin evangélica para el anuncio del Miste- rio que la comunidad adulta lasallana hace desde su propia vida eclesial. 51I Cada niffio, cada adolescente, cada joven debe ser conocido personalmente para que ta comunidad de adultos se pueda poner al servicio de sus necesidades profundas en el modo que a aquel le resulte més prove- choso, con firmeza de padre y ternura de 49 19 madre. Esto, sobre todo, en el caso de los alumnos con, servicio eclesial, estable y comunitario. necesidades distintas de lo habitual. Ese es el nombre de la relacidn educativa 521 De este modo, la escuela con proyecto de inspiracién mirada en la clave de Jesucristo, Servidor cristiana se preocupa por organizar actividades diver- de los hombres y de Dios. sificadas que puedan cubrir los intereses y las necesi- 571 Las planificaciones y proyectos instituciona- dades de todos. les son simples mediaciones para la conver- 531 Asi, los adultos de la comunidad, podrén ser hermanos sién de la comunidad, para discernir cuanto mayores de los alumnos que las familias les confian. del horizonte esta ya siendo vivido y cuanto ‘ain queda en la distancia del por vivir. 23 tes er renee 581 Pero el proceso de conversidn afectiva «es intelectual, moral y religiosa, como itine- ‘Glrous, H. (2997) Los profesarescumno intelectual. Hacia uma pedazogta eitca del rario de autotrascendencia que el docen- Bae ay Poteet dar. Poca deposit en te esta llamado a realizar personalmente, rem romeo Pee Doceta queda librado a su propio didlogo con la His mg sya ohn Sect (eines Wa eae ee Se rT asin id erie eres Ho FSSEs Xa CALE SOUVERAIGRL Tie 85) ct de sos gir pers Obs smo 591 Es en el seno de su relacién educativa don- i Beton et esr carl dt ita nae. uns A de el maestro esta llamado a encontrar al (Casoviet C198 La ttc amano dea acd, Tugs actor. Dios alma del mundo, compaiiero de la |S ane ae eta men bars re ei Se ae ae ee Arc (80 oe pan tar Pens Bae 601 Es su propia concepcién de la vida ~su sa- ber conocer, su saber hacer, su saber ser El docente, actor clave AY Sat Oe BE ooh Since: a GOED para el cambio institucional ma parte de la narracién de la cultura que, como mediador, el maestro presenta a la 541 La relacién educativa no es una mera funcién. comunidad de aprendizaje en el seno de la 551 La comunidad de la escuela con proyecto de inspira- cual desarrolla su tarea educativa. cidn cristiana no es una simple organizacién. 611 Es su satisfaccién inquieta por la vida y la | 56! La relacién educativa, desde la perspectiva cri cultura lo que lo llevara a caminar en la fe que La Salle nos ha ensefiado, es un ministerio, un en la tensién de lo realizado y la esperanza. 20 621 Es su propia sintesis fe-cultura-vida, siempre en ca mino y siempre fruto de la gracia, lo que lo constituye como signo del Reino en el seno de la comunidad de adultos a la que pertenece. 631 Sin embargo, el docente como actor del cambio ins: titucional es siempre un sujeto social de transforma- cién, Un elemento importante de la pastoral docente, que coincide con la tarea de la conduccién, es la crea- cidn de esta subjetividad social de la comunidad adul- ta en la escuela. La constitucién de las comunidades de fe como comunidades de investigacién cientifica, pedagégica y pastoral y como ambitos de participa- cin democratica van en esta linea. 64l B | transformador de la escuela y de la sociedad vive siempre la tensién del sentido realizado y la esperanza, de lo conseguido y lo deseado, de lo ‘comprendido y lo ignorado, de la fidelidad cumplida y Ta apertura del futuro, de lo instituido y la fuerza de lo je sujeto instituyente. El aula: un lugar atravesado por multiples miradas 651 El aula como lugar de encuentro entre las personas alre~ dedor de los saberes es un espacio tinico pero complejo. 661 Su comprensi6r tramado al diferenciar perspectivas que, sin embargo, no pueden comprenderse como distintas en la vida cotidiana: los ac tores son cinicos e indivisibles, E] aula puede ser mirada desde la perspec tiva pedagéiica, evany te6rica hace visible el en lizadora, organiza tiva, convivencial o administrativo econ6. mica, 68! La planificaci6n institucional de las aulas debe respetar tanto la unidad del lugar de la relacién como la multiplicidad de las perspectivas. Esta planificacién se realiza siempre en el juego de la totalidad de la relacién y la perspectiva de anilisis, desde cada lugar de relacién. 631 Hacia una comui lad signo: conducir las escuelas juntos y por asociacion para el servicio de los pobres 701 La conversién institucional a este horizon- te no seré posible sin la constitucién de ‘comunidades de significacién del Reino de Dios, realidades que no son meros frutos de Ja voluntad humana, sino accién conjunta del espiritu y las libertades en comunién, HORZONTE PEDAGOGICO PASTORAL DELA AEA ‘San Juan Bautista de La Salle, consagré su vida a la constitucién de la Sociedad de las Escuelas Cristianas. En sus huella, las distintas comunidades intencionales presentes en el Distrito” son semillas de nuevas comu- nidades al servicio educativo de los pobres. 71 En la escuela lasallana toda persona que ingresa en la vida de la obra educativa es acogida por alguna comu- nidad o grupo que colabora en su yen su iniciacién, 72| Los procesos de conduccién y forma ‘como procesos pastorales, estén centrados precisa- ‘mente sobre la constitucidn de las comunidades que son el tejido del Pueblo de Dios. 731 En este sentido, la escuela con proyecto de inspiracién cristiana se entiende como una comunidad de comu- idades en cuyo seno las personas y los grupos se van integrando en ellas gradual y diferenciadamente, de acuerdo a sus propios itinerarios de vida y fe. 7Al Es en estas comunidades donde los distintos actores, «educativos, pero sobre todo los docentes y los alumnos, se encontrardn inguietamente satisfechos de la vida, abiertos al futuro discerniendo las ocasiones para la es- Peranza, fieles a la propia tierra y la propia historia, ocu- paados de los pobres, sujetos de los cambios necesarios. (Comunidades ntecinals” ex ne expan tad pores tines Caio (Goneratr dt ttt de os Hermans de as Ecos Cian pre refre @ dint egranacons tend dfretes formas a mistin a d o a ‘ensagractin. muro Capo Distal ee reanasoc coma Coma. ‘sino eran os sos ela BA Ts ceria dba, dee dela Para, ts slat WZ HORIZONTE PEDAGOGICO PASTORAL DE LA AEA tras del horizonte. Por eso horizonte dice relacién con tre las generaciones en torno a los saberes: un llamado, Por eso el venir a nuestro encuentro del saber conocer, saber hacer, saber ser y saber misterio detrés del horizonte se espera y se agradece ivir juntos. Sobre todo porque esa pertenencia s6lo es cierta en el 11 En una escuela con proyecto de inspiracion. arraigo auna tierra, en la relacién con una comunidad. cristiana todos los saberes se integran en 81 La planificacién educativo pastoral institucional es la sabiduria cristiana, que es la capacidad la respuesta adecuada para conducir este proceso de del discernimiento hecho desde el fugar del conversién -didlogo esperanzado y esperanzador-, pobre. ‘siempre concientes de la tensi6n existente entre la vo- 12| Escuela con proyecto de inspiracién cris- luntad institucional y las libertades individuales. Ni tiana es aquella cuyo proyecto se entiende los textos ni los dispositivos institucionales garanti- en la persona de Jesucristo, Dios y hombre, zan la conversi6n. Pero la conversién sin mediaciones 131 En.un proyecto de inspiracién cristiana, Je- sucristo es la clave, la llave que permite la resignificacién de los saberes, la reorienta- cin de la acci6n y la apertura de un hori- ee 8 ei rl emer Barre sen ene institucionalizada s es dificil de verificar. (Ste 7 ny Se Sem 18 il En ella fe y cultura, fe y vida, se encuen- feoncs Pag 5.60 308 : eo tran unidos de un modo andlogo al del Hijo deg 07 Sr org. Fo ato omen Ne Sends de Dios y la humanidad en el Misterio de la ese 9) Seren. Dl Seal, arena 35-42 Encarnacién. Como la humanidad y la di- es ee vinidad en Jesucristo, sin cambio —es decir Roars Mant Csagnon, Ca 200 apn cosa def aga sin que una se convierta en otra-, sin confu- amr decanter IB Stl Bue ies Pg 7-9 DP 0? Fee Ce amtees steele ana sin separacién -sin que puedan concebirse ‘como parcialidades-, sin divisién -sin con- flicto entre ambas-. Entre cultura y fe, vida y fe, hay una relacién de discontinuidad in, pero al mismo tiempo de 91 La escuela es una institucién, un espacio social pabl consumaci6n y plenitud, Hay una totalidad co creado para salvaguardar la comunicacién cultural. discontinua, de diferencia en comunién, de 10] Escuela es lugar de encuentro fecundo y creativo en- colaboracién. Jesucl clave de la escuela cri 0 | "

También podría gustarte