Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Salinar es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló en la zona costera de
los actuales departamentos peruanos de Áncash y La Libertad.
Historia[editar]
Economía[editar]
La base de la economía era la agricultura, los salinar
cultivaron maíz, calabazas, pepino, lúcuma, frijoles, quinua, coca, etc. El área de tierras
agrícolas se incrementó significativamente en comparación con el área de cultivo Cuspinique.
Sabían cómo construir terrazas de regadío para un mejor aprovechamiento de pequeñas
áreas de cultuvo, almacenaban el grano en graneros y sabían fermentarlo para
obtener chicha.
También se desarrolló la ganadería, se criaron llamas para carne, piel y huesos.
La avicultura también se generalizó, de manera auxiliar se desarrolló la recolección,
especialmente de moluscos.
Cerámica[editar]
Salinar
CULTURA WARI
La cultura wari o huari fue una civilización andina que floreció en el centro de
los Andes aproximadamente desde el siglo VII hasta el XIII d. C., llegando a expandirse desde
las actuales regiones peruanas de Lambayeque por el norte, Moquegua por el sur y hasta la
selva del departamento del Cuzco por el este.
La ciudad más grande asociada con esta cultura es Wari, que se encuentra ubicada unos
20 kilómetros al noroeste de la actual ciudad de Ayacucho. Esta ciudad fue centro de un
imperio que cubría la mayor parte de la sierra y la costa del Perú actual. El Imperio
wari estableció centros arquitectónicos distintivos en muchas de sus provincias, tales
como Cajamarquilla o Piquillacta. Es, junto al Imperio incaico, una de las dos únicas culturas
consideradas «imperiales» aparecidas en el hemisferio sur.
Su principal actividad era de carácter militar. Combatieron a lo largo y ancho del territorio
peruano, conquistando los diversos señoríos de su tiempo. También tuvieron grandes centros
religiosos como Pachacámac en Lima.
Historia[editar]
Huaco wari.
En la etapa 1A surge la ciudad capital denominada Wari, que dio el nombre a esta cultura. En
este periodo se nota una elevada influencia de la mitología tiahuanacota deducida de las
vasijas halladas en Conchopata (Ayacucho), en donde se representa repetitivamente el tema
plasmado en la Portada del Sol de Tiahuanaco.5
Existen dos estilos alfareros waris representativos de este periodo, denominados
«qonchopata» y «chakipampa A». La influencia tiahuanacota se evidencia también en el
templete semisubterráneo encontrado en la ciudad de Wari. También durante este periodo
destacan enclaves en la costa de Ica y Moquegua.
La etapa 1B[editar]
En esta etapa la característica principal son los grandes cambios en la estructura sociopolítica
wari. La ciudad de Wari crece debido a la migración procedente de las zonas rurales. En el
campo político, el Estado wari se fortalece y se expande; se desarrollan los centros
provinciales de Honcopampa y Huilcahuaín, en el callejón de
Huaylas; Huiracochapampa y Marcahuamachuco en La Libertad y Piquillacta en el Cuzco.
Evidencias arqueológicas afirman el posicionamiento wari en la costa central y sur; y algunas
evidencias arqueológicas en el valle del Santa.5
Asimismo se fundan sitios como Huarihuilca, Jincamoco y Waywaka, todos estos sitios
estuvieron interconectados por redes viales.
Los sitios al norte de Wari evidencian la adaptación de los estilos arquitectónicos de los waris
a los estilos locales, alterando algunos conceptos y asimilando otros.
En la alfarería destacan los estilos denominados «Robles moqo», «Chakipampa B» y
«Pacheco», este último asociado a un sitio arqueológico de importancia en la zona de Nazca.5
Las etapas 2A y 2B[editar]
Durante la etapa 2A y 2B existen evidencias de una reestructuración política y una última
expansión; destacando por centralizar aún más el poder en la ciudad de Wari. Esto origina
que la ciudad alcance su máxima extensión y su mayor índice demográfico, naciendo nuevas
urbes periféricas como Jargampata y Azángaro en San Miguel y Huanta respectivamente.5
Los estilos alfareros predominantes durante el periodo 2A fueron «viñaque», «atarque» y
«pachacamac». Surgen además los sitios costeños de Socos (en el valle del río Chillón) y
Conoche (en Topará).
En la época 2B, la cultura wari se expande hasta la ciudad de Cajamarca, se consolida en la
serranía de La Libertad y Moquegua, y avanza hasta Sicuani.5
En cuanto a religión, el sitio de Pachacámac gana prestigio durante el periodo 2A, y para el
periodo 2B propaga su influencia estilística hacia la zona de Ica y Huancayo.5
Etapas 3 y 4[editar]
Estas son las etapas de la decadencia de la cultura wari. En la etapa 3 se inicia la decadencia
de la ciudad de Wari; sin embargo el sitio de Pachacámac mantiene su prestigio religioso,
además de surgir en Huarmey un sitio influenciado en la arquitectura por los waris.5
En la etapa 4 se inicia un periodo de desecamiento de la sierra, un cambio climático que
perduraría por un largo espacio de tiempo y que posiblemente sea la causa del colapso del
Estado panandino wari.5
Influencia tiahuanaco[editar]
Arquero wari.
Dentro de las tres grandes épocas de los waris, la segunda época (siglo VII a X) es de máximo
apogeo y está representado por el estilo de cerámica llamado propiamente wari, con sus
variedades regionales:
Viñaque,
Atarco,
Pachacámac,
Qosqopo, y otros.
Esta es la época imperial wari, cuando su expansión alcanza Lambayeque y Cajamarca (por
el Norte) y llega hasta Moquegua y Cuzco (por el Sur). Desde Cuzco hasta Chile y este de
Bolivia se extendía Tiahuanaco.
Los waris lucharon y conquistaron los pueblos cercanos mediante un ejército cuyas principales
armas fueron las hachas de piedra, porras de metal, arcos y flechas. Los waris introducen una
concepción nueva de la vida urbana, implantando el modelo de gran centro urbano
amurallado.
Las ciudades wari más conocidas son Piquillacta (en el Cuzco)
y Huiracochapampa (en Huamachuco), que a su vez son los territorios extremos del imperio.
La ciudad de Wari basó principalmente su economía en la explotación imperial, es decir en la
explotación de las colonias que fue conquistando mediante la guerra, tanto los tributos de las
colonias como otros factores de dominación, permitieron el mantenimiento de esta gran
ciudad.
La tercera época es de declinación y descomposición política económica de los waris, con el
abandono de la ciudad y la pérdida de su control sobre las antiguas colonias.
Después del siglo XI, los pueblos sometidos al Imperio wari retoman su camino independiente
de desarrollo, y Ayacucho ingresa a una etapa de franco subdesarrollo con abandono del
patrón de vida urbano y retorno a una reducida población rural aldeana, similar a las
tempranas fases de Huarpa.
Las diferentes regiones del imperio se fueron independizando del poder de la capital y
finalmente esta quedó abandonada y acabó siendo saqueada. Luego de desaparecer el poder
imperial las grandes ciudades fueron abandonadas y en muchas regiones se regresó a la vida
basada en aldeas poco desarrolladas. Otras regiones, sin embargo se embarcaron en un
nuevo florecimiento regional fundándose de esta manera los reinos y señoríos del
período Intermedio Tardío tales como Lambayeque, Chimú, Chancay, Ichsma, Chincha o
el señorío inca, etc.
Sin embargo, los enfrentamientos entre estos grupos no acabaron y la formación de ejércitos,
batallas e intentos de conquista continuaron hasta el fin del Imperio incaico.
Presencia wari en el litoral[editar]
Política y economía[editar]
Arte[editar]
Arquitectura[editar]
Metalurgia[editar]
Existen vestigios de trabajos metalúrgicos wari en oro, cobre y bronce, utilizando las técnicas
del vaciado, forjado, laminado, martillado y repujado.
Algunos autores sostienen que el trabajo metalúrgico en Wari tuvo antecedentes
tiahuanacotas, en cuanto a las técnicas utilizadas; otros sostienen que la metalurgia en Wari
tiene sus orígenes en Waywaka, un sitio arqueológico ubicado en Andahuaylas e investigado
por Grossman, en donde se encontraron piezas de metal de mucha antigüedad.5
Algunos de los trabajos metalúrgicos más complejos de la cultura wari fueron hallados en el
sitio de Conchopata por Denise Pozzi-Escot15y analizados por Ríos. Se trataría de un taller
metalúrgico dedicado al trabajo del oro y el cobre, cuyo principal producto fueron los «tupus» o
«topos», la cantidad de estos «tupus» es abundante en el sitio de Conchopata, pero estos
tupus de similares características también fueron encontrados en Huamachuco, Jargampata y
Azángaro, por lo cual se piensa que Conchopata fue un centro de producción a gran escala de
estos artefactos.5
La ciudad de Wari[editar]
Artículo principal: Complejo arqueológico Wari
Parte del complejo arqueológico Wari.
huari
CULTURA TIAHUANACO
Cultura tiahuanaco (en aimara: Tiwanaku) es la denominación de una cultura
arqueológica que se expandió en los actuales países de Bolivia, Perú y el norte de Chile entre
los años 1500 a. C. y 1187 a. C. Su área de influencia, visible en objetos con una peculiar
iconografía, comprende la cuenca del lago Titicaca como región nuclear, desde donde se
distribuye hacia los valles y costa del océano Pacífico por el oeste, la región del Chapare por
el este y el oasis de San Pedro de Atacama por el sur. Su capital y principal centro religioso
fue la ciudad de Tiwanaku, ubicada en las riberas del río homónimo, pocos kilómetros al sur
del lago Titicaca, en el actual departamento boliviano de La Paz. Se cree que Tiahuanaco
obtuvo una serie de bienes y recursos de ecosistemas diferentes al del Titicaca a través del
intercambio con diversas sociedades locales de regiones altiplánicas y vallunas, aunque
también manejaron enclaves poblacionales en zonas como el departamento de
Cochabamba en los valles orientales bolivianos. El sitio de Tiwanaku se caracteriza por una
amplia infraestructura ceremonial que atestigua pensamiento, difundidos a través de objetos
más ligeros como cerámica y textiles.
Kero tiahuanacota, 400 - 1000.
Precisamente estas dos formas de expresión material son las que encuentran mayor
perfección técnica, siempre sujeta a cambios cronológicos y sobre todo a variación espacial.
SI bien inicialmente se pensó que la cerámica más tosca de Tiwanaku sería la más tardía o
"decadente", el hallazgo en el año 2006 de más de cuatro centenas de piezas cerámicas de
gran perfección y colorido en la isla de Pariti, en la porción menor del Titicaca, datadas por
radiocarbono en el 1000 d. C., permite discutir esta idea. Así, todavía se discute el significado
de la variedad cerámica de Tiwanaku. Existe una notable variedad entre zonas de la propia
cuenca del Titicaca, por no mencionar los estilos derivados de Tiwanaku en zonas como
Azapa (Chile) o Cochabamba (Bolivia). Tiwanaku también destacó en el arte textil, con
predominio del uso de lana de camélidos andinos, generando tapices polícromos y estilos
propios y originarios como el gorro de cuatro puntas (ch'uku),12 utilizado por la clase social
alta, a principios del 500 d. C, posteriormente, debido a la influencia tiahuanacota, aparece
en 700 d. C. en el estado wari, estos textiles fueron sumamente complejos observables en
zonas secas como el norte de Chile o el altiplano boliviano meridional. Usaron ampliamente la
tecnología del bronce, destacando su uso en la arquitectura ceremonial de piedra en forma de
grapas de sujeción. Otros materiales trabajados por Tiwanaku o por regiones sujetas a su
influencia ideológica fueron ornamentos de oro laminado y plata, tallas de madera, objetos de
hueso pirograbado, cestería y cuentas de collar en piedras semipreciosas, hueso y concha.
El primer europeo en encontrar los restos arqueológicos de Tiwanaku fue el cronista
español Pedro Cieza de León en el siglo XVI. Sin embargo, las visitas de estudiosos al sitio se
dieron mayormente desde el siglo XIX, con personajes como Alcide D'Orbigny, Ephraim
Squier, Charles Weiner, y posteriormente arqueólogos más formales como Alphonse Bandelier
o Max Uhle, ya a comienzos del siglo XX. Posteriormente, el arqueólogo aficionado Arthur
Posnansky estudió la zona planteando diversas teorías, sumamente especulativas, sobre los
orígenes y desarrollo de Tiwanaku. Durante el siglo XX destacaron los estudios del
estadounidense Wendell Bennett en la década de 1930; el boliviano Carlos Ponce
Sanginés entre los años '60 y '80; y los estadounidenses Alan Kolata, David Broman y Marc
Bermann, así como los bolivianos Juan Albarracín-Jordán y Sonia Alconini, en los años 1990.
En el presente siglo destacan los aportes de los estadounidenses John Janusek, Charles
Stanish, Nicole Couture, Deborah Blom y Alexei Vranich; el finlandés Antti Korpisaari; y los
bolivianos Javier Escalante, Claudia Rivera, Jédu Sagárnaga y Juan Villanueva.
Ubicación geográfica[editar]
La cultura tiahuanaco, de origen Uru-Puquina,3 se desarrolló a orillas del lago Titicaca. Según
el arqueólogo Carlos Ponce Sanginés, surgió entre el año 1580 a. C. y se prolongó hasta el
año 1187 d. C. El centro principal de esta cultura estuvo ubicado a una altitud de 3842 m s. n.
m.. Por su carácter expansivo, Tiahuanaco abarcó parte de los territorios actuales
de Bolivia y Perú.
Cronología[editar]
Cultura tiahuanaco
Tiwanaku
Localización geográfica aproximada
Datos
CULTURA MOCHE
La cultura moche o mochica es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló
entre los siglos II y VII d. C. en el valle del río Moche (actual provincia de Trujillo, en
el departamento de La Libertad). Esta cultura se extendió hacia los valles de la costa norte del
actual Perú. Esta hizo grandes obras como canales de riego y presas, lo que les permitió
ampliar su frontera agrícola.
Para la cultura mochica la materia prima fue el adobe. Construyeron complejos religiosos-
administrativos conformados por palacios y templos o huacas de carácter monumental, las
cuales los recubrían de grandes murales en alto y bajo relieve, pintados con colores extraídos
de la naturaleza, donde plasmaron sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión cultural.
Las más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del Sol y de la Luna, en
el valle de Moche.
Conocieron muchas técnicas para trabajar el oro (laminado, martillado, alambrado, etc.), lo
que les permitió fabricar , atuendos, emblemas, ornamentos y toda su parafernalia ritual.
Son considerados los ceramistas del antiguo Perú, gracias a su trabajo que realizaron en sus
ceramios. En ellas representaron, tanto de manera escultórica como pictórica, a divinidades,
hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos que
reflejaban su concepción del mundo. De este arte sobresalen los huacos retratos y los huacos
eróticos.
Fueron navegantes: construyeron caballitos de totora, los que hacían más pequeños para la
pesca y más grandes para sus viajes hasta las costas ecuatoriales, desde donde traían
conchas de Spondylus, sagrada para los moches, y en general, para el resto de las culturas
costeñas del Antiguo Perú.
Políticamente, las sociedades moches ―de fuerte segmentación en clases sociales― se
organizaban en reinos o señoríos confederados. Se ha podido conocer más sobre esta cultura
gracias al descubrimiento de algunas tumbas intactas de sus gobernantes o señores, como la
del Señor de Sipán y la Dama de Cao.
Ubicación geográfica[editar]
Piura (Piura)
La Leche (Lambayeque)
Lambayeque (Lambayeque)
Zaña (Lambayeque)
Jequetepeque (La Libertad)
Chicama (La Libertad)
Moche (La Libertad)
Virú (La Libertad)
Chao (La Libertad)
Santa (Áncash)
Nepeña (Áncash)
Inicialmente fue conocida como cultura protochimú o Chimú temprano, pero recibió el nombre
de «cultura moche» tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la denomina
«cultura mochica» en razón del nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus pobladores.
Tradicionalmente se ha considerado a la cultura moche como un estado centralizado, con su
núcleo en las huacas del Sol y de la Luna. Sin embargo, modernos estudios demuestran que
hubo dos regiones mochicas bien diferenciadas, una al norte y otra al sur, geográficamente
separadas por la Pampa de Paiján.1
Mochica norte[editar]
En el valle de Lambayeque: Huaca Rajada, Pampa Grande.
En el valle de Jequetepeque: Complejo San José de Moro, Huaca Dos
Cabezas, Complejo Pacatnamú, Casa de la Luna o Sián, el Hornito (entre San Pedro y
Pacasmayo), Sincapecerce de Poémape y la Tumba de la Mina.
Mochica sur[editar]
En el valle de Chicama: Sonolipe, Urricape, Mocollope, La Campana, Huaca Cartavio,
Huaca Colomessi
, Huaca Cortada y Huaca Cao Viejo (estas dos últimas forman parte del Complejo
Arqueológico El Brujo).
Descubrimiento[editar]
Historia[editar]
La historia moche se desenvuelve en el llamado Intermedio Temprano, periodo de la
civilización andina caracterizado por el desarrollo de culturas regionales, tras la decadencia
del Formativo Andino. Contemporáneas con la cultura moche fueron la cultura vicús, la cultura
nazca, la cultura recuay, la cultura lima, la cultura cajamarca y la cultura tiahuanaco.
El período del Comienzo, que abarcaría entre 150 y 300 d. C. Durante esta época los
mochicas se imponen sobre la cultura Virú-Gallinazo, tanto en el plano militar como en el
ideológico, es decir, imponen sus creencias. De fines de esta época data el llamado Señor
de Sipán.
El periodo de la Expansión, aproximadamente de 300 a 600 d. C. Constituye el periodo de
apogeo de la cultura moche, con sus máximos logros, en lo político, militar, económico y
cultural. Se forma el Estado Mochica del Norte (en el valle de Jequetepeque y otros del
actual departamento de Lambayeque) y el Estado Mochica del Sur (en los valles de
Moche y Chicama, y otros más al sur). Sipán (Huaca Rajada) fue indudablemente uno de
los principales centros del Estado norteño, mientras que las huacas del Sol y de la
Luna (en el valle de Moche) y las del Complejo El Brujo (en el valle de Chicama), lo fueron
del Estado sureño. De esta época es la gobernante moche conocida como la Señora de
Cao. La ideología moche se hace más guerrera, como se deduce de sus representaciones
artísticas.
El periodo del Ocaso, es un periodo de decadencia que empieza entre el 650 y 700 d. C.,
aparentemente debido a la devastación climatológica ocasionada por un
fortísimo fenómeno del Niño. La alta jerarquía moche debió perder de manera creciente su
poder sobre la población, la cual se hallaría muy revoltosa ante las secuelas dejadas por
la furia de los elementos (pérdida de cosechas, hambrunas, colapso de los santuarios).
Esta decadencia afectó principalmente a los mochicas del Sur, quizás por la pérdida de la
huaca de la Luna. Mientras que los mochicas del Norte resistieron por más tiempo,
teniendo como nueva capital a Pampa Grande, hacia donde, según una hipótesis del
arqueólogo Luis Chero Zurita, se habría trasladado la élite de Sipán.5
Historia[editar]
Origen[editar]
El reino chimú comenzó siendo uno más de los estados que surgieron tras la caída
del Imperio Wari, según la leyenda de Tacaynamo (fundador mítico de los chimúes) arribó a la
costa del valle de Moche con su séquito en flota de balsas, su procedencia es desconocida, y
adoptó el nombre de “Gran Chimú”.
Expansión[editar]
Los sucesores del mítico fundador chimú, Tacaynamo se apoderaron los valles adyacentes
a Chan Chan, posteriormente fueron controlando paulatinamente a los demás señoríos y
curacazgos tanto del norte y del sur de sus fronteras. En su avance hacia el norte conquistó
al reino sicán y por sur fue anexando diversos señoríos de la costa ancashina y parte de la
costa norte limeña en los que figuraba la cultura chancay. A mediados de la segunda mitad del
siglo XV, cuando gobernaba el Ciquic Minchancaman y cuando el reino se expandía hacía el
sur, chocaron con los incas al mando de Túpac Yupanqui que avanzaban hacia el norte.
Minchancaman había engrandecido al estado chimú al punto de convertirlo en un auténtico
imperio, por lo que según muchas fuentes presentaría una feroz resistencia (vale la pena
mencionar que otras fuentes hablan de una conquista pacífica). Sea cual sea el caso, el
territorio chimú quedaría sometido al naciente Imperio incaico y Minchancaman fue trasladado
a la capital incaica, Cuzco, hecho que puso fin al periodo autónomo de los señores chimúes.
Vista de uno de los muros de Chan Chan, la capital del reino
chimú.
Hay distintas teorías concernientes a la expansión del Imperio chimú, propuestas por distintos
investigadores a lo largo del tiempo. Algunas de las propuestas más destacadas son:
Cronología de J. Topic
1. Consolidación del control Chimú sobre el valle de Moche interior y central (900-
1000/1050 d. C.)
2. Expansión norte al valle Jequetepeque y sur hasta el valle del Santa (1130-1200
d. C.)
3. Expansión Norte desde Jequetepeque hasta Tumbes y sur desde Santa Al Chillón
(1300-1400 d. C.)
Cronología de J. Rowe
1. Desde el norte del Valle de Moche al valle de Jequetepeque y por el sur hasta el
valle del Santa
2. Expansión norte desde Jequetepeque a Tumbes y expansión sur desde el Santa
al Chillón
Durante el incanato[editar]
La sucesión del territorio gobernado por Minchancaman durante la época del Tahuantinsuyo,
lo tuvo el hijo de Minchancaman y Chanquirguanguan, señora del valle de Huaura,3 Chumun
Caur, fue puesto en su lugar4 y se casó con una hija de Pachacútec.5 El nuevo gobernante
chimú gobernó con apoyo de Querrotumi, lugarteniente de su padre durante la guerra, quien
se sublevaría en 1475 pero sería vencido y se suicidaría en el cerro Campana.6
Chumun Caur tuvo un hijo llamado Huamán Chumo, quien le sucedió en el cargo. A su vez,
este sería sucedido por su propio hijo, Ancocoyuch. Durante su mandato, los territorios
antiguamente sujetos al Reino chimú entrarían en un proceso de divisionismos e
independencias regionales, hecho que los incas consintieron al suponer una total
desarticulación política que imposibilitaría eventuales rebeliones de gran calibre.
De esta forma, los nuevos mandatarios "chimúes" gobernarían sobre poco más que el propio
valle de Chimor (valle de Moche).
Tras la muerte Ancocoyuch por las tropas de Atahualpa, por ser partidario de Huáscar en el
contexto de la guerra civil incaica, fue puesto en su lugar Chequen, por órdenes de Atahualpa,
pero este perece en la captura del Inca en Cajamarca (1532).
Organización territorial[editar]
Organización política[editar]
Véase también: Lista de gobernantes Chimúes
1. Chimú Capac: Gran señor suprema autoridad política, religiosa y militar. Residía en la
capital Chan Chan, en medio de espléndidos palacios y rodeado de una numerosa
corte.
2. Curacas, miembros de la nobleza, propietarios de tierras, fungían como jefes locales y
de pueblos sometidos.
3. Clase alta media, se beneficiaban de la tierra, poseedores de priviliegios y
comodidades.
4. Campesinos, dedicados a la pesca, a la agricultura, a la artesanía y al comercio;
5. Sirvientes, consagrados al servicio del Chimú Capac y Curacas.