Está en la página 1de 8

La Autonomía del

Derecho Mercantil
“Ensayo”

Estudiante:
Carmen Díaz

San Cristóbal, febrero 2023


Según la opinión general, resulta imposible delimitar la materia mercantil en
los sistemas jurídicos de la antigüedad, a pesar de que éstos regularon muchas de
las instituciones o actos que hoy se consideran como de comercio, las condiciones
políticas, económicas y culturales de la época no hicieron sentir la necesidad de la
existencia de una rama especial para regularlos, por lo que, las normas reguladoras
de los actos considerados ahora como de comercio carecían de autonomía y se
encontraban dentro del ámbito de las normas jurídicas generales.

El Derecho Mercantil como Derecho especial, nace en la Edad Media, y es


de origen consuetudinario, actualmente pasa por una crisis propiciada por la
aparición de nuevas estructuras económicas y el cambio de los presupuestos
ideológicos, que han afectado el ámbito comercial y económico, dando como
resultado la evolución no sólo del Derecho Mercantil, sino de la economía y de la
sociedad, además, la inadecuación de las normas mercantiles vigentes a los hechos
del momento, produce un estado de insatisfacción que exige la trasformación de
las normas y ha llevado a una real reestructuración de varios aspectos
característicos del Derecho Mercantil, todo ello debe entenderse como una
tendencia hacia una trasformación más o menos profunda, la doctrina mercantilista
en general ha realizado un intento de superar esa crisis buscando una mayor
adecuación de sus normas con la realidad social.

Adecuar las normas a la realidad social no es una tarea fácil, es importante,


identificar cuáles son las nuevas tendencias que marcan pauta en el Derecho
Mercantil, y analizar estas tendencias con la realidad del comercio, para luego ser
enmarcadas dentro del modelo económico y ser tomadas en cuenta por los
legisladores en la reforma de las normas jurídicas existentes o para crear otras
nuevas, que pongan al día las normas jurídicas comerciales.

Según Mantilla M. (2015) el derecho mercantil “es el sistema de normas


jurídicas que determinan su campo de aplicación mediante la calificación
de mercantiles dada a ciertos actos, regulan a estos y a profesión de quienes se
dedican a celebrarlos”. Pp. 25. En términos amplios, es la rama del Derecho que
regula el ejercicio del comercio como profesión mediante el conjunto de normas

2
relativas a los comerciantes y a los actos de comercio legalmente calificados, así
como a las relaciones jurídicas derivadas de la realización de estos, aunque en
muchos casos el sujeto que los realiza no tenga la calidad de comerciante, sin
perjuicio de ello, existen ordenamientos jurídicos en que el sistema es subjetivo, en
base a la empresa, regulando tanto su estatuto jurídico, como el ejercicio de la
actividad económica, en las relaciones que mantienen los empresarios entre ellos y
con terceros. El Derecho Mercantil es considerado sin duda alguna como una
ciencia autónoma, lo cual implica que cuenta en primer lugar, con su propia
normativa, como la Ley, la cual está representada por el Código de Comercio y
demás leyes especiales de naturaleza comercial que se dictan en la medida que el
desarrollo del comercio en cada país así lo exige, en segundo lugar, su propia
doctrina como la costumbre, en tercer lugar, su propia jurisprudencia y en cuarto
lugar su propio método didáctico.

La autonomía del Derecho Mercantil está suficientemente razonada, en


primer lugar, porque tiene un fundamento histórico, después de haber sido objeto
de distinción por la materia, el Derecho Mercantil vuelve a ser el Derecho profesional
de los comerciantes, perdiendo cada día más carácter contractual y
desvinculándose así de la teoría civilista de las obligaciones, en segundo lugar, el
Derecho Mercantil se opone al Civil por la simplicidad y rapidez de las operaciones
y la protección del crédito; la rapidez y ausencia de formalismo se obtienen en
detrimento de la seguridad esencial en el Derecho Civil, en tercer lugar, para el
Derecho Civil, es conveniente cierto grado de estabilidad, que perjudica al Derecho
Mercantil, en cuarto lugar, el Derecho Mercantil es de carácter internacional y se
opone al Civil, eminentemente nacional. Según Rocco (1955)

“La existencia de una ciencia está determinada por las


siguientes características; a) amplitud suficiente de los temas
para merecer un estudio especial; b) método propio; y c)
doctrinas homogéneas dominadas por conceptos generales
comunes y distintos de los que informan otras disciplinas”.
Pp.68.

El Derecho Mercantil carece de autonomía científica, esto no impide su


autonomía didáctica estudio y exposición separados, por la complejidad de la

3
materia y por los matices metodológicos, este tipo de autonomía ha prevalecido en
el tiempo ya que la autonomía científica y por ende la autonomía didáctica ha
quedado demostrada en la evolución del mismo. La existencia de un método propio,
sujetos particulares al campo de estudio, principios y caracteres independientes de
los que reinan el Derecho Civil, un cambio paulatino de las estructuras de la
dogmática y hermenéutica jurídica, han llevado a una madures científica y a
alcanzar su total autonomía. En Venezuela se creó una Comisión de Reforma del
Código de Comercio en 1958, por Resolución del Ministerio de Justicia, en 1962
concluyeron los resultados al entonces Congreso de la República, entre los que se
destacaba el anteproyecto de los dos primeros libros del Código de Comercio, el
anteproyecto de reforma parcial al Código Civil y el anteproyecto de Ley General
de Títulos Valores y Operaciones Bancarias. El problema dual existente de la
materia regulable y la técnica legislativa más apropiada para abordar su tratamiento
normativo, se extiende al Derecho Privado en su totalidad.

Desde su inicio la codificación mercantil del siglo XIX mostró un claro divorcio
entre la norma y la realidad social regulada, porque los Códigos de Comercio son
tales cuando se está en las postrimerías de lo que el comercio significó en la historia
económica. Esta situación ha permitido afirmar, que los Códigos de Comercio
pretenden ser progresivos en lo ideológico; pero resultan claramente retrospectivos
en su cuadro institucional. En Venezuela existen leyes reguladoras de materias
importantes en el ámbito mercantil con carácter especial; así la intermediación
financiera consistente en la captación de recursos con la finalidad de otorgar
créditos o financiamientos, a través de una Ley General de Bancos y Otras
Instituciones Financieras, Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros y
el Reglamento General de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros,
las dirigidas a la oferta pública de valores y sus correspondientes mercados con la
Ley de Mercado de Capitales, Ley de Entidades de Inversión Colectiva, Ley de
Cajas de Valores y la Ley de Almacenes Generales y Depósito.

4
Para la elaboración de normas, lo ideal sería no solo la participación del ente
regulatorio, sino también del comerciante o de las personas vinculadas a la actividad
del comercio, debido a que basados en sus experiencias en el desarrollo de éstas
podrían realizar grandes aportes respecto a las deficiencias de la ley o lagunas que
se hayan formado en el área en la que éstos se desempeñan. Así por ejemplo, si
se inicia la reforma de la institución bancaria, se debe procurar el asesoramiento de;
los bancos universales, comerciales, hipotecarios, de inversión, de desarrollo, de
segundo piso, arrendadoras financieras, fondos del mercado monetario, entidades
de ahorro y préstamo, casas de cambio, grupos financieros, operadores cambiarios
fronterizos, así como las empresas emisoras y operadoras de tarjetas de crédito,
entre otros, ya que estos manifestarán sus conocimientos y experiencias para la
elaboración de una normativa que se corresponda a la realidad y exigencias de la
actividad.

Por otra parte, los principios generales de la practica comercial internacional


no resuelven casos concretos aunque la práctica comercial diaria está muy
influenciada por los principios generales, los cuales incorporan comportamientos
mínimos de equidad comercial esencial para un sistema viable de comercio
internacional como formulaciones aceptadas universalmente de dichas actitudes,
que legitiman aquellas reglas o prácticas que las incorporan e implantan, estas no
necesitan ser adoptados formalmente, porque su efectividad depende de su
continua observancia. Según Kozolchyk, (1996) enumera dichos principios así:

“1. Los Comerciantes independientemente de su origen, raza


o religión, deben ser tratados en forma igualitaria, pero el trato
igualitario debe distinguir entre el comportamiento promedio y
el arquetípico.
2. Aquellos comerciantes caracterizados como terceros en
una relación comercial del tratado de libre comercio, merecen
una protección especial y a veces superior a aquella dada a
las partes originales de una transacción.
3. El comercio internacional en general y el Tratado de Libre
Comercio, en particular, se benefician de la presunción iuris
tautum de buena fe.

5
4. La voluntad contractual de las partes situadas en otros
países miembros del Tratado de Libre Comercio debe ser
interpretada no literalmente sino de conformidad con los
estándares de mercando del tratado de libre comercio.
5. Los legisladores y jueces deben reconocer la necesidad de
proteger los derechos y las garantías adquiridas en otros
países miembros del Tratado de Libe Comercio.
6. Dentro de lo posible, los jueces deben cumplir los
requerimientos de sus contrapartes extranjeras para logar la
más plena cooperación judicial y administrativa.” Pp. 214.
Ahora bien, en materia de Legislación Nacional según la CRBV en su artículo
156 numeral 32 establece

“La legislación en materia de derechos deberes y garantías


constitucionales; la materia civil, mercantil, penal,
penitenciaria, de procedimientos y de derecho internacional
privado; la de elecciones; la de expropiación por causa de
utilidad pública o social; la de crédito público; la de propiedad
intelectual, artística e industrial; la del patrimonio cultural y
arqueológico; la agraria; la de inmigración y poblamiento; la de
los rublos indígenas y territorios ocupados por ellos; la del
trabajo, prevención y seguridad sociales; la de sanidad animal
y vegetal, la de notarias y registro público; la de bancos y la
de seguros; la de loterías, hipódromos y apuestas en general;
la organización y funcionamiento de los órganos del poder
público nacional y demás órganos e instituciones nacionales
del Estado; y la relativa a todas la materias de la competencia
nacional”. Pp. 40.
Para finalizar, en primer lugar, se evidencia una función específica del Poder
Legislativo Nacional en lo general la Legislación en materia mercantil, y en lo
particular legislar en materia de propiedad intelectual, artística e industrial, en
materia de banco y de seguros, la de crédito público, la de Derecho internacional
público, entre otras que forman parte del Derecho Mercantil, en segundo lugar,
autonomía e independencia, resultan ser diferentes en el ámbito jurídico, en lo que
respecta al significado de autonomía se debe entender un poder auto normativo de
un determinado ente social a fin de constituir instituciones creadoras de la norma
propia; a diferencia de independencia jurídica que equivaldría a decir que
determinado ente o estructura social no depende de nadie en el ámbito jurídico.

6
Por tanto, no se podría hablar de una independencia del Derecho mercantil,
puesto que, en la actualidad, en ninguna parte del mundo, un ordenamiento jurídico
emanado de un sector social ha sido totalmente independiente a tal grado de no
necesitar de otras ramas del Derecho. La autonomía del Derecho mercantil se
puede clasificar en primer lugar en Autonomía científica o doctrinal, siendo estos,
principios y teorías elaboradas por los estudiosos del Derecho mercantil, que hacen
del mismo una rama diferente al Derecho común, en segundo lugar, la Autonomía
autentica o legislativa, que se trata de las legislaciones especiales que contienen la
esencia de la ciencia del Derecho mercantil y que, por virtud de esta, se tornan en
normas separadas del Derecho común. El ejemplo de esta autonomía autentica o
legislativa se tiene con el Código de Comercio y las leyes mercantiles especiales
que emanaron del mismo, así como las que aparecieron en virtud de la dinámica
del comercio y, en tercer lugar, la Autonomía jurisdiccional o forense; que consiste
en la aplicación de normas especiales para la materia mercantil por determinados
órganos jurisdiccionales.

La influencia en gran medida por la dinámica de la actividad comercial lleva


al derecho mercantil hacia un proceso de descodificación y es entendida como el
fenómeno de dispersión normativa que da lugar a la especialización de la ,materia
comercial, mediante la emisión de leyes mercantiles especiales y la simultanea
derogación de los aspectos relativos que se contiene en el código de comercio, por
tal motivo, la sistematización normativa actual de la materia comercial resulta
inadecuada, es decir, hoy en día ya no es factible la codificación del derecho
mercantil.

7
REFERENCIAS

Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999),” Asamblea


Nacional”. Caracas. Pp.40.

Kozolchyk, (1996).” Derecho Comercial ante el Libre comercio”. Mexico.Pp.214.

Mantilla M (2015).” Derecho Mercantil”. Mexico.Pp25.

Rocco. (2015).” Principios de Derecho Mercantil”. Madrid. Pp. 68.

También podría gustarte