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Tal parece que elprimero en sugerir que la teoría de las siete iglesias

de Apocalipsis 2-3 es profética, que esta representa siete períodos consecutivos


en la historia eclesiástica, fue el mártir Victorino, obispo de
Pettau (que murió cerca del afio 303 d.C.). Esta creencia, tal como se
sostiene hoy en día. no niega que al mismo tiempo las siete iglesias también
son históricas y representativas. Afirma que el elemento profético
se suma a estos orcos elementos y es totalmente compatible con ellos.
De este modo, contempla a las siete congregaciones (1) como existentes
desde el punto de vista histórico al momento en que Juan escribía en [os
años 95-96 d.C.; (2) como representantes de toda la iglesia a través de
lus siete tipos de iglesias locales que existirán a lo largo de toda la dispensación.
y (3) como anticipo de lus siete aspectos de la iglesia profesante
que se levantará con éxito antes de la segunda venida de Cristo.
Generalmente, los siete periodos se dividen de la siguiente manera:

l. Éfeso: La iglesia apostólica (d.C. 30-100)


2. Esmirna: La iglesia perseguida (d.<=. 100-313)
3. Pérgamo: La iglesia del estado (d.C. 313-590)
4. Tiatira: Laiglesia papal (d.C. 590-1517)
5. Sardis: La iglesia reformada (d.C. 1517-1790)
6. Filadelfia: La iglesia misionera (d.C. 1730-1900)
7. Laodicea: Laiglesia apóstata (d.C. 1900).3

Esta visión de Cristo no solo describe gráficamente su gloria sino también


su relación con las iglesiasde sus días y las iglesiasde todas las edades.
Las diez características del Cristo de la visión de Juan
Cuando Juan se dio vuelta para ver quién era el que le estaba hablando,
vio siete candelabros de oro ya una persona en medio de ellos. Enumera
diez detalles de aquella persona que son muy descriptivos. Fíjese
que solo las estrellas y los candelabros requieren una interpretación. No
hay nada acerca de la persona de Cristo que necesite interpretación. La
pregunta que puede surgir es: ¿Por qué? Es porque el Espíritu Santo interpretó
estos detalles en otras ocasiones en las Sagradas Escrituras. Al
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contemplar este hecho, reconocemos el principio básico de estudio de la
Biblia que debemos comparar escritura con escritura. Tomaremos cada
una de estas características de la visión de Juan y veremos su significado
a partir de las Escrituras.
l. «Semejante al Hijo del hombre» indica que esta persona no era
una criatura grotesca del mundo sobrenatural; más bien. era humano en
su apariencia. «Hijo del hombre» es uno de los títulos que Jesús se aplicaba
a sí mismo con más frecuencia. Se utiliza para referirse al Mesías en
los cuatro Evangelios como en Daniei7:13.
2. «Vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies,» Esta descripción
es típica de las largas túnicas que usaban los sumos sacerdotes
cuando ministraban en el Lugar Santo en el templo. Hebreos nos dice
que Jesús es nuestro gran sumo sacerdote en todo lo que concierne a
nuestra relación con Dios.
3. «Ceñido con una banda de oro a la altura del pecho» se refiere a un
símbolo de fuerza y autoridad común para el mundo antiguo. El hombre
común vestía una túnica corta de tela suelta. Solamente aquellos que tenían
autoridad llevaban un cinto. Recuerde que Jesús, hablando de sí, dijo: «Se
me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra» (Mateo 28:18).
4. «Su cabellera lucía blanca como la lana, como la nieve», transmite
la idea de antigüedad y nos recuerda la visión de Daniel 7:9-13 donde a
Cristo se le llama el «Anciano de Días». Además, la blancura aquí nos
hab.la, por supuesto, de la justicia de Dios que dura desde siempre y hasta
siempre.
5. "SUS ojos resplandecían como llama de fuego.» El griego dice literalmente,
«sus ojos despedían fuego», indicando que Cristo estaba indignado
por algo; al seguir adelante con la visión, encontramos que estaba
indignado por la indiferencia, en algunos casos, de las iglesias apóstatas.
Cada vez que la iglesia de Jesucristo no es lo que debe ser, podemos
estar seguros de que esto despierta la indignación de Cristo.
6. «Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno» El bronce nos
habla del juicio. Nos recuerda al altar de bronce del tabernáculo donde
se juzgaba al pecado.
7. "SUvoz era tan fuerte como el estruendo de una catarata.» Esta figura
retórica se puede ilustrar mejor pensando en las cataratas del Niágara.
Cuando se llega al borde de las grandes cataratas, los demás sonidos
desaparecen devorados por el ensordecedor rugido de las aguas turbulentas.
Esta figura parece indicar la actitud del Hijo de Dios al venir
en juicio en el día del Señor. Hoy en día hay demasiadas personas que no
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pueden escuchar su voz, pero en ese momento la escucharán. En el día
de hoy, elllamado del mundo, del materialismo, de la ciencia, de la educación.
de la sicología y de las demás voces que llaman al alma del ser humano
parecen sobrepasar la voz de Jesucristo. En aquel día, todas esas
voces quedarán silenciadas por la ensordecedora ypoderosa voz del Hijo
de Dios, a quien todos le prestarán atención, porque estarán entrando
en la hora del juicio. Sin embargo, la iglesia o el cristiano que así lo desee
puede escuchar su voz hoy.
8. «En su mano derecha tenía siete estrellas» El mismo Sefior le dio a
Juan la interpretación de las siete estrellas. En el versículo 20 dice: «Las
siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias» El significado de la palabra
griega que se traduce como «ángeles», literalmente quiere decir
«mensajeros».
Muchos santos eruditos de la Biblia creen que aquí la palabra «ángeles
» no se refiere a los seres angelicales sobrenaturales, sino a los mensajeros
divinamente señalados por Dios para conducir a las congregaciones
locales. Por ejemplo, al dirigirse al líder espiritual o pastor de la iglesia de
Éfeso se usa la siguiente expresión en e12: 1: «Escribe al ángel de la iglesia
de Éfeso,» Una vez, escuché al Dr. J. Vernon McGee, el maestro bíblico
radial, comentar al respecto: "Me gusta pensar que se refiere a los pastores
locales. Es bueno escuchar que a un pastor se le llame ángel; algunas
veces nos llaman de otras rnaneras.»
Otro punto de vista sostiene que el mensajero es en verdad un ángel,
un ser creado sobrenatural y especialmente asignado a esa iglesia. Esto
pudiera significar que todas las iglesias tienen un ángel guardián, así como
Cristo indicó que cada niño tiene un ángel guardián (Mateo 18: 1O).
La principal objeción es evidente y es que algunos de los ángeles fracasaron
en mantener puras a las iglesias. Sin embargo. en respuesta a esto, ni
siquiera los ángeles, a pesar de ser sobrenaturales, son divinos; ni tampoco
pueden forzar la voluntad humana, porque esta es una libertad que
Dios ha otorgado. Si Cristo se presenta como alguien que está afuera de
la puerta de la iglesia, llamando para poder entrar (Apocalipsis 3:20), no
podemos imaginarnos que los ángeles tengan capacidad para hacer más
que esto. Si una iglesia fracasó en su misión. no es debido a que su ángel
haya sido irresponsable, sino porque la iglesia rechazó la dirección del
Espíritu Sanco.
De los dos puntos de vista sugeridos, me inclino a pensar que el significado
aquí es «ángel». Con todos los enemigos, tanto naturales como
sobrenaturales, armados alrededor de la iglesia. me gusta pensar que
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tenemos un ángel especial asignado trabajando a favor de nosotros.
¡Ciertamente necesitamos UI1O!
9. «De su boca salía una aguda espada de dos filos.. Efesios 6 se refiere
a la Palabra de Dios como a «la espada del Espíritu.» Hebreos 4: 12
nos dice que la Palabra de Dios es «más cortante que cualquier espada de
dos filos». Ciertamente, la palabra que Cristo emitirá en el día del juicio
traspasará como una afilada espada contra la cual no habrá defensa alguna.
De esta forma podremos ver que en realidad no habrá una batalla
contra el anticristo, porque este se encontrará indefenso ante la presencia
de Cristo en su venida (Apocalipsis 19-20).
1O. C(SU rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.»
Esto habla de la naturaleza divina de Cristo y nos trae a la memoria lo
que sucedió en el monte de la transfiguración, donde Cristo «se transfiguró
en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa
se volvió blanca como la luz» (Mateo 17:2). Solo por un instante en su
ministerio terrenal, Pedro, Santiago y Juan vieron a Jesús en su gloria divina,
tal como Juan lo vio aquí en esta visión. No existe duda alguna:
Este es Jesús el Cristo, el divino Hijo de Dios. ¡Amén!
La reacción de Juan frente a la visión de Cristo
Aunque somos los hijos de Dios, "coherederos con Cristo» (Romanos
8: 17), debemos tener bien claro que nunca seremos divinos ni «deidades
». Cristo está exaltado tan por encima de nosotros, que aun cuando
seamos glorificados estaremos dispuestos a adorarle postrados a sus
pies. Este Juan que se postró a los pies del Cristo resucitado es el mismo
Juan que estaba tan familiarizado con el Señor Jesús como para recostar
su cabeza sobre el regazo del Señor en el aposento alto. Ahora enconrramos
a Juan cayendo a sus pies «como muerto», helado ante su gloria.
Cualquiera que tenga verdadera comunión con el Espíritu de Dios por
instinto se inclina para adorar a Jesucristo. Cualquier espíritu que nos
motive a desafiar a Cristo no es el Espíritu Santo.
CUATRO RAZONES POR LAS CUALES LOS CRISTIANOS
NO DEBEN TENER TEMOR
Un temor fdo y despiadado se apodera de los corazones de los seres humanos
en cualquier lugar debido a las condiciones caóticas en que se encuentra
el mundo de hoy. Por primera vez en la historia humana la proliferación
de bombas nucleares hace que a los terroristas o las naciones
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inescrupulosas les sea posible destruir ciudades o naciones enteras. Los
que no conocen a Cristo tienen todo el derecho de sentir temor. Este no
es elcaso de los hijos de Dios. «Pues Dios no nos ha dado un espíritu de
timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Timoteo 1:7).
Al poner su mano derecha sobre Juan y decirle: «No tengas miedo»,
Jesús enunciaba revestido de su esencia divina lo que muchas veces le había
dicho a sus discípulos durante su encarnación. Muchas veces usé las
palabras «no tengan miedo», (~paz sea a ustedes» y «no se angustien».
Estos mensajes no solo amonestaban a los discípulos en los días de Jesús,
sino que también reflejaban la actitud que debía caracterizar a sus discípulos
en cualquier tiempo, porque al dar la Gran Comisión dijo: «y les
aseguro que estaré con ustedes siempre» (Mateo 28:20). La verdadera
sanidad para el temor natural del ser humano es la presencia del mismo
Jesucristo. Fíjese en las cuatro razones que da Jesús por las cuales no debemos
temer:
1. «Yo soy elPrimero y elÚltimo» nos habla de la eternidad de Cristo.
Él es antes que todas las cosas, y cuando todas las cosas hayan pasado,
seguirá teniendo el control.
2. ~(Y el que vive. Estuve muerto» nos habla de la muerte sacrificial de
Cristo por nuestros pecados y de su resurrección. Esta frase apunta al hecho
de que adoramos a un Cristo resucitado y vivo.
3. «Ahora vivo por los siglos de los siglos.» Las Escrituras nos dice
que Cristo «murió por los pecados una vez por todas» (l Pedro 3:18).
No volverá a morir. No cambiará su estado. ¡Será por siempre! Ah, si la
gente se diera cuenta que la decisión de aceptar o rechazar a Jesús es una
decisión eterna. Así como puede salvar «para siempre y siempre» también
puede condenar para siempre a aquellos que lo rechazan.
4. «y tengo las llaves de la muerte y del infierno.» Este es un detalle
que Juan no registra en su descripción, pero Jesús afirmó que en sus manos
tiene «las llaves de la muerte y del infierno». Indiscutiblemente, estas
llaves las obtuvo con su propia sangre, como nos dice Hebreos 2: 14-15:
«Para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte,
es decir, al diablo, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban
sometidos a esclavitud durante toda la vida.»
El cristiano no tiene por qué temer a la muerte o al infierno. La morada
invisible de los incrédulos que mueren normalmente es el Hades,
muchas veces llamado «infierno». Luego del juicio del gran trono blanco
en Apocalipsis 20, la muerte y el infierno serán «arrojados al lago de fuego.
Este lago de fuego es la muerte segunda» (20:14). Todos los que
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están fuera de Cristo tienen toda la razón del mundo para temer a este
acontecimiento. Sin embargo, los hijos de Dios, nunca debieran temer a
la muerte, al infierno o alIaga de fuego. ¿Por qué? Porque Cristo, nuestro
Salvador, tiene las llaves de la muerte y del Hades, y una llave es símbolo
de liberación.
Hace algunos años, un representante especial de la oficina del director
del reformatorio de Sto Cloud, Minnesota, me llevóa visitar a un prisionero.
Mientras estaba allí, me di cuenta que los nuevos presos le tenían
temor a la institución y al largo confinamiento que les esperaba.
Sin embargo, yo no tenía temor. ¿Por qué? Porque el representante de la
oficina del director sostenía las llaves de la institución y aunque pasara a
través de dieciséis pesadas puertas de hierro, todas con cerraduras de seguridad,
él las abriría para mí. De igual forma, aquellos que conocemos
a Jesucristo no tenemos necesidad de temer al infierno y a la muerte,
porque él tiene la llave que abre la puerta de ese temible lugar.
La gran pregunta es: ¿Lo conoce?¿Es suSalvador? Aunque Jesús murió
por los pecados de toda la humanidad, no salvó a toda la gente del mundo,
porque prefirió dejar que cada persona decida voluntariamente si lo
acepta o lo rechaza. Cuando el carcelero de Filipos le preguntó al apóstol
Pablo: «¿Qué tengo que hacer para ser salvo?» recibió la enfática respuesta:
«Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos» (Hechos
16:31). Es decir, cree en el Señor Jesucristo. ¿Ha confiado en él? Si no lo
hizo, lo insto a que le entregue, por fe, su alma pidiéndole que venga a su
corazón, que limpie sus pecados y que salve su 3Jm;L

AMOR A CRISTO: Los hijos de Dios que excusan su indulgencia y su falta de


consagración no hacen otra cosa que probar con su conducta que
no aman al Señor Jesucristo con todo su corazón, con toda su alma
y con toda su mente. Los cristianos que no están dispuestos a
rendir sus talentos y capacidades a Jesucristo tienen un problema
de amor. es decir. no aman a Cristo lo suficiente. Como conclusión,
es bueno entender que si nuestro amor hacia Cristo Jesús es
lo que debiera ser. ninguna tarea será demasiado pesada y ningún
sacrificio será demasiado grande si lo hacemos para él.

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