Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Conociendo al Cristo
2
Conociendo al Cristo
Conociendo al Cristo
Sergio Riveros
Julio 2018
ISBN: en trámite
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.
Diseño de portada: Ellen Flaherty
Edición general: Natalia Carrera
Publicado por: Casa Segura Publicaciones
Casa Segura Publicaciones no se hace responsable del contenido de este libro, ya sea en
pensamientos, creencias o puntos de vista del autor, como tampoco en cuanto a títulos y autores
citados y material extraído de diversas fuentes de investigación, sea con la debida licencia o la
falta de ella. La publicación de este libro no implica la concordancia de nuestra casa de
publicaciones con la ideología del autor.
www.casasegurapublicaciones.es
contacto@casasegurapublicaciones.es
info@casasegurapublicaciones.es
Contenido
Pág.
Prólogo 6
Introducción 10
1. El Ángel de Jehová 12
2. El Tabernáculo 42
4
Conociendo al Cristo
5
Conociendo al Cristo
Prólogo
9
Conociendo al Cristo
Introducción
Sergio Riveros
apóstol
10
Conociendo al Cristo
11
Conociendo al Cristo
12
Conociendo al Cristo
13
Conociendo al Cristo
El Ángel de Jehová
14
Conociendo al Cristo
En el cielo
“Yo, Juan, vi y oí estas cosas, y después de haberlas visto
y oído me postré a los pies del ángel que me las mostró, para
adorarlo. Pero él volvió a decirme: ¡No lo hagas! Yo soy un siervo
de Jesús, lo mismo que tú, que tus hermanos los profetas y que
todos los que guardan las palabras de este libro. Adora solo a
Dios” (Apocalipsis 22: 8-9, CST).
“Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira,
En la tierra
18
Conociendo al Cristo
19
Conociendo al Cristo
“No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino
de Dios; éste ha visto al Padre” (Juan 6:46 RVR 1960).
Al Dios invisible
20
Conociendo al Cristo
21
Conociendo al Cristo
24
Conociendo al Cristo
32
Conociendo al Cristo
venían con sus animales y sus carpas, eran como una plaga de
langostas; llegaban en numerosas manadas de camellos,
imposibles de contar, y no se iban hasta que la tierra quedaba
desolada. Así que Israel se moría de hambre en manos de los
madianitas. Entonces los israelitas clamaron al Señor por
ayuda. Cuando clamaron al Señor a causa de Madián, el Señor
les envió un profeta, quien dijo al pueblo de Israel: Esto dice el
Señor, Dios de Israel: Yo te saqué de la esclavitud en Egipto. Te
rescaté de los egipcios y de todos los que te oprimían. Expulsé a
tus enemigos y te di sus tierras. Te dije: Yo soy el Señor, tu Dios.
No debes rendir culto a los dioses de los amorreos, en cuya tierra
ahora vives. Pero no me hiciste caso. Después el ángel del Señor
vino y se sentó debajo del gran árbol de Ofra que pertenecía a
Joás, del clan de Abiezer. Gedeón, hijo de Joás, estaba trillando
trigo en el fondo de un lagar para esconder el grano de los
madianitas. Entonces el ángel del Señor se le apareció y le dijo:
¡Guerrero valiente, el Señor está contigo! Señor —respondió
Gedeón—, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede
todo esto? ¿Y dónde están todos los milagros que nos contaron
nuestros antepasados? ¿Acaso no dijeron: El Señor nos sacó de
Egipto? Pero ahora el Señor nos ha abandonado y nos entregó
en manos de los madianitas. Entonces el Señor lo miró y le dijo:
Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los
madianitas. ¡Yo soy quien te envía! Pero, Señor —respondió
Gedeón—, ¿cómo podré yo rescatar a Israel? ¡Mi clan es el más
débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor
importancia en mi familia! El Señor le dijo: Yo estaré contigo, y
destruirás a los madianitas como si estuvieras luchando contra
un solo hombre. Si de verdad cuento con tu favor —respondió
Gedeón—, muéstrame una señal para asegurarme de que es
realmente el Señor quien habla conmigo. No te vayas hasta que
te traiga mi ofrenda. Él respondió: Aquí me quedaré hasta que
34
Conociendo al Cristo
Nacimiento de Sansón
38
Conociendo al Cristo
39
Conociendo al Cristo
41
Conociendo al Cristo
42
Conociendo al Cristo
43
Conociendo al Cristo
El Tabernáculo
El atrio
47
Conociendo al Cristo
48
Conociendo al Cristo
El Lugar Santo
51
Conociendo al Cristo
53
Conociendo al Cristo
El Lugar Santísimo
56
Conociendo al Cristo
57
Conociendo al Cristo
59
Conociendo al Cristo
60
Conociendo al Cristo
61
Conociendo al Cristo
El carácter y la obra
de Jesucristo
LA SANTIDAD DE JESUCRISTO
62
Conociendo al Cristo
Corintios 5:21, NTV). Nos aclara que Cristo nunca pecó, por
eso es el Cordero inmolado sacrificado como ofrenda por
nuestros pecados y, a través de él, podemos tener una
relacion con Dios.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido
tentado en todo como nosotros, pero sin pecado” (Hebreos
4:15, LBLA). Jesús fue tentado de igual forma o parecida a
nosotros, pero la diferencia es que no pecó; él se compadece
de nosotros. En su parte humana, vivió lo que nosotros
padecemos al ser tentados por nuestras flaquezas.
“Jesús es el Jefe de sacerdotes que necesitábamos, pues es
santo, en él no hay maldad, y nunca ha pecado. Dios lo apartó
de los pecadores, lo hizo subir al cielo, y lo puso en el lugar más
importante de todos” (Hebreos 7:26, TLA). Nosotros
necesitábamos un sumo sacerdote que fuera santo, como
Jesús, para llegar al Padre a través de él y volver así a tener
esa relación que habíamos perdido por causa del pecado.
Nuevamente declara que él es santo, y que no hay maldad en
él. Por eso, Dios lo hizo subir al cielo y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, y si nosotros no vivimos en santidad
como él, no podremos llegar a nuestro destino, que es estar
en la presencia de Dios.
“Pues si todo eso tiene poder, más poder tiene la sangre
de Cristo. Porque por medio del Espíritu, que vive para siempre,
Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha ni
pecado. Su sangre nos purifica, para que estemos seguros de
que hemos sido perdonados, y para que podamos servir a Dios,
que vive para siempre” (Hebreos 9:14, TLA). Cristo se ofreció a
sí mismo como una ofrenda de sacrificio, porque era sin
mancha, ni pecado, y esa sangre que se vertió en el Calvario
65
Conociendo al Cristo
66
Conociendo al Cristo
- El testimonio de Pilato
“Pilato le dijo: ¿Y qué es la verdad? Después de hacer
esta pregunta, Pilato salió otra vez a hablar con los
judíos, y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en este
hombre” (Juan 18:38, DHH).
Pilato fue un miembro del orden ecuestre y
quinto prefecto de la provincia romana de Judea,
entre los años 26 y 36; él dice claramente a los judíos
que Jesús era inocente, no encontraba culpabilidad
en él. Me doy cuenta de que, a pesar de ser romano,
sin conocimiento de Dios, sabía que era un hombre
santo.
68
Conociendo al Cristo
- El testimonio de Ananías
“Él continuó: El Dios de nuestros padres te ha escogido
para que conozcas su voluntad, y para que veas al
Justo y le escuches” (Hechos 22:14, CST).
En este capítulo, Pablo relata su conversión cuando
en el camino a Damasco se presenta Jesús en su vida,
y el Señor le da directrices a seguir, enviando a un
hombre llamado Ananías, que tenía un buen
testimonio de los judíos, era piadoso, un hombre de
Dios y, a través de él, recibe la sanidad en su vista, y
le dice que fue llamado para que conozca la voluntad
de Dios y vea al Justo, y le escuche. Ananías se refiere
a Jesús como el Justo.
71
Conociendo al Cristo
El amor de Jesucristo
75
Conociendo al Cristo
76
Conociendo al Cristo
momento fue crucial para ver el corazón del Señor, y nos deja
muchas enseñanzas de parte del Cristo de la gloria: el amor, la
compasión, la misericordia, la bondad y la humildad que eran
parte de su ser. En cada momento de su vida accionaba de
esta manera; estaban cenando un día antes de la fiesta de la
Pascua, era la última vez que estarían juntos, Judas Iscariote
lo iba a entregar a los soldados romanos, pero su mirada era
tierna, llena de amor, indicando que, siempre, a sus
seguidores, estando en el mundo, los amó, pero ahora
mostraría su amor al máximo al entregar su propia vida por el
rescate de muchos.
78
Conociendo al Cristo
79
Conociendo al Cristo
80
Conociendo al Cristo
81
Conociendo al Cristo
82
Conociendo al Cristo
83
Conociendo al Cristo
85
Conociendo al Cristo
87
Conociendo al Cristo
LA MANSEDUMBRE DE CRISTO
Características de la mansedumbre:
- Espíritu manso.
- Hay justicia, gozo y paz (Romanos 14:17).
- No busca lo suyo (1 Corintios 13).
- Sufre cuando el otro sufre.
- No es respondón.
- Se adapta a las circunstancias.
- Acepta los planes de Dios previstos e imprevistos, sin
quejas.
- Es pronto para perdonar.
- Agradece a sus hijos cuando le ayudan.
89
Conociendo al Cristo
- Es afable y flexible.
- Es hermana de la benignidad.
- Recibe con mansedumbre la Palabra de Dios.
- Es servicial y reconoce que puede estar equivocado.
- Acepta la voluntad de Dios porque sabe que él elige lo
mejor.
LA HUMILDAD DE CRISTO
bajo era lavar los pies a los visitantes que llegaban de largos
viajes. Pedro no quiso que Jesús le lavara los pies, y le dice:
“Jamás me lavarás los pies”; Jesús le contesta: “Si no te lavo los
pies, no tendrás parte conmigo”.
Jesús muestra el modelo de mansedumbre, humildad,
servicio y amabilidad fraternal. Es el modelo que recomienda
para sus seguidores, nos exige que prestemos atención a su
comportamiento y nos esforcemos en imitarlo: “Les he puesto
ejemplo para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica” (Juan
13: 12-17).
“Yo no busco honor para mí, pero hay alguien que quiere
darme honor, y él es quien juzga” (Juan 8:50, PDT). Todo lo que
implicaba hacer la obra de Dios era para darle honor al Padre;
él no buscaba para sí mismo la fama, ni que lo respetaran
desde un ángulo humano, sino que entendieran en el espíritu
que era el Mesías, el Salvador el mundo, el Renuevo esperado;
algunos le dieron el honor, pero fue algo dado del corazón de
cada uno.
Nosotros no debemos recibir ninguna gloria, toda la
gloria la recibe el Señor, nosotros solo somos administradores
de su gracia, somos siervos, somos humanos, y él es Dios.
93
Conociendo al Cristo
94
Conociendo al Cristo
LA OBRA DE CRISTO
96
Conociendo al Cristo
99
Conociendo al Cristo
- Nacimiento en Belén
“Y tú, Belén Efrata, tan pequeña entre los clanes de
Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus
orígenes se remontan al pasado, a un tiempo
inmemorial” (Miqueas 5:2).
“Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado
de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en
Jerusalén” (Mateo 2:1).
101
Conociendo al Cristo
- Huida a Egipto
“Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto
llamé a mi hijo” (Oseas 11:1).
“José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y
se fue a Egipto” (Mateo 2:14).
103
Conociendo al Cristo
106
Conociendo al Cristo
- Resucitaría
“Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que
tu santo vea corrupción” (Salmo 16:10).
“He aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y
ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron”
(Mateo 28:9).
- Ascendería al cielo
“Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste
dones para los hombres, y también para los rebeldes,
para que habite entre ellos Dios” (Salmo 68:18).
107
Conociendo al Cristo
108
Conociendo al Cristo
110
Conociendo al Cristo
113
Conociendo al Cristo
“Así fue como aquel día Dios libró a los israelitas. Todos
ellos pudieron ver los cuerpos muertos de los egipcios, tendidos
a la orilla del mar” (Éxodo 14:30, TLA).
Cristo pagó el precio, el Espíritu Santo es real en esa
experiencia de liberación.
“Ahora, por estar unidos a él, el Espíritu Santo nos
controla y nos da vida, y nos ha librado del pecado y de la
muerte” (Romanos 8:2, TLA).
115
Conociendo al Cristo
116
Conociendo al Cristo
LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO
- Anastasis en el inframundo
El Hades se compone de dos partes: los salvos (el seno
de Abraham) y los perdidos (el infierno).
“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio
de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno” (Lucas
118
Conociendo al Cristo
119
Conociendo al Cristo
121
Conociendo al Cristo
122
Conociendo al Cristo
124
Conociendo al Cristo
125
Conociendo al Cristo
126
Conociendo al Cristo
127
Conociendo al Cristo
128