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Patrimonio y dinámicas culturales.

Hanna Franco
El mundo de Tosiba Akter: legado cultural de los rohingya.

Aviso:
Esta es una historia ficticia con el fin de mostrar aspectos importantes de la cultura
rohingya y su historia. Se realizó con la recopilación de relatos de mujeres rohingya en
artículos académicos, entrevistas y documentales. Su objetivo es meramente informar de
manera didáctica. En esta historia se usará el pseudónimo de Tosiba Akter, que es un
símbolo de lucha por los derechos de las mujeres en los campos de refugiados rohingya (sin
revelar información de la niña real) como un personaje para hablar de las temáticas en torno
a las problemáticas de género, refugio y salvaguardia cultural.

Historia

Para comprender la historia de Tosiba, es importante saber de dónde viene.

Tosiba Akter es una adolescente rohingya de 17 años que desde 2018 vive en los
campos de refugiados. El día de hoy nos contará su historia, tanto las cosas buenas, como
las cosas no tan buenas.
Phanphy, su amigo elefante –de quien sabemos, tiene una memoria espectacular por
ser un elefante– nos ayudará con datos importantes para que esta historia tenga un contexto
más completo.
(CADA INTERVENCIÓN DE PHANPHY VIENE CON EL MISMO DIBUJO)

Tosiba y su familia trabajaban en una granja en Buthidaung, su ciudad natal. Ella era la
tercera hermana de 6 hermanos, donde era la única niña. A pesar de que le gustaba cocinar
Luçifiçá1 con su madre y jugar futbol con sus hermanos menores, no le gustaba que su padre
siempre hablara a sus espaldas con el vecino. Al parecer siempre mencionaban su nombre y
el nombre del hijo del vecino, quien era diez años mayor que ella. Su madre siempre
mencionaba que, al estar al lado de un hombre, la pureza con la que llegó al mundo se
mantendrá y Alá estaría feliz.
(IMAGEN PARECIDA A LA FAMILIA DE THE WITCH)

Pasaron tres meses y el papá de Tosiba llega a su casa con una impactante noticia:
¡Tosiba iba a casarse!
–¡Es una excelente noticia para ayudar a tu familia, Tosiba! – dijo su padre. –La
situación ha estado difícil desde que la gente de otros pueblos no nos compra una sola
cebolla, a tus hermanos ya no los reciben en la escuela porque Tatmadaw2 ya no les permite
estudiar. Por lo menos si tú te casas, serán menos gastos y nos harás sentir orgullosos.

–Pero padre, ¡Sólo tengo doce años! – reclama Tosiba. –Además podría ayudarles
en los campos y así somos más manos para conseguir más dinero.

1
Cena típica de una familia rohingya según la comunidad canadiense de Rohingyas.
2
Ese es el nombre birmano de la Junta Militar en Myanmar.
–¿Cómo se te ocurre responderle a tu padre?–dice la madre con un tono de voz que
Tosiba no había oído antes– ¿Quién querría una mujer que ensucia sus manos? Como tiene
las manos es como tiene el alma.

En ese momento Tosiba sintió que el mundo ya no la tomaba como una niña. Ella deseaba
que algo pasara para que esa boda no se llevara a cabo.

*Intervención de Phanphy: Para los Rohingyas, la división sexual del trabajo forma parte de la
cotidianidad, donde el hombre realiza trabajos fuera de la casa, mientras que la mujer se dedica a
las labores del hogar. La desigualdad en torno a lo que internacionalmente se concibe como
equidad de género comienza desde la noción –espiritual o comunitaria– que tienen sobre la mujer
rohingya como un objeto que debe mantener un índice de “pureza” para ser respetada. Frente a la
desigualdad que han vivido los rohingyas desde el siglo XX, una forma de sobrevivir a la pobreza y
mantener “la pureza” de las niñas rohingya ha sido el matrimonio infantil.

Una semana después, el hermano mayor de Tosiba entra a la casa con una terrible
noticia: La Junta militar asesinó al padre y a toda la familia vecina mientras organizaban el
matrimonio. Aunque Tosiba deseaba que su matrimonio no se llevara a cabo, esta noticia la
dejó en Shock.

Entre los llantos de sus hijos, la desesperanza y la crisis económica, la madre,


también entre lágrimas, toma la decisión de empacar maletas y cruzar el río Naf 3. Ella
recordaba que su comadre hace dos años con su familia cruzó el río para llegar a Teknaf 4,
un lugar donde la comadre y su familia se asentaron y ya no eran perseguidos por creer en
Alá. La madre recordó que su comadre le dejó el mapa de un puerto para poder cruzar el río
en caso de que ella y su esposo cambiaran de parecer o que la situación se pusiera más
densa. Tomó la tarjeta de contacto, y les dijo a sus hijos que en la madrugada dejarían la
granja.

Sin embargo, antes de poder dejar la granja, ocurre un incendio en medio de la


noche. Al sentir el olor a quemado y el aire sofocante, la madre despierta a Tosiba, quien se
quedó con ella para consolarla por la muerte de su padre y ayudar a empacar las maletas de
sus otros hermanos. La madre le entrega el mapa que le dio la comadre, le ordena coger la
mitad de las maletas y despertar a sus hermanos para escapar. Mientras tanto, ella buscará
el dinero que les queda para llegar al Río Naf.

Al salir del cuarto, Tosiba escucha pasos en la habitación de sus hermanos, eran
militares de la Junta. Cuando ella se acerca, ve que sus hermanos menores fueron
asesinados con arma de fuego. Ella no contuvo las lágrimas y salió horrorizada de la
escena, pero un par de militares la detienen. Al ver que era una niña, en vez de dispararle,

3
El Río Naf es un río que marca la frontera entre Bangladesh y Myanmar. Su cauce nace de los macizos de
Arakan y es el medio que utilizan los rohingya refugiados para llegar a los campos en Cox’s Bazar.
4
Teknaf es una de las divisiones geográficas de Cox’s Bazar que pertenece al distrito de Chittatong. Limita al
sur con el Río Naf y es uno de los primeros lugares a los que llegan los refugiados.
uno de los militares tomó su brazo, y la forcejeó intentando quitarle el manto con el que
vestía. Fue en ese momento que su madre llegó y se interpuso entre los militares. Al ver la
escena de la muerte de sus hijos, la madre entra en shock y cae de rodillas. Otros militares
la agarran de los brazos, le tapan la boca y la golpean. Tosiba sólo escuchó un momento en
el que su madre grita “Huye” ya que era la única superviviente. Pero al momento de huir,
un par de militares la agarran con el objetivo de que viera cómo violan a su madre. Ese
traumático hecho concluye en un disparo a la cabeza hacia la madre. Lo último que
recuerda Tosiba de ese acontecimiento es que se desmaya del shock.
(IMAGEN DE LAS LLAMAS)
A la mañana siguiente Tosiba se levanta y ve las ruinas de lo que antes fue la granja
de su familia. Siente frío y el aire es pesado por las cenizas. Le duele todo el cuerpo ya que
tiene moretones en sus extremidades y se siente mareada por una contusión en la cabeza
que la dejó inconsciente, pero lo más difícil de asimilar para Tosiba fue cuando se levantó:
no podía sostener el equilibrio con sus piernas, le dolía mucho la zona pélvica y estaba muy
asustada porque tenía sangre. En medio de las cenizas buscó algo para arroparse, pero la
mayoría de la ropa se había estropeado. Aún se escuchaban disparos a lo lejos de la granja,
por lo que Tosiba sentía mucho temor de quedarse en el lugar. Es así como ella sale de la
granja sin poder enterrar a su madre, a sus hermanos, y aún sin asimilar lo acontecido.
(TOSIBA AGOTADA Y PHANPHY)

*Intervención de Phanphy: Cuando comenzó el genocidio de los Rohingya en Myanmar, uno de los
primeros síntomas perpetuados hacia la población rohingya fue el secuestro y la violación de las
mujeres rohingyas como arma de guerra y método de “limpieza étnica”. Entre octubre y 2017
alrededor de 9 villas en Rakheim habían denunciado casos de violencia sexual por parte de la
Junta militar de Birmania. Antes del estallido del genocidio, se había evidenciado que la violencia
sexual a grupos étnicos en Birmania se había perpetuado por más de 20 años. Uno de los primeros
síntomas del genocidio que se estaba perpetuando por la Junta Militar (Tatmadaw) hacia la
población rohingya fue el secuestro y la violación de más de 101 mujeres rohingyas, quienes
denunciaron el caso a la ONU. Incluso existió una división del ejército llamado “el ejército de
violadores” dentro del Tatmandaw.

Por otro lado, la Junta militar de Myanmar ha generado un borramiento estatal de la


comunidad Rohingya desde 1982 hasta 2015. Comenzaron por negar las cédulas de ciudadanía,
luego pasaron a la educación, el derecho a la salud, el matrimonio y sistemáticamente, a prohibir
el derecho de propiedades. Esto debido a que Tatmadaw y otros nacionalistas consideraban que
las tradiciones islámicas budistas iban en contra de la cultura, religión o patrimonio de la nación.
Gran parte de las incursiones en el genocidio de Rohingya se dio bajo dos justificaciones: La
existencia de un grupo armado de rohingyas llamado ARSA que se encontraba en Rakhine, y el
desconocimiento de los rohingyas como grupo étnico que se dio en torno al desconocimiento
histórico de la comunidad dentro del país (lo cual les dio una posición de invasores).

Tosiba iba en camino al Rio Naf, pero no tenía dinero, ni contactos. Todo lo que conocía
era la granja ya que sus padres no la dejaban salir a jugar con los vecinos como les
permitían a sus hermanos. Cuando ya no podía seguir el paso por el hambre y el desaliento
apareció Phanphy. Él era el espíritu de un elefante que protegió a su familia por varias
generaciones: era sabio, pero a la vez muy fuerte; su personalidad era lo más cercano a un
abuelo. Para esta crítica situación, tomó la forma de un peluche para poder ir con Tosiba a
todo lado, sobre todo, para que ella no se quedara sola, y si en medio del camino se
encontraban con bandidos o la Junta Militar, se transformaría en un elefante real que la
protegería. Y así pasaron dos días para llegar al Río Naf.

Cuando llegaron al Río, Tosiba no tenía papeles ya que ella nunca había sido
registrada. Al mismo tiempo no tenía otros familiares a quienes acudir, por lo que les
preguntaba a otras familias que iban a cruzar el río. Nadie le prestaba atención. Incluso
hubo hombres cabezas de hogar que la veían de pies a cabeza, ya que ya tenía edad de estar
casada, pero al ver que estaba sola en un lugar público, se les hacía indignante. No fue hasta
que un niño de cinco años agarra a Phanphy y salió corriendo, Tosiba lo sigue y se
encuentra con una mujer sola y ocho niños.
Esta mujer había perdido a su esposo, pero había alcanzado a escapar con sus hijos,
donde el mayor tenía al menos 10 años. Al ver que cuidar a varios niños era difícil, Tosiba
se le acerca ofreciéndole apoyo en cuidar a los niños mientras cruzan el río Naf. La mujer,
cuya mirada estaba igual de apagada que la de Tosiba, asiente con la cabeza y es así como
Tosiba consigue cruzar el río Naf en un barco registrada como familiar de esta mujer y los
ocho niños. Al parecer, el niño que se había robado a Phanphy le había ayudado.
(UNA PLAYA CON MUCHA GENTE)

Finalmente llegaron a Teknaf, pero Tosiba no iba a dejar a esta mujer, cuyo nombre
es Anita. Ni ella ni Anita y sus hijos tenían a dónde ir, pues su único objetivo era sobrevivir
de la Junta. Los asignaron a otra división del campo y cuando llegaron al refugio, Anita
enfermó gravemente y tampoco tenía la voluntad de recuperarse. Tosiba, quien ahora se
sentía responsable de cuidar de los niños–ya que no pudo salvar a sus propios hermanos–
tenía que buscar la forma de sostenerse a ella y a la familia de Anita, así que salió de la
cabaña para ir a trabajar y ganar dinero, pero no tenía suerte.

Por otro lado, el hijo mayor de Anita sentía la misma preocupación que Tosiba, por
lo que, a pesar de tener su misma edad, también buscó trabajo para sostener a su familia.
Encontró la manera de ganar dinero ayudando en la construcción de refugios a corta edad
mientras Tosiba cuidaba a Anita y a los demás hermanos en la casa. Las cosas se
complicaron cuando el hermano mayor comenzó a sufrir de escoliosis, ya que no podía
cargar con los materiales de construcción. Es allí donde Tosiba decide ir a la zona urbana
de Cox’s Bazar para buscar trabajo. Entre estos, se le cruzó por la cabeza ejercer la
prostitución–que era frecuente en niñas de su edad– pero a raíz de los traumas con la Junta
militar y lo que le habían enseñado en su casa, no quería repetir esa escena. Por lo que
ofreció trabajos como empleada de servicio, y, aunque cobrara poco, la gente de Cox’s
Bazar veía los campos como sitios lejanos y no hablaban la misma lengua que ella, por lo
que la contratación seguía siendo difícil.
Cuando Anita se recuperó, también buscó trabajo. Pero sus vecinos y su mismo hijo
mayor no le permitían salir de la casa ya que, aunque fuera una mujer viuda, tenía que velar
por la crianza de los niños. Por ello recibía apoyos en la comida y la vestimenta. A pesar de
tener casi lo necesario para subsistir, la condición de encierro de Anita afectó en su salud
mental, provocándole una depresión que le impedía realizar varias tareas de hogar.
*Intervención de Phanphy: Según Guglielmi ,Mitu y Seager (2021), sólo el 11% de niñas dejan el
bloque del campamento al menos una vez por semana y el 56% de las adolescentes (el 68%
casadas y el 50% solteras) encuentran restricciones en torno a su forma de vestir para estar afuera
de su casa en comparación al 85% de los chicos que salen de los campos. Los motivos que llevan a
las adolescentes a salir de los campos son: para las mujeres casadas, eventualmente son los
problemas maritales, y para las mujeres solteras, problemas económicos.

Además, las adolescentes encuentran sesgos discriminatorios a la hora de encontrar trabajo dentro
de los campos; sin embargo, las niñas, adolescentes y mujeres casadas encuentran una mayor
dificultad para encontrar una forma de sostener económicamente a su familia debido al machismo
perpetuado por los hombres Rohingya. Esto las releva a los cargos de crianza de los niños, tareas
del hogar y aislamiento. Los índices de depresión son de un 20 a 26% tanto en las mujeres solteras
(el 14,9% es catalogado como depresión severa) como en las mujeres casadas (40,8% en índices
de depresión severa).

Un día, Tosiba llega agotada y le dice a Phanphy que se rinde con eso de encontrar trabajo,
además, se sentía apenada por no poder ayudar a Anita a sostenerse en el refugio. Phanphy
sólo hace silencio y la acompaña al bloque, pero algo los detiene: un grupo de músicos con
tambores, platillos, un violín y bandolina estaban tocando una canción en medio de un
público. La canción hablaba de una granja muy similar en la que ella vivía y sonaba como
las canciones que su padre cantaba en los cumpleaños de sus hermanos. Desde hace mucho
tiempo que Tosiba no sonreía, esa canción le recordaba a su antiguo hogar y los músicos
hablaban igual que ella. En ese momento Tosiba sólo se dejó llevar por la música hasta que
se hizo tarde. La noche era uno de los miedos más grandes para Tosiba, ya que sentía que
alguien podía raptarla, pero, con la compañía de Phanpy, logró llegar al refugio sin
problema. Cuando llegó al refugio, le contó a Anita y a los demás niños sobre esa
experiencia musical, para ella era algo fantástico. Pero la salud mental de Anita, así como la
salud física de los demás niños, se iba deteriorando.
(EL GRUPO DE MÚSICOS Y TOSIBA Y PHANPHY FASCINADOS)
A la mañana siguiente, Tosiba buscó otra vez a los músicos, pero vio que se dirigían a un
refugio donde iban a cantarle a un refugiado que estaba en sus últimas. Ella decidió no
intervenir, pero vio que un grupo de mujeres rohingya y voluntarias, con tijeras, pinturas y
telares, se dirigieron a un espacio cercano.
–Hola, soy Rebecca ¿Cómo te llamas tú?– le preguntó una voluntaria que estaba
cerca de ella.
Tosiba no respondió, hace mucho que alguien que no era Anita o los niños no se
dirigía a ella.
–Mira, el día de hoy nos reuniremos con otras mujeres para pintar, tejer y compartir
un tiempo de calidad. Si estas interesada puedes venir, incluso con tus hijos.
–No tengo hijos–exclamó Tosiba.
–No importa, aquí estaremos todos los miércoles para lo que necesites–Exclamó
Rebecca esbozando una sonrisa y entregándole el dibujo de una mariposa a Tosiba.

Al llegar a la casa, Tosiba le cuenta a Anita sobre lo acontecido. Había pasado días en los
que Anita no se levantaba de la cama a pesar de no estar enferma físicamente. En el
momento que Tosiba sacó de un bolsillo la mariposa pintada que le regaló Rebecca, Anita
se levantó para ver lo que era; hace mucho tiempo que no había visto algo cargado de color.
Tosiba le contó que era una iniciativa que tenían voluntarias en uno de los refugios para que
las mujeres puedan compartir y aprender.
–Pero, si voy ¿Quién cuida a los niños?– exclamó Anita.
–Según lo que me dijeron, los niños también pueden asistir a estas actividades–
respondió Tosiba, esperando que Anita mejore el ánimo –¿Qué dices?.
–Hmmm, no lo creo. Lo veo muy difícil ¿Qué crees que dirán los vecinos? Ellos son
los que más nos han ayudado con la comida de los niños. Ya es suficiente con que digan
que tienes mucha libertad para salir del bloque como para que me vean salir de la cabaña y
sea una libertina como esas voluntarias.
(EL RECORTE DE MARIPOSAS)
–Pero esto puede ayudarte y a los niños.
–Lo único que podría ayudarme es que tú te cases. Ya ayudaste suficiente con
cuidarme a mí y a los niños, pero no puedes dejar que tu vida se pase sin encontrar un
esposo. Para los hombres yo ya estoy vieja. En vez de pensar en ridiculeces como lo hacen
las voluntarias, ya tienes lo suficiente para casarte, e incluso puedo hablar con el vecino que
tiene un buen hijo.
Tosiba no responde a lo que dice Anita. Siente que en parte tiene razón, ya que antes
de que asesinaran a su familia, ella iba a casarse, pero en el fondo sentía curiosidad por la
invitación que Rebecca le hizo. Es así como sólo asiente la cabeza frente a lo que Anita le
dijo y se fue a dormir.

Pasaron los días y tosiba escuchaba a lo lejos a los músicos las canciones que
hablaban de su pueblo y la ponía feliz, pero cada vez más Anita le dejaba más labores en la
casa. Ya que no pudo conseguir trabajo para ayudar en el refugio, tuvo que acceder a
quedarse en la casa con Anita. Llegó el miércoles y a escondidas de Anita, huyó con
Phanphy y tres hermanos de 4, 5 y 8 años que tenía que cuidar para la reunión de otras
mujeres Rohingya.

En esta reunión Tosiba vuelve a encontrar un motivo para sonreír: la reunión para
conversar era sólo una fachada. En ese lugar las mujeres realizaban unos bordados
hermosos y al igual que los músicos, cada una de las obras de arte daba cuenta de las
historias de su antiguo hogar, pero a la vez, sentía que sus recuerdos de la granja eran
diferentes cuando pasaban por lo artístico…

¿CÓMO SE VISTEN LOS ROHINGYA Y QUÉ LES GUSTA? (DIBUJO PARA


SEPARAR LA IMAGEN)

Desde que ocurrió la tragedia en la granja, ella entraba en shock cada vez que
escuchaba la palabra rohingya, ya que era la palabra que los militares repetían
incesantemente. En su casa su madre decía que esa palabra sólo podía usarse dentro de la
casa, pero que no se mencionara en la calle. Al mismo tiempo, cuando buscaba trabajo en la
zona urbana, parecía que esa palabra fuera un talismán de mala suerte. Pero, al llegar a ese
encuentro con otras mujeres que tenían historias similares a las de ella, encontró un valor
que nunca había visto.
El proceso de memoria
¿Que es lo que une a una comunidad que está desplazada?

________________________________________________________________________
Contenido:
- Historia:
o Siglo XVII
o Siglo XX
o Junta Militar en Myanmar
o Campos.

- CAMPOS DE REFUGIADOS ROHINGYA


o Explicación breve de los campos (Dinámica de invitado-Anfitrión)
o Campo y territorio
o Refugiados como denotativo político
o Rohingya como una identidad

- Tensiones internacionales
o Con Birmania
o Papel de la ONU y organizaciones internacionales
o Países que negocian una repatriación
o Países que se preocupan por la salvaguardia cultural

- ¿Cuál es el patrimonio que poseen?


o Patrimonio y refugiados
o ¿Museo? ¿Bien Cultural?
o Tradiciones Rohingyas y su salvaguardia.

- Género
o Violencia Basada en Género en:
 Comunidad
 Junta Militar en Myanmar
 Bangladesh

Desde 1982 hasta 2015, la Junta militar de Myanmar han buscado un borramiento estatal de
los Rohingya, comenzando por las cédulas de ciudadanía, la educación, el derecho a la
salud, el matrimonio y sistemáticamente, a prohibir el derecho de propiedades. Esto debido
a que Tatmadaw y otros nacionalistas iban en contra de la cultura, religión o patrimonio de
la nación. Dentro de la discriminación, entra en juego la doble discriminación que las
mujeres rohingya sufrían en torno al género.

Uno de los primeros síntomas del genocidio que se estaba perpetuando por la Junta Militar
(Tatmadaw) hacia la población rohingya fue el secuestro y la violación de más de 101
mujeres rohingyas, quienes denunciaron el caso a la ONU, Conexiones realizadas por el
Observatorio de derechos Humanos abordaron que casos similares se presentaron en el
genocidio de Ruanda

Género:
La categoría de género en contextos de campos de refugiados es una condición más
compleja que la categoría de refugio en sí. En torno a la información que se ha encontrado
de género sobre las mujeres rohingyas, la búsqueda de información periodística sólo aborda
proyectos de empoderamiento y muestra uniformemente a los rohingya como sujetos en
condición de refugio. Sin embargo, los estudios de género en torno a la condición de
refugio Rohingya que he podido analizar ha abordado tres ámbitos donde las mujeres
Rohingya en condición de refugio han sufrido violencias basadas en género: dentro de la
comunidad Rohingya, En Myanmar (dentro de la persecución), y en Bangladesh.

En este apartado, mencionaré los tipos de violencias basadas en género (GBV)


registradas por el Observatorio de Derechos Humanos de la ONU y artículos académicos en
torno al tema de la condición de refugio de las mujeres Rohingyas.

Dentro de la comunidad:
Para los Rohingyas, la división sexual del trabajo forma parte de la cotidianidad,
donde el hombre realiza trabajos fuera de la casa, mientras que la mujer se dedica a las
labores del hogar. La desigualdad comienza desde la noción –espiritual o comunitaria– que
tienen sobre la mujer rohingya como un objeto que debe mantener un índice de “pureza”
para ser respetada. Frente a la desigualdad que han vivido desde el siglo XX, una forma de
sobrevivir a la pobreza y mantener “la pureza” de las niñas rohingya ha sido el matrimonio
infantil. Esto se sigue viendo actualmente, incluso dentro de los campos de refugiados.
Según Priddy, G., Doman, Z., Berry, E., Ahmed S. (2022), las adolescentes encuentran
sesgos discriminatorios a la hora de encontrar trabajo dentro de los campos; sin embargo,
las niñas, adolescentes y mujeres casadas encuentran una mayor dificultad para encontrar
una forma de sostener económicamente a su familia debido al machismo perpetuado por los
hombres Rohingya. Esto las releva a labores del hogar y del cuidado, algo que incluso se
puede evidenciar en los proyectos de desarrollo que se llevan a cabo en los campos.

Bibliografía:
- Petti, A. (2020) Refugee Heritage. https://www.scielo.cl/pdf/arq/n104/en_0717-
6996-arq-104-70.pdf
- Priddy, G., Doman, Z., Berry, E., Ahmed S. (2022) Gender-based violence in a
complex humanitarian context: Unpacking the human sufferings among stateless
Rohingya women. Ethnicities. Sage Journal. Link:
https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/14687968221078373
- Guglielmi, S., Mitu, K., Seager, J. (2021) ‘I Just Keep Quiet’: Addressing the
Challenges of Married Rohingya Girls and Creating Opportunities for Change. The
European Journal of Development Research. 33: 1232–1251.
- UNICEF. When going to the bathroom takes courage. Link:
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- Cheung c., Wake, T. (2016) Livelihood strategiesof Rohingya refugees in Malaysia
‘We want to live in dignity. Overseas Development Institute. Tomado de:
https://archive.nyu.edu/bitstream/2451/40703/2/Livelihood%20strategies%20of
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- Alam S, Siddique NKA and Akhtar R. (2022). Social interaction between 'host' and
'guest': Rohingya refugee context in Bangladesh, Asian J. Soc. Sci. Leg. Stud., 4(3),
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%20interaction%20between%20'host'%20and%20'guest'_%20Rohingya
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- Sama S., Sousa L. Migraciones forzadas y refugiados: tras la pista de la memoria
como patrimonio inmaterial . Departamento de Antropologia Social y Cultural
(UNED). Tomado de:
http://contenidosdigitales.uned.es/fez/view/intecca:VideoCMAV-
5a6f7628b1111fbc7d8b46fa
- IOM, Asia-Pacific (2022). The story of rohingya music. Tomado de:
https://www.youtube.com/watch?v=63DsnYo0xek
- IOM, Asia-Pacific (2023). The Embroidery Artists (Fultuloiya) | Rohingya
Embroidery Artisan Story Tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=m67h-
nCUJoU
- Mouly, C., Gimenez, J. (2017). Oportunidades y desafíos del uso del patrimonio
cultural inmaterial en la construcción de paz en el posconflicto. Implicaciones para
Colombia. Estudios Políticos, núm. 50, enero-junio, 2017, pp. 281-302. Tomado de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=16449788015
- Ali, M. (2021) A language in crisis: Rohingya. Cultural Survival.org. Tomado de:
https://www.culturalsurvival.org/publications/cultural-survival-quarterly/language-
crisis-rohingya

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