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UNIDAD 1
AR QU I T E C TU RA
COMENTARIO
PARTENÓN
Ficha técnica
Nombre: Partenón
Autores: Aunque se piensa que fue el fruto de varios
artistas, el gran escultor Fidias pudo ser el coordinador
y los arquitectos Ictino y Calícrates quienes lo
diseñaron a escala grandiosa.
Cronología: Siglo V a. C. (447-432 a.C)
Localización: Acrópolis de Atenas. Fue parte del
proyecto de Pericles de reconstruir la acrópolis tras su
destrucción por los persas.
Estilo: Griego clásico
Materiales: Mármol del Pentélico y madera.

Descripción: Nos encontramos ante (fachada/planta)... de un templo griego/ del Partenón, templo dedicado a la
diosa Athenea Parthenos, construido entre el 447-432 a. C. Sus arquitectos fueron Ictinos y Calícrates y Fidias fue
el escultor encargado de su decoración. Se localiza en la Acrópolis de Atenas.
Análisis formal: Desde el punto de vista formal nos encontramos ante un templo octásilo y períptero de orden
dórico con planta rectangular y orientación de E a W, construido en mármol y policromado. Los elementos
sustentantes son columnas de orden dórico dispuestas de la siguiente manera 8 x 17, por lo que podemos decir
que se trata de un templo con disposición regular de sus columnas.
En su interior encontramos una disposición en su expresión más clásica, con pronaos, naos, dividida en tres naves
por columnas, de las cuales la central es más ancha que las laterales y opistodomos, en su lado occidental,
formado por un pórtico hexástilo de orden jónico, (6 columnas) que daba acceso a dicha estancia con columnas
dispuestas en dos pisos, allí se guardaba el tesoro del templo.
En la naos encontraríamos la famosa escultura en técnica crisoelefentina, realizada por el gran Fidias, de la diosa
Atenea, en una escala colosal.
El templo presenta una construcción arquitrabada o adintelada, y la cubierta es un tejado a dos aguas, que deja
dos grandes frontones en su parte frontal y posterior. En cuanto a la decoración es posible que encontrasemos
acróteras en las esquinas inferiores de los frontones. Aunque lo más destacado en cuanto a lo ornamental serán la
metopas, dispuestas a lo largo del friso exterior, realizadas por el gran escultor Fidias, y que representarían las
grandes batallas mitológicas como la Gigantomaquia, la Centauromaquia, la Amazomaquia y la Guerra de Troya,
realizados en bajo relieve pero con una exquisitez en su factura, de gran movimiento y armonía.
Debido a que estaba dedicado a la diosa Palas Atenea, protectora de la ciudad de Atenas, las esculturas de las
frontones estaban dedicados a esta diosa. En el principal, en la parte oriental, se encontraba el nacimiento de
Atenea, de la cabeza de Zeus, hoy desaparecido. En el frontón occidental encontraremos la disputa entre Atenea y
Poseidón por el Ática. En el interior y rodeando el muro de la naos, encontraremos el friso de las panateneas, se
trata de una procesión votiva u oferente, conmemorativa, a la diosa de la ciudad, también realizada por Fidias en
un bajo relieve de gran factura técnica. Muchas de estas esculturas y relieves han desaparecido, pero la mayoría,
sobre todo las metopas se conservan en un buen estado en el Museo Británico de Londres.
En referencia a su función y significado: tiene un carácter religioso, ya que los templos griegos, eran considerados
morada de los dioses en la Tierra, así que no estaban construidos para oficios litúrgicos ni para albergar grandes
masas de gente. En su interior se albergaba la estatua del Dios y se habilitaba una sala, generalmente el
opistodomos para las ofrendas. Las ceremonias se realizaban en el exterior. Por tanto, la función del edificio sería
estrictamente religiosa, sin que existiera otro tipo de función conocida y como hemos dicho representaría la
morada del Dios.
Comentario: Tras el fin de las guerras médicas en el 480 a. C. la ciudad de Atenas comienza una época de
esplendor, tanto en lo económico, como en lo cultural y también en lo político tras liderar la Liga de Delos. A partir
del año 450 a. C. con la llegada de Pericles, podemos decir que es cuando se alcanza su cota más alta, y bajo su
mandato comienza a construirse la Acrópolis de Atenas. El Partenón, como edificio más representativo de la
Acrópolis, representa el triunfo de la razón y del sentido cívico sobre la barbarie, el equilibrio de sus proporciones,
el hombre como medida de todas las cosas, que a pesar de sus dimensiones alejan el templo de la monumentalidad
egipcia, la corrección óptica de algunos elementos como la inclinación de las columnas, o la distancia entre los
triglifos, que no vienen sino a ser una corrección de la razón sobre los sentidos, la perfección de la factura de su
ornamentación escultórica, llena de serenidad y templanza tanto en los rostros como en las posiciones adoptadas,
incluso, la propia divinidad a la que está dedicada, Atenea, diosa de la inteligencia y de la sabiduría. Todo lo dicho,
no responde sino a la manifestación de todo lo que entendemos como cultura clásica griega, es decir, simetría,
proporción, medida, armonía y serenidad.
Conclusión: El Partenón es uno de los edificios icónicos de la historia de la arquitectura, además de ser el edificio
más representativo del Arte Griego, su construcción marcó el inicio de la reconstrucción de la acropólis. En el siglo
VI d.C., paso a ser cristiano y bajo la dominación turca se convirtió en mezquita, para se en el siglo XVII un
polvorín, sufriendo la destrucción parcial por una bomba veneciana en 1687. Ya en el siglo XIX, los ingleses se
llevaron parte de las esculturas que decoraban el templo y también algunas de las metopas de los frisos y
forntones. Hoy en día, aunque muy deteriorado sigue siendo uno de los reclamos turísticos más importantes de la
ciudad de Atenas, considerandose la culminación de la perfección arquitectónica griega, ejemplo perfecto de la
unión entre la arquitectura y escultura.
METOPAS Y TRIGLIFOS ESCENA DEL PEPLO.
C TU RA
I T E
COMENTARIO
AR QU

L AN TA
D E P
TIPOS Nos encontramos ante varias
plantas pertenecientes al arte
tEMPLO GRIEGO griego, en concreto al templo,
edificio más característico dentro
de la arquitectura griega.
Si tenemos en cuenta que el arte
griego da gran importancia al
concepto de belleza, proporción,
simetría y equilibrio, aspecto que
podemos ver resumido en el
filósofo griego Protágoras “El
hombre es la medida de todas las
cosas”, frase que puede sintetizar
las características generales del
arte griego, en este sentido los
edificios griegos están
proporcionados a la escala del ser
humano, alejándose del carácter
colosal del mundo mesopotámico
y egipcio.

Básicamente, desde el punto de vista formal.... consistía en un recinto de


planta rectangular, rodeado de columnas, cubierto por un tejado a dos aguas.
Los primeros templos debieron ser de madera, posteriormente de piedra,
mármol, a través de grandes sillares regulares unidos sin argamasa, mediante
ganchos, conocidos como colas de milano.
Se construía en una colina o recinto sagrado, llamado «Témenos», concebido
para ser visto desde fuera, el interior se reducia al lugar donde vivía el dios,
dando lugar al carácter religioso y práctico, las ceremonias se celebraban al
aire libre en el altar situado frente al templo.
Su plano proviene del megaron o casa micénica, la planta es rectangular,
excepto en los tolos o tholos, los cuales son circulares. A nivel general este
tipo de edificación se organizaba en torno a tres partes:
1. Pronaos o vestíbulo de acceso al recinto, el cual rodeaba a la naos por
delante.
2. La cella o naos, que es la sala central y capilla destinada al dios.
3. El opistodomo en la parte trasera, en esta estsancia se guardaban las
ofrendas para la divinidad.
La parte anterior y posterior, e incluso sus lados, se rodeaban con hileras de
columnas, formando una columnata o peristilo, las paredes laterales de la
naos se solían delimitar con pilastras, en ocasiones se colocaban columnas en
el interior del templo para sujetar la cubierta. Según el número y la
disposición de columnas en el exterior del templo, éste recibe distintos
nombres:

En función de la disposición, podemos encontrar:


In Antis. Con columnas entre las antas.
Próstilo. Cuando el pórtico columnado se dispone sólo delante de una de
sus fachadas menores.
Anfripróstilo. Con columnas en ambas fachadas menores.
Períptero. Totalmente rodeado por una fila de columnas exentas. Son los
más frecuentes.
Pseudoperíptero. Si estas columnas están adosadas al muro de la cella.
Díptero. Cuando está rodeado por dos filas de columnas exentas.

Por el número de columnas, señalar:


Áptero. Sin columnas.
Dístilo. Con dos columnas.
Tetrástilo. Al tener cuatro columnas.
Hexástilo, con seis.
Octástilo. Ocho).
Decástilo. Al tener diez.

El templo se orientaban de este a oeste, asentándose sobre un basamento


formado por una plataforma, estilobato, lugar en el que se asentaban las
columnas, y un esterobato, escaleras de acceso. Las columnas se asentaban
directamente en e suelo o sobre una basa, estaban compuestas por un fuste y
un capitel en su parte superior, a través del cual se asentaba de manera
horizontal o arquitrabado el entablamiento, formado por un arquitrabe, friso
y la cornisa. Formando así la fachada, la cual se policromaba y se decoraba
mediante relieves arquitectónicos, un claro ejemplo lo podemos ver en el
templo más importante del arte griego, el Partenón, situado en la Acrópolis
de Atenas.
El interés de los griegos por la busqueda de la belleza a través de la
proporción, simetría, orden, les llevó al uso de las matemáticas y a la
introducción de correcciones ópticas como la anchura y la disposición de las
columnas. El resultado de tanto interés será la creación del canón de belleza,
dando lugar a la aparición de los órdenes clásicos:

Orden dórico. Es el más antiguo, apareció en el el S.VII a. C. sobrio y


severo, de proporciones más robustas, carece de basa y se levanta
directamente desde el estilobato. Es un claro ejemplo de la masculinidad,
un claro ejemplo lo vemos en el templo de Hera en Paestum, Italia.

El orden jónico S.VI a.C. Se caracteriza por ser más esbelto, elegante y rico
que el dórico, tiene valores simbólicos relacionados con el mundo egipcio
y mesopotámico, un mayor carácter femenino, apareció en la región de
jónia y el elemento más caracteristíco lo observamos en su capitel
decorado con volutas, sin olvidar que la columna ya no se asienta
directamente al suelo, usando una basa como soporte. Un ejemplo lo
encontramos en el templo de Atenea Nike en la Acrópolis de Atenas.

Orden corintio. S.IV a. C. Es fruto del deseo de riqueza que se va


produciendo en la arquitectura griega, deriva claramente del jónico, del
que se distingue casi exclusivamente por la forma de su capitel, formado
por hojas de acanto y pequeñas volutas en los ángulos (caulículos). Este
orden aparece ya en fecha tardía, por lo que Grecia lo utilizará poco,
siendo con Roma cuando alcance su máximo esplendor.

Importante señalar que la arquitectura griega evolucionará a lo largo de su


historia, desde la etapa arcaica como origen de las primeras manifestaciones,
pasando por el esplendor del mundo clásico, en donde el templo consolidó
sus estructuras, hasta el periodo helenístico.

Como conclusión tenemos que señalar la existencia de otro tipo de


construcciones dentro de la arquitectura griega, como teatros, gimnasios,
altares, pero sin duda el edificio más caracteristíco del arte griego fue el
templo, tanto por su función religiosa como por la representación perfecta de
la busqueda de la belleza, a través de la proporción y la armonía, que los
romanos supieron ver dando un marcado carácter práctico, base de otras
plantas romanas, basilical y que evolucionará de la mano del cristianismo
hasta llegar a nuestros días. Sin duda, el arte griego tiene un hondo calado en
la evolución cultural de occidente.
E S C U LTU RA
COMENTARIO
DÓRIFORO

Ficha técnica
Nombre: Doríforo
Autor: Policleto (Argos)
Cronología: 2ª mitad siglo V a.C.
Localización: Museo Arqueológico N. de
Nápoles
Estilo: Griego Clásico
Técnica: Talla
Material: Obra orginal en bronce, copia
romana en mármol
Medidas: 2,12 m de altura
Naturaleza: Escultura exenta, bulto
redondo
Tema: atlético

Descripción: Nos encontramos ante (una escultura exenta de bulto redondo), conocida como Doríforo o portador
de lanza, creada por, el escultor griego, Policleto de Argos hacia el 450-440 a.C. Conocido como el escultor de
los atlétas, aunque también realizó otras producciones escultóricas. Con él se loga el momento culminante del
artista griego por lograr formas naturalistas, al lograr captar no solo los aspectos natruales, también logra el
equilibrio y la armonia. La escultura original se realizó en bronce, aunque nos encontramos ante una replica
romana en mármol, con una altura de 2,12 metros, de estilo griego clásico y temáitca atlética, actualmente
ubicada en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Desde el punto de vista formal, Policleto esculpe la figura de un joven atleta de pie, con actitud de caminar,
desnudo, que con la mano izquierda sostiene una lanza, actualmente perdida.
Este joven desnudo en plenitud de fuerzas, se encuentra en la llamada “postura clásica” o contraposto, que
consiste en hacer gravitar todo el peso del cuerpo sobre una sola pierna, que permanece recta, pudiendo doblar
la otra hacia atrás, al quedar libre de carga, gesto que provoca una cierta curvatura en el torso y la cadera,
acabando con la excesiva rigidez de una figura totalmente recta e imprime así cierto movimiento a la figura. El
brazo izquierdo, el que porta la lanza, está doblado, disponiéndose en escorzo y ganando profundidad. El derecho
en oposición cae verticalmente, exonerado. Al contrario ocurre con las piernas, es ahora la derecha la que recibe
toda la carga. La cabeza asimismo, se desvía hacia la izquierda del espectador, movimiento que en cierta forma
está contrarrestado por el retraimiento de su pierna izquierda. La rigidez vertical arcaica ha desaparecido y todo
el cuerpo se arquea y toma dirección oblicua.
La actitud de esta estatua se rige por el equilibrio entre miembros tensos y miembros relajados. Pero, pese a
todo ello, Policleto respeta el principio de la existencia de un punto de vista principal, que se halla precisamente
delante, de manera que la contemplación sigue siendo frontal y no interesa de costado.
Su composición ha sido ejecutada mediante un cálculo preciso de proporciones, dimensiones y líneas que
consituye, para el autor, el canon anatómico perfecto, según el cual la altura total debe ser equivalente a siete
veces la cabeza.
Destacable es el modelado, el cuerpo presenta más trabajo en el torso, en el que se marcan las líneas
principales de la musculatura, así como en la cabeza, en la que podemos ver mayor intención natural al plasmar
el gesto y el cabello, aunque todavía presenta severidad en estos, tendremos que esperar al siglo IV a.C., para
poder ver la evolución de dichos aspectos.
En el plano iconográfico, citar que la escultura representa un atleta en actitud de reposo en los instantes
previos a participar en su prueba de lanzamiento, resumiendo así el ideal griego clásico del hombre en su
plenitud juvenil, preparado para los juegos, intentando equilibrar el cuerpo y el espíritu.
Comentario: El Doríforo está considerado como la representación perfecta del canon de Policleto, que tomando
como módulo la cabeza, la hace repetir siete veces para conformar el cuerpo. Destacan la actitud serena del
joven y la belleza y la armonía del cuerpo.
A modo de conclusión, podemos señalar que Policleto, formado en las ideas pitagóricos sobrelos números, se
centró en la busqueda de un ideal anatómico y formuló un conjunto de leyes matemáticas de proporcionalidad,
adaptadas a la observación de la naturaleza. Su canon ideal de belleza y su composición en contrapposto
instauraron un modelo que no solo adoptaron y siguieron sus contemporáneos, sino que ejerció también gran
influencia en el arte romano y sirvió de ejemplo para algunos escultores del Renacimiento, como por ejemplo
Miguel Ángel.
E S C U LTU RA
COMENTARIO
FRISO DEL
PARTENÓN
“PROCESIÓN PANATENEAS”

Ficha técnica
Nombre: Friso de las Panateneas
Autor: Fidias y sus discípulos.
Cronología: 2ª mitad siglo V a.C.
Localización: Museo del Louvre, París
Estilo: Griego Clásico
Técnica: Talla bajo relieve
Material: mármol
Medidas: 1,60 m de longitud, 1,06 m altura
y 5 cm de fondo
Tema: Religioso

Descripción: Nos encontramos ante el conocido Friso de las Panateneas. Obra realizada entre el 443 y 438 a. C.
Atribuida al gran escultor Fidias, aunque puede que fuese realizado por su taller bajo su dirección. Hoy en día
se encuentra dividido en varios fragmentos, que podemos encontrar en distintos museos, sobre todo en el
Museo de la Acrópolis de Atenas y en el Museo Británico, y el resto se encuentran en otros nueve museo
internacionales. Debido a su fragmentación, su estado de conservación no es muy bueno, con un aspecto muy
deteriorado. Aún así nos podemos hacer una idea del estilo y calidad de la talla.
Se trata de un friso corrido, tallado en bajo relieve, que circundaba todo el muro de la cella o naos del Partenon
con una longitud de 160 metros. Está tallado en mármol del pentélico y su tema es religioso, mostrando la
procesión de las Grandes Panatenas que tenían lugar cada cuatro años, en honor de la diosa Atenea, patrona
de la ciudad de Atenas. A lo largo del friso podemos encontrar grupos de soldados o caballería, grupos de
ancianos, otros portando animales para una hecatombe o sacrificio, también un grupo de músicos portando
aulos (flauta doble) o kitharas (grandes liras), después las panatenas, chicas jóvenes de la ciudad, que dan
nombre al friso que portan útiles para la celebración como jarras, quemadores de incienso, por último se
encuentra un grupo, aún sin identificar claramente, pero con cierto rango social como indica su proximidad a
los dioses, tratándose, posiblemente de los arcontes de la ciudad, en otra escena aparece un chico doblando
junto a un adulto el que se cree que fuese el peplo sagrado de Atenea, tejido durante cuatro años por vírgenes
o doncellas de la ciudad llamadas arréforas. Por último, aparecen los dioses como Apolo, Poseidón y Artemisa,
que aparecen sentados contemplando las procesiones.
Desde el punto de vista formal, una de las primeras cosas que nos llama la atención de los relieves del Friso de
las Panateneas es la ley de adaptación al marco, ya que la procesión se enmarca perfectamente, en el friso, que
debido a su longitud, deja ver plenamente todos los personajes y detalles de la fiesta religiosa. La talla es rica
en detalles, incluso mejorando a la rica fábrica de las metopas, se pueden observar en los tendones de los
músculos, los ojos, los cabellos o las crines de los animales. La anatomía está muy cuidada y las articulaciones
se muestran de forma natural, sin artificios ni posturas forzadas, se prescinde de la diartrosis (acentuación de
las líneas que definen los músculos) del periodo anterior, o de la reducción a formas geométricas, como hiciera
Policleto en el Doríforo. Todos estos movimientos dotan de gran dinamismo al relieve, así como también el uso
de la técnica, habitual en las obras relacionadas con Fidias, de los paños mojados o drapeado, donde se deja
adivinar bajo capas o peplos llenos de pliegues la anatomía desnuda. Todos estos pliegues dispuestos
elegantemente, formando curvas y contracurvas, enriquecen plásticamente la escultura dotándola, además de
movimiento, de fuertes contrastes entre luces y sombras. Cabe decir, que aunque se trate de un bajo relieve, se
trabaja muy bien el volumen y la perspectiva, creando dos planos de profundidad en la mayoría de las escenas,
no obstante no se trabaja una perspectiva espacial ya que no hay espacio representado, quedando las figuras
sobre un fondo plano.
En referencia a la temática, el friso de la Panateneas forma parte, junto con las metopas y los frontones, del
ambicioso programa iconográfico que Fidias diseñó para el Partenón, con la finalidad de exaltar la grandeza de
la Diosa Atenea, patrona de la ciudad de Atenas.
Comentario: con Fidias llegamos al momento culminante de la escultura dentro del periodo Clásico, algunos
autores denominan a este periodo Alto Clasicismo, debido a la exquisitez de sus obras. En este momento, nos
encontramos en el máximo esplendor de la ciudad de Atenas, que bajo el gobierno de Pericles, mantiene la
hegemonía en la Hélade, este momento exultante de la ciudad tiene su reflejo en el arte creando obras que
asombran por su alta calidad técnica y plástica además de su belleza, haciendo de Atenas no sólo el centro
político y económico de la Hélade, liderando la Liga de Delos, sino también en la capital artística de la Antigua
Grecia. Todo ese esplendor creativo se traduce en unas formas que se acercan más al natural, se amplia el
dinamismo y movimientos de las obras, alejándose de rígidos esquemas matemáticos o geométricos, también
en un enriquecimiento expresivo a través de la utilización de nuevas técnicas como la de los paños mojados o
drapeado, así como una mayor sensualidad y naturalidad alejándose de la representación del «ethos» de la
etapa anterior, como hemos visto en el friso de la Panateneas.
A modo de conclusión, podemo afirmar que con Fidias podemos dar por concluida la etapa Clásica, pero su obra
seguirá influyendo en el Postclasicismo posterior, con artistas como Praxíteles, Scopas y Lisipo, que seguirán la
línea iniciada por Fidias, buscando un mayor movimiento, un mayor dinamismo, formas más libres y ligeras y
una representación del «pathos» o emociones humanas.
E S C U LTU RA
COMENTARIO
HÉRMES CON EL
DIONISIO NIÑO
Ficha técnica
Nombre: Hermes con el niño Dionisio.
Autor: Praxísteles (Atenas)
Cronología: siglo IV a.C. (350-330 a.C)
Localización: Museo Arqueológico Olimpia
Estilo: Griego post-clásico
Técnica: Talla
Material: Mármol
Medidas: 2,13 m de altura
Naturaleza: Escultura exenta, bulto
redondo
Tema: Mitológico

Descripción: Nos encontramos ante una imagen el grupo escultórico conocido como “Hermes y Dionisos niño”
datada hacia el 330 a. C., realizada por Praxíteles y que podemos enmarcar dentro del periodo Postclásico. Hoy se
encuentra expuesta en el Museo Arqueológico de Olimpia. Se trata de una escultura hecha en mármol, realizada
para el templo de Hera en Olimpia.
La obra, de bulto redondo, está tallada en mármol, mostrando un alto grado de calidad técnica y de habilidad para
aprovechar las cualidades estéticas del material. Las superficies han sido pulidas finamente, de modo que sugieren
la sensación táctil de blandura. Se ha evitado toda rugosidad y la brusquedad de las rectas, prefiriendo las formas
casi difuminadas.
Desde el punto de vista formal, Hermes sostiene en su brazo izquierdo al dios Dionisos niño, con la mano derecha
le daba a probar uvas. Se trata de una alegoría del futuro de Dionisos, divinidad del vino. Así el grupo adquiere esa
humanidad característica en las representaciones praxitelianas de los dioses. El cuerpo de Hermes marca una línea
sinuosa en su lado derecho, resaltada por la elevación de la cadera, es la famosa curva praxiteliana. Esta curva
contrasta con la línea recta marcada por el tronco, el manto y Dionisos que se sitúan a la izquierda. El manto cae
de forma natural, marcando pliegues desordenados. La escultura se ajusta a leyes visuales propias de la pintura:
1. Se desarrolla en sentido frontal, y prueba de ello es la colocación de los brazos de la figura principal, de modo
que ni corten la silueta ni dificulten la plena apreciación de la belleza del contorno.
2. Gran importancia al juego de luces.
La composición se concibe mediante una serie de líneas ascendentes, con el fin de que la atención se concentre
en el rostro del joven, ensimismado en sus pensamientos. El juego intrascendente con el niño marca el punto
culminante. La figura principal presenta un contrapposto o esquema en S, mediante una postura lánguida y
natural: la pierna izquierda, libre de peso, toca suelo con la punta del pie, y la derecha sujeta el cuerpo, resaltando
así la línea de la cadera. La ligera inclinación de la cabeza viene a completar el esquema.
La luz es un elemento primordial, pues resbala con suavidad sobre las superficies generando sutiles matices.
La policromía, en su estado actual, es inexistente, lo que no es obstáculo para suponer que existiera
originalmente. La forma de expresión es figurativa y naturalista, hay un indudable interés por la belleza formal,
especialmente en la figura principal; su pose relajada resalta los rasgos de una anatomía perfecta, proporcionada,
armónica y sensual. Aunque amable, parece distanciado e inaccesible. Respecto al niño, está bastante menos
conseguido; la cabeza pequeña y las proporciones alargadas nos hacen pensar más en las de un adulto que en las
características de la infancia.
Comentario, la obra es fruto de un estilo artístico cuyo centro de interés es la figura humana. El dominio técnico
hace pensar en una etapa de madurez, que, además, podemos identificar con otros rasgos: expresividad -que aquí
es melancolía-, interés por la naturalidad, movimiento,etc.
Praxíteles es el gran escultor ateniense del siglo IV a.C. Su amplia producción está perdida, pero fue tan imitada
que se puede fácilmente estudiar a través de las copias romanas. Cabe destacar en ella la ruptura con la tradición
y la innovación iconográfica: por ejemplo, hay que indicar que fue el primero en introducir en la escultura griega el
desnudo femenino, a través de su célebre Afrodita de Cnido.
Concluimos, por tanto, afirmando que se trata de una escultura griega de la etapa postclásica. Su autor es
Praxíteles, pues son propios de su escultura la blandura de las superficies, la levedad del modelado y la indolencia
de las actitudes, marcada aquí por el contrapposto de la figura protagonista, que define la típica curva
praxiteliana. El camino iniciado por Praxíteles tuvo gran repercusión en el futuro, prolongándose su herencia en la
etapa helenística y en el mundo romano, e incluso en obras tan lejanas como el David de Donatello.
E S C U LTU RA
COMENTARIO
APOXIOMENO

Ficha técnica
Nombre: Apoxiomeno
Autor: Lisipo
Cronología: siglo IV a.C. (330-320 a.C)
Localización: Museo Pío-Clementino
(Museos Vaticanos, Roma)
Estilo: Griego post-clásico
Técnica: Talla
Material: Copia romana en bronce, la
original era de mármol pentélico
Medidas: 2,05 m de altura
Naturaleza: Escultura exenta, bulto
redondo
Tema: deportivo

Descripción: Nos encontramos ante una imagen con una copia romana en mármol del Apoxiomenos, que quiere
decir «el raspador». La obra original, seguramente fundida en bronce se realizaría hacia el 330 a. C. y que podemos
enmarcar dentro del estilo conocido como Clasicismo Tardío o Postclasicismo, su autor fue Lisipo, uno de los
escultores más reconocidos y prolíficos de su momento. Hoy se encuentra expuesta en los Museo Vaticano en un
buen estado de conservación. Se trata de una escultura figurativa, de carácter naturalista con cierta idealización,
esculpida en mármol, representa un hombre desnudo en pie y de bulto redondo. El tema representado es uno de
los más tradicionales y predilectos de la estatuaria griega, ya que representa un atleta, en este caso, en el
momento de limpiarse el cuerpo con un estrígil o estrigilo, que servía para retirar el óleo o aceite con el que se
untaban los atletas, y que tras la competición se retiraba ceremoniosamente junto con el polvo y resto de
suciedad.
Desde el punto de vista formal, seguramente Lisipo sea el autor del Postclasicismo con más influencias del
periodo anterior, como se adivina por el tema elegido. No obstante, el atleta no se muestra en el momento del
triunfo como el Diadúmeno de Policleto, sino en un momento más cotidiano y carente de gloria y heroicidad. Lisipo
demuestra un interés por volver al uso de la matemática y la proporción como medida de belleza, empleando un
canon, aunque en este caso ligeramente superior al de Policleto, con una altura de 8 cabezas, frente a las 7 que
empleaba Policleto.
Emplea también el contrapposto, y la diartrosis o forma desmesurada de representar las articulaciones como se
observa en brazos, hombros y el pliegue inguinal, aunque con un modelado más fino y elegante, tratando de eludir
los planos duros y geométricos del Doríforo. El rostro del Apoxiomenos aparece inexpresivo, volviendo al «ethos»
clásico o la virtud de ocultar las pasiones o emociones. La gran diferencia con respecto a Policleto quizá sea en la
utilización de un gran escorzo, donde los brazos se adelantan, saliendo de los planos del cuerpo, que obliga a abrir
un poco más las piernas, creando una multiplicidad de puntos de vista y dando lugar a una composición de
carácter abierto.
En referencia a la función y significado, citar que se desconoce la función de esta escultura, así como el lugar al
que fue destinada, es posible que se trate de una escultura votiva u ofrenda a algún dios que además cumpla con
la función de deleitar a través de la contemplación de la belleza.
COMENTARIO: A finales del siglo IV a. C. la Hélade atraviesa un periodo de inestabilidad política y económica, lejos
del esplendor de la Atenas de Pericles, la mayoría de las polis griegas están a punto de sucumbir al poder de los
macedonios. Esta situación lleva a la sociedad a abandonar muchos de los ideales cívicos de la época Clásica, y a
incorporar ideas de nuevas corrientes filosóficas como el estoicismo o el hedonismo. Esta crisis política,
económica y social tiene su reflejo en el arte, que si bien mantiene una gran capacidad técnica, busca la expresión
de las pasiones, como es el caso de la Ménade Danzante de Scopas, la humanización de los dioses como la
Afrodita Cnido de Praxíteles o la búsqueda de momentos más humanos y cotidianos, lejos de la búsqueda de la
gloria y el triunfo como es el caso de este Apoxiomenos de Lisipo, en el que se introduce un nuevo canon basado
en la medida en torno a ocho cabezas como ejemplo de perfección, mostrando una cabeza más esbelta y un
cuerpo más proporcionado.
A modo de conclusión, la escultura de Lisipo es claro ejemplo de la encarnación de la perfección del canon de
belleza clásica pero bajo la influencia de un nuevo naturalismo. Su juego del contrapunto escultórico persistirá
durante siglos, así lo vemos en el David de Miguel Ángel, el del Verrochio y el de Donatello, esos son ejemplos de
la presencia del modelo seguido por Lisipo, cuyo canon de belleza física continua vigente en nuestros días,
reflejado en los parámetros usados para los modelos en la publicidad.

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