Está en la página 1de 8

GUION TEATRAL - HISTORIA DE MÉXICO: EL VIRREINATO EN LA NUEVA ESPAÑA, POR TALKSISITER

ALUGAS

GUION TEATRAL – HISTORIA DE MÉXICO


“EL VIRREINATO EN LA NUEVA ESPAÑA”
ESCRITO POR TALKSISTER ALUGAS IIIºA


Esta obra está basada en hechos reales.

Cada alumno va a caracterizar uno o dos personajes, además puede utilizar los apoyos visuales
sugeridos para explicar de manera significativa la organización política y social de los españoles en
la Época Virreinal (1535-1821).

Nuestro guion está compuesto por cinco escenas, las cuales tienen escenografía y vestuario
adecuado al contexto.

No habrá ni diálogo, ni personaje repetido. Así como la Historia de los hechos será exclusivamente
narrada y actuada según se formó.

GRUPO 2:
- M.F.: Sacerdote y Jefe Militar 1
- J.H.: Personaje casta 1 y Aliado 2
- N.J.: Rey de España, Jefe Militar 2 y Sirviente
- J.A.R.: Personaje casta 2 y Aliado 1
- Talksiter Alugas: Esposa del Virrey y Representante de las Mujeres
- D.V.: Virrey

PERSONAJES:
- Narrador
- Rey de España
- Sacerdote
- Jefe Militar y Primer Virrey: Antonio de Mendoza
- Esposa de Antonio de Mendoza y Representante de las mujeres
- 2 Jefes Militares
- Indígenas aliados
- 1 sirviente
- 2 personajes de diferentes castas
PRIMERA ESCENA
(En el palacio del Rey de España)


NARRADOR: Era el año de 1535 existían los príncipes y princesas, caballeros valientes y bellas
doncellas; como en toda buena historia también había reyes y este rey gobernaba España. (Sale el
narrador de escena)

(Inicia hablando el sacerdote con el rey)

SACERDOTE: Majestad, debido a los acontecimientos que este año ocurrieron, como el
descubrimiento de esa tierra de Satán debemos colocar una Sede Católica lo más pronto posible
para no contagiarnos. A todo esto sería lo mejor que usted y la Iglesia controlaran esas tierras.

REY DE ESPAÑA: (preocupado) Estoy de acuerdo con la Santísima, pero no es posible que yo vaya a
esas tierras, podría contagiarme y hacer que mi reino sufra.

SACERDOTE: (sonriendo) Lo he estado pensando junto los demás monjes y deberíamos mandar
allá un hombre fiel a la corona.

REY DE ESPAÑA: Decidido, mandemos llamar al Jefe Militar Sir Antonio de Mendoza.

SACERDOTE: Perfecto.

(El Rey hace una seña al guardia para que dejen pasar al Jefe Militar)

REY DE ESPAÑA: Los Reyes de España hemos decidido enviarlos para poder gobernar aquellas
extensas tierras. Usted será el primer virrey que estableceremos en América en la Nueva España.


JEFE MILITAR: Yo Antonio de Mendoza seré honradamente el primer virrey. Iremos con gusto y
haremos solo lo que usted nos mande en todo momento. (Se inclina junto a su esposa)

NARRADOR: Días más tarde,la Iglesia, el Rey y su familia, al igual que Antonio de Mendoza y la
suya, dan al pueblo la buena nueva.

REY DE ESPAÑA: Al haber descubierto nuevas tierras, en las que el Reino de España se ve afectado
a no pisarlas, ha decidido junto a la Santísima Iglesia nombrar a este leal compañero de la corona y
su Majestad, como Primer Virrey de las Américas.

PRIMER VIRREY: (con voz autoritaria) Yo Antonio de Mendoza, actual Primer Virrey de las
Américas, deseo saber quien estaría dispuesto a surcar los mares para comenzar una nueva vida
junto a mi y mi familia. Todo aquel que se decida por venir, tendrá una semana para apuntar su
nombre y el de sus acompañantes en la Corte.
PUEBLO: (felices) Gloria a ti Señor.

NARRADOR: Varios españoles y sus familias se embarcaron hacia la nueva tierra donde les
aguardaban muchas aventuras.

(Simular que todos van en un barco)


SEGUNDA ESCENA(Al fondo se encuentran los templos de los habitantes indígenas derrumbados)

NARRADOR: Al llegar a su destino, el nuevo Virrey empieza a darse cuenta que tiene muchas cosas
que hacer. Pero lo primero de todo, es agradecer a los indígenas aliados.

VIRREY: Gracias a ustedes, logramos mi reino y yo vencer a esta gente, estamos muy agradecidos y
les queríamos dar un presente.

INDÍGENA ALIADO 1: Nosotros no queremos nada de ustedes. Lo único que le pedimos es que
haga sufrir a estos maleantes.

VIRREY: Así será, pero me extraña que no queráis tener una postulación de alto rango.

INDÍGENA ALIADO 2: Queremos seguir con nuestra vida, sin que nadie nos reclame ni nos mande
hacer cosas que no nos gusten. Queremos seguir con nuestras leyes, nuestra vida cotidiana y todo
lo que hacíamos.

INDÍGENA ALIADO 1: Además queremos por favor, que ustedes nos dejen en paz y jamás molesten
a nuestras familias, ya que os ayudamos con estos chiflados.

VIRREY: Está bien, cumpliremos todo lo que nos piden, gracias por todo, pueden marchar en paz.

VIRREY: (a los militares) Ahora tenemos mucho trabajo por hacer, comenzaremos dividiendo el
trabajo entre todos nuestros amigos, familia y conocidos cercanos. También tenemos que usar a
los pueblerinos estos de aquí (señala a los indígenas), para que hagan el trabajo sucio, el que
menos nos gusta.

JEFE MILITAR 1: Pero eso es demasiado trabajo, quiero seguir estando en mi casa tanto como
antes y con estas responsabilidades estaré casi toda la jornada fuera de ella.

VIRREY: Seréis muy buen pagados, con sacos de oro, un puesto en la política o lo que vosotros
queráis.

JEFE MILITAR 2: Vale, me gusta la idea, (fuertemente) ¡Pero tenemos que dividir a los hombres
mínimo en dos. Hay que construir casas y tienen que trabajar en las minas!
JEFE MILITAR 1: Yo no aguanto el estar debajo de la tierra, oliendo polvo, comiendo pan y
bebiendo agua para guiar a esta peste de animales salvajes, en todo caso estaría repartiendo
latigazos a ton ni son por puro placer.

JEFE MILITAR 2: Yo les guiare a las minas y les pondré a trabajar día y noche si es necesario, para
que nuestro reino se enriquezca. Le entrego una carta escrita, que el día de ayer, el monaguillo
ayudante de este sacerdote me dio.

(Salen los militares inclinándose y se queda el Virrey leyendo la carta que anoche recibió de un
monaguillo, esperando que el sacerdote llegue)

SACERDOTE: Buen día su majestad primer Virrey de las Américas.

VIRREY: Buen día, me dijeron que usted quería verme y me entregaron esta carta donde dice que
algo urgente ha de decirme. ¿Que asunto me debe comentar, que tan importante es?

SACERDOTE: Como bien le dijo su majestad el rey, usted debe colocar un gran espacio en la
religión. Es hora de construir una Iglesia y no debemos demorarnos tenemos que guiar a estos
despreciados diablillos cuanto antes al camino de la fe.

VIRREY: Veo que ambos estamos totalmente de acuerdo en que los indígenas deben aprender de
nuestra cultura y quien es el único y verdadero Señor Dios en este mundo.

SACERDOTE: Así es. He estado pensando hasta llegar a una conclusión. Debemos unificar la Iglesia
donde antaño se encontró el templo de los templos de la religión satánica que estos, llamémosles
hombres, tenían.

VIRREY: Usaré tus indicaciones. Allí se construirá nuestra catedral y además pondré las siguientes
leyes:

1. TODO AQUEL QUE NO SE CONVIERTA EN CRISTIANO SERÁ CASTIGADO CON LA MUERTE.

2. TODO AQUEL QUE COMETA ACTOS IMPUROS SERÁ CASTIGADO CON LA MUERTE.

3. TODO AQUEL QUE NO OBEDEZCA A SUS AMOS SERÁ ESCLAVIZADO Y PODRÁ LLEGAR A
TENER PENA DE MUERTE.
4. TODO AQUEL QUE NO CELEBRE EL NOMBRE DE DIOS SERÁ CASTIGADO SEVERAMENTE Y
DOS AÑOS DESPUÉS CON LA MUERTE.

5. QUIEN DIGA EL NOMBRE DE DIOS EN VANO SERÁ CASTIGADO CON PENA DE MUERTE.

SACERDOTE: Me enorgullece que usted Primer Virrey Sir Antonio de Mendoza, sea un hombre tan
intelectual, así como religioso. Gratamente le sugiero que estas leyes sean leídas al pueblo.

NARRADOR: Y así se hizo. El virrey mandó construir la catedral donde antaño se situaba el
templo mayor de Tenochtitlán, expuso las nuevas leyes ante su pueblo y mando ejecutar a
todos aquellos que no hicieran caso. A su vez empezaron a llegar los jesuitas, los agustinos y
más clérigos, monjes y sacerdotes de diferentes iglesias católicas

TERCERA ESCENA
(En la casa del Virrey)

NARRADOR: Una vez planeado el tema el virrey decide hablarlo de nuevo, para dejar todo claro. A
su vez, se dirige a su esposa mostrándole cuál es el deber de las mujeres en este nuevo territorio.

VIRREY: Entonces tú (señala al jefe militar 1) deberás construir las casas para nuestra población y
yo me encargaré de la política y la economía del país. Así mismo, esposa mía (se dirige a su mujer),
deberás encontrar una mujer de orgullo que lleve a cabo la jefatura en cuanto a la limpieza de las
casas, la educación de las mujeres y niños y el cuidado de sus maridos.

ESPOSA: Si esposo mío, yo asumiré el cargo de ser la próxima representante de las mujeres. Me
encargaré de seleccionar a los sirvientes más excelentes y educados para todo lo que usted, mi
marido me ha encargado.

VIRREY: Así sea. Pero mis Lores, para tener todo en su justa medida, teneos que castigar a todo
aquel que despacio trabajo, porque el tiempo es oro y no podemos malgastarlo, si no, nos
quedaremos sin estas tierras.

JEFE MILITAR 1: Totalmente de acuerdo. Por no llamarlo explotación, debemos dirigir a estos
mensos por el buen camino y hacer como sea posible que trabajen como negros en las minas.
Necesitamos de esas riquezas.

JEFE MILITAR 2: Está claro. Le recuerdo, mi señor, que primero, antes que nada debe consultar lo
hablado aquí, con el sacerdote encargado de guiarnos en el buen camino de la sagrada religión.

VIRREY: Tu mismo me entregaste una carta que venía del sacerdote, por eso lo aquí hablado ya
está informado a la Iglesia y al Rey de España.

JEFE MILITAR 2: (arrepentido se arrodilla) Perdóneme su majestad.

VIRREY: Gracias, ahora partid a vuestras casas, cuidad a vuestros hijos y dad placer a vuestras
esposas, que el día de mañana deberán comenzar a trabajar lo comentado.

ESPOSA: Permítame salir de esta sala, tengo sirvientes que seleccionar para el día de
mañana. Puede pasar después si quiere por mi alcoba para conversar. (Sale)

VIRREY: Ve con dios y que te de sabiduría y fuerzas para elegir a los que vayan a servirte y seguirte.
JEFE MILITAR 1: Señor, ¿cómo sabremos cuando tiene que estar todo listo?

VIRREY: Cuando sea el momento avisaremos a todo el personal que lleve cargos bajo la manga de
su mano. Ahora idos.

(Salen los jefes militares y el virrey. Entra en escena la esposa del Virrey como representante de las
mujeres en un mercado, simulando recoger cosas para comprar y a su lado un sirviente)


REPRESENTANTE DE LAS MUJERES: Las principales actividades que realizamos son la agricultura, la
ganadería, la educación diferenciando damas y caballeros, la limpieza y el orden de las casas y
para animar nuestro comercio hacemos ferias como la feria de Acapulco (mientras va dejando la
comida en las cestas de los indígenas). Somos los dueños de todo y nos encargamos de la
economía, mientras estos empleados (los señala con desprecio) trabajan para complacernos.

SIRVIENTE: Si señora, entonces no debemos hablar con esta gente a no ser que para dar órdenes.

REPRESENTANTE DE LAS MUJERES: Así es querido. Ahora ve a controlar a los niños en casa,
mientras yo educo a estos dos.


SIRVIENTE: Como usted desee. (Se va el sirviente, ella se queda)

REPRESENTANTE DE LAS MUJERES: Supongo que vosotros dos me habéis entendido todo, ¿cierto?

PERSONAJE CASTA 1: (tímidamente) Si.

REPRESENTANTE DE LAS MUJERES: (seriamente) Bien algo habéis aprendido ya. Quiero que
vosotros y vuestros compañeros sepáis que no tenéis derecho a nada ni nadie. ¿Entendido?

PERSONAJE CASTA 2: Si señora.

REPRESENTANTE DE LAS MUJERES: (subiendo el tono) Si por algún caso en especial, mi marido u
otro hombre requiere de placeres de alguna de vuestras mujeres, tienen la obligación de
ofrecerse a ellos. Si no lo hacen, habrá consecuencias. Al igual que, si uno de nuestros hijos
requiere a alguien de vuestra categoría como acompañamiento de juegos, uno de vuestros niños
acudirá sin rechistar pero nunca llegarán a ser amigos. ¿A quedado claro?

PERSONAJE CASTA 1 Y 2: (mirando al piso) Si señora. (Sale la representante y se quedan los


personajes de castas).

NARRADOR: Todo lo que la representante dijo se hizo, hasta que empezaron a cuchichear los
indígenas sobre independizarse.

PERSONAJE CASTA 1: En algún momento todo esto va a ser diferente, podremos andar libremente
y no seremos tratados como sirvientes.

PERSONAJE CASTA 2: Si, podremos vivir cerca de las plazas como ellos, usar ropa decorosa y tener
nuestras cosas seguras. Al igual que tener nuestros propios esclavos, ¡ojalá fueran ellos! Si, si.
Llegará el día en que todos hablemos y actuaremos para lograrlo.

PERSONAJE CASTA 1: Pero eso sólo sucederá, cuando el pueblo quiera independizarse y
asumir la realidad de las cosas.

PERSONAJE CASTA 2: Voy a comentarlo con mis amigos y diré a mis amigos que lo hagan con los
suyos y los suyos con los suyos. Así se expandirá.

PERSONAJE CASTA 1: (con malicia y sonriente) Paciencia, hay que tener paciencia y control,
cuando menos se lo esperen allí estaremos, con espadas y cuchillos, lanzas y caballos. En el futuro
nos recodarán como los hombres de la independencia y revolución.

CUARTA ESCENA
(En el palacio del Rey de España)

NARRADOR: España está siendo invadida por los franceses, mientras que por el otro lado ya
empiezan a surgir movimientos de independencia y la economía está en crisis.

SACERDOTE: Se le informa majestad que hemos perdido varios soldados, la mala noticia es que los
franceses están logrando pasar la frontera. Puede llegar el caso de que nos invadan.

REY DE ESPAÑA: (cabreado) ¡Esto no puede ser! Maldito sea ese canalla, ¿cómo se llamaba?
mmm… ¡Napoleón! Me está arrebatando mi reino y está haciendo que me enfurezca.

SACERDOTE: ¿Ya le informaron que tal va el reino en la nueva tierra?

REY DE ESPAÑA: Sí, ¡para colmo también se me está yendo de las manos! Está empezando a haber
crisis. ¡Los convertidos se han cansado de que les demos espejitos ahora me reclaman conque
quieren de regreso su oro y plata!

SACERDOTE: Hay habladurías por todo el reino, dicen que van a quitarte del mando y parece ser
que la Época Virreinal está llegando a su fin.

REY DE ESPAÑA: Hay que mandar refuerzos pero no muchos a La Nueva España. Manda a los
negros para que enseñen de una vez por todas cómo se trabaja en las minas ¡Nos estamos
quedando sin aliados y sin reino!
QUINTA ESCENA
(Fin del Virreinato)

NARRADOR: Mientras los españoles vivían con todas las comodidades, las demás castas como los
indígenas eran despreciados y explotados, pero eso terminaría muy pronto.


(Entran los personajes de distintas castas de un lado del escenario y todos los españoles del otro
lado comenzando a pelearse)

PERSONAJE CASTA 1 Y 2: (improvisan. Se quejan y golpean con cuidado al virrey y los jefes
militares.)


NARRADOR: En el año 1821, la etapa Virreinal dio a su fin. Lo que hizo que ésta terminara fue el
reclamo de los verdaderos dueños de las riquezas y así se dio el inicio de la revolución.

ESPOSA: Muchos de los españoles jamás olvidaron el haber convivido con otra especie, algunos
sufrieron las pérdidas, se enamoraron de estos e hicieron amigos. En cambio otros, se quedaron
junto a los ya independientes a vivir.

SACERDOTE: Por eso, fue inevitable que los españoles (extiende su mano del lado de los
españoles) se mezclaran con las demás castas (extiende su brazo a las demás castas) y así se dio el
mestizaje.

PERSONAJE CASTA 1: Los indígenas que fueron explotados, por fin pudieron volver a ver la luz del
sol.

PERSONAJE CASTA 2: Y también lograron, recuperar parte de lo que antaño fue suyo, pero a lo que
más importancia dieron fue a su libertad.

También podría gustarte