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IEP “SOR QUERUBINA DE SAN PEDRO”

Surquillo, 29 de marzo de 2020

MUY QUERIDOS PROFESORES DE NUESTRA INSTITUCIÓN EDUCATIVA:

No he querido dejar pasar estos días sin hacerles llegar mi saludo fraterno de
Paz y Bien, deseando de todo corazón se encuentren bien de salud en compañía de
sus seres queridos.
Ante todo, agradezco al Señor por el excelente equipo de profesores y
profesoras que ha puesto en mi camino. Quiero hacerles llegar mi profundo
reconocimiento a cada uno de ustedes por el esmerado trabajo que están realizando
desde sus hogares en bien de la niñez y juventud que se nos ha confiado. En estos
difíciles momentos que nos toca vivir, están demostrando no solo su
profesionalismo, sino, sobre todo, su calidad humana y vocación de servicio como
educadores que no es otra cosa que el compromiso, el deber de dar todo de sí por
la razón de ser de nuestra profesión: los estudiantes.
Lo que más me alegra es que, como familia, a pesar de no estar presentes
físicamente, se siente su cercanía y preocupación en compartir sus iniciativas,
enriqueciéndose recíprocamente y sintiéndose más unidos y apoyados como
hermanos de una comunidad.
Estoy segura de que esta experiencia será motivo para fortalecer con mejores
frutos de unión y fraternidad a la Familia Querubina. Esta sólida comunión será el
mejor testimonio de vida para nuestros padres de familia y educandos. Así, se
llegará a la comprensión de que trabajando en equipo y saliendo de nosotros
mismos, es decir, pensando en los demás podemos lograr grandes cosas y hacer
realidad nuestros más preciados objetivos.
Queridos profesores, que estos tiempos de incertidumbre, nos ayuden a ser
más reflexivos y agradecidos, a valorar y rescatar la importancia de compartir en
familia, de ser solidarios y a ser más agradecidos con Dios por todo lo que, día a día,
recibimos de Él. Tengan la certeza de que el Señor siempre permanece fiel y no nos
abandona al darnos la seguridad de poder afrontar con fe y fortaleza todos los retos
que se nos presenten.
Querida familia querubina, el secreto de toda obra buena está en la
perseverancia y en ser conscientes del valor, empeño y cariño con que hagamos
nuestro trabajo, al margen de obtener resultados inmediatos. Trabajemos con
fortaleza y valentía, esa fortaleza y valentía que nos viene del Jesús el Maestro por
excelencia y de María nuestra Madre.
Que Dios los proteja y bendiga sus hogares y su abnegada labor diaria.
PAZ y BIEN.
Sor. Paola Solari Salmón

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