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Cusmai, Cesar
“CRUZANDO EL PARIENTE DEL MAR”. Historia de Las balsas del rio Paraná
Prólogo de Silvia Baccino
Primera edición – Abril 2016
ISBN 28766-3471-66
250 Págs. con ilustraciones y fotografías
1- Ensayo histórico – Historia Argentina
Correo electrónico del autor: cesarcusmai@hotmail.com
Queda hecho el depósito que marca la Ley Prohibida su reproducción total o parcial-Todos los
derechos reservados
Desde hace varios años César Cusmai ha sumado su aporte con el mismo objetivo y, a través de
las redes sociales y de singulares trabajos de investigación, ha contribuido a la recuperación y a
la difusión de valiosos testimonios documentales y fotográficos posibilitando, de este modo, el
conocimiento de un pasado y un presente con perfiles integrales y, al mismo tiempo, entrañables
para aquellos que valoramos los orígenes y evolución de nuestra ciudad.
Con la edición de Aquellos Queridos Ferrys - Historia de los Ferrobarcos del Río Paraná (abril de
2014) César Cusmai inició la publicación de una serie de trabajos de estudios históricos, fruto de
un significativo esfuerzo intelectual. El libro que ahora llega a manos de los lectores y amigos de
Zárate de Ayer fue concebido y diestramente realizado por su autor. Su título, y su contenido
aborda una temática siempre viva y apreciada que, sin dudas, despertará en muchos el recuerdo
nostálgico de este servicio de comunicación fluvial que comenzó a cobrar vida en las primeras
décadas del siglo XX y que hasta su finalización contribuyó a la vinculación regional y nacional. A
otros, principalmente a los más jóvenes, les posibilitará conocer por qué surgió, cómo se
desarrolló y cuáles fueron los aspectos sociales, políticos, económicos y culturales que
determinaron el ocaso y la posterior desaparición del sistema de balsas automotor.
El autor ha tenido como objetivo relacionar, a través de acercamientos históricos sobre los
orígenes de las comunicaciones fluviales y terrestres abordadas, la historia local con la provincial
y nacional. En otras palabras, ha conseguido que el devenir del servicio de balsas automotor en
Zárate se comprenda no en forma aislada sino en un contexto mayor, sin perder de vista los
acontecimientos regionales y nacionales y como éstos mostraron su influencia en el ámbito local.
Escrita en forma clara y amena, esta nueva publicación de César Cusmai es motivo de celebración
y debe considerarse de consulta indispensable para docentes, estudiantes, público interesado
en temas históricos y para todos aquellos que deseen conocer acerca de las balsas y de lo que el
servicio significó para el desarrollo económico y social de Zárate en general y, en particular, para
el de uno de los sectores urbanos más caros al sentimiento de los zarateños: “El Bajo”.
Ingresar en la lectura de este libro, con su particular mirada sobre el tema es una obligación, es
recuperar el sentido de lo propio y enriquecerlo; es recordar y valorar aspectos significativos que
han marcado la configuración cultural y social de Zárate y hacerlos parte de la construcción
futura de nuestra comunidad.
Después de ver la luz la primera edición de “Aquellos Queridos Ferrys”- Historia de los
Ferrobarcos del Rio Paraná, quedó sellado un compromiso con los amigos lectores: continuar
historiando la evolución de la unión fluvial y terrestre de la Mesopotamia con el resto del país.
En esta ocasión llega el tiempo de hacerlo con las balsas automotor. ¿Por qué un libro sobre las
balsas? Porque su aparición funda un nuevo período en el marco de esa unión sobre lo que se
ha publicado poco. Al escribir este libro, la primera idea fue evocar una historia propia de mi
ciudad natal: Zárate, pero luego de investigar a lo largo del Río Paraná, nació el interés por reunir
en un mismo libro las distintas partes conexas de esa historia, incluso desde antes que las balsas
aparecieran. Así tomaron forma las respuestas a algunos interrogantes, cuestiones que no evité
volcar en estas páginas: ¿Cómo se cruzaba el río antes de ellas? ¿De qué modo evolucionaron
las rutas y el transporte carretero que unieron al litoral? ¿Cómo fue progresando esa unión?
¿Qué quedó de todo eso? Este libro desenreda entonces interrogantes sobre determinados
recortes históricos ligados al transporte fluvial, carretero, y de la unión de ambas orillas por
medio de las balsas automotor. Para ello fue necesario resumir la historia desde el momento
mismo que nos descubrimos europeos navegando un río desconocido, para luego, ya como
argentinos, animarnos a cruzarlo. Esta diferencia no es de grado sino de forma y sintetiza bien la
existencia de las balsas y su posterior desaparición. Se trata entonces de comprender mejor la
relación entre barcos; rutas; vehículos y balsas. Para ello me permití - aún a riesgo de apartarme
por momentos del tema principal- desarrollar la evolución de cada uno por separado. No quise
ahorrar espacio a la exposición de estas cuestiones porque permiten razonar el conjunto como
parte de un sistema más amplio, que va cambiando ligado a la evolución del país. Encontré
irresistible volcar, en algunos casos textualmente, varias historias que en distintos lugares se
presentan ligadas.
En la primera parte realicé un acercamiento histórico a las formas de navegación por el Río
Paraná, desde las épocas del descubrimiento y coloniales hasta el surgimiento de los caminos
terrestres. Esto surgió a partir de una primera duda histórica: ¿Cómo se cruzaba antes el gran
río? En la continuidad de esa investigación indagué el origen de los caminos, también desde el
virreinato, en base a otra pregunta no menos relacionada: ¿Cómo evolucionaron los caminos
que unieron al resto del país con los puntos de cruce donde luego se colocaron las balsas? Así
surgió, en el segundo capítulo: una síntesis histórica que resume la unión del litoral con el país
carretero. Rutas por donde comenzaron a circular los automóviles, ómnibus y camiones que
requirieron de balsas para cruzar el río. En el tercer capítulo escribí acerca de la historia del
ascenso de los medios de transporte que usarían esas balsas y que terminaron supliendo al
ferrocarril. Queda así incluido en el libro el tema de la evolución interdependiente que ellas
tuvieron con las cuestiones que venían a resolver. En el cuarto capítulo destaqué la historia de
las administraciones que atendieron la operación de los servicios. Desde el primigenio Ministerio
de Obras Públicas, la Flota Fluvial del Estado Argentino y otras dependencias oficiales, así como
el papel que tuvo el Ejército Argentino en esta historia. El quinto capítulo describe la historia
propiamente dicha de los servicios de balsas automotor en las ciudades donde fueron
apareciendo y hasta donde pude obtener información de cada lugar. Desde las primeras
instaladas en Santa Fe y Corrientes hasta las últimas en Zárate. Es necesario aclarar que este libro
se refiere a las balsas del Río Paraná interior, pues no he descripto en detalle la evolución de los
servicios que operaron con países limítrofes, o en otros ríos. En el capítulo sexto recogí el
testimonio de personas que vivieron las balsas muy de cerca, sea por trabajar en ellas o de otras
formas. Testimonios que atesoran recuerdos y anécdotas que de no escribirse se perderían para
siempre. El séptimo capítulo resume el ocaso y final de los servicios de balsas automotor
resumiendo -si se quiere con cierto espíritu de denuncia- que pasó con ellas.
He intentado escribir un libro que no trate solamente una historia nostálgica de las balsas.
Busqué en estas páginas describir también cierto modo de relación con un medio natural que
nos hizo país. Un sentimiento de dependencia, asombro y respeto que se fue perdiendo al
comenzar el cruce de los grandes puentes, lejos de correntadas y camalotes. En Zárate, tras la
conclusión del Complejo Unión Nacional en 1977, la desaparición del servicio de balsas liquidó
buena parte de una identidad litoraleña y anfibia que supo tener la ciudad. Pude verificar que
no ocurrió lo mismo en otras ciudades, quizá porque tienen una relación más cercana e intensa
con su río. Esa impronta que las balsas dejaron, se replica en la nostalgia -casi de idéntica forma-
que la gente manifiesta por las unidades y construcciones abandonadas o destruidas. Estas
historias involucran las de miles de personas durante muchos años. Una vez más, queda al
descubierto el descrédito por este patrimonio cultural e histórico que supieron demostrar
generaciones de gobernantes. Basta ver el vacío de reconocimiento por una historia que sostuvo
la unión con el litoral durante 50 años. Allí, donde el tema es tratado en publicaciones o redes
sociales surge inmediato el sentimiento de añoranza por un tiempo que sucumbió a los cambios
de la modernidad, sin recibir un merecido respeto. Ejemplo de un desinterés que ha negado a
las futuras generaciones el conocimiento de esta historia. Como productos de deshecho se
abandonaron a su suerte barcos, puertos e instalaciones. Sin embargo, nunca faltan en nuestro
país los “amigos del abandono público”, que terminan haciendo sus negocios.
Entonces, ¿Por qué no reunir estas historias en un libro? Los objetivos que me propongo al
escribir estas páginas son idénticos que en “Aquellos Queridos Ferrys”: evocar esas historias
antes que desaparezcan para siempre, realizar un aporte para investigaciones futuras, convocar
al reconocimiento, etc.
Este prefacio tiene también el sentido de agradecer a quienes han colaborado testimoniando
con todos aquellos recuerdos que gravitaron en torno a “aquellas queridas balsas”. En particular
agradecer a la Arq. Silvia Baccino, cuyo prologo me honra. En resumen, dedico estas páginas a
todos los que comparten la expresión “queridas” cuando se refieren a las balsas del Río Paraná,
y a quienes deseen conocer algo más sobre su historia. Ojalá algún día pueda reunirse esta
epopeya técnica y humana en un museo flotante, sobre alguna unidad que perdure antes que
todas desaparezcan para siempre. Cuestión que se debe a los protagonistas y herederos de tanta
historia.
Cesar Cusmai