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SUICIDIO ASISTIDO

¿El suicidio acto de valentia o cobardia? ¿Cuándo se mejora despues

de una tentativa ya no hay riesgos? ¿El que lo dice no lo hace? ¿Hablar del
suicidio incitas a las personas a hacerlo? ¿Al legalizar el suicidio asistido
motiva a más gente a realizarlo?

El suicidio asistido es un tema que ha sido objeto de controversia, debate y


reflexión a lo largo de la historia de la humanidad. Es un acto que, en la
mayoría de los casos, representa el resultado de una lucha interna muy
dolorosa y compleja.

La eutanasia se refiere a la práctica en dónde una persona recibe ayuda


médica para terminar con su propia vida, ya sea debido a enfermedades
terminales o condiciones médicas graves que causan un sufrimiento
insoportable para ella. Dicho procedimiento cuenta, idealmente, con la
aprobación voluntaria y solicitud explícita de parte del paciente, o de su
responsable, en caso de hallarse incapacitado para manifestar la propia
voluntad. En algunos países y legislaciones se la puede nombrar también como
suicidio asistido o muerte asistida.

La palabra eutanasia proviene del griego y está compuesta por las voces eu-
(“bien”) y thanatos (“muerte”), por lo que originalmente significó “bien morir”, o
sea, una muerte digna, apacible o sin sufrimiento físico.

A pesar de que la eutanasia parte de un principio humanitario, que es el de


acortar el sufrimiento innecesario de otro individuo, su aplicación y aceptación
es enormemente polémica en las diferentes culturas y legislaciones,
generalmente establecidas sobre el derecho inalienable a la vida.
Existe un aumento significativo del reporte de casos a través del tiempo; en
México en 2021 se observaron 8,447 suicidios consumados, 1,224 más que en
2019 (INEGI, 2021), significando una tasa de 6.2 por cada 100 mil habitantes.
Pero, y ¿Por qué cuesta tanto legalizarlo? ¿Por qué no tener un poco de
autonomía? ¿Por qué?

Si la legalización de este proceso priorizará la autonomía y libertad personal, ya


que considero que una persona debería tener el derecho a decidir cuándo y
cómo desea morir, especialmente si está sufriendo de una enfermedad terminal
o dolor crónico que afecta gravemente su calidad de vida.

Según una encuesta realizada en los Estados Unidos, el 72% de los


encuestados apoyaron el derecho de una persona a solicitar ayuda para morir.
Y ¿Por qué no hacerlo?

El suicidio en sí no está legalizado en ningún lugar del mundo, ya que se


considera un acto ilegal y penado por la ley. Sin embargo, hay lugares donde
se ha legalizado el suicidio asistido o la eutanasia, que son prácticas que
permiten a una persona con una enfermedad terminal o dolor crónico poner fin
a su vida con la ayuda de un profesional médico.

Como lo son:

1. Países Bajos:

En los Países Bajos, la eutanasia y el suicidio asistido están legalizados desde


el año 2002.

2. Bélgica:

En Bélgica, la eutanasia está legalizada desde el año 2002 y el suicidio


asistido desde el año 2014. 3. Canada: En Canadá, la eutanasia y el suicidio
asistido están legalizados desde el año 2016.
3. Luxemburgo:

En Luxemburgo, la eutanasia y el suicidio asistido están legalizados desde el


año 2009.

4. Colombia:

En Colombia, la eutanasia está legalizada desde el año 1997.

Aunque algunas personas argumentamos que el suicidio asistido es un acto de


compasión y autonomía individual, otros lo consideran inmoral y contrario a los
principios éticos y religiosos. Y como bien sabemos que el suicidio no solo
afecta a la persona que lo comete, sino también a su entorno familiar, social y
cultural, es fundamental analizar el suicidio desde distintas perspectivas para
poder entender las causas que lo motivan y como prevenirlo.

Ya que se explicó un poco el qué es el suicidio, ahora toca centramos un poco


más en las causas; Investigando y leyendo en varios lugares de internet se
llegó a la conclusión de que hay muchos factores que motivan los
pensamientos suicidas y el suicidio como lo son los siguientes factores dejando
en claro que el suicidio puede ser causado por una combinación de factores
biológicos, psicológicos, sociales y culturales.

A continuación se mencionan algunas de las causas más comunes:

•Problemas de salud mental: La depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y


otros trastornos mentales pueden aumentar el riesgo de suicidio. Estos
trastornos pueden hacer que una persona se sienta abrumada, sin esperanza y
con una visión distorsionada de la vida.

•Experiencias traumáticas: El abuso, la violencia doméstica, el acoso y otros


tipos de trauma pueden afectar negativamente la salud mental de una persona
y aumentar el riesgo de suicidio.
•Problemas de relación: Las relaciones tóxicas, la soledad y la falta de apoyo
social pueden aumentar el riesgo de suicidio.

•Problemas económicos: Las dificultades financieras, la pobreza y el


desempleo pueden contribuir al estrés y la ansiedad, lo que aumenta el riesgo
de suicidio.

• Problemas de salud física: Las enfermedades crónicas, el dolor crónico y la


discapacidad pueden aumentar el riesgo de suicidio, especialmente si el
individuo siente que su calidad de vida se ha visto gravemente afectada.

•Factores genéticos: Se ha encontrado que la genética juega un papel en el


riesgo de suicidio, aunque aún no se comprende completamente cómo.

Tipos de aplicación de la eutanasia:

Existen dos formas de clasificar la eutanasia: desde la perspectiva del accionar


médico, y desde la perspectiva de la voluntad del paciente. Veámoslas por
separado:

•Según el accionar del médico. Generalmente se distingue entre:

•Eutanasia directa. Se busca activamente la muerte del paciente.


•Eutanasia indirecta. La muerte se da como una consecuencia previsible de
tratamientos paliativos, o sea, dirigidos en principio a aliviar el dolor del
paciente, como la aplicación de altas dosis de morfina.

•Según la voluntad del paciente. En principio, toda forma de eutanasia deberá


ser solicitada a los médicos de manera voluntaria por el paciente o por su
representante, dado el caso de que no pueda valerse por sí mismo. Sin
embargo, suele distinguirse entre:

•Voluntaria. Es el propio paciente el que toma la decisión y solicita la muerte, ya


sea en persona o a través de algún documento que haya dejado escrito.

•No voluntaria. Ocurre cuando es un tercero quien toma la decisión, como un


pariente cercano o, en su ausencia, un representante legal, pues al paciente no
se le puede consultar debido a su condición y no ha dejado ningún tipo de
escrito al respecto.

Como menciona Ana Luisa Nerio Monroy en la página de “México _social” : “La
vida y vivir con dignidad es un derecho humano, por tanto, pensar en una
muerte digna es también parte de los derechos que toda persona tiene. Por
ello, la eutanasia y el suicidio asistido, forman parte de lo que especialistas en
el tema señalan como parte de un ejercicio de libertad y autonomía. Si bien la
muerte es un hecho biológico del que nadie escapará, lo que puede discutirse
es “la forma de morir”, en qué condiciones deseamos morir y qué significa para
nosotros el bien morir o morir dignamente.” Explica de una manera muy
concreta la opinión de muchos con respecto a este controversial tema.
Se encuentran muchos argumentos a favor y en encontrá sobre este tema. Por
ahora me centraré en los argumentos a favor del mismo:

Uno de los principales factores positivos de la legalización de este proceso


sería el alivio del sufrimiento, el suicidio asistido puede proporcionar un alivio
del dolor y el sufrimiento para una persona que padece una enfermedad
terminal o dolor crónico. Un estudio realizado en los Países Bajos encontró que
el 80% de los pacientes que solicitaron la eutanasia lo hicieron debido al
sufrimiento físico o psicológico.

La disminución del costo de la atención médica, el tratamiento y la atención


médica para pacientes terminales pueden ser extremadamente costosos, lo
que puede ser una carga financiera para la familia y la sociedad en general. El
suicidio asistido puede ayudar a reducir los costos de atención médica y
permitir que los recursos se destinen a otros pacientes que necesiten atención
médica.

Control sobre la muerte, la legalización del suicidio asistido o la eutanasia


otorga a las personas el derecho a tener más control sobre su propia muerte, lo
que puede reducir el miedo y la angustia en personas con enfermedades
terminales o dolor crónico

Reducción del sufrimiento, para algunas personas, el sufrimiento fisico y


emocional que experimentan durante una enfermedad terminal o dolor crónico
es insoportable, y la posibilidad de poner fin a su sufrimiento de manera
controlada y digna puede ser un alivio.

Atencion médica de calidad, la legalización del suicidio asistido o la eutanasia


ha llevado a una mayor atención médica de calidad y cuidado paliativo para
pacientes con enfermedades terminales o dolor crónico, con el fin de reducir la
necesidad de recurrir al suicidio asistido o la eutanasia.
Mayor respeto a los derechos humanos, la legalización del suicidio asistido o la
eutanasia puede considerarse un reconocimiento de los derechos humanos
básicos de una persona a elegir cómo y cuando morir.

Consistencia con los derechos humanos: La Declaración “Universal de los


Derechos Humanos” reconoce el derecho de cada persona a la vida, la libertad
y la seguridad personal. Algunos argumentan que el derecho a morir con
dignidad debería considerarse un derecho humano fundamental.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen argumentos en contra


de la legalización del suicidio asistido o la eutanasia, y que esta es una
cuestion ética y moral que debe abordarse con cuidado y consideración por
todas las partes interesadas

•Valor de la vida: El suicidio asistido va en contra del valor de la vida y puede


llevar a la deshumanización y al abandono de las personas más vulnerables.

Protección de los vulnerables: La legalización del suicidio asistido puede llevar


a la vulneración de los derechos de las personas más vulnerables, como los
ancianos, las personas con discapacidad o los enfermos mentales.

•Alternativas disponibles: Existen alternativas viables para el suicidio asistido,


como el cuidado paliativo, que busca proporcionar atención médica y de apoyo
a las personas con enfermedades terminales o dolor crónico, con el fin de
mejorar su calidad de vida y reducir su sufrimiento.

•Potencial para el abuso: El suicidio asistido puede ser abusado por personas
que tienen motivos no éticos o financieros para llevar a cabo esta práctica.

Según los defensores del suicidio asistido en “La prensa de Colorado” , los
pacientes que enfrentan situaciones dolorosas y sin esperanza a menudo se
sienten atrapados en una situación en la que sufrirán cada vez más sin
posibilidad de mejorar. El suicidio asistido, por lo tanto, se considera una
opción razonable para quienes desean terminar su vida de manera digna y sin
sufrimiento adicional.

Sin embargo, los críticos del suicidio asistido argumentan que esta práctica va
en contra de los valores fundamentales de la vida humana. Para ellos, la vida
es un bien intrínseco que no debe ser abandonado enninguna circunstancia, ya
que todos los seres humanos merecen el derecho a vivir con dignidad y
respeto.

Además, el suicidio asistido podría abrir la puerta a abusos y violaciones de los


derechos humanos, especialmente en casos donde la decisión del paciente no
es plenamente informada o cuando existe presión de la familia o de la sociedad
para tomar la decisión de terminar la vida.

¿Derecho a vivir o a morir?

El Derecho no es ajeno a estos hechos e intenta regular determinados


supuestos. Concretamente, el Derecho Penal ronda por el suicidio, pero sin
reprimirlo ni sancionarlo en sí mismo. Es obvio que quien logra privarse de la
vida impide cualquier sanción punitiva en su contra. En estos casos no se
reprime la conducta por acontecer la autonomía de la muerte, el suicidio
mismo.

Igualmente, si el suicidio no se consuma y queda solo en grado de tentativa,


este acto frustrado, por sí mismo, tampoco se reprime penalmente, pues es
estéril e ineficaz la sanción en contra del que decidió y quiso privarse de su
vida, sin lograrlo.

Como bien indica el Maestro Benigno Licea González, “El suicidio no es ni


debe ser un delito, ni cuando se consuma ni cuando se frustra la privación de la
vida. La muerte que se causa una persona voluntariamente o las heridas que
se infiere a si mismo, a manera de lesiones, no constituye delito de homicidio ni
delito de lesiones. Toda persona tiene la libertad y el derecho para disponer de
su propia vida y cuerpo, por sí misma.”

La libre autodeterminación de la vida, la vida misma y la libre autodisposición


del propio cuerpo se consideran bienes juridicos que se mantienen fuera del
ámbito del Derecho Penal. Esto encuentra su justificación porque, para el
Derecho, la vida humana y la integridad personal son bienes jurídicos
disponibles respecto de uno mismo, pues “no existe el deber de vivir contra la
propia voluntad”.

Sin embargo, y de manera muy importante, si la privación de la vida o la


generación de las lesiones son provocadas por causas ajenas, por influencia
de otro o por actos externos al propio suicida o lesionado, entonces el Derecho
Penal justifica plenamente su aplicación con el fin de proteger a los bienes
juridicos: la vida y la integridad personal.

La represión del suicidio puede tener consecuencias negativas para la salud


mental y física de las personas que están experimentando pensamientos
suicidas o que han intentado suicidarse. A continuación se presentan algunas
de las consecuencias de reprimir el suicidio:

•Aumento del riesgo de suicidio: Cuando se reprime el suicidio, las personas


pueden sentir que no tienen a nadie con quien hablar sobre sus pensamientos
y sentimientos. Esto puede llevar a que las personas no reciban la ayuda que
necesitan y aumenten su riesgo de cometer suicidio.

•Sentimientos de aislamiento: La represión del suicidio puede hacer que las


personas se sientan aisladas y estigmatizadas. Esto puede llevar a que las
personas oculten sus sentimientos y no busquen ayuda, lo que puede
empeorar su salud mental.

•Dificultades para buscar ayuda: Cuando se reprime el suicidio, las personas


pueden sentir que buscar ayuda es algo vergonzoso o tabú. Esto puede hacer
que sea difícil para las personas buscar ayuda y recibir el tratamiento
adecuado.

•Falta de recursos: Cuando se reprime el suicidio, puede haber una falta de


recursos y servicios para ayudar a las personas que están en riesgo. Esto
puede llevar a que las personas no reciban la atención y el apoyo que
necesitan.

Otra preocupación importante en relación al suicidio asistido es la posibilidad


de que se dé una pendiente resbaladiza” o “efecto dominó”, es decir, que se
normalice el suicidio asistido y se expanda su alcance a personas que no están
necesariamente en situaciones de enfermedad terminal o afecciones graves.
Esto podría llevar a la creación de una cultura en la que la muerte se vea como
una opción viable para resolver problemas que tienen solución.

En términos éticos, el suicidio asistido presenta un desafío complejo. Algunos


argumentan que los médicos que asisten a un paciente en el suicidio asistido
no están violando la ética médica si lo hacen por una razón de compasión,
siempre y cuando se aseguren de que el paciente tenga pleno conocimiento de
su decisión y de sus implicaciones. Otros sostienen que el juramento
hipocrático exige que los médicos protejan la vida humana en todas las
circunstancias y que no deberían participar en el suicidio asistido en ninguna
situación.
Señales de advertencia de sentimientos, pensamientos o comportamiento
suicida.

Muchas de las señales de advertencia de posibles sentimientos suicidas son


también sintomas de depresión. Las observaciones de los siguientes
comportamientos por padres y cuidadores pueden ser útiles para identificar a
adolescentes que pueden estar en riesgo de cometer suicidio:

•Cambios en hábitos de alimentación y sueño.

•Pérdida de interés en actividades habituales.

•Aislamiento de amigos y miembros de la familia.

•Comportamientos inadecuados y escapar.

•Uso de alcohol y drogas.

•Descuido de la apariencia personal.

•Toma de riesgos no necesarios.

•Preocupación por la muerte.

•Incremento de quejas fisicas que suele estar asociado con la angustia


emocional, como dolores de estómago, dolores de cabeza y fatiga.

•Perdida de interes en la escuela o trabajo escolar.

•Sensación de aburrimiento.

Prevención del suicidio


La forma más efectiva de prevenir el suicidio y el comportamiento suicida es el
reconocimiento y la intervención temprana de los trastornos mentales y del
abuso de sustancias. Los estudios han demostrado que los programas de
prevención del suicidio que tienen más probabilidad de ser exitosos son
aquellos que se enfocan en la identificación y el tratamiento de enfermedades
mentales y abuso de sustancias, gestión del estrés y control de
comportamientos agresivos.

De acuerdo con la “Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio”


(American Foundation for Suicide Prevention), es importante aprender las
señales del suicidio en la adolescencia para evitar un intento. Mantener una
comunicación abierta con su hijo adolescente y con sus amigos brinda una
oportunidad para ayudar según sea necesario. Si un adolescente habla de
suicidio, debe recibir una evaluación inmediata.

Señales de advertencia de depresión en adolescentes:

•Sentimientos de tristeza, desesperación o aislamiento.

•Disminución del desempeño escolar.

•Pérdida del placer o interés en actividades sociales o deportivas.

•Dormir muy poco o demasiado .

•Cambios en el peso o apetito.

•Nerviosismo, agitación o irritabilidad.

•Abuso de sustancias .

Pasos que los padres y le gente cercana a ellas/ ellos pueden tomar:
•Mantener los medicamentos y las armas de fuego fuera del alcance de los

niños

•Buscar ayuda para su hijo

(profesional de salud mental o médica)

•Apoyar a su hijo

(escuchar, evitar la critica indebida, permanecer relacionado)

•Informarse

(biblioteca, grupo de apoyo local, Internet)

En conclusión, el suicidio asistido es un tema altamente controvertido que


genera muchas opiniones. Sin embargo, los argumentos a favor del suicidio
asistido se centran principalmente en la autonomía y libertad personal, el alivio
del sufrimiento, la disminución de los costos de la atención médica y la
consistencia razones éticas o religiosas, la libertad individual de elegir cómo
morir con dignidad con los derechos humanos. Mientras que los argumentos en
contra se centran en aspectos morales y de valores, aunque también se
encuentran los posibles efectos dominos y que al legalizarlo podría fomentar
ciertos comportamientos que te llevan a tomar está decí.

Aunque hay quienes se oponen al suicidio asistido por debería ser respetada y
protegida. Con una regulación adecuada y cuidadosa, el suicidio asistido puede
ser una opción legítima para quienes sufren de una enfermedad terminal o
dolor crónico, y puede brindar alivio tanto al paciente como a sus seres
queridos.
Referencias:

•Naciones Unidas (1948): Declaración Universal de los Derechos


Humanos.Adoptada proclamada por la Asamblea General en su Resolución (10
de diciembre de 1948) París.

•Cuestiones éticas en la prestación del suicidio asistido.Eutanasia en Bélgica


(2017)

• Katz W.(2013) Enciclopedia Concepto Editorial: etecé

•Battin, M. P. (2015). La ética del suicidio: Fuentes históricas. New York: Oxford
University Press.

•Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020). Suicidio.

• Francisca, R., (2018). Guía Sobre La Prevención Del Suicidio Para Personas
Con Ideación Suicida Y Familiares. Servicio Andaluz de Salud: Área de
Dirección de Organizaciones Sanitarias. Escuela Andaluza de Salud Pública.

•Román, V. y Abud, C. (2017) Comunicación, infancia y adolescencia. Guía


para periodistas. Suicidio. UNICEF Argentina. ISBN: 978-92-806-4892-8

• Vergeles J. (2017) Extremadura de salud.


• Barrero S. (2005) Revista Colombia de psiqu

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