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Copyright @ 2015 – Todos los

derechos reservados Portada

Renato Klisman

Repaso

Mariza Miranda

Janaina Rico

Diagramación

Amaral, Tatiana

1. Literatura brasileña. 2. Romance.

Derechos de esta edición totalmente concedidos la

editora Pandorga. ES Prohibida la copia del material

contenido en ese ejemplar sin el consentimiento

escrito de la editora. Ese libro es fruto de la

imaginação del autor y ninguno de los personajes y

acontecimientos citados en él tiene cualquier

equivalente en la vida real.

Queridos lectores,

No había como comenzar este libro sin antes agradecer a

todos que llegaron hasta aquí conmigo. ES con mucho


enorgullezco que, después de una inmensa lucha, presento

el tercero y último libro de esta linda trilogia. Sé que la

mayoría de vosotros me acompaña diariamente y a causa

de eso conoce mi batalla. Para escribir un libro no basta sólo

tener una buena idea. Yo sería muy leviana se creyera que

sólo eso bastaba. Cuando escogí ser escritora, a pesar de

creer que nadie escoge ser escritor y, sí, nace escritor, no

creí que sería fácil, muy menos deseé que fuera. La lucha es

árdua, real y muchas veces injusta, pero fue así que yo

me descubrí. Entonces, por no ser una opción, me

resta luchar para que al menos merezca la pena.

Vosotros también saben que yo no escribo sola. Lo que

sería de mis libros se dependieran sólo de mí? Estos

pocos años como escritora descubrí que sola yo no soy

nadie. Yo no quería ser sólo una escritora, quería ser la

escritora, y por este motivo busco en todos mis trabajos

mejorar en calidad sin nunca creer que ya hice el

suficiente. Y es por el mismo motivo que hoy trabajo

con un equipo que, así como yo, cree en mis libros y se

esforza para aprimorá-los hasta el límite, para que


podamos entregar el mejor cada uno de vosotros. Así,

cuento hoy con cinco personas que se dedican a mi

trabajo.

Ya que llegamos hasta aquí, permitid que yo haga una

observación. Ser escritor, capista, revisor ortográfico,

revisor crítico, asesor de prensa y de marketing es una

profesión así como abogado, médico, ingeniero,

psicólogo, doméstica, ambulante, autónomo... Y todas

ellas deben ser rentables, una vez que nada es más justo

del que recibir el salario por sus esfuerzos. Concuerdan?

Lo que sería de cada uno de estos profesionales si, al

final del mes, descubrieran que no recibirían salario

porque su trabajo fue pirateado?

La pirataria es crimen. Quién distribuye, pide, o indica donde

encontrar comete un crimen. La pirataria literaria mata un

autor por día. Si no por la infindável tristeza de ver su trabajo

desrespeitado y desvalorizado, entonces por la falta de

recursos para aprimorá-lo. No se engañen con a

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falsa demagogia. Si fuera interesante para los autores tengan

sus obras distribuidas gratuitamente, ellos propios lo harían.

La verdad es que cada vez que una obra vacía de esta forma,

el autor deja de vender y, en el efecto cascada, deja de

conseguir recursos, estímulo, respeto e interés.

Usted lector, que valora aquel libro que tanto ama.

Que admira aquel escritor increíble. Haga lo que es

justo y correcto no permita que la obra sea pirateada.

Denuncie. Busque el autor, la editora, la comisaría de

informática, pero no deje que la historia que tanto lo

hizo soñar sea destruida. Júntese a la esta lucha y

diga no a la pirataria. Gracias!

Tatiana Amaral

Para mi nueva guardia: Wilza Mary Medeiros, Allane Mágilla,

Adriana Prado, Marcia Fráguas y Tatiana Cabral. Por estar a

mi lado, aún en silencio. Por entender mi ausencia, aún

estando cerca. Por fortalecerme con amor y por nunca

permitir que yo desistiera. Cierro esta trilogia por vosotros y

para vosotros! Gracias!

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“Yo sabía que sería de aquella forma. Que él se magoaria al punto de

no haber condiciones de perdón. Que yo entraba en un juego

tan complicado y pesado cuánto lo que él hube establecido

con Tanya. Que no permitía vuelta. Era lo aunque ser

enterrada viva. Sufocante, medonho, aterrorizante.

Porque yo sabía que en aquel momento nada más podría

ser cambiado. Robert me odiaba y con eso conseguiría

encajarse perfectamente en la segunda parte del plan. Era

preciso ser fuerte, pero yo no era. Y sólo

entendí eso en aquel instante.”

PRÓLOGO

El sol casi no aparecía en aquella mañana fría y chuvosa. El mal tiempo

si prolongaba y mucho se hablaba en una posible nevasca. Melissa no

podía haber escogido un momento peor para volver, pero, llevándose en

consideración su posición, el mejor a hacer era iniciar nuestra estrategia.

Miré el reloj por la milésima vez confiriendo y confirmando el suyo

retraso. La tensión no abandonaba mi cuerpo. Del lado de fuera de la limusine,

adecuadamente comprada para recibirla como debería ser de aquel

momento en delante, apreté mi casaco al cuerpo y encendí un cigarrillo. No


dejé de más una vez desear abandonar aquella adicción. Quién sabe después

que toda la locura acabara. Mi celular tocó en mi bolsillo. Carol.

- Hola – intenté no ser gentil de la forma como me gustaría ser.


Carol

estaba infiltrada en el grupo C&H Medical Systems

desde que yo acepté envolverme en aquella bagunça.

Intentaba vanamente convencerme de que fue un error,

sin embargo lo que yo no hacía por Melissa Simon?

Ћ Ella ya llegó – su voz demostraba impaciencia.

Ћ Pero aún no apareció. Estoy aguardando.

Ћ Si alguna cosa hubiera

acontecido nodos seríamos los primeros a saber

Dean – suspiré. Carol no merecía mi aflicción.

Ћ Sólo quiero que todo salga bien. Sólo eso.

Ћ Correcto. Acabé de ser

informada de que ella está desembarcando.

Buena suerte.

Desconecté y volví mi atención para el inmenso navío mi frente.


A principio no a reconocí. Un poco más alta, debido

a los enormes saltos, un casaco de piel calentando y

protegiendo su cuerpo. Óculos oscuros, cabellos

rubios... Rubio definitivamente le caía bien. Batom

rojo dejando sus labios aún más deseados. Aquella

no era la Melissa que yo conocía.

Cada paso dato soportando una pequeña bolsa de

mano era milimétricamente calculado. Ella era otra

mujer. La mujer que hube llevado tres meses

ensaiando para ser. Sería posible?

Sin desviar un único según la atención del que acontecía a su

redor, Melissa se aproximó. Seria. Paró por segundos, que me

parecieron interminables, después retiró los óculos y me

encaró. Fue imposible no observar sus uñas perfectamente

pintadas o las joias que ostentava.

Melissa – no conseguí desviar el mirar.

Dean – y entonces ella sonrió.

Aquella simple sonrisa suavizó su mirar y su expresión.

Por un breve según ella volvió a ser la Melissa que yo

tanto amé un día. Una mujer dulce, romántica,


enamorada y apaixonante. La misma que había sido

enterrada por las confusiones de Robert Carter.

Como fue el viaje?

Cansativa. Chicago está enregelante – y sus

feições volvieron a endurecer. Otra vez ella se hizo

aquella mujer fría, calculista y desprovida de

sentimientos. Que exhalaba riqueza y luxuria. Una

mezcla definitivamente peligrosa.

Instintivamente pensé en Carol. Ella era fuerte y decidida, y me


amaba como nunca fui amado antes, pero Melissa...

Podemos entrar? – dos hombres debidamente

escogidos para acompañarla en aquel viaje de vuelta

al hogar, se aproximaron cargando maletas,

ciertamente conteniendo parte de la farsa.

Claro! – abrí la puerta dándole pasaje.

Ella pasó por mí dejando su perfume en el aire. El mismo de

siempre, dulce y simple, como su personalidad. Tal vez un

indicio de que mantendría una mínima fracción del que

realmente era. Quién sabe como un recordatorio, para que

no se perdiera por el camino.

Se acomodó y permaneció mirando para el frente.

Estiré el aire frío dejándolo quemar en mis pulmones y

entré acomodándome a su lado. Luego el coche ganó

movimiento.

Odio esta peruca – pero ella sonrió y yo

imaginé lo cuánto se divertía actuando de

aquella forma.

ES sólo por un tiempo...


Hasta mañana – fue categórica. Suspiré.

Melissa estaba imposible desde que descubrió...

Era difícil creer.

Usted tiene certeza?

Dean...

Sólo quiero saber. Sé que pasó los últimos tres meses

preparándose para esta batalla, pero preciso sepa si

usted tiene certeza.

Tengo! – ella me encaró decidida. Melissa hube

cambiado mucho. Se hubo Hecho fuerte y

determinada.

Miel...

Yo volví Dean. Voy a cumplir con el combinado. Por favor, no


ahora.

Yo prometí, no fue? No voy a dejarla sola – desvié el mirar

y cerré la divisoria aislándonos. – Usted sabe que eso va a

destruirlo, no sabe? Tiene conciencia de que será un golpe

duro y que puede ser

irreversible?

Yo tengo conciencia de todo. Voy a cumplir con el planeado.

Melissa, él te ama. Robert no dejó de buscar

por usted un único momento. Yo... Merda, Miel!

Robert va a tener lo que siempre buscou. No fue él

quien decidió que pasaría por cima de todo y de todos

para llevar esta batalla adelante? No fue él quien no

supo desistir antes de hacer todo un infierno?

Usted está siendo dura. Acuérdese que...

No pasé tres meses escondiéndome como una criminal para

volver atrás porque no puedo machucá-lo. Esta

guerra es real y Robert tendrá que soportarla.

Todo bien. Vamos a seguir con el plan. Trajo el documento?


Sí – ella abrió la pequeña bolsa y retiró de

allá el papel que tanto ansiábamos.

Déjeme verlo – cogí el documento y el escaneei con mío

celular enviando el mensaje automáticamente para Carol. –

Pronto, en segundos él será insertado en los archivos de

Chicago y tendrá validez legal.

Gracias – ella cogió firme en mi mano y por un

segundo demostró inseguridad, rápidamente se

recuperó.

Entonces... bien venida al hogar, mi esposa.


- Que seamos felices, mi marido.

Y volvió a sonreír, de una manera diferente,

que anulaba todo lo que yo conocía y podía

esperar de Melissa Simon.

CAPÍTULO 1

Intenté mantener el foco en el que Bruno hablaba. Mi cabeza estaba


uno

caos desde que... Era difícil pensar en aquella realidad. De

hecho, era sólo en el que yo pensaba. Como si mi vida ya no

hubiera cargada el suficiente de momentos desesperadores,


yo aún tenía que aprender a convivir con la falta que Melissa

hacía. Suspiré pesadamente.

Como yo estaba diciendo... – la voz de Bruno

llenó mi mente robándome la atención. Encaré

mi hermano y él parecía preocupado conmigo.

Era muy difícil disfrazar la apatia. El peor de todo era que

todos los participantes de aquella reunión conocían muy

bien mi situación. Olívia, Nicole, Paul, Bruno y Tanya.

Todos compartían mis secretos. Conocían los crímenes de

la que aún se decía “mi esposa”, sabían de su chantagem

con Melissa y el motivo de su desaparición. Por eso todos,

con la salvedad de Tanya, hacían vista gruesa para mis

actitudes. O la falta de ellas.

Las estrategias implantadas alcanzaron los resultados esperados, por

eso yo me gustaría anticipar lo que habíamos planeado para el

segundo semestre. Creo que con las informaciones enviadas

por los consultores de mercado este es el momento más

adecuado... – Bruno continuaba hablando, sin embargo me

perdí en el exacto momento en que él citó el cargo que sería

de
Melissa.

Droga! Por qué yo no conseguía descubrir donde ella estaba?

Nadie, nadie aún, conseguía encontrarla. Ni mismo Tanya, lo

que me impedía de decidir se debería sentirme aliviado o

preocupado. Claro que creí que la mejor estrategia para

encontrar la mujer

de mi vida era seguir rigurosamente todos los pasos de

Tanya. Si ella había sido la culpable de aquel

alejamiento, era de su interés cuidar para que

permaneciera así. Sin embargo, ni mi esposa sabía del

paradero de Melissa. Nadie sabía.

Mi amante había desaparecido mientras yo dormía,

conducido por mi desesperación. Lo que había

acontecido? Como ella consiguió simplemente sumir.

Dejar de existir. No había ningún lugar en el mundo

en que Melissa Simon pudiera estar.

Este no era el punto que más me preocupaba. Yo sabía que se

durante todo este tiempo Tanya aún no hube

conseguido colocar sus garras en 10

Melissa entonces estaba todo correcto con mi amante,

sólo no entendía como Miel permanecía en silencio,


aún ya teniendo se pasado tres meses. Ninguna carta,

mensaje, señal de humo... Nada. Era como si ella

nunca hubiera existido.

Yo intentaba vanamente luchar contra la tristeza que me

consumía por haber permitido que ella fuera aunque. Debería

haber sido más fuerte. Haber mantenido Melissa a mi lado y

cuidado de su seguridad. Yo sería prendido. Con certeza sería.

Pero Tanya también. Y aunque supiera que se Melissa hubiera

quedado, a esta altura el nombre de mi familia estaría en la

lama, el mío
equiparado a los peores pilantras de la historia de Chicago y el grupo, con

certeza, no existiría más.

Puta que pariu!

Era un infierno y yo no enxergava ninguna salida.

Tanya consiguió cercarme de todos los lados, aún

sabiendo que yo también podría destruirla. Ella

sabía que nada podría destruirme más del que mi

calcanhar de Aquiles, Melissa Simon. Yo me

enamoré y este amor me mató.

Aún así. Aún sabiendo de todos los peligros, yo aún a

quería allí, a mi lado, coge, mía, sólo mía. Como sentía

su falta! En aquel instante mis ojos encontraron los

que yo evitaba a cualquiera cuesto: Tanya. Ella

percibió mi abatimiento y sonrió victoriosa. Mi gana

era chafarla como a un insecto. “Todo su tiempo,

Tanya. Todo su tiempo.”

Existe el problema relacionado a los avances de las

investigaciones con la energía nuclear – Paul interfirió

destacando lo que estábamos enfrentando con los

grupos de apoyo a las causas mundiales. – Deberíamos

enfatizar en las investigaciones con las células-tronco y


destacar los descubrimientos. Todos vosotros sabéis que

nuestras máquinas quedan obsoletas en un parpadear

de ojos. Estamos vendiendo y trabajando bien con los

países subdesenvolvidos, a pesar de eso debemos

tomar cuidado para que otra empresa no nos ultrapase.

Por eso quiero adelantar los planes del segundo semestre. Esta es
a

hora más pertinente. Estamos en una excelente fase, con

óptimos resultados en todos los sectores. Acabamos de

contratar un grupo de jóvenes


científicos que...

Más una vez me perdí en la conversación. Melissa

adoraría participar de esta nueva fase. El año nuevo,

así como las nuevas inversiones, los mismos que ella

había ayudado a planear, nos dejaban en estado de

gloria. Sería perfecto, infelizmente no era. Nada más

tenía gracia y valor. Principalmente porque yo sabía

que mucho en breve la guerra, hasta entonces 11

aplazada, acontecería. No daría para esconder la

suciedad debajo de la alfombra la vida toda. A la corta

o a la larga, Tanya o yo, caeríamos, y el tombo haría

una confusión imposible de ser ignorado.

Y entonces? – miré para mi madre que

me encaraba intentando disfrazar su

piedad. Sentí odio.

Si usted cree que es necesario... – yo no podría opinar.

Poco había conseguido absorber de aquella reunión. Mi

cabeza sólo conseguía trabajar en una forma de derrumbar

Tanya y de encontrar Melissa.

No sé como vamos a mantener nuestra posición si nuestro CEO anda


más preocupado con sus necesidades particulares del

que con el grupo – todos miraron para Tanya, que no

se intimidó. – Hace dos meses yo vengo pidiendo el

apoyo de vosotros para algo que va mucho además de

los nuestros intereses personales. Robert perdió la

capacidad de gestionar estas empresas. Él no tiene

disposición, ni gana para administrar todo con pulso

fuerte. Desde que Melissa desapareció de la faz de la

Tierra... - Ya llega Tanya!

Levanté recogiendo los papeles que utilicé para la reunión.

Abgail levantó rápidamente para cogerlos de mis manos. Era

imposible olhá-
la sin sentir la pontada de tristeza por no ser Melissa

allí. Abby volvió a trabajar así que mi novia sumió en

el mundo. Ella insistió que estaba bien y que no

podríamos arriesgarnos con una nueva secretaria.

Acabé concordando, a fin de cuentas, estábamos en

guerra, era mejor no correr riesgos.

– El consejo está reunido y se sea de la gana

de todos que yo me aleje del cargo...

- No! – Olívia fue categórica, sin ni darse al trabajo de

mirar para mi esposa. – Nuestra opinión continúa siendo

la misma. Nadie mejor del que usted, mi hijo, para

gestionar nuestros intereses.

- Gracias! Ya que estamos decididos, agradezco a

todos por la presencia. Bruno usted tiene mi aval

para dar inicio al proyecto. Vamos para el

almuerzo, volvemos en dos horas.

Tanya me encaró y sus ojos decían muy más del que a

serenidade que intentaban transparecer. Ella

intentaba vanamente hacerme reaccionar a sus

embestidas. Suyo más reciente plan era

derrumbarme del cargo de CEO. Era una cretina!


- Pedí su almuerzo – Abgail informó en voz baja

mientras Olívia caminaba en mi dirección. – Va a

ser más fácil despistá-la – parpadeó y salió. Sonríe.

Abby era una óptima amiga.

- Vamos a almorzar? – mi madre entrelaçou su

brazo a mi y me estiró para fuera de la sala de

reunión.

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- Abgail ya providenciou mi almuerzo, Olívia. Tengo cosas

importantes para resolver. Estas reuniones están atrasando mi trabajo –


ella sonrió y acarició mi brazo.

Usted adelgazó. Necesito conferir de cerca su

alimentación. Por qué no viene a pasar un tiempo con su

madre? – pasé la mano en los cabellos e intenté sonreír. Si

Olívia supiera lo cuánto deseé poder simplemente pasar un

tiempo con alguien que no deseara destruirme.

Ya pasé de la edad de dar trabajo a la madre. Yo estoy cuidándome. ES

sólo el ritmo acelerado del inicio del año. No se

preocupe. Nicole con certeza va a adorar

almorzar con usted.

Sí. Ya combinamos. De cualquier forma, hoy a la

noche yo quiero usted allá en casa. Usted sabe

que...

Robert? – Tanya se aproximó impidiendo mi madre de

continuar la conversación. – Necesitamos acertar algunos

detalles acerca de aquella donación.

Con permiso – Olívia se despidió de mí sin mirar para Tanya.

Ella no conseguía interaccionar más del que el

necesario con mi esposa, aún chocada con todas las


revelaciones. Al menos así yo sabía que mi madre

estaría protegida de su influencia.

Sobre lo que usted quiere conversar, Tanya? Pensé

haber dejado claro que no apruebo y no aprobaré la

donación mientras no haya un real recadastramento de

estas instituciones. Usted aún no me entregó el culpable

por el último desfalque. Aún tengo las pruebas y estoy

sólo aguardando el descubrimiento del responsable para

entregarlo a la policía. No puedo más admitir que

situaciones como estas acontezcan.

Yo te dijo. No sabemos como aconteció. No podemos

simplemente parar con las donaciones porque alguien nos robó.

Miré para Tanya dejando claro que ella no conseguiría engañarme.


Ella me encaró de manera dura. Desde que Melissa y yo

aceptamos sus chantagens y volví para casa que

dividíamos, nos agredíamos en un enfrentamiento directo

y claro. En verdad, yo ignoraba Tanya de todas las formas

posibles. No había más la necesidad de fingir un

relacionamiento, muy menos de tratarla con cortesia,

como acontecía antes, cuando mi familia no sabía de la

verdad. Sin embargo, dentro de la empresa era imposible

fingir que ella no existía.

Ella tampoco colaboraba mucho. Sus ataques eran

constantes y certeiros. Ella intentaba desacreditarme.

Cuestionaba mi capacidad profesional, alertaba sobre mi

apatia, jugueteaba con la tristeza y se divertía con el

sufrimiento que me asolaba. Yo la odiaba!

- Los grupos van a caer sobre nuestras empresas sin ninguna

piedad, Robert. Si usted no suaviza por un lado, no consigue encubrir lo

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otro.

No estamos haciendo nada de errado. Muchas

propiedades fueron compradas con el dinero de

este grupo, donadas para una institución


teóricamente fantasma, y tras restauradas, con

nuestro dinero, fueron vendidas con

supervalorização. Y nadie consigue hallar un

culpable.

La persona se presentó con un proyecto. Había

respaldo legal para todo lo que hicimos. Como

podríamos prever que era una quadrilha? Muchas

empresas están cayendo en el mismo golpe.

Entonces necesitamos cambiar nuestras estrategias. Por el visto la


forma

como usted está gestionando su sector no es de más adecuada. Quién


puede me
garantizar que no existe un dedo suyo en esta podridão toda?

Yo tenía casi certeza de que Tanya sabía que yo poseía las pruebas

para incriminarla. Sin embargo, ella no actuaba porque

creía que yo temía por Melissa. Yo realmente temí por mi

novia, hasta certificarme de que ni aún mi esposa sería

capaz de encontrarla. Si existía una hora en que yo podría

actuar para destruir Tanya, era aquella. - Proviene que yo

estoy envuelta en cada uno de sus tropeços,

Robert. Presente para la comisión mi culpa – ella sonrió,

pero sus ojos estaban raivosos. – Mientras usted no

consigue nada, tenga en mente que yo aún soy la segunda

mayor accionista y que su cargo no permite que impida

mis proyectos. Proyectos estos que, de hecho, están

salvando su piel, o usted prefiere tener los ambientalistas

bombardeando cada uno de sus nuevas inversiones?

Acuérdese, célula-tronco, clonación, nada de eso es bien

acepto por la sociedad. La humanidad aún es un monte de

primatas jugueteando de ser Dios. No se engañe. Dios no

pierde su tiempo con avances científicos, y sí con

proyectos que lo coloca por encima de todos. Él es un

estrategista, así como yo. - O un CEO, así como yo.


Su sonrisa se deshizo. Tanya me encaró por

algunos segundos hasta que desistió.

Voy a llevar el problema al consejo durante la

segunda pauta. Si ellos no quered darme crédito,

llevaré la situación a los grupos ambientalistas.

Vamos a ver cuántos pasos usted consigue dar

después que ellos sepan lo que está haciendo.

Con permiso, Tanya. Yo tengo cosas más importantes a resolver del


que oír sus amenazas.

Dándole la espalda entré en mi sala, conocedora de que ella podría

seguirme, si así deseara. Sin embargo Tanya dio el asunto por

concluido. Derrotado, senté en mi silla y encaré el ordenador.

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Nada más era seguro. Mi esposa no insistió en

esconder que mientras yo me hundía en tristeza y

depresión, ella actuaba, cercándome por doquier.

La desaparición de Melissa había quitado mi suelo. Tardé

días para volver a entender que necesitaba continuar,

que Tanya no recularía y, principalmente, que no

podría tener la mujer que yo amaba mientras aquel

infierno no tuviera un fin. Todo lo que yo podía hacer

entonces era vigilar y aguardar y fue lo que yo hice.

Puedo traer su almuerzo? – miré para Abgail y

fui tomado por una pontada de tristeza.

No siento hambre – para disfrazar conecté el

ordenador y accedí mi cuenta.

Usted nunca tiene hambre, Robert. Aún así, es importante continuar


– desistí de intentar mantener distancia de aquella

realidad. Encostei en la silla y pasé las manos por los

cabellos.

- Yo sólo quería encontrar las malditas pruebas. Descubrir adónde


Tanya

las esconde. Si consiguiera neutralizar sus ataques

yo pasaría por cima de ella como un rodillo

compressor.

- Yo sé. Yo también – ella me miró de una manera

extraña. Había algo de diferente en mi secretaria, que

estaba disfrazado por su


habitual temperamento complacente. – Voy buscar

su almuerzo. Abby salió de la sala volviendo

rápidamente. Como de costumbre, sentó a mi frente

para almorzar juntos. Encaré mi prato sin ninguna

gana de alimentarme. Ella comió analizándome

atentamente, como se quisiera incentivarme.

Como está su relacionamiento con Adam? – ella sonrió.

Adam es un cretino!

Concuerdo.

Él continúa creyendo que yo puedo ayudarlo a localizar

Melissa, y Tanya continúa creyendo que yo soy

manipulada por su marionete.

ES bueno que ella continúe creyendo – Abby

comió en silencio. Coloqué un poco de comida

en la boca, más por la necesidad de

permanecer fuerte del que por la gana.

Abby, yo sé que ya te pregunté eso antes, pero...

Yo no puedo ayudarte, Robert. Siento mucho!


Correcto... Correcto – volví a comer, desesperado

para encontrar alguna cosa que ocupara mi mente

que no estuviera directamente conectada la Melissa.

Ella va a aparecer.

Yo sólo quedo preocupado.

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Melissa no es ninguna niña frágil. Ella es más

fuerte del que usted es capaz de imaginar.

Yo sé. Aún así, no consigo dejar de preocuparme –

Abby me miró pensativa. Su expresión llamó mi

atención.
Cuidado con sus expectativas – fue

cómo uno lamento. Inmediatamente

quedé en alerta.

Lo que usted sabe que yo no sé

Abgail? – ella se meneó incomodada,

pero sonrió con inocencia.

Sólo que Melissa es una persona complicada. Ella

nunca es lo que esperamos que sea – el recuerdo

del cuánto aquellas palabras eran verdaderas me

hizo sonreír y a la vez quedar receoso. – Necesita

de más alguna cosa?

No. Gracias!

Así que Abgail salió, cogí el teléfono y conecté para Tom. Pela

primera vez en tres años yo no conseguía contacto

con mi investigador particular. Lo que estaba

aconteciendo?

Intenté más una vez. Nada. Tom no daba señal de vida hace dos días.
Yo nada sabía acerca de Tanya, de sus armações y

principalmente de nuestra incansável búsqueda por

Melissa Simon. Mi teléfono tocó.

Sí?

Sr. Carter, la Srta. Garcia está aquí con un

archivo solicitado por el señor. Lo que debo

hacer?

Srta. Garcia? – quién diablos era la Srta. Garcia?

Hum! La nueva asistente ejecutiva del Sr.

Otaki – miré para fuera de la sala, visualizando

la mujer en cuestión.

Ella era alta, piel levemente bronzeada, cabellos rubios

cortados en la altura de los hombros. Poseía un cuerpo

escultural, aunque estuviera usando ropas ejecutivas. Su

blusa blanca permitía que el volumen de los senos fuera


apreciado por la fenda del decote discreto. Ella era deseable.

Usaba óculos, lo que a dejaba aún más sensual.

Instintivamente mi mente lanzó miles de imágenes de

Melissa en aquella sala. Sus sonrisas, suyos mires, sus

gestos tímidos y osados. Suspiré desviando el mirar.

Sr. Carter?

Mándela entre – desconecté antes que Abgail

consiguiera me entupir de preguntas.

La chica entró con pasos firmes de alguien que

sabe lo que está haciendo. Era destemida. Sus ojos

azules encontraron los míos. Puta que pariu! Como

yo sentía la falta de Melissa.

Sr. Carter, el informe solicitado – extendió la carpeta sin aguardar

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por mí.

Srta. Garcia – observé su reacción. Ella nada dijo,

sólo me encaraba. – En que exactamente la

senhorita trabaja?

Sector de seguridad de la información, señor –

sonríe. Mi idea acerca de las mujeres que componían


tal sector no llegaba ni cerca del que la Srta. Garcia

era.

Consiguieron identificar algún fallo? – cogí el informe sin

querer envolverme con él mientras la mujer estaba presente.

El Sr. Otaki sería la persona más capacitada para informarlo, señor.

La senhorita, no? – intenté ser intimidador,

pero ella no pareció sorprendida ni temerosa.

Con certeza, sí. Pero yo sigo órdenes y las

que recibí del Sr. Otaki fueron claras.


Yo doy las órdenes. Hábleme lo que

encontró – ella suspiró pesadamente.

Su ordenador continúa protegido, señor.

Sólo eso?

Sí, Sr. Carter. Identificamos diversas amenazas de invasión, además

de una búsqueda minuciosa acerca de los

documentos que el señor utiliza en las nubes, sin

embargo el esquema aún es seguro.

Entiendo. Y los demás ordenadores de la empresa?

Todos sufrieron ataques. Los que no ofertaban

riesgos fueron invadidos y utilizados como puerta

de entrada. Conseguimos sanar los problemas y

ninguna información vació.

Los sectores de investigaciones, los proyectos...

Nada. Todos los estudios e investigaciones

continúan reservados y en la más perfecta

seguridad.

Inclusive los que sólo yo tengo acceso?

Principalmente, señor.
Ok. Gracias, Srta. Garcia. Eso es todo – ella sonrió

y sus labios eran extremadamente convidativos.

Tuve el cuidado de no mirarla más del que debería.

“Melissa me mataría.”

Mi teléfono volvió a tocar. La Srta. Garcia

discretamente salió de mi sala.

Sí?

Hora del show! – Abby estaba más empolgada del que antes.

Dejé el informe sobre la mesa, recogí mis pertenencias y salí de


vuelve a la sala de reuniones. Olívia y Nicole ya

aguardaban por mí, pero Tanya aún no había aparecido.

Lo que ella estaría haciendo?

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Paul y Bruno?

Están llegando. Bruno fue coger un informe que Alexa

olvidó de enviar – mi hermana estaba animada. Con

certeza había engreído Olívia o Paul a hacer algunas de

sus ganas.

Vamos entrando. Necesito de la ayuda de vosotros para un problema.

Tanya? – mi madre ya sabía que cuando yo me

refería a un problema, con certeza estaba

conectado mi esposa.

Sí. El problema de las donaciones. No puedo liberar

el presupuesto mientras no tenga certeza de que ella

no colocará sus garras...

Robert, yo pensé mucho sobre el asunto y

tengo una idea, si usted esté en consonancia, es

claro!

Sí, Olívia. Lo que usted pensó?


Si Tanya creer que usted no sospechosa de ella, quedará más a la

gana para continuar con sus armações, entonces

cuando esté creyendo que no conseguirá

alcanzarla, usted tendrá pruebas suficientes para

derrumbarla.

Ella puede destruir nuestro patrimonio se tardemos mucho.

No. El valor es irrisório. Tanya nunca haría una

fortuna con el valor de las donaciones, hasta

porque, ella está desviando sólo una parte, ya

que necesita justificar sus acciones.

No sé Olívia. Ella va a traer el asunto para la pauta.

Déjela intentar. Nodos vamos a favorecerla. Usted irá a exigir que yo


a
acompañe de cerca, entonces tendremos todo lo que necesitamos.

Ya corremos riesgos demás. No puedo colocarla en la línea de frente.

Yo no corro riesgo. Voy a atrasar sólo un poco los

planos de ella. Mientras eso usted se concentra en

encontrar la seña y traer Melissa de vuelta – tocó en

mi brazo con carinho. No quería colocar mi madre en

aquella confusión, pero si yo quisiera acabar

inmediatamente con aquella historia era mejor utilizar

todas las armas.

Correcto! Por favor, haya cuidado!

Tanya llegó junto con Paul y Bruno. Ella estaba

furiosa. Pasó por todos sin preocuparse en ser

educada. Abby entró inmediatamente enseguida,

acertando los últimos detalles.

Vamos a comenzar inmediatamente con eso.

Aún tengo cosas para resolver y no puedo

perder muy tiempo. Paul usted...

Un minuto – Tanya interfirió levantando y encarando la mía

familia. - Yo me gustaría traer un problema y pedir al

consejo que vote a mi favor – miró para mí y yo señalicé que


continuara. Senté en mi silla, crucé las piernas y aguardé

por su espectáculo. – Como todos saben fuimos víctima de

una armação criminal...

18

Ella continuó hablando, utilizando toda su capacidad de

persuasão para convencerlos. Tanya se expresaba de una

manera fantástica. Ella era una líder nata y como tal,

conducía fácilmente cualquier simple mortal a una guerra

nuclear sólo para atender a sus caprichos. Era correcto de

que ella conseguiría su objetivo, si no fuera por un único

detalle: todos sabían que ella era la culpable.


Por eso yo pido que voten por la liberação del presupuesto.

El grupo puede sufrir un significativo impacto si las

donaciones sean suspensas, como nuestro CEO pretende

hacer. No es de nuestro interés trabar una lucha con...

Fue cuando la puerta de la sala de reuniones se abrió. Miré curioso y

irritado por ser interrumpidos, pero paré petrificado, sin

creer en el que estaba viendo. Melissa estaba parada a la

puerta. Mucho yo podría observar en aquella imagen, sin

embargo no fue su rostro perfectamente maquiado, o su

ropa alineada y visiblemente cara, muy menos las joias

que ella ostentava que llamó mi atención.

Sólo el hecho de ser Melissa mi frente. La mujer de mi vida, mi

ángel salvador, la misma que yo había buscado

desesperadamente por tres meses sin saber donde

encontrarla, fue el suficiente para desarmarme.

Melissa! – todos estaban tan espantados cuánto yo.

Reunión del consejo sin mi presencia? No creo que eso

sea posible – entonces me di cuenta. Aquel no era su

sonrisa. Aquellos no eran sus gestos.


Ella caminó lentamente sin mirarme una única vez.

Sus pasos eran fuertes, decididos y llenos de

confianza. Ella paró en la extremidad opuesta a mi

y finalmente me encaró.

La mayor accionista de este grupo no fue comunicada

acerca de esta reunión. Anthony? – el hombre que la

seguía se adelantó y entregó algunos papeles la Abgail

que inmediatamente trató de distribuirlos. Continué

paralizado, mirando aquella mujer tan familiar y a la

vez tan extraña. Nada del que yo sentía conseguía

ultrapasar las barreras que parecían suspensas entre

nodos dos.
Eso es un absurdo! – Tanya fue la primera a

manifestarse. – Robert? Como usted explica?

ES exactamente lo que vosotros estáis leyendo. Yo, Melissa, soy la


mayor

accionista del grupo C&D Medical Systems. Compré

las acciones del Sr. Carter. Todas. Por eso declaro que

esta reunión está concluida. Y que este deslice no

vuelva a acontecer.

Puta que pariu? Lo que yo hice?

19

CAPÍTULO 2

Robert me miró con emoción. Casi, por un segundo yo pensé

en volver atrás. Pero necesitaba ser corajosa el suficiente

para seguir enfrente. Aquel reencuentro no sería ni un poco

desconfortável cerca del que aún tendríamos por el frente. Él

tendría que ser fuerte. Yo necesitaba ser fuerte.

Reunión del consejo sin mi presencia? No creo que

eso sea posible – evité mirar en su dirección. Era difícil

demás mantenerme firme delante de su mirar.

Principalmente tras tanto tiempo. Sin embargo fue

imposible permanecer distante de su presencia.


Robert era como un ímã. - La mayor accionista del

grupo no fue comunicada acerca de esta reunión.

Anthony?

Señalicé para que mi abogado cuidara de comunicar las

novedades. Abby, como habíamos combinado, trató de

ayudar. En aquel momento mi atención estaba toda

vuelta para Tanya. Era el golpe que ella necesitaba

llevar y lo que yo soñé y planeé por largos tres meses.

Sonríe deliciada con su reacción.

ES exactamente lo que vosotros estáis leyendo. Yo, Melissa, soy la


mayor
accionista del grupo C&H Medical Systems. Compré

las acciones del Sr. Carter. Todas. Por eso declaro que

esta reunión está concluida. Y que este deslice no

vuelva a acontecer.

Como? Miel? Usted... – Nicole levantó y caminó en

mi dirección. Tuve el cuidado de mantenerme fría y

distante. – Lo que está aconteciendo? Donde usted

estuvo? Robert... – y entonces ella se dio cuenta

que estaba en medio a un golpe.

En instantes yo vi las emociones modifiquen en el rostro de aquella


que

había sido mi amiga. Ella miró para Olívia y para

Robert y después para mí. Sus ojos llenos de lágrimas

y dolor.

Explique eso – habló aún incapaz de creer.

Yo explico – Anthony tomó el frente mientras yo caminaba pela

sala. Robert no quitaba los ojos de mí. – El Sr. Carter vendió

sus acciones mi cliente. Todas cómo ya fue dicho. De esta

forma, estamos asumiendo la dirección del grupo C&H

Medical Systems, como es de derecho.


Imposible! – Tanya esbravejou espantada

demás para mantener la compostura.

No. Vosotros recibisteis una copia del contrato

de venta. Firmado por el Sr. Carter y por la Sra.

Melissa – Anthony me miró con recelo, 20

tomando lo debido cuidado para no mencionar nada además de eso.

Robert no puede vender las acciones de él. Yo

soy la esposa. Yo tengo derecho sobre ellas.

No con el pedido de divorcio datado anteriormente la

firma del contrato – tomé la palabra sonriendo triunfante. –

Yo soy la dueña de todo.


Nuestro querido Robert Carter tuvo el cuidado de mantener en

secreto nuestro acuerdo, pero ahora yo estoy de vuelta y

ansiosa para volver al trabajo.

Robert? – Olívia parecía chocada con mi revelación.

Robert continuaba encarándome. Sus ojos eran un poco

de todo: miedo, rabia, tristeza y saudade. Saudade! Yo no

podría permitirme.

Ella está hablando la verdad. Siento mucho! – desvió los ojos y se

meneó desconfortável en su poltrona.

Por qué usted hizo eso? Sin conversar con el consejo,

conmigo que soy su hermano! Robert, yo pensé que sus

planes eran Bruno estaba perdido. Incapaz de entender

que, en aquel momento, Robert y yo no éramos aliados y

sí enemigos. Tal vez más del que de Tanya.

No es ningún secreto que yo y Robert éramos amantes hasta poco

tiempo atrás. En el auge de su guerra con Tanya él me

convenció a firmar este documento. Un poco antes del consejo

aprobar las nuevas medidas, que lo impedirían de venderme sus

acciones sin el consentimiento de vosotros.


Entonces es todo una jugada, Robert? Vosotros

actuasteis para impedirme de quedar con las

acciones? – Tanya no escondía la rabia, Robert nada

decía. Él me observaba, como un predador analizando

su presa.

Los demás se mantenían callados, acompañando lo

que acontecía. En la correcta no sabían como

comportarse, ya que todo podría ser más una de las

armações del CEO del grupo.

Esta venta no puede ser legal. Melissa no poseía recursos

financieros para comprar acciones con el peso comercial de las

del grupo – Tanya sacó el celular e iba a comenzar la discar

para alguien cuando a interrumpí. - Existe una cuenta en mi

nombre, adónde periódicamente un valor era


depositado. Claro que vosotros podéis imaginar de

donde este dinero salía. El hecho es que yo, de la

noche a la mañana, pasé a tener muy dinero, lo

aunque fue utilizado para la compraventa de las

acciones. También tenemos una transacción bancaria

que comprueba que el dinero salió de mi cuenta, con

mi autorización y fue depositado en la del Sr. Robert

Carter. Un valor justo, a pesar de alto.

Todos miraron para Robert, que continuaba

encarándome, sin reaccionar. Él suspiró oíblemente

y se inclinó sobre la mesa.

- Era para garantizar su seguridad – fue como si las demás personas

no estuvieran allí. Él hablaba y miraba directamente para mí. Sus ojos

21

me quemaban.

Fueron tres meses preparándome para aquel

momento. Tres meses aprendiendo a ser indiferente,

fría y calculista. Sin embargo mirando Robert,

volviendo a sentir su presencia, todo se hacía muy

más difícil del que fui capaz de prever.

Bueno, garantizó. Gracias! – forcé una sonrisa diabólico.


Era sólo lo que me faltaba. Esa... Desclassificada va a quedar con
las

sus acciones? Yo no voy a admitir. Voy a entrar con un

recurso en la justicia para cancelar la venta. Usted no

está en su juízo perfecto, Robert. Sólo puede ser eso.

Como su esposa mandaré cerrarte.

Cerrado o no, el contrato tiene valor legal, Tanya – ella me

miró con odio. – Como usted misma dijo: esa fue la foda más

cara que él ya tuvo – sonríe desafiadoramente. - Gracias a

todos. Vamos remarcar esta reunión para mañana, aún

horario, aún local. Anotó todo, Abgail?


Sí. Anotado.

Óptimo! Ahora por favor, volved al trabajo. Estamos

en una fase excelente y las empresas no funcionan

solas – me volqué rápidamente. – Tanya, Robert, en

su sala... Mejor, en mi sala – sonríe triunfante

dándoles la espalda.

Caminé sin alterarme. Anthony me acompañó, aguardando del

lado de fuera junto con Abgail. Tanya y Robert

entraron juntos. Él parecía no sepa lo que esperar.

Sus ojos eran especulativos. Buscavam por alguna

señal. Nada decían. Ya su esposa caminó en mi

dirección batiendo palmas.

Un óptimo golpe, pero yo voy a probar en la justicia que vosotros


dos

tramaram este circo para quitar lo que es mío por derecho.

Mi marido y la amante. Él dando el dinero que ella

necesitaba para justificar las ventas de las acciones. Y de

donde vino este dinero, Melissa? Eso usted tendrá que

explicar al juez. Lo que será que la sociedad hará con esta

información?
Al contrario de usted, Tanya, a mí no me importa la

opinión de la sociedad. Si no fuera de esta forma yo

nunca aceptaría ser la amante – Robert colocó las manos

en los bolsillos e inclinó la cabeza para el lado,

analizando mis colocaciones. – Vamos al que interesa. Yo

soy la nueva accionista mayoritaria, gústele usted de

este hecho o no. Mi abogado está allá fuera y usted

puede pedir para el suyo buscarlo para discutir la

situación. En el momento yo quiero definir algunas reglas.

Que reglas, chica? Usted enlouqueceu? Somos un grupo

sólido, respetado y venerado en el mercado mundial. No va a

ser usted que va a llegar colocando orden en la casa. Existe un

consejo y ninguna decisión


puede ser tomada sin la aprobación de ellos. Si está

pensando que conseguirá 22

alejarme está muy engañada. Yo soy la segunda mayor accionista, tengo

derechos y puedas que a impide...

Llega Tanya! Guarde su petulancia para quien aún tiene

paciencia con usted – miré sugestivamente para Robert. -

Quiero el responsable por el desvío de presupuesto en los

proyectos de donaciones del grupo. No soy Robert y

definitivamente no tengo motivos para temer sus amenazas.

Quiero un culpable o a acusaré de desfalque. ES mejor pensar

en una justificación aceptable – ella quedó chocada con mis

palabras. Su boca se abrió para una respuesta, pero nada dijo.

Robert estrechó los ojos.

Puedo dar un jeito en eso – y la amenaza estaba allá. Era lo que yo

necesitaba para actuar.


- Tengo certeza que sí. Yo sé quién es usted y del que es

capaz. Pero no voy me sujar con este juego imundo. Mi

único objetivo es cuidar del que me pertenece. Si usted y

Robert van digladiar por una merda de una seña, haced eso

lejos de mis empresas – ella sonrió con ironia.


Espero que usted esté bien satisfecho Robert.

Su amante aún va a destruir todo pelo que luchó

para mantener de pie.

Ex amante – más una vez él me miró en

choque. – Y por hablar en eso... Robert? Usted

está dimitido.

El quê? – hablaron a la vez.

No puede hacer eso. Él es el CEO. El mejor gestor que ya

tuvimos. Usted enlouqueceu. Que especie de golpe es

ese? – Tanya permanecía alarmada. Sin entender hasta

donde yo sería capaz de llegar.


Melissa, yo puedo conversar con usted? –

arqueei una ceja y crucé los brazos. – La sós – su

mandíbula trincada indicaba que él estaba en su

límite.

ES una armação? Van a discutir ahora las reglas de esta brincadeira?

Están pensando que van a engañarme con esta encenação?

Yo no voy a caer en esta historia, Robert. Entendió? Vaya

hondo, Melissa. Dimítalo.

Ya está hecho – di la vuelta en la mesa

y senté en su silla imponente.

No está no! – él esbravejou. – Usted sumió por tres fodidos

meses. Fue aunque sin ninguna señal de vida.

Enlouqueceu-me, me torturó, me destruyó y vuelta de

este jeito? Yo no te di las acciones. Fue sólo una

maniobra para impedir que Tanya las alcanzara. Fue

una forma de mantener mi promesa. Droga!

Él finalmente explotó. Temí pelo que sería capaz de

decir y principalmente por no saber hasta donde yo

conseguiría ir. Pero el plan no era aquel? Robert no

necesitaba estar destruido, humillado? No era este mi


objetivo, o parte de él? Entonces por qué mi corazón

no entraba en 23

acuerdo con mi mente y aceptaba que tendría que ser de aquella manera?

Usted me dio el dinero?

Droga, Melissa!

Sí o no? – él me miró con rabia y frustração. Pasó las

manos en los cabellos estirando el aire con fuerza. – Sí

o no, Robert?

Yo confié en usted.

Y yo en usted. Por el visto las cosas no acontecieron como


esperábamos, no es?

Melissa...

Usted me dio el dinero?

Sí – silbó.

Yo firmé la transferencia del valor? Firmé el

contrato de compraventa y venta?

No sea cínica – gruñió. – Usted sabe muy bien que

yo hice eso porque creía que usted nunca tendría

coraje de robarme.

Y yo te robé? Hasta donde sé todo fue

hecho en la más perfecta legalidad –

entrelacei mis dedos.

Merda! – gritó batiendo en la mesa. – No haga eso.

No haga eso conmigo, Melissa. Yo... Droga! Lo que

aconteció? Cuál es el motivo de eso todo? Yo no

entiendo – dio dos pasos para tras, los ojos

suplicantes y la autoconfiança totalmente sacudida.

Usted me engañó, traicionó, humilló... Fue desonesto en diversos

puntos. Usó mis sentimientos, mi confianza, me envolvió

en esta suciedad que es su vida. Mintió! Usted transou


con una chica de 17 años. Aquí – abrí los brazos

indicando la sala. Fue imposible contener toda mi

indignación. Yo estaba herida, magoada, irritada y con

miedo. – Y tuvo a cara dura de decirme que yo fui la

única a quebrar las reglas – ríe sarcásticamente. – La

única? Hasta donde usted iría por esta seña, Robert? – a

medida que yo hablaba él reculaba, invadido por los

recuerdos y culpa. – Usted sabe que Tanya es la

culpable por mi atentado y aún así la acobertou, por quê?

Si yo era su vida, la persona que usted amaba. Como

pudo?
Está vengándose de mí? – su voz salió engasgada. – ES

eso? Todo lo que yo hice por usted no fue el suficiente para

probar mi amor?

Amor? Yo casi morí por usted. Yo engañé, mentí,

trapaceei. Fui lo que usted quería – levanté encarándolo

con la misma intensidad que él me cobraba. – Lo que

recibí en cambio? Una amenaza. Una loca psicopata

intentando quitar mi vida. Ninguna oportunidad de que

sus promesas se hicieran realidad. Este juego nunca

tendrá un fin. Para vosotros dos, es claro. Para mí acabó.

Estoy cogiendo lo que me pertenece y colocando la

basura para 24

fuera.

Tanya rió alto. En verdad ella gargalhou, pero Robert

continuó encarándome, sin abandonar su ira, sin

embargo dejando transparecer todo su dolor. Yo lo

traicioné, así como él hizo conmigo muchas veces.

Entonces por qué yo no conseguía placer con este

hecho?

Detesto admitir, pero usted va a necesitar del aval del consejo para
dimitir Robert. Él tiene el control de las acciones de los demás

miembros y apuesto que ninguno de ellos lo destituirá del

cargo. Salvo si yo sea a favor – ella lo miró. Era fácil dejar que

Tanya sintiera el poder en sus manos. Robert, de la misma

forma de antes, sólo me observaba. – Yo seré contra, Melissa.

Justicia sea hecha: Robert es nuestro mejor gestor y usted va a

hundir el grupo más rápido del que las batidas de las alas de

un beija-flor.

Fingí pensar en el asunto. En verdad era fundamental que

Robert estuviera por cerca. Formaba parte del plan la

necesidad de mantenerlo bajo control. Pero yo bien sabía que

Tanya no actuaría de forma tan coherente sin esperar nada en

cambio. O ella veía en mí una aliada, lo que era óptimo,


o apoyaría el marido en la tentativa de destruirme, lo

que huiría un poco de mi objetivo.

- Tiene razón. En los dos puntos presentados. No puedo negar que

Robert Carter no es un profesional que pueda ser

descartado – él bufou impaciente. – Ok. Robert está

readmitido, sin embargo vamos a reformular su

función.

El quê?

Yo tengo que participar activamente del que

acontece en mis empresas. No puedo aceptar

que vosotros dos continúen gestionando mis

negocios dejándome de fuera.

Lo que exactamente usted quiere Melissa? Quiere

que yo continúe aquí dentro mirando usted usurpar

de todo lo que es mío? Quiere que yo a ayude a

gestionar lo que robó de mí? No cuente con eso.

Quiere las empresas? Aprenda a administrarlas –

Robert giró en retirada. Mi corazón aceleró.

ES mejor usted no salir de esta sala – él paró delante de mi


amenaza, volviendo a observarme. Lentamente,

sosteniendo su mirar, senté y crucé las piernas. Mantuve

la sonrisa en el rostro, a pesar de estar devastada por

dentro. – Usted quiere aún destruir todo? Y su promesa? Y

Maximus? – él suspiró y pasó las manos en los cabellos.

Yo desistí de todo cuando necesité abrir mano de

usted y ahora veo que nada mereció la pena. Todo

lo que yo hice fue luchar para mantenerla alejada de

esta merda. Yo no quería envolverla. No tuve otra

elección, Melissa. Ahora usted está ahí. ES dueña de

todo lo que yo luché arduamente para mantener. 25


Hasta entonces yo pensaba que Tanya había sido

mi peor decepción. Mero engaño.

Sentí sus palabras pesen en mi mente. Por un

segundo creí que no conseguiría. Sin embargo

era necesario. Yo necesitaba continuar.

- La decepción muchas veces es necesaria para el aprendizado. Vea lo

mi caso. Muchas veces pensé que la decepción me

destruiría, sin embargo, en todos los momentos yo renasci

de las cenizas, más fuerte y determinada – intenté colocar

ironia en la voz, pero mis palabras sonaron tan verdaderas

que me hicieron estremecer. – Usted va a superar – cogí el

teléfono y disquei para mi más nueva secretaria.

Sí?

Puede entrar.

Poco tiempo después Abby y Anthony entraron.

Ambos sin jeito para vivenciar aquella situación.

Robert miró rápidamente para Abgail, que desvió

el mirar encarándome.

- Abby, por favor, presente Anthony la Nicole. Diga que yo quiero

que él conozca la empresa, todos los sectores, y que tiene

carta blanca para cualquier cosa que necesite, además


acceso a todo el material confidencial – ella hizo un gesto

concordando. – Solicite una nueva mesa para esta sala, yo

y el Sr. Carter vamos a trabajar juntos a partir de ahora.

No preciso de un ordenador, traeré el mío. Usted irá a

reportarse a nodos dos, a pesar de yo ser la autoridad

máxima. Entendió?

Ella miró para mí y después para Robert, que la miraba

con atención. Abby desvió el mirar otra vez, demostrando

timidez. Ella era aún


muy cínica y disimulada. Pero este era nuestro acuerdo. Él no

podría saber que nuestra secretaria formaba parte de mi

grupo de aliados. Necesitaba hacerlo creer que aún podía

confiar en la hermana de su esposa.

- Como usted quiera. Tiene preferencia de local? Digo, para acomodar

la mesa – miró para Robert de soslaio – hice una mueca

pensando en el que saldría de mi boca. Si no fuera tan

complicado yo podría reír. - Sr. Carter? El señor tiene

alguna preferencia para el local de su

nueva mesa? – él estrechó los ojos y abrió la boca para

responder. Paró antes de permitirse contestar. Pasó las

manos en los cabellos y negó con la cabeza. – Entonces

quede la gana para escoger, Abgail. Desde que yo no

necesite me acotovelar con nuestro CEO... – di de hombros.

Más alguna cosa? - Abby demostraba ansiedad.

No. En verdad acompañe la Sra. Carter. Yo

necesito comenzar a trabajar. Sr. Carter

colóqueme al corriente de todo lo que está

aconteciendo – evité mirar directamente para él.

26

Se hizo un silencio embarazoso. Tanya permanecía de pie, me


mirando con rabia. Robert parecía ansioso para estar solo

conmigo. Yo estaba nerviosa y con miedo de este momento.

Yo sería fuerte el suficiente?

Lo que están esperando? – arqueei una ceja y crucé los

brazos.

Ћ Con permiso – Tanya

silbó saliendo luego enseguida. Abby y

Anthony a acompañaron.

En el mismo instante en que la puerta cerró yo sentí el

peso de mis actitudes siendo cobrado por el mirar de mi

ex-amante. Respiré fondo y


levanté los ojos en su dirección. Robert estaba allá.

Inmóvil. Cobrándome sin nada decir. La conexión aún

existía con toda su fuerza. Él estaba más flaco, los

cabellos más compridos y la barba por hacer. Aun así era

la criatura más perfecta y fantástica que yo ya pude

contemplar. Tragué en seco. Estaba sufocante. Aquella

sala parecía minúscula para nodos dos y el tanto de

sentimientos contenidos.

- Yo preciso... – mi voz salió débil. Imposible de ser controlada.

– Necesito ir al cuarto de baño – inmediatamente

trilhei en dirección al cuarto de baño, cerrando la

puerta atrás de mí.

Conecté la torneira, pero me mantuve parada, mirando

mi imagen en el espejo y repitiendo mentalmente que

aquello todo era necesario. Fue cuando él abrió la

puerta y entró, en el que entonces me pareció

minúsculo cuarto de baño, mi corazón perdió una

batida.

27

CAPÍT

ULO 3
Miré, a través del largo espejo, para Robert Carter,

lindo, imponente, otra vez seguro de sí. Él me encaró

aguardando. Yo no conseguía respirar. Lo que

acontecería? Lo que yo podría decir? Lo que él diría?

Puta merda!

- Puedo procesarlo por asedio, Sr. Carter – me volqué

para encararlo directamente. Me forcé a mantener una

sonrisa irónica en los labios. Él nada dijo. Sólo me

observaba. – Lo que tiene para decir de tan importante

que no podía esperar que yo dejara el sanitario?

- Cuál es el juego, Melissa? – mantenía la voz baja. Desafiadora.

- Juego? – ríe irónica. – Usted está intercambiando las personas,


Robert – él
dio un pequeño paso en mi dirección, mi cuerpo

reaccionó con fuerza al sentir que él se aproximaría

aún más. Merda!

Ћ Cuál es el problema? Lo que

aconteció? – parecía más gentil, sin embargo suyo

mirar de águila analizaba todos mis gestos.

Ћ Yo ya te dijo lo que aconteció? Lo que más


necesita que yo

explique? – reculé un poco quedando limitada por la

bancada de la pia. Mi respiración estaba acelerada y

necesité hacer un esfuerzo enorme para no gaguejar.

Droga! No estaba en mis planes aquella aproximación. Era para

él odiarme. Era para desear mi muerte. Entonces por

qué él me miraba de manera tan suplicante?

- Miel! – levantó la mano para tocarme.

Aquel mínimo segundo pareció una eternidad. Todo el tiempo

paró, el mundo dejó de girar, el sonido no existía más. Sólo Robert y

yo, prendidos en aquel cuarto de baño sufocante, que en aquel momento valía
toda a

mi existencia. Todo porque él me tocaría. Después de tres míseros meses

implorando para que no deseara tanto aquel instante, allá estaba yo,

ansiosa para que él acortara la distancia y acariciara mi piel. Al


aún tiempo, imploraba para que él no lo hiciera. Para que me dejara

en paz y pudiera concluir el plan.

Y entonces él me tocó.

Fue como antes. Cerré los ojos. Mi cuerpo se encendió, la sangre

corrió con fuerza en las venas, el aire quedó

prendido en los pulmones. Era él. Robert estaba allá.

Su piel en mi. Su toque caliente. Droga! Yo no podía!

Yo no podía! Yo no podía!
28

Ћ Sentí tanto su falta! – más un

pequeño paso y su cuerpo estaba muy próximo. Él

sussurrava. Su voz aveludada. Puta merda! Yo no

podía! – Mire para mí!

Respiré fondo forzando mi mente a aceptar que aquello era

peligroso y que ceder sería estropear todo. Yo

necesitaba entender, aceptar y continuar. Por mí, por

Abby y por todos que fueron subjugados, humillados y

destruidos a causa de aquel juego inescrupuloso,

imundo e inhumano. Tenía que tener un fin. Porque

nadie recomenza sin finalizar. No pueden existir

restos, sobras, pendências. Todo necesitaba ser

concluido.

Abrí los ojos y encaré aquella iris ceniza, llena de amor y

deseo. Era muy más bonito y perfecto del que mi mente

conseguía retratar. Él aguardaba por mí. Sus ojos vagando

entre mis labios y ojos.

Ћ Quite sus manos de mí – mi voz fraquejou. – Quite


las manos de

mí, Carter.
Ћ Por quê? Va a llevar todo de mí,

actuar como si no valiera nada nuestra historia, negar

que también pasó todos estos días ansiando para estar

conmigo? Miel? Mire para mí! – cogió mi rostro con las

dos manos forzándome a encararlo. – Yo amo usted!

Y aquellas palabras forzaron mis barreras al límite.

Cerré los ojos y pensé en todo mi sufrimiento. Todo

lo que vivimos. Todas las lágrimas. Tanya. El coche

me atropelando. Nicole alcanzada, extendida en el

suelo... No! No! No!

Ћ Mire para mí – suplicou. – Miel, yo amo usted!


Sólo... Sólo me diga
que eso todo es un juego. Que usted está haciendo

eso para intentar ayudarme a detener Tanya. Por

favor! Melissa mire para mí. Miré para Robert

determinada a continuar.

Ћ Yo odio usted, Robert Carter –

mi voz no ayudaba mucho. No con él con las manos

en mí. – Quite sus manos de mí.

Ћ No. Usted no me odia. Puede hasta

estar intentando, Melissa, pero está fallando

miserablemente – su voz continuaba aveludada. Una

carícia para mis oídos, sentida en mi piel y acogida en mi

corazón. Yo tenía que ser más fuerte. Entonces di una

risada irónica.

Ћ Déjeme, Robert! Yo no amo más usted. De hecho,


creo que nunca

amé. Sólo entré en su juego y acabé dándome

bien – él sonrió. Lentamente una mano dejó mi

rostro y descendió para mi cuello. Mi piel

correspondió a su toque. Puta merda! Era una

disputa desleal.
Ћ Proviene – sussurrou

aproximando sus labios de mis. – Proviene que

usted no me ama. Hágame creer que todo no pasó

de diversão – 29

roçou su nariz de mi quejo hasta mi oreja. – Diga que

no sintió saudades – la voz ronca lanzaba llamas en

mi cuerpo. Una invitación tentador a la perdición.

Mientras una mano tocaba mi cuello, la otra descendió

hasta mi cintura, deshaciendo los últimos centímetros

que alejaban nuestros cuerpos. Estremecí

visiblemente. Robert era fuerte demasiado en mí.

Haberlo tan próximo era lo aunque rendirme. Que

aceptar que yo era débil demás para aquella disputa.


Ћ ES sólo sexo, Robert – él sonrió

de aquella forma única, que sólo él conseguía y

solamente Robert Carter era capaz. Aquella sonrisa

era mi perdición.

Ћ Entonces diga – su mano apretó mi

cintura forzándome en su ereção. Puta merda! Como huir. –

Diga que usted no me quiere más y yo acepto – sus labios

roçaram mi cuello. Yo podía sentir la humedad en medio de

mis piernas. Mi sexo latejando implorando por él. No! No!

Merda! – Diga que no me ama, que fue todo hube mentido –

llevó los labios en dirección a mis, parando a un milímetro de

distancia.

Ћ Yo no amo usted – mi voz salió tan baja que fue


casi

imposible la oís. Él sonrió.

Ћ No? – roçou los labios en

mis. Suspiré sintiendo un espasmo recorrer mi

cuerpo.

Ћ No! – yo estaba rendida. Su mano me forzó un


poco más.
Ћ Repita – a otra mano subió

en mi nuca, posicionando mi rostro para su beso.

Ћ Yo... – estiré el aire. – Yo no

amo usted – solté el aire aliviada por conseguir

decir. Él me estiró a su encuentro, acariciando la

base de mi espalda.

Ћ Vamos allá, Melissa. Usted puede hacer mejor


del que eso – hijo de la

puta! Él sabía que yo perdería. Sabía que mi cuerpo no aguantaría más.

– Diga que no me ama.

Su hálito caliente, sus labios deliciosos, sus manos imperativas. Yo

no conseguiría más.

- Yo... Yo no te amo...
Y sus labios cubrieron los míos. Me tomaron con propiedad.

Sentí aquel me gusta tan deseado, aquel calor tan

soñado. Fue cómo atear fuego en un barril de pólvora. Y

yo me vi rendida, entregue, sedienta por aquel hombre

que destruiría todos mis planes.

Su lengua tocó la mía, abriendo espacio en mi boca

y forzándome a aceptarlo. Fue un beso fuerte,

dominador, que no permitía rechaza. Y entonces él

me abandonó, llevando los labios por mi cuerpo y

explorando 30

con los dientes mi piel fervente.

Ћ Diga que no me ama – gruñió con la boca pegada a mi


cuello.

Ћ Yo... - otra vez él me beijou con

fuerza. Su mano firme en mi cabello, dictando sus

reglas. Un beso feroz, saudoso, lleno de deseo.

Involuntariamente me remexi en su ereção, causando

un gemido extremadamente sexual que salió de su

garganta.
Ћ Diga! – forzó mi rostro

para tras, estirando mi cabello y se

apossando de mi cuello.

Ћ Melissa? – la voz de Dean

llenó el ambiente. Robert paró en el mismo

segundo.

Rápidamente nuestros ojos se encontraron. Él

confuso y yo asustada. Era la mía deja. Yo

necesitaba revertir aquel juego.

Ћ Yo no te amo más. Como

yo dijo: es sólo sexo, Robert – y sonríe

cínicamente.

Ћ Usted está ahí? – Dean

batió en la puerta del cuarto de baño. Robert

gruñió y cerró los ojos con fuerza.

Ћ Mi cuerpo reacciona a usted, pero es sólo lo que va


a conseguir arrancar de
mí. Yo no te amo más – él se alejó un poco y abrió los

ojos encarándome cómo si no quisiera creer en el que

oía.

Ћ Lo que Dean hace aquí? – sus manos me apretaron


con más fuerza.

Ћ Quite las manos de mí – fui más firme al lo

sentís recular. Era necesario, yo repetía insistentemente,

para que mi cuerpo entendiera.

Ћ Lo que. Ese. Idiota. Hace.

Aquí? – Robert asumió otra personalidad. Otra

que yo también conocía muy bien. Él estaba

furioso y tomado por el ciúme.

Ћ Quite. Las. Manos. De. Mí – gruñí con rabia.

La puerta abrió en un baque. Dean surgió de una

manera increíble, digna de película de Hollywood.

Robert enrijeceu y se alejó tomando mi frente. Una de

sus manos continuaba en mí.

Ћ Quite las manos de ella su cretino! – Dean silbó.

Ћ Lo que usted hace aquí?

Quién te dio permiso para invadir mi sala?


Ћ Mi sala! – él me lanzó un mirar

que tendría me hecho recular se Dean no estuviera

allá para apoyarme y dejarme más fuerte.

Ћ Yo mandé usted quitar las manos de ella, o no


respondo por mí.

Ћ Venga a obligarme a hacer eso.

Ellos se encararon y la tensión fue formándose como

una niebla que ocupaba todo el cuarto de baño.

Ellos eran grandes demás e impetuosos demás para

ser comportados en aquel pequeño ambiente. Yo

casi no conseguía respirar. Necesitaba evitar a

cualquiera cuesto que ellos se 31

enfrentaran.
Ћ No necesita Dean. Robert

sabe que no puede dar este paso – sonríe

forzando el miedo a huir de mi cuerpo.

Ћ Él está a su lado en esta

farsa? – Robert estrechó los ojos y su mano hizo

más fuerza en mi cintura.

Ћ Mandé largar Melissa, su

hijo de la puta! – Dean avanzó y yo entré

enmedio dos evitando el peor.

Ћ Dean! No es necesario –

pasé la mano en su peitoral y las dejé en su

hombro.

Ћ Quede lejos de ella – Dean continuaba rígido,


pronto para el combate.

– No voy a avisar más, Robert Carter.

Ћ Y quién es usted para

avisarme cualquier cosa? – Robert forzó. En el

mismo instante mi corazón falló una batida. Era la

hora de la verdad. Cerré los ojos aún de culo para

él y dejé que mi cabeza encostasse en el pecho de

Dean.
Ћ Yo? – él rió. – No contó a él?

Ћ Dean, no...

Ћ Contó? – yo sabía que

aquello mataría Robert. Dean rió más una vez y

pasó una de las manos en mi espalda.

Ћ Yo soy el marido de ella.

Puta merda! Puta merda! Puta merda!

- Usted... El quê?

Quedamos en silencio por un segundo que duró una eternidad. Yo

no quería mirarlo, pero, miserablemente, me forcé a

volcar para encarar su dolor. Y fue terrible. Sentí las

manos de Dean en mis hombros y sólo eso me impidió

de recular.
- Usted... Melissa?

El rostro perfecto del hombre con quien yo había soñado un futuro

feliz simplemente se contorceu en una mueca de dolor,

angustia y tristeza. Sin que yo pudiera reaccionar él se lanzó

contra mí, agarrándome con fuerza y me imprensando

contra la pared al lado. No hubo tiempo para que Dean

consiguiera librarme de las manos de Robert.

Ћ Usted casó? – gritó en furia. –

Diga! Por el amor de Dios, Melissa! Diga!

Ћ Largue ella – Dean se forzó

contra Robert que permanecía firme como una

pared.

Ћ Diga! – continuó gritando, pero su voz era de


desesperación,

angustia... El más terrible pesadilla.

Ћ Yo voy a disparar – Dean

amenazó y fue cuando me di cuenta de la arma

en su mano.

32

Ћ Dean, no! No!

Ћ Largue ella – amenazó.


Ћ Tire! – Robert mantenía las manos como garras
en mis brazos.

Mi cuerpo prendido contra la pared y sus ojos

manteniendo los míos en su dolor.

Ћ Dean, él no va me machucar –

hablé mirando directamente para Robert. – Él no va

me machucar. Suélteme, Robert – mantuve la

tranquila enfocando la atención en mi respiración.

Ћ Usted casó? Está casada con él? – era una


acusación. Una

cobro nítido.
- Casé – él cerró los ojos con fuerza. – Dean tenía razón. Usted

no sería capaz de hacerme feliz. Usted tiene Tanya

y yo no tenía nadie Robert.

Ћ Usted me ama – la forma como él

habló sonó como si yo estuviera cometiendo adulterio.

Como si yo lo estuviera traicionando. Y no era eso aún

lo que yo hacía?

Ћ No – respiré fondo. – Te amo, Robert. Yo amo el


Dean. Siento

mucho – mi voz era tranquila y serena como a de

una madre enseñando a un hijo.

Robert gimió con rabia y avanzó, pero cayó

desmayado antes que yo pudiera reaccionar.

Puta merda! Dean tiró.

***

Ћ Yo no voy aunque – las lágrimas

corrían sin que yo consiguiera detenerlas. Dean me

arrastraba para fuera de la sala intentado al

máximo no me machucar.

Ћ Disculpe Melissa! Yo necesité llamar el Dean.


Quedé tensa cuando
vi Robert entrando en el cuarto de baño atrás de usted.

Ћ Por qué usted hizo eso? –

continué ignorando Abby que ayudaba Dean a

llevarme aunque.

Ћ Porque él iba te

machucar – habló por la enésima vez,

ya completamente impaciente.

Ћ Usted tiró en Robert! – casi grité. – Usted


enlouqueceu?

Ћ Fue una descarga eléctrica, Melissa.

Un choque para imobilizá-lo. Nada que vaya a matarlo. Él

no iba a soltarte, de hecho, él iría te mate si yo no


hubiera tirado.

Ћ Él no... Robert nunca...

Droga, Dean! Necesito saber cómo él está!

33

Ћ Abgail va a cuidar de todo. Ahora

necesitamos ir, porque él inmediatamente va a

despertar y no será muy fácil volver a encararte –

entró en el ascensor, aún estirándome por el codo y

con mi bolsa en la otra mano. – O matarme.

Resumiendo, no va a ser nada fácil.

Dejé que él me condujera. Mi cabeza estaba un

perfecto caos. Por qué Robert avanzó de aquella

forma? Yo estaba yendo lejos demasiado, creyendo

muy en su autocontrol? Él me mataría? No. Él

nunca sería capaz.

Ћ Usted necesita ser más fuerte. Nodos

ya sabíamos que él no aceptaría con facilidad, entonces

por qué diablos aceptó quedar sola con él?


Ћ No acepté. Él fue atrás de

mí en el cuarto de baño. Yo sólo necesitaba de

espacio. Droga!

Ћ Ahora todo va a quedar peor. Quede preparada.


Robert no dejará

barato.

Ћ No necesitaba contar así. De

hecho, ni necesitaba aparecer. Lo que dio en

usted? Nodos combinamos.

Ћ Pues es. Nodos combinamos. Somos casados ahora,


Melissa. Acuerde-

si de eso. Y dé gracias a Dios que yo llegué a tiempo y lo impedí de hacer lo

que bien quería con usted – quedé avergonzada mientras él me encaraba

cobrando una postura más firme.

- Él no me machucaria, Dean.
Ћ Sé – bufou y sacó el celular hablando

inmediatamente. Yo bien sabía quien estaba del otro lado de

la conexión. - Quede de ojo en él – habló muy frío. – Claro que

contamos que estamos casados – forcé mi mente a enfocar en

aquella conversación. Robert estaba bien, así yo quería creer,

y Dean tenía razón. Nodos necesitábamos seguir enfrente.

Fue mi elección.

– Ok! Encuentro usted en casa.

Ћ No sé como será a partir de ahora. Necesitamos


quedar atentos a

todos los pasos de él – volví a sentirme en el juego. A

los pocos la conciencia fue ajustándose al que era

necesario hacer.

- Ya providenciei todo. Ahora es sólo aguardar y prepararse para

mañana – él me miró cuando las puertas se abrieron

revelando el garaje. Respiré fondo y acepté su mano

en mi. Dean, antes tan frío y calculista, sonrió

discretamente. – Va a quedar todo bien, querida. Yo

estoy aquí.

- Gracias!
La peor parte de ser rica es necesitar usufructuar del

dinero. Yo me sentí sucia, sin embargo era necesario

sostener la imagen que mi posición exigía. Por eso

fingí no me importar y entré en mi lujoso BMW plata,

dejando mi marido conducir el vehículo. Lo de él

estaba con uno de los 34

seguridades, un poco atrás de nodos dos.

Otro factor que me incomodaba era el apartamento que

estratégicamente escogemos para vivir. De hecho, la

perfecta cobertura, en el mismo quarteirão en que Robert

vivía con Tanya. Coincidencia? Definitivamente, esta palabra

no existía en mis planes. La distancia de la


cobertura donde mi ex-amante vivía con la loca psicótica

de la esposa de él, formaba un perfecto paredão de

cemento, con la diferencia que la mía quedaba para el

norte y a de ellos para sur, o sea, estábamos de culo uno

para el otro. De la misma forma que estaba nuestra vida.

Circundados por otros edificios, tan lujosos cuánto el mío.

Lo que

me permitía construir un perfecto pasillo interligando-

nos. Tanya y Robert no podían huir de mis vistas. Era

necesario todos los tipos de artimanhas para

mantenerlos bajo control.

Descendemos del coche entregando las llaves para el manobrista y

entramos en el edificio como una pareja enamorada.

Sabíamos que en algún lugar había uno de los aliados

de Tanya observándonos, y sabíamos exactamente

donde él estaba, a pesar de fingir no tener

conocimiento de su presencia. Por eso sonríe para mi

marido y selei sus labios con un beso enamorado.

Dean correspondió como yo esperaba y yo me sentí

muerta por dentro.


Ћ Va a quedar todo bien – volvió

a decir acariciando mi rostro. Y entramos en el

ascensor, cada uno perdido en sus propios

pensamientos. 35

CAPÍTULO 4

Ћ Robert?

Mi cabeza latejava y mi cuerpo entero dolía. Intenté

abrir los ojos, pero cualquier feixe de luz que pasara

por mis párpados, incomodaba insuportavelmente.

Tengo conciencia de que hice una mueca de dolor.

- Robert? Usted está bien?


Abgail me llamaba de algún lugar que yo no conseguía

identificar. “Merda! Melissa!” mis pensamientos me

llevaban de vuelta a la realidad. Puta que pariu! Ella estaba

casada. Puta que pariu! Puta que pariu! Mi nuca parecía

haber sido alcanzada por una piedra. De hecho, por un

torpedo. A los pocos la memoria volvía esclareciendo el

ocurrido. Yo estaba enfurecido. Merda! Ella estaba casada y

con aquel merdinha fodido. Yo no... Respirar se hizo una

actividad extremadamente complicada.

Ћ Usted está bien? Robert? Quiebra conmigo!

Ћ Mi cabeza – conseguí articular aquellas

palabras. Levanté la mano, sintiendo mi cuerpo

protestar y protegí los ojos. – Donde ellos...

Ћ Ellos ya fueron. Dean

consiguió alcanzarte con una arma de choque.

Usted quería machucar Melissa.

Ћ Que absurdo! Yo nunca la

machucaria – forcé mi cuerpo para cima. Dolió,

pero no más del que el dolor de mi realidad. –

Puta que pariu Abby! Lo que aconteció?


Ella sabía que yo no preguntaba de mi situación en aquel

suelo del cuarto de baño, pero sí era una pregunta que

comprendía muy más del que a pelea. Yo estaba perdido.

Melissa volvió, fría, distante, raivosa, llena de mágoas y

cobros. Ella había quitado todo de mí. Había me humillado y

estaba casada con Dean. Era descripción perfecta del

infierno.

Ћ Yo no sé Robert. No sé como explicar – encaré


mía

secretaria que me miraba con pena. Yo no necesitaba de aquel

sentimiento. Siempre supo jugar. Fui fuerte, frío, calculista,

desprovido de todo y cualquier sentimiento diferente del odio.

Fui implacable en mi guerra con Tanya. Como Melissa consiguió

me desestruturar tan rápido? Como ella


pudo traicionar mi confianza de aquella forma? Como ella pudo
traicionarme?

Mi corazón pesaba, apretado, espremido por el dolor. Merda! Yo a

amaba. Hice todo para merecerla, para ser digno de un amor que no existía

más, o que tal vez nunca existió. Melissa mentía. Ella fue más cruel del que

36

Tanya cuando me hizo creer que había esperanza.

Necesitaba aprender a odiarla, a colocarla en aquella

guerra que tanto luché para alejarla, y

principalmente, aceptar que debería chafarla sin

piedad. Pero yo la amaba.

- Robert?

Levanté rápidamente cogiendo mi secretaria de

sorpresa. Yo necesitaba de aire. Tenía que salir de

aquel cuarto de baño sufocante, de aquella sala

repleta del olor de la mujer que yo tanto amaba y

que necesitaba quitar de mi vida. Necesita huir y

callar todas las voces que gritaban en mi cabeza.

- Para donde usted va?

Abgail me acompañaba visiblemente preocupada. Anduve hasta lo


ascensor sin me importar maleta, llaves, nada. Yo

sólo quería salir dali el más rápido posible.

Ћ Robert?

Ћ Necesito de aire, Abgail!

Y corrí por las escaleras sin que ella tuviera oportunidad de

detenerme. Pasé por la recepción sin preocuparme con quien

estuviera observándome y salí para la tarde chuvosa y fría.

Pero ni el frío era capaz de hacerme olvidar de las palabras de

ella “No. Te amo, Robert. Yo amo el Dean. Siento mucho”.


Apreté los brazos en mi cuerpo como se pudiera

impedirme de enlouquecer de vez. Anduve por las calles

heladas y entré en el primer bar que encontré a, no sé

cuántos metros de distancia de la empresa.

Ћ Uísque – dijo rispidamente. –

La mejor botella que usted tenga – el garçom

colocó el vaso y la botella delante de mí. Él

entendió mi desesperación.

Puta que pariu! Melissa era dueña de todas mis

acciones. Las mismas que yo confié a ella en una

tentativa de impedir Tanya de las conseguís. Sólo

podía ser una brincadeira de muy malo me gusta. Bebí

todo el contenido de un golpe sólo y me serví de más

del líquido tan deseado que calentaba mi cuerpo.

Ella estaba casada. Como pudo olvidar todo lo que vivimos? Y

aquel hijo de la puta estaba con mi mujer,

usufructuando de ella, tocándola. Puta merda! Yo no

soportaría. Nadie podía tocar en Melissa. Ella era mía.

Sólo mía.

Bebí rápidamente y a medida que el dolor iba

dominándome, la bebida hacía su trabajo. Entonces,


después de dos botellas, de muchas palabras blasfemadas,

de muy praguejar y lamentar por mi desdicha, dejé el

sueño dominarme acostando mi cabeza sobre la mesa del

bar. Aún oí, al lejos, una voz conocida y manos

conduciéndome para casa.

37

***

- Robert?

El cielo extremadamente azul brillaba un día lindo, caliente y

colhedor. Yo estaba en un parque, sentado en el gramo y observando Melissa


juguetear con un niño linda. Un niño. Él tenía mis cabellos, lisos,

cayendo sobre a prueba, el color de la piel y los ojos eran de ella. Era un
niño

linda! Linda como nuestro hijo. Ellos rían y giraban y yo permanecía en paz

sólo observándolos. Ella miró para mí, los ojos llenos de amor y

sussurrou “yo te amo”, pero las palabras no llegaron hasta mí. Ellas si

perdieron en el viento.

- Robert? Despierte.

Aquella voz aveludada, forzadamente cariñosa y llena de veneno

no pertenecía la Melissa, pero sí a aquella que me tiró en aquel infierno.

Tanya. Lo que ella hacía allí?

- Despierte Robert! Necesitamos conversar.

Abrí los ojos dándome cuenta de que todo no pasó de un sueño.

A los pocos, mi corazón reconoció mi realidad, a la

vez que mi organismo reconocía la ressaca figurada

en la secura de mi boca, embrulho en el estómago y

dolor de cabeza. Miré para Tanya inmediatamente

después de entender que estaba en el cuarto de ella.

Rápidamente percibí que estaba sin ropas.

Ћ Tanya. Usted...
Ћ No. Quede tranquilo. Ayer

usted bebió hasta caer. Literalmente – y sonrió

con delicadeza.

Tanya estaba sin ropas, cubierta sólo con el

lençol de seda que antes adornava su cama.

Ћ Lo que yo hago aquí?

Ћ Bruce te trajo. Usted estaba pésimo. Gritaba que


necesitaba

encontrarla. Melissa, yo presumo. Imaginé que había descubierto que ella


está casada con Dean – cerré los ojos, enfurecido con

aquella realidad. – Yo te entiendo – tocó en mi mano.

Yo conocía muy bien Tanya para saber que ella no

estaba allí conmigo por companheirismo. Mi

esposa quería jugar, pero yo estaba preparado

para más aquella partida?

Ћ Por qué está sin ropa? – intenté ganar tiempo.

Ћ Porque yo ya estaba preparada para dormir


cuando Bruce llegó

con usted. Sólo te desnudé y dejé que durmiera a mi

lado – ella corou con aquella información.

38

Ћ Como Bruce supo donde encontrarme? –

Bruce era uno de los perros de guardia de Tanya. Él siempre

sabía donde encontrarme, desde que Melissa fue aunque.

Volví a cerrar los ojos sintiendo el dolor que aquel recuerdo

me causaba. – Por qué yo estoy aquí, Tanya? Lo que usted

quiere?

Ћ Hum! Yo quiero muchas cosas, Robert – sus ojos


vagaron pelo
mi cuerpo dejándome desconfortável. – Pero... En el

momento quiero definir como haremos.

Ћ Como haremos?

Ћ Sí. Melissa robó sus acciones. Ni consigo creer


que uno

hombre vivido como usted se dejó engañar por una

putinha como Melissa Simon.

Ћ Tanya! – advertí. Tanya no conocía

Melissa. No sabía que para ella actúe de aquella forma

alguna cosa de muy errada había acontecido.

Ћ Ok. Ok – levantó las manos rindiéndose. – Sin

el “putinha”. Mejor así? – no respondí. No podía responder. No

había la más pequeña oportunidad de


Tanya convencerme a jugar contra Melissa. –

Necesitamos recuperar estas acciones. El más rápido

posible.

- La venta fue legal y la menos que Melissa endoso venderlas para mí,

no tiene como – vi sus ojos brillen con la idea. – Y ella

nunca vendería mis acciones a usted – yo no tenía

tanta certeza. Estremecí con esta posibilidad. Melissa

sería capaz?

Ћ Podemos quitar Melissa de

un golpe por todas del juego – ella paró seria,

observando mi reacción.

Claro que para una mujer como Tanya, matar

Melissa era su primera y principal opción. Yo no

podía siquiera piense en esta posibilidad. No había

ninguna forma de yo concordar en machucar mi

amante... ex-amante, de libre y espontânea gana.

Aún no conseguía entender los motivos de ella,

aún así, no la vía como una enemiga.

Ћ Ella está casada, Robert. Robó lo que

te pertenece y te humilló públicamente. Mostró para su

familia lo cuánto usted es débil. Te destruyó de la peor


manera posible. Melissa quebró su confianza. Llevo en

consideración la hipótesis de que era aún un golpe. Ella

era muy cínica. Aquella carinha de santa, de garotinha

enamorada, deslumbrada por el jefe nunca me engañó.

Melissa armó todo con Dean y consiguió lo que más

deseaba, pulverizou usted – arqueou la ceja deleitada con

el dolor que sus palabras me causó.

Ћ Y usted debe estar muy feliz con eso todo – ella


sonrió con los

ojos fijos en mí.

- No. Yo podría estar, a fin de cuentas hoy usted no es más páreo


39

para nuestra disputa. Sin embargo, tengo rabia.

Furiosa para ser más exacta. Melissa quitó este

gostinho de mí. Ella quedó con las acciones que yo

quería, venció el juego y te destruyó. Exactamente

lo que yo quería hacer. No le parece injusto?

Encaré Tanya sin creer en sus palabras. Ella era aún loca.

- Y lo que usted quiere que yo haga? Melissa consiguió. Yo no tengo

más las acciones, soy un mero empleado de la casa,

no hay nada que yo pueda hacer.

Ћ No sea dramático. Usted

aún tiene el control de las acciones de su

familia y de las de Paul.

Ћ Que sumadas, son casi nada.

Ћ Pero, si añadiéramos mis

acciones... – estremecí con aquella posibilidad. Si yo

tuviera las acciones de Tanya, junto con las demás

que yo ya controlaba, Melissa no tendría control sobre

mi posición dentro de aquella empresa. Yo tenía hasta

miedo de descubrir lo que Tanya pediría en cambio.


Ћ Y lo que usted gana con eso?

Ћ Yo gano mucho. Sólo en saber que aquella

putinha... Disculpe! – pero sonrió diabolicamente. – Sólo el

hecho de saber que Melissa no tendrá todo el poder que

pretende dentro de las empresas, ya me deja más animada.

Ћ Y? – ella sonrió más anchamente.

Ћ Quiero que usted concuerde en actuar conmigo


para recuperar las suyas

acciones, claro que después de destruir Melissa, yo

tendré un precio a cobrar por mi ayuda.


Ћ Olvide.

Ћ Usted no tiene mucha elección.

Yo voy a acabar con ella usted queriendo o no. Si

concuerde, sus acciones vuelven para sus manos.

De lo contrario, daré un jeito de las conseguís para

mí, y usted sabe que mis métodos no son nada

gentis.

En aquel momento yo no tenía condiciones de batir de

frente con Tanya, si lo hiciera ella pasaría por cima de mí

y destruiría Melissa. Aún sabiendo que aceptar su ayuda

era la mejor forma de reaver mis acciones, yo sentía que

no soportaría causar cualquier daño a la mujer que

amaba. Droga! Yo debería odiar Melissa. Debería desear

su ruina, su muerte, sin embargo no conseguía.

Pasé las manos por los cabellos y cerré los ojos.

Merda! Yo estaba en el infierno y Melissa había me

tirado en él. Por qué merda yo no conseguía entender

que ella debería ser mi blanco?

Ћ Y entonces? – abrí los ojos y encaré mi esposa.


Tener Tanya como aliada era andar en un

campo minado. Ella podría 40

inclusive arrumar una forma de arrancarme todo

tan luego colocara las manos en Melissa.

Ћ No quiero matar Melissa –

me vi dejando las palabras escapen como una

suplica. Tanya revirou los ojos y arqueou el

cuerpo con impaciencia.

Ћ Ok! Matamos Dean. Después

mandamos Melissa para el Pavo, o cualquiera otro lugar

distante el suficiente para que ella nunca más consiga

colocar las manos en el que me pertenece – y sus ojos

decían todo. Tanya aún


vía Melissa como una concurrente. Ella no nos quería juntos otra vez.

Ћ Y desde cuando matar uno u otro va

en los traer las acciones de vuelta? Usted parece una

terrorista que no piensa en las consecuencias de sus

actos. Toque en Dean y Melissa te manda para la cadena.

Ella hizo una mueca extraña, mordió los labios

y pensó en el asunto, después sonrió y me

miró con animación.

Ћ Yo tengo una idea. Necesitamos

desacreditar Melissa. Encontrar cualquier cosa que a

convenza a vender las acciones, o aún a entregarlas, ya

que ella nada hizo para merecerlas. Necesitamos de algo

muy serio. Vergonhoso. Alguna cosa que a fuerce a dejar

las empresas.

Ћ Un escándalo?

Ћ Eso! – ella sonrió con la expectativa y

batió las manos con alegría. – Vamos a hacer primero

Melissa una figura pública. Vamos a llamar atención para

su imagen y después a envolvemos en un escándalo.

Ћ Que tipo de escándalo?


Ћ Del tipo que va a hacerla desear nunca haber
cruzado mi camino.

Ћ Tanya...

Ћ Vamos a acusarla de robo. Vamos a envolverla


en las cuestiones

filantrópicas, dejarla abrazar esta causa y después... Oh!

Nodos confiábamos en Melissa. Como podríamos

imaginar que ella estaba envuelta en un esquema como

este? – burló y después sonrió.

Ћ Usted va a acusarla de

implicación en el escándalo de las propiedades

superfaturadas? Va a jugar su culpa sobre ella?

Ћ Exactamente – no se preocupó en defenderse. Ella


simplemente

aceptó que me tendría como aliado y trató de desnudarse de cualquier


máscara.
– Tras eso Melissa no más podrá estar al frente de

nuestras empresas. El consejo va a votar por su salida

y ella va a sentirse forzada a vender las acciones, y la

venta sólo podrá ser hecha para uno de los miembros

del consejo. Usted sólo necesita adulterar las pruebas

que tiene contra mí transfiriéndolas para su ex-amante.

- No va a salir bien. Melissa no va a querer venderlas para mí. Ella

está magoada. Yo no quiero correr el riesgo de que

sea usted a comprarlas. 41

- Después que yo a acusar de robo, ella, con certeza, no me verá

como una opción. Y tiene más un detalle: Melissa es

esperta. Mira todo lo que ella consiguió hasta ahora.

Necesitamos encontrar un jeito de hacerla perder el

foco. Y es en este punto que usted entra.

- Yo? Ella me odia.

- Bueno... Robert Carter siempre tuvo el don de hacer

con que las mujeres vivieran una relación de amor y

odio con él. Melissa no te odia. Y si usted consiguió

antes, con certeza conseguirá nuevamente. Este es un

papel que interpreta muy bien, Robert.

- Está pidiéndome para seducir mi ex-amante?


- Y es un sacrificio? – no sabía lo que responder. – Si Melissa volver

a relacionarse con usted, si al menos volver a vivir

este conflicto, ella no conseguirá direccionar su rabia

para mí y yo podré actuar de la mejor forma posible

para destruirla.

Pensé en todo lo que ella estaba proponiéndome. Era eso lo que yo

quería? Hacer Melissa una criminal era una opción? Jugar

contra ella era aún necesario? Yo no sabía, pero

definitivamente no podría quedar de


fuera y dejar que Tanya actuara como bien entendiera.

Ћ Vamos allá, Robert! Apuesto que eso es

todo lo que más desea. Quién sabe cuando todo acabe

usted no consiga su amante de vuelta.

Ћ No sé como creer en usted.

Ћ No creo que esté en posición de rechazar ayuda.

Ћ Las acciones vuelven para mí, Melissa no puede


se machucar y no

vamos a hacerla una criminal. Sólo vamos a usar las

pruebas para intimidarla. Va a ser el suficiente. Sin

estos puntos no tenemos acuerdo. Y usted no está en

posición de negociar, a fin de cuentas, yo seduciré

Melissa para que pueda actuar. Combinado?

Ћ Combinado. Por el visto la

depresión no hace más parte de su personalidad. Me

gusta eso. Robert durão y vengativo es muy más

sexy del que Robert deprimido y choroso.

Tanya se aproximó, como una gata sorrateira, y me beijou nos

labios, como se estuviera selando nuestro acuerdo. Yo no

reaccioné pues entendí que necesitaría ser más amable, si

quisiera mantener Melissa segura.


42

CAPÍT

ULO 5

Ћ “Está pidiéndome para seducir mi ex-amante?

Ћ Y es un sacrificio? – no sabía lo que responder. –


Si Melissa

volver a relacionarse con usted, si al menos volver a

vivir este conflicto, ella no conseguirá direccionar su

rabia para mí y yo podré actuar de la mejor forma

posible para destruirla.

Pensé en todo lo que ella estaba proponiéndome. Era eso lo

que yo quería? Hacer Melissa una criminal era una opción?

Jugar contra ella


era aún necesario? Yo no sabía, pero definitivamente no

podría quedar de fuera y dejar que Tanya actuara como

bien entendiera.

Ћ Vamos allá, Robert! Apuesto que eso es

todo lo que más desea. Quién sabe cuando todo acabe

usted no consiga su amante de vuelta.

Ћ No sé como creer en usted.

Ћ No creo que esté en posición de rechazar ayuda.

Ћ Las acciones vuelven para mí,

Melissa no puede se machucar y no vamos a hacerla

una criminal. Sólo vamos a usar las pruebas para

intimidarla. Va a ser el suficiente. Sin estos puntos no

tenemos acuerdo. Y usted no está en posición de

negociar, a fin de cuentas, yo seduciré Melissa para

que pueda actuar. Combinado?

Ћ Combinado. Por el visto la

depresión no hace más parte de su personalidad. Me

gusta eso. Robert durão y vengativo es muy más sexy

del que Robert deprimido y choroso.”

Todos en la sala improvisada de nuestro apartamento número tres,


miraban para mí. Muy antes de mi vuelta, ya

rastreávamos las conexiones, hacíamos escuchas y

acompañábamos todos los pasos de nuestros

enemigos. Tras el que ocurrió en el cuarto de baño, un

día antes, quedamos aún más atentos la Tanya y

Robert.

Ellos continuaban mirándome. Tanya beijara Robert y este no

reculó. Ellos habían firmado un acuerdo para

destruirme. Mi cabeza no conseguía encontrar la mejor

manera para reaccionar a eso. Respiré fondo sin saber

lo que hacer. Miré para Dean buscando apoyo. Él pasó

las manos en mi espalda.

- Vamos a dar inicio al segundo paso – estremecí.


De todos los detalles de aquel plan, el segundo paso

era lo que me dejaba más desconfortável. En verdad

fue el único que fui contra, a pesar 43

de saber que sería el más eficiente y, como nada

allí dependía sólo de mí, tuve que concordar.

Carol encaró Dean por un tiempo que me dejó constrangida,

por finalmente ella concordó. Mi “marido” también parecía

no estar mucho a favor, a pesar de la idea ser de él.

Sabíamos que nuestro tiempo era corto, y necesitábamos

actuar, aunque exigiera un sacrificio de todos nodos.

Ћ Tom, usted entró en contacto? –

él actuaba de manera profesional, sin embargo yo

sabía que en aquel momento su tristeza era del

tamaño de mi.

Ћ En veinte minutos, Dean.

Ћ Será como combinamos. No pase ninguna


información diferente

del que dejamos acertado. Haga con que Robert crea

que continúa trabajando para él. El restante del equipo

está preparado?
Ћ Todos en sus debidos

puestos. Así que ellos dejen el

apartamento, comenzamos a actuar.

Ћ Óptimo! Necesitamos de este pasillo

terminado hasta el final de la semana. Quedad de ojo en

Tanya. Cualquier sonrisa diferente debe ser notificado.

Ћ Perfectamente.

Ћ Abby?

Ћ Él va a hacer lo que despertó con Tanya.


Conozco Robert lo

suficiente para saber que él no aceptará perder las acciones.

- Él necesita cumplir con la promesa – hablé por fin, conocedor de que a


mi reacción no era bien acepta por los que allí

estaban. – Por lo menos ella no va a intentar

matarme.

- Melissa? – Dean me llamó. La voz dura y seria. – Él está

contando que conseguirá seducirte y nodos sabemos que

eso es justamente lo que no puede acontecer, no es? –

concordé con la cabeza, sintiendo mi rostro coger fuego. –

Usted sabe que una posible implicación con Tanya o con

otra persona, no es una forma de alcanzarte, no es? – otra

vez concordé, ya sintiendo el bolo formarse en mi

garganta. Mis ojos ardieron con la posibilidad, pero yo

estaba segura del que quería y tendría que aceptar los

riesgos sin necesitar colocar todos en peligro. – Por otro

lado usted puede revertir esta situación, conseguirse hacer

con que él entregue el juego.

Ћ Como así?

Ћ Vamos a aguardar para saber lo que él


realmente quiere. Si Robert

esté dispuesto a tenerte que vuelta, él va a entregar

lo que necesitamos. Juegue con él, pero cuidado. No

deje que a haya en las manos. No permita que se


aproxime mucho. Y piense en todo lo que planeamos

antes de tomar cualquier decisión.

44

Ћ Yo estoy segura del que

deseo, Dean. Nadie va a persuadirme a volver

atrás.

Ћ Óptimo! Porque ahora usted es mi esposa y yo


no entré en esta

confusión para hacer el papel del cuerno – droga!

Carol se meneó, visiblemente incomodada, pero Dean

no reculó. – Lista? Necesito dejarte en la empresa. -

Necesito de algunos minutos.


Ћ Correcto. No tarde. Acuérdese que

hoy el consejo va a ser contra usted y que él tendrá el

control de todo nuevamente. Sea fuerte.

Ћ Yo seré. Encuentro usted en casa. Con permiso.

Volver a mi apartamento era un maratón. Primero yo

necesitaba atravesar, tomando los debidos cuidados, todo el

apartamento tres, entrar en la cocina y abrir la puerta de la

dispensa. Una pequeña cabina, con prateleiras repletas de

comida y teclear, en la pantalla escondida atrás de las amplias

de feijão, la seña para entrar en el apartamento dos. El

proceso era repetido, la diferencia

Ћ que en este la puerta de acceso

quedaba en la oficina, atrás de una prateleira de libros

escondida en el último metro antes de la ventana. Allá yo

necesitaba teclear más una seña para finalmente llegar al

apartamento en que residía.

Parece simple, si no estuviera hablando de

apartamentos inmensos, y atravesarlos sintiendo el bolo

que me impedía de respirar, los ojos ardiendo y sin

poder demostrar ninguna emoción además de mi


recién-adquirida frialdad, era una tarea que me

massacrava.

- Sra. Bailey? – mi asistente, la Sra. Allen, me

interceptó. – Acabé de recibir una correspondencia

enderezada a la pareja Bailey – extendió el

envelope blanco en mi dirección.

- Gracias! Más alguna cosa? – forcé la voz para

no entregar mi grado de desesperación.

- No,

señora. -

Con

permiso.

Prácticamente corrí hasta mi cuarto y antes aún de alcanzar

la puerta, las lágrimas ya habían caído. Tuve la decência de

me trancar en el cuarto de baño y allá lloré toda mi

desesperación. Como él pudo? Por qué Robert


siempre conseguía estropear todo? Será que él no ya había experimentado

decepción el suficiente al lado de Tanya? Como pudo hacer un acuerdo

visando destruirme? Como pudo siquiera pensar en tirarme a los leones? Yo

debería odiarlo. Creer que nunca hubo amor, que él vivía feliz a mi

lado sólo porque yo no batía de frente con sus objetivos, al

contrario de Tanya.

Merda!

Pero yo no conseguía. Aún con toda la preparación

para que centrara mi mente de forma a

mantenerme imune a sus actitudes, yo 45

fallaba. Nunca conseguiría encarar de manera natural

asistir Robert y Tanya disfrutando de momentos

íntimos. Principalmente cuando yo bien sabía que todo

no pasaba de uno más de sus esquemas, de su juego

sucio y desleal. O no?

Podría Robert aún nutrir algún sentimiento por Tanya?

Algo saudosista, que lo arremetiera al pasado, cuando

aún veía en ella la mujer de su vida? Cuando aún

sentía su corazón calentar de amor todas las veces

que sus labios se encontraban? Podría Robert estar

tan desiludido con mis actitudes que haya desistido


de proscribir Tanya de su corazón y aceptado que aún

a amaba y finalmente se rendido al hecho de que

aquello nunca acabaría?

Mi corazón hundió en mi pecho como una piedra en un lago.

Me miré en el espejo y odié lo que vi. Otra vez era Melissa

Simon, la garotinha débil, dominada por un amor destrutivo.

Submissa a aquel hombre que nunca supo ser el suficiente.

Era ella en aquel cuarto de baño, llorando


desesperada por el amor perdido.

Pero no. Yo no podría entregarme con tanta facilidad.

No fue para eso que yo había vuelto. Definitivamente

no. Respiré fondo, levanté la cabeza, lavé el rostro y

rehice la maquiagem. Si aquel sentimiento teimava en

imperar, que él fuera sofocado por el odio que yo

sentía de aquella situación. En aquel momento, más

del que nunca, yo necesitaba dar proseguimiento al

combinado y quien sabe, finalizar el proceso y

reencontrar la paz.

O será que la paz no sería más posible después de tantos ataques?

Ћ Miel? – Dean batió a la puerta me

sobressaltando. – Usted está bien? Me miré más una vez

en el espejo y entendí que no había más

vuelta. Era importante. Era necesario. Era esencial.

Necesitaba detener aquel juego. Por un punto final en

aquella historia y me restaba sólo rezar para que

cuando todo acabara, restara alguna cosa de mí y,

quien sabe, de Robert.

Ћ Estoy – destranquei la puerta y volví a encararme


en el espejo. Dean
entró aún incierto se estaba haciendo la cosa correcta. –

Estaba sólo retocando la maquiagem – pero él sabía que

no era verdad.

Ћ Vamos?

Ћ Vamos – él permaneció parado observándome.

Ћ Tiene certeza?

Ћ Tengo. Vamos, no quiero llegar tras ellos.

Ћ Correcto.

En el coche, mientras mi marido dirigía, acordé de la correspondencia

de más cedo. Curiosa abrí el envelope que constaté ser una invitación para uno
46

cena beneficente en prol de las víctimas del hambre

mundial. Lo que me llamó atención fue el motivo de la

invitación, una vez que había tomado el cuidado de no

dejar vaciar la confusión existente en la C&H Medical

Systems y, ya que no había nacido en cuna de oro,

además del hecho de, hasta el momento, yo ser sólo

una simple extraña, la secretaria que consiguió un

cargo significativo, no había nada que me colocara en el

centro de las atenciones del alta sociedad de Chicago.

Ћ Vea eso – entregué la Dean la invitación blanca con


letras prateadas.

– Tanya no jugueteó cuando dijo que me

transformaría en una persona importante – él rió.

Ћ Estamos en el juego. Vamos

a aprovechar – y cogió en mi mano con fuerza,

demostrando seguridad.

Ћ Necesitamos quedar atentos. La cena será en dos


días. Necesito saber

lo que ella pretende, y principalmente lo que

Robert planea para este encuentro.


Ћ Lo que a hace tener tanta

certeza de que él estará allá? – miré para mi

marido y fue mi vez de sonreír.

Ћ Porque sé que Tanya no va a

perder la oportunidad de colocarnos en este

enfrentamiento. Ella va a probar el marido. Sepa si él

realmente habla la verdad y va a cumplirse con su

parte del acuerdo.

Dean paró el coche en el garaje de la empresa. Él insistió

en acompañarme, pero no quedaría. Quería sólo

certificarse de que yo no sería abordada en medio del

camino y, principalmente, tener la certeza de que Robert

no me alcanzaría antes del tiempo necesario.


Ћ Ellos están allá encima. Quede tranquila porque
estaremos de ojo.

Ћ Yo sé – respiré fondo tomando el coraje, necesaria.


Miré para

mi marido entendiendo que él también sabía que era

necesario. Cerré los ojos y dejad que nuestros labios se

juntaran en un beso rápido, repleto si complicidad. Dejé

el coche enseguida. Caminando por el garaje me

traicioné, mirando para la vacante de él, a

misma que yo había tenido el coraje de colocar mi coche en

el pasado. Parecía que una infinidade de tiempo transcurrió

hasta allí. Tantos acontecimientos y conflictos y todo no duró

ni seis meses. Yo me sentía cansada. Robert no había

llegado. Atrasado? Extraño. Contra mi gana me sentí

insegura. Como reflejo pasé los brazos en vuelta de mi

barriga, pero rápidamente necesité me recompor.

Cuando la puerta del ascensor abrió en el décimo

sexto piso, porque no había el decimotercero, yo ya

estaba recomposta. Rehecha en mi más nueva

personaje, usando la máscara fría y la postura


imponente. Con pasos seguros caminé en dirección la

Abby, que ya me aguardaba. Ella era muy 47

mejor actriz del que yo, y me cuestioné hasta

donde su fidelidad era verdadera.

- buen día, Sra. Bailey! – casi ríe de mi secretaria. Era tan

extraño ser tratada de aquella forma cuando durante

mucho tiempo deseé ser la Sra. Carter.

Ћ buen día!

Ћ Olívia está con Nicole – deshizo el aire que nos


separaba

jerárquicamente, volviendo a ser mi amiga y comparsa en aquella historia


tan absurda. – Bruno estuvo aquí más pronto, quería conversar con usted.

- Lo que él quería? – quedé tensa. Yo estaba tan atenta a los

personajes principales de aquel juego que no pensé en Bruno cómo uno

oponente de valor. Tampoco me sentía confortable en verlo por este

ángulo.

Ћ Pelo que entendí, y fui

informada, él quiere discutir sobre las

estrategias que desea adelantar.

Ћ Robert había aprobado, no fue?

Este era otro punto que me dejaba completamente

insegura. Yo no sabía ser una CEO. No entendía casi nada

en lo que respecta a las decisiones que necesitaban ser

tomadas. Robert era muy más eficiente en este punto. Tal

vez haber usurpado su cargo no haya sido una buena idea.

Ћ Hum! Vamos hasta su sala.

Necesitamos colocar algunas cosas en día.

Ћ Acabamos de encontrarnos, Abby. Lo que puede


haber cambiado?

Ella hizo una señal para que yo entrara. Rápidamente obedecí. Abrí a

puerta, parando por algunos segundos para contemplar

aquel nuevo artefacto, la mesa de madera oscura, en la


otra extremidad de la sala. Todo de él había sido

transferido para el nuevo móvil. Desvié el mirar y me

dirigí para su antigua mesa, sintiéndome una

usurpadora.

Ћ Robert marcó una reunión de

urgencia con la familia. Como nodos ya sabíamos, él

está buscando el apoyo de todos. No necesitó de

mucho, claro. Nadie quedaría contra su eficiencia.

Parece que hoy él recupera el cargo de CEO.

Di de hombros y senté en la silla de presidente que cabía tan bien a


Robert Carter, pero que no era nada parecida conmigo.

Era tan ridículo estar en aquel lugar, ocupando aquella

posición.

Ћ Mejor. Yo no sabía hasta donde

conseguiría mantener a pose de buena administradora

si yo ni sé para cuál lado debo ir. Por lo menos con él

en el mando yo tendré la certeza de que nada se

perderá en medio de esta tragedia que es nuestra vida.

Ћ Si usted continúe de ese jeito él inmediatamente


conseguirá imponerse. No

48

sea frágil, Melissa. Robert no es ningún niño ingenuo. Él

te conoce muy bien. Sabe como jugar, como seducirte.

Tiene rabia, magoado y no ahorrará esfuerzos para

tener las acciones de vuelta. Si usted ceder, él te chafa.

Aunque después tenga que pegar sus cacos. Yo conozco

mi jefe el suficiente para saber que amor ninguno lo

hará recular. Ya se olvidó del que él hizo? Robert no

desistió de Tanya, ni mismo cuando vio que perdería

usted.

Las palabras de Abgail me hirieron de manera tamaña que necesité


usar toda mi fuerza para mantenerme indiferente. Ella fue

dura, pero, verdadera. Robert siempre encontraba una

manera de continuar en el juego, independientemente de

sus consecuencias. Él sabía que era capaz de reconstruir

cualquier cosa que necesitara destruir en el camino.

Fuimos interrumpidas por el movimiento en la

recepción. Nicole y Olívia llegaron, pero no se

preocuparon en saludarme. Simplemente fueron

para la sala de reuniones y allá se acomodaron.

Ningún mirar, ninguna sonrisa. Merda!

- No será fácil – Abby continuó, fingiendo organizar algunos papeles


sobre mi mesa.

Luego enseguida Bruno llegó. Él me miró y yo pude

sentir toda su mágoa. Yo no hube traicionado sólo

Robert, pero toda su familia. Personas que confiaban

en mí, que me apoyaban. Con un único golpe yo

acerté todos.

Ћ Bruno me odia – desvié el

mirar, retirando de dentro de mi bolsa mi

Iphone.

Ћ No sólo él. Nicole está loca para matarte – y rió,


como si

fuera divertido colocarme en el ojo del huracán. Pero yo había concordado.

Ћ Y Paul? Él ya debería estar aquí.

Ћ Paul tardó un poco más con Robert y después


siguió hasta lo

caes. Parece que necesitaba pensar un poco. Paul siempre fue el más frágil.

Ћ No ironice Abby. Para él es

muy más complicado. Y Paul es su hermano –

ella deshizo la sonrisa inmediatamente.

Ћ Un hermano que yo nunca tuve – rebatió


visiblemente sacudida.
Ћ No por culpa de él. Tenga eso en

mente. Paul es una óptima persona y cuando todo

acabe podrá ser el hermano que usted necesita.

Ћ Eso si él no odiarme también.

No se olvide que yo soy el fruto de la traición que

llevó su madre la muerte.

Ћ No si masacre así! Tanya es

enfermo, el padre de ella, su padre, era una

persona sin escrúpulos. Paul es diferente.

Como si esta fuera la suya deja, Paul adentrou la

sala. Caminó ligeramente para la sala de reuniones,

pero sus ojos encontraron los 49

míos y yo me sentí pésima. Respiré fondo e intenté enfocar en míos


argumentos para conseguir parar las estrategias de Bruno.

- Voy a avisar a Anthony que usted llegó.

Abby dejó la sala sin demostrar inseguridad en un único

momento. Yo no sabía como ella conseguía ser de aquella forma, tan

disimulada, esconder todos los sentimientos, las mágoas. Yo muy apenas

conseguía

fingir

indiferencia

a la

presencia

del

Robert,

empeoraba

considerablemente cuando él me tocaba.

Mi celular vibró indicando un mensaje. Era preciso

primero colocar mi digital para que ella decodificasse,

uno más de los brinquedinhos del Dean. Yo no

entendía como Robert no tomó determinados

cuidados para se precaver contra Tanya. Como él

pudo creer que Tom y su equipo eran el suficiente.


“Él llegó, está en el garaje con Tom. Usted

tiene algunos minutos para prepararse.”

Ok. Era una batalla difícil, complicada y arriesgada. Hasta

donde Robert iría para tener sus acciones de vuelta? Miré

para fuera del aquário en el momento en que Anthony llegaba.

Su mirar de complicidad me dejó más aliviada. Con el celular

en mano, caminé en dirección a la sala de reuniones,


encontrando con mi abogado y adentrando en la

toca de los leones. Por una ironia del destino, yo

entré en el exacto momento en que Nicole volvía

con un vaso conteniendo agua.

Ћ Nicole, como va? – necesitaba mantener el

mínimo de cortesia con mi amiga, o ex-amiga. Infelizmente

ella no pensaba lo aunque yo.

Ћ No puedo decir que mejor

ahora. Con permiso – y salió para sentar al lado

de Olívia.

Anthony tocó en mi espalda, con bastante cuidado, indicando

que yo debería continuar andando y no quedar parada en

medio del camino, petrificada por la manera nada cortés con

que fui tratada. Lo que yo estaba esperando? Una “Miel,

sentí tanto su falta. En el que importa usted haber robado las

acciones de mi hermano? Somos amigas!” Merda!

Senté en la silla que debería ser de mi ex-amante,

bajo el mirar de disgusto de todos los ocupantes de

aquella sala. Anthony tuvo el cuidado de sentar a mi

lado. Mi celular volvió a vibrar. Discretamente

destravei el mensaje.
“Tanya está subiendo acompañada de Frank”.

Suspiré. Frank en aquella reunión. Ella no estaría allá sólo para oír.

Yo esperaba que Anthony tuviera garra el suficiente para intimidarlo.

Ћ Tenemos que aguardar por

Tanya y Robert – Bruno informó sin demostrar

mucha gana de hablar conmigo directamente.

50

Ћ Ellos fueron avisados sobre horario de la

reunión, Bruno. No podemos esperar por la incompetencia de

los otros – hice muy esfuerzo para continuar manteniendo la

postura de superior, muy bien resuelta y segura del que hacía.


Por el visto salió bien, porque Bruno arqueou una

ceja, pero nada dijo. Tanya llegó enseguida.

Ћ Disculpad el retraso, pero

necesité aguardar por Frank, ya que un abogado

que defienda nuestros intereses es de extrema

importancia en una reunión como esta.

Ћ Como va, Frank? – sonríe amigablemente y él


retribuiu la sonrisa.

Era la primera vez que me sentía bienvenida desde que había vuelto.

- Bien, gracias! Y usted? Supo que asumió las acciones de Robert?

Tuve una conversación con Anthony, su abogado y pelo que

parece todo fue hecho de manera legal. No hay nada que

podamos hacer – Tanya continuaba impassível, las feições

compuestas, sólo una sonrisa de Monalisa que impossibilitava

de desvelar lo que exactamente ella estaba sintiendo.

Ћ Sí. Compré las acciones del

Sr. Carter en una maniobra legal. No creo que

aún discutiremos este asunto.

Ћ No iremos. Todos ya fueron informados que no


hay nada a hacer.
Donde está Robert? – él miró por la sala a busca del

personaje principal de aquella historia. Miré para

Tanya que me encaraba sin nada demostrar. Una

cobra perfecta.

Ћ Él aún no llegó.

Ћ Llegué sí.

Robert estaba parado la puerta. Un tierno completo, corte fino y

elegante, color oscuro, como yo siempre creí que quedaba

perfecto en él. Mi corazón aceleró significativamente. Yo podía

jurar que de donde estaba conseguía sentir el olor de su

colonia y que mi piel recibía con fuerza los recuerdos de su

barba por hacer roçando mi rostro. Tragué en seco,


retribuindo suyo mire fijo en mí.

Él estaba feroz y muy sexy. Puta merda! Yo estaba excitada.

51

CAPÍTULO 6

Aguardé que él entrara, sintiendo mi rostro corar a medida que

todos percibían que no dejábamos de mirarnos. Era algo tan carnal y

palpável que necesité de todo mi equilibrio para no levantar e ir a su

encuentro.

Merda!

Yo conocía la fuerza de Robert en mí. Sabía que mi

mente no funcionaba muy bien cuando estaba a su lado,

pero me dejé engañar cuando creí que el hecho de

haber pasado tanto tiempo distante anularía sus efectos

en mí. Eso nunca acontecería. Robert era lo que mi

cuerpo pedía, necesitaba, imploraba. Él no ocupaba sólo

mis pensamientos, pero todo en mí. Cada pedacinho

mío tenía conciencia de su supremacia.

Él caminó. Pasos seguros, firmes y sensuais, capaces de hacerme

volcar gelatina sólo por caminar en mi dirección. Pero fue lo

que él hizo. Droga! Cuando yo me dejé convencer de que

conseguiría ser fuerte? Su mirar no dejaba el mío y yo tenía


plena conciencia de mi cara de boba enamorada. Robert

estiró la silla a mi lado y sentó.

Ћ Melissa! – me saludó con

candura. Su voz aveludada hacía mi corazón dar

piruetas. Quebré el contacto de nuestros ojos y fingí

analizar los papeles mi frente. – Discúlpeme por el

retraso. Estaba cuidando de algunos detalles.


Ћ No se disculpe Sr. Carter! – fue

más fuerte del que yo. Cuántas veces yo ya lo tenía

oído me censurar por disculparme? Miles. Robert me

miró rápidamente, a principio asustado, rápidamente

su semblante cambió para divertido y él sonrió, no

aquella sonrisa que derretia las geleiras, que me

desestabilizava y quitaba mi aire. Fue un tímido, de

quien estaba satisfecho, pero no quería demostrar o

revelar y yo entendí que él se sentía feliz rescatando

esta pequeña parte de nuestro relacionamiento.

Ћ Muy justo – él parpadeó algunas veces, aún


encarándome, pero

inmediatamente deshizo el contacto. – Como yo dijo: estaba cuidando de


algunos detalles.

Podemos comenzar...

Ћ Podemos comenzar... –

quebremos a la vez. Él volvió a sonreír y

aquiesceu.

Ћ A La gana, Melissa – reculó dándome la palabra.

52
Ћ Todo bien. Creo que usted tenga algo

de importante a decir – yo era aún una cobarde. Estaba

intimidada con su presencia.

Ћ Ok! – Robert levantó y se alejó un

poco para recibir un documento de las manos de

Tanya. – Este documento fue analizado y firmado por la

comisión, con la salvedad de Melissa, Claro! – pasó el

papel las manos de Anthony, que con bastante atención

trató de leer su contenido. – Se trata del consentimiento

de los demás propietarios de acciones del grupo C&H

Medical Systems para que yo sea su representante. O

sea, a partir de hoy, yo soy el mayor accionista, Melissa,

y tengo el cargo de CEO por derecho y cualificación.


Ћ Entendí. Usted es el representante de ellos y

eso le da algunos poderes, pero no lo coloca en la posición de

mayor accionista, Sr. Carter. Creo que con esta novedad los

demás se hacen dispensabais para las tomas de decisiones – él

inclinó la cabeza y estrechó los ojos. – Sé que no depende de

mi autorización, pero yo me gustaría decir que estoy en

consonancia en mantener su cargo. En cuanto a usted

representar su familia – di de hombros. – Nunca fue diferente.

Excepto por el consentimiento de su esposa.

Y estaba allá. Todo el cobro silenciado, la mágoa escondida y a

saudade contenida. La imagen de él beijando Tanya

más pronto, cuando juntos hacían planes para

incriminarme, quitarme las acciones y seducirme con

un único objetivo, desmoralizarme.

Ћ Dando continuidad – insistí en no más dar


atención al

hombre que yo tanto amaba. – Estamos aquí para discutir

algunas acciones y estrategias elaboradas por el sector de

marketing – Bruno concordó con la cabeza y me miró

fríamente, aguardando pelo que yo diría. – Pues bien, yo, como

mayor accionista de este grupo – miré sugestivamente para


Robert, que sólo concordó. – Por lo tanto la persona que posee

más poder – él sonrió.

– Soy contra adelantar las acciones estratégicas

definidas para el próximo semestre.

- El quê? – Bruno se exaltó.

- Como así? - Nicole me cobraba no sólo aquella

decisión, pero todas las tomas para que yo

pudiera estar allí.

- Melissa? – Robert captó mi atención. Yo necesitaría ser fuerte.

– Yo aprobé en la reunión de ayer.

- Las acciones ya eran mías, muy aunque no fuera de su


conocimiento, en ese caso yo anulo su autorización.

Ћ Pero...

Ћ No es nada contra su proyecto,

Bruno, por el contrario – insistí en levantar haciendo

con que todos me miraran. – Mi objetivo no es destruir

el grupo, muy menos causar malestar. Yo tengo

informaciones 53

sobre el asunto que creo, son desconocidas para el grupo.

Ћ No estoy entendiendo – Robert sentó

volcando la silla en mi dirección y volviendo toda su

atención para lo que yo tenía a decir.

Ћ Imagino que no – miré para todos, decidida a


continuar. Era

necesario quebrar un poco de la conexión entre Robert y Tanya,

o al menos balancearla. – Recientemente nuestro grupo

adquirió una importante compañía china. La novedad será

anunciada mañana, conforme fui informada – todos

continuaron mirándome sin entender adónde yo quería llegar. –

Lo que vosotros no sabían, y yo aún me pregunto el motivo de

esta información haber sido omitida en los informes, es que la

empresa recientemente adquirida, está en este momento,


sufriendo todos los ataques posibles, debido a diversas

acusaciones, todas ellas comprobadas, de trabajo esclavo y

explotación infantil. Sin contar que sus antiguos propietarios

serán indiciados mañana por la acusación de explotación

sexual de menores, o turismo sexual envolviendo menores de

edad, niños para ser más exacta. Por un segundo el silencio se

hizo pesado. Robert, antes amistoso y con aquel mire que

intentaba ser indiferente que dejaba sobre mí, se volvió para

Tanya con toda su furia. En el mismo instante Abby comenzó a

distribuir los documentos que contenían las informaciones

anunciadas.
- Entonces... - di dos pasos en dirección a Bruno. - Hagamos público

nuestros éxitos en este momento, sólo estirará la

alfombra de las empresas cuando esta acusación caer

sobre el grupo. Siento mucho, Bruno! Realmente era la

oportunidad perfecta, pero mantendremos estas

estrategias para el segundo semestre, después que

consigamos probar que no estamos envueltos en esta

confusión toda.

Ћ Como usted dejó esta

información pasar despercebida, Tanya? Como usted

pudo? – Robert estaba enfurecido. Nada más en

aquella sala importaba además de las acusaciones

que pairavam sobre Tanya.

Ћ Como yo podría saber? Los informes entregues


fueron los que a

propia Melissa elaboró antes de sumir en el mundo y allá no constaba nada.

Ћ Claro que no! El informe no estaba

completo, además de eso, cuando yo comencé a hacerlo las

acusaciones no estaban tan claras – rebatí sin expresar

nerviosismo. - Y yo ni tenía noción de cuál empresa


estábamos hablando. Sólo realicé una investigación sobre el

mercado chino.

Ћ Las informaciones deberían venir de usted, Tanya.


Usted es la responsable

por esta parte dentro de la empresa. Como pudo

cometer este fallo? Un escándalo como este va en los

costar muy caro! – Robert estaba en su más perfecto

estilo CEO y yo no podía negar que tal hecho me dejaba

aún más excitada. Puta merda! Como podía? Allí, en el

frente de todos y yo pensando en sexo con mi ex-

amante.

54

Ћ Necesitamos arrumar una manera de

impedir que esta bomba explote en nuestro pego – Paul se

manifestó aún observando Tanya y Robert duelarem con

el mirar. – Droga! Si ellos comiencen a conectar a


imagen del grupo a todo eso van a cavar más hondo y

descubrir exactamente lo que no queremos que

descubran.

Ћ Y lo que no queremos que

descubran? – Olívia, como no podría dejar de ser, no

hacía idea del que existía de obscuro por detrás de

todo el glamour del éxito del grupo.

Robert y Tanya inmediatamente cambiaron la postura. La mención


de los

sus errores y la posibilidad de ser desmascarados en

público hizo con que ambos recularan a la vez. Sin

embargo aquel no era mi objetivo. Yo tenía motivos de

sobra para creer que la verdad podría ser revelada,

pues la bomba explotaría, pero nada pasaría de las

paredes de vidrio de aquella sala.

Ћ Tenemos telhado de vidrio – ellos me miraron.


Robert y Tanya tensos

con lo que yo podría decir, Olívia sin conseguir entender,

los demás sin creer que yo sería capaz de revelar. – El

año pasado nuestro CEO hizo un acuerdo ilegal con

algunas empresas concurrentes, donde intercambiaron


informaciones acerca de los operarios, garantizando que

ninguno de ellos podría ser contratado por la otra.

Robert enrijeceu y me encaró con un mirar mortal. Casi, casi

aún, desistí de hacer lo que debería hacer. Tuve suerte de

no estremecer y, si fuera posible, todos oirían las batidas de

mi corazón.

Ћ Robert? – Olívia cobró del hijo

una explicación. Anthony fue más rápido,

continuando lo que yo debería decir.

Ћ ES una forma de garantizar que las

informaciones no salgan de dentro del grupo o que

lleguen al concurrente. En verdad esta es una práctica

habitual entre empresas del porte de esta, a pesar de ser

ilegal, y
principalmente, de no ser bien-visto por la sociedad, a fin

de cuentas, estamos hablando de empleos y nadie es

gracias a permanecer en una empresa que no atiende a

sus anhelos, muy menos ser rechazado en la competencia

a causa de un acuerdo como este.

Ћ Que absurdo! – Olívia

cruzó los brazos y suspiró como si no

consiguiera creer en aquello.

Ћ No será nada interesante si algún reportero


interesado en

llamar la atención, resolver buscar por más podridão

y dé de cara con todo lo que existe aquí dentro.

Jugué en la mesa la copia de los emails intercambiados durante


aquella

transacción. Los mismos que Tanya tuvo el cuidado de

enviarme y que Dean, como perfecto profesional que

era, consiguió hacer sumir del planeta. Todas 55

las copias fueron gentilmente borradas, aún las de las

otras empresas, que, por un acaso, sufrieron una

pane en sus sistemas, quemando sus archivos.

La única excepción era en relación la Tanya. Habíamos vasculhados


todos sus archivos y nada encontramos. Ni aún la copia del email

que ella me envió cuando tuve que abandonar Robert, existía.

Ninguna copia en sus documentos de las nubes. Nada. Sin

embargo, sabíamos que ella las tenía y no hesitaría en usarlas.

Necesitábamos encontrar estas pruebas.

Ћ Por otro lado, nuestra gestora filantrópica

hizo un acuerdo con algunos grupos ecológicos, donde

contaban donaciones astronômicas, que con su

consentimiento, no fueron repasados para las instituciones,

así como, se dejó envolver en más una falcatrua con los

inmóviles donados para a


creación y estruturação de diversas instituciones filantrópicas.

Más una vez entregué los documentos que comprobaban

lo que yo afirmaba. Tanya no usaba más su habitual

máscara de desprecio. Ella me encaraba con odio. Y era

justamente lo que necesitábamos.

Ћ Como yo dijo: tenemos telhado de vidrio.

Ћ Y lo que usted sugiere,

Melissa? – Bruno parecía dispuesto a aceptar

cualquier cosa que quitara el foco del hermano

y, consecuentemente, de la cunhada.

Robert continuó de pie mirándome en un mixto de

tristeza y rabia. Estaba herido con más aquella traición.

Él nunca entendería que para acabar con Tanya,

necesitábamos acabar con él también.

Ћ Anthony explicará – senté

dando la palabra a mi abogado que levantó

para ganar la atención de todos.

Ћ La idea es entrar hoy aún con un recurso contra


la antigua

dirección. Si fuéramos nodos a alertar el mundo para los

errores de ellos podemos ganar un poco de la confianza de


los ciudadanos americanos. A la vez, crearemos un grupo

de combate a la explotación infantil, regularizaremos toda

la cuestión de los operarios de la fábrica en suelo chino,

haremos como se estuvieran en suelo americano, eso

llamará la atención, además de aumentar el interés en el

grupo como responsables por mejorar la calidad de vida

de nuestros operarios.

Ћ Eso nos traerá un perjuicio enorme –

Robert interrumpió. – Nuestra ventaja estaba en no tener

en China una ley laboral tan rígida, ni tan cara en cuanto a

nuestra. Si tratáramos los operarios chinos como los

americanos, los costes serán astronômicos y los logros

mínimos.
Ћ Necesitamos mostrar que estamos

dispuestos a cambiar lo que acontecía en la

administración anterior. Si dejáramos como era seremos

vinculados a la ilegalidade de los hechos. ES una acción

que podrá proyectarnos y mucho

56

probablemente volcar la situación a nuestro favor – Anthony rebatió.

Ћ Él tiene razón – Bruno se

entrometió en la conversación. Él estaba tenso, pero

había uno brillo de más en sus ojos. – Necesitaremos

de una campaña muy buena, que exigirá recurso y

esfuerzos.

Ћ Primero necesitamos accionar, en

las leyes americanas, los responsables por los

crímenes. Presentaremos las pruebas encontradas –

Frank se envolvió, ya acompañando el ritmo.

Ћ Podemos entrar en contacto con los principales


medios de

comunicación presentando las estrategias. Y mañana

haremos un comunicado oficial, con un discurso

inflamado, donde dejaremos claro que no


concordamos y que lucharemos contra esos abusos –

Bruno continuó esquematizando todo el proceso.

Ћ El objetivo es quitar la culpa de

nuestros hombros. Rebatiremos las acusaciones con una

campaña de apoyo al combate a la explotación sexual y al

trabajo infantil. La campaña será mundial, podremos iniciar

un trabajo más fuerte en la propia China, donde tendremos

el apoyo de su principal grupo – colaboré finalizando lo que

pretendíamos, y era la hora de dar la cartada final. – Olívia,

sería muy bueno se tuviéramos su colaboración en este

trabajo. Tanya está muy ocupada con diversos problemas en

su sector, y creo que su imagen, como matriarca de esta

familia, corroboraria con nuestros objetivos.


Ella me miró absorbiendo todo lo que acabábamos de

decir y por fin, concordó con mi sugerencia. Yo sabía

que ella concordaría, a fin de cuentas, no fue eso lo que

había despertado con el hijo? Yo sólo hice con que

pareciera ser mi opinión.

Ћ Anthony y Frank, vosotros

necesitáis dar inicio a este proceso

inmediatamente. Por eso están liberados. Bruno,

usted aún tiene alguna cosa a añadir?

Ћ No. En verdad preciso iniciar esta

campaña. Voy a hacer una reunión con mi equipo y

recolectar las mejores ideas. Olívia y Tanya podrían venir

conmigo, ya que serán las responsables por la parte

social. Quiere decir... Olívia será, pero Tanya precisará

ayudarla.

Sólo concordé y miré para Nicole, que no se

expresaba, sólo observaba la forma como

yo actuaba.

Ћ Nicole, sugiero que estudie la lista de operarios


intercambiadas en la
transacción ilegal y contrate dos o tres de ellos. Si no

consigamos contener el problema, tendremos cómo alegar ser

infundado este acuerdo se tengamos cómo probar que

contratamos profesionales oriundos de las demás envueltas.

Ћ Y usted quiere que yo

resuelva eso de la noche a la mañana? – ella

estaba irritada. No era para menos.

57

Ћ Hum! En verdad es

exactamente lo que yo quiero – y sonríe como

que para provocarla.

Ћ Melissa tiene razón, Nicole.

Cuanto antes tengamos estos profesionales en

nuestro cuadro, más perfecta queda la disculpa –

Robert colaboró y Olívia asintió.


Ћ Todo bien. Voy a ver lo que

puedo hacer para limpiar la merda que usted

hizo – Nicole levantó saliendo como un huracán,

sin aguardar por más nadie.

Bruno y Olívia siguieron Nicole tan inmediatamente

entendieron que nada más tenían a hacer allá. Paul,

quedó sin gracia así que se vio solo conmigo, Tanya y

Robert, y entendió que aquel problema no le pertenecía,

entonces fue aunque, parando rápidamente para hablar

con Abgail. Fingí juntar mis papeles y batería en retirada,

si no fuera la esposa de mi ex-amante parar mi frente

con una sonrisa amistosa, que yo bien sabía, que de

amistoso no tenía nada.

Ћ Confieso que usted es una adversaria que yo


subestimé. Creí

que realmente amaba Robert, pero vea sólo: le roba las

acciones, lo tira a los leones en la primera oportunidad, hace

el papel de buena samaritana trayendo el problema y la

solución, exponiendo lo que está por bajo de los panos, y aún

oferta a Olívia mi cargo – y, sonrió teatralmente – Cuidado,

Melissa! Tal vez usted esté aún con problemas neurológicos y


está buscando confusión en la tentativa de alcanzar la

“libertad de la alma” – estremecí con aquella amenaza tan

explícita. Percibí que Robert se aproximó un poco más de

nodos dos, como se estuviera pronto para defenderme.

Ћ Con toda la certeza usted

me subestimó, Tanya. Cuidado! Yo aún no revelé,

ni usé todo lo que sé contra usted.

Ћ Esta no será una guerra justa – y

salió con su clase inquestionável. Fue cuando me di

cuenta de que Robert me encaraba con una frialdad

que helaba mis huesos.

Ћ Alguna amenaza para hacer? – levanté el rostro


encarando de vuelta y
intentando mantenerme segura.

Ћ No – él parpadeó como se

estuviera despertando de un transe. – No, Melissa – y

estaba allá. Aquella tristeza que quitaba mi aire, que

me quebraba sin darme condiciones de me recompor.

Yo ya sabía que sería así. Que él se magoaria a punto de no

haber condiciones de perdón. Que yo entraba en un juego

tan complicado y pesado cuánto lo que él hube establecido

con Tanya. Que no permitía vuelta. Era lo aunque ser

enterrada viva. Sufocante, medonho, aterrorizante.

Porque yo sabía que en aquel momento nada más

podría ser cambiado. Robert me odiaba y con eso

conseguiría encajarse perfectamente en la 58

segunda parte del plan. Era preciso ser fuerte,

sin embargo yo no era. Y sólo entendí eso en

aquel instante.

Ћ Robert...

Ћ Sabe lo que yo hallo de peor en esta

historia? Tanya tiene razón. Usted engañó todo el mundo.

Yo también creí que me amaba – y sus ojos me cobraban

este amor con tanto calor que fue imposible resistir.


Ћ Yo...

Ћ No, Melissa! En el fondo yo sé que todo fue culpa


mía. La historia

si repite, no es? – puta merda! Lo que yo estaba

haciendo? – Yo destruí Tanya, destruí los sueños

de ella y a hice lo que es hoy – sonrió con su

desgracia. – Y vea sólo lo que yo hice con usted.

Vea lo que usted se hizo. Nada diferente de Tanya.

Yo creé dos monstruos! Puta. Que. Pariu!

Nunca, en todo mi proceso de construcción de aquel plan,


imaginé que Robert sería capaz de igualarme la Tanya. Ni en míos

peores

pesadillas

imaginé

que

eso

fuera

posible.

Empeoraba

considerablemente cuando él asumía toda la culpa para sí. Como si él

fuera el único causador y responsable por todo el problema. Como se a

culpa fuera sólo de él.

Puta merda!

Y diciendo eso, Robert me dio la espalda y salió. No

sólo de la sala, él fue en dirección de las escaleras y

sumió de mis vistas. Droga! Comencé a caminar

cómo se fuera buscá-lo. Y era lo que yo haría se

Abgail no me impidiera en el exacto instante en que

mi corazón imploraba por un final feliz para aquella

lama toda. Pero ella me impidió y yo entendí que era

preciso continuar.
- Él va a volver. Quede tranquila.

Dos lágrimas escaparon. Conseguí limpiarlas y erguer la cabeza.

Robert necesitaba ser maduro y fuerte para entender

que todo era necesario, o entonces nunca terminaría.

Ћ Quede atenta, Abby. Yo tengo miedo.

Ћ Él no hará ninguna besteira. Robert es fuerte –


pero sus ojos
traicionaban su confianza. Ella también tenía miedo.

Ћ Y Dean?

Ћ Él viene te buscar para el almuerzo

en el horario combinado. Probablemente Robert irá a

encontrar Tono e inmediatamente tendremos noticias

de él. Ahora usted necesita continuar. Por la tarde las

estrategias llegarán y usted tendrá que continuar con

el plan.

Ћ Correcto – suspiré pesadamente mirando para mi


sala. – Correcto.

Yo, Melissa Simon, estaba allá, en la sala

destinada al CEO de la C&H 59

Medical Systems, sin embargo mi corazón estaba lejos,

muy lejos. Él estaba con Robert Carter,

independientemente de saber si él entendería o me

aceptaría de vuelta cuando todo acabara. Mi corazón

continuaba siendo de él y siempre sería.

60

CAPÍTULO 7

Mi gana era de estrangular Melissa. Yo sentía tanta rabia y


tanta tristeza a la vez que sería capaz de destruir un

trator con mis propios puños. Como yo pude

engañarme tanto? Como ella podía traicionarme de

aquella forma?

A la vez que mi cuerpo procesaba la rabia que yo sentía,

mi mente sufría con tantas lamentações. No era posible!

Melissa no era aquella persona fría y mala. Ella no podía ser

todo aquello sin que yo hubiera percibido como marca en

su personalidad. No en un relacionamiento tan intenso y

enamorado cuánto el nuestro. No tras todo lo que yo

aprendí con la convivencia con Tanya. La primera vez fui


incapaz de percibir a tiempo, pero la segunda

sería imposible. Yo habría percibido.

Y yo la amaba. Como era posible?

Dolía tanto que mi pecho parecía hinchar e implorar por la explosión.


Lo

que estaba aconteciendo conmigo? Por qué yo no entendía que era

necesario destruir Melissa antes que ella me destruyera por completo? Por

que yo simplemente no aceptaba el plan de Tanya y concluía esta

historia? A enterraba junto con todas las otras que me ayudaron a construir

la persona horrible que yo era?

Lo que yo hice?

Lo que yo hice con ella? Como pude ser tan canalha a punto de permitir

que ella se transformara en aquello? Lo que de tan terrible

yo había permitido acontecer para que ella me

despreciara tanto? Para que ella decretara guerra contra

mí. Contra mí? No. Yo sólo intenté protegerla. Por eso

permití que fuera aunque. Por eso intenté muchas veces

hacerla salga de mi vida. Todo por ella. Siempre y

únicamente por ella.

Mi celular vibró antes que yo consiguiera conectar el

coche. Descendí las escaleras sintiéndome tan


destruido que no percibí las personas, los pisos, nada.

Yo ni tenía idea de para donde debería ir, sólo que

necesitaba alejarme, o entonces a mataría. Y no sería

mejor se fuera así? No!

No existe un mundo feliz sin Melissa Simon. Aunque ella

estuviera contra mí, aunque durmiera todas las noches en los

brazos de otro hombre, aunque todos los días yo necesitara

luchar contra el dolor del punhal que ella cravava en mi

corazón. No existía un mundo feliz sin


61

ella.

Ћ Alô! – forcé la voz a salir

fuerte tragando la desesperación que luchaba

contra mi orgullo.

Ћ Robert? Tengo todo lo que usted pidió.

Encontré con Tom, mi investigador particular, por la mañana, antes

de la reunión. Él explicó que su sistema sufrió un

ataque que cogió todo el mundo de sorpresa y que

probablemente fue una armação de Tanya, pues

todos sus datos fueron deletados y todo los teléfonos

del equipo quedaron incomunicáveis por tres días. Mi

primer pensamiento fue: entonces Tanya tiene

alguna cosa a ver con la vuelta de Melissa. Ellas

están juntas en esta confusión.

Por eso sólo observé lo que Melissa hacía y todas las

reacciones de Tanya, pero todo lo que fue

aconteciendo me dejó sin saber cual era la verdad. A

fin de cuentas ellas actuaban en conjunto? Tanya

quería sólo quitar Melissa del camino? Mi amante...

Ex-amante, quería librarse de Tanya? O ella quería


destruirme por creer que yo causé su infelicidad, así

como mi esposa creía. Merda! Era todo confuso

demás.

Ningún recuerdo me ayudaba a creer que yo había

hecho algo para que Melissa me odiara tanto. Nuestro

último día, cuando ella fue aunque, hubo tanto dolor,

tanta tristeza. Y el pasaje que ella había dejado sobre

la cama? “En el fin yo estaré allá”. Lo que ella quería

decir con aquello? Y por qué infierno casó con Dean?

Sólo podía ser mentira. Todo no pasó de una mentira terrible. Una
forma de conseguir llegar hasta mí. “Yo odio usted” su

voz aún ecoava en mi oído cuando conseguí

confrontarla en el cuarto de baño.

Ћ Robert?

Ћ Donde usted está? – hubo un silencio extraño.

Ћ Estoy prójimo a su casa.

Ћ Donde puedo encontrarte?

Ћ En el parque que queda cien

metros después de su quarteirão. Allá estaremos

seguros.

Ћ Ok.

Salí del garaje dándome cuenta de un lujoso BMW

estacionado prójimo a mi coche. De quién sería? Sentí

una pontada hundir en mi pecho cuando me di cuenta de

que sólo podría ser de Melissa.

Ћ La hija de la madre está gastando

todo mi dinero para vivir confortablemente con aquel

cretino – casi jugué mi coche contra lo de ella, a fin de

cuentas, teóricamente el vehículo me pertenecía, pero


preferí aguardar para confrontarla tras el que Tom me

dijera.

62

Dirigí como un loco y estacioné de cualquier manera. La

lluvia castigaba el día frío. El invierno en Chicago era

siempre de aquella forma, pero en aquel fin de mañana, en

especial, parecía que todo el mundo estaba triste, así como

yo me sentía por dentro. Perdido en una terrible tempestad.

Descendí en la lluvia y corrí en dirección al coche del Tono.

Ћ Que tiempo ruim! – él comenzó a hablar, pero paró


así que vio a

mi cara de pocos amigos.

- Lo que consiguió?
Ћ Primero la certidão de boda de

Melissa y Dean – él me pasó un envelope pardo, que

inmediatamente observé tener una copia de aquel

maldito episodio. Entonces era aún verdad. Tragué

en seco, aguardando por él.

Ћ Yo siento mucho.

Ћ No sienta. Necesito saber sobre Tanya.

Ћ Pelo que entendí no existe nada entre las

dos. De hecho, Tanya está cubriendo todos los pasos de

Melissa. Las informaciones que voy te pase conseguí

invadiendo los archivos de ella – él me pasó otro envelope.

Ћ Lo que tiene aquí?

Ћ Todo. Melissa compró una cobertura en la misma


manzana que usted,

donde vive con Dean. Conseguí unas fotos de ellos dos

actuando como una pareja normal. Ella está aún usando el

dinero para bancar una buena vida para ellos dos. Vea sólo – y

me pasó las fotos. Tuve ganas de rasgarlas. Melissa me usó

aquel tiempo todo. – También compró dos coches y contrató

seguridades. Ella ahora es de más nueva millonaria de Chicago.


Abrí la puerta del coche y descendí en la lluvia sin darme

al trabajo de despedirme de Tom. Aquel ambiente pasó a

ser sufocante. Pensé en entrar en mi y evitar la lluvia que

ya me ensopava, por otro lado mi pecho parecía querer

explotar y nada mejor del que caminar un poco, aún en

medio a una tempestad. Entonces entré en el parque y

anduve sin prisa pensando en como conseguiría sobrevivir

a todo aquello. Como ella consiguió engañarme?

Lo que yo debería hacer?

Pensé en todos los detalles de aquella situación intentando elaborar


uno
plan para evitar que el perjuicio fuera mayor. Cada

pensamiento me llevaba la Tanya. A pesar de todo,

ella aún era mi mejor aliada. Además de ayudarme a

mantenerla bajo control. Pero hasta donde yo podría ir?

Pasé largos minutos sin saber para donde iría, hasta

que concluí que mi casa sería un buen refugio.

Ríe solo al constatar que aquel nunca fue un lugar

donde yo podía llamar de casa. Los últimos años era

allí que yo trababa mis peores 63

batallas contra Tanya y también donde yo conseguía

dominarla. En aquel instante, aquel era el único lugar

donde yo podría sentirme seguro, a pesar de las

congojas.

Abrí la puerta notando la poça d’agua que había

quedado del lado de fuera. Yo estaba encharcado.

Así que entré noté la presencia de una señora

baixinha, un poco gorda, cabellos negros y largos,

trançados, descendiendo por la espalda, un rostro

redondo y ojos levemente repuxados en las

esquinas, trajando el uniforme de empleada de la

casa. De donde salió aquella figura?


Tengo certeza que mío mire intrigado revelaba mi estranheza

con la persona que yo nunca había visto en la vida.

Ella me miró y sonrió, viniendo directamente en mi

dirección.

Ћ Sr. Carter, buena tarde! El señor

está muy mojado, me gustaría una toalla? – continué sin

entender la situación, pero si ella estaba dentro de mi

casa y usando el uniforme de los empleados... Y ella

tenía un acento muy cargado. Tal vez español?

Ћ No. Yo voy directo para el baño. La señora es...


Ћ Oh, sí! Perdón por la

indelicadeza. Soy la Sra. Alonso, la nueva

gobernanta de la casa. Me gustaría alguna cosa?

Una bebida caliente? Está muy frío hoy, señor.

Ћ No, gracias! Nueva gobernanta?

Ћ Sí – Tanya respondió descendiendo

las escaleras y viniendo en mi dirección. Ella usaba un

vestido simple, como hace muy tiempo no la vía usando.

Era de asas y le daba un aire más joven. Como Melissa.

Puta que pariu! – Nuestra gobernanta pidió una licencia

para cuidar de la hija que necesita de cuidados médicos.

La agencia nos envió la Sra. Alonso, que quedará con

nosotros hasta que todo se normalize.

Ћ Correcto – desvié el mirar deseando un baño


caliente.

Ћ Llegó pronto. Y mojado – ella me analizó con ojos


extraños y

después sonrió. – Va a acabar cogiendo un resfriado, jefe –

droga! Adónde Tanya quería llegar con aquello todo? Ella

pasó la mano en el cuello llamando mi atención para el

collar que aún teimava en usar. Lo que hube recibido de


herencia de la madre y que había sido olvidado por mucho

tiempo, pero que hube pasado a ser indispensable los

últimos meses.

Ћ Voy a tomar un baño – y salí dejando

las dos para tras. Mientras el agua caliente caía en mi

cuerpo, mis pensamientos me

llevaban sólo para un único punto: Melissa. Como yo

podía sentir tanto su falta? Como mi mente no

conseguía encubrir aquel amor que resistía, con el

más puro odio. Por qué yo no conseguía regar aquel

sentimiento con la mágoa que ella me causaba desde

que volvió? Por qué yo 64

no conseguía olvidarla? Y, finalmente, por qué mi cuerpo aún ansiaba


pelo de ella? Por su piel fresca, blanda, sus labios calientes, su cuerpo

pequeño e increíble, sus besos enamorados. Nodos éramos únicos. El sexo

era perfecto, el amor incondicional. Como yo aún a deseaba tanto?

Mi cuerpo no entendía. Él no obedecía la orden de enterrar lo

deseo y dejar vivir sólo la gana de estraçalhá-la, en vez de tomá-

la en mis brazos y hacerla mía, como siempre fue.

Merda! Yo amaba tanto aquella mujer que sería

capaz de cualquier cosa por ella. Cualquier cosa por

sólo más un día, un minuto, un segundo a su lado,

teniendo que vuelve su amor.

Fue cuando sentí manos pequeñas tocándome. Corriendo por

mi espalda y se entrelaçando en mi pecho. Inmediatamente su

cuerpo pegó a mi. Y yo sabía que aquella no era Melissa, pero

lo que importaba? No era conmigo que ella estaba, entonces

por qué no cerrar los ojos y permitirme? Tanya, percibiendo

que yo no la repeli, beijou mi hombro y dejó

que sus dedos vagaran en los cabellos de mi peitoral. Yo

aún no reaccionaba. No sabía lo que debería hacer. Estaba

excitado. Claro! Segundos antes yo fantasiava con Melissa

en mis brazos. Acordaba de su olor, sus gemidos, como se

comportaba cuando estábamos amándonos, su carne


blanda recibiéndome y adaptándose a mí de una forma

hasta entonces incompreensível, pero que me tiraba al

más puro nirvana. Yo quería poder tocarla en aquel

instante.

Mi esposa era osada, esperta, sabía lo que hacer para

enlouquecer un hombre. Ella no esperaría hasta que yo le de

ese permiso. Sin haber cómo negarme aquel momento y con

los pensamientos aún en Melissa, mantuve mis manos al lado

del cuerpo, la cabeza debajo del agua


y los ojos cerrados.

Ella descendió las manos alcanzando mi miembro rígido, massageando-lo

para que nada confundiera sus planes. Tanya sabía

que se consiguiera conducirme sólo por el placer

tendría lo que quería de mí. Por eso sus manos sabias

iniciaron el proceso de masturbação, manteniéndome

firme para su objetivo.

Tragué mi orgullo, pero mantuve Melissa en mis

pensamientos, cogiendo firmemente su imagen en mis

párpados cerradas, mientras sentía Tanya arrancar de

mí lo que deseaba. Mis manos buscaram su cuerpo,

acariciando, a principio sin mucha convicción, su piel

mojada. Pero después la rabia me dominó.

Puta que pariu! Melissa estaba casada con Dean. Transando con

Dean. Y probablemente riendo de mí con aquel hijo de la puta. Aún

así, era ella quien yo deseaba en aquel momento. A pesar de no querer

65

desear.

Fue con esta rabia que mis manos se hicieron más

firmes. Sin pensar dos veces vendré tomando

Tanya en mis brazos. Inmediatamente mis labios


cercaron sus senos y mis manos agarraron su

cuerpo, buscando y palpando cada parte que yo

encontraba. Ella gimió de satisfacción.

- Eso, Jefe!

Merda! No era aquella voz que yo quería oír. No era aquella


forma de deseo que yo ansiaba de la mujer que estaba

conmigo. Pensé en recular, pero ella pasó una pierna en mi

cintura, roçando su sexo al


mío. Aún a ciegas permitirme continuar. Pegué mi cuerpo

al de ella y mordí su cuello. Pero no era el mismo sabor de

piel.

En mis pensamientos era Melissa allí conmigo, en mis

brazos, tocándome, sin embargo en nada la realidad

condizia con lo que yo ansiaba. Los toques fuertes, las

uñas afiladas cravando en mi espalda, el rebolado más

osado, más experto, los gemidos... Nada de aquello era

Melissa. Mi mano cerró con fuerza en su seno más

voluminoso del que lo de la mujer que yo amaba. Tanya

gimió alto.

- Vamos, Robert! Muéstreme quién manda en este juego – era de eso que

ella me gustaba. De ser subjugada. Que yo a

dominara y mostrara que a pesar de todo, de toda

nuestra guerra, yo aún a vencía en la cama. Porque

era cómo yo quería y no conforme la gana de ella.

Pero yo no podía.

Ћ Oh, Dios! Yo

adoro cuando usted me toca así.

Merda! Su voz no ayudaba en nada.

Abrí los ojos y encaré mi esposa. Ella estaba ofegante, loca


para que yo a poseyera, y yo continuaba excitado. No

por ella, lógico! Y sí por las imágenes de mis

momentos con Melissa que no dejaban mi mente. Mi

mano subió para su cuello y una mezcla de rabia, por

ser gracias a encarar aquella realidad y deseo por

alivio. No era nada fácil la situación.

Ћ Hace un favor para nodos dos? – ella parpadeó y


sonrió. – Queda callada.

Ћ El quê?

Ћ Callada. Yo ya dijo. Ni una palabra – aún sin querer,


di a

Tanya lo que ella quería. Una orden. Algo que a mantuviera submissa. Ella
sonrió y desvió los ojos, como debería ser.

Puta que pariu! Yo no podía. No quería. Pero que merda!

- Viene acá!

Giré nuestros cuerpos, apoyando mi espalda en

la pared, a la vez que empujaba Tanya para bajo.

Como una buena submissa ella 66

obedeció sin decir más nada. Con rabia y

frustração, cogí mi miembro con una mano y los

cabellos de mi esposa con la otra. En el mismo

instante ella entendió lo que yo quería y su boca

deslizó luxuriosamente en mi carne.

Varias cosas pasaron en mi cabeza: Melissa con Dean,

contando mi familia lo que yo había hecho, robando mis

acciones, humillándome... Puta que pariu! Arremetí en

Tanya sin parar para pensar. Cuando más yo sentía la

rabia y tristeza que me invadía, pero fuerte yo forzaba mi

esposa a tragarme, cogiendo firme en sus cabellos y

empujándome lo más fondo posible en su boca.

Melissa en los brazos de Dean. Ella gastando mi dinero.

Ella humillándome. Ella diciendo que me odiaba. Ella

casada con aquel hijo de la puta. Lágrimas descendían de


mis ojos cerrados mientras yo luchaba bravamente contra

ellas. Y entonces las imágenes de ella diciendo que me

amaba, ella pidiéndome para no abandonarla, ella

amándome, gimiendo mi nombre, haciendo planes para

una familia. Melissa sonriendo y anidándose en mí

después de lo gozo. Su boca blanda tomándome y

sugando como nadie más fue capaz de hacer.

Y entonces yo gocé. Con aquella imagen en mi mente, de la mujer


que yo amaba, de rodillas para mí, pero muy más

soberana del que yo conseguía ser en cualquier

momento. Porque incluso en aquel instante, aún

siendo otra en su lugar. Era por ella que yo gozaba y

sólo ella me traía el alivio.

Trabé los dientes impidiéndome de llamar su

nombre, mientras mis pensamientos gritaban

por ella.

Aún con el cuerpo estremeciendo, sentí Tanya

retornar para mí. Ella sabía que yo era capaz de más,

de satisfacerla como tanto ansiaba. Si yo quisiera.

Pero yo no quería. Y en aquel momento yo me di

cuenta del problema en que había me metido.

Ella beijou mi barriga, mi pecho, mi cuello e intentó alcanzar

mis labios. Fue imposible continuar. Melissa era una imagen

muy fuerte en mi mente y Tanya fue sólo una distracción,

una forma de alcanzar placer en medio al turbilhão en que

yo me encontraba. Delante de la realidad y con la mente

más clara, yo no podía meditar la hipótesis de poseer Tanya.

Con la mano firme a alejé. Ella me miró sin entender.

Ћ Disculpe! Yo no debía.
Ћ Usted... Robert?

Ћ Siento muy – era

fundamental intentar ser cortés. Ella me miró con

mágoa, que rápidamente se transformó en odio.

Ћ Lo que aconteció? ES sólo

continuemos. Yo sé que usted puede ir además

67

de eso.

Ћ No, yo no puedo. Discúlpeme Tanya!

Ћ Disculpe? ES sólo lo que tiene para decirme?


Desconecté el chuveiro e intenté pasar por ella, pero fui impedido.

Ћ Por qué eso ahora?

Ћ Porque yo no consigo más –

forcé mi voz a no salir alta o grosera, pero era

casi imposible.

Ћ ES a causa de ella, no es? Era

en ella que usted estaba pensando cuándo me

fodia con tanta avidez?

Era imposible mantener la tranquila con Tanya,

principalmente después que ella forzaba una situación

y me cobraba como si yo le debiera satisfacciones.

Que merda! Ella forzó la barra, ella me impeliu a hacer

aquello, lo que más quería?

Ћ Melissa no te ama más. Nunca te amó. Con


certeza mientras

usted me fodia como una vagabunda implorando para

ser la boca de aquella mujer desprezível a te chupar,

ella reía en los brazos de otro hombre. Eso no va a

quedar así, Robert Carter. Yo no voy a admitir ser

tratada de esta forma. No voy a aceptar ser usada

sólo para aliviar sus devaneios y necesidades.


- No? – yo podía sentir toda la rabia acumulada de los últimos tiempos

si apossar de mí. – No fue eso lo que usted hizo conmigo? No

fue así que usted hizo cuando me dopou y me forzó la transar?

No pierda su tiempo, Tanya. Yo sé muy bien que usted no es

más una menininha ingenua. Si es que ya fue algún día. Usted

sabía que era en ella que yo pensaba porque nunca fue

diferente desde el día que Melissa entró en mi vida, y poco me

importa se era usted u otra persona que sirvió de alivio. Yo no

forcé esta situación, no te pedí para entrar en mi cuarto de

baño y muy menos para hacer todo lo que hizo. Si no está

contento por ser tratada


como una vagabunda entonces no se comporte como una.

- Su hijo de la puta!

Tanya me acertó un tapa fuerte en el rostro, pero no paró

por ahí. Ella avanzó, enfurecida, mientras gritaba y me

batía sin preocuparse con lo que estaba haciendo. Yo sólo

intentaba contenerla, impidiendo que se machucasse o

que verdaderamente me hiriera. Era imposible. Agarrados,

y sin ropas, ella se debatía y me arañaba. Conseguí

salir del cuarto de baño y juntos caemos en la cama.

Aún con tanta rabia, yo vi cuando el mirar de Tanya

cambió y como ella pasó a moverse de otra forma.

Giré por cima de ella cogiendo sus brazos por encima

de la cabeza y conteniendo sus piernas con mis

rodillas, abriéndolas cómo se fuera poseerla. Miré

para nuestros cuerpos. Tanya era linda. Un cuerpo

perfecto, nada 68

castigado por las dos gestações. Nada había sido

retocado, todo estaba como siempre fue. Aún así, yo

no a deseaba más.

Ella forzó los brazos, fingiendo estar contrariada y ofendida con lo


mi mirar, pero yo sabía que ella quería estimular mi

imaginação y que en el calor de la pelea, aquella fuera la

punición más adecuada.

Ћ ES lo que usted quiere, no

es? Que yo te coma con la rabia que estoy

sintiendo?

Ћ Usted sabe lo que yo quiero – rebatió aún


demostrando ofensa.

Ћ No va a acontecer, Tanya – ella se

debatió aún más e intentó morder mío pulso. Ríe. – Usted

continúa linda. Sería la perdición para cualquier hombre.

Hasta para mí, si no fuera un único detalle – él paró y me

encaró. – Yo te desprecio. Usted destruyó mi vida cuando

mandó
Melissa abandonarme y no existe otro culpable para mi

desgracia que no sea usted. Siempre usted – sus ojos

quedaron llenos de lágrimas, pero ella fue fuerte el

suficiente para no derramarlas. – Ahora falda de mi

cuarto. Busque Frank, o cualquiera otro para satisfacer

sus necesidades. Salí de cima de ella, que sin debatirse,

salió de mi cama, cogió mi roupão y fue aunque del

cuarto. Media hora después yo estaba en la calle.

Dirigiendo en búsqueda de alguna cosa que pudiera

exorcizar aquellos recuerdos. Paré en un bar conocido.

No era bien lo que yo buscaba, pero serviría.

Así que entré fui para el mostrador. El garçom ya me

conocía. Yo nunca había ido a aquel establecimiento

sólo para beber, y sí para encontrar amigos, jugar

conversación fuera y reunirme con algunos

empresarios importantes. Yo estaba en el lugar

errado.

Ћ Sr. Carter, buena noche! Lo que me gustaría


beber?

Ћ Uísque, por favor! Sin hielo.

Ћ Sí, señor.
Poco después yo ya estaba con mi vaso en mano. Los

pensamientos aún me castigaban y yo sentía aún más

odio por tener me permitido aquel contacto con Tanya.

En verdad, yo no tenía miedo de que nuestro acuerdo

llegara al fin, pues conocía mi esposa suficientemente

bien para saber que ella no recularía a causa de un

impasse. Pero yo bien sabía que sólo aquella situación

sería el suficiente para que ella me atacara con fuerza

cuando Melissa no fuera más una amenaza. Melissa!

Droga!

Por qué yo aún me permitía pensar en ella con aquel dolor que me
sofocaba? Bebí todo el uísque e inmediatamente mi

vaso fue reabastecido. Si ella supiera. Si siquiera

imaginara lo que había acontecido en aquella noche.

Puta que pariu! Si fuera otro tiempo ella me mataría,

con toda la certeza. 69

Sonríe para los recuerdos, pero inmediatamente la tristeza me


abatió.

No puede haber sido todo hube mentido. Ella sufrió

tanto cuando vio el vídeo de cuando Tanya me dopou. Y

cuando yo dijo que necesitábamos en los alejar? No. No

fue una mentira. Fue algo que yo hice, o que alguien la

hizo creer. Merda! Dean, con certeza hizo alguna cosa.

Él consiguió convencerla de que yo no merecía su amor.

Ludibriou mi Miel y se apossou de ella con sus garras

sucias.

Ћ Hijo de la puta!

Ћ Señor? – me di cuenta de que

pensé alto y acabé xingando el garçom. Tuve ganas

de reír, entonces entendí que no sólo mis

pensamientos estaban confusos. Mi visión también.


Ћ Cuántas dosis yo ya bebí? – mi voz salió
arrastrada.

Ћ Siete señor. Me Gustaría de más alguna cosa? –


Siete? Indiqué lo

vaso y él inmediatamente colocó más bebida. Siete? No

era posible. Miré alrededor y el local no estaba lleno.

Nadie conocido, pero me deparei con un par de ojos

azules observándome. Aquel rostro, aquella piel

bronzeada, yo la conocía de algún lugar.

La mujer, al percibir que yo la observaba, sonrió, sin

demostrar embaraço y anduvo en mi dirección. Observé

todos sus pasos. Usaba un vestido pegado al cuerpo, en el

color rojo, y sus movimientos eran todos revelados por la

pieza. Los senos fartos, expuestos en un decote


generoso, llamaban atención. De donde aún yo la conocía?

- Sr. Carter! – ella sonrió y sentó a mi lado. Estreché los ojos

dejando claro no acordarme de ella. Y yo debería? Bueno,

normalmente una mujer bonita cómo ella no pasaría

despercebida por mí. Inmediatamente quedé avergonzado de

mi actitud. Ya bastaba Tanya en aquella noche. No había

espacio para más nadie. – Srta. Garcia, la nueva asistente

ejecutiva del Sr. Otaki. Estuve en su sala ayer, para la entrega

del informe.

Sí. Yo acordaba. La secretaria bonita e inteligente.

Perspicaz, observadora, intimidadora, sin uno

goteo de timidez y definitivamente muy gostosa.

Mi cabeza giró.

Ћ Srta. Garcia – repetí

tomando un largo gole de mi bebida. – Lo que

hace aquí? – ella rió con gana.

Ћ Puedo preguntar el mismo al

señor – puta que pariu, ella tenía senos lindos! Desvié

el mirar así que me di cuenta que encaraba su decote.

Lo que estaba aconteciendo conmigo?


Ћ Lo que está bebiendo? – indiqué para que el
garçom se aproximara

y él inmediatamente llenó mi vaso, aguardando por el pedido de la


senhorita.

Ћ Negroni, por favor!

Ћ Negroni? –

ríe. Era una bebida bien

femenina. 70

Ћ ES caliente – y su sonrisa indicaba muchas cosas.


Cosas que me

negué a pensar, entornando el líquido de una sólo

vez. Merda! Yo estaba me embebedando por la

segunda vez en dos días.

Ћ Yo creo que... Bueno... Necesito ir – y levanté

antes que perdiera la capacidad de dirigir. No quería despertar

más una vez en la cama de Tanya,


ni imaginar lo que ella sería capaz de hacer

conmigo se me alcanzara borracho otra vez.

La chica quedó para tras, sin contestar o

señalizar disgusto. Droga, ella era linda! Pero

Melissa era muy más.

Ћ Merda! Que diablos usted aún hace en mi

cabeza? No ya fue el suficiente? – pero la imagen de ella sonrió

para mí, burlando de mi angustia. Fue imposible no sonreír de

vuelta. Ella quedaba perfecta sonriendo. Levanté el rostro para

lluvia que engrossara y formaba un véu impidiéndome de

enxergar además del coche. Atravesé la calle corriendo, pero

paré antes de conseguir alcanzar la puerta. La llave aún estaba

en mis manos y mi dedo estaba casi destravando el vehículo

cuando a vi.

Ella estaba en la lluvia, parada próxima a mí. Sus

cabellos largos y voluminosos estaban mojados, así

como su ropa, una calza jeans y un suéter que

malmente a protegía del frío enregelante que hacía.

Pero ella estaba allá, parada y encarándome,

enfrentando toda la lluvia que descendía sobre

nodos dos.
Ћ Melissa? – sussurrei, pero tuve certeza de que
ella oyó. Di uno

paso en su dirección, teniendo la certeza de que ella

desaparecería así que yo avanzara, a fin de cuentas,

yo estaba borracho. Ella no reculó, ni sumió como

humo. Se mantuvo en la lluvia, encarándome con un

mixto de tristeza y rabia. – Melissa? – hablé un poco

más alto. Aún así ella no se meneó.

Creé coraje y fui hasta ella. Quedé el más próximo posible,

mirando en sus ojos, cuando sólo entonces me di cuenta de

que estos estaban levemente rojos, como si ella hubiera

llorado. No! Droga! Lo que yo


hice?

- Miel! – cerré los ojos y bajé la cabeza en rendición. No había

como luchar contra aquella mujer. Si ella me quería

rendido, era lo que tendría que mí. Arrodillé su frente

y encostei mi cabeza en sus piernas, sentido la lluvia

escorrer por mi cuerpo y ahogarme en su tristeza sin

fin. – Me perdone!

- Robert! – su voz salió sufrida, pesada, como si para ella fuera

difícil demás también. Y entonces ella arrodilló

también, tomando mi rostro en sus manos,

forzándome a encararla. – Sea fuerte. Luche! Por mí,

por usted y por nodos dos. Sea el mío Robert, yo te

imploro! Por favor, no se entregue 71

de ese jeito.

Pisquei sin creer en aquellas palabras. Mi corazón

castigaba mi pecho y el aire quedó pesado. Mi mente

rodaba, aún así yo entendía lo que ella decía y sus

palabras eran como un bálsamo. Mis heridas se cerraban

y la alegría volvía para mi vida.

Ћ Yo amo usted, Miel! No me deje!

Ћ ES preciso. Perdóneme! – y ella lloró.


En el mismo instante sentí una pontada en mi cuello. Mis

párpados quedaron pesados y mi mente confusa. Lo que

estaba aconteciendo? Mi cuerpo fraquejou y cayó en el suelo

mojado, pero ella aún estaba allá, fija en mi mirar, mientras yo

luchaba para mantenerme consciente.

Ћ Yo amo usted, Robert! Continúe creyendo en


nuestro amor.

***

“Yo amo usted, Robert! Continúe creyendo en nuestro amor”


Mi cabeza estaba muy dolorida y mi lengua gruesa. Puta que

pariu, más un porre. Aquellas palabras ecoavam en el tono suave que sólo

ella era capaz de haber.

- Melissa?

Ella estaba allá. Yo tenía certeza. Pude sentir sus

manos, oír su voz, ver sus lágrimas. No fue un

sueño.

Ћ Melissa?

Ћ Robert! Tranquila!

Bruno? Merda! Donde estaba Melissa? Abrí los ojos sólo para

constatar que la merda de la luz me causaría náusea

y ceguera. Donde yo estaba? Forcé las vistas y

encontré el cuarto de mi hermano. Puta merda! Yo

estaba en la casa de Olívia?

Ћ Lo que yo hago aquí?

Ћ Como así lo que usted hace aquí? – con bastante


cuidado levanté

mi cuerpo y senté en la cama. La misma situación en

dos días: yo desnudo, en una cama que no era la mía,

después de un porre homérico.

Ћ Donde está Melissa? – él me encaró con recelo.


Ћ Melissa? Usted batió la cabeza?

Ћ Ella estaba conmigo. Adónde ella está?

Ћ Robert! Yo estaba entrando en el

Salud cuando vi usted parado del otro lado de la calle,

prójimo a su coche, en medio de la lluvia. Cuando

conseguí alcanzarte usted desmayó, simplemente borró.

Conseguí cogerte a tiempo, pero estoy creyendo

seriamente que usted batió la cabeza, pues no había

nadie allá, además de nodos dos.

72
Ћ Yo no estoy maluco, Bruno.

Estaba saliendo del bar cuando avistei Melissa.

Ella me dijo...

Ћ Encare luego de un golpe que

Melissa no estaba allá – él se agitó incomodado con la

conversación. – Ella te robó, Robert, por el amor de

Dios! Y está casada con aquel carinha.

Sentí vergüenza de mi reacción. No era yo quien hacía el papel del

hermano más viejo que alertaba el caçula de las

trampas de la vida? Como todo se inverteu así? Y

Melissa? Fue realmente una alucinação? No. Yo no

podía creer.

“Sea fuerte. Luche! Por mí, por usted y por nodos

dos. Sea el mío Robert, yo te imploro! Por favor, no

se entregue de ese jeito... Yo amo usted, Robert!

Continúe creyendo en nuestro amor”.

Podía haber sido una alucinação, pero era eso que yo

me apegaria. Yo sería fuerte. Lucharía por nodos dos y

acabaría con Tanya, como había prometido la Melissa,

aunque todo no pasara de un devaneio, de una

brincadeira de mi mente. Yo debía eso a Miel.


73

CAPÍTULO 8

Conté las horas, minutos y segundos para que llegara en

casa. Las noticias llegaban de manera escasa. Robert

estaba con Tom, que combinó de envenenar su cabeza.

Robert estaba en el parque. Robert aún estaba en el parque.

Robert está en la lluvia... Aquello no tendría un fin? Así que

entramos corrí para mi cuarto y tomé un baño caliente.

La náusea estaba cada vez más fuerte. No daría para

mantener en secreto por mucho tiempo. Respiré por la boca

estirando lufadas largas y fuertes. Mía


apariencia estaba pésima, sin embargo yo necesitaba

verificar como estaba la sala de vídeos.

Vestí una calza jeans y un suéter negro que poco

impediría el frío de la noche, pero la casa estaba caliente.

Calcé tenis y descendí las escaleras apresuradamente. La

Sra. Allen aguardaba por mí en la entrada de la sala. -

Puedo servir la cena, Sra. Bailey? – paré por un segundo

me

dando cuenta de que tenía hambre, sin embargo

necesite tener certeza de que Robert estaba bien y

esta certeza sólo llegaría cuando yo alcanzara la sala

de vídeos.

Ћ Aún no. Necesito ir a la otra base. En

media hora con certeza. Continué caminando y

rápidamente ultrapasé las dos barreras

que me separaban de mi objetivo. Entré en la sala e

inmediatamente Dean intentó me barrar, pero yo oí

que había de tan ruim. Robert y Tanya en alguna

situación íntima. Puta merda!

Ћ Melissa, no! – él quiso ahorrarme, pero yo necesite


tener certeza de
que aquello estaba aún aconteciendo.

- Ellos están juntos? – forcé mi entrada y él acabó cediendo.

Mi corazón era sólo pedazos rasgados. Mis piernas

temblaban, pero mis oídos continuaban firmes,

captando todo el sonido que conseguíamos de

aquella situación.

Nodos teníamos imágenes de la casa de ellos, todas robadas

de las cámaras instaladas por el equipo de Tanya, y las que

Tom instaló para ayudar Robert, pero no habían imágenes del

cuarto de baño de él, muy menos de su oficina. Pero había los

áudios, que gracias a nuestra fuente, la Sra. Alonso,

recientemente incorporada a nuestro equipo como espía y

que, en aquel
momento, era de más nueva gobernanta en la casa de los Carter.

Ћ Ellos están en el cuarto de

baño, Melissa – Tom parecía más constrangido

del que los demás.

74

Realmente era muy complicado, especialmente para mí.

Nunca imaginé que un día necesitaríamos pasar por eso,

y aquella situación no sólo me dejaba avergonzada,

pero mortalmente herida. El hombre que yo amaba

estaba transando con la mujer que yo tanto odiaba. La

misma que me hizo entrar en esta locura, que me hizo

aceptar aquel juego sórdido. Era por él, por nodos dos y

ni por eso él dejó de desearla. Sin que yo pudiera evitar,

la náusea me alcanzó con fuerza. Sólo dio tiempo de

llegar al cesto al lado de Tom.

Inmediatamente Dean estaba a mi lado. Cogiendo con

fuerza mi cuerpo mientras yo vomitaba el poco que había

en mi estómago.

Ћ Droga, Melissa! Por qué usted hace eso?

Ћ Yo estoy embarazada. Mujeres embarazadas


vomitan usted no sabía?
Ћ Merda! Yo no estoy hablando de eso – él levantó
mi rostro y

limpió mis lágrimas. Dean estaba preocupado,

pero sus ojos eran cariñosos. – Estoy hablando en

su insistência en acompañar todo de cerca. No era

para ser así. Yo te dijo. Piense en el bebé, por el

amor de Dios!

Ћ ES por él también – mi

estómago dolía y mi boca estaba con uno me

gusta terrible. – Necesito de agua.

“- Oh, Dios! Yo adoro cuando usted me toca así.

- Hace un favor para nodos dos? Queda callada.


Ћ El quê?

Ћ Callada. Yo ya dijo. Ni una palabra. Viene acá!”

Yo, aún sufriendo, continuaba atenta al que acontecía

y oía que alguna cosa no estaba en su debido lugar.

Aquel no era Robert que yo conocía. Algo estaba muy

errado.

Ћ Usted sabía que eso podría

acontecer – Dean suavizó la voz y me entregó un

vaso con agua y hielo que alguien había pasado

para su mano. – Él está herido, Melissa. No está

pensando muy bien en el que es correcto o errado.

Ћ Puta merda! – respiré fondo para continuar


aguantando lo que

estaba aconteciendo. Podíamos oír confusiones

peculiaras y al fondo, vez u otra, un gemido de él,

Robert.

Ћ Vamos a salir de aquí – él levantó llevándome


junto.

Ћ No – hice esfuerzo para sostenerme sin su ayuda. –


Yo voy a quedar.

Ћ Usted sólo puede estar maluca!


Ћ Haced silencio – Tom en los

reprendeu. Aún conseguí coger un sorrisinho divertido de

uno de sus compañeros y sentí rabia por él me guste del

que estaba aconteciendo. Y entonces me di cuenta de que

Robert había finalizado su sesión íntima con la esposa. Él

había gozado.

75

Puta merda! Puta merda! Puta merda!

No era para ser así. Él debería odiar aquella

mujer, entonces por quê...

Ћ Melissa, vamos!

Ћ “Disculpe! Yo no debía.”
La voz de Robert cortó la sala haciendo con que

todos silenciaran. Él parecía sufrir. Yo sabía que

alguna cosa no estaba correcta en aquella

situación.

Ћ “Usted... Robert?

Ћ Siento mucho!

Ћ Lo que aconteció? ES sólo

continuemos. Yo sé que usted puede ir

además de eso.

Ћ No yo no puedo. Discúlpeme Tanya!

Ћ Disculpe? ES sólo eso lo que tiene para


decirme?”

El sonido del agua cayendo fue abruptamente cortado. Pudimos oír que

ellos se movían. Yo no sabía decir exactamente lo que había

cambiado, pero todos en aquella sala sabían que a partir de

aquel momento alguna cosa nueva aparecería. Y sería a

deja de que necesitábamos.

Ћ “Por qué eso ahora?

Ћ Porque yo no consigo más.

Ћ ES a causa de ella, no es? Era en ella que usted


estaba pensando
cuando me fodia con tanta avidez? Melissa no te ama

más. Nunca te amó. Con certeza mientras usted me

fodia como una vagabunda implorando para ser la boca

de aquella mujer desprezível a te chupar, ella reía en los

brazos de otro hombre. Eso no va a quedar así, Robert

Carter. Yo no voy a admitir ser tratada de esta forma. No

voy a aceptar ser usada sólo para aliviar sus devaneios y

necesidades.

Ћ No? No fue eso lo que usted hizo

conmigo? No fue así que usted hizo cuando me dopou y me

forzó la transar? No pierda su tiempo, Tanya. Yo sé muy

bien que usted no es más una menininha ingenua. Si


Ћ que ya fue algún día. Usted sabía

que era en ella que yo pensaba, porque nunca fue

diferente desde el día que Melissa entró en mi vida, y

poco me importa se era usted u otra persona que

sirvió de alivio. Yo no forcé esta situación, no te pedí

para entrar en mi cuarto de baño y muy menos para

hacer todo lo que hizo. Si no está contento por ser

tratada como una vagabunda entonces no se

comporte como una. - Su hijo de la puta!”

Oímos confusión de lucha corporal. Dean quedó tenso sacando lo

teléfono y conectando inmediatamente para la Sra. Alonso. Él

miraba fijamente para mí, como se dependiera de mi

autorización para actuar.

76

Ћ Quede atenta a ellos. Podemos

necesitar de una intervención – hizo silencio oyendo

lo que ella decía. – Ok! Hablo con usted después.

Ћ Tenemos imágenes – John, el

otro compañero de Tom, que también trabajaba

para la gente, llamó nuestra atención.


Inmediatamente miramos para la pantalla que reveló Robert y
Tanya

cogiendo uno al otro, ambos sin ropa y caídos sobre la

cama de él. Temblé visiblemente para lo que podría

acontecer en aquel momento. Confieso que

internamente oré pidiendo que no aconteciera. No allí,

conmigo viendo todo. Sería doloroso demás.

Ћ “ES lo que usted quiere, no

es? Que yo te coma con la rabia que estoy

sintiendo?

Ћ Usted sabe lo que yo quiero.

Ћ No va a acontecer, Tanya.”

Podía ser absurdo, pero lo oís negarse a ella, con tanta convicción,
hizo con que mi corazón agradeciera. Era todo una

inmensa e insoportable merda, sin embargo yo me

sentía muy mejor sabiendo que no acontecería. Al

menos no con Tanya.

Ћ “Usted continúa linda. Sería la

perdición para cualquier hombre. Hasta para mí, si no

fuera un único detalle: yo te desprecio. Usted

destruyó mi vida cuando mandó Melissa

abandonarme y no existe otro culpable para mi

desgracia que no sea usted. Siempre usted. Ahora

falda de mi cuarto. Busque Frank, o cualquiera otro

para satisfacer sus necesidades.”

La voz de él demostraba el dolor que sentía. Estaba allá, incutida en

forma de rabia y desprecio, el cobro por todos sus actos. El

dolor que sentía por tener me perdido y principalmente, por

estar viviendo aquella situación tan lastimável. Él aún me

amaba. Fue demás para mí. Venimos Tanya salir de su cuarto

y minutos después él abandonar la casa, huyendo.

Ћ Para donde él va? Dean...

Ћ Quede tranquila. Nodos tenemos un localizador


en el coche de él. Robert
no va a sumir de nuestras vistas – Tom esclareció conectando

inmediatamente el sistema que nos permitía acompañar su

localización.

- “Quiero que él quede lejos de ella, entendió?”

La voz de Tanya llenó la sala sobressaltando-nos.

Inmediatamente John buscou por las cámaras de la

casa, las imágenes de donde ella estaba. Y a

encontramos en su cuarto. Aún vestía el roupão de

Robert y hablaba al teléfono con alguien.

- “No me importa lo que está haciendo ahora. Quiero que siga

Robert, que encuentre alguna cosa que lo haga recular. Melissa no podía
haber reaparecido.”

77

Ћ Con quien ella está

hablando? – quedé en pánico. Receosa del que

ella podría hacer contra Robert después de aquel

rechazo.
Ћ Ya estoy estirando la información –

Tom quedó agitado y tecleaba sin parar. – Adam

Simpson. El hijo de la puta está en la casa de Abgail.

Ћ Mande un mensaje codificada –

Dean abrió la puerta de la sala. – Estoy mandando

un equipo para la puerta de la casa de ella. Vamos

a seguir el Adam y descubrir lo que él tiene en

mente.

Ћ “Quiero Melissa muerta, pero usted tiene razón.


Necesitamos mantenerla

viva y bajo nuestras vistas. Si Robert consiga lo que

pretende, luego ella volverá a ser un blanco fácil.

Aguardo noticias.”

Ћ Carol está yendo al encuentro de

él. Vamos a dar inicio a la segunda fase – Dean

continuaba tenso y aquella parte del plan no

agradaba a ninguno de nodos dos.

Ћ Necesito encontrarlo.

Ћ Lo que? Quede lejos de él, Melissa, no podemos dar


la Tanya lo que

ella necesita para eliminarte.


Ћ Él necesita de mí, Dean –

casi grité, sin embargo necesitaba mantener la

tranquila, o entonces él no permitiría.

Ћ Él no necesita de usted, ok? Carol ya está


cuidando de todo.

Ћ Droga!

Ћ Él está en el Salut. Ya llegó con todo en la bebida,


parece que

tendremos más una noche de porre – Tom informó sin

quitar los ojos de la pantalla de su ordenador.

- Bloqueó el control de Tanya? ES importante que

ella no sepa donde él está. Por lo menos por media

hora. ES el suficiente para Carol actúe – Dean quitó

el foco de mí. Aproveché y pasé por la puerta,

andando apresuradamente.
Ћ Melissa! – él vino atrás de mí.

Ћ Yo voy a encontrarlo. Robert no va

a aceptar Carol ahora. Usted no entiende? Él está

sufriendo. Está perdido. Necesitamos arrumar una

forma de colocarlo al punto que necesitamos. Él perdió

el foco, va a acabar haciendo besteira.

Ћ Ella va a cuidar de eso. Deje de ser cabeza dura,


Miel! Usted no puede

si exponer. Merda! Si Tanya descubre que

vosotros se encontraron ella va a matarla.

Tenemos que seguir el plan.

Ћ Yo voy, Dean. Por el amor de Dios, no intente


impedirme.

Ћ Merda! – él gritó y

continuó acompañándome, pero sacó el

celular y discou para alguien.

Ћ Necesito de un equipo. Prepare

el soro. No. Melissa enlouqueceu. Vamos a

rescatar Robert y darle una injeção de ánimo –

hizo una mueca 78


para mí, pero preferí ignorarlo. – Bloquee el acceso de Tanya y

prenda Adam Simpson en el camino. Por lo menos hasta que yo

consiga quitar Melissa de allá - pasamos por la segunda puerta y

entramos en la sala de nuestro apartamento.

– Usted perdió la cabeza. Tiene idea del que

necesitaremos hacer para realizar esta operación?

Robert inmediatamente estará borracho y alguien va

a llevarlo para casa. No necesitamos hacer eso.

Ћ Él va a beber hasta perder la noción de las cosas.


Tengo miedo del que

puede hacer. Necesito que él continúe creyendo.

- Creyendo en quê?

La voz de Bruno llamó nuestra atención haciéndonos parar. Puta

merda! Lo que él hacía allí. Como supo donde yo vivía? Y porque infierno
yo no había sido avisada de su presencia?

Ћ Bruno? – Dean colocó las

manos en mis hombros y se posicionó atrás de mí,

encarando el hermano de mi ex-amante.

Ћ Yo oí lo que vosotros hablabais.

Como así van a rescatar mi hermano? Lo que está

aconteciendo, Melissa? – sentí las manos fuertes de

mi marido hagan presión. – Que merda toda es esa?

Yo tengo que saber. Dean suspiró y descendió las

manos en mis brazos, dándome apoyo, después

dio un paso para el lado. En este momento su

celular tocó, distrayéndonos.

Ћ Sí? – sus ojos corrieron para mí. – Ok. Estamos a


camino –

miró aprensivo para Bruno. – Todo bien. Si él sea sólo lo

acompañe – y desconectó estirando el aire con fuerza. – Carol

ya está en el local, pero parece que no va a conseguir nuestro

objetivo. Las noticias no son buenas. Tanya está enfurecida y

buscando por él. No tenemos muy tiempo.

- Espere un poco, como así Tanya está enfurecida y buscando


por él? Lo que está aconteciendo? Nadie va a salir de

aquí sin explicarme o yo voy a llamar la policía.

- Nodos necesitamos salir, Bruno. Usted puede acompañarnos. De


hecho –

Dean miró para mí y estrechó los ojos. – Usted será

nuestro elo. Venga con nosotros.

***

Dean explicó a Bruno todo lo que aconteció en los tres meses que

quedé desaparecida. Contó como conseguimos armar aquel

esquema y cual era nuestro plan. Bruno nada decía, sólo oía

mirando ora para mí ora para mi marido, sin demostrar se

creía o no en el que
contábamos.

Ћ Cuando lo encontremos

usted va a cogerlo y llevarlo para casa. 79

Tenemos poco tiempo. En algunos minutos no

podremos más mantener el bloqueo en el sistema de

Tanya y ella inmediatamente sabrá donde él está. No

podemos correr este riesgo.

Ћ Lo que vosotros creéis ella hará? ES una


amenaza la vida de él?

Ћ Aún no – Dean continuó aquella conversación, ya


que yo prefería

sólo prenderme a mis pensamientos. – Pero como

ella fue rechazada hoy y él está borracho, tenemos

miedo de que él quiebre la confianza de ella. El ideal

es que Robert sólo vuelva para casa cuando

conseguir pensar normalmente.

- Y lo que yo debo hacer?

Dejé que ellos conversaran y me entregué a los pensamientos. Yo

estaba muy triste. Era una tristeza diferente de todas las que

yo sentí desde que dejé que Robert entrara en mi vida. Porque


yo no esperaba que él cediera otra vez la Tanya. No imaginaba

que él sería capaz de eso.

Mi cabeza no me permitía dejar de encarar que la culpa era mi

también, a fin de cuentas lo que yo estaba haciendo?

Jugándolo en el infierno. Casada con uno cara que él detestaba,

diciendo no más amarlo, robando sus acciones... Droga! Lo

que más yo podría esperar de él?

La lluvia no daba tregua quedando cada vez más gruesa y

constante. Junto con ella mis lágrimas descendían sin cesar.

Era imposible no llorar y praguejar contra todo lo que

estábamos pasando. Si él al menos pudiera tener un poco de

esperanza. Si continuara creyendo en mi


amor, sin que yo necesitara certificarlo. Pero como?

Ћ Usted queda en el coche, Melissa.

Bruno va a encontrarlo. Podemos acompañar todo

aquí de la calle. El coche de él está en la esquina,

ve? – respiré fondo conocedor que observar sólo no

estaba en mis planes. – Tiene un hombre del otro

lado de la calle. Él va a ayudar si alguna cosa falda

del control.

Ћ Yo sé cuidar de mi hermano – Bruno aún no estaba


convencido

de que debería ayudarnos.

Fue cuando yo lo vi. Robert salió del bar para la lluvia fuerte. Casi no

daba para enxergar con la fuerza del agua que

prácticamente cerraba un véu nuestro frente. Pero yo

sabía que era él, conocía aquel cuerpo, aquel piso, aún

bajo el efecto de la bebida. No me contuve. Sin esperar

por más nada, abrí la puerta del coche y fui en su

dirección.

Ћ Melissa? Merda! – Dean salió

inmediatamente atrás y cogió con fuerza mi brazo.


Intenté soltarme, pero él me estiró para cerca de la

pared.

Ћ No haga eso – imploré. – Usted tiene la injeção.


Deje que yo quiebra

con él, después Robert será todo suyo – nos

miramos por un tiempo, entonces él me largou

asintiendo.

80

- Usted tiene sólo dos minutos. Tras eso el sistema de Tanya

entra otra vez y ella va a conseguir localizarlo –

concordé y me alejé de él para volver a mi objetivo.

Mis pasos fueron vacilantes. De repente, delante de la

tempestad, sintiendo la lluvia batir en mi rostro con fuerza,

me vi delante de nuestra realidad. Yo no podía fraquejar.

Necesitábamos ser fuertes y continuar


siguiendo el curso que la vida nos trazó. No podíamos

simplemente volver atrás. Y él había aceptado Tanya, aún

rebelándose después, ellos habían transado. Yo estaba

mortificada con aquella situación.

Sin percibir yo ya estaba allá, parada delante de él. Robert no me veía,

el véu de agua que caía delante de nodos lo impedía de notar mi presencia.

Robert estaba borracho, eso era inquestionável, pero yo sabía, porque de

alguna forma mi alma estaba conectada a de él, que aquella fragilidad iba

mucho además del alcohol, mucho además del cansancio de su día, de


los problemas

constantemente vivenciados, él sufría y existía en mí la certeza de que

aquella tristeza era causada por mí.

Mi corazón hundió en lástima.

Cuando finalmente nuestros ojos se encontraron yo sentí

la fuerza de aquel sufrimiento y cobro de nuestro amor.

Era imposible ser indiferente a su mirar cuando la

saudade rebosaba de nuestros cuerpos. Y era,

principalmente, insoportable la distancia que nos

separaba, que en aquel momento parecía ser infinita e

intransponível. Yo sentía dolor, rabia, revuelta, pero por


encima de cualquiera otro sentimiento, yo transpirava

amor.

Ћ Melissa? – él parecía no creer

en el que veía. Su voz vaciló en una entoação casi

de devoção. – Melissa? – fue más firme y dio

algunos pasos en mi dirección.

Tuve miedo. Miedo de no soportar la aproximación. De no conseguir

ser firme el suficiente o de simplemente estropear todo lo que

planeábamos. Tuve miedo de que él no aguantara mi presencia.

Lo que yo estaba pensando? Pero él paró encarándome con

una expresión de horror. Lo que Robert veía, yo no tenía cómo

saber, pero su semblante dejaba claro


que él se culpaba pelo que sus ojos registraban.

- Miel! - Robert gimió como si mi presencia le causara dolor y

luego enseguida cayó de rodillas mi frente. Sentí como si mi mundo

rachasse y comenzara la ruir. – Me perdone! – y estas palabras fueron cómo

un cuchillo cravada en mi corazón.

Puta merda! No, no, no!

Miré para Dean y él estaba muy agitado, aún

escondido sobre la sombra de la marquise de un

restaurante cerrado. Él gesticulou, informando que

necesitaban usar la injeção. El tiempo era corto

demás y no me restaba 81

casi nada. Yo sabía que necesitaba dejar

acontecer, que muy probablemente él no se

acordaría de nada el día siguiente y que era aún

el mejor a ser hecho, pero no conseguía

abandonarlo. - Robert!

Arrodillé su frente captando su atención. Si era para él

implorarme perdón yo también le debía esta actitud, aunque

fuera silenciosa, pero él necesitaba saber que yo también

sufría y que a partir del momento en que acepté entrar en

aquel juego, asumí una parte de la culpa por tanto


sufrimiento. - Sea fuerte. Luche! Por mí, por usted y por

nodos dos. Sea el mío Robert, yo te imploro! Por favor, no se

entregue de ese jeito. Él me miró confuso, la lluvia cayendo

en nuestros rostros, llevando

junto nuestras lágrimas que se juntaban a ella. Por mi

visión periférica vi Bruno aproximándose, junto con el

otro profesional que Dean había alertado de la

presencia.

- Yo amo usted, Miel! No me deje!


Mi aire faltó. Bruno estaba bien próximo y el otro muchacho llevaba
a

seringa que Dean le dio para aplicar en Robert. La

misma que me borraría de su memoria.

Ћ ES preciso. Perdóneme! – no

conseguí evitar lo lloro desesperador que me

tomó.

Cerré los ojos y sin permitirme pensar en el que era

correcto o errado, pegué mis labios a los de él. Robert no

reaccionó, como si no me sintiera más. En aquel instante

él estaba bajo efecto del líquido inyectado en su cuello, y

su efecto era rápido, la inconsciência se aproximaba.

Cuando reabrí mis ojos vi los suyos encarándome, como

si no quisiera, o pudiera, olvidar cualquiera detalle de

nuestro encuentro. Sonríe conocedor de que él sería

capaz de eso.

Ћ Yo amo usted, Robert! Continúe creyendo en


nuestro amor.

Ћ Robert? – mi

desesperación aumentó. Bruno se


aproximó, abaixando-si para coger el

hermano.

Ћ No – imploré sin saber al correcto el motivo de


mi desesperación.

Ћ Melissa, necesitamos salir

de aquí – Dean cogió mi brazo para intentar

llevarme.

Ћ No. Yo necesito quedar

con él, Dean. Necesito saber si él quedará bien.

Ћ El sistema cayó y Tanya ya está

enviando uno de sus capangas para coger Robert,

sin contar que Adam está muy próximo, no

podemos correr el riesgo de ser visados.

Ћ Pero...
82

Ћ Él va a quedar bien, Miel –

Bruno cogió mi mano y apretó transmitiendo

seguridad. – Vaya con ellos. ES importante. Yo

prometo que cuidaré de todo.

Ћ Él no puede saber que estuvimos aquí, Bruno. Cuide


de eso también

– Bruno concordó y cogió el hermano con cuidado,

levantándolo. – Vamos, Miel. No hace más tiempo.

Me dejé llevar de vuelta al coche y con la misma sensación de

soledad, como si mi mundo no existiera más, volví para mi

casa, donde yo fingía vivir una boda feliz, ser una nueva

mujer, cuando en verdad yo era la misma Melissa de antes.

La misma que no conseguía luchar contra sus sentimientos,

que abdicaba de todo para vivir aquel amor, que veía en

aquel hombre fuerte, decidido y autoritário, una persona

sufrida, que amaba sin límites y merecía ser feliz.

- Va a quedar todo bien – Dean afagou mi brazo con carinho.

Solucei sin saber cómo me recompor. – Llore, Miel. Va a

hacerle bien. Pero por favor, acuérdese que es exactamente

por estas lágrimas que estamos aquí. Que es por usted no


soportar más ese sufrimiento, que estamos luchando. Y, por

encima de todo, por este niño y por la familia que ella

merece tener.

Dean tenía razón. Más una vez él sabía mejor del que yo

que necesitábamos ser fuertes, que teníamos que continuar.

Por Robert, por mí, por nuestro hijo y por el mundo lindo

que soñamos juntos el día en que él se dio cuenta de que

podría sí haber uno recomenzo e imploró por un niño en

nuestras vidas. Pasé las manos en mi barriga y me sentí

revitalizada, fuerte para continuar. En mi íntimo yo sabía

que después
de aquel encuentro. Robert estaría de vuelta al

juego y juntos destruiríamos Tanya.

83

CAPÍTULO 9

Mi madre acostumbraba decir que cuando la mujer se

hace madre, todo cambia a su redor. No sólo el cuerpo, o

la disposición, también la garra para reparar el mundo y

hacerlo un poco mejor para que suya crea no padezca

cuando no tenga más su protección. Bueno... Ella estaba

correcta. El día en que fui forzada a alejarme de Robert

pensé que todo estaba acabado. El tiempo no sería el

mejor remedio, muy menos la distancia conseguiría borrar

los recuerdos o enfriar los ánimos. Yo tenía esta certeza.

Robert nunca sería una figura que quedaría en mi pasado,

desbotada por los recuerdos. No. Él sería siempre fuerte,

presente y necesario. Sin él yo sólo sobreviviría.

Yo era una mujer destruida, hasta que entré en aquel

coche, sin saber al correcto lo que debería hacer y fui

interceptada por Dean y su equipo en el momento en

que entré en el túnel, en una acción digna de cine. Él

creó toda una situación para despistar Tanya y salvarme


de las garras de ella. Como él supo? Sólo después quedé

sabiendo que Abby tenía todo planeado y, como sabía

del dinero que Robert depositaba en una cuenta en mi

nombre, consiguió reunir todo lo que necesitaba para

iniciar su venganza contra la hermana.

En cuanto al embarazo sólo descubrimos tras casi un mes.

Yo creía que mi abatimiento, así como toda la falta de

disposición y náusea eran frutos de la tristeza y saudade que

sentía. Por eso comencé a ser


entrenada como un soldado preparándose para

guerra, sin embargo, así que Dean supo de mi

nueva situación, me impidió de continuar y casi me

quitó del juego, sin embargo mi determinación

prevaleció y lo convencí a continuar con nuestros

planes.

Tres meses después de mi partida el dolor pelo que

pasamos y la saudade aún era latente, empeoraba

cuando yo me miraba en el espejo y conseguía ver la

casi inexistente barriga. Era un sentimiento que me

dividía y confundía, porque aquel pequeño ser dentro de

mí aún era tan nuevo, casi un nada, pero ya era el mío

todo. Por él yo continuaba de pie, también por él yo

temía considerablemente. Tenía miedo del que Tanya

sería capaz de hacer se descubriera, por eso

necesitábamos resolver todo en a lo sumo dos meses.

Sin contar que, estar embarazada y no poder

dividir esta alegría con el padre de mi hijo, era

angustiante. Todos los días los recuerdos de él me

84
implorando por un hijo, robando mi cartela de

anticoncepcionais y haciendo planes para un parque

en el jardín de la casa, quitaban mi aire. Era tan

importante y esencial que estuviéramos juntos

dividiendo aquellos momentos.

Fue pensando en eso que estacioné el coche en el garaje

de los dirigentes en aquella mañana congelante. El aire frío

sugería la idea de nieve y exigía de todos un cuidado

mayor en los movimientos. Apreté el casaco en vuelta de

mí, cogí mi bolsa y descendí, entonces lo vi estacionando

sin muchos problemas. Por qué Robert conseguía ser

perfecto en las mínimas cosas? Colocar su coche en

aquella vacante parecía una tarea tan fácil, como si


hubiera un raíl conduciéndolo, mientras yo necesitaba

de tres tentativas, varias rés de ajuste y el coche aún

quedaba torto. Merda!

Él descendió del coche y rápidamente todo el ambiente

fue ofuscado por su belleza. Robert conseguía

imponerse aún cuando esta no era su gana. Él miró para

el vehículo con devoção. Revirei los ojos. Hombres!

Todas las veces que yo veía demostración de amor de

aquella naturaleza me cuestionaba el motivo. Era como

si el coche fuera su propio miembro y por eso motivo de

orgullo y atención. Más una vez revirei los ojos. Era

demás para mí.

Caminé en dirección al ascensor, conocedor de que pasaría por él.

Mi corazón estaba descompassado y mis manos

sudadas, pero conseguí mantener la compostura.

Tenía miedo del que él podría acordar, o de como

estaría después de una noche tan complicada. Lo miré

rápidamente y lo encontré observándome. Su

expresión serena y una leve sonrisa. Alisei mi

sintiéndome incomodada con el calor que calentaba


mi cuerpo bajo aquel mirar. Yo sentía tanta falta de

sus toques. Puta merda!

Otra cosa que aprendí con mi madre, en la época era

sólo un motivo para reír de las vecinas, era que

mujeres embarazadas están siempre más dispuestas

para el sexo. Y sexo matinal entonces... Yo realmente

sentía mucha falta. A pesar del frío, comencé a sentir

calor.

Ћ buen día, Sr. Carter! – de

cualquier forma él me interceptaría, entonces no

era posible ignorarlo. Sólo anticipé las cosas.

Mi objetivo era saludarlo y seguir mi camino. No fue

como yo esperaba. Estando a dos pasos de distancia, él sonrió, corrió las


manos en los cabellos aún mojados y abrió espacio para que yo pasara.

Actuó como un criminal que analizaba todos sus gestos para despistar

la víctima y, cuando pasé, sus manos fuertes y ágiles agarraron la mía

cintura, haciéndome girar, prendiéndome entre su cuerpo y el coche. En uno

según yo era su rehén y en menos del que eso sus labios estaban nos

85

míos.

Fue como una injeção de adrenalina. Él me imprensou con

fuerza contra la lataria del coche mientras su lengua

pedía pasaje a mi. Fue imposible resistir. Sentí suyo me

gusta dulce, sus labios blandos y sedientos, sus manos

calientes, todo mezclado a su olor másculo de limpieza y

post-barba, típico de Robert cuando salía del baño. Yo me

perdí en aquel beso permitiendo que todas las

sensaciones me alcanzaran.

Y, sin control sobre que estaba sintiendo, percibí el familiar

formigamento en medio de mis piernas, mi cuerpo entero

implorando por más de su boca y manos... De su propio

cuerpo en mi. Mi braga inmediatamente quedó húmeda, lo

que me causaría desconforto durante el restante del día,

pero como preocuparme con ese detalle estando con Robert


en mi boca? Pro infierno con la braga! Él podía quedar con

aquella también para su colección depravada.

Sin embargo, de la misma forma brusca que comenzó,

terminó. Él interrumpió el beso y sonrió aún en mis

labios, alejándose luego enseguida. Aquel hijo de la

puta estaba jugueteando conmigo, divirtiéndose con

mi flaqueza y se deliciando con mi necesidad. - buen

día, Melissa!
Su súbito alejamiento me dejó tonta e

inmediatamente sentí todo girar. El aire quedó

retenido en mi pecho. Cerré los ojos e intenté

respirar, pero todas mis acciones parecían pesadas

y lentas.

Ћ Melissa! – él pareció asustado y

rápidamente se reaproximou de mí. Sus manos en

mi rostro y sus ojos atentos me sondando. – Lo que

hubo? Usted está pálida.

Puta merda! No allí. No en el frente de él. Yo estropearía todo.

Ћ Miel! Quiebra conmigo! – sus palabras quedaron


más urgentes.

Abrí los ojos e intenté recuperar el equilibrio. El aire frío ayudó e


inmediatamente

yo estaba sintiéndome mejor. Aún así yo continuaba allá,

encostada en la lataria del coche perfecto de mi ex-

amante, mientras él me mantenía firme con su cuerpo y

las manos en mi rostro. Quedé visiblemente avergonzada,

sintiendo mis mejillas calientes.

Ћ Déjeme, Robert! – intenté me desvencilhar, pero


fue vanamente.
Ћ Usted no está bien. Pare

con eso! – fue firme. Su voz perfectamente en

su mejor estilo CEO. Aquel era Robert.

Involuntariamente sonríe.

En aquel instante yo supo que él estaba de vuelta. Robert estaba

muy más seguro, con una certeza interna que sólo él

conseguía haber y que no lo dejaba sacudirse, ni caer.

Aquel era el hombre que me arrancaba del suelo y

me tiraba en el espacio sin pedir permiso, que entró

86

en mi vida escancarando las puertas y robándome

cualquier gana, que se impuso haciéndome su

independiente de las consecuencias. Aquel era Robert!


Ћ Lo que fue? – su voz

quedó dulce y sus manos hicieron menos

presión.

Ћ Yo creo que... No comí derecho esta mañana. Fue


eso – él estrechó

los ojos observándome. – Yo... – pisquei algunas

veces intentando huir de la fuerza de aquel mirar. –

Yo estaba atrasada, entonces me apresuré en salir –

el rubor ultrapasaba mis mejillas y descendía por mi

cuello. Su sonrisa se expandió y sus ojos brillaron. -

Siempre atrasada, Melissa!

Era la mía deja. Robert dio un paso para tras, el

suficiente para que yo me firmara en mis penas y

volviera a ser la Melissa que no más se subjugava.

Era necesario.

Ћ Ora, Sr. Carter, no olvide quién es el

jefe aquí – él sonrió aún más, como se tuviera certeza

de que nada lo impediría de actuar.

Ћ Yo no olvido Srta. Simon.


Ћ Sra. Bailey, por favor! – él

deshizo la sonrisa y me encaró con un mixto de

tristeza y rencor.

Ћ Sí. Sra. Bailey, Melissa. Como

desear. Vamos porque usted está atrasada y sabe

lo que significa un retraso en esta empresa?

Ћ No comience – caminé su frente

oyendo su risada abafada. Él era un cretino. Pero el

cretino más dulce e irresistível que yo ya había

conocido. Además de ser el más sexy y gostoso. Merda!

Donde yo había dejado mi juízo? No podía permitir que

Robert se aproximara de forma tan íntima, muy menos

que me agarrara y beijasse cuando bien entendiera.

Era muy abuso!

Gracias a Dios no quedamos ni un minuto solos en el ascensor.


Abby entró inmediatamente enseguida, cuando paramos

en la recepción y después otras personas, lo que mantuvo

las manos de él bien distantes de mí y mis pensamientos

más confusos aún. A la vez que mi mente me

bombardeaba con la información de mientras más lejos

mejor, la piel helada suplicava por el calor de él, los labios

ansiaban por el toque de los de él y la boca salivaba por

su me gusta.

Puta merda! Por qué él conseguía ser tan fuerte en mí?

La puerta abrió dejándome libre de aquella prisión

que era estar en un cubículo, como pasé a ver el

ascensor, con Robert Carter y toda su presencia

imponente, salí en disparada para la sala de él... Mi

sala... Nuestra sala... Cielos!

Robert aún paró, conversó un poco con Abby,

como siempre 87

hacía conmigo y eso me dejó bastante enciumada, confirió un

fax que por el visto ya estaba en la máquina antes de nuestra

llegada, para sólo después entrar. Yo senté rápidamente antes

que él consiguiera alcanzarme otra vez. Mío ex-jefe pasó por la

puerta, miró para mi mesa... Bueno, su antigua mesa, yo fingí


no notar y desvié el mirar para mi ordenador, pero aún lo vi

balancear la cabeza y conformarse con la novedad.

Ћ Si necesitar de ayuda, es sólo

llamar – habló de culo para mí, caminando en

dirección a su nuevo local de trabajo, pero yo podría

jurar que aquella sonrisa escroto estaba en sus

labios. Aún conocedor de que él no estaba viéndome,

levanté lo quejo sintiéndome desafiada.

Absurdamente desafiada.

Ћ No cuente con eso.


Sobre mi mesa estaba la copia de la nueva

planificación de Bruno, las providencias que serían

tomadas por el equipo de marketing, una compilación

de todos los archivos, el contrato firmado con la

empresa china y una especie de sugerencia de

declaración para ser aprimorada y finalizada hasta el

momento en que sería grabada. Levanté los ojos y vi

Robert muy a la gana con sus documentos y

confiriendo el ordenador. Suspiré.

Abby entró con algunas carpetas, pero paró sin saber al

correcto cual dirección seguir. Robert miró para ella

rápidamente, sonrió y apuntó para mí. Estreché los ojos. Lo

que él estaba haciendo? Mi secretaria se aproximó con las

carpetas y sus ojos brillaban de excitación. Ella sonrió con

una alegría infantil y colocó las carpetas sobre la mesa.

Ћ Usted... Quiere decir... Vosotros

tendréis una reunión hoy con tres nuevos

proveedores nacionales. Estos son los contratos.

Bueno, usted estaba fuera, entonces estos son los

nuevos proveedores nacionales. Robert necesita


discutir algunos detalles de la distribución, pues

todas las fábricas irán a trabajar con ellos.

Ћ Correcto. Yo sólo necesito actualizarme acerca


del teor de estos

contratos, ok?

Ћ No – ella me miró divertida. – En verdad

usted va a necesitar encontrar una manera de equacionar

estos contratos con los de las transportistas de la forma

más económica posible. Está en sus manos.

Ћ El Sr. Carter no hizo eso antes? – quedé

nerviosa. Mis manos comenzaron sudar. Era una brincadeira.

Como yo podría analizar todos los contratos y encontrar una

forma de equilibrarlos en menos de un día?


Ћ No. Él conoce todos los

contratos, por eso conseguía hacer estas

conexiones en el espacio mínimo de tiempo.

Ћ Entonces pieza para él hacer – estaba


conocedora de que Robert nos

88

escuchaba y se divertía con mi desesperación. –

No puedo ejecutar esta hazaña en tan poco tiempo.

- El Sr. Carter está cuidando de la declaración y de los problemas del

contrato de China. El personal del jurídico llegará en

algunos minutos para presentar las medidas tomadas y

después Olívia y Tanya para resolver las acciones... – él

sonrió y aquel mínimo gesto fue el suficiente para mí.

Ћ Todo bien, Abby. Puede dejar conmigo.

Ћ Los emails...

Ћ Para mí – cogí la primera

carpeta ya concentrada en mi trabajo. –

Puede enviar una copia para el Sr. Carter.

Ћ Hum! Adam acabó de conectar

avisando que vendrá antes del almuerzo – merda!


Todo menos Adam Simpson. – Él tuvo un problema

con la fábrica del norte.

Ћ Todo bien!

Ћ Necesita de más alguna cosa?

Ћ No.

Ћ Un café?

Ћ Un café. Gracias, Abby!

Ћ Sr. Carter? – levanté los ojos inmediatamente

para la figura en la otra extremidad de la sala. Él estaba tan

lindo! Como yo eché en falta de aquella sala, de aquella

postura amedrontadora que él exhibía y que había dejado de

ser
un empecilho para mí hace muy tiempo ya que él no me intimidaba más.

Bueno... Casi siempre era así.

Ћ Un café, Abby, gracias!

Ћ Con permiso.

Abby salió y yo buceé en mi trabajo. Eran tantas

informaciones, tantos procedimientos, las horas pasaron,

dos cafés fueron consumidos y yo no encontraba una forma

de coordinar el trabajo conjunto de los tres proveedores con

nuestras transportistas. Con certeza Robert conseguiría se

fuera él al responsable por esa tarea, mientras yo, además

de no conocer los nuevos proveedores, ni había conseguido

terminar la lectura de los nuevos contratos. Era mi fin.

Malmente comencé a ocupar la posición y ya demostraba mi

incompetencia.

Él no dejaría pasar en blanco. Claro que en la próxima

reunión del consejo, que acontecería a finales del día,

él no hesitaría en relatar este hecho. Comencé a

quedar nerviosa. Absurdamente nerviosa.

Terriblemente nerviosa. Tenía que tener un jeito. En

verdad yo hasta conseguiría encontrar la respuesta se

tuviera más tiempo.


Miré para fuera y Abby estaba al teléfono. Tal

vez, si ella me ayudara, y es claro que ella

conocía muy bien aquellos contratos, yo 89

consiguiera encontrar la respuesta más rápido. Por eso

levanté, con mis anotaciones en la mano, en búsqueda del

auxilio de mi secretaria. No me di cuenta de que Robert

venía en mi dirección, por eso él me alcanzó antes que yo

consiguiera esbozar una reacción.

Sorprendida y excitada por su aproximación sin darme tiempo para me


preparar y, después de nuestros momentos matinales, reculé

encostando-me a la mesa. Él no paró hasta estar muy

próximo. Mi cuerpo entero calentó con el calor que emanava

del de él. Respiré fondo teniendo la certeza de que sería

beijada más una vez. Robert Carter siempre conseguía lo que

quería. Siempre. Entonces, o yo gritaba y batía en mi ex-jefe

y con eso perdía más un tiempo, o aceptaba lo que él quería

y mi cuerpo imploraba. Cerré los ojos en el momento en que

su rostro disminuyó la distancia

entre nuestros labios, consciente de que en aquel momento

los míos estaban entreabertos, listos y aguardando por los

de él. Pero Robert desvió de mí en el último segundo,

roçando mi piel con la nariz, inalando mi olor, pasando por el

cuello y tardando un poco más en mi clavícula expuesta por

el vestido. Mi aire quedó prendido en los pulmones y toda mi

región pélvica se contrajo cuando él rehizo el camino en

dirección mi boca. Él simplemente paró en mi oreja.

Ћ Y

o no voy te beijar,

Melissa. Puta. Que.

Pariu!
Abrí los ojos encarando aquella iris ceniza y forcé mi cuerpo a

creer en aquella afirmación, a pesar de todo en mí no estar

dispuesto a recular. Merda! Yo lo quería. Como continuar con

el plan si yo no conseguía más disfrazar lo que sentía? Como

proteger el niño que estaba en mi vientre, si no consiguiera

dar marcha al que había quedado combinado. Mucho en breve

yo no podría más estar en escena o correría el riesgo de

necesitar enfrentar directamente Tanya y toda su locura.

Ћ Y quien dijo que yo quiero que usted me beije? –


jugué mi cuerpo

un poco para tras aumentando el espacio entre nuestros labios. Él sonrió


lindamente.

Ћ Usted quiere, pero yo no haré – y se alejó un

poco más. – No mientras no admitir para usted misma que aquel

idiota con quien está casada no a satisface – abrí la boca para

replicar, pero él no me dejó hablar. – Si él fuera hombre

suficiente para usted, Melissa, no quedaría tan entregue cuando

estoy próximo, muy menos quedaría a punto de desfalecer a

causa de un beso – aquella sonrisa cretino estaba allá. – Puedo

imaginar como está su braga ahora y lo cuánto está ansiando

por un toque mío.

Ћ Suyo... – forcé mi salida, pero

Robert se impuso con el cuerpo impidiendo mi

pasaje.

90

Ћ Admita Melissa! Diga que me quiere aún. Que


duerme con él, pero

que es en mí que piensa todo el tiempo.

Ћ Vaya para el infierno, Robert!

Ћ Que es mi boca que desea

en su piel, mis manos en su cuerpo...

Ћ Cuál es su problema?
Ћ No! Cuál es el suyo?

Él estaba tranquilo. Hablaba como se conversáramos sobre el día, lo

frío, el invierno en Chicago. Su voz no se alteró un

único segundo y su expresión permanecía serena.

Mientras yo estaba nerviosa, ansiosa y fodidamente

excitada. Yo lo odiaba.

- Si me quiere tanto así entonces por qué no dice? Usted llevó todo de

mí. Mis acciones, mi dinero – pasó la mano por los cabellos,

captando mi atención. – Está actuando cómo yo siempre actué,

cogiendo todo lo que quiere


sin pedir permiso, no es eso? Si yo soy lo que usted

quiere, por qué no habla de un golpe? ES sólo decir,

Melissa.

Ћ No sé del que usted está hablando –

sus palabras me magoavam considerablemente. Él no

entendía mis motivos y por el visto nunca entendería. –

Yo amo mi marido y es con él que yo quiero estar. No

quiero usted. No soy cómo usted y ni voy a meditar la

hipótesis de aceptarte como mi amante si es eso lo que

está sugiriendo – él sonrió anchamente. - Falda de mi

frente, Robert!

Ћ Un amante? Óptima colocación. Yo tampoco


quiero usted cómo

amante – por primera vez, desde el inicio de aquella

conversación, Robert se alteró. Su voz quedó grave y las

venas de su cuello saltaron un poco.

– Yo quiero usted de vuelta y no voy a desistir de luchar

por eso. No voy a parar un único minuto hasta que usted

se convenza de que me ama y que no existe la más

pequeña posibilidad de continuar separados.

Mi corazón reaccionó, sin embargo yo no podía ceder. Yo necesitaba


de aquella fuerza de él, también necesitaba que él

continuara creyendo que era real, o entonces nadie

más creería. Fue pensando en eso que sonríe burlada

aún encarándolo.

- Todo eso para conseguir de vuelta sus

acciones? – él me miró magoado como si mis

palabras abrieran una herida en su pecho. -

Usted quiere las acciones?

- Usted no?

- Voy a reformular Melissa – endireitou los hombros

y volvió a pasar las manos en los cabellos. – Todo se

resume a las acciones? Usted quiere quedar con

ellas? - Claro! Yo...


Ћ Son suyas. A mí no me

importa. Si realmente estuviera interesado 91

en reaver estas acciones yo probaría en la justicia que fui

víctima de mi propio golpe. Claro que con eso podría

pagar caro, ser prendido o tener mi nombre jugado en la

lama, o las dos cosas. Yo tengo las imágenes del día en

que usted firmó el documento, puedo probar que él era

falso y que fue firmado tras el acuerdo con los demás

socios, donde yo quedaba impossibilitado de venderlas

sin el aval de ellos.

Ћ Y usted no hará eso? Va a perder así con tanta


facilidad?

Ћ Perder? No, Melissa! Yo no estoy perdiendo.


Estoy ganando.

Con usted yo nunca pierdo, es en eso que continúo

creyendo – tragué en seco incapaz de reaccionar. – A mí

no me importa Miel – y sus ojos volvieron a quedar

dulces. – Antes con usted del que con Tanya y, sólo de

imaginar que por lo menos no existe oportunidad de ella

colocar las manos en mi patrimonio, ya quedo más


aliviado. No sé la razón, pero sepa que no dejé de

confiar en usted, sea allá lo que esté planeando.

Ћ Pero, y la promesa?

Ћ Estoy cumpliendo con lo que prometí a mi padre.


La empresa quedará

en las manos de mi familia – la misma sonrisa

cafajeste estaba estampado en su rostro. Tuve

ganas de esmurrá-lo.

Ћ No sea cretino, Robert!

Ћ Usted será mi esposa, Melissa.

Ћ Ah, sí! Va a decirme que

su acuerdo con Tanya va a acabar y

finalmente usted quedará libre para casar

conmigo.

Ћ No. Usted tiene las acciones, entonces no puedo,


por hora, dar un fin
en eso. Olvidó que el acuerdo preveía la venta de las

acciones? Pues bien, estoy atrelado la Tanya hasta

que descubra como salir de eso sin que ella acabe con

la empresa.

Ћ Entendí. Y usted quiere

convencerme a entregarlas para que finalmente

yo pueda hacerme su esposa.

Ћ No. Usted ya está casada.

Ћ Entonces lo que usted

quiere? – levanté las manos cansada de

intentar entender lo que él pretendía con

aquello todo.

Ћ Usted.

Fue imposible no sentirme tocada. Aquella simple

palabra, dicta con tamaño fervor y sinceridad, con la

seguridad de quien no tiene dudas acerca del que

desea y de que no será, nunca, jamás, persuadido a

desistir. Nada del que yo hiciera lo haría cambiar o

desviarse de su objetivo.

Ћ Por quê?
Ћ Por quê? – su sonrisa perfecta y

genuíno ofuscou todo y cualquier pensamiento

mío. – Porque yo te amo! Yo amo todo en usted.

Amo mismo 92

sus actitudes locas y, aún sin entender el porqué de

eso todo, continúo amándote y creyendo.

Ћ Pero...

Ћ No tiene cómo impedir, Melissa. Usted me


alcanzó en lleno, con

toda su fuerza. Quitó mi suelo, desestabilizou mi vida, perdí

el foco y no puedo luchar contra. Usted casó con otro? Esa es

una grande merda, con toda la certeza. Llegué a creer que mi

amor moriría o
si transformaría en odio con la mágoa, sin embargo estoy

aquí, ansioso para te beijar otra vez, para tocarte y sentirte

mía. No soy yo, pero sí todo en mí, cada pedazo, cada célula,

cada filamento. Robó mis acciones? Otra grande merda, y

aún yo no sabiendo su propósito, me hizo sentir tanto odio...

Pero entienda, Melissa. Yo no soy perfecto. Hice muchas

besteiras, pasé por cima de tanta gente, provoqué esta y

otras situaciones. Y usted tampoco es perfecta, pero, aun así,

es tan perfecta en sus imperfeições que yo no consigo

pensar en otra persona para estar a mi lado. Pero yo sé que

ahora... Ahora usted está casada y magoada, y nada del que

yo diga va a cambiar esa situación. Yo sólo quiero que usted

sepa, que entienda, que aún en ruinas, yo estaré aquí.

Esperando por usted. - Robert...

Mi celular tocó en el exacto momento en que me rendiría,

quitándome del transe. Él mordió el labio inferior, aún

manteniéndome presa en su mirar. Droga! Yo lo amaba. Era

sólo decir. Era sólo contar la verdad y finalmente seríamos

una familia. O no. Tanya nunca nos dejaría en paz. Robert

corría peligro, así como nuestro hijo y todos los otros

envueltos en aquella armação. Y tenía Abby. Yo debía eso a


ella. Y fue con muy pesar que conseguí librarme de su

dominio y atender al teléfono.

Ћ Sí?

Ћ Foco, Melissa! - Dean

estaba del otro lado de la línea y por su voz, él

no estaba de buen humor.

Ћ Dean!

Ћ Robert llega lleno de

promesas y usted cree? No ve que este fue el

acuerdo de él con Tanya?


Ћ Yo... – pasé la mano en la prueba

para clarear la mente. – Estoy bastante ocupada.

Necesito encontrar la solución para un problema aquí.

Robert pasó por mí dando la vuelta en mi mesa y

comenzó a anotar alguna cosa en un pequeño bloque.

Mi atención estaba toda en él. Dean podía tener razón.

Podría ser más una jugada de él. A fin de cuentas, no

fue siempre así?

Ћ No deje que él termine todo antes del tiempo.

Ћ Yo sé.

93

Ћ Paso para cogerte en una hora para almorzar


juntos.

Ћ Dean, yo estoy llena de cosas para hacer.

Ћ Usted necesita salir de esta

atmósfera o él va a dominarte rápidamente. Crea

en mí, es mejor pasar un tiempo fuera.

Ћ Ok! Todo bien. En una hora.

Él desconectó sin despedirse y con eso yo tuve la noción

de su grado de irritación. Robert salió de cerca de mí,

yendo en dirección la Abby, pero dejando su anotación


sobre la mesa. Curiosa, cogí el pedazo de papel y

encontré en él la respuesta que tanto buscava. La forma

correcta de alinear los proveedores a los transportistas.

Puta merda! El hijo de la puta sabía lo que hacer todo

el tiempo, aún así dejó que yo me torturara la mañana

entera. Lo que él pretendía probar con aquello todo?

Sólo él aún podría responder, pero yo no tenía gana

ninguna de preguntar.

94

CAPÍTULO 10
Melissa no miraba más en mi dirección. Sabía que ella había

quedado furiosa por yo haber indicado la solución para el

problema con los proveedores, pero no daba más para quedar

observándola deshacerse en preocupación cuando yo sabía

muy bien lo que debería ser hecho. Cinco días antes conseguí

llegar a una respuesta, como mi ex-amante insistió en

provocarme con aquella historia de las acciones y de la boda,

simplemente dejé que probara un poco de la locura que era ser

un CEO.

Cansado de aguardar pelo que ella haría, resolví

que debería almorzar, de preferencia en algún

lugar que no me acordara nada de nuestro

relacionamiento. Ya había tomado dosis extras

de su amor y estaba fadigado de tanto

torturarme pensando en aquella merda. Lo que

ella haría?

Ordené los papeles, desconecté el ordenador y levanté,

cuando me di cuenta de que Melissa también estaba de

pie con la bolsa en la mano, accesorio que por señal

demostraba su valor, sí, no era difícil percibir cuando una

cosa era cara o cucaracha, a fin de cuentas yo convivía


con Tanya y Nicole hace tiempo suficiente para tener el

mínimo de noción. Más un poco de mi dinero que ella

gastaba. Suspiré derrotado al observar que su vestido,

lindo por señal, que quedaba perfecto en aquel cuerpo

que yo conocía y deseaba cada pedacinho, también era

muy caro. Nicole con certeza diría que era de algún

estilista famoso, pero este detalle yo no conseguía medir.

Caminamos juntos en dirección a la puerta y tuve que parar

para darle pasaje. Ella empinó lo quejo y pasó sin mirarme

directamente. Sonríe. Aquella diaba era aún perfecta. Nerviosa

entonces, era de quitar cualquier uno


del serio. Yo amaba la forma como sus senos

quedaban cuando ella se enervava. Subían y

descendían en una baila arfante. Yo amaba

aquellos senos.

Ћ Voy a almorzar con Dean, Abby. Vuelvo

inmediatamente. Cualquier cosa puede conectarme – yo

sabía que ella quería alcanzarme con aquella información.

De hecho, todo aquel absurdo de boda era sólo una forma

de alcanzarme. Ella tenía rabia, sin embargo yo sabía muy

así como hacer Melissa curvarse. Era sólo dar la cuerda

que ella necesitaba y después estirar.

Ћ También estoy saliendo, Abgail. Si alguien me


busque, yo vuelvo

en a lo sumo dos horas. Por favor, pase este

documento para Bruno. ES a 95

declaración. Diga que estoy pronto para filmar.

Ћ Y las reuniones? –

Melissa volcó en mi dirección con un tono

autoritário.

Ћ Usted está perfectamente

capacitada para las conducís. No es la mayor accionista?


Tiene que trabajar como tal – su rostro quedó

inmediatamente rojo y mi corazón pulou de saudade de

aquella reacción. Ella mordió el labio inferior y pasó la

mano por los cabellos. Eran mis gestos reflejados en mi

amante. Que ironia!

Ћ Usted es el CEO.

Ћ Voy a hacer mi trabajo de CEO.

Voy a colocar la cara en red nacional, o mundial,

admitir que erramos, pedir disculpas y prometer

hacer el mundo un lugar mejor para vivirse –

caminé hasta el ascensor, accionándolo, ella me

siguió.

Ћ Usted programó esta reunión, es el responsable


por ella.
- Yo programé todo antes de usted llegar e informarme que yo no

tengo más este poder – di de hombros. – Y Abgail

olvidó de avisarte del viaje para Tailandia.

Ћ Tailandia? – casi ríe de su sorpresa.

Ћ Sí. Este viaje estaba previsto hay más de un año,


sólo no

sabíamos cuando sería el mejor momento. Vamos a

visitar las fábricas una semana – ella hizo una mueca,

pero desvió el mirar sin querer continuar la

conversación.

Entramos en el ascensor y ella permaneció en silencio,

encarando la puerta, con aire superior y ridículamente

forzado. Yo la beijaria en aquel momento si no estuviera

ahorrándome para otra ocasión. Era necesario dar un paso

de cada vez con Melissa Simon, o Bailey. Merda!

El ascensor paró y aquella chica instigante, rubia y de los

senos lindos entró. Ella hizo cara de sorpresa, arqueando

una ceja, pero sonrió lascivamente, sin le importar la

presencia de Melissa a mi lado. Yo, por la esquina del ojo,

conseguí captar lo incomodo de mi amante... ex-amante.

Me gustó la situación.
Ћ Con permiso. Sr. Carter,

yo estaba ahora aún yendo su sala para

entregar el informe solicitado.

Ћ Otro informe? – hice encanto

y sonríe para la chica que retribuiu sin pestanejar.

Ћ Fue lo que el Sr. Otaki dijo.

Ћ Yo estoy saliendo para almorzar, Srta. Garcia.

Ћ Hum! – ella hizo una mueca y después sonrió. –


Todo bien. Puedo

entregar para Abgail? - Melissa se remexeu aborrecida sin quitar los ojos
de la puerta del ascensor. Sonríe satisfecho con su desconforto.

96

Ћ Por qué no hacemos así: la

senhorita acepta almorzar conmigo y durante el

almuerzo conversamos sobre el informe – ella miró

en el reloj, después para Melissa.

Ћ Yo necesito coger mi bolsa.

Ћ La senhorita no va a necesitar de ella

y no veo nada que necesite ser ajeitado en su apariencia

perfecta, luego, está lista para acompañarme. Melissa no

resistió y volcó el rostro en mi dirección. Estaba

mortificada. Sin creer que yo era capaz de hacer una cosa

como aquella, principalmente tras declarar todo mi amor y

de haberle robado un beso. Pero era necesario que fuera

así. Mía ex-amante necesitaba tener la certeza de mi amor,

de mi gana de estar con ella, pero también temer que eso

acabara si no volviera inmediatamente atrás. Forjar una

amante era la arma perfecta.

Ћ Ok. Será un placer.

Ћ El placer será todo mío, Srta. Garcia.


Salimos del ascensor y Melissa se adelantó a caminar.

Yo vi, luego al frente, Dean encostado en más un BMW,

negro, fraudulentamente comprado con mi dinero. Fue

demás para mí. Indiqué mi coche la Srta. Garcia y con

pasos rápidos alcancé mi ex-amante que se volcó

sorpresa con mi actitud.

Ћ Para alguien que no quería ni oír

hablar en gastar mi dinero, usted está viviendo muy bien,

Melissa – ella me encaró, a principio asustada y perplexa

por mis palabras, enseguida sonrió y


estrechó los ojos.

Ћ Por el visto voy a necesitar usar muy

más de su dinero. Necesito urgentemente de un analista,

pues cuando esta merda toda acabar no sé lo que sobrará

de mí – y me encaró decidida a enfrentarme.

Solté su brazo y sonríe. Adoraba aquella Melissa. Que infierno! Era

para odiarla sólo por ser gracias a verla entrando en el

coche que ella compró con mi dinero para aquel hijo de la

puta. Sin embargo, yo estaba maravilhado con sus palabras

“cuando esta merda toda acabar”.

Ah, Melissa! Usted ni imagina lo cuánto yo estoy ansiando

por eso. Volví para mi coche y la Srta. Garcia me

aguardaba. Ella no preguntó nada, ni demostró estar

aborrecida, sólo sonrió cuando yo entré y di partida. No

esperé que ellos salieran primero, simplemente tiré mi

coche al frente de ellos y salí de la empresa como un loco.

La chica a mi lado sonrió, adorando aquella emoción.

Rodé un poco, en búsqueda de un local discreto, a

fin de cuentas, Tanya no me gustaría nada de la

idea de una nueva amante. Sin embargo, así que


estacioné el coche mi celular tocó. Pensé en no

atenderlo, finalmente de 97

cuentas, yo estaba en mi horario de almuerzo y

realmente me sentía interesado en conocer un

poco más de aquella chica sentada a mi lado, pero

quienquiera que fuera al teléfono insistía en

conseguir hablar conmigo.

Ћ Sí?

Ћ Sr. Carter? – aquel acento no era extraño, aún así


no

conseguí identificar – ES la Sra. Alonso, la nueva gobernanta –


inmediatamente
quedé tenso. Nunca antes recibí una llamada de los

empleados de mi casa.

Ћ Lo que hubo?

Ћ La Sra. Carter, ella tuvo un

problema – revirei los ojos. Lo que Tanya estaba

haciendo de aquella vez? Y desde cuando yo tenía

alguna cosa con los problemas de ella?

Ћ Que tipo de problema?

Ћ Los médicos llegaron, pero ella no quiso ser


atendida. Está trancada

en el cuarto. No sabemos explicar lo que aconteció. Ella

estaba en el closet, cuando de repente oímos un grito

alarmante. Fue horrible! Un grito de pánico, Sr. Carter.

Nodos alertamos los guardas jurados y subimos

enseguida, pero a encontramos desmayada.

- Ella no quiso ser atendida? Lo que aconteció? Vosotros


encontrasteis

alguna cosa? Cualquier cosa que indique lo que aconteció? Ella dijo algo?

Ћ No, señor. Como yo dijo, ella

está trancada en el cuarto. Cuando despertó

temblaba mucho, quedó nerviosa, como se temiera


ser atacada a cualquier momento. Prohibió la

copeira, la Srta. Raquel, de salir de su lado. Yo entré

ahora a poco con agua y ella no paró de temblar.

Pidió para llamarlo.

Droga!

Ћ Yo no puedo salir ahora –

miré para la chica a mi lado, ella me miraba

atentamente, sonriendo con ingenuidade.

Ћ Sr. Carter, realmente el caso es preocupante. La


Sra. Carter...

Ћ Todo bien – concordé irritado. – Todo bien. Estoy


yendo – desconecté

y encaré la Srta. Garcia. – Disculpe, infelizmente surgió un imprevisto y yo


necesito resolverlo.

Ћ Correcto. Sin problemas, Sr.

Carter – ella continuó sonriendo, sin sacudirse. Fácil

demás. Ella era extremadamente atractivo, aún así

no me hacía tener coraje, ni gana de dar un paso al

frente, todo porque Melissa no salía de mi cabeza.

Ћ Voy a dejarla en la empresa. Puede entregarme


el informe?

Ћ Claro! Pero yo prefiero quedar.

Me gusta este restaurante, y no estamos muy lejos,

entonces podré volver en seguridad para la

empresa – ella me 98

pasó la carpeta que estaba en sus manos.

Ћ Usted está sin la bolsa. Déjeme...

Ћ No precisa. Soy amiga del jefe –

parpadeó de manera divertida y joven. – Gracias por

la invitación, Sr. Carter! Sería un placer estar en su

compañía, pero... – inclinó la cabeza para el lado y

sonrió, entonces abrió la puerta y descendió, dejando

en el aire la promesa del que podría haber sido

nuestra tarde.
Respiré profundamente y di partida en el coche. La

lluvia había disminuido. La meteorología alertaba

para el invierno riguroso que nos alcanzaría en

breve. El frío que yo sentía no estaba nada

relacionado a la temperatura en Chicago, y sí al

miedo del que encontraría por el frente. Lo que

Tanya estaría haciendo?

Así que llegué en casa fui recibido por la nueva gobernanta. Pela

su expresión entendí que algo estaba muy errado. Subí las

escaleras sin prisa. Necesitaba primero prepararme para

asimilar lo que quiere que hubiera acontecido, y tener el

equilibrio necesario para no envolverme en


más una pelea con Tanya. Sería lo aunque dar un tiro

en el pie, a fin de cuentas, yo aún necesitaba de ella

como aliada, o entonces no tendría cómo defender

Melissa de las garras de mi esposa.

En la puerta del cuarto de ella había un guarda jurado. Él

parecía un poco perdido, sin saber con lo que estaba lidando.

Preferí abordar primero Tanya, cuchara las informaciones

directamente de la fuente y dependiendo del que ella me

revelara, conversaría con los demás. Por eso sólo saludé el

muchacho y batí levemente en la puerta. Algunos segundos

después una mocinha que trabajaba como auxilie, la copeira,

abrió una fresta. Demostró sorpresa al verme, pero

inmediatamente salió del frente para que yo pudiera entrar.

El cuarto estaba claro. Claro demasiado hasta para lo que yo


conocía de

Tanya. Las cortinas abiertas y las luces, todas, acesas, aún

no siendo aún el final del día. Ella estaba en la cama,

cabellos mojados, apariencia pálida, ojos cerrados y

aparentemente húmedos, parecía frágil. Constaté que

algunas veces su cuerpo tembló y ella se encogió aún más.

Ћ Lo que aconteció? – sussurrei con miedo de


despertarla.
Ћ No sé decir. Nodos corremos cuando oímos el
grito y a

encontramos desmayada. Tras eso ella sólo lloró y

habló cosas sin sentido. Repitió muchas veces que no

era posible y que no fue culpa de ella, pero no contó lo

que realmente aconteció. - Todo bien.

Tanya abrió los ojos y me encaró. Durante pocos segundos ella

pareció perdida, como si no supiera al correcto se

estaba aún despierta o soñando, así que se dio cuenta,

cubrió el rostro con las manos y lloró 99


copiosamente. Quedé en choque. Hay muchos años yo no

veía mi esposa tan indefensa, frágil como un niño. Sin

pensar dos veces, senté a su lado y toqué en su brazo. Ella

sacudió el rostro, negando la aproximación, sin embargo

no me impidió por mucho tiempo, inmediatamente estaba

en mis brazos, llorando y siendo acalentada por mí.

Dejé que ella llorara sin hacerle preguntas. Yo también estaba

asustado, sorprendido con aquella demostración de flaqueza y

principalmente por mi buena gana en consolarla. Pero había

algo de muy extraño en aquel episodio. Tanya estaba aún con

miedo. Aterrada por el ocurrido y lloraba desarmada sin saber

cómo superar su temor. - Usted cree... Sería posible que... No

puedo creer. Pero fue

real. Fue verdadero, Robert. Yo no estoy mintiendo. Por

favor, crea en mí – ella me encaró con los ojos mojados y

la faz pálida.

Ћ Tranquila Tanya! Usted está temblando.

Ћ Como no temblar? – las

lágrimas caían con facilidad. – Como puede

ser posible?
Ћ Yo no consigo entender. Por qué no me cuenta lo
que aconteció? –

ella reculó un poco y desvió el mirar, después miró

sugestivamente para la copeira, que mucho sin jeito pidió

licencia y se retiró del cuarto dejándonos solos. Así que la

puerta cerró ella continuó.

- Yo estaba pasando el hidratante facial, comenzaba a prepararme

para encontrarlo en la empresa. No había ningún sonido – su

voz quedó más urgente. – Yo juro Robert! La casa estaba en el

más perfecto silencio. Nadie estaba en el piso, pero... Por Dios,

yo oí. No fue alucinação. Como puede? - Tranquila! Lo que

exactamente usted oyó? – sus ojos quedaron


inmensos.

Ћ Yo estaba frente al espejo,

mirando mi rostro y verificando la crema en mi piel.

Estaba concentrada cuando oí. Fue... Horrible! –

recomenzó a llorar.

Ћ Tanya, yo no puedo te ayude si

no contarme. Necesito saber lo que usted oyó. No

puedo ni cuestionar los empleados...

Ћ El pequeño Rob – a principio no entendí lo que ella


decía. Pensé

que continuaría diciendo cosas sin sentido, pero ella

me encaraba firmemente. – Yo lo oí. Era su risa, su

alegría. Fue tan real, tan presente, como dudar? Era

él, pero como? - mi corazón aceleró de una manera

incompreensível.

Ћ Del que está hablando, Tanya? El niño está


muerto!

Ћ Muerto. Como puede? Yo oí. Tengo certeza, no


estoy loca. Fue

fuerte y alto, imposible confundir con cualquiera otro

sonido. Era él. Ahora me explique como? Él está

muerto.
100

Ћ No existe esta posibilidad. Usted

debe haber imaginado – pasé las manos en los

cabellos sin saber al correcto lo que debería hacer.

La locura de Tanya estaba ganando proporciones

inacreditáveis. Pero también, yo podía creer era posible

que un día los fantasmas de su pasado volvieran para

cobrar por sus crímenes. Miré otra vez para mi esposa y

sentí pena. No había oportunidad de yo crea que aquello

aconteció sino solamente en su mente doentia.

Usted
debe

estar

cansada.

Estressada.

Estos

últimos

acontecimientos... Yo también estoy siendo sabotado por

mi mente – inmediatamente acordé de la visión que tuve,

cuando creí que Melissa estuvo a mi lado y que me amaba,

pidiendo que luchara por nodos dos. Aquello también fue

un truco de mi mente. Como condenar Tanya?

Ћ No me deje sola, por favor! Yo sé

que no estoy imaginando. Robert, usted necesita

creer en mí – ella agarró mi brazo, llorando

desesperadamente. – Por favor!

Ћ Todo bien, Tanya.

Y yo estaba allí otra vez, acariciando sus cabellos y

preguntándome por qué estaba tan tocado con su

fragilidad? Inmediatamente supo la respuesta.

Porque Tanya no mentía. Por primera vez en muchos


años, ella estaba siendo sólo frágil. Siendo la Tanya

que yo conocí cuando me enamoré.

***

- Pronto.

Aquella luz fuerte que me hacía transpirar, borró, dejándome

más a la gana. Por más que yo fuera una figura pública, estar

de frente a una cámara era como mínimo desconfortável. Yo

no me sentía bien hablando con una máquina, muy menos

fingiendo que miles de personas estaban allí,


como platea. Era embarazoso.

Ћ Quedó óptimo, Robert! – Bruno

apretó mi mano y sonrió. Miré para la figura, un poco

atrás de él, Melissa, que me encaraba con una

sonrisa mínima en el rostro y ojos orgullosos. Tuve

ganas de beijá-la, pero me contuve.

Ћ Eso es un saco! Espero que consigamos el efecto


deseado.

Ћ Todo va a salir bien. Olívia dijo

que Tanya tuvo una indisposição, como ella está? –

pisquei varias veces y estiré el aire con fuerza. Aquel

asunto era extremadamente desconfortável.

Ћ Ella quedó indisposta, sólo eso. Dolor de cabeza,


yo hallo – él

sonrió y sus ojos quedaron más vivos.

101

Ћ Lo que será que ella

está haciendo ahora? – si aproximó

confidente.

Ћ No sé, pero creo que esta vez

es realmente una reacción de su cuerpo – “o de su


mente” pensé sin conseguir sentirme seguro con

aquel acontecimiento. – Qué hora va al aire?

Ћ En una hora.

Ћ Óptimo! - volví a mirar para Melissa, ella

se apresuró en recoger sus cosas y salir de la sala. – Voy

para casa. Hablo con usted más tarde.

Ћ Con certeza. Usted va al baile mañana?

Ћ Sí. En una situación como esta, el

mejor a hacer es aparecer públicamente y esbanjar

interés por las causas sociales – “y Melissa estará allá,

prontinha para mí”, sonríe con la posibilidad. - Tengo que

ir. Me apresuré a salir en la expectativa de tener un poco

más de Melissa
antes de perderla por más aquel día. Abby me miró y

sonrió, sabiendo exactamente lo que yo haría y corrí,

impidiendo que el ascensor descendiera. Sólo ella estaba

en el espacio, además de mí, es claro.

Ћ Usted lleva jeito con las cámaras, Sr. Carter. Fue


firme y convincente

– ella intentaba ser formal y fría.

Hablaba de forma cordial como se cumpliera una obligación

social, la oís tan distante y pulida me dejaba aún más

desejoso de ella. Porque Melissa en la intimidade era algo

para suspirar, pero Melissa intentando imponer una barrera

entre nodos dos, tratándome con tanta formalidad y

hablando conmigo como hacía cuando era sólo mi

secretaria, me dejaba fodidamente excitado. Droga! Yo

podría comerla en aquel ascensor y nadie podría

detenerme. Nadie, sólo mi conciencia de que debería dar

sólo un paso por día y la necesidad de dejarla creer que yo

no daría este paso.

“Ah, Melissa! Cuánta saudade yo siento de ese cuerpo!”


Ћ Gracias! Pero confieso que

no deseo esta parte del éxito – ella sonrió, pero

mordió los labios reprimiéndose.

Ћ Como fue su almuerzo con la nueva operaria? –


tuve ganas de

reír. Yo sabía que conseguiría la alcanzáis con aquella payasada de


invitación.

- Fue... Perturbador – no conseguí esconder la mueca por los

acontecimientos al lado de Tanya. Aún no había conseguido llegar a una

línea coherente de raciocínio que explicara el acontecido.

La puerta del ascensor se abrió dejándola partir. Llegué a me

preparar para la imagen de Dean, con su coche increíble,

comprado con la merda de mi dinero, aguardando

alegremente por la esposa, que él había


robado de mí y que probablemente calentaría su

cama en aquella noche fría. Cerré las manos en

puño.

102

Sin embargo, Melissa caminó tranquilamente en dirección a su coche. Lo

sonido de su salto chocándose contra el suelo y

ecoando en el vacío. Observé la mujer que yo amaba.

Lo que yo no daría por una noche en aquel

apartamento pequeño y viejo, en aquel sofá nada

confortable, abrazado a su cuerpo blando? Y la noche

estaba tan fría! - Melissa?

Ella volcó automáticamente en mi dirección, antes de

alcanzar su coche. Observé su expresión confusa. Había

alguna cosa diferente en aquel rostro, y yo no sabía decir al

correcto lo que era, sólo sé decir que Melissa no era más la

misma persona. Ella parecía más segura, madura...

No sólo por sus actitudes, todas las que yo pude

comprobar el poco tiempo desde su vuelta, pero su

cuerpo parecía más maduro. Con certeza había algo

de diferente.
Ћ Lo que, Robert? – ella quedó

impaciente viéndome sólo estudiarla sin decir

nada.

Ћ Usted engordou?

Droga! Lo que dio en mí para hacer aquella pregunta?

Que mujer en sã conciencia quedaría feliz con una

pregunta de esas? Quedé avergonzado, pero Melissa

corou deliciosamente quitándome la concentración.

Después su boca abrió y cerró algunas veces y ella

cogió el casaco, cerrándolo junto al cuerpo como se

quisiera esconder algo de mí.


Ћ Vaya la merda,

Robert! – y abrió la puerta del coche

entrando inmediatamente.

Ríe alto. No por el hecho de ella haber mismo engordado. Bueno...


No

mucho, tengo que ser justo, y con certeza, no de forma

a perjudicar sus curvas, que estaban más bellas e

interesantes del que nunca, eso yo pude comprobar

diversas veces, pero por el hecho de haberla irritado

hasta tal punto que fue imposible coger su rebeldía.

Y yo amaba

aquella rebeldía.

103

CAPÍTULO 11

Robert partió en aquel coche con Carol y yo no conseguí

controlar mi corazón. Este era uno más de los puntos

negativos del embarazo. Usted llora sin motivos, o con motivos,

pero nada tan serio, ya que estaba en los planos implantar

Carol como su nueva amante, por lo menos teóricamente. El

hecho es que usted llora, siempre, y sin el más pequeño

control. Sin contar que los nervios quedan a la flor de la piel,


entonces usted pasa de la mayor tranquilidad de más terrible

irritación, en segundos. Y fue exactamente lo que aconteció.

Ћ Usted va a quedar monitoreando todos mis


pasos? Va a quedar

escuchando todas mis conversaciones con Robert sin

darme ni un segundo de paz? – Dean me miró

asustado. Él nunca entendería mi situación.

Ћ Melissa, nodos combinamos eso.

No tengo culpa si no consigue lo impedís de

aproximarse tanto, ni de dejarlo hablar las cosas que

habla para usted. De hecho, fue justamente por

escuchar que yo conseguí impedir que Robert te

doblara.
- Droga!

Crucé los brazos en mi barriga en una birra infantil. Dean

suspiró, conectó el coche y partió, antes dando pasaje al

hombre que yo amaba, que partía con aquella... Aquella

chica linda que podría fácilmente quitarlo de mí. Pasé la

mano en el rostro limpiando las lágrimas.

Ћ Usted sabe que Carol

sólo va lo conducís para el punto que

deseamos.

Ћ Él va transar con ella – más

lágrimas descendieron y las manos de Dean

cerraron en el volante denunciando su inseguridad.

Ћ Claro que no va. Él está sólo haciendo con

que usted piense que va a acontecer – sonrió y yo no sentí

fuerza en sus palabras. – Pare de llorar, Melissa! Usted está

dejándome loco con esas reacciones de mujer embarazada. ES

peor del que TPM, de hecho, es una TPM agravada y

constante – dio risada. Mi cara mostró que yo no me estaba

gustando nadinha de aquella conversación. – Estoy

jugueteando, Miel! Mi Dios, hoy usted está terrible.


Ћ Como puede juguetear sabiendo que ellos están
juntos en este momento?

Ћ Yo confío en la Carol. Si no confiara no a habría


colocado en esa.

Ћ Yo no confío en Robert – volví a cruzar los brazos


en el frente de la

barriga, pero Dean rió alto. – Estoy hablando serio.

Él estaba con Tanya, transando o... o... Usted sabe.

Aquella merda toda. Y diciendo amarme? 104

Entonces, halla aunque él no va a llevar la Carol para

cama? Él va sí. Yo tengo certeza. Y ella va a permitir,

porque yo conozco Robert, sé como él consigue ser

persuasivo cuando desea una mujer...

- Llega, Melissa! – su postura firme y grave me hizo parar asustada.


– Droga! Estamos en esta merda únicamente por usted,

será que no da para dar un tiempo? Yo no preciso de

esas ideas para pasar mi día, ok? Como usted cree que

yo me siento dejando mi novia quedar a la disposición

de aquel... De aquel hijo de la puta.

- Dean!

- Ah, claro! Él roba usted de mí, te come

prácticamente en mi cara y como usted quiere

que yo lo vea?

Droga! Nodos ya habíamos tenido aquella conversación un

millón de veces. Nunca conseguimos zerar nuestro pasado.

En el mismo instante me arrepentí de haber iniciado aquel

asunto. Él no merecía dividir conmigo mis angustias. Dean

ya se hube sacrificado demasiado por mí. No era justo.

- Discúlpeme, Dean! Disculpe! Yo no quería...

- Claro! Vamos a almorzar, ok?

Su voz de rabia contenida entregaba que él no estaba

nada satisfecho con nuestra conversación. Él paró el

coche frente al restaurante y su teléfono tocó. Dean

atendió clicando en el botón del volante. La voz de Zac,


el antiguo seguridad contratado por Robert para

protegerme de las locuras de Tanya, llenó el espacio.

- Dio todo correcto, Dean. Ella casi enfartou – y rió

con gana. Dean no consiguió entrar en el clima de

la piada y yo ni sabía lo que se trataba. - Ok.

Manténgame informado.

- Sólo tiene un probleminha – Dean suspiró. – Robert fue llamado.

Por el visto no será hoy que Carol conseguirá

cumplir con el combinado. - Robert fue llamado?

- Sí. La Sra. Alonso acabó cediendo a los llamamientos de Tanya, y


conectó
solicitando su presencia.

Ћ Menos apenas! ES bueno

que él comience a percibir que la esposa no

está equilibrada.

Ћ La idea es esa.

Ћ Correcto. Manténgame

informado – desconectó y miró para mí aún

aborrecido. – Di autorización para actuar contra

Tanya. Iniciamos hoy el plan de las cintas.

Oh, droga! El correcto era hagamos eso cuando

Robert estuviera insertado en nuestro grupo, y esta

era la tercera etapa del plan. Yo dejé claro que sólo

haríamos eso con su consentimiento.

Ћ No comience a pelear, ok? Tanya estaba dispuesta


a volverse contra

105

él y no tendríamos tiempo para rehacer los planes si

ella decidiera realmente matarte. Además del más,

usted no conseguirá esconder este embarazo por

mucho tiempo. Si vamos a convencer todo el mundo

de que ella está loca. Cuánto antes comencemos


mejor. Necesitaremos del apoyo de la familia para

ingresarla.

- Primero tenemos que encontrar las pruebas. Tanya desequilibrada


es

una incógnita. Ella puede simplemente decidir destruir la vida de Robert.

- Yo tengo todo bajo control. Vea el lado bueno, no será hoy que

Robert transará con Carol – y sus ojos fríos me fusilaron mientras él

encendía un cigarrillo.

***

El almuerzo fue una droga. Dean aborrecido conmigo,

yo aborrecida con Robert y él con el mundo. Para

empeorar mi suerte, Adam


apareció inmediatamente después de mi llegada. Yo

estaba sola en mi sala, ya que Robert permanecía en

la casa de él, consolando la esposa loca, y no tuvo

cómo impedir el encuentro. Imploré para que mi

confusión hormonal no me hiciera atacar el Adam, a

fin de cuentas, yo aún necesitaba de él. Forcé una

sonrisa.

Ћ Adam Simpson! Pensé que te vería antes del


almuerzo.

Ћ Estaba trabajando. La filial está una locura. Pero


no podría

dejar de venir a conferir aquí con mis propios ojos su

vuelta. Nuestra! La distancia le hizo bien – y corrió mi

cuerpo con ojos hambrientos. Fingí no percibir. Era

necesario.

Ћ Cuénteme sobre los

problemas de la fábrica – indiqué la silla con la

mano.

Ћ Voy a contar, pero primero, me quiebra sobre


esta reviravolta. Quiere

decir que ahora usted forma parte del consejo? – él fingía

que no sabía de nada. Por lo menos no de la parte podrida


de la historia. Pero yo sabía que él estaba al corriente de

la situación y que jugaba a favor de Tanya.

- Sí. Entré en un acuerdo con Robert y compré algunas acciones.

Hoy formo parte del consejo, pero él continúa siendo el CEO –

estrechó los ojos conocedor de mi mentira, pasó la lengua en

el labio inferior y sonrió.

Ћ Y está casada – esta afirmación

me hizo corar un poco. No que yo tuviera vergüenza

de mi situación, y sí porque no me gustaría que la

información ganara una proporción mayor del que

merecía.

Ћ Sí. Casé con Dean Bailey,

que era mi novio, como usted sabe.

Ћ Sé. Bueno – frotó las manos y después entrelaçou


los dedos. – Y fue
106

usted quien descubrió el problema con las empresas de

China. Grande sacada. Su nombre va a quedar marcado

en la historia de este grupo – sonríe, analizando cada

detalle de aquella conversación. – Donde está Robert?

Ћ Salió para almorzar y no volvió aún. Y los


problemas?

Ћ Si Robert continúa siendo el CEO

yo debo tratar con él, no halla? De hecho, cual es aún

su función aquí dentro ahora? – estiré el aire con

fuerza. Merda! Cual era mi función allí dentro?

Ћ Continúo analizando el

mercado para nuestras negociaciones, pero ahora,

como socia mayoritaria – él no demostró sorpresa

con la información, ni cuestionó la forma como

conseguí el dinero. – Acompaño todo de cerca. ES el

mejor a ser hecho.

Ћ Concuerdo. La parte buena es que ahora Robert


no tiene más poder

sobre usted, no es? – avanzó un poco, observando mi

reacción. – Él no puede más dominarte, como hacía. Y


su marido no trabaja aquí, luego, tendré más libertad

para estar a su lado, con todo el respeto, es claro – y

parpadeó. Aunque la gana de socá-lo fuera grande

me cogí y sonríe.

- Claro! Por qué no?

Robert no llegó y con eso Adam no tenía más motivo para

permanecer allí conmigo, entonces fue aunque tan luego

nuestra conversación perdió la fuerza. Antes él reveló que

su problema era relacionado a los proveedores y

transportistas, pero para este problema yo ya tenía una

solución. La misma que mío ex-jefe hizo el inmenso favor

de darme. Fue cuando yo estaba en medio de la reunión

con los proveedores que


Robert llegó, pero no entró en la sala en que estábamos,

ni aún miró en mi dirección. Me pregunté quão

profundamente lo que estábamos haciendo con Tanya lo

alcanzaría? Lo cuánto sufriría con la idea de que su hijo,

muerto en circunstancias tan absurdas, podría estar

comunicándose con la esposa loca.

Ћ Entonces creo que este sea nuestro

mayor problema. Concuerdo plenamente con su

solución, Sra. Bailey – necesité concentrarme para

entender que, el hombre gordo y careca delante de mí,

cuyo nombre yo no conseguía acordar de forma alguna,

pero que era de suma importancia para la empresa,

estaba hablando conmigo.

Ћ También concuerdo. Necesitaremos hacer los


ajustes adecuados para

que esta asociación sea realmente firmada – aquel era

Fabricio Ramones, un español conocido como Rey del

Hierro, que pasó a formar parte de nuestros proveedores

después de mucha negociación relacionada a valores. Él

era flaco demás y tenía una nariz extraña.


Ћ Todas las providencias serán

tomadas, señores – el tercer hombre, 107


en voz baja y fuerte, cabellos negros crecidos abajo de la

oreja y de piel morena, nada decía, pero me encaraba con

atención. – Llegamos a una solución, entonces. Mañana aún

los señores recibirán el documento conteniendo el acuerdo

entre las partes. Gracias por la atención de todos. Después

de apretar las manos, volví para mi sala. Estaba ansiosa

para verificar como Robert estaba, lo que aquel problema

había sido para él y como estaba encarando la reacción de

Tanya. Sin embargo, él sólo levantó los ojos cuando yo entré

y no tardó ni medio segundo


mirando para mí, rápidamente volvió a a dedicarse

a los papeles en su mesa.

Pensé en crear alguna situación, hacer cualquier cosa para llamar a

su atención. Tras verlo flertando abiertamente con Carol,

enseguida correr para casa para socorrer la esposa, el mínimo

que yo necesitaba era de la confirmación de su amor. Él,

aparentemente, no le importaba con mi apatia y no me dirigía

su mirar. Estaba levantando con el pretexto de hablarle sobre

la reunión, cuando Olívia llegó.

- Y Tanya? – ella no perdió tiempo intentando ser agradable conmigo.

Sólo me lanzó un aceno de cabeza y volvió toda su atención al hijo.

Ћ Está indisposta. Ella tuvo un

problema hoy más pronto, preferí que quedara

descansando. No se preocupe, hoy aún a informaré

del que combinemos aquí – percibí que Olívia quedó

un poco incomodada con la forma celosa con que

Robert hablaba de Tanya. Yo compartía de su

sentimiento.

Pasé media hora sentada de frente para él, que

conversaba sólo lo que era referente a las acciones de

Tanya y Olívia contra la explotación sexual y trabajo


infantil, el agujero en que la esposa de él tenía en los

metido. Y yo aún no había conseguido descubrir los

motivos de ella haber escondido aquellas informaciones,

sólo sabía que fue justamente por ellas que decidimos

que estaba en la hora de volver.

Mi tiempo gasto en aquella reunión, también sirvió para

hacerme ver el tamaño del odio de Olívia por mí, pues esta,

a pesar de saber que era necesaria mi presencia, por

imposición mía, lógico, me ignoró completamente durante

todo el tiempo en que estuvo en la sala. Ni preciso


decir que mi estómago embrulhou con aquella

reacción. Dean con certeza quedaría feliz, a fin de

cuentas, aquello todo serviría para que todos

continuaran creyendo que yo odiaba realmente

Robert, o que todo no pasó de un golpe.

Lo que él no entendía era que en aquel juego cada puja acababa

conmigo y destruía el corazón del hombre que yo

tanto amaba. El peor de todo era no poder confortá-

lo.

108

Tan luego Olívia salió, dejado todo planeado para un viaje a la

China una semana, coincidiendo con la nuestra a

Tailandia. Merda! Sería muy complicado pasar

algunos días al lado de él sin poder vivir nuestro amor.

- Como fue la reunión? – él habló conmigo cogiéndome de sorpresa.

Miré sus ojos ceniza y casi me perdí en ellos. Eran tan

perfectos! Y aquel quejo definido, aquellos labios

tentadores, y aquel infierno de sonrisa torto que

robaba mi sanidad mental? Merda! Yo necesitaba de

sexo, y necesitaba urgentemente.

- Óptima! Yo quería aún conversar con usted sobre...


Pero Bruno llegó y con él todo el equipo de Marketing que

filmaría la declaración de Robert Carter. Droga! Yo me

sentía pésima estando excitada en el frente de tantas

personas. Mío ex-jefe se distanció, obedeciendo las

órdenes de las dos maquiadoras olvidándose

completamente de mí. Lo que estaba aconteciendo

conmigo? Mis reacciones estaban todas confusas y

escandalosas.

Bruno me miró sin mucho interés. Él fue avisado que necesitaría


odiarme por más tiempo, ya que Tanya necesitaba

creer en aquella farsa. No me aproximé. Dejé que él

compusiera su papel junto al hermano y fingiera su

indignación por mi presencia forzada. Preferí quedar

atrás, observando mi ex-amante asumir su estilo

superior y seguro. El hombre perfecto.

Era preciso luchar contra toda su influencia. Por lo menos

mientras fuera necesario mantenerlo alejado. Por eso, así

que acabaron las filmagens, cogí mis cosas y corrí para el

ascensor. Era importante quedar lejos, ya que yo había

babado por mi ex-jefe durante todo el proceso de la

declaración. Cada palabra de él era tan persuasiva que por

cada segundo yo fui transportada para nuestros

momentos juntos, cuando él me explicaba cada situación,

con aquella voz firme, que tocaba mi piel como se fuera

sus propias manos, o cuando resolvía ser abusado aún y

utilizaba sus manos, boca, labios, lengua... Puta merda!

Como yo necesitaba de aquel hombre!

Entré en el ascensor agradeciendo por conseguir

escapar, sin embargo Robert luego me alcanzó,

entrando junto conmigo y haciendo de aquel viaje tan


corto una tortura. Mis manos quedaron sudadas, mi

corazón disparado y mis piernas bambas. Pensé en

algo que pudiera hacer o decir y no encontraba nada.

Pero él estaba allá, a mi lado, mirando para el frente

como yo.

- Usted lleva jeito con las cámaras, Sr. Carter.

Continué mirando para el frente, pero llevé

los brazos a la espalda y 109

entrelacei mis dedos, forzándome a no tocarlo. Era demás para mío


autocontrol mantenerme firme al lado de él. Como yo lo amaba!

Como lo deseaba! Todos los días, todas las horas, todos los

minutos y segundos. Robert era el dueño de mis pensamientos,

de toda mi atención y de mi amor. Sin pensar, dejé que una

sonrisa bobo escapara en mi rostro.

Ћ Gracias! Pero confieso que no

deseo esta parte del éxito. Reprimí la sonrisa. Era

necesario mantener la compostura. Era fundamental,

en verdad. O entonces yo me tiraría en sus brazos allí

mismo. Además del más yo aún tenía rabia. Aquel

flerte descarado con la Carol fue el fin del mundo para

mí, aún yo sabiendo que ella no iría muy lejos. O iría?

Merda!

Ћ Como fue su almuerzo con

la nueva operaria? – fui amarga sin impedir.

Ћ Fue... Perturbador.

Perturbador? Como así? Por qué perturbador? Lo que había

acontecido antes de él ser interrumpido para socorrer Tanya?

Puta merda! Yo odiaba aquella parte del plan. La puerta

abrió y yo disparé para fuera. De repente ambiente estaba


sufocante. Caminé apresuradamente en dirección a mi

nuevo coche. Quería huir dali el más rápido posible.

Ћ Melissa? – me volqué para

encararlo. Él nada dijo, sólo quedó me fitando con

aquella cara de quien no sabe lo que decir.

Ћ Lo que, Robert? – merda! Yo necesitaba ir


aunque o entonces volvería

los pasos que nos separaban y el beijaria. Se sabe allá lo que más yo haría.

- Usted engordou?

Puta merda! Puta que pariu!

Yo engordei? Yo estoy embarazada, su escroto! Embarazada! De un


hijo
suyo. Su puto! Escroto! Hijo de la madre! Merda! Como

él podía decir que yo estaba gorda? Yo estaba gorda?

Será que yo estaba aún gorda? Bueno, yo engordaria,

no engordaria? Embarazo hace estas cosas. Entonces

por qué lo espanto? Ah, claro! Él no sabía. Él no sabía,

pero debería ser gentil. Donde ya se vio preguntar a

una mujer si ella engordou? Que falta de sensibilidad!

Que absurdo! Que incompetencia! Hijo de la puta! -

Vaya a merda Robert!

Él rió y yo entré en mi un coche deseando pasar por

cima de él. Pero me contuve y sólo dirigí en

dirección mi casa. No sería nada bueno quedar

viuda sin ni al menos casar. Muy peor sería tener mi

hijo sin padre. No. Aquel ogro continuaría vivo, pero

yo daría un jeito de retribuir la gentileza.

***

110

- Yo estoy gorda? – coloqué más un pedazo de torta de chocolate,

con cobertura de chocolate y pedazos de chocolate

en la boca. Dean sonrió y pasó un brazo en mis

hombros.
Ћ No. Usted está linda! – tragué e

inmediatamente coloqué otro pedazo. – Está mejor

ahora? - Dean era el máximo! El único hombre que

tenía la sensibilidad adecuada para ofertar

chocolate a una mujer cuando ella estaba sufriendo.

Además de saber las palabras correctas para calmar

un corazón desesperado.

Ћ No. Voy a comer la torta toda. Tengo certeza

de que mi bunda está mayor. Las bundas siempre crecen en

el periodo de gestação, no es? La mía está gigantesca –

funguei limpiando mi rostro con la espalda de la mano.


Ћ Que absurdo! Su barriga ni

apareció aún, como su bunda puede estar

mayor? De hecho, su bunda está óptima!

Ћ Dean! – di un tapa en el brazo de mi marido y él


rió.

Ћ Pare con eso. Robert quería sólo

provocarte. Usted continúa perfecta – sonríe y di un

beso en su rostro. Dean sonrió de una manera

diferente. Merda! Hasta cuando continuaríamos de

esta manera? Hasta cuando él guardaría esperanzas?

No era justo.

Estábamos sentados en nuestra sala de televisión, en el sofá céntrico,


con

las piernas estiradas, uno al lado del otro, todo oscuro,

sólo la luz venida del aparato clareaba nuestros

rostros. Quedamos solos para juntos asistamos la

declaración de Robert, pero también para que él me

consolara como sólo mi amigo podría hacer.

– Yo sé que usted no está completa, pero no está

feliz con el embarazo? – encaré sus ojos sin saber

lo que responder.
Por primera vez, desde que descubrí que estaba

embarazada, sola en España y fingiendo ser otra persona,

consideré pensar en el asunto. Antes yo estaba cerrada

para cualquier pensamiento que me llevara a recular.

Estaba obstinada en continuar con el plan, en hacerme

fuerte, en endurecer mi corazón, pues necesitaba

liberarme y consecuentemente, liberar el hombre que yo

amaba. El hijo era un premio que sólo usufructuaríamos

cuando todo estuviera acabado.

Yo no podía pensar en mi fragilidad, o en la fragilidad de aquel

niño, pues sabía que acabaría desistiendo, postergando tanto

que llegaría al punto donde nada más sería posible. Esperar?

No había como. Tanya no daría el divorcio, Dean descubrió

este detalle tan inmediatamente comenzó a


elaborar nuestra estrategia. Ella tenía todas las

cartas para destruir Robert y esta sería su forma de

mantener la boda. Motivo? Era inacreditável, pero

ella lo amaba. Era eso o simplemente estaba

decidida la infernizar a 111

vida de él sólo por tener instintos psicopáticos.

Dean pasó la mano en mi rostro, recogiendo una mecha de cabello

que estaba escapando del coque holgado y descendía pela

prueba. Él también me amaba, pero sabía la hora de desistir y

principalmente de recomenzar su vida. Era eso que él

intentaba hacer, aceptando el relacionamiento con Carol.

Ћ Yo estoy feliz! Claro que estoy, sin

embargo cómo usted aún dijo: no estoy completa. Evito

pensar en la parte emocional. En la alegría en generar un

hijo. En los momentos que yo debería dividir con Robert...

Yo evito, pero no los olvido, sólo guardo para cuando sea

posible.

Ћ Va a ser posible.

Ћ Yo sé – sonríe y coloqué más un poco de la torta


de chocolate en la

boca.
Ћ Y usted va engordar continuarse

comiendo así – di mi mejor mirar de furia para Dean que rió

alto, bagunçando mi cabello. Oímos una batida débil en la

puerta y rápidamente en los ajeitamos en el sofá. No sería

nada agradable se Carol entrara y nos sorprendiera. Era

Tom. “Lo que él aún hace aquí? No queda nunca con la

familia?” pensé irritada por haber que alejarme de los

cuidados de mi marido. Bueno... Yo necesitaba de los

cuidados de él. Estaba embarazada! Tenía este derecho, no

tenía?

Ћ Dean, Bruno Carter está

subiendo. Yo estoy de salida, necesita que yo

quede?
- No. Bruno viene sólo para conversar. Puede dejar.

Pasé las manos por los cabellos y en los ojos. No quería que

el hermano del hombre que yo amaba me encontrara tan

acabada como yo estaba. Se sabe allá lo que aquel sin

noción sería capaz de decir al hermano. Tom salió y Dean

levantó. Cogí en su brazo antes que él escapara.

- No cuente del embarazo – él estrechó los ojos. – Usted sabe que él

puede contar todo a Robert y ahí el juego termina para la

gente – Dean balanceó la cabeza concordando y salió de la

sala. Yo salí inmediatamente enseguida. Bruno estaba en

medio de mi sala, usaba jeans, camisa de algodón

negra y un casaco grueso, indicando el frío que hacía del

lado de fuera. Él me encaró serio, las manos en el bolsillo,

ojos penetrantes. Por un segundo creí que él me mataría,

o me condenaría por todo aquel plan que estaba tirando

su hermano en la merda. Pero entonces él sonrió. Una

sonrisa amplia y brillante, típico de un niño que escondía

un secreto. - Entonces usted es aún una diabinha, Melissa

Simon!

Tengo que confesar que suspiré aliviada. Saber que podría

contar con el apoyo del hermano de mi ex-amante, era muy


importante para mí. Por lo menos yo sabía que cuando

llegara la hora de contar la verdad yo él estaría a mi lado

para ayudarme a justificar todos mis errores.

112

Ћ No es? – Dean sonrió

apretando la mano de nuestra visita. – Quiere

conocer nuestro QG? – los ojos de Bruno

brillaron.

Ћ Cara, siempre quiso envolverme

en una acción como esta. Todo el misterio, las farsas,

la verdad escondida, tecnología de punta – pasó la

mano en los cabellos y estiró el aire. – Voy a

divertirme mucho.
Ћ Va sí – sonríe caminando en su

dirección, comenzando a sentirme mejor con aquella

historia. – Pero necesitamos mantener todo sólo entre

la gente. Mientras menos personas participen, mejor

el resultado. No podemos dejar que Tanya desconfíe

de nada.

Ћ Eso. Por este motivo voy a llevar

usted para dar una vuelta por nuestro pasillo – Dean

parpadeó para mí, gustando estar en el mando de

aquella operación. – A partir de ahora usted entrará por

el apartamento cinco. ES un poco distante, sin embargo

será muy más seguro. Sólo necesitamos encontrar una

disculpa perfecta – a campainha tocó y nodos en los

entreolhamos sin entender quién podría ser.

Ћ Usted está esperando alguien? – Dean quedó


tenso.

Ћ No. Los empleados ya

salieron – mantuve la voz baja y sentí mis músculos

enrijecerem. Zac invadió la sala exasperado.

Ћ Alexa Madden en la puerta.


Ћ Miramos uno para el otro sin saber al correcto lo
que deberíamos

hacer.

Ћ Como ella consiguió subir? – Bruno

quedó más nervioso del que todos los otros. Él sabía

del que su novia era capaz.

Ћ Entró junto con una pareja. Nadie percibió. Las


cámaras a

captaron llegando en el piso inferior y subiendo

por las escaleras de emergencia para la

cobertura – Zac estaba en alerta.

Ћ Zac, lleve Bruno por el

pasaje para el apartamento uno. Yo y

Melissa resolveremos el restante.

A pesar de hesitante Bruno acabó concordando que debería


obedecer la órdenes de Dean, ya que todo debería

permanecer en secreto. Caminó rápidamente en

dirección a la oficina de la casa y sumió en la

oscuridad. Dean respiró profundamente y abrió la

puerta. Alexa estaba allá. Su postura indicaba que

no estaba para brincadeira y que no aceptaría

disculpas.

Ћ Donde está Bruno? Y no venga con

ninguna historia de que él no está aquí porque yo tengo

la localización exacta de él en mi celular. Oh, merda! El

idiota de Bruno era monitoreado por la novia.

113

CAPÍTUL

O 12

Estábamos sentados en mi sala de cena, Dean a mi lado, lo

brazo pegado a mi, sobre la mesa con los dedos

entrelaçados. Del otro lado, Bruno,

extremadamente irritado y Alexa, constrangida,

además de aborrecida. Ambos alejados uno del otro

en una distancia ridícula de quien se evita.


Ћ Alexa, es muy importante que nadie sepa lo que
estamos haciendo

– repetí por la cuarta vez. Colocar más una persona en

aquel juego era peligroso y arriesgado. Ella bajó los

ojos y concordó con la cabeza. - Usted necesita

continuar fingiendo odiar Melissa. Tanya va a

desconfiar si cualquier persona de la familia

demuestre amabilidade – Dean habló y ella más una

vez concordó sin nada decir. Él suspiró y me miró un

poco preocupado. – Todo bien?

- Sí. Pero creo que deberemos tomar otras medidas – yo miraba

para Bruno y Alexa y dejaba que mi mente

arquitetasse una solución hay muy buscada.


Ћ Otras medidas? – Bruno se

interesó sin demostrar la misma empolgação.

Ћ Con certeza Tanya sabe que vosotros

aparecisteis aquí. Los capangas de ella montaron guardia en

nuestra puerta desde que volvemos – continué y Dean se

volcó en mi dirección entendiendo mi línea de raciocínio.

Ћ Usted está pensando en...

Ћ ES la única solución. Lo que ella va a pensar? –


volví a mirar para los

mis amigos, que ridículamente, no se miraban.

Ћ Bueno, tenemos ciencia de

que en algún momento alguien cobraría una

explicación.

Ћ Dos veces? – conversábamos

sin incluir mis amigos, que sólo nos miraban sin

entender nada.

Ћ ES verdad – Dean mordió los labios

mirando para las manos mientras pensaba si sería aún el

mejor a ser hecho. – Ok! – sonríe animada.


Ћ Lo que vosotros halláis de

vivir juntos? – Bruno arregalou los ojos

espantado y Alexa quedó sin reacción.

Ћ El quê? – Bruno fue el primero a

manifestarse. – Usted sólo puede estar jugueteando.

Ella colocó un localizador en mi celular! – Alexa miró

con rabia en su dirección y él arqueou una ceja.

Ћ Tranquila. Nodos vamos a necesitar aunque


usted esté por cerca,

114

Bruno. El apartamento dos precisa de movimiento o

entonces van a comenzar a desconfiar. ES el apartamento

abajo de nuestro. En verdad él era sólo una base, pero

vosotros podéis habitarlo sin problemas.

- No voy a vivir con una mujer que monitorea mi vida!


- Bruno Carter! – Alexa estourou. – O usted para con eso ahora o

yo juro, por todo que existe de más sagrado en esta

vida que termino de un golpe por todas, este

relacionamiento!

Ћ Termina el relacionamiento?

Usted instaló un localizador en mi celular y

quiere decirme que va a terminar el

relacionamiento? Pronto! La conversación pasó

a ser sólo de ellos. Todo lo que nodos menos

necesitábamos.

Ћ Si usted no estuviera

sumiendo en medio de la noche sin dar

satisfacción a nadie eso no sería necesario.

Ћ Yo estaba siguiendo Robert!

Él surtou cuando Melissa sumió. Lo que dio en

usted?

Ћ Yo... Hallo mejor... – miré

sugestivamente para Dean, que levantó conmigo

para dejarlos solos.


Ћ Lo que dio en mí? Lo que dio en

usted! Piensa que no sé de sus noches de farra al lado

de su hermano? Buena cosa no sale de eso! Batimos la

puerta y fuimos en dirección a la cocina. Yo necesitaba

de

más un pedazo de la torta de chocolate. Dean tenía razón,

yo engordaria. Pero como mantenerme libre de los deseos

si yo no tenía nada además de eso? Robert no estaba allá

para aplacar la parte significante de mi ansiedad, mis

amigas ahora o eran enemigas o estaban envueltas en

aquella juego podrido, Dean... Bueno, era mejor mantener

Dean donde él estaba. Me restaba sólo el chocolate.

Quedamos en silencio mientras yo comía y fingía no me importar con

el avance de las horas, cuando en verdad lo que yo más

necesitaba era acostar y descansar. Otro inconveniente del

embarazo: el sueño. Yo estaba cada vez


más mole y con toda la tensión de mi día a día,

acababa borrando tan luego la noche llegaba.

- Milagro la Carol no aparecer para arrastrarte para casa – jugueteé

al percibir que él miraba de tiempos en tiempos para la puerta de la cocina.

Ћ Mandé un mensaje avisando que Bruno


aparecería.

Ћ Usted halla justo colocar ellos en eso?

Ћ Ellos se metieron en eso –

cruzó los brazos impaciente. – Será que va a

tardar mucho?

Ћ Vamos allá – levanté, dejé el

prato en la pia y caminamos juntos de vuelta al QG,

pero paramos con la mano en la maçaneta al oír la

conversación de ellos.

115

Ћ ES “lóxico” que amo “voxê”, bebezona!

Ћ No ama no. Mi meninão quiere quedar


brigadinho.

Ћ No, bebezona! Vamos a quedar “achim”


juntinhos.

Dean me miró sin creer en aquello. Era aún mucho

engraçado imaginar un hombre del porte de Bruno,


hablando de aquella forma, pero oír Alexa, aquella

mujer linda, llena de personalidad, si derreter por su

“meninão” era de se embolar de reír. Hice señal para

que él no comenzara a dar risada, pero fue imposible.

Entonces reímos juntos sin conseguir disfrazar por la

situación tan embarazosa.

En pocos segundos la puerta abrió y ellos salieron de allá,

totalmente avergonzados y también irritados por la forma

como encarábamos la relación de ellos. Dean intentó tragar la

risa, forzamos la mente a no enviar el deseo de reír, sin

embargo no conseguimos en los coger por mucho tiempo,

inmediatamente
estábamos gargalhando descontroladamente. Bruno

pigarreou, desistiendo de esperar por nodos.

- Decidimos aceptar el desafío – Alexa lo miró con cara fea.

También, cual mujer en la faz de la tierra me gustaría tener el

hecho de vivir con su novio, encarado como un desafío? Sólo

Bruno Carter para ser insensível a este punto. Él encaró la

novia sin entender en que parte había errado. Ella revirou los

ojos desistiendo de intentar hacerlo entender.

Ћ Óptimo! – Dean tomó la palabra

asumiendo postura de mando. – De cuánto tiempo

vosotros necesitáis? Vamos a colocar el apartamento en

su nombre, Bruno. Queda más fácil, para el caso de

Tanya investigar.

Ћ El más rápido posible, por

favor! – me adelanté a colocar nuestra urgencia

como pauta. Era importante conseguir resolver

todo antes que mi barriga comenzara a aparecer.

Ћ Una semana? – Alexa arriesgó. En verdad yo


necesitaba que fuera
cuanto antes, pero una semana estaba de buen

tamaño. Yo estaría en Tailandia y sería como si no

supiéramos de nada.

Ћ Una semana? – Bruno parecía asustado.

Ћ Cuál es el problema, Bruno? – Alexa

cruzó los brazos en el frente del pecho y lo encaró con

rabia. Él levantó las manos, rindiéndose.

Ћ Todo bien. Todo bien – miré

de soslaio para Dean que ensaiou una sonrisa

zombeteiro, pero nada habló.

Ћ Vamos a hacer el siguiente:

mañana un corrector va a buscarlo, Bruno y llevar el

contrato de venta del apartamento. Él está en nombre

de una identidad que asumí cuando necesité sumir en

el mapa – comencé a colocar aquella conversación de

una forma más profesional.


Ћ Voy a necesitar preparar

Olívia para mi salida de casa. No va a ser nada

fácil – pasó las manos en los cabellos y suspiró.

116

Ћ Bruno! – Alexa quedó impaciente.

Ћ Usted sabe que ella no va a

abrir mano de una boda, una fiesta, todo como

debería acontecer.

Ћ Podemos hacer todo eso. Podemos hacer de

la forma correcta en el futuro, pero en este momento, vamos a

vivir sólo juntos. Tenemos que pensar que es por la Melissa y

principalmente por Robert. Tal vez esta sea nuestra única

oportunidad de colocar un punto final en las armações de

Tanya – Bruno encaró la novia, pensativo, después sonrió,

como un niño tímido, que sólo lo dejaba más bonito, bagunçou

los cabellos y estiró el aire con fuerza.

Ћ Todo bien, Alexa. Todo bien. Vamos a ver como


será eso – mía

amiga pulou en sus brazos capturando sus labios.

- Ok, ok! Todo muy lindo, pero Melissa y yo necesitamos dormir –


Dean estaba ansioso demás, lo que llamó mi atención.

Bruno y Alexa se miraron y quedaron avergonzados.

Mi amiga mordió los labios y Bruno colocó las manos

en los bolsillos.

- Vosotros dormís juntos? – Alexa fue inmediatamente directa. Claro


que la pregunta

me cogió de sorpresa, una vez que ya habíamos

explicado que la boda era una farsa, sin embargo yo

me gustó que haya sido hecha, por lo menos todo

quedaría inmediatamente esclarecido.

Ћ No! Dean duerme todos los días en el

apartamento que Carol está ocupando – respondí con

bastante tranquila, pasando confianza para mis amigos. Yo

necesitaría de esa confianza cuando llegara la hora de contar

a
cierto a Robert.

Ћ La Srta. Garcia – Bruno enmendó. – Vosotros


dos...

Ћ Eso, Bruno! Yo y Carol somos enamorados – los


ojos del hermano del

mío ex-amante brillaron y yo percibí, aún constatando

que la diferencia era mínima, que sus hombros

relajaron. Yo también me sentía mejor así. - Ahora, con

permiso, porque mi novia me aguarda – parpadeó para

el grupo. – Usted va a quedar bien?

Ћ Claro! – él siempre se preocupaba

demasiado conmigo. Aún cuando no había más ningún

riesgo. – Vaya antes que la Carol venga hasta aquí.

Ћ Nodos también ya vamos. Necesito arrumar un


plan para no matar

Olívia del corazón – Alexa le dio un tapa en el brazo y

él se encogió riendo de la novia – Vamos, Alexa.

Dean se despidió con un beso en el rostro y un afago gentil

en mi espalda. Yo fui para mi cuarto así que todos salieron.

Borré las luces, melancólica, la casa quedaba inmensa

cuando no había alguien para la dividís conmigo y, aún

sabiendo que siempre tenía alguien por allá, no era lo


aunque estar en mi antiguo apartamento, pequeño y

confortable, que quedaba aún más pequeño con la presencia

de él: Robert Carter.

117

Yo nunca me acostumbraría a su ausencia. Fueron tantos momentos

increíbles en aquel pequeño inmóvil, tantas emociones,

sensaciones, revelaciones... Tantas trepadas sacanas,

conversaciones estimulantes, presentes repletos de segundas

intenciones. Puta merda! Como yo echaba en falta de haberlo

a mi lado, tocándome, oliendo mis cabellos, alisando mi

espalda. Mi piel hervía y yo ya podía sentir la familiar

humedad en el centro
entre mis piernas. Era una droga estar excitada y no haber

Robert para aplacar mis necesidades. Ok! Mis dedos podrían

resolver aquel problema y no sería la primera vez, que Dean

nunca desconfiara de eso, no por ser él una persona a quién

yo debía satisfacciones y sí por ser algo tan fuerte y tan

íntimo que nunca podría ser revelado, o compartido...

Bueno, compartido era bien posible, pero sólo con una

única persona. Entré en el closet, cogí un jersey

comprida, sentí el frío de la noche en mi piel tan caliente

y más una vez los recuerdos me invadieron. El día en que

él me prendió en su sala y me “forzó” a tocarme en su

frente. Aquello fue tan íntimo y extremadamente

delicioso que constantemente yo me veía pensando en la

escena.

Penteei los cabellos, coloqué mi colonia, sólo un

poco para dormir sintiéndome cheirosa, aún

durmiendo sola, deshice la cama y borré las luces

del cuarto. Acosté estirando el lençol hasta el

cuello y frotando mis piernas una en la otra

intentando aplacar el deseo que se hube instalado

allí. Era imposible.


Mi imagen sentada en su mesa, sin braga, tocándome

con placer mientras él me asistía, sus ojos

hambrientos en mi sexo mojado, su lengua

umedecendo los labios, ansioso demás para tocarme,

para poseerme. Merda! Por qué yo no conseguía

pensar en algo más fácil, como caminar en un jardín, o

comer bolo de chocolate? Por qué yo necesitaba

torturarme con aquellos recuerdos que no me dejarían

dormir? Y por qué merda yo no conseguía librarme de

aquel deseo inagotable?

Mi teléfono tocó haciéndome estremecer. Praguejei por necesitar


levantar para buscá-lo en mi bolsa, largada en el suelo

del closet y ensaiei miles de desaforos para decir la

Dean por él quedar tan preocupado conmigo. Pero no

era mi marido en la línea. Mi corazón casi paró cuando

identifiqué el número. Robert Carter.

Ћ Alô! – pigarreei para

limpiar la garganta y liberar el bolo que me

impedía de hablar con naturalidade.

Ћ Melissa! – aquella voz ronca,

aquel timbre dominante. Mi piel correspondió

inmediatamente al mando, erizándose y esparciendo

pequeños espasmos por todas mis células.

118

Ћ Robert? Como... Merda! – él rió.

Claro que yo quedaría confusa. Aquel número era

nuevo. El antiguo yo necesité descartar después de

descubrir que estaba grapado y el nuevo era

monitoreado por mi equipo. Claro que no había

necesidad de ellos acompañen todas mis


conversaciones, sólo cuando yo accionaba la

función.

- Necesito explicar que siempre consigo lo que quiero?

Suspiré y pasé las manos en los cabellos para

clarear la mente. Él me confundía. Ataba mis brazos

y piernas y me conducía para donde quisiera cuando

actuaba de aquella forma tan...Puta merda! Tan

Robert Carter! - Lo que usted quiere?

Yo no conseguía salir de aquel closet, no conseguía desconectar a

conexión y principalmente no conseguía librarme del

formigamento que se esparcía en mi sexo. Él rió más una vez,

permitiendo que mi mente fantasiasse sobre todas

posibilidades relacionadas al que él quería


conmigo en aquel momento.

- ES muy simple, Melissa. Yo. Quiero. Usted.

No respondí. Aquellas palabras eran todo lo que yo

deseaba en mi vida. Mi necesidad de sexo, pero por

encima de todo, de Robert Carter, era prácticamente

sufocante y simplemente desafiarlo, o lo reprimís

estaba fuera de cogitação. Yo sabía que se de ese

aquel paso, no habría vuelta.

Ћ Aún está ahí?

Ћ No – mi voz salió débil. Intenté

desanuviar mi mente, pero fue imposible. Él dio una

risada corta y ronca que lanzó corrientes eléctricas en

mi cuerpo como uno todo.

Ћ Donde usted está?

Merda! Yo conocía aquella brincadeira. Sabía adónde llegaríamos.

Podría permitirme? Podría ir un poco además?

- Donde usted está? – devolví la pregunta intentando ganar un poco

más de tiempo. Aproveché y salí del closet, tranquei la

puerta de mi cuarto y quedé parada, sin saber se debería o

no acostar. Era muy arriesgado.


Ћ Eso no viene al caso.

Ћ Claro que viene al caso. Yo conozco su

juego, Sr. Carter, pero las circunstancias cambiaron – lo

que yo estaba haciendo? Yo quería jugar?

Ћ Todo bien! Dé sus cartas,

Melissa, y juegue conmigo – oh, merda! Era

mucha tentação, pero yo no podía.

Ћ No va a

acontecer, Carter! – intenté ser dura

fallando vergonzosamente.

Ћ Estoy en la plaza frente a su edificio. En este


momento estoy
119

mirando fijamente para su ventana. Entonces, definitivamente no va

acontecer como aconteció antes. Pero...

Mordí mis labios intentada demás a aproximarme

de la ventana para verlo.

Ћ Pero? – di algunos pasos

vacilantes, separando las cortinas con las puntas de

los dedos, sólo el suficiente para visualizarlo.

Robert estaba allá. Una figura mínima y obstruída por los

árboles, casi imposible de ser notada debido a la altura,

pero yo sabía que era él. Lo reconocería aunque estuviera

en el espacio mirando para la Tierra, yo sabría exactamente

su localización. Porque yo no lo veía con los ojos, pero sí

con mi cuerpo entero que captaba su presencia adónde

quiere que estuviera, y, más importante del que otra cosa,

con el corazón que sentía la intensidad de nuestro amor por

mayor que fuera la distancia. Fue esta certeza que me hizo

volver, porque yo sabía que él estaría allá, esperando por

mí, independientemente del tiempo, lugar o de cualquier

acontecimiento. Ella estaría allá, así como yo.


Ћ Yo sé que usted desea tanto

cuánto yo – respiré profundamente. Merda! Yo

detestaba aquella seguridad de él que me

desestabilizava por completo. – Tengo dos

propuestas.

Ћ Robert...

Ћ Ah, mi amor! Yo amo oír mi nombre saliendo de


sus labios

cuando está excitada. Como eché en falta de eso – yo

también sentía. Quería poder gritar su nombre en el momento

del éxtasis, y sentir sus brazos en vuelta de mi cuerpo para

certificarme de que no fui pulverizada con lo gozo y


que mi mundo aún se resumía a él. Como yo lo quería. –

Mi primera propuesta, y debo resaltar que sé cual será su

respuesta, por este motivo dejaré claro que a haré

nuevamente todos los días hasta conseguir un sí – sonríe.

Aquel era Robert.

Ћ La respuesta es no – continué sonriendo. Él


fingió no escucharme.

Ћ Usted puede descender y entrar en

mi coche. Vamos para mi iate y pasaremos una noche

increíble. Voy a hacer amor con usted de todas las

formas posibles y arrancar de su mente toda su

capacidad de razonar o de rechazarme. Yo sé que en

este momento su cuerpo está correspondiendo mi

propuesta de la forma como yo moriría para presenciar.

Su piel está erizada, sus senos subiendo y descendiendo

debido a respiración descompassada, sus labios

entreabertos y su sexo... Ah, Melissa! Yo enlouqueço al

imaginar lo cuánto usted está mojada sólo en oír mi voz.

Hijo de la puta convencido! Que droga! Como él

podía sepa de aquello todo sin ni verme? Como

podía haber tanta certeza de como mi cuerpo 120


reaccionaba si yo sólo lo había menospreciado desde que llegué?

Ћ Mía... – vacilé. No era normal sentirme de


aquella forma. De hecho,

era perfectamente normal, a fin de cuentas quien

estaba del otro lado de la línea era el hombre de mi

vida, pero que no debería ser. Pigarreei. – Mi

respuesta aún es no – yo tenía certeza de que él

sonreía, que se divertía con mi flaqueza.

Ћ Todo bien. Tendremos tiempo. La segunda


propuesta es...

Ћ La noche está fría. Usted va a congelar ahí


debajo – intenté cambiar de
asunto, con recelo del que estaría por venir.

Ћ Está sí, pero yo no estoy congelando. Podría

ser mejor. Usted podría abrir su puerta y dejarme entrar. Claro

que Dean no va a gustar nadinha de eso, sin embargo, Melissa,

cuando usted abrir la puerta para mí, nada más va a contar,

no es? – Puta merda! Puta merda! Puta merda!

Ћ Tal vez el frío congelante te ayude a colocar las


ideas en el lugar – más

una vez él rió y yo podía visualizar sus labios abriéndose

en una sonrisa perfecta. Los ojos increíblemente ceniza

cerrándose en fenda y el cuerpo entero listo para

atacarme. Merda, por qué yo fui pensar en el cuerpo de él?

- Lo que usted está vistiendo? – me miré. El jersey fino de

seda descendiendo hasta mis pies, acariciando

levemente mi piel y haciendo con que los picos de mis

senos enrijecessem.

Ћ Mi moletom viejo – él tardó

un poco más para reaccionar. Su silencio fue

casi embarazoso.

Ћ Ya hubo época en que yo

deseé tocar fuego en este conjunto ridículo que


usted insiste en usar. Hoy yo echo en falta de verla

tan a la gana. La revelación hizo con que lágrimas

se juntaran en mis ojos. Respiré fondo para no

dejarlas caer y mordí mi labio inferior

impidiéndome de deshacer la mentira.

Ћ Usted está en su cuarto?

Ћ Sí.

Ћ Dean está...

Ћ No. Él... – miré para los lados sin saber lo que


podría inventar.

– Está en la oficina.

Ћ Está en su cama? – mi corazón aceleró, mi sangre


corrió con
más fuerza y algo en medio de mis piernas pulsó.

Ћ No. Estoy en la ventana, mirando para usted.

Ћ ES alto, pero yo puedo imaginarla mirándome –


la forma como él

habló fue totalmente instigante, como se quisiera

sugerir que la forma como yo lo miraba dejaba claro

mi deseo. Puta que pariu! Era verdad!

Ћ Q

uite la

ropa.

121

Lo que? Como así? Como él podía simplemente darme una

orden de aquella? Y con mi cuerpo podía formigar tan

intensamente sólo con una merda de una orden?

Ћ Robert, yo...

Ћ Quite la ropa, Melissa! – su voz quedó un poco


más baja, mucho

más ronca e intensa. Un mando imposible de ser

rechazado. – Yo no puedo verla, pero será demasiado

delicioso imaginarla desnuda, en la ventana, mirando

para mí.
Merda! Yo no quería, pero obedecí, como siempre hacía.

Con la respiración acelerada, mi mano subió hasta las

asas de mi jersey, descendiéndolas una de cada vez y

dejándola caer al suelo, roçando mis senos, barriga y

piernas hasta completar su trayecto.

Ћ Y entonces, usted hizo?

Ћ No – yo no podía admitir mi flaqueza. Justamente


en aquella

noche yo dispensé la braga, entonces estaba desnuda,

en la ventana, mirando para el hombre que yo deseaba

y sabiendo que él, aún sin verme, quemaba mi piel con

sus ojos intensos.


- Yo quería poder tocarte ahora. La sensación de su piel clara y
caliente, en mis manos frías es casi real. Quería poder quitar sus

cabellos del cuello, dejarlos caídos sobre el hombro, dándome

espacio para probarla. Ah, Melissa! Yo quería sentir el suyo me

gusta ahora, deslizar mis labios en su espalda, correr mis manos

en sus brazos, encontrar su cintura fina

Ћ delicada y tomarla para mí,

cercarla con mis manos y estirarla para mi ereção.

Usted aún acuerda, no es? Sabe como yo reacciono a

su cuerpo blando.

Mientras él hablaba, mi mano actuaba sin necesitar de orden.

Cogí mis cabellos jugándolos sobre los hombros, como él hube

dicho que deseaba. Después mis dedos corrieron mi brazo que

cogía el teléfono hasta alcanzar mi cintura. Mi piel sentía

como se fuera Robert conmigo, exactamente igual a la

primera vez en que hicimos sexo por teléfono. Controlé mi

respiración para no darle pistas del que yo hacía.

- No – respondí su pregunta ya tarde demasiado, con la

imagen de su ereção proyectada en mi mente. Mi boca

salivó y sentí una gana incontrolável de haberlo en mis


labios, de contornar su extensión con mi lengua y recibirlo

completamente en mi íntimo.

- Pues yo me acuerdo de cada detalle suyo. Si yo

estuviera ahora con usted, pegado a su espalda,

tocaría sus senos con deseo, llenaría mi mano con su

volumen y apretaría sus picos entre mis dedos. Yo sé

que usted le gusta así – mi mano hizo exactamente lo

que él dictaba y reprimí un gemido que por poco no

escapó. – Beijaria su cuello y permitiría 122

que mi mano descendiera al encuentro de su sexo, que, con certeza, estaría


pulsando de excitación – él suspiró oíblemente,

demostrando todo su deseo.

Yo podía verlo pasar las manos en los cabellos y sentía su

ansiedad en tocar su propio miembro. Tenía conciencia de

mi propia ansiedad en tocar su miembro. Era sufocante,

porque él estaba allí, a pocos metros, bastaba un sí. Un

simple sí y el alivio llegaría, no sólo una vez, pero muchas

veces y siempre, cada vez más intenso, hasta que no

existiera más fuerza, como él aún prometió que sería.

Ћ Melissa?

Ћ Diga – hablé melosa, impossibilitada de

responder de otra manera, cuando mi mente luchaba entre la

necesidad de tenerlo que verdad o solamente aceptar aquel

momento sin que él percibiera lo que yo hacía.

Ћ Droga! Yo mataría alguien, sólo

para poder tocarla en este momento. Si yo consiguiera

alcanzarla, si mis manos tocaran su cuerpo ahora, yo

sería el hombre más feliz de la faz de la tierra.

Ћ Para quê? – respiré fondo. – Para que me tocaría?


Ћ Para darle lo que tanto desea. Yo puedo sentir

su deseo, la necesidad de su cuerpo correspondiendo mi propia

necesidad – inmediatamente mis dedos tocaron mi sexo,

húmedo y pulsante, como él sabía que estaba. Dejé que mi

pequeño botón se acostumbrara a la presión y después acaricié

la extensión con mis dedos. - Para llenarla con todo lo que soy

y la asistís desfalecer de tanto placer mientras grita mi

nombre – encostei a prueba en la pared fría y mantuve mis ojos

abiertos, prendidos en aquella imagen mientras permitía que

mis dedos juguetearan íntimamente.

Era excitante, estimulante y relaxante. Saber que él estaba allá


debajo, mirando para mí, a pesar de no conseguir verme,

pero sabiendo que yo correspondía a su mando, que yo

estaba desnuda, mirando para él, conocedora de que estaba

errando, siendo débil y, a los ojos de él, leviana, aún así,

dando al hombre que yo amaba lo que él tanto pedía. Yo le

daba mi placer, todo mi placer. No conseguí coger el gemido

cuando mis dedos me invadieron. Robert gruñió del otro lado,

y yo recibí su reacción con un incentivo para continuar.

Ћ Eso, mi amor! Si entregue para mí –

mis movimientos quedaron más rápidos, urgentes,

deliciosos. – Como yo quería beijá-la ahora. No sólo sus

labios sedientos, Miel, también sus senos, su barriga y

finalmente, su sexo. Ah, como yo quiera sentir suyo me

gusta en este momento. Capturar su excitación en mis

labios, acompañar su rebolado ensandecido y ansioso por

más. Yo sé que usted quiere más, Melissa, y yo te daría

siempre más. Lo cuánto usted necesitara.

123

Mis dedos entraban, hundiéndose en mi carne, la palma de la

mi mano presionando mi clitóris y frotándose en él, mis

quadris meneándose de encuentro al placer y mi mente


imaginando ser su boca a me masturbar, arrancando de mí

el placer más profundo.

Ћ Goce para mí, Melissa!

No necesitó de más una palabra. No necesitó que me pidiera

más de un golpe. Yo gocé sintiendo el hielo del vidrio en mía

prueba y el calor de mi gozo en mi mano, pero, lo que

realmente me calentaba, era mi corazón, que bombeava

alegría por poder dividir más aquel momento con Robert,

aunque yo me arrepintiera después. Y fue por eso que,


en aquel momento, entregue al deseo y al éxtasis,

me permití llamar por él.

Ћ Robert! - los espasmos recorrieron mi cuerpo


haciéndome temblar

Ћ Estoy aquí, Miel. Siempre estaré aquí. Buena


noche, mi amor!

Y él desconectó.

124

CAPÍTULO 13

Fue imposible encarar Dean o cualquier persona del equipo

después de aquella noche. Nadie sabía lo que había

acontecido, sólo que Robert estuvo en el frente del edificio

por un tiempo y que yo recibí una conexión de él. Yo me

sentía segura en relación a este punto. Mi cuarto no era

vigilado, mi celular sólo captaba las conexiones y

grampeava las conversaciones que yo autorizaba, entonces

esconder la verdad era fácil. Difícil era encararla. Era

sábado, día de la tal cena, baile, sé allá lo que sería aquel

evento,

y estaba muy nerviosa con la obligación de comparecer.

Pasé mitad de mi día trancada en el cuarto, alegando

estar enjoada, y la otra mitad, en la biblioteca,


aprovechando para leer mi libro nuevo “El presidente”,

última parte de aquella trilogia perfecta. Por lo menos así

conseguiría olvidar un poco la sensación de aquella voz

en mi oído, del deseo urgente de mi cuerpo... Era mejor

no acordar.

Ћ Usted está bien? – Dean

preguntó por la milésima vez. Él estaba

agitado, lo que me deja insegura.

Ћ Sí. Ya respondí varias veces que sí – él

arqueou la ceja mirando mi imagen reflejada en el espejo. –

Disculpe! Yo estoy tensa.

Ћ Yo sé. No va a decirme aún lo que fue que


conversaron? – mío
rostro cogió fuego. Como yo podría decir a mi

marido, aunque de mentira, que yo había me

masturbado enfrente a la ventana, mirando Robert

parado del lado de fuera. Puta merda!

Ћ Él quería conversar, sólo eso. Yo

dijo que él debería ir aunque y fue lo que hizo – su

rostro dejaba claro que no creía en mí. No me di al

trabajo de intentar explicarme.

Pasé más una vez el batom y me encaré en el espejo. Mis

cabellos estaban prendidos hasta la mitad de mi cabeza y

descendían en cascada de cachos jugados sobre mis

hombros. Yo usaba un vestido rojo, insistência de la Abby,

que creía que Robert sería más fácilmente dominado se me

viera tan linda. No sé para que, ya que él ni podría tocarme.

Era pegado al cuerpo, y por eso yo apenas respiraba con

miedo de mi barriga aparecer. Sólo una fina segunda piel

cubría, en un decote profundo e insinuante, de los senos

hasta lo pulso, decorada por pequeñas piedras, forjando uno

brillo inusual en mi piel.

Ћ Será que no…


Ћ No! – interrumpí mi marido. – Yo voy, Dean. ES
necesario.

125

- Correcto. No vamos a hablar más sobre eso. Usted está

aún deslumbrante – y aquel mismo mirar, tan familiar y

acogedor, a la vez embarazoso, ya que yo nunca sería

capaz de retribuir su amor, estaba allá. Desvié los ojos y di

la espalda al espejo. – Su casaco, Sra. Bailey – él se curvó

en una reverencia digna de película.

Ћ Gracias, Sr. Bailey. Muy atencioso de su parte.

Ћ Por usted? Siempre, Melissa. Vamos. La noche


está fría y ya estamos
casi en el horario. No es de buen tono lleguemos atrasados.

La limusine, a sabiendas alquilada para satisfacer los ojos de

la sociedad, paró frente al portal iluminado, donde fuimos

cordialmente recepcionados por una chica de cuerpo

perfecto y sonrisa ancha.

Ћ Bienvenida al show – Dean sussurrou

en mi oído así que percibí que había gente demasiado

prestando atención en nodos dos. Paramos un poco después

de la puerta principal, guiados por una inmensa alfombra

roja, para posar como una pareja feliz para los diversos

fotógrafos. Después una mujer que aparentava sus treinta

años, usando vestido negro justo al cuerpo y sin decotes,

que abría en una falda comprida, con la habitual sonrisa de

quien recepciona en un evento de aquel porte, y

demostrando toda su educación comprada, nos condujo al

interior de aquella inmensa casa estilo colonial. Un amplio

salón se abrió nuestro frente, iluminado de la manera más

sofisticada posible, repleto de parejas que desfilaban y

conversaban, sonriendo y confraternizando.

Ћ Aquí está su pulseira, Sra. Bailey. Suyo pulso,


por favor – a
mujer que nos guiaba extendió en mi dirección

una pulseira de memoria púrpura neon, que

brillaba despertando la atención de quien mirara

en mi dirección.

Quedé sin saber lo que hacer. No tenía idea del que significaba

aquella pulseira y cual era el objetivo de marcarme

con un accesorio tan chamativo. Dean, que miraba

todo a nuestro redor, como se buscasse alguna cosa,

miró para mí como se estuviera muy bien ambientado

con la situación.

- ES para los dotes, querida. No se preocupe – y dio un beso casto


en mi rostro. Tuve ganas de cuestionarlo sobre los

tales “dotes”. Que infierno de dotes eran aquellos? Y

para que servían?

Aún así extendí lo pulso izquierdo y estiré mi pulseira

de brillantes, la misma que Robert había me regalado

en otro momento, para que la mujer fijara aquel

accesorio terrible en mi brazo. Tengo que admitir que

me sentí marcada, como un animal que necesita tener

el nombre del dueño para que no fuera confundido.

Empeoró muy cuando vi que Dean también usaría una

del mismo color de la que estaba en mi brazo, como se

126

fuera necesario indicar para cada persona allí dentro,

que pertenecíamos uno al otro. Una gran mentira.

- Las mesas quedan del lado derecho. Los envelopes pueden ser
entregues

en hasta cincuenta minutos. Gracias por la participación y

aprovechen la noche. Ella se alejó manteniendo la delicadeza

y discrição, mientras se dirigía

a otra pareja que hube acabado de entrar. Dean colocó una

mano en la base de mi columna, conduciéndome para una


de las puntas del salón. La música suave y elegante, tocada

por una orquesta, llenaba el ambiente y muchas personas ya

comenzaban a bailar en una valsa lenta y personal. Parejas

sonreían uno para el otro y se entregaban al embalo como si

la música fuera capaz de calentar su amor. La verdad era

que yo me sentiría de la misma forma, si mi par fuera otra

persona.

No quería desmerecer Dean. Él era un óptimo amigo, la persona


correcta que luchaba por mí y que se metía en todas las

encrencas posibles sólo para no dejarme sola. Pero no era la

misma cosa. Robert era mi vida y yo necesitaba de él cada vez

más o luego todo perdería lo


brillo.

Ћ Lo que ella quiso decir con mesa del

lado derecho o izquierdo? De hecho, lo que usted quiso

decir con dotes? – él sonrió y estrechó los ojos.

Ћ Como usted puede participar

de un evento como este sin al menos darse al

trabajo de investigar?

Ћ Simplemente porque no estaba

con la mínima gana de participar. Olvidó que

estamos haciendo el juego de Tanya? Ella está

jugándome en la hoguera y rezando para que yo

queme rápidamente – él rió y pasó la mano en mi

rostro.

Ћ Yo nunca voy a dejar eso acontecer. Relaje y

vamos curtir la noche – suspiré y corrí los ojos por el salón. Yo

sabía que la familia Carter estaría presente, sin embargo mis

ojos buscavam por sólo uno de ellos: Robert. - Las pulseiras

indican que somos una pareja – él cogió mío pulso llevándolo

hasta lo de él, colocando nuestras pulseiras codo con codo. -

Eso indica que en determinado momento de la fiesta yo no


podré estar a su lado – ergui la ceja sorprendida con aquella

revelación. Él sonrió. – Por este motivo tendremos los dotes, y

las mesas – sonrió travesso. – Los dotes sirven para recaudar

las donaciones. Funciona más o menos así: primero tenemos

que circular y verificar las damas disponibles para dar lo dote.

El cavalheiro no puede ofertar uno dote por su dama, dando

así la oportunidad para que otras personas disfruten de la

compañía de ella. Está consiguiendo acompañar? – hice una

mueca, arrancando una carcajada de mi marido.

– Correcto. Cuando escoger la mujer que desea

para aquella noche, es sólo buscar por el color de

su pulseira en las mesas indicadas y hacer su

oferta. 127
Ћ Que horror!

Ћ ES divertido – él sonrió y

umedeceu los labios. – Yo ya sé quién será mi

blanco.

Ћ Serio? – quedé animada.

Sería engraçado ver Dean pasar la noche

bailando con una desconocida. – Quién será?

Ћ Aguarde. Luego usted va a saber.

Ћ Y como usted puede tener tanta certeza? Puede


ser que más alguien

esté interesado en esta misma dama y que consiga hacer la oferta primero.

- Dudo mucho, pero no es así que funciona. Primero, cada dama

puede recibir hasta tres dotes, vence el mayor de ellos. Segundo, yo dudo
mucho

que la dama en cuestión reciba más alguno dote, además del mío, es claro – y

parpadeó. Yo ríe, hallando gracia de aquella conversación, pero


inmediatamente mi humor si

perdió, pues mis ojos capturaron la imagen que yo tanto ansiaba y temía

a la vez. Él estaba allá.

No había acabado de llegar. Él andaba como se tuviera

volviendo de su oferta de dote, lo que me hizo estremecer,

porque se no nos encontramos antes, con certeza su oferta no


fue para mí. Pero lo que yo esperaba? Que Robert tuviera

coraje de ofertar una cuantía extraordinaria sólo para pasar

poco tiempo a mi lado? Para bailar algunas músicas y después

verme volver para los brazos de mi marido? Claro que no.

Tanya con certeza estaba allá, aguardando por él, ansiosa para

descubrir quién sería la dama a disfrutar de su marido. Era

mejor no arriesgar. No era? Mi corazón no sabía. Estar en sus

brazos era prazeroso, sin embargo sería forzar demasiado mi

capacidad mental, por otro lado sería demasiado doloroso lo

asistís bailar y divertirse al lado


de otra persona, como si nuestro amor no

tuviera valor ninguno. Él no me vio, o no me

miró directamente, pero aceptó una copa

de champanhe ofertada por el garçom que cruzó su camino. Colocó


una

mano en el bolsillo, alejando el suyo smoking perfectamente


ajustado al cuerpo definido que yo conocía muy bien, y sonrió para
un grupo inmediatamente el frente,

donde, pude percibir en aquel momento, Tanya estaba.

Merda! Ella estaba Linda. Con un vestido

verde, espalda desnuda, un tejido leve que

roçava su piel clara, prendido sólo por dos

cintas que se encontraban en el cuello y

sumían por detrás de sus cabellos cortados a

la altura del quejo. Ella sonría y era muy

admirada. Robert actuaba como el marido

perfecto, colocándose al lado de la esposa e

insertándose en la conversación rápidamente.

Ћ Melissa? – Dean tomó todo el

ángulo de mi visión perfilándose delante de mí. Lo

miré cómo se estuviera acabado de despertar de un

sueño
– Oyó lo que yo dijo? – pisquei sin

conseguir concentrarme. – 128

Aconteció alguna cosa?

Ћ No… - estiré el aire con fuerza. – Necesito de


alguna cosa para

beber.

- Hum! – hizo un gesto rápido con la mano llamando uno de los


garçons

que servían las personas en el local en que

estábamos. – Agua, por favor! –

rápidamente el garçom me sirvió el agua

que bebí con urgencia. – Mejor ahora?

Ћ Sí. Yo estoy bien. Sólo

ansiosa para salir inmediatamente – sus

cejas se juntaron mientras él analizaba mi

comportamiento.

Ћ Todo eso porque vio Robert? – claro que sería


imposible
esconder del Dean aquel detalle.

- Yo tengo miedo, Dean. Sólo eso.

Luego atrás mi visión captó Bruno y Alexa, rodopiando

en el salón sin intercambiar ninguna palabra. En verdad

Alexa parecía aborrecida y yo podía imaginar el motivo.

Si fuera Robert mi compañero, con certeza yo también

quedaría de aquella forma por ser gracias a lo dividís

con otra mujer, aunque fuera por sólo algunas bailas.

Ћ No se preocupe, nodos estamos

en el control – él parpadeó y yo sabía que sus

palabras decían muy más del que él fue capaz de

expresar. Cuatro garçons, una recepcionista, dos

cozinheiros y cinco seguridades, trabajaban para la

gente en aquel evento. Aún así, yo no me sentía

segura.

Ћ Yo sé – encaré el vaso en mi mano y busquei


dentro de mí a

fuerza necesaria para enfrentar aquella noche.

- Yo voy ofertar el mío dote. Vuelvo inmediatamente.

Dean salió dejándome sola. De repente el ambiente no parecía

más tan calentado. Yo me sentí desprotegida, expuesta y sola


demás. Giré el cuerpo, buscando algún mirar amigo, pero no

fue lo que yo encontré. Nicole estaba al fondo, Paul a su lado,

conversando con dos hombres sin notar lo que la prometida

hacía. Ella me encaraba con odio, como se me cobrara una

explicación y sin dejar de acusarme por todo aquel absurdo.

Mi gana era de caminar en su dirección y abrazarla. Echaba en

falta de su amistad, de sus locuras y principalmente de su falta

de noción. Ella era increíble y estaba aún más linda en aquel

vestido plata, largo y brillante que valoraba cada curva de su

cuerpo perfecto. Imaginé


como ella reaccionaría a mi vestido rojo y su animación

infantil, pero nada de eso aconteció. Ella me humilló con los

ojos, reconociendo las joias que el hermano me dio en prenda

de su amor y después me despreció, desviando su mirar sin

dedicarme mayor atención.

Ћ Pronto – sobressaltei-me

con Dean a mi lado. – Ya hice la mía 129

parte y me certifiqué de que seré yo a ganar esta

competición – él sonrió. Yo no conseguí

acompañarlo. – Lo que fue ahora? – siguió mi mirar

hasta encontrar Nicole. – Ah!

Ћ Echo en falta de ella – revelé

haciendo un esfuerzo anormal para mantener la cabeza

erguida. – Echo en falta de la vida que no tuve al lado de

ellos. La misma que Tanya me robó cuando me obligó a

partir. Era para estar juntas ahora, riendo de las

personas y hablando apenas de nuestros amantes. Ella

con certeza elogiaría mi cabello, quedaría eufórica con

mi vestido y pasaría una hora entera describiendo su

proceso de producción. No dejaría de comentar cada


detalle de esta fiesta y ya comenzaría a esquematizar el

próximo evento que tendrá que organizar.

Sentí su mano acariciar mi espalda, como se

intentara consolarme. Dean se aproximó y beijou

mía prueba, después envolvió mis hombros y me

estiró para un abrazo cariñoso.

Ћ Quiere bailar?

Ћ Quiero.

La orquesta tocaba Unforgettable y Dean me estiró, con toda

su destreza, para el medio del salón, conduciéndome

lentamente de un lado para el otro, nuestros cuerpos pegados,

como toda intimidade entre parejas exigía,


su mano en mi, reculada de forma romántica y la otra

espalmada en mi espalda. Él me conducía como un

profesional, una hazaña de mi marido hasta entonces

desconocida para mí. Él sabía de eso, por eso sonreía

ampliamente.

Ћ Muy diferente de nuestras

bailas en las boates, no es? – sonríe. – Luego

ellos van a anunciar las nuevas parejas.

Ansiosa?

Ћ No. Quién podría tener interés en mí?

Ћ Yo vi tres envelopes

destinados mi esposa – suyo mire enigmático

jugueteaba con mi curiosidad.

Ћ Serio? Y que viejo borracho,

fedendo la charuto y con una fuerte tendencia a

abusar de mi paciencia yo tendré que aturar?

Ћ Probablemente esta sería

una opción muy mejor del que Adam Simpson.


Ћ Adam Simpson? No! –

Dean rió, divirtiéndose con mi

desesperación.

Ћ Él hizo una oferta.

Ћ Yo ni sabía que él estaría aquí. Droga!

Ћ ES una buena

oportunidad. Adam sabe de alguna cosa, yo

tengo certeza.

Ћ Aturar Adam Simpson es

una tortura grande demás – Dean rió alto y yo

acabé riendo también.

130

Ћ Todo bien. Voy a limitar su tiempo al lado de

él, pero usted sabe que necesitamos cercarlo y se pueda ser

con su colaboración, Abby agradece.

Ћ Eca! – él rió más una vez. – Voy a ver lo que


consigo hacer.
- De cualquier forma, él no va a conseguir más del que intercambiar

algunas palabras con usted esta noche – Dean

continuaba sonriendo, pero sus ojos entregaban su

verdadero estado de espíritu y yo inmediatamente

percibí que Robert tenía un dedo en aquello.

Ћ Robert? – él concordó con un

aceno de cabeza. Intenté no sonreír satisfecha. Era

muy desaforo, pero no conseguí esconder lo brillo de

mis ojos.

Ћ Intente no quedar tan eufórica así cuando esté con


él. Todo lo

salón va a percibir que vosotros estáis enamorados – él me

abrazó y beijou mi cuello trilhando en dirección a mi oído. –

Tanya está de ojo en nodos dos – se justificó cuando sus labios

tocaron mi oreja.

Ћ Todo bien. Podemos dar una vuelta?

Ћ Claro!

Dean cogió mi mano y caminó para fuera del salón.

Fuimos interceptados por Tanya, que estaba sola,

atenta a nuestros pasos, como él ya había me


alertado. Ella sonrió educadamente, mirándome

directamente en los ojos.

Ћ Como está siendo su primera noche

en medio el alta sociedad, Melissa? – fue incapaz de

saludarnos o saludar Dean.

Ћ Insossa. Ya tuve noches más animadas.

Ћ Imagino que sí. Puedo imaginar la

distancia entre los dos mundos – respiré profundamente

para evitar un enfrentamiento directo con Tanya.

Ћ Con permiso, no tuvimos el placer en conocernos,


yo soy Dean

Bailey, marido de Melissa. Usted, con certeza, es Tanya

Carter. No hay como la confundís pelo que mi esposa

describió – él extendió la mano


recibiendo a de ella y llevándola a los labios.

Cortés demás. Lo que Dean pretendía?

Ћ Sí, yo sé quién usted es.

Ћ No dudo – ella inmediatamente desvió la atención


de mí para él y suyos

ojos penetrantes fijaron en mi marido, como se

estuviera buscando por algo que aún no había

conseguido obtener. – Tengo certeza de que es una

mujer muy bien informada y con Melissa ahora como

accionista mayoritaria se hace importante conocer la

vida de ella también, no es así que funciona?

Ћ Claro! En verdad, todos

quedamos muy curiosos con la boda repentina

de Melissa.

Ћ Con permiso, necesito ir

al toilette – agradecí a Dios por estar 131

embarazada y tener aquella disculpa para huir de Tanya,

al menos en aquel momento. Dean me dio un beso en el

rostro y me dejó escapar.

Apenas conseguí llegar del otro lado del salón y fui

interceptada. En verdad, yo andaba apresurada,


buscando un lugar donde pudiera refugiarme, cuando fui

estirada por el brazo de manera brusca. Casi me choqué

con Adam Simpson y me esforcé para no hacer una

mueca de nojo al percibir la forma como observaba mi

decote.

Ћ Melissa! No imaginaba que a

encontraría aquí – que grande mentiroso. Sonríe

como se creyera en sus palabras.

Ћ Crea, yo tampoco hacía idea de que te encontraría


aquí – él

si alejó un poco, pero sus ojos continuaron prendidos

a mí, como un predador feroz, pronto para atacar.


- Teóricamente, yo formo parte de la gran familia real – él rió y yo

sólo sonríe fingiendo disfrutar de su compañía. – Esta es una gran noche

– dio un pequeño paso en mi dirección. – La

oportunidad que hombres enamorados como yo

tienen para llegar cerca de sus divas – aquello fue

aún ridículo, pero forcé una sonrisa de satisfacción.

Si era de incentivo que Dean necesitaba, él tendría.

- Usted tiene razón. Esta es la noche en que

todo es permitido en poco tiempo – vi sus ojos

brillen de expectativa.

- En este caso, creo que debo hacer una oferta

de dote para una correcta dama.

- Usted aún no hizo? No creo! Fue la primera

cosa que Dean hizo cuando llegamos.

- Voy a corregir mi error. Hasta más, Melissa!

- Hasta más, Adam! – observé el palerma mentiroso

salir en búsqueda de la mesa y recé íntimamente para

que Robert realmente hubiera hecho una oferta. Miré

alrededor, avistando Dean aún con Tanya, del otro

lado del salón. Ella ría y jugaba encanto para mi


marido. Aquello era patético. Decidí continuar

buscando el toilette.

Pasé por muchas personas intentando descubrir donde quedaba y


sólo

conseguí encontrar cuando realmente sentí la necesidad de

usarlo. Una de las chicas que ayudaban en la organización de

la fiesta me indicó el camino, que por señal jamás habría

encontrado se dependiera sólo de mí. Anduve por el pasillo

ancho y prácticamente vacío. Prójimo a la entrada, las

paredes eran revestidas de espejos, evité mirarme en ellos y

entré sin parar para analizar el local. Abrí la primera cabina

que encontré y levanté el vestido,


implorando para dar tiempo. Fue cuando acabé

de satisfacer mi necesidad que ellas entraron.

Ћ Inacreditável! – reconocí

de inmediato la voz de Nicole. – Ella 132

desfila con el marido en la cara de Robert y mi

hermano, que es un idiota, aún queda babando por

aquella hija de la puta.

Ћ Nick! – la voz de Alexa indicaba que ella estaba


ofendida. – No

quiebra así.

- Y como yo debo hablar? Melissa traicionó fríamente mi hermano, robó

sus acciones y aún se halla en el derecho de galgar un

espacio en la sociedad al lado de aquel pilantra con cara de

buen chico – Alexa rió.

Ћ Dean es una buena

persona y Melissa también. Usted sabe que

está actuando por la emoción. Enfrie la

cabeza.

Ћ Ella traicionó, robó y humilló Robert. Sólo él aún


puede ser capaz
de perdonar una situación como esta. Por el visto mi

hermano nunca dejará de ser un cachorrinho en las

manos de las mujeres que ama – aquellas palabras

me herían mucho.

Primero porque ella me acusaba de cosas horribles y, a pesar de

saber que en aquel momento aquel era el sentimiento más

correcto que ella debería tener, yo me sentía pésima por

saber que era así que mi amiga me veía. Segundo por

imaginar que ella aún asociaba Tanya al hermano y se refería

a esta cómo una de las mujeres que él amaba. Era terrible!

Ћ Yo avisé que las cosas saldrían

del control – Alexa parecía estar más distante de

mi escondite, aún así su voz aún fue muy nítida.


Ћ Salir del control? Él confió en ella.

Melissa fue muy sonsa. Usted vio el coche nuevo de

ella? Llega a ser engraçado de tan absurdo.

Ћ Nick, Robert dio el dinero a la Melissa. La

cuenta estaba en el nombre de ella. No fue un robo, ni

nada del tipo. Ella no hizo nada de errado, sólo escogió

seguir otro camino. Robert a hizo de amante, forzó la barra

hasta el límite, quien soportaría tanto tiempo esta

situación?

Ћ Quién ama de verdad, Alexa. Él

salió de casa, abandonó Tanya, consiguió probar la

verdad la Olívia y con eso obtuvo la aceptación de

Melissa por nuestra familia. Cuando ella consiguió todo,

simplemente aceptó las amenazas de Tanya, aún

sabiendo que Robert conseguiría inverter el juego, sumió

y volvió con todo y casada. ES mucha sacanagem!

Melissa es una escrota, eso sí. Engañó todo el mundo

con aquella carinha de santa y voz de ángel.

Ћ No tengo cómo te convenza de lo contrario. Sólo


puedo decir que
creo que Melissa tuvo motivos para hacer todo lo que hizo.

Para el bien o para el mal. Quién sabe si no era de eso

que Robert y Tanya necesitaban? Va a entender cual la

profundidad de este juego maldito.

- Independientemente de cuáles sean los motivos de ella. Fue

imperdoável! Nunca más aceptaremos Melissa Simon,

o Bailey, en nuestra 133

familia – hubo un silencio embarazoso por algunos

segundos. Mis ojos quedaron llenos de lágrimas y mi

corazón apretado.

- Yo siento la falta de ella – Alexa habló por fin, con la voz

débil y embargada. – Melissa era nuestra amiga. Yo me

apeguei muy rápido a ella – rió en voz baja. – No sé se fue

por la necesidad de protegerla de su hermano,


o simplemente por gustar ver lo como un bichinho acuado.

- Yo también siento la falta de ella – Nicole admitió, dejando

transparecer toda su fragilidad en aquellas palabras. Sonríe dejando que

una lágrima escapara. – Melissa era como una hermana, así como usted.

Éramos un trio perfecto. Formábamos tres parejas perfectas – una pausa

rápida y luego ella continuó. – Melissa cambió. Mucho. Ella está fría, fuerte…

No parece en nada con aquella chica que aceptamos a nuestro lado. Como

puede? Todo lo que ella ha hecho, las pruebas contra Robert, quedar con las
suyas

acciones… No sé. Todo me lleva a creer que fue premeditado. Un plan

bolado con Dean para tomar el dinero de mi hermano. Ya vi eso en muchos

películas – sonríe más anchamente. Nicole tenía una imaginação muy


fértil.

Ћ No creo que sea esa la verdad, pero usted

tiene razón, Melissa cambió mucho. Y yo tengo que decir que

prefiero esta nueva versión de Melissa Simon, o Bailey – volvió

a reír. – También creo que esta Melissa sea muy mejor para

Robert – un sonido mecánico interrumpió la conversación de

las dos. Con certeza era un mensaje en el celular de una de las

chicas.

Ћ Hora de dar atención a nuestros nuevos pares. Da


para creer en el
que esos dos fueron capaces de hacer? –

Alexa rió con gana, acompañada de Nicole.

Ћ Da sí. Yo sé muy bien del que mi

hermano es capaz. Bruno nunca aceptaría perderte para

cualquiera otro hombre, ni que fuera por algunas bailas.

Así como Paul no soportaría. Nada más correcto del que

intercambien de damas – Nick estaba más animada.

Ћ Va a ser divertido.

Ћ Eso porque no es usted que va a bailar algunas


veces con el suyo
hermano. Bruno es un saco! – Alexa rió.

- Vamos o ellos van surtar.

Oí la confusión de los saltos chocando en el suelo

informando que ellas estaban cada vez más distantes

hasta que no más estaban en el toilette, salí de la

cabina, endireitei el vestido y me miré en el espejo. Yo

estaba pálida y tensa. Abrí la bolsa, retire un pañuelo,

sequé las lágrimas, rehice la maquiagem y decidí que

era hora de salir y encarar mi nuevo compañero. Si al

menos fuera Robert...

Caminé por el pasillo vacío, captando el sonido de

la orquesta anunciando dos cantantes,

fervorosamente aplaudidos, un hombre y una 134

mujer que no me di al trabajo de grabar los nombres. Ellos

agradecieron mientras yo encontraba la multitud que

ocupaba ampliamente el salón de baila, con sus debidos

pares. Corrí los ojos buscando por mi marido y lo encontré de

la manera más imprevista posible. Él estaba con Tanya, una

mano en su cintura, aguardando la hora de la conducís en la

baila. Si no fuera tan bizarro, yo sonreiría. Pero sabía del que

aquella mujer era capaz y temí por mi amigo. Yo interferiría


si no tuviera la nítida certeza de que Dean sabía muy bien lo

que estaba haciendo.

Entonces sentí el toque en mi cintura. Podría ser un toque cualquiera,

un simple esbarro o pedido de licencia, pero yo sabía muy

bien quién era y el motivo de él estar allí, a mi espalda.

Las manos de Robert nunca serían olvidadas por mi piel.

Era como un código de barras, bastaba encostar para que

todo en mí vibrara reconociendo mi captor. El hombre que

yo tanto amaba y deseaba.


La orquesta introducía la música que abriría a baila

de los dotes. Un sonido suave llenó el salón

posicionando los participantes.

Fue una infinidade de sentimientos. Mi cuerpo calentó, mi piel

quedó erizada, mi mente fue cubierta por una nube de placer, míos

ojos perdieron el foco, mi boca quedó sequía y mi sexo mojado. Él si

aproximó tirando fuego en mi cuerpo a medida que disminuía los

centímetros entre nodos dos.

- Lista?

Aún en mi espalda él dejó que yo viera la pulseira púrpura

en suyo pulso, correspondiendo a que yo tenía en mi. Miré

asustada para Dean y noté que él exhibía una pulseira del

mismo color que a de Tanya.

Ћ Finalmente,

Melissa,tengo usted sólo para

mí. 135

CAPÍTULO 14

Ћ Robert!

Arfei al volcar y encontrar aquellos ojos cenizas como

un fin de día frío y chuvoso, encarándome con

propiedad, como se supiera que en aquella noche yo no


sería de más nadie. Él no desviaba el mirar, ni temía

que estuviéramos llamando atención.

Ћ Quién más podría ser? – pisquei muchas

veces sin saber cómo quebrar aquel transe. – Quién usted

esperaba? – y estaba allá, la duda, el miedo y la tristeza

que lo acompañaban desde mi vuelta.

Ћ Nadie – sonríe desarmada. Él sonrió también y en


aquel momento

yo vi Robert diferente. Era el mismo hombre lindo, sin

embargo más leve, joven, como si ningún problema fuera

capaz de alcanzarlo. Él estaba


perfecto.

Ћ Amo su sonrisa – desvié el mirar,

pero fue imposible esconder mi satisfacción. Él cogió mi

mano y me condujo hasta el medio del salón. La voz

dulce y suave del cantante hacía todo aún más

encantador. Robert colocó una mano firme en la base

de mi columna, juntando nuestros cuerpos en una

intimidade muy familiar, y confieso que ansiaba por

aquello. La otra mano cogió la mía, pero en vez de

levantarla alejada del cuerpo, como todas las parejas

estaban haciendo, él la llevó al pecho, prójimo al

corazón, y a mantuvo allí. Nuestra baila no era sólo una

gentileza concedida por un bien mayor, era una baila de

amor, repleta de deseo.

Sus ojos no salgan de mis, como se quisiera realmente toda mi

atención. Mis ojos no salgan de los de él, como se temieran que

aquella sensación desapareciera como humo, así que él no

estuviera más como mi foco principal. La orquesta tocaba

“You'll Never Find Another Love Like Mine.” Mi corazón aceleró.

Yo sabía que ella sería todas sus palabras. Y fue lo que


aconteció. Mucho próximo a mí, en un gesto que podría

fácilmente anteceder un beso, Robert cantarolou:

Ћ “Usted nunca irá a encontrar, el tiempo que usted


vivir, alguien que te

ame tanto cuánto yo”

No conseguí lo reprimís. Era encantador demás,

romántico demás y revelador demás para que

cualquier persona intentara impedir. En aquel

momento, cantarolando la música, invadiéndome con

su mirar y prendiéndome a su cuerpo, Robert

derrumbaba cualquier barrera existente entre nodos

136
dos. No importaba más se Tanya estaba en algún

lugar próximo a nodos dos, o se Dean no estaría en

consonancia con aquella quiebra de protocolo.

Importaba sólo que él estaba allí, cogiéndome en sus

brazos y declarando su amor por mí.

Ћ “Usted nunca irá a hallar,

eso va a durar hasta el fin de nuestra vida,

alguien que te entienda del jeito que yo

entiendo.”

Él sonrió. Era una sonrisa que alcanzaba los ojos y dejaba que

su alma transparecesse. Yo sonríe también. Sus palabras

inflaban mi ego y calentaban mi corazón. Aquel era Robert

que yo conocía, presunçoso, lleno de confianza y control,

señor de sí, capaz de declarar, independientemente de las

circunstancias, que yo nunca lo olvidaría, porque él era todo

lo que yo necesitaba. Y era de más pura verdad.

Ћ “Yo no estoy intentando

hacer usted quedar, baby. Porque yo soy

aquel que te ama.”

Sus dedos hicieron una presión mayor en mis y aquella sonrisa


torto, característica marcante del hombre que yo amo, estaba

allá para hacerme olvidar el mundo. De repente el salón quedó

vacío. Nuestros pies no tocaban el suelo, el sonido era sólo de

la voz de él y nodos volvemos a ser un sólo.

Ћ “Usted va a echar en falta de mi amor.”

Mi corazón hundió en el pecho, conocedor de la amargura de


aquellas
palabras. Era cómo se confirmáramos que la criba existía. Yo no

quería pensar en aquel asunto. No mientras estuviéramos

flotando, mientras nuestra realidad no conseguía en los

alcanzar. Pasé mi mano que estaba en su pecho hasta alcanzar

su cuello, aproximando nuestro contacto. Él cerró los ojos por

algunos segundos mientras repetía “Usted


va a echar en falta de mi amor” de una manera

sufrida. Cuando volvió a los abrís, me encaró

parcialmente recuperado.

- “Yo no estoy me gabando, baby, porque yo soy aquel que te

ama. Y no tiene más nadie! Ninguno... No hay ningún

otro. Usted va a echar en falta de mi amor.”

La música llegaba al fin mientras yo lo asistía derramar suyo

corazón en nuestra baila. Dominada por la emoción y

aún oyéndolo repetir “Usted va a echar en falta de mi

amor”, acabé confesando. De la misma forma como

mi amante había hecho, cantarolei sin dejar que sus

ojos huyeran de mis.

- “Yo voy a echar en falta de su amor.”

Él sonrió con aquella confirmación mientras la música acababa.

Todos aplaudieron, los cantantes agradecieron de manera

pulida, las parejas se preparaban para la prójima baila, pero

nodos dos continuábamos encarándonos, sin dejar que

nuestros cuerpos se alejaran.

137

Yo huiría con él en aquel momento. Simplemente abandonaría todo


y saldría de aquel salón con el hombre de mi vida, sin

dejar dudas de nuestro amor y principalmente sin me

importar con Tanya u otra persona. Oh, Dios, yo lo amaba,

y lo deseaba de todas las formas posibles e imposibles

también. Era sólo él decir, bastaba sólo que él me pidiera,

y yo sería de él, no sólo por aquella noche, pero por todas

las noches de nuestras vidas, simplemente porque yo no

quería más echar en falta de su amor.

Pero Robert se alejó de mí. Sus ojos, antes tan amorosos


dejaron los míos y fijaron en algún punto al fondo. Fue

nítida la forma como sus hombros quedaron rígidos y la

tensión emanou de él. No había más nada del amante

enamorado, sin embargo existía una pasión en sus ojos,

una que yo conocía muy bien, quienes estaba allí era el

CEO.

Sin saber al correcto lo que debería hacer, acompañé su

mirar esperando encontrar Tanya o cualquiera otro de sus

desafetos. Lo que encontré me dejó perdida. Robert

encaraba una joven. A principio tuve dudas se era aquello

aunque él hacía, pero era. Él encaraba la joven, piel clara,

cuerpo sensual, vistiendo el mismo vestido negro de la

mujer que me recepcionou, sólo que en aquel cuerpo él

quedaba muy más chamativo. Cabellos negros y largos,

descendían hasta el medio de su espalda, y ella sonreía.

Sonreía para Robert, que continuaba encarando la infeliz.

Ella hizo un gesto de cabeza, llamándolo.

Ћ Disculpe Melissa! Yo necesito resolver un


problema.

Ћ El quê? – quedé confusa. Como él podía cambiar


de una hora para
otra? Como podía declararse de manera tan

enamorada, sufrida, como si nada más fuera

importante en el mundo y después descartarme de

manera tan leviana?

Robert era la persona más absurda e inacreditável del

mundo. Llegaba a ser desesperador. Sentí que mi genio

ruim comenzaba a se apossar de mí y nada del que

resultara de eso sería interesante.

Ћ Yo necesito resolver un

problema. Vuelvo luego – él finalmente

volvió a mirarme.

Por un segundo parecía constrangido por estar

dispensándome en medio del salón, luego enseguida su

expresión cambió. Él estrechó los


ojos, aún encarándome, inclinó un poco la cabeza y

parecía que iba a hablar alguna cosa, sin embargo

algo atrás de mí volvió a llamar su atención, entonces

él sonrió, los labios tortos, típico de cafajeste y de su

personalidad, y umedeceu los labios.

Hijo de la puta! Miserable! Escroto! Hijo de la madre!

Ћ Usted pagó una fortuna para

bailar conmigo y va a abandonarme en la 138

primera baila? – fue imposible contener el tono

indignado, acusatório y principalmente, celoso. Él

sonrió aún más.

Ћ Primero: yo no pagué una fortuna,

sólo quité los demás de mi camino. Pero no quede

ofendida, yo pagaría el valor que fuera para haberla en

mis brazos por algunos minutos. Segundo: imprevistos

acontecen. Yo necesito resolver un problema. Tercero:

Usted está aún preocupada con mi dinero o está

deseando un poco más del que una baila con su ex-jefe?

Ћ Vaya la merda, Robert!


Él rió alto, jugando la cabeza para tras y llamando la

atención de algunas personas. Miré para los lados,

constrangida y furiosa, y avistei la chica saliendo del

salón, ella aún miró para tras, en nuestra dirección,

como se quisiera certificarse de que él la seguiría. Yo

podría matar Robert en aquel momento. Sería hasta

aceptable mi disculpa de amante embarazada y

traicionada.

Ћ Con permiso – cogí en su

brazo sintiendo que mi rabia extrapolaría las

barreras.

Ћ Y lo que yo hago? Estamos en la hora de la baila, la


música está tocando.
No puede abandonarme aquí como una palhaça. Da

para parar de ser un cretino? – sus ojos abrieron

admirados con mi explosión, pero él sonrió deliciado.

Ћ Yo adoraría quedar y discutir

todos sus cuestionamientos, pero, como dijo,

necesito resolver algunas cosas.

Ћ Robert! – él volvió a reír y a

mirar en la dirección de la chica. La música

tocaba y todos bailaban nuestra vuelta, lo que

me dejaba aún más furiosa.

Ћ Mira, por qué no baila con Dean? Ah, disculpe! Su


marido está

si divirtiendo con mi esposa, no es mismo? Entonces…

Adam? – el quê? Él dio un paso para tras conocedor de que

de aquella vez yo quebraría su nariz. Sus ojos brillaban de

expectativa y parecían divertidos. Lo que él quería?

Acabar con mi sanidad mental?

Ћ Vaya se… Vaya aunque, antes que

yo quiebre su nariz, su hijo de la puta! – él rió y pasó la

mano en los cabellos, bagunçando lo que estaba

perfectamente arrumado con gel. – Espero que esté aún


divirtiéndose, y también que lo quiere que sea que va a

hacer ahora, sea recompensador, pues esta fue la

última vez que colocó las manos en mí, Robert Carter –

yo iba a salir, pero fue la vez de él cogerme.

Ћ Melissa, yo… - su expresión cambió. Parecía con


rabia también,

pero estaba inseguro. – Yo necesito aún ir – y salió.

Yo quedé parada en aquel salón, sin creer en el

que había acabado 139


de acontecer. Robert fue aunque aún. Simplemente me

abandonó y siguió aquella… Aquella chica, como si yo no

fuera nadie. No era


posible. Yo no podía creer que él fue capaz de tamaña sacanagem.

Muy probablemente él volvería. Aquello todo era sólo una forma

de vengarse. Esta sería su justificación. Sólo que yo no

dejaría barato. Robert no tendría argumentos contra los

hechos. Sin pensar dos veces, volví mi atención para la

escalera en que ellos habían subido y desaparecido.

Necesitaba encontrarlos. Necesitaba mostrar a Robert

que no era la boba que él creía. Yo iría allá y mostraría a

él que no habría perdón y no sobraría piedra sobre piedra

en aquella noche.

Subí las escaleras, tomando el cuidado para no llamar

mucha atención. No quería que los demás invitados

percibieran lo que yo planeaba, muy menos que Robert si

de ese cuenta de que yo lo seguía. Así que llegué en el

tope, los avistei. La moça andaba al frente, rebolando como

se estuviera en el cio. Él la seguía, una mano en el bolsillo,

la otra cogía el celular, desconectándolo. Que cafajeste!

Seguían por el pasillo.

Una de las puertas abrió y de allá salió una pareja que reía

animadamente, sosteniendo sus vasos de bebidas y

abrazados. Intentaron se recompor cuando avistaram


Robert y su amiga. Yo me escondí rápidamente atrás de

una planta inmensa y fingí buscar por uno jugueteo en el

suelo, cuando la pareja pasó por mí sin se importar mi

presencia.

La mujer y mi ex-amante sumieron en el pasillo. Anduve

rápidamente, intentando encontrar alguna pista cuando percibí

que en verdad ellos sólo volcaron la izquierda y continuaron

andando por otro pasillo. Observé los dos, que permanecían de la

misma forma, ella al frente y él andando luego atrás, con las

manos en los bolsillos. Vi cuando ella paró para abrir las puertas

dobles dando acceso a Robert. Así que las puertas fueron

cerradas,
caminé hasta ellas.

No entré inmediatamente. En verdad, al parar delante de ella

mi lado cobarde habló más alto. Yo quería desmascará-lo.

Quería poder ver sus ojos cuando lo sorprendiera con aquella

mujer. Quería oír sus disculpas y dejar mi rabia dominarme

para finalmente quebrar su nariz. Sin olvidarme que él merecía

cada segundo de sufrimiento que le hice pasar. Por otro lado,

aún con tanto odio, con la gana descontrolada que yo sentía de

matarlo, yo tuve miedo de abrir aquella puerta y encarar la

realidad. Tener la certeza de que Robert realmente me

abandonó en aquel salón para encontrarse con aquella chica.

Que se vengó de mí aprovechando para transar con la primera

ofertada que apareció.

Encostei el rostro en la puerta e intenté oír alguna

cosa. Nada. Ellos simplemente no conversaban.

Probablemente estaban se beijando. Él 140

luego dominaría la chica, como hizo conmigo

diversas veces. Mi sangre borbulhou en las venas.

Sin conseguir contenerme, abrí las puertas

utilizando toda mi furia. La chica estaba allá.


Era una sala amplia. Algunos sofás, una mesa de apoyo,

cuadros, un pequeño bar, que era justamente donde estaba

la niña en cuestión. Ella me miró sorprendida. Una ceja

arqueada, una sonrisa de burle en la cara. En sus manos

había un vaso de uísque, probablemente para él. Pero no

había ninguna señal de Robert Carter. Miré alrededor,

percibiendo dos puertas más. Una de ellas debería ser el

cuarto donde ellos dos quedarían. - Donde él está? – levanté

el rostro encarando la chica sin

demostrar miedo. Ella no me intimidaba. Con certeza estaba creyendo


en el súbito interés de aquel hombre increíble. Desgraciada!

Ћ Disculpe, pero la señora no

puede entrar aquí – dio dos pasos en mi dirección,

aún cogiendo el vaso de uísque.

Ћ Como yo no puedo entrar? Usted

sabe quién yo soy? – ella me midió con los ojos,

demostrando ser aún más burlada. – No puedo culparte,

chica. Yo sé muy bien del que Robert es capaz. Ahora,

ahórreme de este papel y me indique cual de las puertas

yo debo abrir.

Ћ Señora, esta es una reunión privada y la señora no


fue invitada.

Por favor…

- Robert! – grité sin me importar con toda aquella tentativa de ella en

detenerme. – Salía de ahí, su cretino! – caminé en

dirección la primera puerta y a abrí. Era una oficina

completa. Las cortinas cerradas dejaban el ambiente

sombrío. Pero Robert no estaba allá.

Ћ Yo voy a llamar los guardas jurados si la señora


no…

Ћ Vaya a la merda, chica!


Continué andando, ansiosa demás para

sorprenderlo. No era posible que él no estuviera

oyendo nuestros gritos. Donde estaba Robert? No

podía creer que él se escondía. No. Aquel no era

Robert.

- Tiene miedo? Muestre su cara, Robert Carter!

Junté todo mi coraje y abrí la otra puerta. Conocedor del miedo

de él, entré como un huracán, lista para cogerlo con las calzas en las manos.

Pero no fue lo que aconteció.

Así que conseguí reorganizar mis pensamientos me di cuenta de

que estaba en otra sala de reuniones. Esta era mayor del que la otra. Una
mesa oval conteniendo seis sillas, todas ocupadas por

hombres. A juzgar pelo porte de estos, era aún una reunión

de negocios. Pero que merda! Todos estaban parados,

sorprendidos por mi entrada teatral. Robert lentamente

levantó, encarándome cómo quién deseaba matarme.

141

Estremecí. La chica entró inmediatamente tras

mí, el teléfono en la mano y el uísque en la otra.

Ћ Disculpe, ella llegó

pareciendo una loca y fue entrando y gritando.

Yo ya estoy llamando los guardas jurados.

Ћ No será necesario, Thaises. Yo cuido

de eso – Robert caminó en mi dirección. Parecía una

fiera, lista para atacar.

Ћ Lo que está aconteciendo aquí, Robert? Que tipo de


negocio obscuro

está armando ahora? – sussurrei intentando mantener

mis palabras lejos de los oídos de aquellos hombres.

Él rió cínicamente.

Ћ Melissa, venga conmigo, por

favor! – su voz estaba dulce, sin embargo yo sabía


que así que él consiguiera colocar las manos en mí,

yo sería una mujer muerta.

Ћ Sólo después que me explique lo

que está aconteciendo aquí – crucé los brazos, como

se quisiera desafiarlo, pero en verdad yo intentaba

esconder la forma como temblaba de miedo de él.

Ћ Señores, está es Melissa Simon, mía… - él sonrió de


aquella forma

que me desconcertaba y me miró de forma a

quemarme por dentro. Era una merda el jeito como

mi cuerpo correspondía a él. – Secretaria – y

arqueou una ceja, desafiándome. - Lo que…


Ћ Venga conmigo,

Melissa – él pasó por mí como un rayo. –

Ahora!

Aquella orden era para dejarme con más rabia aún, sin

embargo, a pesar de estar confusa, desconcertada y

desorientada, todo en mi bajo-vientre se contorceu. Yo amaba

las órdenes de Robert Carter. Adoraba la manera como él me

dominaba en situaciones tan complicadas como aquella.

Ћ Podemos continuar sin usted, Carter? – un


hombre de cabellos

blancos, pero con un cuerpo muy joven y una

sonrisa encantadora en los labios, se inclinó sobre la

mesa y me encaró, como se pudiera enxergar por

bajo de mi vestido.

- Claro! Por favor, continuad. La Srta. Simon debe tener un motivo

muy importante para interrumpir una reunión como

esta – y suyo mire me cortó en pedazos y después tocó

fuego en mí. – Vamos!

Él salió. Mi rostro estaba tan rojo que imaginé el quão

ridícula debería estar en aquel momento. Por qué yo

nunca conseguía quedar quieta en mi esquina? Por qué


dejaba que Robert destruyera toda mi capacidad de

pensar? Por qué una bomba no caía en aquella casa en

aquel momento? Como la buena cobarde que yo era,

obedecí, saliendo de la sala sin despedirme, o encarar

cualquier uno de ellos. Pasé por la moça, como Robert a

llamó? Thaises? Droga! Ella era sólo la secretaria y yo

mandé la chica 142

ir a la merda. Ella estaba correcta en pensar que yo era loca.

Ћ Thaises, yo y Melissa

vamos a quedar en la sala al lado. Por favor, no

deje que nadie nos interrumpa.

Ћ Como quiera Sr. Carter – ella no estaba más


burlada. Mucho
por el contrario. Era la típica secretaria submissa y prestativa. Una cobra.

Ћ Ese uísque es para mí? –

ella miró para el vaso como si sólo en aquel

momento acordara de su existencia.

Ћ Sí. Sí, señor – él retiró el vaso de la mano

de la chica y volcó el contenido todo de un golpe. Una típica

actitud de quien tenía rabia.

Ћ Gracias! Ahora, con permiso. Melissa! Venga!

143

CAPÍTULO 15

Robert caminó hasta la otra puerta, que ya estaba

abierta, pues yo había invadido aquella también, pero

paró en su entrada, aguardándome. Aún pensé en huir,

pero tenía la certeza de que él me alcanzaría con

facilidad y me haría entrar. Por eso, como los viejos

tiempos, obedecí. Entré, tomando el cuidado de quedar

en el centro de la sala. Así él no conseguiría me

encurralar, muy menos forzarme a hacer cualquier cosa.

Sin contar que yo podría gritar y ser oída, lo que

ciertamente no acontecería si él me llevara para el fondo.


Ћ Lo que usted está haciendo? –

él estaba furioso. Puta merda! Hasta con rabia

aquel hombre me dejaba excitada.

Ћ Lo que yo estoy haciendo? Lo que usted está


haciendo? Cuál es el motivo

de esta reunión? Lo que está escondiendo de todo el

mundo? Usted no tiene jeito mismo…

Él avanzó antes que yo pudiera recular. Un segundo antes yo

estaba enfurecida, descargando en él toda mi frustração. En el

segundo siguiente yo estaba en sus brazos, nuestros labios

pegados en un beso repleto de deseo. Su boca hambrienta

exigía la mía, abriendo pasaje para


que su lengua saboreasse cada pedazo ofertado con luxúria.

Cuando sentí mis quadris esbarrarem en la mesa, me di cuenta de la

besteira que estábamos haciendo. Yo quería poner un fin a aquella tortura,


en el

entanto no era el momento correcto. Robert necesitaba primero aceptar


Carol

en su vida, y por más que me doliera, yo sabía que era necesario, o

entonces Tanya desconfiaría.

- No!

Intenté alejarlo de mí. Robert reaccionó cogiéndome con fuerza.

En aquel momento yo supo que no sería capaz de rechazarlo.

Mis manos estaban espalmadas y su pecho para que él no

avanzara, pero ningún movimiento que yo hiciera conseguiría

apartar nuestros cuerpos. - Sí – y él sonrió en mis labios,

dejándome enfurecida por ser

tan débil y principalmente, por él sepa que yo no

conseguiría ser fuerte el suficiente para mandarlo

aunque.

Ћ Para con eso, Robert.

Dean y Tanya están allá debajo. Existen

personas en la otra sala y aquella chica…


Ћ Thaises – aquel cretino tenía el coraje de
complicar aún más

las cosas, pues sabía que yo estaba consumida por el

ciúme, aún así él 144

forzaba aún más la barra, llevándome al límite.

- No importa el nombre de ella. Poco me interesa el nombre

de sus aventuras – sus manos se cerraron aún más en mi

cintura forzando la junção de nuestros cuerpos. Yo sentía su

ereção. Mi cuerpo encendió de una forma inacreditável. Como

yo echaba en falta de aquel toque.

- Está con ciúmes? Sus ojos pueden indicar la cantidad de rabia


que está sintiendo, Melissa, pero no consiguen

esconder lo cuánto está excitada – él mordió mi

cuello y dejó que su barba por hacer roçasse mi piel

caliente. Cerré los ojos y mordí los labios para

impedir que un gemido escapara.

Ћ Déjeme! Usted no puede forzarme.

Ћ Puedo. Ya hice eso antes y usted adoró.

Ћ Usted es sádico? Le Gusta de

torturarme? – encaré aquellas iris ceniza y pude

vislumbrar el quão oscuras estaban.

Todo el ambiente alrededor no existía más. Robert

tenía este don de ocupar mi mente por completo, de

dominar todos mis pensamientos y de persuadirme a

correr cualquier riesgo, porque en aquel momento, mi

único deseo era puede sentir sus toques y ser tomada

de la forma como sólo él sabía hacer.

Ћ Usted está sintiéndose torturada? – roçou su


miembro rijo en mío

sexo mojado. El tejido de su calza y de mi vestido

impedía un mayor contacto, aun así, yo sentía su calor

invadiéndome.
Ћ Pare con eso – pero mi voz

ya estaba débil y mis manos no más lo alejaban.

Ћ Nunca va a acabar

Melissa. Y yo no voy a parar mientras usted

tampoco parar.

Ћ Yo parar?

Ћ Sí. Yo veo en sus ojos el fuego de nuestra

pasión. La intensidad de nuestro amor. No acabó para usted

también, no fue? No fue una aventura, una brincadeira. Usted

me ama y me desea con la misma intensidad de siempre,

entonces por qué merda no acaba de un golpe con


eso?

Su mano fuerte subió por mi espalda, alcanzando mis

cabellos y cogiéndolos con fuerza para que mi rostro se

alineara conforme su deseo. La otra mano me mantuvo

firme, tocando en su ereção y dejándome entender que el

fuego venía de todos los lados y de los dos cuerpos.

Ћ Por qué está casada con aquel

merdinha se ni satisfacerte sexualmente él consigue? –

me debatí sin querer que él siguiera por aquel camino. –

Soy yo quien usted búsqueda, Melissa. ES por mí que

usted goza, aunque sea con aquel monte de estrume.

145

Ћ Déjeme! – mis ojos ya estaban llenos de


lágrimas frente

aquel pozo de mágoas en que Robert se transformaba delante de mí.

Ћ No! Lo que usted vino buscar? Por qué me

siguió hasta aquí? Lo que quería? – su mano se cerró con más

fuerza en mis cabellos. – Yo sé lo que usted quiere, Melissa y

voy a darte, porque te amo demasiado para dejarla ir.

Ћ No…
Pero él me tomó con su boca, invadiéndome con sus labios

e impidiéndome de protestar o reaccionar. Mis lágrimas

descendieron. No porque yo me sentía humillada u

horrorizada. Porque yo sentía que era así él se sentía. Como

un objeto. Una diversão que yo buscava por no sentirme

completa con el “mi marido”. Si él pudiera saber la verdad!

La mano que estaba en mi cintura subió en búsqueda de mis

senos. Mi cuerpo arqueou con la expectativa y mi

respiración aceleraba a medida que sentía su toque ora en

un seno, ora en otro, pero siempre con aquel deseo y

ansiedad, que sólo los amantes podían reconocer.


Y entonces Robert me giró, dejándome de culo para sí. Su mano

caliente me prendió a él y su ereção se espremeu en mi

bunda. Intenté aprovecharme de la posición para alejarme.

Era preciso no dejar que llegáramos hasta tal punto, pero

él me cogió fuerte, prendiendo mi brazo izquierdo para tras

y reteniendo el peso de mi cuerpo con el otro. - Lo que fue?

No quiere jugar? – sussurrou en mi oído.

La voz ronca, indicativo propio de él, que

demostraba toda su excitación. Mi piel quedó

erizada y los picos de mis senos intumescidos. Su

barba pinicava en mi piel cuando su maxilar movía.

Éramos como hilos desencapados, prestes a generar

un corto-circuito.

Ћ No – mi voz indicaba el

contrario. – Por qué no me deja en paz?

Ћ Porque usted no quiere que yo deje – mordió mi


cuello. Mío

cuerpo no reaccionaba contra. Su mano descendió en mi

barriga, acariciando la piel por cima del vestido. – Usted queda

linda de rojo. Su cuerpo está fantástico! Ganó formas –


estremecí. Como yo pude creer que Robert no percibiría los

cambios en mi cuerpo a causa de la gestação reciente?

Ћ No haga eso – imploré con miedo del que

él podría imaginar se desconfiara de aquel embarazo,

estando yo casada con otro hombre.

Ћ Eso el quê? – continuó descendiendo la mano


mientras la otra

abandonaba mi brazo y se apoderaba de mi seno.

Las puntas de los dedos forzando el decote. Yo

sabía que los espasmos que recorrían mi cuerpo

indicaban que no soportaría por mucho tiempo. -

Robert! – gemí en una súplica angustiante.


146

Él descendió un poco el cuerpo y sus manos largas alcanzaron mía

muslo por la fenda del vestido. Acarició mi carne,

subiendo sus dedos de encuentro a mi sexo. El toque

fuerte y urgente me dejó extasiada. No conseguí

contener el gemido, entonces cerré los ojos y me

dejé llevar por las sensaciones inebriantes.

Él jugueteó conmigo. Recorrió mi carne con la paciencia de uno

maestro, tocó mis senos con la destreza de un sabio y

yo quedé perdida en sentimientos y sensaciones.

Mientras mi sexo pulsaba ansioso por su toque, él

dejaba que la expectativa me torturara, resbalando sus

dedos por el reborde de la fina braga, sin nunca avanzar.

Cada vez que insinuaba, yo gemía y arqueava el cuerpo,

como se fuera capaz de forzar el tan deseado toque.

- Diga! – ordenó de aquella forma única.

Él tenía razón, nunca sería diferente, porque yo

correspondía a todos sus deseos y porque una orden

suya causaba en mí una confusión de sentimientos

capaz de hacerme llegar al ápice sin al menos ser

estimulada.
- El quê? – gaguejei y necesité tragar en seco para formular mejor

mi idea. Él rió, saboreando cada reacción mía. – Robert, por

favor! Nodos no podemos – él dejó que un dedo tocara

levemente y por cima de mi braga, mi centro de placer. Casi

me deshago en su mano. Mis piernas fraquejaram y yo gemí

descaradamente.

- Por quê? Por qué usted es casada? Por qué yo soy casado? Melissa!

Eso nunca fue un empecilho para usted. Ya hicimos muchas cosas que ni
aún una boda consiguió en los impedir – sentí rabia.

Él intentaba punirme.

Su rabia duelava con el deseo y el amor. Robert oscilaba entre se

entregar a nuestro sentimiento o hacerme pagar por

su propio sufrimiento. El peor de todo era que aún

sabiendo que él me punía, yo quería llegar hasta el fin.

Mi cuerpo caliente imploraba por el alivio. La saudade

que yo sentía de él me jugaba en aquel abismo

impidiéndome de luchar contra. No había resistencia.

Ћ Beije-me! – su sussurro

angustiado, revelando el amor y devoção que él

sentía, pero también lo cuánto aquello todo el

magoava, me alcanzó como un soco en el estómago.

Por qué él me imploraba por un beso? Por qué no

actuaba como siempre hacía y simplemente cogía lo

que era de él por derecho?

Ћ Por quê? – mi mente estaba confusa demás.

Las lágrimas continuaron cayendo, gracias a poca luminosidad en

que nos encontrábamos, y de mi esfuerzo anormal

en mantener los soluços 147


controlados, era posible esconder de él mi angustia.

Mi pregunta no fue para su súplica, no directamente

para él, pero sí para nodos dos, para nuestra situación.

Ћ Si fuera posible, Melissa, una

única vez, que usted consiguiera experimentar los

propios labios… Se consiguiera sentir la dulzura de

su lengua sólo por un momento… entendería como

me siento al te beijar. Entonces, beije-me.

No pude negar aquel beso. No podría aunque él estuviera


siendo obtuso. Yo lo amaba como nunca fui capaz de

amar a nadie. Robert era mi vida, mi aire, mi mundo. Era

por él y por el pedazo de él que yo generaba en mi

vientre, que yo aceptaba aquella criba. De lo contrario

no soportaría ni un segundo sin el suyo mire caliente, sin

su amor bañarme, sin su cuerpo junto a mi. La criba era

insoportable. Pero sólo por saber que en breve

quedaríamos juntos para siempre, acepté resignada.

Sus labios encostaram en mis, abriendo pasaje para que a

lengua me explorara. Sentí suyo me gusta en mi boca y en

él estaba su ansiedad y su sufrimiento. Fue en este

momento que desistí de luchar y me entregué

completamente a nuestro amor, repleta de la saudade.

Robert, sin quitar los labios de mis y no encontrando más

cualquier resistencia de mi parte, forzó el decote de mi

vestido, rasgando la media fina que protegía mi piel del frío

y liberando mi seno para su bel placer, donde sus dedos

juguetearon con mi carne, dándole una atención especial

mientras estiraba y acariciaba el pico rijo. Con la otra mano

él avanzó, subiendo en mi muslo y acariciando


la piel con devoção, admiración y, por encima de todo,

mucha pasión, revelando un deseo imposible de ser

contenido. Cuando finalmente alcanzó aquella parte de

mi cuerpo, que pulsaba de ansiedad y que ya se

encontraba mojada, pensé que me partiría por la mitad.

Sin conseguir contenerme, arqueei mi cuerpo en dirección a sus

dedos que se hundieron en mi íntimo sin pudor. Gemí deliciada

demás para disimular, mientras él gemía de placer, desejoso

de aquel contacto tan nuestro. Robert no aguardó por

cualquiera comando mío, él simplemente


si deliciou en mí, frotando sus dedos en mi sexo,

arrancando de mi alma todo lo que podía.

Yo lo sentía invadiéndome y tocándome de los lados y

enmedio, en mi punto de placer, frotando, apretando

y roçando de todas las formas. Rebolei en sus dedos,

permitiendo que finalmente mi cuerpo tuviera lo que

tanto deseaba, reviviendo cada momento que

tuvimos de aquella misma forma, cuando él me

presionaba para aceptarlo, y muchos otros, cuando

148

él sólo quería darme su mundo y, por fin, aquel

momento, cuando él me imploraba para no dejarlo.

Sus labios abandonaron los míos, arfei con la penetración de dos

de sus dedos en mí alcanzándome más hondo, a la

vez, su mano se cerró con posesión en mi seno,

estirándolo para cima y su lengua jugueteó en mi

cuello. Era demás para mí. Nuestra señora de las

mujeres casadas y desesperadas de tesão por el ex-

amante que me de ese la mano.


Ћ Oh, Dios! – jugué la cabeza

para tras, dejándolo disfrutar de mi cuerpo. Él

gimió fuerte, lleno de tesão.

Ћ Deliciosa! Como siempre – su voz estaba

ronca y baja, como se cada palabra escapara de sus labios en

un momento de delirio o de devoção. – Usted siempre está

lista, siempre correspondiendo a mis expectativas, a mis

estímulos – él hablaba y acariciaba mi sexo, llevándome al

límite. Gemí manhosamente, sintiendo que me deshacía en

cada toque. Mi respiración estaba entrecortada, mi corazón

acelerado y mi piel caliente. – Goce para mí, Miel! Déjeme

sienta suyo gozo, suya


carne cerrándose en mis dedos, pulsando de placer. Goce Melissa!

Como no podía dejar de ser, su orden fue como fuego en uno

rastilho de pólvora. Yo podía sentir cada célula de mi cuerpo

corresponder a aquel estímulo. Las llamas subían por mis

venas, lamiendo mi piel y acariciando mi sexo con de más pura

luxúria. Y entonces, con sólo un toque, lento y delicioso, yo me

deshice en un millón de pedazos, sintiendo mi cuerpo

pulverizar y flotar por el aire que nos cercaba. Fue delicioso

como hay muy no era. Yo sabía que aún estaba allá, aún

sintiéndome suelta en el universo. Sus manos en mi cuerpo me

garantizaban que independientemente de mi devaneio, de la

intensidad de mi placer, y del cuánto yo necesitaría quedar

distante, él estaba allá, por mí y en mí, cogiéndome con fuerza

para no dejarme partir. Nunca más.

Luego después mi cuerpo relajó en sus brazos, sus

carícias quedaron más lentas. Él roçava levemente los

labios y mi cuello, dejándome aproveche cada segundo de

aquel momento inebriante. Pero yo sabía y él también,

que la realidad nos aguardaba. Robert no estaba

satisfecho, su ereção continuaba rígida, presionando mis

quadris, sin embargo nada más acontecería. Él nunca


aceptaría haberme por la mitad, dividirme con otra

persona. Para que me poseyera como deseábamos era

necesario que antes hubiera la confianza de que yo no

partiría, y esta, él no tenía. Por eso, aún con sus dedos

corriendo en mis brazos, con su respiración ofegante y

con mi cuerpo tan entregue, él juntó fuerzas y me alejó.

Mi vestido corrió en mi muslo, escondiendo mi intimidade,

149

sin embargo mi faz rosada y el leve sudor que hacía mi piel brillar,
entregaba lo que habíamos hecho. Además del odor de sexo que

exhalaba de nodos dos. Cuando sus manos finalmente me

abandonaron yo me sentí sola y vacía.

Ћ Yo necesito volver para la reunión –

su voz estaba débil, como se estuviera obligándose a

alejarse de mí. No tuve coraje de mirar en sus ojos. Yo

estaba avergonzada, no sólo pelo que había acontecido,

pero pelo que estaba obligándolo a pasar. – Y usted

para su marido – fue como una puñalada en mi espalda.

Ћ Yo realmente necesito volver Robert. Pero no es


cómo usted está

pensando – él rió en voz baja. Una risada cínica e incrédula.

- ES engraçado como los papeles se inverteram, no es?

Con mucho esfuerzo, me forcé a mirarlo en los ojos y

encontré de más profunda tristeza, mezclada con toda

su rabia. Robert me quemaba con los ojos, como se

quisiera exterminar todo lo que yo hube creado para

nuestra realidad. Como se me culpara por el

sufrimiento que vivía y me cobrara una solución.


Ћ Yo necesito aún ir – era

como si él quisiera decir más alguna cosa y no

consiguiera, o no pudiera.

Ћ No va a contarme el motivo de esta reunión? –


Robert parpadeó,

confuso con mi cambio repentino. Encostou-si la

mesa, cada mano apoyada en suyo tapo, cogiendo el

reborde, y cruzó las piernas. Su cuerpo

instintivamente se inclinó para el frente y sus ojos se

estrecharon. Él mordió el labio inferior, evaluándome

con cuidado, midiendo cada pedazo de mi cuerpo.

- Usted realmente engordou – el aire quedó prendido en mis


pulmones. –

No mucho. ES casi imperceptível en los quadris y barriga – sonrió de aquella


manera diabólica. – Claro que nunca pasaría despercebido

por mí, que conozco cada detalle de su cuerpo. Pero los

senos – inclinó la cabeza para el lado. – Están más llenos,

voluminosos. Creo que debería reconsiderar la idea de hacer

más actividades físicas, la boda está te engordando. Aguardó

por mi explosión, que no vino. Yo estaba petrificada.

Sus palabras lanzaron hielo en mis venas,

congelando cada célula de mi cuerpo. Él descubriría

la verdad y no a entendería como debería. No. Yo

necesitaba actuar antes que Robert quitara sus

propias conclusiones.

Ћ Melissa? – sus ojos me evaluaron con

atención. Un poco asustado y un poco divertido. Continué sin

conseguir respirar, encarándolo. – Ah, lo que es eso? Todo

este drama a causa de algunos gramos de más? Usted no es

este pozo de vanidad para quedar tan abatida por


causa…

150

- Tengo que ir.

Di la espalda y huí de aquella sala. Yo necesita encontrar Dean y

acertar todo para que Robert volviera para mi vida

cuanto antes, o entonces todo estaría perdido. La chica,

Thaises, aún estaba allá, sentada en una poltrona del

lado de fuera. Ella aguardaba alguna orden, pero yo no

quiso descubrir cuál sería, muy menos me di al trabajo

de pensar en ella. Salí como se necesitara de aire, como

si las paredes estuvieran cerrando a mi redor, listas para

sofocarme.

Descendí las escaleras con la velocidad que mis saltos permitían sin

colocarme en peligro y encontré Dean, solo, mirando para la

orquesta que aún tocaba embalando las parejas. No paré

para pensar en Tanya, ni sobre su paradero. Nuestros ojos se

encontraron y él entendió que alguna cosa estaba errada. Mi

marido abrió pasaje hasta que, al final de la descendida, él

ya estaba allá para socorrerme.


Ћ Lo que aconteció? – su

voz estaba urgente y él confería mi vestido

rasgado.

Ћ Vamos aunque – cogí en

su mano ya estirándolo en dirección a la

salida.

Ћ Melissa, lo que aconteció? –

él me estiró de vuelta. Miré para Dean dejando

transparecer toda mi desesperación.

Ћ Robert va a descubrir la verdad.

Necesitamos traerlo para nuestro lado – él abrió la boca y

cerró, sin saber al correcto lo que decir. – Por favor, Dean.

Necesitamos contar la verdad cuanto antes o entonces

todo
estará perdido.

151

CAPÍTULO 16

Dean no estaba en consonancia. El plan era conseguir insertar Carol en


la

vida de Robert, hacer Tanya creer que ellos tenían un caso y,

sólo tras eso, contar la verdad. Lo que no esperábamos era

que él resistiría tanto

Ћ idea de una nueva amante. El

tiempo estaba pasando y no avanzábamos. No

encontrábamos las pruebas, no engañábamos Tanya,

no eliminábamos el peligro y, principalmente, no

conseguiríamos esconder por mucho tiempo mi

embarazo.

Este era el punto principal. Tanya no podía siquiera

imaginar que yo generaba un hijo de Robert. No

sabíamos cual el nivel de su locura y no queríamos ni

podíamos arriesgarnos. Para tanto, era necesario

mantener mi ex-amante en el oscuro, pero hasta

cuando?
En mi opinión no había más tiempo. Robert no era

fácil de ser engañado, él estaba leyendo en los

interlineados, sabía que alguna cosa estaba errada en

aquella historia de boda con el Dean, percibía que mi

cuerpo estaba cambiando y no dejaba este detalle

pasar despercebido. Aquel era el momento.

- Él va a poner todo a perder – Dean repitió aún

dentro del coche. Si rechazando a modificar

nuestros planes. – Además del más, si Robert no

tenga un caso con la Carol, Tanya inmediatamente

va a volver su atención para usted nuevamente.

- Tanya con certeza sabe que él está atrás de

mí. No fue este el acuerdo entre ellos?


Ћ Pero ella no sabe que usted lo

quiere de vuelta, Melissa. Para Tanya, usted tiene rabia

y magoada. No va a perdonarlo tan cedo. El único

interés de ella es hacer Robert sufrir al intentar te

reconquistar. Está convicta de que no habrá

reconciliación. Mientras eso está buscando formas de

reaver las acciones, o conquistarlas. Está contando con

la posibilidad de usted entregarlas a ella.

Ћ Eso nunca va a acontecer –

miré para fuera del coche. La noche estaba muy

fría del lado de fuera. No se hablaba en otra cosa

que no fuera la nevasca que nos alcanzaría en

poco tiempo.

Ћ Tanya está en búsqueda de

alguna cosa que pueda derrumbarte. Alguna

amenaza que te haga recular y vender las acciones a

ella, sólo así tendrá Robert en sus manos – Dean

hablaba como se supiera de algo que yo no podría

saber. El frío que heló mis huesos no fue causado por

la baja temperatura 152


del ambiente.

El conductor abrió la puerta, librándome de la sensación

de ser sofocada. Alguna cosa estaba errada. Dean, me

alcanzó, abrazándome por la cintura y llevándome

rápidamente para dentro. En el ascensor él parecía más

relajado. Confería su celular.

Ћ Lo que usted sabe que yo no sé? – él volvió a


quedar tenso, pero

sonrió descaradamente, intentando distraerme.

Ћ Usted ni consigue imaginar – y parpadeó. Revirei


los ojos.

Ћ ES serio, Dean! Usted está sabiendo de alguna


cosa y no quiere me

contar – vi en sus ojos que él buscava un medio de se

esquivar de aquella conversación. – No haga eso. Yo estoy

pidiendo, no haga eso. Robert hacía a


misma cosa, intentaba a todo coste mantenerme de

fuera de la situación y vea lo que aconteció. No es

justo – mis ojos quedaron llenos de lágrimas. Yo

estaba agotada. Luchar contra la marea no era una

batalla muy agradable, principalmente estando

embarazada. Dean me sondou, sin saber al correcto

lo que hacer.

Ћ Sus padres – mi corazón perdió una

batida. – Conseguimos convencer su madre de que ella

ganó un viaje de quince días para a Grecia con todos los

gastos pagados. Añadimos al paquete un valle compras

con un valor astronômico, todo por cuenta de Robert

Carter – sonrió diabólico. – Claro que esta parte no fue

resaltada. Ella simplemente ganó el premio debido a sus

gastos en su factura de tarjeta de crédito, que por señal,

es absurda.

Ћ Dean! – llevé la mano al pecho, sintiendo que mi


mundo

desmoronava. – Lo que Tanya quiere? Mis padres…

Ћ Tranquila, Miel! Su madre embarcó hoy,

junto con el marido, que a pesar de relutante decidió


acompañarla. Ella intentó conectar para usted. Obviamente

desviamos todas las conexiones, entonces dejó un recado de

voz en su caja postal – tragué en seco concordando con todo

lo que él decía.

– Ella está bien. No podría estar más segura y el mejor es

que Tanya ni imagina adónde ella puede estar.

Simplemente los borramos del mapa. Ninguna señal de su

existencia hasta que todo esté bien.

Ћ Quince días? No vamos a conseguir resolver todo


en quince días.

Ћ Pero sabremos lo que hacer para neutralizar


Tanya. El problema

ahora es su padre.

- Mi padre?
Ћ Sí. Intentamos la misma

estrategia. Él no aceptó por estar envuelto en un

proyecto que exige demasiado su presencia.

Ћ Droga! – mi corazón continuaba acelerado.

Ћ Conseguimos una

transferencia temporal para lo Canadá. Uno

153

proyecto que él deseaba mucho, pero el viejo es duro

demás en la caída y sólo va a presentarse cuando

terminar el trabajo aquí nos Estados Unidos. El jeito

fue mandar un equipo para allá y acompañar todos los

pasos de Tanya.

Ћ Que merda! – él sonrió y arqueou una ceja.


Después me

estiró para sus brazos.

- Va a quedar todo bien – cerré los ojos y apoyé mi cabeza en suyo

pecho. Dean afagou mis hombros. – Miel, yo estoy cuidando de todo. Relaje.

Ellos están bien.


La puerta del ascensor abrió y nodos salimos, estancando en la

misma hora sin saber lo que hacer. Encaré la figura parada a mi

puerta incapaz de organizar mis pensamientos y decir alguna


cosa. Como si no bastaran todos los problemas ahora había más

aquel. Era una grande merda.

Ћ Nicole? – Dean se adelantó,

quedando en mi frente en posición de defensa.

No sabíamos lo que esperar de ella.

Ћ Mi conversación no es con usted – sólo entonces me


di cuenta de que ella

si apoyaba en la pared, cogía sus sandálias en una de las

manos y el habla embolada dejaba claro lo cuánto había

bebido. – Yo quiero hablar es con ella

– apuntó para mí, apenas consiguiendo mantenerse de pie. –

Esa… – hizo una mueca terrible y después comenzó a llorar.

Quedé con el corazón partido.


Luego toda la tensión se disipó y la situación

de mis padres quedó parcialmente en

segundo plan.

Ћ Nicole… - intenté alcanzarla, pero Dean

me impidió. Miré para mi marido que discretamente

balanceó la cabeza negando mi actitud.

Ћ Mira, Nicole, este no es un buen momento. Usted


está… - ella lo

miró con cara de asesina. – Alterada. Y nerviosa.

Tal vez sea mejor llevarla para casa, o conectar

para Paul…

Ћ No! Yo… - intentó quedar ereta y

pasó la mano en el cabello, si desequilibrando y

volviendo a necesitar del apoyo de la pared. Dean

avanzó un poco más y yo aproveché para

aproximarme de mi amiga. Él reprobó mi actitud,

pero como siempre fui muy malcriada, ignoré su

mirar y continué.

Ћ Nick, por qué no entra y toma un café? – Dean


hizo una cara
terrible, visiblemente incomodado con mi invitación.

Estreché los ojos recriminando-lo.

Ћ Un café? – parecía pensar

en el asunto. – Yo no quiero un café. Quiero

respuestas. Yo quiero…

Ћ Vamos a entrar – pasé por Dean y abrí la puerta


para que ella

pasara. Nicole intentó mantener a pose, arrastrando su

vestido y forzando sus pies a seguir una línea recta.

Lógico que fracasó.

154

Ћ Lo que usted está haciendo? – él murmuró al


pasar por mí.

Ћ Quiero mi amiga de vuelta.

Ћ El quê? Usted está maluca?

Ћ Da para parar de quedar hablando cómo si yo no


estuviera aquí –
Nick anduvo hasta el sofá y se dejó caer en él. Sus ojos no fijaban nada.

Anduve rápidamente en dirección a la cocina.

- Como ella consiguió llegar aquí? – Dean continuó hablando bien

bajo y siguiéndome para todos los lados mientras yo

buscaba todo lo que necesitaba para hacer el café.

- Pregunte a los rapazes. Ahora yo tengo una cosa más importante

para hacer – coloqué la capsula escogida en la

máquina y comencé el proceso para hacer el café.

Mientras aguardaba preparé la taza que llevaría para

Nicole.

Ћ Yo voy a hacer eso, pero sólo

después que aquella maluca esté fuera de

nuestro apartamento.

Ћ Primero – vendré en dirección a mi marido

despejando toda mi rabia en él. – Ella no es maluca. ES Nicole,

mi amiga y futura cunhada, tía de mi hijo – tuve el cuidado de

hablar muy bajo, aunque no dejara de colocar en cada palabra

lo en cuanto a su resistencia estaba incomodándome.

– Segundo: ella está magoada y yo a amo. No voy a

dejar de cuidar de quien yo amo a causa de ese juego


imundo – él suspiró y me encaró por un tiempo. Después

concordó con la cabeza.

Cogí el café y llevé la sala, donde Nick estaba con los ojos

cerrados, sin embargo luego ella me encaró, aún

borracha sus ojos me cobraban. Coloqué la taza en sus

manos, temerosa que acabara provocando un accidente,

para mi sorpresa, Nicole cogió firme el recipiente y tomó

un gole del líquido, dejando que a los pocos la bebida

amenizasse su estado alterado.

Ћ Yo sólo quería saber... – ella comenzó sin mirarme


en los ojos. – Sólo
quería entender, Melissa. Creí en usted, en su amor

por mi hermano. Dejé que fuera mi esperanza de

ayudarlo a ser feliz. Droga! – mordió el labio inferior

sin conseguir impedir que una lágrima descendiera

por su faz maquiada.

Ћ Nicole…

Ћ No necesita contarme sus motivos.

Yo no quiero saber lo que te llevó a actuar así, sólo

necesito saber se fue aún verdad. Si lo que usted decía

sentir era verdadero. Necesito tener certeza de que no

fue una mentira, que no fue un golpe perfectamente

esquematizado. Que no fui usada en esta… - y cayó en el

lloro sin conseguir terminar.

Ћ No fue mentira – fui incapaz de continuar


fingiendo. Nicole era

155

mi amiga. Era una persona en quien yo

confiaba – Amé verdaderamente Robert.

Ћ Amó? Entonces…
Ћ Yo amo su hermano, Nicole.

Amo Robert Carter de una manera imposible

de ser explicada.

Ћ Pero…

Ћ Hoy usted no va a conseguir entender.

Ћ Paul no concordó conmigo. Él nunca concordó.


Yo decía que

usted era una vigarista y él rebatía diciendo que yo no

podía imaginar sus motivos. De alguna forma, él no

quedó magoado, ni desacreditó de su amor – ella

hablaba sin parar, sin conseguir seguir una línea de

raciocínio coherente. – Él estaba correcto?

Paré para pensar en el que podría responder, pero quedé confusa con
aquella revelación. Como así Paul continuaba creyendo en

mí? Era para él también odiarme, o simplemente

despreciarme pelo que yo había hecho. Sin embargo él

continuaba creyendo. Será que yo había dejado escapar

alguna cosa? No había fingido de forma convincente?

Droga! Yo necesitaba conversar sobre aquello con Dean.

Miré para mi marido, que estaba parado en la entrada

de la sala acompañando todo a la distancia. Él estrechó

los ojos, confirió el celular e hizo un gesto avisando que

iba atrás de los rapazes para saber lo que ellos tenían a

decir sobre la presencia de Nicole. Concordé y volví mi

atención para ella que continuaba perdida en

pensamientos mirando fijamente para la taza en sus

manos.

- Oh, merda! Yo estoy enjoada – su voz mole y embargada,

revelando lo cuánto estaba borracha. Retiré

rápidamente la taza de sus manos, colocándola

sobre la mesinha al lado.

Ћ Venga – hice fuerza para

levantarla. – Vamos a acostar un poco. Está


tarde y necesitamos descansar – ella tropezó,

pero rápidamente se equilibró.

Ћ Yo siento su falta – resmungou aún

fungando, a causa de las lágrimas derramadas. –

Merda, Melissa! Yo siento su falta!

Ћ Yo también, Nick! Venga.

***

Desperté con el movimiento repentino de Nicole. Claro

que habíamos dormido juntas. Nunca largaria mi amiga

en un cuarto extraño tras una noche complicada,

entonces estábamos en mi, en mi cama y ella aún usaba

un jersey que me pertenecía.


156

Ћ Merda! – resmungou

inquieta. – Merda, yo… Oh, droga! Lo que es

eso?

Levanté bien despacio, conocedor de la existencia de mis náuseas


matinales

y de que esta parte de mi secreto aún necesitaba quedar

escondida. Miré para mi amiga, que miraba el cuarto,

confusa, sin saber donde estaba. Cuando nuestros ojos se

encontraron ella quedó petrificada y después, como se

estuviera despertando de una pesadilla, exclamó:

Ћ Puta. Que. Pariu!

Tuve que reír. Fue imposible quedar seria con Nicole en

mi cama, usando un jersey folgada, los cabellos en el

mayor desorden y con la maquiagem borrada, diciendo

un sonoro “Puta que pariu”.

Ћ Como vine a parar aquí? Lo

que… merda! Yo voy a vomitar – llevó la mano a la

boca, respirando como un cachorrinho para

controlar el ansia de vômito. Yo conocía muy bien

aquella realidad.
Ћ Usted apareció aquí ayer, borracha, es bien
cierto – mordí los

labios para evitar otra risada. – Mucho borracha – y di

mucha risada. Ella me encaró sin creer en mi

reacción. – Perdón! Pero usted es mismo engraçada.

- Lo que tiene que engraçado en eso?

Su rostro demostraba desesperación, mientras su voz

admitía lo cuánto ella también estaba hallando gracia por

despertar en mi cuarto, en mi cama. Y entonces yo me di

cuenta del motivo para todo estar de aquel jeito. Mi amiga

estaba allí, de vuelta a mi vida, y prestes a abandonarme

más una vez. Peor, ella podría no entender, no aceptar y

estropear todo.
Ћ Usted vino ayer – el

engraçado fue cediendo lugar para la difícil y

temida conversación.

Ћ Yo tenía tanta rabia. Insistí para Alexa traerme


para

conocer el apartamento nuevo y conseguí escapar en la primera oportunidad.

Droga, Alexa debe estar loca sin saber lo que aconteció conmigo.

Ћ Dean con certeza ya dio un

jeito en eso – ella estiró el lençol para su

cuerpo y se encogió.

Ћ Donde él está? Este no es su cuarto? Vosotros no


deberían…

Ћ No. Dean no duerme aquí. Muy

menos vive en este apartamento conmigo – ella me miró

sin entender, su boca abrió y cerró varias veces, hasta

que entendió que necesitaba permanecer callada para

que yo pudiera continuar. – Llegó la hora de usted sepa la

verdad.

***

Ћ No es posible. Esas cosas

sólo acontecen en películas de acción, o 157


en libros de ficción.

Nicole encaraba el techo de mi cuarto, sin desviar ni por uno

según su atención. Yo permanecía callada a su lado. Había

revelado todo, desde mi mirabolante fuga, luego después de

Tanya forzarme a abandonar Robert, hasta la última noche,

cuando decidí revelar toda la verdad.

Ћ Entonces son varios apartamentos interligados?

Ћ Eso – ella sonrió, aún encarando el techo.

Ћ Dean vive con la novia, que está infiltrada en

la empresa y consiguiendo todas las informaciones posibles

acerca de las armações de Tanya y Adam? – concordé

silenciosamente, sólo balanceando la cabeza,


aún conocedor de que ella no acompañaba mi

gesto. – Y la boda nunca existió?

- Técnicamente yo soy casada. El documento tiene valor legal y todo

más. La única diferencia es que ya existe el divorcio,

sólo no entró en el sistema aún – ella sonrió

ampliamente y después, tan rápido cuanto consiguió

expandir aquella sonrisa, consiguió eliminarlo.

Ћ Robert está sufriendo – sussurrou.

Ћ Yo sé. Siento mucho.

Ћ Él necesita saber. No es justo.

Ћ No es justo que Tanya consiga

descubrir todo y acabe ganando este juego – ella

quedó callada por algunos segundos y después suspiró.

Ћ Tiene razón. Como vosotros vais conseguir…

Ћ Hoy tuvimos más una dosis.

Dean debe estar cuidando de esta parte

agorinha mismo.

Ћ Parece locura.

Nicole levantó, sentando en la cama y mirándome por

primera vez desde que revelé lo que realmente acontecía.


Sondei su expresión. No había rabia, ni rencor. Pude

identificar un correcto alivio e imaginé que eso podría aún

ser posible, a pesar de las congojas.

Ћ Robert necesita saber, Miel.

Yo creo que vosotros ya alcanzaron su objetivo

hacer Tanya creer en la criba.

Ћ Aún no. Pero yo ya sé lo que debo

hacer y prometo que no va a tardar. Confíe en mí –

cogí su mano. Nick cogió en mi con fuerza y después

sonrió.

Ћ Yo confío. Puede contar conmigo también.


Prometo que seré una
megera con usted. Voy a hacer Tanya creer que te

odio, que nunca voy a perdonarla por engañar

nuestra familia y todo lo más que usted ya sabe –

rió. – Alexa y Bruno disfrazaron muy bien.

Ћ Ellos están en esa hay poco tiempo. Fue medio


por casualidad.

Ћ Paul no puede quedar de fuera.

158

Ћ Ni Olívia – ella me miró

asustada. – Llegó la hora de haber todos de

nuestro lado. No tenemos muy tiempo y

necesitamos encontrar las malditas pruebas.

Ћ Puedo providenciar eso. Alexa y

Bruno quieren una cena para conmemorar la vida

nueva. Será en dos días – Nicole estaba con los ojos

brillantes, parpadeando como sólo ella conseguía

hacer cuando el asunto era fiesta.

Ћ De momento debe ser sólo

para vosotros aún. Nada de personas extrañas o de

fuera de esta nuestra realidad, por favor!


Ћ Claro! – paró pensativa y con cara

de disgusto. – Todo bien! Salimos, tras tomar baño e

intercambiemos de ropa. Nicole

quedaba engraçada con mis ropas, una calza que quedaba

justa en mí, pero que necesitó de un cinturón para

permanecer en su cuerpo y una camisa de linho, mangas

largas, que con certeza a protegería del frío.

Dean aguardaba por nodos dos, acompañado de Alexa,

Bruno y Tom. Ellos conversaban y reían.

Inmediatamente imaginé que el asunto era “asombrar

Tanya”. Entonces deduje que la operación proseguía

con éxito y que en aquella hora la megera debería

estar aterrada.

Ћ buen día! – estiré la silla y me junté al grupo,


llevando Nicole
conmigo.

Ћ Buena tarde! Vosotros

dormisteis demás y perdieron el mejor de la fiesta –

Dean, animado como nunca, me pasó una taza con

café. Agradecí el calor del líquido.

Ћ Está enfriando muy rápido –

desvié el asunto mientras él entregaba una taza la

Nick, que agradeció tímidamente.

Ћ Vamos a tener nieve hoy – él continuó animado,


como un niño

que acaba de hacer una travessura. – Como está su

ressaca, Nicole? – mi amiga encogió los hombros,

visiblemente avergonzada. - Mejor ahora.

Alexa sonrió y acarició el brazo de la amiga, confortando-a. Yo me

sentí en paz. Por primera vez desde mi vuelta, la

sensación de conforto amenizava la tensión que

siempre me acompañaba. Mis amigos estaban allá,

dispuestos a luchar por mi causa, lo que me dejaba

más segura y determinada.

- Como está la nueva casa? – Alexa sonrió inmensamente, pero no tuvo


tiempo de responder. Abby adentrou la sala, como un rayo,

llevando en las manos papeles y estaba agitada, trayendo

de vuelta la tensión a mi cuerpo. - Tenemos una merda

para resolver! – paró al ver Alexa, Nicole y

Bruno sentados a la mesa, tomando desayuno

conmigo y Dean. Por algunos segundos quedó

confusa, como no a impedimos de continuar, ella se

159

aproximó de la mesa y recomenzó, mirando con

desconfianza para el grupo. – Aconteció un problema

serio. Necesito conversar con vosotros. - Todo bien.

Ellos están conocedores de nuestro plan. Lo que usted


descubrió? – Abby miró más una vez para el grupo,

indecisa sobre lo que contar.

Ћ Adam bebió muy ayer y fue terminar la noche en


mi casa.

Ћ Sin una orden de Tanya? –

Dean cruzó los brazos y quedó más atento a la

conversación.

Ћ Eso. Él estaba muy borracho, por

eso llegó y casi durmió en mi sofá. Aproveché para

escanear más una vez su celular y acabé descubriendo

su seña del Dropbox – tanto yo cuánto Dean nos

inclinamos para frente, ansiosos para enterarnos del

que ella había descubierto. – Hoy por la mañana yo

entré en la red segura, conecté mi ordenador al de él y

simulé como se fuera el propio Adam accediendo su

cuenta. Vosotros no hacen idea del que descubrí.

160

CAPÍTUL

O 17

Ћ Puta que pariu!

Encostei el cuerpo en el banco del coche, encarando el lado de fuera.


Estaba mucho, muy frío. Tom, sentado a mi lado

permanecía en silencio, cogiendo los papeles que hube

llevado para comprobar lo que habían encontrado. Yo

estaba furioso. No, estaba muy más del que furioso. Podría

matar Adam Simpson con mis propias manos. Y Tanya? Lo

que aquella maldita pretendía con más aquel ataque? Hija

de la puta!

Ћ Robert, usted necesita actuar rápido.

Ћ Sí, es lo que yo voy a hacer, pero a que

coste? Aquella cretina no percibió que su maniobra

acarrearía en un perjuicio absurdo al grupo?

Ћ Tal vez esta sea la intención de ella. No sé – Tom


estaba pensativo,
sin embargo no había más aquella emoción de antes, cuando

necesitábamos contra-atacar para derrumbar las artimanhas

de mi esposa. Probablemente estaba cansado tanta lucha. –

Usted debía tener transado con ella – miré rápidamente para

él que desvió el mirar constrangido. No era muy del Tono

actuar de aquella forma, como se sintiera vergüenza de sus

actitudes, pero en aquel momento era lo que él hacía. – Usted

sabe, nodos estamos atentos a las filmagens de la casa –

quedó aún más avergonzado. Estreché los ojos.

Ћ No cuando yo esté en cualquier momento


particular, merda!

Ћ No fue la intención, cara.

Aconteció. Quedamos tensos con la vuelta de la

Melissa.

Ћ Borre esta merda – cerré

los ojos sin querer pensar en aquel problema

también.

Ћ Ya hice eso.

Ћ En cuanto a Adam?

Ћ Él ni hace idea de que Abby consiguió la planta


falsa, también
no va ni pasar por la cabeza de él que ella fue capaz

de eso. De hecho, cuando usted pasar por ellos como

un rodillo compressor, nadie va a conseguir pensar en

cómo usted descubrió.

- Eso poco me importa. No puedo quitar Tanya de la empresa y aún

tendré que mantener Adam hasta obtener todo lo que

quiero de los dos – cerré las manos con fuerza en el

volante, contemplando los guantes negros que había

escogido para aquella mañana fría repleta de recuerdos

sobrecogedores. Cogí el celular y disquei el número de

ella.

Ћ Una conexión el

domingo es aún un milagro. Lo que hubo?

161
Necesita de compañía en su paseo melancólico y

solitario? Ah, acordé, Melissa no hace más cuestión de

acompañarte…

Ћ Calle esta maldita boca! –

hizo silencio por algunos segundos, pero

inmediatamente su risada cínica invadió la

conexión.

Ћ Lo que usted quiere, Robert?

Ћ Puede tardar el tiempo que sea, pero yo voy a


probar que usted intercambió

las plantas de la MXZ, su loca. Voy a jugarte en la

cadena y verte mofar en ella, envejecer y acabarse

en pocos años – ella rió más una vez. – Lo que

estaba pensando? Tiene alguna noción del que

acontecería si aquellas máquinas fueran utilizadas?

Tiene alguna idea de cuantas vidas usted colocaría

en riesgo?

- Proviene que fui yo – ella mantenía la voz tranquila, simplemente


porque

sabía que yo no tenía pruebas. Adam sería fácil de

incriminar, pero Tanya… Ella no dejaba rastros.


Ћ Si usáramos la máquina las

personas estarían expuestas a la radiación de

una manera irremediável. En un plazo muy corto

seríamos destruidos, incriminados y

desmoralizados.

Ћ Usted sería. Usted es el responsable, no yo.

Ћ Pues llevaré la situación al

consejo y conseguiré alejarla. Usted está loca.

Ћ YO NO ESTOY LOCA! – ella gritó del otro lado me

confundiendo. – ES eso lo que usted quiere, no es? Esa

su mania de endeusar el chico, de pasar años llorando

en su túmulo. La culpa es suya! – Tanya estaba

descontrolada.

- Del que usted está hablando?


Ћ Yo sé lo que está intentando

hacer, Robert, pero no va a conseguir, entendió?

No va a conseguir – y desconectó el teléfono

dejándome sin reacción.

Ћ Ella está empeorando – Tom habló

asustándome. Mi explosión con Tanya me hizo olvidar todo a

mi redor, incluso de él allí en mi coche.

Ћ Tengo que conseguir inmediatamente esas


pruebas, Tom. No sé hasta donde

puedo ir con Tanya, ni hasta que punto ella está

desequilibrada. Las cosas están saliendo del control. No es

más sólo contra mí. Ella intentó matar Melissa, alcanzó Nicole

y ahora está colocando en riesgo la vida de miles de personas

inocentes. No da más para quedar esperando.

Ћ Sólo más un tiempo. Necesitamos entrar en la


casa.

Ћ No está allá! Yo ya vasculhei todo, Tom. No está


allá!

Ћ Pero tenemos que

descubrir donde infierno ella escondió! – Tom

se exaltó y eso también llamó mi atención.


Ћ Yo necesito ir. Voy buscar

la planta correcta y marcar una reunión 162

luego pronto con el consejo. Tengo que mandar

parar la producción, reajustar todo y recomenzar.

Ћ Ok. Vamos a tener nieve hoy, entonces, tome


cuidado.

Ћ Esta será mi disculpa perfecta –

miré para fuera como si la mínima mención a la nieve

ya hiciera mis huesos estremezcan de frío.

Necesitaría llegar inmediatamente mi casa o quedaría

prendido en algún lugar. – Voy a pasar la noche en mi

casa.

Ћ Su casa…

Ћ Mi casa. Donde viví con Melissa. El único lugar


adónde aún
tengo un poco de paz – él concordó con la cabeza y salió del

coche. Conecté el celular al sonido y di partida sin saber al

correcto por donde comenzar para deshacer aquella bagunça.

Adam no sería ahorrado de mi rabia, por eso conecté para el

gusano, aún sabiendo que mantenerlo alejado sería lo aunque

crear un punto ciego en mi lucha contra Tanya.

Ћ Robert? – había un sonido

como pano de fondo, dando a entender que él no

estaba en su momento familia.

Ћ Porra, Adam! Que merda fue aquella que usted


hizo con la producción

de la MXZ? – él hizo silencio y entendí que estaba

desplazándose para algún lugar más reservado.

Ћ Robert, yo realmente…

Lo que aconteció? Lo que hubo con la

producción de la MXZ? Ayer mismo…

Ћ Su monte de merda! Yo sé muy

bien que las plantas fueron intercambiadas y que

usted está directamente conectado a esta

armação.
Ћ Yo? No! Yo no estoy sabiendo de nada. Usted
dijo cambio de

plantas? Yo estoy trabajando encima de la que fue

pasada, puedo verificar todo…

Ћ Mañana, muy pronto, en mi

sala! – desconecté. Él que quedara con su

desesperación y atormentara la cabeza de Tanya

durante aquella noche.

Dirigí con cuidado. El hielo del día ya se presentaba en

su fina capa en los árboles y en las carreteras. Era

necesario haber mucha cautela, principalmente con la

mente borbollando como estaba la mía. Gracias a Dios,

conseguí llegar antes de la nieve. Aún miré el cielo,

conocedor de que mi noche sería solitaria y llena de

recuerdos aterrorizantes.
Pasé por la casa vacía, inabitada desde que Melissa fue aunque. Yo

no había vuelto ni aún para verificar cómo todo

estaba. Resolví el problema con los empleados

contratados, ya que todos fueron dispensados, sólo

con una llamada y me enfiei en aquel maldito

apartamento, al lado de mi maldita esposa, para

continuar viviendo aquella maldita vida. Fui directo

para mi oficina. Acordé inmediatamente de Melissa,

163

del día en que pensé que mi vida estaba perfecta y

que nada más sería capaz de estropearla. Ledo

engaño. Yo ni imaginaba que aquella era sólo una

tregua y que inmediatamente enseguida yo hundiría

muy más con la desaparición de mi amante.

Abrí el cofre. A principio quedé un poco atordoado, sin entender

al correcto que estaba errado conmigo, y entonces me di

cuenta. Yo había sido robado. Pero como? Hacía cuatro

meses que no abría aquel cofre. La última vez fue cuando

necesité… Puta que pariu! Melissa abrió la merda del cofre.

Como no pensé en eso antes? Claro! Ella estaba con mis

acciones, sólo podría conseguir eso abriendo el cofre. Que


grande merda! Lacrei el recipiente imaginado lo que

debería hacer. Pero para que

porra ella cogió aquella planta? Sólo si… No. No

era posible! No podría haber sido Melissa. Ella no

colocaría en riesgo la vida de tantas personas.

Colocaría?

Ћ Puta que pariu! – tuve ganas de gritar

hasta mi mente quedar vacía. Sin pensar busquei por el

celular de reserva que yo mantenía en mi oficina y que ni la

propia Melissa sabía de la existencia y conecté para ella. Lo

que yo debería decir? Como podría confrontarla? Peor, como

yo actuaría
contra la mujer que yo tanto amaba? Ella no atendía.

Cuando ya iba a desconectar oí su voz. Aquella voz que

era como un bálsamo para mis heridas y que a la vez me

machucava cada vez más.

Ћ Melissa? – ella hesitó al oír mi voz.

Resolví ser más incisivo, sin dejar oportunidad para que

ella pensara en el asunto. – Usted robó de mi cofre una

planta muy importante para el grupo.

Ћ Robert? Yo… El quê?

Ћ La planta de la MXZ. Con certeza

usted no sabe aún, pero alguien adulteró la planta original

y repasó para la fábrica una planta falsa, con un error

gravíssimo que iría a exponer muchas personas inocentes

y, con certeza, nos destruiría – ella continuó callada. –

Tengo cómo probar que usted retiró el documento de mi

cofre. Consecuentemente existen indicios fuertes de que

usted es la culpable por esta casi tragedia.

Ћ No sea ridículo! – esbravejou.

Bastó aquella reacción para mi corazón calmarse. Melissa no era


la culpable. Su indignación demostraba que, aún

manteniendo aquella pose fría y calculista ella aún

era mi dulce y correcta Melissa, aunque no más

inocente.

- Necesito de la planta original – más una vez ella hesitó. – Yo preciso

de ella, Melissa. Nuestro perjuicio ya puede ser

contabilizado en millones. Tiene alguna idea cuanto

nos costaría este error?

Ћ Yo imagino, pero no soy la

culpable, Robert – yo confesaría que 164

no más creía en su participación, sin embargo, con miras a

todo nuestro conflicto desde su vuelta, era mejor no darle

tanta confianza.
Ћ Eso usted necesitará probar.

Quiero esta planta en mis manos en treinta

minutos.

Ћ Usted enlouqueceu?

Tendremos una nevasca en breve. No puedo

pedir a un portador para salir en medio de

este…

Ћ Yo estoy en mi casa, no en la casa que divido con


Tanya y poco

me importa como hará para conseguir entregarme la

planta. Si en media hora ella no esté aquí, llamaré la

policía y, si eso acabe exponiéndote, tal vez sirva para

usted aprender la no violar lo que no le pertenece –

desconecté sin darle la oportunidad de argumentar.

Quedé parado, en pie, mirando la pared en que mi cofre

quedaba, indeciso sobre lo que hacer mientras

aguardaba por alguna definición de Melissa. Ella sería

capaz de comparecer? No, con certeza no. Quién

entonces? Dean? Sería un tanto cuánto complicado ese

encuentro. Un empleado? No sé se Melissa sería capaz de


tanta confianza. Bueno, yo necesitaría aguardar para

saber lo que acontecería.

Aproveché para mantener la casa calentada. Si tendríamos una


nevasca

era importante que la casa estuviera lista para

acogerme. Caminé hasta la cocina, verifiqué los

armarios. Tenía macarrão instantáneo. No era mi

preferencia, pero daría para pasar una noche.

También hallé una amplia de salsicha en conserva.

Era mejor que no estuviera vencida. En la bodega

encontré cuatro botellas de vino, por lo menos estos

eran de la mejor calidad. Cogí una y volví para la sala

principal, donde había una chimenea.

Quince minutos después el fuego crepitava calentando el ambiente,

aún así aún continuaba helado. Miré para fuera de la casa. La piscina
estaba vacía y algunos flóculos de nieve comenzaban

a caer. Nadie había llegado. Bebí mi vino y decidí

colocar el coche en el garaje antes que la nieve me

impidiera de utilizarlo.

Veinte minutos después yo estaba de vuelta,

direccionando mis manos para el fuego, en la

tentativa de mantenerlas calentadas. Fui hasta el

cuarto, cogí una manta y volví para la sala. Senté

prójimo a la chimenea, con la copa en la mano y el

celular al lado. Ninguna señal de Melissa o

quienquiera que fuera lleve lo que gentilmente

solicité.

Cogí unas almofadas, las coloqué en la espalda y me

aconcheguei aguardando pelo que acontecería. Fue

cuando me asusté con una batida fuerte en la puerta

de entrada. Menos de un segundo después, la

persona volvió a batir, insistentemente. Mientras yo

andaba hasta el local, las batidas continuaron

fuertes.

165
Cuando coloqué la mano en la maçaneta, toda la casa

borró. Miré para cima, un poco asustado con la

oscuridad. Por la ventana del otro lado de la sala pude

ver que la nieve caía con bastante intensidad,

haciendo todo del lado de fuera, blanco y helado.

Ћ Merda! – oí la voz de

Melissa del lado de fuera y enseguida las

batidas fuertes. Me apresuré en abrir la puerta.

Ella estaba allá, su piel clara estaba casi roxa y sus dientes batían

a causa del frío. La miré atentamente y percibí que, aún con el

casaco, ella estaba ensopada. Flóculos de nieve derretiam en

su cabello y adornaban su ropa. Melissa pasó por mí como una

bala, adentrando la casa siguiendo en dirección a la chimenea,

que era el único local iluminado en el recinto.


- La porcaria de mi coche quebró en la esquina. Tuve que hacer lo

restante del camino a pie – anduve cautelosamente

en su dirección aún con recelo de aproximarme. – Ella

colocaba las manos en la dirección del fuego,

temblando muy.

- ES mejor quitar estas ropas. Voy buscar un roupão – nuestros ojos

si encontraron. Había duda nos de ella. – Usted va a acabar enfermo, Melissa.

Ћ Yo no voy a tardar. Aquí está su planta –

extendió el canudo en mi dirección. Sin pensar dos veces cogí

el material sin desconectar nuestro mirar. - Mi celular está sin

señal, entonces voy a necesitar de su para conectar para Dean

y avisar que él tendrá que venir me buscar – no conseguí

coger la sonrisa que se proyectó en mis labios. Era irónico ella

piense que alguien conseguiría salir en medio de aquella

nevasca sólo para rescatarla.

Ћ Todo bien – le entregué el celular conocedor de que


el mío tampoco

tenía señal. –De todas maneras usted aún va a

necesitar se caliente mientras alguien viene buscá-la.

Usted está quedando roxa.


Ћ Todo bien? – Melissa ni miró para el

aparato que cogía en las manos. Continuaba

encarándome con aquellos ojos indecisos.

Ћ Sí. Todo bien – ella mordió los labios y entortou


un poco a

cabeza para el lado. Yo razonaba con lentitud. Había sido un

día difícil, como todos los domingos, pero aquel

especialmente fue repleto de problemas, lo que sólo

complicaba aún más mi estado. – Voy buscar el roupão y

darte más privacidad para conversar con su marido –

deshice nuestro contacto visual y entré en la oscuridad,

dejando Melissa sola. Era muy fácil moverme por aquella

casa. Todo continuaba idéntico a cuando… Cuando mi

pequeño Rob me dejó. Miré para


frente, intentando vaciar mi mente cansada, era muy

difícil! Alcancé el cuarto de baño y las prateleiras bajo

la pia. Rápidamente mis pasos ecoavam de vuelta la

sala. Mis ojos inmediatamente buscaram por ella.

Melissa estaba parada encarando el fuego. El celular

en la mano que pendía al lado del cuerpo. 166

- Aquí está – indiqué la pieza en mi mano y ella

lentamente se volcó para cogerla. – Voy hasta la

cocina coger una copa para usted. El vino ayudar a

mantenerla calentada.

Ћ Su celular también

está sin señal – su voz estaba débil,

receosa.

Ћ Vista el roupão, no quiero

que quede enfermo – salí de la sala otra vez,

caminando sin mucha prisa hasta la cocina.

Quería que Melissa tuviera la privacidad que necesitaba

en aquel momento y también necesitaba mantener

distancia. Por el visto pasaríamos la noche juntos y no

sería nada bueno comencemos con una pelea debido a mi


hábito de querer imponer siempre mi gana. Cogí una copa

y encostei en la bancada, dando un tiempo para retornar.

El viento del lado de fuera castigaba la casa y estaba realmente

enfriando cada vez más. Volví para la sala y a

encontré bobinada en la manta, de frente para el

fuego, los pies encogidos. Cogí la botella de vino y

serví la copa entregándola. Melissa tomó un gole

generoso, pero hizo una mueca y dejó la bebida de

lado.

Ћ No le gustó? – ella reculó un poco cuando senté


a su lado.

Ћ No es eso – me encaró mordiendo los labios. – ES


que… Deja para

allá.
Ћ Por el visto vamos a pasar la

noche aquí – encaré las llamas para no revelar mi

sonrisa de satisfacción. – O será que Dean

aparecerá para rescatarte – más una mueca.

Ћ No conseguí hablar con Dean.

También… - balanceó la cabeza negándose a

continuar. Yo ríe. No conseguí contenerme. – Lo que

fue? – Con el mismo movimiento de cabeza, me

negué a hablar. Ella volcó el rostro ignorándome. –

No tiene otra manta?

Ћ Tiene sí. Yo puedo…

Ћ No! – ella me impidió de levantar, cogiendo mi


mano. – No

– largou rápidamente cuando se dio cuenta de que el

mínimo toque era capaz de acabar con nodos dos.

Quedamos mirándonos por un largo tiempo, hasta

que ella desvió el mirar de vuelta para las llamas. –

Usted ya sabía que sería así, no es?

- Que sería así como?

- Que la nieve caería y nos impediría de volver. Fue

por eso que me acusó, que armó toda esta confusión


para traerme aquí con tanta urgencia – estiré el aire

y pasé la mano por mis cabellos.

- Estamos en medio de un caos, Melissa, entonces,

no. Yo no planeé eso todo. O sea, el mundo no gira

a su redor – ella abrió la boca, un tanto

sorprendida por mi grosseria, pero prefirió ignorar

otra vez. 167

Quedamos en silencio. Yo estaba cubierto de mágoas,

tristezas, preocupaciones, angustias y resentimientos.

No era fácil mantener la tranquila. Pero era necesario.

- Disculpe!

- No se disculpe – revidou en el mismo tono que yo utilizaba para


repreendê-la. Tuve que sonreír.

Ћ Yo estoy realmente

preocupado con este problema de la planta –

sostuve mi cuerpo en mi brazo derecho y me incliné

un poco en la dirección de ella. Ella no reculó, pero

respiró profundamente con la proximidad de

nuestros cuerpos.

Ћ Lo que pretende hacer?

Ћ Suspendí los trabajos de la fábrica.

Mañana tendremos una reunión. Necesitamos iniciar la

producción con la planta correcta e informar a los

compradores sobre el probable retraso – ella concordó con

la cabeza. – Estamos hablando de millones, Melissa – ella

concordó otra vez, sin nada decir. – Puta que pariu! Este

infierno parece que nunca tendrá fin.

Ћ Tanya más una vez? – fue mi vez de concordar


sin nada

decir. Ella no reaccionó con sorpresa. En verdad me pareció que ya sabía.

Como no saber? – Ella sólo puede estar loca.


Ћ Usted ni imagina lo cuánto –

volvemos a quedar en silencio. Y entonces me di

cuenta de que aquella era la primera vez, desde lo

retorno de Melissa, que conversábamos como antes.

Allí nodos estábamos siendo Robert y Miel, como

éramos, compañeros, amigos… Fui arrebatado por la

saudade y por un segundo creí que ella también. Sus

ojos decían todo.

Ћ Voy buscar la otra manta – levanté rápidamente. –


Todo bien quedar

aquí sola?

Ћ No va a ser la primera vez en esta noche – y

tomó un largo gole de su vino, volviendo a cerrar la manta

alrededor de su cuerpo. – Ni en nuestras vidas – completó

como si las palabras fueran sólo pensamientos.


Pensé en argumentar, decir que nunca a dejé sola, pero contra

hechos no hay argumentos entonces sólo reculé en las

sombras de la noche y corrí para el cuarto, con más prisa del

que en cualquiera otro momento de aquella noche, cogí la

manta y volví para el lado de la mujer de mi vida.

Ћ Está quedando cada vez más frío – ella


resmungou.

Ћ Todas las personas de Chicago saben convivir con


el frío – ella rió.

Una risada gostosa, como hay muy yo no oía. – No llegue

muy cerca del fuego. Pelo que conozco de usted, alguna

cosa va a acontecer para que esta manta queme hasta no

sobrar más nada – ella abrió la boca en protesta y

estrechó los ojos. – No diga que es mentira, usted sabe

muy bien lo que es tener dos manos y dos pies izquierdos.

168

Ћ Que absurdo! – continuó riendo. – Habló el Señor


Perfecto.

Ћ Ah, no! No mismo! En el quesito

perfeição usted también gana disparado – ella quedó seria,

en verdad había un poco de satisfacción en su mirar, que

Melissa luchaba bravamente para esconder.


Ћ Robert…

Ћ Usted sabe que día es hoy?

Busquei por sus ojos, que parecían brillar en la poca luz emitida

pelas llamas. Ella quedó un poco confusa, buscando

en la mente alguna fecha importante. Aproveché y

bebí el restante del líquido en mi copa y me serví de

más. Después volví mi atención para la criatura

increíble a mi lado.

- Ninguna fecha significativa, Melissa – ella continuó mirándome

con curiosidad y divertimento. – Hoy es domingo – y todo el suyo brillo se


borró. En aquel momento ella se hizo la mujer que me seguía

en aquella jornada dolorosa, con fuerza, sin embargo con de

más pura tristeza.

Ћ Oh, droga! Yo… Disculpe! Yo…

Ћ Todo bien. Usted no hace más parte de mi vida, no


es? Yo sólo

hablé para que entendiera que no estoy intentando hacerla

volver para mí. No hoy – sonríe para transmitirle confianza.

Ella quedó en silencio por tanto tiempo que comencé a creer

que no diría más nada.

Ћ ES así que usted me ve? –

encaré la mujer que yo tanto amaba, inseguro

sobre como debería posicionarme. – Yo no hago

más parte de su vida?

Por qué ella aparentava tanta tristeza? Por qué

parecía tan magoada con aquella información?

Yo no entendía Melissa.

Ћ No fue lo que yo quiso decir, Miel.

Usted siempre formará parte de mi vida. Yo te amo!

Siempre voy a amarte. Fue usted quien fue aunque.

Ћ Para protegerte.
Ћ Yo puedo protegerme! –

rebatí negándome a aceptar que ella estaba

correcta.

Ћ Usted concordó que que era el mejor a hacer.

Ћ Yo no tuve elección. Tanya no te dejaría viva,


pero no

imaginé… Droga, Melissa! Por qué estamos teniendo esta conversación ahora?

Ћ No sé.

Ћ Merda! Yo concordé que

usted fuera porque imaginé que estaría en

seguridad hasta que yo consiguiera neutralizar

Tanya. No fue lo que combinamos?

Ћ Robert…
Ћ Merda! Fue o no fue? –

ella estremeció y aún con la poca claridad yo

pude percibir sus ojos marejarem. –

Responda! 169

Ћ Fue. Fue lo que combinamos.

Ћ Usted fue aunque dejándome destruido con nuestro


alejamiento,

de hecho, lo que yo vi en aquella mujer que lloraba

diciéndome que necesitaba ir era el mismo sufrimiento que el

mío. La misma desesperación. Pero nunca, Melissa, nunca

mismo, imaginé que usted sería capaz de hacer lo que hizo.

Ћ Hacer el quê?

Ћ Robar todo lo que era

mío. Y y encima casarse con… Aquel hijo de

la puta, engomadinho de merda!

Ћ El Dean es un engomadinho? Mira sólo los tiernos


que usted usa? Y lo

su coche? Sin contar el gel de cabello y… Dean no es

un engomadinho, tá legal?

Ћ Mi coche? Usted está hablando

de mi coche? Yo trabajé para tener mi coche, ahora


lo que su marido desfila por la ciudad, es fruto del

dinero que usted quitó de mí. Mucho digno ser

sostenido por la esposa que no pasa de una ladrona.

Ћ El quê? – la manta resbaló por sus hombros. Fue


imposible

no percibir su piel blanca expuesta por la apertura

del roupão. Melissa estaba furiosa. Debo admitir

que yo también. – Usted me dio aquel dinero!

Ћ No para sostener otro

hombre! – rebatí dejando claro mi pésimo

estado de espíritu.

Ћ Yo no estoy sosteniendo el Dean. Yo… Olvida. No


da para
conversar civilizadamente. Como siempre, usted estropea todo.

Ћ Yo estropeo todo? Todo el quê?

Ћ Todo! – ella gritó abriendo los

brazos. – Usted consigue estropear cada segundo

de nuestras vidas.

Ћ Entonces fue por eso que resolvió robarme?

ES una venganza por yo estropee cada segundo de su vida? –

Melissa cerró los ojos y mordió los labios. Imaginé que ella

lloraría en aquel momento. Pero ella no lo hizo.

Ћ Esa revuelta toda es a causa de sus acciones –


afirmó con tranquila.

– Usted está intentando me reconquistar, hacerme su

amante otra vez, sólo para recuperar sus acciones. No

es porque me ama y ni por yo estar casada, todo se

resume a estas malditas acciones.

- No quiebra besteira, Melissa! Nodos ya

conversamos sobre eso antes. Quede con las

acciones.

- Entonces cuál es su problema? – ella gritó nuevamente.

- Usted es mi problema! – elevé la voz para hacerla

callar. – Cuando será que va a entrar en esta


cabeza dura que yo te amo? Nunca, en toda mi

miserable vida, yo deseé tanto tener una segunda

oportunidad, cualquiera según que fuera que me

ayudara a reparar mis errores con 170

usted. Que me hiciera enxergar que mi egoísmo te

tiraría en los brazos de otro hombre. Que por usted

merecería la pena perder todo. Volver al cero y

recomenzar. Yo debería haber dejado Tanya quedar

con las acciones. Debería haber desistido de este

juego en vez de dejarla ir aunque. Yo nunca debería

haber dejado usted ir, Melissa.

- Pero usted dejó – algunas lágrimas escorreram de sus ojos y


ella fungou.

Ћ ES, yo dejé.

Ћ Pues es, usted dejó – suyo quejo se proyectó en


desafío, y yo no

pensé en más nada. – Usted me dejó partir – avancé

sobre ella y cogí su rostro con las dos manos.

Ћ Calle la boca, Melissa!–

sussurrei segundos antes de beijá-la. 171

CAPÍTULO 18

Él me beijou. Robert Carter, en medio a la tempestad de nieve

que caía peligrosamente del lado de fuera, en medio a la

confusión y trastornos causados por aquel cambio de plantas,

en medio al día extremadamente doloroso que siempre era el

domingo, me beijou, y mi mundo perdió el eje.

Mi mente, aún muy distante, aún relembrava la

última conversación con Dean y sus palabras que me

impulsaron a estar allá, en la casa en que habíamos

vivido decidida a enfrentar el mundo para estar al

lado del hombre que yo amaba.

Ћ Haga él acepte Carol – Dean habló por la

milésima vez, antes que yo finalmente colocara la peruca, las


lentes, la barriga de embarazada y caminara en dirección al

acceso que me llevaría para el apartamento de la esquina.

Ћ Voy a pensar en una forma de hacer eso. Puede


dejar – conferí

mi bolsa mientras pasaba por el pasillo estrecho y

entraba en la casa de Bruno, preocupada con lo que

podría ver sin querer. – Tengo que hacerlo creer

realmente en nuestra criba.

- Usted tiene sólo un día, Melissa – suspiré. Yo sabía exactamente lo

que debería hacer. Dolería, pero sería breve y rápido y, tras eso, Robert
finalmente estaría de vuelta mi vida y yo a de él.

Ћ Ya está saliendo? – Bruno

nos encontró antes que yo alcanzara el otro

pasillo.

Ћ Sí. Tengo poco tiempo. Robert ya sabe

de las plantas intercambiadas y está acusándome de

intentar sabotar el grupo – Bruno sonrió sarcásticamente.

Ћ Una pelea de leve es siempre

gostosa antes de acertar los puntos – y parpadeó de

aquella forma que sólo él sabía hacer, cafajeste e

idiota a la vez. – Traiga mi hermano para el grupo.

Ћ Sólo va a depender de él, Bruno – conferí los


documentos falsos en

mi bolsa y la llave del coche que teóricamente

pertenecía a Mary Guynes, mi segunda identidad, a

que sirvió para mantenerme invisible a los ojos de

Tanya.

Ћ Quiebre el corazón de él se sea

necesario, pero tráigalo luego para nuestro lado. Ponga

un fin en eso – Dean colocó las manos en mis hombros


mirándome atentamente en los ojos. – Usted sabe lo que

hacer.

Ћ Dean – pensé dos veces se debería

aún hacer aquel pedido. – Desconecte las escuchas…

Por favor! – él concordó con un aceno de cabeza,

conocedora de que todo lo que acontecería en aquella

noche debería pertenecer sólo 172

a mí y Robert.

Y así yo partí en el frío, intentando dirigir el más rápido

posible sin colocar mi vida en riesgo. Estaba muy frío.

Enregelante y algunos flóculos de nieve ya jugueteaban en

el aire, adornando el inicio de la noche. Por precaución,

estacioné el coche menos mal distante de la casa.

Obviamente, aquel no era mi coche. Quité todo mi disfraz

dejándolo
escondido en una pequeña maleta. Por lo menos así

yo no despertaría la atención de Tanya para nuestro

encuentro.

Del lado de fuera estaba terriblemente frío. Muy más

del que yo imaginaba. Apreté el casaco en vuelta de

mi cuerpo y caminé con la nieve ya castigando el

suelo, tomando todo el paisaje y dejando claro que no

estaba allí para juguetear. Apresuré el paso, cae, mojé

la ropa, pero conseguí llegar a la puerta.

Robert estaba extraño, preocupado y no quedó nada

feliz en verme en aquel estado. Fue inevitable

imaginar cómo él reaccionaría se supiera que yo

estaba embarazada. Del jeito como él es

superprotetor enlouqueceria sólo con el hecho de yo

estar en medio de aquel frío, toda mojada,

arriesgándome a quedar enfermo.

Que tolo! Robert aún creía que yo era una

criaturinha frágil que necesitaba de sus

cuidados.

Mientras yo aguardaba por el roupão, pensé en cómo lo haría


creer que pasar aquella noche allí no era mi gana,

pero, por fuerza del destino, no había otra solución. Yo

sabía que necesitaba magoá-lo, esta vez muy más del

que de las otras. Arrumar una forma de hacerlo seguir

Carol y entrar en aquel apartamento. Sólo así

quitaríamos Tanya de nuestro encalço.

Pero yo no conseguía encontrar en mí fuerzas

suficientes para machucá-lo aún más. Con el roupão y

la manta, parcialmente calentada por el fuego de la

chimenea, yo aún me sentía fría por dentro y sabía

exactamente el motivo.

Él volvió con la manta, jugueteó sobre el tiempo, mía nada


cuestionable coordinación motora, para no decir el

contrario y no dejó pasar la oportunidad de elogiarme,

lo que me dejaba aún más insegura y angustiada pelo

que necesitaba hacer. Cerré los ojos y repetí

mentalmente que era necesario, que no pasaríamos

más del que 24 horas separados y que después de este

tiempo seríamos uno del otro nuevamente. Pero mi

corazón martillaba.

Ћ Robert…

Ћ Usted sabe que día es hoy?

Un espasmo recorrió mi cuerpo. Algo que no

fue causado pelo 173

frío, muy menos por la necesidad que yo sentía de él. Era

uno erizo que me hacía querer huir, o contar toda la verdad

inmediatamente de un golpe, pero no simplemente verlo

ahogarse en mágoa y nada hacer.

Ћ Ninguna fecha significativa,

Melissa. Hoy es domingo – tragué en seco e

intenté recompor mi farsa.

Ћ Oh, droga! Yo… Disculpe! Yo… - merda! No


podía ser en aquel
día. No un domingo. No cuando yo sabía que su

corazón ya estaba esmigalhado, destrozado por el

dolor de la culpa. Yo no podía ignorar aquel detalle.

- Todo bien. Usted no hace más parte de mi vida, no es? Yo sólo

hablé para que entendiera que no estoy intentando hacerla volver para mí.

No hoy.

Sus palabras me machucaram más del que creí que sería capaz.

Lo que yo estaba haciendo? Lo que yo era? Nada diferente del

que él fue y del que yo siempre condené. Yo había me hecho él,

en su peor momento, en
una versión muy empeorada. Forcé lo lloro a recular,

incierta se debería o no continuar.

Ћ ES así que usted me ve? Yo no

hago más parte de su vida? Merda! Yo no podía. No

podía. Era para quedar en la defensiva, para hacerlo

entender que no había más ninguna posibilidad. Decir,

o mejor, ser fuerte el suficiente para decir, que no

había espacio para él en mi vida. Que yo estaba feliz

con Dean. Y pedir, definitivamente, para él desistir y

dejarme en paz.

Pero yo no podía.

Ћ No fue lo que yo quiso decir, Miel. Usted siempre


formará parte de mi

vida. Yo te amo! Siempre voy a amarte. Fue usted quien

fue aunque – aún conocedor de que la conversación jamás

debería seguir aquel rumbo yo no conseguí detener el flujo

de angustia que escapaba de mis labios.

Ћ Para protegerte.

Ћ Yo puedo protegerme! – pensé

en el que yo podría decir. De que forma cambiaría


la conversación para que yo consiguiera encajar las

palabras ensaiadas.

Ћ Usted concordó que que era el mejor a hacer.

Ћ Yo no tuve elección. Tanya no te dejaría viva,


pero no

imaginé… Droga, Melissa! Por qué estamos teniendo esta conversación


ahora?

- No sé – sussurrei sintiéndome perdida en aquel turbilhão de

emociones. Yo estaba prestes a destruirlo y aún así, dolía muy más en

mí del que él sería capaz de sentir.

Ћ Merda! Yo concordé que usted fuera

porque imaginé que estaría en seguridad hasta que yo

consiguiera neutralizar Tanya. No fue lo que


174

combinamos?

Robert de repente quedó exaltado. Como si en aquel momento

él finalmente dejara que toda su frustração desvanecerse.

Como se viera que aquel era el único momento en que

conseguiría arrancar de mí todas las confissões. Pero nodos no

necesitábamos de aquel cobro. Aquel no era el momento. Yo

necesitaba chafar su corazón y partir dejándolo muera solo y

sólo así, sólo tras eso, Robert renasceria para mí.

Ћ Robert…

Ћ Merda! Fue o no fue? – encaré

el hombre que yo tanto amaba y vi sus ojos sufridos.

No conseguí ser indiferente. – Responda!

Ћ Fue. Fue lo que combinamos.

Ћ Usted fue aunque dejándome destruido con


nuestro alejamiento,

de hecho, lo que yo vi en aquella mujer que lloraba

diciéndome que necesitaba ir, era el mismo sufrimiento que

el mío. La misma desesperación. Pero nunca, Melissa, nunca

mismo, imaginé que sería capaz de hacer lo que hizo.


Espere, espere, espere. Lo que él quería decir con aquel “lo

que

hizo”? Como él esperaba que yo volviera? Yo estaba

embarazada, será que daba para él no referirse tanto a

mi aumento de peso?

Ћ Hacer el quê?

Ћ Robar todo lo que era

mío. Y y encima casarse con… Aquel hijo de

la puta, engomadinho de merda!

Droga! Tal vez aquella fuera mi oportunidad. Tal vez fuera

el momento correcto de llevar la conversación para el lado

que yo tanto necesitaba. Respiré fondo, sabiendo que

sería más del que complicado y sufrido.


- El Dean es un engomadinho? Mira sólo los tiernos que usted usa? Y lo

su coche? Sin contar el gel de cabello y… Dean no es

un engomadinho, tá legal?

Y yo necesitaba partir su corazón, bailar sobre él hasta no restar

más nada y voy a hacer eso defendiendo mi marido.

Droga! Yo me sentía tan idiota armando aquella

pelea.

Ћ Mi coche? Usted está hablando

de mi coche? Yo trabajé para tener mi coche, ahora

lo que su marido desfila por la ciudad es fruto del

dinero que usted quitó de mí. Mucho digno ser

sostenido por la esposa que no pasa de una ladrona.

Puta merda! Sería maravilloso si yo pudiera quebrar su nariz y

salir de allá con toda mi dignidad. Quién sabe así, con

uno o dos días bajo cuidados médicos, Robert

aprendiera alguna cosa sobre no ofender, en hipótesis

ninguna, una mujer embarazada.

Ћ El quê? Usted me dio aquel dinero!

Merda! Él me dio sin yo ni saber que estaba

recibiendo aquella 175


cuantía. En verdad Robert Carter me usó como

naranja, hizo de mí más una pieza de su juego, sólo

que acabó perdiendo la mano, de hecho, la fortuna, en

esta jugada.

Ћ No para sostener otro

hombre! - quedé enfurecida. Como él podía ser

tan burro? Como podía pensar aquello de mí?

Ћ Yo no estoy sosteniendo el Dean.

Yo… Olvida. No da para conversar civilizadamente.

Como siempre, usted estropea todo.

Ћ Yo estropeo todo? Todo el quê?


Ћ Todo! Usted consigue

estropear cada segundo de nuestras vidas – no

dio para coger la emoción.

Ok! Confieso que esta historia de embarazo estaba

acabando conmigo. No daba para mantener una línea

sensata de sentimientos, menos aún cuando él

simplemente jugaba en mi cara todo lo que fui forzada a

hacer para salvar su piel. Todo bien que Robert ni sabía

de eso, aún así yo me sentí violentamente ofendida.

Y todo lo que vivimos? Y todos mis valores? Y como él

podía decir amar una mujer para enseguida clasificarla

como una ladrona?

Ћ Entonces fue por eso que

resolvió robarme? ES una venganza por yo

estropee cada segundo de su vida?

No conseguí respirar. Robert siempre comenzaba y

terminaba todo mencionando aquellas merdas de

acciones. Él nunca desistiría de ellas. O desistiría?

Droga! El plan estaba trazado.


Ћ Esa revuelta toda es a causa de

sus acciones. Usted está intentando me reconquistar,

hacerme su amante otra vez, sólo para recuperar sus

acciones. No es porque me ama y ni por yo estar

casada, todo se resume a estas malditas acciones.

Ћ No quiebra besteira, Melissa! Nodos ya


conversamos sobre eso antes.

Ћ Entonces cuál es su

problema? – fingí exaltarme, necesitaba de

aquella deja.

Ћ Usted es mi problema. Cuando será que va

a entrar en esta cabeza dura que yo te amo? Nunca, en

toda mi miserable vida, yo deseé tanto tener una segunda

oportunidad. Cualquiera según que fuera que me


ayudara a reparar mis errores con usted. Que me hiciera

enxergar que mi egoísmo te tiraría en los brazos de otro

hombre. Que por usted merecería la pena perder todo.

Volver al cero y recomenzar. Yo debería haber dejado Tanya

quedar con las acciones. Debería haber desistido de este

juego, en vez de dejarla ir aunque. Yo nunca debería haber

dejado usted ir, Melissa.

Y más una vez él me desarmó. Puta. Merda! Yo lo

amaba tanto! Quería tanto que el tiempo pasara

rápidamente y que todo acabara de la 176

mejor forma posible. Quería poder tirarme en sus

brazos y contar sobre nuestro hijo. Quería… Yo

quiero todo.

Ћ Pero usted dejó – merda! Yo

lloré. Como no llorar? Merda de hormonas.

Ћ ES yo dejé.

Ћ Pues es usted dejó – encaré sus

ojos ceniza. Ellos me sugaram. – Usted me dejó partir –

Robert me cogió, estirando mi rostro en su dirección.


Su boca muy próxima de mi. Su cuerpo entero vuelto

para mí. Y la atmósfera inmediatamente se calentó.

Ћ Calle la boca, Melissa!

Él me beijou. Robert Carter, en medio a la tempestad de nieve

que caía peligrosamente del lado de fuera, en medio a la

confusión y trastornos causados por aquel cambio de plantas,

en medio al día extremadamente doloroso que siempre era el

domingo, me beijou, y mi mundo perdió el eje.

Sentí sus labios blandos y fríos, tomando los míos con la

posesión que era sólo de él. Existía una urgencia, sentida de

ambas partes, y a la vez un cuidado hasta entonces

desconocido. Robert actuaba con cautela,


como si no deseara anticipar ningún segundo y mi

corazón hundió cuando imaginé su motivo. Él sabía que

yo iría aunque. Sus manos descendieron lentamente

para mi cuello adónde suyos

dedos massagearam mi piel, calentando cada célula de mi

cuerpo. No impedí que sus labios tomaran los míos, muy

menos que su lengua saboreasse la mía. Yo echaba en falta

de aquel sabor, de aquel deseo tranquilo y urgente a la vez,

capaz de detener el tiempo, de transportarnos en el espacio

y en los hacer experimentar el más perfecto nirvana. Me

sentí presa a su encanto. Por un pequeño segundo, teniendo

suyos

dedos acariciando mi piel, su lengua experimentando la mía y

sus labios bailando en mis, olvidé el motivo de estar allí, en

aquella sala, ahora más caliente del que la chimenea nuestro

frente, consciente de la nevasca que asolaba Chicago y del

tiempo que corría del lado de fuera. Infelizmente mi objetivo

no era estar en sus brazos, no en aquella hora.

- Robert… - conseguí desgrudar mi boca de la de él, abaixando uno

poco la cabeza para lo impedís de alcanzarme más una

vez. Él suspiró, soltando un gemido sufrido, de quien no


podía creer que yo fui capaz de deshacer aquel

momento y a la vez, como se estuviera aguardando por

eso. – Por favor!

Ћ Cierre los ojos – sussurrou aún con

las manos en mi nuca, como una prisión de la cual fuera

imposible escapar. Su hálito caliente cargado de vino,

hizo mi boca salivar. Yo amaba sus besos, así como él

dijo ser inconcebible quedar sin los míos.

177

Ћ El quê? – volví a levantar la cabeza, alcanzando sus


ojos, fuertes y
calientes como las llamas del fuego en aquella chaminé.

Ћ Cierre los ojos, Melissa. Sólo escuche lo que yo


tengo a decir.

Ћ Robert!

Yo debería huir de aquello todo. Debería gritar que era

para él quedar lejos, que yo no deseaba más sus labios,

que mi marido era Dean y que era con él que yo quería

quedar, pero mi cuerpo sabía muy bien a quien pertenecía

y contra este detalle, era imposible luchar. Por eso cerré

los ojos, obedeciendo, y sintiéndome completa al hacer

eso, porque era lo que yo era: Melissa Simon, la mujer de

la vida de Robert Carter, que lo amaba incondicionalmente

y que destruiría el mundo sólo para sentir más una vez su

hombre en paz.

- Yo amo usted, Miel! – sussurrou muy próximo a mis labios. –

No quiero una vida sin usted – quedé tensa y él

inmediatamente sintió mi apreensão. – Pero es lo que voy

a hacer si esta sea su gana. Yo sólo pido una única cosa:

quede esta noche conmigo. Sea mi Melissa al menos más

esta vez. Olvide todo lo que existe allá fuera, todas las

circunstancias que nos trajeron hasta aquí. Sea mía! Y, a


finales de esta noche, continuarse casada con Dean sea su

opción, yo prometo desaparecer de su vida, que no voy a

forzarla más la situaciones como esta y todas las otras que

hemos vivido. No me importa lo que aconteció, ni lo que a

llevó a actuar de esta forma. No me importa, Melissa!

Porque yo te amo! Y nada va a conseguir cambiar mis

sentimientos. Entonces, esta noche sólo, sea mi otra vez.

No necesité más del que un átimo para saber lo que

debería hacer. No importaba el mundo. No importaba ni

su pedido. No era
necesario. Yo ya era irrevocablemente de él.

Inquestionavelmente. Entonces tonou-se imposible

cualquier distancia entre nodos dos.

Avancé sobre Robert cubriendo sus labios con los míos en una

pasión sin límites. Y lo que eran los límites cuando se

tenía conciencia de que no había Melissa ni Robert.

Éramos un sólo. Fundidos por el más elevado

sentimiento existente sobre la faz de la tierra, arriba

y abajo de ella, inclusive. Éramos sólo amor. El más

puro y brillante amor. Éramos la perfeição.

Una visión muy romántica de esta escena podría fácilmente

describir la luz que nuestros cuerpos emitían. Yo misma a

sentía sin que eso me impidiera de continuar. Tenía la

conciencia de que brillábamos, no éramos capaces de parar

lo que hacíamos para observar lo que acontecía,

simplemente porque en aquel momento, éramos la

representación más fiel del que era el amor, del deseo y

también de la luxúria.

178

Robert, sorprendido por mi actitud, a principio

sólo me aceptó en sus brazos, menos del que un


segundo fue necesario para que comenzara a

actuar con precisión. Como sólo él sería capaz de

actuar conmigo.

Él se proyectó para el frente, forzando mi cuerpo en el

sentido contrario. Rápidamente estábamos acostados. Él

sobre mí y yo ya totalmente entregue a sus deseos. Sus

manos, sin demostrar ninguna señal de ansiedad, vagaron

por mi nuca, descendiendo por mis hombros, ya desnudos

por la facilidad del roupão, firmando su cuerpo con los codos.

Robert me beijava sin prisa, saboreando, deshaciéndose en


caprichos y ganas, mientras mi cuerpo ansiaba por más.

Siempre más. Yo podía sentir, no sólo por él estar sobre

mí, pero por los movimientos discretos y leves, su

ereção destacada. Como lo deseaba! Robert actuaba

como el señor de la guerra. Sabía que estaba en un

campo minado, aún así se movía con precisión,

conociendo exactamente cada paso dado, cada

centímetro avanzado, estructurando la base y armando

su estrategia con la seguridad necesaria de quien sabe

que vencerá en el final.

Él levantó, abandonando mi cuerpo, sentando encima de

las rodillas permaneciendo entre mis piernas. Su postura

aún era confiante y sus ojos no salgan de mis. Yo ofegava,

ansiando por su próximo paso. Robert quitó el casaco y

junto con él la camisa. Su tronco definido llamó mi atención.

Yo echaba en falta de su cuerpo y él estaba allí, bien

pertinho de mí, al alcance de mis manos.

Abrió el cinturón, retirándolo y dejándolo junto a la ropa

descartada, después afrouxou las calzas, sin retirarlas. Él,

sin que yo estuviera esperando por eso, deslizó las manos

por mis piernas, descendiendo por los muslos. Los dedos


abiertos, alcanzando cada detalle, los pulgares haciendo

una leve presión en la región interna de mi carne

expuesta. Pero no me tocó íntimamente, como creí que

haría.

Cuando sus dedos llegaron cerca de mi sexo que ya pulsaba

de deseo, un espasmo me recorrió e instintivamente, arqueei

la espalda, gimiendo de placer y ansiedad. Cerré los ojos y

me dejé llevar por la deliciosa sensación que era tener otra

vez sus manos en mi piel. Robert entonces giró las manos

para el lado y siguió el camino por mis quadris,


abriendo espacio en el roupão grueso que aún

estaba prendido a mi cuerpo se apossando de mi

barriga.

Inclinado sobre mí, yo me sentía una presa fácil. Aún

teniendo conciencia que aquel golpe podría ser mi

ruina, yo lo deseaba. Contaba cada segundo que

antecedia su toque.

179

Pacientemente, Robert deshizo el nodo del roupão y el tejido pendió


para

los lados, dejando mi piel completamente expuesta para su

bel placer. Él apoyó el cuerpo en una de las manos y con la

otra, acarició mi barriga. Sus ojos prendidos a ella en una

mezcla de amor y devoção, y esto hizo mis ojos marejarem.

Él no sabía, pero allí estaba su hijo, y todo aquel amor que él

emanava, toda aquella admiración, aquellos segundos en

que él parecía adorarme, cercaban aquel niño, protegiéndola

del mundo en que vivíamos y certificándome que

continuaríamos luchando para modificarlo, por ella y para

ella.
Entonces sus ojos dejaron mi barriga y siguieron las manos

que subían en búsqueda de mis senos. La expectativa era

mi mayor enemigo en aquel momento, porque Robert

parecía tardar más del que el necesario, matándome a los

pocos de ansiedad y placer. Él avanzó con los dedos en mi

piel, volviendo a tocarme con ambas manos, sus rodillas

manteniendo mis alejados y su tronco dejando claro que no

había escapatória para mí. Pero quien pensaba en escapar?

Ignorando por completo la barrera de mi sujetador, él

avanzó,

subiendo el bojo, sin hesitar, alcanzando mis senos. Cada

mano alcanzó su objetivo y lo vi cerrar los ojos con una

expresión que decía mucho.


Inmediatamente un gemido escapó de mis labios, llenando lo

ambiente y mi cuerpo, por gana propia, se remexeu abajo del de él.

Cuando Robert volvió a abrir los ojos, había dos labaredas de fuego

en ellos y estas me quemaron con de más pura luxúria. Cerré los míos,
conocedor

de que aquel fuego, aún sin tocarme, lamía cada pedazo de mi

piel y me empujaba para aquel mundo hay muy dejado para tras. Uno

mundo que pertenecía sólo a mí y Robert Carter. Un mundo donde todo

era posible y nada que no fuera relacionado a nuestro amor importaba.

Un mundo totalmente nuestro y solamente nuestro. En él, yo era sólo de aquel

hombre increíble y él me pertenecía. Era mío. Sólo

mío. Sus manos se cerraron, sintiendo mis senos, una,

dos veces, lentamente, abriendo y cerrando,

entonces un gemido gutural salió de su garganta,

erizando mi piel y haciéndome arfar y me contorcer,

umedecendo mi sexo y haciéndolo latejar. Robert

jugueteó con los dedos, frotando en los picos

intumescidos, los ojos fijos en el que hacía,

certificándose de que nada saldría errado, y después

se inclinó, abocanhando uno de los senos.

El primer contacto me dejó sin aliento. Todo bien que desde a


mi vuelta yo ya tenía me permitido un poco de

intimidade con el hombre que yo amaba, pero todo de

una forma extraña, obsessiva e impositiva, a pesar de

tener conciencia de que hubo mi permiso, sólo que no

de 180

forma tan completa y deliciosa. Mi cuerpo echaba en falta

de cada detalle y cobraba con intereses y corrección,

castigándome con las más intensas sensaciones. Por eso,

al sentir los labios de él en mi pico fue cómo uno


mixto de agonía e inquietud, como se algo escapara de mi

âmago, si apossasse de mi cuerpo y asumiera las rédeas,

gritando y explotando. La esta altura, yo no controlaba más

mis gemidos, muy menos

mis movimientos. Mis manos fueron para sus cabellos,

forzándolo a continuar. Era posible tener un orgasmo sólo

con su boca en mi seno? Porque yo me sentía

exactamente así. Era una bomba reloj, un volcán prestes

a entrar en erupción. Pero él paró la carícia,

prolongándose un poco en una mordida sutil y excitante,

donde sus dientes prendían el pico de mi seno, haciendo

una presión capaz de explotar una casa, o un cuerpo,

como el mío.

Él beijou la región entre mis senos, tardando el tiempo

necesario para mi cuerpo volver a un nivel aceptable de

excitación. Robert nunca me dejaría acabar tan rápido,

principalmente cuando sabía que así que mi mente

volviera a dominar mi cuerpo, todo terminaría.

La tortura recomenzó cuando él alcanzó el otro pico y jugueteó con

él mientras se frotaba con movimientos bruscos, en mi

sexo. Cuando pensé que no existiría más espacio en mí,


que mi cuerpo comenzaría a se desintegrar, él paró y

volvió la beijar mis labios. Lo recibí sin contestar. Era

deliciosa la sensación de todo y nada a la vez. Era

potente y cada vez más fuerte.

Él cogió con fuerza mis manos que estaban en sus cabellos,

llevándolas para cima de mi cabeza y prendiéndolas en sus

garras. Los codos hacían el trabajo de no dejar su peso

sofocarme, lo que le permitía moverse, roçando y frotándose

en mí cuando deseara. Robert levantó un poco la cabeza,

dejando pocos milímetros


entre nuestros labios. Intenté alcanzarlo, pero él reculó y

aquella sonrisa delicioso e infernal estaba allá, pirraçando y

jugueteando con lo que me restaba de juízo. Cerré los ojos,

pues sabía que de nada adelantaría intentar lo persuadís,

inclinando mi rostro un poco para cima, ofertando mi boca. Su

lengua tocó la línea de mis labios, rediseñándola. Tuve ganas

de me contorcer, de friccionar mi sexo al de él y recibir el alivio

que tanto ansiaba, sin embargo a recompensa por la espera

era siempre muy más valiosa del que el alivio inmediato, por

eso aguardé, como la buena niña que yo era. Sentí la punta de

su lengua trace cada línea de mi quejo, descender

pela lateral de mi cuello, alternando en besos lentos

y pecaminosos. Aún a ciegas, percibí cuando sus

manos arrastraron mis uno poco más para bajo,

quedando al lado de mi cabeza, para que él 181

volviera a tener acceso libre a mis senos, sin embargo su

carícia no se prolongó en esta región, debido a que allí era

arriesgado demás y que una explosión de altíssima proporción

podría acontecer y estropear toda nuestra brincadeira.

El camino de vuelta continuó, lento, arrastadamente,

haciéndome entender y percibir cada célula por donde él


pasaba. Un beso en mi cintura hizo mi cuerpo se

contorcer y él arrastró más una vez mis manos,

parándolas en la lateral de mi cuerpo, aún fijadas por sus

garras que me mantenían prisionera de su deseo.

Tortura aún fue cuando él resolvió que era hora de

hacerme sufrir y corrió su lengua por el reborde de mi

barriga, abajo de mi umbigo y por encima de mi punto más

sufrido y desesperado. Escapando de mi control mis

quadris se movieron, implorando por más. Como


reprimenda, Robert mordió mi sexo, por cima de la

braga, y yo grité de placer y desesperación.

Ћ Quietinha – sussurrou casi

inaudível y sus manos dejaron las mías.

Él entonces levantó más una vez, me llevó consigo,

dejándome sentada, aún con sus piernas en medio de mis.

Su rostro quedó casi en la altura de mi y sus labios

volvieron la beijar mi boca, mientras sus manos trataban

de librarse del roupão que aún estaba allá, desengonçado,

pero prendido en mis brazos. Después sus dedos

esquadrinharam mi espalda, calentándola y retirando lo

sujetador. Él paró el beso, la respiración entrecortada y

los ojos bajos, admirando mi nudez. Los toques

recomenzaron, haciéndome volver a acostar, sólo para

vislumbrá-lo levantarse nuevamente.

Paró por algunos segundos, averiguando mi cuerpo, reconociéndolo

y confirmando algunas sospechas. El maldito confirmó mi

aumento de peso, probablemente. Merda! Yo debería

cubrirme, pero Robert continuó a mirarme y sus manos

llamaron mi atención cuando fueron hasta la suya calza,

descendiéndola y dejando aparecer su ereção.


Necesito decir más una vez que la ereção de él era algo digno de

aplausos. De hecho, Robert Carter, desnudo, era algo

para admirarse. Aún con la poca luz del ambiente yo

podía percibir su perfeição, la armonía de su cuerpo, la

magnanimidade que era su potencia y lo cuánto todo

aquello realmente representaba lo que él era. Firme,

fuerte, seguro y dueño de la situación.

Ajeno a mi devaneio él se libró del que restaba de la calza presa a


su cuerpo y se volvió otra vez para mí. Con dedos

calientes y decididos, enroscou cada lado de mi

braga retirándola. Mordí los labios y apreté mis

manos contra la alfombra felpudo debajo de mí. Él se

182

inclinó, corriendo una mano aleatoriamente en mi piel y murmuró:

- Linda! – Sonríe.

Robert cambiaba cada segundo. Una hora él era un hombre

dominado por la excitación, otra, un súdito, reverenciando su

reina, en algunos momentos era el señor de la situación,

controlando y decidiendo todo y aun así, conseguía darme

libertad para actuar cómo yo quisiera. - Y mía – vi cuando las

venas de su cuello quedaron alteradas y

él se forzó a permanecer en aquel nivel de entrega.

Sus propias palabras el machucavam.

- Suya – confirmé lo que él decía. No sólo por el deseo

y por la certeza de que aquella era la verdad,

también y principalmente porque yo necesitaba decir

al hombre que yo amaba, que aquella era nuestra

realidad, y no el teatro armado por el juego

massacrante al cual habíamos en los sometido.


Fue el suficiente para que Robert recuperara la confianza. En

un movimiento seguro, él acostó sobre mi cuerpo, volviendo a

apoderarse de mis manos y prenderlas conforme su gana y, sin

aguardar por permiso o cualquiera otro factor, comenzó a

penetrarme. Arfei arqueando el cuerpo y proyectándome en su

dirección. No era posible controlar la ansiedad de mi cuerpo,

muy menos lo impedís de actuar conforme su saudade. Yo

necesitaba lo sentís dentro de mí, por completo, para que


finalmente, pudiera sentirme de vuelta a la vida.

Invadiéndome, con el cuerpo parcialmente arqueado y el rostro

inclinado en mi dirección para que nuestros labios se

mantuvieran unidos, los dedos enroscados a mis,

prendiendo mis brazos en cada lado de mi cabeza,

Robert invertía lentamente, entrando y saliendo,

avanzando un poco cada embestida y serpenteando su

cuerpo en movimientos que me dejaban la riba de la

demencia.

Siguiendo su ritmo, rebolei recibiendo su miembro,

cada vez que él almacenaba y permitiendo su salida

y retorno conforme el ritmo determinado por él.

Nuestro beso era espaciado, él se movía, entrando y

me beijando y después saliendo, dejando mis labios

y casi abandonando mi sexo. La sensación era

extraña y prazerosa a la vez.

Cuando finalmente lo sentí en mi límite, recibiéndolo

por completo, los movimientos quedaron más cortos y

rápidos, así como los besos y los gemidos emitidos por

ambos. Su cuerpo, a pesar de aún suspenso, roçava el

mío, haciendo con que los picos de mis senos sintieran


su piel tocarlos. De la misma forma acontecía más

abajo, cuando él no dejaba ningún espacio entre

nuestros sexos, el roçar en mi pontinho de placer 183

completaba la sensación dejando claro que

estábamos prójimos de la entrega total.

Él gimió con más fuerza y selou nuestros labios, un indicativo fuerte

de que no nos restaba muy tiempo. Crucé mis piernas en sus

quadris y lo recibí un poco más a fondo. Fue inebriante! Gemí

con su boca
pegada a mi. Robert dejó los movimientos más cortos,

rebolando y roçando en mí. El beso se deshizo, mis

ojos se cerraron y la sensación de que aquel lugar

simplemente estaba desapareciendo y mi cuerpo

flotando, fue dominándome.

- Robert… - no conseguí terminar. Con un gemido, y aún

sintiendo sus movimientos fuercen mi orgasmo,

sentí como si mi cuerpo fuera incendiado,

pulverizado y esparcido por las cuatro esquinas del

mundo. Pude sentir mi sexo cerrándose y pulsando

en un orgasmo que me despedazaba.

Él continuó, por los breves segundos en que mi cuerpo se deshizo,

Robert continuó a moverse lentamente, gimiendo y

asistiendo a mi placer, luego enseguida llegó a su vez, y él,

suspendiendo un poco más el cuerpo, reinició las

almacenadas profundas y precisas, más anchas y rápidas,

haciendo con que mi cuerpo sacudiera acompañando la

suya baila cargada de deseo animal.

Con una almacenada profunda, él se espremeu en mi cuerpo

y gimió alto y engasgado, gruñiendo un placer doloroso,

repleto de saudade y súplica. Su rostro, escondido en mi


cuello y la fuerza de la presión que aún ejercía en mí

mientras se liberaba, inundándome con suyo gozo, me hizo

pensar si él se ressentia por haber dejado acontecer. Beijei

sus cabellos de la forma como pude, pues aún estaba presa

por sus manos y el peso de su cuerpo no me permitía mucha

movilidad, frotando mis piernas en las de él. Era lo que yo

podía darle de carinho en aquel momento. Respirando

profundamente él soltó mis manos. Inmediatamente agarré-

lo manteniéndolo firme en mí, abrazándolo cómo se a

cualquiera
momento yo fuera despertar y percibir que no pasaba de

un sueño. Impedí mis lágrimas de caer formando un nodo

en mi garganta. Yo quería que aquel momento nunca

tuviera un fin. Pero tendría.

Robert levantó el rostro y encaró mis ojos. No

necesitamos decir nada. Él acarició mis cabellos, beijou

mis labios, mejilla, quejo, jugueteó con mordidas y mi

cuello y finalmente, se acostó a mi lado, estirándome de

encuentro a su cuerpo y cubriéndonos con las mantas. El

frío volvía al ambiente como un presagio de nuestro dolor.

Ћ Sentí su falta – dijo mientras

encaraba el techo y acariciaba mi espalda. Pasé mi

brazo en su pecho y hundí mi rostro en su cuello. 184

Permanecí callada. Lo que podría decir si el

machucaria inmediatamente enseguida? – Será que

las carreteras estarán libres mañana? – solté un

gemido, indicando cansancio y él rió.

Ћ Usted echó en falta de transar

conmigo. Por eso está tan loco para las carreteras

estén liberadas – él apretó el abrazo, manteniéndome

firme en sus brazos y beijou el tope de mi cabeza.


Ћ Yo sentí mucha falta de transar con usted. No es
fácil, en mi

edad, volver a batir punheta.

Ћ Robert! – le di un tapa en

el pecho y él rió alto, girando el cuerpo para

beijar mis labios. – Usted es un idiota!

Ћ ES yo soy – y volvió a acostar encarando el


techo. – Mañana cedo

necesito resolver el problema de las plantas y hallar una

forma de cerrar Tanya. No es más una cuestión personal y

sí de seguridad nacional. - Usted tiene cómo probar que fue

ella? – él soltó el aire con pesar.


Ћ No. Infelizmente la única prueba que tengo es
contra usted.

Ћ Yo no…

Ћ Yo sé – afagou mi espalda. – Yo si, Miel.

Quedé pésima con el exceso de confianza que él

depositaba en mí. Principalmente porque yo sabía

que sería necesario destruir su amor, ni que fuera

por sólo 24 horas.

Ћ Tiene sueño? – hice que sí,

volviendo a enterrar mi rostro en su cuello. Era mentira.

Yo no conseguiría dormir, tras el que había acontecido –

vamos a quedar aquí en la sala, tá? El fuego va en los

mantener calentados y las mantas ayudarán – concordé

más una vez.

Quedamos en silencio. Robert acariciando mi espalda.

Yo inmóvil, fingiendo el sueño que no existía, hasta que,

tras el que me pareció una eternidad, él finalmente

adormeció. Aún aguardé hasta tener la certeza de que

su sueño era aún profundo y entonces levanté.

Con mucho cuidado, coloqué mis ropas. Miré para el hombre


que yo amaba, durmiendo en el suelo, el rostro

sereno como lo de un niño, excepto por la presencia

de la barba por hacer. Cogí los zapatos para que el

sonido no acabara revelando mi fuga. Cogí la bolsa y

quité allá de dentro lo que sería el tiro de misericórdia

y recé para que él alcanzara el corazón de Robert.

Volví a mirarlo, aún sin percibir mi falta. La carta ya

estaba lista antes aún de imaginar lo que podría

acontecer en aquel encuentro. Mi celular vibró

indicando un mensaje. Claro que él nunca quedaría sin

señal. Era una de las maravillas que Dean utilizaba

para componer sus estrategias. Verifiqué lo que decía.


“Tanya está yendo a su encuentro.

Sal de ahí ahora” 185

Dejé todo sobre el sofá y salí apresuradamente de la

casa. La nieve nunca sería capaz de detener un

huracán llamado Tanya, pero yo era. Y comenzaría a

hacerlo a partir de aquel momento.

186

CAPÍTULO 19

Cuando yo desperté la sala estaba helada y la oscuridad era casi

completa. Sólo el sonido de saltos ecoava próximo a mí. Giré el

cuerpo ya en la defensiva, pues alguna cosa me decía que

aquel sonido no venía de los saltos de Melissa. El frío que

asolaba mi cuerpo indicaba que ella no estaba más allí y la

forma como mi corazón quedó despedazado me daba la

certeza de que nuestra historia de amor no existía más. Había

acabado.

Ћ Ella fue aunque – la voz de Tanya

llenó el ambiente, pero mi esposa continuó en el

oscuro. Un baque sordo alcanzó el suelo a mi lado.

Estiré la manta, protegiendo mi cuerpo. Con mucha

cautela, cogí el envelope grueso que mi rival había


jugado para mí. – Dejó un presente. Enhorabuena!

Usted consiguió.

Ћ Lo que usted hace aquí? – no tuve coraje

de verificar el contenido del envelope. No quería que

Tanya saboreasse mi sufrimiento. Melissa había ido

aunque y con ella llevó mi vida. Nada más me restaba.

Ћ No creyó que yo perdería este

espectáculo, no es? – estiró una silla y se acomodó mi

frente. El fuego en su estágio final, crepitava, clareando

un poco su fisionomia. – Por lo menos usted cumplió con

su palabra, consiguió seducir Melissa y convencerla a


devolver las acciones.

Como así? Otra vez volví mi atención para el envelope,

pero mantuve la falta de gana de conferir su contenido.

Yo no sabía lo que pensar, ni como reaccionar. Mi única

certeza era que yo quería sumir dali. No necesitar más

encarar Tanya, ni convivir con todo aquel infierno. - No va

a abrir el envelope? Ella dejó una cartinha.

Sentimentalista! – levantó yendo hasta la chimenea,

donde permaneció de culo. – Sinceramente no sé lo que

usted tanto vio en aquella chica. Romanticismo nunca fue

su fuerte – pasé la mano en los cabellos y decidí que era

hora de partir. Cogí mis ropas y comencé a las vestís sin

preocuparme con la presencia de mi esposa. – No va a

conferir?

Ћ No – calcé los zapatos y

levanté. – Estoy de salida – conferí mi bolsa y mis

llaves. – Usted no está invitada a permanecer aquí,

entonces vaya aunque – ella rió.

Ћ Ella te dejó. Devolvió las acciones y afirmó amar


el marido.
Extraño, no es? – cerré los ojos sintiendo el dolor que

aquellas palabras me causaban. Ella había decidido y yo

cumpliría mi parte del trato.

187

Dejaría Melissa en paz y seguiría enfrente.

Ћ Lo que es extraño? – intenté

mantener la indiferencia en la voz, sin embargo

la amargura subía en mi garganta y me sofocaba.

Ћ Yo pensé que Melissa era una santinha, pero vea


cómo ella es

safada – su tono irónico me dejó furioso, opté por

controlar mi rabia y simplemente salir dali. – Ella

viene, transa con usted y vuelta para el marido – rió. –

Una vagabunda!
Ћ Llega, Tanya!

Ћ Ok! Enhorabuena, usted está

de vuelta, Robert Carter, CEO de la C&H Medical

Systems – ella anduvo hasta la puerta, entonces se

volvió sonriendo. – Cuidado con las carreteras. No

quiero quedar viuda antes de la hora – y salió

dejándome solo con mi dolor.

Aún perdí algunos minutos encarando la puerta

cerrada. No había luz del lado de fuera, de hecho, no

había luz en lugar ninguno. Yo me sentía en el oscuro,

perdido y sin dirección. Melissa necesitaba seguir

enfrente. Fue lo que ella escogió. Como yo seguiría

enfrente?

Temeroso, cogí el envelope y retiré de allá algunos

papeles. Fui hasta la chimenea, en búsqueda de

claridad y reconocí inmediatamente la letra de ella. Mi

corazón se contorcia en mi pecho antes aún de leer

las palabras que ella había escogido para decirme

adiós.

“Robert,
Esta no es la manera más correcta de colocar un fin

en un relacionamiento, pero mirando para tras, para

nuestra historia, la forma como todo comenzó y

terminó, lo que sería correcto?

Muchas veces intenté decir que no podría ser más de la

forma como usted quería. Pero usted continuó no

aceptando, no entendiendo y prefiriendo actuar del jeito

que siempre hizo, imponiendo su gana y forzándome a

aceptarla. Yo hice una elección y en esta no hay

sufrimiento, falsas esperanzas, ni dolor. Dean me trae

seguridad y conforto mientras usted sólo consigue

darme sufrimiento y soledad.

No puedo decir que no acepté todo lo que viví a su lado

hasta ahora, incluso este último momento. Nuestro deseo

es muy fuerte, a
química entre nodos dos constantemente causa esta

explosión inconsequente y errada. Pero no podemos

continuar permitiendo que eso acontezca. Nodos dos

estamos errados, sin embargo yo creo que siempre hay

la oportunidad de reparar, de rehacer hasta acertar.

Yo escogí Dean como marido. No es un golpe, ni una farsa,

muy menos una venganza y la prueba de eso es

este documento que estoy 188

devolviéndole. Sus acciones. Esta fue la única

manera que encontré de convencerlo que para mí

acabó y pedir que mi gana, por lo menos esta vez,

sea respetada.

Yo te amé y creí en su amor, que infelizmente no era nada

además de ilusión. Usted nunca va a dejar Tanya y ella nunca irá a


dejarlo

partir. Si usted aún es capaz de hacer alguna cosa por mí, por favor,

endoso nuestra criba, y siga su vida como si yo nunca hubiera hecho

parte de ella.

Gracias por todo.

Melissa Bailey”
Encaré el fuego sin conseguir coordinar mis pensamientos.

Yo había hecho la propuesta, a finales de la noche ella

podría escoger, o volvería para mí y juntos

reconstruiríamos nuestra vida, o quedaría con Dean y yo

saldría de la vida de ella. Melissa escogió y yo necesitaba

aceptar.

Como ella aún había dicho en su carta, yo siempre

impuse mi gana y a forcé a aceptarla. De entre tantos

errores este era uno que yo no volvería a cometer. No

más a forzaría a aceptarme.

Mi garganta quemaba y las lágrimas forzaban su salida, a pesar


de eso yo me mantuve firme. De nada adelantaría llorar o

praguejar todas mis desgracias. Todo era consecuencia de

mis elecciones. Yo tuve la oportunidad de la impedís de

partir, pero creí que sería fuerte el suficiente para derrotar

Tanya y recuperar Melissa. Yo fui un tolo!

La promesa que hice a mi padre martillaba en mi mente,

sin embargo él tendría que perdonarme. No había más

sentido en continuar. Ni él aún colaboraba. Nunca volvía,

permanecía en aquel cuadro de vida sin vida,

aguardando el quê? No. Mi padre nunca exigiría que

continuara en esta guerra. Tanya estaba loca y se

autodestruindo, en algún momento su caída acontecería.

Junté todo el contenido del envelope y jugué en el fuego. No esperé

para verificar cómo las llamas se alimentarían de mis

acciones. Yo no las quería. Si Melissa creía que devolverlas

traería mi paz de vuelta, estaba muy engañada. Yo

necesitaba huir. Desaparecer del mapa.

Abrí la puerta y salí en el frío congelante. Ignoré el coche,

de hecho, ignoré el mundo. El hielo, la nieve, el viento

cortante no me incomodaba más del que lo que

acontecía dentro de mí. Yo estaba hueco, vacío y solo.


Que merda! Creí todo el tiempo que ella estaba sólo

magoada, y bastaría llegar un poco más cerca, sólo más

un paso, y Melissa sería mi otra vez. Yo no entendía.

Como aquello pudo acontecer?

Yo dijo que ella era mía y recibí su confirmación,

entonces por qué 189

ella escogió partir? Porque yo no tengo nada de interesante para

ofertar a ella. Dinero no es nada. Promesas no son capaces de

traer seguridad. Placer jamás conseguiría prenderla a mí. Melissa

merecía muy más del


que algunos momentos a mi lado. Ella merecía una vida plena,

con amor, dedicación, comprensión, companheirismo…

Merecía formar su propia familia, con alguien que no tuviera un

pasado tan sucio, una vida obscura y un futuro incierto. Ella

estaba casada con una persona que la amaba, que era capaz

de darle una familia y un futuro feliz y acogedor.

Cuando me di cuenta yo ya estaba en medio del camino.

Mis pasos continuaban fuertes, firmes y seguros. Yo

miraba para el frente sin preocuparme en cómo todo se

resolvería. Quería sólo llegar a algún lugar donde

consiguiera esconderme del frío y del mundo. Pero

adónde? No pasaría mi vida lamentándome. No era justo.

Yo tendría

que seguir enfrente. Sin embargo no volvería para

Tanya, muy menos para aquella casa, ni permitiría que

mi vida continuara girando en función de aquel juego

nojento. Yo iría aunque. Recomenzaría. Construiría una

vida nueva. No llevaría nada. Sólo continuaría andando

hasta encontrar un autobús, camión, navío, avión,

cualquier cosa que de ese un nuevo rumbo mi vida.


Vendré la derecha, encontrando una vía movida. La nieve no

impedía que las personas siguieran su camino. Yo estaba

sintiéndome pésimo, cansado, mojado y necesitaba con

urgencia de un café o de una bebida capaz de aliviar mis

pensamientos. Anduve dos más quarteirões y encontré lo

que buscaba. Pasé pela portaría. Sin mi coche yo era sólo

más una persona en el mundo. El porteiro no hizo su

reverencia, creo que ni me reconoció. Él daba atención a

una moça que le pedía alguna información. Caminé hasta la

recepción. La enfermera no era a de siempre, pero como

podría? Nunca había visitado mi padre en una


lunes. La mujer levantó los ojos con nostalgia y me encaró,

después su expresión cambió y ella sonrió livianamente.

Tuve ganas de revirar los ojos, pero no lo hice y me vi

retribuindo su sonrisa.

Ћ Necesito visitar mi padre – ella

parpadeó. – Maximus Carter – ella parpadeó

diversas veces y después balanceó la cabeza

concentrándose en algunos papeles su frente.

Ћ Oh, sí! Disculpe! Sr. Carter, no es eso?

Ћ Sí. Robert Carter – ella me

pasó un papel y aguardó mientras yo firmaba mi

entrada.

Ћ No es muy común visitas el lunes por la mañana.

Ћ Imagino.

Ћ Pero su padre ya recibió dos hoy – encaré la


moça, curioso.

190

Olívia debería estar en la empresa y no visitando mi

padre. – Una moça, cabellos castanhos y largos,

déjeme ver – buscó en sus papeles. – Aquí está.

Melissa Simon – cogí el papel en la mano de ella sin


preocuparme con su reacción. Era la letra de Melissa,

pero ella había firmado Simon y no Bailey.

Ћ Melissa estuvo aquí? Lo que ella

quería? – la enfermera pareció asustada. Hube Podido,

yo parecía un loco. Pasé las manos por los cabellos,

devolviendo el papel. – Con quien ella conversó?

Ћ Yo… Yo no sé Sr. Carter. Conferí la

lista de restricción para las visitas y el nombre de ella

forma parte del grupo seleto autorizado para…

Ћ El nombre de ella forma

parte? Como así? Quién autorizó? – quedé

nervioso.
Mitad de mí ansiaba para subir y conferir se estaba todo bien con

mi padre, a otra me decía que Melissa, aún habiendo

hecho todo, era la persona que yo más confiaba en la faz

de la Tierra. Pero yo sabía que el nombre de ella no

estaba en la lista. El propio nombre de Tanya no estaba y

ella aún era mi esposa. Entonces cómo ella consiguió subir?

- Quiero conversar con el médico del plantão. Avise que Robert Carter

lo aguarda en el cuarto de mi padre, ahora mismo! –

mi tono autoritário no dejaba márgenes para que ella

siquiera pensara en no cumplir mi orden. Sin contar

que ella debería saber lo cuánto yo era importante

para el mantenimiento de aquel hospital.

Ћ Señor, yo… El nombre de ella…

Ћ El nombre de Melissa Simon

no estaba en la lista. Como él fue parar allá poco

me importa!

Ella corrió los ojos para el ordenador. Yo sabía lo que hacía.

Buscava una forma de garantizar que el error no había sido

de ella. No me importó. Di la espalda y partí en dirección al

cuarto de mi padre. Cada segundo dentro de aquel


ascensor parecía una eternidad. Cada paso que me

separaba de mi padre parecía tirarme en el infierno.

Puta que pariu! Lo que Melissa pretendía? Ella no sería capaz de…

No ella no sería y punto final. Por otro lado aquella historia

estaba muy extraña y yo necesitaba averiguar de cerca. Entré

en el cuarto como una bala y de inmediato no encontré nada

diferente que pudiera llamar mi atención. Con dos pasos yo

conseguí verificar que mi padre continuaba con el mismo

cuadro del día anterior. La misma frecuencia cardíaca, él

inmóvil respirando por aparatos, la piel más blanca del que ya

fue posible
prever. Él estaba muriendo.

Era difícil estar allá. Dolía no poder hacer nada,

haber que asistir a aquello todo sin poder ayudarlo.

Dolía principalmente saber que yo deseaba la suya

191

muerte. No por no amarlo, pero principalmente, por no

soportar más verlo vegetando, día después de día, ,

luchando con una fuerza imposible de ser imaginada,

para quê? Para permanecer allí? Inerte de aquel jeito? Mi

padre no merecía aquello. Si era cierto aunque las

personas en coma son capaces de saber lo que acontece

a su redor, mi padre vivía un infierno prendido a aquel

cuerpo inmóvil por tantos años. Si al menos yo

consiguiera cumplir con mi promesa.

- Yo no puedo más, padre – las palabras quemaron en mía

garganta. Me sentí débil, egoísta, un traidor. El más

correcto era vengar mi padre quitando Tanya de

combate, pero de donde quitar fuerzas para

continuar? – Melissa…

Ћ Sr. Carter? – un hombre alto, calvo

y flaco, muy flaco, entró en la sala vistiendo el jaleco


del hospital. Llevaba en las manos una prancheta. Él

parecía ansioso y sudaba, lo que era extraño para un

día tan frío y en un hospital mantenido en la más baja

temperatura posible a causa de los pacientes. – Soy el

Dr. Robinson, respondo por este plantão. Fui informado

que el señor deseaba hablar conmigo.

Ћ Melissa Simon – él me miró curioso. – Ella estuvo


aquí hoy.

Visitó mi padre – continuó mirándome con atención,

como si no entendiera lo que yo decía. – Necesito saber

lo que ella quería aquí ya que el nombre de ella nunca

estuvo en la lista de visitas permitidas.


Ћ Discúlpeme, Sr. Carter, pero

nadie además del señor visitó su padre hoy.

Ћ La enfermera me habló de la visita de

Melissa Simon, hoy por la mañana. Está registrada su

entrada, basta buscar en sus archivos.

Ћ Yo entiendo – miró para fuera. – Pero

puedo garantizar que su padre no recibió ninguna visita hoy.

Hubo una empeora en su cuadro anoche y necesitamos

retirarlo del cuarto. No alertamos la familia por tratarse de

una situación controlável, pero su padre pasó la noche y la

mañana en la UTI, hasta términos certeza de que estaba

todo bien. Para hablar la verdad, ha exactos quince minutos

que lo trajimos de vuelta al cuarto.

Ћ Pero entonces…

Ћ Si alguien consiguió subir, con certeza no lo


encontró. Vamos

alertar la seguridad del hospital y averiguar lo que aconteció

con la lista de visitas. El señor me gustaría prestar una

queja? – quedé bastante alarmado. No por la situación de mi

padre. Aquello acontecía a menudo, pero por el hecho de


alguien consiga burlar el sistema del hospital e incluir su

nombre en la lista. Más aún por ser Melissa esta persona.

Ћ No. Sólo me gustaría que el

nombre fuera retirado de la lista y que quedara

claro que nadie más puede tener acceso a mi

padre.

192

Ћ Ciertamente, señor.

Ћ En cuanto al estado de él…

Ћ Normalizado. El tiempo de él está

agotando. No sabemos hasta cuando conseguirá

agarrarse la vida, como el señor ya sabe.

Ћ Sí, yo sé. Necesito ir. Gracias! - salí del cuarto ya


con el celular
en la mano. Tom atendió en el segundo toque.

Ћ Quiero la grabación de las

cámaras de seguridad del hospital. Quiero las

imágenes de la entrada, del ascensor y de acceso al

cuarto de mi padre, y quiero para ayer!

Ћ Por el visto las cosas no andan muy bien – Tom


no me gustaba

cuando yo necesitaba ser ríspido, pero no había espacio para amenidades.

Ћ Melissa estuvo en el

hospital, Tom, y consiguió la liberação para

visitar mi padre.

Ћ Fue? – él quedó un poco alarmado. – Como usted


supo de eso?

Ћ Yo estoy aquí. Acabé de

quedar sabiendo. Necesito saber lo que ella hizo y

lo que quería, ya que no consiguió encontrarlo.

Ћ Usted está en el hospital? –

quedó aún más alarmado, dejándome

aborrecido.
Ћ Merda, Tom! Haga lo que

mandé. Quiero las imágenes de Melissa.

Quiero saber lo que ella hizo y para donde fue?

Ћ Todo bien? Donde puedo encontrarte? –

miré alrededor mientras aguardaba el ascensor. Yo no hacía

idea de para donde debería ir. Estaba sin coche, cansado y

con hambre. Conferí las horas, pasaba del mediodía.

Ћ No sé aún. Voy a buscar

algún lugar para comer. Así que conseguir lo

que pedí me avise.

Ћ Correcto! va a ser muy fácil, entonces piense


inmediatamente donde nos encontraremos

– había cierta ansiedad en su voz que

me dejó alerta. - Algún problema?

- No. Sólo quedé imaginando lo que Melissa estaría

haciendo en el hospital un lunes cuando debería

estar en el trabajo.
Ћ Yo no sé – perdí la paciencia

y decidí optar por las escaleras. – Pero era la

letra de ella en el cuaderno de registro.

Ћ Muy extraño! Mis hombres pueden estar errados,


pues ahora a

poco confirmé la presencia de ella en la empresa. Si no me engaño, ella llegó

por la mañana bien cedo y no hubo registro de su salida. Preciso averiguar

esta información.

- Puta que pariu!

Era más un problema. Uno más para formar

parte del mar de problemas que era mi vida.

Que merda era aquella?

Ћ Yo entro en contacto – y

desconecté así que alcancé el salón 193

principal.

Salí del hospital sintiéndome un poco perdido. Lo que yo debería

hacer? Si Melissa estaba en la empresa yo debería

confrontarla, sin embargo no estaba preparado para

encararla tras todo lo que aconteció en la noche

anterior. No, yo no estaba. Prefería sumir a tener que


mirar en los ojos de ella y constatar que era todo

cierto.

Aún hambriento continué andando. Necesitaba colocar los

pensamientos en orden y decidir lo que hacer. Lo que

Melissa quería en el hospital? Cual era el plano de ella? Por

qué envolvía mi padre? Impossibilitado de continuar

luchando contra la nieve que volvía a castigar la ciudad,

entré en el primer lugar que encontré. Un restaurante común,

sin lujo o cualquier garantía de calidad. Miré para su interior.

Dos personas comían en sus biombos. El olor de grasa

impregnaba el local. Las luces acesas indicaban que ellos

preveían una larga permanencia debido


Ћ nevasca. Senté el más próximo

posible de la ventana y probé mi mano en la madera

oscura de la mesa. Estaba gordurosa también.

- Lo que va a querer? – la garçonete gorda, cabellos bobinados para

cima y una maquiagem que la dejaba aún más terrible,

me encaraba con atención y espanto.

Debía ser extraño un hombre como yo en un lugar como

aquel. Pensando bien, mi estado no era de los mejores. Yo

estaba mojado, la barba por hacer y una cara nada amable

indicando el poco interés en hacer nuevos amigos. Confieso

que no tuve coraje de pedir nada para comer. Si fuera un

poco más sensato no bebería ni agua del local. Lo que un

establecimiento como aquel hacía en un lugar tan

sofisticado? O yo estaba tan perdido en mis pensamientos

que no presté atención en la dirección que estaba siguiendo?

- Lo que tiene que bebida?

- Uísque, licor, vino, cerveza, agua – la voz ronca

y el audível pigarro alertaba el hecho de ella ser

una fumadora.
- Cuál uísque usted tiene? – ella rió

pigarreando aún más. – Deja para allá, traiga

lo que tenga.

Miré para fuera y busqué algún detalle. Accioné mi celular y

verifiqué adónde me encontraba. Era fácil. Sólo necesitaba

accionar mi GPS y coordinarlo con la señal del celular y pronto,

localización perfecta en segundos. Mandé un mensaje para

Tom, con mi localización. Luego enseguida la mujer trajo la

bomba que llamaba de uísque. Ponderei. Quedar borracho no

era una buena opción cuando la bebida en cuestión era de

calidad dudosa, por otro lado, quedar de cara limpia en medio

a todo lo
que yo tenía vivenciado en las últimas horas era

muy peor. Tal vez sólo 194

relajar fuera posible, si yo no me dejara llevar por el

uísque vagabundo que ella me servía como se fuera la

mejor de todas las bebidas del mundo. Ya estaba en el

cuarto vaso y mi mente comenzaba la no funcionar muy

bien. El hambre había pasado, dejando en su lugar la

pésima sensación de ser corroído por dentro, ahogando en

bebida, pero yo aún no estaba borracho. El frío me

congelaba. Hube Podido, mi casaco estaba mojado, así

como mis pies y calzas.

La falta de información me atormentaba. Lo que Melissa

estaba haciendo en aquel momento? Conferí las horas,

pasaba de las tres de la tarde y nada de Tom. En cuál

infierno el desgraciado había si metido?

La mujer llenó mi vaso. Conseguí sonreír agradecido por ella

estar contribuyendo para mi demencia mental. En poco tiempo

Melissa estaría en casa, de vuelta para los brazos del marido,

tras pasar la noche trepando conmigo. Ríe solo pensando en

mi capacidad de tener aquel tipo de pensamiento sobre la

mujer que yo amaba. Pero no podría amar más. Donde Tom


estaba? Merda! Conecté para él y no completaba. La merda

del celular estaba fuera del aire otra vez. Maldita nieve! Fue a

finales de la quinta dosis que ella llegó. A principio yo no

presté atención en la entrada de alguien en aquella espelunca

en medio a una tempestad de nieve. Mi cabeza no estaba

ayudando muy y yo sólo pensaba que debería invadir aquel

apartamento y exigir de ella una postura más corajosa. Exigir

una explicación para su visita a mi padre y saber como

consiguió insertar su nombre en la lista de personas

permitidas. Yo quería
confrontarla con el coraje que sólo la bebida me

daría, ya que cerca de Melissa Simon yo no

conseguía ser nada.

La moça, Carol Garcia, la rubia de los senos lindos y

cuerpo perfecto, que dejaba claro que iría para mi

cama en el momento en que yo quisiera, sentó a mi

lado y sonrió encarándome. Sonríe de vuelta y

balanceé la cabeza sin creer cómo ella conseguía

estar siempre en los lugares donde yo menos

necesitaba de sus servicios y en los momentos en que

mi única gana era sumir.

Ћ Lo que hace aquí, Carol? – ella sonrió otra vez.

Ћ Estoy protegiéndome de la

nieve y del frío. Intentando llegar en casa

antes que el tiempo empeore.

Ћ Usted no debería estar en

el trabajo? – lo que estaba aconteciendo con

las mujeres de aquella empresa?

Ћ Debería – mordió el labio inferior y encogió los


hombros,
afrouxando un poco el tejido del decote y dejando transparecer el

volumen de sus senos. Llamó mi atención. La mujer era sexy y

sabía que era.

– Yo estaba en una consulta médica. No vi su

coche allá fuera. 195

- Él no está allá – bebí el restante del uísque y

llamé la mujer para servir la última dosis.

- Puedo darte una carona, Sr. Carter – había algo

más en aquella sonrisa. Una invitación que no

dejaba dudas. – La noche va a ser fría y yo puedo

llevarlo adónde desear.

- Srta. Garcia, lo que exactamente usted quiere decir con

eso? – pensé en Tom y en el cuánto él estaba tardando,

sin embargo nevava muy y él


podría fácilmente haber quedado preso en algún lugar.

- Lo que el señor desea que yo diga? – y se inclinó un

poco más para frente. Mi cabeza giraba dejándome tonto

y enjoado. Yo quería poder rechazar la invitación, sin

embargo confieso que transar con una mujer atractiva

como aquella podría ser una forma de extravasar mi

dolor. Yo estaba de vuelta a mi mundo entonces.

Ћ Exactamente nada – sin pensar en

cuidados o encantos para crear una situación, estiré la

chica beijando-a inmediatamente. Ella retribuiu el beso

con ardor, pegando su cuerpo a mi de la manera que era

posible. Acaricié su espalda, sintiendo los músculos firmes

y trabajados. Un cuerpo perfecto en una mujer linda, era

todo lo que yo necesitaba, pero imaginaba no necesitar.

Melissa tenía que pasar a formar parte de mi pasado. Esta

era mi promesa, y como un grande pagador de promesas

que yo era, cumpliría con mi parte, ni que tuviera que

tener una mujer diferente cada noche.

La idea de haber que olvidarla me dejó aún más furioso. Por

eso apreté Carol junto a mí, profundizando nuestro beso y,

sin me importar con el local, dejé que mi mano acariciara su


muslo, subiendo de manera a llevar su vestido junto,

ganando espacio en su piel.

Ћ Sr. Carter – él me impidió deshaciendo nuestro


beso, aún

ofegante.

Ћ Robert – aquello todo no paraba de

acordarme de Melissa. De nuestro comienzo, de su

resistencia, de la lucha contra el deseo. De la

mi insistência en hacerla más íntima al pedir para llamarme

por el nombre. Merda! No era Carol quien yo quería. Pero no

desistí. Descendí míos


labios en su cuello, cogiéndola con firmeza.

Ћ Robert, tranquila! Estamos en público.

Ћ Vamos a salir de aquí – yo quería en verdad

acabar inmediatamente con aquello. Borrar y poder olvidar un

poco todo lo que me aguardaba. Levanté y dejé algunas notas

sobre la mesa. Cogiendo Carol por la mano, salí de aquella

espelunca y paré del lado de fuera sin saber para donde

deberíamos ir.

Ћ Mi coche – ella dijo aún sin aliento por nuestra


salida tan

abrupta. – Aquel – apuntó para un coche blanco casi

escondido pela 196

nieve que caía cada vez más intensa. – Yo dirijo – no

cuestioné. No hacía idea de donde podríamos ir. Muy

menos aceptaría asumir el volante teniendo conciencia de

que estaba borracho el suficiente para matarme o matar

alguien en el tráfico. – Para donde debo llevarlo? – ella me

miró así que entramos en su coche pequeño, aunque

nuevo y confortable. - Para donde usted sea – ella sonrió y

dio partida.
Quedé observando la mujer con quien yo transaria en

pocos minutos. Linda! Parecía fuerte y decidida. Nada en

ella indicaba miedo o inseguridad. Sin embargo, yo no

conseguía encontrar en mí la motivación necesaria para

continuar. Pero yo iría hasta el fin. Transaria con Carol y

en la noche siguiente con quien más apareciera, hasta que

Melissa se hiciera sólo un recuerdo. Como había devuelto

las acciones, probablemente no permanecería en la

empresa. Mejor así.

Merda! Yo había quemado el documento que indicaba ser

otra vez el dueño de las acciones. Droga! Tendría que

conseguir aquel documento de vuelta. Puta que pariu! Y si

ella volviera atrás? Y que motivos ella tendría para hacer


eso? No fue la prueba que halló adecuada para confirmar su

decisión? Sólo si… No. Yo no debería tener más ese tipo de

pensamiento. Melissa tomó la decisión de ella y yo tendría

que cumplir con mi parte del acuerdo.

Ћ Llegamos – me asusté cuando

Carol habló a mi lado. Había me olvidado

completamente de ella. Estaba absorto en mis

pensamientos, la Melissa Simon, o Bailey, el infierno

que fuera. – Mi casa. Espero que no le importe.

Pude identificar el barrio, el mismo quarteirão que el mío. Extraño

para una persona que trabajaba para mí en un cargo

de más pequeño escalón. Extraño para quien

necesitaba trabajar siendo tan joven y posiblemente

con posesiones.

Ћ Usted vive aquí? – ella sonrió ampliamente.

Ћ Legal, no?

Estreché los ojos queriendo identificar el motivo del disparo de mi

sensor de alerta disparar, inmediatamente imaginé

ser por estar tan próximo a casa y de Tanya, lo que

burlaba descaradamente sus reglas. Sonríe


saboreando esta parte. Tanya que fuera para el

infierno. - Sí. Yo me gusta de aquí.

Entramos en el edificio muy elegante, como todo en

aquel barrio. Ella saludó el porteiro que la recibió con

familiaridade, y entramos en el ascensor. Sin querer dar

más vazão a mis pensamientos broxantes, estiré Carol

para mis brazos y otra vez exigí sus labios. Ella parecía

no estar tan relajada y la gana cuanto estaba en el

restaurante. Para hablar la verdad, a pesar de retribuir

el beso y de no me censurar por avanzar tanto 197


la señal, ya que mi mano inmediatamente corrió

para su bunda, ella no parecía querer lo que

hacíamos.

La puerta del ascensor abrió y la chica

inmediatamente se alejó. Fue un alivio visible para

ambas partes y un tanto cuánto embarazoso, ya que

yo tampoco estaba queriendo muy lo que sabía que

debería querer. Ni aún una ereção decente yo tuve.

Sólo un principio de ereção causado más por la gana

de verme libre de las amarras que me conectaban la

Melissa, del que por el tesão en sí.

Carol vasculhou la bolsa en búsqueda de las llaves. Casi di una

disculpa y fui aunque. No iba rolar, yo podía sentir, y antes

que se hiciera algo realmente embaraçoso, era mejor yo

inventar una disculpa y partir. Ella mordió el labio inferior e

hizo una mueca en el momento en que quitó las llaves de la

bolsa. Después me miró y sonrió. Sin que yo esperara,

avanzó sobre mí y me beijou fervorosamente.

La chica sólo podía ser bipolar. Una hora ella demostraba no querer

y en la otra parecía una loca ansiosa para llevarme para cama.

Si es que llegaríamos hasta la cama. Ok. No era muy fácil


dejar pasar una mujer como la Carol. Si yo me concentrara en

ella y sólo en ella… Decidí que merecería la pena intentar. la

abracé y dejé que nuestro beso se profundizara. Para ayudar,

corrí mis manos por su cuerpo, quité las llaves de su mano y,

sin dejar que el calor del momento cediera más una vez, abrí

la puerta y me lancé con ella en mis brazos para dentro del

apartamento oscuro. Apenas la puerta batió atrás de nodos

dos, sentí un dolor agudo en mi cuello. Un fuerte temblor

dominó mis miembros y yo caí sin conseguir amortiguar mi

caída. En el oscuro del ambiente, antes de borrar de vez,


Ћ que además de Carol, había más

un par de piernas femeninas que corrían en mi

dirección. Y entonces yo borré.

198

CAPÍTUL

O 20

- Merda! – hablé por la milésima vez desde que

Dean había alcanzado Robert con su pistola de

choque. Mi gana era de esmurrá-lo. - No sea

dramática, Melissa! – Dean arrastraba Robert por el

pasillo que interligava los apartamentos. Carol lo

ayudaba visiblemente irritada.

- Usted es un idiota, Dean. No era necesario – yo

los seguía atenta a Robert y sus posibles

reacciones.

- No era necesario?

- Usted es un idiota – Carol resmungou. Ella no

había le gustar la reacción celosa del novio. –

Eso fue infantil!

- Él estaba agarrándote!
- La idea era esa! – ella evitaba entrar en un conflicto mayor

con el novio, sin embargo el hecho de Dean haber dejado la

emoción dominarlo y alcanzar Robert con un choque sólo

alejarlo de ella, tras haber concordado con lo que planeamos,

era absurdo demás. – Usted no puede estropear todo.

- Yo no estropeé. Él está aquí, no está? Sólo borré

lo cara. Va a ser muy más fácil cuando él

despertar y el alcohol no dominar tanto su mente.

- Vaya a la merda, Dean! – provoqué. – Y de la próxima vez que


usted

apuntar una arma para mi novio yo voy a tirar en

usted, entendió? – él rió y balanceó la cabeza.


Arrastramos Robert por los apartamentos. Carol vivía en el

apartamento más distante de mi, justamente para evitar

que Tanya hiciera cualquier asociación. En determinado

punto Bruno compareció para ayudar, quedando más fácil

remover mi novio. Luego él estaba acostado en mi cama.

Retiré sus zapatos mojados, y con la ayuda de Bruno,

conseguimos librarlo de las ropas que estaban en el mismo

estado. Robert con certeza no quedaría nada satisfecho

con lo que hicimos, pero era necesario, o él cogería un

resfriado.

Cubrí su cuerpo con una manta gruesa y caliente.

Todos me observaban. Yo sabía que se Robert

estuviera en su perfecto estado ya estaría

despertando, pero como había andado el día entero

sin destino correcto, sin alimentarse y y encima,

borracho, el efecto del choque sería más prolongado.

Ћ Vamos a dejarlos a sós –

Dean habló ya estirando Carol para fuera del

199

cuarto. Me sentí inquieta.


Ћ Como así? Vosotros vais salir y dejarme

aquí sola con él? – Bruno dio su tradicional sonrisa

indecente e idiota a la vez.

Ћ No queremos asistir al espectáculo. Necesito hacer


mi propio.

Ћ Calla la boca, Bruno! Eso es serio. No

sabemos como él irá a reaccionar. Yo estaba aún temerosa. Me

gustaba repetir para mí misma que Robert nunca sería capaz

de hacerme algún mal, sin embargo, en las actuales

circunstancias, era imposible prever cualquier cosa. Y si él no

aceptara mis justificaciones? Y si no creyera en todo lo que yo

acabé descubriendo? Y si tras estar con Carol descubriera que

no me
amaba más? Merda! Merda! Merda! Yo no podía

enfrentar aquello todo sola.

Ћ Si quisiera yo puedo quedar

para dar una forcinha – Dean colocó la mano en la

pistola de choque, indicando que tipo de ayuda me

daría. Casi pulei en su cuello y arranqué su cabeza

fuera.

Ћ Fuera de aquí, Dean! Yo me

vuelco sola. Y mi amenaza aún está de pie – él

reía, pero Carol me miró de cara cerrada. Mejor.

Yo no me gustaba mismo.

Ћ Tiene certeza? – miró para mí y esta vez pareció


verdadero. -

Seria Miel. Yo puedo quedar si usted quiera – pronto.

Era lo que faltaba para Carol odiarme aún más.

Ћ Melissa necesita de privacidad,

Dean. Ella y Robert van a intentar acertar sus

señaladores. No es necesario un ex-novio enmedio

para apaciguar las cosas – ella mantenía la mano

firme en su brazo, en una actitud de posesión.


Ћ Todo bien! Todo bien! Yo consigo hacer

eso – miré para Robert que continuaba borrado, ajeno a

todo lo que acontecía en el mundo real.

Ћ Tiene certeza?

Ћ Dean! – Carol resmungou y su novio hizo una


mueca de

disgusto. Bruno rió y caminó en dirección de la puerta.

Ћ Veo vosotros en dos días – sonrió y parpadeó


para mí.

Ћ Dos días? No combinamos que

mañana reuniríamos su familia para contar la

verdad? – su sonrisa quedó aún más ancho.

Ћ Tiene razón. Olvidé que usted y Robert

no pueden ser llevados a serio. Aún tras tres meses. No

será brutal, si es que usted me


entiende – estrechó los ojos encarándome.

Ћ Ok, Bruno. Me hace un favor? –

él inclinó un poco la cabeza, curioso con mi falta

de aborrecimento por sus palabras. – Vaya a la

merda!

Así que ellos salieron yo comencé a sentirme

la peor y mayor de 200

todas las cobardes. Como iría a iniciar aquella conversación?

No podría decir “Robert, fue todo hube mentido. Yo amo

usted!” y creer que él pularia de alegría y me cubriría de

amor. No. Yo conocía muy bien mi hombre para saber que

con él acontecería en consonancia con las expectativas.

Resolví seguir el mayor de los consejos que mi madre ya me

dio: nunca converse con un hombre antes de él comer.

Estómago satisfecho, hombre perfecto. Correcto. Era mejor

preparar alguna cosa para él.

Fui hasta la cocina. La casa toda estaba silenciosa y oscura.

Comencé a preparar un sanduíche frío de pecho de pavo con

crema de ricota. Lleve y suficiente para calmar la fiera. Jugo de

naranja tal vez fuera una buena pedida. Principalmente si él

despertara con la ressaca prometida por la cantidad de alcohol


ingerida. Volví al cuarto. Él ya comenzaba a menearse. Coloqué

todo en la mesita de noche y reculé receosa. Robert volvió a

quedar quieto.

Ћ Melissa – quedé tensa. Todos mis músculos se


retesaram. Pero

él nada dijo. Con más atención percibí que aún dormía. Mi

corazón aceleró al constatar que él pensaba en mí. Quería

poder acostar a su lado y abrazarlo. Decir que estaba todo

bien. Robert parecía tan frágil, encogido debajo de aquella

manta como un niño carente. – Merda! – y todo mi miedo

volvió. Él hizo una expresión de furia. – Yo voy a matar


usted!

Ok! Era el suficiente para mí. Levanté apresuradamente, entré en

mi closet, cogí un cuaderno de signaturas y una

plumilla. Pensé que mi cobardía podría empeorar todo,

pero dejar Robert solo por un tiempo tal vez lo

ayudara a calmarse un poco antes del que yo iría a

revelar. Todo bien. Tal vez sólo empeorara más, sólo

que yo no quería quedar allá para verificar. “Robert,

antes de cualquier cosa, aliméntese. Su cuerpo no va

a soportar todo lo que necesito te cuente si no

estuviera por lo menos alimentado. Tiene ropas suyas

en mi closet. Cuando esté pronto yo retornaré.

Ps.: La puerta está trancada.

Siempre suya,

Melissa”

Yo era una cobarde. Admito. Principalmente tras oír sus

últimas palabras. Salí del cuarto, tranquei la puerta,

guardé la llave cuidadosamente en mi bolsillo y fui

hasta el QG. Tom estaba allá, mirando atentamente las

imágenes del hospital. Todos nodos estábamos tensos

con lo que hubimos acabado de descubrir. La crueldad


y locura de Tanya estaba llegando a un nivel

insustentável. Infelizmente nada podíamos hacer en el

momento, a 201

no ser alerte Robert y la familia. Sería complicado

explicar para la policía de que forma conseguimos

aquellas imágenes.

Ћ Y entonces? – Tom me miró sorprendido.

Ћ Usted no debía estar con

Robert? –retornó su atención para la pantalla

delante de él. La misma imagen se repetía sin parar.


Ћ Él aún está durmiendo – hallé

mejor omitir la información de que mío ex-amante

había amenazado matarme, aún inconsciente. – Sólo

estoy checando a cuantas anda esta historia.

Ћ Complicado. Aún no conseguimos descubrir el


nombre de la

substancia que ella inyecta en él, por eso no sabemos cual es su objetivo.

Con certeza cosa buena no debe ser.

Ћ No podemos colocar en la ficha

de él un examen de sangre más específica? Hacer

con que las enfermeras piensen que fue el médico

quien solicitó?

Ћ Sí, podemos. Pero no servirá

como prueba. Robert va a querer investigar eso

más a fondo. El mejor es aguardar que él

despierte para decidir cual el mejor camino.

Ћ Robert puede no aceptar colaborar con la


gente – él me miró y

sonrió. Después balanceó la cabeza y volvió a mirar la

pantalla, aproximando el máximo la imagen en que la

mujer quitaba la seringa del jaleco.


- Robert es loco por usted, Melissa. Aunque él estuviera contra

todo lo que estamos haciendo, no dejaría escapar la

oportunidad de estar a su lado más una vez.

Yo quiso creer en sus palabras. En verdad, hasta creía, sólo

no creía que sería tan fácil cuánto él decía. Sin contar

que con tantos problemas, Robert tal vez no quisiera

pensar mucho en nuestro relacionamiento y sí en una

solución contra la esposa de él.

- Tiene razón. Yo voy a verificar cómo él está – e inmediatamente

comencé a temblar. Me abracé frotando los brazos, alejando

la sensación ruim que me invadía. Era mejor encarar

inmediatamente de frente mi problema,


porque quede posponiendo no resolvería nada. – Hasta mañana.

- Hasta mañana, Melissa.

Dejé Tom con su investigación y salí en dirección al cuarto. Paré

frente a puerta y aguardé para tener certeza de los

movimientos del lado de dentro. Nada. El cuarto estaba en

silencio. Respiré fondo y destranquei la puerta. Todo aún

estaba oscuro, como yo dejé. Di un paso así que percibí el

volumen sobre la cama, pero fui agarrada y arremessada

para dentro así que comencé a relajar. Puta merda!

Ћ Donde yo estoy? – él gruñió

atrás de mí, prendiendo mi brazo para tras. – Lo

que usted hace aquí? Lo que aconteció?

202

Ћ Robert! – gemí de dolor y

sorpresa. Él no estaba jugueteando. La

amenaza era real.

Ћ Que merda es esa, Melissa? Lo que usted está


pretendiendo? –una de

sus manos presionaba mi brazo para tras mientras a

otra apretaba mi cuello.


Ћ Suélteme! Usted va me machucar –

las lágrimas ya comenzaban a caer. Yo no conseguía

creer que él sería capaz de agredirme.

Ћ Lo que aconteció?

Ћ Suélteme! – grité de la forma como pude y me


debatí.

Ћ Para quê? Para usted llamar

su marido? Yo mato aquel hijo de la puta, Melissa!

Puede creer que yo mato él!

Ћ Yo no voy a llamar nadie,

Robert. Usted enlouqueceu? Lo que va a hacer?

Está me machucando, droga!

Él me soltó, tirándome sobre la cama. Sólo entonces me di cuenta de


que almofadas hacían el volumen que creí ser de su

cuerpo durmiendo. Como reflejo, me encogí,

alcanzando un travesseiro y protegiendo mi barriga.

Puta merda! Estaba peor del que imaginé. Robert se

alejó y encendió la luz. Él usaba una de las calzas

jeans que conseguimos quitar de su casa, sin camisa,

descalço y sus cabellos mojados denunciaban el baño

reciente.

Ћ Usted va me explique

direitinho lo que hacía en el hospital hoy por la

mañana. Lo que usted quiere con mi padre? – sus

ojos eran pura furia. Reculé un poco más.

Ћ ES una historia larga. Por

qué no se calma? – yo quedé con tanto miedo

que mi voz casi no salía.

Ћ Ahora, Melissa! No me haga… - él

cerró las manos en puño. – Mientras era sólo conmigo

yo no me preocupé. El dolor era sólo mía y en el fondo

creí que merecía su desprecio. Siempre supo que un

día sería cobrado por todo lo que ya hice de ruim en


esta vida y que usted sería mi punición, pero nunca

voy a aceptar que envuelva mi familia en eso,

entendió?

Ћ Robert, tranquila! Por el amor de Dios,

quede tranquilo! – las lágrimas continuaban cayendo. – No va

a ayudar en nada continuarse actuando así.

Ћ Tranquila? – él gritó. – Que infierno es este? Lo que


yo hago aquí, en

un cuarto con usted? Por qué tengo ropas en su

closet? Por qué la puerta estaba trancada? Y por qué

infierno yo fui alcanzado por la pistola de choque

otra vez? Puta que pariu!

Ћ Era todo hube mentido – revelé de vez

en una tentativa de hacerlo recular. Yo estaba con la

sangre acelerada y la respiración entrecortada


debido a las emociones del momento. Robert a

principio pareció no oírme, 203

pero inmediatamente enseguida me miró con atención,

la mano en los cabellos, estirándolos para tras, sus

ojos arregalados. – Era mentira, Robert! Disculpe! – el

silencio duró lo que me pareció una eternidad. Cuando

él habló la rabia continuaba en su voz.

Ћ Lo que exactamente era una mentira?

Ћ Todo! – la palabra salió con un soluço. Cerré los


ojos y cubrí lo

rostro con las manos respirando rápidamente para recuperar

el equilibrio. – Todo, Robert! ES todo una inmensa mentira –

él continuó encarándome sin reaccionar. No parpadeaba, no

se meneaba, parecía ni respirar. – Robert?

Ћ Lo que es mentira, Melissa? Droga! – gritó. – No


juguetee conmigo.

Ћ Cuando yo fui aunque… - tragué la emoción

e intenté calmar mi cuerpo. – Yo pensaba en hacer lo que

combinamos. Encontraría un lugar donde pudiera esconderme

y daría un jeito de volver cuando usted consiguiera acabar

con Tanya. Pero Abgail descubrió que en verdad Tanya


intentaría matarme para conseguir alejarme de vez de usted.

De la misma forma ella descubrió la cuenta en mi nombre y

que usted había hecho una retirada considerable. Yo estaba

muy sacudida para entender todo por eso sólo me dejé

conducir. Abby armó todo el plan. Ella encontró Dean y pidió

ayuda. Con el dinero contrataron el equipo y cuando yo pensé

que mi mundo estaba acabado, él me rescató en una escena

digna de las mayores películas de acción. Conseguí quedar

escondida durante casi tres meses porque utilicé tres

identidades falsas, sin contar los disfraces. También conté con

toda ayuda tecnológica que Dean utiliza en suyo


trabajo: celulares que no pueden ser rastreados y

un monte de parafernália que nos ayudaron a

controlar toda la situación.

Ћ Del que… Del que usted está

hablando? – él coçou a prueba y anduvo de un

lado para el otro.

Ћ Dean y Abby consiguieron

mantener Tanya lejos de mí. Fue por eso que

usted no consiguió encontrarme también.

Ћ Lo que Abby sabía sobre eso?

Ћ Todo – él me miró

ameaçadoramente. – Ok! – respiré fondo. – Cuando yo

entré en la empresa Abby me contó una parte de su

vida. No las que ella debería aún contarme, pero…

Finalmente, ella me pidió para encontrar las pruebas

que usted tenía contra Tanya. Las que a incriminaban

en el accidente que sufrió. Siento mucho, Robert!

Ћ Usted entró en la empresa para robarme? Mi


Dios! ES

inacreditável.
Ћ No para robarte. Yo no sabía.

Ella quería las pruebas, pero no me dijo del que se

trataba, sólo que usted tenía los documentos que

ella quería. Era muy importante, sin embargo yo

desistí. Interés que desistí, Robert. 204

Cuando yo fui aunque…

Ћ Usted robó todos mis documentos. Abrió mi


cofre y

robó lo que tenía dentro de él.

Ћ Yo sólo quería…

Ћ Ok! Abby es una cretina y falsa que te escondió


de mí durante

todo este tiempo y yo soy un idiota por no percibir que

ella no era una aliada, pero lo que eso todo ha a ver con

usted visitar mi padre?


Escondieron esta boda de mí. Todo bien? Robaron lo que era

mío por mi espalda. Yo no engulo, pero la culpa es mía. Yo

no entiendo lo que usted quiere? Por qué me trajo aquí para

decir que mintió para mí este tiempo todo? Eso no es

ninguna novedad, Melissa.

Ћ Robert! – hablé un poco más

alto. – Que droga! Da para dejar de ser tan cabeza

dura? Lo que aconteció con usted? ES. Todo. Una.

Mentira. Entendió ahora? El robo, las acciones, la boda,

yo no quererte más… ES todo hube mentido!

Él paró congelado. La manos aún en la nuca, cogiendo los cabellos

un poco más compridos del que él acostumbraba usar,

los ojos prendidos en mí, la respiración pesada. Un

segundo pareció una eternidad. El aire pesaba sobre

nodos dos y yo no sabía lo que hacer.

Ћ Era mentira?

Ћ Era.

Ћ Usted y Dean…
Ћ Tanya necesita creer. Nodos

descubrimos muchas cosas y para actuar contra ella

era preciso crear toda esta farsa. Yo siento mucho.

Ћ Usted siente mucho? Mintió para mí. Tiene noción


del que fueron estos

días? No! Usted no tiene la mínima idea! – recomenzó

a andar. Llevó la mano a la boca y apretó los labios.

- Era necesario. Sé que fue difícil. Para mí también fue. Yo tuve

que asistir a su sufrimiento todos los días y aún

volver para te machucar cada vez más. Como usted

cree que fue para mí?

- Usted no sabe. Usted. No. Hace. Idea! – gritó con la voz

embargada. La mágoa que él expresaba me alcanzaba como un soco y hería


más del que cualquier cosa que encontrara de

alcanzarme. – Usted estaba aquí en su mundo,

buscando una forma de resolver esta situación. No le

importó si esta guerra era mía. Merda! Esta maldita

guerra es mía! – cerró los ojos y cogió las palabras con

rabia. – No es del Dean, ni de la Abby, ni suya.

Ћ ES suya, pero es de ellos también. Y mía. ES mi


lucha, Robert.

Ћ Por quê?

Encaré mi novio, o el hombre que yo

amaba y quería 205

desesperadamente que volviera a ser mi novio, pero no

tuve coraje de contar la verdad. No era el momento. No

mientras él tuviera tanta rabia y mágoa. Robert no

entendería. Tal vez el día siguiente, quien sabe, cuando él

estuviera más receptivo.

Ћ Porque la Abby pasó por todo aquello que

usted ya sabe y el Dean… Bueno, Dean creyó que era justo

no darte más motivos para siempre ir aunque todos los

días. Él dijo que se usted me robó de él entonces que

aprendiera a cuidar mejor de mí – sonríe sin jeito


esperando que él desistiera de pelear y quedara más feliz

por descubrir la verdad.

Ћ Yo morí todos los días, Melissa. Morí un millón de


veces viendo

usted en los brazos de otro hombre. Peor. Yo casi te

maté. Pensé en matar. Aún pienso. Pasé días soñando

con su vuelta, luchando para que eso fuera posible y

mira lo que usted hizo… Usted armó esta farsa y me

hizo creer que yo era lo ser más desprezível de la faz

de la tierra – una lágrima descendió de su ojo. Mi

corazón casi paró. - No! Robert, no…


Ћ Usted sabe lo que yo soy? Sabe lo

que yo soy, Melissa? Yo soy un hombre que pasó por

cima de todo el mundo. Yo simplemente pisé en quien

estuviera mi frente. Luché para mantener este juego

vivo. Fui infiel, desleal, corrupto. Robé, persuadí, mentí,

cogí lo que yo quería, en la hora en que quiso. Yo fui un

monstruo!

Ћ No… - mis lágrimas no paraban de caer.

Ћ Cuando usted entró en mi vida yo

vi una luz. Creí que su inocencia y pureza

conseguirían limpiar mi alma. Al parecer, yo sujei la

suya. Mira lo que usted se hizo – sus palabras salieron

con desprecio. – Por el visto yo mato todo lo que toco.

Ћ Pare con eso – imploré soluçando.

Engatinhei sobre la cama para alcanzarlo – Pare con eso.

Robert mire para mí – cogí su rostro con las dos manos

buscando por sus ojos, él desvió el mirar. - Aún soy yo.

Melissa. Su Miel – él rió sarcásticamente.

Ћ Ni tan dulce, ni tan inocente, no es mismo?

Ћ Robert, yo entiendo su dolor. Pero por favor, pare


y piense. Tanya
me quería muerta. Ella tenía pruebas horribles contra

usted. Conseguiría destruir su vida y a de su familia

también. Mi plan fue perfecto! – él rió más una vez con

sarcasmo. – Fue perfecto! Tanya en este momento está

creyendo que usted está con la Carol – sus ojos me

encararon asustados. – Carol es enamorada del Dean.

Ella también forma parte del plan – y yo sabía que él

recularía de nuevo.

- Lo que más forma parte del plan? – él dio un paso para tras aún

encarándome sin dejarme tocarlo. – Lo que más usted esconde de mí?

206
Ћ Tanya necesita continuar creyendo

que yo y Dean estamos casados y que yo no quiero

continuar con usted, como yo dejé claro en la carta

cuando fui aunque esta mañana – él cerró los ojos con el

recuerdo. – Carol está infiltrada en la empresa. No existe

ninguna forma de conectarla al Dean. Ella será su nueva…

- tuve miedo de decir lo que estaba planeado para ellos

dos. Dolía e incomodaba.

Ћ Mi amante. No es eso? Aquella moça que viene


cercándome

estos días todos, apareciendo cuándo yo menos

esperaba, siempre sabiendo dónde yo estaba. El plan es

ella ser mi amante. Y la Carol es enamorada del

Dean? – estrechó los ojos y sonrió. – Que ironia, no? –

mi sangre heló y la rabia comenzaba a brotar. Yo no

quería, pero en mi situación era imposible controlar el

genio.

Ћ Sí, la Carol – crucé los brazos en el frente del

pecho y lo encaré con firmeza. – Por quê? Le gustó la idea? Yo

arme eso todo para salvarte de las garras de la Tanya no es

una cosa interesante, pero viene esta… Esta… Esta chica,


ofertándose para usted y todo queda perfecto. Sinceramente,

Robert Carter, yo debería terminar el servicio que hice en su

nariz.

Ћ Ni un paso, Melissa Simon! – la forma como él


habló el mío

nombre, enfatizando el Simon, hizo con que mi cuerpo

helara de miedo. – Usted no está más en el mando y ni

preciso decir que merece unos bellos tapas en esta bunda.

Yo no hesitaré en hacer eso – reculé en el mismo instante.

Sin querer, mi posición submissa se reveló, haciéndome

abaixar la cabeza, un poco admito, era mejor del que

enfrentarlo en aquel momento. – Quiero saber de todo –

ordenó.

- Usted ya sabe todo – él me miró con una amenaza mortal. – Casi


todo. Quiere decir, necesitamos conversar sobre los detalles, y…

Ћ Lo que vosotros estáis

haciendo? – pasó la mano en el rostro y cerrou los

dientes. – Tanya… Ella ha tenido alucinações

con…

Ћ Sí. Nodos estamos causando eso –

sus ojos quedaron inmensos y él estiró el aire con fuerza. –

Necesitamos tener pruebas de que ella no está en su juízo

perfecto – él soltó el aire con fuerza, riendo con ironia.

Ћ Por el visto nadie en este juego está.

Ћ Robert, nodos descubrimos muchas cosas.

Ћ Yo también! – y me encaró

con dureza. – Yo también, Melissa! Y ahora no

sé más en quién confiar.

Ћ No haga eso conmigo! – era como si

mi mundo estuviera desmoronando delante de mí. Él no

me miraba más con el mismo amor. No existía más el

mismo sentimiento, la misma necesidad.

Ћ Y lo que usted hizo conmigo, no cuenta? – dio más


un paso para tras,

en dirección a la puerta. Mi corazón disparó. – Yo no sé más quién es usted,


207

Melissa.

- Robert, por favor… - intenté alcanzarlo, pero él continuó

reculando. – Yo hice eso todo por amor. Hice para salvarte.

Para salvarnos. Porque usted no consigue enxergar? – él

volvió a cerrar los ojos y pasar las manos por los cabellos,

cuando los abrió estaba más tranquilo. – Yo amo usted. Dejé

eso muy claro en la noche anterior. Yo dijo en todos mis

gestos, en mi entrega, en mis palabras. No fue el suficiente?

Él quedó en silencio encarándome. Necesité obligarme a

creer que él ponderava. Que recuperaba la capacidad de

raciocínio. No era
posible que Robert reaccionara de aquella forma.

Bueno… En el primer instante sí, pero mis

justificaciones eran lógicas. Y cuántas veces él afirmó

que me perdonaba, que no entendía pero que

confiaba en mí? Merda! Lo que estaba dando errado?

Con miedo, descendí de la cama y di un paso en su

dirección.

Ћ No! – él extendió la

mano para mantenerme alejada. – No,

Melissa!

Ћ Yo amo usted! – sussurrei más asustada del

que decidida. No soportaría más su distancia. – Yo sé que

usted me ama. No haga eso.

Ћ Aún no. Yo necesito de un tiempo.

Ћ Un tiempo? – casi morí con aquellas palabras.

Ћ ES. Necesito de un tiempo. ES todo muy


inacreditável. Yo preciso

pensar en todo antes de tomar cualquier decisión.

Ћ Robert…

Ћ No, Melissa! – fue duro y decidido

y yo sabía que mi batalla estaba perdida.


Inconscientemente, crucé los brazos en vuelta de mi

barriga. Él no desvió el mirar de mi y por eso no

sospechó de mi actitud. – Yo voy aunque ahora. La

puerta está trancada? – señalicé que no y él fue en su

dirección sin le importar conmigo. Pensé que no

soportaría asistir su partida.

Ћ Yo pensé que estaba haciendo el correcto.


Disculpe! – él paró con

la mano en la maçaneta. Permaneció de culo para mí.

Ћ Yo pensé muchas cosas,

pero nunca siquiera pasó por mi cabeza que

usted fuera capaz de eso.

Ћ Robert…
- Yo amo usted, Melissa. Quiere decir… Yo amo su pureza, o a

idea que yo tenía de ella. La inocencia que yo creía

existir en usted. La certeza de que el máximo que

toda esta merda podría alcanzarte sería siempre por

mi culpa, pero nunca por una elección suya. Yo

intenté! Hice todo lo que fue posible para mantenerte

lejos de esta podridão, por el visto usted prefirió

bucear de cabeza en esta lama. Ahora yo ni sé más

quién es 208

usted. Yo amo una mujer que no conozco. Engraçado, no

es? Tras tanto tiempo la historia se repite. Usted se hizo

una nueva Tanya.

Ћ Por favor, no diga eso –

solucei sin conseguir oír sus acusaciones. Yo no

era una nueva Tanya. O era?

Robert abrió la puerta y salió, dejándome sola con aquellas

palabras que me mataban en dosis homeopáticas.

Necesité lo seguís. Él estaba en mi apartamento y no

en el de la Carol. Era arriesgar demás dejarlo salga

por mi puerta.
Ћ Espere! – él continuó andando, como se
conociera el local,

siguiendo en dirección a la salida. – Robert espere. Por

favor! Usted no puede salir por mi apartamento.

Espere! – él paró y volcó en mi dirección. No había

como ignorar sus ojos marejados. – Usted necesita

salir por el apartamento de la Carol. Tanya…

En este momento Dean y Carol entraron en mi apartamento,

como se tuviéramos ensaiado, Tom también entró en la sala.

Robert quedó transtornado. Sin que pudiéramos evitar él fue

en dirección la Dean y le dio un soco en el rostro. Carol gritó y

yo ecoei su desesperación. Él dio dos más socos y Dean no

reaccionó, probablemente por la sorpresa, hasta que Tom


consiguió contener Robert, alejándolo de mi amigo.

Ћ Nunca más. Nunca más apunte una

merda de una arma para mí. Entendió? – la rabia que

Robert demostraba sentir estaba muy además de su

indignación por los choques. Él fue suelto y se alejó,

respirando con dificultad. – Por donde yo salgo? – nadie

respondió. Carol cuidaba del novio, yo estaba asustada

demás para reaccionar y Tom no sabía lo que hacer. – Por

donde yo salgo porra! – él gritó.

Ћ Tranquila Robert! – Tom intentó ayudar, pero fue


vanamente.

Ћ Merda, Tom! Por donde yo salgo de esta porra


de apartamento?

Ћ Yo llevo usted – Carol levantó con Dean herido,


pero recuperado.

Robert miró para ella y para el novio y acabó concordando,

como una venganza miserable. Mi corazón encogió, pero yo

tuve que aceptar.

Ћ Usted vuelve? – controlé mi rabia, indignación y


humilhação.

Ћ Yo no sé Melissa – él continuaba con rabia y no


volvió a me
mirar. – Necesito de espacio, por el amor de Dios! –

casi me encogí con la forma rude como habló

conmigo.

Ћ Vamos? – Carol salió en

dirección al pasaje. Robert a acompañó sin

pestanejar y principalmente, sin mirar para tras.

Fue como si una parte de mí muriera.

Ћ Puta merda!

Y dejé mi cuerpo caer, sacudido por el llanto.

209

CAPÍTULO 21

Mi mente era un turbilhão de ideas. Yo seguía por aquel

pasillo que curiosamente interligava un apartamento al otro, asistiendo


Carol colocar seña y recibir autorización para pasar

cuando su digital fue identificada en el panel, y entonces

me vi en otro apartamento en dirección a la salida.

Melissa, suyo lloro, sus palabras no salían de mi cabeza.

Puta que pariu! Lo que significaba aquella merda toda?

No conseguí equilibrio suficiente para cuestionarla sobre casi

nada. Lo que ella hacía en el hospital? En que parte de su plan mi padre

estaba insertado? Por qué ella tardó tanto para contarme sobre aquella

porra toda?

Puta que pariu!

Yo debería estar feliz por saber que fue todo una mentira. Que ella

no estaba casada con aquel hijo de la puta del Dean, que

por señal mereció cada soco que le di. Hijo de la puta de

merda! Lo que él hacía en aquel juego? Por qué infierno

ayudaba Melissa a luchar por mí si aún era loco por ella?

Aquella historia de permitir que la novia me sedujera no

descendía y formaba un bolo sufocante en mi garganta.

Y Melissa? Droga! Yo la amaba! Deseé noche y día que ella

volviera para mí, entonces por qué no conseguí quedar feliz

con la verdad? Por qué quería aquella distancia? Merda! Yo

no podía continuar. No mientras no consiguiera enxergar en


ella la mujer de mi vida. La Melissa que yo dejé partir no era

aquella mujer, capaz de humillarme de tantas formas

diferentes sólo para conseguir alcanzar su objetivo.

Merda! Pero ella hizo aquello por mí. Por

nodos dos. Fue todo para mantener Tanya

alejada.

Que droga! Será que ella no sabía que lo que hizo colocó

todo el mundo en riesgo? Sólo el hecho de ella haber

quedado con las acciones podría haber hecho


Tanya actuar de manera muy peor. Ser atropelada de

forma tan violenta no fue el suficiente? Nunca

conseguimos una prueba que relacionara Tanya al

crimen. Melissa era tan burra!

Ella era burra! Una niña idiota que creía ser capaz de

vencer aquella guerra. Puta. Que. Pariu! Yo pasé meses

esforzándome para mantenerla segura y lo que ella

hacía? Simplemente aparecía como se pudiera

enfrentar Tanya de igual para igual.

Por qué yo fui aunque? Era preciso quedar y

saber más. Sepa lo que 210

ellos hacían, lo que tenían, lo que pretendían…

Quería poder abrazarla y creer que todo quedaría

bien. Pero aquel no era el momento. Yo necesitaba

de tiempo y espacio.

Ћ Yo sé que parece muy confuso a la

primera vista – la chica que caminaba mi frente quebró el

silencio así que destrancou más una puerta de acceso a

otro apartamento, este un poco más pequeño y más

simple que los demás. – Estamos muy bien equipados,

Robert. Nuestro esquema es perfecto. Dean… - hizo una


mueca de disgusto como si no estuviera totalmente en

consonancia con la implicación de su novio en aquel

esquema. – Él sabe lo que está haciendo. Va a ser ruim

para usted oiga lo que voy a decir, pero nuestro equipo es

la mejor que usted puede tener en una situación como

esta, además del que, su propio equipo trabaja con

nosotros ahora.

Paré sin creer. Yo no podía confiar en más nadie. Ni

conseguía entender más quién yo era en medio de

aquella merda toda y lo que debería hacer. Quién eran

mis reales enemigos.


- No somos sus enemigos – me espanté con la facilidad que ella

tenía en leer mis expresiones. – Melissa y Abby quieren librarlo

de Tanya. Cada una con su propio motivo, es claro! Pero en el

general, las dos luchan del mismo lado, que es el suyo - ella

caminó hasta la puerta de salida del apartamento. – Piense

bien sobre lo que estamos haciendo. Si acepte continuar, yo

seré su nueva amante, entonces siempre que quiera ver

Melissa o resolver cualquier cosa relacionada a este plan,

necesita entrar por esta puerta – Carol retiró una llave del

bolsillo y me entregó. – Esta es su copia. Usted siempre tiene

una, no? – sonrió tranquilamente. – Y este es el aparato que lo

hará entrar en contacto con cualquier persona de nuestro

equipo, incluyendo Dean, Melissa y yo. ES una copia fiel de su

teléfono, sólo que este

Ћ codificado. Nodos nos comunicamos

por mensajes, es más seguro y no va a llamar atención de

Tanya. Haga de todo para que ella no perciba la existencia

de este aparato, ya que siempre va a creer que es lo que

usted usa normalmente. Todos nuestros mensajes son

codificadas y sólo el destinatario consigue visualizar su

contenido, por eso no existe la más pequeña posibilidad de


su esposa descubra lo que conversamos. Vaya para casa,

Robert. Piense en el asunto y vuelva cuando decidir que está

pronto. De aquí para frente nuestra guerra será real. Melissa

no dispone de más tiempo… - Como así? – ella me miró con

una expresión confusa, se recompondo rápidamente.

- Ella quiere acabar inmediatamente

con eso. Todos nodos queremos. -

Entiendo.

- Bueno… Usted va a necesitar me beijar

del lado de fuera de este 211


apartamento. Sólo para que Tanya pueda

certificarse de nuestra implicación.

Ћ Yo no tengo certeza… - ella sonrió.

Ћ No se preocupe. No necesitamos de un

espectáculo. Tanya ya mordió el cebo. ES sólo un beso.

Melissa y Dean monitorean todos nuestros pasos, es lo que

deben estar haciendo en este momento – e indicó un abajur,

que a principio no vi nada de diferente, luego me di cuenta

que allí debería tener una cámara, o escucha, o los dos.

Respiré profundamente.

Ћ Yo necesito pensar mejor, Carol. No tengo certeza


sobre eso todo.

Ћ mejor que yo sal solo – ella

concordó y dejó que yo abriera la puerta.

- Acuérdese, utilice siempre el celular para enviar

mensajes. Confirmé con la cabeza y salí. Todo parecía

surreal demás para ser verdad. Entonces Melissa no

estaba casada y, con Tanya pensando que yo ahora

estaba en un caso amoroso con de más nueva operaria de

la empresa, ella estaría fuera de peligro. Bueno… ni tanto.

Yo había quemado el documento que me daba la posesión


de las acciones otra vez. Una grande merda. Tal vez fuera

mejor así. Tener Melissa como dueña sería mejor del que

extrapolar mi tiempo y perder todo para Tanya.

Yo necesitaba enfriar la cabeza y decidir como

debería actuar. Pero Como? Mi rabia no tenía fin. Yo

fui hecho de bobo, humillado, me desplegué para

conseguir probar a ella mi amor… Puta que pariu!

Sólo conseguía sentirme un merda en aquella porra

toda. Hasta el Dean tuvo su oportunidad de hacerme

de idiota y todo eso con la autorización de Melissa.

Que grande merda!


Paré un taxi y entré. Por algunos segundos no sabía al

correcto para donde debería ir. No había trabajado,

almorzado, jantado, descansado, nada. Yo era

literalmente solamente pedazos de Robert Carter.

Acabé volviendo para mi casa, donde Melissa había

colocado un fin en nuestro relacionamiento. Era aún

un fin? Yo conseguiría superar toda aquella merda?

Aún nevava y estaba muy frío. Conseguí mantener la

chimenea acesa y acabé adormeciendo en el mismo lugar

donde Melissa estuvo conmigo. Adónde nos entregamos a

nuestro amor. Era aún verdad o no pasaba de más una

jugada? A fin de cuentas, muchos secretos aún estaban

encubiertos por aquella farsa. Como su visita al hospital

por ejemplo. Yo necesitaba profundizarme más en este

detalle.

Desperté muy pronto. El fuego aún crepitava en voz

baja, aunque el frío imperasse. Estiré la manta

buscando por mi celular que no paraba de vibrar. No

mi aparato, pero lo que Carol había me dado. En la

pantalla una 212


imagen parpadeaba haciéndome entender que

necesitaba de mi digital para que el mensaje

apareciera. Fue lo que hice.

“Vaya para casa”

Sólo eso. La única información que yo tenía era que el

mensaje partió del celular de la Carol. No entendí el

motivo. Aún no había dicho se participaría o no de

aquella armação. No era gracias a colaborar con la

farsa, muy menos soportaría enfrentar Melissa tan

pronto, sin ni al menos tener idea de cómo sería

nuestro relacionamiento dali para frente. Como sería?


Yo no sabía. No daba para saber cómo comportarme. Aún

así levanté, cogí mi coche y seguí en dirección al apartamento

que yo dividía con Tanya. Lo que ellos estaban haciendo? No

hacía la mínima idea. Sólo el hecho de saber que ellos me

monitoreaban a punto de saber que yo había pasado la noche

en otro local, y peor, que yo estaba haciendo exactamente lo

que me había sido ordenado, ya me dejaba con rabia.

Pero dirigí hasta mi apartamento y aún fallido,

decepcionado, con rabia y confuso, entré en casa. Era

pronto demasiado, por eso no esperaba encontrar Tanya.

Fui hasta mi cuarto, tomé un baño, escogí un tierno para

un día normal de trabajo, así como todo lo que fuera

necesario para componer mi imagen. Era mi primer día de

vuelta la empresa después de descubrir toda la verdad, o

parte de ella.

Cuando llegué a la sala el café estaba puesto, conforme orientación de

Tanya a los empleados. Miré con desconfianza para la

gobernanta, a fin de cuentas, en quien más yo podría

confiar? Ella me saludó con un aceno de cabeza y

aguardó por alguna orden. - Está todo en consonancia

con mis instrucciones?


Tanya irrumpió en la sala llamando mi atención. No

era de su naturaleza estar tan cedo en la activa. Ella

me miró con ironia y tomó su lugar de costumbre a la

mesa. Suspiré pesadamente y senté en la otra

extremidad. La gobernanta salió discretamente

dando espacio a la pareja. Por lo menos era lo que

ella creía ser.

Ћ Arrumou una nueva diversão? –

ella no esperó para saber hasta donde mi supuesto

caso con Carol iría. Por el visto Tanya no estaba

queriendo prolongar la brincadeira.


Ћ Con certeza usted fue avisada sobre la nueva
reunión hoy cedo.

Ћ Claro! Tras usted surtar y

desaparecer, dejando todos a su espera? O tras usted

haber pasado parte de su tarde y noche transando

con más una operaria de la empresa? – cuando yo iba

a hablar ella me interrumpió. – Sinceramente, Robert!

Perder Melissa te dejó tan desesperado así? – cerré

los ojos analizando el efecto que aquellas 213

palabras tenían sobre mí. Deduje que no dolían tanto

cuanto antes, ya que yo sabía que no era cierto lo que

ella afirmaba.

Ћ Yo voy a incriminar Adam conseguirse probar


que él está

directamente envuelto en el cambio de las plantas –

opté por ignorarla. – Y voy a llegar hasta usted.

- Él no está envuelto. Ayer, mientras usted lloraba lamentando

el hecho de Melissa haber preferido Dean, nodos

analizábamos la situación. Alguien intercambió las

plantas directamente en los archivos del Adam.


Desgraciado! Por lo menos en este punto Melissa tenía

razón. Tanya realmente

creía en mi dolor y en nuestra criba. Sería prudente

aprovechar de esta situación? Ella siguió sirviéndose

de jugo y torradas. Hice el mismo, a fin de cuentas

yo estaba hambriento.

Ћ Usted sólo puede estar loca – ella

batió el vaso con fuerza en el vidrio de la mesa. Levanté

los ojos y encontré suyo mire furioso. Arqueei una ceja

en desafío y sonríe con burle. – Tal vez yo deba alegar

eso cuando pedir su interdição al juez. Problema resuelto.

Ћ Tal vez yo escoja quedar viuda más pronto – ríe


con ironia, pero yo

sabía que ella hablaba serio. Aún así, pasé geleia en mi torrada y
comí sin darle el gostinho de mi miedo.

Ћ Su tiempo está acabando.

Luego nuestra criba será legítima y sus

acciones serán mías. No veo la hora de verme

libre de sus absurdos.

Ћ No será tan fácil cuanto

piensa – ella habló sin alterarse lo que despertó

mi atención. Era importante quedar atento a

todos sus pasos.

Ћ Yo no espero que sea.

Ћ Usted no puede tener amantes en

la empresa – en este momento mi celular vibró.

Discretamente coloqué el pulgar en la pantalla y abrí

el mensaje. – Lo que pretende? Perder otra vez sus

acciones?

Ћ Usted tiene amantes en la

empresa. No vamos a entrar en este mérito otra

vez, tenga un poco más de dignidad – miré la

pantalla “Usted necesita decidir”, otro mensaje de


la Carol. – Además del más, yo siempre tuve

amantes, lo que no cambia nada.

Ћ Ella es un medio de provocar Melissa o de


agredirme?

Ћ No sea ridícula! – otro mensaje. Más una vez


coloqué a

digital y abrí “Está o no en este juego?” – Carol es

una gostosa diversão, sólo eso – sin querer yo

estaba en aquel juego.

Ћ Más una para robarte cuando

volcar la espalda. Apenas recuperó las acciones y ya

va a colocarlas a la mercê de más una vigarista? Carol

es bonita y me parece muy ansiosa para fisgar el jefe.

Por lo menos las acciones volvieron 214

para sus manos, lo que significa que es menos un

dolor de cabeza para mí.


Ћ Yo las quemé – ella paró la taza

en medio del camino, mirándome sin creer en el que

yo decía. – Quemé el documento que me daba

posesión de las acciones otra vez – los ojos de Tanya

volcaron labaredas. Ella estaba furiosa.

Ћ Está mintiendo!

Ћ No. Prefiero que Melissa quede

con todo. ES muy más justo del que arriesgarme a

perderlas para usted, que a finales de las cuentas, es

lo que búsqueda realmente – tecleé rápidamente mi

respuesta “sí” y vi la pantalla girar y modificar hasta

sumir. – Melissa, a pesar de todo, las merece muy

más del que usted. ES una óptima forma de hacerte

entender que te quiero lejos de mi vida.

Ћ Cuidado con sus elecciones, Robert – ella levantó


para salir y

mi celular volvió a vibrar. Rehice el proceso rápidamente

mientras Tanya estaba de culo. “Cierre los ojos y disfraz

el susto” . Lo que? Sin pensar dos veces cerré los ojos y

abaixei mi cabeza en las manos apoyadas por el codo

sobre la mesa. Fue cuando oí.


En el primer instante estremecí violentamente. Hay muy no

oía aquella risa verdadera e infantil. La risa de mi hijo. Del

niño que yo amaba y cuya falta aún me causaba sufrimiento.

Su risada llenó la sala en pocos segundos seguida por su voz

llamando “mamá” de una manera aún poco articulada,

finalizó el proceso. Después de este momento

fantasmagórico yo oí el baque del vaso se espatifando en el

suelo. No duró más del que algunos segundos, pero fue el

suficiente para me atordoar. Levanté la cabeza y encontré

los ojos aterrados de Tanya. - Usted oyó – acusó sin

conseguir esconder el pánico. – Usted


oyó, yo sé. Diga! – sus ojos dementes no conseguían

fijarse derecho en nada. – Diga, Robert! – encaré aquella

mujer desnudada de toda su capacidad de fingir y

totalmente entregue su demencia y sentí pena. Respiré

fondo para recuperar mi equilibrio.

Ћ Oí el quê? – mi voz aún estaba engasgada.

Ћ No mienta para mí. Yo sé que

usted oyó también. Yo sé. No es posible. Fue alto y

real – ella se aproximó cogiendo mis manos. – Por

favor, diga que usted también oyó!

Ћ Yo… Yo no sé del que

usted está hablando, Tanya. Sólo oí la

confusión del vaso quebrándose en el suelo.

Ћ Mentira! – ella gritó en el momento en que una


empleada adentrava

la sala para limpiar los cacos. Ella se asustó y

reculó. – Usted está haciendo eso. Quiere me

enlouquecer – la empleada continuó parada,

asistiendo lo 215

desesperación de Tanya. – Usted! – fue en dirección a la moça que asustada reculó.

– Usted oyó una risada de niño? Oyó un niño riendo aquí en la sala?
– la mujer miró para mí y para Tanya, visiblemente sacudida.

Ћ No… No, señora. Yo estaba en la

cocina cuando oí el vaso quebrando. Fui buscar el

material para limpiar. No oí nada, no.

Ћ Como no? – Tanya continuaba

gritando. – Él rió. Fue alto – y los soluços llenaron el

ambiente. Yo levanté yendo en su dirección.

Ћ Usted debe estar cansada, Tanya. Por qué no


vuelve y acosta uno

poco? – ella se encogió en mis brazos aún llorando. –

Providencie el calmante de la Sra. Carter, por favor! – la

chica salió rápidamente de la sala. Aproveché y llevé Tanya

de vuelta al cuarto. Ella se permitió ser conducida,


aún agarrada a mí, como un niño con miedo del

que podría encontrar por el frente.

Ћ Yo oí. Interés que oí. No estoy loca,

Robert! Lo que está aconteciendo? - estiré el lençol y a

acosté en la cama, cubriéndola enseguida. La empleada

entró en el cuarto con un vaso con agua y el comprimido.

Ћ Descanse un poco. Cuando despertar


conversaremos. Vamos

encontrar una respuesta. Quede tranquila! – ella

aceptó el calmante y me prendió a su lado hasta que

el efecto del remedio no permitiera más que

reaccionara remedio.

Mientras asistía a su desesperación y a su cuerpo

relajando bajo efecto de calmantes, yo me sentía un

canalha. Tanya estaba loca, independientemente de

aquella reacción, forzadamente causada, yo sabía, ella no

estaba más en su perfecto juízo. Los accidentes

provocados contra la Abby ya eran el suficiente para

probar, y el cambio de las plantas cerraba con llave de oro.

Yo nunca conseguiría cerrarla ante la justicia sin las

debidas pruebas. A lo sumo ella sería una hija intentando


defender la honra de la madre, la herencia de la familia,

una esposa traicionada con rabia, pero nunca una loca

incapaz de separar la ilusión de la realidad.

Como el perfecto miserable que yo era, reconocí que

más una vez Melissa estaba correcta. Si Tanya fuera

diagnosticada como loca yo no a tendría más en mi

camino y muy probablemente nadie llevaría en

consideración sus acusaciones contra mí. Era mi

oportunidad de concluir aquel juego y cumplir mi

promesa. Yo estaría libre. No podríamos descartar la

hipótesis de ella surtar de vez y resolver jugar toda la

merda en el ventilador.
Ћ Ella adormeció? – la gobernanta

estaba inmediatamente atrás de mí y me asustó al

preguntar. Yo aún estaba bajo el impacto de la voz

del pequeño Rob. Pareció tan real!

Ћ Sí. La Sra. Carter ha tenido momentos difíciles.

216

Ћ Yo entiendo – ella sonrió confidente.

Ћ Necesito salir. Tengo una

reunión importante. Por favor, quede atenta a

ella y me mantenga informado.

Ћ Claro Sr. Carter. Este es

mi papel aquí dentro – y en aquel instante

yo entendí que ella también era una pieza

de aquel juego. 217

CAPÍTULO 22

Despertar fue la parte más complicada. Mi cabeza dolía,

el estómago embrulhava y la mente me maltrataba con

los recuerdos. Robert había ido aunque sin perdonarme.

Dio todo errado.


Aún habiendo llorado la noche entera, invadido la

madrugada derramando lágrimas, aún conseguía

lamentar al despertar. Intenté permanecer inmóvil en la

esperanza de que el sueño retornara y me hiciera olvidar,

cuando sentí dedos en mis cabellos. Por un segundo... De

hecho, sólo míseros milésimos de segundos creí que él

había retornado al darse cuenta de que yo no merecía

aquella reacción. Después acordé que Dean había pasado

la noche cuidando de mí, después de presenciar mi

ataque de lloro y desesperación.

Todo bien que con eso yo empeoré mi situación con

Carol, sin embargo estaba tan fragilizada que tener mi

amigo a mi lado en uno


momento tan difícil fue tentador demás para abrir

mano. Yo no quería quedar sola. Él fue categórico y

su novia, aún intentando mostrarse superior, quedó

revoltada.

Ћ Aun así? – cerré los ojos

dejando una lágrima rolar. – Él va a entender, Miel!

Usted sabe de eso. Robert es un cretino egoísta,

pero te ama.

Ћ Él me odia – Dean rió y

continuó acariciando mis cabellos. – Usted

quedó aquí?

Ћ Sí, pero dormí en la poltrona. Ya salí, verifiqué


como andan las

cosas, prediqué más un susto en la Tanya, fue muy divertido por señal – rió.

– Ella va a quedar loca. De hecho, ella finalmente va a

mostrar lo cuánto es loca. - Carol no intentó matarte? – el

humor de él cambió ligeramente.

- Ella va a comprender. Somos un equipo –

no había tanta seguridad en sus palabras,

lo que me hizo sentir muy miedo. - Merda!


- ES – él estiró el aire con fuerza. –

Usted necesita levantar. - Qué hora es?

- Ya pasamos del mediodía – me encogí debajo

del lençol sin coraje para encarar la vida. – Y

usted debería estar en el trabajo. - Yo no tengo

más un empleo. Devolví las acciones a Robert y

dudo muy que él aún me quiera por allá.

- No fue lo que él dijo

la Carol. 218

- Carol? Él habló con ella? – levanté rápidamente buscando pelo

mi celular. – Él intentó hablar conmigo? – aún estaba atordoada, sin saber


al correcto para cuál lado ir. Dean hizo una cara

extraña, que me desanimou completamente.

Ћ Él intercambió mensajes con la Carol. Sólo eso.

Ћ Merda!

Ћ Miel, él es un idiota y cabeza dura. No va a


aceptar simplemente

que fue engañado y correr para sus brazos. Ya

conversamos sobre eso y usted debería saber que

sería así. Lo que no significa que él no quiera más

pasar la vida a su lado. Tenga paciencia. Robert está

en el juego, no era lo que usted quería?

Ћ Él dijo eso?

Ћ Dijo.

Ћ Dijo la Carol – afirmé

mortalmente herida por el ciúme. – Que

droga!

Ћ Vaya a trabajar! Muestre que está segura de sus


actos y que fue lo

mejor para vosotros dos. Si Robert no confiara en usted no

aceptaría el juego. Además del más, él quemó el

documento que devolvía las acciones.


Ћ Quemó?

Ћ Sí. Él quemó. Y dijo a la Tanya que era mejor que


ellas

quedaran con usted del que con ella. ES un óptimo indicio –

parpadeó para mí dejándome ver el hematoma en su rostro.

Robert había cogido pesado con Dean. Mordí el labio inferior

sintiendo miedo del que sería colocar los dos en el mismo

ambiente. – Hoy tendremos la reunión en la casa de Bruno. -

Yo sé. Voy a tomar un baño, pero no voy a trabajar. Deje

Robert

sentir un poco lo gusto del poder otra vez. Quién sabe

así él consigue perdonarme más rápido.


- Como quiera. Estaré en el QG si necesite de alguna cosa.

El restante de mi día fue así: comí poco, enjoei mucho, y

quedé más del que ansiosa. Mientras más las horas pasaban,

más yo temía el encuentro. Carol había enviado un mensaje

al Dean, afirmando que Robert comparecería a la reunión y

que ellos dos nos encontrarían en el horario combinado, en

mi apartamento y de allá seguiríamos por el pasaje secreto

para lo de Bruno. Yo ni quería imaginar como sería.

Media hora antes yo estaba lista, con mi vestido

negro que disfrazaba muy bien mi barriga, a pesar

de Dean tener me dicho un millón de veces que era

imposible alguien percibir el embarazo. Aún así yo

prefería no arriesgar.

- Va a continuar andando de un lado para el otro? – Dean estaba

parado, encostado a la mesa, brazos cruzados y

visiblemente incomodado con 219

mi reacción.

Ћ Disculpe! – pero continué andando. – Carol dio


noticias?

Ћ No.

Ћ Pero ella dijo alguna cosa?


Ћ No – él revirou los ojos y anduvo hasta

la ventana. Fue cuando oímos la confusión de la puerta del

escondite. Inmediatamente Dean quedó alerta y yo en

pánico. Mis ojos no desgrudavam de aquella entrada. Carol

pasó primero. Estaba linda en un vestido amarillo que

favorecía sus curvas perfectas despertando en mí de más

pura furia. Ella había hecho de propósito, para vengarse por

yo haber aceptado la compañía de Dean la noche toda. Por la

reacción de Dean yo entendí que él tampoco quedó


satisfecho con la novia.

Robert entró después. Lindo! Estaba en su más perfecta seguridad.

El típico dueño del mundo. Trajava una calza jeans, camisa de

botón en el color claro y un blazer marrom que le caía muy

bien. Era la perfeição en forma de hombre. La barba estaba

hecha y los cabellos mojados indicaban el baño reciente. Él

paró inmediatamente después de la entrada, sus ojos no se

tardaron en mí y fueron para Dean, a quién no dejó de

confirmar la aversión.

Ћ Buena noche – Carol

pasó parando al lado del novio, sin

demostrar estar a fin de conversación.

Mis ojos volvieron a encontrar los de él. Robert hesitó,

parpadeó y estiró el aire pareciendo incomodado por estar

más una vez conmigo. Mi corazón disparó. Yo había ido

lejos demasiado? Había conseguido matar el amor de él

por mí? Mi aire quedó retenido en los pulmones.

Ћ Melissa – finalmente él me

saludó, sin mucho ánimo o emoción.

Ћ Robert – mi voz indicaba lo cuánto mis nervios


estaban a la flor
de la piel. Fue como una súplica y tuve ganas de

llorar, sin embargo yo necesitaba ser fuerte. Dean

tenía razón. Hice todo por él y necesitaba hacerlo

entender que fue mejor así.

Entonces él desvió el mirar, sin aproximarse o demostrar interés

en mí. Quedé decepcionada, a pesar de eso respeté su

distancia. Quién sabe un día, cuando todo aquel infierno

terminara, yo volvería a ser el suyo recomenzo. Tragué en

seco triste por aquel recuerdo tan dulce.

Ћ Bruno envió un mensaje avisando que todos

ya están allá – Dean comenzó hablando directamente con

Robert, una actitud clara de quién quería


demostrar que no tenía miedo. – Nodos vamos a

descender para encontrarlos. Melissa y yo vamos a

explicar todo el plan – Robert se movió incomodado,

pero no dijo nada. – El importante es hacer con que

los otros concuerden en quedar de nuestro lado.

Nuestro foco mayor es en Paul. El hecho de él ser 220

hermano de Tanya puede dificultar las cosas. Por eso

hallamos mejor omitir, por lo menos de momento, lo

que estamos haciendo para probar que ella está

desequilibrada – Robert concordó con la cabeza, sin

nada decir. – Vosotros dos necesitan de más algún

tiempo? – mi corazón disparó. Robert miró para mí y

después para Dean.

- No. Vamos a hacer luego lo que necesitamos y poner un fin en esta

confusión – mordí mis labios cogiendo la

desesperación por tanto desprecio. Dean me miró con

carinho, pasándome confianza y Carol se incomodó

aún más con esta actitud.

Ћ Entonces vamos? – ella pasó el frente.

Dean a siguió. Robert aguardó por mí, sólo por educación, y


me siguió así que pasé por él. Caminamos por el pasillo sin

tocarnos o intercambiar palabras. Él

ni me miraba. Yo, de tiempos en tiempos, lo observaba sin

nunca conseguir su atención. Paramos mientras Dean

abría el pasaje y entramos en la oficina que escondía

nuestra presencia. Podíamos oír voces animadas y una

música suave. Bruno hablaba alto mientras las personas

reían. Eché en falta de aquellos tiempos, cuando éramos

un grupo de amigos y yo la mujer de la vida de Robert.

Estiré el aire con fuerza.

Ћ Ok! Todos preparados? – Carol mandaba un mensaje


mientras

Dean asumía más una vez el control de la situación. En aquel instante,


finalmente Robert me miró. Había un poco más de dulzura en su mirar.

Ћ Tiene certeza de que quiere enfrentarlos? No


sería mejor...

Ћ Yo voy – intenté ser firme, a pesar

de estar emocionalmente sacudida. Una hora él me

despreciaba y en la otra se preocupaba conmigo. –

Ellos necesitan saber que hice eso todo para

protegerte y consecuentemente, protegerlos – la

mandíbula de él quedó rígida. Aún con la mano en el

bolsillo yo percibí que su cuerpo enrijeceu.

Ћ Yo puedo cuidar de mi familia! – lo “mía”,


resaltado por su

tono de voz, dejaba claro lo cuánto él había me

excluido de esta parte de su vida.

Ћ Tengo certeza que sí, Robert.

Fue sólo lo que hizo los últimos años. Lo que no

desmerece mis esfuerzos.

Ћ Melissa... – él hesitó irritado demás

para continuar. Me mantuve firme al encararlo. Robert

era aún uno cabeza dura, pero yo no permitiría que él

simplemente invalidara mi trabajo. – Droga! – pasó la


mano en el cabello, llamando mi atención. Yo amaba

aquel gesto de él. – Vamos a acabar inmediatamente

con esta merda!

Dean concordó, abriendo la puerta y siguiendo

por el pasillo que nos llevaría la sala donde todos

estaban. No había más música, ni risas. Bruno

pedía que todos confiaran en ellos y en el que sus

invitados 221

contarían. Daba para sentir la tensión del ambiente.

Ћ ES una situación complicada – él decía al


grupo. –Me Gustaría que

vosotros, especialmente Paul y Olívia, mantuvieran la mente abierta.

Dean fue el primero a entrar e inmediatamente el silencio imperou.


Carol lo siguió e inmediatamente enseguida yo entré

encontrando el mirar chocado y después confuso de

Olívia al percibir el hijo a mi lado. Quedé confiante

teniendo Robert tan próximo. Probablemente él

había hecho aquello para que todos me aceptaran.

Una actitud de defensa, como siempre acontecía con

él.

Ћ Melissa? Robert? – Paul fue el primero

a quebrar el silencio. Él continuó sentado, pero sus

ojos decían lo cuánto estaba perdido.

Ћ Paul, Olívia – Robert los saludó con la seguridad de


pocos.

– Pido disculpas por la forma que escogemos para

revelar la verdad, infelizmente no encontramos

una manera mejor. Dean y Melissa van a explicar

todo.

Dean se movió incomodado por Robert haber asumido el

liderazgo, sin embargo no hizo nada para lo impedís. Él

comenzó a hablar, detallando el plan. Yo conté como todo

aconteció, relaté la forma como Dean me rescató, la


implicación de la Abby, la necesidad de la boda. Durante

toda la conversación nadie se atrevió a interrumpirnos.

Ћ Lo que vosotros pretendéis? –

Paul aún no parecía convencido, pero Olívia ya me

miraba diferente y sonreía tímidamente, desviando

su atención de mí para Robert encantada como sólo

las madres son capaces de ser en situaciones como

aquella.

Ћ Queremos el apoyo de vosotros – Dean

continuó. – Necesitamos seguir con el planeado. Melissa

continuará siendo la enemiga, vamos a mantener el

teatro y Carol va a entrar cómo nueva amante de Robert –

y todo su descontento estaba en aquellas palabras. Paul

miró para Robert y después para mí, percibiendo nuestra

distancia sentimental.
Ћ Usted sabía de todo? – acusó.

Ћ No! – Robert hizo una mueca

incomodada. – Fui cojo de sorpresa, así como

todos vosotros.

Ћ Fue necesario! – lo

interrumpí. – Tanya necesita creer en esta

verdad.

Ћ Nadie va a creer en esta verdad.

ES sólo mirar para vosotros dos cuando están juntos,

Melissa! – Paul acusó. – Tanya puede creer que

vosotros estáis separados, pero nunca que este amor

murió – Robert se alejó de mí y caminó en dirección a

la madre.

Ћ Nuestro amor no murió! – afirmé mirando


directamente para

Robert. - Yo desistí de intentar esconder eso. El plan

es hacerla crea que yo 222

no quiero quedar con él, independientemente de mis

sentimientos. Mientras ella crea en el sufrimiento de

él, va a continuar pensando que yo no lo quiero – la


tensión estaba en el aire. Paul miró para Robert

cobrando una posición.

- Yo acepté este juego. Puede parecer absurdo, pero ellos están


mucho

bien preparados. Como conté hoy más pronto, en la

reunión la cual Melissa faltó – casi sonríe, pero

estaba muy tensa para hallar bonita aquel cobro. –

Tanya pasó de los límites.

Ћ Usted no tiene cómo probar que fue ella! – Paul


rebatió.

Ћ Usted sabe que fue ella, Paul. Por

el amor de Dios, Tanya intentó matar Melissa y Nicole,

olvidó? Y lo que hizo a la Abby? No da más para

dejarla actuar impunemente!

Ћ Su preocupación es con la seguridad de las personas,


con la empresa o
con lo que va a encontrar en aquella maldita

cuenta? – Paul no sería convencido con tanta

facilidad.

- No interesa cual es el interés de Robert! – Nicole los

interrumpió. – Tanya tiene que ser contenida, Paul. Quién ella

necesitará matar para convencerlo de eso? Lo que ella

necesita destruir? No olvide que todo aconteció porque ella

resolvió dar un golpe en la empresa. Su padre murió por el

mismo motivo y el mío amarga un estado vegetativo. No da

más para cerrar los ojos! – Paul levantó y caminó por la sala.

- Ella será tratada, Paul! Nodos sabemos que Tanya está fuera de control

y lo que queremos es probar eso en la justicia –

intenté convencerlo. Él bajó los ojos.

Ћ Tanya será jugada en una

prisión y nunca más conseguirá salir – lamentó.

Ћ O será ingresada donde recibirá el

tratamiento necesario – Nicole levantó yendo hasta el

prometido. – Esta es la única forma posible de usted

ayudar su hermana – abrazó Paul por la espalda.

Ћ Todo bien! Yo sólo necesito fingir que creo en esta


farsa, no es eso?
Ћ ES sí – Dean volvió a asumir la situación. – Falta
poco ahora.

Estamos intentando encontrar las pruebas que ella

tiene contra Robert. Con eso pretendemos anular

todas las oportunidades de ella perjudicarlo. Vosotros

necesitáis en los pasar las informaciones que juzguen

importantes y que puedan ayudarnos a encontrarlas.

Ћ Correcto. Puedo salir

ahora? – Paul sorprendió a todos con aquel

pedido.

Ћ Paul... – Robert levantó.


Ћ No, Robert. Yo concuerdo,

pero preciso salir ahora, ok? Yo voy a fingir

que no sé de nada.

223

Robert miró para Dean que concordó, entonces salió del frente del

amigo, dejando que Paul saliera de la sala. Nicole iba a

acompañarlo, pero fue impedida de lo seguís. Paul quería

quedar solo. Él batió la puerta y la tensión se hizo

presente entre los invitados. Dean sacó el celular y yo

sabía que él se incumbia de enviar alguien para seguir

nuestro amigo.

Ћ Él va a quedar bien – Robert afirmó levantándose


del lado de la madre y

yendo hasta Nicole que estaba nerviosa.

Ћ Sólo espero que...

Ћ Él quiere un fin tanto cuando la gente, Nick –


trató de aliviar a

angustia de la hermana. – Y yo confío en el plan – en

aquel momento, nuestros ojos se encontraron. Fueron

pocos segundos, pero yo sentía que gradualmente,

volvíamos a nuestro eje.


Ћ Cuánto tiempo para conseguir

neutralizar Tanya? – Olívia habló por primera

vez. – Mañana yo embarco junto con ella para a

China. No es arriesgado?

Ћ No. Nuestro equipo estará atento. El piloto es

de nuestra confianza y estamos monitoreando todos los pasos

de ella. Tanya no va a intentar nada. El blanco no es usted,

Olívia. De cualquier forma, una agente nuestra acompañará

vosotros. Ella va a asumir el papel de traductora, pero en

verdad, es más una de nuestro equipo designado para

mantenerla en seguridad. Habrá también una secretaria, ellas

dos van se revezar a su lado.

Robert concordó. Él me miraba de tiempos en tiempos, como si


buscara alguna demostración de inseguridad o temor.

En la tentativa de captar algún fallo, cualquier cosa que

colocara su madre en riesgo. No había. Teníamos el

control total de la situación.

Ћ Todo bien! – Olívia no

parecía amedrontada, por el contrario. Ella

estaba segura y me miraba con confianza.

Ћ Ellos poseen un aparato de

película, Olívia. ES realmente tecnología de última

generación. Consiguen crear cualquier realidad, como

esta que usted está viendo ahora – Bruno llamó la

atención de la madre, preocupado en mantenerla

segura de aquella decisión.

Ћ Sólo necesitamos continuar actuando cómo se


tuviéramos mágoa de

Melissa y deseáramos que Robert realmente desistiera

de ella de un golpe por todas – Alexa se manifestó por

primera vez desde nuestra entrada. – Como no somos

el foco de Tanya, podremos observarla mejor,

quedaremos atentos a todos sus pasos.


Ћ Todas las informaciones son importantes – Dean
completó.

Ћ Quedaré atenta – Olívia caminó en mi dirección.


No tuve miedo,
ella sonreía. – Quedo feliz, Melissa. En el fondo yo no

conseguía creer que usted fuera capaz de hacer

cualquier cosa para destruir mi hijo. Yo 224

intentaba entender y quedé magoada, pero no conseguí te

odie porque usted aún tenía aquel mirar de amor por él –

sentí mi rostro quedando rojo. Yo era una actriz así tan

ruim? – Robert tiene suerte en tener una mujer tan fuerte y

corajosa. Era exactamente lo que él necesitaba – bajé el

mirar. Ella no sabía del rechazo de él y colocaba su fe en

nuestro amor cuando ni el propio Robert era capaz de

hacer.

Olívia era una mujer inteligente demás para dejar cualquier

información pasar despercebida. Ella era astuta, observadora.

Su silencio muchas veces encubría su verdadera posición,

pero en aquel instante yo entendí que ella sabía mi real

situación con Robert. Sus ojos corrieron para el hijo y en ellos

estaba toda su incompreensão.

Ћ Vamos, Olívia? – Nicole se

aproximó de nodos dos. Ella me lanzó un mirar cariñoso,

sin embargo mi amiga tenía problemas demás para

resolver y no podría ocuparse de mis. Mejor así. –


Necesito volver y descubrir lo que está aconteciendo

con Paul.

Ћ Él está bien. Acabé de recibir

un mensaje – Dean también parecía cansado, con

gana de concluir la conversación.

Ћ Todo bien! Vamos. Yo embarco mañana muy pronto,


como haremos

para comunicarnos?

Ћ Carol tiene un aparato para pasarle – la

novia del Dean se adelantó retirando los aparatos de la bolsa

y entregando la Nicole y Olívia. – ES idéntico al de vosotros.

Hicimos eso para no llamar la atención de la Tanya.


De cualquier forma, siempre nos comunicaremos a través de

mensajes codificadas. Para desbloquearlas basta colocar el pulgar

en la pantalla. Olívia, tenga el cuidado de nunca hacer eso en el

frente de Tanya, tampoco deje los dos aparatos a la vista para

que ella no descubra la existencia de este segundo.

Ћ Entendí.

Ћ Todos los números están en la memoria. El proceso


es siempre el mismo

– ella continuó esforzándose para dejar todo bien

esclarecido. – La diferencia es que basta usted clique en este

botón al lado, que normalmente regula el volumen, para

enviarnos el áudio del momento. Debe ser usado para

situaciones reales, o sea, en la hora exacta de la conversación.

ES como si usted estuviera permitiendo que otras personas

oyeran. Ella nunca irá a descubrir esta función. En nuestro QG

una señal será emitida e inmediatamente la conversación

comenzará a ser grabada. El mismo valle para el botón de bajo,

en él será accionada una microcâmera donde captaremos las

imágenes.
Ћ Todo bien! – ella

acompañaba con atención sin perder cualquier

información.

Ћ Todos los aparatos poseen esta

función y vosotros podéis accionarlas cuando hallen

necesario y sin necesidad de avisarnos previamente.

225

Todos entendieron?

Ћ Y Paul? Él no tendrá uno de estos? – Nicole se


preocupaba con lo

prometido y parecía impaciente. Dean

intercambió el lado del peso del cuerpo,

visiblemente desconfortável con la pregunta.

- Paul es un asunto un poco delicado. Él puede no abrir el pico

y contar sobre nuestra armação, pero no va a querer producir

pruebas contra a
hermana. Necesitamos observarlo atentamente

primero – ella concordó y suspiró resignada. – Será

por poco tiempo, Nicole. Necesitamos trabajar en

conjunto para acabar inmediatamente con eso.

Ћ El más importante es no

permitir que nada cambie. Tanya necesita

continuar creyendo en la farsa – Carol

intercedeu.

Ћ Yo entendí. Odiamos Melissa

y continuamos detestando Tanya – ella habló

desanimada.

Ћ Exactamente! – la novia del Dean

caminó parando al lado de Robert. Sin conseguir

contenerme, me meneé desgostosa con aquella

aproximación. – Robert, esté bien atento a estas

funciones. Su contacto con Tanya es más amplio del

que los demás y todo nos lleva a creer que ella

esconde las pruebas en el apartamento.

Ћ Nodos vamos a aprovechar el viaje para abrir el


túnel hasta la casa de
vosotros. Tras eso quedará muy más fácil, pues

podremos entrar y checar cada detalle – Dean se

entrometió, parando al lado de la novia, colocando

una mano en su cintura. Una disputa de territorio

ridícula e irritante.

Ћ Todo bien. Yo necesito ir –

Nicole interrumpió ya posicionándose para partir.

Olívia concordó con la hija, acompañándola.

Ћ Y ahora? – Bruno miró para mí y después para


Robert. Su mirar

era una mezcla de burle y cinismo. Tuve ganas de

socá-lo, pero me limité a desviar los ojos e

ignorarlo.

Ћ Vamos a seguir con el plan – Robert se

adelantó asumiendo la conversación. – Y yo vengo aquí

mañana a la noche para conversar mejor.

Ћ Claro mano! Mañana, tras toda la farsa allá en la


empresa
podremos encontrarnos aquí para una conversación –

yo y Alexa intercambiamos un mirar significativo.

- Entonces yo voy a visitar a Miel. Necesitamos aún de nuestro


momento

de chicas – sonríe. Yo sentía tanta falta de

momentos normales, al lado de amigas.

- Bueno... Buena noche para vosotros! – Robert dio la dica y Carol

rápidamente lo acompañó. Tuve que contenerme para no

colocar mi pie en su frente y dejarla tropezar

accidentalmente. Lo que ella pretendía?

Dean a siguió de cerca y yo quedé por último,

sintiéndome cansada, 226

desgastada, absurdamente incomodada con todo

aquello. Aún así, los seguí sin nada decir. Así que

alcanzamos mi apartamento, un clima muy pesado

se formó entre nodos cuatro.

Dean no quería dejar Carol sola con Robert en el camino de

vuelve para casa, pero deseaba acompañarme hasta mi

apartamento. Carol no parecía dispuesta a recular. Robert

no demostraba interés en partir y yo deseaba sólo que

Tanya muriera y mis problemas acabaran. Ok! Eso fue


terrible, pero yo estaba embarazada, cansada, humillada y

necesitando urgentemente de mi novio de vuelta. Sería

muy ruim desear la muerte de alguien?

Como nadie cedía, yo desistí. Ellos que

continuaran con aquel juego ridículo.

Ћ Buena noche! – vendré en

dirección a la puerta que me permitiría desviar

del camino de ellos.

Ћ Miel, espere! – Dean se apresuró a seguirme. - Tiene


certeza de que
quedará bien? – él miró sin gracia para Carol que ya

amenazaba continuar andando. – Yo puedo quedar

se sea necesario.

Ћ No es preciso! – Robert

avanzó. – Yo me gustaría conversar con usted,

Melissa – sus ojos, ceniza como una tempestad, me

encaraban. Mi corazón aceleró y mi boca quedó

sequía. – Si usted esté en consonancia, es claro!

227

CAPÍTUL

O 23

Aún sin saber lo que podría esperar, concordé sin emitir uno

único sonido y me vendré para abrir la puerta. Caminé sin

mirar para tras así que adentrei a la oficina y sólo paré

cuando oí el baque de la puerta siendo cerrada y lacrada.

Robert no dio más ningún paso. Él me evaluó por una

eternidad. Parecía ponderar sobre lo que decir.

Ћ Esta oficina es monitoreada?

Ћ Sí – mi voz estaba engasgada. Tuve

miedo de crear cualquier expectativa favorable con su


pregunta, a fin de cuentas, si él no quería que nadie

invadiera nuestra privacidad sería por dos motivos: o él

me mataría, o cedería de un golpe y quedaría conmigo.

Ћ Existe alguna parte de esta casa que no sea


fiscalizada? – su voz

aún era dura y sequía, lo que me hacía recular un poco.

- Llevándose en consideración que este es el foco principal del

interés de Tanya, las partes más importantes son

constantemente vigiladas. Si no por seguridades, por nuestro

equipo que controla todo por las microcâmeras

estratégicamente distribuidas – él continuó mirándome sin

nada decir. Las manos en el bolsillo del jeans y los hombros

levemente
encogidos. – Mi cuarto es un campo neutro.

Él hesitó. Intenté mantenerme impassível, sin demostrar interés

o cualquier emoción por conversar en mi cuarto.

Robert pasó la mano en los cabellos y con un suspiro

concordó. Abrí la puerta y caminé su frente, conocedor

de que él aún estaba poco familiarizado con el

apartamento.

Ћ Tom está aquí? – él

quebró el silencio atrás de mí. Di de

hombros.

Ћ Él no tiene un horario

correcto. Está siempre que necesario.

Acompaña el equipo de cerca...

Ћ Cuando voy a saber exactamente de todo?

Ћ Cuando quiera – miré para tras para dejar claro


que yo decía a

verdad. – Usted está en el juego ahora, Robert. Nada

más será hecho sin su permiso, muy menos contra su

gana – esta parte yo ya no tenía tanta certeza.

Él quedó callado. Continuó caminando atrás de mí,


acompañando mis pasos hasta alcanzar mi cuarto.

Seguí el patrón, entrando y dejando la puerta

abierta para que él quedara a la gana. Robert 228

entró y cerró la puerta. Me volqué para encararlo y vi

allí un hombre completamente perdido. Él parecía

bastante confuso, sin saber cuál sería la mejor actitud.

Sus manos volvieron a los cabellos, estirándolos para tras.

Robert miró para el ambiente, percibiendo la cama

inmediatamente atrás de mí, pero prefirió la poltrona, un

poco alejada. Sentó y apoyó los codos en las piernas y a


cabeza enterrada en las manos. Durante un tiempo

permanecemos así. Tuve miedo de quebrar el silencio y

recibir algo no muy agradable a mis oídos. Él levantó la

cabeza, mirándome en los ojos y yo entendí que no era

Robert enamorado que estaba allí y sí un hombre duro, que

jugaba sin miedo, independientemente de las

consecuencias.

Ћ Usted no fue trabajar – sus

dedos entrelaçaram-apoyándose lo quejo. Los ojos

aún fijos en mí. Solté el aire de los pulmones y

senté en la riba de la cama sintiendo mi mundo

girar.

Ћ Yo no sabía lo que usted

quería. Devolví las acciones y no tenía más nada

para hacer allá.

Ћ Yo las quemé.

Ћ Yo sé – él quedó sorprendido con mi revelación. –


Carol contó

al Dean – su rostro dejaba claro que no estaba

nada satisfecho con aquella situación.


Ћ Teóricamente continúa siendo

suyo. Y aún es mi analista. Si pretende llevar este

juego el frente, quedar alejada de la empresa no es

el mejor camino – quedé en silencio, observándolo.

Lo que Robert quería? Yo no tenía ganas de

conversar sobre nada que no fuera nodos dos.

Quería saber cuando finalmente él me quitaría del

castigo y volvería a ser mío. Sólo mío.

Ћ Yo quiero usted en la empresa,

Melissa – no había emoción en su afirmación. –

Tenemos un viaje en pocos días y preciso

organizarme para eso.

Ћ Droga! – dejé escapar. Yo había me

olvidado completamente. Obviamente Abby no me

dejaría olvidar, pero debido a los últimos


acontecimientos, acordar de un viaje a trabajo no era

mi primera opción.

Ћ ES muy sacrificio para

usted? – suspiré y resolví encarar todo de

frente.

Ћ No. Yo sólo olvidé – él sonrió sarcásticamente.

Ћ Su mente debe estar muy

ocupada. Otras tareas – más una vez respiró con

fuerza y se posicionó como el CEO que era. – Lo que

usted fue hacer en el hospital? Lo que quería con mi

padre? – mi corazón aceleró. Lo que yo podría contar?

229

Ћ Hace una semana descubrimos que Tanya recibe


ayuda de una

persona allá de dentro – hesité sin saber se debería proseguir.

Ћ Tanya? Ayuda para quê? – él quedó visiblemente


tenso.

Ћ Descubrimos que una enfermera entraba algunas


veces en el cuarto

del Maximus y le aplicaba una injeção – él me miró sin

comprender. – No sabemos cual es la substancia, pero

verificamos que fue aplicada una dosis además del que estaba
prescrito. Fuimos más a fondo y descubrimos que en los

horarios en que ella aparecía, ninguna medicação estaba

programada.

Ћ Puta que pariu! – él levantó nervioso.

Ћ Tuvimos el cuidado de

analizar los exámenes y no ocurrió ninguna

alteración en el cuadro.

Ћ Él pasó apenas en la noche pasada. Necesitó de


intervención.

Ћ ES el normal para el cuadro,

Robert. Las otras semanas la medicação fue

administrada y ni por eso él tuvo alteración.

Ћ Lo que vosotros descubristeis? Cuál es la


medicação y como saben que
Tanya está envuelta?

Ћ Una cosa de cada vez, pero para explicarte

detalladamente como descubrimos es mejor usted conversar

con Dean y Tom mañana. Ellos pueden mostrarte todo el

proceso. No sabemos aún lo que está siendo aplicado. Yo fui al

hospital porque, como frecuenté el local por un tiempo,

sabíamos que insertar mi nombre en la lista no despertaría la

curiosidad de nadie. Antes que pregunte lo que yo buscaba, la

idea era cuchara la sangre de él y descubrir si los exámenes

también fueron forjados, o conseguir identificar la substancia

y con eso llegue al plan de Tanya.

Ћ Yo voy a matar Tanya!

Ћ No antes de descubrir cuál es su intención al


hacer eso –

Robert volvió a sentar en la poltrona. – Yo sé que es difícil. Pero haya tranquila.

Dean está organizando un equipo para descubrir lo que está aconteciendo.

Mañana aún yo iré otra vez al hospital para recolectar la sangre de él.

Mantenga la tranquila.

Ћ Para usted es fácil hablar. No

es su padre en aquella cama, vegetando y sufriendo

sabe allá lo que a causa de aquella maluca.


Ћ Eso aún. Ella está loca.

Nodos sólo necesitamos probar eso y listo.

Problema resuelto.

Ћ El quê? Usted halla aunque voy a aguardar mientras


ella hace lo que

quiere que sea con mi padre? Sólo puede estar de

brincadeira. Yo voy ahora aún buscar la policía y

descubrir lo que ella está haciendo. Poco me importa

que tipo de merda va a acontecer.

Ћ Y como va a probar lo que descubrió?

Lo que va a decir? Que está vigilando su esposa basado

en un plan que pasa por cima de


230

cualquier ley? El máximo que va a conseguir es una prueba contra sí aún.

- Poco me importa. Yo consigo las filmagens del hospital y compruebo

todo lo que usted me dijo. Pido una batería de exámenes para descubrir lo que

ella está haciendo – la rabia y la revuelta eran latentes en sus palabras.

Ћ Robert, tranquila! Mañana yo consigo lo que


usted necesita.

Ћ Como puedo confiar en usted?

Como puedo creer que eso tampoco forma parte de

su plan mirabolante? Puta que pariu! Yo voy

enlouquecer! – enterró el rostro en las manos. Mi

corazón estaba acelerado dejándome enjoada.

Quedamos en silencio.

Yo estaba tan nerviosa, cansada y desgastada y el hecho de

recibir aquellas acusaciones sólo dejaba mi caso más

complicado. Por qué él actuaba así conmigo? No ya había le

dado pruebas suficientes de mi amor? El silencio pasó a

incomodar. Él no se meneaba y escondía de mí su rostro.

Tampoco iba aunque, aunque yo no quería que él fuera. Sólo

deseaba que él relajara y creyera.

Pero lo que acontecía era que cada según que pasaba una
barrera enorme se erguia entre nodos dos, lo que

me angustiaba. En poco tiempo yo ya me sentía

sofocar.

Ћ Robert, yo no sé lo que usted está pensando. No


consigo ni

imaginar lo que pasa en su cabeza. Sólo quería entender lo que pretende.

Yo... Estoy tan confusa!

Ћ Bienvenida al club! – él rió con

ironia, manteniendo la cabeza escondida entre las

manos. Caminé en su dirección, ansiosa demás para

acabar de un golpe por todas con nuestra distancia.


Ћ Robert...

Ћ No, Melissa! – paré

chocada y triste por él aún desear evitarme.

Ћ Por quê? – él levantó la cabeza y

me encaró. Fue como una bofetada, pues sus ojos me

acusaban de la manera más sincera y transparente

posible. – Cuando va a entender que yo no estoy errada?

Que todo lo que hice fue por su familia, por usted, por

nodos dos – estiró el aire con fuerza y rió. Más

escárnio. – Merda! Lo que necesito hacer para que

entienda que fue todo por amor? Yo no soportaba más

asistir este juego y no hacer nada para concluirlo.

Ћ La idea fue suya? Pensé que Abby tuviera


tramado todo.

Ћ Claro que no fue mi idea – revirei los ojos y


caminé pelo

cuarto. – Yo te conté, Abby planeó junto con Dean, yo

sólo concordé cuando fui insertada en esta locura

toda.

- Dean debe haber quedado muy feliz por estar ayudándote. ES el


suyo
marido – sus palabras acusatórias dejaban claro que

él aún no había 231

superado aquella parte del plan, aún siendo una mentira.

Ћ Eso es lo que está contando?

Ћ Todo está contando.

Ћ Mi amor por usted

también? – él paró sorprendido con mi

pregunta. – Cuenta o no?

Ћ Usted no puede justificar

todo lo que hizo usando como argumento su

amor!

Ћ No fue sólo lo que usted hizo conmigo hasta


hoy? – más una vez él
quedó sorprendido. Pasó la mano en los cabellos y

umedeceu los labios. Puta merda! Él era capaz de

excitarme hasta cuando me incitaba mi rabia y

desesperación. – Usted me persiguió, sedujo, invadió mi

casa y mi vida, me vigiló, impuso reglas y más reglas,

determinó todos mis pasos y todo por quê? Porque usted

me ama?

Ћ ES diferente.

Ћ Por el amor de Dios! – hablé un

poco más alto. – No subestime mi inteligencia! Usted

puede decidir mi vida, prometer lo que nunca

conseguiría cumplir y viene a decirme que es diferente?

Ћ Yo sé como lidar con Tanya.

Estoy en este juego hace bastante tiempo –

atacó visiblemente acuado.

Ћ Lo que no le dio la victoria. Por el contrario, nos


separó!

Ћ Y no es exactamente lo que está aconteciendo


ahora? – él se exaltó.

Fue mi vez de quedar chocada con aquella

declaración. Robert reconocía nuestra criba. Sabía


que nada más nos impedía, aún así aceptaba y

afirmaba que estábamos separados. – Su plan nos

separó.

Ћ ES su elección? – mis ojos ya estaban

marejados y mi voz embargada. – ES lo que usted quiere? Sólo

no justifique su elección con base en el plan, porque usted

sabe, y yo sé que se no creyera en el que estamos haciendo, si

no confiara en mí, usted no aceptaría participar de eso todo.

Ћ Yo acepto porque no hay más nada que pueda


ser hecho. Usted

arriesgó su vida colocándose en este plan...

Ћ Usted arriesgó mi vida muy antes,

cuando decidió que me tomaría como amante – más una

vez duelamos con el mirar, sin embargo él


reculó.

Ћ Yo erré! Satisfecha? Erré cuando te

coloqué en esta historia! Erré cuando te escogí como

amante! Erré cuando creí que nuestro amor era más

fuerte del que todo! – gritó, pero el dolor estaba en sus

palabras como un cuchillo afilado cortando todo lo que

alcanzara.

Fue el suficiente para mí. Las lágrimas rolaram y

el dolor lasciva apretó mi corazón. Aún así lo

encaré determinada a no me 232

dejar vencer. Robert vaciló delante de mi lloro, aún

con mi postura firme.

Ћ Pues yo no voy a desistir. Nada del que usted diga


o haga va me

hacer creer que yo erré. Lo que yo hice fue buscando su

felicidad. Nuestra felicidad. Aunque ella no haya más

ningún valor para usted. Yo hice y haría todo nuevamente.

Porque yo te amo! Y si su amor no fue fuerte el suficiente

para soportar eso todo, el mío continúa siendo. Porque

nodos no somos iguales, Robert! Yo no soy capaz de

matar lo que siento. No dejé de amarte cuando descubrí


que usted era casado, muy menos cuando Tanya dijo que

estaba embarazada, ni cuando descubrí toda la verdad,

menos aún cuando casi morí por este amor. Sabe del que

más? Yo viviría todo nuevamente. Yo te amo! ES vivo y

real dentro de mí. Imposible de ser despreciado. Lamento

muy que sea tan más fácil para usted.

Solucei sintiendo rabia de mí, de él y de toda la situación.

Robert era un idiota, cabeza dura que no sabía convivir con

la pérdida del control. Toda su rabia y frustração se resumía

a un único hecho: control. Y yo


tenía ganas de socá-lo por eso. Di la espalda y me alejé.

Quería poder llorar sola y después restablecerme sin necesitar

de más nadie.

Ћ Hace muy tiempo yo descubrí que es

imposible despreciar un amor – su voz cortó nuestro

silencio y me sobressaltou. Sin sentirme avergonzada por

mi estado, vendré en su dirección. – Si usted consigue, es

porque no es amor verdadero – mordí los labios sintiendo

el peso de sus palabras. Cerré los ojos conteniendo la

desesperación. Era nuestro fin? – Yo no puedo despreciar

lo que siento – solucei con el alivio inmediato, pero no me

permití creer. – No pude cuando creí que usted tenía me

robado, ni cuando tuve que aceptar que usted estaba

casada y que no me quería más. Yo simplemente no

consigo.

Ћ Aún así prefiere me deje – tuve coraje de afirmar.


A

duda estaba me machucando demás y yo necesitaba

que todo fuera muy bien colocado.

Ћ No, Melissa – él suspiró y yo fui dominada pelo


lloro.
Ћ Entonces por quê?

Ћ Porque yo no puedo ahora. ES...

Complicado. Difícil demás para mí. La rabia es

grande. Estoy consumido por la mágoa! – di la

espalda y caminé hasta la ventana, llorando

copiosamente. Yo no sabía más lo que pensar, lo que

esperar y en el que creer. Lo que él quería realmente

decirme con aquellas palabras?

Oí la poltrona ranger con su movimiento, y después

sus pasos en mi dirección, pero no quiso mirarlo.

Robert paró a mi espalda, suyas 233

manos acariciaron mis brazos, aunque aún mantuviera la distancia entre


nodos dos, aún cuando sus labios tocaron mi cabeza

en un beso de consuelo y cuando él aspiró mi olor de

manera saudosa. Aún así, no hubo la rotura de las

barreras.

Ћ Necesito ir. Descanse un

poco – funguei y enxuguei las lágrimas con la

palma de la mano.

Ћ No se preocupe. Yo voy a quedar bien – me alejé


un poco. En la

tentativa de impedir que el deseo y amor hablaran

más alto y yo acabara implorando para que él no

fuera aunque.

Ћ Va a acostar?

Ћ No. Mi cabeza duele. Creo

que voy a andar un poco por la casa, o leer un

libro.

Ћ No sea absurda, Melissa!

Usted necesita descansar. Acoste un poco.

Ћ No quiero – contra mi gana

recomencé a llorar. – Por favor, yo no quiero.

Ћ Por quê?
Ћ Porque no quiero verte yendo aunque más una vez.
Siento mucho.

Sé que estoy siendo una idiota, pero droga! Sabe cuántas

veces yo soñé con este momento? Yo fantasiei con el día en

que finalmente podría contarte la verdad. Que podría verte

aún más enamorado y aliviado por poder quede juntos de

nuevo, sin embargo vea lo que está aconteciendo.

Ћ Miel, tranquila! Nodos ya

discutimos demasiado ese asunto. Vamos a dar

un tiempo, dejar la poeira bajar. Por favor!

Ћ Todo bien! – yo tenía rabia

de mí por permitirme ser digna de pena.


Ћ Venga yo voy a colocarte en

la cama – él cogió en mi mano y mi cuerpo

entero correspondió a su toque.

Ћ No!

Ћ Ni si yo quedar con usted? –

encontré sus ojos y vi lo cuánto él estaba cansado.

Robert no me aguantaba más. Yo era una embarazada

que lloraba demasiado, enjoava demás e irritaba

demasiado. Merda!

Ћ Va a pasar la noche aquí?

Ћ No. Sólo hasta usted coger el

sueño. Tanya está en casa y creyendo que yo estoy

con la Carol. Ella sabe muy bien que yo no

arriesgaría tanto por un caso tan reciente –

concordé sin nada decir y él me llevó hasta la cama.

Deshizo los lençóis y después de me ajeitar

adecuadamente, me cubrió con la manta. Tuve

miedo de mirarlo y acabar exigiendo demás. Él

acostó a mi lado y me abrazó, estirándome para su

pecho. Sus dedos acariciaron 234


mis cabellos. Me apoyé en su cuerpo y cerré los ojos.

Nuevamente el silencio se hizo cuando él borró la luz

utilizando el control de la cama. Quedamos en el oscuro,

sólo con el toque sutil de sus dedos en mi cuero cabeludo y

nuestros dolores. El sueño me vencería rápidamente, lo

lloro y el embarazo colaboraban para que eso aconteciera.

Ћ Yo amo usted! – hundí en su pecho y aspiré su olor,


conocedor de

que no más estaba en mi mundo y sí buceando

en el mundo de los sueños.

Ћ Yo también amo usted –

sussurrou antes que yo hundiera en el sueño.

235
CAPÍTULO 24

Miré más una vez para mi imagen en el espejo del closet. Era

muy complicado encarar aquella barriga inmensa, fruto del

disfraz que era necesario todas las veces que yo necesitaba

salir sin captar la atención de Tanya, o de quienquiera que

estuviera incumbido a vigilarme.

Mi cabeza aún dolía. La noche anterior fue terrible y

aún adormeciendo en los brazos de Robert, despertar

y percibir que él no estaba más allá me dejó

derrotada. Pero yo no desistiría de la lucha sólo

porque él era uno cabeza dura. Cogí un elástico de

cabello y salí en búsqueda de mi equipo.

Encontré Abby ya en la puerta de salida. Ella me miró de

una forma extraña. Parecía desapontada, o triste, no sé al

correcto. Sus ojos enfocaron en mi barriga y entonces ella

sonrió y volvió para abrazarme.

Ћ Usted realmente queda linda embarazada.

Ћ Gracias! – sonríe sin jeito para mi amiga. – Usted


aquí tan

pronto? – más una vez capté su mirar triste, o

cualquier cosa que robaba suyo brillo.


- Hallo mejor yo vuelva al QG con usted.

Sin que yo consiguiera decir cualquier cosa, fui

prácticamente arrastrada por mi amiga en dirección al QG.

Antes de entrar en la sala ya podía oír la voz de Robert.

Inmediatamente estremecí, pero fui impedida de recular.

Abby avanzó, abriendo la puerta y llevándome para dentro.

Ћ No vamos a envolver Melissa en eso y

punto final – en el mismo instante, mis ojos encontraron los

de Robert, él descendió el mirar, descubriendo la barriga

falsa avantajada en mi vestido largo. La cabeza


inclinó un poco para el lado mientras continuaba

observándome con atención.

Ћ Hola! – mi voz casi no salió.

Mi gana era huir de aquella sala.

Ћ Embarazada? – tuve certeza de que mi

rostro corava en diversos tonos de rojo. Mi boca quedó

sequía y la voz teimava en no salir.

Ћ Miel, ya está lista? – Dean me salvó, viniendo en


mi dirección. –

Este es uno de los disfraces que usamos para mantener Melissa lejos de las
garras

de Tanya. Hoy vamos a usarlo para conseguir descubrir la substancia que

están aplicando en su padre. Melissa va al hospital cuchara un poco del

sangre de él, ya que esta madrugada a tal mujer consiguió aplicar más una

236

dosis.

- Eso – conseguí recuperar a pose. – Tengo una consulta marcada,

quiere decir, Mary Guynes tiene – alguna cosa en la

forma como Robert soltó el aire, meneó conmigo. Yo no

sabía si él estaba frustrado con la situación del padre o

con el hecho de mi embarazo ser “falso”. – Y en que

exactamente yo no puedo envolverme? – Vi mi amante,


si es que aún podía llamarlo así, se remexer

incomodado.

Ћ En la noche pasada Adam habló una cosa que puede


ayudarnos mucho.

Ћ Abby! – Robert silbó intentando callar mi amiga,


sin embargo

esta sólo lo miró sin le importar con lo que él podría

hacer. Abgail no tenía miedo de su furia y eso estaba

bien claro.

- Él dijo que sabía que Robert intentaba encontrar una cosa y

sólo por eso no se separaba de Tanya, pero mientras él se mantenga


preocupado sólo en arrumar una forma de

recuperarte como amante, no va a percibir que todo

lo que él búsqueda está más próximo al que imagina.

Durmiendo a su lado todas las noches – el clima

quedó tenso. Dean me miró y yo sabía que él quería

decir muy más del que Abby fue capaz de hablar.

Ћ Y donde yo me encajo en eso?

Ћ En lugar Robert dio un paso

para el frente, como se quisiera dejar claro que a

partir dali cualquier información sería una guerra

declarada.

Ћ Vamos a dejar una cosa bien clara aquí. Yo estoy en


este juego y nada

debe quedar escondido de mí – Dean mordió los labios

formando una línea fina. – No coloqué todo lo que

tenía en riesgo para ser quitada del juego ahora –

hablé mirando directamente para Robert.

Ћ No se trata de quitar usted

del juego, Melissa – él respondió sin recular ni

un poco en su decisión.
Ћ Usted no decide nada aquí, Robert – el

silencio que se hizo fue embarazoso. Pero sus labios se

torcieron en una sonrisa de esquina que indicaban lo

cuánto él me admiraba y me desafiaba a la vez.

Ћ Pues intente pasar por cima

de una decisión mía y vamos a ver hasta donde

consigue ir.

Ok! Quedó realmente tenso. Sin percibir yo estaba

con los brazos cruzados y una ceja erguida,

encarando el hombre que yo amo y viéndolo

revidar mi indignación. No sería nada fácil trabajar

con él.

Ћ Hum! Miel, creo que usted va a acabar atrasándose,


no? – Dean era
el más incomodado con aquel problema. Sin Robert

en la línea de frente era más fácil bolarmos los

planes. A él no le importaba si yo iba o no 237

enfrentar el peligro, sólo providenciava para que nada de errado

aconteciera, ya Robert...

- Y usted? – pregunté para mi amante, o ex-amante, o

ex-futuro-amante, sé allá. – No va a trabajar? – él

sonrió con cinismo.

Ћ Voy sí! En verdad, vine buscar

la Carol. Con Tanya viajando vamos a forzar un

poco la barra – él realmente estaba satisfecho en

emplearme aquel golpe.

Ћ Ok. ES mejor yo salga luego

entonces. Veo usted en la empresa. Tenemos aquella

reunión con Adam hoy, no es mismo Abby? – ella

sonrió y concordó sin nada decir. – Óptimo! Quién

sabe un almuerzo pueda ayudarme a estar más por

dentro de las informaciones.

Salí de la sala antes que Robert consiguiera expresar su furia. Si

él podía usar el ciúme como arma, yo también podía y usaría hasta él ceder.

***
Pasar por la recepción fue fácil. La peruca rubia y las lentes de
contacto

me dejaban aún irreconocible, sin contar la barriga de una

gestação avanzada, y la documentación falsa corroborava con

la farsa. Sin embargo, tuve que volver a ser Melissa Simon así

que salí del ascensor. Yo tenía tiempo. Entré en el cuarto de

baño e intercambié de ropa. Conforme habíamos establecido,

dejé la sacolinha en la cabina, tranquei la puerta con mi llave

mestra, conseguida por Dean y su increíble capacidad, y salí

para recolectar la sangre. Todo estaba muy bien

esquematizado para que yo entrara, quitara lo


sangre y saliera sin necesitar prestar mayores informaciones, sin embargo,
estar

frente el frente con Maximus Carter no era tan fácil cuánto yo imaginaba.

- buen día, Maximus! – fui tola, pero no podía entrar allá y salir sin

nada decir. Robert creía que su padre podía oír y sentir todo, de esta

forma, una satisfacción debería ser dada. – No se preocupe. Estoy intentando

ayudar usted y su familia. Sólo preciso de un poco de su sangre – aquello

era extraño, tengo que confesar. – Vamos a hacer un examen... Descubrir lo

que están aplicando... Usted debe saber... Sé allá... – cogí la seringa, pero

no conseguí ser rápida. Senté en la poltrona al lado. – Eso todo es tan

extraño y confuso, sabe? Robert... Usted sabe como su hijo es uno

cabeza dura. Él no entiende mis motivos. Tá allá, todo cerrado, diciendo

que no sabe lo que hacer con nuestro amor, se merece la pena... Tuvo coraje

de compararme la Tanya. Da para creer en una cosa desala? Y yo

lloré, es claro! Las embarazadas han de esas cosas. Oh, Dios! Olvidé que no

tendría cómo usted sepa de eso – levanté y me posicioné a su lado.

Aproveché para captar el cateter. – Bueno... Estoy embarazada! Eso aún. Usted

238

será vovô. No es óptimo? Quiere decir... sería óptimo, si

Robert pudiera participar de eso, pero él no puede, por lo

menos no ahora. Usted necesitaba ver hoy más cedo. Él


estaba todo “señor de la autoridad” intentando impedirme

de hacer lo que era necesario. Ya imaginó si yo cuento que

estoy embarazada? – apliqué la seringa y estiré quitando su

sangre. Hice cara de nojo, claro! – Si él quiere dejarme de

fuera sin saber de este hijo, quedarse sabiendo va es querer

me mate – quité la seringa y rápidamente despejei el

material recolectado en un frasco pertinente. – ES eso,

Maximus! Con
certeza después que consigamos acabar con esta

locura toda su hijo va a perdonarme, quedar muy feliz

con el hijo y juntos vendremos aquí para visitarle.

Gracias por la conversación.

Dejé el cuarto como se fuera una cosa normal mi visita. Fui

hasta el provador, coloqué la peruca rubia, intercambié los

documentos, coloqué las lentes de contacto y dejé el

restante del disfraz trancado en aquel alojamiento. Descendí

dos pisos y caminé hasta la recepción para confirmar mi

consulta. Lógico que ninguna Melissa Simon podría tener una

consulta con una ginecologista de aquel hospital, pero como

yo realmente estaba embarazada y como estaba más del

que en la hora de dar marcha a mi pre-natal, hice la consulta

en el nombre de Mary Guynes. Lo que importaba era sepa se

estaba todo bien con el mal bebé.

Mientras aguardaba sentada en una pequeña recepción, aproveché

para leer algunas revistas sobre embarazo y quedé

chocada con la cantidad de cosas que yo había dejado

pasar. Todos aquellos cuidados fueron dejados de lado

mientras yo me envolvía en aquella confusión sin fin. -

Mary Guynes.
La recepcionista llamó, pero yo continué atenta la revista,

espantada con todas las vitaminas, los relatos sobre

partos, ácido fólico y su importancia para la formación del

niño, el tiempo en que se puede descubrir el sexo del feto.

Cuando él deja de ser feto para ser...

Ћ Mary Guynes? – la enfermera

habló un poco más alto. - Mary Guynes? – ella

estaba bien a mi lado cuando yo finalmente me di

cuenta de que Mary Guynes era yo. Merda!

Ћ Oh, sí! Perdón! Estaba con la revista... – pasé la


mano en mío
vestido, este un poco más justo al cuerpo, ya que necesitaba volcarme con

el mayor del disfraz. – Puedo entrar?

- Claro! – ella parecía aborrecida.

Entré en la consulta aún perdida en pensamientos. La

médica, una mujer de media edad, cabellos negros

cortados por encima de los hombros, un poco gordinha,

usaba óculos de grado y no paró para mirarme. Era

absurdo, pero aquella falta de sensibilidad me ayudaría.

239

Ћ Sra. Guynes? En su prontuário

está constando que estamos tratando de una

gestação de más o 14 semanas menos.

Ћ Más o menos – confirmé mirando todo a mi redor.


Uno

ordenador al frente de la médica llamaba su atención,

donde ella leía todas las informaciones implantadas por

Dean para aquella consulta.

Ћ Como está de náusea?

Ћ Terrible! Especialmente por las mañanas.

Ћ Tiene se alimentado de tres

en tres horas? – ella finalmente quitó los óculos y


me observó. Bajé los ojos impidiendo una

evaluación más detallada.

Ћ Hum! No. Ni siempre.

Ћ Sra. Guynes, una forma de aliviar

las náuseas del inicio del embarazo es siguiendo

correctamente la dieta. Voy a imprimir una lista de

alimentos recomendados y receitar un remedio para

auxiliar en el control de las náuseas. Alguna cólica?

Ћ No.

Ћ Tontería? Inchaço?
Ћ No.

Ћ Corrimento?

Ћ No!

Ћ Los corrimentos son normales en

su estado, Sra. Calvin. El más importante es no se

alarmar y contar su médica. Aquí consta que usted ya

toma vitaminas recomendadas por la médica que te

acompañaba en España. Muy bueno. Alguna pregunta?

Ћ Yo leí sobre ácido fólico – hice una mueca.

Ћ El correcto es tres meses antes de la fecundação y


tres meses después de. A

señora está a finales de este periodo.

Ћ Entonces mi hijo va a tener problemas

de formación? – ella rió y su expresión tan

desinteressada modificó para totalmente interesada.

Ћ No. Esta es sólo una forma de prevenir. Yo nunca


tomé esta vitamina

y aún así mis hijos nacieron saludables, así como los

de mi abuela. Venga! Vamos a ver como está este

niño.
Ella levantó yendo en dirección a una puerta

revelando otra sala con una maca y algunos

equipamientos.

Ћ Vista este jersey con la

apertura para el frente y llame cuando esté

lista.

Hice lo que me mandó, pero antes de acostar en la maca

observé mi barriga. Yo podía ver el pequeño calombo, sin

embargo era bien verdad de que este era imperceptível

para todos los otros. Será que mi hijo dejó de crecer

porque yo no tomé el tal ácido fólico?

240

Acosté en la maca y llamé por la médica. Ella entró e


inmediatamente conectó lo
ordenador al lado. Una pantalla verde con una

mancha negra apareció. La doctora colocó guantes y

palpó mi barriga. Sin decir nada, midió mi vientre,

después dio atención a mis senos. Una situación un

tanto cuánto embarazosa, ya que la señora estiró el

pico y analizó el resultado. Dolió un poco.

Ћ No sé se conseguiremos ver el

sexo del bebé, pero se sea posible, será de su

interés sepa se estamos cuidando de un niño o de

una niña?

Pensé en el asunto. Yo quería saber? Claro que quería!

Sin embargo esta debería ser una situación en que

debería ser compartida con el padre del niño. Robert con

certeza estaría tan ansioso cuánto yo. Doido para saber

se tendríamos un jugador de béisbol o una bailarina.

Pero él no estaba conmigo y yo ni sabía cuando podría

acompañarme. Sin percibir, una lágrima rolou de mi

rostro.

Ћ No. Prefiero que sea una sorpresa.

Ћ Todo bien. Vamos allá?


Ella esparció un gel extraño en mi barriga, protegiendo mi

braga con lo que parecía ser un guardanapo. Con un aparato

que me acordaba un lector de barras ella corrió mi vientre

mirando directamente para la pantalla. Fue cuando aquel

barulhinho llenó el ambiente. Yo nunca tenía oído nada igual,

aún así fue imposible no reconocer los batimentos cardíacos

de mi bebé. Llorar fue la parte más fácil.

Ћ Corazón fuerte,

batimentos correctos, hasta ahora está

todo bien. Consigue ver su hijo en la

pantalla?

Ћ No – lloré más aún. Aquella confusión que


aparecía y sumía,
pulsando y cambiando cada según no me dejaba

creer de que se trataba de un niño.

Ћ Vea aquí – ella apuntó con el dedo

para una bolinha que no parecía con nada. – Todo

perfeitinho hasta aquí. Su gestação está óptima, nada

que pueda preocuparnos – las lágrimas continúan

cayendo. – Y realmente no da para saber el sexo.

Quién sabe en la prójima a la señora vuelva decidida

a saber.

Ћ Quién sabe? – concordé con la esperanza en mi


corazón de que

en la próxima vez Robert estuviera conmigo, festejando

la vida de aquel niño y dando a ella lo que merecía. El

amor de sus padres.

***

Ћ Entonces dio todo

correcto – Dean colocaba el paletó para salir

para lo 241

trabajo. Él aún necesitaba fingir estar envuelto en otro caso.


Ћ Sí. Ya entregué la

muestra. Ahora es sólo aguardar para

descubrir lo que Tanya está haciendo.

Ћ Y con el bebé? – mis ojos volvieron a quedar


llenos de lágrimas.

Ћ Está todo correcto. Oí el batimento cardíaco de


él – Dean sonrió con

la felicidad de un padre. Exactamente como Robert

haría se fuera él a recibir aquella noticia.

Ћ Tiene certeza de que no quiere contar a él?

Ћ Dean, si Robert soñar con

este niño él me quita de vez de este juego. Sin

contar que él no conseguirá quedar lejos y va a

acabar despertando la atención de Tanya.

Ћ Usted tiene razón.


Ћ No va me cuente lo que

aconteció hoy más cedo? Del que Robert

quiere mantenerme lejos?

Ћ Del Adam – él rió. – Yo

sabía que usted no iba a olvidar esta

historia.

Ћ Desembuche – Dean

apretó la gravata y volcó para quedar de frete

para mí.

Ћ Usted sabe que todo lo que Adam más quiere hoy es


llevarte para cama

– hice cara de nojo. – Abby cree que deberíamos arriesgar.

Ћ Ella quiere que yo transe

con el Adam? – mi voz subió dos tonos y mi cara

fue de las peores.

Ћ No! Por el amor de Dios! Abby es loca y es capaz


de todo para

acabar de un golpe por todas con Tanya, pero sabe

que nadie concordaría con una locura de esas.

Ћ Dios me libre!

Ћ ES, pero ella sugirió que usted dejara él crea en


eso. El plan es
bueno, sin embargo, Robert no dejó opción. Él no

quiere que Adam Simpson encoste en usted.

Ћ Ese es Robert – él me encaró

sin conseguir esconder lo cuánto mi animación por

la posesión del hombre de mi vida lo dejaba triste,

a fin de cuentas, fue así que Robert me quitó de la

de él. – Cuente el plan.

Dean no tardó ni diez minutos para contar el plan y mucho

menos del que eso para que yo tuviera la certeza de que era

el más correcto a ser hecho. Difícil aún sería convencer

Robert a aceptar, o quien sabe, hacer todo por su espalda y

después enfrentar su rabia.


Salí para la empresa tras alimentarme conforme la

médica había informado. Vestida como Melissa Simon

yo entré en la empresa sin saber se tenía aún fuerzas

para encarar Robert Carter. No tras toda la mía 242

experiencia de más cedo. Yo quería poder acabar con

más aquella mentira. Era muy injusto hacer secreto de

mi embarazo. Era injusto que Robert no formara parte

de aquella etapa. No cuando yo sabía que aquel

detalle, aquel ser que crecía dentro de mí, sería el

nuestro recomenzo. Él fue nuestra elección.

No podía continuar escondiendo de él aquella situación. No cuando

un hijo fue su único pedido, llevándose en cuenta

que él nunca pedía nada. Pero aquel niño él quiso

tanto, imploró. No podía más mantener aquella

mentira.

- buen día! El Sr. Carter pidió para avisar que aguarda por usted en
la

sala de reuniones – Abby estaba extraña y yo comenzaba

a desconfiar que su apatia era debido al plan envolviendo

Adam Simpson.
Miré para el aquário que llamábamos de sala de

reuniones y avistei el hombre que yo amaba, absorto

en papeles. Suspiré pesadamente. Como él

reaccionaría? Como sería revelar que yo generaba un

hijo de él?

Ћ Algún problema?

Ћ Adam Simpson llegará a cualquier

momento, entonces creo que él desea alinear la

pauta – Abby permanecía distante. – Quiere que yo

lleve sus cosas para la sala?

Ћ Quiero sí – ella cogió mi bolsa y carpeta.

Ћ Que tal un café?


Ћ Óptimo! – con mi amiga, y

secretaria, dando cuenta de sus actividades, caminé en

dirección a Robert. La necesidad de acabar con más

aquella muralla, freía dentro de mí, implorando para

que yo tomara coraje y revelara mi embarazo.

Sería tan bueno si yo pudiera sentar y comentar que oí el

corazón de nuestro hijo, que, en consonancia con la médica,

estaba todo bien con él, aún yo habiendo cometido el fallo

de no tomar ácido fólico. Quería poder decir que aún no

aparentando, mi barriga estaba en el tamaño correcto para

una gestação de 14 semanas, y yo no conseguía entender

como esta cuenta era hecha, ya que siempre pensé en

meses, pero... Él levantó los ojos y me encaró en el

momento en que abrí la puerta de la sala. Suspiré y sentí

mis ojos húmedos.

Ћ Hola! – mi voz melosa, cargada de emoción,


dejaba claro lo

cuánto yo lo amaba. – Dio todo correcto – él sonrió y

jugueteó con la plumilla en su mano.

- Yo sé. Carol me avisó.

Puta merda! Robert Carter era tan broxante!


Ћ Habló? Por el visto la “amistad” entre vosotros
vais además del combinado

– él estiró el aire y lo soltó una risada

corta y abafada. 243

Ћ Son las curvas de las carreteras,

Melissa – sentí una rabia que me consumió. Medité la

posibilidad de avanzar sobre él y acertar aquel soco tan

deseado. Pero me contuve. – Siente, vamos a conversar.

Adam debe llegar a cualquier momento – él volvió a

analizar sus papeles mientras yo caminaba para la silla a

su lado.
Ћ Lo que pretende hacer?

Ћ Presionarlo. Quiero conseguir las informaciones


que él posee.

Ћ No va a salir bien – senté e intenté

prestar atención en el que él tanto analizaba. Eran los

informes referente al error de planta. – Adam quiere

algo en cambio...

Ћ No – fue categórico.

Ћ No estoy pidiéndote permiso para

nada – rebatí captando su atención. – Yo sacrifiqué

mucho del que amo para conseguir destruir Tanya y

no voy a perder esta oportunidad simplemente

porque usted no consigue confiar en mí.

Ћ Yo confío en usted y ya conversamos sobre eso.


Está quedando

cansativo, Melissa!

Si tenía una cosa que yo odiaba en Robert Carter era la suya

facilidad de deshacer del que yo quería. De intentar hacerme a aceptar la


suya

gana me intimidado. Era lo que él estaba haciendo en aquel momento,

jugando con mis sentimientos, haciéndome tema perderlo por insistir

en batir en la misma tecla.


Que se dane!

- Voy a amenazar procesarlo por el problema con el cambio de las


plantas.

Voy a acusarlo por el crimen, lo dimitís y pedir una indemnización por los
daños

financieros. Voy...

- Primero: yo aún soy la socia mayoritaria. Segundo: usted no tiene

cómo acusarlo de nada de eso. Tercero: no voy a

permitir que coloque Adam en la cadena antes que él

me ceda, gentilmente, la información que tanto deseo.


- No me provoque! – esta vez él fue aún intimidador.

Instintivamente reculé en la silla y tengo certeza de

que mis ojos quedaron arregalados. – Yo tranco usted

en aquel cuarto hasta que Adam sea reducido a polvo.

Ћ No adelanta intentar hacerme

tener miedo, Robert. Usted no tiene pruebas contra

Adam. El máximo que va a conseguir, si es que va a

conseguir alguna cosa, es despertar la ira de Tanya.

Ella no va a hesitar en entregar las pruebas que tiene

contra usted y lo hará, sentirse que puede perder de

alguna forma – él quedó callado. Su lengua umedeceu

el labio inferior mientras me analizaba. – Yo llegué

hasta aquí, Robert. Hice todo de la forma correcta.

Todo 244

mundo cree que no te amo más. Adam cree que yo

quiero vengarme de usted y con eso piensa que

puedo dar este paso.

Ћ No voy a aceptar! Lo que está pensando? Que


puedo quedar quieto

viendo Adam aprovecharse de esta situación? Que

voy a entregarte de manos beijadas para él?


Ћ Va a ser más una farsa.

Ћ No estoy en consonancia! Existen otras formas.

Ћ Ninguna que nos traiga resultado tan rápido.

Ћ No, Melissa! – habló un poco más

alto. – Por Dios! – pasó la mano en los cabellos y cerró

los ojos como se buscara por el equilibrio necesario

para continuar en aquella sala. Sin pensar dos veces,

repetí su gesto.

Ћ Usted puede desfilar con Carol, tonar-se cada


vez más íntimo y

aún así cree que puede decidir cómo yo debo o no actuar – mantuve a
voz baja y tranquila. Era como una lamentação y no un cobro.

Ћ No sea infantil! Eso fue idea suya.

Ћ Y usted ni es más mi novio – constaté sin me


importar con

sus argumentos. Robert se calló. Nuestros ojos

estaban fijos uno en el otro y en ellos estaba el dolor

de aquella constatação.

Ћ Melissa...

Ћ Siento su falta – más una vez él fue cojo de


sorpresa.

Robert encostou-si la mesa. El codo sobre esta, donde él

apoyó la cabeza, volcando el cuerpo en mi dirección.

Sus dedos juguetearon con sus cabellos mientras él

pensaba sobre lo que debería o podría hablar en aquel

momento. Mordió el labio inferior, aún encarándome y

después soltó el aire, visiblemente más relajado.

Ћ Yo también – reveló por fin. – Yo

también siento su falta, Miel. Aquellas palabras, así

como toda la atmósfera que se hizo para contemplar su

revelación, duró pocos segundos. Y un momento él me

encaraba con los ojos llenos de amor y en el otro, un


átimo de segundo después, estaba de vuelta su

posición. Los ojos prendidos en sus papeles y el hielo

de su distancia enfriando mi cuerpo. Fue cuando oí la

confusión del ascensor abriendo sus puertas.

Robert era muy mejor en aquel juego del que yo. Él

estaba constantemente atento. Suyo personaje estaba

siempre a la acecha, pronto para asumir más una vez su

personalidad, mientras yo continuaba allá, desconcertada,

ansiosa y temerosa a la vez.

Ћ Y yo aún soy su novio, Srta. Simon.

Él dijo poco antes de Adam Simpson alcanzar la sala y agujerear a


nuestra borbuja. Estábamos de vuelta al juego.

245

CAPÍTULO 25

Ћ Yo no tengo culpa se recibí la

planta errada! – Adam estaba muy agitado,

intentando defenderse de todas las acusaciones que

Robert le hacía. – Hice lo que fui mandado hacer.

Supervisé los detalles, pero no soy especialista en el

asunto, como puedo saber que los valores estaban

alterados?

Ћ Usted es el gestor de un equipo.

Nadie percibió? Ninguno de los científicos? Como

puede explicar eso? – Robert continuaba atacando. -

Quién va a pagar por los perjuicios?

Ћ Robert – intenté amenizar el clima. Yo sabía y él


también que lo

máximo que podríamos hacer era culpar Adam por

no haber percibido el error, pero no por haber sido

el responsable por este.

- No necesito llevar el caso al consejo. Tengo autonomía para

dimitir y contratar quién yo creo que sea realmente necesario dentro de este
grupo – él encaraba Adam sin desviar su atención. Asumía una

postura totalmente ameaçadora.

- Va a dimitirme?

Ok. Hora de juguetear de policía bueno y policía ruim.

Era mi papel evitar que Robert hiciera aquella besteira.

Aún necesitábamos de Adam y haberlo tan ressentido

no facilitaría en nada.

Ћ Claro que no vamos lo dimitís, Adam! –

Robert tragó en seco, pero sin dejar de encarar su víctima. –

Robert sólo necesita de culpables.

Ћ No soy el culpable! – el desgraciado estaba


muriendo de miedo.
- Y quién es? – nuestro CEO se inclinó un poco para el frente, como

si fuera atacar el pobre desgraciado del Adam

Simpson, que arregalou los ojos con aquella actitud.

Ћ Yo no sé. Cuando hicimos la

reunión usted me informó que me pasaría la planta por

email y que un sistema sería instalado en mi ordenador

para que esta pudiera ser mejor analizada. Trabajé con

estas informaciones todo el tiempo. Yo no soy loco,

Robert! Nunca aceptaría una situación como esta.

Existe muy más a arriesgar del que su necesidad de

medir fuerzas con Tanya – aquello incomodó el hombre

que yo amaba. Él no revidou. No se expresó. Sólo la

pequeña vena sobressaltada en suya prueba indicaba

que no me estaba gustando el rumbo de la

conversación. – Estamos hablando de vidas y yo nunca

aceptaría participar de algo de este tipo!

246

Aquella conversación, desnudada de mentiras y

conveniencias, donde Adam trataba abiertamente sobre su

posición al lado de Tanya, aunque no expresada

verbalmente, y dejaba claro que no necesitábamos


mantener la cortina de farsas que asumíamos cuando

estábamos en aquel tablero. Endireitei la columna y encaré

nuestro adversario.

Ћ Lo que aconteció fue un error grave, Adam.


Usted tiene razón.

Ultrapasó todas las barreras de esta disputa. Nuestras

cabezas fueron colocadas en cheque y, con certeza, todas

rolariam si no hubiéramos percibido a tiempo. No tenemos

cómo comprobar la participación de Tanya, entonces sólo

usted quedó en evidencia. No estoy en consonancia con la

posición de Robert en punirte cuando sabemos que existe

muy más por detrás.


Tampoco podemos cerrar los ojos. A partir de ahora usted

será constantemente vigilado y se consigamos cualquier

prueba de su participación, abriremos un interrogatorio y

lo incriminaremos – Adam tragó en seco. Robert se

remexeu incomodado con mi posición.

Ћ Quiero un informe diario. Para su

suerte estamos partiendo para Tailandia en pocos días

y podremos acompañar de cerca la fabricación de la

base. No quiero fallos esta vez, entendido? – aún

incomodado él no fue capaz de posicionarse contra

mí. – A partir de hoy usted firma el informe, siendo el

único responsable por cualquier fallo de este proyecto.

Será de esta forma que vamos a trabajar. Cuidado!

Usted está caminando en una cuerda bamba.

Ћ Todo bien – existía amargura en su voz, así como

resentimiento. Con certeza tras Tanya haberlo

abandonado la propia suerte, Adam pensaría mejor en

darme la ayuda que yo tanto necesitaba. - Está

dispensado – Robert finalizó con desprecio.

Adam me miró por algunos segundos y yo

tuve la certeza de que él quería decir algo más,


sin embargo él sólo levantó. - Veo vosotros

después.

Él levantó y salió de la sala. Paró para conversar con

Abby bajo el nuestro mire atento. Era importante tener

cuidado con lo que podríamos o no dejar transparecer.

El celular de Robert vibró llamando su atención. Él miró

para la pantalla y sonrió, después tecleó una respuesta

rápida. Quedé muy intentada a descubrir lo que era, a

fin de cuentas yo soy la madre del hijo de él, entonces...

- Él va a pensar dos veces antes de envolverse en otro caso como


este – dijo, por fin, volviendo a quedar serio.

Ћ Él no está envuelto. Por lo menos no en

este. Adam es idiota y egoísta, pero no es capaz de aceptar

formar parte de algo tan inhumano.

Ћ Y el accidente de la Abby? –

arqueou una ceja encarándome. – 247

Usted no sabe quién es Adam Simpson – volví a

mirar para la sala, donde Adam y Abby aún

conversaban. Porque ella aún era enamorada por

él?

Ћ Puede hasta ser, pero voy a

aprovechar lo que él es para resolver mi vida –

Robert suspiró pesadamente sin querer demostrar

mucho de su frustração.

Ћ No va, no – bajó los ojos para

los papeles sobre la mesa. – Voy amarrá-la en la

cama, Melissa, y si alguien ayudarte, yo mato –

levantó el rostro para encararme con esta última

frase. – Y eso vale para aquel merdinha de su

“marido”!
Ћ Robert... – el celular de él

volvió a vibrar. Más una vez él miró el mensaje y

sonrió, respondiendo rápidamente. – Lo que usted

tanto halla engraçado?

Ћ Engraçado?

Ћ Sí. Llega un mensaje, usted confiere y sonríe para


responder

luego enseguida.

Ћ Ah! – él me encaró con una

expresión extraña y después volvió a anotar

alguna cosa en sus papeles.

Ћ Y entonces? – crucé los

brazos en el pecho y miré para fuera, viendo

Adam ande hasta la copa con Abby.


Ћ Usted está prestando

atención – afirmó sin darse al trabajo de mirarme,

sólo rió.

Ћ Cuál es el problema, Robert Carter?

Ћ Hum! – él fingió pensar y

después rió, mordiendo los labios para contener

la risa. Parecía un niño actuando de aquella

forma.

Ћ Que droga! – él me miró y su sonrisa

fue inmensa. – En el papel de mi novio usted no debería

mantener secretos – el hombre que yo amo arqueou una

ceja, manteniendo una expresión engraçada. – A fin de

cuentas, estamos o no juntos otra vez? – él continuó

sonriendo, como un chico llevado que predicaba una pieza

en la namoradinha.

Ћ Claro que sí – sus ojos se estrecharon


acompañando aquel

sonrisa torto que me dejaba extremadamente

excitada. – Usted es mi novia, pero Carol continúa

siendo mi amante – y sonrió deliciado con aquellas

palabras.
Sin contar tiempo, cogí todos los papeles que estaban sobre la mesa

y los tiré en él. Robert se protegió como pudo, y

gargalhou, lo que me dio más rabia. Levanté para ir

aunque, furiosa con aquel comentario infeliz. Abrí la

puerta y caminé en dirección mi sala. Él estaba

inmediatamente atrás de mí, aún riendo. Paré en la

mesa de Abby, cogí sus agendas y tiré en él, que se

esquivou con agilidade.

248

Ћ Quede lejos de mí! – amenacé. Él continuó


riendo.

Ћ Voy a quedar. Tengo un compromiso ahora.

Vuelvo tras el almuerzo – Abby y Adam se aproximaron

asustados con mi reacción. Mi rostro cogió fuego. Robert

intentó mantener una postura superior, pero aún reía. –


Calme su jefa, Abgail.

El ascensor abrió y él entró sin aguardar por mí.

Que odio!

Ћ Melissa? Tranquila! Lo que hubo? – entonces

me di cuenta de que había acabado de arruinar mi disfraz.

Adam había presenciado aquella pelea que fácilmente pasaría

por una discusión entre una pareja enamorada, o por lo

menos, la mujer en cuestión estaba enamorada. Y revoltada.

Ћ Usted conoce su jefe, Abigail. Él consigue quitar


cualquiera

persona del serio – ella me miraba consiguiendo mantener

el tono profesional, a pesar de no necesitar esconder

nuestra intimidade. Éramos amigas. - Robert Carter no tiene

límite. Él quiere y él hace – Adam comentó

si aproximando más de mí. Noté el mirar de Abby

a pesar de ella intentar disfrazar.

- Quiere un café? Una agua?

Por la forma como ella me miró yo supo que tenía su permiso

para actuar. Mi amiga estaba dándome carta blanca, aunque

eso acabara hiriendo su corazón. Tragué en seco. Robert

había me amenazado de todas las formas. Merecía la pena


contrariarlo? Claro que valía. Él estaba me sacaneando con

toda aquella historia con la Carol. Merda!

Ћ Un café, gracias! Adam? –

él quedó sorprendido y parpadeó algunas

veces.

Ћ Un café también. Gracias,

Abby – mi secretaria salió dándonos espacio.

Ћ Disculpe por eso, Adam. Robert está insoportable


los últimos días

– fingí constrangimento colocando mi cabello para tras de la oreja y


bajando el mirar.

- Yo comprendo. Robert es complicado. Quiere todo a la vez y

en el final acaba quedando sin nada – lo que él quería

decir con aquello? – Él no consigue definir lo que

hacer. Sabe por quê?

Andamos hasta mi sala mientras él hablaba. Yo

senté en mi silla y él se almacenó mi frente, sin

desviar la atención un único minuto. Mi corazón

martillaba en el pecho.

- Melissa, yo sé lo que aconteció – quedé tensa, pero disfracé

conectando el ordenador sobre la mesa. – Yo estoy

en este juego hay muy más tiempo del que usted y

puedo afirmar: Robert pasa por cima de cualquier

persona para mantenerse de pie en este juego con

Tanya, y sabe por quê? – 249

suspiré y miré para él que me encaraba con furia. – Robert Carter aún

Ћ loco por la esposa – mi cabeza giró. –

Yo sé que usted debe estar pensando que es improbable,

pero yo sé lo que acontece entre ellos dos. Tanya y Robert

sostienen esta locura porque aún se aman, pero esta es la

forma que encontraron de satisfacer a este amor.


- Adam...

- Disculpe! Esta conversación no debe hacerle bien, pero vea

usted – sonrió con los ojos brillantes. – Dio la vuelta por cima.

Tomó todo de él y aún volvió casada. Por Robert no esperaba.

Por eso no me sorprendo con la furia de él para todos los

lados – hesitó un poco y sonrió. - Usted debe saber que no fue

la única amante de él – hizo una nueva pausa encarándome.

Era complicado mantener la farsa oyéndolo despejar toda la

aquella podridão. – Y con certeza ya debe saber que él

encontró
otra chica para divertirse – sonrió de manera diabólica.

Mordí los labios evitando que toda aquella merda me

quebrara.

Era un plan, nada más del que eso, y estábamos

consiguiendo llegar a nuestro objetivo. Luego Tanya

estaría ingresada, Adam atrás de las rejas y mi vida

volvería a su eje. Yo, Robert y nuestro hijo, en una

vida normal y feliz.

- Por el visto, Robert tiene el don de despertar amor y odio en las

mujeres – levanté los ojos, respiré fondo y resolví que era hora de jugar.

Ћ Por el visto, sí – él sonrió más una vez.

Ћ Usted hizo todo eso por venganza o

para llamar la atención de él? – suspiré y levanté

encarando el paisaje de Chicago congelada.

Ћ Usted tiene razón cuando dice que Robert


despierta el amor y el odio.

Fue así con Tanya, no fue? Y ahora es conmigo – él

continuó callado. – Yo quiero destruirlo, Adam.

Concuerdo con su teoría. Ellos aún se aman y se

divierten con todo lo que hacen. Este es el juego doentio

de ellos. Robert me usó, me iludiu y después me mandó


aunque, como si yo fuera un peso que él necesitaba

eliminar.

Ћ Pero usted volvió.

Ћ Volví. No soporté quedar escondida, con

miedo de todo. No tardó para que yo percibiera que él me

quería lejos. Que aquella disculpa de necesitar estar

separados para que Tanya no lo alcanzara, era sólo una forma

de mantenerme distante. Entonces descubrí el contrato de las

acciones. Dean siempre estuvo a mi lado. Era un ex-novio

aguardando una segunda oportunidad y Robert lo odia,

entonces, junté el útil al agradable.

Ћ Fue un bello tapa en la cara. Pero...


Ћ Pero yo quiero más! – vendré

encarándolo. – Quiero hacer lo que Tanya sólo

amenaza. Quiero las pruebas contra él y colocarlo

en la cadena. Voy 250

destruir su imperio, destruir Robert CEO y Robert hombre.

Quiero que él no sea más nada! – sin percibir avancé sobre

la mesa, cogiendo mi cuerpo con las dos manos apoyadas

e inclinada en dirección del Adam. Hice un óptimo trabajo.

Él me encaraba con atención.

Ћ Con permiso – Abby entró en el momento correcto.


Estaba correcta de que

ella había ensaiado aquella entrada estratégica, ya

que podía oír lo que discutíamos pela escucha

colocada en la sala. – El café.

Volví a sentar mientras ella caminaba en nuestra

dirección llevando nuestra bebida caliente. En

silencio, colocó las dos tazas sobre la mesa y salió.

Di un largo gole y me sentí enjoada. Las emociones

estaban a pasador. Adam me observaba.

Ћ Tanya reúne pruebas, pero nunca

las usará. No puedo aliarme a ella, pues sé que así que


ella percibir mi objetivo, va a tratar de quitarme del

campo – él concordó con la cabeza y dio una risada

cínica. – Yo sé que usted puede ayudarme, Adam. Fue

por eso que no permití que Robert fuera tan lejos hoy.

Porque quería que él entendiera quién manda ahora – vi

su sonrisa expandirse. Era un idiota mismo. – Será un

cambio. Yo te ayudo y usted me ayuda.

Ћ Melissa, Tanya no es una adversaria fácil de lidar.

Ћ Yo sé.

Ћ Y yo tengo muy a perder se sea contra ella –


parpadeó haciéndome

corar. Él no desistiría.
Ћ Yo entiendo. Pero Tanya ni necesita saber que
usted me ayudó.

Ћ Voy a pensar en alguna forma – él miró las propias


manos. – Pero

mi precio es único – cuando levantó sus ojos yo pude

enxergar la luxuria en ellos. Era enjoativo y nojento.

Pero sonríe.

Ћ Yo necesito resolver algunas

cosas ahora. Conversaremos durante el día.

Ћ Todo bien. Mi idea es

quedar por aquí hoy. Cualquier cosa es sólo

conectar.

Observé Adam salir conteniendo mi gana de vomitar.

Estaba con tanto nojo de aquella conversación y de

aquella forma absurda cómo él me cobró sexo en

pago de las informaciones. Adam era nojento,

asqueroso y merecía una lección inesquecível. Corrí

para el cuarto de baño y vomité toda mi indignación.

Ћ Está mejor? – Abby estaba bien atrás de mí con


un vaso de

agua en mano. – Beba.


Ћ Yo voy a vomitar todo otra

vez colocarse alguna cosa para dentro ahora.

Ћ Agua va a hacerte bien – ella no me acusaba,


sólo mantenía

251

aquella postura fría e indiferente.

Ћ Abby, yo sé lo cuánto eso es ruim para usted...

Ћ Todo bien. Adam es un

idiota! Vamos en los preocupar ahora con la

reacción de Robert.

Ћ Él no entiende, pero yo voy hasta el final.

Dean me garantizó que no dejará Adam tocar en mí – ella

concordó pero sus labios volcaron una


línea fina. – Usted tiene razón, Adam es un idiota –

cogí el vaso con agua y bebí en goles pequeños. –

Alguna novedad?

- Sí. Los capangas de Tanya acabaron de comunicarla

que Robert está almorzando, en este momento, con

Carol – paró para me sondar. Hice una mueca de

reprovação. – ES sólo el juego, Miel.

Ћ Yo sé – pero él estaba

almorzando con ella y adorando la idea. Era tan

frustrante. – Y Tanya?

Ћ Ella no expresa muchos

sentimientos. Olívia envió un áudio esta madrugada.

Ella estaba muy asustada con un ataque de nervios que

Tanya tuvo – miré intrigada para mi amiga. – Dean

consiguió reproducir la voz del niño, ahí... – dio de

hombros.

Ћ En China? Mi Dios!

Ћ Olívia quedó bastante asustada. Dean prefirió no


contar a

verdad. Concordamos que mientras menos ella sepa

menos ella entrega si sea confrontada.


Ћ Merda! Todo bien entonces.

Ћ Vamos a almorzar? – sonríe concordando. Por lo


menos en aquel

momento, durante nuestro almuerzo, seríamos

Melissa y Abgail. Amigas de la época de la facultad,

cuando, por lo menos yo, ni soñaba que esta locura

toda sería posible.

***

Miré más una vez para Robert. Él continuaba en silencio.

En aquella tarde él había vuelto más serio. Hizo algunas

llamadas, nada que fuera relacionado nuestra vida contra las

fuerzas del mal, pero realizados para otros empresarios para

algunos gerentes, un tiempo considerable para


Bruno y otro para Paul. Siempre asuntos de negocios.

Yo quedé dividida entre realmente trabajar, a fin de

cuentas aún necesitaba preparar un informe

completo sobre nuestras actividades en Tailandia.

Necesitaba estudiar los análisis entregues algunos

días antes, verificar los porcentuais, entender las

investigaciones, las hojas de cálculo y checar la

viabilidad de todo. Sin contar que aún necesitábamos

encontrar una forma de pasar revista la fabricación

de la MXZ. Y quedar atenta a mi amante. 252

Aún me sentía incomodada por su almuerzo con Carol.

Robert miró su reloj de pulso, arrumou su material y

levantó.

Ћ Necesito ir – fue sólo lo que dijo, andando en


dirección la puerta.

Ћ Más algún compromiso con Carol? – mi garganta


quemaba

de indignación y mi gana era de acabar con aquella

sonrisa miserable que él direccionaba para mí.

- Si no fuera jugar más nada en mí, sí – mi cara dejó claro

lo cuánto aquella información me incomodó. - Yo la trajo,

necesito llevarla – no fue el suficiente para mí. Él anduvo


en mi dirección y paró el frente de mi mesa. – Melissa,

vamos a hacerse eso salir bien entonces usted también

necesita confiar en mí. Carol está haciendo papel de mi

amante. No está siendo fácil para nadie, ok? Colabore.

Ћ Yo no dijo nada –

crucé los brazos en el frente del pecho,

visiblemente incomodada.

Ћ Y necesita hablar?

Ћ Todo bien. Yo estoy incomodada. Como quería


que yo quedara?

Droga! Usted simplemente está curtindo esta idea. Queda desfilando con a
Carol con la disculpa de que eso va a colaborar

con el plan, pero está creando el mayor problema

con el esquema del Adam.

Ћ Su genio empeoró mucho

los últimos tiempos – pasó una mano en los

cabellos, estirando el aire con fuerza.

Ћ Vaya la merda, Robert! No venga con este aire


superior porque usted

no es. Y no pouse de mi dueño, tá legal? Si quiere

desfilar con la Carol, haga, pero no me cubre una

posición submissa. Haga su parte y no confunda la

mía!

Ћ Hoy está imposible conversar con usted.

Ћ Óptimo! Porque conversar es una cosa que usted


no sabe hacer.

Sabe mandar, ordenar y coagir, pero conversar, nunca! – él

paró sorprendido con mi reacción. En verdad hasta yo quedé

sorprendida. Por qué aquello todo me irritaba tanto si yo

estaba en consonancia? Y por qué infierno yo tenía que pelear

con él cuando lo que yo más quería era tenerlo que vuelta? –

Disculpe!
– sussurrei dejándome abatir. – Disculpe. No

sé lo que está aconteciendo conmigo.

- Pero yo sé – su voz quedó más suave y sus ojos quedaron llenos

de amor. – Tenga tranquila, yo voy a resolver todo – cerré

los ojos y cubrí mi rostro con las manos. Yo me sentía

como en una montaña-rusa, con tanto cambio de

emoción. – Melissa yo... – levanté el rostro y lo vi quitar el

celular del bolsillo para leer el mensaje y hacer una

mueca. – Yo necesito ir. Si comporte – parpadeó y volcó

en dirección la salida.

Quedé sentada sin saber cuál debería ser mi

próximo paso. Yo 253

no quería ir aunque. No quería me enfurnar en aquel QG y saber de las


novedades. No quería pasar más una noche sola

pensando en todas las tonterías que era correcto yo

pensar. Pero, sobre todo, no quería quedar ni más un

segundo sin la certeza de su amor por mí. Sin sus

toques, sus besos, su atención.

De repente yo me sentí sofocando. Aquella sala parecía

cerrarse sobre mí. Toda mi realidad quería cobrarme en doble

las consecuencias de mis elecciones. Una leve pontada en el

pie de la barriga hizo con que mi atención se volviera para el

niño que yo llevaba conmigo.

Ћ Va a quedar todo bien – miré alrededor

viendo Abigail prepararse para finalizar su día de

trabajo. – Mamá y papá van a cuidar de todo. Acompañé

mi amiga hasta el ascensor y después nos despedimos.

Abby usaba el aparcamiento de los mortales, ya yo,

tras mi golpe, formaba parte de los inmortales.

Mientras ajustaba mis cosas, acoplando mi aparato

celular en mi dispositivo de sonido, vi Adam

caminando apresurado en dirección a su coche.

Di partida y señalicé mi salida. Aún con los vidrios


cerrados, con la voz de Adele llenando mi mente, y el motor del

coche ya lleno de vida, oí el engasgar del coche del Adam. Miré

por el retrovisor y vi cuando él batió el volante y abrió la puerta

saliendo en dirección al capô.

No necesité pensar dos veces. Dirigí hasta él, parando a su lado.

Ћ Problemas? – él sonrió y cerró el capô,


visiblemente irritado.

Ћ Yo no entiendo nada de coches, pero esta droga


aquí es nueva. No

debería dar problema – abrió la puerta retirando

sus cosas de dentro del coche.

- Yo tampoco entiendo nada de coches, disculpe!


Ћ Todo bien. Yo voy a intentar

un taxi y pedir para mi seguro volcarse con esta

amplia vieja.

Ћ Puedo ofertarte una carona? – vi sus ojos brillen.


En el

aún instante mi nuca pinicou alertándome del

peligro, aún así resolví arriesgar.

Adam entró. El sonido de la puerta batiendo fue como una sentencia.


Yo

sabía hasta donde debería ir, pero conseguiría?

Tendría coraje? Dudé de eso en aquel instante.

254

CAPÍTULO 26

Estábamos parados en la entrada del apartamento de

Adam Simpson. Instintivamente accioné el botón de mi

celular que permitía al personal del QG escuche todo lo

que conversábamos. Yo estaba enojada con la tentativa

de Adam en llevarme para cama. Era sucio, absurdo y

nojento. Él sabía que yo quería aquellas pruebas y creía

que yo iría hasta el final para las conseguís. Tolinho!


- Robert debería tomar cuidado con las mujeres que escoge – rió

con el cuerpo inclinado en mi dirección. Sonríe, como

se estuviera satisfecha con su forma ridícula de

cortejar. – Usted es una niña muy malvada, Melissa.

Ћ Usted ni imagina lo cuánto – pisque

fingiendo flertar e imaginando lo cuánto él realmente

desconocía mi capacidad de ser cruel. Hasta yo

desconocía y me asustaba con tantos pensamientos

maquiavélicos que inundaban mi mente en aquel

momento.
Adam interpretó la actitud como un incentivo. Su

mano tocó mi pierna. Pensé que sería capaz de

quebrar su nariz, pero me contuve barriendo la mente

para encontrar una salida. Necesitaba que Dean

estuviera pronto para actuar y como aquello todo fue

impensado, no tendríamos cómo hacer nada sin llamar

atención.

- Por qué no entramos un poco? La noche está fría – su mano subió

por mi pierna alcanzando el muslo. Puta merda!

Robert me mataría. Para mi felicidad, o desgracia, mi

celular comenzó a tocar. Aproveché y me encogí para

cogerlo, haciendo con que aquellas manos nojentas

dejaran mi cuerpo.

Ћ Dean – la voz salió con un alivio

perceptible. En parte yo estaba satisfecha por

conseguir alejar Adam, pero el mayor motivo para mi

estado era por el hecho de no ser Robert a hacer

aquella conexión.

Ћ Sal ya de ahí - él también

estaba aborrecido y no se preocupó en dejar claro


en su tono de voz. - Falda o voy a mandar

nuestros hombres detonen Adam ahora mismo.

Merda! Dean estaba consiguiendo aprender lo

que existía de peor en Robert Carter.

- Claro, querido! Yo había olvidado de este compromiso, pero ya

estoy volviendo para casa – Adam me miró con deseo

y yo revirei los ojos como se quisiera decir que

infelizmente tendríamos que aplazar el encuentro. 255

Ћ Merda, Melissa! Yo dijo: cuando estemos con


todo listo.

Ћ Llego en diez minutos –

desconecté y sonríe para Adam. – Necesito ir. Dean

queda ansioso cuando yo necesito atrasarme un poco.


Ћ Marido inseguro? – hice

una mueca y aproveché para utilizarla de la

forma correcta.

Ћ Robert continúa rondándome. Dean no sabe


administrar mucho

bien la presencia de él – fue como fuego en una

banheira de alcohol. Adam se sintió aún más

estimulado sabiendo que llevándome para la cama

alcanzaría directamente su blanco. – Necesito aún ir.

Ћ Todo bien! Cuando quiera

conversar sobre Tanya, Robert... Las pruebas...

Sabe donde puede encontrarme – y miró

sugestivamente para la entrada de su

apartamento.

Ћ Así que yo volver de viaje –

prometí y asistí las labaredas en sus ojos

aumenten.

Ћ Tan cedo así? – que imbécil!

Ћ Sí. Usted ni imagina lo cuánto yo deseo estas


pruebas.

***
Pasar ilesa por Dean fue fácil demás. Carol estaba por cerca lo que

lo impedía de ser tan incisivo. Sólo conté para él mi idea

y fui más del que alertada de que Robert ya estaba

sabiendo lo que yo había hecho. Otra información. Por

eso, después de saborear la torta de pollo con queso

maravillosa que la Sra. Allen había gentilmente

preparado para mí, aún con toda la recomendación

sobre verduras y comidas más saludables en esta fase

de mi vida, fui para mi cuarto ansiando por un baño bien

caliente.

Yo había combinado un encuentro con Alex mientras Robert

conversaría con Bruno sobre todo lo que hallaba de aquel

plan, por eso yo sabía que a la corta o a la larga él

aparecería para cobrarme


satisfacciones... O no? Quedé inquieta, pero prorrogué al máximo el baño.

Robert no había aparecido, ni conectado con su furia implacable,

lo que me dejaba cada vez más insegura. Lo que estaba

diferente? Lo que había cambiado en su forma de

amarme? Desconecté el chuveiro e inmediatamente me

enrolei en la toalla. Sequé el cuerpo, solté el cabello e

intercambié la toalla por un roupão felpudo, pero no lo

cerré. Estar embarazada exigía de mí diversos detalles

antes ignorados, como usar constantemente hidratante.

No un hidratante corporal que fuera para todo mi cuerpo,

pero un específico para cada parte. Una tortura para mí.

Luego mis quadris estarían con el doble del

tamaño, mi barriga 256

estirada, inmensa y pesada y mis senos no serían más

tan atractivos. La mínima idea me hizo despejar una

cantidad generosa de hidratante y massagear mis

piernas y quadris. Fue en este momento que él entró. El

baque de la puerta demostraba su furia.

Ћ Melissa! – habló el más alto posible,

sin encontrarme en el cuarto. Respiré fondo colocando

mi máscara de indiferente y continué mi servicio. Por el


visto él había aplazado la conversación con el hermano,

luego yo también necesitaría aplazar a con mi amiga.

Ћ Aquí – forcé mi voz a salir de la manera más


natural posible.

Robert no tardó ni diez segundos para llegar la puerta del

closet y sorprenderme desnuda, con el roupão abierto,

esparciendo hidratante en mi cuerpo. Si él tenía rabia, puedo

jurar que esta se mezcló a algo

muy más fuerte: deseo. Nuestros ojos se encontraron, pero

los de él abandonaron los míos para recorrer mi cuerpo,

acompañando cada
movimiento de mi mano. Yo podía ser una idiota enamorada, que se

sometía a todos los caprichos de aquel hombre que ardía de deseo la mía

frente, pero seamos francos, en cuestión de dominar Robert Carter, de

lo seducís hasta el límite, yo era mestra.

- Algún problema?

El hombre de mi vida me miraba de una forma que podría

fácilmente poseerme sin que para eso necesitara de

mucho. Él estiró el aire con fuerza y pasó la mano en el

cabello mojado, indicando un baño reciente. Usaba una

calza jeans oscura, un suéter negro y una camisa blanca

por dentro. Por el visto estaba muy frío del lado de fuera.

Curvé un poco los hombros para frente, sintiéndome

intimidada por el hecho de él poder desconfiar del

embarazo.

Ћ Lo que fue aquella merda toda

con Simpson? – sonríe, intercambié el pote de

hidratante y lambuzei mi barriga, aún con el suyo

mire atento quemando mi piel.

Ћ Yo te dijo que no perdería la

oportunidad – su mano cerró en puño.


Ћ Que merda, Melissa! Lo que piensa que está
haciendo? Va a permitir

que aquel... Aquel hijo de la puta se aproveche de

usted sólo para conseguir algunas informaciones?

Ћ Robert – caminé hasta la

penteadeira y cogí otro puede de crema. Fui hasta

un espejo de cuerpo todo y me admiré. – Él no va ni

conseguir tocar en mí. Dean va a cuidar de todo.

Ћ Va una merda! Yo no voy a arriesgar – habló más


alto dejando a

rabia tomar cuenta de la situación. – No me provoque, Melissa! Nunca más se


aproxime del Adam...

257

- O entonces? – vendré encarándolo. Estaba cansada de él intentar


siempre

intimidarme. Robert no podía simplemente decidir por mí. –

Va a prenderme en la cama? Va a amenazar todo el mundo?

Va a amenazarme de todas las formas posibles? – vendré de

vuelta para el espejo sin darle atención. – Vaya enfrente,

Robert. Puede prenderme, amenazarme, pero yo no voy a

desistir. En la primera oportunidad yo voy allá y hago lo que

tiene que ser hecho. - Usted está loca? Lo que está

aconteciendo con usted, Melissa?

Perdió el juízo? – él estaba feroz. Actuaba como

alguien que no sabía más como recuperar el control,

pero que lucharía por este hasta el fin. Sus pasos en

mi dirección fueron decididos. No reculé. – No quiera

medir fuerzas conmigo.

Ћ Yo no tengo miedo de usted,

Robert! – vendré encarándolo con determinación. Él

estancó sorprendido con mi actitud. – No voy a desistir

de todo lo que conseguí hasta aquí sólo porque usted


tiene que tener la última palabra. Si conforme. Por

qué no va a consolarse con su nueva amiguinha? – él

parpadeó algunas veces y después sonrió. Una sonrisa

que indicaba el tamaño de su ira. Y en aquel momento

yo supo que él partiría con todo para cima de mí.

Ћ No tiene miedo de mí? – él estaba a pocos


centímetros. Suyo

cuerpo subjugando el mío, su calor calentándome, de hecho quemando.

Quién un día dijo que la mejor manera de hacer amor es tras

una pelea, entendía muy bien del asunto. En aquel momento, ardiendo de

rabia de toda su petulancia, de su forma de tratarme como si yo fuera


más una de sus operarias, odiando toda su

aproximación con la Carol, detestando la distancia que

él impuso, y embarazada sin poder revelar, yo sólo

pensaba en una única cosa: yo lo quería dentro de mí.

Sin más un segundo, sin espera y sin límite.

Ћ No tiene miedo de mí, Melissa? – dio

más un paso haciéndome recular. – Pero yo sé muy así

como hacerla descender de este pedestal – un paso

mínimo fue dado en mi dirección y su cuerpo finalmente

tocó el mío. Él avanzaba y yo era forzada a recular. –

Voy a acabar con esta pose de dueña de la situación –

las palabras pasaron por sus labios con rabia. Como si él

fuera aún doblarme hasta que no sobrara más nada de

mí. Mi corazón aceleró.

Ћ Yo no tengo miedo de usted – repetí, pero sin la


fuerza de antes.

Ћ No? – otro paso y yo

estaba presa entre el cuerpo de él y el

espejo.
Ћ N.. No! – tragué en seco y

arqueei lo quejo en su dirección para desafiarlo.

Robert sonrió ampliamente.

258

El paso siguiente me cogió desprevenida.

Él avanzó sobre mí. Una mano me cogió por el quadril mientras

la otra se apossou de mi cuello, permitiendo que sus

labios tomaran los míos. El fuego que me asoló fue

más fuerte del que yo y me consumió en pocos

segundos.

Ok. Mi cuerpo es un traidor. Yo podía ser fuerte y decir no uno

millón de veces, pero cuando Robert llegaba, dictaba todas las órdenes. Él
decía lo que quería y allá estaba yo, prontinha para

atenderle. Merda! Mis manos volaron para su cabello,

prendiendo los hilos entre los dedos y cogiendo mi

hombre en mis labios. Él gimió deliciado y sonrió,

saboreando la victoria. Pensé en un millón de palavrões

que servirían muy bien para atribuir a mi amante en

aquel momento. Él prendió mi pierna en su quadril y

acarició mi muslo, de aquella forma única que hacía mi

piel formigar, después subió la mano, sin gana de

esperar por nada, sin capacidad para prolongar la

tortura, y cogió mi seno con fuerza. El gemido que salió

de mí fue incapaz de ser contenido, empeoró muy

cuando sentí su lengua juguetear con el pico rígido de

deseo.

- Puta que pariu! – mi cuerpo tenía gana propia. Robert estaba

en todos los lugares a la vez, con las manos, la lengua

y los labios dejándome confusa y desconexa. Su

mano alcanzó mi cuello, prendiéndome contra el

espejo y apretando de manera a mantenerme presa.

Su rehén.

A la vez, su otra mano descendió roçando mi piel con


pose, con propiedad. Yo no podía mirar lo que él

pretendía, pues sus dedos en mi cuello me mantenían

firme, ereta, mirando en sus ojos que dejaban claro

quienes mandaba allí. Hasta que finalmente sentí lo que

él quería. Sus dedos roçaram mi sexo, a principio de

manera inocente, si es que existe forma inocente de

tocarse una persona tan íntimamente, pero la idea de él

allí no era darme placer y sí hacerme entender que sería

cómo, cuando y donde él quería.

- Yo ya dijo muchas veces, Melissa: usted es mía! Sólo mía! Y ni


aquel merdinha del Adam, ni el imbécil del Dean van

a colocar las manos en el que es mío. Entendió?

Él hablaba y me acariciaba.

Puta. Merda!

Yo estaba como un volcán prestes a entrar en erupción. Robert

dejó que sus dedos captaran mi excitación y a

esparció por toda mi feminilidade, dejando con que

juguetearan con mi juízo a medida que escorriam por

mi sexo dejándome completamente húmeda. 259

- Entendió? – dos dedos me invadieron haciéndome arfar. Robert

soltó un risinho cínico, propio de quien sabía que estaba en

el mando y de quien se divertía con este hecho. –

Responda, Melissa? – sus labios fueron para mis senos y él

mordió el pico en el mismo instante en que sus dedos se

hundieron hasta el límite en mí. – No tiene más miedo?

Sugou mi seno y dejó que el pulgar apretara mi clitóris,

rodando el dedo de manera a atiçar mi incapacidad

de razonar. Yo estaba fodidamente irritada y

excitada. Quería matarlo, pero antes, quería

desesperadamente aquel orgasmo.


Ћ Donde está todo su coraje? – subió

roçando los labios en mi piel y mordiendo mi cuello firme

en su mano. – Ah, usted es mía, Melissa, y no va a cambiar

esta situación – su dedo hizo un trabajo más preciso en el

centro de mis piernas. Gemí sintiendo rabia por

entregarme de aquella forma, pero que se dane! Yo

imploraba para haberlo.

Sus dedos me abandonaron por algún tiempo, pero sus labios

juguetearon conmigo, ora en mi boca, ora en mi cuello y muchas veces


en mis senos. Rebolei sin conseguir controlar mis

quadris y ansiosa para que su mano volviera a

juguetear en mí.

Ћ Diga! Quiero que usted diga

quién manda aquí – Puta merda! Que hijo de la

puta! Yo no le daría aquel gostinho. – Quién

manda aquí, Melissa?

Ћ Vaya la merda, Robert! - rebatí

raivosa conocedor de que aquello sólo empeoraría

mi situación. Pero él rió, mirando en mis ojos.

Ћ Esta es mi chica.

Y me cercó con sus labios en el exacto momento en su

miembro me invadió bruscamente. Robert se hundió en

mí hasta el límite, cuando no había más espacio para ser

llenado. Gemimos juntos. Yo arqueando el cuerpo y

jugando la cabeza para tras, que era el máximo que

conseguía hacer con su mano aún cogiendo en mi

garganta. Él, hundiendo el rostro en mi cuello,

escondiéndose en mis cabellos y enflaqueciendo

cualquiera que fuera su dominio.


El placer era algo que enflaquecía e incapacitava. Hecho!

Y Robert no estaba redimo a esta regla. Él quedó inmóvil,

curtindo la sensación de estar dentro de mí y yo hacía el

mismo. Ninguna palabra fue dicha. No era necesario.

Entonces, lentamente, él salió, y volvió, y salió otra vez.

Probando, sintiendo y saboreando cada centímetro de mi

íntimo y dejándome disfrute de la misma sensación.

A los pocos el acto fue ganando fuerza. El silencio

fue roto por los gemidos que llegaron tímidos, pero

que inmediatamente ecoavam el ambiente. Sus

almacenadas a principio sólo abrían espacio en mí,

ganando el terreno 260


poco a poco, pero tan luego la familiaridade se cercó

de nuestros actos, todo correspondió sus embestidas.

Los brazos volvieron a actuar, las manos hicieron a

explorar y colaborar con el deseo latente que nos poseía

dictando los pasos de aquella baila perfecta. Imprensada

en el espejo, con su cuerpo invadiéndome, yo rebolava y

sentía su miembro roçar mis paredes. La sensación

luxuriante no podría ser contenida, pues la medida que

yo lo sentía tocar cada parte de mi íntimo, mi piel parecía

formigar.

Era la sensación más gostosa que una persona podría sentir. Mía

carne se cerraba alrededor de su miembro rígido,

luchando entre recibirlo y acomodarlo, o expulsarlo, lo

que me deshacía en placer y sensaciones deliciosas. A

la vez, él me tocaba.

Su mano dejó mi cuello, pero me agarró con fuerza por los

quadris, estirando mis piernas para cerrarse alrededor de su

cuerpo, con eso mi amante me invadía con más gana,

almacenando más hondo. Robert rebolava cuando entraba en

mí, para después salir recibiendo mis propios movimientos.

Sus manos me exploraban, apretando y estirando lo que


deseaban. Sus dedos mordían y despertaban en mi cuerpo

ondas que corrían mi piel como un tsunami.

La reacción de Robert era un show a la parte. Él actuaba por instinto,


como

un animal sediento, pero lo que yo conseguía enxergar en

aquel momento era la imagen de un hombre que amaba con

cada poro. Que sentía placer con cada centímetro alcanzado

en mí, con cada gesto y sonido. Él simplemente se deliciava

en mí, deshaciéndose en deseos y ganas. Si frotando o

almacenando como bien sentía necesidad de


hacer y dejándome alucinada de tantas sensaciones

prazerosas. Sin avisar yo lo sentí pulsar dentro de mí.

Una señal clara de que

no soportaría más. Estábamos en el límite, prestes a

gozar. Ansiosos para liberar el amor que latejava en

nuestro cuerpo y que nos invadía e inundaba. Robert

cogió mi cabello forzándome a encararlo. Las pupilas

dilatadas lo dejaban aún más excitante.

- Yo amo usted! – dijo con la voz ofegante. Si yo no estuviera tan

al punto límite habría perdido mi foco. – Porra, Melissa! Yo amo usted!

Sus labios me impidieron de responder. Él me prendió en suya

boca y gozó en el mismo segundo, llevándome junto.

El orgasmo que me invadió lamió mi cuerpo de

manera tan luxuriosa que pensé perder la realidad por

algún instante. Robert se espremeu en mí con tanta

fuerza que mi aire faltó. Y entonces relajamos. Él

descendió cogiéndome hasta que alcanzamos el suelo.

Él sentó con mis piernas aún cruzando su

cuerpo. El pecho 261

pegado a mi, dejándome sentir el batir celerado de su

corazón, aún con la barrera de su suéter. Pensé en


nodos dos e imaginé lo cuánto aquella escena, vista de

fuera, debe haber sido sensual. Él completamente

vestido, invirtiendo en mí, completamente desnuda,

entregue a su deseo. Puta merda! Mi tesão nunca

pasaba.

Ћ Disculpe – resmungou entre

mis cabellos. El rostro enterrado en mi cuello como

si la vergüenza lo estuviera consumido.

Ћ No haga eso – estiré el aire con fuerza sintiendo


que aquellas palabras

me machucavam más del que el necesario. – No se disculpe por haber hecho


amor conmigo – sentí que mis lágrimas descenderían.

Intenté levantar y él me detuvo. Sus ojos buscaram

por mis.

- Yo no hablé por eso. Jamás me disculparía por haber hecho amor con

la mujer que yo amo, entonces contenga su genio difícil –

tragué lo lloro y mi orgullo y me calmé encarándolo. –

Disculpe por haber sido tan brusco. Esta no es la mejor

forma de retomar nuestro relacionamiento – sonríe y limpié

una lágrima que teimou en descender. – Yo tenía rabia –

quitó una mecha del frente de mi rostro y colocó para tras

de mi hombro. – Usted consigue quitar mi suelo, Melissa.

Ћ Entonces transou conmigo para punirme?

Ћ No. Hice amor con usted porque estaba loco de


saudade. Dios

sabe lo cuánto yo quiso haber usted en mis brazos así,

siendo mía, sólo mía – desvié los ojos sintiéndome tímida

demás. – Y como mi desgracia nunca puede ser poca,

usted volvió aún más bonita. Como se fuera posible

mejorar cualquier cosa en usted, pero cuando yo te

miro... – vasculhou mi rostro con los ojos saudosos y

repletos de devoção. – Usted está llena de luz. Todo en


usted brilla, está lleno de vida, de belleza. Nunca te vi de

esta forma. Está tan linda!

Sentí más algunas lágrimas escorrerem por mi rostro. Robert era

capaz de captar mi essência. Aún sin saber mi realidad, él

podía sentir que había luz en mí. Porque era eso lo que

nuestro hijo era: luz. Era lo que nos guiaría, lo que nos

permitiría recomenzar.

Ћ Por qué está llorando? –

funguei sin ninguna delicadeza, intentando

romper el nodo en mi garganta.

Ћ Robert, yo estoy... - oímos una batida fuerte en


la puerta. Robert
miró para tras ya levantando mi roupão.

Ћ Quién será? – él quedó tenso

y yo en alerta. – Usted está esperando alguien?

Ћ Alexa, pero pensé que usted había aplazado su


encuentro con Bruno.

Ћ Y aplacé – su ceja levantó un

poco, intrigado con la visita de mi amiga. – Él sabe

que yo estaba enfurecido con su maniobra 262

ariscada y que vine directo para acá.

Ћ Entonces no debe ser

Alexa – otra vez a batida en la puerta, sólo que

un poco más alta.

Ћ Más alguien quedó de aparecer?

Ћ No – ajusté el roupão y levanté. – Pero los


guardas jurados quedan

siempre por aquí.

Ћ Melissa? – oímos la voz

de Dean. Robert revirou los ojos y levantó

ajustando sus ropas. – Miel?

Ћ Entre, Dean – Robert me miró

repreendendo mi actitud. Di de hombros. Lo que más


podría hacer? Con el roupão cubriendo mi cuerpo fui para

el cuarto y mi amigo entró, pareciendo constrangido. –

Hola!

Ћ Hola! Pensé que ya estaría

durmiendo – sus ojos me sondavam con

atención. – Está todo bien?

Ћ Está todo óptimo – Robert

respondió por mí entrando en el cuarto. – Algún problema,

Dean? – vi mi amigo quede sorprendido y después

agitado, como si la presencia de mi novio quitara su

conforto.

Ћ En verdad, tenemos sí – él miró para Robert


disputando

territorio, pero inmediatamente se volvió para mí.


- Lo que aconteció? – intenté hacer con que ellos

dos dejaran de actuar cómo dos hombres de las

cavernas y se concentraran en el que estaba

aconteciendo.

- Debe ser algo muy ruim, no es? Para que usted nos interrumpa

de esta forma – Robert provocó y me estiró para sus brazos –

tuve ganas de lo alcanzáis con una cotovelada, pero desistí.

Era mejor mantener la paz entre nodos dos, ya que

habíamos acabado de retomar oficialmente.

Ћ Depende mucho de su

concepto de ruim, Robert – Dean cruzó los brazos en

el frente del pecho encarando mi novio. Merda!

Ћ Da para parar? Lo que

está aconteciendo, Dean? Lo que Tanya

hizo esta vez?

Ћ Hum! – él anduvo por el

cuarto y paró bien próximo a mí. – No es con

Tanya. ES con su padre.

Ћ Mi padre? – quedé alarmada. Lo que estaba


aconteciendo? Lo que
Tanya consiguió hacer. Sentí mi suelo sumiendo y una fuerza

estirándome para bajo. Mi padre. Lo que aconteció? Yo

necesitaba ser fuerte. No podría desmayar sin antes saber lo

que estaba aún aconteciendo.

Ћ Miel, tranquila! – Robert y

Dean corrieron para me acudir. Levanté la

mano impidiéndolos de aproximarse.

Ћ Lo que aconteció? – coloqué

el máximo de coraje en la voz para que Dean

entendiera que yo no aceptaría disculpas.

Ћ Nada absurdo – él dijo tan

sorprendido cuánto yo quedé. – Usted está 263

pálida! Mi Dios, Melissa! – pasó la mano en la prueba y me encaró.

Ћ Como así? Usted llega aquí a esta hora diciendo


que tiene uno
problema y que este está directamente conectado al padre

de la Melissa – Robert se agitó a mi lado nítidamente

nervioso. – Lo que está aconteciendo?

Ћ Droga! Vosotros dos

están muy esquentadinhos – Dean reculó

irritado con nuestra situación.

Ћ Cuenta inmediatamente,

merda! – perdí la paciencia. Era demás para

mi estado aguantar una tensión tan grande.

Ћ Él está viniendo para acá.

Quiere decir... No para acá, pero para Chicago. Su

madre dio a él lo que sería su dirección con

Robert. Acuérdese que Elizabeth aún cree que

usted está viviendo con Robert y que continúa

trabajando y viajando muy a su lado. Puta merda!

Mi padre estaba yendo a visitarme. Conocer mi nueva vida.

Verificar como las cosas estaban. Y todo eso en medio al

caos que estábamos intentando administrar. Como yo

conseguiría contar la verdad a él? Imposible! Pero como

sostener una mentira que sería mi vida feliz al lado de


Robert? Merda! Nodos no sólo no vivíamos más en aquella

dirección, como tampoco dividíamos más el mismo techo.

Ћ Merda! – solté sin conseguir

evitar. – Como yo voy a hacer? Él no puede venir aquí.

No podemos montar una fantasia en la casa de

Robert. Lo que yo hago?

Ћ Como él consiguió embarcar sin que vosotros


supierais? – Robert

no compartía de la misma inseguridad que yo. Bufei y

me dejé caer de culo en el colchón.

- Él estaba viajando a trabajo, como conseguimos providenciar,

pero hoy, mientras estaba programado para embarcar para un viaje


corta, de dos días, para California, decidió de última

hora que sería bueno pasar un tiempo al lado de la

hija. No conseguimos detectar lo que pretendía. Un

fallo inmenso, admito, estábamos más enfocados en

Tanya y Adam y como ella no estaba siendo una

amenaza, acabamos dejando pasar esta posibilidad.

Ћ Que merda! Que merda!

Que merda! – resmunguei sin conseguir pensar

en más nada. – Lo que haremos?

Ћ Yo tengo una idea – Robert mantenía la voz


tranquila y habló como lo

CEO que él bien sabía asumir en momentos de tensión. –

Vamos a decir que escogemos esta nueva dirección porque

queda más próximo a la empresa. Puedo aprovechar la

disculpa del caso con la Carol y del viaje de la Tanya para

quedar aquí por dos días, ya que viajaremos tras eso.

Ћ No va a salir bien –

murmuré sin creer que conseguiríamos 264

mantener todo escondido de mi padre. Sería arriesgado demás.


Ћ Va sí – Dean corroborou con

Robert. – En verdad, será el mejor a ser hecho y con

eso mantendremos la seguridad de su padre.

Ћ Como vamos a esconder los

aparatos que tenemos aquí? – mi desanimo me

impedía de enxergar la luz en el túnel.

Ћ Transferimos todo lo que

podamos para el QG. Allá es tan amplio cuánto este

y va en los ayudar la no perder nada. Sin contar que

vosotros podéis a cualquier momento en los

encontrar es sólo mantener el escondite lejos de los

ojos de él.

Ћ Dean, eso no va a salir bien.

Mi padre no es una persona fácil de engañarse.


- Vamos a dejarlo llegar a la dirección, con eso ganamos tiempo.

Cuando él llegar allá y encontrar la casa vacía, va a conectar,

entonces mandamos el conductor buscá-lo. Cuando él llegue

va a encontrar todo listo.

Ћ Yo concuerdo – Robert estaba

más amigável y completaba todas las ideas de

Dean sin generar ningún problema o fricción.

Ћ Yo no concuerdo – ellos me miraron impacientes.

Ћ Melissa, yo ya dijo, deje conmigo que resuelvo,


ok? – Robert

apeló. Él sabía que yo no iría contra él cuando

habíamos acabado de retomar.

Ћ Usted ni puede salir por mi

puerta, Robert! Halla aunque va a conseguir

engañarlo?

Ћ Son sólo dos días y nodos vamos a

tratar de colaborar para que todo sea resuelto? Quede

tranquila y atenta a su celular – Dean miró para

Robert y este concordó con una señal de cabeza. –

Nodos vamos a ajustar el cambio para QG.

Ellos salieron y me dejaron sola. Parecían dos niños


animadas demás para comenzar el teatro, mientras

yo estaba en pánico. Como sería enrolar por dos días

mi padre? Y como sería tener Robert de vuelta como

marido? Una parte de mí vibró satisfecha. Realmente,

era imposible sentirme saciada por completo cuando

se trataba de Robert Carter. Que absurdo!

265

CAPÍTUL

O 27

Ћ Sentí su falta – mi padre se mantenía a mi lado. Una


sonrisa ancha

y sincero que dejaba mi corazón mole.


Ћ Yo también – admití

reconociéndome que mi mente parecía estar

de vuelta la infancia.

Ћ Su padre necesita de noticias. No es porque ahora


es una mujer llena

de responsabilidades, que no depende más

financieramente de los padres, que puede quedar

tanto tiempo sin conectar – me repreendeu sin

realmente querer hacerlo.

Ћ Padre! Yo conecto

siempre, no sea tan chorão – él rió y Robert

nos acompañó.

Él estaba a mi lado, respetando mi momento con Kurt y

haciendo su mejor papel de marido enamorado.

Tengo que resaltar que como marido enamorado él

conseguía ser mejor del que CEO. Sus dedos, de

tiempos en tiempos, acariciaban mis brazos y su

mano estaba siempre en mi.

Ћ Tiene certeza de que no

quiere comer nada? – mi padre negó con la


cabeza. Había comido en el camino. Él y su

mania de ser siempre independiente.

Ћ Yo estoy bien. Feliz por estar aquí, aunque por


poco tiempo.

Ћ Siento mucho. El viaje ya estaba agendada hace


muy tiempo. Si

hubiera avisado... – Robert interfirió, insistiendo en

ser agradable. - Pero insistimos en haberlo cómo

huésped por cuánto tiempo necesitar, Kurt. No es,

mi amor?

Puta merda! Lo que él estaba haciendo? Mi padre no podía

quedar más del que planeamos. Lo que él haría en aquel

apartamento solo? Como conseguiríamos dar seguimento al

plan si él quedara por allá? No. No sería posible. Robert

pasó el brazo sobre mis hombros y acarició


mi brazo, me confortando.

- Yo realmente no pretendo quedar muy tiempo. Como saben, tengo

que partir en dos días. El trabajo exige mucho de mí y no es

fácil pasar tanto tiempo lejos de casa – sonríe aliviada para me

censurar inmediatamente enseguida. Era mi padre y yo no

podía desear que él partiera tan rápido. – Melissa, usted está

bien. Más corada, ganó peso – Robert rió provocante

Ћ yo pensé más una vez en la

posibilidad de atacarlo con mi codo. - No haga eso,

Kurt! Usted acaba de despertar una fiera – ellos

rieron 266

dejándome aún más

irritada. - Eso no tiene

gracia! – advertí.

- Usted está linda, mi amor! – mi “marido”

beijou mi cabeza y acarició mi brazo.

- Realmente, usted está linda, mi hija – pero ambos

continuaron riendo. Moví mis quadris sobre el sofá

demostrando desconforto. - Bueno... Voy a dejarlos.

Necesito tomar un baño y hacer algunas conexiones antes

de acostar – Robert levantó extendiendo la mano para mi


padre, más una vez. – ES un placer conocerlo, Kurt!

Aproveche su hija.

- Gracias, Robert! ES un placer conocerlo también.

Vi Robert salir en dirección al cuarto y me pregunté lo que

exactamente él tenía que tan importante para resolver. Lo

que él haría solo en mi cuarto? Lo que buscaria? Merda!

Aún tenía en la bolsa el CD de la ultrassonografia. Recé

internamente para que él no lo encontrara.

- Cansada? – mi padre me quitó de mi devaneio.

- Un poco. Sólo un poco. Como están las cosas? – él sonrió y


me miró por un tiempo, sin responder mi pregunta.

Ћ Como están las cosas, Melissa? –

devolvió la pregunta e inclinó el cuerpo para frente

apoyando los codos en las rodillas. Quedé roja. Yo sabía

que en algún momento tendríamos que tener aquella

conversación.

Ћ Yo estoy feliz – admití tímidamente.

Ћ Yo sé.

Ћ Padre... No sé de que forma la mamá pasó las


informaciones...

Ћ Ella me contó la verdad. Sólo eso –

rápidamente quedé alerta. Como así ella había contado

la verdad? Elizabeth tuvo el coraje de contar el pasado

de Robert? No habíamos dicho que todo aquello debería

continuar en secreto? – Yo sé que Robert era casado y

que largou la esposa para quedar con usted. Sé también

que él es su jefe y que vosotros aún necesitan enfrentar

la ex-esposa como socia.

Ћ ES por poco tiempo – mi voz estaba presa en la


garganta. Mía
madre había cumplido con la promesa de no contar, sin

embargo ella no se omitió en pasar aquel detalle que me

dolía. Yo era la amante.

- Sí, yo sé. Vosotros estáis viviendo juntos. Él parece le gustar usted

y ni voy a hablar del que veo en suyo mire – sonrió

otra vez dejándome constrangida.

Ћ Yo el amo!

Ћ Eso es el más importante – él me observó con


bastante atención.

Frunció el ceño y después sonrió. – Necesito acostar ahora.

Su padre está viejo y cualquier horinha dentro de un avión

ya me deja fuera de combate.

Ћ Todo bien – levanté

aceptando su brazo como apoyo. – Voy a llevarlo

267
al cuarto de huéspedes.

Después de acomodarlo de la mejor manera posible,

dejé mi padre y fui atrás de mi “marido”. Abrí la puerta

despacio, loca para coger cualquiera deslice de él, pero

lo que oí fue el sonido del chuveiro siendo concluido,

después el box abriendo y pasos mojados. Aguardé en el

cuarto mientras lo dejaba en su intimidade. Poco tiempo

después él pasó por la puerta del closet, secando los

cabellos con una toalla, que identifiqué ser a que

quedaba sobre la pia y la otra presa en la cintura, que

me pertenecía. Robert estancó cuando me vio.

- Ora, Sr. Carter! No es que deseaba aún un

baño? – caminé hasta la poltrona, recorriendo

aquel cuerpo increíble escondido por mi toalla.

- Yo deseaba sepa se Carol tenía alguna novedad. Ellos están con

la sangre de mi padre y hasta ahora nada fue dicho – entendí

su preocupación, pero sólo el hecho de saber que él había me

dejado sola y corrió para hablar con la Carol, fue el suficiente

para dejarme irritada.


Ћ Esta toalla es mía –

crucé los brazos en el pecho y arqueei una

ceja.

Él quedó sorprendido con mi reacción. Levantó los brazos

y miró para el propio cuerpo de una forma divertida. Sus

ojos se estrecharon y una leve sonrisa brotó en sus labios.

Entonces, Robert Carter, en todo su poder intimidador,

quitó la toalla y a jugó para mí, quedando desnudo.

Ћ Su tolha, senhorita – su tono de voz era burlado.

Intenté no parecer sorpresa, ni intimidada con su

nudez, pero él estaba aún confortable, andando por mi

cuarto sin ropa


ninguna. Caminó de vuelta al closet, acompañé sus

pasos, él paró en la penteadeira cogiendo una escova

y colocando sus cabellos de la manera más

organizada posible. Aguardé ya sintiendo la ansiedad

se apossar de mí.

De culo, Robert era un ser increíblemente lindo. Cada músculo,

muy bien trabajado, cada miembro, cada parte de aquel

cuerpo poseía una armonía inusual. Él dejó la escova sobre

la penteadeira y se volcó para mí. Mis ojos corrieron su

cuerpo captando su ereção aún tímida, pero que dejaba

claro lo que acontecería allí.

- Esta casa no está preparada para mí – dijo de manera natural,

mirándome en los ojos y buscando por alguna cosa

que yo no conseguía identificar.

Ћ No? – casi gaguejei.

Ћ No, Melissa.

Andando en mi dirección, con pasos fuertes y

decididos, él me 268

hizo recular. Volví al cuarto, con Robert mi pegamento. No sé explicar lo

motivo, pero él estaba dejándome nerviosa y yo podía jurar que él sabía


de eso y usaba de este artifício para me desestruturar. De frente uno
para lo

otro él me hizo recular hasta mis piernas sientan mi cama atrás de

mí. Con un simple toque yo me dejé caer de culo en el colchón. Él

continuaba contemplándome.

- Su cama, senhorita.

Mis ojos prendidos a su cuerpo. Su ereção completamente

magnânima, rígida, potencializando el poder que aquel hombre tenía sobre


mí. Robert subió en la cama de rodillas, proyectando su cuerpo por encima de
mi,

sosteniendo su peso en los codos. Lentamente él se inclinó y beijou

mi cuello. Cerré los ojos y suspiré. Roçando mi piel con los

labios hasta mi oreja él dijo:

- Su hombre, senhorita.

Puta merda! Como no entregarse sin reservas a un hombre

como Robert Carter? Él conseguía consumirme por

completo, dominar mis pensamientos, impedir mis pasos,

incapacitar mis acciones, detener el tiempo y poseer todo

mi éxtasis sólo con pocas palabras. Porque cuando Robert

Carter actuaba, todo a mi redor dejaba de existir.

Ћ Mi hombre, es?

Ћ Sí. Su hombre – con la punta de la nariz,

resbaló hasta mi boca, pero no me beijou sólo pairou la

milésimos de centímetros de distancia, dejando la ansiedad

torturarme. – Pero no se anime, Srta. Simon – se alejó para

alcanzar mis ojos y sonrió descaradamente. – Su padre está en

el cuarto al lado y no quiero que él sepa de la hija safada que

tiene – intenté hablar y él me calló colocando un dedo en mis

labios. Yo quería rebatir, contestar, ir contra sus argumentos,


sin embargo era imposible mantener cualquier línea de

raciocínio con mi amante sobre mi cuerpo, pronto para

hacerme de él. – En voz baja – sussurrou, dejando un beso

casto en mis labios y trilhando a camino de mi decote. Suspiré.

Ћ Lo que podemos hacer en

silencio? – oí su risadinha llena de segundas

intenciones.

Ћ Ah, Melissa! Usted ni imagina lo que consigo


hacer para mantener

esta boca silenciosa.


Promesas! Todas las veces que mi cerebro

registraba cualquier indicio de promesa, miles de

mariposas levantaban vuelo en mi estómago. El

centro de mi cuerpo formigou y mi boca quedó

sequía. Él, con leves besos, tejió el camino hasta mi

oreja, erizando mi piel.

Ћ Pero usted puede gemir

bien en voz baja – sussurrou. Su voz ronca,

269

baja, sus labios tocando mi lóbulo, todo era la fórmula

perfecta para me enlouquecer. – Puede sussurrar su

placer – involuntariamente un gemido escapó de mis

labios. – Eso. Asimismo, Miel!

Se movió sobre mi cuerpo, dejando que una mano

adentrasse en mi vestido. Ni preciso decir que cada

toque era como fuego quemando mi piel. Mientras eso,

jugueteaba en mi cuello, haciéndome gemir en voz

baja. Mi pecho ya sufría con el corazón acelerado,

ansioso demás con la aproximación de su mano en mi

sexo ya húmedo. Él descendió los labios, acariciando

mi decote, acompañando el arfar de mis senos.


Ћ Vamos en los librar de eso – levantó el cuerpo y
comenzó a retirar

mi braga. Sus ojos atentos vagaron para mi sexo,

dejándome completamente roja, entonces él miró para

mí y sonrió anchamente. – Yo daría mi corazón sólo

para verla corando de esta forma, Srta. Simon. Mi

mente queda llena de ideas.

Ћ Ideas? – sus ojos volcaron

llamas. Y entonces mi braga fue retirada.

Ћ Sí, ideas – y yo ya estaba entregue. Desejosa de


aquellas ideas,
ansiosa para colocarlas en práctica. – Abra las piernas para mí.

Él pidió, pero su pedido era como una orden. Luxuriosa y

sensual. Quedé aún más avergonzada. Una cosa era

quedar desnuda en el frente de mi amante, otra era abrir

las piernas para que él pudiera verme mejor, o ver la mía...

Feminilidade. Como si mi cuerpo estuviera atento a mis

pensamientos, mis piernas se cerraron. Robert rió y movió

la cabeza negando mi movimiento. Colocó las manos en

mis rodillas, separándolos sin hacer fuerza.

Ћ Abra las piernas – su voz continuaba tranquila,


inalterada.

Ћ Robert...

Ћ Abra, Melissa – y la orden más

una vez vibró dentro de mí. Mis piernas se

abrieron, sin esperar por cualquiera comando de

mi cerebro.

Cerré los ojos sin querer volver a sentirme constrangida con a

forma como él miraba el centro entre mis piernas. El

hecho de no poder visualizarlo llenó mis pensamientos

con imágenes calientes, sexy y repletas del más

pungente pecado carnal.


Sus manos corrieron de mis rodillas mis muslos. Cada

dedo presionando mi carne en la medida correcta.

Abrí los ojos a tiempo de verlo inclinándose y volví a

cerrarlo cuando un beso sencillo fue depositado en mi

centro de placer. En el exacto momento en que sus

labios tocaron aquel punto, mi cuerpo arqueou y yo

gemí, deliciada demás para ser contenida. 270

Primero eran sólo sus labios, explorándome, haciéndome

amolecer de una forma inexplicável para la física. Después él completó a


brincadeira con la lengua. Puta merda! Lo que era

Robert Carter lamiendo mi sexo como si allí estuviera

el más puro miel? Si deliciando en mis grandes y

pequeños labios. Sugando aquel punto tan pequeño y

a la vez tan potente.

Cuando yo estudiaba aprendí que dos cuerpos afins, cuando

mezclados, generaban calor, o energía. De esta forma

entendí que yo y Robert éramos la mezcla perfecta. La

composición más harmoniosa posible. Porque cuando él

estaba conmigo, el mundo giraba más rápido, y cuando sus

labios estaban en mi sexo... Ah, cuando él me beijava de

aquella forma, todas las moléculas se agitaban

frenéticamente, chocándose unas contra las otras y

generando calor, o energía, capaz de sostener un continente,

o de explotar una bomba atómica.

Con las manos en sus cabellos no evité que mi cuerpo asumiera

sus deseos, y rebolei en su lengua, conduciéndolo de forma

a perfeccionar la perfeição, si es que soy entendida. Y mi

amante, a pesar de ser el punto fuerte de nuestra relación y

de insistir en dictar las cartas, se dejaba conducir,

explorándome y satisfaciendo mis llamamientos.


Y entonces, como si aún fuera necesario más algún artifício

para llevarme la locura, sus dedos se juntaron a los labios y

lengua y yo fui invadida, tocada y acariciada en diversos

ángulos. Arqueei el cuerpo y apreté mis manos en sus hilos

mojados, forzando un mayor contacto. Sosteniendo el tronco,

su otra mano se cercó de mi decote, forzando la liberación de

mis senos y se apossando de ellos, uno de cada vez. Piel con

piel, posesión con possuidor. Toques firmes, seguros y

maestrais, apretando y estirando en sincronia con lo que él

hacía más abajo. Y todo en mí


vibraba de una manera única. Yo explotaría en pocos

segundos. Él beijava mi sexo como se fuera mi boca,

con cuidado, sin embargo con mucho ardor. Mi vientre

estremeció, la sensación sufocante como si las miles de

mariposas fueran salga por mi garganta a cualquier

momento, se instaló en mi cuerpo. Con más presión, él

sugou el centro entre mis piernas, intenté arquear el

cuerpo, pero fui impedida por sus brazos haciendo

fuerza para bajo y fui punida con su lengua

invadiéndome.

Ћ Robert... – mi cuerpo quedó

mortalmente sensible. – Oh, merda! – gemí

conteniendo el tono de mi voz.

Él intensificó el proceso, chupando y lamiendo,

arrancando de mí, de cada nervio, de cada neurona, el

más puro orgasmo. Lleno de colores y sensaciones.

Una realidad la parte. Otra dimensión. Mi mundo 271

giró quitando mi foco. Y entonces Robert

estaba en mis labios. Su boca tenía me gusta

sexo.

Era luxuriante.
Ћ Sabe cual es el problema en estar con usted? –
intenté concentrarme

en el que él decía, mi cuerpo aún no estaba en su

estado normal, mis ojos no enfocaban y mi mente

producía un mundo de rosas, lírios y fadas. Respiré

profundamente recuperando el aire. Él rió. – Yo

nunca quedo satisfecho.

Y sus dedos volvieron para el centro entre mis piernas,

presionando lo que ya estaba sensible, dormente y

latejante. En el mismo instante, sus labios se cerraron en

mi seno, provocando el pico


intumescido. Sentí una angustia formarse. Yo no tenía más

condiciones, sin embargo, yendo contra todo lo que mi

mente dictaba, mi cuerpo estaba pronto, caliente y

carente de más de mi amante en mí.

- Usted es afrodisíaca – sussurrou en devoção, intercambiando el


seno en

sus labios. Con los dientes jugueteó con mi carne. –

Deliciosa – el sonido ronco de su voz, la palabra

sussurrada en mi piel, el deseo que rebosaba del

cuerpo de él para el mío. Todo era una niebla de

luxuria que me envolvía y dominaba. – Y mía.

Puta que pariu! Tiene como no sentir placer

con un hombre como Robert Carter?

Sus dedos continuaban en mi sexo, sin forzar, sin

presionar, sólo una carícia dengosa, lenta, con el único

objetivo de mantenerme submersa en aquel océano de

placer. Mi piel estaba caliente y con sus labios en ella

quedaba muy más difícil pensar con coherencia.

- Mía, Miel! – fue como una plegaria, profana es bien verdad, pues

sus dedos me invadieron, massageando mis paredes

y haciéndome arfar, sin embargo, fue como adentrar


en el paraíso. Robert se movió sobre mi cuerpo. - Abra

las piernas, mi bien – una orden baja e

inmediatamente cumplida.

Él se posicionó entre mis piernas y me penetró con

cuidado. Sus movimientos lentos y deliciosos, hacían

con que nuestros cuerpos de encajaran en armonía. Él

no tenía prisa. Saboreava cada centímetro

conquistado, cada embestida y se deliciava con las

sensaciones ofertadas por nuestro momento.

Yo había acabado de tener un orgasmo. En verdad no estaba aún


ni de vuelta nuestra realidad, pero podía sentir todas

las sensaciones escandalosas que era haber Robert

Carter entre mis piernas. Aún con él desacelerando el

tiempo, aún con movimientos pensados y calculados,

una baila muy bien ensaiada, una orquesta

familiarizada con el suyo 272

repertorio, aún sabiendo que él aplazaba su propio

placer sólo por el hecho de saber que verme tan

submersa en aquel mundo sólo nuestro, tan entregue a

sus ganas, submissa, y tan perdida en sentimientos y

sensaciones lo jugaba en el más completo nirvana, muy

más poderoso del que cualquier orgasmo arrancado

sólo de la junção de las carnes... Yo lo quería de aquella

forma.

Quería lo sentís invadiéndome, ganando territorio,

marcando mi cuerpo y dominando mis acciones.

Quería ser suya. Únicamente y completamente suya.

Obedecer sus órdenes, satisfacer sus ganas, ir hasta

el límite y extrapolarlo sólo para sentir lo que yo

sentía en aquel momento: la perfeição.

Mirar en sus ojos y entender que éramos un sólo cuerpo, una sólo
alma, un amor tan puro y verdadero que inundaba

nuestras vidas, haciéndonos fuertes, completos...

Perfectos. Invencíveis.

Fue imposible no sonreír. Él sonrió de vuelta, y se movió

en mí, sin romper nuestro contacto visual. Sin necesitar

decir ninguna palabra. Yo sabía que aquella devoção que

sus ojos dejaban claro existir, era la forma exacta de

decirme lo cuánto me amaba. Y cuando sus ojos se

cerraron, impidiéndome de ver su amor, su rostro dejó

explícito lo que sólo completaba: su placer.


Él mordió el labio inferior sin dejar de entrar y salir de mí,

aumentando un poco el ritmo de sus almacenadas y

adorando lo que hacía. Era nítido que estar en mi cuerpo

de aquella forma, envuelto por mi carne, apretado por

mi deseo pulsante, lo hacía deshacerse en placer.

Robert simplemente se deshacía con lo que sentía en

aquel momento. Él se satisfacía.

Sin que yo pudiera reaccionar, su brazo pasó por bajo mi

pierna izquierda, suspendiéndola y rindiéndola como bien

quería. Yo corei, pero no tuve tiempo para pensar en mi

constrangimento. Abriéndome de aquella forma, dejando

más expuesta para sus ganas, él ganaba más espacio y

avanzaba con más facilidad. Embestidas firmes, fuertes,

capaces de ocupar todo el local, de llenar cada pedazo,

llegando al límite y tocando todos mis puntos sensibles.

Sus ojos ora estaban en sus movimientos, confiriendo la suya

técnica perfecta, sus embestidas ágiles, su entrada en mi

carne, ora en mi rostro, confiriendo mis reacciones y

esbozando las suyas. Era simplemente imposible no

sentir que mi cuerpo reaccionaba de una manera

avassaladora. Yo no podía me desvencilhar del que él me


imponía, yo simplemente me entregaba a todo lo que él

hacía.

Y fue así que el familiar formigamento, a

principio tímido, uno 273

pequeño movimiento de las mariposas, comenzó a dominar mi

cuerpo. Presa a sus ojos permití que él arrancara de mí lo que

fuera necesario y lo sentí cada vez más fuerte, más ágil y fondo.

Su cuerpo roçando mi clitóris, debido al ángulo en que se

encontraba y su miembro arrastrándose


en mis paredes, dejando que una corriente eléctrica

se estableciera en aquel local.

Ћ Ahora, mi bien – él dijo con la voz

consumida por el esfuerzo, arfante por los movimientos. –

Apriete mi palo dentro de usted, Miel. Oh, merda! Yo estaba

casi gozando, como conseguiría concentrarme para hacer los

movimientos correctos? Como regular mi respiración? Él me

aguardaba. Continuaba invirtiendo, entrando y saliendo de

mí con fuerza. Estiré el aire e inicié el proceso. En el primero

aprieto él gimió, sin conseguir controlar el volumen y

necesitó parar. Lo mantuve prendido en mi sexo, en el

abrazo apretado y gostoso. Lo oí murmure algo como

“gostosa” y después alguna cosa parecida con “puta que

pariu, como puede”, pero mi sexo ya pulsaba avisando que

no soportaría muy más.

Ћ Yo voy... Robert yo... – él me miró

entiendo mi necesidad y recomenzó los movimientos,

más leves, sin embargo, firmes y su sexo entraba y falda

de mí siendo lamido y presionado por mi carne, como se

fuera mis propios labios a sugá-lo.


Ћ Ah, Miel! – pero yo gocé y con lo gozo mi cuerpo
se apretó aún

más en vuelta del de él, quitando de mi amante su orgasmo.

El líquido caliente me invadió, lambuzando-me y aliviando el

abrazo de luxúria, pero no fue este detalle que ganó mi

atención. Robert mantuvo el cuerpo suspenso cuando el placer

avassalador lo dominó y yo vi su rostro contraerse, después

relajar y entonces revelar lo cuánto era gostoso gozar en mí,

por mí y para mí. Verlo entregue, satisfaciéndose en mi cuerpo,

lanzó en el aire una fina y casi imperceptível capa de luz

dorada. Pequeñas partículas suspensas formando nuestra

borbuja y extendiendo lo
máximo posible toda y cualquier sensación.

Él se dejó caer sobre mi cuerpo, aún arfante, aún

deliciado y se deliciando, moviéndose despacio, a los

pocos, sólo para prorrogar un poco más su placer.

Acaricié su espalda y al sentir mi pierna liberada, sentí

mi cuerpo relajar y temblar por el esfuerzo y por la

actividad física que había sido nuestra relación.

Ћ ES, su padre va a tener

muy lo que pensar – y rió completamente

relajado. - Satisfecha, Srta. Simon?

Ћ Nunca, Sr. Mi Marido – él sonrió de aquella forma


que sólo él sabía

hacer y beijou mis labios saliendo de dentro de mí. El

vacío fue imposible de ser ignorado.

274

- Marido, es? – acostó el rostro en los brazos, volcando

para encararme. Cerré los ojos y estiré el aire. Yo

estaba parcialmente satisfecha. Echaba en falta de

aquella intimidade. De aquella paz disfrazada. De

haberlo tan entregue. – Y Dean? Hasta donde yo sé él

es su marido.
Ћ Y usted aún es el marido de Tanya – rió
sarcástico.

Ћ Ok. Usted venció esta – su voz entregaba

lo cuánto estaba cansado. El relaxamento nos conducía a

los pocos para lo descanso merecido. – Somos amantes.

Peor, ahora yo también soy su amante.

Ћ Eso es una droga! –

resmunguei. Él pasó su brazo en mi cuerpo

estirándome para junto.

Ћ ES sí. Una inmensa droga! –

me aconcheguei en su cuerpo. – Vosotros

aterrasteis Tanya hoy. Olívia quedó chocada.

Ћ Yo no sabía, disculpe! No estoy controlando esta


parte. Debe ser
siempre cuando Dean y el equipo creer que es favorable.

Ћ Yo sé. Sólo no estoy

confortable con esta parte. Estamos forzando

una situación.

Ћ Robert – levanté el rostro

buscando por sus ojos. – Tanya está enfermo. Usted

sabe que ella no está en su estado normal, si es que

ella ya estuvo algún día – él concordó sin nada decir. –

Nodos necesitamos colocarla en un sanatório. Sólo así

vamos a conseguir mantenerla fuera de nuestro

camino – él se meneó incomodado.

Ћ Tanya tiene que pagar por sus

crímenes, Melissa, y en cuanto a eso yo nada haré

contra. No hallo justo forcemos una situación. No sé

se es el más correcto.

Sentí uno aprieto en el pecho. Oyendo Robert hable de

aquella forma, como se estuviera sufriendo por el

destino de la esposa, las palabras de Adam parecían

tener sentido. Él se importaba demasiado con el destino

de alguien que sólo le causó sufrimiento y que sabía


poseer todos los requisitos para estar trancafiada en un

sanatório. Sería posible?

“Yo amé muy Tanya, Miel”

Aquella frase, dicta en un pasado que parecía tan distante,

cuando yo aún no conocía su alma, parecía ser tan real en

aquel momento. Y se Adam estuviera correcto? Y se Robert

aún amara Tanya, pero intentara a todo coste no amarla por

no aceptar todo lo que ya había acontecido? - Mi corazón por

sus pensamientos – abrí los ojos y encaré lo

techo. Yo podría cuestionarlo? Podría traer este asunto a la tona? No allí.

No en aquel momento.

- Yo ya tengo su corazón, Sr. Carter – preferí juguetear. Sólo más


algunos días y todo estaría resuelto, era mejor no abusar.

Ћ Muy injusto – él sussurrou

con tristeza y acarició mi rostro. – 275

Yo no tengo sus

pensamientos. 276

CAPÍTULO 28

Ћ Necesito ir – sussurrou

separándose de mis labios. Gemí un descontento.

Robert sonrió tímidamente y se alejó un poco más. –

No puedo perder la oportunidad de salir ahora.

Habíamos transado por la mañana, luego cuando

Robert despertó. Fue tranquilo, lento y lleno del

sentimiento que nos movía: amor. Mi amante me

cercó de cuidados y carinho. No tuvo prisa. No había

ninguna urgencia. Por lo menos hasta el teléfono

tocar y Dean avisarle que mi padre aún dormía. Era el

momento correcto para que él consiguiera salir por el

pasaje secreto.

Ћ Tengo que ir, Miel. Deshaga esta cara.

Ћ ES la única que yo tengo.


Ok. Yo estaba siendo infantil, admito. Pero era ruim estar en los brazos

del hombre de mi vida y después necesitar volver

para nuestra realidad. Empeoraba y muy cuando yo

tomaba conciencia de que el hecho de él necesitar ir

aunque por el pasillo secreto lo conectaba aún más

la Carol y allá estaba el punto principal de mi zanga.

Ћ Estoy cumpliendo con mi parte del

plan. De su plan – resaltó el “suyo” para dejar claro que no

concordaba con todo lo que decidíamos, como la historia de

Tanya, por ejemplo, sin embargo él aceptaba


muy bien su historia con la nueva amante.

Ћ Eso no cambia nada, Robert Carter. Y puede

ir aunque, estoy quedando nerviosa con toda su ansiedad – él

parpadeó algunas veces sin entender mi cambio súbito de

humor. Pasó las manos en los cabellos y endireitou la columna.

Estiré el lençol, protegiendo mi cuerpo aún desnudado y crucé

los brazos en el frente del pecho, sin coraje de encararlo.

Tal vez inseguridad fuera uno de los síntomas del embarazo.

Sin embargo quién no quedaría insegura viendo una Carol

con piernas largas, esquias y bronzeadas mismo en un clima

como el nuestro? Con una barriga enxuta, senos fartos y

duros, mientras yo sabía que en poco tiempo mi barriga sería

una abominação, mi cuerpo quedaría deformado y mis senos

nunca más volverían a ser los mismos. Y todo eso desfilando

y posando de amante de mi amante. Puta merda! Yo ya

estaba empeorando.

Ћ Melissa, eso todo es porque yo necesito ir o a


causa de la Carol? –

miré para Robert como si él estuviera

despertándome de una pesadilla. – Ella es


enamorada del Dean! – revirei los ojos y me encostei

en la cabecera de la 277

cama. Hasta parece que existían barreras como estas para

Robert Carter. Cuando él quería una cosa, él hacía.

Independiente de las consecuencias. Yo era la prueba viva

de aquella realidad. – Usted finge una boda con su ex-

novio, lo aunque necesité luchar contra para arrancarte de

aquel relacionamiento ridículo, sin embargo estoy

confiando en este plan y dejando para tras todos mis

miedos.

Ћ Que grande mentiroso! – él rió y mordió el labio


inferior.

Ћ Estoy controlando mi inseguridad y el ciúmes.


Queda mejor
así?

Ћ No! – más una vez él rió.

Ћ Yo amo usted, Melissa! – si inclinando en mi


dirección,

consiguió capturar toda mi atención. Sus labios alcanzaron los

míos en un beso leve y casto, sin embargo repleto de amor y

devoção. – Amo tener usted de vuelta – sussurrou aún en mi

boca. – Dios sabe lo que pasé sin saber lo que estaba

aconteciendo, sin noticias suyas – dejó suya prueba pegada a

mi y continuó sussurrando su confissão. – No haya miedo. Yo

sólo quiero que eso todo acabe inmediatamente. Quiero quitar

mi familia de esta confusión, alejar los riesgos de tener Tanya

por cerca y finalmente poder vivir a su lado. Dar continuidad al

que estábamos viviendo antes de ella llegar y llevarte para

lejos de mí. Necesito acabar con eso luego, Miel!

Ћ Yo sé... Yo...

Ћ No, usted no sabe! – él se alejó y pasó las manos


por los

cabellos bagunçando todo. Quedó aún más bonito. – Usted no

sabe lo que es pasar algunos días en el paraíso tras años

viviendo en el infierno. No hace idea del que aquellos pocos


días fueron capaces de hacer con mi alma. Yo creí.

Simplemente creí que podría ser posible.

Ћ ES posible!

Ћ ES posible! – él repitió mirándome en los

ojos. – Yo sé que es. Sin embargo siempre estamos

desenterrando nuevas situaciones. La historia sólo es

alimentada y nunca eliminada. Droga, Melissa! Era para vivir

en nuestra casa. Casados. Usted con certeza estaría

embarazada y yo... – él sonrió y mi corazón perdió una batida.

Rápidamente mis ojos quedaron repletos de lágrimas, listas

para caer. – Yo sería el hombre más feliz del mundo – las


lágrimas rompieron, forzando un soluço a salir de mi

garganta. Merda! Yo estaba fodidamente arrasada

con aquella declaración. Merda! Merda! Merda! Yo

estaba embarazada y él tenía el derecho de ser el

hombre más feliz del mundo. Nodos dos podíamos sí

haber lo que él soñaba, lo que tanto ansiaba.

Ћ Por qué está llorando? –

su voz quedó cálida y sus dedos corrieron

para mi rostro. Una carícia confortante.

278

Por qué yo simplemente no rompía aquella barrera? Por qué no

levantaba la cabeza y admitía mi error en haber escondido

aquel embarazo? Si yo veía, entendía y ansiaba por el

momento en que finalmente Robert sabría que nuestro amor

había generado un milagro. Un pequeño ser ya tan amado, tan

fuerte e iluminado. Era nuestro hijo! Y él necesitaba saber.

Quedé tan presa en mis pensamientos, en mi desesperación,

que no percibí su celular tocar, sólo oí Robert murmure uno

“ok” rápido.

Ћ Dean conectó avisando que yo ya puedo salir.


Tengo aunque ir.
Ћ No! – casi grité en desesperación alertando Robert. –
No vaya ahora.

Yo tengo... Yo estoy... Yo necesito contarte una cosa –

limpié las lágrimas con la espalda de las manos.

Robert me encaraba sin entender y por el visto

creyendo que aquella era más una de mis

demostraciones de inseguridad e infantilidade.

Ћ Miel, esta es mi oportunidad de salir.

Dean está manteniendo el camino libre, pero no va a

conseguir si su padre salir de aquel cuarto!

Ћ Robert, por favor! Yo necesito contarte una cosa.

Ћ Y tiene que ser ahora? No puede ser por teléfono


o de aquí a una
hora cuando usted estará conmigo en la empresa? – él estaba exaltado. No

con rabia, pero tenso y ansioso.

Desistí.

No daba para largar uno “estoy embarazada” y esperar que él fuera

aunque sin alertar mitad de la población mundial.

Definitivamente aquel no era el momento adecuado.

No con Robert tenso, preocupado con su salida. Era

mejor aguardar.

Ћ Todo bien – mordí los labios sin conseguir evitar


el desconforto.

Ћ Todo bien? – buscou por mis ojos. – Aún?

Ћ Aún. Converso con usted después.

Ћ Tá – pero él hesitó evaluando mi

rostro. – Correcto. Yo tengo aunque ir – levantó de la

cama aún sin demostrar partir. – Miel, es sólo porque no

quiero su padre envuelto en esta suciedad toda.

Ћ Yo sé. Está todo bien. Yo sólo quedé emocionada


con las suyas

palabras – intenté sonreír fallando

descaradamente. Robert me beijou

rápidamente.
Ћ Amo usted, Melissa Simon! – y

salió sin que yo pudiera retribuir. El tiempo que llevé

en aquella cama absorbiendo todo lo que había

acontecido, no sé medir. El hecho fue que yo me vi

presa a una realidad. Robert necesitaba ser padre.

Merecía ser padre de aquel hijo que yo generaba y

escondía. Yo quería acabar con el infierno, a fin de

cuentas fue para eso que yo había vuelto. Fue por este

motivo que abrí mano de toda felicidad, de la saudade,

del amor... Yo quería todo lo que Robert me prometía.

279

Una vida de paz, repleta de felicidad.


Sin embargo, para que todo lo que yo soñaba fuera

posible era necesario actuar. Y yo sabía exactamente lo

que hacer para que mitad del camino fuera recorrido. Y

en aquel momento yo me di cuenta de que esconder el

embarazo sería el mejor a ser hecho. Robert nunca

permitiría que yo hiciera lo que planeaba sabiendo que

un hijo suyo estaba en mi vientre. No, él nunca permitiría.

Y yo no podía más esperar para que mi realidad cambiara.

Sin pensar dos veces levanté en búsqueda de mi celular y

así que conseguí encontrar el número que yo necesitaba

en su agenda, di inicio a mi plan.

La señal dio inicio la conexión haciendo mi sangre helar.

Con certeza Dean conseguiría rastrear aquella conexión y

al descubrir su teor sería el primero a me torrar la

paciencia. Él no era totalmente a favor, a pesar de

concordar que sería una óptima cartada. Cuando me di

cuenta de que el tiempo pasaba y él no atendía me

acovardei, pero cuando pensé en desconectar oí su voz

sonolenta del otro lado de la línea.


Ћ Alô – parecía que aún no

estaba conectado con el mundo. Su voz arrasada

y pastosa me vez enjoar. – Quién es?

Ћ Adam? Pensé que su día comenzaba pronto. No es


así para todos

los hombres de negocio? – pude sentir su sorpresa cuando él

pigarreou y un leve farfalhar de lençóis llenó el silencio del

otro lado de la línea.

Ћ Melissa? Ora, ora – era nojento.

Necesité respirar fondo y concentrarme para

continuar con el plan. – Pronto así sólo me hace

imaginar una cosa: usted quiere muy estas pruebas.

Ћ Exactamente! – fui directo al punto. No

daba para quedar ensebando muy cuando mi gana era

de vomitar. – Yo quiero estas pruebas,


Adam. ES una cuestión de honra! – él rió.

Ћ Robert realmente no debería haber

pisado en suyo callo – la disputa ridícula que él trababa con

el jefe me hacía desear aún más aquel desfecho. Sería

óptimo que Adam Simpson entendiera de un golpe que no

había como medir fuerzas con Robert Carter. – Ahora son

dos Tanyas para destruirlo – cerré los ojos y busqué

controlar mi genio.

Ser comparada la Tanya era lo aunque ser apunhalada sin

piedad. Y fue lo que más yo oí los últimos tiempos. No era de

aquella forma que yo quería ser vista, pero era así que Adam

necesitaba verme.

Ћ No, Adam. Usted va a entender que yo no puedo


ser comparada a

Tanya, simplemente porque soy algo muy peor del

que ella – oí el estalar de su lengua, deliciado con mi

postura.

Ћ Ah es? Siempre te hallé

muy santinha, Melissa. La chica que Robert

llevaba en la coleira...

280
Ћ Está engañado! – lo interrumpí. Una parte

de mí estaba loca de gana de xingar hasta la última

generación de Adam Simpson, y la otra se contorcia de gana

de quebrar la nariz de Robert por él siempre actuar de forma

a hacer con que las personas pensaran de aquella forma.

Idiotas.

Ћ Pues es. Estoy engañado.

Ћ Y eso cambia en quê? – tuve

miedo del hecho de yo no ser la chica submissa

que él imaginaba el hacer perder el interés en mí.

Era importante que Adam continuara viéndome

como un premio por el cual merecería la pena

luchar.

Ћ En nada! – su respuesta fue rápida y con una pitada


de urgencia. –
Usted es una mujer interesante, Melissa! Me gusta el

hecho de parecer frágil, pero que en verdad no nos da

mucho margen para saber al correcto lo que esperar –

tragué en seco. Era mi hora de actuar.

Ћ Yo quiero las pruebas. Como

puedo las conseguís? – forcé la voz a salir dulce,

pero el arañar de las palabras en mi garganta

denunciaban la tensión existente.

Ћ Rápido así? – él rió otra vez y yo supo que era


necesario que

lo dejara creer que estaba en el mando.

Ћ Sí, rápido. Cuanto antes!

Ћ Y lo que yo gano con eso? Vea

bien, Melissa, estoy arriesgando demás para

ayudarte. Tanya no es una mujer que acepta con

facilidad una traición.

Ћ Usted sabe donde están las pruebas. Yo sólo


preciso de la información, lo

resto hago sola – quedé ansiosa demás y no

debería demostrar esta fragilidad. Adam pareció


satisfecho en notar mi necesidad por aquella

información.

Ћ Yo ya dijo: sé lo que Tanya deja escapar.

Ћ Pero ella tiene copias? Por qué yo no

puedo confiar en conseguir un trunfo contra Robert se

Tanya continuar teniendo este poder sobre él.

Ћ No. Tanya no es ninguna niña. Ella sabe muy así


como

arrumar este juego. No existen copias, o Robert ya las

tendría. Ella sabe que él búsqueda las conseguís para

neutralizar su poder y por eso aún no deja ningún rastro

de cómo él puede encontrarlas.

Ћ Sólo existe un archivo entonces? Todo está


escondido en el mismo lugar?

Ћ Vamos con tranquila. Yo dijo que sólo sé lo que


ella deja escapar y
por el visto Tanya prefiere cuidar personalmente de esta

parte de la historia de ellos dos – su risada dejó claro lo

que él quería insinuar.

Ћ Será que puedo arriesgar?

Ћ Va a quedar a su criterio,

Melissa – reculó estratégicamente. Yo

necesitaba tenerlo que vuelta en el juego.

281

Ћ Podemos marcar una cena

cuando yo vuelva de Tailandia, así

conversaremos mejor. Lo que halla?

Ћ Pensé que usted tenía prisa – puta merda!

Ћ Yo tengo, pero usted no define de que forma puede


ayudarme, Adam.

Ћ Puedo ayudarte con la

información que usted necesita, Melissa. Puedo

darte todas las cartas para que consiga destruir

Robert Carter. Ahora sólo depende de usted.

Yo no podría esperar nada menos del que aquello cuando

relacionado a Adam Simpson. Debo admitir que oír su

postura tan decidida en llevarme para la cama, aunque


fuera contra mi gana, o sólo para conseguir lo que yo

quería, me dejaba más del que enjoada. Era sucio,

nojento y podrido. Exactamente lo que definía para mí

su personalidad doentia.

Ћ Será conforme su necesidad. Sólo acuerde que


con Tanya

viajando queda muy más fácil no llamar atención.

Ћ Yo tengo un problema. Mi padre

apareció de sorpresa para una visita rápida y

mañana embarco para Tailandia. No tengo cómo

resolver nada antes de eso.

Ћ Entiendo. Acertamos entonces después de su


vuelta.
Ћ Hasta allá – hablé dulce y

desconecté antes que vomitara mi nojo por

aquella conversación.

Corrí para el cuarto de baño y conseguí alcanzar el vaso. Mi

náusea matinal había calmado por un tiempo, pero había

vuelto y cobrado en doble tras aquella conversación con

Adam. Con el rostro pálido y las piernas trêmulas, me miré

en el espejo e intenté encontrar en mí algún resquício de la

antigua Melissa. No había nada que me acordara aquella

chica tranquila, de vida pacata, que se contentaba con lo

que tenía y no tenía grandes ambiciones. Quién sabe un

empleo significativo o un romance que fuera un poco más

del que las noches esporádicas que yo tenía con Dean, pero

nada que fuera parecido con lo que yo había vivido los

últimos meses.

Ћ Falta poco ahora. Usted necesita ser fuerte –


conecté el chuveiro y me

tiré en el agua caliente.

A ciegas imaginé como sería mi vida se Robert

Carter nunca tuviera me mirado de la forma como me

miró cuando nos venimos la primera vez. Había deseo en


aquel mirar y un poco de rabia también, sin embargo esta

fue la mezcla que me tiró en sus brazos.

Ћ Cielos, Melissa! Usted sólo

puede ser una enferma. Como pudo desear un

hombre que te odió en el primer instante?

Pero yo sabía que había muy más de deseo del que

odio y que en verdad, este segundo sentimiento fue

sólo la forma que él encontró de 282

intentar huir del que sabía que estaba predestinado para

nodos dos. En el fondo, tanto Robert cuánto yo sabíamos que

sería inevitable. No, no existía manera de mi vida acontecer

sin que él entrara en ella y ocupara


todos los espacios.

Ћ Y se sea verdad? Y si él aún amar

Tanya? – yo hablaba conmigo misma, como se necesitara de

eso para sentirme entera, sã y confiante. – Robert me ama.

Yo sé de eso. Cuántas veces ya afirmó este amor? Y toda su

lucha para estar a mi lado, para tenerme que vuelta? Sería

posible? Puta merda! Sí. Sería posible. Me callé en el

instante en que me di cuenta de la posibilidad. Había un

histórico horrible entre ellos dos, donde muertes, traiciones

y destrucción manchaba su linda historia de amor. Él

escogió vivir, amar y casar con Tanya, así como escogió

construir una familia a su lado. Era posible que aquel amor

saudoso, aquel que ocupaba su corazón cuando los

problemas no existían, aún estuviera por allá, sólo acuado,

sufrido y escondido, simplemente porque Robert no

aceptaría amar una persona que fue capaz de dejar su hijo

morir, que le robó, bueno... le robó de verdad, y que dio

inicio la serie de acontecimientos que sólo lo hizo lo que él

era.

Y entonces aquellas palabras invadieron mi mente como un tsunami


“Hace muy tiempo yo descubrí que es imposible despreciar

un amor” él dijo cuando discutimos poco después de revelar

toda la verdad. Puta que pariu! Merda! Sentí mis piernas

tiemblen. Robert era seguro demás para dejar transparecer

un amor aún existente por una persona como Tanya, pero ni

él conseguiría sostener una farsa por tanto tiempo, y era lo

que acontecía, a los pocos, sin desear que aconteciera, él

dejaba que algo saliera a la luz, y así la verdad aparecía.

Él podía amarme. Un amor de esperanza, de deseo de salir de

aquella realidad tan sufrida, de no punirse por aún amar una

persona capaz de
destruir tanto. Yo era el suyo recomenzo, lo que no anulaba lo que sentía pela

esposa.

Merda!

Salí del baño, me sequé aún sintiendo el cuerpo trêmulo y volví a

acostar, respirando profundamente para recuperar el

equilibrio. Yo necesitaba levantar y fingir que todo estaba

bien. Mi padre ciertamente ya estaba despertado. Levanté y

me forcé a continuar. Quedar especulando no me llevaría a

nada, entonces el mejor a hacer era salir y encarar la vida.

Encontré mi padre tomando su desayuno acompañado de

Dean. Yo debería imaginar. Sin conseguir contenerme

revirei los ojos para la superproteção de mi amigo,

pero sonríe al beijar Kurt y saludar su acompañante.

283

Ћ Y Robert? – miré

discretamente para Dean que me miraba de

manera extraña.

Ћ Robert sale siempre muy pronto, padre.

Él vive para el trabajo – él hizo una señal con la cabeza

como se comprendiera la actitud de mi “marido”. Apenas

sabía mi padre que en verdad Robert prefería otras


prácticas, pero que a causa de su inesperada visita

tuvimos que aplazar. Sólo de pensar en él mi corazón

apretó, acordándome de toda a

mi inseguridad. Era mejor desviar los pensamientos. Tragué

un pedazo de bolo y forcé para dentro con el café fumegante.

Estaba una delicia.

Ћ Y usted, Dean? – arqueei una ceja curiosa sobre


la suya
disculpa para estar en mi casa tan cedo sabiendo que mi padre

era mi huésped y no imaginaba lo que acontecía en aquel

conjunto de apartamentos
interligados.

Ћ Robert pidió que yo llevara su

coche para un repaso, entonces voy a llevarla la

empresa, después dejo su coche en el taller y vuelvo

para buscá-la a finales del día – alguna cosa estaba

errada. Por cuál motivo Robert pediría que mi coche

fuera para el repaso.

Ћ ES bueno saber que alguien está cuidando de


esta parte para usted,

querida – mi padre rió de sus recuerdos mientras mordía una torrada.

Quedé furiosa. No era fácil mantener a pose de mujer fuerte,

independiente y coge cuando había siempre alguien capaz de compartir

mis momentos ridículos, como el caso de la falta de agua en mi coche. Ok!

Hoy yo sé que fue un hecho absurdo, pero como yo podría saber que era

necesario aprovisionar el vehículo con agua? Nadie había me alertado y yo

sólo descubrí cuando todo comenzó la fumaçar y una fila se formó atrás del

mi coche que se rechazaba a subir la ladeira. Mi padre necesitó socorrerme

y con eso yo gané el título de conductora desconectada, o desleixada o

desatenta, desde que eso le rindiera buenas carcajadas.

Ћ No veo motivo para revisar mi

coche. Yo he hecho eso regularmente – la mínima


mención mi fallo ya me dejaba en la defensiva.

Empeoraba cuando Robert alimentaba la situación

pidiendo a mi espalda al Dean para cuidar de aquello.

Nodos tendríamos una conversación sobre los límites

de nuestra relación.

Ћ Robert pidió y yo creí que no sería

ningún problema atender al pedido de un amigo –

quedé aún más intrigada. – No sea infantil, Melissa!

ES sólo un repaso, y va a dejarse su marido más

seguro, por qué no?


- Todo bien. Como vosotros quisiereis! – mi padre

volvió a reír, dejándome incomodada demás.

Ћ Lo que va a hacer, papá? Si

quisiera yo puedo quedar para pasar uno 284

tiempo juntos.

Ћ No precisa, querida. Yo no

quiero confundir su rutina. Probablemente Robert

necesita de su ayuda. Voy a andar sólo por ahí y

visitar algunos puntos turísticos.

Ћ Sé! Con este frío y la nieve

que insiste en limitarnos? Puedo hasta imaginar

cuál será su compromiso – él rió abiertamente,

pero nada añadió.

Si yo bien conocía mi padre, alguna mujer formaba parte de sus

planos. Existen cosas que nunca cambian. Mi padre

ser un namorador nato nunca va a cambiar. Suerte de

mi madre haber salido de la boda mientras aún tenía

tiempo.

Ћ Todo bien, entonces – cogí una torrada y


prácticamente ensopei ella
con geleia de morango. Mi boca aguou. Sólo cuando

estaba preparándome para la primera mordida percibí el

mirar de mi padre sobre mí. Quedé constrangida. – Hum!

Hoy desperté realmente con hambre – él hizo una cara

extraña, pero no habló nada, sólo volvió su atención

para el periódico y la taza de café a su lado.

- Necesitamos salir, Melissa – Dean advirtió. Miré para la mía

torrada deliciosamente dulce y después para mi amigo que

señalizó con los ojos para mi padre. Droga! – Kurt fue un

placer conocerte – él levantó después de apretar la mano de

mi padre. – Vamos? – Droga, yo quería


aquella torrada. – Traiga la torrada, Melissa – revirou

los ojos y salió resmungando alguna cosa como

“después sufre con el peso”. Medité dejar la comida, a

fin de cuentas Dean tenía razón, yo estaba

engordando, pero mi boca continuaba aguando, y mi

estómago implorando por aquel sabor.

Ћ Tchau, padre! Jantamos juntos?

Ћ Claro! Veo usted más tarde - él sonrió y yo el


beijei como una

hija obediente. – Y coja de un golpe esta torrada, está

dándome dó de ver usted desearla tanto y tener que

largá-la – sonríe como un niño que hube acabado de

ganar el presente de navidad, cogí la torrada y salí en

búsqueda de mi bolsa.

285

CAPÍTULO 29

- Él va a acabar conmigo se sepa que estoy concordando – Dean

aún estaba serio, pero yo sabía que contrariar Robert

era una de las pocas cosas que aún le daba placer en

estar a mi lado.
Ћ Él tiene que acostumbrarse con el

hecho de que no tiene el control de todo – Dean sonrió

y continuó encarando el camino a nuestro frente.

Ћ Pero usted no va a entrar en el

cuarto. ES sólo hacer con que él vaya hasta allá con

usted y listo. Tras eso yo asumo, combinado?

Ћ No da para prever algo de este tipo, Dean.

Ћ Melissa!

Ћ Todo bien! Vamos a ver sólo

como las cosas van a encajarse, ok? Mi Dios! No da

para confiar en mí al menos una vez?

Ћ Yo confío en usted! – la frase inmediatamente me


llevó a pensar en
Robert. Era lo que él más repetía los últimos

tiempos. – Pero no puedo dejar que Adam coloque

las manos en usted y después encarar el problema

que Robert va a crear.

Ћ Yo cuido de él – Dean

mordió el labio y después miró rápidamente

para mí.

Ћ Usted necesita pensar más en su hijo.

Colocarse todo el tiempo en situaciones de riesgo es muy

malo – instintivamente llevé las manos la barriga.

– Por eso es por lo que no quiere contar a él? – miré

para fuera por la ventana del coche sin querer encarar

mi amigo. – Sabe que no es justo, no es? Si usted va

se enfiar en esta misión nojenta tiene que dejar Robert

por lo menos sepa que está esperando un hijo de él.

Ћ Si él sepa no va a permitir que yo haga.

Ћ Droga, Melissa! – tragué

en seco sin conseguir pensar en aquella

situación sin enjoar.

Ћ Yo voy a contar. Sólo necesito que Adam indique


la localización de las
pruebas. Sólo eso.

Ћ ES con usted. Yo sólo estoy avisando...

Ћ Yo sé. Puede dejar. Me

quiebra sobre mañana. Como vamos a conseguir

salir?

Ћ El vuelo de su padre fue anticipado – él percibió mi


expresión

de sorpresa. – Lo que usted quería? Que él nos viera

saliendo juntos, otra vez? Tuve que anticipar el vuelo,

así podremos viajar sin llamar la atención de nadie –

y parpadeó divertido. Aquella conversación relajó

Dean y 286

me dejó un poco intrigada.


Ћ Parece que alguien está muy animado con el
viaje.

Ћ Y usted no? – él sonrió ampliamente. – Sólo quiero


ver la reacción de

Tanya cuando descubrir que Robert embarcará con la

amante. En verdad, todos nodos estamos listos para atacar

en el mismo instante... – pero yo no estaba más prestando

atención al que él estaba diciendo.

Ћ Como así Robert va a embarcar con la amante?

Ћ Él no te contó? Bueno, nodos combinamos que


Carol va en esta

viaje. Primero porque la idea es demostrar

inmediatamente que Tanya está loca. Conseguimos

intercambiar los remedios de ella y en el exacto

momento en que sea avisada de nuestro embarque

vamos a liberar más un áudio. Con suerte

conseguiremos un arranque de cólera testificado por

Olívia y más algunas personas.

- Por qué Robert va a llevar la Carol? – no me importaba el plan, ni

la forma como conseguiríamos que Tanya fuera

diagnosticada loca, sólo el hecho de aquella chica estar

más una vez entre nodos dos.


Ћ Usted no está oyendo nada del que yo

estoy diciendo? – él me miró rápidamente, censurando-me. -

Y tampoco hallé justo ir con vosotros y quedar sólo

chupando dedo. A finales de las cuentas Tanya va a creer

que él usó Carol para maltratarte, sin embargo eso no es lo

que importa ahora.

Ћ Por qué yo no fui avisada?

Ћ Usted debería facilitar las cosas.

Ћ Yo no quiero asistir Robert juguetear de amante.

Ћ Y usted cree que yo estoy en una posición


confortable? Primero

tengo que convivir con vosotros dos, tras ser gracias a tragar

él tomarte de mí sin el menor escrúpulo, y ahora me veo

gracias a asistir
mi novia en los brazos de aquel hijo de la puta!

Ћ Dean!

Ћ Mira, Melissa, no está siendo fácil

para nadie, ok? No sé cual es la payasada del destino

para colocarme en esta jugada y hasta hoy no creo

que acepté ayudarte, entonces colabore y facilite para

mí. Ya basta yo haber que presenciar los risinhos y

brincadeiras de todo el equipo todas las veces que

ellos se beijam.

Ћ Ellos se beijam?!!! – todo

bien, yo grité. No estaba preparada para esta

revelación y no había ninguna posibilidad de

mantener la tranquila en aquel momento.

Ћ Lo que usted cree que ellos

hacen? ES para ser real. Nodos también en los

beijamos, no es? Necesitamos que este circo sea por

lo menos convincente para que Tanya no vuelva a

enfocar sólo en usted.

Ћ Robert beija la Carol cuando

no estamos mirando? – puta merda! 287


Era demás para mí. Carol y su piel dorada, sus

piernas largas, sus cabellos rubios... Merda!

Ћ Cuando usted no necesita

estar mirado. Yo estoy siempre allá, sedo

gracias a los asistís.

Ћ Merda, Dean! – exploté. No daba

para coger la barra siendo bombardeada por

hormonas de la gestação. Mentira. Esta era mi

disculpa, pero la verdad era que mi reacción sería la

misma si yo no estuviera esperando un hijo. Era

demasiado convivir con aquella situación y no

reaccionar de manera explosiva.

Ћ Pues es. Merda! Y es justamente por eso que


quiero que usted haga lo
proceso con el Adam Simpson, para que esta merda toda

haya luego un fin! – sólo entonces me di cuenta de que él

también gritaba y que estábamos parados en mi garaje en

el edificio de la C&H Medical Systems.

Nos encaramos por un tiempo. Mi respiración estaba

acelerada así como mi corazón. Dean mantenía las

manos cerradas en el volante con tanta fuerza que los

nodos de los dedos estaban blancos.

Ћ Disculpe! – él dijo por

fin. – Usted no tiene culpa de eso. No vamos a

pelear a causa de él otra vez, correcto?

Ћ No es a causa de él – mi voz estaba débil.

En aquel instante, aunque fuera más una de mías

infantilidades, mi mente sólo conseguía llevarme para los

pensamientos de más cedo. Robert se divertía teniendo

Carol cómo amante y se aprovechaba de la situación. Este

era el juego de él con Tanya.

Ћ Miel, yo no quería...

Ћ Todo bien. Yo sólo puedo

entender usted, no es mismo? Estamos en la misma


situación – él sonrió, pero no fue una sonrisa

verdadera. – Yo voy a entrar.

Ћ Correcto. Vuelvo para cogerte más tarde – volvió


su atención para lo

panel del coche. – La historia del repaso fue la forma que

encontré de poder salir de casa con usted. No tiene nada

de errado con su coche.

Ћ Imaginé – abrí la puerta del

coche y agradecí por el clima frío. Quién sabe así

calmara mi ánimo, porque en aquel momento mi

única gana era matar Robert Carter!

Entré en el ascensor aún a tiempo de ver Dean manobrar y

salir del garaje. A medida que el ascensor subía yo sentía mi

rabia aumentar de
nivel. Para que infierno él beijava la Carol? No

necesitaba de tanto. Conmigo nunca fuera así,

siempre fuimos discretos entonces cual la necesidad

de hacer de una forma tan explícita? Y por qué merda

Dean concordó con aquello todo?

La puerta abrió y reveló la sala ya en su

movimiento habitual. Abby 288

arrumava algunos papeles mientras Robert y Bruno

aguardaban a su lado. Todos me miraron y cada uno

de su jeito, entendió mi estado de espíritu. Mejor así.

Ћ buen día, Melissa! – Abby,

como siempre, fue gentil y educada,

conforme su posición exigía.

Ћ Melissa! – Robert y Bruno fueron menos formales


y más contenidos,

sin dejar que sus ojos pousassem más del que el necesario en

mí. Mi irritación era tanta que preferí no responder. Que se

dane la educación y los buenos modos, yo quería poder

esbofetear Robert allí mismo y arrancar de él aquel sorrisinho

cafajeste. Él salió pronto, tuvo que pasar por el apartamento


de ella, bancar el amante... Hijo de la puta! Tenía beijado la

cretina por mi espalda. Percibí su suspiro de resignación.

Ћ Y no olvide de mandar este fax, Abgail. ES


importante...

No conseguí contenerme.

Ћ Fax? – todos ellos se volcaron para mí

como se estuvieran viendo uno Y.T. – Por qué usted tiene

que ser tan anticuado? Nodos tenemos una impresora con

scanner de última generación y usted está aún pidiendo

para la Abby enviar un fax? – él continuó callado,

mirándome cómo se fuera yo la loca allí. Ok, yo era la loca

en aquel momento, pero no daba


para ser diferente. – Por qué esta merda de empresa

tiene que ser tan burocrática? Por qué simplemente

no manda escanear el documento y enviar? Por qué

usted, como CEO del tan importante grupo C&H

Medical Systems, no consigue ser más moderno?

Anduve en dirección a ellos y asistí cuando todos

recularon un poco, asustados con mi ataque sin

motivo aparente. Sin preocuparme en ser cuidadosa,

arranqué los papeles de las manos de mi amante y

los coloqué sobre la mesa.

Ћ Hasta un maldito celular consigue

hacer este trabajo – cogí mi Iphone y quité una foto del

documento. – Ve? Simple, rápido y nada burocrático –

prácticamente froté el aparato en la cara de él. Bruno

rió, pero abafou la risa para que no sobrara para él

también.

Ћ Todo bien – él dijo con la voz débil

y una expresión extraña en el rostro. – Como usted

quiera, Melissa. Abby, haga como la Sra. Bailey está

sugiriendo – y él continuaba me sondando con los ojos

y siendo cauteloso con los gestos y palabras.


Ћ Óptimo! – di la espalda y salí en dirección mi sala.
Podía lo sentís

a pocos pasos de mí, pero no me di al trabajo de

volcar para encararlo.

Alcancé mi mesa e inmediatamente traté de

iniciar mis actividades. Guardé la bolsa, coloqué

el celular sobre la mesa, conecté el ordenador

289

colocando la digital para que sólo yo tuviera

acceso las informaciones e intenté, con todo

esfuerzo posible, ignorar la figura de él parada mi

frente.
- Aconteció alguna cosa? – continuaba cauteloso.

Yo quería poder gritar que yo no quería él beijando la

cretina de la Carol, pero no podía hacer eso en nuestro

local de trabajo, entonces preferí estirar bastante aire e

intentar calmarme, lo que no fue posible.

Ћ Melissa? Lo que está aconteciendo?

Ћ Usted nunca oyó hablar que la

burocracia mata la empresa? – mi voz continuaba alta. Por

instinto Robert volcó en dirección la recepción, aún

sabiendo que con la puerta cerrada ellos no podrían

oírnos.

Ћ Usted está irritada así a causa de un aparato de


fax?

Ћ ES. Estoy irritada a causa del maldito aparato de


fax y por causa

de las terribles agendas coloreadas y por el hecho de usted aún

ser tan retrógrado, machista, canalha e insuportavelmente

lleno de sí! – él estrechó los ojos, visiblemente descontente con

mis acusaciones. Sin decir nada, apretó lo viva voz de mi

aparato telefónico y accionó el ramal de Abby.

Ћ Sí?
Ћ Abgail, por gentileza, pieza para

alguien retirar el aparato de fax y dar un fin en las

agendas. La Sra. Bailey va a demostrar cómo usted

debe proceder de aquí para frente – ella pareció

sorpresa por algunos segundos, pero suya pose

profesional no permitía que cuestionara el jefe.

Revirei los ojos.

Ћ Claro, Sr. Carter. Ahora mismo.

Él volvió a encararme. Parecía cobrar una explicación.

No insistí en manifestarme, él que quedara con sus

dudas.

Ћ Va me cuente lo que aconteció?

Ћ Ya conté. Usted es un viejo, retrógrado y


anticuado, que quiere gestionar a
empresa con puños de acero y con un aparato de

fax – esa fue buena y yo casi no seguro la risa. Mi

oscilación de humor era algo que yo definitivamente

no conseguía lidar.

Ћ Yo uso el fax porque a través de él no

tenemos virus, ni desvío de información, ni nada de eso que el

alta tecnología nos permite vivir. Yo ya tuve mi ordenador

invadido, mis archivos copiados, una planta más del que

importante alterada y recientemente recibí un artículo que

contaba la historia de un chico que invadió algunos archivos

en las nubes y disponibilizó para quienes quisiera, sólo por el

placer de probar al mundo que él podía hacer eso. Satisfecha?

El fax es importante para pasar informaciones que no deben

ser desviadas de su finalidad, pero si usted está tan

incomodada – dio de hombros – Vamos a hacer de su jeito.

290

Quedamos encarándonos de una manera ridícula,

midiendo fuerzas y sabiduría. Puta merda! El peor de

todo era que él tenía razón, a pesar de continuar

creyendo que un aparato de fax debería estar en un

museo, pero tenía lógica su justificación, como


siempre, Robert Carter sabía lo que hacía. Sin darle el

gostinho de la victoria, apreté el botón que me

conectaba la Abby.

Ћ Sí – ella parecía receosa.

Ћ Puede dejar el aparato de fax, Abby, pero vamos a


abolir las agendas.

Ћ Todo bien – noté un correcto divertimento en su


voz.

Desconecté y volví a mirar para mi ordenador sin querer encarar

mi amante. Podía sentir mi piel corando en diversos

tonos y su mirar sobre mí de manera impiedosa.


Ћ No tiene más nada de interesante

para hacer hoy? – oí su suspiro y pude deducir que

su mano estaba en sus cabellos.

Ћ Tengo, pero preciso

descubrir que bicho te mordió. Cual la razón

para tanta rabia?

Ћ Bruno está aguardándote – vendré para coger el


teléfono y él me

impidió proyectando el cuerpo para frente y forzando mis ojos a encararlo.

Ћ Él no va a entrar hasta que yo

diga para hacerlo – reculé. Robert estaba en su

mejor modo CEO. Instintivamente retiré mi mano

del aparato y aguardé. – Ahora me diga, Melissa.

Ћ Yo... – tragué en seco, sin embargo

rabia aún estaba en mí. – Para que infierno usted beija

la Carol cuando yo no estoy mirando? – Robert reculó,

parpadeó algunas veces sin creer en el que yo había

dicho, pasó las manos en los cabellos, miró alrededor,

confiriendo la sala y después volvió a mirarme, sin

embargo sus ojos estaban divertidos. No había nada

de su fuerza o brutalidade.
Ћ La sala...

Ћ ES segura. Quiere decir, nuestro personal está


bloqueando Tanya – él

soltó el aire y amplió la sonrisa.

Ћ Pero nuestro personal

puede oír lo que estamos conversando –

concordé con la cabeza.

Ћ Y en los ver también.

Ћ Óptimo! Tiene algún lugar donde

yo pueda tener un poco de privacidad con usted? –

yo no quería, pero miré para el cuarto de baño

traicionándome completamente. Él miró en la misma

dirección y soltó un risinho que podía ser todo,

menos inocente.
Ћ Ni piense en eso, Robert

Carter! Yo aún puedo quebrar su nariz.

Ћ Oh, tengo certeza que sí,

Srta. Simon. Usted es una fuerza inusual 291

de la naturaleza.

Ћ Vaya a la merda, Robert! Y no piense

que va a engañarme desviando el asunto. Que merda

es esa de quedar beijando la Carol?

Ћ Ella es mi amante – jugueteó. Cerré los

ojos y estiré el aire con fuerza. – Ok, no quiebre nada ni tire

las cosas en mí. Fue sólo algunas veces, cuando sabíamos

que llegaría hasta Tanya sólo para reforzar la situación –

mordí los labios con fuerza y medité la hipótesis de tirar una

silla en él. – Yo pensé que la idea era esa y la Carol habló

que estaba todo bien, que deberíamos hacer nuestro mejor,

y modestia a la parte...

Tá Melissa, yo estoy sólo jugueteando, no

necesita encararme cómo se quisiera me

esganar o cosa parecida.

Ћ Robert Carter... Falda de mi frente. Ahora!


Ћ Todo bien – él intentó evitar, pero yo podía notar
su sonrisa

disfrazado. – Voy a pedir para Bruno entre – caminó

en dirección la puerta y a abrió llamando por el

hermano.

Ambos caminaron en dirección a la mesa nueva del CEO del grupo.

Bruno lanzó un mirar rápido y burlado para mí y

después sussurrou lo que yo identifiqué como “mujer

de TPM es el diablo” para reír disfarçadamente

acompañado del hermano. Miré para el peso de

papel mi frente y pensé si el estrago sería muy

grande se yo lo acertara en la cabeza. Mejor no.


Trabajé manteniendo la concentración en no errar.

Necesitaba de algunos informes para el viaje, sin contar

que estaba atrasada en mis actividades. Aún así, la

información que Dean había gentilmente suministrado aún

maltrataba mi mente. Por algunos minutos me cogí

pensando en que nivel de locura mi amor estaba. No era

posible que yo me sintiera tan herida por una cosa que yo

misma armé, acepté y coloqué en práctica. Y por qué

Robert conseguía dominar tanto mis pensamientos que yo

no conseguía comer, conversar, trabajar, pensar sin que

eso me llevara a él?

Donde yo estaba dentro de mí? Como pude dejarme envolver tanto

y hasta tal punto que no reconocía más mis acciones.

Cuando yo me hice una mujer neurótica, insegura y

bipolar? La respuesta estaba en la punta de la lengua:

cuando engravidei. Claro que yo no podía colocar la culpa

de todos mis defectos en mi embarazo, pero seamos

justos, engravidar era nuestro plan y no poder compartir

este secreto, dividir esta alegría con el hombre que yo

amo y que yo sabía que explotaría de felicidad estaba

meneando demasiado conmigo.


O yo ya era todo eso y sólo me di cuenta tras el embarazo?

Ћ No va a almorzar? –

sobressaltei-me con la voz de Robert. Mío 292

corazón aceleró y necesité de algunos segundos para darme

cuenta de que yo encaraba la pantalla del ordenador sin nada

hacer. Probablemente mi cara estaba terrible. – Algún problema

que yo pueda ayudar? – Pisquei algunas veces para ajustar mi

pensamiento y entortei la boca, pensativa. Él podría ayudarme?

Probablemente no? Por lo menos no en aquel momento.


Ћ Todo bien. Yo sólo estaba

pensando que aún no arrumei las maletas y ni sé

lo que debo llevar.

Ћ No lleve nada, amor! Prefiero usted así – él hizo


un biquinho

lindo intentando contener la risa. Quedé roja. Con certeza

los rapazes del QG estaban oyendo nuestra conversación.

Sin querer me vi mirando para el local donde a escucha

quedaba, Robert sonrió anchamente.

Ћ No intente distraerme, Sr. Carter, yo aún tengo


mucha rabia.

Ћ Puedo cambiar eso – miró

sugestivamente para el cuarto de baño. Mi

rostro quedó aún más rojo.

Ћ No va a almorzar con su

amante hoy? – burlé queriendo despreciar su

invitación silenciosa, sin embargo mi cuerpo ya

estaba calentado. Si existía una forma de expurgar

la rabia, era transando con Robert Carter.

Ћ Yo iba, pero puedo cambiar mis planes. Sólo


depende de usted – era
para sentir más rabia aún, pero saber que él dejaría

Carol esperando y que, por lo menos aquel día, no

existiría beso en público entre ellos dos, ya me dejaba

más tranquila.

Ћ No tengo hambre – rebatí sin querer dar el brazo


a torcer.

Ћ Yo estoy hambriento – sus ojos encararon lo que


podían de mi

cuerpo y... Puta merda! Yo ya estaba mojada. Lo que era

aquel hombre diciéndome estar hambriento y mirándome

cómo si yo fuera su comida?

Ћ Compórtese, Robert! – miré para fuera de la sala,


donde Abby estaba.

Ћ Ella va a salir en algunos minutos.

Ћ Y usted no va a hacer nada del que está

pensando. Mi rabia va a aumentar por estar

exponiéndome de esta forma – él rió bajo y pasó las


manos en los cabellos. Aún sonriendo miró para Abby después

para el cuarto de baño y enseguida para mí. Negué con la

cabeza su invitación silenciosa. Infierno! Será que él creía que

todo en mí se resolvía con

una buena ronda de sexo? Bueno... Pensando por este

lado... No! No podría ser tan fácil así. Sexo entre nodos

dos era inevitable, aún así, yo no podría dejar con que

fuera la solución de nuestros problemas, ya que

sabíamos yo en el fondo no resolvía nada.

Ћ Entonces voy a pedir la Abby que

providencie nuestro almuerzo. Voy a aprovechar para

ajustar los últimos puntos para la reunión de Tailandia.

Ћ Todo bien – volví a encarar la pantalla del


ordenador y la hoja de cálculo

293

abierta mi frente, la misma que yo fingí analizar

durante una buena parte de mi mañana y que en

verdad yo ni conseguí enxergar. Almorzar con mi

amante después de rechazar estar en sus brazos no

era una tarea muy fácil.


Ћ Pero yo voy a conectar para Dean y

mandar él darnos una hora de descanso sin que nadie

quede oyendo todo lo que conversamos.

Ћ Nodos estamos en el trabajo.

Ћ Yo sé! – él fue seco y ríspido. –

Lo que no da a nadie el derecho de invadir mi

privacidad. Quiero un tiempo libre con mi novia, ok?

Necesitamos de eso o vamos enlouquecer.

Ћ El recado ya está dato – cogí mi celular que vibraba


anunciando

un mensaje reciente, con la certeza de que sería nuestra

respuesta. – “ok! Vosotros tenéis una hora, más del que eso

Tanya va a desconfiar” – leí el mensaje para que él supiera del

que se trataba. – Tom fue quién envió


– él hizo una cara de disgusto. Por el visto su situación

con el investigador personal no estaba nada buena.

- Óptimo! – cogiendo el teléfono conectó para Abby. – Vamos a


almorzar

aquí, podría providenciar alguna cosa rápida? – él

tuvo el cuidado de no colocar en el viva voz. –

Gracias! – y desconectó. – Abby va a hacer el

pedido a un restaurante aquí cerca.

- Ok! Y sobre lo que exactamente usted quiere

conversar? – él me miró como se hubiera sido cojo una

traquinagem. Arrastrando una silla sentó a mi frente y

cruzó los brazos en el pecho.

- Carol – sus ojos continuaban fijos en mí, evaluando mis

feições e incierto sobre como debería conducir la conversación.

La mueca de disgusto que hice dejó claro que no sería nada

fácil. – Deje que yo quiebra, Melissa. Sólo después exponga su

opinión – no fue un pedido y sí una orden clara. Quedé con más

rabia aún, pero acepté. – Yo sé lo que usted va a decir sobre

este plan, pero yo sólo acepté porque la propuesta fue suya.

Nodos casi nos perdemos a causa de eso todo y no puedo

arriesgar perderte otra vez. Estamos en esa juntos, a pesar del


camino que usted escogió para colocarme en este juego. El

plan es: Carol es mi amante y Tanya necesita creer en eso, no

es? – relutei, sin embargo concordé. – Usted es mi amante y

sabe como las cosas funcionan para mí – tragué en seco. Yo

sabía como funcionaba, a pesar de creer que conmigo

aconteció de manera diferente. – Tanya no va a cruzar los

brazos y asistir de camarote mi implicación con usted u otra

persona, ella va a atacar. Sinceramente? Yo prefiero que

ataque la Carol del que usted, y no, yo no estoy diciendo que

no me importa él, pero la Carol está mejor


preparada y sabe como controlar la situación. No

existe una implicación 294

emocional entre nodos dos lo que facilita mucho mi

actuación y creo que a de ella también, lo que no

hace nada más confortable, si y lo que usted piensa.

Ћ Donde usted quiere llegar? –

crucé los brazos en el pecho en una actitud de

defensa. Yo no quería admitir, pero Robert estaba

cubierto de razón. Merda!

Ћ Si usted no consigue

convivir con sus elecciones nodos paramos por

aquí.

Encaré mi amante sin creer en el que él decía. Robert

estaba terminando conmigo para conseguir dar

continuidad al plan? Sin controlar mis emociones, mis

ojos quedaron húmedos. Pensé en decir alguna cosa,

pero nada venía en mi mente que pudiera modificar la

situación. Si antes yo tenía rabia, aquello empeoró aún

más. Aún encarándolo vi cuando él revirou los ojos y

pasó una mano en los cabellos, demostrando

impaciencia.
Ћ No piense besteira – me reprimió dejando claro
que realmente

estaba sin paciencia para mis cosas de mujer. Tragué lo

lloro y lo encaré desafiadora. – No estoy terminando con

usted, pero saliendo del juego. Si vamos a tener que

pasar siempre por situaciones embaraçosas a causa de

su ciúme en relación la Carol, el mejor a hacer es no dar

marcha al planeado. Yo intenté, pero no consigo

administrar las dos cosas. No da para llevar una farsa

con la Carol teniendo miedo de cómo usted va a

reaccionar cada actitud mía.


Yo no sabía se lloraba o sonreía. Saber que él no estaba

abandonándome era un alivio imensurável, sin embargo,

colocar en riesgo todo lo que planeamos era pésimo. Respiré

profundamente sin saber lo que decir.

Ћ Podemos pensar en otra cosa.

Ћ No da para volver atrás – mi

voz débil indicaba lo cuánto aquello todo me

sacudió.

Ћ Yo no voy a colocar nuestro relacionamiento en la


berlinda, Melissa. Si

sea preciso simplemente bato de frente con Tanya y

asumo los riesgos, pero no voy a perderte otra vez, no

quiero más ningún día sin usted y no me importa las

consecuencias de esta mi decisión.

Ћ Robert, no! No quiero que usted

se arriesgue de esta forma – instintivamente llevé la

mano la barriga. Nodos éramos una familia y como

tal deberíamos permanecer unidos. No sería nada

fácil se él fuera prendido o si yo necesitara convivir

todos los días con su decepción por haber destruido

lo que su padre construyó.


Ћ Melissa...

Ћ Yo voy a comportarme. Prometo! – no tuve


coraje de encararlo.

295

Mis lágrimas rolaram antes aunque yo tuviera

cualquier dominio sobre ella.

- Miel! – él levantó yendo en mi dirección. Sin que yo tuviera

como entender, las persianas cerraron lentamente y yo

estaba en suyo pego. – Miel, no llore! – él acariciaba mis

cabellos mientras yo soluçava. Merda! Mis hormonas

estaban un perno.

- No quiero poner todo a perder. Necesitamos de este plan, sólo así


vamos a conseguir acabar inmediatamente con todo este infierno.

Ћ Yo sé. Quede tranquila. Tá viendo? ES de eso

que yo hablo, Melissa. Tengo miedo del cuánto eso todo puede

destruirte. No quiero conseguir acabar con Tanya, pero tener

que convivir con su sufrimiento. ES un precio alto demás.

Ћ No es. Y yo voy a quedar bien – limpié las


lágrimas sintiendo una

gana anormal de contar a Robert el motivo de aquel

cambio súbito de humor, de aquella incapacidad de

mantenerme equilibrada, sin embargo aquel secreto

debería continuar. Si yo quería abreviar aquel

sufrimiento, estar con Adam sería el mejor camino. –

Ya estoy bien – levanté el cuerpo y disfracé con una

sonrisa terrible que fue interrumpido por el sonido del

teléfono.

Ћ Sí? – Robert atendió sin le importar si aquel era mi


ramal.

– Gracias, Abby. Ya salgo para coger todo –

desconectó y me encaró. – Nuestro almuerzo llegó –

era cómo se estuviera disculpándose. – Usted está

bien?
Ћ Estoy. Estoy óptima y con

hambre – su sonrisa indicaba que no creía en mis

palabras. – No va a cambiar nada, no es? Vamos a

dar continuidad al plan.

Ћ Si eso no sea genere una pelea cada hora entre


nodos dos, sí.

Ћ No va. Prometo.

Ћ Está bien – él me beijou rápidamente. – Voy


buscar el almuerzo.

Él salió y yo estremecí. Yo sentía como si las palabras de él

fueran un presagio, como se Robert, de alguna forma,

supiera que demos continuidad a aquel plan nos mataría.

Que nuestro fin era correcto, y por eso hacía tanta cuestión

de desistir. Yo no podía más llorar. Quería una


vida a su lado, tener nuestra familia, pero quería por

encima de todo que él fuera feliz, que aquel infierno

acabara y que el hombre que yo tanto amaba pudiera tener

paz otra vez. Y era en eso que yo me apegaria.

296

CAPÍTULO 30

- Entonces su día fue bueno?

Yo conversaba con mi padre durante la cena. Él estaba

animado, sorridente y tranquilo, mientras yo intentaba

empujar para el fondo de mi íntimo la sensación de

pérdida que había cercado mi corazón desde mi pequeña

pelea con Robert. Este estaba callado, sólo observando mi

conversación con mi padre. De tiempos en tiempos

colaboraba con alguna opinión y sonreía de manera

agradable, pero en el general se mantuvo distante. Yo

quería entender, pero no conseguía.

Después de nuestra conversación, almorzamos y pasamos el restante


de nuestro

tiempo libre, abrazados en el sofá de la sala, jugando

conversación fuera, sin mucha gana de interaccionar. Yo me

dejé aprovechar las carícias de sus manos en mis brazos y él


sólo se mantuvo haciéndola, pero ambos estábamos

distantes. No conseguía dejar de culparme por ser tan débil

y frágil. Probablemente mi crisis de lloro lo hizo replantear

nuestro relacionamiento. De vuelta para casa actuábamos

como una pareja normal, aún él habiendo entrado por la

oficina, después de fingir visitar su amante y Dean necesitar

aguardar algunos minutos en el coche, antes de subir

conmigo y huir por el pasaje secreto. De lejos no teníamos

problemas.

- Sólo conversé con algunos amigos que también estaban por la ciudad.

Nada de más – Kurt comía con apetite, como se hubiera cerrado el día con
llave de oro. – Y vosotros, como fue el día en la

empresa? – Robert sonrió educadamente.

Ћ Mi trabajo nunca termina, Kurt.

Estoy siempre con algún problema para resolver,

informe para analizar, o incluso para construir. Como

vamos a viajar mañana pronto necesito estudiar mi

material y volver a ver algunos puntos.

Ћ Entiendo. No es fácil gestionar una empresa. Yo


tengo algunas personas

que están bajo mi mando y sé como es complicado.

Ћ Exactamente – sus ojos

encontraron los míos y yo supo que alguna

cosa no estaba correcta.

Ћ Pero Robert adora, papá – conseguí

llamar la atención de mi padre para mí. Era nítido que

Robert estaba queriendo salga de la mesa para

resolver sus problemas. – Él es viciado en trabajo.

Ћ Por eso aún, si me permitieran, necesito resolver


algunas cosas
en la oficina. Siento mucho, Kurt, pero hoy realmente

necesito me ausentar – 297

levantó y mi corazón disparó. Él dijo que necesitaba se

ausentar y fue cómo se fuera un recado para mí. Iría para

la oficina, donde quedaba el pasaje secreto. Lo que

estaba aconteciendo? – Espero que haga un buen viaje y

que vuelva inmediatamente, con más tiempo.

Ћ Gracias, Robert! Estimo

que consiga resolver el problema, sea él cuál

sea.

Robert me beijou con respeto y salió en dirección a la

oficina. Yo no podía dejarme llevar otra vez por las

emociones y estropear todo. Necesitaba quedar y

entreter mi padre, y así evitar que él percibiera lo

que nos cercaba.

Ћ Una pena su vuelo haber sido anticipado.

Ћ Realmente, pero en el fondo no hace mucha


diferencia, no es? Usted

también va a viajar pronto y yo nada más tendré a hacer

aquí – colocó su mano sobre la mía y me miró con atención. –

Está todo bien? – pisquei algunas veces buscando sepa lo


que mi padre había conseguido descubrir en aquellos pocos

minutos a mi lado. – Robert está distante y no voy a creer

que sea a causa del trabajo – mordí los labios. – No quiero

entrometerme en su vida, a fin de cuentas ya es una mujer

madura y capaz de cuidarse, pero quiero que sepa que estoy

aquí y que aún soy su padre – sus ojos brillaron y los míos

quedaron marejados.

Ћ Yo sé. No tiene nada de errado. Robert

siempre se cierra cuando necesita resolver los problemas

de la empresa. Tuvimos un error grave, que podría generar

muchos problemas, si no hubiéramos descubierto antes,


entonces estamos tensos, pero seguros. ES sólo eso,

padre – él me miró por algún tiempo y después

sonrió.

- Él no sabe aún, no es? – y estaba allá. Aquel mirar de quién

sabía de la verdad y que sería incapaz de ser engañado,

exactamente como era cuando en mi infancia e intentaba

esconder alguna cosa errada. – Yo puedo no haber sido el

padre más atencioso del mundo, pero por el amor de Dios,

Melissa, sé cuando una mujer está embarazada! – mi

rostro corou de una forma que no imaginaba ser posible.

No era cómo ser coge la mentira, o meneando en el que no era de la

mi cuenta, pero yo estaba embarazada, escondía la

verdad de mi marido y de las demás personas, sin

embargo Kurt estaba allá, diciendo que fue fácil

percibir lo que ocurría y que yo no lo engañaba.

Ћ Padre, yo...

Ћ Todo bien, Miel! Yo sólo

quiero entender. Lo que está de errado? Por

qué Robert no puede saber?

Ћ No tiene nada de errado – respiré fondo y


comencé a hablar
esperando no necesitar revelar mucho. – Yo y

Robert pasamos un tiempo 298

separados. No sé como explicarte eso.

Ћ Este hijo es de él? – mis

ojos quedaron enormes y la vermelhidão de mi

rostro descendió para mi cuello y se esparció

por las orejas quemando mi piel.

Ћ Claro que sí! – el constrangimento era visible. –


Yo sólo no sé

como contar aún. Descubrí recientemente, usted sabe...

Siempre fui muy desatenta a estas cosas y con tantos

problemas acabé dejando pasar.


No quiero contar ahora.

- Por quê? – sus ojos no salían de mi rostro y yo me sentí como

si estuviera confesándome a un padre, como mi

madre llegó a obligarme algunas veces.

Ћ Padre! – solté el aire sin saber

al correcto como explicarme. – Robert es un

tanto... Possessivo y dominador. Él no va a actuar

como una persona normal.

Ћ Él no quiere hijos? – estaba quedando cada vez


más complicado.

Ћ Quiere! ES lo que más quiere! –

sonríe para los recuerdos, cuando él me imploró por

nuestro hijo. – Él quiere mucho, padre! Pero si yo contar

ahora él va a excluirme de algunas situaciones que

quiero mucho participar. Como este viaje, por ejemplo,

él nunca me permitiría acompañarlo – sus ojos se

estrecharon sin entender el porqué de Robert poder

actuar de esta forma. Revirei los ojos y sonríe. – Él

quiere tanto un hijo que va a forzarme a quedar

acostada reposando hasta que el niño nazca. Va a ser

difícil convencerlo de lo contrario.


Ћ Serio? – él rió sin creer en aquello.

Ћ Ah, sí! Robert es de las antiguas. Cree que aún usa


un aparato

de fax? – mi padre rió alto.

Ћ No creo!

Ћ Pues es! ES de eso que estoy

hablando. Los cuatro primeros meses son críticos,

pero nadie vive perdiendo hijo a causa del trabajo,

entonces resolví esperar hasta que este tiempo pase,

para cuando contar él no poder alegar nada.

Yo estaba feliz en conseguir mentir sin dejar ningún margen


para mi padre desconfiar. Era ruim, pero necesario. Lo que yo

podría decir? Estaba en medio a una guerra y necesitaba me

enfiar en un cuarto de motel con otro cara, entonces se Robert

descubriera iba a preferir me amarrar en la cama a dejarme

cooperar. No! Yo nunca podría decir eso a mi padre.

Ћ Hija, yo entiendo todos sus

argumentos y sé lo cuánto usted defiende su

necesidad profesional, pero no hallo muy justo con

Robert. Si este hijo es lo que él más quiere, usted

no está siendo honesta, aunque eso le cueste abrir

mano de algunas cosas o pasar 299 más

algunas noches en medio a peleas por no concordar en cuanto

a su posicionamiento. Estamos hablando de un hijo y no de un

contrato. No es justo que el padre sea engañado de esta

forma, sin contar que puede acontecer de una manera ruim.

Robert puede simplemente descubrir de otra forma, como yo

descubrí y entender todo errado, como yo llegué a pensar.

El bolo en mi garganta indicaba que yo nada podía decir. Sabía

que mi padre estaba correcto, sin embargo estaba

convicta de que no podría contar la verdad a Robert.


Por lo menos no mientras mi participación con Adam

no estuviera terminada.

Ћ Yo sé. Yo voy a contar, a

fin de cuentas no da para esconder un

embarazo por tanto tiempo, no es mismo?

Ћ ES sí – él pasó la mano en mis cabellos y dejó


transparecer

su preocupación.

Ћ Nodos vamos a quedar bien, padre.

Ћ Yo sé – levantó haciendo

mención de salir, pero volvió un poco más

animado. – Tengo una cosa para usted.


- Para mí? – por algunos segundos conseguí sonreír animada. Fue

como volver la infancia, cuando mi padre dispersaba

mis quejas con presentes inesperados.

Ћ Quede aquí, yo ya vuelvo – salió

rápidamente en dirección las escaleras y sumió. Quedé

aguardando sintiendo la ansiedad crecer, en parte por

saber lo que mi padre reservaba para mí, pero también

por poder ir hasta Robert y descubrir lo que tanto lo

afligía. – Pronto! – él reapareció con un envase en las

manos. – Pasé en un librería y no pude dejar de acordar

de usted.

Ћ Gracias, padre! – intenté coger el envase, pero él


la alejó de

mí y sonrió.

Ћ Enhorabuena! – quedé emocionada.

Él siempre acordaba, pero haberlo tan cerca y en un

momento tan especial me dejaba desarmada. – Usted no

es más mi menininha, va a ser madre – sussurrou

respetando mi derecho de mantener el secreto. – No

podía dejar de acordar de su aniversario – me abrazó y

beijou el tope de mi cabeza.


Ћ Aún faltan algunos días – me

encogí con su carinho y volví la atención para el

embrulho en su mano.

Ћ Pero yo no estaré aquí – depositó el presente en mis


manos. –

Corta sin moderação. Ahora yo voy a acostar.

Necesito dormir más cedo para despertar aún más

cedo.

Ћ Voy a despertar para acompañar

el señor – mi atención estaba toda vuelta para el libro

que él había acabado de regalarme.

Ћ No precisa, usted tiene que descansar.

300
Ћ Necesita sí, ya estoy decidida.

Ћ Todo bien! Si quiere así... Buena lectura para


usted. Buena noche!

Ћ Buena noche, padre!

Quedé aún un tiempo animada con el presente. Faltaba poco para

mi aniversario y esta era una fecha que yo adoraba.

Todo era perfecto ese día, los presentes, los abrazos,

las demostraciones de carinho... Yo hasta podía

imaginar lo que Robert haría.

Robert... Puta merda! Era mejor descubrir lo que estaba

aconteciendo con él. Aún aguardé un tiempo para

certificarme de que mi padre no volvería más, entonces fui

hasta mi cuarto, guardé el presente que él había me dado,

después corrí para la oficina en búsqueda de mis respuestas.

Intenté no parecer desconfiada o ansiosa, abrí la puerta con

cautela, él no estaba allá. Entré sintiendo el corazón

oprimido. Será que Robert tenía aún ido aunque? Fue cuando

noté un pasaje sobre la mesa.

“En el QG”

Fue sólo lo que estaba escrito. Necesité apoyarme en la

mesa para controlar el temblor en las piernas y respirar


profundamente. Lo que estaba aconteciendo conmigo? Lo

que era toda aquella inseguridad y angustia? Tomando

cuidado en trancar la puerta y conocedora de que ellos

estaban monitoreando la casa, entré en el pasillo y fui

atrás de él. Encontré todos reunidos en el QG. El clima era

tenso, no pude dejar de percibir y el mirar que Robert me

lanzó no dejó más márgenes para dudas.

- Lo que aconteció? – anduve en dirección a mi amante, él cogió

mi mano con carinho y confianza, sin embargo sus

ojos expresaban duda y miedo.


- El resultado del examen – sentí mi cuerpo entero temblar.

Senté a su lado manteniendo nuestras manos unidades.

Mis ojos no dejaban los de él. – No sabemos lo que está

aconteciendo – él dijo por fin.

Ћ Como así? – miré para Dean buscando


respuestas.

Ћ Tanya está dando a Sr. Maximus

Carter una substancia que lo mantienen vivo – mi

cabeza giró sin dejarme entender.

Ћ Dean... Robert – volví a mirar para el hombre de


mi vida.

Ћ Ella... – apretó mi mano con más fuerza. –


Cuando mi padre

quedó en este estado y los médicos desistieron,

apruebamos que una substancia fuera retirada de su

medicação. Hablando de una forma bastante resumida,

sin esta substancia el cuerpo de mi padre debería

ceder a los pocos y no reaccionar más. No había

esperanza y no queríamos mantenerlo vivo sólo para

satisfacer nuestra gana – insistí en presionar sus dedos

cruzados a mis, como para apoyarlo. – Yo siempre hallé


extraño él continúe vivo, luchando, conversamos sobre

eso diversas veces acuerda? – 301

afirmé con la cabeza sin querer interrumpirlo o cuestionarlo. – Era eso

– hizo un gesto libre con la mano libre. – Ella continuó

aplicando la medicação, manteniéndolo vivo sin que yo

supiera, pero por qué? Para que Tanya quiere mi padre

vivo? Yo no consigo entender – sentí gana de abrazarlo,

confortá-lo. Aquello era inhumano.

- Estamos meditando la hipótesis de ella actuar así para

prorrogar su participación en el juego – miré para Carol,

interesada en su teoría. – Ella sabe que si Sr. Maximus Carter

muera usted desiste, a causa de la promesa

– y yo pude ver el leve constrangimento en su faz. Carol sabía de los


secretos de Robert, pero como? Ellos tenían tamaña

intimidade? Desvié los ojos sin querer crear más una

escena de ciúmes.

Ћ Puede ser – Dean tomó la palabra. –

O... – él me miró especulativo. – Tanya puede nutrir aún el

sentimiento de retomar el relacionamiento. Sabe que

manteniendo su padre vivo, mantiene usted por cerca.

Ћ Imposible! – Robert se agitó a mi lado. Aquello lo


incomodaba?

– Tanya no hace cuestión ninguna de retomar el

relacionamiento. Su único objetivo es conseguir la

seña y destruirme.

Dean me miró sin querer dar continuidad al que

comenzó, sin embargo yo entendí que él creía aún

en aquella teoría, y el peor de todo era que yo

comenzaba a creer también. Instantáneamente

quedé angustiada.

- Lo que vamos a hacer? – hablé directamente

para Robert, cabía sólo a él aquella decisión.

- No sé.
- Necesitamos decidir hoy lo que será mejor – Dean más una

vez se manifestó. – Mañana estaremos lejos y sabemos que

él recibirá más una dosis – Robert suspiró pesadamente. Yo

entendía que aquella era la decisión más difícil de su vida, y

era la segunda vez que necesitaba tomar. - Ya decidimos eso

antes. No está en mis manos – intentaba mantener

la voz firme y parecía perfecto en su farsa. – Vamos a evitar

que la medicação sea ministrada. Quiero un guarda jurado en

la puerta, creo que su abogado puede cuidar de eso – habló con

más cuidado direccionándose a mí. Concordé sin palabras más

una vez. – Quiero una lista de restricción más acirrada, y el

nombre de todos los médicos, enfermeros, auxiliares, cualquier

persona que
pueda cuidar de mi padre, nadie entra sin

identificarse y sin mostrar lo que va ministrar. Si no

tuviera debidamente identificado, no pasa, entendido?

Todos miraban para Robert de la forma como debería ser. Él era lo

CEO, el líder y hacía jus a su cargo. Yo entendía que

aquel momento era triste, confuso y delicado, sin

embargo fue imposible evitar el orgullo que 302

sentí del padre de mi hijo. Él era fuerte, aún siendo

siempre alcanzado por una avalancha. Él no caía.

Ћ Todo bien – Dean respondió lanzando

un mirar para uno de sus hombres que acompañaba la

conversación un poco más alejado. – Necesitamos

conversar sobre como actuaremos con Adam – Robert se

meneó desconfortável. Firmé mis dedos en sus como si

esta actitud fuera suficiente para mantenerle equilibrado.

Intercambiamos un mirar tenso, pero nada dijimos. – ES

imprescindible alineemos las acciones para cuando

volvamos. Tendremos que conseguir la información del

Adam cuanto antes y a la vez, estirar la locura de Tanya al

límite. Usted sabe lo que vamos a hacer, entonces así que

lleguemos, vamos a apretar Adam, conseguir la localización


de las pruebas, encontrarlas y conseguir ingresar Tanya. ES

importante agilicemos el proceso pues no da más para

prever cuál será el próximo paso de ella.

Ћ Yo cuido del Adam – mi amante se adelantó


dejándome

visiblemente irritada. – Yo cuido del Adam, Melissa – repitió

dirigiéndose directamente a mí, como si aquella conversación

perteneciera sólo a nodos dos. - Ya conversamos sobre eso. No

da más para sólo reaccionar las


embestidas de Tanya, necesitamos de algo más concreto y

Adam sólo va a ceder se sea conmigo – él pasó la mano en los

cabellos volviéndose para Dean.

Ћ Yo cuido de eso.

Ћ No haga como si yo no

tuviera poder de elección! – él no volcó para

encararme, pero soltó el aire pesadamente.

Ћ No vamos a discutir, correcto? Yo no

voy a permitir que el hijo de la puta del Adam coloque

las manos en usted y punto final! – fue más rude.

Ћ Él no va a tocarme! Dean, cuenta

para él nuestro plan – mi amigo mordió los labios sin

mucha paciencia, pero colaboró.

Ћ Ella sólo va a necesitar

llevarlo hasta el cuarto del motel, de allá

nodos lo cercamos y conducimos.

Ћ De ninguna manera! Adam no es ningún niño y él


va arrumar uno

jeito de aprovecharse de ella antes de chagar al local.

Yo marco una reunión con él en un lugar neutro y allá

conseguimos hacer él entregar la información.


Ћ Usted no puede envolverse –

intervi. – Si él desconfíe que usted sabe de alguna

cosa, conectarse los dos en el mismo plan, Tanya

tendrá tiempo para reaccionar. ES arriesgar demás.

Ћ Usted no va a salir con él y no

hablamos más en eso! – su voz quedó más alta y

sus ojos me fusilaron.

Sentí rabia. Robert no podía actuar conmigo como

si yo fuera un niño. Mi rostro quedó tan rojo que

pensé que explotaría. Mía 303

gana era socá-lo no sólo para quebrar su nariz, pero para hacer

un bello trabajo en su cara. Respiré fondo. “El embarazo está

dejándome
violenta” , pensé con recelo.

Ћ Pues yo estoy diciendo que nodos –

hice un gesto ancho con el dedo indicando todos los

envueltos en aquella reunión – Concordamos que yo soy la

mejor opción y por este motivo, vamos a colocar el plan en

práctica!

Ћ No va, no! – su voz arrastrada y contrita


demostraba a

cantidad de su rabia. – Y no me desafíe, Melissa.

Ћ Siéntase desafiado. Yo voy a marcar el

encuentro con Adam, de hecho, voy a dejar acontecer para

no darle la oportunidad de estropear todo. Voy a conseguir

esta merda de información y enfiar su esposa en un

sanatório que es donde ella debería estar y si eso no le

agrada, yo lamento mucho, pero no me agrada también

prologarmos esta situación – sin pensar, levanté para volver

a mi apartamento. Yo ya estaba irritada al límite y cansada.

Fueron muchos acontecimientos para un único día.

Ћ Melissa! – él amenazó, pero yo no conseguía


más pensar en

nada.
Ћ Vaya a la merda, Robert! – y

salí de la sala sin querer más contacto. Él que

tragara esa y digerisse de la forma como quisiera.

Anduve apresuradamente por el pasillo e inmediatamente

conseguí llegar a la oficina. Yo sabía que Robert me

alcanzaría y que no dejaría barato, aún así no tuve miedo,

sólo no quería que mi padre participara de nuestras

peleas. Rápidamente llegué a mi cuarto y decidida a no

perder tiempo pensando en la rabia que estaba sintiendo,

abrí las torneiras de la banheira preparando un baño

relaxante.

Volví al closet, cogí un roupão, quité mis ropas y envolví mi

cuerpo con él. Volví al cuarto de baño, probé la temperatura,

despejei en el agua
tibia las sales de baño que yo tanto me gustaba y

sólo cuando estaba prendiendo los cabellos para

entrar, él apareció.

A pesar de mi postura segura, estremecí con su presencia.

Este era uno de los efectos de Robert Carter en mí, por eso no

entré inmediatamente en el agua, sólo aguardé pelo que él

diría. Mi amante me miró de una manera indecifrável. Desató

el nodo de la gravata y desabotoou la camisa dejándola caída

en el suelo. Sin conversar quitó los zapatos y medias,

desafivelou el cinturón y descendió a calza desprovido de

vergüenza.

Desnudo, anduvo en mi dirección, deshizo el nodo de

mi roupão abriéndolo, sus dedos roçaram mi piel

durante el proceso, y sin mi permiso, me dejó

enteramente desnuda. Sus ojos vasculharam mi

cuerpo dejándome constrangida. Mordí los labios para

evitar el sentimiento de intimidación que él intentaba

infringirme, y continué observando todas las 304

sus acciones.

- Me gusta su cuerpo – dijo por fin, sin demostrar

mayores intereses. – Me gusta usted desnuda – sus


ojos encontraron los míos y yo me sentí invadida.

Íntimamente invadida. Poseída. Como él conseguía

aquello?

- Me Gusta de su también – rebatí sin saber al correcto se

debería o no hablar en aquel momento. Él me dio una sonrisa

torto totalmente encantador.

Ћ Yo sé. Venga – extendió la

mano para mí sabiendo que yo nunca

desacataria aquella orden.


Entramos juntos en la banheira y sentamos uno de frente para

el otro. Robert no mantuvo su mano en mi, ni me tocó. Yo

sabía lo que él
estaba haciendo e intenté convencerme la no me

importar, pero mi piel cobró aquel toque.

Cogí la esponja y comencé a frotar mis brazos,

implorando para que mi cuerpo entendiera que en aquel

momento el mejor a hacer era ignorar, pero era

imposible. Robert sólo acostó el cuerpo, manteniéndose

aún distante, y descansó la cabeza en el reborde. Con

los ojos cerrados, los cabellos levemente mojados y el

peitoral parcialmente fuera del agua, él parecía un Dios.

Era lindo demás.

Ћ Va a quedar sin hablar

conmigo? – yo no conseguí mantenerme distante.

Estaba muy incomodada con su indiferencia. Si este

era el plano de él, salió bien. Robert abrió los ojos

como se estuviera despertando del sueño y ajustó un

poco el cuerpo.

Ћ Yo debería, Melissa. Estoy cansado de su


rebeldía.

Ћ No soy su hija, Robert – rebatí ofendida y


aborrecida por él

aún continuar queriendo hacerme recular.


Ћ No es, gracias a Dios! – volvió a cerrar

los ojos y a acostar la cabeza en el reborde. – Pero

merecía unas palmadas por la falta de respeto.

Ћ Yo no... – preferí no batir tan de frente. – Detesto


ser tratada

como uno más de sus operarios. Usted no puede

simplemente decidir por mí y ni darme la oportunidad

de expresar mi opinión. Vea usted, todo animado con

su nueva amante, distribuyendo besos enamorados,

sosteniendo este papel que hoy aún por la mañana me

pidió para confiar. No es el mismo?

Ћ No!

Ћ Claro que es! Y yo no voy a quedar agarrándome


con el Adam en
plaza pública. Quiere decir... No es como

confraternizar con el enemigo, Robert.

Ћ Adam es peligroso. Usted no tiene idea del que


él es capaz.

Ћ Pero yo tengo idea del que

Tanya es. Y usted también tiene, sin embargo

305

eso no le impidió de estar con ella incontables veces,

inclusive tras mi vuelta – vi cuando sus hombros

quedaron tensos. Robert sentó otra vez, pasó las manos

en los cabellos y me encaró.

Ћ Usted vio aquello? – puede ser absurdo, pero su


expresión me

desarmó completamente.

Ћ Robert...

Ћ Dean no debería haber

dejado usted ver aquello. Droga! – hizo mención

de levantar. Avancé sobre él impidiéndolo.

Ћ Todo bien, todo bien. Yo entendí – él continuó


sentado, pero sin

tocarme, aún yo estando sentada en suyo pego. – No

quiero hablar sobre este asunto, yo sólo... Sólo quiero


que usted entienda que puedo hacer eso sin

colocarme en riesgo. Todos estarán conmigo y Dean

va a monitorear la situación de cerca – él cerró los ojos

e hizo un muxoxo. – Robert, confíe en mí! Por favor!

Ћ Mira, yo no quiero más conversar sobre eso.

Ћ Robert!

Ћ No quiero, Melissa! Mi día fue lleno, estoy


cansado e irritado.

Ћ Ok! – estremecí con sus palabras. Todo en él

indicaba que no estábamos más en armonía. No porque

estábamos peleando, pero porque peleábamos muy y los

últimos tiempos peleábamos dos veces más. –


Vamos a dejar este asunto para después – encostei mi cabeza en

su cuello y aguardé para que él finalmente reaccionara a mí, pero

nada aconteció.

– No quiero más pelear – Robert soltó una risa

corta y abafado, ironizando mi última frase. –

ES serio.

- Yo sé – finalmente sus brazos me cercaron y él beijou

el tope de mi cabeza. – Usted me confunde, Miel. Ora

es estourada, desafiadora, destemida, capaz de quitar

mi equilibrio, me deja puto de la vida; ora es así: una

garotinha llena de miedos y traumas, que

prácticamente me implora por atención.

- ES justamente por eso que usted me

ama – jugueteé deseando quebrar aquel

clima.

- No, no. Yo te amo por otros motivos – levanté encarándolo.

Tuve miedo de allí estar su recado de que estaba

cansándose de mí y de mis intemperismos. Robert

sonrió y colocó una mecha de mi cabello que tenía se

soltado, para tras. – Por este también, pero no más por

este, ni sólo por él. Yo amo lo que usted es, aún


teniendo que frenar mi deseo de darte unas palmadas, o

ser forzado a aprender que muchas veces es mejor

ignorarte del que...

- Concordar

conmigo? -

Desafiar

usted. 306

- Entiendo – mordí mi labio inferior evitando la sonrisa.

Él acarició mi espalda, subiendo los dedos hasta mi nuca,

eriçando míos por los y llevando mis pensamientos para

otra dirección. Busquei sus labios y él correspondió al beso,

cercándome con suyas


manos espalmadas estirándome de encuentro a su

cuerpo, manteniéndome firme allí. Piel con piel, boca

con boca y todo en mí encendió. Sin embargo, tan

rápido cuanto inició, acabó.

- Pero en este momento – sin mucha fuerza me retiró de su

pego, dejándome a su lado. – Yo estoy muy puto de la vida con

usted, Melissa

– su voz no indicaba lo que él decía, dejando clara su

excitación. – Antes de llegar aquí al cuarto necesité

pensar y replantear sobre el impasse de más cedo y

en la forma como usted no hesita en desafiarme y

contrariar en el frente de los otros.

Ћ Pensé que usted no quisiera

conversar sobre este asunto – imploré mentalmente

para que él no avanzara con la conversación. Yo

quería curtir mi amante y aprovechar el tiempo que

teníamos sin necesitar de más peleas.

Ћ Y no quiero.

Ћ Entonces por qué...

Ћ Porque no voy transar con usted hasta que


desista de esta idea
ridícula y absurda de salir con Simpson.

307

CAPÍTULO 31

- Huelga de sexo, es eso?

Costé a creer que Robert estaba aún abriendo mano del que

existía de mejor entre nodos dos sólo por creer que

conseguiría me demover de la idea de conseguir con

mis propios méritos las informaciones que Adam tanto

quería suministrarme.

Él estaba de pie, cubierto por el roupão, aguardando por mí, que


aún estaba dentro de la banheira, sorprendida demás

para hacer cualquier actividad cotidiana. De hecho, sexo

con mi amante era aún una actividad cotidiana y yo

dudaba muy que Robert sería capaz de mantener su plan,

por eso aún tenía la capacidad de sonreír e ironizar. - No

es huelga de sexo, Melissa, pero sí mi forma de

demostrar lo cuánto estoy insatisfecho por el poco

amor que usted tiene por sí misma.

Ok. Esta realmente me chocó. Tengo conciencia de que mi

boca abrió, mi mente trabajó ferozmente por una respuesta,

sin embargo yo sólo me callé y levanté de la banheira sin me

importar con su mirar, que claro, fue bastante goloso. Robert

puede ser muy fuerte en mí, pero yo también tengo mi cuota

de encantos que podrían colocarlo a perder.

Ћ Todo bien.

Ћ Todo bien? – de

manera casi imperceptível sus ojos

estrecharon.
Ћ Puede quedar sin encostar un

dedo en mí. Después que yo conseguir las pruebas

resolveremos eso. Falta bien poco ahora.

Ћ Melissa!

Ћ Resuelto. No vamos transar hasta que usted


entienda que yo no voy

volver atrás – él iba a avanzar, pero se contuvo. Mejor

así. Era sólo aguardar para saber hasta cuando

conseguiríamos cumplir con la promesa. Debo admitir,

ya imploraba para que no tardara tanto.

Robert pasó por mí yendo directo para el closet. Caminé

silenciosamente en la misma dirección. Una cosa era

correcta: estaba embarazada y necesitar cuidar del cuerpo

por eso estaba favoreciéndome en diversos


puntos, aquel era uno de estos momentos. Cogí una

toalla seca y a froté en mi cuerpo tan teatralmente

que me cuestioné lo cuánto ridículo debería estar,

aún así continué, después insistí en caminar desnuda

por el espacio, fingiendo desinteresse, y tardé largos

minutos 308

lambuzando mi cuerpo con crema hidratante, sin olvidar ni

por un segundo de marchitar la barriga al máximo. Va que él

desconfiara. Sonríe al verlo jugar la toalla y salir

rápidamente para el cuarto.

Cuando llegué él ya estaba acostado, los brazos cruzados atrás de la

cabeza, cuerpo cubierto y ojos abiertos. Encaraba el

techo, pensativo y con uno “que” de rabia y frustração

que me dejaba hasta un correcto punto conmovida, a

pesar de hallar todo muy engraçado.

Ћ Buena noche, mi bien – me

abaixei para beijar su boca, pero él no

contribuyó mucho.

Pasé su frente, estiré el lençol y acosté desnuda. Pude

vislumbrar suyo quejo proyectado y el maxilar trabado. Él

cerró los ojos y no se movió ni un milímetro. Parecía una


estatua, malmente respiraba. Como había descubierto mi

lado “malévola” desde que resolví que podría entrar en aquel

juego, no creí que sería demasiado forzar un poco la barra.

Deslizando bajo el lençol, me encostei a su cuerpo, cubriendo

su peitoral con mi brazo y sus quadris con mi pierna. Él tragó

en seco y alguna cosa muy próxima mi muslo comenzaba a

reaccionar.

Ћ Está frío hoy, pero creo que inmediatamente


inmediatamente tendremos buen tiempo – él

nada dijo. Permaneció a ciegas y con los brazos atrás de la cabeza.

– Va a hacer huelga de palabras también? No vamos a conversar más? –


Robert se movió, incomodado con la proximidad.

Quitó los brazos de la cabeza y volcó el cuerpo para

quedar de frete para mí. Su mano me estiró para

cerca y mi cuerpo entero correspondió.

Ћ No, pero estoy cansado, entonces prefiero

dormir del que continuar discutiendo o conversando sobre

el tiempo, que por señal, usted no sabe nada sobre. Fue

sólo un momento de frío, estamos en una estación de clima

bueno, entonces es fatídico el tiempo bueno – él sonrió y

me beijou con carinho. Yo quería más del que brincadeiras

o besos respetuosos. Suspiré y encostei la cabeza en su

pecho, sintiendo su olor

perfecto de hombre limpio. Yo amaba su piel cuando

post baño, la macieis, la textura y la temperatura. Era

un frescor que me cercaba y seducía, quitando mi

capacidad de raciocínio.

Ћ Sabe lo que yo hallo, amor?

Ћ Hum! – murmuró como si ya estuviera


durmiendo.

Ћ Cuando uno hace huelga de sexo, dos pierden – él


rió y me abrazó
aún más.

- Duerma, Miel!

***

309

Era para ser una noche fría, pero cuando yo me di cuenta de que

estaba durmiendo, en aquel momento en que usted transita

entre el mundo de los sueños y la realidad, todo quedó

maravillosamente caliente. Mi piel calentaba a medida que

sentía su mano subiendo por mi pierna. Yo estaba de culo para

Robert, la mente aún implorando por algunos minutos de sueño,

pero el despertador tocaba una música suave indicando que

era hora de
levantar. Yo no quería.

Él estaba tan grudado en mi cuerpo que yo podía sentir aquella

parte tan importante y deseada completamente despierta y

buscando por mí, aún por bajo de la calza de moletom que él

insistió en usar para dormir. Su mano alcanzó mis quadris y me

estiró, roçando su magnitud en mi bunda, mientras despejava

besos perezosos en mi hombro desnudo. Gemí cuando él

levemente me mordió y a la vez descendió la mano en

encuentro a mi sexo, lo que no aconteció, pues Robert

absurdamente se alejó, cumpliendo con lo que había prometido.

- buen día! – aquella voz ronca, cargada de preguiça y tesão

matutino, sólo colaboró para el fuego que se esparcía por mi cuerpo.

Yo necesitaba de él.

- buen día! – giré el cuerpo quedando sobre lo de él.

Inmediatamente sus manos corrieron mi espalda y acariciaron

mi bunda. Yo podía sentir su ereção entre mis piernas. Rebolei

provocante, pasando mi mano en su peitoral y beijando su piel

caliente. Robert gimió. Fue un gemido lleno de deseo y de frustração.

Continué beijando su piel y acariciando. A los pocos dejé mío

cuerpo descender, buscando por aquella parte que pulsaba y que yo estaba
loca
para que venciera su teimosia. Cuando llegué la barrera de la calza hice

mención de que a ultrapasaría, sin embargo él me detuvo.

- Nada de eso, Srta. Simon. Trato es trato.

Intenté no darle oídos y continuar con mi intención, pero él

fue más fuerte del que yo y me estiró para su lado, girando el cuerpo y

invertendo las posiciones. Sentí su miembro rígido entre mis piernas,


roçando mi sexo desnudo y húmedo, en una fricción deliciosa.

Robert sonrió y abocanhou un seno mío, todo un tiempo menos

del que yo necesitaba.

Ћ Usted puede acabar con

eso – sussurrou con la voz ronca que me

enlouquecia.

Ћ Ah, sí! Yo voy a acabar

con eso – enrosquei mis piernas en sus

quadris y rebolei, aumentando la fricción.

Robert se alejó, desprendiéndome de su

cuerpo.

Ћ Sin alivio, Melissa.

Ћ Usted no quiere realmente eso.

310

Ћ Claro que yo no quiero. Los

últimos tiempos este es mi único momento de paz –

apoyó el cuerpo en el brazo y me encaró. – Y yo

adoro comerte por la mañana – una sonrisa sacana

jugueteó en sus labios, fue el suficiente para

incendiar mi cuerpo.
Puta merda! Yo necesitaba de un orgasmo. Con urgencia.

Ћ Robert...

Ћ Sin acuerdos – su mano libre jugueteó con mi


seno. Mordí los

labios deliciada con el toque tan maestralmente

ejecutado. – Sólo existe una condición – la mano

deslizó por mi barriga y acarició la región entre mi

muslo y mi sexo. Arqueei el cuerpo con la

expectativa. – Una condición – apretó mi carne.

Ћ Obedecer sus órdenes – él rió.

Ћ Básicamente eso – sonríe para esconder la rabia


que sentí. Robert

era absurdamente insoportable con aquella mania de

control y empeoraba muy más cuando decidía colocar el

sexo como parte de su punición.


Ћ Todo bien.

Ћ Todo bien? – arqueou una ceja. Concordé con

la cabeza asistiendo sus ojos brillen. – Entonces va desistí de

aquel plan ridículo?

Ћ No. Voy me masturbar

durante el baño – di mi mejor sonrisa inocente.

Robert estiró el aire, pasó una mano en los cabellos

y arqueou el cuerpo para mejor observarme. Intenté

mantener mis expresiones serenas, pero tuve ganas

de gargalhar. Él me analizó, después barrió mi

cuerpo con los ojos llenos de luxúria. Oh, merda! Yo

podría sentir adónde aquello acabaría.

Ћ Usted va se masturbar – afirmó mientras pensaba


en alguna cosa

que yo no conseguí definir.

Ћ Voy.

Ћ Todo bien – fue la vez de él de quedar


indiferente.

Ћ Todo bien? – aquella

conversación estaba quedando repetitiva y extraña,

pues sin querer imité sus reacciones, ergui la ceja,


esquadrilhei su rostro en búsqueda de alguna dica y

vasculhei su cuerpo, confiriendo la ereção gritante.

Ћ Sí. Hallo justo, ya que mi idea era no transarmos


y pelo

visto este será nuestro único medio de alivio.

Ћ Nuestro... Medio de alivio? Entonces usted va...

Ћ Me masturbar? Claro!

Puta merda! Que sacana! Lo que él pretendía con

aquello? Sólo en lo oís afirmar que se masturbaria mi

pensamiento quedó lotado de imágenes de Robert

buscando el propio placer. Mordí el labio inferior.


311

- Y va a pensar en mí?

Lo que era aquello? Porque yo estaba preocupada con aquella

información? Bueno... tener mi hombre se masturbando era

algo que me tiraba en las nubes, pero tener mi amante

proporcionándose placer mientras me deseaba era

realmente de quitar el aliento. Él sonrió de una manera linda,

de un correcto modo... Avergonzado, yo hallo, pero fue lindo.

- Voy sí – admitió con la voz baja, confirmando sentir vergüenza

en aquel momento. – Yo siempre pienso en usted – sus

dedos corrieron mi barriga haciendo movimientos

circules que podría fácilmente pasar por un carinho

ingenuo, sin embargo yo sabía que nada en Robert

Carter podría ser clasificado de esta forma.

Ћ Eso volcó una rutina? – él

rió y me encaró con aquellos ojos cenizas

como una tempestad.

Ћ Yo sentí su falta, entonces

algunas veces... Y usted? – mi corazón perdió

una batida.
Ah, yo había sentido la falta de él, de todas las

formas y maneras, pero esencialmente de aquella.

Mi rostro corou con tanta intensidad que pude sentir

mis mejillas ardan y el flujo de sangre subir por mis

orejas.

Ћ Ora, Srta. Simon, no puedo creer

que este asunto le deje tan constrangida – sonríe y

mordí el labio inferior, desviando el mirar. – Usted

hasta ya me mostró como hace. Acuerda? –

sussurrou y yo entendí que aquella era más una

tentativa en persuadirme.

Yo también acordaba. Como olvidar? No es todos los días que una


mujer puede ser coagida a se masturbar en la mesa del

jefe mientras este la asiste de camarote, observando cada

detalle. Claro que yo acordaba. Umedeci los labios

controlando mi gana de mover los quadris, frotar las

piernas una en la otra hasta encontrar el alivio tan

deseado. Pero Robert soltó de la cama con un pulo.

- Si vamos a necesitar de más algunos minutos en el baño es mejor

salgamos inmediatamente de esta cama, o entonces

no vamos a conseguir en los despedir de su padre.

Oh, merda, mi padre! Con tanta ansiedad

acabé olvidando el motivo por haber

despertado tan cedo.

Ћ Hum! Realmente no vamos a

tener tiempo. Tengo que aplazar la

brincadeira – él levantó las manos y dio de

hombros.

Ћ Haga como quiera, Melissa.

Yo voy para mi baño y no necesito prestar

cuentas del que va a acontecer por allá.

Maldito!
Ћ Nada de eso, Carter! Vamos

a tomar baño juntos y nada de gracinha. 312

Si yo no puedo usted tampoco puede.

Ћ Tan llena de órdenes, Srta. Simon!

Ћ Pro baño, Sr. Carter.

Era para ser un baño rápido y dentro del patrón de normalidad,

sin embargo nada con Robert Carter podía ser clasificado como

normal, entonces el baño ganó otra proporción cuando él

insistió que necesitaba frotar mi espalda y después que yo no

sabía tomar baño derecho, u otra cosa que justificara sus

manos en mi cuerpo, tocando en partes que


no deberían ser tocadas si no fuera para ser hasta el final.

Yo debería imaginar que aquello no saldría bien. A

finales del baño yo estaba caliente. Muy caliente. Mi

cuerpo imploraba por alivio y mi mente no conseguía

ajustar los pensamientos de una manera coherente.

Maldito Robert Carter!

Encontramos mi padre ya disfrutando su dejejum. Intenté

parecer tranquila, pero un volcán entraba en erupción

dentro de mí. Corei significativamente al encarar mi padre.

Si él consiguió enxergar mi embarazo, con certeza

enxergaria mi necesidad de sexo.

Ћ buen día, padre! – yo dijo tímidamente,

evitando mirar en sus ojos. Ok, era hasta ridículo pensar

así, sin embargo yo no quería arriesgar.

Ћ Kurt – Robert saludó mi

padre, tratando de sentar para iniciar su

día. – Animado?

Ћ Yo me gusta Chicago, pero

volver para California es siempre muy


gratificante. No me acostumbro con el frío

exagerado de esta parte de Estados Unidos.

Ћ Usted no sabe lo que es frío – Robert jugueteó


mientras yo apenas

conseguía pensar en algo para comer. Por qué mi

cuerpo simplemente no se conformaba? Y como él

podría estar tan tranquilo se hay poco estaba tan

excitado cuánto yo?

- Ya cogí algunas temperaturas ruins, usted debe saber, yo siempre

estoy viajando a causa del trabajo, pero nunca me adapté.

Prefiero playa, calor y mujeres de biquíni – revirei los ojos, mi

padre era incorrigível.

Ћ Ah, sí! Una de las maravillas en poder

tener el sol siempre presente – Robert rió y yo tuve ganas

de tirar mi vaso de iogurte en él. Como


así?

Ћ Puede creer que sí. Y usted,

Miel? Como fue su noche? – pisquei varias veces

cuando mi padre me llamó, pues mi mente

producía la imagen de Robert melado con iogurte

y no fueron nada inocentes tales pensamientos.

Corei.

Ћ Dormí bien, gracias!

Ћ Está todo bien? – claro,

mi padre nunca dejaría aquel detalle 313

pasar en blanco.

Ћ Sí. Quitando el hecho del señor incitar mi marido


a admirar

mujeres de biquíni, está todo óptimo! – su sonrisa

fue encantadora. Típico de un padre que se siente

bien al lado de la hija.

Ћ Yo puedo arriesgar mi

cabeza, él no. Fue por eso que preferí no casar

otra vez.

Ok. Yo podía pasar sin esa. Robert estaba dando un

paso a camino de la segunda boda. Con tantos


problemas era bien fácil él replantear el asunto.

Droga!

Ћ Ya pasó de la hora de dejar de

arriesgar la cabeza, papá. Nadie puede vivir de casos por

tanto tiempo. Luego el señor no será más tan joven, ni tan

atractivo para conseguir mantener tantas mujeres

entretidas y va a acabar envejeciendo solo – destilé todo

mi veneno en mi viejo padre que ni tenía culpa de mis

problemas, pero era bueno que él entendiera luego que la

vida de solteiro no podría durar una eternidad. Robert me

lanzó un mirar reprovador, pero yo ni conecté y tuve

ganas de mostrarle la lengua.


Ћ Yo sé de eso. En verdad...

Ћ No va a decir que se enamoró – sus ojos brillaron


y suyo

sonrisa fue tímida. – Puta merda! Quién es usted y lo que

hizo con mi padre? – yo sabía que sería repreendida por el

palavrão, sin embargo mi atención estaba toda vuelta para

aquel fenómeno raro de la naturaleza. – ES serio?

Ћ No sé se es serio, mocinha. Y no es

porque ahora es casada que voy a dejar de enseñarla

buenos modos – pero él sonría y dejaba el hecho de

estar realmente le gustar alguien ser más importante

del que enseñarme los tales buenos modos. Mi padre

levantó con una sonrisa inmensa en el rostro. Parecía

otra persona. Por eso estaba tan más leve y amoroso.

Yo debería haber percibido antes.

Ћ Fue por eso que vino Chicago? – él anduvo en


dirección a la sala,

donde su maleta ya estaba dispuesta, pero volcó

rápidamente para lanzarme una sonrisa encantadora.

Ћ Vine Chicago para ver mi hija – levanté


acompañándolo.
Ћ Y la tal mujer maravilla es de

California? Vosotros se conocen hace muy tiempo?

Como ella es? Cuántos años tiene? Tiene hijos?

Ћ Tranquila, Miel! – Robert

habló de la mesa, sin levantar para despedirse

formalmente. – Su padre sabe lo que hace.

Ћ Sólo estoy interesada. ES ruim estar interesada


en la vida del padre?

Ћ No es – mi padre rió y me abrazó. –

Pero son muchas preguntas para poco tiempo. Voy a

sentir saudade, Miel. Cuídese! – y sus ojos dejaban

claro lo que él quería decir. No era para yo cuidar sólo

de mí y sí del 314

mi hijo, además de contar la verdad a mi marido.


Ћ Ya soy grandinha y sé

cuidarme – él jugó una mochila en el hombro y la

maleta del notebook. – No va ni decirme cómo ella es?

Ћ Rubia, alta, linda... Muy

linda – acompañé su sonrisa. – No tiene hijos,

está divorciándose y es de aquí de Chicago, pero

pretende cambiarse para California para

recomenzar la vida así que todo esté resuelto.

A medida que él iba describiendo a tal mujer sólo una

imagen se formaba en mi mente. A los pocos, mi sonrisa se

deshizo y mi sangre comenzó a helar en las venas. El nodo

en mi garganta me impedía de hablar, o era el miedo de

confirmar mis dudas? Sin que yo percibiera, o aún

entendiera como, Robert estaba a mi lado. Su mano tocó la

mía y sus dedos presionaron los míos. Miré para mi amante

y sus expresiones eran tranquilas, serenas.

Ћ Ella es de aquí, Kurt? Y lo que hace? Será que


conocemos, amor?

Ћ Chicago es inmenso demás para que vosotros


conozcáis cada persona.

Ella también trabaja con arquitetura, pero desea cambiar de ramo.


Ћ Y... Donde ella está

ahora? – arriesgué hablar sintiendo miedo

de entregar mi estado de espíritu.

Ћ Viajando. Ella

necesitó viajar a negocios. Yo no sabía.

Puta merda! Puta merda! Puta merda!

Sentí los dedos de Robert aprieten aún más los míos,

como un aviso para mantenerme firme. Respiré fondo

ya conocedor de que mi mundo estaba girando rápido

demás. Que merda era aquella? Sería posible? Como,

se estábamos monitoreando cada paso de ella?

Ћ Necesito ir o entonces voy a perder el vuelo. Fue


un placer, Robert –
extendió la mano para mi amante que la apretó con seguridad.

Ћ El placer fue mío, Kurt.

Espero que pueda volver en breve, con más

tranquila y en un momento menos conturbado.

Ћ Con certeza.

Mi cabeza no paraba de trabajar. Yo quería encontrar

respuestas, tener la certeza de que todo era sólo un

conjunto de coincidencias, sin embargo mi raciocínio

no me dejaba llegar la otra conclusión. Ella había

conseguido colocar las manos en mi padre y con eso,

las colocó directamente en mí.

-Melissa, hija, aparezca. Siento su falta –

me dio un beso cariñoso en la prueba y

comenzó a alejarse.

Ћ Espere – el silencio que se hizo

parecía una piedra sobre mi pecho. Mi padre me

encaró entendiendo que alguna cosa estaba errada.

Yo no podía lanzarlo en aquel juego imundo. No era

justo. Caminé en suya 315


dirección abrazándolo para esconder mi rostro.

Rápidamente su mano afagou mi espalda. – No puedo

ni saber el nombre de ella?

Ћ Eso todo porque su viejo padre resolver colocar los


pies en el suelo? –

era para yo reír y hacer una piada, pero no conseguí.

- Melissa? – Robert me llamó como un alerta, pero intentó ser

gentil. – Su padre necesitar ir y Dean ya está a camino.

Este es el problema en mimar tanto una hija, Kurt – él

dejó una dica de que Dean ya estaba sabiendo del

problema y ya estaba arrumando todo para mantener

mi padre seguro.

- Por favor, papá!


Ћ T

anya. El nombre de

ella es Tanya. 316

CAPÍTULO 32

Ћ Quede tranquila! –

Robert aún me abrazaba intentando

hacerme razonar de la forma correcta.

Si no fuera por mi amante yo habría caído en el frente de mi

padre. Robert, previendo lo que sería revelado, se adelantó a

quitarme de los brazos de Kurt y fingió que todo no pasaba

de un ataque de ciúmes de una hija única. Claro que sus

manos sosteniendo mi cuerpo me ayudaron a colaborar con

la farsa. Cuando mi padre sospechó de alguna cosa, yo sólo

dijo que era una leve náusea matinal y él acabó cediendo

creyendo que yo estaba sólo teniendo una reacción el

embarazo, y como nada podría ser revelado a mi “marido”,

prefirió aceptar y despedirse.

Tras eso yo caí.

Ћ Como ella pudo? Lo que vamos a hacer?


Yo temblaba considerablemente y las lágrimas

descendían sin que fuera posible las impedís. Dean

llevó menos de veinte minutos para estar a mi lado

con un plan trazado y en práctica, aún así, yo no me

calmaba. Tanya había alcanzado mi padre y se sabe

allá quién más en mi vida.

Ћ Mi madre...

Ћ Continúa protegida, Miel. Recibí imágenes de


ella aprovechando las

vacaciones – Dean estaba tenso, pero seguro. –

Tanya no llegó hasta ella y dependerse de mí, no

va a llegar.

- Y como ella consiguió estar con mi padre? Como se envolvió con


él sin que tuviéramos noción del que estaba

aconteciendo? Usted me garantizó que él estaba

seguro.

Ћ Y él estaba. No existe ningún

registro de contacto entre ellos dos. Esta historia

está extraña y apenas contada, pero yo ya coloqué

un equipo investigando.

Ћ Yo no voy a soportar! Por favor, no puedo dejar


que nada

acontezca! – los brazos de Robert aún estaban

mi vuelta, aún estando yo sentada en el suelo del

cuarto.

Ћ Nada va a acontecer, amor. Nodos

reforzamos la seguridad. Olívia está manteniéndonos

informada de cada paso de Tanya, el teléfono de ella

está grapado, el cuarto ha escucha, no tiene como un

detalle como este pasar despercebido.

Miré para Robert y después para Dean, que

confirmaba con la cabeza 317

todo lo que mi amante decía. Otra crisis de lloro se apossou

de mí, y junto llegó un leve incômodo en el pie de la barriga,


rápidamente mis manos corrieron mi vientre. Alguna cosa

estaba errada. Vi los ojos de Dean acompañen mi

movimiento y su boca formar una línea fina.

Ћ Miel – Dean se arrodilló mi frente. – Usted necesita


calmarse –

y sus ojos decían exactamente lo que él temía. Mi corazón

aceleró. – Vamos a enfrentar un viaje largo y todo necesita

estar bien con usted. Oh, merda! Como se fuera un presagio, la

cólica aumentó y sentí mi vientre contraer. Merda! Intenté

contener mi cara de dolor. No era absurdamente doloroso,

pero el pavor de perder mi hijo dejaba todo más difícil. Dean se

meneó incomodado. Lo que podríamos hacer? Revelar


en aquel momento a Robert que yo esperaba un hijo?

Correr para el hospital sin al menos darle la oportunidad

de absorber la información.

Ћ Por favor, Melissa! – Dean estaba aprensivo.

Una gota de sudor escorreu en mía prueba. Yo estaba

esforzándome para contener la desesperación.

– Lo que yo puedo hacer?

Ћ Miel, usted necesita se calme –

Robert pareció incomodado con la aproximación de

Dean. – Voy buscar un calmante para usted. Va a ser

mejor así.

Ћ No! – casi grité. Robert no sabía, pero yo no


podía tomar

cualquier remedio. – Yo voy a calmarme.

- Melissa, usted va a necesitar muy más del que su autocontrol

casi inexistente – me repreendeu. No podía

condenarlo, él no sabía que estaba perjudicando el

propio hijo.

Ћ Yo voy a quedar bien. Sólo

preciso... – miré para Dean y sabía que podría

contar con él. – Sólo necesito dar una vuelta.


Ћ Una vuelta? – Robert esbravejou

a mi lado. – Está maluca? Nodos necesitamos estar

en el aeropuerto en dos horas. No puedo dejar usted

salir por ahí en este estado!

Ћ Yo voy con ella – Dean entendió

mi plan. – Nadie va a desconfiar se salgamos para

dar una vuelta en el parque. Vamos en coche para

acortar el camino.

Ћ Ah, no! Nada de quedar andando por ahí en este


estado – pero yo sabía

el motivo de su discordia. Él no quería que fuera Dean

a ayudarme cuando él propio estaba allí y debería ser

el suficiente. – Yo voy a cuidar de usted, Miel!


Puta merda! Puta merda! Puta merda!

Yo partiría el corazón del hombre que yo amaba, pero no podía contar

la verdad en aquel momento. Con certeza Robert

crearía un problema aún mayor. Un hijo no es una

negociación entre empresas, es un hijo! Y él no 318

dejaría pasar la idea de que yo omití aquel hecho por

tanto tiempo, principalmente cuando descubriera que

Dean ya conocía la verdad. Con certeza él conectaría

una cosa a la otra y desconfiaría que el hijo era de mi

amigo y no de él. Dolía sólo de imaginar.

Ћ Yo quiero salir, Robert! – fui firme

conteniendo el dolor y forzándome a levantar. – Quiero

caminar un poco y eso usted aún no puede hacer conmigo.

Ahora que aquella hija de la puta mostró lo que está

haciendo nodos necesitamos ser firmes y llevar el plan

adelante. Yo voy a salir con Dean, voy a colocar mi cabeza en

el lugar y volver a tiempo para nuestro viaje.

Vi en sus ojos lo cuánto él no estaba satisfecho con la

situación. Hube Podido! Más lo que estaba hecho no había

como reparar y yo necesita llegar al hospital el más rápido


posible y certificarme de que estaba todo bien con mi hijo

y que el viaje no empeoraría mi situación.

Intentando andar sin demostrar el incômodo, caminé

hasta Dean y salí, dejando Robert solo en el cuarto.

Sabía que costaría a amenizar la situación. Él no

aceptaría con tanta facilidad, aún así, en aquel

momento, la vida de mi hijo valía muy más del que

cualquier problema con el hombre de mi vida.

En el garaje dimos de cara con Tom, un muchacho que

reconocí como Martin, uno de los agentes que cubría los pasos

de Adam, pero que fingía ser lo


marido de una de mis identidades falsas. Luego

enseguida la agente Lee, una chica que poseía el

cuerpo muy parecido con el mío, pero con feições

orientales, se apresuró a juntarse al grupo, llevando

en las manos una peruca, mucha parecida con mi

cabello y óculos oscuros. Había un plan trazado allí.

Ћ Tom – Dean lo saludó con

uno aprieto de mano, pero su rostro demostraba

que no sabía del que se trataba.

Ћ Si usted y Melissa den entrada en un

hospital para una consulta de emergencia a causa de un

embarazo, Tanya va a conseguir esta información, entonces

hallé mejor ella salga como Blanca Lopez, mientras la

agente Lee va a caminar con usted en el parque, como se

fuera su esposa. Era un plan perfecto, sin embargo yo

necesitaba de alguien que yo confiaba para estar a mi lado

en una situación crítica cómo aquella. Sentí la alfinetada en

mi útero y decidí que era mejor concordar inmediatamente

de vez y conseguir llegar el más rápido posible al hospital.

Ћ Todo bien – me adelanté a coger la peruca negra


y corta que Tom
extendió para mí. Dean quedó inquieto, pero también

sabía que era el mejor a ser hecho. Rápidamente

enrolei mis cabellos en vuelta de la cabeza y la agente

Lee me ayudó a componer mi falsa identidad.

Ћ Aquí están sus documentos –

él me entregó una bolsa grande 319

que yo sabía contener todo lo que necesitaba, inclusive una

pre-navidad completamente falso, pero que ayudaría a

componer la farsa. – Vosotros dos van a subir hasta el

apartamento de Bruno, él ya fue alertado la necesidad del

pasaje, y de allá van para el apartamento de Martin, de donde

saldrán para
cumplir con el combinado, correcto?

Ћ Correcto – yo ya iba a

volcarme cuando Dean me cogió en un abrazo

fuerte.

Ћ Va a dar todo correcto. Quede

tranquila. El agente Martin va a mantenerme

informado y cualquier cosa yo mando este plan para

el aire y voy a encontrarte – yo sabía que Dean sería

capaz de hacer aquello, pero pedí a Dios para que no

fuera necesario. Sólo concordé con un aceno de

cabeza y salí dejándome conducir.

Bruno ya nos esperaba. Él lanzó un mirar burlado cuando me

vio de peruca. El hermano de mi amante nada sabía

acerca del embarazo y yo no sabía se era mejor no

mencionar cualquier dolor o urgencia en partir. Alexa

también estaba allá, linda como siempre y con los

ojos preocupados.

Ћ Puedo ser informado por lo menos

del motivo de esta operación y principalmente por qué

Robert no puede saber de nada? Miré para el agente


Martin sin conseguir descifrar que tipo de disculpa

Tom tenía tramado, sin embargo yo tenía el

conocimiento de que independiente de cuál fuera,

Bruno debería saber la verdad. Por lo menos así yo me

sentiría más aliviada. Pero no en aquel momento.

Llegar al hospital era imprescindible.

Ћ Bruno – di un paso en su dirección. Él estaba


relajado por eso

no tuve miedo del que iba a decir. – Usted confía en mí?

Su sonrisa fue deshaciéndose cuando entendió que no se

trataba de sólo más una operación. Vi su postura cambiar y sus

ojos queden serios, concentrados. Alexa se aproximó del

prometido, colocando una mano en


su hombro y captando su mirar. Ellos conversaban

silenciosamente y allí estaba mi sentencia.

Ћ Confío, Melissa – él dijo por fin, sin dejar

márgenes o desvíos en su respuesta. Bruno realmente

confiaba en mí, así como Alexa.

Ћ Lo que usted va a hacer, Miel? –

fue mi amiga quien me cuestionó. Alexa era prudente

demás y tenía una inmensa capacidad de entender

en los interlineados. Así como yo merecía su

confianza, ella también merecía la mía.

Ћ Necesito ir al hospital, pero no puedo explicar


ahora el motivo –

más una vez ellos intercambiaron un mirar lleno de significado.

Ћ ES relacionado a mi padre? –

Bruno descruzou los brazos y disminuyó a 320

distancia entre nodos dos. – Si fuera, Melissa...

Ћ No es. Confíe en mí, yo jamás te dejaría de fuera


de eso. Lo

problema es conmigo – otra vez el dolor incômoda me

alertó de la necesidad de ser rápida. – Prometo que aún

hoy esclarezco todo.


- Todo bien – fue Alexa quien entendió que yo realmente necesitaba

salir dali el más rápido posible. – Espero que usted

esté bien y que no pase de un susto – ella me

abrazó. Miré para Bruno y la dureza de su mirar

había cedido un poco.

Ћ Ok, Melissa! Espero que esté todo

bien – comenzamos a caminar en dirección al pasillo

y no sé porque, mi corazón disminuía cada paso.

Algunas lágrimas cayeron y yo no me sentí en el

derecho de esconder el dolor que sentía.

Ћ Miel, tiene certeza de que está todo bien? – Alexa


aún mantenía lo
brazo en mi cintura, apoyándome de la forma como podía.

Ћ Está sí. ES sólo que... Las

cosas complicaron hoy cedo y yo estoy un poco

nerviosa.

Ћ Y Robert, donde él está? –

Bruno abrió la puerta del pasillo, dándonos pasaje.

Alexa paró para despedirse.

Ћ En mi casa. Yo lo dejé con la

disculpa de que necesitaba caminar y que Dean me

acompañaría – él hizo una mueca engraçada,

entendiendo lo cuando estaba complicado para el

hermano.

Ћ Creo que voy a dar una pasada allá.

Ћ Haga eso. Gracias! Encuentro

vosotros en la vuelta – pasé para dentro del pequeño

pasillo volcando en dirección a nuestro destino.

Ћ Melissa? – Bruno me cogió por

el brazo haciéndome mirarlo en los ojos. Sentí toda

mi vergüenza por esconder la verdad quemar mi

rostro. – Voy a estar aguardándote.


***

- Puta que pariu, Melissa! – Bruno caminó por la sala amplia. Suyas

dos manos estaban espalmadas en sus cabellos y él estaba aprensivo.

Ћ Usted tiene certeza de que está

bien? – Alexa estaba sentada a mi lado en el sofá, con

una expresión que ora parecía feliz con la novedad y

ora preocupada con el hecho de yo esconder de Robert.

Ћ Estoy bien. La médica dijo que fue

sólo un susto. Pasó algunos remedios, pero en el

general yo estoy liberada para viajar, sin embargo

debo quedar atenta porque cólicas son normales,

pero contracciones no. Principalmente por aún estar

en el inicio. Yo oí el corazón de él – sonríe como una

boba y mi amiga también.


321

Ћ No da ni para notar la barriga.

Quiere decir... Ahora que usted habló yo puedo ver su

rostro levemente más redondo y los senos están

mayores también – Dean dio una risada sarcástica. Él

sabía lo cuánto aquella parte me incomodaba. Intenté

no quedar aborrecida. Mi amigo también me

aguardaba en la casa de Bruno, pues estaba ansioso

demás para esperar hasta el mío retorno.

Ћ No hallo justo Robert no saber, finalmente él es el


padre, no es? – todos

lo miramos para Bruno. No era la intención, pero

quedó pareciendo que había una duda acerca de la

paternidad de mi hijo. Vi cuando él miró para Dean y

después para mí. – O no es?

Ћ Claro que es, Bruno! Que

tontería! – Alexa quedó incomodada y a la vez sin

jeito con la posibilidad levantada por el prometido en

la mayor cara dura.

Ћ ES sí, Bruno. El motivo de aún no haber revelado


la existencia de este
hijo no es porque tengo dudas en relación la

paternidad, pero sí porque conozco su hermano el

suficiente para saber que él va a quitarme del juego

en dos segundos. Y no va a existir argumento que lo

convenza a actuar de otra forma.

- Usted es muy cabeza dura, Melissa. Cuando Robert descubrir no

va a sobrar piedra sobre piedra. Lo que cree que está haciendo?

Está arriesgando la vida de este hijo – sentí que encogía en el

sofá. Yo sabía lo cuánto aquellas palabras eran verdaderas,

pero sabía también que yo no estaba haciendo nada que

pudiera arriesgar la gestação. Por lo menos no a sabiendas. – Y

él debería saber. ES su derecho como padre. Usted está

quitándole el directo
de acompañar esta gestação y yo sé que mi hermano adoraría saber de cada

paso, de cada detalle. Yo acuerdo cuando....

Y se calló. El silencio que se hizo fue embarazoso. Todos allí sabían

lo que Bruno hablaría: sobre cuando Tanya engravidou y

Robert aún era un hombre feliz que puede acompañar y

alegrarse con cada detalle de aquel embarazo. Mi corazón

disminuyó considerablemente. Él había me pedido aquel hijo,

entonces deberíamos estar festejando el sonido de su

coraçãozinho. - Melissa tiene un motivo justo, Bruno – Dean

me salvó, como

siempre. – Yo fui el primero a no hallar correcto

esconder el embarazo, a pesar de eso, todos nodos

sabemos lo cuánto Robert es surtado con la idea de

protección, sin contar que él jamás permitiría que

Melissa continuara con el plan. Sólo que no podemos

correr el riesgo de que Tanya sepa de este hijo, ella sí

es nuestro mayor miedo. Además de todo, Adam sólo

va a contribuir se Melissa esté al frente, sólo ella

puede conseguir esta información. Si su hermano

descubre que ella está embarazada nuestro plan va


por agua abajo. Bruno hesitó. Recomenzó a andar por

la sala, pensando en una forma 322

de absorber cada detalle de aquellas informaciones.

Alexa apretó su mano en mi y sus ojos estaban llenos

de compasión, además de confianza. Ella era aún mi

amiga.

Ћ Si alguna cosa acontecer con

este niño, Robert me mata, usted sabe de eso, no es?

Puta que pariu! Era mejor yo no saber de nada. Sería

muy mejor si yo fuera cojo de sorpresa junto con él.

Puta que pariu! Robert nunca va a perdonarme.

Ћ Yo voy a encontrar con Adam así que volver de


Tailandia y cuando
conseguir la información voy a contar todo a Robert.

Prometo. Tampoco consigo más esconder la verdad y

de la misma forma que usted, también hallo injusto.

Pero es por este hijo que yo mantengo la mentira. Él

necesita de una vida sin miedos, necesita ser el

nuestro recomenzo, Bruno. Robert merece una familia

que le traiga paz y por eso es por lo que estoy

luchando. Falta bien poco ahora.

Él me miraba mientras yo hablaba y yo sabía que

allí, en aquel momento, el hermano de mi amante

aceptaba entrar en aquella lucha conmigo. Quedé

más confiante.

Ћ Necesitamos volver. Tenemos poco tiempo, Miel.

Ћ Robert ya fue – Bruno reveló.

Yo ya sabía que él no saldría de casa conmigo. Por el contrario.

El plan era que él saliera de la casa de él tras pasar la

noche en la casa de la amante, en el caso la Carol, y

de allá seguir para el aeropuerto donde nos

encontraría. Sin embargo, oír que él partió sin saber

noticias mías o aguardar mi vuelta me dejó

incomodada, más precisamente, temerosa.


Nuestra señora de las amantes embarazadas que

cuidara de la cabeza de sus hombres

dominadores y llenos de gana.

Ћ Correcto – levanté aún

con la pequeña angustia en el corazón. –

Encontramos él en el avión, Dean.

Ћ Y Carol? – Alexa trató de

acompañarnos de vuelta al pasillo. – Ella va a

encontrar vosotros en Tailandia?

Ћ Sí. No tiene como Tanya creer que Robert sería


capaz de llevar

la amante en el mismo vuelo, ya que ella no tiene nada a ver con lo que
vamos
hacer allá. Será cómo se fuera un encuentro

escondido. Como si él intentara esconder de todos la

permanencia de Carol en el hotel. - Bueno, no será la

primera vez que Robert hará eso.

Yo y Alexa miramos a la vez para Bruno. Ella irritada por él

ser tan indiscreto y yo abismada con aquella revelación. Yo

odiaba el histórico de Robert Carter más del que cualquier

amante que él ya tuvo.

– Lo

que

fue?

323

Él parecía inocente, lo que no era mentira, a fin de

cuentas estamos hablando de Bruno Carter, lo cara

más inconveniente que ya había cruzado mi camino.

Alexa balanceó la cabeza y me dirigió un mirar de

disculpas. Hallé mejor no comentar nada.

- Dean, buena suerte! – más una vez Bruno llamó mi atención

para la bomba que probablemente soltaría. – No será

nada fácil quedar casi un día entero al lado de personas

como Robert y Melissa. De hecho, dudo muy que usted


consiga verlos por mucho tiempo, esos dos poseen una

atracción por avión... – su sonrisa sacana estaba allá,

demostrando más una vez su inmensa capacidad de

perder la oportunidad de quedar callado. Casi pedí para

él callar la boca, pero me contuve. – Sería un viaje

solitario, si no fuera por Paul y Abby.

A medida que él hablaba yo sentía que podría fácilmente

acertarlo con mi zapato y hacerlo entender que el silencio

valía oro. No era posible que Bruno no se tocaba de mi

historia con Dean y del cuánto Robert contribuyó para que

esta tuviera un fin casi trágico. Mi amigo me lanzó un mirar

que decía todo. Puta merda! Yo debería matar Bruno.


Ћ Bruno! – Alexa no se

contuvo, acertando el prometido con un soco en

el brazo.

Ћ Ay! Lo que fue? Sólo estoy diciendo lo que

realmente va a acontecer. De la forma como Paul anda

evitando todo el mundo y Abgail es profesional esta será un

viaje casi solitario. Hallo bueno llevar un libro o unas revistas

y... Ay! Tá maluca? – su prometida había acertado más un soco

en su brazo.

Ћ Calla la boca! – él quedó serio y después soltó


una risada

estrondosa.

- Voy a llevar más un soco, pero usted va a ver que yo tengo razón. Ay!

Mi bien, no haga eso. Ay! – Alexa estaba incontrolável y

acertó el prometido con uno chute en la canela, después

volcó y volvió para el apartamento. Casi di risada. Casi. –

Esas mujeres son el diablo – y rió estrepitosamente. Mis

maletas ya estaban listas con todo lo que yo creí que sería

necesario para estar en Tailandia. Serían cuatro días, de los

cuales, dos estaríamos prendidos en un avión en una larga y

cansativa viaje. Sin embargo, a pesar de toda la tensión de


las últimas horas, estar en un lugar donde yo podría abusar

de la tranquilidad era tentador. Tal vez fuera bueno

desconectarme del mundo y se Dios quisiera, Robert me

acompañaría en estos momentos, como fue en Grecia.

Ah, Grecia! Como yo me gustó de conocerte.

Ћ Todo listo?

Ћ Todo sí.

Dean me observó con cuidado. Desde la falta de

senso de Bruno él 324

estaba extraño. No quiso preguntar sobre lo que lo incomodaba. Puede


parecer egoísmo, pero yo ya había batido mi cuota de

aborrecimentos y el día apenas había comenzado,

entonces sólo sonríe para mi amigo y esperé que este

le transmitiera seguridad.

- Estamos cubriendo todos los rastros de su padre. Él intercambió

mensajes con la tal Tanya. Confirmamos con Olívia y en este

horario Tanya, nuestra Tanya, estaba con ella y no tocó en el

celular en ningún momento – él cogió mis dos maletas

llevándolas para fuera del cuarto donde un empleado nos

aguardaba. Así que entramos en el ascensor él continuó.

– Estamos trabajando con la idea de una espía. Una

persona implantada para desviarnos, creyendo ser

Tanya aún a envolverse con su padre.

- Como así? – el ascensor paró y nodos

seguimos en dirección al coche.

- Pasamos la noche revisando todo el esquema

implantado para seguir Tanya y llegamos a la

conclusión de que ella no tendría como aproximarse

sin llamar nuestra atención. Acompañamos sus pasos

de cerca y no existe ninguna posibilidad de ella haber


ido a California o a cualquiera otro local en que él

tenga estado.

- Entonces existe otra persona?

- Sí. Alguien con las mismas características y que esté si

pasando por ella, contando la misma historia y envolviendo

su padre en esta confusión. Por eso él fue hasta el centro,

quedó un tiempo solo en el bar, aguardando por alguien y

después desistió. Llevó largos minutos intercambiando

mensajes y a finales del día volvió para casa. Probablemente

a tal mujer inventó esta historia del viaje, así las

informaciones quedarían casadas.


Ћ Puedo confiar en eso?

Ћ No. Pero vamos a trabajar para

confirmar esta versión, ok? Ahora vamos a entrar

sólo en aquel avión y realizar el viaje solitario –

abrió la puerta del coche dándome pasaje.

Ћ Dudo muy que sea de esta forma –

suspiré al acordar que ahora Robert tenía más motivos

para mantener su huelga de sexo. Droga!

Ћ Vaya con tranquila. Lo que aconteció hoy fue


sólo un susto, pero usted

sabe... – él entortou un poco la cabeza y sonrió como se

supiera que no debería hablar sobre el asunto. – No fuerce

mucho la barra, tá legal?

Mi rostro cogió fuego. Que droga! Todo el mundo

creía que mi vida con Robert era sólo sexo? Nodos

éramos una pareja normal. Quiere decir... Ni tan

normal así, pero intentábamos ser en la medida del

posible. Ok! Nodos nos gustaba sexo y que apenas

hay en eso? Todo el mundo le gusta de transar con

quien ama, no es? En la misma intensidad, o más o

menos, 325
pero siempre sería sexo. Droga!

Ћ No necesita morir sofocada por eso –

él jugueteó y sonrió con ironia. Mi rostro quemó y sentí mis

orejas alcancen el mismo estado. Tragué con dificultad y

entré en el coche acomodándome en la esquina.

– Miel, no necesita quedar tan constrangida.

Ћ No quiero hablar sobre

eso – corté mi amigo que rió de mi situación.

Ћ Sólo estoy diciendo para coger leve. Por lo


menos por hoy.

Ћ Dean! Este no es un asunto que yo quiera


discutir con usted.

Ћ Por qué no? Yo soy su marido, conozco sus


necesidades –
revirei los ojos acordando del cuánto él conocía a mis

necesidades. Era mejor Dean estar jugueteado o yo lo

acertaría con un soco y el estrago sería muy mayor del que

lo que yo di en mi amante.

Ћ Relaje, Miel! Estoy sólo

jugueteando. De cualquier forma, el alerta es

válido.

Ћ Vaya a la merda!

Ћ Ah, yo voy! Será aún una merda

sepa lo que vosotros haréis mientras yo estaré del

lado de fuera confiriendo el reloj.

Ћ Calla la boca, Dean! – él rió, pero quedó en


silencio.

326

CAPÍTULO 33

Llegar al aeropuerto fue fácil, difícil mismo fue encarar Robert

tras el que yo había hecho. Él estaba sentado en una de

las poltronas tan conocidas por mí y que me arremetía a

un pasado no muy distante donde nuestra única

preocupación era agotar el plazo de Tanya. Sus ojos

vidrados en el ordenador a su frente, y él, como siempre,


impecável, lindo en un paletó completo, negro, los

cabellos perfectamente arrumados, un aire fresco post

baño, por lo menos así yo hallaba, y con la postura de

quien sabía que poseía el mundo y de él podía disponer.

Estaba sexy, insuportavelmente sexy.

Abby también estaba allá, cumpliendo con su papel y ejerciendo

una posición que antes era mía. Ella sólo aguardaba y cogía dos

carpetas que probablemente eran los contratos y más algunos

documentos que nuestro jefe ciertamente necesitaría. Paul se

limitó a saludarme con un sencillo buen día y volvió su atención

para el celular. Él aún no había


me perdonado por tramar contra su hermana,

aún sabiendo que era necesario.

Yo apenas sabía cuál sería mi participación en aquel

viaje, sólo que cómo accionista, aún no siendo una

cosa pública, yo debería tener el mínimo de interés en

su finalidad. Sospechaba que el real motivo de mi

presencia era simplemente el hecho de Robert

quererme por cerca. Sonríe sintiendo mi cuerpo

calentar.

Dean pasó al frente, llevando todo su aparato para que

consiguiera continuar monitoreando de cerca los pasos de

cada uno de nuestros opositores. Robert sólo nos observó

entrar sin nada decir. Sentamos y nos acomodamos. Él

continuó en silencio.

Ћ Carol embarcó más cedo.

Conseguimos captar el mensaje que Tanya recibió

avisando que ella estaría en este viaje, hasta ahora nada

con que necesitamos en los preocupar – su mirar no

fraquejou delante de Paul, lo que para mí fue óptimo.

Dejaba claro que no recularíamos.


Ћ Correcto – Robert no desvió los ojos de

la pantalla de su ordenador. – Conversé con Carol antes de

ella embarcar y con Tanya ahora a poco. Pelo que parece

todo está saliendo bien en nuestros planes para a China.

Ћ Que óptimo! – intenté parecer empolgada y llamar


su atención para

mí. – Recibió mi informe?

Ћ Claro! – fue sólo lo que él

dijo y eso sin mirarme directamente. 327

Abby me encaró y sonrió, balanceando un poco la

cabeza como se quisiera decir “no es nada de más,

quede tranquila”, pero yo no quedé. Estaba nerviosa y

ansiosa demás para ignorar mi amante.


Ћ Y lo que halló?

Ћ Excelente, como siempre.

La comissária entró llevando dos vasos de uísque. No

conseguí evitar mi cara de disgusto. Era pronto

demasiado para consumir alcohol. Otra vez

intercambié un mirar lleno de significado con Abby,

que ergueu una ceja e hizo una cara de “lo que

podemos hacer? Él es el jefe”. Robert a miró con una

sonrisa educada y aceptó el vaso bebiendo de su

líquido en el mismo instante. El otro era para Paul,

que aceptó sin nada añadir.

- Vamos a despegar en veinte minutos. Por favor, colocad suyos

pertenencias en los compartimientos – ella hacía su

trabajo, pero yo sólo pensaba en el cuánto aquella

rubia me incomodaba.

Nunca conseguir sentirme a la gana con aquella chica y había en

mí una certeza de que algo ya había acontecido entre ella y mi amante.

Pero preferí dejar este asunto para otro momento.

Ћ Y Kurt? – él preguntó directamente la

Dean. Quedé increíblemente incomodada. Por qué

porra él estaba tratándome de aquella forma?


Ћ Estamos con todo

bajo control. Tom ya te pasó lo que

concluimos?

Ћ Sí y estoy apostando en esta

posibilidad – yo sólo oía la conversación de ellos dos,

mirando para fuera e intentando no me importar tanto

con lo que él estaba haciendo conmigo. Era imposible.

Ћ También creo que este sea el plan de Tanya –

Abby comenzó a participar de la conversación. Paul cerró los

ojos y tragó en seco. Él también ya sabía. – Ella sabe que

desestruturaria Melissa se consiguiera de alguna


forma alcanzar su familia, pero realmente dudo muy que

se de ese al trabajo de mantener un caso con Kurt sólo

para causarle dolor.

Acordé del cuánto realmente dolió cuando él me dijo el

nombre de la mujer con quien estaba relacionándose. Saber

que no era la Tanya que poblaba mis pesadillas, quienes

estaba relacionándose con mi padre, me dejaba un poco

aliviada, sin embargo aún existía una persona que lo

engañaba, manipulaba y hacía el juego de mi enemiga sólo

para alcanzarme, lo que era el suficiente para hacerme

continuar tensa y temerosa.

Ћ Lo que usted halle de eso, Melissa? –

miré para mi amante sin saber en que pie aquella

conversación estaba. Él hizo una mueca intrigante.

Ћ El contrato con el gobierno –

cuánto tiempo yo pasé presa en mis

pensamientos?

328

Ћ Ah, sí, claro! ES importante

mantener el acuerdo. Fue un inmenso paso para el


grupo y las inversiones son increíbles. El gobierno de

Tailandia tiene muy interés en mejorar la salud pública,

por eso dar marcha al proceso es de fundamental

importancia.

Ћ Yo no estaba hablando sobre eso – él me sondou


con ojos

instigantes. Quedé constrangida. Donde estaban mis

pensamientos? – Por el visto usted no consiguió recuperarse

en su paseo – abrí la boca un millón de veces sin saber al

correcto lo que responder. Dean desvió el mirar dejándome

sola en mi impasse.

Ћ Está siendo un día complicado, Robert!

Ћ Para todo el mundo, yo creo – él

rebatió sin darme la importancia que yo deseaba. –

Abby, puede pasarme la carpeta?


- Claro! – ella lo entregó una carpeta negra, pero antes me lanzó otro

mirar que encaré como uno “lo que está

aconteciendo?” Encostei en la poltrona y descansé el

cuerpo, sintiendo que en mi mente un tsunami se

aproximaba.

El piloto nos dio la bienvenida, avisando que estábamos

prestes a levantar vuelo. Nos acomodamos y quedamos en

silencio aguardando el momento en que estaríamos liberados

para transitar libremente. Pensé en toda mi situación y no

entendí como aún conseguía estar de pie. Tanya estaba

destruyendo toda mi sanidad y Robert aún creía que yo no

debería encontrarme con Adam, cuando este sería el paso

más importante para aquella batalla. Yo necesitaba concluir la

guerra y terminar mi embarazo en paz. Sin embargo, pelo que

parecía, mi relacionamiento está por los pelos. Y este no era

uno de los objetivos de Tanya?

Ћ Melissa? – Dean llamó

quitándome de mi transe. Sólo entonces vi la mujer

parada a mi lado encarándome con cierta ironia.

Ћ Disculpe!
Ћ Desea alguna cosa, bebida, amendoins, revista?

Ћ Ah! Hum! Creo que una agua,

por favor! – ella sirvió el agua en un vaso de

vidrio y me entregó. – Gracias!

Ћ Está todo bien? – Dean levantó

estirando su poltrona en mi dirección. Él estaba tan

familiarizado que despertó mi atención. Como él podría

saber que aquellas poltronas poseían raíles?

Ћ Sí. Sólo estoy un poco sonolenta. Debe ser el


remedio.

Ћ Que remedio? – estremecí. Robert no hacía idea


del que me

acontecía y era lógico que mencionar un remedio llamaría su atención.


Ћ Sentí mucho dolor de cabeza más

pronto, cuando volví al apartamento, entonces tomé un

remedio, probablemente el alivio está causándome

sueño – él concordó. Parecía querer decir algo pero no lo

hizo.

329

Hallé extraño Robert continúe en la poltrona. Normalmente

quedábamos solos en su cabina. Discutíamos el trabajo,

enamorábamos, transávamos... Acordé de como éramos

antes de mi vuelta y lo que estábamos siendo. Donde

estaba nuestro relacionamiento? Por qué estábamos

dejando acabar? Lo que estaba aconteciendo?

Ћ Creo que voy a acostar un poco –

levanté sin encarar mis amigos, muy menos me di al

trabajo de mirar para mi amante. Mi única gana era no

ser débil en su frente y poder llorar sola sin necesitar

justificarme por mis miedos y elecciones.

Conociendo muy bien el camino, no tardé mucho para entrar

en aquel mismo cuarto que tantas otras veces me hizo tan

feliz. Quedar allí sin él, y bajo aquellas circunstancias, me

hizo sentir un agujero en el pecho. Estábamos distantes y


yo sabía que lo que nos separaba no eran sólo las dos

puertas que existían entre la poltrona que él ocupaba y el

ambiente en que yo me encontraba. Había una laguna, un

rasgo en nuestra borbuja que parecía que nunca más se

recuperaría.

Subí en la cama sin quitar los zapatos. Podía verlo alcanzándome,

quitando la ropa, abrazándome allí mismo, en aquel lugar,

pero era sólo el recuerdo del pasado. Robert estaba

magoado demás para me buscar y yo herida el suficiente

para desear la soledad. Sin tener ganas de contenerme dejé

las lágrimas escorrem y con ellas deseé que todos los míos
fantasmas fueran exorcizados.

No sé cuánto tiempo se pasó, ni cuando

exactamente él entró en el cuarto, pero en un

determinado momento, nuestros mires se

encontraron. Ninguno de los dos tomó la iniciativa,

sólo quedamos encarándonos, él en pie, prójimo la

puerta y yo en la cama, sentada y encogida,

abrazando mis piernas y con el rostro marcado por

las lágrimas que continuaban cayendo.

Y entonces yo sentí. Un leve puxão casi que

imperceptível, pero que ajustaba las puntas de nuestra

borbuja, remendando y haciendo posible uno recomenzo,

uno acierto de cuentas. Él se movió, un paso tímido en un

cuerpo rígido de quien no sabe al correcto aún lo que y

como hacer. Solté mis piernas sintiendo mi cuerpo

protestar.

Robert sentó en mi frente, una rodilla doblada en una

posición informal. Nuestros ojos no desviaban. Parece

locura, pero yo sentía que alguna cosa cambiaría con

aquel encuentro, como si de repente, algunas piezas

comenzaran a moverse, acomodándose en sus debidos


lugares y haciendo con que la máquina, que era nuestro

relacionamiento, volviera a funcionar. Él arrastró la

mano sobre la cubierta y alcanzó la mía. Suyo aprieto de

confianza fue lo que faltaba para que yo abriera la

puerta de los 330

mis sentimientos. Cerré los ojos.

- Nodos estamos perdiéndonos – oí su respiración quedar

pesada y sin mirarlo yo supo que él concordaba conmigo. –

Cuando yo acepté entrar en su vida... Cuando acepté luchar

por nuestro amor, no pensé en ningún momento que daríamos

la Tanya lo que ella deseaba. Simplemente


desgastávamos lo que sentimos y alejándonos,

todo porque no conseguimos un equilibrio para

actuar juntos.

Ћ Yo sé – su voz baja y

ronca indicaba que era difícil para él también

admitir aquella sensación.

Ћ Yo no entiendo

porque permitimos que sea así. Lo que

aconteció, Robert?

Ћ No sé, Melissa! – sus dedos se

apretaron aún más a mis. Una pontada de tristeza se

hizo presente en mi pecho. Aquella era la fina capa que

resolvería nuestro relacionamiento, para el bien o para

el mal. Era delicado, aún así sentí necesidad de

manuseá-la, aún sabiendo que podría fácilmente

rasgarla.

Ћ Usted no es más la misma persona que yo conocí.


Hace cuatro meses

yo estaba desesperado, sufriendo por ser gracias a

dejarte partir. Vi una mujer frágil, amedrontada salir por

mi puerta y por algún tiempo llegué a creer que debería


ser realmente de esta forma. No que yo prefiriera que

usted continuara siendo frágil, yo sé que el hecho de

usted ser fuerte facilita mucho para mí, pero yo amaba

su delicadeza, su necesidad de mí y eso es ridículo, yo

sé, pero era la forma como yo me sentía. Era óptimo

saber que yo estaría allí para hacer por usted. Pero vea

sólo, usted volvió y con su vuelta salió a la luz mucho del

que es su realidad, del que existe dentro de usted.

Ћ Y usted no ama esta mujer que yo

soy hoy – afirmé intentando amenizar su sufrimiento

por decirme aquellas palabras.

Ћ Yo amo! – él hesitó y después soltó el aire

prendido en los pulmones. - Yo amo, Miel! Sólo no sé aún

como lidar con todo lo que usted se hizo...


Con todo lo que mi vida fodida hizo usted hacerse.

Ћ No quiebra así. Yo aún soy la misma

persona! Aún te amo con la misma intensidad y aún deseo

todo lo que planeamos. Sólo que ahora... – estiré el aire

con fuerza. Lo que yo podría decir? – Ahora nodos tenemos

una piedra inmensa en nuestro camino y necesitamos

eliminarla y no simplemente removerla. Robert... – coloqué

mi otra mano sobre la suya. – Yo era una mujer que

apenas sabía de la vida. Yo simplemente despertaba,

trabajaba, hacía todo lo que una persona normal podía

hacer para la vida seguir sin necesitar de muchos

esfuerzos. Usted haber entrado en mi vida como un

huracán no fue la causa de este cambio. Existía en mí un

deseo latente de cambiar, de 331

hacer mejor del que yo hacía, y eso yo descubrí con su

amor. No fue el hecho de usted escogerme como

amante, pero por Tanya ser una persona que no

merece mitad del que tiene. No es para protegerte,

pero para quitar de la sociedad más una mente doentia.

Ћ Yo también erré. Yo también hice cosas ruins y


merezco la mía
punición.

- Usted ya fue punido – lo miré y enxerguei su dolor. Yo sabía que por

más que Robert tuviera el derecho de recomenzar, aquel

dolor lo acompañaría para siempre y que su alma ya

estaba marcada para toda la eternidad. Él hizo una

mueca. – Cuál es el problema? Yo estoy aquí, luchando a

su lado, ansiosa para poner un fin en eso todo, por qué

usted simplemente no cree en mí? Por qué no me da un

voto de confianza? – otra vez él hizo una mueca y desvió

el mirar.

- Yo no quiero que usted se atole aún más en esta merda! No hallo


justo que sea sacrificada, que su alma sea violentada con

toda esta suciedad, Miel. Entienda – él avanzó estirando mis

manos para sí. – Usted es dulce, es tierna, es simple, es luz,

vida, alegría. Desde que volvió yo no consigo enxergar estas

características, simplemente porque está tan envuelta y

motivada en destruir Tanya que no deja espacio para ser lo

que realmente usted es! No sé voy a conseguirse expresar

correctamente lo que yo siento, pero todos los días yo

despierto y espero encontrar mi Melissa, la chica confusa,

chorona, que quita mi juízo y que la única preocupación era

hacerse reconocida por la calidad profesional. Yo no sé lo

que decir de esta Melissa que yo necesito encarar todos los

días. No es ruim y no es una persona que yo no amaría, pero

es... Extraño. ES como si nuestros papeles estuvieran

invertidos porque yo soy lo cara confuso e inseguro, que no

sabe como actuar, que tiene miedo de hacer cualquier

merda y acabar quitándote de vez de mi vida, porque yo sé

que usted es fuerte el suficiente para hacer eso, pero y yo?

Yo soy? En este medio que creamos no existe espacio para

dos fuerzas que se chocan el tiempo entero, entonces o soy

yo o es usted, y yo no quiero que sea usted!


Ћ Por quê?

Ћ Porque yo soy un hijo de la puta, Melissa! Yo

soy el monstruo que va a destruir Tanya. Que va a tener coraje

de cravar a la estaca en su corazón aunque eso me cause más

pesadillas. Porque no puedo aceptar que su vida sea cercada

de dolor, que lo que yo siento todas las veces que necesito me

encare sea su realidad. Yo no quiero una Melissa sufrida por las

elecciones que necesitará hacer, herida por los estilhaços de

esa bomba atómica que va a explotar y que va a llevar mucha

gente con ella. Si alguien va se


foder en esta historia, este alguien será yo!

332
No conseguí sentir nada además de tristeza y compasión. Robert

desprovido de vanidad, de arrogancia, de fuerzas, estaba mi

frente, desnudo de todo y cualquier papel que necesitó asumir en

esta vida sucia y que tenía se embrenhado. Aquel era Robert, el

hombre que yo amaba, que sería capaz de todo para mantener la

integridad de aquellos que amaba.

Ћ Droga, Miel! Yo siento como si cada

paso que avanzamos un abismo se presenta entre nodos

dos, y yo no quiero perderte! – la sinceridad de sus palabras

alcanzó mi corazón calentándolo. Allí estaba nuestra

solución. Sonríe entre las lágrimas y me aproximé aún más

de él, sentando en suyo pego. Robert encostou la cabeza en

mi cuello y se escondió entre mis cabellos como un niño

asustado.

Ћ Nodos podemos hacer eso. No necesitamos ser


dos fuerzas

contrarias, pero somos capaces de ser sólo una única

fuerza direccionada para el mismo objetivo. Sólo

necesitamos realinear el plan, organizar lo que


sentimos y confiemos uno en el otro. Usted me pidió

para confiar en usted y fue sólo lo que yo hice desde

entonces. Vamos a trabajar juntos, amor, y conseguir

acabar de un golpe por todas con este sufrimiento - él

respiró fondo y tras el que imaginé ser un tiempo

razonable, concordó con la cabeza.

- Yo tengo miedo, Miel! Tengo un miedo hijo de la puta! Y tengo


tanta

rabia de tener miedo que no consigo contener la furia dentro

de mí. Todas las veces que pierdo el control sobre usted, me

desespero. Todas las veces que sé que sólo podré respirar

impedírsete de actuar, si limitarla, si la prohibís...


Droga! Yo me siento un merda por necesitar

hacer eso, pero las veces es imposible.

Ћ Confíe en mí! – apreté mi

abrazo, dejándolo pegado a mi cuerpo. – Sólo

preciso de este voto de confianza.

Ћ Y si alguna cosa acontecerte?

Ћ Usted estará allá por mí. Vamos a hacer eso


juntos, Robert! Vamos

coger el Adam, después la Tanya y después acabar con todo y

vivir nuestra vida. Yo voy a volver a ser su Melissa y usted no

necesitará más ser Robert. Será sólo mi marido, mi hombre,

mi compañero, padre de mis hijos. No vamos a tener más

miedo del que puede acontecer. Él me cerró con sus brazos y

me prendió como si con eso

pudiera protegerme de cualquier problema que podríamos

encontrar por el frente. Continuamos así, sin querer

deshacer nuestro abrazo, pero conocedores de que aquella

etapa de nuestras vidas estaba quedando para tras, y que

dali para frente, seríamos más fuertes y volveríamos a ser

un sólo.
Tras un tiempo él afrouxou lo aprieto y buscou por

mis ojos. Había una súplica tan nítida nos de ellos que

fue imposible no conmoverme. 333

Cuando Robert me beijou yo entendí que finalmente

volvíamos nuestra realidad y todo estaba en su debido lugar.

Mi cuerpo calentó a medida que sus labios massageavam los

míos y que su lengua experimentaba la mía. Fue un beso

lleno de amor, de reconocimiento, de decisión. Era la firma de

nuestro contrato. Cuando él se alejó, cuando yo ya necesitada

del aire, ni así yo me sentí vacía, o incompleta.

- Entonces estamos de bien? Acabó la huelga de sexo? – él rió y beijou


mía prueba, corriendo una mano en mi espalda y

manteniéndome firme en su cuerpo.

- Estamos bien.

Como se necesitáramos de aquel pequeño indicador,

aquel mínimo toque en el botón que liberaba el deseo

de mi cuerpo, sentí que todo lo más quedaba para tras

y que en aquel instante mi única gana era tener mi

amante en mí, de la única forma en que

conseguíamos realmente en los sintonizar con tanta

armonía. Yo necesitaba hacer amor con él y así

entender de que nada quedó en palabras o

sentimientos, era todo real y concreto.

Dejé que mis manos osaran se venturar por su

espalda y peitoral, suban por su cuello y prendan sus

hilos sedosos entre los dedos, todo manteniéndolo

cerca, sin reservas. Él profundizó el beso y después

paró.

Ћ Aún no – sus ojos

calientes continuaban quemándome por

dentro.
Él dijo no, pero yo entendí sólo que sí, porque era lo

que yo quería. Avancé sobre él alcanzando sus labios.

En el impulso Robert cayó de culo en el colchón y yo

fui llevada junto, quedando por cima. Aproveché la

oportunidad me postando sobre su cuerpo y

profundizando el beso que él correspondía con vigor.

Ћ Miel, no!

Él intentaba parar, sin embargo yo no quería oír. Me sentía

cansada de aquella historia de huelga de sexo. Robert era mío,

así como yo era de él y se tantas veces yo fui traicionada por

mi cuerpo y forzada a ceder las suyas


embestidas era la vez de él probar un poco del propio veneno.

- Sí! – rebolei sobre sus quadris y sentí lo que yo quería si

revelando. Él estaba excitado y... Puta merda! Mi sexo

quedó rápidamente mojado. Descendí mis manos al

encuentro de mi objeto de deseo, así que lo encontré

apreté y acaricié deliciada con el gemido que él dejó

escapar.

Ћ Porra, Melissa! Pare con eso.

Ћ Con eso el quê? – coloqué mi

mano por dentro de su calza. Él 334

arqueou el cuerpo en dirección mi mano.

Ћ No quiero transar ahora –

rebatió intentando quitar mi mano de dentro

de su calza.

Ћ Eso es una mentira absurda,

Robert Carter! – él mordió el labio inferior y cerró los

ojos aún intentando contenerme. – No tenemos más

problemas para resolver entonces porque esperar

tanto?

Ћ Porque yo aún tengo rabia!


Ћ Lo que nunca lo impidió de

tomarme para usted. De hecho, nodos

combinamos que no vamos a medir más

fuerzas – él rió burlado y arrancó mi mano del

medio de sus piernas.

Ћ Esta es una guerra perdida, Melissa!

Ћ Robert yo estoy fodidamente

estressada. Tuve un día hijo de la puta, entonces por el

amor de Dios, para con esta charla de virgem – él me

encaró estrechando los ojos, umedeceu los labios y

entonces...

Robert giró y yo me vi siendo jugada para el lado, sin embargo

él me cogió para que mi pouso fuera suave. En un gesto rápido,

pasó una
pierna sobre las mías y su mano prendió mis brazos

para cima. Nuestros ojos se encontraron, los de ellos

correspondían a mis: eran sólo fuego, llamas que nos

consumirían rápidamente.

Ћ Está viendo lo que yo digo? Son

dos fuerzas duelando. Yo quedo fodido con eso, Melissa!

No quiero tener que pelear para convencerte a nada.

No quiero medir fuerzas para que usted entienda quién

manda en esta relación – y aquella sonrisa burlada

teimava en aparecer. Él bien que intentaba disfrazar,

pero estaba allá, en sus expresiones, lo cuánto él me

gustaba aquella nuestra situación.

Ћ ES sólo usted olvidar esta historia ridícula de


huelga de sexo y yo

prometo obedecer todas sus órdenes – una

sonrisa jugueteó en sus labios.

Ћ Vamos a dejar una cosa bien clara aquí, correcto?

Ћ Correcto – una angustia

creciente incomodaba mi vientre, como si

hormigas pasearan por doquier, abriendo

camino y me enlouquecendo.
Ћ Nodos somos uno, vamos a equilibrar esta disputa
por poder, voy a aceptar

sus decisiones, pero en esta merda de cama quien

manda soy yo – él decía con una rabia feroz que yo

bien conocía. Apoyando el cuerpo en los quadris, subió

la mano libre y se apossou de mi seno con propiedad.

Gemí deliciada demás para quedar quieta. - Usted es

mía, yo mando aquí, mando en usted, mando en este

cuerpo delicioso – descendió los labios mordiendo mi

cuello. – Mando en sus ganas, en su deseo – cogió mío

quejo con fuerza, comprimiendo mis labios y forzando

el beso. Como si eso 335


fuera realmente necesario para me impelir a hacer sus

ganas. – Yo te cómo cuando, donde y en la hora en que yo

quiera, entendido?

Intenté concordar con la cabeza, pero él descendió la

mano y sin mucho cuidado ultrapasó mi braga e

invirtió en mi sexo. Dos dedos calientes y luxuriosos

se movían en mí arrancando gemidos imposibles de

ser contenidos. Con mis piernas presas pelas de él yo

no podía ni menearme para colaborar. Me encontraba

totalmente entregue a su bel placer.

Ћ Usted puede ser esta mujer decidida

allá fuera, a mí no me importa, pero aquí, mientras yo

esté dentro de usted, en el momento que yo esté

comiéndote, usted será sólo mi Melissa y yo no acepto

nada menos del que eso! – pisquei varias veces

intentando concentrarme en todo lo que él decía, pero no

conseguía. Había dentro de mí un volcán en erupción,

ansioso demás para explotar.

Ћ Vaya a la merda y me coma inmediatamente de


vez, Robert!
Pensé que él pararía, pero mi amante rió y

enfiou sus dedos con más fuerza en mí.

Ћ Como yo dijo: estoy

fodido! – y en segundos él estaba en mí. 336

CAPÍTULO 34

Mi vestido estaba embolado en la cintura, mis manos

continuaban presas por sus garras, por encima de mi

cabeza. Las piernas estaban abiertas, la braga estirada

para el lado, mientras él invertía en mí de aquella forma

que sólo Robert Carter era capaz de hacer.

Su peso estaba suspenso por los codos, apoyando en el colchón, uno


de cada lado de mi cabeza. Sus labios estaban ora en

mi boca, ora en el decote que continuaba firme en su

principio de mantenerse en el lugar. Droga de ropa

apretada.

Pero él estaba allá, entre mis piernas, aún vestido,

con la salvedad de aquella parte que estaba en mi

cuerpo, completándome, llenando, conduciendo y

haciéndome obedecer sus ganas. Debo confesar que

atender sus órdenes era todo lo que yo más me

gustaba hacer en esta vida.

Sus ojos llenos de deseo cubrían diversas partes de

mi cuerpo con un calor que me hacía arfar. Robert

avanzaba, entrando en mí, roçando mi carne, tocando

las paredes. Su sexo pegado a mi, su carne

frotándose en mi en embestidas cortas, pero con

movimientos increíblemente deliciosos.

En el mismo instante él me beijava y mordía mi cuello,

arañaba mi busto con los dientes o con la barba por hacer

y en todos los instantes dejaba claro quienes mandaba allí,

y a mí ni me importar eso, por lo tanto que él continuara

donde estaba, meneando de aquella forma única y


arrancando de mí gemidos que indicaban el más puro

placer. Sentí que no tardaría mucho. Mi cuerpo estaba

preparado y

desejoso de aquella sensación extraordinaria. Era el

remedio correcto para curar mis dolores, saciar la sede y

sanar todos los miedos y dudas, porque mientras yo lo

sentía avanzar dentro de mí sabía que nada más tenía

importancia, que podríamos vencer el mundo se

quisiéramos, porque yo estaría allí siempre por él y él

siempre por mí, no importaba el tamaño del peligro o del

obstáculo.
Y entonces Robert estremeció haciéndome sentir el leve temblor de
su

sexo rígido en mi carne. Mi pulsación aceleró y todo

en mi vientre comenzó a contraerse. Él se esforzaba

para no ser el primero, lo que era bien típico del Sr.

Carter, priorizava satisfacer para después quedar

satisfecho, y yo amaba este detalle en nuestra

relación, sin embargo, en aquel momento, y 337

conocedor de que cuando yo me entregaba al

orgasmo poco conseguía acompañar del espectáculo

a la parte que era mi amante gozando, yo quería

poder lo asistís.

No sabía explicar el motivo del deseo tan intenso de inclusive

sacrificar mi propio placer, pero yo sabía que necesitaba

asistir mi hombre perdiéndose entre mis piernas, si

espremendo en mi cuerpo y gozando el placer que sólo

yo podía proporcionarlo. Pero como hacer tras una

declaración nítida de que él

necesitaba de aquel momento de control? Como burlar una

regla tan clara sin causarle más frustração? Y como no


atender a una gana gritante que me cercaba implorando

para lo persuadís a aceptar?

Mi carne se cerraba, acompañando su ritmo y lista para

entregarse al éxtasis, pero yo no quería. Necesitaba de una

forma de atender las necesidades del hombre que yo amaba y

satisfacer mi gana. Entonces yo tuve una idea. Mientras

Robert se controlaba en embestidas más lentas y precisas,

aguardando por mí, buscava en mis ojos la señal de que yo

llegaría inmediatamente. Prendí una pierna en su quadril y la

otra enrosquei en su, massageando la panturrilha con la punta

del pie.

- No goce – alerté. Uno brillo de duda cruzó su mirar, entonces


él estrechó los ojos sin entender el motivo de la orden.

Ћ El quê?

Ћ No goce, por favor! – y yo ya

sentía el volcán entrando en erupción en mí.

Ћ Melissa...

Ћ Por favor! – él se apretó en mí

y sin que yo tuviera cualquiera controle de mi

cuerpo, sentí los músculos queden rígidos y la

explosión acontecer.

Intenté mantener el mínimo y conciencia posible mientras

aquel mundo encantado de placer delicioso lamía mi cuerpo

en un deseo luxurioso, llevándome al nirvana con todos los

nervios, poros y partículas. En los brazos de Robert, que aún

permanecía inmóvil, yo me hice polvo, sintiendo el aire

levantarme y en segundo fui materializada otra vez.

El tiempo entero mantuve mis ojos abiertos, prendiendo la

tempestad que se formaba en los ojos de mi amante. Como

se estuviera hechizado, Robert mantuvo el mirar y yo

entendí que allí, en aquellos míseros segundos, yo era un río

límpido, transparente, que le permitía enxergar mi alma, lo


que yo era, lo que sentía y lo que deseaba. En aquellos

segundo, yo di a Robert lo que existía de mejor en mí.

Aún arfante, él continuó encarándome. Tuve miedo de haber

estropeado todo, pero Robert me soltó. Dolió un poco,

sin embargo yo necesitaba 338

abrazarlo, prenderme a él y sentir que estaba

realmente de vuelta. Con la mano libre, acarició mi

rostro, sin desviar el mirar.

Ћ Usted es linda, Melissa Simon – sussurrou como


una plegaria.
Despertando del transe, volvió moverse. A principio

lentamente, volviendo al ritmo, reconquistando lo que sentía,

experimentando lo que yo tenía para ofertarlo. Colaboré,

siguiendo sus pasos, acompañando la suya baila, sin

embargo aún sosteníamos el mirar. Debo admitir que asistir

aquellos ojos cenizas oscurezcan a medida que lo sentía

empujar mis paredes y llegar el más fondo posible en mí,

era lo aunque pase por la puerta del paraíso.

Yo pude ver cada detalle, cada segundo de placer que él sentía, a

forma como su cuerpo reaccionaba cada avance, lo

cuánto él se aproximaba del abismo que saltaría y

finalmente se entregaría a su momento de libertad,

donde también encontraría la satisfacción.

Él descendió una mano hasta mis muslos, la región que conectaba la


pierna

a los quadris, y me cogió abriendo un poco más mi pierna

y ganando espacio para moverse con más gana. Su boca

abrió levemente en el mismo instante en que su pupila

dilatou un poco, un balón negro en una tempestad de iris

ceniza. Sus ojos amenazaron cerrar, pero él se mantuvo


firme, encarándome y permitiendo que yo también

pudiera enxergar lo que existía dentro de él.

Su respiración quedó más urgente, sus embestidas más

fuertes y contenidas, mientras él se espremia en mi sexo

para finalmente dejar caer el véu que nos cercaba.

Robert gozó, haciendo un esfuerzo inacreditável para

mantener los ojos abiertos, y yo fui contemplada con una

alma linda, pura, fuerte, repleta de amor, ansiosa para

liberarse, para curar sus heridas, para ser absuelta de

sus pecados.

A la vez yo veía lo cuánto él me deseaba y lo cuánto aquello


que vivíamos, independientemente del tiempo que

duraría, sería para siempre, sería eterno, únicamente

nuestro, y sólo por mí. Ninguna mujer conseguiría tener

que Robert Carter lo que yo tenía y aquello era el

bastante para hacerme lo seguís por el resto de mi vida.

Lo que Robert me mostró al desnudar su alma, era exactamente lo

que yo necesitaba para completar la mía. Nada más

importaba. Y entonces él cerró los ojos, llevándonos

de vuelta la realidad.

***

- Sólo vamos a necesitar hacer algunas visitas con el ministro pela

fábrica, presentar nuestro interés en mantener la

asociación y hacerlo ver que 339

la C&H Medical Systems es realmente el mejor

grupo para desarrollar el proyecto que él desea.

Ћ Como se fuera una tarea fácil! –

Jugueteé con mi amante. Estábamos acostados.

Habíamos en los librado de nuestras ropas y estábamos

bajo el grueso cobertor que cubría la cama. Robert me

mantenía firme a su cuerpo, acariciando mi espalda con

una mano y con la otra cogiendo el informe que le envié.


Discutíamos algunos detalles de nuestra visita a la

fábrica y la necesidad de no dejar que descubrieran el

problema con el cambio de planta, que, con certeza,

colocaría en riesgo muchos contratos firmados.

Ћ ES una tarea fácil – él rió. – Un día usted se

acostumbra. Yo ya estoy escolado en conversar con

personas que piensan que poseen el poder y con eso acaban

dándome la posibilidad de las conducís por el camino que yo

deseo – beijou el alto de mi cabeza. Yo entendí la indirecta,

pero
prefería callarme. – Va a dormir un poco? Aún tiempos

un largo camino por el frente.

Ћ No tengo sueño – encostei mi

cabeza en su pecho dejando mis pensamientos

vaguen por un camino peligroso.

Ћ Usted está extraña, Melissa. Llena

de picos de humor, emociones afloradas, cambio de

comportamientos que antes yo tenía como

normalizados para usted. Ya es la segunda vez que la

veo enjoar, todo bien que hoy fue por un motivo justo,

va a saber lo que acontece para que las mujeres

reaccionen siempre con vômitos o desmaios cuando

pasan por situaciones ruins – “yo estoy embarazada”

pensé revirando los ojos. Gracias a Dios Robert no

podía ver mi rostro.

Ћ Esta locura toda está meneando conmigo. Creo


que sólo cuando

conseguir acabar con eso vuelvo a sentirme normal.

Ћ Dudo muy – él sussurrou

y yo bien sabía el motivo de aquella tristeza

en su voz.
Ћ Usted puede creer que eso va me traumatizar,
pero no va. Tengo

certeza de que voy a acostar mi cabeza en el travesseiro y

dormir el sueño de los justos después que conseguir

trancafiar Tanya en un manicômio.

- Lo que no es una mujer vengativa? – él jugueteó, pero yo sabía que

era sólo un disfraz para amenizar el clima. De hecho, él

también sabía que yo lo conocía suficiente para no caer

más en aquel juego.

Quedamos en silencio por un tiempo, él aún pasando las

puntas de los dedos en mi espalda, yo encarando la

pared que nos separaba de los demás ambientes de

aquel avión. Yo sabía lo que estaba por venir y me

preparaba psicológicamente para lo que podría hacerse.


Ћ Necesitamos acertar algunas

cosas – él intentaba mantener la voz firme 340

y segura, sin embargo yo oía su corazón y este estaba acelerado.

Ћ Necesitamos?

Ћ ES, necesitamos – sus dedos pararon y él me


estiró para que

pudiera encararlo. – No quiero que nada dé errado. Usted

quiere su oportunidad de arrancar de Simpson lo que

necesitamos y yo voy a confiar en su capacidad, pero no

quiero necesitar arrombar aquella puerta y matar el Adam,

y yo sé que es eso lo que yo voy a hacer si él coloque un

dedo en usted, Melissa! – tragué en seco. Puta merda! Él

realmente sería capaz de eso, por lo menos yo sabía que

él podría colocar todo a perder sólo para impedir que

Adam avanzara un poco más.

Ћ Robert...

Ћ No! Espere yo acabe – él estiró el

aire y pasó una mano en los cabellos. – Yo no estoy

jugueteando cuando digo que mato Adam Simpson.

Conozco aquel merda mejor del que usted puede

imaginar, sé bien del que él es capaz para haber lo


que quiere, conozco todas sus podridões y su instinto

inhumano, Melissa. Vaya por mí, usted no me

gustaría saber lo que yo sé.

Estremecí visiblemente. No adelantaría en nada

intente esconder de mi amante que aquellas

informaciones me dejaban con miedo. El más

importante allí era ser honesta con él y conmigo

misma. Yo podría hacer aquello? Sólo de imaginar

cualquier cosa dando errado mi corazón aceleraba,

sin embargo Robert estaría allá y se encargaría de

evitar que algo de ese errado.


- Yo voy a aceptar su opción en mantener el plan, pero estaré allá,

pronto para actuar y usted va a prometer que hará sólo

el combinado. No va a adelantar dar una de salvadora

de la patria porque se algo acontecer, usted va a

destruir mi vida también! – cerré los ojos sin saber lo

que debería hacer. – Yo necesito dejar claro lo que

pienso y el tamaño de su responsabilidad. Si alguna

cosa acontecerte va a acontecer a nodos dos,

entendido? – tragué en seco y concordé con la cabeza.

Él cogió mío quejo levantando mi mirar. – Óptimo! Ahora

vamos a definir como va a acontecer.

Ћ Dean ya definió todo.

Ћ Yo voy a definir! – y estaba allá otra vez mi CEO, el


único hombre

capaz de estar acostado en una cama, sin ropas,

abrazado a mi cuerpo y dándome órdenes como se

estuviera en la oficina.

Ћ Ok! – revirei los ojos y él sonrió suavizando el


clima. – Dice ahí!
Ћ Usted va a marcar para

encontrar el Adam y no ir junto con él para el

local combinado.

Ћ Él no va a topar. Adam no es

burro. Además del más, yo creo que 341

vaya a preferir que sea en el apartamento de él.

Ћ Él va a topar justamente porque es

burro. Usted es una mujer casada, Melissa! Y Adam sabe

que Tanya vigila sus pasos. Está mucho por encima del

que alimentar el ego, él no va a querer ser asociado a

usted cuando Tanya descubrir que conseguimos las

pruebas.

Ћ Todo bien. Lo que más?

Ћ Usted va a entrar, distraer Adam, pero sin dejarlo


avanzar y después
dar pasaje para la entrada de Dean y su equipo – mordí

el labio inferior conteniendo una sonrisa y concordé. -

Óptimo! – sus dedos acariciaron mi rostro dejando un

rastro caliente en mi piel. Puede parecer absurdo, pero

se había algo que me excitaba era Robert Carter en su

mejor estilo CEO diciéndome cómo yo debo actuar. -

Tengo certeza de que Dean probablemente ya bolou

esta parte, pero todo será filmado, no sólo a partir del

momento en que él tenga acceso al cuarto, pero vamos

a tener el cuidado de instalar cámaras por todo el local

para buscar el máximo de pruebas posibles.

Ћ Está óptimo para mí.

Ћ Después de Dean asumir el control de la


situación usted deja el local.

Ћ Robert...

Ћ No vamos a discutir. Yo

estaré muy cerca y voy a entrar en aquel

cuarto y quitarte de allá la fuerza se sea

necesario!

Merda! Yo tenía que estar allá. Tenía que frotar en la cara del hijo de la
madre del Adam Simpson lo cuánto él era ridículo e

idiota. Necesitaba hacer eso por mí y por Abby. No

sería justo salir y dejar su confissão por cuenta del

Dean.

Ћ Melissa?

Ћ Todo bien. Como usted quiera, Robert! – pero yo


sabía que aquella

sería más una promesa que no cumpliría. Después

yo pensaría en una forma de calmar la onça, o el

león.

- Por qué será que no consigo creer en usted?

Vi mi amante quede tenso. Su mandíbula quedó más definida,

algunas venas de su cuello más resaltadas y su mirar más oscuro. Era


mejor no alimentar su desconfianza y sólo tenía una

forma de lo persuadís a desistir de arrancar de mí la

verdad.

Ћ Porque usted es un jefe muy

desconfiado... – pasé mis dedos en su peitoral. – Y

porque detesta no estar en el control... – descendí un

poco y acaricié su abdômen definido. – Además de no

conseguir creer que yo sea capaz de obedecer.

Ћ Usted no es capaz de

obedecer, eso es hecho! – percibí su voz más

relajada.

342

Ћ Mucha falta de confianza, Sr. Carter – sus ojos


brillaron cuando

yo descendí la mano y jugueteé mucho próximo a su sexo.

Una carícia leve y provocante. - Hasta parece que yo soy

esta chica problema que el señor me pinta – descendí un

poco más, roçando las puntas de los dedos en vuelta de su

límite y tardándome en su saco. Él abrió un poco la boca,

dando pasaje al aire que definía su ritmo de excitación.


Ћ Ah, Melissa! Usted es la

chica problema! Creo que ninguna expresión

te define de forma mejor.

Ћ Serio? – cogí su sexo ya

animado y sonríe inocentemente antes de

manipularlo lentamente para cima y para bajo.

Robert se remexeu, acomodándose y permitiendo

mi actuación. – Entonces nadie va a quedar

sorprendido si yo haga eso.

Sin darle la oportunidad de contenerme, levanté el cuerpo

abocanhando su sexo con gana. Robert gimió deliciosamente

mientras yo dejaba su miembro rígido deslizar por mis labios y

acomodarse en mi boca. Con un poco de presión hice una leve

sucção en su glande y sabiendo que


sería capaz de enlouquecê-lo, rocei mi lengua, en un movimiento

giratorio, acariciando la punta para después chupar con más fuerza.

Él se movió, dejando que su sexo entrara un poco más

en mi boca y llegara a mi límite. Puta que pariu! Lo que yo haría

con aquello todo? Gentilmente, pero sin dejar de demostrar lo cuánto

estaba se deliciando con mi actitud, Robert retiró mis cabellos de

frente del rostro cogiéndolo arriba, dándole una visión más amplia de mi

trabajo y así conseguir conducir mis movimientos conforme la suya

gana.

Un gemido gutural llenó el cuarto cuando su mano impeliu un

poco más de fuerza y velocidad forzándome a recibirlo casi

que por entero y después liberarlo. Estreché los labios,

sugando lo que podía de su carne y cogí su base para

facilitar el proceso. Con la mano ya en su miembro, junté los

dos trabajos y el masturbei al tiempo que el chupava

haciendo con que todo el acto quedara aún más gostoso. -

Porra, usted le gusta eso, no es? – su voz ronca hizo mi

cuerpo

vibrar y mi piel quedar erizada. Aquella era la forma

más sacana que Robert asumía cuando estábamos

juntos y yo no sabía lo que estaría esperándome, o


mejor... Podía imaginar. – Le Gusta de tenerme en su

boca porque sabe que así me tiene en sus manos.

Aquel familiar puxão en mi vientre que anticipaba e

iniciaba mi excitación incontrolável se presentó con

fuerza. Intensifiqué el movimiento, chupando,

estirando su piel, haciendo más fuerza en su glande y

dejando mi mano subir para después recomenzar. Él

gimió más alto. 343


Miré para mi amante y él estaba con los ojos cerrados,

su rostro era puro placer y su cabeza estaba un poco

jugada para cima, sin embargo sus manos

continuaban en mi cabeza forzándome a atender a

todos sus llamamientos.

Continuamos en esta brincadeira, él moviéndose a los pocos,

avanzando en mí conforme su gana, aprovechando cada

movimiento de mi lengua e induciéndome a continuar. Y

entonces todo cambió. Robert levantó el cuerpo, alcanzando el

mío y estirándome en su dirección. No exactamente como yo

imaginé que sería, pero él simplemente se apossou de mí

como si yo fuera una muñeca de pano y me dejó de cuatro,

siendo que mi parte traseira estaba de frente para él.

No sé se quedé más nerviosa o ansiosa. Entendí casi

que inmediatamente lo que él estaba proponiéndome.

Puta merda! Nunca en mi vida había hecho algo tan

osado, sin embargo estaba loca para que

continuáramos. Si la idea era distraer mi amante debo

confesar que yo ni me acordaba más del problema.


Ћ Más para tras – él ordenó, sin

embargo yo quedé medio que “Cómo?” –

Continúe trabajando y confíe en mí.

Ok! No daba para dudar que Robert siempre me

sorprendía, muy menos de que en el final la

satisfacción era garantizada, pero en el momento en

que él pasó los brazos en mis muslos y subió mis

quadris içando-me en su dirección yo pensé que en

otra situación yo me sentiría más constrangida.

Casi me batí con su sexo que continuaba duro mi frente

aguardando por mí. No daba para continuar sabiendo que él

encaraba
toda mi intimidade y el peor, totalmente abierta y su disposición.

Imposible imaginar una forma de quedar peor, pero

quedó. Sosteniendo mis muslos en sus brazos él

alcanzó mi bunda, más precisamente el medio que

separa mi sexo del... Puta merda! Él estaba con una

visión amplia de mi... Pontinho recientemente

descubierto como de puro placer, y abrió aquella

parte. Era embarazoso!

Definitivamente embarazoso!

Pero todo desapareció como uno pase de mágica en el instante en que

sus labios se juntaron a mi sexo, en un beso delicioso y

mojado al tiempo que su dedo roçou mío... Hum! Aquel

punto que me rechazo a nombrar, pero que ya conseguía

quitarme del equilibrio. Fue un conjunto de acciones que

rápidamente transformaron mi cerebro en gelatina. Gemí

alto y cerré los ojos permitiéndome viajar en algo tan

saboroso. Era complicado describir exactamente la

forma como mi cuerpo 344

reaccionaba, pero yo sé explicar que en aquella

posición yo nada podría hacer, ya que sus brazos


prácticamente me imobilizaram de la cintura para

bajo, o en el caso, para cima.

Robert, a la principio, sólo permitió que sus labios

massageassem mi sexo, extendiéndose en toda su carne,

mientras continuaba con el abordaje en aquel otro punto.

En consonancia con su deseo yo me sentía içada más

para cima y así permitiendo que su boca llegara hasta mi

clitóris, o para bajo, donde ella casi se juntaba al dedo

que me animaba demasiado.


Sólo entonces me di cuenta de que por sentir tamaño placer y sorpresa,

había paralizado toda mi acción y que el propósito de aquella

posición era simplemente el placer mutuo. Busquei dentro de

mí la fuerza necesaria para salir de aquella inercia, que por

señal yo pasaría la eternidad sin hacerme de rogada, y actuar

conforme las reglas de la brincadeira.

No necesitaba de mucho, a fin de cuentas su pênis estaba allá, en la

mi frente, ereto y ansioso, prontinho para continuar su

travessura que por señal, me hacía aguar. Como

Robert aún había dicho: yo me gustaba haber lo en mi

boca.

Apoyé el brazo en el colchón, levanté un poco la cabeza y

deslicé su sexo por mis labios. Oí un delicioso “hum” que

partió de mi amante sin se desvencilhar de mí y me

empolguei haciéndolo ir cada vez más hondo, utilizando el

mismo proceso, lamer, sugar, chupar y masturbar con la

mano libre, dejando el tiempo y nuestras acciones en los

llevar para la riba de aquel abismo tan familiar, del cual no

teníamos miedo de pular.

Sin embargo, como Robert Carter siempre daba un jeito

de hacerme perder la sanidad, su lengua vasculhou mis


paredes mientras sus labios abiertos contribuían. Cerré

los ojos y casi cerrei los dientes, pero no podía, pues yo lo

tenía en mi boca y sería un desastre terminemos algo tan

delicioso a causa de un descuido mío. Entonces

retirándolo casi que completamente, sólo mantuve la

glande entre mis labios, haciendo la presión correcta. Con

la punta de la lengua jugueteé con su sensibilidad y sentí

sus labios paren con un murmúrio enlouquecedor. Yo

amaba acertar la medida con mi amante.

Sentí suyo me gusta regalar mi paladar y percibí que él ya liberaba


el líquido pre-gozo, lo que me dio una inmensa satisfacción.

Debido a este pequeño adicional, volví la masturbá-lo,

manteniéndolo firme sólo por la punta en mi boca, sugando

la cabeza conforme los movimientos de mi mano. Él me

suspendió más una vez y su lengua apretó mi clitóris.

Así como yo, él también tenía un adicional para

presentarme, sin que yo pudiera contar con eso, sentí

la punta de su dedo invadirme, allá, 345

en aquel lugar mismo, el tan animador e inominável. Para

que la sorpresa no me hiciera perder el ritmo, otro dedo

acarició las puntas y a la vez su lengua estimuló diversos

otros puntos. Yo tengo que confesar que este detalle,

aquella pequeña parte de su cuerpo aventurándose en

tierras desconocidas de manera tan profundamente, me tiró

de vez en el precipicio y yo gocé sin conseguir contenerme.

Las estrellas pasaron por mí rápidamente. Al lejos yo

aún lo sentía estimulándome, pero despacio, sin

embargo, persistente. Yo aún gozaba, diciendo cosas

incoherentes y con la certeza de que mi cuerpo había

evaporado. Yo era sólo luz y sensaciones.


Abrí los ojos y me vi con la cara en el colchón. Yo aún

estaba de cuatro, quiere decir, yo estaba con las rodillas en

la cama, pero mis piernas aún no poseían la consistencia

necesaria para que yo pudiera reaccionar, y ellas estaban

abiertas, escancaradas, de manera a empinar mi bunda,

con las de Robert entre ellas, forzándolas al límite.

Él estaba arrodillado atrás de mí. Una mano me cogía firme

por los quadris y la otra, pelo que yo pude entender, cogía su

propio miembro, roçando-lo en aquel mismo lugar que tenía

me llevado a la locura.
Jugué mis brazos para frente, probando mi cuerpo y

volviendo a lo sentís cómo uno todo. Espreguicei la

columna y con eso sentí que Robert estaba aún

encostado en aquella otra entrada aún tan prohibida, o

no más? Lo que yo podría hacer? Dejaría que fuera

aquel el momento para dar un paso tan importante

cuánto era el sexo anal? Y por qué no? A fin de cuentas

fue justamente el permiso del desconocido que había

me proporcionado un orgasmo tan delicioso, pero yo

estaba preparada? Como saber?

La decisión fue tomada cuando sentí sus dedos buscarem

mi sexo. Fue cómo se todo el aire estuviera suspenso,

como si los segundos no corrieran más y el tiempo

estuviera parado para vislumbrar aquel acontecimiento. Él

roçou más una vez su miembro en el espacio que ya

estaba en expectativa y el lubrificou con lo que había

dejado salir de su excitación, esparciendo el pre-gozo con

los dedos, acariciando, hundiendo un poco, probando y

haciéndome cerrar los ojos de placer.

Y entonces Robert se posicionó, meneó un poco los quadris,

como se ensaiasse el movimiento correcto. La cabeza de su


miembro jugueteaba conmigo, forzando un poco y

reculando. No admitir que a aquella altura yo deseaba que

finalmente él me tomara era mentir para mí misma.

Ћ Puta que pariu, Miel! – él gimió

demostrando el esfuerzo que hacía para contener el

propio gozo. – Yo quiero me enfiar todo en usted.

Aquí – acarició con el dedo el local tan deseado,

haciéndome gemir con él. – 346

Porra, usted también quiere – y la punta de su

sexo se forzó en una embestida más pertinente.


Gemí de tesão y de expectativa. Con la mano que estaba en míos

quadris él me estiró más para cerca, descendiendo

hasta mi sexo y hundiendo un dedo entre mis piernas.

La palma de su mano roçou con fuerza mi clitóris y yo

gemí deliciada. Era insano, pero yo sabía que gozaría

más una vez, o más cuántas Robert quisiera.

- Merda, Melissa! Pare de estimularme a continuar, yo no puedo

así – sin embargo yo sentí aquel ardor que indicaba que algo

además del mi límite ultrapasaba una barrera fina e incômoda.

Él avanzaba en mi cuerpo. Robert gimió abiertamente, pero

paró. – No puedo aquí, Miel! No puede ser así – pero él no salía,

ni avanzaba, sólo giraba los quadris haciéndome acostumbrar

con la sensación. – Porra, yo no voy a aguantar cogerme por

tanto tiempo y no puedo ser tan insensível al punto de comerte

así sin preocuparme con usted – su voz contenida indicaba que

aquel era aún el límite de él. Robert estaba prestes a gozar.

Sus dedos continuaban a trabajar en mí mientras él se

deliciava probando mi cuerpo, entrando mínimamente y

saliendo. Ora él simplemente frotaba el miembro en mi bunda,

ora se forzaba más un poco, hasta que yo supo que estábamos

aún en el fin, forcé mis quadris para tras y me atreví la rebolar


un poco con él dentro, aunque tan poco dentro. Robert gozó

con un gemido que sacudió mis estructuras. El poco espacio

hizo su líquido rebosar y escorrer, lambuzando mi bunda y

sexo mientras él aún se espremia en mí. Fue revigorante.

Continué la rebolar lentamente, sintiendo la humedad facilite

lo

trabajo de sus dedos y aprovechando que él aún me quería

activa, y en pocos segundos fui alcanzada por otro orgasmo

tan fuerte y gostoso cuánto lo


primero y que me hizo perder de vez la fuerza de las

piernas. Caí en el colchón sin condiciones para

responder a nada. Robert apoyó el cuerpo en los

brazos evitando despejar sobre mí su peso y a los

pocos fue recuperando el aliento.

Ћ ES, Melissa! Usted

acabó de escancarar la puerta del infierno!

347

CAPÍTULO 35

Estaba caliente en Tailandia. No tan caliente cuánto en Dubai,

pero de una forma gostosa, como en Grecia, nada parecido

con el verano en Chicago. El viaje fue muy pesado, mucho

tiempo trancada en una amplia que tras las diez primeras

horas no era más interesante ni tan grande cuánto yo hallaba

antes de embarcar. Dormir tampoco fue una tarea muy fácil,

a pesar de todo esfuerzo de mi amante en me desgastar.

No de la forma como probablemente cualquier persona pensaría.


Bueno...

No totalmente de esta forma, pero él consiguió hacerme

revisar unas cinco veces mi informe, el contrato con el


gobierno, el desarrollo de la fábrica y entender lo que era

aquella maldita planta.

Hicimos una parada en Japón, él no salió del avión, así como

Paul, que cansado de intentar ser indiferente tomó un

remedio y borró. Bien hacía él, mientras yo, Abby y Dean

aprovechamos para andar un poco y ver la cara de algunas

personas. Era aún cansativo viajar por tantas horas. La peor

parte era saber que quedamos tanto tiempo corriendo en el

sentido contrario de nuestro horario y cuando llegamos a

Tailandia, era para ser la mitad de otro día en Chicago, pero

era sólo la noche un poco avanzada. No daba para engañar

mi cuerpo que creía ser día,


mientras mis ojos veían noche. Como dormir?

Yo y Robert mantuvimos la distancia segura desde el

momento en que descendemos del avión, a fin de cuentas

nadie sabía al correcto donde estaban los “ojos” de Tanya.

Mi amante quedó visiblemente incomodado con toda la

aproximación de Dean, que se cercó de mi cintura

conduciéndome como un marido enamorado hasta el coche

que nos aguardaba. No intercambiamos una palabra

durante el camino hasta el hotel.

El hotel, como no podía dejar de ser, era increíble.

Estábamos en Bangkok, la capital. Debo confesar que a

pesar de toda mi investigación no tuve cómo evitar la

pequeña decepción al me deparar con una ciudad

moderna, llena de edificios altos, muchos destinados a

negocios y que era todo lo que yo ya estaba

acostumbrada a ver. Lo que yo realmente ansiaba era

nuestro momento en contacto con la cultura Tailandesa,

cercada de templos, naturaleza, meditação y silencio,

pero esta parte quedaría para dos días tras nuestra

llegada.
Yo ya imaginaba que Robert providenciaria

apartamentos con pasajes y eso me hizo pensar en

el cuánto personas importantes intentaban 348

esconder sus casos con sus secretarias, massagistas,

esposas de los socios o cualquiera otro tipo de

relacionamiento que debería quedar escondida de

ojos curiosos y tengo que decir que me sentí pésima

por ser yo esta persona.

Aquel apartamento era más discreto que lo de Dubai, finalmente de

cuentas lo que Robert teóricamente ocuparía con su amante

quedaba más adelante, volcando la derecha y en otro pasillo.

De hecho nadie imaginaría


que por detrás de aquellas inmensas puertas de madera

cara con tiradores de oro, existía lo que podemos llamar

de verdadero cambio de parejas. Revirei los ojos y estiré

el aire antes de dar una última mirada en mi amante

yendo aunque en dirección a su cuarto, aún conocedor de

que Paul y Abby estaban inmediatamente atrás de la

gente.

Con la mano en mi espalda Dean me condujo para dentro del

cuarto y su sonrisa fue realmente radiante delante de la

inmensidad y bueno me gusta el mismo. Había un poco de

todo en aquel espacio tan grande: lujo, simplicidade y

cultura, sin embargo todo muy harmonicamente decorado.

De hecho, porque los cuartos destinados a altos ejecutivos

eran tan grandes? Sin mucha gana en quedar animada con

la decoração o amplidão,

seguí el muchacho que gentilmente conducía mis maletas

para el cuarto y casi lo perdí cuando pasamos por las dos

salas, donde una de ellas daba para una piscina interna, con

techo de vidrio. Una belleza! Pero fui para el pasillo,

percibiendo la existencia de dos suítes. Lógico que las

maletas fueron llevadas para la misma, ya que


teóricamente éramos una pareja. Y enamorados, como

Dean insistió en demostrar todo el tiempo.

Ћ Una maravilla, no? – mi marido

estaba inmediatamente atrás de mí, aún sonriendo y

con ojos brillantes. – Será que Carol vio todo eso? Oh,

merda! Carol. Ella estaba con Robert en aquel

momento,

dividiendo las emociones y jugando conversación fuera.

Droga! Y si ella estuviera en la piscina? Y si él estuviera

bastante interesado en su cuerpo increíble en un biquíni

minúsculo, o con nada para lo cubrís?

Puta merda!

Ћ Muy mismo. Yo creo que... – miré para mi amigo


que poco
si interesaba en mí. – Voy a buscar el tal pasaje de los

amantes. - Cierto – Dean quedó más interesado. Colocó

las manos en los bolsillos y

me encaró. Pensé haber visto un correcto desanimo en sus

ojos, sin embargo, yo realmente estaba dispuesta a

mantener Robert lejos de Carol.

Ћ Voy a pedir para Carol...

Ћ Yo ya estoy aquí – ella apareció inmediatamente


atrás de nodos. Usaba un roupão

y los cabellos estaban mojados. Podía ser un baño o...

La piscina. Merda! Carol cruzó el cuarto y alcanzó el

novio, buscando por suyos 349

labios. Dean correspondió, pero yo creí que no había

una pasión real. Corei sólo de pensar sobre eso. No

era de mi cuenta y yo no podía quedar allí mirando

ellos dos se beijando.

Ћ Ah, Melissa! Conversé con

Robert, pero hallé mejor pasar esta información

cuando estuviéramos todos juntos – Carol se

desprendió del novio y me encaró.


Ћ Aconteció alguna cosa? – mi estómago
embrulhou un poco,

pero preferí ignorar.

Ћ Ya estoy aquí – Robert apareció

inmediatamente atrás de mí, depositando la mano en mi

cintura. Miré para él y me sentí aún más alarmada.

Ћ Tom conectó avisando que Tanya

ya sabe que Robert fortaleció la seguridad

impidiéndola de aplicar la injeção prevista para hoy –

ella miró para Robert quedando un poco tensa. – Él

está preocupado con este detalle, a fin de cuentas de

que forma usted conseguiría descubrir este detalle

ahora?

Ћ Tanya sabe que yo siempre investigué todo lo que


ella hacía, entonces en
algún momento yo descubriría – Robert parecía no le

importar, pero yo sabía que aquel punto podría dar la

Tanya lo que pensar.

Ћ Necesitamos tomar más

cuidado – alerté. Mi voz indicó lo cuánto yo me

preocupaba con aquella nueva información.

Ћ No tiene cómo Tanya conectarme

a usted, Miel. Estamos haciendo todo correcto –

Robert intentó calmarme, subiendo su mano por mi

columna y massageando mi nuca con las puntas de

los dedos. – No entre en pánico ahora.

Ћ Mi padre – las palabras salieron como un


sussurro. Sentí mías

piernas tiemblen a medida que iba dándome cuenta de la situación.

Ћ Su padre está seguro –

Dean garantizó sin entender lo que yo quería

decir.

Ћ No, Dean! La mujer que Tanya implantó para


engañar mi padre.
Ella sabe que él estuvo en Chicago, que fue visitar la

hija y conocer su marido – y entonces todos se dieron

cuenta del problema.

Ћ Puta que pariu! Como no

pensamos en eso antes – Robert se agitó a mi

lado.

Ћ Ella puede contar la Tanya

que yo y Robert estamos juntos – Oh, merda! Y

que yo estaba embarazada. Mi corazón aceleró.

Ћ Vamos a mantener la tranquila – Carol comenzó


a andar por el cuarto en

búsqueda del ordenador. – Nodos estamos monitoreando

las conexiones de ellos. Si él contó alguna cosa la falsa

Tanya nodos tenemos esta información – comenzó a

teclear rápidamente mientras prestaba atención en la

pantalla.

Ћ Voy a conectar para Tom.

De cualquier forma, necesitamos encontrar una

350
forma de impedir que ellos se encuentren o que

conversen. Vamos a desviar las conexiones e impedir

que Kurt vuelva para California. Tom va a saber lo que

hacer - Dean inició una conversación con su equipo.

Yo poco conseguía acompañar. Si Tanya supiera del

embarazo yo corría un riesgo indescritível.

- Va a quedar todo bien – Robert me abrazó y beijou mía

prueba. – Tengo certeza de que todo aún está en

nuestro control. Si Kurt hubiera hablado alguna cosa ya

estaríamos sabiendo – sólo concordé con la cabeza, pero

mi cuerpo aún continuaba tenso. – Yo voy a conectar

para Olívia e intentar descubrir alguna cosa. Usted viene?

- Vaya en el frente. Voy a aguardar la respuesta de Dean – Robert


concordó

y salió del cuarto. Yo aún aguardé algunos minutos

hasta que él finalmente desconectó.

Ћ Ninguna conversación entre

ellos que pueda colocar en riesgo nuestro plan –

Carol informó así que Dean se aproximó.

Ћ Tom ya está atento. Vamos a

desviar las conexiones y derrumbar las que ella


consiga hacer. Su padre va a hacer un viaje para lo

Brasil, un gran contrato con una empreiteira de allá

cerró hoy un acuerdo con la empresa que él trabaja.

Ganamos seis meses, pero vamos a seguir de cerca

este proceso.

Ћ Óptimo! - Carol abrazó Dean por la cintura y

beijou su cuello. Él sonrió un poco sin gracia. - Entonces ahora

que no tenemos más problemas...

Ћ Donde es el pasaje? – quedé constrangida con la


facilidad que ella

tuvo en dispensarme. Un minuto antes estábamos tensos y

preocupados, entonces ella simplemente resuelve que es hora

de olvidar y dedicarse al
novio.

Ћ Puerta a finales del pasillo – ella

respondió sin desviar los ojos de Dean. Cogí una de

las maletas, a que yo creía contener todo lo que yo

necesitaba para aquella noche, y salí del cuarto.

Encontré el pasaje, nada discreta, dígase de pasada, aún

abierta. No sabía se Carol no tuvo el cuidado de

mantenerla cerrada o se Robert lo había hecho

aguardando mi entrada. Cupo a mí cerrar la conexión

entre los apartamentos. La puerta en verdad era una

pared falsa de una pequeña oficina. Pasé por este

ambiente encontrando un pasillo que estaba

debidamente iluminado.

Avancé encontrando una sala inmensa, de la misma forma que lo que

Dean ocupaba, permitía la visión de otra sala donde

quedaba la piscina interna y el techo de vidrio. La noche

clara y los azulejos oscuros daban al local un correcto

misterio y lujo que hacía el conjunto convidativo.

Pasé por las otras dos salas, una contenía la

inmensa tele en uno 351


móvil que parecía un mástil prendido al suelo y al techo

posibilitando que el aparato pudiera girar 360º, así el huésped

podría escoger se asistía en el sofá inmenso que quedaba en

uno de los lados, o en las poltronas que también aparentavam

sean bien confortables y adaptables, o incluso mientras

degustava un lanche en la pequeña cocina americana, o lo

que parecía ser una. La otra sala era destinada para la cena y

debo decir que la mesa, con diez lugares, así como las sillas y

el aparador eran de hechizar cualquier mujer. Bueno... Las

que les gustaban móviles finos con certeza. Luego después

encontré la entrada para los cuartos. Quedaba separada


de los demás ambientes por puertas dobles y

dividiendo en tres compartimientos y en el centro sólo

una mesa de madera con un jarro con rosas blancas.

Fue fácil hallar el cuarto que Robert ocupaba pues la

puerta estaba abierta y al me aproxime pude oír la

confusión del chuveiro. Inmediatamente deseé un

baño.

Dejé la maleta próxima la entrada y comencé a quitar la

ropa. El vestido quedó jugado en el camino hasta la puerta

del cuarto de baño, luego al frente dejé las sandálias, la

braga y lo sujetador. Solté los cabellos antes de ultrapasar

la puerta del cuarto de baño y estanqué al ver mi amante

de culo, dejando el agua escorrer por su cuerpo de manera

indecorosa, lamiendo cada pedacinho de él. Envidié

aquella capacidad de poder tocarlo en todos los lugares de

forma tan desfrutável, todo a la vez y de un golpe sólo. Era

aún algo que yo podría desear.

Ћ No va a entrar?

Ћ Por qué un baño siempre

marca nuestros viajes? – él rió, sin embargo

no volcó para mirarme.


Ћ Taí un patrón que nunca paré

para pensar. Creo que en Grecia no tuvimos esta

oportunidad.

Ћ Si lleváramos en cuenta la banheira de


hidromassagem...

Ћ Verdad. Venga, el agua está

deliciosa – y había algo además de la temperatura del agua,

o de su intensidad, en aquella orden. Había un deseo que no

podría jamás ser ignorado. Como era posible? Tal vez yo

estuviera aliviada por no tener más un problema para

resolver.

Anduve sin observar todo lo que el cuarto de baño contenía, abrí la


puerta de

vidrio, entré envolviéndolo con mis brazos. Robert cogió mis manos,
beijando-las, pero permaneció de culo, la cabeza levemente

inclinada para cima, los ojos cerrados, aprovechando el placer

del baño. Sentí el agua envolverme y lamer mi cuerpo hasta

que él finalmente volcó para mí.

Ћ Olívia dijo que no percibió

ninguna alteración – informó sin mucha gana en

entrar en el asunto.

Ћ Dean y Carol dijeron que

ellos no conversaron sobre la gente y 352

que van a conseguir impedir nuevas conexiones.

Ћ Muy bueno! – Robert pasó la

manos en los cabeços quitando el exceso de

agua. – Ahora olvide eso!

Ћ Va a ser complicado –

encostei a prueba en su pecho y dejé que el

agua se cercara de mí también.

Ћ Yo voy a ayudarte. No quiero mi novia tensa.

Con el agua haciendo una cortina entre nodos dos, sentí su mano en

mío quejo, estirando mi rostro para cima y sus labios tocando

los míos. Un beso leve, cariñosos, repleto de amor. Su boca se


abría mientras su lengua sentía la textura y el sabor de mi. A la

vez sus manos subían y descendían en las laterales de mi

cuerpo, en una carícia lenta y leve. El beso fue largo,

deliciosamente largo. Yo podía sentir la ereção de mi amante

roçando a los pocos, sin presionar, mi barriga. Él me tocaba,

pero nada que demostrara urgencia. Sus manos corrían cada

pedacinho de mi cuerpo con la misma leveza de una pluma.

Ћ Vuelque un poco –

sussurrou al interrumpir el beso. – Voy a frotar

su espalda.

Obedecí. Sin prisa él comenzó a frotar una esponja en mías


espalda. Un aroma agradable subió, pero yo no supo

identificar exactamente del que se trataba. Era dulce como

miel, lleve como flores, un poco exótico y nada pasaba de la

medida, inclusive la presión de sus manos. - Usted está un

poco tensa, Srta. Simon – beijou de leve míos

hombros y sus manos descendieron en mi cuerpo,

una por el frente y la otra por tras.

Sin ningún pudor Robert espalmou su mano en mi sexo. Suyos

dedos juguetearon conmigo, frotando el sabonete

líquido de una forma que yo nunca más olvidaría. Cerré

los ojos y me dejé llevar. Apoyé la cabeza en su pecho

mientras sentía su otra mano frotar descaradamente mi

bunda. Que baño era aquel? Pero mi amante se alejó

antes que yo pudiera suspirar.

Con la mano me giró dejándome de frente para sí y

se abaixou alcanzando mis piernas. Lógico que corei.

Era lo que siempre acontecía cuando Robert

quedaba tan de frente con... Bueno, con mi sexo de

una forma tan expuesta. Pero intenté ignorar la

vergüenza, principalmente después que él miró para


cima y sonrió torto, deliciado con mi

constrangimento.

Lentamente frotó un muslo, haciendo un trabajo meticuloso que

en verdad era sólo su instinto perverso. Él quería

que yo quedara cada vez más avergonzada, como

en la hora en que levantó mi pierna, apoyando en su

y así sus dedos casi tocan mi sexo. Casi. Sin

embargo 353

él no dejó de me enlouquecer, a los pocos fue llegando muy

cerca, como se estuviera analizando su trabajo y cuando

estaba casi allá, volcó


el rostro y dio un beso casto en mi intimidade expuesta.

Ok! Jamás podría ser casto, visto que yo prácticamente

incendié por dentro.

Ћ Puta merda, Robert! -

intenté me desvencilhar, pero él me cogió con

fuerza.

Ћ Adónde piensa que va, Melissa? Yo

aún no terminé por aquí – depositó mi pierna en el suelo

e inmediatamente hizo el mismo proceso con la otra.

Mordí los labios en la expectativa del beso, lo que no

aconteció.

Ћ No cree que ya tuvimos el suficiente de sexo por


hoy? Si nuestra

vida sexual vololcara libro destruiríamos la vida de muchas

parejas – él rió, terminando de frotar mi pie. Después

levantó enfocando en mis ojos. - Está cansada? – mordí los

labios reprimiendo una risa, pero negué

con la cabeza. – Óptimo! Yo soy el tipo de hombre que cuando

está cansado necesita de una buena trepada para relajar,

cuando está puto de la vida el sexo es el mejor remedio,

principalmente si él sea más... – entortou un poco la cabeza


para el lado. – Intenso – sonrió torto y cogió un frasco de

shampoo , que identifiqué como lo que él usaba. – Sólo tiene

este aquí, puede ser? – aguardó mi permiso y frotó mis cabellos

cuidadosamente. Era bueno ser cuidada. – Entonces, se estoy

relajado, descansado, dispuesto, me gusta de transar con más

tranquila, observando cada detalle, explorando – y sonrió otra

vez al notar mi lengua umedecendo los labios. Puta merda! Lo

que era Robert Carter? – Soy un poco hiperativo entonces

necesito gastar mi energía de alguna forma.

Ћ Usted no es normal! – ríe de mi excitación.

Ћ Y usted es deliciosa! – beijou mina boca

girándome en dirección al chuveiro, donde me prendió por

la nuca y exploró mis labios con una


habilidad descomunal. Su miembro rígido se espremeu

en mí haciéndome desearlo como al aire. – Prontinho,

Srta. Simon – y me largou. Mi mundo parecía perder el

eje. Necesité de toda mi concentración para saber lo

que aún yo estaba haciendo allí.

Robert abrió la puerta de vidrio, cogió una toalla y salió del baño.

Quedé debajo del chuveiro, observando y sin saber lo

que podría hacer. Después ríe un poco conocedor de

que aquel era aún Robert Carter, el hombre que me

sorprendía cada respiración. Correcto. No tendríamos

una trepada sacana en el baño, lo que no significaba

que la hoguera en mi cuerpo no sería borrada.

Desconecté el chuveiro, quité el exceso de agua de los

cabellos y cogí una toalla para auxiliar. Todo sin quitar

los ojos del hombre desnudo que desfilaba mi frente.

Dejando la toalla de lado, Robert anduvo en mía 354

dirección y me cercó por la cintura. Mi sangre

borbulhou. Su ereção no disminuyó ni un milímetro,

yo podía jurar. - Voy a resolver una cosa y ya vuelvo.

El quê? Como así él iba a salir y volvía después? Yo

estaba cogiendo fuego! Merda! Ni tuve tiempo de


explanar mi descontento pues Robert salió

inmediatamente enseguida. Desnudo! Yo quería poder

matarlo.

Fui hasta el cuarto y cogí mi maleta. Llevé hasta el closet,

coloqué sobre la mesa de apoyo y cuando abrí descubrí

que estaba con la maleta errada. Merda un millón de veces.

Lo que yo haría con vestido de fiesta, ropa ejecutiva, saltos

altos, maquiagem, calza jeans y ninguna braga? No daba

para volver al cuarto del Dean para buscar a otra maleta


entonces yo tendría que pasar la noche sin jersey, hidratantes,

bragas u otra cosa que pudiera darme una noche digna. Cogí

el peine que Robert había dejado sobre la bancada y

desembaracei los cabellos.

Encontré una camisa blanca social en medio de las

cosas de él, que quedaría inmensa en mí, pero que

sería muy confortable.

Salí para el cuarto mientras finalizaba los botones y di de cara con

Robert. Él usaba sólo una calza de moletom negra. Sus

ojos estaban tan calientes que sentí mis células hagan

la dancinha de la lluvia. Él corrió los ojos por mi cuerpo

y después sonrió.

Ћ Vuélquese – ordenó sin desviar los ojos.

Ћ Primero – levanté un dedo lo impidiendo de


alcanzarme. – Como

usted está ahora? – él me miró de una manera divertida,

levantando una de las cejas. – Cansado, puto de la vida,

relajado, hiperativo... – vi sus labios se proyecten en una

sonrisa encantadora.

Ћ Relajado – dio un paso en mi

dirección. – E hiperativo – me alcanzó antes que yo


pudiera decir cualquier cosa. – Vuélquese – obedecí

sin pestanejar.

Ћ Entonces va a ser con tranquila, observando y


explorando? – sentí suyo

hálito caliente en mi cuello para inmediatamente

enseguida sentir sus labios toquen mi piel. Ni preciso

decir que esta quedó toda erizada.

Ћ Quiere una agenda, Sra.

Secretaria, o su Iphone puede hacer este

servicio también?

Ћ No, Sr. Carter. Mi mente es capaz de registrar


cada detalle.

Ћ Óptimo!

Sus manos cogieron en la camisa y a los pocos sus dedos fueron si


deshaciendo de los botones. Mi respiración quedó

acelerada y la angustia crecía cada según de más

que él se tardaba para abrir cada uno de ellos.

Cuando el último fue deshecho, el tejido fue

retirado mientras sus dedos largos roçavam mi

busto en dirección a los hombros. Dejé que él 355

quitara la camisa revelando mi nudez. Sonríe. Yo

conocía el efecto que causaba en mi amante.

Ћ Sin braga! – sussurrou dejando

que la frase jugueteara con mi piel. Intenté controlar

mi respiración, pero fue prácticamente imposible. –

Como yo dijo, Melissa: usted es deliciosa! Cogiendo en

mi cintura me condujo hasta la cama, que dígase de

pasada, era tan grande que cabían cinco personas

tranquilamente. Había una toalla extendía sobre ella, lo

que yo no entendí muy bien su finalidad, a fin de

cuentas él nunca había tomado este cuidado, ni ningún

otro tipo. Tuve que sonreír.

Ћ Suba – su orden reverberou

en mi íntimo. Lo que haríamos allí, sobre aquella

toalla? – Acóstese de culo.


Sus manos acompañaron mi cuerpo, escorrendo

por mi piel a medida que me acomodaba

conforme él ordenó. Yo ya podía sentir la familiar

unidad en medio de mis piernas.

Robert tardó a subir en la cama. Él se movió por el cuarto,

borró la luz, encendió sólo las que quedaban sobre la cama,

pero que dejaban el cuarto con una claridad gostosa, débil e

insinuante. También sentí el olor exótico del baño, sólo que

más suave que se esparció en el momento en que él subió en

la cama, las rodillas hundiendo en el colchón. Suyas


piernas de cada lado de mi, hasta que él estaba sobre mis quadris.

Ћ Voy a necesitar hacer eso –

una máscara de dormir fue colocada en mis ojos,

impidiéndome de conferir los detalles.

Ћ Relaje, Melissa! Voy a hacer sólo una massagem.

Una massagem? Y necesitaba de todo aquello por una

massagem? Fue cuando sus manos descendieron mis

senos. Un líquido caliente tocó mi piel y él inició el

proceso de subir y descender esparciendo el producto.

No era un toque osado, pero era sensual el suficiente

para hacerme desear abrir las piernas. Sus manos

pasaban por mis senos, sin prolongarse mucho.

Ћ Una massagem mucho, mucho –

esparció más un poco del óleo descendiendo por

mis hombros y brazos. – Mucho, gostosa – lambuzou

las manos, haciendo una leve presión. – Usted sólo

necesita relajar y olvidar los problemas.

Esparció un poco más el producto. Sus dedões presionando

y haciendo movimientos circules, explorando, como él

había prometido. Cogía mi mano, circulando sus dedos.


Estos repitieron el proceso subiendo por el brazo,

apretando y tardándose siempre que hallaba necesario.

Para mí, cada paso sólo aumentaba la ansiedad y

repercutía en mi vientre. El mismo fue hecho en el otro

brazo.

356

No poder enxergar lo que él hacía dejaba todos los otros

sentidos más sensibles. Robert embebia la mano con el

óleo y lo esparcía en mí. Calentaba un poco, tenía un olor

óptimo y cada punto en que me tocaba hacía con que mi

cuerpo lo deseara con más intensidad.


Sentí sus dedos corriendo mis hombros, sus manos

cerrándose en uno aprieto delicioso. Él podía

poseerme en aquel momento, pues yo ya estaba lista.

No necesitaba mirarlo para saber que lo aprieto de sus

manos en mi cuerpo era una forma de extravasar su

deseo, pues mi mente registraba el toque de la misma

forma como entendía una almacenada en mi íntimo.

Contemplando el silencio y sólo permitiéndome todas las

sensaciones de sus manos deslizando en mi piel, sentí su

toque corriendo pela lateral de mi tronco, evitando mis senos.

Percibí el momento en que él descendió un poco el cuerpo,

revelando mi nudez con más exactitud. Tengo certeza de

que corei. Sus manos acariciaron mi barriga. Sonríe. Todo

bien que él no sabía de mi embarazo. Aún así, sentir

sus manos donde nuestro hijo estaba creaba una

conexión imposible de ser descrita. Era algo que me

completaba, me definía, me dejaba feliz sin medidas.

Cuántas veces más él tendría la oportunidad de

acariciar mi barriga? Cuando finalmente tendríamos la

oportunidad de hacer de aquello un momento donde la

verdad prevalecería?
No tuve tiempo para pensar. Sus manos avanzaron con

propiedad, alcanzando los senos y cogiéndolos por

completo. El óleo calentaba más o era mi piel fervente?

No sabía definir. Él presionó, cerrando las manos y

abriendo, massageando, envolviéndome. Percibí que sus

quadris también se movían, interpretando la acción de

poseerme. Sus manos avanzaban y él también.

Invirtiendo.

Y entonces su cuerpo paró. La massagem quedó un poco

más débil mientras todo en mí estaba un turbilhão de

emociones. Él prendió cada


pico entre dos dedos y los suspendió. Dolió un poco, a fin de

cuentas aquella era una parte sensible y que aumentaba

mucho durante la gestação, pero debo confesar que fue

muy bueno. No. Fue absurdamente bueno. Delicioso al

punto de me contorcer de placer y gemir sin pudor. Robert

descendió lo tuerzo juntándose a mi cuerpo. Él se movió

como una serpiente, como todo en él pudiera me massagear,

y se espremeu en mí, roçando mi piel y apretándome en las

laterales. Mi respiración quedó más acelerada. Quiso abrir

las piernas y recibirlo, pero fui impedida. Él sólo me probaba

y enlouquecia.

Levantando el cuerpo juntó las dos manos en mi

vientre y entonces las resbaló en caminos contrarios.

Una subió y se apossou de mi seno y 357

la otra... Ah, a otra se cerró en concha en mi sexo

iniciando el mismo proceso de la massagem. Yo

podía sentir las dos manos trabajando en conjunto,

apretando a la vez y aliviando, avanzando y

reculando. Sin contenerme moví los quadris en sus

manos, dejando que sus dedos me tocaran con más

gana. Y fue lo que él hizo.


Robert se tardó alisando mi sexo, massageando con

movimientos giratorios la carne ya ansiosa, los labios y el

pequeño punto de placer. Yo gemía, pero ni sobre eso yo

tenía control. Mis senos en su mano eran trabajados de

manera enlouquecedora, mientras allá debajo él se

divertía quitando mi sanidad mental.

Como yo ya debería imaginar, lo que era bueno debería acabar


inmediatamente.

Aquella massagem tenía un objetivo que con certeza no era hacerme gozar
en sus dedos. Por eso él umedeceu más una vez las manos

y descendió por mis piernas, cumpliendo su misión hasta

llegar a mis pies. Este es el punto. Cuando yo podría

imaginar que un pie podría me

dar tanto placer? Pero fue lo que aconteció. Robert,

como no podía dejar de ser, conocía los lugares

correctos para apretar, los pertinentes para sólo

alisar y los que merecían la ayuda de sus labios, y

porra! Aquello era aún de hacer perder el control.

Mientras él mordiscava mis dedos, su mano

descendía por mi panturrilha, presionando de una

manera tan interesante que yo me sentía estimulada

directamente en mi sexo. Era delicioso, excitante y

absurdamente luxurioso. Yo necesitaba de él, no

quería más esperar, ni tener paciencia, ni nada que

no fuera conectado a Robert Carter dentro de mí.

- Vuélquese.

El quê? No. Yo no quería más massagem. Aquello era

una tortura. Quién dijo que iniciar un acto sexual con

una massagem de cuerpo entero era maravilloso no

conocía la palabra “ansiedad”. Porra, lo que yo podía


hacer? Decir no y batir pie firme de que era la hora de

transarmos de verdad? Claro que yo nunca haría eso,

hasta porque mi rostro volcaría una beterraba y yo no

soportaría la carinha de victoria que él haría con toda

certeza. Por eso obedecí.

Con poco espacio entre sus piernas, giré el cuerpo y acosté,

manteniendo los brazos estirados al lado. Inmediatamente

sentí él moverse. Su miembro rígido se posicionó

exactamente en medio de mi bunda y allá él quedó, roçando

a los pocos, insinuando lo que haría, pero


sólo acompañando sus manos que inundaban mi espalda y hombros.

Él inició la massagem, manteniendo su miembro allá, en aquel aviso

358

angustiante y a la vez gostoso. Su peso estaba todo

en sus piernas, por eso sus manos podían trabajar

libremente, sin hacer una presión innecesaria a la vez

que su sexo ora invertía con más propiedad, roçando

mi bunda y abriendo pasaje, ora con leveza, sólo una

carícia.

Sus dedos alcanzaban cada punto de mi cuerpo necesario

para mantenerme firme en aquel deseo. Mis hombros

rápidamente relajaron, mis brazos fueron explorados, la

piel quedó aún más calentada y mi sexo más latejante.

Era posible estar tan despierta por tanto tiempo? Ni por un

segundo yo me desvié de aquel deseo.

Ћ Mantenga las piernas

cerradas – su voz sussurrante llenó mi mente

robando mi atención.

No tuve tiempo de procesar su pedido. Sólo percibí que

él se agachó, una mano estaba en mi espalda

manteniéndome firme en la posición y la otra estaba en


algún lugar que no era mi cuerpo. Podría ser lo de él?

Porra yo podía llevar horas fantasiando con Robert

acariciando el propio cuerpo. Pero ni eso yo conseguí

hacer. Mi amante avanzó un poco, cautelosamente,

pero el suficiente para hacerme gemir sin recelo del que

yo hacía.

Mis paredes húmedas reconocieron de inmediato aquel

cuerpo que avanzaba despacio. Con las piernas cerradas y en

aquella posición, ser penetrada era algo que realmente

podría ser sentido de todos los ángulos.


Oí su gemido y mi cuerpo entero correspondió. Puta

merda! Lo que era Robert sintiendo placer?

Él avanzó un poco más hasta que estuviera firme y

seguro, entonces sentí mi carne siendo aún más

explorada, en el exacto momento en que él levantó,

apoyando el peso más una vez en las piernas. No era

cómo estar sentado, así yo creía, pero creo que él

estaba inclinado de manera a conseguir me

massagear y penetrar a la vez. Puta merda!

Robert se enfiou en mí hasta su límite, o el mío, y yo pude

percibir lo cuánto aquello todo era complicado. Yo sentía mi cuerpo

envolviendo su miembro en un abrazo apretado. Todas las mías

terminaciones nerviosas podían sentir. Con un gemido cargado de la más

pura luxuria, él comenzó a salir. Sus manos avanzaron en mi espalda

con los mismos movimientos de massagem utilizados durante todo aquel

proceso. Como él conseguía concentrarse en dos cosas tan diferentes?

Él salga y entraba, falda y entraba otra vez, sin interrumpir a

massagem en mi espalda, hombros y brazos. No eran almacenadas fuertes,

era más o menos como chupar un picolé, era necesario colocar para

359
dentro lentamente, sintiendo el hielo, el sabor, la

textura, el placer de la lengua tocando el producto, y

después quitar de la boca, chupando para retener el

mejor del que él podría ofertarte.

Ok! Fue una comparación un tanto cuánto vulgar, pero

lo que yo podría decir? Robert actuaba de aquella

forma, como si su miembro fuera lo más puro fruto y

mi sexo la boca exacta para devorarlo.


Las entradas y salidas continuaron, siguiendo el mismo

ritmo de las manos. Yo quería rebolar, avanzar, forzarlo

a penetrarme sin recelo, pero sus piernas me impedían

de actuar, así como sus manos que se mantenían firme

en mi espalda. Robert gemía libremente. No era un

gemido cualquiera, era una canción, la forma que su

cuerpo encontró para describir las maravillas que él

sentía al poseerme en aquella manera. Eran gemidos

que salían de su íntimo por la sensación deliciosa por

estar dentro de mí, invadiéndome conforme deseaba,

que hacían con que aquel deseo se proyectara para

fuera y se expresaran en forma de gemidos. Era

delicioso.

Sentí una mano a mi lado, apoyada en el colchón, mientras la otra

descendió hasta mis quadris, cogiéndome por un

tiempo para que él pudiera aumentar su ritmo. Fue

aún más gostoso. Yo podía lo sentís completamente,

todo y sin límites dentro de mí. Si yo pudiera asistir

aquella escena podría colocarla en el rol de las que,

ciertamente, serían capaces de excitarme sólo en ver.


Lo que mi mente proyectaba era Robert con

movimientos precisos de quadris, un rebolado

delicioso, haciendo de mí lo que le de ese gana

mientras abusaba de mí, la cabeza levemente jugada

para tras, los ojos cerrados, la boca entreaberta y el

placer latejando por todo su cuerpo. Puta merda, como

yo quería aquello!

Yo pensaba que aquel sería nuestro límite. El auge de la relación, pues

mi cuerpo ya demostraba señales de que estaba prestes a se

saciar, sin embargo cómo yo dijo antes: Robert Carter

conseguía sorprenderme cada suspiro. Fue cuando él levantó

aún más, hundiéndose de una manera


inacreditável en mí, sin dejar de almacenar y sin perder el ritmo.

Yo podía jurar que su columna estaba casi ereta, por la forma que

sentía su miembro invadirme. Mi sexo ya estaba casi

dormente, aquella sensación gostosa que indica el

placer consumiendo cada célula y que anticipa el

momento final, pero él volvió a me massagear, en la

bunda, aumentando y disminuyendo el ritmo, hasta que

necesitó apoyarse otra vez, pero la otra mano avanzó y

sin pedir permiso me tocó de aquella manera tan íntima.

Ћ O

h,

Dios!

360

No daba para controlar. Lo que hacía con que las

mujeres creyeran que aquel local era prohibido? Por qué

yo pensaba así antes de permitir que él me mostrara

otro camino? Porra, aquello era tan estimulante y

excitante que yo podía partirme en millones de pedazos

y nunca más conseguir volver. Robert sabía de eso.

Sabía que podría tocarme, experimentar, probarme de

aquella forma mientras se hundía en mi sexo con gana.


Ћ Yo quiero estar aquí, Melissa. Yo voy a estar –
gruñió insinuando lo

dedo en una penetración corta. La forma como él habló, la

manera como dejó que su dedo adentrasse un poco aquella

región, hizo mi cuerpo entender quién mandaba allí y... Puta

merda! Yo quería sólo obedecer. Mi intención fue abrir la

boca y decir en alto y buen tono que sabía

que pertenecía a él y como tal, mi cuerpo estaba su

disposición, sin embargo el único sonido que salió de mis

labios fue el gemido más sensual que ya fui capaz de emitir. Él

adoró y proyectó un poco más el dedo al mismo


tiempo que almacenaba con más gana.

Abaixando el cuerpo, pairando sobre mi espalda, el dedo aún

penetrándome así como su sexo insaciável, la otra mano se

cerró en mis cabellos estirándolo para mejor darle acceso a mi

cuello. Sentí sus labios cerrándose en mi oreja y su lengua

explorándome.

Ћ Puta que pariu! Usted es muy

gostosa! Esa su bundinha es una delicia, Melissa.

Yo quiero que usted goce así. Tengo certeza que

usted puede.

Y entonces él disminuyó las almacenadas en mi sexo y aumentó las


que

hacía con el dedo. Yo grité. Habían dos agravantes en aquella

situación. El primero era que yo estaba adorando. Mi excitación

ya pasaba del estado de inundación y cada vez más yo me

convencía de que estaba lista para aquello. Yo me gustaba.

Realmente me gustaba, tengo que confesar. El segundo era

que él quería que fuera así y para mí bastaba sólo una orden.

No era secreto que mi cuerpo correspondía a él y sólo a aquel

hombre, entonces gozar conforme él ordenaba no era un

trabajo árduo.
Por eso yo me entregué al orgasmo. No me importaba la forma

como él me estimulaba, donde yo sentía el placer, el

hecho era que yo gocé e hice eso de una manera deliciosa,

gimiendo y permitiendo que mi cuerpo aprovechara lo que

Robert me proporcionaba. Con la mano aún cerrada en

mis cabellos, su sexo rígido avanzando lentamente y

saliendo de la misma forma, su dedo estimulándome sin

embargo disminuyendo el ritmo, yo pensé que mi cuerpo

no se recuperaría.

Ledo engaño.

Robert no paró un sólo segundo. Sólo su dedo me abandonó.


361

Bueno... Abandonó aquella parte tan sensible y delicada.

Claro que no sería sólo aquello, si es que podemos llamar de

“sólo aquello” el orgasmo que yo tuve, pero Robert Carter

era siempre más. Por eso no quedé sorprendida cuando, aún

ofegante, sentí su mano soltar mi cabello y se espremer

entre mis piernas, alcanzando aquel otro pontinho, lo que yo

ya conocía muy bien y que siempre agradecía por ser

acordado.

Gemí sintiendo el cuerpo protestar. Tras una massagem tan

gostosa, un orgasmo sorprendente, volver a

corresponder era algo que no debería ser considerado

natural. Sí, si no estuviéramos hablando de mi amante.

Siempre es válido resaltar lo cuánto mi cuerpo le

obedecía y si él quería continuar manteniéndome en el

clima, era así que yo quedaría. - Ahora así, gostosa!

Robert se enfiou en mí con fuerza. Mis paredes aún

estaban sensibles, pero, de una forma que no sé explicar,

parecía que no hubo saciedad en aquella parte de mi

cuerpo, como si el primero orgasmo perteneciera a un

sector y en aquel momento yo daría lo que el otro


necesitaba. Y así sus dedos iniciaron las carícias,

moviéndose con más habilidad, allí era una área conocida,

que daba a Robert la seguridad para actuar

confortablemente.

Su sexo me invadía, más hondo y fuerte, más rápido y

poderoso, forzando mi cuerpo contra el colchón, pero debido a

este detalle, apretando y frotando aún más mi clitóris. Su

peitoral tocó en mi espalda, tuve ganas de gritar de placer, su

cuerpo roçava mi bunda cada vez más, debido a los

movimientos precisos. Sus gemidos prácticamente en mío


oído, la privación de la visión, el afloramento de la audición, del tato y del
olfato.

Porra, yo era totalmente sentidos!

Él aumentó la velocidad, me instigando a acompañarlo,

presionando con más fuerza, usando de toda su capacidad.

Robert avanzó más hondo y se espremeu, cogiendo la

respiración y dejándome oiga lo cuánto luchaba para

controlarse, pero ni necesitaba. Yo ya estaba allá, lista para él,

deliciada por las embestidas profundas que abrían pasaje en

mi carne apretada, y por los dedos sabios, mágicos, que

jugueteaban con mis terminaciones nerviosas. Estaba allá,

prontinha para resbalar en nuestro abismo, para gemir su

nombre en veneración y gozar deliciosamente mientras sentía

su deseo caliente derramarse en mí.

Ћ Porra, Melissa! Yo voy... Hum! Vamos allá...

Ћ Robert! Rober... Ro... Oh, mi Dios!

Yo ya lo sentía derramándose en mi sexo. Podía lo oís,

percibía en cada pulsación de su miembro dentro de

mí y entonces exploté me espremendo en su dedo,

forzando el contacto, agarrándome al lençol como 362


si dependiera de él para no ser tragada por el mundo

a la parte que era el orgasmo. Robert gemía,

frotándose lentamente y aprovechando cada gotícula

de placer que le era proporcionado.

Nuestras respiraciones estaban aceleradas. Él aún estaba

dentro de mí, pero su mano estaba al lado de mi cuerpo,

evitando que su peso cayera sobre mí. Él beijou mi nuca,

descendió por el cuello, distribuyó diversos por mi columna,

hasta que salió de dentro de mí y se jugó a mi lado.

Arranqué la máscara. No necesité adaptarme a


claridad, esta era mínima. Robert me estiró para sí,

beijou mi rostro, mis labios, mi cuello. Acarició mis

senos, jugueteó entre mis piernas, pero acabó por

ahí.

Ћ Hora de dormir – beijou la

punta de mi nariz mientras me estiraba para

retirar la toalla de bajo de nuestro cuerpo.

Ћ Eso es cosa de pareja que no

tiene sobre lo que conversar – él rió y me giró para

que quedáramos de la forma correcta en la cama.

Ћ Eso es cosa de pareja que necesita levantar


pronto para trabajar –

estiró los lençóis de una sólo vez, deshizo el más fino y estiró para cubrirme.

Ћ Del que adelanta enamorar con

un magnate si él siempre tiene que preocuparse con

horario? Si trabajar es más importante del que

transar con su novia?

Ћ Yo transei con usted – acostó a mi lado y estiró el


lençol para sí.

– Y fue una promesa de días fantásticos – me

estiró pegando nuestros cuerpos.


- Días fantásticos?

- Ah sí! – su mano descendió por mi bunda

insinuando lo que él decía.

- Robert!

- El quê? – él rió de mi reacción. – No sea una falsa

puritana, Melissa! Usted está tan doidinha para dejar que

yo juguetee con esta bunda deliciosa de una manera

más... – hizo una pausa proposital. – Realista – pasó la

mano por cima de mí y borró las luces.

- No estoy no! – mi rostro calentó tanto que agradecí por

estar en el oscuro. Por qué aquello me incomodaba? No

fue gostoso?
Ћ No? – provocó mordiendo mi

cuello. – No fue lo que yo vi! – y rió de una

manera muy cínica.

Ћ Voy a comenzar a volver a ver mis concesiones,


Sr. Carter.

Ћ Eso no me parece nada

justo, Srta. Simon. No es muy louvável quitar el

dulce de la boca de un niño.

Ћ Usted ya es bastante

crescidinho – él se acomodó a mi lado y

suspiró.

363

Ћ Lo que es mío es mío, Melissa. No tiene cómo


evitar el inevitable!

Ћ Vamos a acabar con esta conversación?

Ћ Fue usted quien dijo que las

parejas necesitan conversar tras el sexo – su

voz sonolenta parecía bastante divertida.

Robert estaba adorando aquella conversación.

Ћ Sobre otros asuntos.


Ћ Disculpe, amor! Tras sexo yo

sólo consigo pensar en sexo, o en las promesas del

sexo – rió cuando yo me moví incomodada.

Ћ Vamos a dormir! – hablé mejor acomodándome.

Ћ Vamos.

364

CAPÍTULO 36

Visitar la fábrica de Tailandia no exigía mucho de mí, por lo menos

en el que podría hablar de indumentárias. Yo sólo necesitaría

ser discreta, por eso escogí una calza de linho, negra, cintura

alta, una camisa blanca, sin manga, con algunos detalles en

renta y un blazer también negro con un corte moderno.

Maquiagem leve y cabellos prendidos en un coque que me


dejaba con cara de ejecutiva.

Robert ya estaba pronto y lindo como siempre. Optó

por un conjunto de tierno en el tono grafite y una

gravata bien clarinha. La camisa blanca completaba

su patrón, y yo me gustaba eso. El cabello estaba

perfectamente arrumado, la barba hecha, el cuerpo

perfecto... Nodos no habíamos transado por la

mañana. Droga!

Definitivamente yo no era una persona normal. Por qué

pensaba que deberíamos transar todas las mañanas? Y

por cuál motivo transaríamos si un día antes tuvimos una

bella ronda de sexo? No era suficiente? No. Bastaba mirar

para Robert para que mi cuerpo lo reivindicara.

Ћ Náusea otra vez? – sus ojos estaban más

atentos. Merda! Él podría fácilmente llegar la respuesta, era

sólo prestar atención a los detalles.

Ћ No! – desvié el mirar. Era pésimo

mentir. – Perdí la noción cuando estaba escovando los

dientes y enfiei la escova lejos demasiado, causando el

ansia de vômito – miré para Robert intentando ser


convincente, él estrechó los ojos, pero prefirió no decir

nada. – Vamos a tomar café?

Pasé por Robert sin dar atención su desconfianza. Yo apenas

acordaba el camino de vuelta a la sala, pero seguí enfrente

deseando quedar libre de aquella conversación. Él me siguió

sin nada decir. El desayuno no era nada cultural. No sé decir

si eso me alegró o me desanimou. Los descubrimientos en

Grecia fueron óptimas, pero era bueno la familiaridade de

las torradas, huevos meneados, café negro, frutas frescas...

estaba hambrienta.

Ћ Con hambre? – oh, droga! Yo necesitaba de sólo


más algunos días,

sólo eso. Será que era muy pedir que Robert continuara en

la ignorancia hasta que las informaciones del Adam

estuvieran en nuestras manos?


- Sr. Carter, ayer yo tuve un día desgastante y una madrugada que

me consumió, entonces, sí! Estoy sólo recuperando

el mínimo de energía que necesito para aguantar la

nueva sesión – más una vez él estrechó los ojos,

uniendo las cejas.

Ћ Una sesión llena de

novedades? – y aquella sonrisa fodidamente

365

sexy estaba allá.

Merda! Nodos no transamos en aquella mañana. Mordí los labios.

Ћ Usted está muy sediento por novedades, Robert.

Ћ Y usted no?

Ћ No! – desvié el mirar y

mordí mi torrada oyendo su risinho cínico.

Ћ No me instigue, Melissa. Mientras más intenta


detenerme más gana

yo tengo que ir a fondo, si es que me entiende –

ergueu una ceja. Corei inmediatamente.

Ћ Contra mi gana? – su sonrisa se

amplió. Oh, droga! Yo sabía lo que él estaba


dejando claro en los interlineados. No sería contra

mi gana y él tenía este conocimiento.

Ћ buen día! – Dean entró llevando Carol por la mano,


sin darse cuenta

del clima que hube acabado de quebrar. – Yo estoy

hambriento – Robert aún me encaraba, una sonrisa

burlada en sus labios y uno brillo todo especial en suyas

iris cinzentas. - Yo necesito acompañarte?

Ћ Hum! Creo que no –

respondí a mi amigo aún sin conseguir

controlarme.

Ћ Belleza!
- Cuánta animación! – Carol también estaba más relajada. Por el visto

la noche de ellos también fue muy buena. – Acuerde

que estamos aquí a trabajo – y sonrió para el novio de

manera confidente.

Ћ Pues es. ES bueno estar

atento la Tanya y la Adam – Robert volvió su

atención la comida en su prato.

Ћ Puede dejar. Da para hacer

todo de ojo en el monitor – ok! Con esa yo

realmente corei y casi engasguei. Lo que Dean

estaba haciendo insinuando cosas tan íntimas?

Terminamos el café y nos preparamos para el teatro que

necesitaríamos contracenar. Necesitaríamos fingir indiferencia,

a fin de cuentas, para Tanya, yo buscava venganza e

intentaba destruir Robert, mientras este, estaba herido de

amor y por eso intentaba me magoar con la presencia de su

amante.

Fui hasta el cuarto para buscar las cosas que yo

necesitaba, como mi ordenador y celular, por ejemplo y

Robert me siguió sin nada decir. Él estaba extraño. No un

extraño como se algo de ruim estuviera aconteciendo,


pero un extraño del tipo “Estoy pensando en algo muy

indecoroso para hacer con usted Melissa Simon” . Confieso

que mi cuerpo quedó caliente. Por qué aún no transamos

en aquella mañana?

Ћ Sólo preciso de un minuto... – así que pasé por la


puerta e intenté

iniciar una conversación él me estiró con fuerza contra

la pared. Sus manos ya estaban en mí, explorando de

aquella forma única. Mi sangre borbulhou. 366

– Robert, no tenemos tiempo – pero lo que mi

cuerpo decía era “dane-si el tiempo y haga lo que

bien entender de mí”. Por qué mi lado profesional

siempre intentaba ser más fuerte?


Ћ Yo sé – sus labios ya estaban en

mi cuello y su mano descendía abriendo mía calza. –

Sólo necesito hacer una cosa – lo que él necesitaba

hacer entre mis piernas? Puta merda! Sus manos

forzaron un poco mía calza, sin realmente abaixá-la,

pero abriendo el zíper y buscando por espacio.

Ћ No haga eso, Robert! No... Oh,

Dios! – sus dedos calientes se almacenaron en mi sexo,

frotando los labios y friccionando el clitóris. Pensé que

mis piernas no soportarían. – Puta merda! Lo que... Ah!

Robert... – él gimió deliciado y entonces quitó la mano de

dentro de mi braga. Sentí el mundo girar más rápido y

parar de repente, sin ningún aviso. Lo que estaba

aconteciendo? – Lo que...

Ћ No podía salir sin una lembrancinha. Mi amuleto.


Va a servir

como estímulo para nuestra vuelta.

Aún ofegante encaré mi amante sin creer en el que él había

hecho. Que infierno! Y yo? Mi sexo pulsaba de una forma

tan absurda que yo no me reconocía. El deseo provocado

por la sorpresa y por el trabajo preciso de sus dedos me


haría tener un orgasmo en segundos, pero él paró. El hijo

de la puta paró. Que droga!

Ћ Usted sólo puede ser

loco! – comencé la arrumar mis ropas con sus

ojos calientes en mí.

Ћ Guarde todo este deseo para más tarde –

murmuró. La voz baja y cargada de tesão. Fue como un

choque eléctrico. Una promesa muy tentadora y que, con

certeza, me mantendría accede durante todo el día.

Ћ Más tarde será tarde demasiado, Sr. Carter! – dejé


mi genio ruim

dominarme. – Y yo voy a encontrar alivio antes aunque el señor consiga


alcanzarme otra vez.

Él sólo rió, colocando las manos en los bolsillos. Mi

atención fue robada por aquella mano, la misma que

me estimulaba un poco antes. Oh, merda! Era

aquello. Aquella mano me controlaría durante todo el

día, como una coleira, un controle.

Ћ Vamos? – salió de mi frente sin volver al

asunto o incluso provocarme. Y necesitaba? Yo ya estaba

más del que dominada.

Ћ Por qué usted es tan cretino? – él ergueu una


ceja,

posiblemente admirado con mi reacción, pero su

sonrisa torto jugueteó en sus labios quitando mis

fuerzas.

Ћ Yo soy?

Ћ ES sí! – encaré mi amante

totalmente dispuesta a resolver aquel 367

problema el más rápido posible. Él dio un paso en mi

dirección, las manos aún en los bolsillos.


Ћ Ok, yo soy – umedeceu los labios.

Merda! Yo lo deseaba de una manera insana. – Pero

podemos resolver eso con una apuesta.

Ћ Apuesta? Usted sólo puede estar de brincadeira!

Ћ ES coger o largar.

Ћ Diga luego – me moví ansiosa demás para


quedar parada.

Ћ Voy a darle la oportunidad de ser una cretina


también – bufei. Aquello

todo era demás para mí. – Si usted consiga se masturbar en

algún momento del día, obteniendo su alivio antes aunque yo

te alcance otra vez, palabras suyas – hizo una carinha sacana,

del tipo que me haría gozar sólo con una orden. – Podrá hacer

lo que quiera conmigo por un día – crucé los


brazos en el frente del pecho.

Ћ Eso es ridículo!

Ћ Si yo ganar... – dio más un paso

en mi dirección. – Si yo evite que usted consiga se

masturbar, ganancia el mismo derecho, con un

detalle: Voy a cumplir con la promesa – encaré mi

amante sin creer en aquello todo.

Ћ Como usted va a conseguir saber?

Yo puedo ir al cuarto de baño sin ser acompañada o

fiscalizada. Puedo no estar en el mismo ambiente que

usted... – él quitó la mano de la calza. Aquella mano.

Puta merda! Llevó la boca y lamió el dedo.

Ћ Yo conozco el suyo me gusta – Puta que pariu!


Llevó otro dedo,

pasándolo discretamente por la nariz. – Conozco su

olor – Puta merda un millón de veces! – Y usted va a

necesitar probarme.

***

Evité conversar con Robert durante todo el recorrido hasta

la fábrica. Si el objetivo era demostrar que nos odiábamos,

salió bien. No fue posible contener la irritación que yo


sentía. Empeoraba y muy todas las veces que él movía

aquella mano. La maldita mano! Parecía que él hacía de

propósito, gesticulando mientras hablaba al teléfono con

el personal de otra unidad o cuando acertaba algún detalle

con Abby, que no entendía mi irritación. Yo enlouqueceria

hasta el final del día. Peor, volcaría una llama viva

corriendo por los pasillos de la fábrica. Era un infierno!

Paul permanecía callado. Él no fuera tomar el desayuno

con nosotros. Estaba extraño desde cuando supo lo que

planeábamos, pero correspondía a Robert siempre que era

solicitado en algún asunto, lo que


no ocurrió muchas veces. Él sólo confería su celular

y trataba de 368

algunos asuntos por la internet.

La llegada a la fábrica aconteció como siempre acontecía. Mi

jefe era tratado como un rey, el señor de la autoridad. Quién

no lo temía el idolatrava. Era extraño y embarazoso. Él

apretaba la mano de todo el mundo manteniendo la otra, a

que más me interesaba, en el bolsillo. Por lo menos eso. Yo

quedaría muy peor se tuviera que imaginar que un poco de

mí pasaba de mano en mano. Ok, fue forzado, pero era

básicamente eso.

El primer paso fue conversar con el director y responsable pela

producción que que identificamos contener el error.

Gracias a Dios el traductor no fue necesario. Fue un

poco tenso, principalmente porque Robert me gustaba

intimidar las personas, aún sabiendo que el desgraciado,

visiblemente nervioso, no tenía cómo saber que las

plantas habían sido intercambiadas. Pero mi amante

estaba implacable, sin perdonar nadie. Para empeorar

mi situación, aquella apuesta se hizo un medio de

supervivencia, entonces yo necesitaba vencerla.


Claro que todo lo que aconteció en la noche pasada, y en diversos

otros momentos, fue maravilloso. Yo me gustó. Me

gustó verdad. Era... Excitante saber que él

conseguía avanzar sobre algo tan prohibido, por lo

menos para mí, pero de ahí permitir que algo más...

Profundo, aconteciera era exigir mucho de mí.

Todo bien, tengo que admitir que se él consiguiera aún

colocar las manos en mí yo cambiaría de opinión en dos

tiempos, pero era una cuestión de honra resistir. Y ganar

aquella apuesta. Lo que yo haría con


Robert? Eran tantas posibilidades.

- Melissa? – su voz me despertó del transe. Mi rostro quedó

rojo. Nadie podía leer mis pensamientos, aún así yo me sentí

avergonzada por ellos. Miré Robert y me arrepentí. Aquella

sonrisa torto hijo de la puta me provocaba. – Vamos para la

línea de producción? Miré alrededor y todos ya estaban de pie,

menos yo, que estaba

pensando obscenidades que me gustaría hacer con

mi jefe. Droga, yo necesitaba vencer aquel desafío.

Miré alrededor buscando cualquier lugar que me de

ese un poco de intimidade.

Ћ Van en el frente, yo necesito ir al

cuarto de baño - di bandera. Su sonrisa aumentó. Lo

que él pretendía? Prohibirme de usar el cuarto de

baño? Tenga santa paciencia.

Ћ La señora puede usar lo de aquí de la dirección –


el hombre pequeño, lo

director de la fábrica, flaco demás, rostro redondo

con ojos estirados y sonrisa fácil, habló con un

acento muy cargado. Como es aún el nombre de él?


Suchart? Era eso? Bueno, él me ofertó el cuarto de

baño de aquella sala. Robert sonrió ampliamente.

369

- Nodos podemos aguardar – el hijo de la puta no pretendía perder y yo

no podía hacer aquello sabiendo que todos

aguardaban por mí del lado de fuera.

- Todo bien, yo sólo iba retocar la maquiagem y conectar para mi


marido.

Puedo hacer eso más tarde – levanté sintiendo mucha rabia de

aquella sonrisa. Pasé por Paul que me lanzó un mirar extraño,

sin embargo un tanto cuánto divertido. Nunca fuimos grandes

amigos, hube podido, yo era amante del


marido de la hermana de él, que aún siendo una bruja aún

era su única hermana, por lo menos la única que él tenía

conocimiento. No pude evitar mirar para Abby que nada

percibía, o fingía no percibir.

Caminamos por la fábrica, verificamos los productos que

contenían error, conversamos sobre la forma más barata y

eficiente para rehacer las máquinas, conversamos con

algunos obreros. Paul era el más interesado. Él tenía las

preguntas exactas, describía para Robert el verdadero motivo

de su interés y demostraba bastante familiaridade con los

productos. La visita tardó muy más del que yo esperaba y en

ninguno

momento encontré una forma de vencer aquella

apuesta. Verificamos todo el proceso y finalmente

fuimos almorzar en un restaurante que ya contenía

reservas para nuestro grupo y que no quedaba muy

lejos de donde estábamos.

El local sofisticado parecía excelente. Existía un mixto de

cultura y parecía ser preparado no sólo para atender el paladar

de su pueblo, pero también para agradar pueblos de culturas

diferentes. Agradecí mentalmente a... Como era aún el nombre


de él? Yo estaba con la mente pésima para guardar nombres

extraños. Creo que era Suchart, pero podía jurar que estaba

engañada. Bueno, agradecí a nuestro director por haber

escogido aquel lugar sin dar preferencia a hacernos conocer un

poco más de su culinária. Pero el olor estaba increíble. Sentí mi

boca aguar y mi estómago

dar señal de vida. Lo que era aquello? Deseo? Sonríe al pensar

en la superstición boba que decía que cuando un deseo de una

embarazada no era atendido el niño salía con la cara del que la

madre tanto deseó. Si eso fuera verdad que cara mi hijo

tendría? A de un cafajeste sedutor, pues su madre nunca


deseó tanto sexo como cuando durante el embarazo.

- Tiene hambre? Esta sonrisa todo es sólo porque vamos a comer? –

sonríe aún más para mi amante sintiendo gana de

gargalhar de mis pensamientos. Y si yo tuviera ganas

de comer alguna cosa específica de Tailandia y no

consiguiera, mi hijo saldría con ojos estirados. No dio

para coger la risa. – Cuánta alegría, Srta. Simon – él

sussurrou al pasar por mí.

Ћ Soy una mujer

hambrienta, Sr. Carter – lo miré de una

manera 370

depravada, aprovechando que estábamos alejados de

los demás, o poco observados. Robert paró

sorprendido, estrechó los ojos y entortou la boca en

un proyecto de sonrisa.

Ћ Y yo un hombre ansioso, Melissa.

Puta merda! Sentí que aquella gana que antes estaba concentrada
en un único lugar se alastrar por mi vientre. Yo necesitaba

vencer aquella disputa o entonces Robert no me ahorraría y

haría de mí su bonequinha de lujo. Inmediatamente me

imaginé presa por los brazos y piernas mientras él abusaba

de mi cuerpo de formas indecorosas. Corei.

Ћ Melissa? Usted está

bien? – Abby se aproximó con un mirar

extraño.

Ћ Estoy. Yo sólo... tengo hambre –

sonríe sabiendo que mis ojos dejaban claro lo que yo

sentía en aquel momento. Ellos brillaban y mi faz estaba

roja lo que sólo podía significar una cosa: tesão.

Ћ Entonces vamos! Usted está extraña, aérea – pero


ella sonrió confidente.

– Necesita concentrarse.

Ћ Ok! – respiré fondo

observando que todos ya caminaban en

dirección a la mesa. – Usted tiene razón.

Ћ Miel? – Abby me cogió cuando yo intenté

juntarme al grupo. – No deje que él sepa antes de conseguir el

encuentro con Adam – sussurrou en mi oído. – Robert no es


ningún niño. Él va a percibir y va a estropear todo. Yo

preciso... – si contuvo tardando un poco para ajustar los

pensamientos. – Nodos necesitamos que Adam sea cojo!

No entendí el motivo de aquel deseo referente al que

acontecería la Adam, a fin de cuentas, Abby siempre

demostró estar envuelta, aunque en el fondo yo supiera

que ella concordaba con todo el plan, y eso incluía

entregar Adam Simpson a policía, sin embargo la forma

como ella me habló hizo con que mi mente entendiera

como un llamamiento desesperado. Lo que estaba

aconteciendo que yo no sabía?

Caminamos en silencio hasta la mesa donde lo... El director, desistí de


intentar acordar de su nombre, de la fábrica hacía un

discurso sobre la culinária tailandesa. Robert sonreía y

confraternizava con los otros hombres, todos ocupantes

de cargos importantes en la filial de la empresa, que por

señal, visitaríamos por la tarde. Paul sentó a mi lado,

también prestando atención al hombre y saboreando

una bebida servida inmediatamente enseguida. Rechacé

el vaso al percibir que contenía alcohol, aún sabiendo

que sería sólo un aperitivo.

- Nuestras comidas son divididas en pequeño almuerzo, que es el


similar

al desayuno de vosotros, pero el nuestro es compuesto por

una variedad de comida para que el cuerpo tenga energía

suficiente para iniciar el día.

371

Básicamente tenemos: arroz de pollo, gambás con ajo,

huevos, cerdo pepinos en vinagre – él hablaba y sonreía,

como si realmente fuera algo admirable tanta comida en

un horario tan poco pertinente, sin hablar en el gambá.

Quién en sã conciencia podría comer aquello?


Ћ Nuestro desayuno fue un poco

más normal, podemos así decir – Robert jugueteó. –

Creo que prefiero frutas, huevos y panes sin dispensar

una buena taza de café – todos rieron. Solamente un

hombre como Robert Carter podría deshacer de la

cultura de ellos sin ser encarado como un

desrespeitoso.

Ћ El almuerzo siempre es más leve – el director


continuó hablando

ganando la atención de mi amante. – Como comenzamos el

día con una alimentación más reforzada no hay necesidad de

tanto alimento, entonces optamos por arroz frío, sanduíches,

legumbres – hizo un gesto libre con las manos. – Cosas más

leves. La comida principal es la cena – sonríe. La cena


era el enemigo de las mujeres que deseaban perder

peso, como asociar la comida principal? El mundo

oriental era aún diferente del occidental. Agradecí por

la cena ser en el hotel y por este atender mis

necesidades occidentales.

- Quiero comprar una joia para Nicole – Paul sussurrou a mi lado,

si inclinando un poco y sin querer demostrar

intimidade. – Usted puede ayudarme? – nuestros mires

se encontraron y yo percibí lo cuánto él estaba

constrangido e inseguro. Sus manos, las dos, estaban

cogiendo el vaso como si él fuera su puerto seguro.

Ћ Claro! Usted ya tiene

alguna idea? – él negó con la cabeza,

encarando el vaso.

Ћ ES nuestro aniversario de

enamoro. Quiero alguna cosa especial – él

sonrió tímidamente.

Ћ Aniversario de enamoro? Legal! Cuando?

Ћ Mañana – él desvió los ojos y

bebió un poco de su bebida. Aún sintiendo la


estranheza en conversar con Paul yo sentí mi corazón

calentar.

Ћ ES mi aniversario! – sussurrei sin esconder el


ánimo.

Aquel era el día más especial del año, como decía mi madre. Lo

día en que yo podía todo, afirmaba mi padre, pero en

verdad, era el día en que yo me sentía especial y yo lo

amaba por eso. Paul me encaró por algunos instantes.

Quedó callado sólo mirándome, como se intentara

descubrir algo en mí. Corei.

Ћ Cuando yo volver para el hotel voy

a pedir la joalheria para enviar algunas sugerencias.

Llevo para usted ayudarme a escoger.


Ћ Combinado! – no sé el

porqué, pero conversar de aquella forma con

372

Paul estaba dejándome desconfortável. Él miró para el

lado y después me encaró.

Ћ Ella confía mucho en usted. Actúa como si


vosotros fuerais hermanas – hizo

una mueca y tomó un largo gole de su bebida. Sentí

un calafrio. Paul tenía un histórico ruim con bebidas.

Ћ Yo amo Nicole y ella es como

una hermana para mí. También confío en ella, y no

estoy diciendo eso para dejarle más seguro – él

sonrió y concordó con la cabeza.

De la misma forma como comenzó aquella conversación, terminó,


sin

más ni menos y de una hora para la otra. Preferí no

pasar muy tiempo pensando en el asunto.

Varios garçons llegaron llevando los pratos. El olor estaba óptimo,

pero no conseguí identificar lo que era. Cuando un garçom

colocó a mi frente dos vasilhames y dos pratos pequeños

conteniendo comidas yo llevé un buen tiempo intentando


entender del que se trataba. Era algo negro, tuve vergüenza

de encarar por mucho tiempo y acabar ofendiendo los demás

ocupantes de la mesa, pero miré discretamente para Robert

que estaba al lado del hombre que estaba de frente para mí. Él

me miró rápidamente y sonrió. Hijo de la madre! Era lindo

hasta cuando intentaba me sacanear.

En un pote de vajilla había una especie de sopa amarilla con unos

pedazos rojos que identifiqué como pimenta, tuve miedo,

confieso. En el otro prato una... Panqueca? Será? Y en otro

unas coisinhas rojas que acordaban calabresa, pero era más

fina. Había sólo garfos y


cucharas, nada de cuchillo. Volví a mirar para la comida

verificando si algo allí necesitaría de cuchillo. Eché en falta

también de los pratos. Como comeríamos? El más

interesante de todo era que toda la mesa, y digo toda

porque

en todos los pratos habían flores y frutas decoradas.

Era una mezcla de colores muy bonita y el aroma

estaba divino.

Así que todas las comidas fueron puestas, los tailandeses que

componían aquel grupo trataron de coger cada uno el

prato de su deseo y comenzar la degustá-lo. Miré para

Abby que dio de hombros y cogió el potinho con la

cosa negra y con la ayuda de una cuchara lo llevó la

boca. Hizo una cara engraçada y por fin aprobó el

paladar. Sonríe y escogí la misma cosa.

Aproveché el hecho de poder comer sin la vigilancia

constante de la buena educación occidental, sin

desmerecer la buena educación oriental, pero

destacando la diferencia inmensa entre ambas, observé

del que se trataba y cual fue mi sorpresa cuando

coloqué la cuchara y aproximé la comida de mi rostro?


Era arroz. Uno arroz negro con algunas coisinhas

pareciendo semillas. Coloqué una pequeña porción en

la boca y me sorprendí por el hecho 373

del me gusta no ser tan diferente.

Robert estaba con la sopa y parecía no hallar ruim lo que

comía. El hombre de su lado, el tal director que yo nunca

acordaba del nombre, conversaba animadamente sobre los

puntos turísticos, acompañado de los demás operarios de la

fábrica y mi amante parecía bastante interesado en el que él

hablaba. Coloqué lo arroz de lado sin saber se estaba siendo

errada al hacer eso, pero preferí experimentar la sopa

también. Bastó
sólo una cuchara para que yo sintiera mi garganta

coger fuego. Mi rostro quedó rojo, mis ojos repletos

de lágrimas y yo comencé la tossir sin parar,

sofocada por el calor de la pimenta exagerada

existente en la sopa. Aquello no era natural. Como

Robert conseguía ingerir el líquido sin incomodarse

con su ardor? Todos se preocuparon con mi situación,

inclusive Paul, que aún riendo consiguió colocar un

vaso con agua en mi mano, el cual bebí de una sólo

vez buscando por el alivio.

Ћ Vaya con tranquila – Paul

sussurrou a mi lado. – Pensé que había

investigado sobre la comida, que sabía que

aquí casi todo es muy revenido y apimentado.

Corei por la milésima vez aquel día. Era extraño encarar Paul y

asumir que mi cabeza andaba una locura. Hube Podido, era

mucha cosa para acordar. Yo necesita acordar que era casada

con Dean y que odiaba Robert, hacer Tanya creer que mi

objetivo era destruirlo, pero no podía olvidar que Dean era un

amigo que me ayudaba en aquella empreitada, que yo amaba

Robert y que generaba un hijo de él. Tampoco podía olvidar


que aún poseía las acciones, aún sabiendo que ellas

pertenecían realmente a mi amante y que a causa de eso su

esposa estaba intentando, y muchas veces consiguiendo,

alcanzar mi familia y quitar mi equilibrio. No daba para pensar

en tanta cosa y aún preocuparme con el tipo de comida que

sería servido durante nuestra estancia.

Cuando finalmente me sentí parcialmente recuperada, aún sintiendo

el ardor no sólo en mi garganta como en mi faz, tuve

vergüenza de mirar para los demás. Fue simplemente

embarazoso. Todos hablaban en


su lengua natal y yo oía sólo algunos “ella no tiene

costumbre” o “necesitamos de algo menos

apimentado” o incluso “falta de costumbre

occidental” y algunas risas de quienes se

vangloriava en conseguir comer aquello. Era demás.

Un garçom se aproximó de mí llevando más agua y colocó a

mi frente un prato de arroz, una especie de risoto,

con camarão. Con un acento cargado dijo:

Ћ Pad thai goong – y

sonrió de una manera muy simpática. 374

Retribuí la sonrisa, pero tuve miedo de comer otra vez.

El director... Droga, yo necesitaba saber su nombre.

Bueno, él me miró sonriendo e hizo un gesto con la

cabeza incentivándome a experimentar.

Ћ Arroz y camarão. Sin pimenta – informó


sonriendo.

Ћ La Sra. Bailey es muy corajosa, no va

a intimidarse por el sabor apimentado – Robert aún sonreía,

pero parpadeó para mí de una forma indecorosa. Gracias a

Dios yo ya estaba roja. – Puedo garantizar que ella no es

una mujer de rendirse tan fácil – Puta merda!


Aún temerosa tomé coraje, cogí la cuchara y coloqué un poco

del arroz en la boca. Mastiqué con recelo y acabé sonriendo

cuando vi que su sabor era divino. Nada de pimenta, como

había sido la promesa.

El restante del almuerzo transcurrió de manera natural. Yo

comí más del que debería y como no podía dejar de ser,

me sentí pésima por permitir que el embarazo meneara

tanto conmigo. Era bueno comenzar a cuidarme o me

transformaría en una ballena. Por este motivo dispensé la

sobremesa, aún recibiendo un mirar curioso de Robert. Era

mejor
así.

Nos despedimos en el restaurante. Necesitábamos seguir

para la filial, un piso exclusivo en un edificio comercial

donde todos los pasos realizados en nuestras empresas en

Tailandia eran gestionados. Allá nuestros dirigentes nos

aguardaban para más una reunión. En ningún momento

conseguí una brecha para conseguir cumplir con mi misión y

ganar aquella apuesta. Robert sentó a mi lado en el coche,

no me tocó, pero colocó

aquella mano, sí, yo aún acordaba de ella, sobre el

muslo, dejándola expuesta y entupindo mi mente de

imágenes que yo nunca podría decir en voz alta.

Jamás admitiría que la idea de perder aquella apuesta

y dejarlo hacer lo que tanto deseaba conmigo me

dejaba caliente. Y aquella mano estaba allá, llena de

promesas.

Él quitó el celular del bolsillo en el mismo instante en que

Abby y ambos tardaron algún tiempo con una cara extraña al

lean el mensaje. Hice el mismo, cogí mi celular y chequei lo

que había de tan errado. Nada. No había ningún mensaje


para mí. Que extraño! Así que yo tuviera oportunidad

buscaría saber del que se trataba.

Pero mis ojos se encontraron con los de Paul y él

estaba con una expresión extraña. Sólo entonces me

di cuenta de que él no sabía de los aparatos

intercambiados. No hacía idea del que acontecía allí.

Quedé triste. Yo sabía que el hermano de Tanya aún

era una incógnita. De hecho, él era realmente una

bomba reloj, lista para explotar y cuando eso

aconteciera nadie sabía para que lado él pendería. Era

una situación complicada y delicada.

375
Llegamos al edificio donde quedaba nuestra sede.

Era alto, como pocos por allá, por lo menos en

comparado a Chicago, al borde del río Chao Phraya,

como yo había investigado. Sí, yo investigué eso, a

fin de cuentas no estaba tan fuera de foco así. El

edificio no era el tipo de arquitetura de última

generación, pero una vez hice comparación a

Chicago y toda su arquitetura que tanto enorgullecía

sus ciudadanos, pero era alto, nuevo y organizado.

Dos personas, una mujer muy bonita, cabellos compridos

penteados para tras, negros y lisos, rostro oval, ojos

estirados, feições finas, un tipo exótico lindo de

admirarse, era flaca y alta y trajava una ropa ejecutiva

muy compuesta, y un hombre, también alto, rubio,

blanco, cabellos bien arrumados y una sonrisa

inmensa. Usaba un tierno muy bonito, azul-marino.

- Buena tarde, Sr. Carter – el hombre habló sin acento alguno, pero

juntó las palmas de las manos y se curvó ligeramente en

una saudação. Él era americano, con certeza. – Sr.

Hanson, señoras.
Ћ Buena tarde, Odell! – Robert lo saludó con
familiaridade.

Ћ Esta es la Srta. Ratree, a secretario del Sr.


Jittatad.

Ћ Sawatdee ka! – ella hizo

el mismo saludo de Odell y nos saludó con

una inmensa sonrisa en el rostro.

Ћ Sawatdee krap! – Robert

hizo la misma reverencia y habló sin que yo

entendiera del que se trataba.

– Yo soy Odell Ullmann, soy secretario de nuestro presidente, el Sr.

Thiele – habló directamente conmigo y con Abby que sonreímos en


respuesta.

Ћ Todo listo? – nuestro CEO no nos dio la oportunidad


de presentarnos.
Ћ Sí, todo listo. Ellos aguardan por el señor en la sala
de reuniones.

Ћ Óptimo!

Seguimos en conjunto para el inmenso ascensor. Robert

matinha suya pose imperativa de CEO incontestável,

soberano, dueño de sí. Yo amaba cuando él quedaba de

esta forma, tan señor de la autoridad! Mordí los labios

pensando en cómo sería delicioso si yo ganara aquella

apuesta. Inmediatamente sentí mi cuerpo corresponder a

mis sentimientos. Como yo conseguiría hacer aquello sin

llamar atención?

La puerta abrió para un espacio amplio, moderno,

organizado y movido. Una pared de vidrio fosco

separaba determinado ambiente de los demás. Percibí

diversos mires en nuestra dirección. Muchos ojos

estirados y sonrisas educadas. Todos nos saludaron

con la misma reverencia. Fuimos recepcionados por la

secretaria que quedaba el frente de la inmensa pared

fosca, ella ya estaba preparada para saludarnos y

acompañar. No necesitaríamos de traductor, pues los

dirigentes hablaban 376


inglés y algunos eran americanos, como el presidente, por

ejemplo. Este, el Sr. Thiele, era un hombre bonito. Debía

tener entre cincuenta y sesenta años, pero tenía uno porte

que lo hacía lindo y sensual. El típico hombre que sabe lo

que quiere y sabe como conseguir. Era alto y esguio, como

Robert. Cabellos negros, ya con una leve apariencia grisalha,

ojos verdes, pele bronzeada una sonrisa perfecta. Percibí su

mirar más goloso en dirección la Abgail, que actuaba de

manera extremadamente profesional.

Ya el Sr. Jittatad, el director comercial general, era una

figura engraçada. Muy flaco, cabellos lisos y negros,

expresiones finas, ojos estirados,


sonrisa leve con dientes espaciados. Tenía una nariz

muy alargada que con la magreza exagerada parecía

ser aún mayor. Sostenía óculos que resbalaban de

tiempos en tiempos. Él nos condujo hasta la sala de

reuniones, con actitudes educadas y pacientes.

La reunión fue larga. Mucho tiempo estudiando la situación

de Tailandia, problemas políticos, un correcto desconforto en

la sociedad, existía el miedo de que la relación empresa X

gobierno quedara sacudida. Robert no discutió el cambio de

las plantas y nadie tocó en el asunto. Sólo estudiaron los

gráficos de los perjuicios debido al error en la producción de

la nueva máquina, lo que nadie sabía determinar como

aconteció. Imaginé que Robert consiguió dar un jeito de

esconder el hecho de que su esposa, psicopata, había

intentado acabar con el grupo con sólo un golpe.

Yo prestaba atención en todo, interfería cuando hallaba

necesario y Robert aprobaba mis colocaciones. El Sr. Jittatad

era muy inteligente, poseía informaciones seguras e

interesantes. Conseguía enxergar además de los demás,

apuntando algunas direcciones y ajustando mis informes. El

Sr. Thiele hacía el papel de figurão, una sonrisa inmensa,


mires llenos de ambición para Abby. También era inteligente,

pero parecía muchas veces querer esconder el juego, lo que

me dejó con una pulga atrás de la oreja. Abby cumplía su

papel de secretaria, anotaba todo, cuidaba para que nada

faltara y con eso agradaba cada vez más al jefe. Quedé un

poco constrangida con este último pensamiento.

Paul era una autoridad en el asunto. El sector de él era el más afectado

por aquella crisis instalada por Tanya. Era el Director General

de piezas y había sido una única pieza que alteró todo el

proceso de la nueva máquina. Todo


partiría de su sector, si la producción hubiera sido

finalizada. Adónde Tanya quería llegar con aquello nadie

sabía, a fin de cuentas ella no ignoraba el hecho de que

el propio hermano podría ser criminalizado.

- Mañana haremos una visita a la fábrica junto con el primero-

ministro. ES esencial que todo ocurra conforme el

combinado. No podemos perder este contrato! –

Robert señalizó batiendo con la punta de la plumilla

en la 377

mesa. Todos estaban muy atentos. – Prioridad será

dar continuidad la producción. Necesitamos hacer

las entregas de la manera correcta y en la fecha

estipulada.

Ћ Estamos manteniendo lo que quedó

esquematizado, Sr. Carter. El personal de las

investigaciones nucleares ya está alineado con nosotros.

Si continuáramos con el tercer turno, los operarios

temporales van a dar cuenta del trabajo. Lo que más

importa ahora, es intentemos disminuir el máximo

posible los daños causados por el error en la producción.

Pensamos en ampliar el proceso. Podemos demostrar...


El Sr. Thiele continuó hablando, hablando, hablando, pero

mi mente no conseguía más captar nada. Yo sabía que era

importante, que estábamos decidiendo una forma viable

de amenizar el perjuicio causado por las locuras de Tanya,

pero mi mente simplemente fundió cuando me di cuenta

de la mano de Robert cogiendo aquella plumilla. Él

utilizaba los dedos para alisar el canudo y mi cuerpo

entero calentó con la carícia que debería ser en mí,

entonces me di cuenta de que el día estaba acabando y

que yo aún no había intentado vencer a apuesta.

Ћ Podemos pasar por los sectores ahora? Existen


muchas cosas que
pueden ser mejor esclarecidas por los propios

idealizadores! – el Sr. Thiele estaba animado, yo podía

hasta decir ansioso para demostrar servicio, a fin de

cuentas él era el presidente del complejo oriental. Muy

probablemente había estado con Tanya un poco antes

de encontrarnos. Y quien sabe no era uno más de su

equipo?

Robert levantó decidido a acompañarlo. Yo no sentía tanto

interés en seguir la comitiva de sala en sala, constranger las

personas que estaban trabajando sossegadamente y que

probablemente quedarían desconfortáveis con nuestra

presencia, no era la mejor parte del día. Además del más,

probablemente recibiríamos un documento con todo lo que

ellos planeaban para que fuera pasado para el consejo.

Fuimos saliendo de la sala a los pocos. Robert seguía en el

frente conversando en su mejor estilo CEO con Paul, el Sr.

Thiele y el Sr. Jittatad, que hablaban de números,

estadísticas, como estaba el mercado, como debería estar,

sin embargo todo de manera informal, entonces yo no

podría meterme en la conversación y opinar. Fui quedando


para tras hasta encontrar Abby que seguía la otra

secretaria. Fue cuando tuve la idea.

Ћ Necesito ir al cuarto de baño –

hablé para Abby tomando el cuidado de mantener

el tono muy bajo. No tendría como Robert

impedirme. – Vaya en el frente, yo alcanzo

vosotros.

Ћ Está todo bien? – sus ojos

quedaron inmensos mientras ella me observaba. –

ES alguna cosa relacionada a... Usted sabe... –

miró para 378

mi barriga. Corei!

Ћ Está todo bien, Abby! Yo sólo necesito hacer xixi y


beber un poco de
agua. Este calor está matándome!

Ћ Agua? Allí – a otra

secretaria apuntó en dirección a un minibar

dentro de la sala de reuniones.

Ћ Gracias!

Ћ Quiere que yo te espere? – Abby miró


apresuradamente para el grupo.

Ћ No. Usted necesita estar con

su jefe o entonces él inmediatamente va

enlouquecer! – ella sonrió. Robert era aún pesado

con sus reglas, agendas, fax... Tuve que reír. – Yo

ya alcanzo vosotros.

Corrí para el cuarto de baño que quedaba frente a

la sala de reuniones. Tranquei la puerta y paré.

Merda, lo que yo estaba haciendo? Lo que yo

pensaba, que conseguiría entrar en aquel cuarto de

baño, me masturbar y salir contento para mostrar la

prueba de mi crimen para Robert? Droga, no era tan

fácil así!

Pero yo tenía que intentar.


Paré en frete al espejo, abrí la torneira, cogí un poco de agua y

jugué en la nuca. Era importante ser rápida, pues Robert, así

que de ese por mi falta, era correcto que aparecería para

intentar impedirme. Bueno, yo no me sentía más tan

estimulada. Confieso que tuve miedo de cometer una tontería

de esa sólo para ganar una apuesta, sin embargo, el simple

hecho de mostrar a mi amante del que yo era capaz, me

impelia a continuar.

Abrí tres botones de mi camisa y pasé la mano mojada por

dentro, acariciando el volumen de mis senos. Cerré los ojos. Si

era para comenzar a prepararme entonces nada cómo pensar

en Robert, en sus toques, en aquella su mano llena de

promesas, sus labios en mis, en mi piel, en mi sexo... mordí los

labios. Ya sentía mi cuerpo calentar. Arriesgué avanzar


un poco además del sujetador y encontré el pico de mis senos. Ríe desgostosa.

No daba. Yo necesitaba de más del que aquello.

Ok! Necesitaba de un tratamiento de choque. Deshice el

botón de mi calza, abrí el zíper y coloqué mi mano para

dentro de mi braga encontrando aquel pontinho que

sería mi mejor amigo en aquel momento. Presioné dos

dedos en él. Merda! Yo sabía hacer aquello, entonces

porque no estaba funcionando?

Yo no desistiría. Apreté los dedos en mi sexo, acaricié de

leve y acordé de cuando Robert hacía aquello. Más

precisamente cuando él hizo en aquella mañana, llamando

mi excitación de amuleto. Puta merda, Robert era caliente!

Muy caliente! Alguna cosa en mí ya respondía. Hundí un

poco la mano y me apoyé en la pia. Bien despacio dejé

mis dedos jugueteen. Una vez yo hice aquello para

él a causa de una 379

pequeña mentira. Fue muy además del que yo ya fui

capaz de prever. Fue absurdamente gostoso saber que

yo hacía algo que teóricamente sufre retaliação de la

sociedad y que y encima era observada por el hombre

con quien yo tenía un relacionamiento altamente


prohibido. Mordí los labios sintiendo la humedad en mis

dedos. Sonríe en victoria, pero paré. Yo ya tenía el

suficiente.

No daba para imaginar que yo podría ir hasta el fin con algo

tan íntimo, no es? Claro que yo no iría. Si consiguiera

finalizar yo nunca podría mirar en el rostro de cualquier

persona dentro de aquella empresa sin corar diversos tonos.

Lo que yo tenía ya era el suficiente para convencer Robert

de que yo había hecho. Siempre fui una cobarde, asumo, y

aprendí a
ser trapaceira el poco tiempo de convivencia con mi

amante. A fin de cuentas, si él podía actuar de esta forma

yo también podía hacer. Y una simple trapaça no haría

Robert perder su día. A finales de las cuentas, de mi

forma sería gostoso para nodos dos. Ya a de él...

Salí del cuarto de baño sorridente tomando el máximo de

cuidado para no esbarrar mi mano en nada. Volví la sala

de reuniones y bebí un vaso con agua, conté exactos dos

minutos y salí en búsqueda del grupo. No tardé a

encontrarlos. Ellos salían de una sala y se preparaban para

entrar en otra. Robert no estaba con una cara muy buena

y cuando sus ojos pousaram en mí yo tuve la certeza de

que mi desaparición lo incomodó más del que el normal.

Sonríe inocentemente.

Ћ Usted tardó! – Abby

sussurrou así que llegué cerca de ella. – Él

preguntó tres veces por usted, Melissa.

Ћ Yo sé. Estaba

caliente, necesité mojar el rostro y

rehacer la maquiagem. Esas cosas.


Ћ Usted está corada. Parece que

tendrá otra vez problema con el calor – estreché los

ojos, pero acordé del problema que tuve en Dubai.

Era bueno que aquello no se repitiera.

Ћ ES, parece – volví a mirar mi

amante que de tiempos en tiempos me miraba

también. Entramos en la sala donde cinco

personas trabajaban y pararon para observar la

comitiva.

Nuestro presidente habló algo para ellos que

no entendemos nada y después se volvió al

grupo.

Ћ Aquí queda el personal de las ventas. En verdad,


esta sala es de los

gerentes y ellos controlan todo de aquí. Nuestros informes son excelentes y


podemos hablar con mucha seguridad...

Y yo ya botaba de ansiedad. Necesitaba hacer

con que Robert creyera que yo había ido hasta el

final. Necesitaba asistir sus ojos oscurezcan de

rabia o de tesão, poco importaba si el final sería

lo 380

aún, pero por encima de todo, necesitaba llegar más rápido al

cuarto y hacerlo cumplir con el combinado. Llevé tanto tiempo

divagando sobre todas mis necesidades que no percibí

cuando él interrumpió el grupo. - Todo bien, para mí ya es el

suficiente. El más importante es que todo

eso esté mi disposición cuanto antes. Abgail cuidará

de esta parte y Bruno hará un buen trabajo. Tengo la

certeza de que esta puede ser una excelente salida.

buen trabajo!

Rápidamente todos comenzaron a apretar las manos. Yo no quería y

ni podía hacer aquel saludo entonces simplemente di la

espalda y salí en dirección la recepción. Llegué minutos

antes del grupo y noté el mirar de mi jefe recair sobre mí

con reprovação y ansiedad.


Ћ Todo bien, veo usted mañana en la

fábrica – él apretó la mano del Sr. Thiele, del Sr.

Jittatad y de más algunos ejecutivos que insistieron en

acompañarlo. Fui osada el suficiente para revirar los

ojos y más una vez lo vi mirarme en desacuerdo.

Ћ Si consiguiéramos expandir nuestro mercado

podremos aprovechar el personal del tercer turno, lo que

recairá bien a los ojos del gobierno. Más empleos, más renta,

más consumo y más felicidad, no es así que funciona? – El Sr.

Thiele habló acompañando Robert hasta el ascensor. – Será un

placer reencontrá-los mañana! – pero sus ojos estaban en

Abby que
fingía nada percibir.

Seguimos en dirección al ascensor y finalmente nos venimos lejos

de aquella comitiva. Sólo Odell y la Srta. Ratree, la otra

secretaria que nos acompañó durante toda la jornada,

siguieron con nosotros, pero se despidieron amigablemente en

la entrada del edificio. Abby trató inmediatamente de entrar

en el coche.

Paul cogió la puerta para darme pasaje, sin

embargo mi amante lo interrumpió.

- Puede aguardar por nodos dos allá dentro? – él hizo la pregunta


para

Paul, sin embargo nodos sabíamos que existía una

orden embutida en las palabras educadas. Paul miró

para el cunhado y después para mí y concordó con la

cabeza, entrando luego enseguida. Robert cerró la

puerta y paró mirando para mí. Quedé constrangida.

Estábamos en la calle. Nuestros amigos estaban

dentro del coche sin entender nada, sin contar que

otras personas insistían en en los observar. Él estrechó

los ojos, colocó las manos en los bolsillos y me

observó con cuidado.


- Usted sumió? Por qué la falta de interés en el que estaba

aconteciendo? – llevé algunos segundos hasta

entender del que se trataba, entonces sonríe

maliciosamente.

Ћ Digamos que tuve

asuntos más importantes y urgentes para

381

resolver, Sr. Carter.

Quedé deliciada en acompañar el cambio de aquel mirar.

Robert pasó de tenso para... El quê? Expectante? Excitado?

Sonríe intentando no parecer tan íntima. Mi amante

umedeceu los labios, pasó la mano nos


cabellos. Sí, aquella mano. La maldita mano que me llevó a aquella locura.

Sonríe más una vez sintiendo mi cuerpo comenzar a calentar.

Ћ Yo dudo, Melissa! – oh, Robert! Usted no debería


hacer eso.

Ћ Yo pruebo, Robert! – extendí mi mano en su


dirección.

Él cogió mis dedos y los llevó a los labios como se

fuera beijar mi mano educadamente, a pesar de ser

descabido para la ocasión. Sentí cuando olió mis

dedos muy discretamente e inmediatamente

enseguida sus labios experimentarlos. Yo quería reír,

pero mi cuerpo fue consumido por un deseo sin par

mientras me veía quemando bajo su mirar. Como

decía Yasmine, una compañera de facultad que me

hacía reír mucho: él era el hombre de mis pecados.

Robert de mis pecados. Sonríe victoriosa. - Touché!

Hablé en voz baja acompañando la reacción de

mi cuerpo. Yo estaba fodidamente ansiosa por mi

derecho de hacer lo que quisiera de aquel

hombre.

382
CAPÍTULO 37

Entré en el apartamento con el cuerpo aún implorando por mi

amante. Yo estaba ansiosa demás, sin embargo necesitaba

encenar mi papel y mantenerme distante. Caminamos

todos juntos en dirección a nuestro piso, pero nos

separamos tan luego las puertas del ascensor se abrieron.

Robert estaba mi frente, andando decidido, como se

estuviera aún loco para encontrar Carol. Intenté abstrair

esta idea. Así que entré Dean colocó la cabeza para fuera

de la sala y sonrió.

- Dio todo correcto! – afirmó. – Hasta ahora Tanya está bajo control.
Ella
embarca aún hoy de vuelta a Chicago – intenté

sonreír, pero yo estaba loca para encontrar Robert.

Nuestra noche prometía.

Ћ Que bueno – caminé entrando en la sala

donde Carol estaba sentada en el inmenso sofá. Las piernas

largas y roliças estaban expuestas en un short corto y

revelador. Cogía un balde de pipoca. – Hola, Carol – intenté ser

educada.

Ћ Buena noche, Melissa. Nodos ya jantamos, usted


y Robert pueden quedar

libres de nodos dos por esta noche – tuve ganas de

agradecer a ella por eso, pero me contuve. Carol no

era mi enemiga.

Ћ Todo bien! Tuvimos un

día exaustivo y mañana será lleno de

compromisos, entonces...

Ћ Usted vio mi portada de carga? Mi

celular descargó y yo ni percibí. Eso nunca aconteció

antes – Dean comenzó a moverse por la sala, estirando las

almofadas y buscando por el aparato.


Ћ Probablemente allá en el cuarto, amor – ellos
intercambiaron un mirar

cómplice lleno de recuerdos y promesas. Fue embarazoso.

Ћ Donde está su celular? – él

quedó serio de repente encarando la novia. Carol

miró para los lados, meneó en los bolsillos del short

y dio de hombros.

Ћ Debo haber dejado en el cuarto también. Nodos


prácticamente no salimos

de allá – pero el encanto acabó. Dean quedó tenso y

desaprobó la actitud de la novia yendo en dirección

al cuarto. Él resmungou “no da para creer” antes de

sumir en el pasillo.

Ћ Bueno, yo voy yendo. Paul

quedó de aparecer para hablar conmigo, pero yo

no sé si él va a intentar aquí o en el otro

apartamento.

Ћ Ah, todo bien. Las joias, no es eso? – quedé


incomodada por no
existir nada que ellos no supieran acerca del que

hacíamos y a la vez constrangida con la idea de ellos

sepan hasta demás.

383

- Nodos venimos la solicitud en la joalheria. Todo el sistema está


integrado

en nuestros ordenadores – ella esclareció. Aquiesci y

anduve en dirección al pasillo. Sentía una necesidad

extraña de salir inmediatamente dali.

Encontré Robert caminando en dirección la sala del

apartamento en que yo y Dean teóricamente

ocupábamos. Ya estaba sin el paletó y la gravata. La

camisa estaba con algunos botones abiertos y él parecía

un tanto cuánto nervioso, lo que me dejó tensa

inmediatamente.

Ћ Usted tardó! – sus brazos me

cercaron y allí yo tuve la certeza de que algo

estaba errado.

Ћ Estábamos manteniendo

el circo. Aconteció alguna cosa? – él suspiró y

me encaró por algunos segundos.


Ћ Necesito hablar con

Dean! – cogió en mi mano y volvió por el

pasillo llevándome junto.

Ћ Ya estoy sabiendo! – mi amigo

salió del cuarto y la cara de él colaboraba para mi

certeza de que la primera bomba del viaje ya había

sido lanzada. – Acabé de recibir el mensaje, un

informe para ser más sincero. Mi celular estaba

desconectado y yo acabé olvidando, pero lo de la

Carol nos alertó – no tocó en el asunto del olvido del

aparato por un tiempo lo que nos atrasó en la

información. Carol apareció inmediatamente

enseguida. Dean dio el aparato a ella que

inmediatamente confirió los mensajes.

Ћ Entonces usted sabe el motivo?


- Que motivo? – miré para Robert que estaba visiblemente nervioso.

Él aún mantenía mi mano en la de él, pero miraba directamente para Dean.

Ћ Sí – mi amigo dio dos pasos en

dirección la sala y paró para observarnos, después

continuó andando con la certeza de que lo

seguiríamos. – Pelo que parece una denuncia

anónima, pero nodos sabemos muy bien de quienes

se trata.

Ћ Denuncia anónima? – yo y Robert hablamos a la


vez.

Ћ Alguien puede me explique lo que está


aconteciendo? – comencé a

quedar tensa.

Ћ Un minuto – Dean miró el celular

verificando algún mensaje. Miré para Robert que hesitó,

pero resolvió contarme.

Ћ Acabé de recibir una conexión. El

Consejo para la Seguridad Nacional quiere verme,

ahora, solo. Pelo que entendí todo va a correr a

secreto de estado y esta no es una actitud normal.

Ћ No es mismo! – Dean rebatió. – Ellos son una junta


militar y como
tal mantiene las rédeas del país. Recibieron un email

contando del cambio de las plantas, colocando en

duda la eficiencia de la&C H Medical Systems,

alertando para posible terrorismo, ya que lo que

aconteció colocaba en 384

riesgo la salud de mucha gente – fue como si el cielo descendiera sobre la


gente.

Sufocante, pesado y vengativo.

Ћ Puta que pariu! – Robert gruñió

soltando mi mano y andando en dirección la

Dean. – Tanya. Fue ella, yo tengo certeza de eso.

Puta que pariu! Puta que pariu!

Ћ Necesitamos pensar en alguna cosa, Robert – yo


sentía mías
piernas tiemblen, pero necesitaba quedar fuerte para apoyarlo.

Ћ Merda, Melissa! Lo que Tanya está pretendiendo?

Ћ Nodos seguimos todos los pasos de ella,


estábamos atentos, no tenía

como dar errado. Si ella hizo eso fue muy bien arquitetado.

Cosa planeada hace muy tiempo – Dean intentaba

encontrar alguna respuesta.

Ћ Pero por qué ella haría una

merda desala? – pregunté sin conseguir

contener mi miedo.

Ћ Incriminar alguien – Carol habló llamando


atención de todos. – Y

ella ya tenía todo el plan armado. Probablemente contó

con la ayuda de alguien que aún no tenemos control y

muy probablemente ella programó todo cuando supo de

su viaje al país.

En el mismo instante a campainha tocó. Sin

intercambiar una palabra, Robert y Carol recularon en

dirección al pasillo y Dean fue hasta la puerta

verifique lo que acontecía. No oímos voces, pero sí el

sonido de la puerta abriendo y después cerrando para


inmediatamente enseguida el sonido de pasos

abafados pelo piso. Quedamos en alerta, pero Dean

nada hablaba, hasta que ellos aparecieron en la

puerta.

Ћ Paul? – Robert se

adelantó. Él con certeza había pensado lo

aunque yo.

Ћ Pelo que parece Tanya dio su

primer paso – Paul me miró de una forma dura. – Yo

dijo que dudaba que ella quedara quieta.

Ћ Nadie esperaba por eso! –

rebatí forzando la voz a quedar tranquila. – Quién

hizo la denuncia? – busquei la respuesta en Dean.

Él suspiró y balanceó la cabeza.

Ћ No sabemos. La ID corresponde a una dirección


clandestina.
Nuestros hombres fueron para allá, pero no existe nada en el local.

Ћ Y ahora? – Paul cuestionó

Robert sin ceder en su postura ni un segundo.

Ћ Como usted quedó sabiendo? – Robert devolvió


intimidando lo

cunhado. Este parpadeó y vaciló. Sus ojos desviaron y

él dio dos pasos para tras.

Ћ Ella acabó de conectarme – reveló.

Ћ Tanya conectó para

usted? – no conseguí controlarme. Otra vez a

campainha tocó. Estábamos todos tensos.

385

Ћ ES Abby – Dean nos

tranquilizó saliendo para abrir la puerta. - Ella

envió un mensaje avisando.

Ћ Lo que Tanya quería? –

Robert volvió su atención para Paul que

continuaba inquieto.

Ћ Quería avisar lo que había

acontecido. Dijo que cuando usted quiera

conversar ella estará a la disposición.


Ћ Hija de la puta! – Robert

esbravejou y comenzó a andar de un lado para

el otro. – Necesitamos encontrar una salida.

Ћ O un culpable! – Abby entró en la sala llamando la


atención para sí.

– Tanya está jugando contra usted porque sabe lo

cuánto este contrato es importante. Ella quiere

alguna cosa en pago de la solución.

Ћ Lo que sería? – cuestioné mi

amiga creyendo que ella tenía la respuesta.

Ћ Con certeza es alguna cosa

relacionada a usted, Melissa! – ella me miró de

una forma extraña.


Ћ Abgail tiene razón – Paul mantenía los ojos

bajos, pero habló alto el suficiente para que todos prestaran

atención en él. – Tanya va a acusar Melissa y ella tiene cómo

hacer eso – sentí los ojos de Robert en mí. Mi corazón disparó,

sin embargo mantuve la tranquila, encarando Paul mientras

aguardaba él hablar. – Usted retiró la planta original del cofre,

robó las acciones, volvió asumiendo todo. Teóricamente está

buscando venganza! Entendí lo que él decía. Tanya ya había

prometido eso. Yo sólo no había pensado que sería de esta

forma. Ella sabía lo que hacía todo el tiempo. Aguardó el

momento correcto para actuar y dio el golpe mortal. No miré

para Robert, yo no quería fraquejar. Era importante continuar

a buscar una salida y si yo fuera débil en aquella hora él no

conseguiría mantener el foco.

Ћ Abby dijo que ella probablemente

quiere alguna cosa en cambio. Fue así que hizo de la otra

vez, amenazó Robert para que yo me alejara, entonces

tengo motivos obvios para creer que ella va a mantener este

patrón.

Ћ Melissa, no! – la voz de Robert estaba firme, aún


así yo
sabía lo cuánto de desesperación él guardaba dentro de sí.

Ћ Robert, ella quiere conversar – me arriesgué a


encarar mi amante.

– Antes de cualquier cosa necesitamos saber lo que ella quiere,

sólo después podemos trazar un plan – él me miró manteniendo

la postura, a pesar de su respiración estar acelerada, sus ojos me

decían lo cuánto había de miedo.

Ћ Correcto. Yo tengo sólo treinta minutos. Ellos van


a mandar un coche

para me buscar – tragué en seco.

- Vamos a oír lo que ella quiere en cambio. Tanya no es burra y no


juega

con la emoción. Sabe que se dio esta cartada existe una forma

de revertir la situación, pues no colocaría en riesgo su

fortuna – afirmé sintiendo que


386

no aguantaría coger por tanto tiempo una

tensión que gritaba para extravasar en mi

cuerpo.

- Vamos a quedar atentos – Dean asumió la conversación. – No


podemos

quedar reunidos aquí. Abby es mi amiga y tiene esta

disculpa, pero Paul no tiene motivos para estar aquí y

eso puede llamar la atención de su hermana para

nuestro grupo, entonces vamos a hacer el siguiente...

Él comenzó a trazar un plan para el tiempo en que

necesitaríamos aguardar la vuelta de Robert. Yo oía,

asimilaba, pero no conseguía reaccionar a nada. Mi amante

aún me miraba cogiendo su desesperación. Yo no podía

creer que Tanya nos separaría más una vez.

Ћ Yo voy a conectar para

ella – Robert quebró el clima. - Necesito

prepararme para lo que voy a decir al

Consejo.

Ћ Quedaré atento y, por favor, me

avisen sobre lo que quedó decidido – Paul se


adelantó para dejar la sala, pero paró mi frente,

parecía querer decir algo, pero desistió y sólo

acenou con la cabeza, dejando el recinto

inmediatamente enseguida.

Ћ Lo que el personal allá en Chicago tiene

para decir? – Abby inició una conversación con Dean. No

quiso quedar para dar continuidad. Estaba exausta.

Ћ Yo voy... – indiqué con el dedo el camino para el


apartamento en

que yo ocupaba junto con mi amante. Dean

me lanzó un mirar preocupado. Intenté sonreír.

Intenté. – Yo estoy bien, sólo me mantenga

informada.

Ћ Correcto – él continuó

con aquel mire que comenzaba a me

aborrecer.
Salí sin aguardar por Robert y pelo que pude percibir,

él no me siguió. Mejor así. Yo necesitaba de aire.

Necesitaba ande por el cuarto, ya que este sería mi

único espacio, y también tenía que desesperarme y

volver a equilibrarme, sólo así conseguiría ser fuerte

el suficiente para estar a su lado.

No sé decir cuánto tiempo quedé que ni una loca,

andando de un lado para el otro y dejando mi cuerpo

temblar en desesperación. Trancada en el cuarto de

baño yo lloré mi miedo. Paul tenía razón, Tanya podría

fácilmente probar que yo fui la responsable por el cambio

de las plantas. Yo sería prendida, condenada y

horrorizada por la sociedad. Mi padre y mi madre

quedarían decepcionados. Robert sería expuesto y con

eso su familia también. Mi Dios!

Ћ Melissa? – una batida débil en la

puerta me quitó del transe. Robert estaba allá. – Está

todo bien? – respiré fondo decidida a ayudarlo. Si él

tenía que decidir era importante que supiera que yo

estaría en consonancia, que lo apoyaba independiente

del que fuera acontecer.


387

Ћ Estoy bien! Ya voy a salir – mantuve la voz


tranquila.

Mojé un poco el rostro. Necesitaba de un baño, pero

el tiempo de él era corto entonces yo tendría que

salir inmediatamente para enfrentar nuestro

problema. Tras conferir mi imagen en el espejo,

respiré fondo y abrí la puerta. Él me miraba con

cautela, aguardando por el momento en que yo

caería.

Ћ Conectó para Tanya? – pasé

por mi amante y caminé hasta la cama donde

senté aguardando por su respuesta.


- No – él parpadeó, hesitó un poco y después caminó en mía

dirección sentando de frente para mí. – Voy a conectar

antes de llegar al local de la reunión.

Ћ Ok! – yo estaba cansada

demás y deseaba conseguir dormir un poco,

sin embargo sabía que no conseguiría.

Ћ Miel, va a dar todo correcto!

Ћ Yo sé – me apresuré a coger su

mano, pero sin atreverme a mirarlo. – Yo sé. Confío

en usted, Robert! Sé que vamos a hallar una

solución – él quedó en silencio aguardando por mí,

pero como nada hablé él se adelantó.

Ћ Tengo poco tiempo. Luego alguien va a llegar


para me buscar.

Continué mirando para nuestras manos, sin coraje para

decir alguna cosa y con miedo del que él me diría.

Porque yo sabía donde llegaríamos. Tanya había

conseguido en los dar un golpe fuerte y así estábamos,

aunque temporalmente, en las manos de ella. Era

sobrecogedor y angustiante. Mi corazón aceleraba cada

según que se extendía lentamente mientras Robert


continuaba en silencio evitando decir lo que nodos dos

sabíamos que sería necesario.

Ћ Antes de conectar para Tanya yo

quiero... – sentí su mano fría apretarse la mía. Era el

momento, yo podía sentir. – Miel yo necesito decirte

una cosa, en verdad, yo necesito pedirte una cosa.

El breve según que se pasó después de esta habla chafó el mío

corazón. Yo sabía que la criba era necesaria, pero no podía

evitar la decepción por haber luchado tanto, por haber

trazado un plan que juzgaba ser impecável y por

simplemente saber que sería muy egoísmo de mi


parte no aceptar, tomar una actitud infantil y batir pie firme

de que no me alejaría, aún entendiendo que estábamos

más cerca del que nunca. Insistir en quedar, en no atender

las exigencias de Tanya, no era

sólo asumir los riesgos para mí o para Robert, era

volcar la espalda para Abby, Nicole, Bruno, Olívia e

incluso Paul. Era no me importar con lo que sería para

el grupo C&H Medical Systems si todos los escándalos

fueran a la tona. Sí, porque era sólo una cuestión de

tiempo. La mía 388

historia desencadenaría el desenterrar de muchas

otras, hasta que no restara más piedra sobre piedra.

Aún así, aún teniendo toda esta conciencia, oír de la boca

de Robert que el mejor sería yo me aleje dolía más del que

yo imaginaba. Saber que yo tendría que continuar

siguiendo con toda mi mentira me sofocaba. Mi barriga

crecería, mi hijo seguiría desarrollándose sin que él

estuviera a mi lado y peor, sin que supiera de su existencia.

Mientras Tanya continuara con cartas para jugar esta parte

de mi vida debería continuar escondida.


Tuve coraje para encararlo. Enxergar su sufrimiento, la

inseguridad que sus ojos me pasaban, sólo confirmó todo mi

temor. Respiré fondo, pues necesitaba ser fuerte. Nuestro

relacionamiento no podría tener un elo frágil y Robert

necesitaba de mi fuerza para continuar.

Ћ Lo que usted quiera – mantuve

el mirar dándole la certeza de que yo aguantaría y

cumpliría con mis obligaciones en aquel juego.

Ћ Yo voy a aceptar lo que Tanya pedir –

concordé sintiendo que las lágrimas se formaban, aún así

luché contra ellas. – Usted sabe que


estamos a un paso de acabar con todo eso, entonces

necesitamos hacer con que ella crea que está dando

las cartas.

Ћ Yo sé. Usted está correcto.

Ћ Miel, yo necesito que usted me diga... – otra vez


él hesitó, suyos

ojos me quemaron en expectativa. – Prometa que

usted no va aunque, que independiente del que

Tanya vaya a hacer nodos vamos a quedar juntos. Yo

no quiero que usted vaya!

Mi mundo paró de girar durante aquel largo segundo.

Sin conseguir contener la emoción pulei en suyo pego y

rompí en lágrimas. No daba para ignorar el alivio en mi

corazón, aún entendiendo que sería arriesgar demás.

No sabíamos se Tanya había descubierto que

estábamos juntos o se estaba sólo intentando me quite

de un golpe por todas de su camino. El hecho era que

haber Robert Carter, el hombre de mi vida, pidiéndome

para no ir aunque era el suficiente para que yo olvidara

cualquier golpe de conciencia.


Ћ Miel! – su voz estaba repleta de

emoción, sin embargo yo sabía que Robert jamás a

expresaría. Él era el CEO, el jefe y guía y como tal,

necesita estar siempre por encima de sus

sentimientos, aún tras pedirme, muy

apasionadamente, para quedar.

Ah, yo lo amaba tanto!

Ћ Va a quedar todo bien, mi

amor – me cercó con sus brazos y beijou el tope

de mi cabeza.

Poco me importaba si allí, en aquel momento,

yo fuera una niña 389

frágil en sus brazos, si él necesitaría me acalentar y embalar como a una


niño y repetir centenares de veces que todo quedaría bien. A

mí no me importaba. Porque estaba inmensamente,

absurdamente y egoisticamente feliz. Sintiéndome amada,

completa y segura, y era así que yo quería quedar, aunque

Tanya estuviera en algún lugar, acechando, aguardando una

forma de herirnos. Nada importaba. Nodos seríamos fuertes.

Ћ Miel, mire para mí – funguei

forzándome a encarar aquellas iris cenizas que

serían capaces de consumirme en segundos. Él

sonrió y limpió mis lágrimas, pero ellas insistían en

caer. – Confíe en mí. Resista, sea firme y deje que el

resto yo resuelvo, ok? – concordé con la cabeza. –

Yo amo usted!

Intenté responder. Interés que yo quería abrir la boca y decir con la


voz

clara y limpia que lo amaba más del que a mí misma, como

acontecía en las películas románticas, sin embargo el máximo

que conseguí hacer fue llorar aún más, soluçando y

dejándome envolver por sus brazos más una vez.

Ћ Yo necesito ir aunque, Melissa, pero no puedo


dejarte así.
Mira, por qué no queda un poco con Abby o Dean?

Todo bien. Robert sugerir que yo quedara con Dean significaba que

él estaba aún preocupado conmigo, y seamos francos, él no

necesitaba de aquello en aquel momento. Estábamos prestes a

sucumbir, sin saber que rumbo llevaría aquella reunión,

entonces estar con la cabeza ocupada con mi comportamiento

era todo lo que no podría acontecer.

Sequé las lágrimas y tragué lo lloro. Yo estaba feliz, no

estaba? No necesitaría ir aunque, o por lo menos, tenía la

certeza de que no nos separaríamos, sin contar que Tanya

aún no había hecho sus exigencias entonces esta sería otra

parte complicada para vivenciarmos. Yo


necesitaba ser fuerte.

Ћ Yo estoy bien – sonríe aún

sabiendo que no lo convencería. – Sólo preciso...

Tomar un baño. Creo que voy a leer un poco

mientras aguardo por usted. Sólo eso – él tardó

observándome, pero acabó concordando.

Ћ Yo tengo aunque ir. Quiero

hablar con Tanya antes de encarar el ministro – él

hesitó otra vez, confiriendo se estaba aún todo bien

conmigo, después me beijou con carinho.

Correspondí al beso, como no podía dejar de ser.

Pero Robert fue aunque y con él llevó todo mi coraje.

***

Ћ Melissa? - Miré para fuera del

cuarto de baño encontrado Abby parada en la

390

entrada del cuarto.

Ћ Abby? Aconteció alguna cosa? – sale

encarando mi amiga. Mi corazón estaba tan sensible que


disparó sólo por la presencia de mi amiga allí. De repente

sentí frío y cerré un poco más el roupão en mi cuerpo.

Ћ No – ella sonrió sin mucho ánimo. – No, no


aconteció nada. Yo

sólo quería sepa cómo usted estaba. Dean y Carol están

rastreando Robert y acompañando la conversación de él

con Tanya. De la misma forma vamos a conseguir oír la

conversación con el personal del consejo.

Ћ Ok! – respiré aliviada. – Estoy bien, sólo un poco


cansada.

Ћ Imagino – ella anduvo hasta

la cama y sentó en la punta encarando por un

tiempo los lençóis. – Y el bebé?

Ћ Todo bien – sonríe. – Él es muy fuerte!


Ћ Pues es – finalmente mi amiga sonrió

de verdad, como hay muy yo no veía. – Tiene que ser

mismo muy fuerte para aguantar eso todo.

Ћ Usted aguantó muy más del

que nodos dos juntos – su sonrisa se deshizo y ella

pasó la mano en los lençóis encarándolo.

Ћ Verdad. Pero gracias a Dios estamos llegando al


fin.

Ћ Abby – respiré fondo.

Necesitábamos tener aquella conversación cuanto antes.

Allí mi frente estaba Abgail, mi amiga, y no la secretaria

fría y calculista que buscava venganza y pasaba por

cima de todos para conseguir sus objetivos. – Por qué

usted me hizo aquel pedido hoy más pronto, en el

restaurante – ella rió levemente.

Ћ Por qué yo sé, y usted también sabe, que se


Robert descubra este

hijo todo va a cambiar. De la misma forma, nodos dos

sabemos que nuestras oportunidades están se

findando. Adam sólo va a caer en nuestras manos se


sea a través de usted, de la misma forma que Tanya

sólo va a ser despistada se Robert no esté envuelto.

- Ok, pero es que me pareció... – miré mi amiga aún en duda

si debería continuar con la conversación. Era mejor

vayamos hasta el fin. – Pensé que usted estuviera

más envuelta con Adam.

- Adam es un cretino, Melissa! – la forma como Abby me cortó me

hizo estremecer. Había muy más en aquella historia

del que cualquier persona había me contado.

Ћ Pero usted le gusta – ella

balanceó la cabeza y desvió el mirar. – No le

gusta?

Ћ Yo necesité de él para conseguir llegar

hasta aquí. Adam ni imagina que todo lo que hice, todo lo

que fui capaz de hacer, poseía sólo uno


objetivo.

Ћ Destruir Tanya.

Ћ No sólo ella, pero todos los

que decidieron seguir su camino. 391

Ћ Yo no entiendo, Abby. Adam es apenas carácter,


robó la empresa,

prefirió estar del lado de Tanya mismo sabiendo de todo lo que ella hizo con a

madre de él, pero él no tiene nada a ver con su historia, entonces...

Ћ Él tiene a ver con historias

como la mía – tardé para entender, pero entendí, y

cuando aconteció pensé que no conseguiría

sostener el mirar. Dios! Adam... No era posible!

Ћ Abby... Yo... Ni sé lo que

decir – pasé la mano en la prueba sin coraje

de encarar mi amiga.

Ћ Correcto, Melissa. Esta conversación será óptima


para nodos dos porque

así usted va a entender el porqué de Robert no querer Adam

cerca de usted y lo que debe esperar para el encuentro de

vosotros quedasteis visiblemente asustada. Lo que yo podría

hacer? Era imposible no quedar así. – Adam


Ћ un sádico. Aquella cara de idiota,

que pasa la idea de cachorrinho de madame sólo

esconde la verdadera faz de un monstruo.

- Él – tragué en seco con miedo de hablar en

voz alta lo que se pasaba en mi mente.

- Él es un estuprador, si es eso lo que usted quiere

preguntar. Pero aún no consiguió librarse de algunas

amarras que están prestes a romperse. - Como así?

- Él tiene miedo de ser cojo, o identificado. Está

construyendo un imperio, como cree ser, y no quiere ser

condenado a la muerte sin poder


disfrutar de todo lo que está juntando. Este es el

único punto que aún no lo hizo asumir su verdadera

personalidad.

Ћ Yo no entiendo...

Ћ Adam le gusta de machucar, de

humillar sus “víctimas” – ella sonrió triste. – Él paga

para conseguir sexo de esta forma, o, las veces,

encuentra quienes concuerde en hacer cómo él le

gusta – puta merda! Puta merda! Puta merda! Abby!

Yo casi no conseguía respirar. – Exactamente eso.

Para conseguir entrar en la vida de Adam yo necesité

aceptar entrar en su mundo y puedo garantizar, no es

nada comparado a cualquier cosa que usted ya haya

experimentado.

Ћ Abby! – una lágrima rolou sin que yo consiguiera


controlarla.

Ћ No sienta pena de mí, Melissa. Yo viví cosas

peores y sin mi consentimiento. Con Adam por lo menos yo sé

que es por un bien mayor. Por lo menos yo sé que en el final el

mundo estará libre de personas como él y Tanya

– intenté concordar con la cabeza, pero acabé llorando aún más.


Ћ Yo pensé que él era un idiota, un canalha, un
cretino, pero...

eso? Abby no es correcto. Nodos no podemos continuar con eso.

Ћ Oh, no, Melissa! Eso acaba con

usted. No entendió? Yo tengo muchas pruebas

contra Adam. Tengo cómo mostrar al mundo lo

que él es 392

capaz de hacer, pero él tiene el más importante, la

información que puede librar Robert de este infierno.

Adam está obcecado por usted. Usted es esta pequeña

amarra que falta para él dejar el monstruo salir a la luz y

por eso es por lo que Robert no quiere aceptar. Adam no

quiere sólo la chica del jefe, él quiere del jeito de él y sin

su consentimiento, entendió?
Mi sangre heló inmediatamente. Merda! En el que yo estaba me

metiendo? Como podría dar continuidad al plan?

Como quedaría al lado de un monstruo como Adam y

no entrar en pánico sabiendo lo que él pretendía

conmigo?

- No haya miedo – ella cogió en mi mano y forzó el nuestro

mirar. – Yo estaré allá, Todos nodos estaremos, pero

sólo usted tendrá la oportunidad de vengar todas las

personas que sufrieron con él.

Ћ Yo? Él quiere me violentar,

Abby. Como puedo conseguir vengar cualquier

persona si mi único deseo es quedar lejos de él?

Ћ Simple. Yo tengo un plan y se

todo salga bien, Adam nunca más va a olvidar la

noche en que colocar las manos en usted.

Ella sonrió y en este momento yo pude entender que Abby también

poseía una dosis de monstruo en su personalidad, así

como yo, Robert, Tanya, Paul... Todos teníamos una

porción ruim, una que gritaba para explotar, para

actuar, yo sólo no sabía hasta cuando aquello todo

podría ser considerado saludable. Si es que podríamos


llamar de saludable. La única cosa que yo sabía era

que Abby tenía un plan y yo iría lo cumplís y vengarla.

393

CAPÍTUL

O 38

Así que cerré la puerta del apartamento sentí todo el peso

del mundo en mi espalda. Probablemente Melissa sabía el

valor que nos costaría aquella decisión, pero ella no hacía

idea del cuánto Tanya podría destruirnos. Era importante

tener cautela, jugar de la forma correcta y dejarla creer que

estaba por cima. Mientras eso nodos continuaríamos con lo


plano.

Maldije mi conciencia pues me alertaba que la

actuación de mi amante en su encuentro con Adam

sería nuestra cartada más importante.

Dependíamos de eso para continuar al frente y

principalmente para derrotar de un golpe por todas

mi esposa. Droga, como yo necesitaba de aquello!

Saqué el celular y conecté para Tanya. Era mejor

definamos inmediatamente como sería. Yo quería

sepa lo que ella pretendía y cuáles eran sus

condiciones. El ascensor llegó, yo entré aún

aguardando, por qué infierno ella no atendía ya que

estaba esperándome?

- Usted tardó esta vez – su voz cargada de seguridad e ironia

me hizo cerrar la mano en puño. La infeliz sabía que

estaba en el mando, pero ella no perdía por esperar.

Ћ Tengo poco tiempo. Luego alguien

llegará para me buscar y yo necesito saber

exactamente lo que usted pretende con eso todo.

Ћ Usted tiene dos elecciones,

Robert. Podemos dejar rolar e inmediatamente van a


descubrir que su amante robó sus acciones y como

venganza intercambió las plantas. Eso puede valer la

vida de ella, sin contar que no va a tardar para que

todo el grupo quede expuesto. Cuando Melissa caer

llevará todo el mundo junto.

Ћ Lo que incluye usted!

Ћ Será? – quedamos en silencio por pocos


segundos, pero que

parecieron una eternidad.

Ћ Lo que usted quiere?

Ћ Quiero Melissa lejos! – fue taxativa. Mi corazón


aceleró de una
forma extraña. Tanya pedía todo lo que yo no podía

dar. Respiré fondo y ríe, intentando ser sarcástico.

Ћ Usted sabe que Melissa no es más

mi amante. Ella puede amarme aún, o desear como

insiste en rebatir, pero no me quiere más a su lado.

Además del más lo que puedo hacer? Decir para ella ir

aunque? Melissa es 394

mayor de edad, es casada y cabeza dura para cojones!

Sin contar que probablemente ella va a escoger

arrastrar todo el mundo en esta merda!

Ћ Ella aún tiene las acciones y esta vez fue por una
elección su – ok,

otro golpe. Si yo entregara aquellas acciones a la Tanya estaba todo perdido.

Ћ Usted sabe que yo voy a

preferir matarte a entregar estas acciones en

sus manos, no es? – ella rió divertida.

Ћ Bueno, este no es mi plan... De momento.

Ћ Y lo que usted quiere?

Ћ Quiero que ella te devuelva las acciones –

paré sorprendido. La puerta del ascensor abrió y aún así


tardé para entender que debería salir. Tanya quería que

yo volviera a ser el accionista mayoritario? Por quê?

Ћ Usted debe tener un motivo muy fuerte para


querer que yo vuelva a ser

el dueño de todo – sale para el saguão percibiendo

que el avanzar de las horas dejaba el local casi que

desierto.

Ћ Yo tengo, puede creer! – merda! Daba para


arriesgar?

Ћ Puedo conseguir eso - anduve en dirección la


sala de espera.

Ћ Óptimo! Segunda exigencia: quiero

Melissa lejos de mis empresas. Dimita ella. Ningún cargo

en ninguna de las empresas – ese sería un golpe fuerte en

mi amante, pero daría para resolver tan inmediatamente


Tanya estuviera bajo control.

Ћ Así que volvamos de viaje...

Ћ Hoy! Carol también. Si usted quiere tener


amantes que sea lejos del

mi patrimonio. Quiero las dos lejos! Nicole puede

providenciar todo, basta tener un pedido su – mismo

contrariado no daba para batir de frente con Tanya.

No en aquel momento. Yo sólo esperaba que la salida

de la Carol no perjudicara mucho el plan.

- Todo bien. Lo que usted va a darme en cambio? La denuncia ya fue


hecha

y no da para engañarlos. Yo necesito de una salida –

más una vez ella rió dejándome furioso.

- Puedo entregarte el responsable por el cambio de las plantas y


también

por el golpe de las donaciones. ES sólo presentemos la policía,

demostrar interés en eliminar el sujeto y la confianza será

restablecida. Podemos inclusive acusarlo de terrorismo, sin

contar que fue la misma persona quien denunció el grupo para

el gobierno, otra forma de amenaza. Va a dar todo correcto.

Ћ Usted va a entregarse aún? –

ella rió con gana. Yo estaba intrigado demás y sin


mucha confianza, por eso jugueteé, como se quisiera

demostrar que no estaba tan desesperado.

Ћ Buena tentativa, Robert.

Ћ Cuando tendré estas

informaciones? Tengo poco tiempo ahora – miré

para fuera confiriendo el movimiento.

395

Ћ Aún no hice mi cuarta y más importante


exigencia – helé.

Yo sabía lo que venía por el frente y confieso que

era todo lo que yo menos deseaba.


Ћ Todo lo que pidió puede ser

considerado como más del que merecía, ya que

con eso yo voy a salvar su cara también.

Ћ No tengo miedo de la

cadena, Robert. Va a ser divertido sepa que

hasta eso viviremos juntos.

Ћ Va a ser divertido sepa que sólo de esta forma yo


voy a librarme de usted

– el clima quedó tenso. Praguejei mil veces por no poder

confrontarla. No era la hora. – Lo que usted aún cree que

tiene derecho de exigir?

- Nuestro acuerdo aún está en vigor. En pocos días,

nuestro divorcio sale y con eso usted tendrá su paz –

yo quería gritar y tirar el celular lejos, pero me

contuve. Puta que pariu! – Exactamente lo que yo

menos deseo.

- Usted tampoco quiere esta boda, seamos francos. Llega a

ser ridículo vivamos juntos mientras transamos con

otras personas y no nos soportamos – las palabras

salían con la rabia que yo sentía. Tanya estaba tranquila,

de la forma correcta para jugar. – Deje eso acabar,


Tanya. Yo no tengo la merda de la seña y usted ya sabe

de eso.

- No va a acabar – dijo con mucha tranquilidad y

seguridad. – Yo tengo muy más a perder dejarse

este acuerdo continuar.

- Usted va a recibir mitad de toda mi fortuna.

Todo lo que yo construí mi vida toda, no es

suficiente?

- No!

Puta que pariu! Yo no podía. No daba para ceder, para dejar

que aquel infierno continuara, si extendiera. No podía dejar

que ella ganara más tiempo. Merda! Yo no podía hacer

aquello con Melissa. Ella no soportaría por más tiempo, yo no

soportaría. Tenía que tener un fin.


Ћ Yo no acepto!

Ћ Todo bien. Buena suerte con Melissa. Ella

puede no ser más su amante, puede usarte y despreciar,

puede ser feliz en aquella boda media boca, pero y usted? Será

que será fuerte el suficiente para verla ser condenada a la

muerte? Será que este amor que siente, que es capaz de

hacerte humillarse, que derrota el tan poderoso Carter, es

capaz de soportar asistir su amada definhar en una prisión? Yo

oí decir que muchos casos de terror son encomendados para

quien necesita pasar una vida en una cadena.

Cerrei los dientes. Yo tenía la certeza de que conseguiría

coger Tanya, que estaba muy próximo y que muy

probablemente nada de aquel sufrimiento sería necesario,

sin embargo el pavor del incierto me cercaba. Y si no de ese

correcto? Y se Melissa necesitara pasar por situaciones más

396

complicadas del que enfrentar Adam Simpson

mientras yo aún buscaba por las pruebas?

Ser prendido, pasar la vida condenado, ver mis empresas

vuelquen polvo, nada de eso me causaba más pánico del

que el escenario que Tanya me describía. Melissa no


merecía ni la idea de aquello todo. No era justo. Nadie

necesitaba ser condenado por mis errores, o por los de

Tanya.

Ћ Todo bien, Tanya. Cuáles son las condiciones?

Ћ En su email tiene un documento que cancela el


acuerdo antiguo. Uno

nuevo será establecido cuando usted volver. Abgail

puede providenciar lo que usted va a necesitar y su

firma electrónica sirve. ES sólo enviar para Frank que

mañana tendremos un acuerdo. - Y en cuanto al que

yo preciso?
- Así que yo recibir el documento firmado, la

confirmación de la devolución de las acciones y los

despidos, usted las tendrá. ES mejor comenzar a actuar,

su tiempo realmente es corto – miré para la recepción y

vi un hombre alto, fuerte, trajando un tierno de buen

corte, de la manera oriental, es bien verdad, pero que

imponía respeto y seguridad. Sólo podía ser él. Confirmé

cuando el recepcionista apuntó en mi dirección. - Ellos

llegaron. Necesito desconectar.

Miré más una vez para el hombre de tierno oscuro que

andaba en mi dirección. Yo aún necesitaba que Abby

me ayudara con los papeles que Tanya hube exigido y

antes de llegar hasta la fatídica reunión.

Ћ Sr. Carter?

Ћ Sí. Robert Carter – él me

evaluó por algunos segundos y yo no conseguí

descifrar lo que se pasaba por su cabeza.

Ћ Por aquí, por favor – indicó el camino de la

salida del hotel. Pasamos por el saguão, por la puerta giratoria

y encontramos un coche grande, alto y negro, con los vidrios

totalmente negros. Dos hombres más nos aguardaban,


probablemente eran seguridades. Él abrió la puerta para mí,

dándome pasaje para el interior oscuro. Así que entré traté de

intercambiar los aparatos de celular. Lo que Dean había me

dado estaba en el mismo bolsillo, pero yo no podía dejar que el

hombre a mi lado notara este detalle. Rápidamente tecleé un

mensaje para mi secretaria. “Necesito de usted. Tanya envió

un documento para mi email.

Usted necesita colocar mi firma electrónica. No cuente nada la

Melissa. También necesito que redacte un documento donde

ella me devuelve las acciones de la empresa, pero consiga

hacer como un contrato de compraventa y venta


y haga una transferencia para la cuenta de Melissa,

una que sea el suficiente para mantenerla bien hasta

eso todo acabar. Ella necesita saber sólo que está

devolviéndome las acciones, la parte del dinero usted

deja conmigo, será 397 más

fácil para resolver. Después mande los dos

documentos para el email de Frank y eso tiene que

ser para ahora. Pieza para Dean forjar una

conversación para este acuerdo, una que haga con

que Tanya crea que tuve que negociar con Melissa.”

Envié certificándome de que ella había recibido el mensaje, lo que

me dejó más aliviado. Aún faltaba una parte y sólo Nicole

podría ayudarme. Respiré fondo sabiendo que no sería

nada fácil con mi hermana. “Necesito que dimita Melissa y

Carol. ES para ahora. No da para explicar, entonces sea

boazinha y haga lo que yo estoy mandando. Mañana

ninguna de las dos deben hacer más parte de nuestra hoja

de pago. Mande una copia de la carta de despido para

Frank.”

Mientras tecleaba sentí el aparato vibrar indicando

la llegada de otro mensaje. Miré para fuera del


coche, fingiendo no ser nada de tan importante

aquella conversación. La calle no estaba desierta,

aún con el avanzar de las horas, pero no

podríamos comparar Nueva York, por ejemplo.

Suspiré, demostrando falta de interés y volví a mi

aparato.

“Ya estamos providenciando todo. Dean consiguió

interceptar su conexión y nodos acompañamos

toda la conversación. Estamos con casi todo listo.”

Óptimo! Nunca en toda mi vida me sentí tan grato por ser


vigilado. Cierto sea dicha, Dean era aún muy bueno en el

que hacía y este detalle me dejó esperançoso. Sólo

esperaba que ellos consiguieran hacer todo el proceso

antes de yo entre en la tal reunión. Sería pésimo no haber

lo que responder o ningún plan bolado.

Volví a mirar para fuera. Mi cabeza giraba en diversos

ángulos. Como Melissa recibiría aquel nuevo acuerdo?

Yo sabía que ella era fuerte el suficiente para decirme

que aceptaría ya que era por un bien mayor y yo en

verdad estaba sacrificándome por ella también, pero

saber que aún temporalmente yo no a haría feliz, no

podría darle la felicidad y paz que tanto le prometí, me

arrasaba por dentro. Y en cuanto a todo lo que soñamos?

Y la familia que construiríamos? Todo necesitaría ser

aplazado, pero hasta cuando?

Mi celular volvió a vibrar.

“Mensajes enviados. Dean rastreou el email de

Frank y él ya las recibió. Ahora es aguardar”

Pero yo no podía esperar tanto. Arriesgué la

seguridad de aquella transacción, destroquei los

aparatos y conecté para Tanya, rezando


internamente para que Dean hubiera conseguido

forjar la conversación.

Ћ Usted fue bien

rápido – ella dijo con la voz tranquila y

segura. 398

Ћ Sí. Digamos que no me gusta perder tiempo.

Ћ Y Melissa no prefiere perderlo

con un proceso o en la cadena – ok, la conversación

forjada salió bien. Por el visto Tanya creía que Melissa

concordó con el proceso por miedo de ser incriminada.

Ћ Vamos al que interesa – miré discretamente para el


lado, conocedor de
que el hombre responsable por mi presencia en

aquella reunión estaba alerta a todos mis pasos.

Ћ En su email, Robert – óptimo!

Así Dean también tendría una idea del que Tanya

pretendía.

Ћ Correcto – y desconecté sin aguardar por más


nada.

El coche pasó por una infinidade de rejas pintadas de blanco,

que revelaban un extenso jardín y al fondo, una casa también

blanca, muy grande y en el estilo colonial, como siempre eran

las residencias de personas envueltas con política, así yo

pensaba. Varios guardas jurados caminaban sin prisa por el

gramado mientras entrábamos y seguíamos un camino de

piedras. Por las ventanas de la casa yo podía percibir el poco

movimiento del lado de dentro, así como la poca luminosidad.

El coche paró en el exacto momento en que decidí

acceder mi email. Realmente existía un nuevo

mensaje de Tanya, con dos anexos. Salí del coche,

acompañando el tal hombre que no había si

identificado. Él caminaba de manera más relajada y a

medida que avanzaba los guardas jurados abrían


pasaje alejándose un poco, pero sin quitar los ojos de

mí. Tuve ganas de reír, pero preferí conferir el email.

“Haga buen uso”

Fue sólo lo que contenía en su mensaje. Aún intrigado

cliqué en el primer anexo. Era una carpeta que contenía

catorce fotos. Amplié la primera y... Puta que pariu! Lo

que Tanya pretendía con aquello?

***

El ascensor abrió las puertas indicando que yo estaba en territorio

amigo. Yo estaba exausto, confuso y con mucha cosa para resolver. Todo
indicaba que tan cedo no podría descasar. Aún así

me sentí renovado. Las solicitudes fueron

encaminadas. Con las pruebas que Tanya envió

quedó muy más fácil convencer el ministro de que

estábamos sufriendo un ataque terrorista, o que

éramos víctimas que una persona que sólo quería

vengarse a causa de la ganância, ya que

conseguimos descubrir su participación en el robo de

las donaciones. Por esta nadie esperaba.

Abrí la puerta del apartamento, pero no fui

para el cuarto, necesitaba 399

encontrar el personal y saber en que pie estaban las cosas.

La reunión con el consejo fue sólo la punta del iceberg,

muy aún era necesario hacer. Inclusive nuestro encuentro

en la fábrica, para asegurarles que nada más podría dar

errado. Así yo esperaba, sin embargo se Tanya hacía de

aquella forma, yo podía creer que estábamos seguros.

Encontré Dean, Carol, Abby y Paul aguardando por mí. No

quiso cuestionar si aquella reunión era segura. Ya estaba

más del que engreído de que Dean no jugueteaba en

servicio, entonces era mejor dejar que él hiciera el


trabajo de él sin mi interferencia. Sin embargo Melissa no

estaba entre ellos. Lo que estaba aconteciendo?

Ћ Y Melissa?

Ћ Durmió – Carol respondió

sin le importar mucho con el hecho. Ella estaba

bastante concentrada en su notebook.

Ћ Abby quedó con ella por un tiempo, pero Melissa


estaba mucho

cansada y acabó durmiendo – Dean caminó en mi dirección. –

Dio todo correcto. Conseguí un contacto en la policía que va

averiguar la legitimidad de las


pruebas, pero necesitamos ser rápidos. Melissa

tendrá que encontrarse con Adam antes de ellos

coloquen las manos en él – tragué en seco. Era

necesario.

Ћ Vosotros vais volver

antes? – continué convenciéndome de que era

importante aceptar que ella haría todo sin mí.

Ћ No! Vamos a mantener el plan. Luego pronto


partiremos para el SPA.

Tanya va a creer que preferimos así porque Melissa

quedó muy sacudida, o cualquier cosa del tipo. Usted

consiguió leer el archivo que enviamos con la

conversación que yo forjé?

Ћ Conseguí. Quedó

óptimo y dio para enrolar Tanya. Ella cayó

en la conversación.

Ћ Óptimo! – miré para Paul, él se mantenía


tranquilo.

Ћ Vamos a hacer la cosa correcta. Si

Adam es aún el responsable debe pagar por sus

crímenes, ya que no podemos incriminarlo por los


otros – Abby me miró seria y por un segundo creí que

aquello le causaba dolor. Nodos dos sabíamos del que

Adam era capaz.

Ћ Tanya es la responsable por

estos crímenes, Adam es sólo su empleado, lo que

hace el trabajo sucio – Paul se manifestó. Él no hacía

idea del que Adam Simpson era capaz.

Ћ Sí, ella es, pero no tenemos cómo hacer de otra


forma ahora.

Colocar Adam en la cadena antes de Tanya no va a

cambiar nuestros planes. Sólo que necesitamos

colocar las manos en él primero.

Ћ Hube Tomado que Melissa

consiga – Abby levantó y se aproximó. – Que

bueno que dio todo correcto – su mano pousou

en mi hombro. Una 400


aproximación que hay muy ella no intentaba. – Está

seguro para salir. Tom está controlando las cámaras de

este piso. ES mejor acostemos ahora ya que se aproxima

la hora de estar en la activa otra vez.

- Será mejor – Dean se alejó, yendo en dirección la novia. –

Carol va a quedar, hasta porque así llamaremos

menos atención y también conseguiremos mantenerlo

más seguro y actualizado – concordé con la cabeza

sintiendo mi cuerpo pese.

- Todo bien. Veo vosotros en algunas horas.

Todos comenzaron a encaminarse para sus aposentos. Vendré en

dirección al pasillo, lo aunque Dean y Carol seguían, y

traté de encarar inmediatamente de un golpe el

problema que sería con Melissa. Si ellos cumplieron

con lo que yo mandé, mi amante nada sabía acerca

del fin de mi acuerdo con Tanya.

Entré en el cuarto, dominado por la penumbra, e identifiqué su

cuerpo pequeño envolto en los lençóis finos que cumplían

perfectamente su papel de hacerla aún más deseable. Puta

que pariu, como yo podía pensar en sexo estando tan fodido


mentalmente? El aire-condicionado hacía un acúfeno suave y

los otras confusiones eran sólo el sonido de la noche.

Pensé un millón de veces que podría dejar aquella

conversación para después. Con certeza Melissa

dormía vencida por el cansancio, si no del cuerpo, de

la mente. No me parecía muy justo despertarla para

tratar de asuntos tan desagradables. De pie a su lado

en la cama decidí tomar un baño primero, así yo

tendría tiempo para pensar exclusivamente en el que

podría decir a la ella.

No dio muy correcto. El baño terminó antes aunque yo pudiera


formular la manera correcta de iniciar el asunto. Yo tenía

certeza de que Melissa sería fuerte, pero porra, yo sabía

que eso acabaría con ella. Miel era fuerte y decidida, sin

embargo yo sería un miserable se no reconociera que

podía descifrar perfectamente su máscara y sentir el

dolor que aquello todo le causaría y que ella nunca sería

capaz de externar por el simple hecho de no ser una

persona egoísta.

Coloqué sólo cueca y una camisa sin mangas y senté a su

lado en la cama. Ella dormía como un ángel. Llegaba

a ser profano despertarla, pero yo necesitaba. Las

horas corrían y no daba para esperar por nuestros

últimos quince minutos para conversar sobre todo lo

que necesité hacer.

Pasé la mano en sus cabellos y ella se meneó un poco, entonces

acaricié su rostro. Melissa volcó de frente y abrió los ojos, encaró el techo

y lentamente se volcó en mi dirección. Parpadeó algunas veces, pero sonrió.

No una sonrisa de felicidad, pero uno que me daba seguridad y fuerza. Era a

401

hora.
Ћ Hola! – noté que mi voz no

estaba en el tono exacto por eso necesité

pigarrear.

Ћ Hola – a de ella estaba sonolenta, melosa y


manhosa. Tuve ganas de

acostar en su pecho y dejar todo para después. – Noche

difícil – afirmó, no preguntó. Ella ya sabía de mucho del que

había hecho para llegar hasta allí.

Ћ Mucho. Necesitamos conversar – ella

se meneó un poco confusa y después levantó el

cuerpo sentando en la cama. – Melissa...

Ћ Diga de un golpe – miré mi amante y entendí. No


daba más
para hacer vueltas. Era importante encaremos el problema de frente.

Ћ Tanya revocó el acuerdo! –

aguardé un poco, dando mi amante el derecho de

absorber la información. Melissa continuó seria

encarándome. – Cancelamos el acuerdo que me haría

libre algunos días. No sé aún cuánto tiempo va a durar

el prójimo, pero...

Ћ Todo bien – ella me cortó con la voz decidida.

Ћ No. No está todo bien, Miel! Usted no necesita ser


fuerte ahora. Yo

hice una promesa a usted!

Ћ Fue mejor así, Robert. Tanya me

entregaría la policía y sería muy más complicado. No

teníamos cómo probar mi inocencia.

Ћ Aún así...

Ћ Nodos aún tenemos una oportunidad.

Ћ Yo sé! Aún así, continuó con miedo.

Ћ Yo no tengo miedo! – su voz

dulce llenó el ambiente de una manera tan fuerte

que por algunos segundos me permití sonreír.

Melissa era increíble! – Del que está riendo?


Ћ Nada, sólo acordé de usted huyendo por la
ventana para no haber que

encarar Olívia. ES inacreditável como puede tener miedo

de cosas que son fáciles de resolver y de otras que llegan

a ser estarrecedoras usted actúa como se fuera de más

natural de todas – ella sonrió también.

Ћ Las circunstancias cambiaron –

respiré fondo con su afirmación. Y como habían cambiado.

En un golpe rápido de la vida fuimos lanzados del tope

para el fondo. Yo bien conocía esta sensación y no me

gustaría que Melissa fuera gracias a pasar por eso, más

una vez y más, y más, y más, y más una infinidade de más.

Necesitábamos de un fin.
Ћ Entonces ahora yo soy una mujer desempleada?

Ћ Ah, sí! Pero será por poco tiempo, yo prometo!

Ћ Todo bien, Robert! Aún tengo cómo mantenerme por


algunos meses –

hizo una mueca que me alertó. Allí estaba su dolor.

Tanya estaba minando Melissa de todas las formas.

Ћ Vamos a continuar

juntos, acuerda? – intenté de alguna forma

le 402

mostrar que no estaba sola. Yo aún estaría allá

por ella. Siempre. Eternamente.

Ћ Y vendí las acciones por miedo de ser


incriminada? – ríe.

Ћ Eso también.

Ћ Y voy a necesitar partir mañana.

Su voz quedó un tono más bajo. También noté que existía más

tristeza por este detalle del que por todos los otros. Melissa

era aún imprevisible. Cuando ella se partiría en pedazos? Y por

qué yo aún aguardaba por eso? Estiré el lençol llevándola para

el lado y acostándome en la cama. Estiré mi amante


ajustándola a mi cuerpo. Era reconfortante haberla en mis

brazos tras momentos tan angustiantes.

Ћ Qué hora es?

Ћ Ya es tarde. Vamos a dormir, en poco tiempo voy


a necesitar estar de pie

para la inspección con el ministro – solté un largo

suspiro. Mi cuerpo estaba cansado, pero mi mente aún

trabajaba frenéticamente.

Ћ Tarde cuánto? – lo que estaba

aconteciendo con Melissa? Por qué se importaba

tanto con las horas?

Ћ Hum! Creo que... – hice esfuerzo para tener una


previsión del horario en
que salí del baño para aquel momento. – Dos y

media o cuarenta. Muy tarde mismo!

Ћ Entonces hoy ya es

mañana? – quedó empolgada como un niño. Que

cambio repentino.

Ћ Vamos a dormir, Miel! Usted va a viajar

inmediatamente cedo y yo también voy a necesitar

enfrentar una barra, entonces vamos a relajar sólo un

poco.

Ћ Pero es un día importante!

Ћ Sí, es un día importante, pero yo sólo cuento como


el día propiamente

dicho, cuando el sol nace y yo necesito levantar, ok? –

increíblemente yo sentía mis ojos cerrándose de una

manera imposible de contestar. Melissa dio un risinho

infantil y se volcó para darme un beso rápido y

después acostar en mi pecho, acomodándose.

Yo esperaba por un poco más de drama. Como mínimo

una conversación más complicada. Confieso que aún

estaba hallando todo muy extraño. Ella parecía no le

importar. O estaba disfrazando muy bien o había algo


muy más importante del que eso todo para hacerla

estar tan animada. Preferí no perder muy tiempo con

estos pensamientos. Era necesario dormir.

- Ok! Voy a aguardar hasta que hoy sea mañana para usted – ríe.

***

403

Cuando desperté sentí que mi cuerpo aún no estaba preparado

para eso. Dolía de una manera desconfortável y mi mente

quedó un poco confusa. Al acordar del motivo por yo haber

descansado tan poco sentí que era tirado de vuelta la realidad

de una manera descomunal. El mismo


que estar flotando en el cielo y descubrir que no tiene alas.

Miré el reloj confiriendo el tiempo que aún me faltaba y cuando

miré para Melissa que me encaraba. Intenté descifrar sus

expresiones. Ella parecía tranquila, hasta alegre, pero

como era posible sabiendo que nos separaríamos, aunque

temporalmente, a causa de Tanya? - buen día! – intenté

parecer tranquilo también, sin embargo yo estaba

ansioso, angustiado y temeroso. Algunas horas eran

suficientes para cambiar toda la situación. Mientras yo

dormía Tanya actuaba, o ahora, quien sabe, el propio

consejo podría simplemente resolver atacarme.

Ћ buen día – ella sonrió y se

espreguiçou. Sonríe un poco y a estiré para

mis brazos.

Ћ Que sonrisa lindo! – sussurrei en su oído. – Mi


sueño es

despertar todos los días con él – ella se encogió como

una gatinha manhosa se enroscando en mí.

Ћ Hoy ya es hoy? – ríe roçando mis manos en su


espalda.

Ћ Sí, hoy ya es hoy, Melissa y nuestro tiempo es


bien corto – giré
nuestros cuerpos quedando por cima de ella. Melissa

rió divertida. Estaba muy leve, alegre como si el día

fuera realmente especial.

Como yo amaba aquella mujer! Su fuerza, su forma única de

encarar los hechos y de sorprenderme. Ella era mi

centro del universo. Y sí, yo estaba con la mente

fodida, con los nervios a la flor de la piel, pero

ansioso para transar, pues siempre fue una válvula

de escape trepar para colocar para fuera lo que yo

no conseguía mi día a día. Aquel era uno de estos

momentos.

Melissa estaba entregue, caliente, sonolenta, sorridente, perfecta para


hacer amor, pero yo quería muy más del que tocarla con

carinho, beijá-la con suavidad. Yo quería fodê-la sin

límites, llevar mi amante al extremo, hacerla olvidar el

mundo y consecuentemente olvidar el mío. Quería

simplemente no pensar en el cuánto amaba aquella

mujer, porque acordar de aquel amor, en aquel

momento era acordar también de toda la rabia que yo

sentía y del cuánto yo necesitaría luchar para mantener

Melissa a mi lado.

Yo no necesitaba de aquello. Necesitaba sólo de su

entrega, de su deseo, de su placer. Necesitaba de sus

gemidos, de sus súplicas, de su forma única de

pedirme para poseerla, sin parar, sin parar, sin parar

hasta que ella estuviera en éxtasis. Sólo así yo tendría

paz de espíritu para 404

seguir enfrente.

Pero ella aún me miraba, de aquella forma dulce,

como un niño esperando por un presente. Lo que

había de diferente en Melissa en aquella mañana? Yo

no supo decir, pero había una suavidad que anulaba

mi animosidade. Ella esperaba muy más de mí. Sin


conseguir descifrar beijei sus labios con cuidado. Ella

retribuiu, pero deshizo el beso muy antes del que yo

deseaba.

Ћ No va a decir nada? – el

quê? Yo no entendía lo que ella quería. Aún

así no me desvencilhei.

Ћ Lo que usted quiere que yo diga? – hablé de manera


mansa, sin deixá-

la huir de mí. Melissa me encaró por algunos

segundos. Parecía querer entrar en mis

pensamientos. – Yo amo usted! – arriesgué. Ella

ergueu una ceja aún encarándome.


Ћ Sólo eso? – ella parpadeaba

visiblemente nerviosa. Lo que acontecía con

aquella mujer? Lo que más yo podría decir? – Usted

no sabe, no es? – como así? Lo que yo no sabía?

Ћ Del que exactamente yo no sé, Miel? – tuve


miedo del que podría

estar aconteciendo, entonces desvié el mirar y beijei

su cuello. Ella se meneó un poco debajo de mí, pero

no me alejó.

Ћ Hoy es un día importante – ella volvió a hablar


aún incomodada.

Ћ Sí. ES claro que es un día

importante. Hoy vamos a saber se conseguimos o no

pasar por el aval del gobierno – ella me empujó un poco,

haciéndome levantar. – Cuál es el problema, Melissa?

Ћ Usted no sabe aún? – su voz

quedó un poco más alta. Había mágoa e

irritación.

Ћ El quê? Hoy es nuestro

aniversario de enamoro? ES serio aunque usted

está contando meses?


Ћ Yo no creo, Robert Carter! No creo en eso!

Ella levantó de la cama y se trancou en el cuarto de baño. Por la


forma como

batió la puerta yo entendí que había pisado en el balón. Pero lo que ella
quería?

Cuánto tiempo teníamos juntos? Yo debería acordar

de eso? Serio? Puta que pariu! Y yo necesitaba aún

trepar y aliviar la tensión. Las mujeres eran seas

complicados. No daba sólo para transarmos antes de

la pelea? Un orgasmo caería muy bien antes de la

inspección del consejo en la fábrica.

Quedé aguardando hasta que ella abrió la puerta y salió lista.

Vestía un vestido corto, pero suelto. Estaba linda con los

cabellos mojados caídos por la espalda. Su perfume tomó

cuenta del ambiente. Mi deseo aumentó.


- Miel?

Pero ella simplemente salió y batió la puerta

del cuarto dejándome 405

para tras. Por el visto Melissa esperaba aunque yo

acordara de aquella fecha. Droga! No daba para pensar

en todo a la vez. Era cosa demás y aún necesitaba estar

pronto, preparado para la guerra con Tanya, con el

consejo, con Adam... Puta que pariu!

Levanté y preferí tomar un baño antes de cualquier

cosa. No me sentía sucio, pero necesita de un tiempo

debajo d’agua para organizar mi mente. Sin contar

que mi palo latejava implorando por un poco de alivio.

El jeito era aguardar hasta que pudiéramos estar

juntos, otra vez. No había más tiempo.

Limpio, vestido y aún tenso salí del cuarto. No

encontré Melissa en ningún lugar de nuestro

apartamento entonces deduje que ella estaba en el

otro, junto con Dean y Carol. Abrí la puerta y fui en

búsqueda de ellos. Encontré Melissa abrazada con

Dean. Ok, eso no era algo que yo ya había superado.

No daba. Era muy más fuerte del que yo. Paré en la


entrada de la sala donde el desayuno fue servido y

aguardé hasta que ellos notaran mi presencia.

- Confundo? – aún con la presencia de Carol yo no conseguí me

sentir más seguro viéndolos tan íntimos. Melissa me miró

con mágoa y yo percibí que ella había llorado. Que droga!

Necesitaba aún de eso?

Ћ No – Dean me miró de una

manera rebelde, pero largou Melissa y colocó las

manos en el bolsillo. – Yo estaba...

Ћ Todo bien, Dean – Melissa lo interrumpió


encarándome de una
forma dura. Aún así se deshizo del abrazo y caminó en

mi dirección. – Tenga un buen día, Robert. Encuentro

usted mañana. Hasta allá – me dio un beso en los labios,

pero era sólo una forma de no comprar a pelea. Fue frío

y sin sentimiento. De hecho, había sentimiento, pero yo

mano quería pensar en él en aquel momento.

Ћ Ya comió alguna cosa? –

fue sólo lo que yo conseguí hablar. Melissa

estaba muy extraña.

Ћ No. Estoy sin hambre. Necesito

resolver algunas cosas con Paul. Él me pidió para

ayudarlo con un presente para Nicole – sus ojos

quedaron llenos de lágrimas contra cuáles ella luchó

bravamente. – Veo usted después – y salió.

Ћ Lo que dio en ella? – Quedé intrigado. Carol rió y


levantó las manos.

Ћ Lo que dio en usted? – Dean rebatió. – Va a decir


que no sabe

aunque día es hoy? – había tanta reprovação en su

voz y en sus expresiones que yo me sentí


constrangido. – No consigo creer. Usted sabe todo

de la vida de Melissa!

Ћ Casi todo! – él me cortó con

un mirar que me repreendia. – Ok, Dean, lo que

yo perdí?

406

Ћ Serio?

Ћ Mira, es mejor usted decir inmediatamente pues


mi tiempo está pasando.

Ћ Hoy es el aniversario de ella!

Puta que pariu!

407

CAPÍTULO 39
- Tiene certeza que este es lo que ella escogería? – Paul me observaba

con tranquila. Estaba bastante concentrado en

encontrar la joia perfecta para Nicole, pero había

percibido mis ojos rojos, el semblante abatido y la voz

baja y desanimada.

Ћ ES complicado tener certeza sobre

cualquier cosa que diga respeto a Nick – él rió y concordó. –

Pero tengo certeza de que ella va a amar este. Cogí un par

de brincos de oro blanco, con piedras rojas,

rubi. Eran lindos, delicados y llenos de personalidad,

así como mi amiga. Ella amaría con toda certeza.

Ћ Correcto, entonces voy a llevar este! – él retiró los


brincos de mis manos

y los depositó en la pequeña caixinha de veludo azul

con la marca de una de las mayores y más

importantes joalherias del mundo. – Y este... – levantó

un saquinho de veludo negro y volcó en mi dirección –

ES para usted. Feliz aniversario!

No sé se fue el hecho de no estar preparada para una

actitud como aquella partiendo de Paul, o si por Robert no

haber acordado de la fecha, lo que era un absurdo, a fin de


cuentas, él se dio al trabajo de saber el tamaño ideal de mis

bragas, como pudo haber olvidado de una fecha tan

especial como aquella? Pero el hecho fue que yo caí en

lágrimas, llorando todo lo que había conseguido contener

hasta aquel momento.

Paul quedó medio desconcertado con mío lloro. Su primera reacción

fue recular certificándose se había hecho algo de

errado, pero inmediatamente enseguida me envolvió

con sus brazos y afagou mi espalda, como un

hermano más viejo, un amigo muy próximo.

- Hey! ES su aniversario, no era para ser un día feliz?


Respiré fondo intentando contener la enxurrada

que teimava en descender. Paul me pasó un

guardanapo, cogí assoando la nariz y limpiando las

lágrimas. Él me observaba con cuidado, aguardado

por más lloro de mi parte.

Ћ Era sí – enxuguei el rostro

más una vez e intenté sonreír. – Disculpe. ES un

día feliz. Tiene que ser, no es? – su boca formó

una línea fina mientras me observaba.

Ћ Fue Robert, no fue? – por la forma como mis ojos


quedaron

repletos de lágrimas él obtuvo su respuesta. – Mira, Miel,

Robert es una persona buena, aún con toda esta

confusión con mi hermana.

408

Ћ Yo sé. Sólo que...

Ћ Él olvidó – dedujo. Concordé con un

gesto de cabeza y él suspiró pesadamente. – Abgail

siempre fue la responsable por estos recordatorios y la

secretaria antes de ella también hacía este papel.


Inmediatamente acordé de los avisos en las agendas

cuando comencé a trabajar con él. Presentes, flores, Tanya,

Olívia... Droga. Yo debería haber hecho una observación.

Aún así, no daba para creer que él se dio al trabajo de

hacer una copia de las llaves de mi casa pero no se

preocupó en saber la fecha de mi aniversario. Si yo fuera

una persona que no le importaba este día, o que incluso no

veía nada de especial, tal vez no me machucasse tanto,

pero poxa! Yo amaba mi aniversario. Era el día más

especial de todos los días del año. Era mi día! Y él debería

saber de eso. Merda!

Ћ No quede triste, Miel! Robert tiene la mente


repleta de problemas, de
cosas que no puede olvidar y estas conmemoraciones

pasan a ser secundarias. Una vez él olvidó la navidad,

da para creer? – ríe sin sentirme más feliz por eso. –

Yo creo que fue la primera gran crisis que ellos

tuvieron – él rió y entonces paró dándose cuenta de

que aquel no era el momento ideal para relembrar el

pasado feliz de la hermana con el cunhado. – Disculpe!

Ћ Todo bien – sussurrei. – Ellos no se odiaron la


vida entera.

Ћ Y ni ahora – me fitou, pero desvió rápidamente


los ojos con

miedo de revelar además del que podría. – Disculpe

otra vez, Miel. Tal vez... - Quiebra – sentí mi pecho

doler. Respiré fondo, sin embargo yo necesitaba oír

aquello. – La verdad debe ser dicha. Por eso es por lo

que usted reluta tanto en estar envuelto con esta

historia? – Paul anduvo alejándose de mí y sentó en

una silla.

- Yo no quiero hablar sobre eso porque no es muy confortable

discutir con la amante de mi cunhado sobre lo que yo pienso

en relación al relacionamiento de él con mi hermana – él fue


duro, pero yo no me intimidé. – Mira, Melissa, yo no tengo

nada contra usted, de hecho, yo me gusta usted, entonces

no quiero que encare eso como una cosa personal.

Ћ Quiebra inmediatamente de un golpe, Paul!

Ћ Un hombre jamás dormiría con una mujer

que él odia – nos encaramos por incontáveis segundos. – No

tengo dudas de que él le gusta usted e incluso que quiera

quedar con usted a finales de todo, pero lo que ellos sienten,

lo que pende esta balanza, no es el odio. Siento mucho.

Por un instante pensé que mis pulmones no sabían más lo

que era respirar. Mi corazón dolía por el simple hecho de yo

sepa que aquello era


verdad. Como un hombre podría ir para la cama con

una mujer que no 409

deseaba? No era tan fácil fingir, como era para las mujeres. Yo podría

creer que era todo una mentira?

No. Yo no podía.

Ћ Correcto – limpié una

lágrima que descendió por la esquina de mi

ojo. – Correcto. Gracias por haber sido

verdadero.

Ћ Miel... – él levantó y se inclinó

en mi dirección. – Yo no dijo que él no te amaba.

Ћ Pero dijo que él ama Tanya también.

Ћ Si eso sea realmente posible

para alguien, sí, fue lo que yo dijo. Lo que ella hizo...

Todo lo que él necesitó pasar a causa de ella, es el

suficiente para que usted sea la electa, no importa

lo que él aún sienta e intente se convenza de lo

contrario.

Ћ Eso no ayuda mucho.

Ћ No mismo, pero él te ama y yo no tengo cómo


dudar de eso. ES
de una forma diferente – más una vez me encaró por un tiempo

largo demás. Tuve ganas de dar la espalda e ir aunque, pero mis

piernas no me obedecían. – Si yo tengo que hacer entonces haré

de la forma correcta. Siéntese

– obedecí listamente. Paul estiró la silla y sentó a mi frente

con a de él invertida, las piernas transpassadas. Apoyó lo

quejo en los brazos cruzados en el encosto de la silla. - Él y

Tanya vivían un amor muy intenso. No sé si usted va a

conseguir entenderme, pero cuando mi padre resolvió ser

socio del padre de él, luego todos nos hacemos una familia

sólo. Robert era mi amigo, el mejor que yo tenía, así como

Bruno. Éramos
nuevos, pero llenos de gana de hacer salir bien. Tanya y él

se enamoraron. Yo nunca acepté muy bien la forma como

ellos hicieron eso. Entienda, no era un ciúme de hermano,

fue sólo porque mi hermana era una persona y cuando

Robert finalmente a aceptó ella era otra.

Ћ Como así?

Ћ Ella se transformó exactamente en el que él


quería. Cambió de una

hora para la otra. Yo sé que cuando nos enamoramos

hacemos cosas de este tipo, abrimos mano de parte del

que somos, pero ella... – miró para el nada, como si los

recuerdos fueran fuertes demás. – Ella cambió muy y con

eso consiguió el corazón de él. No quedé preocupado,

ellos parecían felices y yo ya estaba envuelto con Nicole, a

pesar de no dejar eso muy claro o no aceptar tanto lo que

sentía – sonrió al mencionar mi amiga. – Yo nunca me

entrometí en la vida de ellos, pero de lejos, sin hacer

comentarios, yo veía todo y sabía que la intensidad de

aquel sentimiento era una cosa extraña. No sé describir.

Ћ Era un amor muy fuerte?


Ћ Era un amor doentio. Por lo

menos lo que ella sentía – bajó el mirar 410

constrangido con lo que revelaba. – Tanya nunca fue

de hacer escándalo o hacerse de víctima, pero yo

veía en su mirar el odio que sentía cuando creía que

Robert a engañaba.

Ћ Y él hacía eso?

Ћ No sé. Creo que no, por lo menos no claramente


como pasó

a hacer después que todo aconteció.

- Entiendo – pero yo no entendía. Mi cabeza era una bagunça y yo


no sabía el motivo de estar allí, oyendo aquel desahogo.

- Tanya actuaba como se Robert fuera su único objetivo. Pasó a

vida haciendo eso, creando un mundo para él,

esforzándose para que nada confundiera sus planes –

mordió los labios. – Por eso es por lo que me siento

mejor sabiendo que ella recibirá un tratamiento en vez

de apodrecer en una cadena, o ser condenada a la

muerte.

Ћ Entonces usted cree que ella está aún enfermo.

Ћ De amor? Sí yo creo.

Ћ Paul, yo no sé lo que pensar.

Ћ Pero la forma como él hace con usted. La forma


como él te mira,

como vive este relacionamiento, es diferente. Él hizo lo

que pode para salvar la boda con Tanya, sin embargo

nunca va a permitirse recomenzar con ella y pelo que

he visto, todo lo que él desea es tener esta

oportunidad con usted.

Y aquellas palabras, las mismas que Robert utilizó una vez,


calentaron mi corazón, porque yo sabía que yo era el

suyo recomenzo. Yo y aquel niño generado en mi

vientre.

Ћ Gracias! – sonríe y levanté.

Yo no necesitaba más oír su narrativa.

Ћ No va a abrir el presente? – cogí el saquinho de


veludo y con

cuidado abrí, retirando de allá una tornozeleira,

deduje por el tamaño y por los penduricalhos. Era

linda, de oro, con bolinhas que hacía un leve

barulhinho cuando balanceada. Sonríe anchamente.

Ћ ES lindo!

Ћ Sé que no es de uso habitual. En verdad ha muy


más a ver
con la cultura Tailandesa, pero creí que quedaría

interesante, que sería uno algo de más cuando usted no

necesitara más ser la ejecutiva.

Ћ Gracias!

Ћ Por nada. Nicole quedará

feliz en saber que yo pensé en el presente –

abrió una ancha sonrisa.

Ћ Va sí. Gracias!

Ћ Ok! – él suspiró. - Ahora yo

necesito ir o entonces Robert va a matarme.

411

Confieso que mi mayor gana en aquel momento era encontrar

con mi amante. Quería sepa si él ya tenía se dado

cuenta y lo que haría para se redimir, pero él no me

buscó. Ni una conexión, un mensaje, nada. Entré en

el apartamento del Dean con la esperanza de aún

encontrar Robert. Pero no aconteció.

Ћ Él ya fue – Carol me informó así

que entré y caminé apresuradamente por el

apartamento en dirección al pasillo que conectaba


los dos cuartos. – Conversó bastante con Dean y

partió – mi corazón hundió en el pecho. Entonces a él

no le importaba.

Ћ Yo sólo voy buscar mis maletas en el otro cuarto.

Ћ Ok! Dean estaba ajustando las

cosas de ellos y dando algunas coordenadas al

personal – noté que Carol no sentía ningún placer en

pasarme aquellas informaciones. Hube Podido, el

novio de ella necesitaría estar en un SPA conmigo por

tiempo demás. Era realmente algo que no dejaba

nadie confortable.

Ћ Entonces encuentro él en algunos minutos.


Ella concordó con la cabeza. Salí más por necesitar

estar sólo del que prisa para vivenciar mi aniversario

solitario. Llegué al cuarto vacío y él parecía ser aún

mayor. Todo estaba allá, exactamente en su lugar,

inclusive las cosas de él, aún así, fue como un inmenso

agujero en el espacio aguardando para tragarme.

Pero era para ser mi día feliz. Era para ser el día más especial del

año. Entonces por qué yo no conseguía sentir aquella

seguridad que siempre me hacía fuerte este día? Por

qué la familiar alegría no me dominaba? Como era

aunque decíamos? Toda la tristeza, todas las

dificultades continuarían existiendo el día siguiente,

entonces sólo hoy, por ser hoy, yo voy a ser feliz y nada

va a sacudirme, porque hoy es el día más especial del

año. Yo podía hasta oír la voz de mi madre diciendo

aquellas palabras. Un dolor se instaló en mi pecho. No,

aquel no era más mi día feliz, porque yo necesitaba de

él para sentirme entera. Era todo un gran saco de merda!

Ríe de mi birra y lloré por mi soledad mientras juntaba las

pocas cosas que yo había conseguido esparcir por el cuarto.

El libro que mi padre me dio y el presente de Paul coloqué


en la bolsa. Era bueno estar cerca de presentes. Cerré la

primera maleta mezclando mis cremas las pocas piezas de

ropas y sin me importar con lo que daría aquello.

- Hola! – Dean apareció sin batir. No dio para esconder las lágrimas.

Él hizo una caretinha linda y me abrazó. – Vamos a tener un día especial, ok?

Ћ Dean!

Ћ Nada de eso. Hoy es su día y

yo estoy lleno de planes – suspiré. 412


Lo que él tendría como plan para mi aniversario arrasado
inmediatamente cedo?

***

Estiré los brazos y me espreguicei adorando el sol en mi

piel. Estábamos en el tan anhelado SPA, lo aunque yo

había deseado estar con el hombre de mi vida un día

antes, pero que en aquel momento acogía a mí y a mi

amigo. Yo usaba un biquíni osado que Abby había dejado

de presente para mí antes de salir, con un lindo bilhetinho

diciendo “Aproveche el máximo de su día. Enhorabuena!”.

Yo amaba presentes de aniversario, eran tan importantes!

Cogí más una vez mi bebida servida en un abacaxi y suguei

su contenido. Dean dijo que yo podía todo, pero a

pesar de mi gana de alcohol, preferí una bebida más

consciente, a fin de cuentas yo estaba embarazada.

Ћ ES mejor pasar más un poco

de protector solar, Miel. Su piel ya está

quedando roja – revirei los ojos.

Ћ No va a tener nadie para hacerme arder, entonces


voy a aprovechar el sol

al máximo – él rió. – Usted no contó aún a él? – ok, yo ya

había hecho aquella pregunta un millón de veces, aún así


yo continuaba haciendo. Por qué Dean conversó con

Robert pero no contó?

- No. Yo no conté! – abrí la boca para la misma pregunta que yo

hacía después de su respuesta, pero él me contuvo. –

Y no conté porque creí que usted no iba a gustar –

sonríe.

Ћ Yo dijo que no sería una buena amiga hoy.

Ћ Usted siempre es una buena amiga, y no, yo no


estoy arrepentido de

tener viniendo – su sonrisa quedó inmensa y yo ríe. Dean estaba aún salvando
lo
mi día. Si no fuera aquel detalle... No, yo no me

permitiría llorar más.

Ћ Podríamos hacer una de

aquellas massagens maravillosas – sugerí

determinada a cambiar de asunto.

Ћ Buena idea, pero usted va a

necesitar mantener eso en secreto – hizo una

mueca engraçada.

Ћ Por quê? – levanté encarando mi amigo que rió.

Ћ Porque Carol no va a encarar muy bien la idea

de massagistas tailandesas colocando las manos en mi lindo

corpinho – repetí su mueca.

Ћ Tiene razón. Robert tampoco va a quedar nada


satisfecho – pero a

idea me dejó animada y yo acabé sonriendo traviesa

y mi amigo me acompañó.

Ћ Ok! ES nuestro secreto.

Vamos! – él levantó todo empolgado 413

llevándome junto.

El SPA era simplemente un paraíso. No sólo por el mar


maravilloso nuestro frente, ni por la piscina que tenía

sólo un reborde de vidrio separando del agua del mar,

muy menos de su espacio tan amplio que permitía

cualquier persona hospedarse de manera discreta,

pero él tenía uno “que” de libertad, placer y felicidad

que era imposible no sentirse bien en aquel lugar.

Todos los operarios con quienes yo tuve el placer de

interaccionar eran discretos y agradables, además de educados

y sorridentes, claro. El cuarto era tan grande, con decoração en

blanco y madera y amplias puertas que daban pasaje para el

área de la piscina y playa que permitían que una brisa


gostosa refrescasse el ambiente. Nuestras bebidas no

calentaban ni acababan pues siempre aparecía alguien

para sustituirlas y comer tampoco era problema, de

hecho, era el problema, pues usted conseguía de todo y

para una mujer embarazada, era la perfecta perdición.

- Yo creo que su barriga ya comenzó a aparecer – estremecí. Pero

Dean continuó cogiendo firme en mi mano y no me dejó difuminar.

– Casi no da para notar, sólo se la persona esté

atenta y como yo sé del embarazo queda más fácil

identificar.

- No está ayudando, Dean. O yo estoy

embarazada o estoy gorda, es más o menos

eso lo que está diciendo – él rió.

- Pero usted está embarazada, lo que significa

que no está gorda. Lo que usted prefiere? –

apuntó para la pantalla de led que informaba

los tipos de massagens ofertados en aquel local.

- No tiene nada de cunho sexual ahí, no es? – él rió.

- Por el visto no. Que decepción, hein? –

revirei los ojos. - Con certeza.

- Y lo que va a ser?
- Hum! No sé. Creo que lo que sea más

completo. Lo que halla? - Hallo óptimo!

Él conversó con el atendente y rápidamente fuimos llevados

para una tienda, como en los cuentos de fadas, abiertas de

los lados, con cortinas esvoaçantes, una enorme maca

blanca, un olor delicioso y un massagista sorridente usando

sólo una calza folgada. Él era muy bonito y tenía un cuerpo

perfecto. Bueno, por lo menos así yo me vengaría de mi

amante. Quién mandó él olvide de mi aniversario?


Miré para el lado y tuve un breve atisbo de Dean quitando a

camisa y acostando en la maca. Una chica con top y

una calza folgada del mismo color que a de mi

massagista, aguardaba por él. Sonríe. Aquello tenía que

ser proposital. Acosté boca abajo y aguardé.

414

Mientras él iniciaba la massagem con las manos calientes y el óleo que

sólo aumentaba la temperatura, me dejé pensar en

Robert y no conseguí sofocar la tristeza por no ser él

allí. Sin embargo no dio para pensar en mi amante por

mucho tiempo, de hecho, no dio para pensar en nada.

Menos de cinco minutos después del inicio de la

massagem yo no conseguí más razonar. Mi mente

volcó una pantalla blanca y mi cuerpo una masa

incapaz de reaccionar.

Era todo tan relaxante, tan perfecto y gostoso que

cuando sus dedos subieron por mis cabellos,

apretando mi nuca y explorando mi cuero cabeludo, yo

adormecí. No sé si el motivo real fue la massagem, o

se lo lloro y la tensión de la noche anterior agotaron


mi capacidad de quedar alerta, pero yo dormí como

hay muy no dormía. Simplemente borré. Y no soñé.

Abrí los ojos para la claridad del día. El sol estaba

fuerte. Oí risas en algún lugar más distante y el sonido

de las ondas. Mi cuerpo estaba relajado. Entonces me

di cuenta de que estaba de frente, sólo una toalla

cubriendo mis senos y el biquíni no estaba más en su

debido lugar. Corei inmediatamente.

Sin jeito coloqué la pieza y levanté. El local estaba vacío.

Más alejado, en otra tienda, el mismo massagista atendía

otra persona. Cogí


mi sombrero, los óculos y salí rápidamente de allá.

No quería ni pensar en la forma como mi biquíni fue

retirado de mí y Robert con certeza me mataría se

supiera de este detalle.

Encontré Dean en un quiosque que quedaba en el

camino para nuestro cuarto. Él conversaba con uno

de los atendentes y cuando me vio sonrió de una

manera que me dejó feliz.

- Ahí está usted! – sus brazos cercaron mis hombros él me estiró

para cerca. – Estaba ahora aún providenciando

nuestro almuerzo. Donde prefiere?

Ћ En el cuarto, si a usted no le importar. Quiero


mucho tomar un baño.

Ћ Todo bien – él miró sugestivamente

para el muchacho que hizo una reverencia y salió. – ES

óptimo que ellos quiebran nuestra lengua, no?

Ћ Un lugar como este no

podría tener atendentes que no hablaran por

lo menos dos idiomas.

Ћ Tiene razón. Vamos?

Caminamos en dirección al cuarto. Confieso que estar en un lugar


tan bonito, que nos daba tanta libertad y no haber

Robert por cerca llegaba a ser doloroso. Dean estaba

esforzándose, sin embargo nadie nunca conseguiría

sustituir mi amante. Él era único.

Entré para el baño y mi piel agradeció. Lavé los

cabellos, usé 415

un hidratante propio para usar bajo el chuveiro, tardé el

tiempo que necesitaba. Era la primera vez que deseaba que

aquella fecha acabara inmediatamente. Yo me engañaba, el

día no estaba siendo especial y por más que yo intentara,

aquella brecha continuaba mi frente, haciéndome acordar a


cada segundo que él no estaba allá, que para el hombre que

yo amaba, el único que amé mi vida entera, no era especial.

Mi estrella borró, y fue así que salí del baño. Dean percibió el

cambio brusco.

Ћ Pedí frutos del mar. Tiene uno

arroz grudento y legumbres. Ah, tiene una sopa

también, pero ella está muy apimentada, yo

experimenté – dio de hombros. – ES mejor quedar

lejos de ella – sonríe. Yo quedaría. - Ok! Vamos en

los empanturrar de comida tailandesa y como

sobremesa tenemos torta de chocolate.

Ћ Dean, usted es increíble!

Ћ Yo sé de eso – caminó hasta la mesa llevándome


junto sin se

importar de yo aún estar de roupão. – Cobertura y relleno de chocolate.

Ћ Perfecto!

Ћ La velinha vino como brinde. La atendente dijo


que quedó sabiendo
que era un día especial – parpadeó, pero mi sonrisa fue triste. No

era más un día especial. – Su madre conectó – quedé más

interesada. – Yo no atendí, a fin de cuentas como podría explicar


estar con usted del otro lado del mundo en un paraíso? Pero ella

dejó un mensaje toda llena de mimos

– mi corazón calentó y mis ojos quedaron repletos de

lágrimas. Fui hasta el aparato y coloqué el mensaje en

el viva voz.

“Enhorabuena para usted” ella cantarolou con una voz

infantil. “Mi vida, ni creo que este año no vamos a pasar

juntas, pero eso no importa, este es el día más especial del

año y nodos vamos a conmemorar” dio una risadinha linda,

mi sonrisa fue involuntário mientras una lágrima escorria por

mi rostro. “Mamá ama usted, nunca olvide de eso y

enhorabuena para usted” cantarolou otra vez y el mensaje

acabó. Funguei
aceptando el guardanapo que Dean me ofertó.

Ћ Su madre aún cree que usted es una menininha.

Ћ Que madre piensa el

contrario? – assoei la nariz sin sentir vergüenza

por eso.

Ћ Tiene razón – otra vez él hizo

aquella mueca engraçada y yo comencé a reír. –

Entonces, comida, bolo, sorvete y playa, lo que halla?

Ћ Hallo óptimo!

Y fue lo que hicimos. Pero antes conferí mi celular y verifiqué que

no había ningún mensaje de él, ninguna llamada

perdida, ninguna tentativa de contacto. Dean

percibía mi apatia y nada decía, sólo intentaba

mejorar mi día. Me dejé llevar. Tomamos

champanhe, uno 416

poco, sólo para no sentir que mi aniversario pasaba

por mí sin que yo lo sintiera, pero fue menos del que

una copa, con bolo de chocolate y después

detonamos un pote de sorvete cada uno. A finales del

día yo no aguantaba más ver comida.


Caminamos por la playa, manos dadas como una

pareja. El sol estaba más ameno y la brisa

refrescava. Conversamos sobre muchos asuntos y

algunas veces no conversábamos sobre nada, sólo

dejábamos que la tarde nos encantara.

Ћ Tengo una sorpresa para

usted – él reveló así que resolvemos volver al

cuarto.

Ћ Y lo que es?

Ћ Si yo cuente deja de

ser sorprendida, Miel – él arqueou una

ceja y sonrió divertido.


Ћ Todo bien, Dean. Y cuando podré saber?

Ћ En verdad ella comienza ahora y va

hasta... Bueno, ahí sólo usted puede decidir – encaré mi

amigo sin saber lo que podría o debería pensar de aquellas

palabras. Tuve miedo del que medité ser y lo que él

esperaba de mí. Aún así arriesgué sonreír y concordar. Si

sólo yo podría saber donde y cuando pararía entonces era

fácil confiar.

Él tapou mis ojos cuando entramos en el cuarto. Era

para los abrís sólo cuando él ya estuviera del lado de

fuera. Admito que la ansiedad me consumía. Yo

quería saber del que se trataba.

Ћ Encuentro usted allá fuera – sussurrou a mi oído.

Así que oí el batir de la puerta abrí los ojos. Yo estaba

de frente para la cama donde una inmensa caja blanca

aguardaba por mí. Mi corazón batió frenéticamente.

Tuve miedo de abrir. Mis manos temblaron. Aquel no

era el estilo de Dean y sí de Robert.

Deshice el lazo y encontré un vestido blanco, largo, lindo! Poseía

un material trabajado en el busto con bojo y una asa pasando

por el hombro derecho mientras otra partía del mismo local en


dirección al hombro izquierdo. El tejido prendía en el cuerpo

hasta un poco abajo del busto, casi en la cintura, y descendía

en estilo romano, con ondas formándose hasta alcanzar el

suelo. Un rango de renta descendía de la misma forma sólo en

un lado. Respiré fondo cuando me vi en el espejo. Era tan lindo!

Tan perfecto! Calcé las sandálias que también estaban en la

caja. Usé la tornozeleira que Paul me dio, un bracelete de

pequeñas perlas y el anillo que un día Robert me regaló con

un pedido de boda. Como no había ningún pasaje, continué sin

saber del que se trataba. Intenté convencerme a todo


coste que Dean estaba siendo gentil y que mi

amante nada tenía a ver con aquello todo y todas las

veces que yo pensaba así, mi corazón hundía. 417

Opté por una maquiagem básica, a fin de cuentas yo ni sabía lo

que Dean pretendía con aquello todo. Arrumei mis

cabellos, pero preferí dejarlos al natural, sin preocuparme

con el aspecto salvaje que él ganaba. Cogí algunas flores y

adorné del lado, cerrando la mecha con una presilha y salí

al encuentro de mi amigo.

Él me aguardaba del lado de fuera. Cuando me vio

quedó serio. Muy serio. Del tipo que pierde las

palabras al se deparar con algo que lo sorprende.

Usaba una ropa simple, calza jeans, zapato deporte,

una camisa de algodón. Las manos en el bolsillo

indicaban que no estaba relajado. Aún así consiguió

sonreír.

- Usted está linda! – y había tristeza en su mirar. No conseguí

identificar el motivo, ni tuve tiempo. – Vamos, el vuelo sale en treinta


minutos.

Ћ Vuelo?

Ћ Sí y no pregunte más nada – cogió en mi mano y


prácticamente me arrastró para el coche que nos

aguardaba del lado de fuera de la recepción.

Partimos inmediatamente. Él nada dijo, sólo miró

para fuera y contempló el paisaje. Hice el mismo. Yo

estaba confusa demás. Lo que acontecía con Dean?

Por qué había me dado tantos presentes y después

reaccionó de aquella forma? Y lo que haríamos en un

avión? Con certeza no estábamos volviendo para

casa, pues nuestras cosas quedaron en el hotel,

entonces lo que?
Una pequeña aeronave, del tipo que me daba pánico,

aguardaba por nodos dos. Era pequeña aún, sólo cinco

lugares y estaba en una carretera de tierra. El piloto

esperaba con el plan de vuelo en las manos. Dean confirió,

conversó con dos hombres más que también estaban allá,

pero yo nada oí pues él trató de colocarme inmediatamente

para dentro.

Rápidamente despegamos. Vi el mar tan próximo y temí

por mi seguridad, pero Dean estaba confortable a mi lado.

Él jugueteó con el celular, rodopiando en los dedos. A

medida que avanzábamos él quedaba más introspectivo y

este detalle comenzó a incomodarme.

Ћ Dean, lo que está

aconteciendo? Por qué estamos en este avión? –

él sonrió y me miró con carinho.

Ћ Este es su día y él tiene que ser especial, no? –


continuó

sonriendo pero mi corazón quedó apretado. Por

qué yo no sentía que él estaba feliz?

Ћ En un avión de este tamaño? No. Eso no es nada


especial!
Ћ Llegaremos en cuarenta minutos, entonces
relaje.

Ћ Pero...

Ћ No! ES una sorpresa. Sólo

relaje, tá legal? – pasó los dedos de 418

manera cariñosa en mi rostro. Intenté

sentirme mejor y fallé considerablemente.

Fueron los cuarenta minutos más largos de toda mi vida. Dean

no colaboraba, las conversaciones no se profundizaban, yo

sentía hambre, calor, angustia, gana de hacer xixi y todo más

que puede acontecer un tiempo como este. Mi amigo

continuaba quieto e ignoraba mi ansiedad.


Cuando cansé de intentar descubrir lo que acontecía,

sólo senté, aguardé y acabé cogiendo el sueño.

Desperté con Dean llamando por mí. Miré para fuera y estábamos

otra vez en una carretera de tierra. Parecía que ni

habíamos salido del lugar. Descendemos y entramos otra

vez en un coche. No me atreví a preguntar lo que debería

esperar. Cansé de quedar intentando anticipar lo que

acontecería. Probablemente Dean había armado una

festinha en algún paraíso aún mejor del que lo que

estábamos, sólo que sería una fiesta para dos. Intenté no

quedar triste, pero no conseguí.

Paramos en la riba de una playa. No era una playa cualquiera, era a

playa más bonita que ya conocí. Prácticamente cercada por

elevaciones de piedra y vegetación local que parecía querer

abrazar el mar y así formaba una piscina con aguas paradas y

límpidas, cristalinas. Dos inmensas piedras, alejadas de las

demás casi completaban el círculo. En medio de la baia una

armação, una estructura de madera que flotaba en el mar,

parecía un escenario. De donde estábamos yo conseguía ver

que algunas personas se movían, pero no daba para

identificar lo que acontecía. Mi corazón aceleró. La noche ya


caía y luces adornaban el local de una forma que dejaba todo

aún más bonito. Un barco adornado con flores estaba en la

riba del mar donde un hombre vestido de blanco aguardaba

por nodos. Retiré las sandálias, levanté el vestido y comencé

a andar en la arena.

Dean me dio la mano auxiliándome. Él continuaba serio, pero

estaba visiblemente más relajado. Suspiré. No sabía lo que era

aquello, tal vez un restaurante, una boate, no sé, pero sólo de

saber que él había planeado todo sólo para dejar mi día más

especial yo me forcé a quedar feliz. Por


él y por mí.

Ћ Mi participación termina

aquí – anunció así que me ayudó a subir en el

barco.

Ћ El quê? Como así? Usted no

viene? – él me miró por un tiempo y después

sonrió.

Ћ No, Melissa. Este es su día

especial. Confíe en mí. Va a dar todo correcto.

Ћ Pero, Dean...

Ћ Confíe en mí – sin

conseguir concentrarme, sólo senté en el 419

banco de madera y me dejé ser conducida mar adentro.

Él no esperó por mí y partió inmediatamente

enseguida. Sentí miedo, frío y soledad. Lo que estaba

aconteciendo? Entonces resolví mantener mis ojos

fijos en mi destino. Y mientras más el pequeño barco

se aproximaba, más mi corazón aceleraba, porque la

proximidad permitía que yo identificara quién estaba


en aquella plataforma. Parecía que yo no cabía más

dentro de mí.

Robert estaba allá, aguardando, vistiendo un lindo

tierno blanco, o crema, o champanhe, yo no sabía

identificar, porque mis ojos ya permitían que

todas las lágrimas descendieran.

Él estaba allá y aquel era el día más especial

del año otra vez. 420

CAPÍTULO 40

Robert me encaraba con un mixto de alegría, inseguridad y

ansiedad. Así que el barco llegó cerca el suficiente la primera cosa


que noté fue lo brillo de sus ojos y el sonido que tocaba, que

increíblemente sólo puede ser oído estando muy próximo.

Era una música suave y romántica que correspondía

directamente al que yo sentía.

El barco paró prójimo al primer escalón de la escalera que

daba acceso a la plataforma. Mi amante rápidamente se

aproximó para ofertarme la mano. Sin desviar el mirar

coloqué la mía sobre a de él y sentí que finalmente mi

mundo volvía a girar, que mi alma estaba completa y que

todo estaba en su debido lugar, a pesar de las congojas.

Cogiendo firme en su mano subí la puja de escalera. Él

paró me

mirando con tanta devoção que olvidé completamente de

todas las lágrimas y miedos del día. Era Robert mi frente, el

hombre que yo amaba y que increíblemente conseguía dejar

todo muy mejor, más especial.

Ћ Disculpe por el retraso, no es

fácil conseguir todo eso así, de última hora – beijou

mi mano de una manera perfecta para películas de

época. Fue imposible contener la sonrisa. Yo

temblaba.
Ћ Usted llegó en la hora

correcta, como siempre – mi voz no quedó

natural de la forma como yo quería, pero fue el

suficiente.

Robert se aproximó, tomándome en sus brazos. La música

aún tocaba, pero yo no conseguía desprenderme de su mirar

para verificar aquel ambiente intrigante flotando sobre el

mar, muy menos para intentar descubrir donde estaba la

probable orquesta que desarrollaba el sonido.

Ћ Feliz aniversario! – con cuidado encostou


nuestros rostros y tomó

mi boca. Fue un beso suave, cariñoso y lleno de amor. – Yo amo usted!

– pegó a prueba en mi como si de repente su aire hubiera

faltado. Me mantuvo en sus brazos, sus manos acariciando

mi espalda. –
Disculpe, yo soy un idiota, pero si usted aún esté

dispuesta a pasar la vida a mi lado yo estoy ansioso

para pasar el resto de mis días compensando mi error –

sonríe sintiendo una lágrima escorrer y agradeciendo a

Dios por haber usado poca maquiagem.

Ћ No tengo cómo culparte de

nada, Robert. Yo hasta podría si usted no

estuviera aquí ahora, pero vea eso todo.

Me alejé un poco, corriendo mis vistas por el local.

Era simplemente perfecto. Compuesto por

diferentes plataformas, unas 421 más

altas y otras más profundas, que conseguían volver a crear

diversos ambientes. Había una orquesta, como yo había

imaginado, tocando cómo se estuviéramos en un baile de

máscaras y no como se fuera una fiesta para dos personas. Un

poco más adelante, una lujosa mesa, pequeña, pero muy bien-

arrumada para una cena impecável y muy próximo dos garçons

aguardando el mando. Atrás de donde estábamos quedaban

tres ambientes llenos de almofadas confortables, algunos sofás

espaçosos y todos volcados para una pantalla que flotaba un

poco más adelante. Un cine! Mi corazón estaba tan acelerado


con aquello todo. Robert era tan perfecto! Como no amarlo?

Como no desear una vida entera al lado de un hombre que

posee una agenda tan llena y aún así consiguió organizar de

última hora una sorprendida cómo aquella? Y todo

simplemente porque no quería machucar mi corazón con el

hecho de haber olvidado de mi aniversario. Era demás para

una chica enamorada.

Ћ Hoy es su día. El día más feliz del año y el más


importante de

todos!
Yo tenía oído aquellas frases la vida entera, siempre dichas

por personas que yo amaba y que me amaban y creí fielmente

en ellas, sin embargo ellas nunca hicieron tanto sentido en

toda mi vida. Parecía que sólo el hecho de ser pronunciadas

por Robert, se hacían una verdad tan profunda y sagrada, pero

que no llegaba a ser un sacrilégio. Aún cogiendo en mi mano,

me condujo para el interior, uno

poco más próximo la orquesta que finalizaba la música.

No reconocí la sinfonia que acababa, como no había

un cantante para pronunciar la letra quedaba un poco

más complicado identificar.

- Baila conmigo? – sus manos ya estaban en mi cintura

aguardando por mi consentimiento. Quedé constrangida,

pero aquella no era la primera vez en que yo me dejaba

ser conducida en una baila, aún detestando ser el centro

de las atenciones.

Ћ Yo nunca tuve una fiesta de

aniversario – no sé porque acabé confidenciando

aquella parte en aquel momento. Era extraño, pero era

cómo yo me sentía: extraña. Robert sonrió,

aproximándose un poco más e inició pasos lentos,


llevando mi cuerpo conforme el suyo. Su mano

cogiendo la mía y ambas recogidas prójimas a nuestros

cuerpos, haciendo todo más íntimo.

Ћ Usted no le gusta ser el centro de las atenciones,


a pesar de nunca

conseguir evitar eso.

- Mis padres siempre supieron, por eso nunca organizaron una fiesta,

la no ser las de mis cinco primeros años, que fueron

pequeñas y siempre terminaban conmigo escondida

en algún lugar hasta todos vayan aunque. 422


Después inventaron esta historia del día más

especial del año y pasamos a curtir la fecha sin

necesitar de una ceremonia. Éramos sólo nodos y

quién más apareciera para descubrir lo que tendría

el día. Yo me gusta muy más así.

Ћ Ser sorprendida? – él sonrió lindamente.

Ћ Sí.

Ћ Punto para mí – parpadeó divertido.

Ћ Sí, Sr. Carter, punto para usted. Muchos puntos!

Ћ El suficiente para usted case conmigo? – su


expresión quedó

extraña, había una ansiedad típica de los jóvenes,

pero que no formaba parte de la personalidad de él.

Ћ Cuántas veces yo voy a necesitar

responder sí? Vengo casándome con usted tantas veces

que cuando acontecer de verdad no sé voy a

conseguirse me emocione – jugueteé y él sonrió

demostrando constrangimento. Aquello era novedad.

Una linda novedad.

Ћ Yo quería una forma de nunca más olvidar de su


día especial.
Ћ ES para eso que usted tiene una

secretaria, pero yo puedo ayudar colocando alarmas

diarias comenzando una semana antes – él rió.

Ћ No de esta forma, así es fácil

demasiado – dio un beso simple y rápido en mis

labios. – Quería que la fecha quedara registrada en

nuestros corazones, para siempre!

Ћ Bueno, entonces usted consiguió. Nunca más


voy a olvidarme de esta

noche, puede creer.

Ћ Exactamente eso! Yo quiero poder nunca

más olvidar de esta noche y todos los años poder

proporcionarnos momentos como este, conmemorar lo


día más feliz y especial del año, hacerlo ser nuestro día más

especial – su voz salió suplicante, casi que implorando para

que fuera posible. Había tanta emoción que el familiar bolo

en mi garganta ya se formaba.

Ћ Y como pretende hacer eso?

Ћ Cásese conmigo? No un día y no más una


promesa. Case

conmigo hoy, Melissa. Ahora. Case conmigo y haga mi

corazón creer que todos los años vamos a poder festejar

nuestro día más feliz y especial del año. Que nunca más

yo seré capaz de olvidar.

Paré instantáneamente haciéndolo recular un poco para

mejor observarme. Yo amaba Robert, con toda mi

capacidad de amar, idolatrar, desear, de todas las formas

posibles e imposibles. Amaba con todo mi cuerpo, todos

mis pensamientos, actitudes, mis células, yo

simplemente lo amaba y no había como cambiar aquella

realidad. Aún así, no podría ser imprudente. No podría

hacerlo se atrelar de más confusión en su vida.

423

Nodos no podíamos casar. Aquello era locura! Robert era casado,


aún no deseando más la boda, aún siendo Tanya una

mujer loca, capaz de atrocidades para destruir el

marido, aún existiendo todo aquel juego. Ley era ley

y Robert no podía casar conmigo. No allí y

definitivamente no en aquel momento.

Y como yo podría aceptar? Si fuera posible, si hubiera un

jeito una brecha en aquel infierno que hiciera todo posible,

como yo podría decir sí, se escondía de él el hecho de estar

embarazada? Y si yo contara, como dar la cartada que

necesitábamos para conseguir nuestra libertad? No, nodos


no podíamos casarnos.

- Necesita pensar tanto así?

Sólo entonces me di cuenta de que lo encaraba por tanto tiempo


que a

música ya estaba en el final y nodos no bailábamos.

Las lágrimas descendían y una tristeza profunda se

almacenaba en mi corazón. Yo quería poder decir sí,

hacer aquella fecha más del que especial, hacer de

aquel día el día más feliz del universo. Pero yo no

podía.

- Robert... – tragué el soluço que quería escapar. Mi gana era

llorar muy más del que sólo aquellas lágrimas, porque yo

quería aquella boda, yo quería una vida a su lado, quería la

paz que merecíamos, quería contar sobre nuestro hijo... Quería

tanta cosa. – Nodos no podemos. - Podemos – él permanecía

firme. Aún había aquella sonrisa llena

de confianza, aquellos ojos cenizas capaces de

hacerme olvidar el mundo sugando-me en su

dirección. – Sólo si usted no quiera. - Pero...

Robert cogió más una vez mi cuerpo volviendo a

tomar posición de baila e inició los pasos


conduciéndome lentamente. Sus ojos estaban en mis.

Una música muy familiar comenzó a ser tocada, pero

yo no conseguí identificarla.

Ћ Cierre los ojos. Déjeme decirte

todas las razones. Yo creo que usted es única – él

cantarolou acompañando la orquesta. Mi corazón

aceleró de una forma imposible. Yo conocía la

música, “Close your Eyes” , la letra era

simplemente linda demás y él estaba allí, usando

aquellas palabras para describir lo que sentía. –

Gracias a dios, usted es mía.


Sus labios se juntaron a mis en un beso cálido. Yo estaba sin

reacción, sólo seguía sus pasos. Él me abrazó conduciendo

nuestros cuerpos. Su voz dulce en mi oreja. Mantuve mis ojos

abiertos, yo no quería cerrarlos y después descubrir que era

un sueño. Quería mantenerme firme y no perder nada del que

él me decía en forma de canción.

Ћ Usted es un ángel vestido de armadura. Usted es


justa en cada lucha.

424

Usted es mi vida y mi puerto seguro.

Daba para no llorar? Daba para quedar indiferente cada

palabra? La forma como él cantaba, cada frase, todo estaba

tan lleno de emoción que se yo no supiera quién realmente

había hecho la música creería que aquellas eran las palabras

de su corazón. Y la orquesta acompañándolo hacía todo muy

más especial, más único, así como él era.

Ћ ES tu belleza que te denuncia. Tu

sonrisa te traiciona. Porque usted es hecha de fuerza

y misericórdia. Y mi alma es tuya para salvar. Yo sé

lo cuánto es decir verdad. Cuando mi mundo era

obscuro y triste. Yo sé que la única persona que va a


salvarme es usted – continuó cantando, pero volvió a

mirarme.

Su mano secó mis lágrimas. Él sonreía, y era encantador

lo asistís. Mientras la melodía nos envolvía, embalando

nuestros pasos, él se aproximaba más y jugueteaba con

mis labios, distribuía carinhos en mi rostro y me

mantenía firme en su cuerpo.

Ћ Cuando su amor se derrama en

mí, yo sé que estoy finalmente libre. Entonces yo te

digo con gratitud: Cada batida de mi corazón es suya

para guardar.
Dijo estas palabras de manera sussurrada, alta el suficiente para

que sólo yo pudiera oír. Era una confissão, su forma

de decirme como aquel amor lo salvaba de su mundo.

Y entonces, como si más nada pudiera ser dicho, o

hecho, en el mismo instante en que la orquesta subía

el tono, el momento en que debería ser la explosión

de la música, oímos realmente una explosión.

Él me cogió con más firmeza y sonrió. La luz fuerte llamó

mi atención y me di cuenta de que fuegos de artifício eran

tirados para el alto de los cuatro puntos de la plataforma,

acompañando la emoción de la música. Luces subían al

cielo e iluminaban nuestra noche, una cascada de oro y

plata, como si el propio cielo bendijera nuestra unión.

Robert paró de bailar. Manteniéndome aún firme a su cuerpo, una

mano cogió mi rostro haciéndome encararlo. Sin

desviar su atención de mí él declaró, no cantando,

pero hablando la letra, para que no restaran dudas del

que él quería decir.

Ћ Usted es la razón que yo

estoy sintiéndome finalmente seguro para

quedar.
Sin conseguir responder, sintiendo la música difuminar y aún

oyendo las explosiones, busquei sus labios y

finalmente conseguí el beso que tanto ansiaba. Fue

más dulce del que cualquier palabra que él consiguió

decirme en aquella noche, más repleto de amor del

que la música fue capaz de expresar.

425

Sentí sus dedos en mi nuca y su brazo cercando mi cintura

con posesión. Entonces me di cuenta, yo estaba vestida de prometida, era


eso lo que
Robert pretendía, no fue nada tomado por la emoción, por la

necesidad de disculparse, era aquello lo que él quería desde el

inicio, desde que descubrió que yo no había dejado de ser suya.

Puede no haber sido exactamente de aquella forma que él

planeó, pero la boda era algo correcto. Era su mayor gana, su

deseo, su ansia. Y no importaba más que tipo de locura él

estaba haciendo. No me importaba se era errado, insano, si

nos meteríamos en más un problema. No importaba más.

Ћ Case conmigo – él sussurrou

en mis labios. Una súplica que hizo con que todos

los míos por los se eriçassem.

Ћ Mi respuesta nunca va a cambiar! –

conseguí decir aún sin poder concentrarme derecho. – No

importa el tiempo que tarde, Robert. No importa si yo voy a

necesitar esperar por usted la vida toda. Será siempre sí.

Aún usted amenazando me amarrar en la cama para

impedirme de hacer alguna cosa, aún siendo tan complicado,

aún teniendo una esposa asesina ansiosa para eliminarme,

aún olvidando de mi aniversario... – un soluço escapó y lo

lloro llegó repleto de emoción. - Aunque ni todos mis días

sean especiales, aunque yo necesite dividir con usted todo


el peso de su pasado, aunque yo necesite aprender a mentir,

a fingir, a engañar, aunque yo necesite perderte todos los

días un poco y luchar una nueva lucha para te reconquistar,

aún así mi respuesta será siempre la misma. Sí, yo me si

con usted. Hoy, mañana, todos los días de mi vida...

Ћ Gracias! – más una vez sus labios tomaron los


míos.

El beso fue más feroz, pero lleno de deseo, sin embargo yo

pude sentir lo cuánto de gratitud también completaba

aquel momento nuestro, sólo no


entendía su motivo, a fin de cuentas yo me sentía

salva y no como salvadora. Será que el amor era eso?

Era enxergar más en el otro del que es capaz de

enxergar en usted? Tal vez sí.

- Venga! – Robert me estiró con una urgencia que me asustó.

Como así venga? Lo que él quería? Lo que haríamos? Será

que él llevaba aún a serio la idea de casar en aquel

momento? Pero como?

Fue cuando vi, entre el escenario un poco más suspenso de la orquesta


y

la plataforma donde iríamos cena, una mesa alta de

madera, luego atrás de ella un hombre de tierno, y

sobre la misma, algunos papeles. Puta merda!

Estanqué en la misma hora. Mi amante se volcó para encararme sin

saber al correcto el motivo de yo haber parado. Ok. Yo

había dicho sí, no sólo para aquel momento, pero para

todos los que la vida podría nos 426

proporcionar. Sin embargo yo necesitaba entender

hasta donde tendríamos que ir. No podía simplemente

firmar nada sin saber lo cuánto él se complicaría. Yo


necesitaba de informaciones. Él continuaba

mirándome, la súplica en su mirar.

Ћ No haya miedo, Miel! – llegó muy cerca

acariciando mi rostro. Sentí el calor de sus dedos

quemando mi piel. – Confíe en mí.

Ћ Yo confío – conseguí decir aún

sintiéndome un niño en sus manos. – Yo dijo, será siempre

sí, pero antes yo necesito saber en el que eso implicará.

Nodos no podemos... – su dedo indicador me calló

Ћ Podemos - él miró

rápidamente en dirección al hombre que nos

aguardaba y después para la orquesta. - Todo

bien.
Y me condujo para el lado opuesto, donde yo había visto las

poltronas y las almofadas inmensas direccionadas para la

pantalla de cine. Yo quería preguntar sobre aquel local, pero

quería antes sepa lo que él tenía para decirme. Robert paró en

el sofá más próximo y señalizó pidiendo champanhe. Yo había

bebido, aunque mínimamente, durante mi día, aún sabiendo

que no era recomendado para el embarazo, sin embargo no

declinaria aquella copa, yo realmente necesitaba de ella, y

valdría a la pena beba si en aquel momento yo pensaba sólo en

cómo brindar nuestra felicidad. - Algunas cosas acontecieron.

Creemos que Tanya había conseguido

en los hacer recular, pero yo aún creía que conseguiríamos

resolver inmediatamente la situación se tuviéramos éxito en su

encuentro con Adam – hizo una pausa y bebió una buena

cantidad de su bebida. Aquello realmente lo incomodaba y yo

percibí que aún me causaba temor. – Voy directo al asunto

porque tengo prisa – sonrió torto. Tan lindo! – Frank cansó – mi

boca abrió algunas veces. Yo no quería quitar conclusiones

precipitadas, entonces preferí no decir nada y aguardar por

él. – Yo siempre me preguntaba hasta cuando él aguantaría las

locuras de Tanya, parece que este es su límite. Él buscó Nicole


así que consiguió engañar Tanya y hacer con que ella firmara

el divorcio pensando ser la revogação de nuestro acuerdo. No

me pregunte como él consiguió eso y ni en el motivo para yo

creer, pero no puede ser más un golpe de Tanya, si el divorcio

fue firmado y es legal – volví a quedar sorpresa. Mi corazón

aceleraba y mi respiración no regularizaba. – ES increíble, pero

Frank fue nuestra llave. Dean dio un jeito, de la forma como

sólo él consigue hacer, de colocar este divorcio como si él

realmente existiera en la fecha firmada. Todos los


ajustes fueron hechos, un juez ya firmó e inclusive

quedó decidido el reparto de los bienes de una forma

muy justa. El acuerdo no será revocado, como Tanya

cree, Frank cuidó de modificar. El dinero por las

acciones de ella va a entrar en la fecha correcta y las

acciones pasan para mi nombre. Claro que Tanya 427

no puede saber de nada de eso hasta haber las

pruebas en mano, pero nada me impide de hacerte mi

mujer en este momento ya que judicialmente yo soy

un hombre solteiro – y aquella sonrisa, aquel que me

hacía olvidar de respirar, se presentó.

Yo no sabía lo que debería hacer. Aquello todo era surreal

demás. Cuando en todo mi tiempo en este maldito juego yo

podría imaginar que Frank sería nuestra salvación? Cuando

podría prever que él no soportaría? Inmediatamente acordé

de su conversación el día en que necesité ir aunque, de su

buena gana en ayudarme. Frank demostró realmente

querer que aquello todo acabara, pero su decisión, lo que él

había hecho... Lo que él esperaba? Y si ella descubriera?

Miré mi amante parado mi frente, abaixado para alcanzar


mis ojos aguardando por mi decisión. Yo estaba feliz? Sí, yo

estaba feliz. Estaba tan feliz que podría explotar como los

fuegos de artifícios de pocos minutos antes. Era lo que yo

quería, lo que yo soñé, deseé, ansié...

Era todo lo que más deseé desde que coloqué mis

ojos en aquel hombre increíble y estaba allí,

aconteciendo. Yo ni podía creer que la suerte fuera

sonreír para nodos dos de aquella forma.

Ћ Melissa?

Ћ Entonces... – tuve que pigarrear para ajustar mi


voz. – Ahora es para
valer? Quiere decir... ES boda misma?

Ћ ES sí.

Ћ Y yo voy a ser su esposa aún?

Ћ Gracia a Dios, va sí!

Ћ Pero yo no quiero ser llamada de Sra.

Carter – él hizo una cara engraçada, con una ceja erguida y

yo me di cuenta de que la emoción estaba dejándome

confusa demás. – Disculpe! Yo asocié tanto esta forma de

llamar Tanya y a vi ostentar tantas veces este título que no

voy a sentirme confortable utilizándolo – tuve miedo de

magoar mi amante, o futuro marido, pero él sólo sonrió de

aquella forma única.

Ћ Por mí usted puede ser sólo

Melissa, pero creo que será un poco complicado

impedir que las personas le atribuyan este título –

fue mi vez de hacer la mueca.

Ћ Entonces vamos en los casar – repetí intentando


absorber la idea. Fue

increíble como percibí que yo ya me sentía muy así

como esposa de él. Era como si aquella fuera mi real

posición, mi lugar en el mundo. – Yo voy a ser su


esposa – constaté. – Y eso va a ser... Ahora? – él rió y

quitó la copa de mi mano.

Ћ Miel, usted va a ser mi esposa,

pero va a continuar siendo mi amiga, mi amante,

mi compañera, será la madre de mis hijos. 428

Ћ Oh, merda! – no conseguí

coger los pensamientos y estos rápidamente se

transformaron en palabras. Desvié el mirar sin

poder encararlo.

Ћ Cuál es el problema, Miel? – estiré el aire. Sería


muy desonesto casar
sin contar sobre el hijo que yo generaba? Merda, claro que sería!

Yo no podría casar sin que Robert supiera de aquel hijo.

Tampoco podría desistir de la boda tras todo lo que él

hizo, sin ni al menos tener una disculpa coherente. De

hecho, yo no quería desistir de nada, por otro lado no

podría jamás colocar todo a perder revelando la

existencia de aquel hijo.

Tras todo lo que Abby me contó sobre Adam, sólo tuve

certeza de que necesitaba hacer aquello, además del

más, nodos sólo teníamos el divorcio y la venta de las

acciones, pero no teníamos el principal y yo no podría

casarme sabiendo que se nada de ese correcto Tanya

usaría todo lo que tenía contra Robert así que

descubriera lo que aconteció, y el descubrimiento ya

tenía fecha y horario marcado.

Entonces era eso? Yo diría no, quebraría el corazón de Robert,

destruiría aquella noche que era para ser de más feliz e importante del año?

No. Yo no podía.

Ћ Miel? – miré mi amante sin saber lo que hacer.

Ћ Robert, usted confía en mí?


Ћ Que tontería, es claro que

yo confío. Por qué está preguntándome eso

ahora?

Ћ Si yo tuviera un secreto... – respiré fondo aún

incierta del que podría decir. – Si este secreto envolviera

directamente usted, pero yo no pudiera contar – él cogió en mi

mano quedando un poco más serio. – Yo jamás haría nada para

te machucar o perjudicar, pero yo no puedo contar ahora. Tal

vez usted no entienda y yo no voy a redimirme de la culpa,

pero preciso que usted me perdone cuando llegar la hora. Yo

no puedo casar
con usted, no puedo firmar aquellos papeles y

después decepcionarte por cuenta de este secreto

que yo guardo.

Él soltó mi mano y sentó a mi lado. Llevó largos segundos

mirándome, evaluando mis expresiones, replanteando

lo que yo había dicho y entonces soltó el aire que

prendía en los pulmones.

Ћ Lo que usted esconde de mí es algo muy grave?

Ћ Sólo por el hecho de yo esconder de

usted. Robert, yo preciso de su perdón – giré en su

dirección, prácticamente jugándome sobre él.

Ћ Tranquila! Por eso es por

lo que usted anda tan extraña, a causa de

este secreto?

Ћ No sé. Puede ser!

429

Ћ ES algo que usted puede

soportar sola? No quiero que usted se

consuma tanto por más problemas.


Ћ ES sí. No se preocupe –

sonríe. Imagina si yo no podría soportar un

embarazo solo?

Ћ Melissa, si yo no confiara

plenamente en usted no estaría aquí prácticamente

implorándote para que se case conmigo. Yo no sé lo que

usted esconde, no sé lo que puede acarrear este

secreto, pero confío en usted. Entonces yo te perdono

desde ya. Yo te amo! Usted es la mujer de mi vida y eso

yo ya te dijo miles de veces

Aquel podría ser el día en que yo más lloré en mi

vida. Con certeza podría ser clasificado de esta

forma, porque así que él dijo que me perdonaría

independiente del que fuera, yo comencé a llorar, y

a reír también, como se fuera una loca.


- Donde yo firmo?

Y me tiré sobre mi prometido, completamente feliz y

relajada. Nunca me sentí tan fuerte, tan plena, capaz de

enfrentar el mundo, de superar cualquier adversidade.

Yo me sentía llena de vida, de deseo de gana, estaba

loca para sentirme su mujer, para ser la verdadera

esposa de Robert Carter, aún siendo sólo Melissa.

Robert rió y esperó que yo me calmara, después acarició mío

rostro, retirando los cabellos esparcidos y

colocándolos en su debido lugar. Él sonrió al encontrar

mis ojos y levantó el rostro para alcanzar mis labios.

Dejé que me beijasse. Yo dejaría cualquier cosa. -

Vamos?

Levantamos y fuimos en dirección al hombre que

aguardaba por nuestra firma. Él no sonrió y para el mío

espanto, tampoco dijo nada, sólo entregó una plumilla a

Robert y cuando este firmó miró para mí dejando que toda

su emoción rebosara. Una lágrima escorreu de sus ojos

correspondiendo a mis. Él cogió mi mano derecha, beijou-

a, y me entregó la plumilla. Con la visión embaçada, firmé

el papel y me hice su esposa.


No puedo describir cómo me sentí. No sé se es así con todas

las mujeres. En el momento en que coloqué mi nombre en

aquel papel, que me hice definitivamente la esposa de Robert

Carter, mi mundo pasó a girar de una forma diferente. Fue

cómo se cambiara de eje, como si finalmente yo me

encontrara. Era la sensación de estar muy tiempo lejos de una

casa amada y tras una larga camina, retornar dejando que

cada célula de su cuerpo aprovechara la sensación de estar de

vuelta.
Solté el aire de los pulmones con alivio. Parecía que

yo había pasado mi vida cogiendo aquel aire,

reteniendo lo que había dentro de mí, y allí, 430

en aquel momento, yo me sentí libre, confortable

para abrir los ojos y enxergar lo que la vida podría

ofertarme de mejor.

Sonríe y beijei mi marido. Sí, yo beijei mi marido. Oficialmente

mi marido. Sin ningún entrave, sin necesitar posponer,

sin nada para impedirnos. Él era mi marido y yo su

esposa y nada cambiaría esta realidad.

El beso también tenía otro sabor. Era más seguro, más

lleno de certezas, tan lleno de sentimientos que rebosaba

por nuestros ojos. El amor era así, cuando no cabía más

dosis en el cuerpo él simplemente escorria por la faz.

Tampoco había aquella urgencia de antes, lo que no

disminuía el deseo, pero existía una certeza tan grande

que nos impedía de dudar, de ansiar. Yo era de él y con

eso todo en mí también le pertenecía, así como él era mío,

todo mío.

Ћ Aquí – sussurrou así que deshizo

nuestro beso y retiró del bolsillo dos alianzas. Sentí mis


piernas tiemblen. – Son diferentes para no llamar la

atención de ella, pero aun así son de boda.

Él cogió mi mano y colocó en mi dedo una alianza

gruesa, oro puro y oro blanco se fundían, así como

nodos dos éramos, diferentes y perfectos uno para el

otro. Algunas piedras minúsculas componían el cuerpo

del anillo dando uno brillo todo especial la joia.

Ћ Melissa – él comenzó con la voz

embargada. – Este documento sólo sela lo que comenzamos

hace un tiempo atrás, cuando hicimos nuestros


votos y ellos fueron verdaderos, y lindos – sonrió

esplendorosamente. – Nodos ya éramos casados, ya

pertenecíamos uno al otro y eso ningún documento podría

probar el contrario. Yo quiso concretizar nuestra situación

porque yo sé lo cuánto eso es importante para usted, además

de ser mi mayor deseo. Este es mi presente de aniversario.

Aún no es cómo yo quiero, pero fue la forma que encontré de

decirte que nada sería capaz de cambiar mi gana de estar a su

lado. Esta es mi prueba de amor e independiente de cuántos

presentes yo pueda darte durante toda nuestra vida, y de sus

valores, ninguno de ellos será más valioso del que este gesto.

Su amor es todo lo que me importa y me basta y el mío será

todo lo que usted necesitará. Yo te amo y eso nunca va a

cambiar.

Con las manos trêmulas cogí a de él. Posicioné la alianza

y cada centímetro que avanzaba los recuerdos me

invadían con fuerza. Acordé de la primera vez en que

nuestros ojos se encontraron, de nuestro primer beso,

del primer toque, de la primera vez que oí él diciendo

amarme, de todos mis conflictos, de mis miedos, de las

certezas, de cuando él me pidió en boda la primera vez,


de nuestros votos, nuestra criba y el mío retorno, del

cuánto nuestro amor era fuerte e invencível. Y del

cuánto él 431

tenía razón, en todo. El amor de él era todo lo que yo necesitaba.

- Su amor es todo lo que yo preciso – repetí emocionada. –

Gracias, Robert! Por todo. Por cada palabra, cada

momento, cada segundo a su lado. Gracias por

hacerme su mujer, por ser mi marido. Yo te amo y eso

nunca va a cambiar.

Su alianza era parecida con la mía, pero no era tan trabajada


ni poseía las piedras, pero era linda de la misma

forma. Robert cogió mis dos manos, beijando la

alianza de boda y después a que él había me dado,

herencia de familia, e inmediatamente enseguida,

beijou mis labios más una vez.

Ћ Gracias! – él dijo al hombre que

aguardaba por los papeles. Sólo entonces me di

cuenta. Si yo estaba casada con Robert como podría

estar casada con Dean? Sentí mi sangre helar. Será

que él había pensado en este problema?

Ћ Robert, y Dean? – él me miró sin entender, pero


inmediatamente se dio

cuenta.

Ћ Él consiguió ajustar el divorcio de

vosotros para una fecha anterior a esta. Puede quedar

tranquila, Dean sabe como alterar la realidad. Pensé en

mi amigo, en suyo mire triste, en la forma introspectiva

que

él quedó al llevarme para aquel encuentro. En el cuánto él

tuvo que pasar por cima de sus sentimientos para

ayudarme, para estar a mi lado y en aquel momento


trabajaba para ayudarme a ser feliz al lado del hombre que

había me robado de sus brazos. Dean era una persona

increíble y merecía ser feliz, con Carol u otra chica.

Ћ Lo que usted quiere hacer? – él cogió en

mi rostro. Estaba tan cariñoso, tan feliz que todos mis

pensamientos tristes evaporaram.

Ћ Lo que podemos hacer?

Ћ ES su aniversario y nuestra boda. ES el día más


feliz y

especial de todos los días del año! Usted puede lo que quiera.

Ћ Yo no pude escoger el

vestido de mi boda – jugueteé y él estrechó los

ojos.
Ћ Usted escoge el

prójimo – envolvió mi cintura aún

encarándome.

Ћ Próximo? Quiere decir que...

Ћ Que nodos vamos a renovar

los votos todos los años. Usted va enjoar de

escoger vestido. Este es sólo el primero.

Ћ Renovar los votos?

Ћ Quiero poder mostrar al mundo lo cuánto yo soy el


hombre más feliz

de la faz de la tierra y lo cuánto yo amo mi esposa –

me beijou y sonrió – Y para tanto vamos en los casar

todos los años en lugares diferentes del mundo. 432

Lo que halla? – tejió besos por mi rostro descendiendo

por el cuello mientras sus manos acariciaban mi

espalda con movimientos circules y deliciosos.

Ћ Casar una vez por año? – ríe –

Usted le gusta aún de ser casado, no es?

Ћ Con usted? Siempre, mi esposa.

Ћ Ok! Como el señor quiera, mi marido.


Ћ Lo que quiere hacer? – volvió

para mis labios con besos cortos. – Podemos cena,

bailar, asistir a una película – su sonrisa safado y la

forma como sus labios se tardaron más en mi piel

dejó clara sus intenciones. – Podemos enamorar.

Ћ Nodos somos casados.

Ћ Y qué? – él rió.

Ћ Usted nunca supo que la boda acaba con el sexo


entre los

parejas? – pisquei varias veces intentando parecer inocente.


Ћ ES? – él me estiró con más

gana de encuentro a su cuerpo. – Dudo mucho,

Melissa! Dudo mucho!

433

CAPÍTUL

O 41

Aún estábamos riendo, sentados a la mesa. Robert pasaba los dedos

en mi nuca y descendía por mi espalda. Una carícia casi

inocente, llevándose en cuenta que aún estábamos

cercados por los músicos y garçons, pero que mi cuerpo se

rechazaba a entender cómo algo banal. Eran los dedos de él

en mi piel, entonces nunca sería sólo un toque.

Yo corava y sonría y aceptaba cualquier cosa que partiera de

mi marido. Apenas conseguía creer que estábamos casados,

flotando en el mar de Tailandia en un escenario abierto,

abrazados por elevaciones montañosas y piedras. Era un

perfecto local para una luna de miel. Pensar en este punto

me dejó bastante caliente y constrangida. Como sería?

Ћ Usted queda linda bronzeada – él

sussurrou en mi piel mientras distribuía besos en mi


hombro. Suspiré. Yo me gustaría mucho de partir para

la parte de la luna de miel.

Ћ Usted queda lindo de cualquier forma – él sonrió


y yo constaté que

había dicho de más pura verdad.

Robert era lindo! Lindo demás hasta. Una belleza que

debería ser prohibida. Y era mío. Todo mío. Sentí mi

corazón inflar. Aquel hombre perfecto había casado

conmigo. De entre tantas yo fui la escogida. Yo y sólo

yo!

- Yo aún no tengo sus pensamientos – corrió los dedos en

mi faz, tardándose en mis labios. Sus ojos vasculhavam cada


cantinho de mi rostro, como se quisiera decorar los

detalles y nunca más olvidar.

Ћ Pero tiene mi corazón – cogí su mano

y beijei sus dedos cariñosos, después descendí ellos hasta

mi pecho. – Y tiene mi alma – sussurrei aproximando mis

labios de los de él. El beso fue casto y corto. – Y mi cuerpo

que es irrevocablemente suyo – él sonrió ampliamente. –

Puede creer, todos mis pensamientos son direccionados a

usted.

Ћ Usted estaba pensando me mí, ahora?

Ћ En el cuánto usted es lindo y yo tengo suerte –


rocei mis labios nos

de él. Robert suspiró gustando la aproximación.

Sus dedos acariciaron discretamente el local donde

coloqué su mano, pero no se prolongaron. Él me

estiró para cerca, aún sabiendo que las sillas nos

separaban, y jugueteó con mi brazo con carícias

leves.

434

- Yo tengo suerte – él dijo tomando mis labios. Sentí su lengua


tocar mis labios y nuestro beso perfectamente orquestado

consumiendo mis fuerzas. Como un beso podía ser tan

gostoso? – Y yo amo usted, Melissa! No. Yo venero usted! Llega

a ser absurdo porque yo no consigo creer que una mujer tenga

el don de doblarme tanto así, pero es verdad. Yo me hice un

bonequinho en sus manos – pasó las manos por los cabellos.

Como yo amaba aquello! Él rió, desdeñando de sí aún.

Ћ Como puede creer en eso?

Ћ Usted no obedece – abrí la boca para hablar,


pero él me calló –

Nunca. Usted me desafía, me engaña, finge oír y concordar con lo que yo


determino por ser el mejor para nodos dos. Era para yo

detestarte, pero mire para mí – tocó sus ropas e hizo una

carinha engraçada, estrechando los ojos y balanceando la

cabeza. Estaba tan relajado, entregue y joven. Yo amaba

aquella versión de mi CEO. – Yo simplemente casé con usted,

aún sabiendo que eso va a significar mucho dolor de cabeza.

- Que cosa linda para decir en nuestra noche de núpcias – desdeñé y

fingí estar magoada. Él apretó los brazos en mí y mordió mi cuello.

Ћ Yo amo usted y eso debería

ser el suficiente – rió erizando mi piel.

Ћ Yo amo usted también, y sí,

es el suficiente, Sr. Mi Marido. ES todo lo que yo

preciso.

Sentí exactamente el momento en que el clima cambió. Lo que era

brincadeira y carícias inocentes fue cediendo lugar

para algo más fuerte, algo que sabíamos no seríamos

capaces de contener. Ya estábamos hace muy tiempo

en aquel joguinho, cumpliendo las reglas, respetando

los espacios, pero en aquel momento, hablando sobre

nuestro amor, nuestra necesidad era concretizar lo

que decíamos.
Él me bastaba como yo bastaba a él y hacer amor,

proporcionemos placer a nuestros cuerpos ansiosos,

era el máximo de amor que podíamos soportar, porque

sabíamos que en el momento auge, cuando el clímax

nos alcanzara, aquellos breves segundos, el imposible

acontecía, el amor se materializaba y se hacía palpável,

visible, una fina capa que nos envolvía y borraba el

mundo allá fuera, que nos transportaba para otra

realidad donde el amor era muy además del que

sentíamos o podíamos explicar.


Sólo quién ya amó verdaderamente, que en vida encontró la otra

mitad de su alma, entiende lo que yo digo. El sexo no

es sólo sexo, así con el placer no es algo irracional,

deja de ser parte de nuestra naturaleza y se hace la

amplitud de nuestros sentimientos. ES la necesidad de

sentirse completo no sólo en aquel momento, pero

siempre. Separados éramos a 435

mitad uno del otro, pero juntos hacíamos un sólo,

una sólo alma, un sólo cuerpo, un sólo sentimiento,

pero fuerte del que todo e imposible de ser

destruido.

- Quiere asistir a una película?

El quê? Como así? Yo estaba borbulhando por dentro,

sintiendo aquellas cosas todas que sólo él conseguía

hacerme sentir y Robert propone una película? Para el

infierno con la película, yo quería coger la balsa, volver

para la tierra y buscar un cuarto. Él rió de mi confusión

y comenzó a levantar. Me rechacé a lo seguís. Yo no iba

a pasar mi luna de miel asistiendo a una película, aún

siendo el cine aquella cosa maravillosa perdida en

medio del mar.


- Vamos, usted va a gustar de eso.

Extendió la mano para mí. Mordí el labio inferior

indecisa se debería continuar a ser la garotinha birrenta

o se ya podía volver a ser la esposa enamorada. Él

continuó mirándome, aquella inmensidad ceniza

alcanzándome con toda su fuerza y yo entendí que

independiente del que haríamos, sería perfecto, porque

sería con él.

Coloqué mi mano en su y la misma sensación me alcanzó,

era lo que siempre acontecía cuando yo deseaba lo seguís

fuera para donde fuera.


Robert sonrió. La música paró de repente. Miré para los

lados dándome cuenta de todos los que estaban por allí

trabajando para proporcionarnos el mejor, comenzaban a

ajustar las cosas para una retirada estratégica. Miré para mi

marido, pero él nada dijo, sólo me invitó con un gesto

simple, inclinando un poco la cabeza.

Caminamos en dirección las almofadas, pasamos por el

conjunto de sofás que sentamos cuando fuimos tener

aquella conversación tan definitiva, descendemos

algunas plataformas y nos almacenamos en la más

funda de ellas, que era justamente de más centralizada.

Quedaba de frente para el telão y al fondo sólo el cielo

oscuro salpicado de estrellas. Un móvil que parecía una

espreguiçadeira, sólo que almofadado, con espacio

suficiente para cuatro personas, aguardaba por nodos.

Al lado, una botella de champanhe en un balde de hielo.

Robert me posicionó prójimo a este móvil y comenzó a quitar lo

paletó. Él no me miraba, sólo confería la

movimentação atrás de mí. Dejó la pieza en el suelo y

trató de desabotoar lo recolecte que componía su ropa

de boda. Boda! Sólo de pensar mi cuerpo comenzaba


la formigar. Mientras más el tiempo pasaba más yo iba

quedando eufórica. Mi Dios, yo estaba casada y con el

hombre que amo. Era perfecto demás para quedar

contenido sólo dentro de mí. Él me miró y paró con la

mano en la gravata, fue cuando me di cuenta de que lo

miraba como una idiota, una 436

esposa enamorada babando el marido. Era posible? Sí, era posible.

- Para donde ellos van? – ok! Fue una pregunta bien babaca, pero yo

no sabía lo que hablar. Robert volvió la folgar el nodo de la gravata y a estiró


para
encima, retirándola del cuerpo.

- Van a dejar el local. En los dar privacidad – corei.

Era ridículo, pero yo quedé avergonzada. Todo bien que

éramos recién-casados y todo lo más que esta posición

podría justificarnos, pero merda... Ellos estaban dejando la

plataforma para que yo pudiera transar en paz con mi

marido. Era complicado de asimilar.

Ћ Pensé que íbamos a asistir a una

película – desvié los ojos avergonzada por estar

avergonzada. Oí el risinho ronco de Robert.

Ћ Nodos vamos sí. Vamos a hacer lo que usted

quiera, pero ellos no necesitan estar aquí y nodos tenemos la

noche toda – aquellas palabras eran la promesa más ardiente

que yo ya tenía oído. Mi cuerpo entero encendió como una

hoguera. Tragué forzando la ansiedad a volver para su lugar.

Ћ Y usted va... Quitar la ropa? – él

sonrió. No fue aquella sonrisa destructora, pero fue un

medio que burlado, como si mi embaraço fuera la

cereja del bolo. Robert dio un paso en mi dirección

aproximándose de una manera que me dejó tonta.


Ћ Si esta sea su gana – y me dio un beso tranquilo,
sexy y que

acabó antes que yo consiguiera organizar mis pensamientos.

Ћ No quiero que piense que casó con una

mujer llena de ganas. Con recelo del que yo sería capaz de

hacer caso Robert continuara

intentándome, abracé mi cuerpo. No estaba frío, por el

contrario, pero yo hallé mejor así, a fin de cuentas, estábamos

en un local abierto y las personas aún trabajaban por allá. La

confusión de la película me despertó del transe. Miré para la

pantalla iluminada que ya exhibía la música inicial. Reconocí la

película de primera, era uno que yo adoraba, antiguo y mi

marido
sabía muy bien que me agradaría.

Las luces fueron muriendo a los pocos, permitiendo que el ambiente

fuera adecuado para un cine. El sonido

milagrosamente llegaba hasta nodos dos como se

estuviéramos realmente en un lugar cerrado, una

acústica perfecta. Sólo la claridad de la pantalla,

que no era el suficiente para dejarnos a la muestra.

Ћ Quite las sandálias y suba –

cogió en mi mano para auxiliarme. Hice lo que mandó.

Suspendí el vestido y luego yo estaba en medio de las

almofadas, la rodilla hundiendo en el material

confortable.

Robert hizo el mismo y descalço acostó a mi lado,

estirándome para su pecho. Grudei los ojos en la

pantalla, pero mi mente estaba en cada movimiento

de él, en las batidas de su corazón, en la forma como

respiraba y en 437

sus dedos subiendo y descendiendo lentamente en

mi brazo desnudo. Que forma extraña de pasar la

noche de núpcias.
Levanté el rostro buscando pelo de él. Robert, como

se hubiera sido llamado, inmediatamente me miró.

Nos encaramos por un tiempo, reconociendo lo que

había de tan perfecto en nodos dos. Él acarició mi

rostro como se estuviera hipnotizado.

Ћ Usted es linda, Melissa! – sussurrou. Sus palabras


eran una carícia

y llegaron en mí como una invitación.

Busquei por sus labios y no encontré ninguna resistencia por


parte de él. Robert se permitió ser beijado. La dulzura de su boca

invadió mi paladar e inmediatamente mi lengua experimentaba

a de él. El fuego y la pasión de antes estaba presente, pero

dosados, acompañando la intensidad del


momento, sin extrapolar, tampoco difuminaba. Era la

dosis correcta, la mezcla perfecta.

Mi cuerpo correspondió como debería ser. Sentí la

humedad familiar en medio de mis piernas, el

formigamento en mi vientre, la piel erizada, el corazón

acelerado, la gana deliciosa de continuar con aquel

beso y permitir que él ganara otras proporciones. Yo

sentía las manos de él en mí, envolviéndome y

estirándome a los pocos, con la presión exacta, en

dirección a su cuerpo. Subía por mi espalda, avanzaba

en mi nuca y a la vez a otra descendía, acariciaba la

cintura, estiraba un poco, soltaba, descendía, alisava mi

muslo levantando el tejido del vestido.

Pero yo paré. Sabía lo que era quedar tan entregue a

los encantos de aquel hombre, dominada por la

emoción de la boda se hacía aún peor, o mejor, muy

mejor, sin embargo no daba para permitir que nuestros

cuerpos dictaran aquella locura. Estábamos en un local

abierto, la película pasaba y no sabíamos cuántos ojos

podrían estar en nodos dos. Pensando así, me alejé un


poco y busqué por las personas que antes estaban allí

sirviéndonos.

Ћ Ellos ya fueron – Robert no cedió

ni un centímetro. Sus pupilas dilatadas y tan

evidentes, entregaban su nivel de excitación. –

Somos sólo nodos dos ahora – la voz ronca invadía mi

mente y lamía mi cuerpo por dentro. Era fantástica.

Ћ Todos ellos? – volví a mirar

verificando si realmente estábamos solos. –

Quién está operando la película?

Ћ Un ordenador, relaje – y aquella voz sussurrante era


una invitación y
una súplica.

Sus manos corrieron levantando mis cabellos,

retirando las flores que estaban allí, los dedos

massageando mi nuca y manteniéndome firme. Él

438

levantó un poco la cabeza y beijou mi cuello. Yo sabía

que no soportaría por mucho tiempo. Como no atender a

sus llamamientos?

Ћ Pero estamos en un lugar abierto demás.

Ћ Estamos distantes – él aún mantenía la voz

baja, sus dedos continuaban las carícias. – Solos - sus labios

roçavam los míos, el rostro, cuello, él no paraba. – Este es el

punto más escondido de esta plataforma

– la punta de su nariz alisava mi piel. – La acústica no

permite que el sonido huya – me dio un selinho

vagaroso. – Esta es nuestra noche de núpcias y yo estoy

loco para hacer amor con mi esposa.

Ansiosa y sin conseguir controlar mi cuerpo, subí el

muslo hasta alcanzar su cintura donde mi pierna

encontró su mano receptiva y cariñosa. Robert suspiró.

Yo ardía por dentro. Muy despacio él giró nuestros


cuerpos, quedando parcialmente por cima. Paró

admirando mi rostro, descendió acompañando el

vestido, la mano alisando levemente lo que conseguía

alcanzar. Mi pierna aún prendida a él y el muslo

expuesto. Sus labios tocaron mi cuello haciendo mi

conciencia pender en un hilo fino y frágil.

Ћ Y la película? – hablé débilmente. A mí no me


importaba más con lo

película, ni con nada.

Ћ Que película? – sonríe aún a ciegas. – Yo

no veo nada además de usted, Melissa – Oh, Dios! Tiene

como no amar este hombre?


Fue lo que faltaba para que yo me entregara. Dejé que las

manos corrieran sus cabellos, los hilos lisos y blandos

entre mis dedos y sus labios dominando los míos. Él me

tocó con manos firmes, decididas y determinadas. Sabía

que mi cuerpo cedería a sus anhelos, conocía cada detalle

de él, reconocía sus necesidades, dominaba sus actitudes.

Nada más en mí me pertenecía u obedecía.

Yo era incondicionalmente e irrevocablemente de él.

Descendí las manos encontrando los músculos bien

definidos de su espalda. El tejido de la camisa no me

impedía de lo sentís con toda su grandeza. A la vez su

mano lanzaba llamas en mi cuerpo, acariciando la

piel expuesta del muslo, mientras la otra me

mantenía presa a su beso.

Mi Dios! Yo iba a hacer aún amor con él allí, en medio del

mar, sin ninguna barrera o nada que nos ayudara a

quedar menos expuestos, aún así, increíblemente yo me

sentía a la gana, coge y confortable, porque yo sabía que

Robert estaba allá conmigo, entonces nada más

importaba. Y entregarme a aquel hombre allí, en la calle o

en la luna, en una cama o en el suelo, escondidos o


expuestos, no hacía la más pequeña diferencia. Eran sólo

detalles que inmediatamente se hacían irrelevantes.

439

El más importante estaba en mis brazos, beijando mis labios

como se fuera nuestro último beso, tocando mi cuerpo

como se fuera una joia de valor inestimado, deseándome

cómo si no hubiera el mañana, entregándose cómo si no

existiera límites y me idolatrando como si no fuera posible

alma más pura, pero brillante y divina.


Ah, yo me entregaría! No pararía para pensar ni más un

minuto. Robert no entendía, no conseguía creer, pero yo

nunca, ningún día de mi vida desde que coloqué mis ojos en

él, conseguí pensar en mí de otra forma. Él podría nunca

tener me notado, nunca tener me deseado, tocado,

podríamos nunca haber transado, nada de eso sería capaz

de contener el amor que yo sentía y sentí en aquel primero

segundo en que nuestros ojos se encontraron. Yo lo amaría

independiente de cuál fuera nuestro destino. Yo siempre lo

amaría. Era eterno. Para siempre y sin vuelta.

Robert se apoyó en el codo y consiguió firmarse un

poco más sobre mi cuerpo, quedando entre mis

piernas. La falda del vestido confundía un poco, no

permitía un contacto más real, como yo deseaba,

pero él no tenía prisa, entonces quedó de aquella

forma, moviéndose lentamente en mí, sentido

nuestra aproximación y usufructuando de mis labios.

Su boca dejó la mía y descendió por el cuello acompañando a

mano que acariciaba esta parte. Eran besos deliciosos,

lleno de deseos, donde su lengua y dientes participaban

de la brincadeira conforme su gana. Yo me encogía


reaccionando cada mordida o gemía en voz baja

deliciada con el contacto con su boca, permitía

angustiarme cuando sus labios me experimentaban,

relajaba cuando él sólo roçava la piel y louvava cada

erizo sentido.

Siendo un poco más osado, Robert beijou mi busto, se

aventuró por los montes blandos de los senos aún prendidos al

vestido y corrió la mano hasta el muslo que aún estaba en su

cintura, los dedos largos escorrendo por la piel, tocando cada

pedacinho y buscando por la bunda. Gemí y rebolei uno


poco, bien despacio y de leve, demostrando lo

cuánto me gustaba aquel toque.

Entonces él levantó con un movimiento brusco,

quedando sentado sobre los calcanhares, llevándome

junto y forzándome a sentar en suyo pego, las piernas

atravesadas en su cuerpo. Sin aguardar por nada dejó

las manos adentrarem mi vestido, explorando la piel

desnuda y erizada, caliente de deseo. Nuestros labios se

pegaron otra vez. Un beso largo, sensual y delicioso.

Nuestros cuerpos se meneaban como una baila, él

avanzaba y yo reculaba, yo avanzaba y él permitía.

Alisei su peitoral mientras sentía los dedos me

toquen de todas las 440

formas, pero sin avanzar a través de la braga. Comencé a

deshacer los botones de su camisa, abriendo espacio para

mejor tocarlo y así que el último fue retirado pasé la mano

para dentro sintiendo los músculos rígidos muy bien

definidos, la piel clara, la temperatura, el olor, el sabor, la

textura. Yo lo tocaba, beijava y aprovechaba todos los

detalles de aquel cuerpo fantástico. Robert por algunos


instantes sólo permitió que yo actuara, aprovechando lo

que yo podía proporcionarle.

Tras un tiempo inerte, él volvió a reaccionar. Con un

movimiento rápido y certeiro, subió el vestido por mi

cuerpo, levanté los brazos sin necesitar de su orden y

sentí el tejido roçar mi piel hasta estar totalmente fuera de

mí. Tan fácil! Imaginé se fue por este motivo que él había

escogido aquel. Quedé sólo con la braga, las alianzas y la

tornozeleira que Paul me regaló. Creí que el conjunto tenía

tanto a ver con el local y el momento que me sentí sexy.


Robert colocó una mano en la base de mi columna, forzando lo

encuentro de nuestros sexos aún alejados por los

tejidos de la braga y de la calza de él, la otra mano

espalmada en mi espalda me estiró a su encuentro,

roçando nuestros cuerpos con luxúria. Después, sin

perder muy tiempo y conocedor de que la fricción

gostosa que hacíamos allá debajo no se perdería, él

utilizó las dos manos para acariciar mis senos. Gemí

un poco más alto. Estaba muy ansiosa por toques más

osados, más calientes.

Él pasó las manos y tomó mis labios en el mismo segundo. Yo lo

sentía roçando mi sexo mientras rebolava en suyo pego,

palpando mis senos de forma avassaladora, apretando,

soltando, estirando y jugueteando con el pico ya

totalmente duro y a la vez, los labios tomando los míos y la

lengua poseyéndome. Era mucha información para

absorber al tiempo que yo no conseguía enfocar en más

nada.

Cuando sus labios me dejaron y tejieron besos al largo de mi

busto para inmediatamente enseguida se apossarem de

los senos, distribuyendo placer en todas mis


terminaciones nerviosas yo pensé que perdería el juízo. Él

cogía y atiçava un mientras mordía, chupava y beijava el

otro, intercambiando la posición y se revessando entre

ellos.

Ah, él era tan intenso! Tan perfecto en todos sus gestos! Tan

magnífico en el que hacía! Era cómo se Robert fuera entrenado

incansablemente para dar el mejor del acto sexual. Como si él

hubiera pasado años estudiando, formándose, haciendo MBA,

máster, doutorado, PHD en el arte de enlouquecer

sexualmente su esposa. Él era magnânimo. - Oh, Dios! – gemí

sin saber al correcto se conseguiría mantenerme


consciente por mucho tiempo. Había un mixto de

sentimientos agitándose 441

dentro de mí, implorando para asumir el control. Y yo

quería muy que eso realmente aconteciera.

Ћ Linda! – él abandonó

mi seno al sussurrar y uno erizo recorrió

mi espina. – Deliciosa!

Y estaba allá, por detrás de todos aquellos gestos

cuidadosos, de aquellos labios dulces, el lado animal, de

aquel hombre, lo aunque lo empujaba para ultrapasar los

límites y que el impelia a consumirme sin piedad. Él

estaba allá, dejándose perciba por la voz ronca, blanda y

sensual, llena de promesas ansiosas para ser cumplidas.

Sin pensar en resistir a aquella invitación, comencé la

desafivelar su cinturón. Robert no me impidió, él estaba

completamente permissivo en aquella noche y yo me

sentía fuerte, sexy y feliz. Me gustaba compartir el control,

a pesar de que en la mayoría de las veces yo quedaba tan

absorta en sus brazos que sólo me dejaba conducir.

Pero la noche era mi también. Era mi noche de núpcias y

yo no podría ser mera coadyuvante. Yo sabía lo que quería,


como quería y lo cuánto quería, entonces necesitaba

actuar. Antes aún de conseguir concluir el cinturón, ya

intentaba deshacer el botón de la calza y rápidamente a

abrí colocando mi mano por dentro. Él gimió fuerte y me

alejó un poco para que hiciera un trabajo mejor. Quedé

deliciada.

A principio, los movimientos fueron restrictos, yo sólo

acariciaba por dentro de la cueca. Mi marido gemía y me

apretaba con las manos conforme era su placer. Él beijava mi

rostro, labios, cuello, descendía por los senos


y en todos los momentos paraba para verificar lo que

yo hacía. Era delicioso de observarse. Después resolví

dar alas a mis deseos y alejando más un poco sus

ropas, conseguí liberarlo. Otra vez él se alejó un poco

y me observó.

Deslicé mi mano en movimientos controlados. Él gimió y cerró

los ojos, saboreando el toque. Beijei su peitoral y lo

exploré con la lengua. Robert usaba el perfume

habitual, pero en aquella noche él era tan afrodisíaco

que me hizo tenga ganas de beijar todo su cuerpo y

sentir aquel olor perfecto.

Su mano se cerró en mis cabellos con fuerza. Robert

volvía al control. Levanté los ojos mientras aún

beijava su peitoral y estimulaba su sexo y encontré

mi marido encarándome. Con la otra mano él me

alejó el suficiente para quitarme del pego, pero mi

mano continuó acariciándole, subiendo y

descendiendo, presionando y soltando en la medida

correcta.

Ћ Aquí – él sussurrou con

aquella maldita voz ronca que hacía un show


pirotécnico dentro de mí arrancando toda mi

fuerza. 442

Con la mano en mis cabellos él me condujo hasta su miembro

indicando lo que deseaba. Puta merda, yo lo quería asimismo,

dentro de mi boca, liberando el suyo me gusta, penetrándome

de aquella forma. La manera como el abocanhei fue fuera del

normal. Había tanto ímpeto, tanta gana de sugá-lo y llevarlo al

límite que Robert gimió alto, hundiéndose en mis labios y

controlándome por los cabellos. Permití que su sexo ganara

espacio, invadiéndome ora con fuerza, ora más lentamente,

pero
de manera deliciosa.

Él gemía y era maravilloso lo oís. Imaginé aquella escena. Él con

las calzas abiertas, arrodillado, su miembro rígido

entrando y saliendo de mi boca, y yo, de cuatro usando

sólo braga, siendo conducida por los cabellos, chupando

mi marido como si él fuera el manjar más saboroso

ofertado a una condenada. No daba para contener el

placer. Osé mirarlo mientras lo recibía con gana. Nuestros

ojos se encontraron y la conexión casi me hizo gozar en el

mismo instante. Aquellos ojos eran el más puro placer que

yo ya pude imaginar. Gemí sin conseguir pensar en una

forma mejor de expresarme.

Ћ Viene acá – otra vez él me estiró

separándome de su cuerpo. Tengo casi certeza que hice

biquinho inconformada con la criba. Robert rió en voz

baja y me levantó con las manos liberando mis cabellos.

Él resmungou alguna cosa que sólo identifiqué como

“ansiosa demás” o “golosa demás”, cualquiera que

fuera la expresión usada me hizo corar. Yo realmente

estaba sintiéndome de esta forma. Quería poder chupá-


lo hasta que se contorcesse de placer y me de ese el

suyo gozo en prenda de amor.

Ћ Levante! – mantuvo la voz baja pero llena de


autoridad. – De

pie!

Obedecí sintiéndome un poco insegura. Una cosa era estar de


cuatro, confiante de que no llamábamos tanta atención, otra

estar de pie, teniendo la certeza de que cualquier persona muy

atenta podría identificar lo que acontecía allí. Pero sus dedos

subieron por los muslos con la presión que yo necesitaba. Gemí

otra vez y pensé en la posibilidad de mis piernas


fallen.

Robert me cogió por los quadris y me estiró para cerca

de él. Yo de pie y él de rodillas. Sus labios se cerraron

en mi sexo por cima de la braga. Cogí en sus cabellos y

me concentré sólo en no caer. Él usó los dientes

jugueteando con mi sanidad mental, mientras los

dedos largos acariciaban, apretaban y disfrutaban de

mi piel, manteniéndome firme en su lugar. Él avanzó

las manos ultrapasando el tejido de la braga, palpando

la bunda, frotando los dedos por donde encontraba 443

espacio. Gemí más alto en el momento en que cerró los dientes

en mi clitóris, por cima del pano y al tiempo que sentí los

dedos lleguen por dentro, tocando por tras y alcancen mi sexo

ya mojado. Otra vez nuestros ojos se encontraron y... Puta

merda! Él estaba jugueteando conmigo. Estaba dejándome

loca por el simple hecho de gustar de


verme así. Yo iba a protestar, pero fui invadida por

dedos deliciosos y asistí su lengua lamer mi braga

como se fuera mi propio sexo. Abrí la boca y no

conseguí decir nada. Sin fuerzas me apoyé en sus

hombros y gemí roçando de leve los quadris en su

boca. - Tan ansiosa, mi esposa!

Ni conseguí abrir los ojos pues él estiró mi braga para lo

lado y esta vez su lengua realmente me lamió, bien allá,

alcanzando todos mis puntos y arrancando de mí un gemido

que salió del más profundo placer. Sus labios se apossaram

de mi sexo con tanta intensidad que sentí mis piernas

fraquejarem. Robert hundió aún más sus dedos y acarició

las paredes mojadas y pulsantes.

El orgasmo llegó sin avisar y fue tan intenso que yo prácticamente

grité sintiendo aquellos labios cerrando, chupando mi pontinho

de placer y sus dedos dentro de mí, massageando mi carne. No

sé cuánto tiempo llevó, pero parecía una infinidade de horas

donde yo floté en el espacio como poeira espacial. Cada parte

de mí se esfarelou, disolvió y se esparció en el universo. La

sensación de libertad era única. Y entonces, como se hubiera

ocurrido una gran explosión, sentí el momento del repuxo y


todo mi cuerpo se juntó, solidificou y materializó en aquella

boca. Robert aún me beijou de leve y retiró la braga sin

ninguna prisa.

Ћ Como yo dijo: siempre muy

fogosa y ansiosa, Melissa – pero no había ninguna

reprovação en su voz. Yo podía hasta decir que

había orgullo. - Yo siempre necesito hacer alguna

cosa antes para mantenerla en mi ritmo.

Ћ Disculpe – resmunguei aún sin saber al correcto


si ya estaba
totalmente recuperada o si sus palabras me

constrangiam o no. - No, no, no. No se disculpe! – había

divertimento en su voz lo

que me dejó más relajada. Su aversión las disculpas era

algo con que yo me gustaba juguetear. Dejó la braga a

su lado y abaixou las propias calzas hasta el límite de

su rodilla – Viene acá.

Con las manos él me estiró para bajo, cogiendo con fuerza pela

cintura y ajustándome. Sentí mis piernas levanten y

entonces me agarré a su cuerpo enlazándolo por los

quadris. Luego sus manos estaban en mi espalda,

bunda, muslos, suspendiendo mis cabellos y

dejándome mole y nuevamente ansiosa.

444

Ah Robert, si yo fuera punida con un orgasmo todas

las veces que quedara ansiosa por usted, permitiría

que el monstrinho dentro de mí se apossasse de mi

cuerpo todo el tiempo!

Inmediatamente sentí su miembro rígido exigir lo que

le pertenecía. El mínimo toque, aquella pequeña

encostada en mi sexo parcialmente satisfecho y ya


completamente mojado, reacendeu a llama dentro de

mí. Gemí deliciada al lo sentís juguetear con mi

entrada. Robert rió, pero yo tomé sus labios en un

beso urgente impidiéndolo de hacer cualquier

gracinha.

Ћ Oh, Dios! – gruñí al ser

invadida por su sexo. Robert cogió firme en mi

bunda controlando su entrada y torturándome

lentamente.

Él también gemía, en voz baja, la boca semiaberta, los ojos

cerrados, la expresión exacta de la luxuria. Y como conseguía

mantenerme tan firme estando


de rodillas y cogiendo mi cuerpo con las manos. Y por qué

mis piernas fraquejavam, pero las de ellos no? Bueno, yo

hasta quedaba agradecida por eso, a fin de cuentas era

demasiado gostoso lo sentís controlar la penetración y con

eso accione cada nervio existente en mi sexo.

Inmediatamente comencé a sentir las formiguinhas

caminando por mi vientre y esparciéndose en mi íntimo.

Él entonces descendió el cuerpo, sentando sobre los

calcanhares. Mis pies tocaron las almofadas dándome más

firmeza. Con fuerza, Robert me estiró dejando que su pênis

entrara hasta el límite. Su mano fue hasta mi cabello y lo cogió

con fuerza demostrando lo cuánto estaba controlándose y

gustando del que hacíamos, la otra se mantuvo en mi bunda,

estirándome de encuentro a su sexo y no dejándome

escapatória.

Ћ Ah, Melissa, usted es caliente! –

gimió mientras espremia sus labios en mi hombro y

buscava por mis senos. – Deliciosamente caliente. –

La mano en mi cabello me estiró para tras y así mis

senos fueron involuntariamente ofertados. Él los


sugou, uno a uno, con tranquila y deseo. Con

tranquila.

Como él conseguía?

Intenté normalizar la respiración mientras él me mantenía

inmóvil, saboreando cada segundo en que mi marido se

espremia dentro de mí, sintiendo deliciosamente las paredes

se aprieten en su miembro resistiendo al cuerpo intruso, y

cada centímetro alcanzado yo me sentía estremecer. Cuando

pensé que me acostumbraba a aquellas sensaciones, él, con

una de las manos en mi bunda, me estiró para cima, pero

manteniendo la tranquila, haciéndome recular centímetro

por centímetro. Arfamos juntos y


Robert pegó a prueba entre mis senos. Sintiéndolo

casi fuera de mí, él 445

paró y recomenzó los besos por la clavícula.

Ћ Vamos bien despacio, Miel.

Quiero aprovechar cada centímetro dentro de

usted.

Concordé sin nada decir. Mis pensamientos comenzaban a se

perder en confusiones. Su voz siempre causaba un huracán

dentro de mí, haciéndome desear cosas indecorosas. Con

las piernas más firmes volví a descender viéndolo gemir en

voz baja y perderse en mis brazos.

Seguido su ritmo intenté mantener sólo los quadris en

movimiento, lo que exigía de mí un mayor molejo, un

rebolado más osado, sin embargo todo el esfuerzo era

recompensado pelo que yo conseguía arrancar de aquel

hombre. Robert simplemente se entregó, permitiéndose

sólo sentir. Él gemía manhosamente y todas las veces un

comichão me alcanzaba de jeito. Mantuve el patrón: subí,

descender rebolando bien despacio, mover sólo los

quadris, beijar sus labios, concentrarme en no perder el

foco a causa de sus manos calientes en mi piel,


presionando mis muslos, explorando mi bunda,

manteniéndome firme por la columna. Era delicioso

demás!

Y entonces él mantuvo las dos manos paradas en mi

bunda, una de cada lado, sólo acompañando los

movimientos. Experimenté otros rebolados, exigí sus

labios en mis, alisei su peitoral, osé el máximo que

pude y tuve de él todo su placer.

Pero Robert nunca fue hombre de dejarse ser conducido,

por lo menos no por mucho tiempo. Como se hubiera

despertado de un transe, él me
cogió con más fuerza, me levantó un poco y modificó

nuestras posiciones, dejando de quedar sobre los tobillos y

pasando las piernas para el frente dejándonos

completamente encajados. Era una posición un poco más

difícil, que exigía más de mí, pues los movimientos no podían

ser tan anchos ni bruscos, sin embargo la fricción causada

era perfecta. Rebolando bien despacio yo lo sentía moverse,

a la vez,

todas las veces que yo me movía para el frente mi

clitóris se apretaba en la base de su sexo y yo sentía

el placer invadirme con un sabor más del que especial.

Él mantenía los movimientos lentos y distribuía besos

en mi rostro.

Pasando las manos en mi rostro, Robert retiraba los

hilos de cabello del frente y me miraba con una

atención conmovedora. Aquellos ojos me mostraban

lo cuánto yo era valiosa, lo cuánto aquello no era sólo

sexo, lo cuánto su amor rebosaba y me inundaba

cuando nos fundíamos. A los pocos, mi cuerpo fue

calmándose, todo mi foco era él y su devoção.


Ћ Linda! –

sus ojos continuaban en mí.

446

Los movimientos fueron recomenzando. Yo no quería

perderme, quería continuar embriagada con aquel mirar,

sin embargo era imposible, porque mi cuerpo había si

calmado, pero el ardor se concentraba en aquel único

punto, como si suyo mire alcanzara exactamente aquel

lugar.

Quedamos así, amándonos a los pocos, dejando que cada

pedacinho de nuestros cuerpos pudieran compartir de aquel

momento. Él me alisava, tocaba con más fuerza, reculaba un

poco, beijava-me los senos


y mordía dejando aún más caliente. Hirviendo. Y así

fuimos atendiendo nuestras necesidades a medida

que ella aumentaba y exigía y luego lo que teníamos

no era más el suficiente.

Ћ Así, amor – él me quitó de su

cuerpo en el momento en que yo comenzaba a creer

que no daba más para volver atrás. Estaba tan

gostoso que ni creí cuando Robert resolvió cambiar

de posición. No daba para sólo continuar?

Él me cogió con fuerza y jugó las piernas, con las

calzas aún presas en sus rodillas, para fuera del móvil.

Yo necesité levantar sin entender lo que él deseaba, y

ya ansiosa demás para volver al que hacíamos. Mi

marido me cogió por los quadris y me giró, dejándome

de culo. Vi sus pies moviéndose para retirar las calzas

y hallé engraçado, pero no ríe.

Robert me estiró para suyo pego, sentada de culo para él,

sus piernas entre las mías, que estaban abiertas de una

forma bastante embarazosa. Él inclinó el cuerpo un poco

para tras y corrió un dedo por mi espalda, de cima para


bajo, hasta alcanzar la bunda, entonces pasó las dos

manos por los muslos y beijou mi hombro.

Ћ Colóqueme dentro de usted – sussurrou. Suspiré


deliciada con lo

su tono de voz.

Cogí su miembro y lo estiré para dentro de mí. La entrada no

fue lenta cómo yo esperaba. Robert simplemente me condujo

para bajo y entró en mí sin aguardar permiso. Gemí y mis

piernas abrieron involuntariamente mientras la cabeza pendía

para tras, almacenándose en el cuello de él. Mi marido me

recibió, pasando los brazos en mi cuerpo,


dejando las manos vaguen en mí.

Sentí cuando él levantó mío quejo y beijou-me. Su lengua entró

en mi boca en el mismo instante en que los dedos

comenzaron la alisar mi sexo. Fue... Delicioso!

Inmensamente delicioso. Sin conseguir mantener el beso

dejé un gemido cargado de tesão escapar. Me cogió los

senos, apretando y alisando-los de la misma forma como

hacía inmediatamente abajo, mientras que su sexo dentro

de mí massageava mis paredes.

Apoyé mis manos en sus quadris y comencé la

rebolar con 447 más

gana. Sin conseguir ignorar los dedos en mi sexo, inicié

meneadas para frente y para tras, subiendo,

descendiendo y delirando con todo lo que sentía. La

mano de él envolvía mi seno, cogiéndolo y las veces los

dedos se juntaban para juguetear con el pico.

Robert también gemía. Era algo muy más salvaje del que los míos

gemidos y que sólo indicaba una cosa: él estaba casi allá. Fui además de
los

límites y rebolei con más gana y sus dedos sólo deslizaban en mío

sexo acompañando los movimientos y dándome el placer que yo buscava.


En el momento en que creí que estábamos en nuestro máximo y que

quedaríamos así hasta el clímax en los alcanzar, él retiró la mano del


medio de las

mis piernas. Gemí una protesta y él rió pegando sus labios en mías

espalda. Su mano fue hasta la mía que estaba apoyada en su quadril y a

retiró. Corei en el exacto momento en que entendí lo que él haría. Robert

me llevó hasta mi sexo y sin pedir mi permiso comenzó la alisá-lo

utilizando mis dedos.

Puta. Merda.
Ћ Continúe – por el timbre de su

voz yo entendí que él estaba casi allá. Robert

necesitaba que yo continuara a mantener el ritmo,

pero también necesitaba de su momento, de su

entrega.

Experimenté el toque convenciendo a mí misma que aquello no

podría más ser algo embarazoso. No era ninguna

novedad, a fin de cuentas, ya había acontecido otras

veces y de formas más intensas y expuestas. Dejé los

dedos me acaricien. No era nada cómo los de él, pero

era bueno, de hecho, era muy bueno.

Ћ Eso, mi bien! – y él mantenía las manos en mí,


acariciando míos

senos y moviéndose debajo de mí, acompañando mi rebolado.

Ћ Robert, yo...

Ћ Tranquila!

Fue cuando él se dejó caer de culo cogiéndome sólo por

los quadris que yo supo que estaba en el camino

correcto. Arriesgué mirar para tras y lo vi acostado, sus

ojos casi cerrados aún me miraban. Entonces tuve


conciencia de que sus ojos estaban fijos en mi bunda,

asistiéndola menee mientras yo rebolava en suyo pego.

Aquello realmente meneó conmigo. Incliné el cuerpo para

frente. Sin su evaluación dejé que mis dedos continuaran

jugueteando en mi carne y con la otra mano me apoyé en su

muslo e incliné la bunda para tras, saliendo y volviendo

lentamente, rebolado con su cuerpo dentro de mí. Robert

gimió alto y sus dedos se cerraron con fuerza en míos

quadris. Quedé deliciada. Me sentía poderosa, por eso

rebolei aún más. Él me invadía cuando yo sentaba y

me dejaba quitarlo de dentro, al mismo 448


tiempo me permitía sentir la masturbação, los dos

juntos me hacían pulsar y con eso mi carne se

cerraba, apretando mi marido dentro de mí. - Ah,

Miel!

Robert intensificó lo aprieto y tras dos almacenadas,

quedó rígido. Sus músculos se contrajeron, él me

mantenía firme, si espremendo y forzando su entrada al

límite. Sin poder menearme, dejé mis dedos completen

el servicio, inclinándome para frente y sintiendo que

también llegaría al orgasmo en poco tiempo. Y entonces

él levantó rápidamente, pegando su tórax a mi espalda,

yo lo sentía aún arfante, pero su mano se juntó la mía y

yo exploté.

Mi orgasmo llegó arrancando todo lo que podía de mí. Míos

quadris se movieron para el frente y yo me vi rebolando en los

dedos del hombre que yo amaba, mientras mi cabeza jugada

para tras y mi tórax arqueado mientras él palpaba mi seno con

gana. Y yo me vi esparciéndome de todas las formas, mi

cuerpo se liquefazendo en sus dedos, la piel derretendo en sus

labios y la mente vagando en otro universo. Él aún me beijava,

sólo que con más cuidado. Yo continuaba en


suyo pego, nuestras manos juntas, dedos entrelaçados aún

en medio de mis piernas. El sonido de la película fue

volviendo a los pocos mi conciencia. Robert quedó más

cariñoso, gentil. Yo me dejaba contorcer como una gatinha

manhosa, recibiendo lo que él aún podía darme.

Yo conocía aquella película, ya había asistido tantas veces, y suspirado

y soñado con aquellas posibilidades. El drama siempre hace

esas cosas con mi cabeza, pero en aquel instante, la música,

las hablas, todo adentrava mi mente de una forma diferente,

como si la vida realmente


estuviera dándonos una segunda oportunidad, y como si

realmente pudiéramos hacer todo. Pero cuando él sussurrou

en mi oído aquella frase, acompañando el habla del actor, mi

corazón aceleró. Robert dijo:

Ћ En el amor, siempre existe

uno que ama más. Quién me hube dado no fuera

yo.

Y yo entendí que mi mundo era todo aquello,

independiente se conseguiríamos o no hacer

diferente. Aquella era nuestra segunda oportunidad.

449

CAPÍTULO 42

Yo estaba durmiendo de culo cuando sentí dedos

acariciando mi cuerpo, descendiendo lentamente del

centro de los senos hasta el umbigo. Sabía quién era y lo

que quería, pero yo estaba destruida, acabada por la larga

sesión de películas, sexo y orgasmos astronômicos.

Entonces sólo sonríe.

Ћ Usted queda linda sonriendo – él sussurrou un


poco distante.
Ћ Hum! – resmunguei fingiendo no estar
totalmente consciente.

Ћ El día está naciendo, necesitamos volver.

Abrí los ojos y vi el cielo ya desbotado. Rayos rosados pintaban el azul

y el sonido leve de las aguas así como el leve

balancear de la plataforma me llevó de vuelta la

realidad. Yo no quería despertar porque sabía que

sería volver a todos nuestros problemas. En la noche

anterior yo había me casado y no tuve miedo, pero en

aquel instante, conocedor del quão peligroso había

sido nuestra actitud, yo temí.

Ћ No quiero volver – él rió.

Ћ Yo tampoco, pero necesitamos. Usted está


deliciosamente sin

ropas y yo estoy loco para aprovecharme de esta situación, sólo que en breve
ellos van a volver para en los buscar.

Ћ Ellos van a volver? – sentí el

mundo retornar con todo su peso para cima de

mí.

Ћ Tranquila! Aún tenemos tiempo – él se inclinó y


beijou mi hombro,

después descendió y fue beijando bien despacio hasta

alcanzar un seno. Su lengua umedeceu el pico

intumescido y yo me dejé acostar otra vez.

Ћ Robert, usted va a quitar

toda mi fuerza así – pero mis manos ya estaban

en sus cabellos.

Ћ Usted no va a necesitar de ella

para más nada hoy – él continuó beijando, lamiendo

y chupando bien despacio. Mi vientre comenzó a

dar señal de vida.

Ћ Nodos tenemos una vida entera, por qué usted


actúa como si el mundo

fuera acabar en el próximo minuto?

Ћ Porque yo sé que usted siempre

está lista para mí – él paró y me miró. La profundidad


de su mirar meneó conmigo de una forma extraña.

Había un poco de tristeza en él. – Y porque yo sé el

quão imprevisible es nuestra vida. Yo ya te perdí

tantas veces... – coloqué un dedo en su boca

impidiéndolo de continuar.

Ћ No quiebra eso, por favor! –

él cerró los ojos permitiéndose callar. 450

– Nada va en los separar, yo juro!

Ћ Todo bien. No quiero pensar en eso ahora.

Viene acá – me estiró para sus brazos y me beijou

inmediatamente recorriendo mi cuerpo con las manos

sedientas que descendieron hasta encontrar el tobillo y darse

cuenta de la tornozeleira. Robert paró y miró para la joia. –

Usted no tenía eso antes –


tengo certeza de que esta no fue su intención,

pero había un correcto cobro en su voz.

- Y usted conoce todas mis joias, sabe todo sobre la mía

vida, sabe hasta el tamaño de mis bragas, pero olvidó

el día de mi aniversario – él rió sin gracia y pasó la

manos en los cabellos, como siempre hacía. Tan lindo!

Ћ Yo vi esta joia en la joalheria

del hotel. Fue un presente? – estreché los ojos.

Quería muy hacer birra y no darle aquella

información. – No puede culparme, yo casé con

usted.

Ћ Ah fue? Entonces fue por

eso? – él comenzó a reír y me apretó en sus

brazos.

Ћ Estoy con ciúmes – admitió. – Fue Dean quién te


dio?

Ћ Y sería ruim? Ganar un

presente de un amigo preocupado en acabar con

mi tristeza sería motivo para ciúmes?


Ћ No me provoque, Miel! – su

mano se cerró en mi tornozeleira

ameaçadoramente.

Ћ Fue Paul en favor a Nicole –

revelé riendo de su amenaza. – Y se fuera Dean

yo nunca te perdonaría se quebrara.

Ћ Claro que usted me

perdonaría – él también rió dejando el clima

más leve. – Yo soy su marido, olvidó?

Ћ Y qué?

Ћ Y qué que forma parte del

paquete perdonar míos deslices – di un tapa en

su brazo e intenté me desvencilhar.

Ћ Puede olvidar, Robert. Conmigo las cosas serán


bien diferentes.

Ћ ES? – él me estiró y beijou mi cuello. – Tengo certeza


que sí.
Usted va a darme más trabajo del que cualquier mujer podría darme.

Ћ Aún podemos anular la

boda – él paró encarándome otra vez.

No entendí el motivo por haber llevado a serio aquella última frase,

a fin de cuentas estábamos jugueteando. Mi corazón

aceleró. Subí mi mano hasta su rostro y acaricié su faz.

Robert cerró los ojos y se inclinó en dirección al carinho

cogiendo mi mano y beijando-a.

Ћ Yo amo usted! – dijo por fin, volviendo a abrir los


ojos.

Ћ Así como yo te amo! – aún

sentía la tristeza por su cambio súbito de

humor.

451

Ћ Haga amor conmigo! - era una súplica nítida. Por


quê? Lo que había

de errado? Lo que yo hice de errado? Lo que estaba aconteciendo con Robert?

- Siempre – sussurrei perdida demás en pensamientos.

Nuestros labios se juntaron en un beso enamorado. No

había prisa, sólo la gana de quedar juntos y olvidemos

cualquier posibilidad de dejar acabar. Necesitábamos


uno del otro como los pulmones siempre necesitaban

del aire, como los peces del agua, las aves del cielo. Era

eso lo que éramos, uno del otro o un el otro.

Robert me poseyó sin avisos. Yo no estaba totalmente lista,

en verdad el miedo de como comenzamos aquel acto aún

estaba en mi mente lo que me impedía de entregarme

totalmente. No quería perderlo, no podía más aceptar la criba,

no tras ir tan lejos, de términos llegado donde llegamos. Sentí

un pequeño ardor indicando que o necesitaba olvidar y

formar parte de aquello o parar y evitar daños mayores.


Claro que no pasó despercebido por mi marido.

- Miel! – él paró el avance en mí para secar una lágrima que

escorria en mi rostro. Yo no había percibido que

lloraba. – Amor, lo que hubo?

Pisquei intentando entender aquel turbilhão de

sentimientos. Tal vez el embarazo estuviera ayudando

a agravar mi estado de espíritu, o incluso el cansancio.

Cerré los ojos y percibí más lágrimas desciendan.

Droga, yo no quería terminar aquella noche así.

Entonces los recuerdos de él diciéndome que no

importaba cuánto difícil quedara él no quería que yo

fuera aunque, me invadieron con fuerza. La seguridad

volvió a mi corazón y yo abrí los ojos.

- Yo amo usted! – sonríe medio sin jeito. – Mi Dios, yo amo tanto

usted! – Hablé más alto sintiendo gana de gritar y fue lo

que hice. – Yo amo usted, Robert Carter! – grité. Él

sonrió ampliamente acariciando mi rostro. - Su

doidinha! – y me beijou con más pasión.

Recomenzamos. Robert actuaba lentamente, conocedor de

que yo aún no tenía la lubricación necesaria. Él me beijava con

mucho me gusta, saboreando mis labios y lengua, dejando que


el beso se perdiera el tiempo. Él entraba y salía de mí sin prisa,

con cuidado y dejando todo aún más gostoso. Sus manos

palpaban mis senos, alisavam la barriga y acariciaban mis

piernas. Él estaba confortablemente entre ellas, que estaban

abiertas y recogidas hasta su cintura, dándole más pasaje. El

acto fue quedando más fácil, el placer a los pocos lamía mi

cuerpo acompañando sus manos y labios. Sin salir de dentro

de mí, Robert beijou de mi quejo hasta el umbigo mientras se

hundía cada vez más en


nuestro momento. A ciegas yo gemía.

452

Su mano cogió una pierna, levantándola y él la beijou en

diversos puntos. Yo ni sabía como conseguía tanta

elasticidad o apertura, pero él la mantuvo firme por algunos

segundos y se movió penetrándome con maestria. El bailar

de los quadris de Robert era algo que merecía ser

reproducido en una película. Él rebolava de una manera linda

y deliciosa. Y entonces transpassou la pierna por mi que aún

estaba en su cintura, colocándola entre las de él y llevó a

que estaba extendida a su frente para el otro lado

doblándola e inclinando mi cuerpo, como se fossemos dormir

de conchinha, pero él estaba dentro de mí, sentado sobre los

calcanhares y almacenando sin parar y sin prisa.

Inclinado sobre mi cuerpo él podía tocarme tanto en el

frente cuanto por tras. Sus manos palpaban mis senos

mientras los labios exigían los míos y el sexo me invadía

deliciosamente. Cuando él dejó de me beijar y levantó el

cuerpo, las manos corran, ambas, una de cada lado, una

espalmada en mi espalda y la otra entre mis senos, hasta


que finalmente él paró, conduciéndome en sus

embestidas.

Robert levantó el cuerpo, quedando sobre las rodillas y

aumentando el ritmo de las almacenadas. Lo que yo vi me

dejó extasiada. Él me penetraba cogiéndome por los

quadris, el cuerpo recto y el rostro jugado para tras en

transe, deliciado demás para ser compartido. Los rayos de

sol aún débiles iluminaban sus cabellos y la piel muy clara.

Robert parecía brillar. Parecía un ángel, un Dios. Y él no

paraba, aumentaba las almacenadas, saboreava cada

embestida, si regozijava con cada acto.


- Ah, Melissa! – gimió mi nombre, haciéndome erizar por

completo. No uno erizo normal de excitación, pero aquel que

alcanza hasta el fondo de su íntimo, que es capaz de arrancar

lo que existe de más prazeroso de dentro de usted y sacarlo a

la luz. Algo dentro de mí comenzó la latejar. Él abrió los ojos y

me flagrou mirándolo. Por un instante quedamos

de esta forma, él poseyéndome y asistiéndome, yo

siendo poseída y asistiéndolo hacerlo. Fue maravilloso,

hasta porque Robert Carter era siempre un espectáculo.

Pero entonces él disminuyó el ritmo, cogió mi pierna y

la transpassou otra vez volcándome de frente para sí.

Sus manos corrieron mi cuerpo, pasaron por los senos,

juguetearon con los picos sin quebrar la conexión de

nuestro mirar.

Entre mis piernas, otra vez él sólo apoyó los brazos a los lados

de mi cuerpo y continuó moviéndose, asistiendo todo el acto.

Rebolava de una manera deliciosa, entrando, saliendo y

alcanzando lugares absurdamente deliciosos. Dejé que mis

manos descansaran en sus rodillas y permití que él me

poseyera sin límites.


Cerré los ojos y le regalé con mi placer. Mordí

los labios 453

preparándome para la explosión que vendría y dejé mi

cuerpo expuesto mostrar a mi marido lo que él era

capaz de hacer conmigo. En el momento en que su

mano tocó mi rostro y escorreu por mi cuerpo pasando

entre los senos dejando rastros de fuego, el deseo fue

más fuerte del que la capacidad de contenerlo.

Gocé permitiendo que cada célula de mi cuerpo sintiera aquel

placer. Las llamas esparcidas por el éxtasis lamían mi piel con mucha
luxuria. Arqueei-sintiéndome me incapaz de

controlar las reacciones. Aún conseguí sentir sus

manos recorran mi barriga y estremecí

visiblemente con los espasmos.

Abrí los ojos y lo vi observándome la expectativa comenzó a

consumirme, sin embargo Robert cerró los ojos y pairando

sobre mí recomenzó sus almacenadas con más ganas. Él

también mordió los labios y vi su cuerpo quedando erizado

hasta que finalmente, no mucho tiempo después, él estremeció

y gimió alto, entregándose al orgasmo. Era fuera del común

verlo tan entregue, gimiendo y se espremendo en mí. Fui

inundada por su gozo caliente que me marcaba como si yo

fuera sólo suya. Y yo era.

***

Volver para el SPA no fue nada interesante. Yo estaba

presa en una borbuja con el hombre de mi vida, pero

tuvimos que estourá-la y volver la realidad. Para los ojos

enemigos, yo aún era casada con Dean, odiaba Robert, y

este tenía un caso con Carol. Una droga!

Ћ Va a quedar todo bien! – él prometió

diversas veces mientras aún estábamos en el avión, aquel


mismo, pequeño, que me llevó hasta Robert y que daba

siempre la impresión de que no conseguiría seguir

adelante.

Sí, yo sabía que todo quedaría bien, pero cuando? Aún

necesitábamos seguir en coches separados, enfrentar Adam

Simpson, robar las pruebas de Tanya y mostrar para la justicia

que ella no estaba mentalmente capaz. Y eso todo podría

durar una semana o un año. Puta merda! Yo no tenía un año.

Tenía a lo sumo más un mes y todos ya podrían comprobar mi

embarazo. Estremecí sólo de pensar en esta posibilidad.

Mientras yo estaba sola en el coche, siendo llevada al

encuentro de
Dean, pensé en cómo yo me sentía sólo. Ni cuando necesité

ir aunque, dejando Robert destruido para tras me dolió tanto.

En la época yo sabía que era una guerra y que para

conseguir vencer Tanya era necesario desarrollar la

paciencia, hasta descubrir que un niño crecía dentro de mí y

volver el más rápido posible para dar marcha al plan.

Pero tras todo, tras volver para los brazos de él,

de ver que 454

avanzábamos conforme el combinado, que estábamos

casados y que podríamos ser felices, cada segundo era

sentido como se fuera miles de años. Yo tenía urgencia

en tener paz, en poder vivir con Robert de la forma

como soñábamos. Nodos merecíamos eso.

Entré en el cuarto con gana de acostar en aquella cama

hasta la hora de volver para Chicago. No me sentía

animada para salir y quedar constatando que Robert

necesitaba estar trancado en aquel maldito cuarto con la

Carol, a fin de cuentas, quien conocía mi marido sabía que

tiempo libre, un cuarto y una cama sólo significaba una

cosa. Merda!
Ћ Hola! – Dean estaba allá y se aproximó así que
me acosté.

Ћ Hola, Dean! Como están las

cosas? – yo tenía obligación de ser agradable con mi

amigo. Reconocía su esfuerzo y su ayuda inestimável,

aún sabiendo que él sufría. Dean desvió el mirar y

sentó a mi lado.

Ћ Todo caminando cómo

combinamos. La única novedad es que Frank

pidió despido y sumió en el mundo.

Ћ Como así?

Ћ Estamos creyendo que él no aguantó la barra y que


necesita de
un tiempo. Esta historia toda con Tanya debe haber meneado demás con él.

Ћ Desgraciado!

Ћ ES! – había algo más que Dean quería decir, pero


él no lo hizo. –

Frank tuvo muchas oportunidades de caer fuera, pero

prefirió estar al lado de ella. No debe ser fácil tras

tanto tiempo caer en la real.

Ћ Lamentable.

Ћ Lamentable – él repitió

volviendo a encararme. - Como están las cosas?

Ћ Bien – mi voz salió sin

ánimo alguno y Dean percibió este detalle.

Ћ Está todo bien mismo?

Ћ Está sí. Sólo no estaba

preparada para casar y volver tan rápido para

la realidad.

Ћ Entiendo – él pasó la

mano en mis cabellos e hizo una mueca casi

imperceptível.

Ћ Y Carol?
Ћ No está nada feliz conmigo – admitió sin
demostrar muy pese.

Ћ Lo que aconteció?

Ћ No sé – más una vez él

desvió los ojos. – Creo que no he sido un buen

novio. Tal vez cuando esta confusión toda acabe

yo consiga acertar los puntos con ella.

Ћ ES por mi causa, Dean? – tuve miedo de


preguntar, pero hallé

455

necesario hacerlo. Sería muy bueno se

consiguiéramos acertar nuestros puntos también.


Ћ No, Miel! No es por su causa.

Relaje! – él sonrió y pareció verdadero. – Yo ya me

conformé con nuestra historia. No soy de quedar

lamentando lo que no tiene más solución, muy

menos de quedar prendido a un amor no

correspondido. Hago el más práctico, coloco mi vida

para frente y determino el rumbo de ella.

Ћ Eso es óptimo!

Ћ ES sí – él levantó mirando por la puerta de vidrio


que nos separaba

de la playa. – Este lugar es un paraíso. Nodos

podríamos aprovechar un poco el sol, lo que halla?

Ћ No sé – yo no estaba

animada para fingir aquel circo. – Estoy

cansada.

Ћ Vosotros nunca cogen leve?

Ћ Dean! – él rió.

Ћ ES serio! Todas las veces

que usted está con él es siempre de la misma

forma, usted queda pareciendo un zumbi.


Ћ Yo estoy embarazada y embarazadas sienten
sueño, ok?

Ћ Ok! Vamos a acostar en una

de aquellas espreguiçadeiras y dormir bajo el

sol – él me estiró de la cama.

Ћ Yo necesito de un baño – él

hizo cara de nojo y yo tuve que reír. – Voy a ser

rápida. Prometo.

Nos encontramos en la playa. Él ya estaba acostado, aprovechando el


sol

y con su bebida en mano. Abby estaba a su lado,

usando un biquíni lindo y revelando su cuerpo

perfecto. Ella estaba tan bonita y relajada que ni

parecía aquella chica llena de traumas y rencores.

Sentí mi corazón más leve.


Ћ El suyo es sin alcohol – mi amigo habló así que
me aproximé.

Ћ ES bueno beber

inmediatamente, antes que caliente. El día está

tan caliente que necesitamos en los mantener

hidratados – ella sonrió para Dean que brindó y

parpadeó un ojo. Él también estaba lindo y

relajado. Un día perfecto. Casi perfecto. Robert

aún estaba en el cuarto con Carol. Una droga!

Ћ Ella está pasando todos los detalles para él. Como


yo no puedo

aproximarme estamos comunicándonos por los

mensajes – Dean me informó así que percibió mi

mirar direccionado para donde serían los cuartos.

Ћ Ellos están trabajando y

nodos curtindo! – Abby jugueteó otra vez.

Sonríe.

Ћ Donde está Paul? – él no

estaba con nosotros, ni en lugar ninguno 456

que yo consiguiera avistar.


Ћ Yo lo vi caminando en

dirección las tiendas de massagem – Dean me

informó y desvió el mirar sonriendo.

Ћ Ni quiero saber sobre eso.

Nicole no va a gustar nadinha de saber que una

mujer colocó las manos en su novio.

Ћ Ninguna mujer me gustaría

saber de eso – Abby señalizó. – ES bueno colocar

protector, Melissa.

Ћ Yo ya coloqué. Dean insistió

en dejar bien visible en el cuarto – él rió. –

Vamos a ver que me gusta tiene eso.

Era un coctel de frutas helado y sin alcohol. Una delicia! Bebí

casi todo de vez dándome cuenta de que estaba hambrienta. Continué mirando
en dirección a los cuartos y pensando en el cuánto sería

bueno haber Robert por cerca. Mi ansiedad estaba en modo

“on” y yo no conseguía contenerla.

Ћ Quiero patata fríe – Abby dio risada.

Ћ Yo también quiero! Será que tiene aquí?

Ћ Existe patata fríe en el

mundo entero! – Dean sobressaltou y levantó

para llamar el garçom.

Mis ojos me traicionen de tiempos en tiempo llevándome

para aquella misma dirección. Era una merda mantener

aquel teatro. Mis amigos eran óptimos y divertidos, sin

embargo yo no conseguía desconectarme por mucho

tiempo. Mi mundo estaba restricto y limitado a Robert.

Ћ Alguien entró en el mar? – intenté desviar mi


atención.

Ћ Yo entré – Abby reveló. – Por quê?

Ћ No sé. Pensé en entrar un poco, pero no estoy


muy correcta

de eso – ella rió demostrando estar muy bien.

- Para este calor el agua está deliciosa. Yo y Dean entramos un poco


– miré para mi amigo que desvió los ojos como si no

quisiera revelar alguna cosa.

Opa! Yo estaba perdiendo algo. Hallé mejor no

cuestionar. Era un problema de ellos. Entonces vi Paul

aproximándose. Él usaba bermuda y camiseta y no

estaba nada a la gana, parecía hasta constrangido.

- Hola Paul! – intenté mantener el clima

amigável para que él quedara un poco más a la

gana.

- Hola! – sonrió aún tímido. – Caliente aquí, no?

- Muy caliente – Abby señalizó con su bebida helada. – ES

bueno mantenerse hidratado – ella y Dean comenzaron a reír

de alguna piada que yo


ni hacía idea del que era.

Ћ Tiene razón! – Paul quedó

debajo del sombreiro, a mi lado. – Lo que usted

está bebiendo?

Ћ Coctel de frutas sin alcohol.

457

- Un té helado sería óptimo – él dijo llamando el garçom. – Pero

voy a querer uno de ese también. Estoy hambriento –

sonríe. Paul estaba muy más amigável los últimos

días.

Ћ Como fueron las cosas

ayer? – Abby provocó y yo vi Paul quedar un

poco más serio.

Ћ Dio todo correcto – informé

aún sin gracia. – Quiere decir que todo el mundo

estaba sabiendo y yo sufriendo como una boba?

Ћ Robert movilizó todo el mundo

cuando supo del divorcio – Paul dijo y se volvió la

Dean. – De hecho, alguna noticia de Frank?


Ћ Nada hasta ahora. Tanya llegó de

viaje y fue directo para casa, pero apareció para trabajar

por la tarde. Por el visto ella aún no sabe de nada, ni del

despido del amante – Paul quedó aún más tenso.

Ћ Espero que ella no surte de vez! – él resmungou


más para sí del

que para los otros.

Ћ Dudo mucho. Frank era sólo una

marionete – Abby continuó provocando. Que droga! Por

qué ella no quedaba sólo en la de ella?

Ћ Frank ama Tanya, Abby – Paul rebatió.

Ћ Que extraño, no es? – ella sonrió cínicamente.


Merda!

Ћ Extraño por quê? El propio Robert ama

la Tanya – él rebatió y después se dio cuenta del

problema que había arreglado. Abby colocó lo


canudo de la bebida en la boca y dio de hombros.

Puta merda! Aquella historia otra vez. No daba

para aguardar hasta que yo tuviera por lo menos

un año de casada?

- Disculpe, Miel – él se volcó para mí en el exacto momento en que

su bebida llegaba, así como la porción generosa de

patata fríe. Perdí completamente el hambre.

Ћ Todo bien – dejé el vaso de

lado decidida a salir dali. Él tampoco parecía más

interesado en beber nada.

Ћ ES que ella... – respiró fondo y desvió el mirar. –


El importante es

que vosotros se acertaron, no es? No que el hecho de la invalidade del


documento

sea un trastorno, pero Robert va a corregir luego eso y...

Ћ Como es? – bradei. Dean levantó visiblemente


preocupado.

Ћ Yo estaba diciendo que

Robert pretende legalizar inmediatamente la

boda en nuestro país.

Ћ Como así?
Ћ Miel! – Dean se aproximó y

entonces Paul se dio cuenta de la merda que

había hablado. El día no podría quedar peor.

Ћ Del que él está hablando, Dean?

Ћ Oh, droga! – Paul se alejó

mirándome con cautela. – Él no te contó, no fue?

458

Ћ Lo que exactamente yo necesito saber?

Ћ Miel, tranquila! – Dean

intentaba, pero no conseguía. – Robert puede

esclarecer las cosas, vamos a esperar sólo por él.

Ћ Su boda no tiene valor legal. Pronto, es eso! – Abby


se metió
en la conversación siendo lo más directa posible. Creí que mis

pies no encontrarían más el suelo. – Vosotros sois americanos

y casaron en Tailandia. Teóricamente Robert acabó de

divorciarse, lo que lo impide de casar prácticamente el mismo

día con usted. Por el amor de Dios, Melissa! Usted tiene esta

noción. Él no puede divorciarse y casar el mismo día.

Ћ Llega, Abgail! – Paul

interfirió, pero mi mundo ya estaba

destruido.

Mi boda no tenía valor legal. Lo que el hijo de la puta

de Robert Carter creía que estaba haciendo conmigo? Y

lo que diablos yo estaba haciendo que aún no había

acabado con la nariz de él?

Ћ Miel, tiene valor legal – Dean intentaba


amenizar. – Pero usted también

era casada, olvidó? Nodos no podemos ingresar Tanya y

alegar su mente enferma dejando que todo el mundo

sepa que Robert Carter se separó de ella para casar con

la amante. ES sólo una cuestión de tiempo. Así que todo

esté resuelto él legaliza la situación de vosotros.

Ћ Claro, un año! – Abby ironizó.


Ћ Para, Abby! – Dean estaba

furioso. – Que droga! No ve que ella no puede

se estressar? Miel, quede tranquila.

Ћ Por qué ella no puede se

estressar? – Paul volvió a aproximarse. Dean

cerró los ojos y pasó las manos en los cabellos.

Igual a Robert. – Melissa?

Ћ Yo... – miré para Paul sin conseguir razonar


derecho.

Yo estaba furiosa, pero por encima de todo decepcionada. Ni había me

dato al trabajo de leer lo que firmé, sólo hice lo que él pedía y

listo. Y la merda del documento no tenía valor legal. Era para

imaginar. El muchacho que


aguardaba por nodos era visiblemente tailandés, o

algo parecido. Merda, yo no conseguía pensar. Sólo

dejaba que las voces se repitieran en mi mente. El

calor estaba insoportable, el clima entre mis amigos

estaba insoportable. Yo estaba insoportable.

Ћ Yo estoy... – cerré los ojos

sintiendo que todo aquello ya había ido lejos

demasiado. Mi cabeza giró.

Ћ Miel? – Paul y Dean estaban

cerca. Muy cerca. Yo no conseguía enxergar

nada.

Ћ Yo estoy... Embarazada.

Y el mundo quedó oscuro .

459

CAPÍTULO 43

- Yo no sabía! – Paul se justificaba por la milésima vez. Yo no

estaba mucho a fin de oír disculpas, estaba sólo muy

intentado a matar alguien.

Ћ Vaya para el infierno, Paul! Yo

debería tener te matado y enterrado en algún


lugar en Tailandia – oí Abgail reír y quedé con más

rabia. Ella también era culpada.

Ћ El más importante es que Melissa está

bien, sin ningún problema aparente – vi cuando Dean y

Paul intercambiaron un mirar extraño.

Ћ Cuál es el problema de vosotros? Cuál es el


motivo de este mirar?

Ћ Quedamos preocupados

con el estado de ella, Robert. Sólo eso – Dean

tomó el frente respondiendo con seguridad.

Ћ Ah, claro! Nadie aquí conoce Melissa, no es?


Nadie

imaginaba que ella surtaria cuando supiera sobre el documento? Yo ni


consigo crea en eso!

Ћ Yo no consigo creer que usted

aún intente engañar Melissa, Robert! – Dean rebatió

sin pestanejar. – Será que todo lo que vosotros ya

vivieron no fue el suficiente para que aprendiera que

no da para sostener un relacionamiento con mentiras?

Ok. Yo tuve mucha gana de acertar un soco en la cara

de aquel idiota, pero no podía. No podía revelar para

ellos mi real motivo por haber escogido ahorrar

Melissa de aquella decepción. Desde que mis

pensamientos consiguieron concluir mis sospechas, mi

única gana era protegerla.

Yo imaginé, cuando a observaba fingir dormir, el día en

que finalmente hicimos amor en mi casa, el día en que

ella me dijo que no quería más nada y me devolvió las

acciones para inmediatamente enseguida contarme

toda la verdad. O una parte de la verdad. Después

comencé a prestar más atención a su comportamiento.

Melissa era un turbilhão de confusión. Una hora estaba

bien y en el segundo siguiente estaba pésima. A


principio negué con veemência. Ella nunca me

escondería una situación como aquella. Ah no ser que...

Sí, yo llegué a creer en esta hipótesis. Claro que pensé. Ella

volvió cambiada, casada, arrotando una felicidad que

yo sabía no existir. Tenía que haber algún motivo

más fuerte del que sólo volver para ayudarme. Quiso

simplemente sumir. No podía creer que ella sería

capaz. 460

Me alejé, repeli Melissa intentando convencerme de

que sólo topé el juego porque era una óptima

estrategia.
Pero ella juraba su amor. Sufría con mi alejamiento y yo

finalmente comencé a pensar en otra versión. Confieso

que me dejó muy más animado, confortable y feliz. A los

pocos fui cediendo, prestando más atención y todas las

evidencias estaban allá: náuseas matinales, cambio súbito

de humor, la urgencia en resolver todo, los senos fartos, el

aumento casi imperceptível de peso, la barriga ganando

un poco más de volumen. No podía ser otra cosa.

Yo quería confrontarla. Cuestionar el motivo por estar me

escondiendo, pero Melissa no me daba ningún indicio

de que intentaba engañarme y yo la conocía muy

bien para percibir en los interlineados una mentira

como aquella. Por eso esperé y observé.

Luché contra todo lo que pude para protegerla. Y aún

había aquel maldito encuentro con Adam Simpson.

Como ella podría encarar un hijo de la puta de un

estuprador, de un pervertido, estando embarazada?

Yo no podía admitir y me odiaba cada vez más por

haber concordado, por no haber intentado encontrar

otra salida.

Fue por eso que quiso la boda. Estábamos en una guerra donde
todo podría acontecer. Si realmente lo que yo desconfiaba

fuera cierto yo necesitaba actuar. Agradecí a Dios la idea de

buscar Frank poco después de mi amante sumir en el mundo.

En secreto hicimos un acuerdo, conseguí convencerlo de que el

divorcio sería el mejor para nodos dos. Claro que en la época

no desconfiábamos que Tanya conseguiría una cartada tan

certeira y yo ni creí cuando Frank simplemente decidió que era

hora de actuar. Por lo menos así yo mantendría Melissa en

seguridad caso Tanya atentara contra mí. Melissa siendo mi

esposa tendría derecho a todo lo que yo


dejaría y consecuentemente, cualquier fruto

generado por nodos dos. Dean fue de grande valía

también. Él sabía cuando debería actuar. Tenía

que colocar aquel documento en vigor tan luego

pudiéramos descartar Tanya y sabía lo que

debería hacer si yo fuera eliminado del juego.

Melissa estaba embarazada y yo confirmé mis sospechas cuando ella

me preguntó si yo la perdonaría por esconder de mí un

secreto. En aquel momento yo tuve la certeza de que

todo mereció la pena. Un hijo. Un hijo! No daba para

creer que yo tendría aquella oportunidad otra vez. Mi

gana era de coger Melissa y sumir en el mundo. Vivir

aquel sueño perfecto, pero yo sabía que no sería el

correcto a ser hecho. No podíamos vivir

escondiéndonos de Tanya y de todo lo que, con

certeza, ella haría. Y entendí el porqué de ella estar

escondiéndome la verdad. Primero: yo 461

enlouqueceria. Con certeza enlouqueceria. No

permitiría más ningún paso de ella en aquel juego

desgraciado. No arriesgaría la vida de mi hijo más

una vez. Nunca más. Segundo: Tanya no podía


desconfiar. Yo conocía su nivel de locura y no podría

dejar que Melissa quedara tan vulnerable. Tercero:

ella sabía lo cuánto su encuentro con Adam era

importante y tenía la certeza de que yo nunca

aceptaría. Pero yo tuve que aceptar.

Porra, Melissa! Yo quería poder decirle lo cuánto estaba

feliz, lo cuánto estaba orgulloso, radiante, esperançoso.

Yo quería gritar para el mundo que yo sería padre. Que

la mujer de mi vida generaba un hijo mío. Un hijo mío.

Puta que pariu! Sería un hijo mío!


Entonces no pude decir a ella que de momento el documento no
tendría

valor legal. Yo iba a decir, interés que iba, pero cuando

ella me hizo aquella pregunta, cuando lanzó aquella luz

en mi mente y me dio toda la certeza de que yo

necesitaba nada más podría ser hecho como yo creía

que sería. Yo no podía desapontá-la aún más.

Ella tenía un secreto y yo juré que a perdonaría. Como

no perdonar? Y yo también tenía uno. Uno más. Y

necesitaría de su perdón cuando llegara la hora. Sin

embargo Paul y Abgail resolvieron acabar con mi paz. Y

desde entonces Melissa no hablaba conmigo. Era demás

para una persona con tantos problemas para resolver.

Ћ Yo estaba protegiendo ella –

respondí la Dean que me miró sin creer en mi respuesta.

Problema de él. No sería yo que contaría lo que realmente

acontecía con Melissa. – Sé como ella reacciona apenas la

situaciones como estas y en poco más de dos meses

podríamos legalizar nuestra situación sin necesitar pasar

por todo este incomodo.


Ћ Ella va a pasar el viaje toda trancada en el

cuarto? – Carol habló por primera vez desde que levantamos

vuelo. Ella también estaba irritada, pero yo sabía que nada

tenía a ver con aquel problema. Dean era su problema.

Ћ Por el visto va – Abby ironizó. Por primera vez en


años de

asociación me vi deseando alejar Abgail. No

entendía el motivo para ella actúe de aquella forma.

Ћ Yo puedo conversar

con ella – Paul se propuso. Suspiré

pesadamente.

Ћ No vaya a estropear aún más mi vida, Paul!

Ћ Ella ya tiene casi cinco horas trancada en aquella


cabina, Robert. Ni
sabemos se está bien – estremecí con las palabras de mi amigo.

- Melissa no es ningún niño. Si estuviera sintiendo cualquiera

cosa ya tendría en los alertado – Dean afirmó con

confianza. Yo ya no tenía tanta.

462

Miré para fuera encarando el cielo. No sabíamos como las cosas

estaban en Chicago. Frank surtou, pidió despido y sumió. Eso

estaba fuera del planeado. Tanya con certeza ya sabía de

este detalle. Todo nuestro equipo estaba preparada para el

encuentro entre Melissa y Adam. Los cuartos estaban casi

listos, él bajo vigilia constante y el último paso para finalizar

el pasillo aguardaba sólo la confirmación de nuestras

sospechas. Yo intentaba concentrarme en eso y en más

algunos detalles que

necesitaba analizar antes de nuestra llegada, pero mi

cabeza estaba un caos. Melissa se rechazaba a hablar

conmigo. Respeté su silencio, hasta porque estábamos

expuestos demasiado entonces preferí una hora más

reservada, sólo que ella se trancou en la cabina y entendí

que había muy más del que aquella puerta entre nodos dos.

Había una montaña inmensa.


Ћ Voy a intentar hacerla comer

alguna cosa – Dean levantó en el momento en

que la comissária llegaba con la cena.

Observé la forma como Carol reaccionó. Ella también

sabía que el novio aún amaba mi esposa. Nada allí era

perfecto, no? Ella amaba alguien que amaba otra

persona y que por señal, me amaba. La vida era

engraçada, e injusta. Gracias a Dios!

Dean levantó ignorando el mirar asesino de la novia y cogió

la bandeja de la mano de la comissária con lo que

habíamos pedido para Melissa


aún sin saber si ella aparecería para comer, y salió en

dirección la cabina. Continué atento mientras él batía a la

puerta y pedía la Melissa para abrir. Yo aún intenté

convencerla a dejarme entrar, pero ella ni se dio al trabajo

de mandarme aunque, simplemente me ignoró.

Pero ella abrió para el hijo de la puta del Dean. Claro que ella abriría.

Era su amigo fiel en quien siempre podría confiar. Quedé

enraivecido. Con ciúmes, confieso. Todo bien que ella tenía

motivo para quedar magoada, pero nodos estábamos

casados y no podíamos encarar nuestro primer problema de

aquella forma. Aguardé un poco y levanté.

Ћ Donde usted va? – Abgail

me cuestionó al verme levantar sin ni tocar en

la comida mi frente.

Ћ Voy a cuidar de mi esposa – Carol me encaró y


sonrió.

Yo sabía lo que ella estaba sintiendo en aquel momento. Caminé hasta a

puerta y a abrí. Melissa estaba sentada en la cama y Dean colocaba la bandeja

sobre la mesa. Ambos me miraron sin creer en el que yo estaba haciendo.

- Yo cuido de todo ahora, Dean. Gracias! – él miró para mí y

después para Melissa que me encaraba sin parpadear. Tras un tiempo ella
concordó balanceando la cabeza.

Ћ Correcto! – Dean parecía aliviado.

Hallé extraño, pero no perdí mi tiempo

preocupándome con eso. – Cualquier cosa estoy allá

fuera – él salió y 463

cerró la puerta. Caminé hasta allá y tranquei. Era bueno no

ser interrumpido. Melissa continuó callada. Ella no me

miraba más, sólo encaraba

el nada, aguardando pelo que yo haría. De repente yo no

sabía más lo que decir. No sabía lo que hacer para vencer

aquella montaña. Melissa era


así en mi vida, me desarmaba, me dejaba sin palabras

inmediatamente cuando yo necesitaba de todas ellas.

- No va a comer? – todo bien, no fue la mejor forma de comenzar.

Ella me miró sin creer, pero desistió de utilizar de

cualquier artifício para alcanzarme.

Ћ Mi boda no tuvo ningún valor

legal – su voz estaba baja, pero indicaba lo

cuánto de rabia había en ella.

Ћ Claro que tiene, Melissa! –

ella rió sin gana y pasó la mano en el rostro. –

Miel... Preste atención.

Ћ Por qué no me dijo que

aquella porcaria de documento no valdría nada

hasta que usted decidiera hacer valer?

Ћ Porque la historia no es así, si usted...

Ћ Por qué me convenció que aquel era el mejor


momento cuando

sabía que no pasaría de una firma en un papel sin valor ninguno?

Ћ Tiene valor! – hablé quedando

sin paciencia. Respiré fondo intentando contenerme.

No era una buena idea confrontar Melissa de


aquella forma. – Dean va a hacer él tener valor legal

así que...

Ћ Óptimo! – ella limpió una

lágrima y levantó de la cama como se estuviera

despertando de un transe. - Ya que no tiene valor

ninguno, no estamos casados – retiró la alianza del

dedo. Quedé sin reacción. Melissa extendió la

alianza en mi frente.

Ћ Melissa! – podría explotar. Podría coger aquella


niña mimada

Ћ dar un jeito de hacerla

entender con quien estaba hablando, pero yo no

conseguía. No más.

- No. Estamos. Casados. – la rabia presente en su voz dejó claro


que no había acuerdo. – Coja la alianza o entonces voy a jugarla en la basura –
ok.

Yo estaba en el límite.

Ћ Usted no tendría coraje! – sin

pretender dejar acontecer la rabia ya comenzaba

a alcanzarme.

Ћ Ah no? – ella ergueu una ceja desafiándome.

Ћ No haga eso! – amenacé. No daba más para


controlarme tanto.

Ћ Por qué no? No tiene valor.

Ћ No tiene valor? Usted tiene

certeza del que está hablando? Yo casé con usted!

Ћ Casó? Como puede decirme eso?

Ћ Usted está siendo infantil, Melissa.

464

- Infantil? – ella gritó y tiró la alianza en mí. Vi cuando la joia

cayó en el suelo y corrió para cerca de la silla. – Usted

me hace creer en un momento lindo, perfecto. Insiste

en me iludir, no cansa de juguetear conmigo? –

Melissa avanzó batiéndome de todas las formas que

conseguía. Merda!
Como coger una mujer embarazada en estado de furia?

Quedé en pánico. Ella no podía pasar por tanto estresse, no

podía se desgastar de aquella forma y colocar la vida de

nuestro hijo en riesgo. Droga! Y yo ni podía cogerla con más

fuerza como acostumbraba hacer.

Ћ Para, Melissa! – intenté

coger firme sus manos de la forma como pude,

pero ella estaba loca.

Ћ Yo odio usted, Robert Carter! Yo odio usted!

Cogí Melissa sosteniéndola en mi cuerpo, de culo para mí.


Ella se debatió hasta cansar, repitiendo que me

odiaba. Intenté no sacudirme con sus palabras, pero

fue imposible. Tuve ganas de gritar que ella tampoco

era un ejemplo de honestidad, que había me

escondido el embarazo, sin embargo desistí, aquel no

era el momento, yo concordé con el secreto y dijo que

a perdonaría.

Ћ Usted no me odia. Pare con eso! – mantuve

la voz baja y los brazos a su redor. – Pare, Miel! Yo puedo

explicar, pero pare – ella fue parando y lo lloro a dominó. Yo

no conseguía ser indiferente su tristeza. Con certeza no. No

había ninguna posibilidad de eso acontecer. – Miel, yo amo

usted! Casé con usted y el documento puede tener valor

legal hoy aún se sea tan importante así. Va a tener en la

hora correcta.

Ћ Por qué usted mintió? – su voz chorosa cortó mi


corazón.

Ћ Yo no mentí, sólo no toqué en el asunto. Creí que


usted tuviera

esta noción, sé allá... – ella se calmó y yo la solté.

Melissa subió en la cama y se encogió como un niño.


Senté en la punta manteniendo una distancia

segura. – Melissa, nuestro objetivo era mantener

Tanya en el oscuro. No podemos validar la boda sin

llamar su atención para el divorcio y no podemos

dejar que ella descubra el divorcio antes de saber

donde están las pruebas.

Ћ Siempre este maldito juego,

Robert. Usted cree que puede pasar por cima de

todo el mundo justificando con sus estrategias.

Ћ Y usted no? – ella reculó. Yo fui duro y sabía

que lo que yo diría la machucaria, pero Melissa necesitaba

recular. – Usted pasó por cima de mí, de mis sentimientos,

armó todas las estrategias posibles, guardia un secreto de mí y

todo por este juego – ella se encogió aún más. – Miel yo


no quiero trabar una batalla con usted, no importa

más lo que cada uno hizo, sólo que estamos juntos

en esta. Yo amo usted, perdí las cuentas de 465

cuántas veces ya te dijo eso. ES sólo por este amor que

estoy aquí, aceptando todas estas reglas. Por mí nodos

sumiríamos en el mundo, yo no me preocuparía, pero

usted merece muy más del que eso. Yo casé con usted. La

boda fue real, fue verdadero y valió para mí más del que

cualquiera otro acuerdo que ya firmé en toda mi vida y

eso es lo que valle. Yo no quiero saber si aquel papel tiene

valor legal o no ahora, para mí usted ya es mi esposa y

punto final.

Ћ No es el mismo para mí! – ella me miró con


desafío.

Ћ Y lo que usted quiere? Quiere hacer

valer ahora? – sin conseguir me controle acabé hablando

más alto. – Vamos a hacer valer. Yo llamo Dean y aviso

que ya puede hacer esta parte salir bien, mejor así? Pero

yo no voy a aceptar llegar en Chicago y ver usted volver

para aquel apartamento fingiendo ser esposa de otro

hombre. No voy a aceptar pasar más ningún día sin


dormir a su lado. No voy a esconderme de Tanya ni de

nadie más, porque se usted cree que para nuestra boda

ser de verdad sólo importa aquella droga de papel

entonces vamos a hacer ser de verdad para valer. Tá

bueno así?

Ella quedó callada observándome. Yo estaba ofegante,

aborrecido y magoado con el hecho de ella haber quitado

aquella alianza y jugado lejos. No era para ser así. Melissa

continuó llorando en voz baja. También estaba magoada,

herida demás. Yo no quería pensar en más nada, aquello todo

había me consumido. Levanté de la cama y cogí la alianza.

Paré de frente
para mi esposa robando su atención.

Ћ Este es el símbolo de nuestro amor. ES

el objeto que selou nuestra unión. Yo no debía hacer eso,

pero voy a devolverle esta alianza, sin embargo voy a

hacerte un pedido: no a coloque en el dedo – ella abrió la

boca visiblemente espantada con mis palabras. Vi Melissa

empalidecer. – No mientras no tenga certeza del que quiere.

Mientras no confiar en mí el suficiente para vivir esta boda –

ella desvió los ojos dejando más algunas lágrimas caigan. –

Mire para mí, Melissa – intenté mantener mi voz tranquila. –

Mire para mí – ella obedeció encarándome con los ojos

rojos. – Yo te perdoné por esconderme un secreto que según

usted es importante para mí. Perdoné sin ni saber cual fue

su error. Yo merecía por lo menos la misma consideración de

su parte, no?

Ћ Robert...

Ћ Coja la alianza – ella levantó la mano trêmula y


retiró el anillo de la

palma de mi mano extendida. – Y nunca más repita

que me odia. No es así que las cosas funcionan en


una boda, si es que usted aún quiere vivir uno

conmigo.

Ћ Sería muy fácil desistir, no?

ES sólo mandar Dean dar desaparición en 466

un documento sin ningún valor legal y pronto, su vida estaría resuelta

– ella continuaba siendo infantil y teimosa. Yo no tenía más paciencia.

Ћ ES sí. Sería exactamente así!

Vi la mágoa alcanzar sus ojos y me maldije por eso.

Definitivamente no era para ser así. Yo la entendía.

Melissa estaba embarazada, viviendo bajo presión, con

una confusión de hormonas


bombardeando su cuerpo y llena de merdas para procesar. No

daba para ser coherente en una hora como esta. Pero mi

esposa necesitaba de un tratamiento de choque para

despertar para la vida. Suyo lloro enflaqueció y ella limpió el

rostro mirándome con pesar. Lo cogí para despedirme con un

beso, sin embargo ella volcó impidiéndome de alcanzar sus

labios. - No sea teimosa, Melissa – sussurrei muy próximo.

Aquella

mujer destruía todas mis barreras. – Yo no quité mi alianza.

- Pero dijo que sería muy fácil librarse de mí – su voz volvió a

quedar chorosa, sin embargo ella se rechazaba a ser débil. Tuve ganas de
sonreír.

Yo me enorgullecía cuando Melissa demostraba ser fuerte, incluso para

mí.

Ћ Usted tiene la capacidad de quitar

toda mi paciencia, de hacerme sentir rabia y mucha

gana de darle unas buenas palmadas – continué

cogiendo su rostro. Melissa estaba irredutível. – No me

niegue un beso, Miel – supliquei sin conseguir

encontrarme. Lo que ella estaba haciendo conmigo? Yo


sabía. Ella esperaba un hijo mío y eso era el suficiente

para hacerme descender del pedestal.

Ћ Yo tengo rabia, Robert!

Ћ Yo también – ella rió e intentó

soltar el rostro de mi mano. Lo cogí con las dos

forzando el encuentro de nuestro mirar. – Y eso no es

un fin – avisé impidiéndola de continuar con a pelea.

Ћ Y lo que es entonces?

Ћ Nuestra primera pelea como casados.

Ћ Por qué usted hace eso? Por qué no da el peso


que cada cosa

necesitar haber? Por qué deshace de nuestros problemas como si ellos no


existieran?

- Yo no estoy haciendo eso. Usted sí, porque está... – paré

encarando sus ojos sin saber se podía revelar lo que

yo sabía. – Cansada. Y confusa también. No consigue

asimilar nada derecho. Tiene dato peso demasiado las

cosas, no consigue enxergar que yo he hecho todo eso

por usted, sólo porque yo quiero un final feliz a su lado

y yo necesito que sea inmediatamente. El más breve

posible – sí, porque yo necesitaba curtir un hijo,

acompañar aquel embarazo, vivir aquel momento

como merecíamos. Larguei su rostro y dejé Melissa

alejarse. – Pero usted necesita de uno 467

tiempo. Piense mejor, vuelva a ver lo que quiere y

cuando tenga certeza, vuelva a colocar la alianza. La

mía continuará aquí – levanté la mía. – Y yo estaré

esperándote – di algunos pasos en dirección la

puerta. – Coma. Usted necesita alimentarse.

Salí de la cabina sin mirar para tras sintiéndome un fodido, uno

merdinha. Las cosas nunca eran fácies con Melissa,

como si yo necesitara de más problemas en mi vida. Y

para empeorar yo casé con aquella maluca. Sonríe sin


conseguir contenerme. Sí yo sonríe. Melissa era un

problema y probablemente sería la vida toda, pero yo

la amaba con una fuerza que me colocaba todo el

tiempo en su camino. Yo no erré al escogerla, al

hacerla mi esposa, yo erré al hacer eso en medio de

aquel infierno, sin embargo no volvería atrás en ni una

vírgula. Y ella estaba embarazada!

Dios! Como yo amaba aquella mujer!

Pero muchas pendências necesitaban ser resueltas y una de ellas


estaba en aquella aeronave. No era nada fácil conversar

con cualquier persona tras una conversación complicada

con Melissa. Siempre sobraba para alguien y,

ciertamente, no era para mí. Por eso necesitaba haber

mucha cautela con lo que conversaría y con quién.

Ellos estaban todos reunidos en vuelta de la mesa adaptable


finalizando

la cena. Miré para mi prato intocado y no sentí gana de

comer. Paul leía un periódico mientras Carol y Dean

conversaban en voz baja. Abby ya había terminado, pero

estaba a la mesa haciendo algunas anotaciones.

- Abgail? – ella me miró en el mismo instante. Siempre eficiente. –

Necesito hablar con usted – yo iba volviendo para el

pequeño pasillo que daba acceso las cabinas, pero

acordé que nadie podría desconfiar del que

conversábamos, entonces volví. – Traiga sus

anotaciones y... Los informes – ella concordó.

Entré en la cabina al lado. Era un poco más pequeño, no

poseía un cuarto de baño individual, sólo una mesa pequeña

para dos y una cama de solteiro que apenas cabía una

persona. Agradecí nunca haber necesitado llevar Melissa


para allá. Abby llegó inmediatamente enseguida. No parecía

asustada ni preocupada con lo que conversaríamos. Ella era

así: fuerte, decidida y fría. Siempre muy fría, excepto

cuando el asunto era yo.

- Por qué usted hizo eso? – no daba para hacer juego con Abby. Con

ella el asunto era siempre directo. Abgail tardó un

segundo para entender del que yo hablaba, volvió un

paso y trancou la puerta.

Ћ No fue mi intención, Robert.

Ћ Claro que fue su intención – rebatí sin desviar el


mirar. – Cuál es

el problema? Pensé que todo eso partió de usted. Fue su idea, el suyo
468

plano y estamos en esa juntos, no es? ES su interés también!

Ћ Sí, es mi interés

también – ella sentó encostou la mesa y

cruzó los brazos.

Ћ Melissa es su amiga, Abby!

Usted la colocó en esta confusión – ella rió sin

gana.

Ћ No, usted colocó. Fue su idea hacerla

de amante – percibí de inmediato donde estaba el

problema. Reculé. Era un campo minado.

Ћ Abby, usted escogió Melissa a dedo porque

sabía que ella menearía conmigo. Yo no soy ningún idiota y te

conozco muy bien. Fácilmente me engañaría haciéndome crea

que Tanya era la responsable. Sabía que quitaría mi foco y

con eso conseguiría encontrar las pruebas – sus expresiones

quedaron duras. – Y aún cree que puede manipularla para las

conseguís.
Ћ Usted me traicionó. Está

siempre colocando sus intereses en primero

plano.

Ћ No sea burra. Son sus intereses también.

Usted no puede más volver a ser quién era. Aquella chica

murió y usted sólo puede ser Abgail, nadie más. De nada va

a adelantar acusar Tanya de un crimen que aconteció hace

muy tiempo. Necesitamos de todas las pruebas.

Necesitamos minar todas sus fuerzas, quitar todos sus

miembros, porque Tanya es enfermo, Abby! Si usted dejar

cualquier brecha para que ella vuelva, ella va a caer sobre

nodos con todo. Va te desmascarar y será usted a responder

proceso finja ser una persona que no es por tantos años.

Despierte!

Ella estremeció, pero continuó con ojos duros

encarándome. Si yo hubiera sacado desde el inicio que

Abgail había colocado Melissa en esta


robada, ya habría quitado ella del juego a muy tiempo,

pero descubrí tarde demasiado, después que ella estaba

envuelta en aquella merda hasta el cuello. - Melissa

consiguió las pruebas y nunca te entregó, no fue? Eso

prueba donde está la lealtad de ella – los ojos de Abby

brillaron. – Pero no a hace su enemiga. Estamos todos juntos

en eso. Tanya va a ser expuesta, va a pagar por sus

crímenes, ser diagnosticada como loca y engaiolada por el

resto de la vida, entonces todos nodos tendremos paz para

seguir enfrente.

- Yo sé – ella parpadeó y pareció un poco confusa. Sacudió la cabeza

como se estuviera volviendo para la realidad. – Yo sé,

Robert. Melissa no tiene culpa de nada. Y usted tiene

razón, ella es mi amiga, a pesar de todo – suspiró

pesadamente.

Ћ Abby ella no tiene culpa – yo no

quería seguir por aquel camino, pero necesitaba dejar las

cosas claras de un golpe por todas. Abgail no podía

continuar massacrando Melissa con sus frustrações.

Ћ Nadie tiene, no es? Quién puede mandar en el


corazón? Vea Dean,
él intenta, pero no consigue desprenderse. Carol está

cansando, pero le gusta 469

de él y tiene esperanzas. Y yo? Yo continúo

siguiéndote independiente de cuál sea su camino, no

es mismo?

Ћ Abby...

Ћ Yo sólo... Sólo quedé frustrada, yo

hallo. No sé explicar, pero es complicado. Yo adoro Melissa,

ella es mi amiga y en la mayoría de las veces quedo feliz

por estar consiguiendo un final feliz para vosotros dos.

Ћ Para todos nodos, Abby.

Ћ Pero cuando acabar ella va a tener usted. Y yo?


Ћ Abgail, eso no debería acontecer. Nodos nunca
tuvimos nada.

Ћ Una noche – ella lamentó.

Ћ Fue sólo una noche, Abby! Y aconteció

porque estábamos muy envueltos en esta confusión toda.

Nunca hubo interés de mi parte, usted sabe. Yo veo en usted

una amiga leal, una persona que tiene los mismos objetivos

que yo, que puede ayudarme y que yo voy a ayudar también.

Ћ Yo sé – ella gimió alejándose. – Yo sé de eso todo,


no precisa

repetir todas las veces.

Ћ Nodos no necesitamos conversar

sobre eso. Yo ni coloco lo que aconteció entre nodos

dos como una realidad. Niego de todas las formas

para cualquier persona, inclusive para la propia

Melissa.

Ћ Porque no significó nada – ella lamentó cerrando


los ojos.

Ћ Claro que significó – me arrepentí de haber


entrado en aquel asunto.

– Abby usted siempre supo quién yo era. Conocía mi mundo

y sabía que nada más tenía valor para mí, que no fuera
acabe de un golpe por todas con Tanya. Sexo era una

válvula de escape. Yo no podía y ni quería envolverme con

nadie. Aquella noche no debería haber acontecido porque

nodos somos compañeros y no amantes. Yo pensé que

usted conseguiría... – ella me miró con tristeza. – No

olvidarla, pero arquivá-la para que no pesara tanto en

nuestro plan. Yo no imaginaba que me enamoraría por

Melissa, de hecho, por nadie.

- Porque usted ama Tanya – ella dijo cogiéndome de

sorpresa. Por algunos segundos el aire quedó

prendido en mis pulmones.

- No! Yo amo Melissa! – Abby me encaró y sonrió

cínicamente. – Usted debería entender de un golpe

por todas...
- Usted ama Tanya y se odia por aún amarla. Fue por eso que no

me aceptó, porque yo soy el más próximo a ella que

una persona es capaz de llegar y usted no consigue

aceptar amar una persona así, no es? Melissa no. Ella

es pura, verdadera, tierna gentil, el opuesto de Tanya

y todo su infierno, por eso cree amarla, y puede ser

que ame aún, pero nada comparado al que siente por

aquella mujer que destruyó su vida. Fue por eso que

usted escogió Melissa, Robert, porque mientras más

una persona 470

consigue distanciarse de Tanya, más usted cree que

conseguirá salvar su alma.

Ћ No quiebra besteira! – gruñí

haciendo con que ella reculara. Mi corazón estaba

absurdamente acelerado. – No puede culparme y ni la

Melissa por sus frustrações e intente recuperar su

sanidad o va a colocar todo a perder. Lo que usted

siente por mí no es amor, Abgail, es sólo el mundo de

venganza que usted creó. La forma más profunda de

alcanzar Tanya, pero no salió bien, entonces Melissa

entró en el juego. Eso aún va a destruirte!


Ћ No voy a morir de amor,

Robert, a fin de cuentas, nadie muere así, no

es? – suspiré. Donde Abby quería llegar?

Ћ No será siempre así, basta con que pare de culpar


Melissa

por el amor que yo siento por ella.

- Yo no culpo! – ella pasó una mano en el cabello y respiró fondo. –

Yo no culpo a Miel, ni usted, ni yo, ni nadie! ES sólo que... –

anduvo por el pequeño ambiente respirando con dificultad. –

A veces yo tengo tanto odio dentro de mí, tanto rencor, tanta

mágoa que extrapola. No me


siento orgullosa por eso, no quedo feliz en hacer la

infelicidad de aquellos que amo, pero simplemente yo

hago – ella paró encarando la ventana minúscula. – Y

cuando eso acontece, percibo lo cuánto de mi hermana yo

tengo. Entonces yo piro, porque a odio de todas las

formas posibles y no quiero, no puedo permitir que nada

en mí se parezca con ella.

Abby actuaba como se estuviera prestes a explotar. Yo ya había


visto

aquella escena tantas veces, pero nunca de una forma tan

clara. Nunca ella expresándose con tanta vastidão. Triste

por el tanto de sufrimiento que afligía aquella mujer la cogí

en mis brazos y a mantuve allí. Ella quedó rígida, como

siempre, pero fue cediendo a los pocos y entonces

me abrazó comenzando a llorar. Dejé que Abby llorara

todos sus años de sufrimiento. Todos los absurdos que

se permitió pasar para llegar hasta allí. Ella no merecía

una vida como aquella.

Después que conseguimos en los calmar, dejamos la cabina. Abby

volvió para quedar con nuestros amigos y yo, perdido

en pensamientos que sólo me hacían sufrir, volví para


quedar al lado de aquella que conseguía darme un

poco de paz. Aunque para eso yo necesitara enfrentar

más una vez su furia.

Melissa dormía, vestida, encogida sobre la cama. Su almuerzo estaba

intacto, lo que era una droga. Las mujeres embarazadas no necesitaban


si

alimentar correctamente para evitar náuseas? Entonces porque ella


no

amadurecia un poco y entendía que además de ella, de mí, de nuestras peleas

había aquel niño que crecía en su vientre, y que necesitaba de comida?

471

Me aproximé de la cama y arrodillé de frente la mujer de mi vida.


Sus manos el frente, los dedos flácidos indicando la

profundidad de su sueño. Acaricié su rostro con leveza. No

quería despertarla, a pesar de todo. Corrí mis dedos por

sus brazos hasta alcanzar sus manos. Ellas estaban frías a

causa del aire-condicionado. Yo iba a levantar para buscar

un cobertor, pero paré al percibir lo que cogía entre las

manos.

La alianza estaba suelta. Con certeza Melissa había

adormecido cogiéndola. El hecho me entristeceu más

del que yo imaginé que sería posible, porque ella no

había colocado la alianza en su dedo, que era donde

debería estar, lo que significaba que ella aún no

estaba correcta del que quería.

Suspiré dejando la tristeza dominarme.

472

CAPÍTULO 44

Recogí mi equipaje de mano y di la Dean. Carol me lanzó un

mirar asesino que ignoré descaradamente. Robert aguardaba

por mí sin decir nada. Acompañaba cada paso que yo daba,

sin añadir ningún detalle. Él estaba de esta forma,


introspectivo, desde que desperté. Eso no quiere decir que

no conversamos. Claro que conversamos,

pero él respondía mis preguntas sin profundizarse en nada.

Como cuando yo quiso retomar a pelea y él sólo respondió

“va a ser legalizado cuando usted quiera que sea, Melissa”.

Era inacreditável como él conseguía volcar el juego a su

favor todas las veces.

Correcto, yo fui muy infantil, pero seamos justos, que mujer

en una situación como mi no surtaria? Ok, él estaba cubierto

de razón, pero costaba avisar? Costaba discutir las letras

minúsculas a finales del contrato?


No daba para creer que él creía que yo debería

simplemente perdonarlo y seguir enfrente. No

daba aún.

Pero yo lo perdonaría. No en aquel momento, un poco

más adelante. Porque yo lo amaba como nunca hallé

posible amar alguien y Robert tenía razón,

necesitábamos de cautela con Tanya. Faltaba muy poco

y cuando las luces encendieran y las tres letrinhas

aparecieran en la pantalla indicando el fin sería mi vez

de colocarlo contra la pared. De momento yo nada

podía hacer.

También tenía el hecho de yo estar enlouquecida con

toda aquella presión, los últimos acontecimientos, el

embarazo, él necesitando quedar trancado en un cuarto

con Carol haciendo se sabe allá el quê. Merda! Respiré

fondo sin querer pasar por todo aquello otra vez.

Ћ Nodos vamos en coches

separados, entonces vamos en los despedir de aquí –

él habló en voz baja a mi lado mientras todos los

otros comenzaban a prepararse para descender. Fue


entonces que me di cuenta de nuestra realidad. Mis

ojos llenaron de lágrimas.

Poxa, yo no podría punirme por querer llorar toda hora,

a fin de cuentas, embarazadas lloran todo el tiempo y

yo sólo seguía el flujo de los acontecimientos. Robert

percibió mi abatimiento, sin embargo nada dijo, sólo

mordió el labio inferior observándome.

Ћ Tá. Todo bien – mi voz débil también indicaba lo


cuánto yo

estaba frágil.

Ћ Usted va a quedar bien? – me

evaluó con aquellos ojos cenizas capaces 473

de hacerme olvidar de cómo se respiraba.


Ћ Voy – fraquejei al hablar. Yo no

quería separarme, no quería más ninguna noche sin él

a mi lado, aunque fueran noches sin tocar uno en el

otro, dejando la distancia coge que él estaba

manteniendo de mí desde que desperté. – Usted va a

aparecer? Digo, va a pasar allá en casa? – intenté

colocar un poco de firmeza en la voz. Aquella

conversación estaba muy extraña.

Ћ No, hoy no! – tengo certeza que el

bolo que se formó en mi garganta podría ser visto

fácilmente por cualquier persona. – Yo voy a pasar en la

empresa, necesito verificar lo que está aconteciendo,

ajustar las últimas decisiones, son tres despidos y eso

siempre asusta mucho los demás operarios. También

tengo reunión con el consejo para conversar sobre a China

y Tailandia – concordé con la cabeza sin mirarlo

directamente. Robert estaba alejándose de mí. Era de esta

forma que él me convencía a hacer sus ganas, colocando

nuestro relacionamiento en cheque. – Después voy para

casa, tengo que acompañar Tanya de cerca y sentir como

están las cosas con ella.


Ћ Ok! – yo ya iba saliendo. Dean aguardaba por mí
próximo la puerta y

Carol lo acompañaba.

Sin embargo cuando amenacé darle la espalda Robert me cogió pelo

brazo. El movimiento fue rápido, él simplemente me estiró a su

encuentro y tomó mi boca sin pedir permiso. Tengo que

admitir, un beso nunca fue un bálsamo tan eficiente en toda mi

vida, pues bastó nuestras bocas se encuentren para todas las

heridas paren de sangrar. Su lengua tocó la mía con una

delicadeza inacreditável y sus labios presionaron los míos con

mucha macieis. Era dulce, cariñoso y lleno de


amor.

Pero acabó tan rápido cuanto comenzó.

- Veo usted después.

Él pasó por mí como bala y con un gesto de cabeza hizo

Carol lo seguís como un cachorrinho. Dean me miró en

duda de cómo yo reaccionaría, pero sonrió al ver mis

mejillas rojas y mis ojos brillantes. Robert era siempre

una fuerza fuera del normal en mí.

Ћ Vamos sólo uno al lado del

otro. Para todos los efectos estamos en proceso

de divorcio.

Ћ ES? Pensé que ya estábamos divorciados!

Ћ Así que consigamos la información del Adam y


coloquemos las

manos en las pruebas de Tanya, o sea, en pocos días

nuestro divorcio existirá de hecho.

Ћ Gracias, Dean! – abracé mi

amigo y él me envolvió con la mano 474

libre.
Ћ Yo mando la factura

después – él rió y jugueteó dejándome más

relajada. – Vamos?

***

Pasar el día en casa sin saber lo que acontecía en la

empresa no era nada agradable. Primero porque Carol

también estaba por allá y segundo porque Dean pasaba el

día confiriendo cada detalle, resolviendo problemas,

discutiendo estrategias, reuniendo los equipos, entrando y

saliendo sin parar. Mientras yo quedaba sentada en el sofá

de la sala, comiendo tonterías y leyendo un libro. Menos mal

que era un buen libro.


Claro que yo estaba directamente envuelta en todo, lo que

significaba que Dean, o Tom, o incluso Carol siempre aparecían

para pasarme alguna información, pero no era con la

frecuencia que yo necesitaba para sentirme viva. Todos

estaban preocupados con la desaparición de Frank. Lo que

sabíamos fue que él pidió despido y salió de coche de la

empresa, pero nunca volvió para su casa. Daba hasta miedo

dejar la mente formular teorías.

El punto auge del día fue el comportamiento frío de

Tanya por la desaparición del amante. Ella estaba más

seria, sin embargo no demostró tristeza en ningún

momento y nodos sabíamos de eso, gracias las cámaras

estratégicamente instaladas en todos los ambientes

donde ella podría estar, sin contar las que

conseguíamos hackear, como a de el restaurante en

que ella escogió para almorzar.

El padre de Robert también ocupó una buena parte

de nuestro tiempo. Como conseguimos impedir las

injeções él comenzó a empeorar significativamente.

La familia fue avisada para esperar por el peor.

Respiré fondo deseando que todo estuviera bien


entre yo y Robert cuando aconteciera. Por lo menos

así podría consolarlo de la forma como una esposa

puede hacer.

Levanté del sofá sintiéndome una completa inútil. Dean estaba en

una esquina con Tom conversando sobre algún

problema. Yo sabía que Bruno había conectado, que

Nicole envió varios mensajes, que Olívia consiguió

hacer un informe satisfactorio sobre el viaje, pero no

sabía nada sobre mi marido. Y yo sentía saudade.

Suspiré. El anillo aún no estaba en mi dedo, pero nada me

impedía de colocarlo. Robert tenía razón. Él cerró los ojos y confió en


mí, el mínimo que yo podía hacer era confiar de la misma

forma. Merda! Él siempre conseguía hacerme recular. Era

una droga aún!

Ћ Vamos a conectar para

Adam? – sugerí. Dean levantó los ojos me

475

observando y después dio un mirar lleno de

significados para Tom, que mordió los labios y

desvió el mirar.

Ћ No, creo que no – él dijo sin querer parecer


interesado.

Ћ Por qué no? Necesitamos colocar inmediatamente


esta parte del plan en acción.

Ћ Melissa – dejó algunos

papeles de lado y me observó manteniendo la

tranquila. – Robert quiere estar presente.

Ћ Robert está con la esposa de

él ahora – hice birra cruzando los brazos en el

frente del pecho y encarando mi amigo.


Ћ Hasta donde yo sé, usted es la esposa de él

ahora – él volvió a coger los papeles como si no estuviera

muy afim de continuar con aquel asunto.

Ћ Dean! Por qué usted está actuando de esta forma?


Todo el mundo sabe que

cuanto antes este encuentro acontecer más rápido termina esta situación.

Ћ Yo sé – él volvió a encararme. – Un día

de más o la menos no va a hacer tanta diferencia.

Robert quiere estar presente y yo hallo justo.

Ћ Justo? Él podría estar aquí ahora.

Y era este mi problema. Yo estaba frustrada, triste y

magoada por él no estar allí conmigo tras una pelea tan

sufrida. Yo quería haberlo por cerca, quería poder saber

hasta que nivel coloqué todo a perder. Quería por lo menos

sepa que él aún me amaba y no había cansado de mis

infantilidades, así como yo no había cansado de los secretos

de él. - Pero él no está, Melissa! – respondió sin paciencia. –

Mira, yo
voy a ser sincero con usted. No hallo correcto vosotros dos

queden haciendo joguinho mientras trabajamos. Eso aquí

no es una brincadeira y nodos no podemos quedar a la

mercê de las inconstâncias de vosotros dos, de hecho, de

sus inconstâncias. Él es su marido ahora y seamos francos,

usted sabe que él tenía razón en todo lo que hizo, por lo

menos en relación a la boda, entonces no va a disolverse

antes de comenzar, correcto? Robert está puto de la vida

con la forma como todo fue conducido. Yo no tengo

tiempo ni paciencia para aguantar los momentos de furia

de él, sin contar que soy constantemente amenazado de

muerte por su causa, entonces no, nodos no vamos a

conectar para Adam ahora.

Lo que dio en él? Yo no había hecho nada para merecer aquel

desahogo sin tamaño y muy menos para ser acusada de ser

inconstante. Yo no era inconstante, sólo estaba embarazada

y necesitaba convivir con un novio-amante-marido que

siempre estaba jugándome en situaciones complicadas. No

daba para entender los hombres.

- Hola! – Abby apareció en la sala interrumpiéndome de dar


cualquiera
respuesta la Dean. – Confundo alguna cosa? – oí la

risada cínica de Tom y me sentí afrontada.

Ћ No, Abby! Creo que Dean

ya habló todo lo que tenía para hablar. 476

Ћ No, yo no hablé!

Ћ Ah habló sí. Cuidado con lo que va a añadir,

Dean. Yo estoy embarazada y puedo usar a disculpar de las

hormonas enlouquecidos para arrancar su cabeza – él me

encaró indignado por algunos segundos, pero después

comenzó a reír. Que patético! Como él podía reír así de mí?


Ћ ES, usted ha pasado tiempo demás con Robert.

Ћ Vaya a la merda!

Ћ Hallamos la mujer que está rodeando

su padre, pero creo que voy a dejar para pasarte esta

información cuando yo vuelva de la merda.

Ћ El quê?

Ћ Mañana, Melissa – él me dio la espalda para salir y


yo quedé sin

sepa lo que podría hacer. Mi corazón estaba acelerado,

mi boca quedó sequía y mis manos húmedas.

Ћ Dean?

Ћ Tchau! – Dean salió de la

sala y yo bien sabía para donde él iba. Para el

apartamento de la Carol. Que droga! Miré para

Tono que nos encaraba hallando gracia.

Ћ Él está aborrecido, no es nada personal – dio de


hombros.

Ћ Pero yo quedé sin las

informaciones sobre mi padre y eso no es

justo – él rió.
Ћ Ella tiene aún conexión con Tanya y

fue pagada para dar a entender que son la misma

persona, sin embargo ella no fue tan a fondo. Pelo que

conseguimos coger de la historia, quien estaba ajustando

todos los detalles era uno de los capangas de Tanya y por

el visto ellos son amantes.

Ћ Oh, droga! – volví a sentar

colocando las manos en la cabeza. – Merda!

Desgraciado de mi padre.

Ћ ES – Abby volvió a expresarse tras

quedar callada sólo observando. – Cuando vamos a

colocar esta corja en la cadena aún?

Ћ Dean cree que tenemos que esperar por


Robert – mi voz salió

esganada. Odiaba el hecho de tener mi familia envuelta de aquella forma.


Ћ Y no acaba por ahí.

Conseguimos prolongar el tiempo de su padre fuera

del país, pero parece que su madre y su padrasto

van a volver más cedo de viaje.

Ћ Que grande merda! – yo realmente quería que aquello


todo acabara.

– Robert ya sabe de eso, por lo menos?

Ћ Ya! – Tom me miró

preocupado. – No creo que eso sea muy

saludable para el bebé.

Ћ Está todo bien, Tom. Yo estoy

consiguiendo coger la barra y él también – pasé

la mano en la barriga con carinho deseando que

aquel niño fuera fuerte el suficiente para

aguantar aún. Yo nunca me 477

perdonaría se... No. No pensaría en eso.

Ћ Espero que sí. Yo necesito

entrar, nuestra noche será larga. Robert está

conversando con Tanya en este momento y nodos

necesitamos saber de todos los detalles.


Inmediatamente quedé tensa. Por cuánto tiempo aún

conseguiríamos mantenerla bajo control? Más una vez

pensé en el cuánto Robert tenía razón en no poder

validar la boda y la constatação hizo con que una

estaca hundiera en mi corazón. Por qué yo necesitaba

ser siempre muy infantil?

Ћ Ok! – respondí casi tarde

demás. Tom ya estaba dejando la sala. Miré para

Abby que me observaba atentamente.

Confieso que tras su gran revelación sobre de más nueva

mentira de mi marido yo la evitaba. No que quisiera culparla

o cosa parecida, pero porque Abby estaba cada día más

difícil. Ella no ahorraba


nadie con sus provocaciones, lo que muchas veces me dejaba cansada.

- Miel, yo vine para acertamos los detalles del plan – miró

rápidamente para el pasillo certificándose de que nadie podría nos

oír.

- Ah, el plan! Correcto – instintivamente miré en la misma dirección.

Nadie podría saber lo que planeábamos para Adam. Robert con

certeza me mataría. – Vamos a mi cuarto. Allá tendremos más

privacidad. Caminamos en silencio. Abby estaba muy

introspectiva y yo no estaba un buen día para jugar

conversación fuera, así, transpassarmos la barrera que se

extendió entre nodos dos después que ella me reveló de una

manera doentia que mi boda no existía era una misión

imposible. Abrí la puerta para que ella pasara por mí y hallé

mejor trancar,

para el caso de alguien resuelva sorprendernos. Abby

paró prójima las poltronas, sin saber al correcto como

debería comportarse. No tuve cómo evitar mi cara de

quien estaba extrañando todo. Abgail sin saber cómo

actuar era aún una novedad. Senté y ella me acompañó

sentando en la del frente. Crucé las piernas y observé.


Ћ Antes de comenzar yo quería disculparme

pelo que hice – paró un segundo mordiendo los labios y

observándome. Permanecí callada retribuindo mirarlo. –

Disculpe, Melissa! Usted no tiene culpa de nada. Sé que

puede parecer inapropriado ahora, pero yo realmente te

tengo como una amiga valiosa y sé que usted no va a

entender, tampoco me gustaría de justificarme o esclarecer

nada. En el fondo yo sé que la gran culpable soy yo misma,

por todo. Por tener te colocado en esta confusión, por haber

permitido que fuera tan lejos, por haber mentido tantas

veces... – estiró el aire con fuerza y


ajustó el rabo-de-caballo perfecto. – Usted no tiene

culpa de haber conquistado 478

el corazón de él – ella me miró y mi corazón aceleró. En el

fondo, bien allá en el fondo, yo entendí lo que Abby estaba

diciéndome en los interlineados, pero me rechazaba a

creer. – Yo quiero muy que vosotros seáis felices y por favor,

por favor, por favor, crea cuando yo digo que su felicidad

también es uno de los motivos para yo continúe en esta

lucha. No quiero vivir esta frustração ni hacerme una

persona rancorosa, repleta de mágoas, yo sólo quiero... –

miró para ningún lugar específico demostrando por primera

vez en la vida una fragilidad inquestionável. – Quiero que

eso todo tenga un fin – volvió a encararme. – Robert es una

buena persona y él no tuvo mala intensão, sólo quiso

preservarte. Más una vez, me perdone pelo que hice, por

haber creado toda esta confusión entre vosotros dos.

Sintiendo la garganta cerrada y los ojos ardiendo, yo no

conseguí responder, muy menos cuestionar, entonces sólo

concordé con un gesto y continué encarando mi amiga.

Abby había revelado, aún sin utilizar palabras


esclarecedoras, lo que ella realmente sentía por mi marido.

Y peor, lo cuánto hayamos casado a había magoado.

- Podemos comenzar? – ella ergueu los hombros y volvió a mirarme

como siempre hacía, como si el mundo no a

sacudiera y yo comprendí que aquel problema no

más estaría entre nodos. - Podemos sí.

***

Desperté con la náusea matinal que me consumía en mis

primeros minutos de conciencia. Por algunos segundos

intenté contenerme, respirando


fondo, hasta que me di cuenta de que él no estaba allá,

entonces no era necesario mantener la farsa. Levanté un poco

tonta y seguí para el cuarto de baño. Después de media hora

yo estaba restablecida y saliendo del baño. Escovar

los dientes era siempre la parte más difícil, aún así yo

aún prefería hacerlo antes de alimentarme, por lo menos

no necesitaría colocar para fuera nada del que sería

necesario para mantenerme fuerte.

El día no estaba tan frío y yo no necesitaría salir de casa

entonces dejé los cabellos mojados, sintiéndome perezosa

demás para secarlos por más media hora. En el closet

escogí un jeans desbotado, justo al cuerpo, tal vez por la

necesidad de mostrar a mí misma que él aún cabía en mi

cuerpo del que pela de mantenerme arrumada, y una

camisa roja de algodón y con mangas largas. Coloqué tenis

y resolví que ya podría salir para comer alguna cosa y

prepararme para el posible mal humor de mi amigo. Fue

cuando oí la batida leve en la puerta.

Ћ Entre – grité aún de

dentro del closet amarrando el último 479

cadarço.
Ћ Miel? – Dean llamó por mí. Su

voz no indicaba que él estaba aborrecido.

Ћ Aquí – permanecí sentada en la poltrona


aguardando por él.

Ћ Hola – miré para mi amigo

percibiendo que él estaba bastante

constrangido. – Disculpe por ayer – encaré sus

ojos por pocos segundos, después sonríe.

Nunca más conseguiría guardar mágoas de Dean. No tras

todo lo que él estaba haciendo por mí y principalmente, por aguantar todos


mis días de furia sin perder la paciencia. Él sonrió al

percibir que yo no el censuraria y caminó en mi

dirección cogiéndome por las manos y estirándome

para un abrazo.

Ћ Robert llegó – informó aún manteniéndome firme en


sus brazos.

Ћ Él está aquí? Por qué no vino a

llamarme? – Dean se alejó un poco, suspiró y debido a

mi mirar recriminatório resolvió hablar.

Ћ No sé, Melissa! Va a ver él

aún no superó la última pelea o los últimos

acontecimientos.

Ћ Aconteció alguna cosa más

grave? La conversación de él con Tanya ayer...

Ћ No. Dio todo correcto! Ella está creyendo que


consiguió hacerlo

recular, sólo está cogiendo más en el pie en relación

las noches con la Carol, pelo que yo entendí él tendrá

que dar un tiempo en las visitas.

Ћ Droga!

Ћ Usted conoce Robert. Él va a dar un jeito!


Ћ Hube Tomado – sin querer hice biquinho y cara de
lloro. Él rió de mí.

Ћ Coja leve, tá legal? No estoy

muy afim de participar de más una pelea entre

vosotros dos. Yo ya tengo problemas demás.

Ћ Carol?

Ћ ES! – él mordió los labios y desvió

los ojos. Dean quedó constrangido. Sí él quedó. Sus

mejillas asumieron un tono tan rojo que me pregunté se

era él aún allí. – Sabe cuando usted hace una cosa

errada, pero no consigue arrepentirse de eso?

Ok! Quedé superchocada con lo que él decía. No por él estar

confesándome que hizo algo de errado, pero porque yo sabía,

tenía certeza, que


aquel problema que meneaba con mi amigo estaba

directamente relacionado su fidelidad la Carol, o

infidelidade. Lo que acontecía con Dean? No conseguí

responder, entonces aún con la boca abierta sólo

balanceé la cabeza concordando.

Ћ Putz, Melissa! Yo hice

una cosa... Yo di un paso tan errado,

inseguro, desleal, sucio, absurdo...

480

Ћ Ok! Usted traicionó la Carol – él me encaró


asustado. Serio, pensé

que Dean tendría un ataque cardíaco, pues su

rostro comenzó a quedar aún más rojo y parecía

querer explotar.

Ћ Como... Usted...

Ћ Está estampado en su cara – él tragó

con dificultad. – Yo te conozco, Dean. Conozco todas sus

neuras para tener esta certeza.

Ћ Correcto – miró para el lado y sacudió la


cabeza. – Correcto.

Ћ No va a contarme?
Ћ No.

Ћ Pero, Dean...

Ћ No es algo de que yo me

enorgullezca, tá? Entonces no quiero hablar

sobre eso.

Ћ Usted acabó de decir que no se arrepiente.

Ћ ES... Complicado! Deja para

allá. Vamos? Todo el mundo está esperando por

usted.

Ћ Yo necesito comer – avisé

mientras él me arrastraba, literalmente, para

fuera del cuarto.

Ћ Miel!
Ћ Yo necesito comer, Dean! O

entonces voy enjoar mucho. Prometo que seré

bien rápida!

Ћ Tá, todo bien! Sea rápida. Encuentro usted en el


QG.

Ћ Combinado!

Corrí para la cocina sin darme al trabajo de conferir lo que había

en la sala. Yo sabía lo que quería y no estaba en la mesa de

desayuno. La cocina estaba vacía, lo que no era nada anormal,

a fin de cuentas manteníamos sólo dos operarios de confianza

que era para evitar que cualquier información vaciara. Abrí el

armario, cogí una tigela honda y la caja de cereales. Abrí la

nevera y retiré de allá la leche y una manzana. Senté en uno

de los bancos altos que quedaban en la bancada. Mi hambre

no me permitiría cortar la manzana para mezclarla a

los cereales, entonces sólo mezclé con la leche e inicié

las colheradas alternando con mordidas en la fruta. Ni

me di cuenta cuando él entró.

Ћ Mucho hambre? – paré con la manzana

en la boca encarando mi marido. Él estaba lindo! Tierno

completo, ceniza, ojos casi del mismo color, cabellos


mojados y perfectamente penteados, un olor magnífico

de hombre, baño y perfume. Él era todo mi hambre.

Mastiqué con dificultad y tragué prácticamente sin

conseguir.

Ћ Mucha – admití sintiendo mi rostro corar.

Ћ No enjoou hoy? – oh, merda!

Aquello era peligroso demás. Robert no me

preguntaría aquello sin una idea fija.

481

Ћ No – mentí sabiendo que

mi rostro me entregaría. - Por qué yo enjoaria?


- Porque eso acontece con una rutina mayor del que usted percibe –

quedé visiblemente tensa. Los ojos de él estaban fijos en

mí y para mi desesperación, brillaban. Robert

desconfiaba. No había duda.

Ћ Tontería. Normalmente acuerdo

tensa con este infierno todo que vivimos, sin contar

con nuestro propio infierno particular, entonces... –

di de hombros fingiendo indiferencia.

No daba para dejarlo seguir enfrente entonces el más

correcto era llevarlo para otro camino. Robert

mantuvo los ojos en mí, pero mordió los labios y

después sonrió. Una sonrisa lindo, de aquellos de

quitar el aliento y hacer con que algo entre mi

umbigo y mis muslos se presentara de una forma

feroz.

Ћ Donde hallo uno de esos? – él apuntó para

mi tigela. Miré sin creer. – También tengo hambre y usted está

saboreando tanto este...

Ћ Cereales? – ergui una ceja hallando aquello todo


muy

extraño.
- Eso, cereales – él continuó sonriendo.

Aún sin conseguir creer que Robert Carter sentaría a mi

lado para disfrutar de cereales con leche inmediatamente

por la mañana, levanté para coger más una tigela. El

mundo estaba cambiando y yo ni percibía. Volví, derramé

una cantidad y añadí la leche helada, después coloqué a

mi lado indicando adónde él debería sentar. Y fue lo que

hizo. No tuve condiciones de continuar comiendo, sólo

encaré aquel

hombre increíble mientras él miraba para su comida sin saber al

correcto se debería aún comerla. Él colocó la cuchara y llevó una

pequeña porción la boca. Hizo una cara extraña, pero continuó

masticando y cuando tragó


hizo una mueca terrible. Yo ríe sintiendo toda la tensión disolverse.

Ћ Eso es horrible! Como usted

consigue? – reímos juntos. – No creo que este sea

su deseo – y entonces él paró observándome. Mi

boca secó.

Ћ No es deseo, es sólo... Necesitaba ser rápida.


Todo el mundo me

aguardaba entonces... – dejé morir. Yo quería, del

fondo de mi íntimo, que él no me mirara de aquella

forma.

Ћ Eso es muy ruim –

desconversou volviendo a reír. – Donde

puedo colocar?

Ћ Tá legal! Coloque aquí –

indiqué mi propia tigela. - No vamos

desperdiçar comida – él rió con gana.

Ћ Eca!

Eca? Robert Carter estaba aún sentado a mi

frente diciendo 482

eca? Aquello era tan joven, tan relajado, tan... Mi Dios,

yo lo amaba tanto! Sonríe calorosamente.


Ћ Lo que va a querer, entonces?

Ћ Ah, no sé – miró para los lados haciendo un


biquinho lindo.

Ћ Tiene jugo, frutas y queso

en la nevera. Creo que consigo rebanadas de

pan en algún armario por aquí.

Ћ Puede ser – encostou los

codos en la bancada y apoyó lo quejo,

observándome.

Hallé el pan en el primer armario que abrí. Cogí el

restante y coloqué sobre el mostrador. Corté algunas

rebanadas finas de queso, unas rodajas de tomate e

hice un sanduíche. Serví el jugo junto y sólo cuando


entregué a él que percibí sus ojos en mi mano. Merda!

La alianza, o la falta de ella. Acabé olvidando de

colocarla cuando Dean apareció con su revelación

bombástica.

Ћ Como fue ayer con Tanya? –

más una vez intenté desconversar, él levantó el

cuerpo, dejando la columna ereta.

Ћ ES siempre complicado con

Tanya, pero, por lo menos yo sé que ella

continúa creyendo.

Ћ Que bueno – él me miró con pesar. Coloqué más


algunas

colheradas en la boca asistiéndolo comer el sanduíche en silencio. – Y Frank?

Alguna noticia?

Ћ No. Tanya no demostró ningún

interés en el asunto cuando a cuestioné sobre el

despido. Dijo sólo que no sabía el motivo del amante y

que no lo veía desde que desembarcaron.

Ћ Extraño.

Ћ Muy extraño, Melissa. No quiero pensar en nada


del que yo
puedo atribuir fácilmente la Tanya, pero cada día me

convenzo más de esta posibilidad.

Ћ Sinistro.

Ћ Vosotros vais tardar muy aún? – Bruno entró en


la cocina con

toda su fuerza y el impacto fue profundo. Yo me asusté

y casi derrumbé mi tigela. – Nuestra! Algún secreto?

Conversinha promiscua de pareja? Que tipo de

obscenidades vosotros estabais hablando? O haciendo?

Melissa? – sus ojos quedaron inmensos y su rostro

divertido mientras el mío quedaba cada vez más rojo.

- Da un tiempo, Bruno! – Robert lo advirtió con una sonrisa fraterno


increíble. Ay mi Dios, todo en él era increíble. Tuve ganas de reír.

- Estamos sólo aguardando los pombinhos. Yo tengo cosas importantes

para resolver, entonces, si no fuera confundir la pareja,

me gustaría eliminar inmediatamente esta parte.

483

- Ok! – levanté bajo el mirar atento de mi marido. Él enrugou a

prueba y estrechó los ojos. – Algún problema? – miré rápidamente para mí

sin saber lo que tenía que errado.

- No. Todo bien, vamos inmediatamente.

En el QG todo fluía normalmente. Las personas conversaban y


discutían

lo que acontecía relacionado a nuestro plan. Abby, Tom,

Carol y Dean nos aguardaban sentados a la mesa. Yo,

Robert y Bruno nos juntamos al grupo ocupando las

sillas restantes. Varios fones de oído estaban esparcidos

por la mesa llamando mi atención.

- Él aún está en casa – Tom informó. - Será óptimo porque vamos

tener imágenes de cómo él reaccionará su conexión –

indicó la pantalla que quedaba en una pared en el

extremo de la mesa.
Yo sabía que ellos monitoreaban la vida del Adam,

pero descubrir que teníamos imágenes de dentro de

su casa me dejaba bastante constrangida. Abby era

una de las protagonistas de sus locuras, lo que me

llevó nuestra conversación. Ella tenía todas las

pruebas. Mordí los labios imaginando lo que sería

usado como tal.

- Usted va a marcar con él en esta dirección – Dean me

pasó un papel conteniendo la información en cuestión,

miré el local verificando que quedaba bastante alejado del

centro, de hecho, quedaba bien distante de todo, en


una carretera casi fuera de la ciudad. – Nodos tenemos

todo bajo control, no se preocupe. Todos los cuartos están

reservados para nuestro equipo, yo quedaré en el al lado

de su, junto con el Tono, Robert, Carol y más algunos de

nuestros. Estaremos preparados para todo. Acuérdese que

tendremos la imagen y el áudio del que va a acontecer

allá dentro.

Ћ Ok! – sentí mi sangre

helando con la proximidad del encuentro. – Para

cuando yo combino?

Ћ Mañana por la mañana. Va a quedar más fácil


acompañar. Marque en el

local. Nodos vamos durante la madrugada que es

para no llamar atención para la gente. Robert va a

llegar un poco antes porque necesita mantener Tanya

lejos de eso.

Ћ Yo voy sola?

Ћ Sí. Si él resuelva verifique

si es seguro realmente va a tener la

confirmación sabiendo todo lo que usted está

haciendo.
Ћ Ok! – repetí haciendo un

esfuerzo inmenso para no temblar en el frente

de Robert.

Ћ Vamos a estirar su línea ahora, todos vamos a


escuchar la conversación

a través de los fones – él se volvió para los demás

indicando. – Hicimos una adaptación en su micrófono

para intentar limpiar el máximo posible del que

acontece en el ambiente, técnicamente él oirá sólo lo

que usted diga, 484

pero no podemos abusar, entonces vamos a

mantener el silencio. Cualquier cosa que quieran

hablar o alertar la Melissa debe ser escrita en estos

bloques y pasado para ella – distribuyó bloques de

papel y plumillas simples. Cada uno cogió una parte

y aguardó.
Busquei por el mirar de Robert, él estaba tan tenso cuánto yo, pero

cogió en mi mano y apretó pasándome fuerza. Nos encaramos

por un tiempo hasta que finalmente me sentí segura. Cogí el

celular y aguardé por el aval de Dean. Él señalizó con la cabeza

e hizo un gesto con la mano para que todos quedaran atentos.

Disquei el número oyendo el primer toque. Tragué en seco

mientras oía el sonido repitiéndose y entonces él atendió.

Ћ Melissa? – había algo burlado

y doentio en su voz. Mi piel erizó y yo sentí nojo.

Ћ Hola, Adam – tuve que pigarrear

para ajustar la voz. Yo estaba en pánico. Miré para

la pantalla y lo vi parado frente a la puerta de

salida. Todos encaraban la imagen atentamente.

Ћ Pensé que usted dijo que nos

encontraríamos cuando volviera – volcó desistiendo

de salir y caminó para una sala amplia y muy bien-

arrumada, donde sentó sin ninguna clase en el sofá.

Ћ Sí – él rió y pasó una mano en medio de las


piernas, lo que me

dejó bastante desconfortável.


Ћ Usted llegó ayer – quedé sin

voz. Adam estaba ansioso demás y yo bien sabía

lo que él pretendía. – Melissa? – él se ajeitou en

el sofá prestando más atención nuestra

conversación.

Ћ Sí? – fue lo que conseguí hablar. Robert apretó


mi mano que

estaba en su. Él estaba aún más tenso. Respiré

fondo. – Yo tuve algunos problemas.

- Yo sé. Devolvió las acciones, fue dimitida. Tanya no juguetea al punto

– él sabía. Merda! Miré para Dean y él balanceó la cabeza

concordando, como se quisiera decirme que continuaba en el

control. Sus ojos volvieron


para la pantalla

- Eso. Tanya está intentando destruirme entonces tuve que recular –


más

una vez él se recostou en el sofá, su actitud era tan

doentia que yo desvié el mirar. Adam se alisou, como

un verdadero tarado.

Ћ Debo entender que lo que

yo tengo para revelar pasó a tener un valor

aún mayor?

Ћ Adam, nodos no discutimos aún lo que usted


quiere en cambio.

Ћ Esté hoy en mi apartamento que

yo digo exactamente lo que quiero – Dean negó con

la cabeza. No tuve coraje de mirar para la imagen y

saber lo que aquel enfermo hacía, pero la mano de

Robert apretó la mía con fuerza.

485

Ћ Hoy yo no puedo. Vamos a combinar mañana y en


un lugar neutro –

él rió. – Oiga, yo estoy teniendo problemas con Dean.

Ћ Ah sí, el marido. Como fue la reacción de él tan


cerca de Robert?
Ћ Fue... – miré para Dean y él

mandó yo prosiga pasándome un papel escrito

divorcio. – Pésima. Las cosas no están buenas

entre la gente – Adam rió con gana.

Ћ Yo quería estar en este viaje,

Melissa. Ver la cara del imbécil de Robert con la

amante gostosa y la cara del idiota de su marido

frente el frente con su amante.

Ћ Ex-amante! – hablé

con rabia y miré la pantalla. Adam

sonrió ampliamente.

Ћ Ex-amante – concordó. –

Robert surtaria se descubriera que más alguien

colocó las manos en usted, no es?


Ћ Eso no viene al caso. Lo que Robert halla o no, no
me interesa.

Ћ Él te descartó en la primera oportunidad. Yo no


dijo? Bastó

Tanya apretar un poco más y Robert mandó dimitirte,

como si usted no tuviera ningún valor profesional para la

empresa – cerré los ojos y estremecí. Más una vez sentí su

mano apretando la mía.

- Y yo voy a dar a él lo que merece, pero para eso necesito de su ayuda

– forcé la voz para fuera lo que me ayudó mucho, pues

fue imposible contener la rabia que yo sentía.

- Si usted sea una buena niña yo entregaré el

pote de oro en sus manos. Basta con que me

deje satisfecho.

Fue mi vez de apretar la mano de Robert. Mi ansia de

vômito casi me hizo desistir de todo. Mi piel quedó

fría y mis manos sudadas. No me permití pensar en el

que él hablaba. Era doentio demás. Sucio demás. -

Melissa?

Abrí los ojos y encaré la pantalla. Adam estaba con la mano

dentro de las calzas, alisando el miembro y haciendo cara

de quien sentía placer. Respiré fondo desviando el mirar,


pero observé Robert que estaba atento y el maxilar tan

rígido que imaginé lo cuánto aquello todo lo enfurecía. Si él

pudiera colocar las manos en Adam en aquel momento con

certeza lo mataría. Yo necesitaba acabar inmediatamente

con la situación.

Estoy

aquí. -

enton

ces?

- Yo quiero esta información, Adam y voy a

hacer de todo para haberla. - Que bueno.

- Voy a pasar el local y horario por mensaje.


Ћ Aguardaré, pero será mañana, no acepto más
aplazar este encuentro.

Ћ No aplazaré – rebatí. – Estoy ansiosa por esta


información.

486

Desconecté antes que él pudiera decir cualquier

cosa. La imagen continuó en la pantalla, Adam

manipulando el propio miembro por dentro de la

calza, encarando el teléfono como si él fuera un

objeto de deseo. Era nojento. Bruno fue el primero a

hablar.

Ћ Lo cara es muy enferma! – su voz

ronca estaba repleta de rabia. Miré para Abby que

permanecía callada sin mirar para la imagen de Adam se

masturbando. Todos en la sala aún necesitaban

acompañar las reacciones de él. Era necesario sepa si él

envolvería Tanya en aquello, se intentaría armar alguna

cosa o incluso si su objetivo era sólo hacerme creer que

tenía algo para decir y con eso consiga atraerme para

realizar sus fantasias. Por eso Dean continuaba con los

fones, oyendo cada detalle que él decía.


Sí, Adam se masturbava y hablaba algunas cosas que no hice

cuestión de escuchar, pero que tuve certeza que estaba

directamente relacionado a mí, pues Robert casi quebró mis

dedos mientras oía.

Ћ Robert? – él se sobressaltou cuando toqué su brazo.


Negué con

la cabeza. Un pedido cambio para que él no siguiera por aquel camino.

Él pasó las manos en los cabellos, estas temblaban.

Ћ Melissa? – encaré su

sufrimiento y sentí miedo. – Cuando usted salga

de aquel cuarto yo voy a matar Adam Simpson!

Puta

merd

a!

487
CAPÍTULO 45

- Usted aún puede desistir.

Robert estaba encostado en la ventana de mi cuarto. La

cabeza baja indicaba lo cuánto él no me gustaba la

situación. Algunas veces nuestros ojos se encontraban, él

me evaluaba y después volvía a bajarlos.

Ћ Yo no voy a desistir. Voy hasta el

final – debo confesar que mi cuerpo tenso imploraba por

algún momento de alivio. En aquellos últimos minutos

yo entendía lo que Robert afirmó sobre el sexo ser la

solución para muchos problemas. Así yo quería sus

brazos en mí, simplemente para hacerme olvidar de

todos los míos.

Sin embargo yo sabía que las últimas imágenes de

Adam Simpson eran pésimas y que no nos

abandonarían tan pronto, por eso yo nada tendría de

mi marido aquel día. Aún así, haberlo un poco

conmigo me ayudaría a modificar los pensamientos.

Ћ ES sólo hacerlo creer que tendrá lo que quiere y


después dejar por nuestra

cuenta – él repitió por la milésima vez en aquellos últimos quince minutos.


Suspiré pesadamente. – Usted vio lo que él hizo! – dijo con rabia.

Ћ Robert... – tomé coraje y di un

paso en su dirección. – Adam es enfermo y nodos

vamos a cogerlo. Mañana conseguiremos saber

donde aquellas malditas pruebas están y vamos a

dar uno basta en este infierno. Adam y Tanya

tendrán lo que merecen! – él parpadeó y de repente

miró en el reloj dándose cuenta del tiempo.

Ћ Merda! Yo estoy atrasado. Necesito ir.

Ћ No! – casi grité en desesperación. – No vaya! –


imploré. Él me

miró con atención, sus ojos estaban confusos.


Ћ Yo tengo dos reuniones

importantes, Melissa. Mañana tendremos un día

lleno y no da para aplazar más nada.

Ћ Yo no quiero que usted vaya! – mi voz quedó más


firme y exigente.

Ћ Sólo que ni todo puede ser cómo usted quiere!

Tengo certeza que su intensão era ser más duro,

incisivo, pero, extrañamente, Robert no me

intimidaba más. No porque yo no lo temía, pero

porque él no se daba al trabajo de hacerlo. Estreché

los ojos sintiéndome realmente ofendida.

Ћ Pero hoy será – encaré mi marido

y vi su medio sonrisa increíble aparecer en sus labios.

Robert era un ser confuso. Una hora hervía de rabia

y otra... Bueno, en otra él era sólo tesão. – Yo gané a

apuesta – 488

él ergueu una ceja encarándome e inmediatamente

después se dio cuenta. Su sonrisa quedó aún más

evidente.

Ћ Y es eso lo que va a querer como premio? Mi


presencia?
Hijo de la puta! Él sabía muy bien lo que yo

quería, pero estaba forzándome la verbalizar.

Ћ Yo puedo tener lo que quiera de usted, no

fue este el premio? – él colocó una mano en el quejo

analizándome con cuidado. Otra vez sus ojos se tardaron en

mi mano. Merda! Yo continuaba sin la alianza.

Ћ Nada hecho.

Ћ El quê? Yo gané a apuesta y usted tiene

obligación de pagar – ríe sintiéndome una idiota. Detestaba

haber que implorar por su atención. – Sabe, Robert, las veces

yo olvido que aquella empresa es su lugar preferido – sentí mis

ojos marejarem. – Que... – él me calló colocando un dedo en


mis labios.

- Usted es mi lugar preferido!

Yo no debía. Era demasiado innecesario, a fin de cuentas

quien estaba allí mi frente era mi marido y no un desconocido

galanteador que jugaba todo su encanto para conquistarme.

Era Robert, aún así, yo corei considerablemente y sonríe

como una adolescente inexperiente y ansiosa por su primer

beso.

Ћ Entonces quede! – avancé colocando mi mano


en su pecho.

Ћ Melissa, oiga! Yo no tengo

condiciones de nada hoy. Yo... – pasó las manos por los

cabellos bagunçando todo y dejándome boquiaberta. –

Adam con toda su locura quitó mi suelo. Tengo tanta

rabia que tengo miedo de explotar de la forma errada y

con la persona errada, entiende? – pasó los dedos en mi

rostro. Cerré los ojos percibiendo lo cuánto echaba en

falta de sus toques.

Sinceramente? Yo tampoco deseaba sexo, no más. Robert

tenía razón, las imágenes de Adam habían destruido mi idea

de relación sexual en aquella noche. Yo deseaba sólo un poco


más de mi marido. Tener la certeza de que mi mundo volvería

para su eje y que aquel infierno tendría aún un fin. Aquella

conversación con Adam también había me quitado el suelo. Yo

tenía miedo. Mucho miedo. No sabía hasta que punto estaría

aún coge con él y lo que podría acontecer hasta que Dean

consiguiera interceder. Entonces, en aquel momento, yo

quería sólo estar en los brazos de Robert y dejar que mi

corazón volviera a sentirse seguro.

Ћ El mundo no se resume a sexo, Robert! – él


volvió a sonreír,

de aquel jeito torto que le dejaba aún más bonito.


Ћ Va a intercambiar su

derecho de disponer de mí de la forma como

quiera sólo para quedar conversando?

489

Ћ Si esta es la única forma de

haber usted un poco conmigo – cogí su mano y beijei

la palma con carinho. – Siento su falta!

Ћ Miel! – la forma como él habló mi nombre, tan


llena de amor,

saudade, carinho, devoção, como si él estuviera prendido y

finalmente, con mi declaración, pudiera ser libre, llenó mi

corazón de amor. – Usted aún no colocó la alianza – sussurrou

sin querer quebrar el encanto.

Ћ Usted dijo que yo podría colocarla cuando


quisiera.

Ћ Cuando estuviera segura del que quería.

Ћ Eso.

Ћ Eso.

Él me encaró con ojos suplicantes. Era difícil no amar

aquel hombre tan fuerte, lleno de sí, seguro, dominante,

y percibir que él colocaba a toda su felicidad en mí.


Sonríe conocedor de que él no encararía muy bien mi

sonrisa. Robert suspiró y se alejó.

Ћ Significa tanto para usted? – no conseguí

verlo alejarse, aún sabiendo que él no iría para lejos. Fue

imposible quedar en silencio.

Ћ Para usted no? – hice una

mueca sin saber lo que debería decir.

Entravamos en un terreno peligroso demás para

no dar los debidos cuidados las palabras.

Ћ Yo no quiso decir eso, Robert, sólo quería que


usted supiera

que usar o no una alianza, firmar o no un papel, este haber o

no valor legal – sonríe insistiendo en encararlo, de mantener

mis ojos fijos en el


suyo de forma a hacerlo entender que no había más

dudas. – No hace diferencia para mí! Yo ya era su antes

aunque usted me tocara, que me notara, que resolviera

tomarme para usted. Yo ya era su esposa antes aún de

saber que usted existía – fue la vez de él de sonreír

tímidamente. Lindo! – Yo no era de nadie aún. Nunca

fui! – di de hombros jugueteando con su alegría. – Parece

que pasé la vida aguardando por usted, como si nada ni

nadie tuviera sentido, como si yo estuviera sólo siguiendo

el curso, amortiguada, aguardando usted llegar para

hacerme vivir de verdad.

Ћ Aguardando para que yo

bagunçasse su vida – él dijo con la voz embargada. –

Porque fue eso lo que yo hice. Inverti los polos, Miel.

Destruí todas las probabilidades, dejé todo patas arriba.

Por el visto usted no tiene mucha noción de

preservación propia, pero... Puta que pariu! – sus ojos

quedaron tan intensos que prendí la respiración. – Yo no

me arrepiento de nada. Haría todo otra vez. Te

arrastraría cuántas veces fueran necesarias para mi vida,


mi mundo sombrío y que sólo ganó color cuando usted

apareció!

Olhamo-nos por un tiempo interminable.

Había un poco de todo 490

en aquel mirar, incluso el miedo que nos alcanzaba por los

acontecimientos de más cedo. Era de esta forma que nos

reconocíamos, cuando dejábamos que los ojos hablaran todo lo

que, en palabras, no podíamos expresar.

Ћ Lo que quiere hacer? – él dijo sin desviar los ojos.

Ћ Podemos acostar abrazados y asistir a una


película?

Ћ Una película? – confirmé con la cabeza. – Todo


bien! Pero sólo puedo
quedar hasta tras el almuerzo, correcto? Hoy voy a

encontrar la psicóloga que acompaña Tanya. Vamos a

dejar la otra mitad del día que usted tiene derecho

para un momento más pertinente.

- Por mí está óptimo! – sonríe ampliamente.

***

Yo estaba muy nerviosa. Mis manos heladas y sudadas

apretaban el volante con fuerza. Dean, Robert, Abby,

Tom, Carol, Bruno e incluso Paul acompañaban cada

paso mío. Paul consiguió quedar en nuestro QG,

entrando por el apartamento de Bruno, así Nicole y

Olívia tendrían noticias. Nadie además de Abby sabía

realmente lo que yo haría. Nadie podría siquiera

imaginar.

- Él acabó de llegar, Miel – la voz de Dean en los alto-falantes del

mi coche me sobressaltou. Estremecí de una forma

inacreditável. Merda! Yo necesitaba quedar tranquila y

coge para seguir enfrente. Aquella era nuestra única

oportunidad. – Usted está bien?

Ћ Estoy. Llego en veinte minutos.

Ћ Óptimo! Ya estamos listos para atacar.


Ћ Y Robert?

Yo no veía mi marido desde el día anterior cuando quedamos como

dos novios asistiendo películas, sin dejar que ninguna

conversación más seria estropeara nuestro momento.

Tampoco hicimos amor. Como dijimos anteriormente:

era imposible tras el que venimos Adam hacer. Un

nojo. Él fue aunque inmediatamente tras el almuerzo,

tal y como acordamos, y no volvió.

- Estoy aquí! – la voz del hombre que yo amaba llenó el pequeño


ambiente de mi coche. Respiré aliviada. Robert jamás

permitiría que alguna cosa me aconteciera. Aún así

mi estómago embrulhou. – Tiene certeza que va a

llevar eso adelante?

- Usted sabe que sí – intenté reír y pasar para él más confianza. –

Por nodos, amor. Por todos nodos – porque yo sabía

que Abby estaba allá, oyendo todo y ansiando pelo

que yo haría por ella. Oí el suspiro fuerte que Robert

emitió.

491

Ћ Yo estoy aquí. No va a necesitar ni gritar, yo te


garantizo.

Ћ Confío en usted!

Ћ Óptimo! Dirija con cuidado.

Aún oí Dean pasarme algunas informaciones mientras

seguía cuidadosamente el camino que el GPS me indicaba.

Fui informada que así que yo entrara dos seguridades

quedarían la puerta para garantizar que Adam no tendría

realmente ninguna oportunidad. También quedé sabiendo

que debajo de la cama, en la lateral izquierda, había una

arma, colocada estratégicamente para auxiliarme si fuera


necesario, pero él insistió en garantizar que yo ni

necesitaría recurrir a este artifício. Veinte minutos después

yo estaba con el corazón disparado, las piernas temblando

y los ojos fijos en la puerta que indicaba el cuarto donde

Adam estaba. Respiré diversas veces para encontrar

coraje, no obtuve éxito. Yo sabía que tenía que salir de

aquel coche, pero mi cuerpo no entendía y se rechazaba a

colaborar.

Ћ Melissa? – Dean habló tras

cinco minutos más congelada dentro del

coche.
Ћ Yo estoy bien – murmuré.

Inmediatamente mi mano fue hasta el muslo, donde

todo lo que yo necesitaba estaba. – Estoy saliendo

ahora.

Ћ Ok. Estamos atentos. Él está bebiendo. Tenga


cuidado.

Ћ Yo tendré.

Cogí la bolsa, la llave del coche, salí confiriendo mi gabán

crema, alisei el tejido pidiendo perdón mentalmente a

Robert pelo que yo usaba por bajo. Como será que él

reaccionaría? Intentaría matarme con certeza. Puta que

pariu! Con las piernas temblando me forcé a caminar en

dirección a aquel cuarto. En ningún segundo miré para

los otros, no quería que Adam desconfiara de nada. Él

abrió la puerta antes aunque yo consiguiera tocar la

campainha.

Ћ Pensé que había desistido! –

sus ojos estaban tan salvajes que me hizo

recular. – No va a entrar?

Quedé paralizada. Aquel paso sería decisivo. Sería la llave para

mi paz, a de Robert y a de todos nuestros amigos, aún así, una


parte dentro de mí gritaba para que yo huyera mientras aún

podía. Sin embargo una otra me decía que yo era capaz, que

conseguiría y colocaría un fin en tanto sufrimiento. Pensé en el

hombre que yo amaba, en nuestro hijo, en la vida que

tendríamos, en el amor que sentíamos y que no podría más

esperar. Y entonces me vi sonriendo para Adam. Todo quedó

muy más fácil.

Ћ Hola, Adam! – pasé por él y oí el baque de la


puerta cerrándose

atrás de mí y siendo trancada.

Adam no perdió tiempo. Su mente

doentia sabía que sólo se 492

realizaría si yo sintiera miedo. Y yo sentía, pero no dejaría que él me


intimidara. No tras haber ido tan lejos. Él avanzó en mi

dirección y yo estratégicamente me desvencilhei.

Ћ No tan rápido. Donde están las pruebas? – él rió.

Ћ Halla aunque yo voy a tener dar

esta información así? Lo que me garantiza que usted no

va a salir de aquí así que esté de posesión de ellas? No

va a ser cómo usted quiere – más una vez él intentó

alcanzarme. Encostei-me en una pieza de madera y

encaré mi enemigo. El próximo paso sería muy peligroso,

pero necesario.

Ћ Yo ya dijo: quiero las pruebas!

Deshice el nodo de mi gabán y dejé que Adam

vislumbrasse la lencería que yo usaba. Uno sujetador

media copa, braga de renta, cinta conecta y medias

siete octavos, todo en el color negro y bastante sensual.

Vi sus ojos bestiais laman mi cuerpo de una manera tan

doentia que me cuestioné se conseguiría aún ir adelante.

A aquella altura Robert con certeza ya estaba

enlouquecido y yo imploré mentalmente para que Abby

hubiera conseguido cumplir con su parte del plan:


trancar la puerta del cuarto en que ellos estaban y dar

desaparición en la llave. - Melissa! – él gruñió y avanzó.

Fue rápido demás y esta vez yo no conseguí evitar el contacto.

Adam me cogió con fuerza. No de la forma como Robert

hacía. Era un deseo diferente, uno que machucava, que

quería imponer pavor, que quería transformarme en su

primera víctima y este hecho me causaba horror. Tuve

que usar toda mi fuerza para contener el nojo que sentí.

Sus manos apretaron mis brazos con fuerza.

- Su vadiazinha! – la voz salió con tanta rabia que durante algunos


segundos me perdí en el plan y sentí un miedo

paralisante. – Usted va a quedar bien quietinha mientras

yo hago lo que quiero de usted, entendió?

Él me sacudió con fuerza. El pánico me impedía de reaccionar.

Repasé mentalmente todo lo que podría librarme de aquellas

manos asquerosas. Los guardas jurados con certeza no

estaban del lado de fuera, Abby providenciou para que eso no

aconteciera. Quién estaba allá fuera era una persona que sólo

aguardaba por mi consentimiento. Había también una arma

debajo de la cama, que yo no conseguiría alcanzar con tanta

facilidad. Dean, Robert y los demás estaban trancados en el

cuarto, de lo contrario ya habían invadido el cuarto que

estábamos. Aún tenía una opción, pero él necesitaba me largar.

Ћ Quite las manos de mí,

Adam! – conseguí decir, pero no escondí el pavor en

mi voz. Él rió saboreando mi miedo.

Ћ O lo que? Va a gritar? – una

mano suya me largou y cogió con fuerza en mis

cabellos haciéndome inclinar el rostro para cima.

Mordí los labios 493


agradeciendo por estar con el brazo libre e

implorando a Dios para permitirme alcanzar el objeto

que yo necesitaba en aquel momento. – Hace un

favor para mí, Melissa – mi nombre salió de una

manera tan nojenta que tuve ganas de vomitar. –

Grite! Implore por ayuda! Llame por su protector!

Robert!

Puta merda!

Ћ Yo mandé quitar la mano de mí! – gruñí de


vuelta dejando mía

rabia rebosar y con eso Adam sintió más gana

aún de me subjugar. Era un enfermo!

- Por quê? – él largou el otro brazo llevando la mano hasta mi rostro me


dando un tapa fuerte y ardiente. Cogiendo mis

cabellos con la otra mano consiguió mantenerme en

el mismo lugar. – Su perra. Va a darme lo que yo

quiero y tras eso yo cumplo con mi parte del trato –

mis ojos llenaron de lágrimas involuntariamente. Yo

quería matarlo. – Grite, Melissa! – sentí su mano en

mi seno y de repente yo no podía más contenerme.

Alcancé la arma tan pequeña que Abby había llevado para mí y que

estaba estratégicamente escondida en mi cinta aleación.

Destravei tan rápido cuánto pude y la encostei en la

barriga de aquel sujeto asqueroso.

- Yo mandé quitar las manos de mí, su hijo de la

puta! – repetí sintiéndome más segura. Adam me

encaraba con divertimento, pero su sonrisa se

deshizo en el momento en que oyó el destrave de la

arma y sintió su pequeño tubo en su barriga.

Ћ Lo que es eso, Melissa? – él

no me tocaba más. Sorprendido demás, Adam se

alejó para verificar del que se trataba. – Nodos

teníamos un acuerdo!
Sin conseguir contenerme, batí en Adam con la arma

usando tanta fuerza que él cambaleou encostando-si la

cama. Fue revigorante. Inmediatamente lo alcancé con

uno chute certeiro en el rostro, muy bien ensaiado

durante los tres meses que quedé distante, cuando

necesité entrenar para mantener mi propia seguridad.

Él cayó para tras, exactamente de la forma como yo

quería.

Ћ Le gusta hacer mocinhas

inocentes sufran? – él rió con sangre escorrendo

de su nariz.

Quité el gabán rápidamente para conseguir moverme mejor.


Subí sobre Adam aprovechando su tontería y cumplí más

una etapa del plan. Prendí sus manos con algemas en la

cabecera de la cama. Fue ridículo. Muy ridículo. Pero yo

comencé a reír. Fue hasta fácil demás. Adam era un idiota

incluso cuando intentaba ser un estuprador.

Ћ Mocinhas inocentes? –

continuó riendo. – Usted es una vagabunda,

494

Melissa! La putinha de Robert – alcancé su rostro

más una vez sin preocuparme con lo que le

acontecería.

Ћ La información – él rió aún más alto.

Ћ Vaya se foder! – gritó como respuesta.

Ћ Adam, Adam – mantuve la voz

suave, lo que con certeza lo confundiría. – Usted va

se foder, o mejor, ser fodido. Muchas y muchas

veces, hasta que no reste más nada de su dignidad.

Ћ Su vaca! Tanya va a destruirte y yo estaré allá,


Melissa. Ah yo

estaré allá para hacerla pagar por todo eso.


Ћ Va aún? - levanté de la cama y

fui hasta mi bolsa, de allá quité una filmadora

conectándola inmediatamente y apuntándola en

la dirección de Adam Simpson. – Diga hola!

Ћ Lo que usted está

haciendo? – él se debatió en la cama con

rabia, jugando las piernas en mi dirección.

Coloqué la cámara sobre la pieza en un ángulo que nos

daría una óptima película. Volví la bolsa y retiré dos pares

más de algemas y una tesoura. Cogí la arma de vuelta

apuntando directamente para su cabeza. Adam paró casi

que instantáneamente. Gargalhei lo que me hizo oír más

un monte de xingamentos. Él estaba enlouquecido.


- Quede bien quietinho ahora, Adam. Yo voy a usar una tesoura y cortar

sus ropas, a fin de cuentas, no necesitaremos de ellas para nada, no halla?

Ћ El quê? Que tipo de enfermo usted es?

Ћ El tipo ideal para acabar con

enfermos cómo usted. Ni respire! Tomando cuidado para

no dejarlo alcanzarme con nada, cogí una pierna de él y

conseguí colocar las algemas prendiéndola en la punta de

la cama, el mismo hice con la otra, pero él se debatió y

necesité apelar, apuntando la arma para el medio de sus

piernas. Después, usando la tesoura, comencé a cortar

toda su ropa. Toda mismo.

Robert me mataría!

Adam quedó como vino al mundo, pelado, con el rostro

ensanguentado, algemado a la cama y sin ninguna forma de

defenderse. Una perfecta venganza. Imaginé como Abby

estaba sintiéndose en aquel momento. Debería ser ella allí,

saboreando aquel momento. Filmé aquella escena patética.

Mi Dios! Era por eso que él tenía tanta envidia de Robert.

Adam no conseguiría nunca ser como mi marido. Su cuerpo

no era feo, pero tampoco era nada deslumbrante, ahora el

suyo... “material de trabajo”, era algo tan insignificante que


me pregunté si no era por eso que él desarrolló aquella

personalidad doentia.

Ћ Su última oportunidad, Adam. Yo quiero las


pruebas!

Ћ Vaya para el infierno! – él gritó mirando bien para la


cámara. – ES bueno

495

que película, sólo está usando pruebas contra usted aún.

Ћ Como aquellas que usted tiene en su casa?

Todos aquellos DVDs que muestran usted, supuestamente,

violentando prostitutas? Adam, Adam, yo


creo que usted no fue un buen chico.

Ћ Yo haré el mismo con usted,

Melissa, pero esta vez será aún más gostoso,

porque será de verdad y usted va a arrepentirse

de haber cruzado mi camino.

Ћ Eso si usted sobrevivir mi sorpresa!

Ћ Que sorprendida, su putinha! Una cámara?

Ћ No. Uno... Amigo!

Abrí la puerta del cuarto revelando un hombre que ya aguardaba por

mí del lado de fuera. Él tenía cabellos compridos que encalan

por su rostro, usaba un sombrero de cowboy y un gabán negro

que llegaban hasta el tubo alto de sus botas. El hombre entró

llevando una maleta también negra y paró de frente para Adam

que lo encaraba de ojos arregalados.

Ћ Diga hola para mi amigo, Adam – mantuve la


cámara en su rostro.

– Él hoy está muy animado, no es mismo, amigão?

El hombre entonces retiró el sombrero y levantó el rostro. Usaba una

máscara de cuero que sólo revelaba sus ojos y su nariz. En

el lugar de la boca habían varias quitas dando al conjunto un

aspecto aterrorizante. Cuando él quitó el gabán reveló un


cuerpo musculoso. El peitoral no estaba cubierto y él usaba

sólo una cueca de cuero bien apretada. Adam se meneó con

fuerza intentando soltarse. Sonríe anchamente.

Ћ Mi amigo va a arrancar la información que yo


quiero de usted, Adam.

Ћ Lo que usted va a hacer, su maluca? –

él gritó desesperado. Oí la risada aterrorizante de mi

invitado, que era, en verdad,

un amigo de la Abby. Cuando vendré la cámara en su dirección vi del que


se
trataba. Él estaba con un consuelo, un pênis de goma, de

esos que se puede encontrar en muchas webs de

accesorios adultos. Por la forma como él batía el objeto en

su mano quedaba bien claro lo que pretendía hacer. - Puta

que pariu! – Adam gruñió. – Su vaga, su puta! No deje

él encostar en mí, entendió? Yo voy a matarte,

Melissa! Voy a matar usted su cretina, vagabunda!

El muchacho subió de rodillas en la cama quedando

entre las piernas de Adam que intentaba vanamente

lo impedís de aproximarse. Era cómico. Aquel

momento entraría para la historia y Adam nunca más

conseguiría recompor su dignidad.

Ћ Vamos a dar una

oportunidad a él, amigo. Y entonces Adam,

donde exactamente yo puedo encontrar

estas pruebas?

496

Ћ Vaya se foder! – miré

sugestivamente para el muchacho que sin contar

conversación abrió aún más las piernas de Adam y

empujó el consuelo bien allá en el... Bueno, en aquel


lugar que con certeza no le causaba las mismas

sensaciones que yo sentía cuando era Robert a tocarme.

Ћ Porra! – él gritó

debatiéndose. Hice un gesto para que el

muchacho se alejara un poco y él obedeció.

Ћ Mi amigo está ansioso para juguetear con usted,


Adam. Y yo estoy

para colocar mis manos en aquellas pruebas. Lo que

me dice? – él cerró los ojos y mordió los labios. Sus

narinas estaban dilatadas y Adam estaba rojo de

rabia. El local donde lo alcancé estaba hinchado y la

sangre comenzaba a secar en su rostro. Sólo miré

sugestivamente para que el muchacho continuara.


Ћ No! Merda! Su hija de la puta!

Cretina... No! – vi en el momento en que el hombre

extraño cogió el pênis de Adam con fuerza, forzándolo

a quedar en el lugar para que él completara la

brincadeira, pero en este instante él paró aguardando

por mi permiso.

Ћ Este vídeo estará mañana aún en internet. Voy a


hacer una edición

muy legal, demostrando quién usted es y lo que acontece con

hombres con una personalidad doentia cómo la suya, Adam

Simpson! – él me miró con un odio feroz. Yo sabía que mi

tiempo estaba agotando. Subí en la cama y estiré sus cabellos,

enfocando la cámara en su cara. – Esta es su última

oportunidad. Donde yo encuentro las pruebas? – Adam escupió

en mi dirección. – Con todo ahora, amigão! – vi el hombre

moverse y Adam se contorcer. - Yo hablo! Yo hablo! – paramos

los dos de vez. El breve según que

él tardó para continuar simplemente duró una

eternidad. Yo no me atreví ni a respirar con miedo de

él desistir. – Ella usa una corriente, una que fue

herencia de la madre, que tiene una piedra blanca.


Dentro de ella, donde debería estar la foto de la madre,

tiene un chip. ES el único lugar donde Tanya guardia

las pruebas!

- Tiene certeza de eso? – yo no quería cantar victoria antes de la


hora. –

Si yo descubra que mintió para mí daré a mi amigo

un día entero con usted!

Ћ Yo no estoy mintiendo, su

vagabunda! Mande él salir de cerca de mí –

gruñió. Sonríe deliciada con la victoria.

Ћ Todo bien – miré para el

muchacho que inmediatamente salió de la

cama. Adam respiró aliviado.

Cogí una cubierta y cubrí aquel cuerpo medíocre. El muchacho también


guardó su brinquedinho en la maleta y cubrió el

cuerpo. Sólo tras eso coloqué mi gabán y guardé la

filmagem en la maleta. Necesitaba crear coraje para

dejar aquel cuarto y encarar la furia de mi marido.

Abby 497

sabía que en el momento en que consiguiera arrancar de

Adam la información ella podría abrir la puerta. Insistí en

destrancar la nuestra.

Ћ No va a soltarme?

Ћ No. Usted quedará aquí con otros

amigos míos – en el mismo instante Tom, Dean y los

guardas jurados entraron en el cuarto. Los ojos

esbugalhados, la respiración arfante y la piel sudada

indicaban lo cuánto quedaron aprensivos durante el

proceso. – Ellos van a tomar cuenta de usted

mientras verifico esta información.

Ћ Melissa! – él gritó.

Ћ Adiós, Adam!

Pasé por Dean que sonrió de leve y tocó mi hombro

sussurrando uno “enhorabuena” sin querer llamar


atención. Yo estaba más tensa del que quedé

mientras cuidaba del Adam. Encarar Robert no sería

nada fácil. De repente sentí frío. Un frío anormal. El

frío del pánico, del pavor de encarar su furia.

Así que dejé el cuarto y encontré el viento congelante de la

calle lo vi. Robert estaba parado, un poco distante, frente a la

puerta de otro cuarto. Las manos en los bolsillos y la postura

ereta en que mantenía el cuerpo, indicaba lo cuánto estaba

armado. Pensé en correr, huir dali hasta tener la certeza de

que él no surtaria más, sin embargo yo sabía que era muy

mejor encarar inmediatamente de un golpe aquel problema,

por eso me vi caminando en su dirección.


Sus ojos eran una tempestad en mí. A medida que

me aproximaba sentía mi coraje desvaneciéndose.

Hasta que la distancia entre nodos dos llegó a un

límite seguro.

Paré sin saber lo que hablar mientras él me miraba

sin saber cómo actuar. Yo podía sentir la rabia

fluyendo por todos sus poros. Él me encarrava sin

nada decir, pero suyo mire decía todo. Sentí mis

piernas fraquejarem. Aquella no sería una

conversación fácil 498

CAPÍTULO 46

No existen palabras que consigan expresar mi

desesperación cuando vi Adam avanzar y tocar Melissa.

Mis ojos quedaron invidentes de rabia. Mi primera

reacción fue avanzar para abrir la puerta e ir hasta allá

matar aquel desgraciado. Pero para mi sorpresa ella

estaba trancada. Trancada! Pensé que enlouqueceria.

Sacudí la puerta con Dean inmediatamente atrás de mí con cara de


espantado.
Sí, él también estaba preocupado. Claro que estaba! Era

Melissa allá con aquel estuprador hijo de la puta! Sacudí

la puerta con más rabia.

Ћ Aléjense que yo voy a derrumbar

esta porra! – Bruno bradou atrás de mí. No esperé

dos segundos, salí del frente dejando mi hermano

hacer el servicio, pero él fue impedido.

Ћ Esperad! – Abby gritó con los ojos pegados en la


pantalla. - Ella tiene

una arma.

Ћ Lo que usted hizo, Abby? – mi corazón

acelerado quitaba cualquiera enfoco mío. Como Abby

podía haber metido Melissa en aquella merda toda?

Ћ Ella sabe cuidarse – mi secretaria gritó de vuelta


llamando a
atención de todos. – Melissa ha todo bajo control.

- Usted está loca! Bruno derrumbe luego esta puerta – mi hermano

avanzó dando un pontapé violento, pero que no dañó inmediatamente la


madera.

Él reculó preparándose para el próximo golpe.

Ћ Robert, espere un minuto.

Ella va a conseguir – Abby cogió en mi brazo y

yo la alejé con fuerza.

Ћ Ella está embarazada! – grité

haciendo con que todos pararan para mirarme. Oh,

merda! Todo el mundo sabía de aquel detalle menos

yo. La sangre borbulhou en mis venas. Yo no

conseguía definir quién mataba primero y la propia

Melissa estaba en mi lista. – Como usted pudo armar

eso todo sabiendo que ella está embarazada? Como

tuvo el coraje de colocar mi hijo en peligro?

Ћ Robert, Tranquila! – Bruno se colocó a mi frente. –


Vea – apuntó

la inmensa pantalla instalada en el cuarto que

ocupábamos. Casi no conseguí desviar los ojos de


Abby. Yo quería poder colocar mis manos en ella y eso

no sería nada bueno.

Miré para la imagen y vi el inacreditável. Adam

estaba caído en la cama, el rostro sangrando y

Melissa sobre él, prendiendo sus manos en la cama.

Lo que aquella loca estaba haciendo? No daba para

creer que ella 499

había concordado con todo aquello. Como podía ser tan

irresponsável? Bruno miraba la pantalla y me miraba, yo

estaba estático, ansioso y nervioso. No quería Melissa ni más

un segundo en aquel cuarto, no daba para confiar.

Ћ Lo que ella está haciendo? – Dean habló sin


creer en el que veía.

Ћ Melissa va a conseguir arrancar la información


del Adam – Abby
dijo con bastante seguridad. – Y yo no coloqué el hijo de

vosotros en riesgo. Ella concordó conmigo que Adam no

hablaría con tanta facilidad entonces juntas llegamos a la

conclusión de que tendríamos que ir más además del que

vosotros iríais. Yo conozco el Adam, sé que su mayor

deseo es también su mayor pánico. Nodos vamos

desestruturá-lo.

Ћ Como? – Dean preguntó

interesándose. Yo no quería sepa lo que ellas habían

combinado, mi único pensamiento era quitar Melissa

de aquel cuarto antes que alguna merda aconteciera.

Ћ Yo quiero la llave de la

puerta, Abby – gruñí sin ninguna gana de

tratarla mejor.

Ћ Usted no va a estropear todo,

Robert – ella rebatió sin miedo. – Melissa quiere

hacer de esta forma entonces dé su esposa un

poco más de credibilidad.

Ћ Ella está embarazada,

Abgail! – mi voz salió acusatória y alta el suficiente


para dejar todos desconfortáveis otra vez. –

Vosotros sabíais de este embarazo todo el tiempo

no fue? – Bruno se alejó visiblemente constrangido.

Ћ Ella te contó? – Dean quiso sepa encarándome con


preocupación.

Ћ Claro que no me contó,

pero yo no soy idiota – él apretó los labios con

la mano y me encaró.

Ћ Melissa no quiso que usted

supiera. Todos nodos creíamos que ella debería contar

cuando usted finalmente estuviera de nuestro lado,

pero aún así ella no quiso. Dijo que eso confundiría los

planes, que usted la impediría de continuar – pasé la

mano en mis cabellos con gana de arrancarlos. Melissa

era muy inconsequente.


- Y este hijo es mío?

Encaré Dean mientras él se encogía con una mueca de horror.

Todo bien! Yo no debería haber hecho aquello. Jamás

debería haber cuestionado Dean acerca de la

paternidad. Era ridículo e infantil de mi parte, sin

embargo había una punta dentro de mí, una que

quedaba allá en el fondo, que yo constantemente

intentaba ahogar, que tenía miedo de aquella

respuesta. Importaba?

No. No importaba. No más.

- Lo que usted halla, Robert – él dijo con rabia. Un

millón de toneladas salieron de mis hombros. Yo

sabía que Melissa no sería capaz. 500

No conmigo. Estiré el aire con fuerza.

- Disculpa! ES que eso todo es tan extraño y absurdo. Yo no entiendo

el motivo de ella continúe escondiéndome, sólo sé que

no tengo capacidad de revelar a ella que ya sé de todo.

Ћ Por miedo del hijo no ser suyo? – él

continuaba encarándome cómo si el hecho de yo tener

dudas fuera un absurdo sin tamaño.


Ћ Yo no sé, Dean! No sé lo que

pensar. Claro que llegué a tener esta duda, pero

después... Yo sólo quería que fuera mío. Era lo que yo

más quería en este mundo, entonces sólo acepté la

idea.

Ћ Si hubiera alguna oportunidad de Melissa no ser


este pozo de

honestidad e integridad yo ni estaría aquí luchando por

vosotros dos. Usted invadió mi vida y a arrancó de mis brazos,

Robert. Yo cuidé de ella mientras usted reculaba en su lucha

contra Tanya. Yo protegí Melissa, cuidé para que todo se

acertara. Nada me daría más placer del que implantar


esta duda en su mente, pero yo no voy a hacer. ES

usted quien ella ama y nunca existió dudas. Va a

existir para usted?

Tragué en seco sin conseguir responder. Dean

tenía razón. No daba para luchar contra sus

argumentos.

- Yo quedé sabiendo hace pocos días, mano – Bruno colocó una mano

en mi hombro. Tuve ganas de esmurrá-lo. Como él

podía esconderme una situación como aquella?

Luego él. - Pero Melissa tenía razón. Usted

estropearía todo. Ahora falta poco.

Ћ Merda! Abra esta puerta,

Abgail! – volví a atacar mi secretaria que no se

intimidaba ni un poco.

Ћ Oh, droga! – Bruno habló alto

el suficiente para que todos volvieran a mirar

para la pantalla.

Ok. Yo tenía mucha rabia y con miedo del que podría acontecer

la Melissa, pero cuando encaré aquella pantalla y vi lo

que ella hacía quedé... No, yo no sé como quedé. Lo

que aquella maluca estaba haciendo? Un hombre de


cueca de cuero negro, bota y una máscara

sobrecogedora estaba de frente para Dean con un

pênis de goma en las manos. Oh, merda! Melissa era

aún loca.

“Puta que pariu! Su vaga, su puta! No deje él

encostar en mí, entendió? Yo voy a matarte,

Melissa. Voy a matar usted su cretina, vagabunda.”

La voz desesperada de Adam llenaba el silencio del cuarto mientras

el hombre subía en la cama y se colocaba entre sus piernas.

Mi cabeza giró. Ella haría aquello aún? Puta que pariu! Todo

en mí indicaba que aún siendo una porra de una locura, aún

Melissa habiendo corrido uno


peligro imposible de imaginar, aquello saldría bien.

Adam hablaría con toda a 501

certeza, hasta porque mi esposa lo filmaba lo que

meneaba aún más con su ego. Como no pensamos

en eso antes?

Oí Melissa hablar alguna cosa y Adam bradar como un

animal encurralado. Prendí el aire cuando vi lo que el

hombre hacía y tengo certeza que las confusiones que

escuché viniendo de Dean, Bruno y Tom ecoavam mis

pensamientos. Puta. Que. Pariu! Adam Simpson nunca

más sería el mismo tras aquello.

Correcto. Voy a confesar que me gustó del que vi. Tal vez los
rapazes no

hayan creído que era una cosa muy digna o que el

castigo estaba yendo lejos demasiado, pero quién ya

había visto todo lo que Adam Simpson era capaz de hacer

con una mujer creía que aquello allí era un refresco. Él

merecía. Y yo quedé feliz por poder presenciar aquel

acontecimiento. “No! Merda! Su hija de la puta! Cretina...

No!”

- Oh, porra! – Bruno hizo una mueca engraçada cuando el hombre allá
dentro cogió los balones del Adam con fuerza. ES,

aquello con certeza lo llevó al infierno.

“Este vídeo estará mañana aún en internet. Voy a hacer

una edición muy legal, demostrando quién usted es y lo

que acontece con hombres con una personalidad

doentia cómo la suya, Adam Simpson. Esta es su última

oportunidad. Donde yo encuentro las pruebas?”

Porra! Ella era aún durona. Aquella Melissa que yo asistía en

el vídeo, en trajes tan íntimos que corroíam mi cerebro de

tanto ciúmes, batiendo en el cretino del estuprador del Adam

como si él fuera un muñeco y


arrancando de él de la manera más fabulosa, las

informaciones que necesitábamos, simplemente me

dejaba orgulloso. Pero yo nunca hablaría aquello en

voz alta.

“Yo hablo! Yo hablo!”

No sólo yo prendí la respiración, pero todos

quedaron en silencio aguardando pelo que él

revelaría. Mordí los labios y cerré las manos en

puños. Yo quería poder coger Adam y enseñarle la

nunca más tocar en Melissa, sin embargo yo quería

muy poder coger mi mujer y llevarla para muy lejos

dali.

“Ella usa una corriente, una que fue herencia de su madre, que tiene

una piedra blanca. Dentro de ella, donde debería estar

la foto de la madre, tiene un chip. ES el único lugar

donde Tanya guardia las pruebas”

Por un segundo mi mundo paró. Inmediatamente acordé del día

en que aquella corriente volvió a su cuello. En la

época yo creí que era sólo más una tentativa de

Tanya en llevarme de vuelta al tiempo en que yo creía

ser feliz a su lado, pero lo que la maldita estaba


haciendo era jugueteando conmigo. Frotando en mi

cara las pruebas. Tan cerca el tiempo 502

todo. Tomé conciencia de todos mirando para mí, como se

aguardaran por mi confirmación. Estiré el aire con fuerza y

más una vez pasé la manos por mis cabellos. La sensación de

que aquel simple gesto me ayudaba a pensar fue revigorante,

entonces señalicé que creía en la información. En un minuto

estábamos fuera del cuarto aguardando por ella. Melissa pasó

por la puerta actuando cómo se estuviera tonta o sin

fuerzas. Vi cuando respiró fondo y apretó el gabán en el cuerpo. Pensé en


nuestro hijo y en el cuánto aquello todo era demás

para el inicio de una gestação. Lo que yo haría con

aquella información? Lo que podría hacer? Contaría?

No. Yo no podía llegar para ella y decir que sabía lo

que ella tanto escondía de mí.

Puede ser absurdo y ridículo, pero yo quería que Melissa

me contara sobre aquel niño. Quería oír de ella todas

sus justificaciones y entender sus motivos. Tener

certezas, deshacer dudas que aún yo intentando no

dejarlas ocupar mi mente, existían y me machucavam.

Era ella quien tendría que contarme y nadie más.

Di algunos pasos para tras aún sin saber lo que debería hacer o

como sería más adecuado reaccionar. Pasó por mi cabeza ir

aunque. Yo podría volver para casa o encontrar Tanya

adónde estuviera y arrancar de ella aquel collar. Frené este

pensamiento. Habíamos llegado hasta aquel punto, entonces

yo no podría actuar de manera tan inconsequente. Era

importante aguardar y dar el golpe certeiro.

Entonces me vendré otra vez para ella en el exacto momento

en que mi esposa me miró. Yo no sabía como reaccionar. No

sabía lo que decir. Claro que mi gana de confrontarla era


inmensa. Melissa no podría ser tan irresponsável. Aún sabiendo

que estábamos allá y yo tenía la certeza de que conseguiría

alcanzarla si alguna cosa de ese errado en su plan.

A la vez tuve ganas de sonreír. Era imposible no creer que

aquella mujer mi frente, tan aparentemente pequeña y frágil,

consiguió hacerse una mujer inmensa y fuerte. Más fuerte del

que cualquier uno de nodos. Ella fue increíble! Y el mejor de

todo, tenía en los dato la llave para la libertad. Por eso yo

también sentía una gana sin tamaño de beijá-


la y hacer amor de una forma inacreditável. Como mi esposa merecía.

Melissa se aproximó con cautela. Yo aún estaba serio, encarando-

a y preguntándome lo que debería decir. Ella paró sin

encostar en mí. Encaré sus ojos y mantuve la duda. No era

correcto ella me esconda lo que planeaba y yo estaba puto

de la vida por eso. Puto de la vida!

Ћ Robert – su voz

estremeció un poco. Ella tenía miedo. Cerré

los ojos.

Ћ Por qué usted hizo eso? – mantuve la voz baja.

503

Ћ Porque...

Ћ Usted tiene alguna idea del que fue para mí quede


trancado en aquella

merda de cuarto mientras Adam pasaba las manos en

usted? Mientras él se refería a usted de aquella forma

y te machucava? – ella no respondió. - Era eso lo que

usted escondía de mí? Este plan era el secreto que

usted dijo necesitar guardar?


Ћ No – su voz baja

demostraba lo cuánto ella estaba apenas con

nuestra conversación.

Ћ Sólo un secreto, Melissa. Yo dijo que te

perdonaba por sólo un secreto. No este y

definitivamente no por la vida entera.

Ћ Droga! – ella mantenía los ojos bajos y mordió el


labio inferior.

Ћ Usted confía en mí?

Ћ Robert...

Ћ Confía o no?

Ћ Claro que sí! – finalmente

ella me encaró. Una lágrima solitaria escapó de

sus ojos.
Ћ Entonces por qué escondió eso de mí?

Ћ Porque usted no permitiría. Y... Droga! Usted no


concordaría

nunca con lo que planeamos. Dean no concordaría.

Ninguno de vosotros, pero Abby estaba con la razón,

Adam sólo cedería se fuera de esta forma. - Puta que

pariu, Melissa! – cerré los ojos.

Ella tenía razón y yo no supo de eso en aquel

momento. Sólo no era fácil disolver la rabia que

estaba sintiendo, sin embargo yo sabía que no era

rabia de ella y no más por no ser comunicado de

aquel cambio de planes, pero yo tenía mucha rabia de

Adam, tanto que se entrara en aquel cuarto yo lo

mataría.

Ella continuó parada mi frente. No lloraba, no me miraba y

no se atrevía a menearse. Yo tenía certeza de que

aquella máscara encubría todo el miedo que ella no se

permitió sentir cuando entró en el cuarto, pero que en

aquel momento imploraba para rebosar.

Dando un paso para el frente alcancé mi esposa sin

mucho esfuerzo. Mis brazos cercaron su cuerpo pequeño,


protegiéndola de la forma como podía. Melissa encostou

el rostro en mi pecho y respiró fondo, después sus manos

me tocaron y ella apretó el abrazo.

Ћ No haga más eso – las

palabras escaparon de mis labios con mucho

esfuerzo. Era un aviso de que yo no soportaría

más pasar por aquello otra vez.

Ћ Yo prometo.

Ћ Óptimo! Usted necesita confiar en mí.

Ћ Yo confío – claro que ella

no confiaba. Siquiera había me contado 504


sobre nuestro hijo.

- Correcto! Manténgame informado. Yo quiero el resultado de este


escâner

para ayer – Tom se aproximó llamando nuestra atención.

Cogí Melissa con fuerza en mis brazos. No estaba pronto

para alejarme aún, no tras ser gracias a la asistís corriendo

peligro. – Tenemos poco tiempo ahora, Robert.

Conseguimos dispensar los operarios de su casa hoy por la

mañana, quedando sólo los que son de nuestro equipo.

Vamos a abrir el pasillo hasta allá y a finales del día

tendremos el pasaje. Un personal ya está allá, vamos a

instalar un micro scanner en la entrada del apartamento,

cuando ella entre tendremos una idea del que lleva en

aquella corriente, apuntarse para un chip tendremos que

arrumar una forma de conseguir retirarlo de ella sin que

sienta la falta.

- No es muy precipitado mandar abrir el pasillo? Tanya puede

volver cuando bien quiera y llegar hasta allá no

debe ser algo muy fácil de hacer – en mi cabeza

cada paso debería ser recalculado. No daba más

para errar.
Ћ Va a ser rápido y fácil. Trabajamos

en este túnel durante el viaje de vosotros, necesitamos

sólo derrumbar la pared atrás del guardia-ropa de uno de

los dormitorios y después disfrazar. Ya tenemos casi todo

listo, faltan sólo algunos detalles. Hasta el final del día

tendremos pasaje para su apartamento. Tanya sólo no

puede volver más cedo.

Ћ Yo puedo cuidar de eso – estar con Melissa en


mis brazos

planeando pasar un buen tiempo con Tanya no era

algo agradable, aún así me obligué a hacer. Era

necesario.

- Vamos a pasar para la otra parte del plan. Esta vez, la última – él
dijo con una sonrisa que me dejó bastante confiante.

- Perfecto, Tom.

Allí yo supo que cualquier diferencia entre nodos dos, debido al


hecho

de él haber colaborado con Melissa y me hecho de

idiota, había pasado. Tom era un buen amigo, e

incluso él haber quedado del lado de ella y no

permanecido de mi, me probaba eso.

Ћ Vamos en los encontrar en el QG en

algunos minutos para definir lo que haremos – él

continuó. – Usted viene? – miré para Melissa que

continuaba quietinha en mis brazos, acompañando todo

en silencio.

Ћ No, pero voy a quedar con el celular

conectado. Yo y Melissa necesitamos de un tiempo para

nodos dos. Diga la Dean para conectarme cuando pueda.

Ћ Todo bien! – él sonrió

avergonzado y salió rápidamente

despidiéndose con un aceno.


Ћ Vamos? – hablé con mi

esposa que levantó el rostro encontrando mis

ojos.

505

Ћ Para donde? – sonrió más relajada.

Ћ Tengo que cumplir con el

combinado. Usted venció a apuesta y yo voy a

pagar con todo lo que tiene derecho.

***

Continué de pie, prójimo la ventana del cuarto, de mi cuarto para ser

más exacto, lo aunque un día fue mío y de ella, antes de

Melissa aceptar la condiciones de Tanya y sumir en el mundo.

No sabía al correcto lo que Melissa quería, pero no tenía miedo

del que me aguardaba, a fin de cuentas, lo que de ruim ella

podría hacer conmigo cuando la propuesta era algo conectado

a sexo? A
respuesta era: nada. Por eso yo continuaba allí,

paciente, aguardando ella salga del baño que insistió

en tomar sola.

Oí la puerta del cuarto de baño siendo destrancada y rápidamente


míos

ojos se fijaron en aquel punto del cuarto. Yo continuaba

vestido de la misma forma, simplemente porque Melissa

quería que fuera así. Primero sentí el olor fuerte de

sabonete, mi sabonete, y shampoo, que también era mío,

o sea, mi esposa estaba con mi olor. Yo prefería lo de ella,

pero mi no era nada apenas, entonces...

Aguardé hasta que ella apareciera. Parecía saber que yo

la aguardaba ansioso demás, contando los segundos. Yo

estaba loco por ella. Fodidamente loco. No daba para

dejar de pensar, y enorgullecerme por eso, que aquella

mujer linda, inteligente, osada, fuerte, sexy para cojones,

gostosa, corajosa, que había conseguido salvar mi

existencia, era mía. Sólo mía. Enteramente mía.

Porra, yo necesitaba estar dentro de ella y dejar estas

palabras me invadan! Sería magnânimo. El real

fundiéndose al imaginario. Perfecto! Pero ella no


aparecía y los segundos pasaban haciendo mío pulso

acelerar. Tengo certeza que mi expresión era de más

feroz posible y agradecí por ser ella a estar en el

mando en aquel momento. No sería nada fácil actuar

controladamente.

Cuando Melissa pasó por aquella puerta pensé un poco de todo.

Pensé en cómo quería tocar su piel fresca, recién-hidratada, en

el tesão absurdo que ella me daba sólo saliendo del baño

usado una camisa mía, con aquellos cabellos mojados

descendiendo por su espalda. Pensé en mi gana de acostarla

en aquella cama y perderme entre sus piernas. En el


cuánto era delicioso hacer eso. También pensé en su

cuerpo y en el hijo que ella generaba, nuestro hijo y

deseé que nada de ruim pudiera alcanzarlo. Ella me

miró y sonrió. Era una sonrisa simple, relajado y feliz.

Yo también estaba feliz. Estábamos juntos,

formaríamos una familia. Yo tenía lo 506

divorcio, había casado con la mujer de mi vida, sin

embargo aquella casa no podría más ser nuestro

escenario. Y quería uno recomenzo con todo lo que yo

tenía derecho y no ahorraría esfuerzos para conseguir eso.

Daría un tiempo la Melissa para que ella me contara sobre

el embarazo, sería hasta el internamento de Tanya, ni

más un día.

Ћ Tardé? – pasó las manos en los

cabellos mojados. La claridad que entraba por la

ventana dejó sus senos fartos en evidencia.

Ћ Bastante – afirmé sin

desviar mis ojos de su cuerpo manhoso que

venía en mi dirección.
Ћ Disculpe! Yo necesitaba aún de

mucha agua – cerré los ojos y sin querer dejé mis

manos aprieten la soleira de la ventana. Aquellas

imágenes aún podían alcanzarme. Imaginé como

debería ser para ella. Nada fácil.

Ћ Yo entiendo.

Melissa se aproximó el máximo que pode. No conseguí

abrazarla. Mis manos aún agarraban la ventana

intentando expurgar la rabia que yo sentía. Ella me

cercó con sus brazos y pegó nuestros cuerpos, pero

sólo encostou el rostro en mi pecho y descasou. Yo

necesitaba cambiar rápidamente aquel clima.

En verdad, nodos necesitábamos de nuevas emociones, nuevos


acontecimientos para que la mente cuidara de jugar cada

vez más Adam Simpson para su fondo hasta que él sumiera

de vez. Pensando así intenté olvidar el peso de mis brazos y

a envolví retribuindo el abrazo.

Ћ Y entonces, lo que va a

querer? – beijei el tope de su cabeza. – Tendremos

otra tarde de besos robados y película? – ella rió y

se alejó un poco a fin de encontrar mis ojos.

Ћ Nada de eso, Sr. Carter. Tengo planes para el


señor.

Ћ Muy ambiciosa, Melissa – tuve el

cuidado de no llamarla de Sra. Carter. Melissa no

quería y yo tampoco hallaba muy atractivo tratarla

por un nombre que Tanya había usado y abusado.

Ћ Usted ni imagina lo cuánto.

Con una sonrisa malicioso ella me estiró de leve por la mano. Di

sólo un pequeño paso y entonces fui interrumpido. Melissa

pasó para la ventana, sentando en su base. Vendré para

encararla y ella jugueteó haciendo un gesto con el dedo para

que yo volviera a quedar de culo. Así que retorné sentí sus

manos en mis hombros estirándome para quedar entre sus


piernas. Ríe. Rápidamente ella acarició con posesión mi

peitoral, alisando el abdômen. Sus labios encontraron mi

cuello. Respiré profundamente sintiendo el placer que era

tener su boca y manos en mí.

Sin decir nada ella deshizo mi gravata,

largando-a en el suelo sin 507

ningún cuidado y comenzó a deshacer los botones de mi camisa

mientras, a la vez, la estiraba para fuera de la calza. Había una

correcta ferocidade en sus actos, sin embargo ella no estaba

bruta, ni urgente, era cómo se supiera exactamente lo que hacía.

Vendré un poco el rostro y sentí sus labios


en mis. El beso fue maravilloso pues además de su carne

blanda, el sabor delicioso de su hálito, yo sentí la textura

espectacular de sus manos en mi piel, explorándome cómo

si yo fuera su propiedad. Y yo era. Gemí involuntariamente

cuando ella deshizo el beso. Sus labios calientes y deliciosos

siguieron en dirección mi oreja. Yo sentía realmente muy

tesão con besos y mordidas en este local. Era algo que me

erizaba y hacía mi sexo latejar. Sus dientes se cerraron sin

mucha fuerza para inmediatamente después la lengua

acariciar el local. Porra, yo quedé loco!

Corrí mis manos por sus muslos, llevándolas para tras

hasta que pudiera palpar su bunda. En verdad yo

apreté aún. Estaba loco para me enfiar en Melissa y

no salir de allá tan cedo. Ella rió y paró todo para

quitar mis manos de donde estaban.

Ћ Tranquila, garotão. Ahora yo quiero sus manos


de otra forma.

Ћ De cuál forma? – gruñí doido para ella darme la


señal verde.

Ћ En usted – paré.

Ћ En mí?
Ћ Sí. En usted. Algún problema? –

pensé diez veces en el que debería hablar. Lo que

ella quería decir con mis manos en mí?

Ћ No – ríe sin gracia. – Como exactamente en mí,


Melissa? – vendré

un poco para conseguir mirarla. Ella estaba tranquila, los ojos

brillantes, sus dientes prendieron el labio inferior y yo

entonces me di cuenta del que se trataba. Ríe sintiéndome

aún más sin gracia. – Ah no!

Ћ Por qué no? – su voz dulce

era una súplica. Ella quería aún aquello?

Ћ Porque existen tantas formas de quedar juntos


ahora por qué
perderíamos esta oportunidad de este jeito?

Ћ Por qué yo quiero – dio de

hombros encarándome. – Yo hice cuando usted

quiso.

Ћ ES diferente.

Yo estaba aún constrangido. Una cosa era estar en el calor de la

transa y sentir gana de manipularse un poco, o hasta el

suficiente para gozar en su piel tras sentir toda la textura de

su interior. Pero simplemente comenzar a me masturbar en

el frente de ella sin tener ningún motivo además de su gana

era aún extraño y embarazoso.

Ћ Pensé que tan pronto usted

no conseguiría ver alguna cosa de este tipo.

508

Todo bien. Yo fui cobarde el suficiente para hacer con

que Melissa acordara del que Adam había hecho.

Quién sabe así ella desistía de aquella idea maluca.

Yo no quería me masturbar como un adolescente,

quería sólo enterrarme en ella hasta que el placer nos

alcanzara. Por qué Melissa no podía simplemente


pedirme para hacerla olvidar el mundo? Sería muy

más fácil.

Ћ Bueno... – ella entortou un poco la cabeza y


desvió los ojos

pensativa. – Tal vez este sea más un motivo para yo querer

tanto. Tras el que vi ayer y del que tuve la oportunidad de ver

hoy, yo realmente preciso de una dosis cavalar de Robert

Carter. Comenzar así sería glorioso.

Ћ No. No sería – ríe desanimado volviendo a quedar


de culo para ella.

Ћ Usted no le gusta? –

sus labios beijaram mi cuello con

delicadeza.
- Me Gusta – asumí sin colocar mucha entonação en la voz. – Pero no
es

algo que yo crea que sea bueno compartir – sentí la

punta de su nariz captando mi olor, lo que me dio uno

erizo severo. Mordí los labios para contenerme.

Ћ Yo me gustaría ver – ella

sussurrou dejando su hálito caliente

calentar mi piel.

Ћ Usted ya vio – totalmente

envuelto pasé mis manos otra vez en sus

muslos. Estaban erizadas.

Ћ No de esta forma. No siendo iniciado para mí.

Ћ ES siempre por usted, Miel.

Aquí, en el cuarto de baño, en mi sala, solo o a su

lado. Todo mi placer es siempre por usted.

Ћ Entonces haga – ella roçou

los labios en mi piel descendiendo hasta los

hombros. Melissa era aún un demonio en forma

de mujer. Ella arrancaba lo que quería de mí.

Ћ Miel! – gemí ya sintiéndome derrotado.


Ћ Haga – prácticamente imploró de aquel

jeitinho que sólo Melissa sabía hacer. Era manhoso y osado a

la vez y me dejaba completamente duro. Sin opción e

impaciente, abrí el cinturón de mi calza.

Ћ Sólo quería saber su real motivo para querer


verme batiendo

punheta.

Pero mi palo latejava de deseo. Bastó yo abra mía calza para

que aquellas manos safadas y delicadas comenzaran

a torturarme corriendo por mi abdômen y peitoral.

Sus labios también me castigaban, roçando mi cuello,

lamiendo mi hombro y mordiendo mi carne. Gemí

deliberadamente.
Ћ Primero – ella beijou mi cuello

probándome cómo quién prueba chocolate y se

esbalda en él. – Yo quiero asistir a su placer sin

que 509

otras cosas puedan distraerme – sonríe anchamente. Yo

entendía lo que ella decía. Adoraba asistir su orgasmo, era

siempre un espectáculo digno de aplausos. – Según – ella

descendió la mano pasando los dedos por dentro de mi cueca,

pero sin alcanzarme realmente. Estiré el aire entre los dientes

y me contorci de gana de ser tocado. – Quiero saber

exactamente como usted hace. Aprender cómo usted le

gusta – sus labios estaban en mi oreja y...

Puta que pariu! Ella había aprendido a hacer aquello dejándome sin salida.

Ћ Todo bien, Melissa! – gruñí cogiendo mi palo y


estirándolo para

fuera. Yo ya estaba pronto.

La idea de ella tocando mi cuerpo ya me dejaba

excitado. Añadido la idea de que sus ojos estarían en

mí todo el tiempo sin que yo pudiera verlos era algo

que realmente me haría gozar. Era lo que ella quería y

de repente pasó a ser mi mayor deseo. Alisei mi sexo


con cuidado, probando mi nivel de tesão. Subí la mano

cerrada en él y cuando descendí sentí el primero

espasmo.

Ћ Quede bien atenta, no va a

tardar mucho para acabar el trabajo por aquí –

sentí sus dedos hagan más presión en mis

músculos y entonces inicié el proceso.

Sin mucha prisa alisei mi palo subiendo y descendiendo la mano, sin

mucha fuerza, sólo la presión necesaria para imaginar que era

ella allí, prendiéndome y espremendo con su carne caliente y

mojada. Bueno, cerrar los ojos era una excelente opción,

evitaba que otra cosa me


distrajera. En aquel momento yo quería sólo sentir sus

labios, sus manos e imaginar ser su propio sexo

permitiendo que yo lo invadiera.

Gemir fue involuntário. Yo conocía mi cuerpo, sabía como

hacer, como yo me gustaba, el ritmo más pertinente,

entonces fue sólo dejarme llevar. Masturbação no era algo

lejos de mi realidad. Seamos francos, cual hombre no se

masturba de tarde en tarde? Aún cuando existe una vida

sexual. Muchas veces se hace parte de la brincadeira, como

aconteció conmigo y Melissa en diversos momentos, sin

embargo el acto en sí, iniciado y terminado con el único

propósito de satisfacerla, me dejaba excitado y vulnerable.

Mi cuerpo estaba reaccionando de una forma diferente.

Sensible demás. Espasmos corrían mi piel dejándome

extasiado. Melissa colaboraba. Sus manos calientes me

acariciaban con deseo, sus labios dulces alisavam-me y yo

podía sentir sus ojos fijo en mi sexo. Aumenté el ritmo

dejando mi mano deslizar con facilidad. Lo

lleve ardor, aquel formigamento que hacía mi palo

latejar, el recolhimento de mi saco, todo indicaba

que estábamos en el camino correcto. Yo


inmediatamente gozaría y entonces sería mi vez de

hacerla mostrarse para mí. Ah, yo haría! Entonces

sentí sus dedos toquen mis manos. Paré

inmediatamente. 510

Ћ Si usted colocar su mano en mi

palo yo voy a gozar, Melissa – grunhi ya previendo

el estrago que ella planeaba hacer.

Ћ Tranquila – sussurrou llevando la mano hasta

que ella estuviera toda sobre la mía. Sentí algunos músculos

queden rígidos, tensos, locos para encontrar el alivio. Melissa

beijou mi cuello y me impulsó a continuar. – Déjeme aprenda –

continuaba sussurrando su súplica. – Muéstreme


como.

- Ah, Miel!

Gemí sintiendo que mi mente perdía el foco. Quedaba

desconexa. Era extraño, inusual y allá en el fondo, en algún

lugar de mi conciencia yo no estaba muy satisfecho por

perder el control y dejarla conducirme. Pero Melissa me

manipulaba, hacía mi mano continuar el movimiento,

subiendo y descendiendo, recuperar su ritmo y demostrar

como debería ser.

Ћ Déjeme intente – ella

permaneció con la voz baja. Lentamente retiré la

mano y como se necesitara de algo para mantenerme

aún en este mundo, volví a agarrar el mármore de la

ventana.

Sus dedos se cerraron en mi carne y yo gemí alto

encogiéndome en su mano. Ella probó el

movimiento, a principio lento, aprendiendo.

Cerré los ojos y me dejé llevar.

Ћ Sin apretar – alerté. Quería que ella supiera la


forma exacta.
Aquella combinación: Melissa, sus manos, mi pênis y

masturbação, era realmente saborosa demás. – Aquí. Haga de

esta forma – noté que mi voz estaba muy baja, casi un

murmúrio, y había en ella uno “que” de devoção que me dejó

desconcertado. Puta que pariu! Yo realmente quería que ella

me hiciera gozar de aquel jeito. – Así, mi bien! – esta vez la voz

casi no salió. Yo ya estaba tan allá que no conseguía

controlarme.

Ћ Así? – su voz llena de orgullo y luxuria

invadió mi cerebro llamándome para la realidad. Yo

necesitaba ser fuerte el suficiente.

Ћ Sí – respiré fondo exigiendo de mí un poco más


de fuerza.

Ћ Usted le gusta? – oh, droga!

Si ella continuara sería imposible controlarme.


Ћ Me Gusta. Me Gusta mucho.

Ћ Ento

nces goce. Goce para mí,

Robert. Puta. Que. Pariu!

Aquella orden inusual, en el instante perfecto fue el suficiente para que

los hilos desencapados de mi cuerpo entraran en

choque. Yo sentí a llama consumiéndome. Mío gozo ya

umedecia su mano, pero ella no paró. Sentí su brazo

cogerme con fuerza por el pecho mientras ella

continuaba a me masturbar. Cuando mi canal comenzó

la jorrar el líquido espeso ella paró. Con mucho

conocimiento de causa, Melissa apretó mi palo con

fuerza en el 511

momento en que yo gozaba y yo gemí con más

intensidad sintiendo la delicia que era ser apretado en

el segundo exacto y con la fuerza necesaria.

Convulsionei diversas veces gimiendo sin ningún

pudor mientras sentía mío gozo desvaneciendo. Fue

delicioso!

Respirando con dificultad yo sentía mi conciencia

cobrarme alguna actitud. No podía ser de aquella


forma. Yo no podía simplemente deshacerme en sus

manos y con eso permita que ella asumiera el control

de nuestra vida sexual. Óptimo! Soy machista, egoísta,

infantil y fodidamente enamorado por aquella mujer

que me dejaba sin palabras cuando resolvía volcar el

juego.

Retiré el zapato usando sólo los pies, dejé que las calzas cayeran

y las arranqué de mí. Vendré de manera feroz,

agarrando mi esposa que soltó un gritinho fino y

delicioso de espanto. Beijei sus labios constatando

que ella también estaba sedienta de gana y a acosté

sobre la cama.
Ћ Su vez – gruñí sin dejarla negarme

aquel espectáculo. Arrodillé manteniéndola entre mis piernas

y prácticamente rasgué la camisa que ella usaba. No

lamenté el hecho de ser una ropa cara, de calidad y muy

menos de haber sido un presente de Nicole. Sólo a quería

lejos de mi blanco, que en aquel momento eran los senos de

Melissa. No aguardé por ninguna orden. Llega de órdenes!

Yo conducía aquella relación. Entonces abocanhei un seno y

el chupei con gana. Melissa gritó se contorcendo en mi boca.

Puta merda! Yo amaba los gemidos de aquella mujer. Amaba

la forma como ella reaccionaba mis embestidas.

Cogí el otro seno con la mano y jugueteé con el pico. Su piel

estaba toda erizada y Melissa estaba ofegante. Era sólo

una cuestión de actuar de la forma correcta y ella me

regalaría con un orgasmo de quitarme el aliento.

Satisfecho con mi actuación, salí de cima y me acosté a su

lado. Su mano llena de mi gozo apretó el lençol con fuerza.

Melissa no usaba braga, lo que me dejó aún más alucinado.

Yo a quería y de tantas formas que estaba complicado

decidirme. Pero yo tenía que pagar en la misma moneda.

Quería verla se masturbar pues esta era una de los recuerdos


más dulces que yo guardaba de aquella linda mujer. Ella

mostrándome su placer y corando de una forma deliciosa.

Ћ Vamos, muéstreme – continué acariciando sus


senos y comencé a

beijar sus labios. Ella estaba acostada de culo, las

piernas levemente abiertas y el sexo expuesto. Yo

quería sentir su sabor, pero me contuve. –

Muéstreme, Miel!

No sé se fue la urgencia en mi voz o su necesidad de

encontrar alivio, pero Melissa cerró los ojos y llevó las

manos para lo
512

centro entre sus piernas y comenzó a se masturbar.

No conseguí desviar los ojos. Era lindo demás,

delicioso demás para no ser admirado. Ella gimió

cuando tocó aquel punto, lo aunque yo insistía en

manipular para dar una forcinha, a pesar de muchas

veces no ser necesario.

- Robert! – gimió en voz baja mi nombre.

Mordí el pico de su pecho sin desviar mi atención de su

mano. Alisei su cuerpo tocándola en todos los lugares,

tardándome en sus muslos, muy cerca de su sexo. Ella

levantó un poco los quadris y rebolou. Aquello sí era

algo digno de platea, aunque yo nunca permitiría. Sin

conseguir contenerme descendí mis labios en dirección

su barriga, ella se encogió en expectativa.

Coloqué mi mano sobre la suya, de la misma forma como

ella hizo conmigo, pero no me contuve. Yo poseía sólo un

juguete, que sólo jugueteaba de un jeito, pero Melissa, ah

ella tenía un parquinho de plaza completo! Daba para

hacer incontables combinaciones, explorar de maneras


incontáveis. Por eso dejé que ella continuara su

brincadeira y simplemente enfiei dos dedos en su sexo.

Estaba caliente, húmedo y prontinho para mí. Droga! Yo quería me

enterrar en ella y verla gozar. Melissa gimió alto, jugando la

cabeza para tras y rebolando en mis dedos. Deliciosa! Inicié el

movimiento de la penetración y ella intensificó en su clitóris.

Yo sabía que mi esposa gozaría a cualquier momento. Su

carne pulsaba avisando que era cuestión de segundos, y

como yo nunca podría salir perdiendo de aquel juego, cambié

de
posición rápidamente y comencé a distribuir besos en su sexo.

Fue una maniobra complicada, a fin de cuentas mis dedos

trabajaban en la misma región, sin contar que la propia Melissa estaba por

allá, se masturbando deliciosamente, y y encima habían los suyos

rebolados imposibles de ser contenidos, entonces hice lo que pude,


sabiendo

que aquello la enlouqueceria.

Ћ Oh, mi Dios! Robert – ella

ofegou gimiendo manhosamente de manera

prolongada.

Yo iba a decir. Iba a dar el mando y reassumir lo que

era mío por derecho, sin embargo Melissa fue

incapaz de controlarse y gozó en mis dedos y labios.

Quedé quietinho, acariciándola en un ritmo lento

mientras ella se apretaba en mis dedos y sussurrava

su placer. Era maravilloso! Delicioso!

Ella abrió los ojos, levantó la cabeza para encararme

y después se dejó caer en el colchón derrotada. Su

risadinha linda llenó el ambiente. Levanté y planei

sobre su cuerpo lindo y expuesto. La barriguinha 513


ya comenzaba a formarse. Tuve ganas de beijar

aquel pequeño monte donde mi hijo descansaba,

pero me contuve.

Ћ Uno a uno, Sr. Carter.

Ћ Tenemos un día entero,

Melissa – y ella me miró haciendo mi cuerpo

volver a calentarse.

514

CAPÍTUL

O 47

Ћ Estamos yendo, Dean - Robert estaba tenso


demás. Bastó algunos
segundos para todo el clima cambiar.

Habíamos pasado el día en la cama. No propiamente, pero haciendo

amor. En aquel momento era donde estábamos, tras un baño

delicioso lleno de brincadeiras indecorosas y risinhos safados.

Habíamos acabado de alcanzar el orgasmo tras una entrega

sin reservas, repleta de amor, gratitud, felicidad todo lo más

que podría acompañarnos tras finalmente conseguir una

oportunidad de poner un fin en aquel juego. Pero el teléfono

comenzó a tocar antes aunque Robert saliera de

dentro de mí. La sensación de vacío fue inevitable.

Estiré el lençol cubriendo mi cuerpo mientras él

levantaba desnudo para buscar el celular en el bolsillo

de su paletó. Era Dean. Y Robert ya volvió con toda la

atmósfera cambiada. Hacer lo que?

Ћ Tenemos que ir – acarició mi

rostro con carinho. – Dean descubrió una cosa

terrible! – estremecí. Era una droga haber que

volver para aquella realidad.

Ћ El quê? No me diga que la información del Adam


era falsa? – él
negó con la cabeza y apoyó el codo en la rodilla.

Robert pasó la mano en los cabellos y apretó los

labios.

- Él consiguió una imagen del Yacht Club. Identificaron resquícios

en la ropa que Tanya estaba usando en la noche en que

Frank sumió, creo que ya estaban trabajando con la

hipótesis de asesinato y buscaban por sangre, no sé al

correcto, pero lo que encontraron lo llevaron hasta el

Yacht Club y descubrieron que ella estuvo allá con Frank

en la noche en que él sumió. Pelo que entendí ellos

salieron juntos en nuestro iate y sólo Tanya retornó más

de dos horas después.


Ћ Mi Dios! – sentí mi cuerpo estremecer.

El frío que se hizo en el cuarto asoló mi cuerpo de tal

forma que me encogí bajo el lençol.

Ћ No sé lo que decir. No

consigo creer que dejamos eso acontecer.

Ћ Nodos no tuvimos culpa, Robert!

Ћ Él traicionó Tanya, era nuestra obligación


protegerlo.

Ћ No piense así! – levanté

rápidamente agarrándome a mi marido. No quería

que Robert se hundiera en culpa. No era justo. –

Frank sabía con quien estaba lidando, comprendía

los riesgos y nadie 515

tuvo culpa del que Tanya hizo. Eso es sólo más un

motivo para entrar allá y finalicemos el juego de un

golpe por todas.

Ћ Yo sé – él me envolvió con sus brazos y beijou mi


hombro. –

Va a ser mejor para todo el mundo.

- Va sí.
Nos vestimos el más rápido posible. En verdad yo tenía

sólo un conjunto de lencería osado y un gabán, pero

Robert insistió en intercambiar de ropa y eso tardó un

tiempo considerable. Yo estaba ansiosa para volver y

saber como andaba el plan.

Nicole conectó avisando que Bruno consiguió coger Tanya en

una reunión inventada de última hora y así conseguiríamos

más tiempo para finalizar el pasillo. Dean conectó otra vez

para hablar que Paul insistía en estar presente en la hora en

que fueran buscar Tanya para ingresar. Tom también entró en

contacto, diciendo que estábamos en el camino correcto, el

escâner localizó el chip dentro del pingente de corazón que

ella llevaba en el
cuello. Necesitábamos sólo de algunos detalles. Rocei

una mano en la otra intentando contener mi gana de

acabar con aquel infierno inmediatamente de un

golpe.

- Nodos vamos a conseguir! – Robert cogió mi mano con fuerza

mientras me conducía hasta mi coche. – Quede tranquila,

Miel. En dos días usted será oficialmente mi esposa! –

sonríe hallando gracia de su preocupación cuando aquel

detalle ya no me importaba más.

Ћ Mis pensamientos están en

un futuro muy más próximo. En hoy a la noche,

cuando finalmente colocaremos las manos en

aquellas pruebas y llevaremos Tanya a la lona.

Ћ Finalmente! – él me estiró para un beso

enamorado, pegando el cuerpo a mi y me imprensando en

el coche. – Amo usted! – dijo ofegante, con a prueba

encostada la mía. – Falta bien poco ahora, mi bien. No


veo la hora de dormir y despertar a su lado todos los días!

- Yo también – sentí la verdad de aquellas palabras correr en mío

sangre alcanzando todos mis puntos. Y de repente yo

me sentía ansiosa demás para que aquella fuera

nuestra realidad.

Ћ Dirija con cuidado – él abrió

la puerta dándome pasaje. Sonríe y entré en el

coche.

Dirigimos manteniendo una distancia segura. No daba para


juguetear

sabiendo que Tanya vigilaba Robert de cerca. Aquel

día en cuestión, Dean consiguió bloquear la señal del

coche y del celular, lo que con certeza a colocó en

alerta, entonces era bueno no abusar.

Entré en mi apartamento y fui directo para el

cuarto. Tomé más un baño y coloqué una ropa

confortable, jeans, tenis y camisa polo de 516

algodón. Yo no sabía lo tendríamos que hacer,

entonces era mejor estar preparada. Pasé en la

cocina y comí el fricassê que estaba en la nevera,

junto con una ensalada italiana. Una delicia!


Robert me encontró en el momento en que yo quitaba el prato de
dentro

del micro-ondas. Aquello estaba volcando una rutina, lo

que me dejó bien feliz! Le entregué el prato calentado. Él

arqueou una ceja y sonrió cogiéndolo y sentándose en uno

de los bancos altos de la cocina. Hice otro prato para mí y

coloqué para calentar.

Ћ Encontró con la Carol? – estiré conversación


mientras él comía.

Ћ Sí. Ella está de pésimo humor – mordí los labios


me refreando

para hacer cualquier comentario. Yo no podía salir

contando los secretos de mis amigos y aquel es un

secreto bien complicado.


Ћ Imagino – quité mi prato del

horno, coloqué al lado de mi marido y serví dos

vasos de jugo de naranja.

Ћ Por qué imagina?

Ћ Porque no debe ser fácil para

ella conviva conmigo – fue el mejor que pude

hacer. Robert sabía lo cuánto sería ruim para

cualquier mujer convivir con una historia como la

nuestra.

Ћ No creo que sea eso – él

continuó comiendo sin dar mucha

importancia al asunto.

Ћ Por qué no?

Ћ Porque yo dijo a ella que era

tontería importarse tanto con usted cuando ya

estaba bien definida nuestra relación y ella dijo que

usted era de todos la más pequeña pesadilla de ella.

Ћ Nuestra! Alguna noticia? – desconversei. Era


mejor así.

Ћ Bueno... – él masticó y tragó muy rápido. –


Vamos a entregar
Tanya a policía así que coloquemos las manos en las

pruebas. De hecho, entregaremos Adam como una

denuncia anónima, sólo para los crímenes sexuales, si es

que podemos llamar así, pero con eso vamos a atraer la

policía para la casa de él donde implantaremos todas las

pruebas contra Tanya, así yo quedo limpio. Los crímenes

administrativos ya están en las manos del amigo del Dean y

nodos ya dimos entrada en el proceso, los abogados de la

empresa, los de nuestra confianza, están cuidando de eso.

Tenemos poco tiempo hasta Tanya descubra lo que

estamos haciendo.

Ћ Vamos a entrar hoy

mismo? – él me miró con desconfianza. Comí sin

darle importancia.

Ћ Yo hallo mejor usted descasar un poco y dejar esta


parte para los
demasiado. Yo voy a hacer sólo el combinado y aguardar por el
equipo.

Concordé sin nada decir, pero yo sabía que deseaba estar presente,

no daba para quedar en casa mientras todo estaba llegando al fin. Robert

517

no quería que yo fuera, pero él dejó de decidir por mí hace muy tiempo.

Terminamos de comer sin conversar nada de tanta importancia. Yo

debería estar exausta, implorando por la cama, pero la adrenalina corría en

mis venas me impelindo a continuar de pie. Yo quería saber de todo,

acompañar cada detalle y participar de todos los planes. Quería estar allá en el

momento en que pudiéramos finalmente respirar aliviados y gritar para lo

mundo nuestro amor. De repente me vi tan desejosa de ser su esposa sin

que necesitáramos esconder este hecho de nadie. Quería poder abrace lo

mi marido y contar que dentro de mí crecía nuestro hijo, que

podríamos finalmente ser una familia.

- Miel?

Miré para Robert y me sorprendí al verlo de pie, encarándome con

una expresión curiosa. Miré para mi prato vacío y

volví a mirarlo. Él rió de manera divertida, yo sonríe

sintiéndome constrangida y, claro, corei

considerablemente.
Ћ Perdida en pensamientos?

Ћ En sueños – él sonrió y fue la

sonrisa más bonita que ya vi en toda mi vida. Era

tierno, cariñoso demás, perfecto!

Ћ Que bueno – me abrazó

por la cintura y me dio un beso casto en los

labios.

Ћ No veo la hora de dormir y despertar a su lado.


De poder
caminar de manos dadas – envolví su cuello con mis brazos

y sentí yo huelo delicioso. Sentí sus brazos se cierren más

en mi cintura llevando calor a mi cuerpo. – Vamos a ser

marido y mujer con todo lo que tenemos derecho – él rió y

buscou por mis ojos.

- Y vamos a tener hijos – intenté no dejarme sacudir por sus

palabras, sin embargo fallé considerablemente. Sus

ojos decían mucho, pero yo me agarré en la

posibilidad de ser sólo mi miedo. – No vamos? – él

continuó mirándome cómo se buscasse por una

respuesta. Merda!

Ћ Claro – me alejé un poco,

visiblemente avergonzada. Era terrible esconder

la existencia de nuestro hijo. – Pero podemos

comenzar pensando en un hijo y no en el plural –

él mordió el labio inferior observándome.

Ћ No es muy bueno ser hijo

único – entortou la boca pensativo. – Tres es un

óptimo número!
Ћ Yo no tengo problema en ser hija

única – crucé los brazos llevando todo en la

brincadeira. – Y no voy engravidar tres veces!

Ћ Por qué no?

Ћ Porque... - Dean entró en la cocina con cara de


pocos amigos.

518

- Conseguimos finalizar el trabajo con el pasillo,

necesitamos de más algunos minutos para dejar todo

correcto. ES importante que usted sepa todos los

detalles sobre cómo proceder porque no podemos

correr el riesgo de alguna cosa dar errado – él

hablaba con Robert, pero no miraba para ninguno de

nodos dos.
Ћ Todo bien – Robert dijo sin

perder la paciencia. – Yo creo que puedo

colaborar con vosotros. Sé como conseguir el

collar.

Ћ Nodos vamos a entrar en el

apartamento hoy para escanear todas las esquinas.

Necesitamos tener certeza de que no existe más ninguna

copia guardada por la casa, ya que no existe ninguna

posibilidad de ella guardar en otro local – Robert balanceó

la cabeza concordando y Dean comenzó a salir de la

cocina, pero volvió rápidamente. - Ah, olvidé de decir! Su

padre empeoró considerablemente hoy!

Ћ Hoy? – sentí lo cuánto aquella información


cambió todo en mío

marido. Su maxilar quedó rígido y parecía que él tragaba con dificultad.

– Como nadie me dijo nada?

Ћ Olívia fue llamada, ella aún no salió de

allá. Creo que pensó en dejar para hablar después, pero

como ya teníamos la información hallé mejor contarte

inmediatamente – más una vez mi marido sólo concordó con

un aceno de cabeza. – Yo voy... Encuentro con vosotros en


el QG – Dean salió y Robert se encostou en la bancada con

una expresión pensativa.

Ћ Todo bien? – pasé la mano en su brazo. Yo no


sabía lo que hacer

en una situación como aquella. Lo que podría decir a

alguien que el padre estaba muriendo? Nada. Ninguna

palabra sería el suficiente.

Ћ Ya sabíamos que eso

acontecería, no es? Por lo menos será cuando

yo consiga cumplir mi promesa.

Miré atentamente mi marido. Yo sabía que él sufría. Sufría

mucho además del que era capaz de demostrar, pero a la vez

tenía conciencia de que sería mejor para todos se Maximus

partiera sin sufrir. Mantenerlo vivo, luchando contra el cuerpo,

llegaba a ser inhumano. No era


una elección de la familia su muerte y sí una elección de él

mismo. Su cuerpo no soportaba más, su mente ya había en

los abandonado a muy, y cogerlo por más tiempo, a la base

de remedio, era una actitud egoísta y doentia, que sólo

podría partir de Tanya, nunca del hombre de mi vida.

Ћ Vamos! Aún hay mucho para resolver – él

volvió a actuar como acostumbraba, en el estilo que lo

colocaba fuera de cualquier estimativa. Era su perfil CEO que

lo dominaba manteniéndolo distante de aquel sufrimiento

todo. Fuimos para el QG que parecía hervir de tanto

movimiento y trabajo.

Dean estaba con Tom y dos más de nuestros hombres

conversando prójimos a la mesa. Al lado un equipo

evaluaba una pantalla que exhibía dos personas 519

caminando hasta un barco. Tanya y Frank, deduje. Ellos

intercambiaban los ángulos y ampliaban imágenes que

creí ser de otras cámaras, intentando entender lo que

realmente aconteció. Del otro lado un equipo con fones

de oído acompañaba los pasos de Tanya.

Ћ Y Abby? – pregunté aún perdida en medio de


aquella confusión.
Ћ Trabajando – Dean respondió analizando algunos
papeles. – Por

hablar en eso, Robert, Tanya está loca atrás de usted.

No conectamos el localizador de ella aún, entonces

para ella y todo su equipo, usted está desaparecido –

mi marido rió sin mucha gana y cogió los papeles que

Dean extendía su frente. – Son las imágenes del chip.

No restan dudas. Nadie guarda un chip en un pingente

llevándolo consigo todo el tiempo si no tuviera un

motivo muy fuerte para eso. Estamos apostando todas

nuestras fichas en eso.

- Yo también – Robert respondió sin quitar los ojos de las imágenes. –


Con certeza es eso. Tanya es muy desconfiada para

depositar estas pruebas en las manos de otra

persona.

Ћ Y Adam? – intenté ver las

imágenes en las manos de Robert, pero él

caminó para tras analizándolas mejor. Droga!

Ћ Aún en el hotel. Estamos

manteniendo dos hombres con él – Dean informó

caminando hasta la pantalla donde un equipo

intentaba descubrir el destino de Frank. – Ella lo

mató y lo jugó en el mar – dijo sin ningún

sentimiento.

Ћ No sería muy obvio? –

cuestioné yendo hasta él. – Sería muy fácil hallar el

cuerpo. Más día, menos día, él aparecería.

Ћ No si ella haga con que él

hunda – el agente Martin, lo aunque fingió ser mi

marido para ayudarme cuando necesité ir al

hospital, entró en la conversación.

Ћ Como así? – vendré en su dirección. Lo que él


decía hacía todo
sentido. – Usted cree que ella puede tener amarrado

alguna cosa al cuerpo para que él hundiera?

- Ella salió con él y no atracou en ningún otro puerto, entonces sólo

existen tres posibilidades: él pulou y fue nadando para algún

lugar. Ella lo mató y su cuerpo aún está en el barco, o ella lo

mató y trató de hacer con que el cuerpo continuara en el

fondo para librarla de la acusación.

Ћ Necesitamos checar el iate! –

Dean quedó agitado. – Robert, necesito de una

autorización para mandar un equipo al barco.

Ћ Usted a tiene – mi marido dejó de mirar las


imágenes en sus manos

y caminó hasta nuestro pequeño grupo. – Lo que es eso

aquí? – miramos todos de vez para el punto en que Robert

indicaba. Dean frunció el ceño


observando bien la imagen.

520

Ћ No sé, pero debe ser una

fotografía. No es una pieza con esta finalidad? –

Robert dio de hombros y continuó evaluando.

Ћ Era de la madre de ella. Debe ser eso aún –


devolvió los papeles para

Dean. – Voy a hacerla creer que yo quiero amenizar

nuestra situación – él me miró de soslaio. – Eso siempre

salió bien de las otras veces.

Puta merda! Robert intentaría seducir Tanya como

hacía antes. Merda! Merda! Merda! Cerré los ojos y

mordí los labios. No era hora para un ataque, muy

menos para actuar sin confianza. Ya tuve muchas dosis

del que mi falta de confianza en mi marido era capaz

de hacer con nodos dos. No. Yo continuaría fuerte y

aceptaría lo que él planeaba, porque sabía que era el

mejor para todos.

Ћ Vamos a necesitar entrar – Dean comunicó.

Ћ Quedad atentos. Yo aviso cuando sea posible –


nuevamente Robert
me miró sin mucho coraje. Agradecí por el tiempo que

tuve para recompor mis feições. Me mantuve fuerte y

concentrada. Él pareció relajar. – Tengo que salir ahora –

habló directamente para mí. – Quiero ir el hospital antes

de volver para casa – su voz bajó un poco, demostrando

lo cuánto aquella parte el machucava.

Ћ Ok! – yo iba a dejarlo

salir, pero Robert cogió mi mano y me estiró

para fuera.

Ћ Manténganme avisado.

Él me estiró por el pasillo hasta alcanzar la escalera que daba acceso

a los cuartos. Robert andaba obstinadamente llevándome por la mano. Abrió a


puerta y me hizo entrar. Así que a cerró sus labios

estaban en mis. No era un beso de deseo, pero sí

de desesperación. Yo entendí lo que él decía y

sufría internamente por eso.

En aquella noche Robert haría su parte, así como yo hice la mía.

Él iría hasta el fin, haría el posible, pero conseguiría aquel

collar de Tanya y eso incluía llevarla para la cama, si fuera

necesario. Cogí las lágrimas y forcé el nodo en mi

garganta a no ultrapasar la barrera que yo extendí para

que pudiera soportar. Aquel beso me decía que él me

amaba y que nada del que hiciera podría ser llevado en

cuenta. Pedía el perdón que necesitaría tener tras el que

aconteciera y principalmente, me imploraba para no ver

nada.

Ћ Yo amo usted! – él dijo

ofegante cuando interrumpió el beso. – Arriba

todo, Melissa, yo amo usted! Nunca dude.

Ћ Yo no dudo – aquella era mi forma de permitir


que él

actuara. Robert me encaró buscando por mi

desesperación. Fui fuerte y él no lo encontró.


Sus dedos acariciaron mis buscando por algo

que aún no 521

estaba allí. Respiré fondo. No daba para colocar la alianza

en una situación como aquella. Siento mucho, pero no

daba. Yo sabía, dentro de mí yo tenía la certeza de que

nada cambiaría cuando él volviera. Por lo menos yo

estaba correcta de que tras un tiempo mi corazón

comenzaría a aceptar, pero no en aquel momento. No en

aquella hora. Y Robert necesitaba partir con esta certeza

también. Era un dolor que necesitábamos compartir,

porque juntos nos reconstruiríamos.


Ћ Tengo que ir – su voz

estaba ronca y embargada. Concordé sin nada

decir y él partió.

Senté en la cama preguntándome si ya era hora de llorar. Pasé

largos minutos aguardando por la fragilidad, pelo lloro

compulsivo, por la desesperación total, pero no llegó. Yo

pensaba y pensaba en cómo todo aquello me machucava y a la

vez yo sentía un alivio creciente, no que me quitaba de la

seriedad que era saber que mi marido estaría transando con

otra mujer, pero que me decía que aquel infierno tenía día y

hora para acabar y que todas las heridas eran necesarias.

Claro que también pasé muy tiempo intentando reconocerme.

Lo que aquello todo había hecho conmigo? Desde cuando yo

era tan fría y calculista? Y por qué el maldito lloro no llegaba

inmediatamente para que yo finalmente pudiera sentirme yo

misma?

Ћ Miel? – Dean batió en la puerta del cuarto.


Posiblemente estaba

preocupado conmigo. Pero y yo? Estaba?

- Entre – continué sentada en la cama. Extrañamente sentía que era allí


que yo debería estar. Dean entró en el cuarto con

cautela, evaluando mis feições. No insistí en fingir. Yo

era aquello y sentía aquello, entonces era lo que

necesitaba mostrar.

Ћ Robert ya llegó en casa, estamos esperando por


Tanya.

Ћ Y donde ella está? – él

paró mi frente con las manos en los

bolsillos.

Ћ En la empresa. Conectó más de diez veces para


Adam, colocó todos de la

su equipo atrás de Robert – hizo una pausa dramática. – No

conectó ninguna vez para Frank, ni intentó descubrir su

paradero – continué callada aguardando por las

informaciones. – Encontramos sangre en el iate – miré para lo


mi amigo chocada. – Alguien limpió con lejía, pero no

da para esconder una mancha de sangre de un equipo

forence.

Ћ Mi Dios! Entonces ella lo mató

aún? – levanté de la cama inmediatamente. – Eso

es serio, Dean. Tanya puede tener descubierto todo,

de lo contrario cual motivo tendría para matar su

amante, el padre de sus hijos. Robert corre peligro.

522

CAPÍTUL

O 48

Dejé todo preparado. Tomé un baño, usé el perfume que sabía

ser su preferido, coloqué una ropa casual, coloqué mi copa

de vino y dejé la botella preparada. Hice todos los ajustes

para que ningún operario quedara por la casa y me

certifiqué de que las cámaras estaban boicoteadas también.

Pelo que entendí, Dean colocaría una grabación de otro día,

lo que no llamaría la atención de los hombres que

componían el grupo de Tanya y a impediría de ser alertada.

Así que Dean envió el mensaje diciendo que estaban


acompañando todo lo que acontecía dentro del apartamento, lo

que para mí no era ninguna novedad, y que Tanya estaba casi en

casa, fui para sala y fingí estar sólo oyendo música en nuestra

sala de estar, curtindo el calor de la chimenea que encendí

estratégicamente. Tanya adoraba aquel ambiente,

entonces que fuera en él.

Ella abrió la puerta, yo estaba en la otra sala, el sonido ambiente

llenando el espacio no me impidió de oír el choque de sus

saltos en el piso frío, ella andaba aceleradamente,

probablemente confiriendo si yo estaba aún allá, ya que no

tuvo noticias mías el día entero. Fingí falta


de interés. Para decir bien la verdad, yo estaba

fingiendo falta de interés por la vida.

Ћ Robert? – ella intentaba inútilmente

suavizar la voz. Yo sabía lo cuánto estaba ansiosa para

saber por donde yo anduve y lo que estaba haciendo. Con

certeza ya debería saber que yo salí de la casa de la Carol,

donde ciertamente fue el primer lugar a buscarme. – Por

donde anduvo? Dos días sin aparecer en la empresa. Usted

debe tener un motivo muy bueno para dejar de lado su

mayor amor – hice una mueca y desvié el mirar.

Ћ Hoy yo no estoy para brincadeiras, ni piadas y


muy menos

para ironias, Tanya!

Aquella era el cebo perfecto. Tanya era del tipo de mujer que

sentía placer en una pequeña desavença, principalmente

cuando acababa en sexo. Ella ni perdía por esperar. Tomé un

gole de mi vino y continué encarando el fuego. Ella quedó en

silencio por un tiempo, hasta que resolvió caminar para donde

yo estaba, dejó la bolsa de lado y sentó a mi lado. Miré

rápidamente en su dirección, pero continué fingiendo

desinteresse.
Ћ Día difícil?

Ћ Vida difícil! – miré el vaso

en mi mano y me concentré en 523

parecer revoltado y sufrido.

Ћ Está abandonando el barco? Va a entregarme


finalmente las empresas

– rió un poco. Yo suspiré y bebí más un gole del vino. – Lo

que hubo esta vez? Melissa? Su nueva amante? No vaya a

decirme que se enamoró por esta también – bufei sin darle

mucha atención. – Usted ha pasado más tiempo con ella del

que se atrevió a pasar con Melissa.


- Melissa no quiere más saber de mí, pero eso no es ninguna

novedad para usted. Empeoró muy después que necesité

quitarla de la empresa – coloqué el máximo de pesar en la voz.

Hice una pausa estratégica y después solté un chiado de

repulsa. – Ella me quiere lejos y es eso que he hecho. - Melissa

es una débil, Robert. Nunca fue mujer para usted! – miré

para ella como se comenzara a comprender lo que

me decía y tras un tiempo concordé con la cabeza.

Ella sonrió.

- Melissa cansó de eso todo, y para hablar la verdad, quien no

cansaría? – encaré mi rival, captando su atención. -

Nodos dos somos así, no salimos del juego ni dejamos

el otro salir, entonces cada día me convenzo más de

que eso no va a tener fin.

Ћ Yo te entiendo – fue la vez de

ella hacer una mueca y encarar el fuego crepitando

nuestro frente. – Frank también cansó – reveló sin

colocar ninguna lamentação en la voz.

Ћ ES. Él pidió despido – ella quedó callada por

un tiempo. – Lo que él está haciendo? – Tanya se remexeu a

mi lado, visiblemente incomodada.


Ћ No sé. Él simplemente sumió.

No consigo contacto! – ríe e hice uno brinde a ella.

Ћ A nuestros amores! – ella rió.

Ћ Él no era mi amor – ella usó el

verbo en el pasado. Más un indicativo de que sabía

que él estaba muerto. Miserable!

Tanya me encaró por un tiempo y después desvió

el mirar mostrándose impaciente.

Ћ Yo no pierdo mi tiempo con amor.

Ћ Yo intenté ser así. El amor es decepcionante – más


una vez ella rió.
Ћ Usted está tan profundo hoy.

Ћ Cansado! Yo estoy cansado

demás! De todo. Hoy yo quería sólo olvidar – más

una vez nos encaramos.

Yo sabía que el clima estaba cambiando. Su brazo y pierna

estaban pegados a mis y su rostro a pocos centímetros.

Dejé mis ojos bajo los suyos, haciendo el momento más

propicio, sin embargo abaixei un poco la cabeza como se

quisiera decir a ella que no debíamos hacer aquello. Fue su

estímulo. Tanya se aproximó un poco más, probando mi

receptividade. Descendí mis ojos para sus labios y ella

sonrió.

524

Dejé que Tanya consiguiera lo que quería. Nuestras bocas se

juntaron. Fue un beso tímido, no de la forma como ella

acostumbraba hacer. Era cómo se estuviera probándome,

sondando cual el verdadero motivo para yo haber cedido.

Pensé en Melissa, implorando lentamente para que ella

no estuviera viendo aquello. La tristeza del recuerdo me

hizo recular. Ella sonrió. Yo necesitaba continuar con el

plan.
Ћ Quiere un poco de vino? – sussurrei aún muy
próximo. Ella

cogió mi copa y la emborcou. Ok. Hube Tardado más del

que yo esperaba, pero saldría bien, era sólo mantenerla

en el clima que yo deseaba.

Así que ella devolvió la copa para mi mano avancé con la otra

para su cuello y a estiré para un beso más enamorado. No

daba para ser delicado ni romántico con Tanya, con ella era

llegar, coger y listo. Ella reaccionó muy bien, abriendo pasaje

para mi lengua y dejándose conducir. Llevé el beso hasta

donde pude y me alejé más una vez. Tomé otro gole del vino y

mordí los labios como se estuviera incierto a respeto


del que hacer.

No daba para simplemente quedar con ella. Daría mucho en la pinta,

entonces yo tenía que parecer indeciso, como si aquel paso

fuera errado. Más una vez ella bebió mi bebida y me encaró

con ojos feroces. Dejé que mi rival me mirara, alimentando

su deseo. Estiré el aire demostrado contener el mío. Ella

sonrió bebiendo toda la bebida de un golpe sólo, después

volvió a me beijar. Acepté Tanya, pero cogí suyo pulso

cuando ella intentó tocarme y me debrucei sobre su cuerpo.

Yo tenía que ser el dueño de la situación. Siempre fue así, no

podría ser diferente.

Cogí sus brazos por encima de la cabeza con una mano y acaricié suyo

cuerpo con la otra, ella gimió y se remexeu debajo de mí.

Profundicé el beso evitando pensar en la merda toda que

hacía. Aquello era para ser asqueroso, sin embargo yo

sólo conseguía pensar en la maldita corriente que

jugueteaba entre mis dedos mientras yo alisava su cuello.

Estaba todo el tiempo allí, al alcance de mis manos.

Levanté un poco atordoado. Estaba yendo lejos

demasiado. Sentí la rabia inundando mis venas y

muchas imágenes confundiendo mis


pensamientos. Todo de horrible que ella ya había

hecho me inundaba impidiéndome de continuar.

Ћ Robert? – ella continuó acostada,

aguardando por mí. Yo sabía que se reculara

despertaría su odio y colocaría todo a perder.

Ћ Necesito de más vino – di la

espalda andando en dirección al balde con hielo

donde yo había colocado el vino que tendría que

hacer con que ella bebiera.

Ћ Va se embebedar? – yo sabía lo que ella pensaba.


No daba para dar
525

ningún paso errado con Tanya.

- Voy en los embebedar.

Cogí la botella y llevé para cerca del sofá donde estábamos. No

senté otra vez. Cogí la copa, serví el vino y dejé el

recipiente en el suelo, fingí tomar un largo gole y en

verdad tuve que ingerir un poco del líquido. Después

estiré Tanya por la mano haciéndola levantar y pegando

nuestros cuerpos. Ella me encaraba buscando

respuestas.

Ћ Hoy nodos dos necesitamos

de eso – y pegué nuestros labios en más un beso

lleno de deseo.

No oferté la bebida, mantuve Tanya entretida, acariciando su

cuerpo de manera osada y sin abandonar sus labios donde

nuestras lenguas jugueteaban. Nunca fue ruim beijá-la, sin

embargo en aquel momento beso tenía me gusta de fel. Yo a

quería lejos. De preferencia trancada en un manicômio.

Cuando nos alejamos fui para su cuello. Di tres pasos para

frente pegándola en la pared. Tanya intentó alcanzar la

copa y yo la impedí quitándola de su alcance. Ella rió. Lo


que yo hice fue arriesgado demás. Coloqué una buena

cantidad en la boca, haciendo un esfuerzo inmenso para

no ingerir y después retorné al beso colocando el líquido

en su boca. Tanya aceptó y bebió todo lo que yo le pasaba.

Tras eso profundicé el beso, conocedor de que yo era

víctima de mi juego.

Repetí el proceso tres veces. Ella adoró. El beso fue quedando

cada vez más íntimo y las carícias más osadas. Y de repente

ella quedó más lenta, o yo estaba quedando? Sentí mi cuerpo

reaccionar la substancia que añadí al vino. Un sueño débil

comenzaba a abatirme, sin embargo lo que


en mí quedó débil, en ella quedó aún más fuerte del

que cuando ella tuvo la osadía de usar el mismo en

mí.

Ћ Lo que usted hizo? – sus

palabras salieron emboladas, trôpegas e

indicaban mi victoria.

Ћ Relaje, amor! No va a doler nadinha.

Tanya cerró los ojos e intentó alejarme. Sonríe en

victoria. Junté mi cuerpo al de ella, impidiendo que

cayera. Yo también fraquejava, sin embargo no era el

suficiente para derrumbarme. Pasé mis brazos por sus

piernas y a levanté. Formaba parte de mi plano

conseguir llegar hasta su cuarto. Ella no había borrado

aún, luchaba contra, aún así no conseguía se

desvencilhar.

Ћ Vamos para el cuarto, Tanya. Allá yo tendré todo lo


que necesito de usted

– murmuré al alcanzar las escaleras.

Ћ Hijo de la puta! – la

voz débil no dejó el palavrão sonar tan

ofensivo. Ríe.
Ћ Pensé que era eso lo que quería, estar en un
cuarto conmigo.

526

Ћ Lo que va a hacer? – cerró los ojos sin conseguir


más luchar.

Ћ Usted acuerda lo que hizo

conmigo o la droga ya está haciendo efecto al punto

de impedirte de razonar derecho – ella sonrió, sin

embargo yo sabía que sólo intentaba arrumar una

forma de salir del estado en que se encontraba. Si

existía alguna substancia en su cuarto que pudiera

ayudarle yo debería quedar muy atento.

Ћ No necesitaba de eso si su interés era

mantenerme quieta. Era sólo mandar – rió más una vez. – Lo

que cree que va a conseguir con eso? – suya


voz embolou, ella intentó erguer la cabeza y abrir

los ojos, pero no tuvo fuerzas y acabó

entregándose.

Ћ Voy a conseguir todo lo que

yo quiero, Tanya – pero ella borró y yo me sentí

muy mejor con este hecho.

Mi cuerpo pesaba cada paso y yo intentaba a todo

coste mantenerme firme. Luego el equipo de Dean

estaría allá y yo aún necesitaba ayudarlos. Abrí la

puerta del cuarto de ella y a acosté en la cama. Aún

quedé observándola para certificarme de que no era

uno más de sus golpes. Tanya dormía

profundamente.

Senté en la poltrona al lado y quedé observando,

sintiendo mi cuerpo entero amolecer. Sin conseguir

me controle cerré los ojos y pensé en mi necesidad en

quedar despierto. Fue cuando sentí manos en mí.

Forcé los ojos, estremecí e intenté reaccionar, pero el

estado de letargia era fuerte demasiado.

Ћ Tranquila – oí la voz de Melissa.

Yo estaba soñando, con certeza. Merda! – Usted ya


va a despertar – manos fuertes cogieron mi brazo y

una picadura que me hizo gemir.

Ћ Él está bien? – era Dean? Y donde estaba Melissa?

Ћ Aparentemente sí – más una vez la voz de la mujer


de mi vida

me alcanzó. Me sentí más firme. Segundos después fui

tomado por una náusea fuerte, haciendo con que yo luchara

contra la gana de vomitar. – ES normal, Robert. La náusea

va a traerte sólo de vuelta más rápido.

Ћ Droga! –

resmunguei. – Miel, yo... Disculpe! –

tragué con dificultad.

No daba para pensar en otra cosa que no fuera el hecho de ella estar
allá, lo que significaba que Melissa sabía de todo lo que

había acontecido en aquella noche. Sentí más náusea aún,

sin embargo conseguí abrir los ojos, aún sonolento, sin

embargo menos del que antes. Volví a cerrarlos, pues la

claridad me dejaba aún más fragilizado. La gana era de

vomitar.

Ћ Todo bien, amor! El importante es que estamos


aquí.

Ћ Vamos a recoger el material – oí Tom. Cuántas


personas estaban

allá? – Ella está borrada, va a ser fácil sustituir lo que estamos quitando por uno

527

idéntico.

Ћ Correcto, vamos a actuar inmediatamente.

Mientras menos quedemos por aquí, mejor. Así que

salgamos vamos a alertar la policía – era Dean hablando. –

Vamos, Robert. Yo voy a quitarlo de aquí. Creo que es mejor

usted acostar un poco.

Ћ Ah, merda! Yo necesito de un tiempo – respiré


fuerte por la boca y

abrí los ojos. – Lo que vosotros vais hacer con el collar?


Ћ Vamos a intercambiar por una copia

idéntica, inclusive con el chip, entonces se alguna cosa dé

errado ella no va a saber que conseguimos las pruebas –

Tom informó. Él estaba con una rodilla sobre la cama e

inclinado en la dirección de Tanya como se fuera beijá-la.

Sonríe. Aquella merda estaba dejándome doido mismo. – Y

ahora vamos a llevar el chip y extraer las pruebas.

Ћ No! – intenté levantar y vi todo

girando. Senté otra vez apoyando la cabeza en las

manos. – No, Tom. Yo pasé el infierno a causa de estas

pruebas. No quiero nadie colocando las manos en ellas.

Este chip va a quedar conmigo y yo voy a tratar de dar

un fin a esta merda toda – percibí que ellos hesitaban,

pero inmediatamente enseguida sentí el toque de

Melissa y algo ser colocado en mi mano.


Ћ Aquí. Tome muy cuidado. Tanya no puede
recuperarlas.

Ћ Yo sé – abrí los ojos y vi aquel ángel

mi frente. Sus ojos estaban levemente rojos, lo que

indicaba lo lloro. Lamenté haberla hecho pasar por más

aquello, sin embargo agradecí por ser la última vez.

Yo haría Melissa feliz.

Ni que fuera la última cosa que yo hiciera en la vida.

Ћ Puede levantar ahora? – Dean se aproximó


cogiendo en mío

brazo.

Ћ Puedo – respiré fondo sintiéndome mejor.

Ћ Óptimo! Voy a llevarlo

hasta su cuarto porque vamos escanear cada

centímetro de este aquí.

Ћ Correcto – di un paso para confirmar mi


seguridad.

Estaba confuso aún, por eso acepté cuando Melissa se

enfiou debajo de mi brazo, cogiéndome por la cintura.

Dean me apoyó del otro lado. Miré alrededor y vi que

cuatro hombres más ya estaban allá dentro iniciando

el trabajo. Tom estaba completamente envuelto con el


proceso. Me dejé llevar hasta mi cuarto que ellos dos

curiosamente ya sabían el camino.

- Las llaves están en mi bolsillo.

Yo mantenía el cuarto trancado. Sólo una forma de

garantizar mi intimidade lejos de Tanya. Melissa cogió

y destrancou la puerta dándonos pasaje. Dean me

llevó hasta la cama donde me almacenó. Agradecí.

Acostar me dejaba menos tonto.

528

- Yo quedo con él! – Melissa habló mientras yo aún mantenía míos


ojos cerrados. – Usted puede auxiliar el personal.

Ћ Correcto. Cualquier reacción extraña es sólo


llamarme.

Ћ Tiene más alguna cosa ruim para

acontecer? Pensé que era sólo esta náusea – hice una

mueca de disgusto. Dean y Melissa rieron.

Ћ No. Luego, luego la náusea pasa –

Dean informó. – Yo voy a ayudar al personal, aviso

cuando llegar la hora de salir – abrí los ojos para

visualizar él y Melissa mirándose con carinho. Enseguida

se abrazaron por más tiempo del que yo estaba

preparado para vivenciar.

Ћ Gracias! – ella dijo emocionada.

Ћ Aún no acabó – él acarició su espalda. – Pero va a


acabar!

– Dean se alejó y tocó el rostro de mi esposa saliendo

luego enseguida. Mordí los labios evitando cualquier

comentario infeliz.

Melissa anduvo por el cuarto mirando los móviles, las paredes, los

detalles. Parecía un niño curioso. Sus expresiones eran un

mixto de satisfacción y pavor, algo que nunca había visto


en su rostro. Lo que yo tenía certeza era que ella no estaba

a la gana dentro de aquella casa.

- Yo siempre quiso saber como sería estar

aquí – su voz baja indicaba lo cuánto ella

aún estaba sufriendo.

- Viene acá! - batí de mi lado en la cama para que

ella supiera donde a quería. Melissa hesitó haciendo

una mueca engraçada. – Viene, amor! – ella subió

bien despacio. No me miraba, pero se acostó a mi

lado y me abrazó con el brazo y la pierna. Sonríe.

- Yo también imaginaba usted aquí conmigo –

sussurrei cerrando los ojos. – Acabó, Miel.

Nodos conseguimos!

- Tanya aún no está ingresada, ni presa – ella estaba con el rostro


enterrado en mi cuello y yo sentí la humedad de sus

lágrimas a pesar de la voz no denunciarla.

Ћ Mañana. Ni más un día. La Dr.ª

Margery Hill recibirá mi alerta de socorro así que

Tanya surtar y no tendrá cómo impedirme de

ingresarla. El pedido de intervención ya fue hecho la

justicia. Acabó! – cerré mis brazos a su redor y busquei

por sus ojos. La faz mojada confirmaba lo lloro.

Algunas lágrimas aún caían. – Acabó! – repetí antes de

beijar sus labios.

El beso fue tímido. No estábamos tan a la gana, pero fue recibido

por mi esposa sin ningún empecilho. Tardé

manteniendo mis labios nos de ella, acariciando

aquella parte de su cuerpo que tanto me hacía bien,

con movimientos que sólo demostraban mi amor y

alivio por finalmente ser libres para vivir aquella

historia. Sentí su mano en mi cabello, los dedos entre

los hilos.

529

Aquel beso significaba mucho para mí. Era el nuestro

recomenzo y principalmente, era su perdón. Entonces yo


necesitaba contarla que ya sabía de todo, que amaba aquel

hijo tan deseado como nunca fui capaz de amar nadie. Que

estaba ansioso para haber una vida juntos y también revelar lo

que yo había preparado para nodos dos. Para el nuestro

recomenzo.

Mi Dios! Como yo ansiaba por eso todo.

Y de repente yo me di cuenta de que mi felicidad se

transformaba en necesidad. Yo tenía Melissa en mis

brazos, sus labios en mis en un beso lento y delicioso.

Estaba con mi vida recuperada, mi paz ressarcida y no

había otra forma de lacrar las


puertas del infierno que no fuera haciendo amor con la mujer

que yo amaba, en aquella casa, en aquella cama. Y me vi

pensando en como Tanya reaccionaría se supiera que allí,

sobre aquellos lençóis cuidadosamente escogidos por ella, yo

amé Melissa como nunca fui capaz de amar otra mujer.

Permití mi mano vagar por su cuerpo, sin mucha

intimidade, pero dejando clara mi intención. Ella gimió

en voz baja, un mixto de tesão y reprimenda, pero

que me certificó que era lo que necesitábamos. Pasé

la mano, aún desajeitadamente, en su barriga,

estirando la camisa un poco para cima. Yo necesitaba

de aquello, necesitaba sentir mi hijo y le pase lo

cuánto yo lo aguardaba. Fue emocionante. - Robert,

no.

Melissa sussurrou intentando desviar mi mano. Cogí

la suya y a prendí por encima de la cabeza. Con el

movimiento quedé por encima de ella, pero no quería

que mi peso la machucasse. Aquel espacio ahora

pertenecía a un niño, que crecería fuerte y saludable,

sin embargo, el momento era de sus padres y yo


necesitaba aprovecharlo. Intenté beijá-la con más

gana, ella me interrumpió.

Ћ No, amor! Tenemos cámaras

vigilándonos – ella quedó agitada. Merda! Realmente

teníamos este problema, sin embargo, yo no necesitaba

más fingir que no sabía de la existencia de aquel detalle,

muy menos tolerarla más. Levanté y fui hasta la ventana.

Subí en la poltrona buscando la elevación de la madera

oscura que soportaba las cortinas. Así que encontré

aquel pequeño punto negro en una madera

prácticamente del mismo color, lo retiré, llevé hasta el

cuarto de baño, jugué en la privada y di descarga. Era el

fin de la era Tanya.


Ћ Lo que está haciendo? – fui

hasta la puerta, tranquei-a y acosté a su lado

otra vez, estirando su cuerpo para mí.

Ћ Amor. Estoy haciendo

amor con la mujer de mi vida. Con mi esposa,

ahora legalmente hablando.

Ћ El quê?

530

Ћ Dean dio entrada en los

documentos. Usted ahora es oficialmente mi esposa,

y fue justamente por eso que Tanya surtou de vez.

Ћ El quê? Como? Usted...

No dejé Melissa confundir mi plan con argumentos o

cuestionamientos. Yo necesitaba de ella. En aquella

hora. En aquel minuto. En aquel segundo. Por eso callé

su boca con un beso de entrega. Por primera vez en

nuestras vidas éramos uno del otro, sin ningún entrave,

ninguna lucha, nada. Podríamos finalmente abrir las

puertas del paraíso y encarar la felicidad. Y era lo que

yo haría.
El día siguiente aquella sería mi disculpa. Mi pedido

de socorro sería para un surto después de comunicar

la Tanya sobre mi boda, por lo menos sería mi versión

de los hechos y mi ex-esposa no tendría cómo

argumentar. Era mi cartada final.

Arrodillé en la cama, dejando Melissa entre mis piernas. Retiré

la camisa y volví a acostar para beijá-la. Melissa parecía no

entender mi reacción, a fin de cuentas como yo podría pensar

en sexo sabiendo que un equipo entero estaba allá fuera,

escaneando la casa y trabajando para ayudarme a acabar con

aquel infierno. Y como yo podría simplemente conmemorar si

el día siguiente Tanya tendría un ataque psicótico y yo


necesitaría confirmar una versión para la policía y los

médicos, hasta que todo estuviera finalizado. Ella no

entendía que yo creía fielmente que el sexo era el

mejor remedio para todo en mi vida, pero que

principalmente, yo necesitaba en aquel momento para

tener la certeza de que sería eso aún. Yo y ella y nada

más.

Ella correspondía al beso y a los pocos fue cediendo las

carícias. Yo aún estaba sonolento, lo que dejaba todo bien

gostoso, pues Melissa estaba manhosa en mis brazos. Los

besos eran largos, los cambios de carinho eran lentas y

sensuais. Ella pasaba sus manos calientes en mi espalda

de una manera tímida y yo acariciaba su rostro, senos,

cintura, todo de la misma forma, como se estuviéramos

en los redescobrindo. Era muy gostoso y yo ya estaba

excitado, pero no quiso colocar prisa, quería aprovechar

cada detalle.

Sólo cuando levanté un poco para retirar su camisa que

percibí que ella volvía a llorar. Melissa me miraba mientras

permitía que las lágrimas cayeran. Sus ojos decían todo y

un poco más. Allí yo enxerguei toda su lucha, su coraje, su


amor sin límites, sus miedos, sus mágoas, todas las veces

que la herí, así como las que a hice feliz como nunca había

sido. Reviví cada sonrisa, cada pelea, cada lloro. Las

palabras de amor y cuando no necesitábamos hablar para

expresarlo.

Yo nada dijo, ni intenté limpiar las

lágrimas que caían 531

insistentemente, sólo hice lo que debería hacer, miré aquella

mujer que yo tanto amaba y permití que mis propias lágrimas

mostraran a ella lo que existía dentro de mí. No tuve miedo de

ser tan desnudado de todo. No


impedí que ella pudiera enxergar además de mi

máscara, de mis murallas, porque por detrás de

aquello todo había tanto amor que no cabía

dentro de mí.

Ella, manteniendo el cuerpo apoyado por los codos en el

colchón, levantó un poco el rostro, un pedido explícito

para ser beijada. Coloqué mis labios nos de ella y la

sensación de que estaba completo fue inevitable. Melissa

pasó la mano en mi pecho, descendiendo para el

abdômen donde desabotoou mi bermuda. Levanté para

quitarla juntamente con la cueca. Ella me observaba, los

ojos calientes y aún mojados. Extendí la mano para que se

juntara a mí al lado de la cama.

Melissa levantó parando mi frente. Lentamente retiré suyos

tenis y después a calza y la braga. Ella sólo me observaba

en silencio. De frente uno para el otro, junté nuestros

cuerpos y busquei por sus labios. Inmediatamente permití

que mis manos exploraran su cuerpo y vasculhei cada

pedacinho de aquella piel limpia y blanda.

Melissa estremeció gimiendo en voz baja y entregándose de

aquella forma que yo tanto me gustaba. Tuve ganas de


tocarla de manera más íntima y verificar lo cuánto ya estaba

lista, pero creí que el momento no pedía algo más osado y sí

gestos cariñosos y románticos, por eso guié mi esposa hasta

el colchón, ella sonrió. Subí de rodillas en la cama y a

deposité en el colchón. Inmediatamente tomé mi lugar,

buscando espacio entre sus piernas que se abrieron sin que

yo necesitara pedir. Ella me cercó con sus brazos y nuestros

labios se unieron otra vez.

El camino siguiente fue dictado pelo que sentíamos. Melissa

me recibió en su cuerpo sin contestar ningún detalle y yo la

sentí, caliente, húmeda, suyas


paredes apretadas contrayéndose para expulsarme cada

invertida. Y yo avanzaba lentamente, saboreando los

centímetros conquistados y sin permitir, en ningún segundo,

que nuestros labios abandonaran uno al otro. Mis manos

jugueteaban por su cuerpo. Tocaban sus senos maravillosos,

probaban los picos hasta que quedaran durinhos de manera

a dar agua en la boca. Ni así permití que mi lengua saliera de

su boca. El beso era variado, hora intenso, profundo, hora

lento, probando, degustando. Yo fui venciendo cada espacio

dentro de Melissa, sintiendo su cuerpo ofegante, ansioso por

la explosión, oyendo sus gemidos de entrega, adorando sus

toques calientes y el mover sensual de sus quadris que

lentamente me hacía adentrá-la aún más. Era delicioso!

Mantuve mi cuerpo suspenso por los codos, no

quería machucá-532

la, a pesar de saber que era tontería de mi parte, el

bebé estaba muy bien protegido y mi peso no le

sofocaría, pero admito que era gostoso estar más

arriba, inclinado, dejando sólo que mis quadris me

llevaran para dentro de ella y me quitaran de allá

en la manera más deliciosa posible.


Quería deshacer el beso para poder asistirnos. Ver mi

cuerpo entrando y saliendo del de Melissa. Observar sus

piernas abiertas recibiéndome y el rebolar suave de sus

quadris. Quería poder delirar con sus senos arfantes

subiendo y descendiendo y los sentís en mi boca. Sin

embargo no tuve fuerzas para abandonar sus labios. Era

más del que yo podría soportar. Entonces permanecí

deshaciéndome en aquella boca linda y gostosa y

satisfaciéndome en aquel cuerpo perfecto y delicioso.


Sentí el primer aviso de que Melissa se entregaría al

orgasmo cuando su carne espremeu en mi sexo y ella gimió

sin conseguir continuar con el ritmo que seguíamos. Melissa

se perdía en sus propios sabores, se dejaba ser conducida

por el océano de placer y permitía que aquel momento fuera

sólo suyo. Yo pasé de actuante a mero expectador y así

pude satisfacer mis propias ganas.

Melissa cerró los ojos y gimió rebolando para

recibirme de manera más prazerosa. Mantuve el

movimiento, observando el bailar de nuestros

cuerpos, pero no me tardé así, yo quería la asistís y

estaba tan cerca. Mi propio sexo latejava implorando

por el alivio. Disminuí la distancia entre nuestros

cuerpos, sin embargo no retardé las almacenadas,

sólo quería la sentís de cuerpo entero, hundirme y

permanecer fondo en su carne.

Permití que las almacenadas fueran cortas, uniendo

nuestros cuerpos con mayor extensión. Yo sentía su

humedad facilitar mi trabajo y su sexo vibrar de tiempos

en tiempos. Cuando eso acontecía ella gemía más alto y


rebolava con más me gusta, olvidándose completamente

del mundo. Era maravillosa. Perfecta!

Y yo continué invirtiendo, sintiendo el éxtasis llegue cada vez más


cerca y sin quitar los ojos de ella. Entonces Melissa gimió más

fuerte, arqueou el cuerpo y gozó. Claro que yo no necesitaría ver

nada de aquello, sólo el apretar de su sexo en mi palo indicaba lo

que acontecía, pero recibir aquella información directamente de

su rostro entregue, de sus manos calientes estirándome más para

sí, del arfar de sus senos... Puta que pariu! Melissa era un

espectáculo cuando gozaba. Fue imposible coger por más tiempo

lo
mi propio gozo.

Mi cuerpo estremeció y yo me dejé llevar, jorrando mi placer en

su entrada tan receptiva. Enterré mi rostro en su

cuello y me permití 533

gemir todo mi deseo, lo cuánto estaba saboreando

cada milésimo de segundo de éxtasis que ella me

proporcionaba.

Y cuando acabó, cuando mi cuerpo no más actuaba

por gana propia, cuando los espasmos perdieron

fuerza y la realidad me alcanzó de vuelta, aún pude la

sentís en mis brazos, aún sentía su corazón acelerado

en mi piel, aún era ella, la mujer que yo amaba quien

estaba allí, y entonces me di cuenta de que aquella

era mi realidad a partir dali. Nunca fui tan feliz!

***

Melissa fue aunque antes del día amanecer. Dejarla ir fue

más doloroso del que imaginé que sería, pero era

necesario. Como salimos mucho cedo y usamos el pasaje

secreto, ahora completa, insistí en acompañarla durante

todo el recorrido. Caminamos en silencio, de manos dadas

y yo podía sentir la apreensão existente cada paso.


- Va a quedar todo bien – dijo así que ella alcanzó el pasaje para

su apartamento, donde nos despediríamos. – Yo

vuelvo más tarde para buscá-la.

Ћ Para donde vamos? – su voz dulce y

manhosa, aún cercada de sueño, me hizo tenga ganas de

quedar más un poco, sin embargo yo no podía.

Ћ Vamos a recomenzar, Miel. Quede tranquila, yo


tengo todo bajo control

– ella concordó y yo le di un beso casto. – Veo usted más tarde. Quede


en casa, descanse y no se meta en más ninguna

confusión – ella sonrió y fue aunque.

Una sensación incômoda dominó mi cuerpo. Estaba

ansioso demás. Sería un paso serio a ser dado, además

de muy complicado. Yo necesitaba lidar con Tanya y su

surto. Aguardaría por la señal de Dean para poder

encontrarla. Respiré fondo y empujé aquella sensación

para lejos. Todo saldría bien y acabaría bien. Luego yo

estaría de vuelta, sin necesitar usar los pasajes y sí

entrar por la puerta del frente, coger mi mujer, mi hijo y

sumir en el mundo. Era eso lo que yo quería? - ES eso lo

que yo quiero!

Repetí oyendo mi voz ecoar en el espacio vacío. De repente yo me

sentí confuso, incierto y temeroso. Aún así seguí enfrente,

anduve cada metro de aquel túnel y volví para mi casa. El

cuarto de la Sra. Alonso, la gobernanta que en verdad era

una infiltrada, estaba vacío. Ella también estaba a puestos

para colocar todo el plan en práctica.

Pasé por la cocina y encontré el primero empleado.

Este no formaba parte del plan, pero estaría allá para

testificar la locura de Tanya. Él me 534


saludó con educación, aún hallando extraña mi presencia en

aquel apartamento. Hace un tiempo comencé una idea de

hacer con que todos creyeran que la boda había llegado al fin.

Retiré a los pocos mis ropas y algunas pertenencias, llegaba

siempre después del horario de ellos y salía muy pronto,

aunque fuera para quedar dando vueltas, o matando el

tiempo en la casa de la Carol. No quería Melissa envuelta en

esta parte de la historia. Así, todos comenzaban a cuchichear

por las esquinas sobre


el probable divorcio.

La Sra. Alonso ya aguardaba por mí en la sala donde servíamos el café

de la mañana, ella actuaba de manera profesional,

arrumando todo como si no supiera lo que estaba para

acontecer. Ayudaría a confirmar mi álibi.

Ћ Sr. Carter, tan cedo!

Aconteció alguna cosa? – la empleada que la

ayudaba fingió no prestar atención, pero yo

sabía que intentaría oír el máximo que pudiera.

Ћ Tanya tuvo otro ataque

ayer. Salí bien tarde de aquí y volví

inmediatamente cedo para verificar cómo ella

está.

Ћ A Sr.ª Carter no descendió aún.

Ћ Yo voy a subir entonces.

Crucé el apartamento y subí las escaleras aguardando por el mensaje

del Dean. Necesitaba que todo aconteciera como combinamos. Anduve

despacio por el pasillo, muy próximo la puerta del cuarto de ella cuando
lo

celular vibró avisando del mensaje. Yo sabía que las imágenes de las cámaras

ya pertenecían el equipo de ella, entonces necesitaba ser discreto. Cogí el


aparato
y verifiqué del que se trataba ya abriendo la puerta de mi cuarto para ganar

tiempo y distraer el equipo de ella.

“Ahora”

Era la mía deja. Fingí entrar en mi cuarto cuando oí el

grito estrondoso. Más una vez salió bien. Dean liberó

la voz del pequeño Rob, pero esta vez el sonido salió

de su pingente falso, lo que nodos sustituimos cuando

llevamos lo que contenía las pruebas contra mí. Fue

el suficiente para despertarla ya en el infierno.

Volví corriendo cómo si el grito realmente tuviera me alarmado,


aún siguiendo el plan vi cuando a Sr.ª Alonso y dos

empleados más subiendo las escaleras. No perdí

tiempo.

- Conecte ahora para la Dr.ª Margery Hill, el teléfono está en la


agenda.

Diga que Tanya está teniendo una crisis y pieza para que venga
inmediatamente.

A Sr.ª Alonso concordó, como no podía dejar de ser y volvió

por las escaleras. Los otros dos empleados continuaron observándome.

- Yo cuido de ella. Sólo queden atentos la llegada de la Dr.ª Hill.

Y abrí la puerta del cuarto para darle socorro.

Ella estaba encogida 535

en la cama, los ojos inmensos perdidos, mirando para

todos los lados, el rostro en una mueca de pavor que

daba pena. Cuando me vio, suavizó, como si yo fuera

su puerto seguro. Quedé bastante inseguro acerca

del que estaba haciendo.

Ћ Robert! - choramingou. – Usted oyó?

Ћ Su grito? Oí. Lo que hubo? – intenté mantener la


tranquila.
Ћ La voz del niño. Era él otra vez,

usted no oyó? – ella hablaba y miraba para los lados

con miedo del que podría acontecer.

Ћ No, Tanya, yo no oí! – me

mantuve de pie observando todo lo que ella

hacía.

Tengo que admitir que no estaba totalmente en consonancia

con el plan de enlouquecê-la. Tanya era una criminal y

podríamos fácilmente colocarla atrás de las rejas, pero

enlouquecê-la era algo que me incomodaba, a pesar de todo.

Yo estaba correcto de que a quería lejos de mí, que mi vida

sólo sería plena al lado de Melissa, que hacer Tanya pagar por

sus crímenes era el más justo a ser hecho, sin embargo, no

estaba perfectamente bien


con los métodos utilizados. Era complicado.

Ћ ES mentira suya! – ella gritó

tirando un travesseiro en mi dirección. – Usted me

drogou ayer, armó toda esta farsa para me

enlouquecer – sus ojos raivosos descargaban en mí lo

cuánto estaba inestable. Era de eso que

necesitábamos para que la Dr.ª Hill creyera en

nuestra conversación. Forcé una sonrisa cínico.

Ћ Sabe que data es hoy? – ella paró observándome.

Ћ Claro que sé que día es hoy. Y qué?

Ћ Acabó!

Tanya tardó un tiempo para absorber lo que yo decía. Sin embargo


lo

fraquejar por mis palabras fue dejado de lado debido a

su seguridad de que todo estaba muy bien resuelto.

Lamenté el hecho de ella haber alcanzado Frank antes

que pudiéramos salvarlo.

- El documento no tiene más valor legal!

La forma como ella habló y la postura que adoptó quitó de aquella


mujer
toda la fragilidad de antes. Tanya no tenía miedo de

enfrentarme. Sabía hasta donde podría ir y la forma correcta

de actuar. Era una gran jugadora, una oponente de peso. Por

algunos segundos tuve miedo de que, por algún motivo, ella

hubiera conseguido revertir nuestra situación.

- Claro que tiene. Y ya entró en vigor. El valor

establecido ya entró en la cuenta que usted

escogió y las acciones pasaron automáticamente

para mi nombre. Usted no es más dueña de nada

referente al grupo, lo que me deja

extremadamente feliz.

Tuve el cuidado de mantener mi voz baja.

Sabía que en el cuarto 536


de ella no habían cámaras enemigas, pero los empleados

estaban del lado de fuera, sin contar que la Dr.ª Hill

aparecería a cualquier momento y no podría presenciar

nada además de la locura de mi ex-esposa. - Como

consiguió? – Tanya intentaba esconder las emociones, si

controlaba dejándome entender que su mente

trabajaba fervorosamente para encontrar una forma

de hacerme recular.

- Frank – sus ojos se abrieron y ella soltó el aire con dificultad. –

Él consiguió te engañe – vi cuando sus dientes se

cerraron para contener la rabia. – Ah! - quité el papel

que cargaba en el bolsillo de la calza. – Él consiguió

eso también – jugué el documento en la cama. Tanya

me observó con cuidado y después, lentamente cogió

el papel que yo había tirado en su dirección.

Conté los eternos segundos hasta que ella

terminara de leer y se de ese cuenta del que se

trataba. Hasta que finalmente ella entendió. Sus

ojos me encararon, a principio con cautela, pero

inmediatamente enseguida volcaron dos labaredas

de fuego ansiosos para quemarme. Ok! Si nadie


apareciera en los próximos minutos ella intentaría

realmente matarme. Óptimo!

Pensando así sonríe descaradamente.

Ћ Acabó, Tanya! Como puede ver, nodos estamos


divorciados desde...

Cuando aún? Hum! Creo que hace dos meses. Extraño,

no? – ironicé. Y entonces ella atacó.

Ћ Su hijo de la puta! Yo voy a entrar con un


recurso. Voy a colocarte

atrás de las rejas. Yo voy a destruir usted! Voy a mostrar para

el mundo quien usted es, Robert Carter. Por el visto está

tirando toda la merda en el ventilador,


no es? Perdió Melissa entonces ahora más nada importa,

entonces me diga: del que adelantó robar de mí todas mis

acciones si usted no va a poder continuar en el liderazgo?

Atrás de las rejas su reinado acaba.

- Primero de todo – di un paso en su dirección. – Yo no perdí

Melissa – ella sonrió con desdém. – De hecho... – cogí el otro

documento que llevaba conmigo y tiré para ella. – Yo y Melissa

ahora somos casados – Tanya cogió el papel sin creer en mis

palabras. Yo necesitaba ser rápido para que ella surtasse

inmediatamente de vez. – Ah, y las pruebas... – ella me miró

otra vez, prontinha para explotar. – Bum! – sonríe manteniendo

mi tono cínico. A principio ella sólo tocó el collar en su cuello.

Suyo mire duro

no permitía que demostrara flaqueza, pero ella

reculó y quedó sacudida. Su respiración ofegante a

incriminaba. Tanya retiró la corriente y abrió el

pingente.

- No tiene más nada ahí, Tanya – alerté.

Ella, sin mirarme, forzó la foto de la madre hasta conseguir retirarla.

537
Así que quedó en su mano, vi Tanya volcarla buscando por el

verso y entonces sus ojos se abrieron en choque. Llevé eternos

segundos para entender que lo que comprobaba la joia falsa

no era la inexistencia de aquellas fotos, pero una cosa muy

más importante del que otra cosa en aquel juego. La seña.

Instintivamente llevé la manos al bolsillo de mi calza, donde

estaba la corriente verdadera. Mi corazón aceleró.

Tanya enlouqueceu avanzando sobre mí. Ella estaba

incontrolável. Sentí su mano con fuerza en mi rostro diversas

veces, pero me concentré para que sólo ella me alcanzara,

haciendo un esfuerzo inmenso para que


mi mano no la machucasse por un descuido, lo que sería

lamentable en mi farsa. Pero yo intenté contener Tanya,

aún sabiendo que en aquel momento ella simplemente

sufría una descarga de adrenalina que la hacía capaz de

derrumbar todas las paredes del apartamento.

Ћ Yo odio usted! – ella gritaba descontrolada

mientras me batía de todas las formas posibles. – Voy a hacer

su vida un infierno. Voy a matar Melissa Simon, voy a matar

toda su familia. Usted no va a dormir un único día sossegado.

Voy a quitar uno por uno de su vida así como yo hice con el

pequeño Rob – y fue en este instante que yo finalmente

conseguí contenerla.

Yo mataría Tanya por aquella revelación. Arrancaría cada pedazo de ella

sin me importar si eso me colocaría cada vez más

distante de mi futuro feliz, de Melissa, de nuestro hijo, de

todo. Yo simplemente quería arrancar la lengua de

aquella maluca y hacerla morir bien despacio. No por mí,

muy menos por todo lo que ella me hizo pasar, pero por

mi hijo, por mi pequeño Rob que había sido más una de

sus víctimas y que no merecía la madre que tuvo.


Cogí Tanya con fuerza y gracias a Dios, cuando pensé que a

mataría, alguien me estiró para lejos, conteniéndome con

toda fuerza posible. Era Bruno. Mi hermano invadió el

cuarto y me salvó de mi desgracia, pero no consiguió hacer

el mismo por mi ex-esposa. La Dr.ª Hill había llegado y

presenciado todo lo que Tanya confidenciou. Vio todas sus

amenazas y con la ayuda de los operarios consiguió

contenerla y aplicarle un calmante. Tanya cambaleou y

cayó sobre la cama.

Estaba

acabado.

538
CAPÍTULO 49

Alguna cosa me decía que todo estaba errado. Cuando

Robert me dejó y volvió por el pasillo sentí mi corazón

perder una batida. La atmósfera quedó extraña, difícil

de comprender. Algo en mi marido me alertaba de que

él no estaba feliz, de que aquello era demás para él. Yo

no entendía, pero sentía y sólo eso era capaz de

hacerme creer que mi mundo comenzaba a caer.

Instintivamente coloqué las manos sobre la barriga. Necesitaba me

calmar, por eso sólo quiso un baño. Encontré con

Dean en la sala, Abby estaba a su lado y ellos se

miraron de una manera extraña, como se escondieran

un secreto que no podrían jamás compartir conmigo.

Sinceramente? A mí no me importaba. Quería sólo

que aquel día acabara inmediatamente.

Ћ Y Robert?

Ћ Volvió.

Ћ ES hoy el gran día! – él

sonrió un poco sin gracia. – Estamos todos

preparados.
Ћ Yo sé – hablé mirando directamente para Abby,
que mordió los labios

y quedó desconcertada demás con mi presencia. –

Bueno... Voy a tomar un baño y ya vuelvo.

Ћ Combinado. Veo usted

después. Vamos a necesitar deshacer el QG aún

hoy.

Ћ ES?

Ћ Sí. La boda de vosotros ya existe de hecho, el


divorcio entre ellos

ya aconteció hace dos meses, Tanya no es más dueña de las acciones, Robert
está
un poco más pobre y tiene todas las pruebas que

Tanya podría tener contra él, entonces... Acabó!

Acabó. Yo debería estar animada, contando los segundos

para que la noticia sobre el internamento de Tanya me

hiciera ganar el día, ansiosa para recibir mi marido de vuelta

y recomenzar nuestras vidas. Contar sobre nuestro hijo y

estar preparada para todos los tipos de reacciones que él

probablemente tendría. Pero yo no me sentía así. En el

fondo de todo había una tristeza que yo no conseguía

identificar la causa, sólo sentía y ella apretaba cada vez más

mi pecho y me mantenía en alerta.

Ћ Yo voy a ver como las cosas

van a seguir – Abby se apresuró en salir de la

sala. Ella estaba tan extraña.

539

Ћ Y yo voy a llamar la Carol –

Dean me miró visiblemente avergonzado. Preferí

dejar todo como estaba y fui para mi cuarto tomar

un baño.

Pasé más tiempo del que podía o debería. Me sentía

extrañamente débil, desgastada y me permití relajar


acostada en la cama, aún sabiendo que mi cerebro no

pararía ni por un segundo. Si alguna cosa cambiara ellos

darían un jeito de avisarme, entonces yo nada podría

hacer además de esperar hasta que todo estuviera

terminado. Sólo que yo esperé, esperé, esperé hasta no

más soportar.

Levanté yendo hasta el QG. Antes de alcanzarlo pude

oír las conversaciones agitadas y la movimentação.

Quedé en alerta. Mi corazón acelerado al máximo

hasta que conseguí alcanzar la puerta.

Ћ Lo que hubo? – Dean y Tom daban órdenes y no


me notaron.
- Conseguimos incriminar Tanya! Ella está drogada y ellos están

aguardando sólo el equipo médico para llevarla. Robert no

puede firmar la autorización para ingresarla ya que él es el

ex-marido, pero Paul puede y es con él que Dean va a

encontrarse ahora, antes que la Dr.ª Hill consiga

alcanzarlo – Abby estaba a mi lado e intentaba

mantenerme informada. – Paul desistió en el último

momento de acompañar el proceso. Él es tan dramático! –

ignoré el sarcasmo de mi amiga.

Ћ Cuáles las oportunidades de él rechazarse firmar?

Ћ Todas! – ella me miró por un

tiempo y después desvió el mirar. – Dean va con dos de

nuestros, que es para garantizar que Paul estará en

seguridad. Una parte fue enviada para proteger la

familia Carter. Bruno fue para la casa de la madre y

mandó Alexa encontrarlo allá. Por el visto ella salió para

correr y dejó el celular en casa.

Ћ Por quê? Tanya está bajo control.

Ћ Pero ella tiene un equipo muy bien preparada.


Hombres que
poseen órdenes para actuar si alguna cosa dé errado, y

dio – Abby estaba con los brazos cruzados en el pecho,

una señal de inseguridad.

Ћ Y Adam?

Ћ Continúa con nosotros, pero

necesitamos retirar un hombre de allá y dejar sólo uno,

ya que no poseemos agentes suficientes para mantener

todos seguros. La denuncia fue hecha e inmediatamente

la policía va a invadir el apartamento de él. Vamos a

cruzar los dedos para que encuentren todo el material

implantado, con eso ni él ni Tanya podrán escapar.

Miré alrededor. Sólo cuatro hombres estaban en la sala, junto con

Dean y Tom. En la pared del lado derecho una pantalla exhibía Robert
conversando
con una mujer de trazos asiáticos que usaba un jaleco.

Deduje ser a tal médica que mantendría Tanya

trancafiada. Él parecía tenso, lo que me dejaba 540

inquieta. Hasta el momento no había intentado

contacto, pero eso no me preocupaba, a fin de

cuentas formaba parte del plan.

- Correcto. Yo aviso así que esté con él – Dean dijo si

despidiendo de Tom y caminando en mi dirección. –

Melissa, quede aquí hasta que Robert vuelva. Usted

es la primera de la lista de Tanya y no podemos

arriesgar.

- Ok! – tragué en seco.

Era para todo estar bien. Tanya dormía bajo efecto de

drogas, Paul podría recular, pero él nada podría hacer

contra las pruebas que teníamos que que la hermana

era una criminal y concordaría en mantenerla

ingresada hasta el juicio. Robert sólo aguardaba por

el equipo médico, entonces por qué yo estaba tan

inquieta?

Ћ Yo no estoy jugueteando. Usted será la

primera que ella buscará – estremecí. De alguna forma yo sentí


sus palabras con de más pura verdad. Eché en falta de Robert

y de su seguridad. Volví a mirar para la pantalla.

Ћ Ok, Dean. Yo no saldré de aquí.

Ћ Óptimo! – él miró para los

rapazes que sólo aguardaban su mando. – Abby, lo

que va a hacer? – ella sonrió.

Ћ Hoy es sábado, entonces... – dio de hombros. –


Tal vez yo sólo

camine por ahí, puedo hacer algunas compras, o... Torturar Adam Simpson.

Ћ Abby, nodos ya conversamos sobre

eso – Dean quedó visiblemente nervioso. Lo que llamó

inmediatamente mi atención. – La policía va a cuidar


de aquel babaca.

Ћ Por eso aún. Después que la

policía colocar las manos en él yo no podré hacer

más nada – ellos se encararon por un buen tiempo.

Parecía más una pelea de pareja del que... Oh, merda!

Ћ Donde está Carol? – pregunté un poco alto


demás y los dos

miraron para mí quedando constrangidos.

Ћ En casa – Dean respondió

sin mucha gana. – Ella dijo para avisar cuando

pueda coger las cosas de ella y sumir de aquí.

Ћ Ah! – fue sólo lo que conseguí decir.

Ћ Quedad aquí! – él alertó y salió. Abby miró para


mí y sonrió.

Ћ No mismo! – ella salió

inmediatamente después y creo que siguió la

dirección del pasillo. Dean no iba a gustar nada

de aquello.

Ћ Los caras llegaron! – Tom

anunció. Yo, él y los dos rapazes que sobraron

miramos para la pantalla.


Venimos dos hombres totalmente vestidos de blanco

entrando en el apartamento y presentándose. Ellos

fueron recibidos por la gobernanta y después llevados

hasta Robert y la médica que los aguardaban.

Después venimos a seguirlos en dirección al cuarto y

queden por allá. Conté cada milésimo de 541

segundo hasta que fueran buscar una maca.

Otro hombre retornó, usaba boné y ropas blancas, mantenía la

cabeza baja. No sé porque, pero fue en aquel instante que mi

cerebro comenzó a enviarme mensajes de alerta. Miré para

Tono que continuaba sólo mirando la pantalla, sin nada decir. El

muchacho de boné llevó la maca hasta el cuarto y ayudó a

remover Tanya del apartamento. Robert los acompañó hasta


la puerta.

Los enfermeros descendieron primero. Robert y la

doctora quedaron aguardando. Yo no sabía el motivo,

pero deduje que esperaban para salir juntos. Mi

corazón aceleraba. Yo continuaba creyendo que todo

estaba errado.

Ћ Mandad alguien acompañar la

ambulância. Por el visto Robert no conseguirá la seguís

de cerca – Tom habló haciéndome pular de susto. Yo

estaba muy concentrada en las imágenes a mi frente.

Ћ No tiene más nadie, Tom!

Todos fueron remanejados – uno de los rapazes

informó.

Ћ Droga! Quedad atentos las imágenes, estirad


todas las cámaras

disponibles en el trayecto hasta la clínica. Yo voy

hasta allá – yo sabía que algo estaba errado y la

reacción de Tom sólo confirmó mi miedo.

Ћ Lo que usted está

hallando? – pregunté siguiendo sus pasos

mientras él salía apresuradamente.


Ћ No sé, Melissa. Preciso

checar eso de cerca. Quede aquí! – él salió por el

pasillo. Quedé confusa y con miedo.

Volví para la sala. No quería quedar en el QG, quería conseguir dormir


y

sólo despertar cuando todo estuviera normalizado.

Infelizmente yo no podía. Era víctima de mi angustia y

ansiedad, por eso fui hasta la cocina. No había nadie por

allá, pero yo sabía que había comida. Hice algunas

torradas, coloqué geleia de frutas rojas, cogí un poco de

café y quedé sentada enfiando la comida goela abajo.

Conferí el celular no sé cuántas veces. Nada. Robert no

conectaba, no mandaba mensaje, no decía nada y su silencio

sólo me dejaba cada vez


más angustiada. Aún así preferí no conectar para él. Con

certeza, si todo ya estuviera acabado, mi marido estaría

allá, y si no estaba era porque no había acabado. Merda!

Levanté después de media hora intentando comer y acabé

dejando tres toradas ensopadas de geleia y mitad de la

taza de café. No daba más para quedar aguardando.

Anduve hasta la sala decidida a hacer alguna

cosa. Quedaría en el QG intentando acompañar

todos sus pasos hasta que finalmente las tres

letrinhas parpadearan en la pantalla: “fin”. Entré

en la sala donde los agentes acompañaban toda

la movimentação y noté la tensión entre ellos.

542

Ћ Lo que aconteció?

Ћ La ambulância que llegó al

sanatório estaba vacía! – uno de ellos respondió

intercambiando imágenes aleatorias intentando

descubrir algún ángulo que pudiera ayudar a localizar

la ambulância.

Ћ Como así vacía?


Ћ Vacía. Tanya consiguió huir! Uno de los
enfermeros fue baleado y lo

otro forzado a dejarlos en medio de la calle. Ella tuvo ayuda de un comparsa.

Ћ El hombre de boné – afirmé

ya con esta certeza. Yo debería confiar más en

mis instintos.

Ћ Todo indica que sí.

Ћ Y Robert?

Ћ Está movilizando la policía para buscarlos. El


mandado de búsqueda

ya fue expedido y los policías encontraron las

pruebas que implantamos. Ahora Tanya y Adam

son foragidos. Nodos vamos a liberarlo a cualquier

momento.
Ћ Que droga!

Ћ ES sí, pero por lo menos así

sabemos que ellos no van a poder aproximarse.

Ћ Será? – algo en mí decía

que era tarde demás. Tanya sabía de alguna

cosa y estaba actuando. Mi sangre heló.

Ћ Dean consiguió convencer Paul a firmar – el otro


agente llegó

por tras causándome calafrios. – Paul está yendo al

encuentro de Robert y de la Dr.ª Hill. Aún no

localizamos la senhorita Alexa.

Ћ Oh, Dios! – pedí

mentalmente para que mi amiga estuviera

coge en algún lugar.

Ћ Ahora es aguardar – el otro

agente anunció. Concordé con la cabeza y senté sin

desgrudar los ojos de la pantalla. Una cámara

callejera mostraba imágenes de Robert

gesticulando nerviosamente mientras algunos

policías conversaban con él.


Ћ Puta que pariu! Ved eso – uno de los agentes casi
gritó llamando

nuestra atención. A principio quedé sin entender lo que

lo dejaba tan asustado, pero la imagen en la pantalla

de su ordenador decía todo. Dos personas vestidas de

negro, con el rostro encapuzado, corrían

apresuradamente por el pasillo que daba acceso a

nuestro apartamento. Ellos eran muy rápidos y

ganaban cada centímetro que nos separaban sin que al

menos consiguiéramos reaccionar. Y tenían todas las

señas que darían acceso a nuestro QG.

Ћ Puta merda! Quede aquí,

Melissa! – uno de ellos gritó. Tranque la puerta y

no falda de aquí de dentro, entendió?

No tuve tiempo de responder. Ellos sacaron sus armas y salieron del


543

QG batiendo la puerta. Llevé algún tiempo hasta que mi

cuerpo descongelasse y corrí para trancá-la. Yo estaba

ofegante mismo sin hacer esfuerzo alguno. Mi garganta

estaba hinchada y mi corazón acelerado. Yo no sabía lo

que hacer ni a quién llamar. Senté de frente al

ordenador que el agente operaba y comencé la buscar

por las imágenes de la sala y lo que vi me dejó chocada.

El cambio de tiros fue inmensa. Ellos corrían para

defenderse y alcanzar el adversario. Vi uno de nuestros

agentes en el suelo, sangrando, el otro a pocos metros,

sin poder ayudarlo, aguardando la mejor hora para

actuar. Cogí mi teléfono con fuerza. No podía llamar la

policía, o podía? Preferí optar por Dean, él sabría lo que

hacer. Entonces mandé un mensaje “El QG fue invadido.

Hombres heridos. Venga rápido”. Hice el mismo con

Robert, encaminando el mensaje y aguardé asistiendo la

batalla que más parecía una escena de cine.

Sufrí cada bala. Sentir dolor al ver que los agentes que me

defendían fueron alcanzados y agradecí cuando los dos

hombres también fueron. Y la lluvia de disparos dejó cuatro


personas extendidas en el suelo. Nadie más tiraba o

reaccionaba. El silencio continuaba y yo no sabía se era porque

yo no tenía el áudio de la sala o si las armas tenían

silenciadores, o se era porque el QG era protegido, como el

cuarto del pánico, selada por dentro sin permitir que nada

saliera o entrara cuando sus puertas estaban lacradas. Quedé

un tiempo incontável observando la escena y entonces percibí

que

uno de nuestros agentes se movía lentamente sin conseguir

gran éxito. Él estaba vivo. Mi Dios! Yo no podía quedar allá

dentro protegida mientras


aquel hombre necesitaba de socorro. Fue pensando

así que destravei la puerta y corrí para fuera.

La escena de la sala era indescritível. Todo fuera del lugar o


alcanzado.

Había sangre en el suelo y respingado en algunas paredes,

todo lo que una imagen negra y blanca no conseguían

captar de más terrible, que era el rojo de la sangre jorrado.

Pasé por el primer agente. Él estaba muy quieto. Abaixei-me

sobre él para checar su pulsación y sólo entonces percibí lo

cuánto yo temblaba. Él aún estaba vivo, pero necesitaba de

cuidados el más rápido posible. Pelo que conocía del Dean el

socorro ya estaba a camino. Fui hasta el otro, lo que

intentaba inútilmente levantar.

Ћ Tranquila! Ellos ya están

llegando – mi voz también estaba débil y trêmula. Yo

no sabía se podía tocarlo, si podía levantarlo. Tuve

miedo hasta de respirar.

Ћ Huya de aquí, Melissa – él dijo con la voz tan


fúnebre que sentí

todo en mí temblar. – Huya.


Yo no podía salir y dejarlos solos. Dean y

Robert sabían que 544

necesitábamos de ayuda y con certeza ya estaban a

camino. Huir sería locura. Aún así yo levanté con el

cuerpo todo en alerta, pero lo que aconteció acabó

quitando mi suelo. No sé cuánto tiempo llevó hasta

que yo entendiera la escena mi frente.

Tanya estaba en mi sala, en su mano una arma, mis ojos

consiguieron capitar la imagen y rápidamente mi cerebro

entendió el mensaje, había un silenciador, que óptimo! El

principal no fue Tanya y su arma, pero sí que ella cogía su

frente como un escudo. Sí,


Alexa estaba allá con ella, presa en su brazo que casi la

engarguelava y con la arma apuntada para su cabeza. Que

grande merda! Como yo dijo, el tiempo parecía pasar en

cámara lenta. Los dos

agentes que quedaron para hacer la defensa de la

casa estaban en el suelo, alcanzados y sangrando, mi

amiga estaba presa y siendo amenazada por una

persona que yo bien sabía no estar en su juízo

normal, si es que ella ya estuvo algún día.

Ћ Melissa! – su voz dulce y

educada no existía más. Era sólo un sussurro afilado

y cortante. – Que escena horrible, no?

Ћ Lo que usted quiere, Tanya?

En pocos según un mundo pasó en mi mente. Tanya,

Alexa, los agentes, Robert, yo... Mi hijo. Merda! Mi hijo! No!

No! No!

Ћ Llega a ser irónico usted me

pregunte lo que yo quiero – ella rió de una forma

bestial. – Yo no necesito más de usted!

Tanya empujó Alexa en mi dirección y sin pensar dos veces


tiró contra ella. Mi mundo paró de girar en aquel momento.

Mi amiga fue alcanzada en la espalda. Sus ojos quedaron

inmensos, como si no creyera en aquello. Su camisa

blanca pegada al cuerpo de repente comenzó a quedar

roja y ella cayó mi frente.

Ћ NO!

Grité tirándome en su dirección y llorando sin conseguir me

controlar. No! No! No! Mi mente repetía sin parar. Mis

ojos fijos en los cabellos rubios de Alexa esparcidos

por el suelo mientras vi sangre escorrer. No, Dios! No.

- Vamos inmediatamente! – Tanya dijo apuntando la arma para mí. –


Tenemos
poco tiempo. Ellos van a llegar a cualquier momento.

Ћ Usted la mató! – mi voz casi

no salía. – Como pudo? – yo estaba perplexa

demás, congelada mirando el cuerpo de mi

amiga. – Como pudo?

Ћ Sin dramas, Melissa! Venga! – Tanya me estiró


por el brazo

forzándome a levantar. Su arma quedó en mi

espalda mientras su otra mano me cogía.

545

Vi cuando mis pies quedaron sobre la sangre de mi

amiga que se mezclaba con lo del agente y

principalmente cuando mis cogidas comenzaron a

marcar el suelo. Por lo menos alguien conseguiría en

los hallar, yo sólo esperaba que fuera a tiempo.

Tanya me empujó para dentro del pasillo, forzándome a andar

sin parar. Mis piernas temblaban y mi cuerpo no

reaccionaba muy bien. La náusea me forzaba a respirar

por la boca, pero estaba fuerte demás y yo no aguanté,

vomitando algunos metros después del inicio de nuestra

caminada. Ella aguardó pacientemente mientras yo caía


de miedo y tristeza, vomitando todo lo que había acabado

de ingerir.

Ћ Eso es realmente nojento! – fue su único

comentario, cogiéndome por el brazo otra vez y

empujándome para continuar la caminada.

Ћ Lo que va a hacer? – Quedé

agitada así que me di cuenta de donde estábamos.

Era uno de los apartamentos que algunos agentes

ocupaban. Yo sabía que él estaba vacío pues todos

estaban en algún lugar cuidando para que todo de

ese correcto.

Ћ Vamos a encontrar Adam. Alexa gentilmente me


cedió la información
de donde yo podría encontrarlo. Claro que yo ya envié

algunos hombres para allá y la esta altura él ya está

aguardando ansiosamente por usted.

Quedé en pánico. Adam estaba libre y aguardando por

mí. Yo bien sabía lo que acontecería e imploraba

mentalmente para que los hombres de Dean estuvieran

en aquel pasillo buscando por nodos dos. Pero y si ellos

no consiguieran llegar a tiempo, lo que yo podría hacer?

No hacía la mínima idea, pero necesitaba encontrar una

salida. Confrontar Tanya sabiendo que ella tenía una

arma era arriesgar demás. Por encima de todo yo tenía

que proteger mi hijo.

- Vamos a salir ahora, Melissa. No intente ninguna gracinha, estamos

siendo vigiladas de cerca y ellos pueden acabar con

usted más rápido del que yo deseo. Nodos vamos a

descender, pasar por la recepción y entrar en un

coche blanco que nos aguarda en la puerta,

correcto? – tragué en seco. - Ok!

Si estaríamos en la calle, Dean fácilmente nos

localizaría. Por lo menos yo tendría una oportunidad.

Merda! Yo no podía morir sin contar a Robert de


nuestro hijo. O será que era bien mejor para él

perderme ignorando este hecho? Su sufrimiento sería

muy más pequeño con certeza, además de la culpa que

cargaría. Yo podía hasta verlo visitando mi túmulo

todos los domingos y llorando como hacía con el

pequeño Rob. No! Él no merecía eso. Yo tenía que vivir.

Tenía que luchar para que nuestro final feliz fuera una

realidad.

Ћ Muy

bueno! – ella parecía

animada. 546

Salimos del apartamento caminando cómo dos amigas. Tanya estaba


siempre muy cerca y yo atenta a todos los detalles,

buscando algún momento para poder actuar. Yo lucharía.

Entramos el ascensor y aguardamos los segundos

angustiantes hasta chagarmos la recepción, que estaba

vacía. Merda! En la calle Tanya fue más rápida y luego yo

fui empujada en dirección al coche. Un hombre negro

estaba al volante. Él no nos miró, sólo dirigió rápidamente.

Mis ojos no dejaban la calle. Yo observaba todo y

principalmente si algún coche nos seguía. Era mi

esperanza. La arma estaba otra vez en mí y Tanya me

miraba sin pestanejar. Ella no estaba jugueteando.

- Para donde estamos yendo?

Hablé más por necesidad de quebrar el silencio del que

curiosidad. A pesar de que yo sabía que se consiguiera

conectar para alguien, tener mi localización sería una gran

ayuda. Y entonces me di cuenta del celular en mi bolsillo. Él

con toda certeza enviaba una señal para el QG indicando

donde estábamos. Gracias a Dios! Era sólo cuestión de ganar

tiempo. Disfarçadamente coloqué las manos en los bolsillos

encontrando el celular y activé el botón que permitía que


ellos escucharan nuestra conversación. Por lo menos yo

conseguiría complicar aún más su situación.

Ћ Vamos a dar un paseo de

barco – ella dijo como quién anuncia que el día

estaba lindo. Era una loca aún.

Volví a quedar en silencio y vi cuando el coche se aproximaba de la

marina. Un operario confería la placa y los documentos. Checou

todo y devolvió al conductor. Pasamos. Tanya debía ser muy

idiota en creer que en un lugar tan público ella no sería notada.

Claro que un sábado la marina estaría lotada. Como ella haría

para matarme? Pero ella consiguió


salir con Frank y volver sin él, eso sin levantar

ninguna sospecha. Puta merda!

Ћ Una vez yo asistí a una película

donde un hombre me gustaba ligar modelos – ella comenzó

a hablar cómo se estuviéramos en una conversación entre

amigas. Miré para fuera y vi que el coche nos llevaba el

más distante posible. – Él hacía con que ellas creyeran en

el hombre perfecto – rió sola haciéndome estremecer. – Ahí

un día las llevaba para un paseo de barco, prendía sus

brazos y piernas, arrumava-las cómo a una muñeca y

colocaba sus pies en una cuenca de cimento – hizo una

cara extraña – Yo creo que era eso, no me acuerdo muy

bien, pero el hecho era que cuando el cimento secaba él

las tiraba en el agua y quedaba observándolas hundir. A

finales de todo él revelaba que estaba creando un jardín en

el fondo del mar y cada una de ellas era una flor – sus ojos

encontraron los míos. – Loco, no?

547

Puta. Merda!

Yo necesitaba arrumar una forma de atrasarla. Necesitaba

continuar creyendo que Robert me encontraría no importaba


adónde. Él conseguiría llegar. Ella aún me encaraba, una

sonrisa inmensa en los labios y entonces el coche paró.

Estábamos muy cerca del caes y el frente un lindo e inmenso

Iate. Lo que mis ojos vuelcan me dejó alarmada. Abby estaba

allá.

Ћ Vamos a salir cómo dos

amigas. No intente ninguna gracinha o entonces

mato mi irmãzinha. No sería trágico?

Miré para Tanya aún sintiendo el corazón acelerado. Ella sabía

sobre Abby, pero como? Merda! Merda! Merda! No tendría cómo ahorrar
Abgail. Yo sabía que toda la ira de Tanya caería sobre

ella y que sería impiedosa. Sentí lágrimas en mis ojos,

pero me esforcé para no dejarlas caer. Era hora de

ser fuerte.

Ћ Fue eso lo que usted hizo a Frank?

Mandó él para el fondo del mar? Hablé así que

comenzamos a andar en dirección al Iate. Tenía la

certeza de que alguien estaba grabando todo lo que

conversábamos. Dean no sería tan burro al punto de

recibir mi áudio sin aprovecharse de eso. Tanya hizo

una mueca extraña, como se sufriera pelo que había

acontecido a su amante.

Ћ Frank fue un débil. Él quería forzarme a desistir


de todo, pero

vea sólo, no es que él consiguió cumplir con sus

amenazas? Mi divorcio aconteció, usted y Robert,

utilizando de las artimanhas que él usa tanto a su favor,

están casados. Yo no tengo más las pruebas, ni acciones,

ni aún la seña. Lo que me restó? Nada.


Ћ Usted mató Frank – dejé con

que mis palabras salieran como uno lamento y

yo realmente lamentaba.

Ћ Puede lamentar. Él murió

porque intentó hacerte feliz. Pero no se preocupe,

no va le reste muy tiempo para culparse por más

esta muerte.

Continuamos andando hasta alcanzar el Iate. Vi Abby sentada

en una silla. De lejos parecía que ella sólo descansaba, pero de

cerca yo pude enxergar las algemas que prendían sus manos y

sus pies buceados en una cuenca con cimento. Mi Dios!

Alguien necesitaba aparecer inmediatamente.

Ћ Fue en este iate que usted llevó Frank? – intenté


parecer evasiva, en el

entanto Tanya me miró cismada. Yo hablaba sobre el iate porque quién


estuviera oído necesitaba de aquella confirmación.

- Melissa! – Adam me recibió con una animación que hizo mío

sangre congelar. – La cadelinha está de vuelta! – y

me alcanzó con un soco que casi me hizo borrar.

Caí en el suelo sintiendo el dolor latejante

en mi rostro y lo gusto de 548

sangre. Necesité levantar rápidamente para que él no me

gustara de verme tan rendida y resolviera acertar mi barriga

con algunos chutes. Tanya rió. - Veo que mi irmãzinha ya está

lista para partir. Una pena!

Sería muy mejor si usted muriera carbonizada junto con su

madre, aquella vaca que destruyó la vida de mi – Abby

encaraba Tanya con ojos duros y una sonrisa cínico en los

labios. – Si era para volcar otra persona entonces debería

huir para lejos de mí. Usted fue muy burra en creer que yo

nada descubriría. Sus imágenes con Adam me ayudaron

muy a reconocer la marquinha de familia que mi padre

tuvo el desprazer de pasar para usted. Fue su sentencia

de muerte!

Ћ Por lo menos yo tuve el placer de verte

destruida. Usted no es más nada, Tanya! Acabó! Robert fue


aunque y no hay ninguna oportunidad de él aceptar

cualquier cosa venida de usted. No sobró nada de su

imperio. Puede matarme, yo no conecto! En el fondo yo

morí junto con mi madre y sólo sobreviví a todo lo que

necesité pasar para llegar hasta aquí. Yo vencí y lo que va

a acontecer de aquí para el frente poco me importa! Tanya

quedó con una cara terrible. Ella avanzó sobre Abby y a

alcanzó con diversos socos y tapas. Necesitó que Adam a

estirara para lejos avisando que el cimento aún no estaba

firme y que ella podría


atrasar el proceso. Mi amiga quedó con el rostro

ensanguentado, pero no dejó de sonreír. Mi Dios!

- Vamos a llevar Melissa para dentro y comenzar a ajustar la nuestra

partida – ella dijo estirando la arma en mi

dirección. – Vamos, yo tengo prisa en acabar con

eso!

Fui empujada para el piso de bajo. Descendemos las escaleras

estrechas. El ambiente era abafado y yo sabía que aquel no

era el lugar donde ella acostumbraba descansar. Era simples

demás para una persona como Tanya. Probablemente era el

dormitorio de su tripulación, cuando había una. Entramos en

uno de los dormitorios pequeños, había una minúscula cama y

una mesinha. Ella me empujó para dentro y entró junto con

Adam. - Prenda las manos de ella! – Adam obedeció. Sus ojos

eran algo fuera

del común. Un animal. Un monstruo! Él cogió mis manos

con fuerza y las prendió para cima, en una tubulação. Yo

sabía que era frágil y que bastaba yo forzar para romperla,

pero todo tenía su hora. – Sea rápido, Adam! No tenemos

muy tiempo. Luego ellos van en los encontrar.


Ћ No se preocupe. Yo sólo tengo

algunas cuentas a acertar con esa vagabunda! – y sus

ojos brillaban como un animal prestes a atacar su

víctima. Yo ya tenía un plan armado y agradecí

mentalmente por el tiempo de entrenamiento que

recibí de Dean.

Tanya salió cerrando la puerta. Antes me lanzó

una sonrisa cumpliera y 549

un tchauzinho, lo que sólo me dejó aún más irritada. Ella

tendría su vez! Adam llevó algún tiempo sólo observándome.

Sus ojos conferían mis ropas. Agradecí por estar de jeans y una

camiseta. Sus labios se abrieron


en una sonrisa diabólico.

- Y entonces, Melissa! Llegó la hora de usted pague pelo que hizo. Y va

ser de mi forma – él se aproximó agarrando mis senos.

No me debatí. Yo sabía que una mente como a de Adam

Simpson registraría la mía rechaza como un incentivo,

entonces necesitaba hacer el contrario. – Usted va a

gritar, vaga. Porque yo voy a acabar con usted –

continuó tocando mis senos con una ansia anormal.

Me mantuve impassível, aún queriendo llorar, gritar y

debatirme. Adam entonces llevó una mano hasta mi

bunda palpándola con deseo y me empujó para tras

colocando los labios en mis. Me rechacé a sentir el asco

que me invadía y retribuí el beso. Entonces él paró

encarándome. Yo sonríe. Pero no fue una sonrisa

cualquiera. Fue la sonrisa más cínico que ya conseguí

dar en toda mi vida.

Ћ Lo que está haciendo, putinha?

Ћ Usted es patético, Adam! – él reculó un poco. Era


exactamente lo

que yo necesitaba. – Sabe por qué eso te da placer?

Porque en el fondo usted sabe que nunca va a conseguir


satisfacer mujer alguna! – vi sus ojos arregalarem y él

recular un poco más. – Usted no es nada! ES sólo un

merdinha que ni consigue saber lo que hacer con lo que

guardia entre las piernas y por eso necesita usar la

fuerza. Porque prefiere oír lo lloro y desesperación del

que la carcajada de quien va para la cama con usted por

libre y espontânea gana.

- Su vaga! – él gruñió y encurvou los hombros. Pronto para me

atacar. Ajusté mis pulsos cogiendo firme en la

tubulação y preparándome para lo que vendría.


Ћ Por eso es por lo que odia

tanto Robert. Usted quería ser igual a él –

gargalhei forzadamente. – Que ridículo! Usted

nunca será como Robert Carter.

Y entonces Adam avanzó para batirme. Como planeado, fui más

rápida. Forcé la tubulação y levanté las piernas

alcanzándolo con uno chute de pies juntos, bien en

medio de los pechos. Si yo tuviera suerte eso el

desestabilizaria. Adam bambeou para tras, entonces

rodé la pierna apoyándome en la otra y batí con el pie

en su rostro con tanta fuerza que pude oír su nariz

quebrar. La sangre comenzó la escorrer, pero él

continuaba de pie. Forcé aún más la tubulação,

conocedora de que esta se partiría a cualquier momento

y en el mejor estilo “Karatê Kid” acerté Adam

levantando un pie, alcanzando su rostro más una vez y

enseguida acertándolo con el otro. 550

Él cambaleou y cayó.

Y la tubulação se partió jorrando agua para todos los lados.

Necesité de un tiempo para intentar equilibrarme,

respirando con dificultad y aguardando hasta que mi cuerpo


me avisara que estaba todo bien conmigo y con mi hijo.

Correcta de que ningún mal nos alcanzaba, conferí los

bolsillos de Adam encontrando la llave de las algemas. Fue

mucha suerte Dean tener me enseñado como destravá-las,

yo realmente no conseguiría sin eso. Cogí la arma que

estaba en la cintura del idiota caído y salí sin me importar si

él moriría allá dentro. Sería un bien para la humanidad.

Cada paso fue perfectamente calculado. Yo actuaba con cuidado y

cautela. Necesitaba coger Tanya, pero no podía arriesgar todo

siendo ansiosa y descuidada. Robert tardaba demasiado para

llegar y yo no entendía como


ellos podían tardar tanto. Fue cuando fui alcanzada con una porrada fuerte

en la cabeza. Caí en el suelo sentido mi nuca latejar y todo quedó oscuro.

551

CAPÍTULO 50

Mi cabeza dolía de una forma inacreditável. Intenté levantar la mano

y tocar donde estaba incomodando, pero así que intenté

estirar entendí que yo estaba presa. Y entonces fui

alcanzada por agua helada, lo que me hizo gritar y

despertar de vez. Oí la risa cínico de Adam Simpson y

después sus manos en mis cabellos estirando mi cabeza

para tras.

Ћ Su vaga! – recibí un tapa fuerte en el rostro.

Ћ No tenemos más tiempo, Adam. Usted perdió su


oportunidad.

Fue cuando percibí que el barco estaba en movimiento. Miré al

redor viendo Abby a mi lado. Ella miraba el horizonte

contemplando lo que le restaba de tiempo y totalmente

absorta al que acontecía a su redor. La sangre en su rostro

estaba secando, dejando una máscara fea. Desvié el mirar

encarando los dos monstruos mi frente. Ellos se merecían.

Mis pies estaban en una cuenca como a de Abby, llena de


cimento. - Ahora yo quiero ver su coraje, putinha! Quiero ver

usted si

debatiendo y hundiendo cada vez más. La necesidad

de aire quemar en sus pulmones y el dolor deliciosa de

la muerte se apossando de su cuerpo. Ah, Robert

merecía asistir eso!

Ћ A veces yo creo que usted es gay, Adam.

El placer que siente cuando se refiere a Robert es un tanto

cuánto sospechoso – sonríe consciente de que todo en mi

rostro dolía y fui alcanzada por más un tapa.

Tanya rió divertida atrás de mí, pero su risada fue breve. Por
algunos segundos yo creí que había llegado mi fin. El

iate continuaba avanzando sin parar, cortando las

aguas nuestro frente. No estábamos lejos de la

población, pero distantes el suficiente para quedar

protegidos de ojos curiosos.

- Hijo de la puta! – bradou atrás de mí.

Adam se volcó buscando pelo que incomodaba su amante.

Seguí sus ojos encontrando una lancha aproximándose a

toda velocidad. Y entonces la imagen se dividió en tres. Tres

lanchas siguiendo nuestro iate, ganando espacio y

aproximándose. El alivio en mi pecho no fue contemplado,

pues yo sabía que aquella persecución podría simplemente

hacer con que Tanya acabara con la gente de un golpe por

todas.

Ћ Ellos van en los alcanzar! – él

dijo con la voz modificada. Era miedo lo que

sentía. Como Abby había dicho, Adam tenía

miedo de ser cojo y desmascarado.

552

Ћ No se tengan un buen motivo para

desviar el camino – miré para Adam que acompañaba


Tanya atentamente. Merda! Lo que ellos harían? Vi

cuando las lanchas se aproximaban cada vez más y

reconocí perfectamente bien, lo esbozo de Robert,

Dean y Paul, además de hombres de la policía

debidamente fardados.

Ћ Adiós, irmãzinha! – ella dijo inmediatamente atrás


de mí. – Espero que suya

muerte sea lenta y dolorosa. Y no se anime, usted va a

descender más rápido del que ellos van a conseguir

para alcanzarte.

Diciendo eso Tanya empujó Abby en dirección el agua. Mi grito

casi me hizo borrar. Yo vi mi amiga volcar y caer. Tuve certeza de que ella
hundió muy rápido, pues el iate continuó su

recorrido, pasando rápidamente por donde ella

había caído sin dejar ningún vestigio.

Inmediatamente vi una lancha reducir y dos

hombres pularem en el agua. Uno de ellos era Paul.

- Por favor, Dios! Por favor! – yo imploraba por mi

amiga mientras mis ojos nublados por las lágrimas

no me dejaban ver más nada.

- Tiene miedo ahora, vagabunda? Hein? Quiere saber como Abgail

si sintió antes de morir? – Grité cuando Adam

empujó mi silla en dirección el reborde. El cimento

aún estaba fresco y con eso mis pies consiguieron

salir de la cuenca.

- Aún no! – Tanya gritó estirándome de vuelta. – Si matáramos

Melissa ellos consiguen en los coger. Vea – ella apuntó

para las dos lanchas que aún nos seguían y estaban tan

próximas que yo podía ver la expresión de horror de

Robert, preparado para pular por mí. – Vaya allá en el

frente y avise que necesitamos ser más rápidos. Que él

no puede parar – Vi los ojos de Adam quemen en Tanya.


Por un segundo yo pensé que él la mataría. Adam miró

para las lanchas y después para mí, saliendo luego

enseguida para hablar con quienquiera que estuviera

llevándonos a toda velocidad. Y entonces, después de

algunos minutos, sentí que el barco desaceleraba. Como

era posible? Tanya también sintió y yo pude ver su

expresión de pánico.

Ћ Adam! – ella gritó en la dirección que él había

sumido. – Lo que está haciendo? – miré para la lancha y vi que

Robert se preparaba para pular. Él estaba muy cerca, junto

con dos policías más que apuntaban las armas


en nuestra dirección. – No va a ser tan fácil así! – ella gritó

cogiéndome con fuerza y estirándome para el reborde.

Estratégicamente retiré mis pies de la cuenca estirándolos

con fuerza, pues el cimento ya comenzaba a secar.

Ћ Tanya! – oímos la voz de

Robert gritando en desesperación. – No haga

eso!

553

El iate perdió toda su velocidad y paró como se estuviera

perdido en el mar. Las lanchas disminuyeron alcanzándonos

fácilmente. Vi a de Dean pasar para el frente mientras a de

Robert se mantenía a nuestro lado. Los ojos de él eran puro

pánico y él la encaraba con determinación.

Ћ Espere, Tanya. No haga eso! – él estaba con los


brazos

extendidos en nuestra dirección. – Por favor, no haga!

Deje Melissa en paz, no es ella quien usted quiere.

Ћ Pero es ella quien usted quiere, Robert! – ella


gritó de vuelta.

Ћ Usted va a complicar aún más su situación. Tengo


certeza de que
no es eso lo que usted quiere, no es? – Tanya me mantuvo

muy próxima. Un empujón y yo sería tirada al mar. – Pensé

mejor. Nodos vamos a cuidar de usted – fácilmente él dejó la

lancha y comenzó a subir en el iate.

- Ni piense en eso, Robert o entonces yo estouro los miolos de ella


antes

de lanzarla para los peces – sólo entonces percibí la

arma de ella en mi cabeza. Droga! Aquello no saldría

bien. Tanya jamás aceptaría perder y para ella, quedar

ingresada mientras yo y Robert quedábamos juntos era

la peor de todas las derrotas. Yo moriría, no había duda.

Ћ Yo sólo quiero conversar.

Tranquila! No estoy armado – él pasó para lo caes

con las manos extendidas. – Vamos a conversar.


Ћ Mande sus amigos queden lejos!

Ћ Ellos van a quedar. Quede tranquila!

Ћ Lo que usted hallaba? Que yo

aceptaría pasar una vida ingresada como loca

mientras usted usufructúa de todo lo que es mío?

No! Si yo voy a perder todo usted también va.

Ћ Tanya, no merece la pena. Lo que usted va a


hacer es complicar la suya

situación. La policía halló todas las pruebas que Adam

guardaba contra usted. Él tenía todo! No complique

aún más para su lado. Déjeme cuidar de usted.

No sé porque, pero aquellas palabras de él eran tan verdaderas que

me alcanzaban. Robert no quería que Tanya me matara, eso

era claro, pero tampoco quería que ella sufriera más del que

ya hube sufrido. Él se importaba realmente con ella y aquello

me machucou con mucha intensidad.

Ћ Cuidar de mí? Usted me

destruyó en incontables pedazos. Usted

destruyó mi vida, Robert!


Ћ No. Usted hizo eso sola. Será

que no entiende que lo que hizo fue muy grave? La

familia de Abgail, el pequeño Rob...

Ћ Yo no maté mi hijo – ella soluçou. –

No maté. Usted nunca entendió nada. Nunca percibió

que lo que yo hice hasta ahora, todos mis crímenes,

todo fue por usted! – Tanya lloraba y soluçava, pero

mantenía la arma firme en mi cabeza.

554

Ћ Usted dijo que se libró de él.

Ћ Yo mentí para te machucar. Él no era su hijo, aún


así yo

no sería capaz de machucá-lo.


Ћ Entonces...

Ћ Desde el inicio, Robert. Cuando yo conocí usted,


no había más

nada en mi vida. Era usted quien yo quería y no me importaba

de abrir mano de todo para conseguirte. Yo cambié, manipulé

cada persona, me transformé en la mujer que usted deseaba,

que necesitaba, hice eso todo hasta que finalmente usted

entendiera que fuimos hechos uno para el otro. Yo fui la única

mujer que te conoció y aceptó como usted es. Yo te construí!

Ergui los muros de su palacio e hice de usted el hombre que

es hoy.

Ћ Tanya, abaixe esta arma –

Robert aún intentaba, pero yo sabía que sería

vanamente.

Ћ Yo vi todo lo que usted quería,

enxerguei todas sus necesidades. Usted quería ser el CEO,

era su ambición. Yo sabía que nadie además de usted

podría ocupar este cargo e hice todo para que él fuera

suyo.

Ћ Usted...
Ћ Sí, Robert. Yo sabía que usted era la

persona correcta para colocar nuestras empresas para

frente. Juntos seríamos invencíveis, como siempre fuimos.

En aquella noche yo ya estaba con todo listo. Nuestros

padres iban a pasar el final de semana fuera, como

acostumbraban hacer cuando necesitaban establecer las

mejores estratégicas y gastar horas jugando cartas, sólo los

dos. Fue muy fácil ajustar el coche que los llevaría, un

pequeño accidente y los dos estarían fuera de su camino.

Nadie sería contra su indicación para el cargo, todos sabían

que usted era el sucesor, pero usted descubrió todo y

simplemente hizo de su forma. Y a causa de eso pasó a

odiarme! Nunca entendió que todo lo que hice para ayudarte,

para realizar sus sueños, para hacerte indestrutível.


- Tanya, usted fue capaz de matar su padre?

Robert oía todo sin conseguir creer. Yo continuaba

quieta, escuchando e implorando mentalmente para

que aquello todo acabara. Vi las lágrimas escorrendo

del rostro del hombre que yo amaba y sentí mi

corazón encogiendo.

Ћ Ellos necesitaban dejar de existir.

Mi padre siempre fue un ser desprezível, un falso, mal-

carácter, traidor! Hice con que creyera que yo estaba de

su lado y desvié el dinero que me pidió. Si todo de ese

errado yo conseguiría incriminarlo y el dinero sería

devuelto, pero él escondió la seña y cuando a encontré

el infierno ya estaba bajo nodos dos. Yo no podía dejar

que usted a descubriera. No podía permitir que colocara

un fin en nuestra historia! – ella también lloraba, como

un niño triste lamentando 555

todos los suyos deslices. – Su padre... Él nunca aceptaría

dejar el cargo, era soberbio, adoraba el poder, así como

usted, irónico, no?

Ћ Mi Dios! – él exclamó sintiendo cada palabra como


una puñalada.
– Usted planeó todo y me dejó sufrir estos años todos?

Conocía mi desesperación, mi dolor y aún así no fue

capaz de acabar con todo eso?

- Y mi sufrimiento? Y lo que yo pasé a vivir con su

desprecio? - Usted robó, mató, destruyó mi familia! – no

era cómo una pelea, era más un ajuste de cuentas donde

ambos se justificaban y lamentaban todo lo que

aconteció con el relacionamiento de ellos.

- Yo estaba embarazada!

- De Frank! – él cerró los ojos dejando más lágrimas corran.


- Yo sabía que necesitaba de un hijo para sostener el nuestro

boda, pero usted no dejaba acontecer, hallaba siempre que

era muy pronto. Cuando nuestros padres murieran un niño no

dejaría que usted entrara en desesperación. Nodos seríamos

felices, una familia completa.

Ћ Usted sólo puede estar jugueteando!

Ћ Pero a usted no le importó más

conmigo. Sólo existía el niño, no sobraba nada para mí.

Yo llegué a desear que él sumiera, por lo menos así

usted volvería para mí y seríamos sólo nodos dos, pero

yo no lo maté. Interés que no! Yo continuaba allí,

luchando por usted, siendo más fuerte del que otra

mujer fue capaz de ser, estuve a su lado mismo siendo

repelida, aún aguantando su odio. Yo esperé, porque en

el final usted siempre volvía. Mantuve el juego vivo,

utilicé de todas las disculpas para impedirte de romper

con la promesa. Insistí en que Maximus continuara

viviendo. Escondí la seña. Yo necesitaba mantenerla

lejos de usted, por eso desvié todos sus caminos. Por

otro lado continué luchando para que usted continuara

creciendo dentro del grupo. Tracé una carrera perfecta!


Ћ A que coste?

Ћ Yo creía que el amor aún existía dentro de usted.


Nodos siempre

nos amamos, era fuerte demasiado para morir de un

momento a otro. - De una hora para la otra? Usted

no está bien, Tanya. Por favor, abaixe esta arma y

déjeme acabar con eso! Vamos a acabar con todo

de un golpe.

Ћ Entonces Melissa apareció. Yo pensé que

era sólo más un caso. Uno más para mi lista de

desesperación y sufrimiento. Aguardé hasta que


acabara. Actué cuando creí que era necesario.

Nada adelantó. Usted simplemente se enamoró.

La única regla existente que realmente

fundamentaba nuestro acuerdo. Usted no podía

enamorarse. Todo dio 556

errado desde entonces. Yo tuve que asistir la forma

como usted la miraba, como perdía el foco cuando ella

entraba en la sala, como quedaba todas las veces que

sabía que podrían pasar la noche juntos. Usted la amó

aún cuando ella volvió casada! Aún cuando ella volcó

una ladrona! Cuando yo robé usted me odió, pero

Melissa... Usted fue incapaz de odiarla! Simplemente

tomó la culpa para sí – ella rió sin mucha gana,

demostrando toda su locura.

Ћ Y usted va a punirme por

eso? Va a quitar Melissa de mí por creer que

así yo pagaré por su sufrimiento?

Robert dio un paso en nuestra dirección. Por un

segundo yo creí que él avanzaría para intentar

desarmar Tanya, pero en aquel momento yo percebei

que él no se preocupaba tanto conmigo. Miré para el


lado y vi que Tanya se alejaba de mí, pero la arma

estaba apuntada para él. Comencé a me remexer. Por

qué infierno nadie tiraba en aquella loca? Eran dos

policías allí, sólo asistiendo la escena sin nada hacer.

Quedé enlouquecida.

Ћ Yo hice todo por amor, Robert. Por el amor que


yo siento por usted.

Melissa muerta sería un alivio, pero su sufrimiento nunca fue

mi placer. Usted nunca me miró como mira para ella. Tras

tanto tiempo yo entendí que no importa cuántas personas

necesitaré quitar de su camino, usted nunca más será mío. Y

yo no quiero vivir sin su amor, porque para


mí no existe un mundo sin usted. Finalmente yo

entendí que la única forma de ese juego acabar es

quitando uno de nodos dos de él.

Ћ Tanya, no – él comenzó a

hablar en desesperación. – No. Yo voy a

cuidar de usted, por favor, no!

Ћ Acabó, Robert. El irónico

es haber leído tantas veces que nadie muere

de amor.

Ћ No! – él repetía sin parar, aproximándose cada


vez más.

Ћ Yo morí, muchas y muchas

veces, pero insistí en continuar viviendo, para quê?

Yo muero, Robert. Muero por amor a usted. Lo que

ninguna mujer será capaz de hacer por su felicidad.

Ћ Por favor, Tanya! – él estaba muy cerca.

Ћ Sólo yo fui fuerte para

quedar a su lado y sólo yo seré fuerte para

morir por usted.

El tiro llegó a mi oído antes aunque yo me de ese

cuenta del que ella había hecho. Robert gritó


desesperado y se jugó contra Tanya intentando la

impedís. A mi lado, como en una escena de película,

de aquellas que pasan lentamente para que nadie

perdiera cualquiera detalle, Tanya caía apoyada por

los brazos de él. Había muy a ser oído. Los policías

comenzaron a subir por doquier, Dean aproximándose

de 557

mí y verificando si yo estaba bien, pero yo sólo oía lo

lloro y lamento de Robert “Tanya, no! No!” él repetía

incansablemente agarrado al cuerpo de la ex-esposa.

Y allí, delante de aquella escena, yo entendí:

Robert aún amaba Tanya! 558


CAPÍTULO 51

Un mes pasó y yo no sabía por donde él andaba. Poco

quedé sabiendo desde la muerte de Tanya. Aún dolía

acordar. Lo que yo supo fue que Dean contó toda la

verdad a Paul, inclusive sobre Abby, por eso él aceptó

firmar y por el mismo motivo fue el primero a jugarse

en el agua para salvarla.

Dean y Robert recibieron mi mensaje y llegaron

inmediatamente después de mi salida del apartamento,

pero llevaron un tiempo hasta descubrir donde estábamos.

Como previsto, el celular avisó mi localización y también

reprodujo nuestra conversación, lo que quedó más fácil

para ellos, sin embargo convencer la policía atrasó un

poco el proceso. Ellos revelaron el plan que fue tratado

bajo la máxima seguridad de información, a fin de cuentas,

un escándalo como aquel comprometería la imagen del

grupo C&H Medical Systems.

Adam consiguió huir y nadie entendía como él hizo

aquello, pero se cree que con miedo de los crímenes

que le serían cobrados él haya huido junto con el otro

comparsa, buceando, auxiliado por un equipamiento


que le permitiría sumir en el agua sin llamar atención.

Hasta entonces nunca más supimos de su paradero.

La muerte de Frank fue confirmada, así como la comprobación de


los

otros crímenes de Tanya, debido las pruebas

estratégicamente implantadas en la casa del Adam.

Lamentamos cuando la policía finalmente encontró el

cuerpo de Frank. Tanya no fue piadosa con el amante.

Alexa no murió como yo había pensado. Ella fue socorrida

a tiempo, pero quedó entre la vida y la muerte por tiempo

suficiente para que Bruno a


pidiera en boda muchas y muchas veces y

después de su mejora él resolvió que no había

pelo que esperar.

Paul fue el más sacudido de todos. Él perdió la hermana de una


forma

muy trágica y aunque supiera de todo, y aún siendo

informado de que ella también fue la responsable por

la muerte del padre para favorecer el marido, él

lamentó su muerte como ningún otro fue capaz.

Nicole necesitaría coger una barra para mantenerlo

firme. Descubrir una nueva hermana podría ayudarlo,

si esta no fuera la Abby. Bueno... La vida no era

perfecta y nada fácil.

Maximus falleció exactamente dos días tras la

muerte de Tanya. Fue como Robert preveía, él

aguardaba hasta que la promesa fuera cumplida.

559

Nicole me informaba sobre todo. Fue a través de ella

que quedé sabiendo que Tanya no fue enterrada en el

túmulo de la familia, y que Robert no compareció al


entierro del padre, pero fue el único a ir al de la ex-

mujer.

No lo busqué en ningún momento. No había en mí ninguna

mágoa, por el contrario. Yo aceptaba su dolor y entendía.

Muchas veces él me habló de su amor por Tanya y de la forma

como todo fue destruido. Muchas veces yo fui alertada de que

aún era posible. Cupo sólo a mí no creer y seguir enfrente.

Tampoco voy a ser ingenua y decir que él mintió para mí y que

nunca me amó. Sabía que Robert me amaba también, de la

forma de él. Yo era su esperanza de recomenzo, su paz cuando

todo acabara, pero infelizmente no fue como aconteció.

Y lo que pasaba en su mente? Nadie hacía idea. Él sumió


inmediatamente

después de la muerte de la ex-esposa. Reapareció en el hospital, cuando supo


de la muerte
del padre y sumió inmediatamente enseguida. Diez

días después apareció en la empresa, encontró el

consejo reunido y pasó una procuración para Bruno,

dando a este, plenos poderes para actuar en su

nombre, lo que le rindió el cargo de CEO.

Yo fui quitada de aquel iate por Dean. Mi rostro estaba machucado y

yo estaba en choque. Por eso fui colocada en aquella

lancha y llevada para un hospital, donde pasé un día

siendo medicada. Sólo me di cuenta de que él no

volvería cuando finalmente resolví preguntar y Dean

desconversou. Robert no apareció para me buscar, no

volvió al apartamento y a los pocos fui dándome

cuenta de que sería de aquella forma. Él no volvería

más.

Una semana después comencé a ajustar mi vida. Yo estaba

embarazada, desempleada y sola. Abby apareció

informando que iba aunque, ella no quería nada que

acordara el motivo de todo haber acontecido de la forma

como aconteció en su vida y eso incluía Paul. Una pena. Yo

esperaba que un día ella cayera en la real y volviera para

recuperar lo que sobró de su familia. Antes de partir me


avisó de la transacción entre ella y Robert cuando necesité

devolver las acciones. Una cuenta gorda en mi nombre. Yo

no sabía aún se usaría aquel dinero algún día en mi vida,

pero guardé todas las informaciones para caso necesitara.

Mi boda aún era válido. Él no apareció para contestar

o siquiera pedir el divorcio. Ese era más un punto que

yo colocaba en la lista de las cosas que yo no sabía lo

que hacer. Y él ni sabía que yo estaba embarazada. O

sabía y por eso se alejó. Yo no hacía idea. Mi vida

volcó el pozo del no saber.


Los apartamentos estaban todos en el nombre de

él, una exigencia mía para cuando todo tuviera un

fin y Dean ya tenía cuidado para que así 560

fuera. No me valdría de nuestra boda, muy menos de

nuestro hijo para usufructuar de su fortuna. Sin Robert

nada era atractivo y no merecía la pena. Así, todos los

pasillos fueron cerrados y las plantas ajustadas para

que nada restara de aquel plan.

Yo sólo quería la certeza de que él estaba bien. Pero yo no tenía.

Un mes después yo ya estaba lista para volver para California.

Volvería provisoriamente para la casa de mi madre,

por lo menos hasta que mi hijo naciera y yo

consiguiera un empleo. Ella estaba ansiosa para

recibirme de vuelta, yo ya no tanto así.

Como se fuera una provocación del destino mi barriga

resolvió aparecer con todo. Fue cómo dormir flaca y

despertar embarazada de casi cinco meses. Bueno...

Tal vez yo no estuviera prestando mucha atención en

algunos detalles. Muchas veces yo me cogía pensando

en cómo sería se Robert quedara, en cómo él


reaccionaría a nuestro hijo, en la alegría que yo me

gustaba pensar que él sentiría.

Debo confesar que estos recuerdos me mantenían

firmes. Como yo dijo: no existían mágoas. Él me dio

los mejores días de mi vida, a pesar de todas las

congojas y dejó en mí el mejor de él: nuestro hijo. Yo

tendría muy lo que contar a aquel niño. Un libro

entero, o tres. Quién sabe un día...

Faltaba pocas horas para mi partida, entonces cansada de

quedar observando las paredes del apartamento, resolví

dar un paseo en el Navy


Pier, contemplar toda la belleza y admirar el lago, a pesar del

frío del día. No estaba insoportable, pero necesité de una

camisa caliente para calentarme a cielo abierto. Pasé por la

rueda-gigante, yo nunca me acostumbraba a ella, de hecho,

rueda-gigante nunca fue un atractivo para mí, y continué

andando hasta encontrar un banquinho donde senté y quedé

observando la vida.

No tenía muchas personas por allá, a fin de cuentas

estaba frío para quedar tan expuesto, pero algunas

parejas caminaban abrazados, y algunos solitarios

corriendo cómo si el día estuviera propicio para

actividades al aire libre. Encostei-me al banco y

coloqué la mano en la barriga. Yo me gustaba hacer

eso, me llenaba de orgullo ser madre. Cerré los ojos

y más una vez pensé en él. Como no pensar?

- Con permiso, la moça está sola?

Mi mente me alertaba locamente para no abrir los ojos.

Avisaba que era una ilusión, una traición de mi

corazón. Sin embargo los abrís y contemplar aquel

hombre era una necesidad vital. Por eso lo hice y lo

encontré bien mi frente. Estaba un poco más flaco,


pero estaba limpio, barba hecha, usando ropas

formales, típicas de su era CEO y muy bien agasalhado,

cabellos impecablemente penteados, a pesar del

viento fuerte. 561

Sus ojos cenizas como una tempestad anunciada me encaraban.

Ћ Robert – sussurrei incapaz de

reaccionar a aquella imagen. Yo estaba congelada,

sentada y mirando para la criatura más increíble

que ya vi en mi vida.

Ћ Melissa! – él relajó visiblemente al

pronunciar mi nombre y sonrió de leve, sólo un mover

discreto de los labios. – Como va?


No conseguí responder. Mi mente pedía para que yo lo

ignorara. Robert sumió por un mes, no volvió como había

prometido, reveló de la manera más sufrida posible su amor

por Tanya. A la vez mi corazón gritaba: y qué? Él te ama y

usted lo ama locamente. Pero como él podría simplemente

aparecer y preguntar “como va”?

Ћ Disculpe! – él se desarmó

completamente. – Sé que le debo un millón de

explicaciones.

Fue cuando finalmente descongelei. En el momento en

que él abaixou para tocarme que mi cuerpo reaccionó. Yo

levanté en un salto y me alejé de él. Necesitaba de

espacio, de aire, de respuestas, pero necesitaba de eso

todo sin que su presencia me intimidara como

acostumbraba ser. No sé decir realmente lo que me dio,

sólo sé que me alejé considerablemente, encostando-me

en la reja y buscando por aire.

Ћ Miel! – él lamentó. – Miel, por favor! Yo sé que


usted está con

rabia, que...

- No estoy! – mi voz apenas salía. Alguna cosa en mi garganta


me impedía de hablar cómo yo quería. – Donde usted

estaba? Todo el mundo está loco sin saber de su

paradero. Olívia... Puta merda! – intenté calmarme,

pero era imposible.

Ћ Yo estaba en mi casa – colocó las

manos en los bolsillos y quedó mirándome

aguardando por mi reacción. Lo que no aconteció. –

Disculpe, Miel! Yo no podía volver. Aún.

Ћ Por quê?

Ћ Porque yo no sabía como digerir todo lo que


aconteció!

Ћ Usted amaba Tanya – no fue una acusación, fue


sólo colocar los
pingos en los “is”. Yo sabía, y él tenía que entender

que yo no ignoraba este hecho. Como yo estaba

confusa! Robert hizo una mueca que confirmaba mi

afirmación. Mordí los labios impidiendo cualquier

lágrima de descender. No era hora para lloro.

Ћ No como usted imagina – él dijo por fin. – La

Tanya que yo amé nunca existió! Usted estaba allá, oyó todo.

Ella inventó una persona para que yo pudiera haber lo que

quería. Aquella Tanya, a que vivía en mi pasado, por quien yo

me enamoré y creí ser uno cara de suerte, que era todo lo que

yo buscava y soñaba, aquella sí yo amé. Sólo que ella nunca

existió,

562

Melissa. Nunca! La Tanya que estaba allí era la

verdadera Tanya. Una mujer enamorada, tan loca e

invidente de amor que fue capaz de todo, inclusive

de quitar la propia vida. Ella pensaba que me daba

un paraíso, cuando en verdad me tiró en el infierno!

Ћ Pero usted no a quería muerta. Lamentó su


muerte como quién

pierde el amor de su vida.


Ћ Como usted se sentiría se Dean se matara por

amarte demás y no conseguir convivir con sus elecciones?

Como sería para usted se supiera que parte del que él sentía y

hacía, era justamente porque usted permitió que fuera? Yo,

aún no directamente, contribuí con lo que Tanya se hizo. Fui

responsable por parte de su locura. Fui egoísta al punto de no

dar uno basta porque sabía lo cuánto perdería si simplemente

cayera fuera. Yo no necesitaba de eso! No quería más esta

muerte en mi espalda y especialmente, no, yo no quería que

Tanya muriera! Aún con toda su revelación, con su locura, con

sus absurdos, yo no quería


presenciar su muerte.

- Robert!

Ok! Era muy ruim todo lo que había acontecido,

pero en aquel momento de confissão lo que más

me dolía era saber que Robert se martirizaria por el

resto de su vida. Él sería el único culpable por la

muerte de aquella mujer horrorosa, capaz de las

peores atrocidades y aún así, sería él a cargar aquel

peso.

Ћ Oyendo usted hablar así yo sólo

pienso que ella hizo de propósito. Que Tanya sabía

que quitando la propia vida estaría con usted para

siempre. A finales de todo ella venció, no fue? Será

usted a cargarla hasta sus últimos días.

Ћ Yo soy el culpable, Melissa – él hizo una mueca


de dolor que quitó lo

mi suelo.

- No es! – fui rebelde y hablé un poco más alto y con autoridad.

Él paró mirándome como un niño hace cuando un adulto

asume las rédeas de la situación. Después vi sus labios

lindos hagan beicinhos. Él desvió el mirar encarando el


suelo y chutando piedras inexistentes. – Acabó, Robert!

Quede usted satisfecho o no, aquel infierno acabó. Usted

pasó, de hecho, nodos pasamos por momentos horribles

y soñamos durante cada milésimo de segundo por este

momento de paz, entonces encare todo de forma

madura y coloque su vida para frente! Tanya murió!

Acabó aún! Correcto?

El arrependimento vino en el mismo instante en que mi boca se

cerró. Yo no sabía lo cuánto estaba siendo dura con él, o

incluso se fui realmente dura, el hecho era que, hablando por

experiencia propia, yo sabía


563

que nadie actuaba de aquel modo con Robert Carter.

Se sabe Dios cuántas heridas de él yo había enfiado

el dedo.

Pero Robert continuó encarando el suelo y chutando lo que

no había allí. Sus ojos fijos encaraban el nada abajo de sus

pies. Su postura humilde me chocaba y a la vez me hería.

Tuve ganas de le estapear y gritar colocando para fuera

todo lo que yo sentía, sin embargo, reconocí en él todos sus

sufrimientos, toda la culpa y el peso que cargaba. No sólo

Tanya, pero todos los otros que necesitaron sufrir a causa

del amor que ella sentía por él. Mi Dios! Robert no podía

continuar creyendo que debería pagar por todo aquello.

Ћ Esa es su oportunidad! – yo dijo con la voz

embargada. – ES su oportunidad de recomenzar – nuestros

ojos se encontraron y yo vi, allí, en aquella tempestad que

me encaraba, el amor que él sentía por mí. El alivio fue tan

fuerte que una lágrima escorreu sin que yo consiguiera

contenerla.

Ћ Yo vine te buscar – la voz de él

también estaba embargada. Sólo que él levantó los


hombros y me encaró de manera firme. – Usted es el

mío recomenzo entonces no invente ninguna disculpa,

Melissa. Como su marido yo tengo derechos bajo

usted.

Mi corazón disparaba sin parar. Todo en mí era

sólo emoción. Las lágrimas aún caían.

Ћ Desde cuando el marido puede decidir por la


esposa? Que historia es

esa de...

Pero él avanzó agarrándome con fuerza y beijando mis

labios de una manera tan enamorada que no tuve cómo

rechazarme la beijá-lo
también. Y yo estaba con tanta saudade! Era algo

muy más fuerte del que yo, del que nodo dos. Aquel

era nuestro beso de libertad, lo que nos permitía vivir

todo lo que habíamos soñado.

Sinceramente? En aquel momento poco me importaba

si él amó o no Tanya un día, si él había desaparecido

por un mes sin le importar con lo que yo sentía. Yo no

quería sepa lo que tenía en el pasado y sí todo lo que

nos aguardaba en el futuro. Porque lo amaba, y amaba

incondicionalmente, respetando sus decisiones, siendo

feliz con sus elecciones y siendo fuerte el suficiente

para caminar a su lado, no importaba que lado sería

aquel.

Ћ Yo amo usted! – él sussurrou en

mis labios. Dejé un soluço escapar. Nunca dudé de

su amor, pero lo oís declarar tras una larga espera

era como un bálsamo.

Ћ Yo amo usted! – dijo entre

lágrimas y sintiendo sus labios sonriendo en mis.

Entonces Robert descendió las manos y las

depositó en mi barriga. Yo 564


no quería quedar tensa. Estaba preparada para

revelar la existencia de nuestro hijo, pero, nada

nunca salía como planeado, y yo me vi sin coraje para

decir cualquier cosa. Con los ojos vueltos para mi

barriga yo vi su primera lágrima caer.

Ћ Yo tuve tanto miedo de él no soportar! – habló


con la voz débil

dominada por la emoción. – Pero como puedo creer que un hijo

mío no sería fuerte el suficiente para aguantar cualquiera que

fuera el problema? – miró parra mí sonriendo y con uno brillo

todo especial en los ojos. – Este es


un verdadero Carter, Melissa!

La leveza de sus palabras hizo con que más lágrimas

escorressem por mi faz. Robert estaba de vuelta, con la

mano en mi barriga y feliz por el hijo. Era demás para mi

corazón.

Ћ Como supo? – él sonrió y me beijou levemente


en los labios.

Ћ Cuando usted volvió! En el momento en que

mis ojos pousaram en usted, Miel! Yo siempre supo, pero dejé

que fuera conforme su gana.

Ћ Robert! – lloré aún más,

avergonzada y a la vez feliz demás para

contener las lágrimas. Robert siempre supo. Mi

Dios! - Disculpe! Yo necesitaba...

Ћ Yo sé – él me calló con los labios. – Yo sé, mi


amor! Lo

secreto. Era para mi bien.

Ћ Era – admití sin conseguir pensar derecho en las


cosas.

Ћ Miel, mire para mí – encaré el hombre que yo


amaba conforme
tenía me pedido. – ES el nuestro recomenzo. Yo pasé

un mes exorcizando todos mis fantasmas. Enterré

todos mis muertos. Dejé para tras mi pasado mi vida

y ahora quiero sólo recomenzar, con usted, con

nuestro hijo!

Ћ Puede ser hija – él rió en voz baja.

Ћ Todo bien. Puede ser hija, no hace diferencia!

Ћ Que bueno! – yo me sentía una idiota hablando


aquello todo cómo se

no pudiera parar de hablar. Eran tantas novedades,

tanta emoción que no conseguía contenerme.

Ћ Pero tengo una propuesta – él dijo ansioso.

Ћ Correcto.
Ћ Vamos a olvidar cada

segundo ruim. Quiero que venga conmigo.

Nodos vamos aunque.

Ћ Aunque?

Ћ Eso. Usted aún está

confusa – rió como si él también se sintiera así. –

Todo bien, forma parte de su personalidad y se

agrava con el embarazo!

Ћ Yo no soy confusa!

565

Ћ ES sí – él me agarró otra vez,

levantando mi cuerpo y suspendiéndome en el aire.

Grité como un niño feliz y él rió! – Vamos para

nuestra nueva vida.

Ћ Lo que? Como así? Lo que usted...

Ћ Primero: sin preguntas hasta coger el avión.

Ћ Vamos a viajar? – él ya me cogía por la mano


haciéndome

acompañarlo, prácticamente arrastrándome en dirección al coche.

Ћ Sin preguntas – avisó acelerando el paso.


Ћ No puedo correr así, yo

estoy embarazada – disminuyó el ritmo

inmediatamente lo que me hizo reír. – Para

donde vamos?

Ћ Sin preguntas, Melissa! - sonríe anchamente.

Ћ Pero yo necesito de ropas, no? Por lo menos de mis


documentos.

Ћ Dean ya providenciou todo! –

anunció ya muy próximo al coche. – Usted sólo

necesita continuar linda así y cuidar bien de mi hijo.

Ћ Nuestro hijo! – hice una mueca para él. – O hija.

Ћ O hija – Robert me beijou rapidinho y

abrió la puerta del coche para que yo entrara, después

dio la vuelta y asumió la dirección. – Preparada?


Ћ Definitivamente, no.

Ћ Óptimo!

***

Islas Maldivas, 04 de Mayo

De: Melissa Carter

Para: Mamá; Nicole, Alexa

Hola! Como prometido estoy aquí para contar todo lo que Robert fue

capaz de hacer. Estamos en las Islas Maldivas. Creed, es

aquí aunque estamos. Y vosotros necesitáis ver el paraíso

que es este lugar. Claro que yo sólo quedo por aquí mismo,

pues además de Robert ser superprotetor y de haber muy

trabajo, él cree que debido a la cultura y religión de aquí, yo

no deba quedar mucho suelta por las calles. Bueno, eso es

un detalle. Estamos bien. El hotel es una cosa de loco y

perfecto sería poco para describirlo. Nicole, usted amaría los

chalés suspensos en el mar, ellos son de tanto lujo que yo

quedo constrangida sólo de mirar, aún siendo la dueña de

mitad de todo lo que tenemos por aquí. Mamá, yo quiero

muy llevarte para conocer nuestro restaurante, él es debajo

del mar con una gruesa pared de vidrio separándonos de las

aguas y de los peces que quedan siempre por allá como la


mejor de todas las atracciones. El bebé está óptimo!

Estamos dando seguimento a mi pre-natal, pero Robert no

quiere que el mío parto sea aquí, entonces ya estamos con

planes de cambios. Como el proyecto fue comprado ya listo,

nodos 566

sólo checamos como todo está funcionando – él me hizo

calcular el valor correcto de todo lo que existe aquí, lo que no

es poca cosa, sólo para tener certeza de que no tendríamos

perjuicio en ninguna época del año. Por el visto


este es un plan promisor. Bueno... Amo vosotros y estoy con saudades. Robert

manda un beso para todos.

Suiza, 22 de julio

De: Melissa Carter

Para: Mamá, Nicole, Alexa

Bueno, como ya dio para notar, estamos en la Suiza. La

primera cosa que voy a decir es que nunca vi algo tan lindo y

gostoso de mirar. Particularmente amo el mar y el clima

litorâneo! Sí, me acostumbré a eso aún necesitando vivir la

base de protector solar, y Robert concuerda conmigo, sin

embargo estamos adorando la Suiza y su frío gostoso, a pesar

de no estar tan frío así. Compramos un hotel en un antiguo

castillo. Estamos providenciando todo para que el local se

transforme en un hotel de referencia. El espacio es muy bueno

y queremos hacer con que sea lo preferido de los

multimilionários que pasan por aquí en la estación de esquí!

Por el visto vamos a conseguir, pero tendremos muy trabajo

por el frente. Robert ha trabajado muy y yo ya no aguanto

tanto, mi barriga está inmensa, mis pies hinchados y la náusea,

increíblemente, aún está conmigo. Mi médica dice que es

normal y que yo estoy muy ansiosa, pero como no estar?


Robert no me dejó sepa se era una niña o niño y ahora yo no

quepo en mí de tanta gana de saber el sexo del bebé. Para no

perder nada, escogemos colores neutros y dejamos cosas como

boné, balón, muñecas y vestidos para tras el parto. Conociendo

mi marido y conviviendo diariamente con su animación, tengo

certeza de que así que yo vuelva de la maternidad el niño ya

tendrá todo. No quiero ni pensar en eso. Él está imposible! Aquí

es muy lindo. ES la cara de Bruno, Alexa! Sería óptimo haber

vosotros aquí.
Saudades.

P.D.: Robert manda decir que siente saudades también. Bjs.

Suiza, 10 de agosto

De: Melissa Carter

Para: Nicole, Alexa

567

Finalmente consigo un tempinho para escribir para

vosotros. Tener hijo acaba sugando todo lo que usted es.

No que yo esté reclamando! Amo la pequeña Lisa! Ella

es un ángel y parece tanto con el padre que las veces

pienso en el en cuanto a vida es injusta. Ella tenía que

salir con aquellos cachinhos rubios y ojos cenizas como

la tempestad? Si estirar al genio ruim del padre yo no sé

lo que será de mí!

Niñas yo escribí sólo para vosotros dos porque tengo una

cosa para hablar. En verdad yo necesito desahogar mismo

y conversar sin que para eso tenga que sentirme una

idiota. Deja yo cuente luego: Robert no entiende la

importancia y el significado del resguardo. Sinceramente?

Yo tampoco, pero estoy siguiendo a la risca lo que la

médica mandó y ella dijo: nada de sexo por 45 días. Yo no


sé más lo que hacer. Vivo huyendo de él, pero, a la vez,

ansiosa demás para olvidar esta historia y dejar acontecer,

a fin de cuentas 45 días sin sexo es algo que no puede

existir para Robert Carter!

ES eso. La Suiza continúa linda y encantadora y yo estoy cada día

más enamorada por el hotel. Él está quedando maravilloso.

Tengo certeza de que inmediatamente, luego vamos a ganar

destaque en todos los medios turísticos. Robert está haciendo

un trabajo fantástico y yo quedo sólo en casa cuidando de la


nuestra pequeña Lisa, por lo menos hasta que la médica me libere para
volver a la

activa. Para los dos casos.

Amo vosotros!

Islas Maldivas, 24 de diciembre

De: Melissa Carter

Para: Mamá.

Madre, disculpe por no poder estar con vosotros. Realmente

necesitamos volver para la isla y ajustar algunos

puntos. La Suiza estaba muy fría y aún teniendo poco

tiempo de inaugurado el hotel, Robert creyó que el frío

sería ruim para Lisa, por eso volvemos y no sabemos

aún por cuánto tiempo será esta vez.

La pequeña Lisa está cada día más linda. Ella es un

amor, pero yo creo que Robert va a estropearla. Él no

consigue salir de cerca de la niña y compra cosas que

yo ni sé para que sirve, sólo porque cree que ella un

día va a gustar. Cuando seamos aunque ni quiero

imaginar como será este cambio.

Estamos trabajando muy, pero pienso siempre en usted, en el papá y


en el cuánto me gustaría llevar la Lisa para conocerlos.

Vosotros vais enamorarse 568

por esta monstrinha!

Saudades siempre.

Amor!

Miel.

Grecia, 25 de mayo

De: Melissa Carter


Para: Mamá, Nicole, Alexa, Olívia

Hoy es el gran día. Mi corazón está tan acelerado que ni parece

ser nuestra segunda boda. Robert acertó en lleno cuando

escogió este resort para incorporar a nuestro grupo de

hostelería. El local es simplemente un sueño. Claro que a

Grecia ha todo un significado para nodos dos y por eso él

escogió este escenario para nuestra segunda ceremonia de

boda. Uno por año, como él prometió.

Nuestra princesa Lisa está cada día más llevada y geniosa, también,

con todos los mimos del padre, queda bastante

complicado enseñarla lo que pode y lo que no puede.

Por ejemplo: no da para dejarla engatinhar en las

arenas de aquí, pero ella grita hasta conseguir un

puñado, que el padre siempre insiste en dar.

Sinceramente? Estamos teniendo problemas en

relación a eso, pero voy a dejar para hablar sobre este

detalle en otra ocasión. Hoy es un día de fiesta!

Lamentamos el hecho de estar lejos por tanto tiempo,

pero Robert aún no se siente seguro para volver a Estados

Unidos y esconde eso diciendo que aún tenemos muy

trabajo por aquí. Hacer el quê? Yo casé con él y voy a


casar otra vez y otra y otras mil veces más. Hasta no

sobrar lugar en la tierra donde podamos realizar la boda.

Palabras de él. Amo vosotros y Robert manda mil besos.

P.D.: Alexa, enhorabuena por la boda! Amé

todas las fotos y usted estaba divina. Como se

fuera posible no quedar! Caribe, 18 de agosto

De: Melissa Carter

Para: Mamá, Nicole, Alexa.


Pues es, más un resort y yo estoy implorando para

que todo acabe por aquí. El trabajo sólo crece, pero

Robert no está importándose. Él tomó realmente me

gusta por esta área y está saliéndose un perfecto

hombre de 569

negocios - nadie dudaría de eso – él es una máquina de hacer

dinero. Sé allá, tal vez tenga el toque de midas o algo

parecido, porque él me hace investigar tendencias, puntos

fuertes y débiles de cada lugar apuntado, indica uno, y

entonces la mágica acontece, Robert llega y hace acontecer.

También estamos cercándonos de profesionales increíbles y

pretendemos montar la sede en Chicago, así podremos volver

para casa.

Pero él aún quiere llegar hasta lo Brasil y sabe Dios lo

que él tiene en mente. Nuestra Lisa hizo un año y tuvo

derecho la bolo y baila típica, que ella adora. Creo que

ella tiene jeito para bailarina, pero es tan mandona

cuánto el padre. Vuelcan las fotos? Aquella niña con

sus cuatro dentinhos ha hecho estragos por aquí, pero

estamos amando. Definitivamente optamos por el

clima litorâneo!
Disculpad a tarda para responder los mensajes, yo tengo

trabajado muy y Robert también, y aún con toda la tecnología la nuestra

disposición, no conseguimos muy tiempo libre, hasta porque él dedica todo

el suyo la familia!

Amo vosotros!

Miel.

Caribe, 24 de Diciembre

De: Melissa Carter

Para: mamá, Olivia, Nicole, Alexa


Perdón otra vez por la distancia. Nos Gustaría muy que fuera

diferente!

Amor,

Miel, Robert y Lisa.

Suiza, 18 de mayo

De: Melissa Carter

Para: Mamá, Alexa, Nicole, Olívia

La tercera boda aconteció, pero no como

esperábamos. Yo ya me sentía indisposta hace una

semana, pero nada quiso comentar porque vosotros

sabéis como Robert es, pero en verdad yo tuve

miedo de confirmar mis sospechas, entonces,

después de la ceremonia simple en nuestro jardín de

invierno la fiesta casi fue cancelada pues la

prometida – en el caso yo – pasó apenas 570

y necesitó ser llevada al hospital, donde finalmente

constatamos: vamos a ser padres otra vez!

No fue realmente una novedad, a fin de cuentas Robert

torrava mi paciencia por más un hijo, que él, con

certeza, estropeará como está haciendo con nuestra

pequeña princesa Lisa.


Nuestro pequeño bebé tiene poco menos de dos

meses y está creciendo rápidamente. Hube Tomado

que la barriga aparezca inmediatamente esta vez.

Robert está curtindo cada segundo de novedad de

este nuevo niño. Yo estoy amando todo eso!

Entonces... Enhorabuena para vosotros también!


Espero que así podamos volver para casa. Ya se fueron dos

años y mi pecho no aguanta de tanta saudade. Pronto, aquí

estoy yo llorando
otra vez. Efecto del embarazo, entonces desconsiderem esta parte.

Estamos felices.

Amamos vosotros,

Miel, Robert, Lisa y el nuevo miembro aún no identificado.

Suiza, 13 de noviembre

De: Melissa Carter

Para: Mamá, Nicole, Alexa, Olívia

Yo estoy pareciendo un globo. Creo que el problema fue

permanecer embarazada en un lugar tan frío, donde todo

gira en torno a la culinária y las comidas están en todos los

lugares y en cualquier ocasión. Como resistir al chocolate

suizo? Y los quesos? Necesito huir de aquí con urgencia.

He trabajado tanto que las veces lloro sólo de pensar,

y la pequeña Lisa simplemente resolvió tener ciúmes

del hermano/hermana y con eso no quiere más los

brazos del padre, sólo los míos. Claro que eso generó

una depresión en Robert, pero yo he ayudado a

superar. Un día él entiende que los niños son

vulnerables.

Estoy escribiendo para avisar que finalmente marcamos el cambio


para lo Brasil, sólo que tendremos que aguardar por la

llegada del bebé y más un tempinho para que él

soporte el viaje. Dedos cruzados. Amo vosotros!

Miel.

Suiza, 18 de Diciembre

De: Robert Carter

571

Para: Olívia, Elizabeth, Nicole, Alexa, Paul, Bruno, Dean


Nuestro hijo nació!

Porra yo ni sé se consigo continuar escribiendo, pero vamos allá: él

Ћ lindo como la madre, de hecho,

Melissa está óptima! Ella es una guerrera para

aguantar uno parto normal. Necesité salir de la sala,

confieso, pero ella consiguió y trajo para el mundo

nuestro pequeño Max, o Maximus como lo

registramos.

ES un hombre, porra!

Mi mundo no podría estar mejor.

Melissa manda besos para todos y la Lisa, linda como siempre, está

toda dengosa en mío pego diciendo que está en la

hora de conocer la vovó Liz y Olívia.

Con

amor,

Rober

ty

Lisa

572

TRES AÑOS DESPUÉS


Acostada en la red yo podía oír el sonido del mar allá debajo. Yo no
veía

la playa, pero podía cerrar los ojos y ver sus arenas

blancas brillando con la luz de la luna llena que nos

regalaba en aquella noche oscura. En lo alto del muero

poco podíamos percibir del que acontecía en la ciudad.

Sólo un poste iluminaba el camino que daba acceso a la

inmensa escadaria que nos llevaba hasta la segunda

playa.

Muero de São Paulo. Brasil. Bahía. Este era nuestro hogar en

los últimos ocho meses y yo amaba la forma como fuimos

capaces de cambiar nuestras vidas. En la varanda inmensa

de madera que circulaba todo el piso superior de nuestra

casa, dándonos un paisaje de 360 grados de aquel ambiente


adorável, yo podía oír la risa infantil de nuestra pequeña

Lisa. Podía hasta imaginar los cachinhos rubios cayendo en

suya prueba y la mãozinha retirándolos con impaciencia.

Ella parecía tanto con el padre! Principalmente con aquellos

olhinhos con el mismo tono de ceniza que yo tanto amaba.

Robert estaba con ella, jugueteando de casinha en la cocina

abierta que manteníamos en el piso de bajo para nuestros

días en familia, como si no hubieran días que no fueran en

familia.

Muero de São Paulo era tan pequeño que podíamos conocer cada

persona que allí habitaba. Pero aquel era el paraíso,

entonces el lugar borbollaba de turistas el año todo. Eran

tantos y a la vez que nuestro trabajo nunca cesaba.

Bueno... Yo no podía creer que Robert largaria todo y

viviría sólo de sus rendimientos. Claro que no! Él era un

CEO nato, y podía no estar más al frente de las empresas

de su grupo, pero estaba solo construyendo su propio

imperio.

Ћ Miel, consiguió? – él gritó allá de bajo.

Ћ Mamá, consiguió? – Lisa siempre

repetía lo que él decía, lo que me daba mucho dolor


de cabeza, pues Robert tenía una boca sucia

incontrolável y aún decía que las cosas horribles que

la desgraciada decía había aprendido conmigo. Como

puede?

Ћ Aún no. Llamó dos veces, pero ella no atendió.


Quiere subir?

Ћ No – Lisa gritó de allá ya llena de gana.

Ћ Está en la hora de una linda princesa duerma –


jugueteé dando uno

señal a Robert de que él necesitaba mantener los horarios de la niña.

Ћ No. Quiero hablar con tía

Nick – y después rió. Con certeza era más una de

las brincadeiras con el padre.


573

Ћ Amor, está en la hora! – alerté.

Ћ Estamos subiendo.

Aún oí la malcriação de Lisa, pero inmediatamente

después sus pequeños pies batiendo en la

escalera que daba acceso al piso de cima. Con un

clic en el ordenador en mío pego intenté llamar

más una vez. Nada. Nadie atendió.

Ћ Diga buena noche para la

mamá! – oí la voz de Robert antes aún de verlos

entrando en la varanda.

Ћ Buena noche, mamá – la voz infantil y dulce de mi


linda hija hizo lo

mi corazón hinchar. Tal vez ni todo el mundo tenga

noción del que es para una madre oír su hijo, o

mirarlo con atención. Yo hacía eso a menudo, pero

todas las veces me emocionaba.

Ћ Buena noche, mi anjinho – ella se

tiró en mis brazos casi derrumbando el notebook de

mi pego. – Va a dormir con el papá?


Ћ Él va a contar la historia de

la princesa y el sapo – ella sonrió dejando las

covinhas aparezcan.

Ћ Su padre va a contar la historia de nuestra vida


para usted – reímos juntas

y Robert se hizo de ofendido. – No deje él engañarte,

la verdad es que él era un sapão bien verde, viejo y

feo. No mejoró mucho tras el beso! – ella rió haciendo

una mueca.

- No beije sapos por ahí, princesa – Robert cogió Lisa levantando-

a como si ella fuera de pano. Su risada infantil dejó la noche

aún más bonita. – Vamos inmediatamente o no cuento

cuando yo hallé su madre sola en el jardín, llorando por no

tener ningún sapo en su vida – más una vez ella


rió con gana. Reímos juntos. Era imposible resistir a

su risinho. – Beso en la mamá – él la inclinó de cabeza

para bajo para que pudiera me beijar. No fue bien un

beso, a fin de cuentas Lisa no paraba de reír. – Ahora

escovar los dientes, mocinha o entonces voy a contar

la historia de los monstruos que comen los dientes de

los niños. - No, papá!

Y ellos entraron en casa haciendo la mayor confusión. Recé

internamente para que el pequeño Max no despertara. Él no

me gustaba mucho de confusión y confusión. Ese sí había

estirado a mí. Completamente. Fue cuando oí el barulhinho

indicando una llamada. Acepté inmediatamente.

Ћ Está oyéndome? – la voz de Nicole apareció antes de


su imagen.

– Miel?

Ћ Estoy oyéndote y usted?

Ћ Ya estoy viéndote! – ella dijo

animada. – Usted consigue verme? - Llevé la mano la

boca y quedé así por un buen tiempo. Nicole estaba un

poco alejada del ordenador, vestida de prometida y

estaba divina.
574

Ћ Nick, usted... Mi Dios! Usted está perfecta!

Ћ Le Gustó? – rodó un poco mostrando los detalles


del vestido.

Ћ Amé! Quedó perfecto en usted. Mi Dios!

Ћ Donde está Robert?

Ћ Colocando Lisa para dormir. Luego él viene –


Nicole revirou los

ojos.

Ћ Él va a coger en el

sueño en la cama de ella como siempre

hace – reímos juntas.


- Verdad.

Robert no perdía la costumbre de dormir junto con

nuestra hija. Muchas noches tuve que quitarlo de allá y

avisaba que eso hacía con que la niña no se

acostumbrara con la propia cama y que era por eso que

ella siempre pulava para la nuestra en medio de la noche,

pero él alegaba que amaba la sensación de adormecer

con ella agarrada a su cuello y que no estaba preparado

para deshacer este lazo entre ellos.

Ћ Y Paul, Olívia, Alexa...

Ћ Todos allá fuera – ella se aproximó sentándose en


la silla. – Alexa

está enjoando mucho, entonces salió porque el

producto que usaron para fijar mi maquiagem casi a

hizo vomitar en mi vestido.

Ћ Que horror! – ella rió.

Ћ Como están las cosas ahí en Brasil?

Ћ Muy bien. El único problema es el

calor, pero creo que estamos acostumbrándonos. El

pequeño Max adora la playa, si no fuera tan

branquinho yo dejaría quedar por horas en el mar.


Ћ Y la Lisa, continúa siendo la misma mandona de
siempre? – ríe alto.

Ћ Usted ni imagina lo cuánto. Robert está haciendo un


óptimo trabajo

en estropear la niña.

Ћ Que es eso! Él va a

necesitar de personas con lo pulso fuerte

para administrar sus complejos hoteleros.

Ћ Si Max no sea durão como la Lisa

nodos tendremos problemas – ella volvió a reír. – Quería

tanto estar ahí! – admití con lágrimas en los ojos. Yo

amaba nuestras aventuras, descubrir los países, la

deliciosa sensación de desafío cada nuevo

emprendimiento, la libertad que nuestros


hijos tenían, sin embargo ya estábamos hace muy

tiempo lejos de casa y yo no veía la hora de volver.

- Yo también quería. Llegué a odiar Robert por él no estar aquí.

Ћ mi boda, poxa! Pero yo entiendo.

Debe ser difícil para él vuelva – Nicole hizo una

mueca engraçada. Mi amiga estaba aún linda. – Pero

me cuente todo. Como están las cosas? Tiene noticias

de Abby? Paul aún cree que ella va a entrar en

contacto – fue mi vez de hacer una mueca 575

de disgusto.

- Abby conecta las veces, pero siempre habla más

con Robert. Dean debe estar envuelto en alguna

investigación secreta, ya tiene un tempinho que no

entra en contacto.

- Sé. Una pena. Tardó mucho para Paul

supere todo lo que aconteció.

- Yo sé. No debe ser nada fácil para él. Pero no vamos a hablar

sobre cosas tristes. Hoy es su boda. Vamos a pensar en

cosas buenas. - Vamos sí. Por el visto usted está bien

familiarizada con la nueva


lengua. No sé como consiguen vivir y

comunicarse en lugares tan diferentes.

- Aquí es más fácil, todo el mundo quiebre un poco

de todo. Tiene gente que quiebre nuestra lengua,

pero la mayoría de las veces usamos el español.

Portugués es una lengua muy difícil. Lisa ya está

ensaiando algunas palabras, aprende con los

amiguinhos.

- Que linda! Voy a intentar aprender alguna cosa

para la próxima vez que nos hablemos.


Ћ Haga eso. Que bueno que aceptaron

nuestro presente. Robert trató de dejar bien claro que

quiere la mejor atención para vosotros. Espero que les

guste nieve – ríe hallando increíble Nicole preferir aceptar

el viaje para la Suiza en vez de para cualquiera otro

complejo nuestro.

Ћ Yo prefiero nieve con cuerpos

cubiertos del que calor y un monte de mujeres

esculturais desfilando sus corpinhos en biquínis

mínimos en el frente de mi marido. En otro momento

yo hasta aguanto, pero en mi luna de miel, no!

Ћ Realmente. Las mujeres de aquí son lindas y


muchas intentan ocupar lo

mío ex-cargo de amante – reímos juntas.

Ћ Cuida de él ahí. No deja margen para Robert


sentirse a la gana.

Ћ Yo nunca me sentiría a la

gana para traicionar la mujer de mi vida. La

madre de mis hijos.

Robert apareció en la varanda llamando nuestra

atención. Miré aquel hombre lindo que era tan mío y


que me llenaba de orgullo. Él usaba una bermuda

suelta en los quadris y una camisa leve de colores

variados. Era tan lindo! Él me estiró un poco y sentó

inmediatamente atrás de mí, abrazándome por la

cintura. Con el rostro entre mi hombro y cuello, llevó

largos segundos sólo admirando la hermana que lloró,

claro! Y quedó visiblemente avergonzada.

Ћ Usted está linda, Nick! – él estaba con la voz


embargada. Yo

conocía muy bien mi marido para saber que intentaba controlar lo lloro.

Ћ Gracias! – Nicole enxugou

una lágrima y rió un poco. – Pero 576

no piense que yo voy a perdonarte por no haber comparecido – Robert rió


me
abrazando con gana.

Ћ En breve – él siempre

decía eso, pero este en breve estaba

durando tiempo demás.

Ћ Usted tardó mucho! Yo tengo que ir – ella


lamentó con voz

melosa haciéndonos sonreír. – No puedo atrasarme. Paul

está insoportable y es capaz de creer que yo desistí de la

boda – reímos.

Ћ Buena suerte! – yo dijo ya sintiéndome vacía por


necesitar desconectar.

– Va a dar todo correcto!

Ћ Manda un beso para Olívia.

Y yo amo usted! – Robert habló y otras lágrimas

escorreram de los ojos de mi amiga.

Ћ Vuelva para casa, este será

el mío mejor presente! – sentí la mano de

Robert en mi barriga buscando apoyo.

Ћ Nodos vamos sí, Nick. Corta

su boda y cuide de Paul! – él dijo tan emocionado

en cuanto a hermana.
Ћ Cuide de la Miel. Ella está linda, aún tras dos
hijos – revirei

los ojos y sonríe. Claro que yo no estaba, a pesar de

Robert decirme que yo estaba maravillosa con mis

nuevas curvas. - Tchau – dijimos a la vez.

Robert cerró el ordenador y quedó muy quieto en mi espalda.

Yo sabía que él también sentía saudade de casa, pero no tenía

coraje para volver. Tras un tiempo sólo callado y acariciando

mis brazos con toques leves, él cogió el ordenador

colocándolo en el suelo. Después comenzó la beijar mi cuello y

sus carícias quedaron más calientes.

Ћ Lisa durmió rápido – mi cuerpo

amolecia al mínimo contacto con sus manos,

empeoraba y muy cuando sus labios entraban en el

juego.
Ћ Aham! – su hálito caliente

en mi cuello hizo mi piel toda erizar. Yo sabía

exactamente en el que aquello daría y

ansiaba desesperadamente.

Ћ Y Max? Pasó para verificar se está todo bien?

Ћ Durmiendo como el anjinho que es – sus manos


salieron de mis

brazos y alcanzaron mis muslos expuestos, subiendo por

la parte externa, pero descendiendo lentamente por la

interna. Un gemido escapó de mis labios. – La noche es

toda nuestra – sussurrou en mi oído.

La noche ser toda nuestra era realmente una promesa

llena de expectativas, a fin de cuentas ella no era

totalmente nuestra desde que Lisa nació y empeoró

muy cuando el Max llegó. Sin embargo la felicidad que

sentíamos no disminuía en nada a causa de eso, muy

menos el deseo. Arrumávamos tiempo en medio del

día, cuando los niños estaban con las babás, y cuando

no éramos solicitados para alguna cosa en el resort,

pero 577

siempre dábamos un jeito. Y era siempre fantástico.


Robert beijava mi cuello con carinho y deseo mientras yo me

encogía y sentía mis neuronas derreterem. Era siempre así, él

me quería y me tenía. La tela que Robert creó en mi vida fue

perfectamente arquitetada y planeada para que no hubiera

escapatória. Yo amaba todo en él. Amaba sus ojos, sus

cabellos sedosos y

claros, suyo quejo firme, la forma como me beijava y era

siempre tan... Increíble! El toque leve, o el toque más salvaje,

no hacía diferencia, yo simplemente amaba. Amaba su voz

cuando despertaba, su jeito cariñoso de agarrarse en mí

cuando los niños comenzaban a agitar la casa.


Amaba su forma única de trabajar, como se

comportaba en un país tan diferente de nuestro y su

fácil adaptación. Amaba la manera como él

conseguía conducir nuestras vidas y disfrazaba

atribuyendo a mí los méritos. Amaba el amor que él

sentía por nuestros hijos y como se esforzaba para

estar presente y acompañar cada detalle. Yo lo

amaba y punto final.

Vendré el rostro en su dirección en el exacto momento

en que sus dedos encontraron mi sexo ya húmedo.

Sentí todo en mí contraerse y mi cuerpo preparándose

para nuestro momento. Nuestros labios se encontraron

en un beso delicioso, tranquilo como una sinfonia,

harmonioso como una orquesta. Nuestras lenguas se

experimentaban y extraían una de la otra lo más puro

deseo.

Manos firmes estaban en mí, una cogiéndome por los quadris y

presionándome contra su sexo ya rígido, pegado a mi espalda, a

otra acariciándome por cima de la braga lentamente y llena de malicia,

siguiendo el ritmo de nuestras lenguas y excitándome completamente.

Cuando sus dedos resolvieron torturarme un poco más,


ultrapasando el límite de mi braga a otra mano subió hasta mis senos,

abaixando el vestido y dejándolos libres para su bel placer.

Ћ Robert – gemí en voz baja. – Estamos muy


expuestos.

Ћ Vamos para el cuarto.

Arrumei mi vestido y caminamos por la casa de manos dadas.

Pasamos por la puerta de correr que conectaba la varanda a

los cuartos de nuestros hijos y conferimos se estaban

realmente trancadas, después cruzamos las dos salas, el

pasillo y finalmente entramos en nuestro cuarto.


Robert no esperó ni un segundo y así que cerró la puerta

comenzó a agarrarme. Rápidamente yo estaba pegada a la

pared, las piernas cruzadas en su cintura, su sexo firme

roçando en mi, sus manos osadas levantando mi vestido y se

apossando de mi cuerpo con gana. Corrí mis manos por su

espalda llevando la camisa de él junto.

578

Robert desgrudou los labios de mis permitiendo que yo a

quitara. Luego enseguida mis dedos vagaban por aquellos

músculos aún más acentuados por las carreras y

actividades físicas realizadas en la playa todas las

mañanas. Él estaba cada día más perfecto. Cogí firme en

sus cabellos y con los brazos apoyados en los hombros

anchos, rebolei en sus dedos cuando estos adentraram mi

braga por el fondo tocando mis dos pontinhos de placer.

Era tan bueno!

Mordí los labios reprimiendo un gemido más salvaje. El sexo con

mi marido podía continuar divino, pero una parte de mi

cerebro, aunque mínima, estaría para siempre conectada los

niños, no tenía cómo escapar, entonces evitaba ruidos más

osados, principalmente cuando la casa estaba en silencio,


como en aquel momento. Él gimió un poco más alto y mordió

mi labio así que lo liberé de mis dientes.

Ћ Me gustan sus gemidos – me repreendeu.

Ћ Y yo me gusta conseguir

transar hasta el final – Robert rió y levantó mi

vestido para arrancarlo de mí. Levanté los brazos

como una buena niña permitido que él me

desnudara.

Sus manos agarraron mis senos con propiedad y su cuerpo se

prendió aún más a mi. Él rebolou roçando con más fuerza. Yo

sabía
lo que mi marido quería y no estaba dispuesta a darlo.

Ћ Nada de gritinhos, Sr.

Carter! – cogí sus cabellos con más fuerza,

estirándolo para mis labios.

Ћ En voz baja – sussurrou con

la voz tan cargada de deseo que sentí mi

vientre vibrar. Gemí un poco más alto.

Ћ Así? – él descendió el rostro

por mi cuello, pinicando su barba por hacer en

mi piel. Yo amaba!

Ћ Un poco más, amor – suplicou. Gemí

más alto, respetando mi límite para una noche silenciosa,

donde escuchábamos sólo los cachorros en el área

externa de la casa y el sonido distante de la fiesta en la

playa.

Ћ Así? – yo no soportaba más de tanto tesão.

Ћ Así – él gimió estirándome para sí y

llevándome hasta la cama. – Como usted es gostosa,

Melissa! – gruñió al tirarme sobre el colchón. Ríe un poco

subiendo hasta alcanzar el centro, quedando en una


posición que cortaba la cama por la mitad. Robert quitó la

bermuda y dejó que la luna clareara su nudez. Era tan

lindo! Subiendo en la cama, separó mis piernas con las

rodillas y se posicionó enmedio entre ellas. No me penetró

al agacharse sobre mí, sólo dejó que su sexo se

espremesse en mi barriga mientras me beijava más una

vez con mucha pasión. Después interrumpió el beso para

observarme. Yo podía ver sus ojos cenizas y todo el amor

que ellos transmitían.

579

Ћ Gracias! – dijo con devoção.

Ћ Por el quê? – sonríe y acaricié su rostro.

Ћ Por todo! – él respondió resumiendo.


Yo no necesitaba de traducción. Sabía perfectamente sobre lo que él

hablaba. Sabía lo cuánto se sentía grato por yo haber entrado

en su vida, por haber sido fuerte el suficiente para permanecer,

por saber partir cuando necesario y entender cuando él aún

necesitó de este tiempo. Por haber aceptado ser su esposa,

incontáveis veces. Por haber escogido él, siempre él. Por haber

creído y confiado, aún cuando necesité casi quebrar su nariz.

Por tener le dado hijos encantadores, pero yo tengo certeza

que se ellos no fueran tan encantadores, Robert sería grato de

la misma forma. Él los amaba incondicionalmente. Por haber

largado todo sin mirar para tras y construir una nueva vida a su

lado y por continuar siendo Melissa Simon, aún ahora siendo

una Carter. Yo nunca cambiaría, por él, por nuestro amor, era

eso lo que yo continuaría siendo, la Melissa que conquistó su

corazón y lo salvó, siendo salva de la misma forma.

Ћ Yo amo usted! – sussurrou al alcanzar

mis labios más una vez. Nuestros cuerpos encontraban el

camino para que nos encajáramos con facilidad. Gemí como

él había pedido y delirei con sus gruñidos deliciosamente

salvajes. Nuestros movimientos eran sincronizados y yo lo

sentía en cada centímetro de mi intimidade, arañando mis


paredes mojadas, roçando cada una ellas con de más pura

luxúria.

Sus manos tocaban mi cuerpo sin límites y sus labios

beijavam lo que conseguían alcanzar. Yo lo recibía cada vez

con más intensidad, sintiendo sus almacenadas profundas

capaces de quitarme de la realidad. Insistí en gemir durante

todo el proceso y todas las veces que lo hacía él quedaba

más urgente, más intenso. Deliciosamente más intenso.

Sentí todo en mi vientre comenzar a contraerse y mi sexo pulsar


algunas veces anunciando el orgasmo. Alertarlo era

innecesario, Robert conocía cada detalle de mi cuerpo,

sabía sus respuestas cada estímulo, por eso el suyo

quedó pegado a mi, roçando cada pedacinho de mi

sexo, alcanzando cada punto de placer y llevándome a

un orgasmo perfecto.

Mi cuerpo se contrajo. Estiré una pierna roçando a de él

hasta que el placer me invadiera por completo y me

permití flotar. La luna parecía más próxima pues el cuarto

quedó más brillante, la piel de mi marido también brillaba

más. Mi espalda parecían haber abandonado el colchón e

incluso mi cabello esvoaçava. Yo estaba en el espacio, en

cámara lenta y a la vez tan rápido cuanto un cometa.

Y entonces los gemidos de mi marido

invadieron mi mundo. Él 580

gozaba divinamente, si espremendo en mí y

convulsionando, dejando con que su líquido me

llenara por completo. Él gemía de una manera tan

sexy que mi vientre se contrajo otra vez dejándome

deliciada. Sonríe satisfecha y sus labios cercaron los

míos con besos rápidos.


Ћ Yo te amo – conseguí

responder tras largos minutos. Él levantó el rostro

y acarició mis cabellos sin dejar de encararme con

aquella devoção que nunca lo abandonaba.

Ћ Mamá – oímos el grito de

la pequeña Lisa antes aunque ella alcanzara

la puerta.

Con la presteza de un maestro, Robert salió de cima de mí y

estiró el cobertor, casi jugándome lejos para cubrir nuestros

cuerpos. Vi que él
pasó el más fino por cima de mí y se cubrió con el

más grueso, pero eso fue todo lo que conseguí notar,

pues nuestra hija abrió la puerta y se tiró en la cama

agarrándose a mí.

Ћ Lo que fue princesa? – Robert estaba

mi espalda y acarició los cachinhos de nuestra hija mientras

ella hundía el rostro en mi cuello y la mãozinha en mis

cabellos sin darse cuenta del que estaba haciendo.

Ћ Tiene un monstruo en mi cama! –

ella dijo con voz de sueño y sin miedo alguno. Nodos

sabíamos que inventar un monstruo era sólo más uno

de sus trucos para dormir en nuestra cama.

Ћ En mi también, amor! – hablé riendo de la


situación.

Ћ No tiene monstruo en ninguna de las dos camas – él


me repreendeu

con uno aprieto fuerte en la cintura. Lisa, previendo

que inmediatamente a haríamos salir dali, se prendió

aún más en mí, enrolando la mano en mis cabellos.

Ríe aún más.

Ћ Tiene sí – ella bocejou ya casi durmiendo otra


vez.
Ћ Papá va hasta allá colocar el

monstruo para correr, tá bueno? – ella ni respondió.

Robert bufou y estirando el lençol enrolou-lo en el

cuerpo levantó para fingir ser nuestro salvador.

Ћ Papá es un héroe, princesa! –

él dijo ya levantando. – Voy a colocar aquel

monstruo para correr.

Cuando ya iba saliendo del cuarto, su celular, que estaba en el bolsillo


de la

su bermuda, comenzó a tocar. Gesticulei para que él retirara

el aparato del cuarto, ya que Lisa había adormecido. Él cogió

la bermuda y salió. Sólo la luz del pasillo invadió el cuarto por

una brecha. Aún pude oír su voz ya lejos. Abracé mi hija y

cerré los ojos adormeciendo


luego enseguida.

No sé cuánto tiempo conseguí dormir, pero desperté con Robert

quitando la mano de nuestra hija de mi cabello y

levantando su corpinho para 581

llevarla de vuelta a su cuarto. Abracé un

travesseiro y aguardé. Él volvió inmediatamente

enseguida, usando la bermuda que había retirado

del cuarto. Entró en el closet y volvió sólo de cueca

acostándose a mi lado y estirándome para sí.

Ћ Quién fue la esta hora? –

murmuré ya sintiendo el sueño cogerme otra vez.

Ћ Tengo óptimas noticias.

Ћ ES? Y para que país vamos ahora?

Ћ Para casa – sus brazos se

cerraron con más fuerza en mí. – Vamos a

volver para casa.

582

CAPÍTUL

O 52

Ћ Usted tiene certeza? – él dijo del otro lado.


Ћ Absoluta – mantuve la voz firme. – De hoy él no
pasa, Robert.

Ћ Gracias a Dios! – su voz

parecía más leve, como si él estuviera mil veces

más aliviado. – Y ahora?

Ћ Ahora es actuar. El show

será todo mío! – yo sabía el sabor de aquellas

palabras.

Ћ Todo bien! – quedó un poco

callado. – Todo bien, Abby. Sólo me certifique cuando

todo esté acabado. Usted sabe, no quiero Melissa

corriendo riesgo otra vez, muy menos los niños.


Ћ Quede tranquilo. Yo no voy a fallar.

Ћ Buena suerte, Abby. Y muchas gracias!

Ћ El placer será todinho mío, Robert.

Desconecté el celular y encaré Dean de vuelta. Él estaba

muy aprensivo, pero no tenía coraje de hacerme desistir.

Fueron largos tres años cassando Adam Simpson.

Siguiendo cada uno de sus pasos, juntando todas las

pistas, aguardando por el momento correcto para que no

perdiéramos la oportunidad. Teníamos sólo una

oportunidad y tendríamos que utilizarla con precisión. No

podían haber fallos.

- Vamos a repasar el plan – Tom se meneó a mi lado. Él no

me gustaba nada del clima que estaba entre Dean y

yo desde que descubrimos como podríamos coger

Adam.

Ћ No precisa, yo sé muy bien lo que hacer!

Ћ Abby! – Dean gruñió mi frente. – ES importante!

Ћ Tenemos poco tiempo. No se preocupe, estaré


aquí en veinte

minutos – me curvé en su dirección robándole un

beso. Él no me repreendeu.
Desde que Melissa y Robert consiguieron su “felices para

siempre” yo y Dean descubrimos que hacíamos una

buena pareja, inclusive en la cama y estamos juntos

desde entonces. Él dedicó cada minuto de su día para

ayudarme a coger Adam, con el patrocinio de Robert

Carter, es claro, que nos posibilitaba mantener todo el

equipo.

Robert tenía un interés especial en quitar Adam Simpson

del mapa, principalmente después que la policía descubrió

un material completo en la casa de él que sólo comprobaba

su obsessão por Melissa Simon.


Robert no podía perder tiempo. Aprovechó la

muerte de Tanya y a de el padre 583

para aislarse por un mes y así consiguió trazar un plan para

colocarnos en el pegamento del idiota del Adam. Todo sin que

Melissa supiera, a fin de cuentas ella estaba embarazada y él

deseaba una vida normal a su lado, donde pudiera crear el

hijo sin el miedo constante de la vuelta de un monstruo. Por

eso él fue aunque y a llevó junto, lo que fue óptimo, pues lo

que

los ojos no veem el corazón no siente y estar al lado de Robert

y Melissa no era nada saludable para mi relacionamiento con

Dean. Pero quedamos felices con la vida de ellos dos y la

llegada de los hijos de una manera más tranquila. Ellos

merecían aquella paz. El trabajo duro quedó por nuestra

cuenta.

Ћ No sea burra el suficiente para

arriesgarse, entendió? – Dean me cogió por la nuca

encarándome con ferocidade. Yo adoraba cuando él

quedaba de esta forma.

Ћ Entendí! – él me estiró para más un beso.


Ћ Estoy atento. Invado

aquella merda de puteiro si alguna cosa dé

errado.

Ћ Vuelvo inmediatamente – sonríe ajeitando la


peruca y descendí del furgão que estaba

en la esquina.

La noche estaba especialmente caliente en Los Angeles. Arrumei lo

vestido corto y decotado, estiré las botas y ajusté la peruca

blanca más una vez. Yo adoraba aquel traje estilo “Una linda

mujer”. Atravesé rápidamente la calle y me junté al grupo

que ocupaba la entrada de la boate. El guarda jurado, que

era uno de nuestros, liberó mi pasaje. Transité por el

espacio amplio y oscuro donde cuerpos se sacudían


envasados por el sonido eletrizante del DJ. Nadie allí sabía lo

que realmente acontecía en los pisos superiores, escondidos

en una ala donde pocos tenían acceso. Cogí una bebida y

esperé los lentos cinco minutos hasta que finalmente mi

pasaje para el infierno fuera confirmada. Me esgueirei por

las esquinas, buscando los puntos más oscuros y alcancé la

puerta. Coloqué el código y luego esta se abrió dándome

pasaje.

Del lado de dentro era todo diferente. Un pasillo amplio y

iluminado, con techo escariado y lâmpadas embutidas.

Cuadros componían las paredes blancas. Más al frente

dos pasillos se dividían en otros dos y un poco

adelante, dos nuevos. Eran los cuartos. Yo sabía muy

bien en cuál debería entrar.

Caminando lentamente aún sabiendo que las

cámaras no captaban mi presencia, más una cosa

que nuestra genial equipo conseguía hacer, paré

frente a la puerta. Conferí la arma presa en un lado

de mi cinta aleación y la seringa del otro. Utilizando

la tarjeta de acceso, destravei la puerta. Aguardé


algunos segundos para tener certeza de que no

había sido notada.

584

Dali ya daba para oír los gritos y lamentações. Mi cuerpo

entero tembló. Yo bien sabía lo que Adam era capaz de

hacer, sin embargo, en aquel momento, todo era real. Sentí

la rabia en mi garganta. Adam era un enfermo hijo de la

puta que gastaba horrores para estuprar chicas borrachas

ofertadas, a un coste alto, por la boate, a sus clientes

especiales. Aquel antro se especializaba en atender los más

absurdos deseos

de sus clientes. Desde una trepada sacana con más de dos mujeres, a
violaciones colectivas de mujeres cazadas, vendadas,

amordaçadas y llevadas hasta allá para pasar por las mayores

atrocidades posibles. Después eran descartadas como basura

sin ni saber lo que o donde todo aconteció. Nuestra misión era:

coger Adam Simpson, lo destruya y después enviar

las pruebas contra la boate para la policía. Por lo

menos aquel grupo estaba acabado. Pero muchos más

existían sin que pudiéramos hacer algo contra.

Pensando así, me esgueirei para dentro. La sala estaba

oscura, sin embargo no necesitaba de mucho para

descubrí donde encontrarlo. Lo lloro constante de la

chica y los gemidos de Adam me indicaban el camino a

continuación. Conocedor de que él no sería capaz de

escucharme, fui hasta el cuarto y el avistei.

La chica estaba de culo, desnuda, amarrada por los pulsos y calcanhares

en una plataforma en la pared. Sus ojos estaban vendados

y ella lloraba mucho. Adam estaba inmediatamente atrás

de ella, violentando-a y adorando lo que hacía. La chica

tenía cabellos largos y castanhos que él cogía con fuerza

estirando para tras mientras apretaba uno de los senos de

ella.
Ћ ES eso lo que usted merece,

Melissa! – él gimió. Tuve ganas de vomitar. Cuántas

veces él me forzaba a aceptar ser llamada así? Perdí la

cuenta. – Donde él está ahora, hein? Donde él está

que no aparece para salvarte?

Me aproximé con facilidad, quedando muy cerca. Con la

arma en puño di la primera porrada en su cabeza. Adam

cayó desnorteado. Rápidamente me aproximé de la chica

y retiré la seringa.

Ћ No se preocupe. Yo vine a salvar usted –


sussurrei. Yo sabía que

aquella actitud era prohibida, pero yo no aguanté. Cuántas veces deseé que
alguien apareciera para decirme aquellas palabras?

Enfiei la seringa en el cuello de la chica y a vi desmayar

casi que inmediatamente.

Ћ Sea rápida – Dean habló en mi

punto. Miré para Adam caído al suelo intentando

levantar. Él estaba desnorteado y él se alejaba

para defenderse.

Ћ Adam Simpson – gruñí llamando su atención. –


Cuánto tiempo?

Ћ Quién es usted, su puta? Yo voy a llamar la


seguridad!

Ћ Va? – sonríe con malicia. –

Usted volcó un monte de basura, Adam – 585

me aproximé acertando uno chute en su rostro. Él

cayó para tras e intentó levantar rápidamente. Con el

salto de la bota pisé en sus testículos. Adam gritó de

dolor. Yo sentía que podía hacer más.

Ћ Abby, la policía ya está con las pruebas y una


denuncia anónima ya

fue hecha para rescatar la chica. Haga el combinado y

sal de ahí! – Dean estaba muy nervioso y

prácticamente gritaba a mi oído. - Quién es usted?


Miré para aquel ser nojento y arranqué mi peruca.

Adam me encaró por incontáveis segundos. Sus

ojos eran sólo pánico. Sonríe deliciada con la

victoria.

Ћ No me diga que ya olvidó de su mejor

brinquedinho? – aquella era la forma como él me llamaba.

Su juguete. Yo odiaba.

Ћ Abgail?

Ћ Hola, Adam! – sonríe

levantando lo que yo había llevado sin que

nadie percibiera.

Ћ Abby, no! Abby, por el amor de Dios! No!


Y el sonido de sus gritos no podía ser oídos por la

acústica del local debidamente proyectado para

mantener la integridad de los clientes. Sólo puedo

decir que aquel día Adam dejó la vida de la manera

más indigna posible y la vida agradeció por eso.

586

AGRADECIMIENTOS

No creo que llegué hasta aquí.

Fueron largos tres años trabajando en Función CEO,

creando, estudiando, ajustando, viviendo la vida de

estos personajes y fue todo tan lindo e intenso que no sé

se estoy preparada para decir adiós. Nunca fue tan

sufrido finalizar un libro, pero yo estoy aquí, colocando

un punto final y dejando que Robert y Melissa finalmente

vivan su final feliz. ES cómo asistir a un hijo salir de casa

para construir su propia vida, usted sabe que es

necesario, pero no deja de sufrir por eso. Y yo estoy tan

orgullosa!

La caminada fue larga, hice amigos, amadureci, enlouqueci, lloré,

sonríe muy y en el fin todo salió bien. Entonces mi

lista de agradecimiento es muy larga, por eso voy a


intentar ser breve, agradeciendo a algunos

representantes y espero que todos consigan

encontrarse en alguien que yo citar aquí.

Agradezco a Janaina Rico, por su amistad, profesionalismo,

pelo brillo todo especial que consigue dar mis palabras. La

Mariza Miranda, mi revisora y amiga, por aguantar mis surtos,

toda la presión y locura que es tener una fecha para la

entrega del original. La Paola Patrício, mi asesora, por cuidar

tan bien de mí. Hugo Obispo, mi asesor, por conseguir quitar

el peso de mi espalda. La Beatriz Sores, mi asistente y

organizadora de eventos, por todo carinho y eventos

lindos, y por la amistad tan verdadera. Al Renato Klisman

por las portadas lindas y por el firme apoyo en mis

momentos más complicados.

Mis amigas de la vieja y nueva guardia: Marla Costa, Sueli

Conejo, Tatiana Mendonça, Renata Pereira, Wilza Mary,

Allane Mágilla, Tatiana Cabral, Marcia Fráguas, Adriana

Prado y Adriana Gardênia. Mis lectoras tan cariñosas que

hacen mis días más especiales, Grupo Función CEO el

libro más aguardado de 2014, Trilogia función CEO,


Fanfics Tatiana Amaral. Al personal de la página Función

CEO el Descubrimiento del Placer. A los amigos del

whatsapp: Fans Tatiana Amaral, C&H Medical Systems y

Trilogia Función CEO. Vosotros sois increíbles! Las

mejores lectoras del mundo. Amo vosotros!

Mi familia, especialmente mi madre, guerrera, amiga,

compañera y fan número uno. A mis hijos, por

apoyarme y continúen conmigo en esta caminada

difícil, por aceptar el sacrificio, por 587

no me tengan siempre que necesitaron, por entender mis surtos.

Mamá ama vosotros! A mi marido, Adriano, por estar a mi lado.

La Editora Pandorga, por creer en mí y en este trabajo.

No me gustaría poner un fin, entonces coloco uno gracias y uno hasta


más!

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