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¿Que es la Armadura de Dios?

La armadura de Dios, se encuentra en Efesios 6:10-18, se


compone de los siguientes 6 artículos:
El cinturón de la verdad, la coraza de la rectitud, el calzado del evangelio, el
escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada del espíritu.

Lista de la Armadura de Dios


1. El cinturón de la verdad
2. La coraza de la rectitud
3. El calzado del evangelio
4. El escudo de la fe
5. El yelmo de la salvación
6. La espada del Espíritu
7. Oracion en el espíritu
8. Como ponerse la armadura de Dios

Video de la Armadura de Dios


No peleamos contra carne o sangre
La Biblia a menudo ilustra la vida Cristiana como una batalla en contra del
pecado y de Satán. Somos soldados de Cristo en una guerra espiritual (2
Corintios 10:3,4; 2 Timoteo 2:3,4). Como dice la Escritura, “No peleamos
contra carne y sangre, sino contra…principados y potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo” (Efesios 6:12). Por eso el apóstol
Pablo les recomienda a los Cristianos a “vestirse de toda la armadura de Dios,
para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo” (Verso 11).

Veamos cada una de las piezas de la armadura espiritual y como hacernos


capaces de ser victoriosos como soldados de Cristo en nuestra batalla contra
“principados y potestades”.

1. El cinturón de la verdad (Efesios 6:14)

“Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad,” dice Pablo. La
verdad es el cinturón que mantiene todas las piezas de la armadura en su
lugar. Hay dos vías en que la verdad es parte de la armadura de Dios.

Primero, se refiere a las verdades de las Escrituras lo opuesto a las mentiras de


Satán. Satán es el padre de las mentiras (Juan 8:44). Jesús dijo, “Ustedes
deben conocer la verdad, y la verdad los hará libre” (verso 32). Las grandes
verdades de la Biblia- el amor a Dios, la Salvación por medio de la fe en
Jesucristo, la segunda venida, perdón de los pecados, la gracia y el poder de
vivir por Jesús-estas verdades nos hacen libres de las mentiras de Satán. Satán
nos ha hecho creer que somos pecadores, perdidos y sin esperanza. La verdad
es que el amor de Dios y la salvación nos hacen libres de pecado y de la
muerte.

La segunda vía en que la verdad sirve como un cinturón, manteniendo junta la


armadura de Dios, es nuestro compromiso personal con la verdad-viviendo
una vida recta, transparente y sin engaños. Integridad y honestidad son vitales
para la vida Cristiana. La gente debe saber que ellos dependen en nosotros
para ser una persona de verdad y principios.

2. La coraza de la rectitud (Efesios 6:14)

La coraza de la verdad cubre el corazón y lo proteje junto con otros órganos


vitales. La Biblia dice, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque
de él mana la vida” (Proverbios 4:23). Eso es lo que la rectitud de Cristo hace
para ti. Te protege en contra de las acusaciones y los cargos de Satanás. La
justicia no se compone de las buenas obras que hacemos. La Biblia es clara en
que no hay justo, ni aún uno (Romanos 3:10).
La coraza de la rectitud es enteramente la rectitud de Jesús la cual nos da
libremente cuando lo aceptamos a Él como nuestro Salvador (2 Corintios
5:21; Efesios 2:8,9; Filipenses 3:9). Es la justicia de Cristo, no nuestra propia
justicia, la que nos cubre y nos protege.

3. El calzado del Evangelio (Efesios 6:15)

Los soldados marchando hacia la guerra deben tener zapatos cómodos. Como
soldados de Cristo, debemos ponernos el “calzado del evangelio” que nos
permite marchar adonde nuestro Señor nos dirija. El apóstol Juan dice, “El
que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6). Jesús
dijo, “Mis ovejas oyen My voz….y ellas Me siguen”(Juan 10:27). Satanás
tratara de poner obstáculos en nuestro camino, pero con la fuerza de Jesús
podemos caminar hacia adelante, siguiendo nuestro Señor, obedeciéndolo y
avanzando el evangelio.

4. El escudo de la fe (Efesios 6:16)


Cuando enlistamos las diferentes piezas de la armadura de Dios, Pablo dice,
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos
de fuego del maligno” (Efesios 6:16). Cuando Satanás ataca con dudas, el
escudo de la fe desvía el ataque. Cuando vienen las tentaciones, la fe nos
mantiene firmes siguiendo a Jesús. Somos capaces de soportar los fieros
dardos del enemigo, porque sabemos en quién hemos creído (2 Timoteo 3:12).

Esta fe no es algo que viene desde adentro de nosotros. Es un regalo de Dios


para nosotros. Él nos da a cada uno una medida de fe (Romanos 12:3).
Después a medida que caminamos con Él, esa fe crece y se desarrolla hasta
que se convierte en una coraza, protegiéndonos y permitiéndonos vivir una
vida victoriosa en Cristo. Esta fue la experiencia de Pablo. El dijo, “Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y
lo que vivo ahora lo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20). Y al final de esa vida
de fe, el declaró, he peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he
guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Esa puede ser tu experiencia también, a
medida que utilices el escudo de la fe para desviar todo lo que Satanás envié
hacia ti.

5. El yelmo de la salvación (Efesios 6:17)


El yelmo protege la cabeza, quizás la parte más vital del cuerpo porque es
donde se originan los pensamientos y la mente. Cuando tenemos un
conocimiento claro de nuestra salvación, no nos dejaremos mover por las
decepciones de Satanás. Cuando estamos convencidos de que nuestros
pecados están perdonados en Cristo, tendremos paz y nada nos perturbará.

Podemos tener certeza de nuestra salvación? Podemos estar seguros?

Si. “Si confesamos nuestros pecados, Él (Jesús) es fiel y justo para


perdonarnos y limpiarnos de toda iniquidad” (1 Juan 1:9). “Y este es el
testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El
que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la
vida” (1 Juan 5:11,12).

6. La espada del Espíritu (Efesios 6:17)


La espada el Espíritu es la única arma de defensa mencionada en la armadura
de Dios. Todas las otras partes son de naturaleza indefensa. La palabra de
Dios, la Biblia, es descrita cómo “viva y eficaz, y más afilada que una espada
de dos filos” (Hebreos 4:12). Jesús utilizó esta arma cuando Satanás lo tentó
en el desierto. Ante todos los esfuerzos de Satanás para hacerlo caer en
tentación, Jesús contestó “escrito está….” Y procedió a citar las Escrituras
para destruir las tentaciones de Satanás. La palabra de Dios es verdad (Juan
17:17). Por eso es tan poderosa. Por eso es tan importante que estudiemos la
Biblia y nos familiaricemos con sus verdades y con su poder. David escribió,
“Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:
105). La espada de la palabra de Dios nos protege y destruye a nuestros
enemigo, el diablo y sus tentaciones.

7. La oración (Efesios 6:18)


Aunque la oración no es una de las piezas de la armadura completa de Dios,
Pablo cierra su lista diciendo, “orando en todo tiempo con toda la oración y
súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos” (Efesios 6:18). Aún cuando estamos vestidos con la
armadura de Dios, tenemos que bañarnos con la oración. La oración nos pone
en comunión y compañerismo con Dios para que Su armadura nos pueda
proteger.
8. Cómo nos ponemos la armadura de Dios
completa?
No es tan difícil como podamos pensar. Todas las piezas de la armadura se
encuentran en una relación con Jesús. Pablo lo dice así: “sino vestíos del
Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” (Romanos 13:14).
Cuando nos damos a Jesús y nos “ponemos” Su Justicia, nos vestimos con la
armadura completa de Dios.

Do you sometimes feel weak? Do you find yourself giving in to temptation


when you really want to oveTe sientes a veces débil? Te encuentras cediendo
a la tentación cuando realmente quieres vencer? Te has sentido desanimado?
Todos tenemos momentos como estos. Pero vestidos en la armadura de Dios,
el más débil de Sus hijos es más que vencedor contra Satanás. “Por lo demás,
hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en la fuerza de su poder. Vestidos
de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo” (Efesios 6: 10,11).

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