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Este documento narra la historia de Audrey y Andrew, dos hermanos con mal genio que aceptan investigar los misteriosos casos de mujeres desaparecidas en un café a cambio de una recompensa. Al explorar el café, Audrey es capturada por la tendera, Rose, quien resulta ser la líder de una red de tráfico humano. Andrew se queda con el dinero de la recompensa y se embarca en una misión para rescatar a su hermana.
Este documento narra la historia de Audrey y Andrew, dos hermanos con mal genio que aceptan investigar los misteriosos casos de mujeres desaparecidas en un café a cambio de una recompensa. Al explorar el café, Audrey es capturada por la tendera, Rose, quien resulta ser la líder de una red de tráfico humano. Andrew se queda con el dinero de la recompensa y se embarca en una misión para rescatar a su hermana.
Este documento narra la historia de Audrey y Andrew, dos hermanos con mal genio que aceptan investigar los misteriosos casos de mujeres desaparecidas en un café a cambio de una recompensa. Al explorar el café, Audrey es capturada por la tendera, Rose, quien resulta ser la líder de una red de tráfico humano. Andrew se queda con el dinero de la recompensa y se embarca en una misión para rescatar a su hermana.
- ¡AUDREY! -. Dijo Andrew con apuro mientras se metía una rebanada de pan a la boca. Andrew estaba algo apurado, algo común en él -Mhm… ¿Qué quieres? -. Dijo Audrey, todavía medio dormida. - ¡No te acuerdas de la cita con el Sr. David? -. -La verdad sí… PERO SON LAS 3 DE LA MADRUGADA, ¿QUÉ COÑO QUIERES? -. -Ya basta de estupideces y haz algo productivo por tu vida-. Cabe resaltar que ambos tenían un mal genio y eso los lleva a nunca convivir bien -Mhm bueno… me iré a dormir otra vez-. - ¡SI NO TE COMPORTAS TE LARGAS! -Ah... Ya voy…-. Dijo mientras se ponía una camisa ancha y unos shorts cortos que combinan con sus lindos ojos verdes. - La verdad si te apuras haríamos algo…-. -Vamos y ya deja de quejarte-
~Llegando al lugar de la cita (El café) ~
-Hola señoritos- Dijo una voz misteriosa.
-Que suced-. Balbuceo Audrey con extrañeza, pero fue interrumpida por la misma voz. -Audrey, eres una lista chica, pero hoy no me pusiste a prueba-. -Ah, un drogadicto. Es normal verlos por este tipo de lugares…- Respondió Audrey con sarcasmo. -Señor... David ¿Por qué nos citó? -. Dijo Andrew ignorando el comentario sarcástico de Audrey. Andrew miro a sus alrededores de café y se quejo perplejo al darse cuenta de que una señora los mira con maldad en loa ojos, ignoró esto sin importarle lo raro que era y se vuelve con el Sr. David. -La verdad no los he citado por capricho…O la verdad si, pero bueno…-. - ¿Entonces? -. Dijeron ambos hermanos con intriga. - Necesito un pequeño favor… Miren hay algo raro con este barrio, más específicamente en este café… -. - Las chicas vienen y no vuelven a sus hogares, la gente me ruega y me paga para investigar este lugar… Pero no consigo nada-. Dijo David preocupado. - Entonces… ¡Cuánto nos pagas? –. Exclamó Audrey con los ojos brillantes. - Calla… Eso no se pregunta –. Respondió Andrew apenado. - ¡1.000 dólares! –. - 10.000 dólares o no hay trato –. - Ok…-. - Pero… ¿Con qué gente me junto…? -. Susurro Andrew decepcionado. Después de hacer negocios comenzaron a investigar; buscando evidencias o algo significativo para dar explicación a tales sucesos y acabar con ese misterio. - ¿Sabes? Cabe la posibilidad de que no haga nada porque no encuentro nada-. Le comentó y se sentó en una silla algo inusual. - ¿Notas algo raro aquí? -. -Si te soy sincera…No -. - Es distinta a las demás… ¡Y tiene forma de trono! –. Insinuó Andrew. - ¿Según tu mentecita de almendra esto puede ser una pista? –. -Si-. Audrey meditó un rato, pero al final llegó a la conclusión de que esto podría tener sentido; Aunque para ella solo sea algo común en una cafetería del bajo mundo y decidió darle la razón a su hermano. Comenzaron a revisar gran parte de la silla, sin darse cuenta que la tendera del café (Rose) estaba espiándolos de manera sospechosa y se acercaba lentamente hacia ellos. -Oye, Audrey-. -Dime-. -Voy al baño un rato, ¿sí? –. - ¿Ok? –. Durante el tiempo en el que Andrew iba al baño la señora Rose se acercó a Audrey y la tomó por el brazo. -Pero que mierd…-. - ¡SUELTEME VIEJA CHOTA! –. - ¡Cállate! –. Gruñó la señora en un tono desesperante. - Yo… Te voy a llevar a un buen lugar… Jeje…-. Anunció Rose. -…-. - ¡No me vayas a hacer nada! –. Imploró Audrey suplicante. La señora la llevó al sótano del café, así delatando su verdadero trabajo, el trafico de blancas. -Dime tu nombre, bella señorita-. -Kelly-. - ¿Enserio Kelly? -. -Kelly mporta vieja estúpida-. -Cállate y dime…o si no...-. Vociferó iracunda. -Audrey...-. Murmuró. - ¿Cómo! -. - ¡AUDREY! -. -Listo, Audrey- -Mhm…- Audrey pensó en oponerse, pero sabía, pero era inútil -Te quedaras aquí hasta el día de tu muerte…- -Quieras o no- Y así Audrey se quedó en ese lugar un largo tiempo… Entre tanto Andrew se quedó con gran parte del dinero de la investigación, pero solo y enfocado en su única misión…
Encontrar a su adorada hermana y traerla devuelta a casa…