Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ANTIPSICÓTICOS
ANTIPSICÓTICOS
El cerebro de una persona adulta contiene más de diez mil millones de células nerviosas
denominadas neuronas. Cada neurona tiene una fibra alargada y única llamada axón, que
transmite la información a otras neuronas (véase figura Estructura típica de un nervio). Como
cables conectados en un gran conmutador telefónico, cada neurona establece contacto con
miles de neuronas.
La información viaja por el axón de la célula como un impulso eléctrico. Cuando el impulso
alcanza el extremo del axón, se libera una cantidad muy pequeña de una sustancia química
denominada neurotransmisor, que cumple la función de
transmitir información a la siguiente neurona. Un receptor
celular detecta el neurotransmisor liberado, que hace que
la célula receptora genere un nuevo impulso.
La eficacia que tienen los antipsicóticos para bloquear los distintos tipos de neurotransmisores
es variable. Todos los antipsicóticos que han demostrado eficacia de acción bloquean los
receptores de dopamina. Los antipsicóticos más nuevos (asenapina, clozapina, iloperidona,
lurasidona, olanzapina, quetiapina, risperidona y ziprasidona) también bloquean los receptores
de serotonina, otro neurotransmisor. Se pensaba que esta propiedad podría hacer que estos
medicamentos fueran más eficaces. Sin embargo, los estudios recientes no han apoyado este
punto de vista.
La clozapina, que bloquea muchos otros receptores, es claramente el fármaco más efectivo
para tratar los síntomas psicóticos. No obstante, se utiliza poco debido a sus graves efectos
secundarios y a que requiere un seguimiento periódico mediante análisis de sangre.
Los antipsicóticos de segunda generación pueden aliviar los síntomas positivos (como las
alucinaciones), los síntomas negativos (como la falta de expresión emocional) y el deterioro
cognitivo (como la disminución de las funciones mentales y de la capacidad de atención). Sin
embargo, los médicos no están seguros de si alivian los síntomas en mayor medida que los
fármacos antipsicóticos más antiguos, o bien lo que ocurre es que existe una probabilidad
mayor de que las personas afectadas los tomen porque tienen menos efectos secundarios.