Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El - Poder - de - La - Mente Herbert Benson
El - Poder - de - La - Mente Herbert Benson
Prólogo……………………………………………………………
Primera parte
Segunda parte
A veces puede ser útil contar con un guía mental máximo su uno
quiere usar el Principio de la Maxi-Mente para perfeccionarse en algún
dominio particular del conocimiento; por ejemplo para adelantar en el
estudio de una lengua extranjera podemos buscar un especialista que
controle nuestros progresos, o hablar con un entrenador si queremos
mejorar nuestra capacidad atlética o deportiva. Para cuestiones más
sencillas lo más probable es que se pueda trabajar sin guía, confiando en
lecturas como las que se citan en las secciones de la fase dos del libro.
Todos los casos que se presenten son reales, aunque el nombre, el
sexo y otras circunstancias de las personas han sido modificados para
respetar el anonimato.
Herbert Benson
Primera parte
Por otra parte, es posible que lo que le interese sea disciplinarse más
en su trabajo. Tal vez le preocupe mucho la idea de si está haciendo lo
que debe para obtener un ascenso. Usted sabe que para conseguirlo
tendría que mejorar en varios campos en los que flojea, en finanzas y
contabilidad, digamos. Pero, por más que se esfuerza, no consigue poner
en práctica un programa que convierta esas deficiencias en valores
primitivos.
Primero léase el libro lo mismo que leería cualquier otro, pero con
una diferencia: intente, al comienzo de cada lectura, alcanzar la
Relajación. De esa manera se abrirá la posibilidad de cambios
significativos en su vida, en la medida que los hemisferios izquierdo y
derecho del cerebro se coordinen con más facilidad. Digamos también
que este enfoque será muy adecuado para quienes ya estén
familiarizados con el mecanismo de la Relajación. Por cierto que este
método le exigirá un poco más de tiempo que si se limitará a leer el
libro del principio al final, pero los beneficios potenciales que puede
obtener al transformar sus hábitos personales y configuraciones
mentales justificarán con creces la inversión de tiempo extra.
¿Cuáles son las funciones exactas de las diferentes partes del cerebro,
y qué es lo que podemos hacer para favorecer tales funciones?
DE REGRESO EN EL HIMALAYA
Los que hayan leído mis libros anteriores saben que uno de nuestros
proyectos de investigación en la Facultad de Medicina de Harvard fue la
exploración de las fronteras de la mente, en la vertiente india del
Himalaya. Aquella zona constituye el hogar en el exilio del Dalai Lama
y de muchos budistas tibetanos. Es indudable que otras religiones han
registrado también proezas físicas y mentales extraordinarias,
curaciones y otros sucesos espectaculares, pero hacía ya años que yo
había decidido concentrar mis esfuerzos en la investigación científica de
los datos provenientes de una tradición oriental, en particular, el
budismo tibetano.
Una de estas teorías sostiene que los monjes pueden haberse valido
de un proceso al que se ha denominado “termogénesis sin temblores”,
que pone en juego la capacidad que tiene el cuerpo, en ciertas
circunstancias de quemar o metabolizar un tipo de grasa que es capaz de
generar una elevada cantidad de calor. Antes los científicos creían que
solo cierto tipo de mamíferos no humanos, en especial los que están
sujetos al proceso de hibernación, podían quemar ese tipo de grasa, pero
ahora parece que también los seres humanos podemos tener la
capacidad de generar calor a partir de ella. Según nuestra hipótesis,
podría ser que los monjes hubieran aprendido a hacerlo valiéndose de
poderes mentales generalmente desconocidos.
En todo caso, está claro que tanto nuestra mente como nuestro cuerpo
son capaces de hazañas que hasta ahora se han considerado imposibles,
y que incluyen -sin limitarse ciertamente a ello- la capacidad de superar
los efectos de un frío intenso. Pero estas posibilidades espectaculares no
se limitan a los monjes tibetanos, también están abiertas para usted, en
la medida en que aprenda cómo valerse de esas capacidades mentales
que hoy no usa.
El punto focal físico de este poder parece ser el estado especial que
hemos identificado hace más de una década, al que llamamos respuesta
de Relajación, y de la cual he dado una breve explicación en el capítulo
introductorio. ¿Cuál es exactamente, la forma de provocar esta
reacción? ¿Cuáles son los pasos prácticos necesarios para abrir las
puertas a cambios extraordinarios en nuestra manera de pensar y actuar?
Paso1: Elija para concentrarse una palabra o una frase breve que esté
firmemente arraigada en su sistema personal de creencias. Por ejemplo,
un cristiano podría elegir las palabras iniciales del Salmo 23, “El señor
es mi pastor”; un judío la palabra “Shalom” y una persona que no sea
religiosa, una palabra neutra, como “uno” o “paz”.
Para hacerse una idea de cómo se puede adquirir esta capacidad para
el cambio, es importante considerar ciertas teorías referentes a la forma
como funciona el cerebro. Pero este es un tema, que debemos abordar
con una dosis de humildad. Aunque durante las últimas décadas los
resultados de la investigación del cerebro han ensanchado en forma
extraordinaria nuestros conocimientos, la comprensión que tenemos de
la fisiología cerebral sigue siendo relativamente rudimentaria, dada la
increíble complejidad del cerebro humano.
¿Cuántas son las conexiones posibles? Por expresarlo con una sola
cantidad, la cifra sería de 25.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.
Dicho de otra manera: si usted empieza a apilar sobre su escritorio hojas
de papel de máquina, una encima de otra, igual al número de sus
posibles conexiones cerebrales, la pila llegaría más allá de la luna.
Llegaría más allá del planeta Plutón, más allá de nuestra galaxia, e
incluso más allá de los límites conocidos del universo, ¡a distancia de
unos dieciséis mil millones de años luz!
Pero usted se estará preguntado qué tiene que ver todo esto con su
capacidad de cambiar sus malos hábitos y de cultivar formas nuevas y
constructivas de auto disciplina.
¿Los resultados? Los que la primera vez habían dicho que estaba mal
hacer trampa, pero efectivamente la habían hecho ahora dijeron que no
era tan malo. En otras palabras, los valores y las acciones terminaron
por conformarse unos a otros al entrar en conflicto con la situación de
tener que afrontar directamente la cuestión de hacer trampa.
EL FACTOR FE
Un ejemplo afín, pero más negativo, del poder de las creencias sobre
el cerebro se refiere a un tipo de muerte súbita, que es el que se da entre
las víctimas de diversos delitos. Hay veces en que el miedo agudo, o
incluso el terror inducido por la creencia llega a liberar en el torrente
sanguíneo cantidades muy grandes de noradrenalina, hormona
relacionada con el estrés y que puede tener efectos físicos devastadores.
La liberación excesiva de esta sustancia puede desencadenar una serie
de pasos bioquímicos que provocan terminan enormes cambios en el
músculos cardíaco, y causando la muerte. Un estudio científico
demostró que, de acuerdo con las respectivas autopsias, de quince
sujetos que murieron a causa de agresión física, once no tenían ninguna
lesión interna. Lo que habían sufrido era un fenómeno conocido como
degeneración miofibrilar, un tipo de lesión del músculo cardíaco.
Yo Mozart
Algo Mucho
CAPACIDAD MUSICAL
Para entender cuáles son los límites genéticos que pueden condicionar
los cambios cerebrales, es útil imaginarse una línea horizontal por cada
aspecto del comportamiento o del pensamiento que a uno le interese
transformar.
Supongamos, por ejemplo, que usted quiera cultivar su capacidad
musical aunque tiene ya una edad mediana. Al lado izquierdo de la línea
puede escribir las palabras “Yo-Antes”, para indicar en qué nivel está su
capacidad antes de empezar a adquirir esa habilidad nueva. Al lado derecho
de la línea podría escribir “Mozart”. Y luego en algún lugar intermedio,
puede anotar “Yo-después de cinco años de trabajar y estudiar mucho”.
Roger Perry, el ganador del Premio Nóbel a quién se debe buena parte
de las investigaciones sobre el split brain, no va tan lejos como Eccles ni
como Penfield, pero llega a la conclusión de que la mente “es el logro que
corona unos quinientos millones de años –o más- de evolución”. Sugiere
también que la mente es más que la suma de los mecanismos y
componentes físicos del cerebro. En otras palabras, así como el oxígeno y
el hidrógeno se combinan para producir agua, que es totalmente diferente
de sus componentes, también las partes del cerebro se combinan para
producir una mente que trasciende sus cimientos puramente moleculares.
-La capacidad para superar la “dictadura” del lado izquierdo del cerebro
y para aumentar la comunicación y la coherencia entre los hemisferios
izquierdo y derecho.
-La plasticidad del cerebro, o su capacidad de ser moldeado y
configurado mediante la transformación de las células y la instalación de
vías nuevas;
Pero, ¿por qué es tan frecuente que los programas de auto mejoramiento
se frustren? Quizá la respuesta resida en por lo menos dos problemas
importantes que suelen plantearse con cualquier programa de autoayuda.
Por una parte, puede que nos falte disciplina para perseverar en el régimen
de autoayuda hasta experimentar realmente algún cambio en nuestra vida.
Y por otra, los esfuerzos por transformar la vida que se descontrolan y
convierten en obsesiones pueden hacer más mal que bien. La verdad es
que, como veremos en otro capítulo, abrirse a cambios significativos
mediante un programa de meditación no supervisado puede ser realmente
peligroso.
Sin embargo, cuando descubrió el maratón había encontrado por fin “lo
suyo”. Tras haber dedicado unas cuantas semanas a alcanzar un nivel
básico de condicionamiento, descubrió que realmente quería continuar con
el programa. Dicho de otra manera, después de haber dado el primer paso
hacia un cambio de vida, la regular experiencia de la Relajación en el acto
repetitivo de correr distancia, lo había abierto a nuevos cambios.
Para la mayoría de las personas, el primer paso para iniciar con éxito un
programa de autoayuda es liberarse de las dudas y sentimientos negativos
hacia sí mismas y hacia sus capacidades. Aunque haya fracasado muchas
veces, todavía hay una posibilidad de que pueda triunfar. Es, primera y
principalmente, cuestión de creer que el progreso y la evolución son
posibles.
Hay varias razones por las cuales los pensadores positivos se imponen a
los negativos. Para empezar, si usted cree que es capaz de hacer algo, es
más probable que lo intente y que siga intentándolo hasta ver que realmente
le es posible alcanzar el objetivo. Claro que a veces puede equivocarse.
Puede ser que intente varias cosas y fracase. Pero al menos existe la
posibilidad de que sea capaz de lograr algo que valga la pena. A la inversa,
si cree que no puede hacer algo, lo más probable es que ni siquiera lo
intente, o que haga el intento con tan poca convicción que lo abandone a la
primera señal de dificultades.
Además, una persona que piensa positivamente tiende a estar más alerta
a las oportunidades. Si usted piensa negativamente, será frecuente que se le
pase por alto las posibilidades sutiles de diferentes situaciones. Es probable
que se dé frente a frente con una oportunidad que podría cambiar su vida y
que no sea capaz de verla porque tiene la vista efectivamente obstruida por
sus anteojeras negativas.
¿Cómo logra uno tener una actitud optimista, especialmente cuando pasa
la mayor parte del tiempo cavilando sobre las cosas negativas que le pasan?
O, para decirlo con los términos que hemos venido empleando en este
libro, ¿cómo puede uno empezar a “reinstalar” sus conexiones cerebrales
de modo tal que el pensamiento positivo empiece a hacerse más fácil y más
automático?
Una mujer de negocios llamada Julia pasó hace algunos años por una
época increíblemente difícil. Se quedó sin trabajo, se divorció, perdió a su
madre y a su hermano menor en un accidente de coche. Julia siempre había
tenido la tendencia a ver el lado negativo de las cosas más bien que el
positivo, y aquella serie de desdichas la volvió aún más pesimista.
Mientras se pasaba largas horas sola, empezó a confiar cada vez más en
la oración. Antes, cuando su vida estaba llena de las preocupaciones de la
familia y el trabajo, se había dedicado muy poco a la plegaria o a la
meditación. Sencillamente no tenía tiempo. Ahora, sin poder volver a otra
cosa que a su religión, empezó a pasar largos períodos, a veces de una hora
o más, orando o en meditación. En ocasiones las plegarias y las ideas que
ofrendaba a Dios eran tan negativas como el resto de sus actitudes, pero
empezó a encontrar cada vez más placer en esos momentos de
comunicación espiritual.
Como resultado, durante largos momentos del día su cerebro estuvo más
expuesto a la influencia de ese pequeño volumen de autoayuda que a la de
ningún otro libro, revista o periódico. Algunos pasajes le parecían tan
fascinantes que tendía a quedarse mirándolos fijamente y a releerlos una y
otra vez.
Por otra parte, para mí es bastante obvio que al mismo tiempo, en Julia
se estaban produciendo ciertos cambios fisiológicos. Mediante la operación
del Principio de la Maxi-Mente, en su cerebro se iban abriendo vías nuevas
que iban alteraron, mejorándolos sus procesos de pensamiento y de
comportamiento. En otras palabras, mediante la palabra llegó a la
Relajación. Y, tras haberse abierto de esa manera al cambio, estuvo
expuesta, tal vez accidentalmente, a información e influencias que
terminarían por efectuar una transformación benéfica.
La poderosa combinación de estas fuerzas mentales y espirituales
produjo, al parecer, un efecto curativo sobre sus emociones y sus
problemas con la espalda, que no habían reaccionado a otros remedios.
Creo que si sus esfuerzos de renovación mental y espiritual hubieran estado
bajo la supervisión de un guía espiritual apropiado o de un médico versado
en estos principios, Julia podría haber conseguido más rápidamente aun
esos cambios en su vida.
Una mirada benévola alegra el corazón; y una buena noticia conforta los huesos.
Panal de miel son las palabras amables; dulzura para el alma y medicina para los huesos.
El corazón alegre es buen remedio; el espíritu abatido seca los huesos.
Proverbios, 15:30; 16:24; 17:22
Por lo demás hermanos, haced objeto de vuestra consideración todo lo que hay de verdadero,
honorable, justo, amable, virtuoso y digno de encomio.
Filipenses, 4:8
¡Tu imaginación puede transformar tu apariencia física! Imagínate con los ojos
chispeantes, el rostro resplandeciente y una personalidad radiante. Entonces mantén
presente en tu mente esa imagen, y te convertirás en esa clase de persona…
La belleza está en la mente, no en la piel. Porque si eres tan bello, o tan feo, como
crees que eres. Si te imaginas que eres agradable, amistoso, alegre y de personalidad
chispeante, tu imaginación te convertirá exactamente en ese tipo de persona.
Comienza hoy a ejercitar esta imaginación positiva. ¡Descubrirás que los músculos
de la sonrisa se te fortalecen tanto que tu aspecto facial se fortalecerá realmente!...
¡Dios nos ha diseñado a cada uno como individuos únicos, y nos ha concedido el
equipo y las oportunidades para triunfar!...
Tu vida no es un azar, ni eres tú una víctima de la muerte o del destino. Eres hijo de
Dios, y si Le entregas tu vida y te haces instrumento de Su voluntad, nada puede
detenerte. ¡Tú puedes!...
El éxito no es lo opuesto del fracaso. Un corredor bien puede llegar el último, ¡pero
si bate su propio récord, es un éxito!
Los super-triunfantes conocen el secreto. El éxito sólo se mide por lo que uno es, no
por lo que tiene. ¡Todos tienen dentro de sí el potencial para esa clase de éxito!
¡El pensador de posibilidades jamás dice que no a ninguna idea que tenga alguna
posibilidad para el bien!...
De todas las personas que viven sobre el planeta Tierra, no hay más que una que
tenga el poder, con su voto, de matar tus sueños ¡Y esa persona eres Tú! ¡Y también
tienes el poder de un voto vivificante y lleno de esperanzas, y que diga que sí a tus
sueños!
Tu libertad de elegir una actitud positiva es el único tesoro que Dios no permitirá
que nadie te arrebate.
Lo que quieras hacer habitual practícalo; y si no quieres que algo se haga habitual,
no lo practiques, y habitúate en cambio a hacer alguna otra cosa.
EPICTETO, “Cómo se han de combatir las apariencias de las cosas”
El mundo sería mejor y más alegre si nuestros maestros insistieran tanto en el deber
de ser feliz como en la felicidad de cumplir con el deber, porque es nuestro deber ser tan
felices como podamos, aunque sólo sea porque ser nosotros mismos felices es un aporte
sumamente eficaz a la felicidad de los demás.
SIR JOHN LUBBOCK, Lord Abebury
“Los placeres de la vida”
FINALMENTE,…
Para algunos lectores, quizás este sea el cambio importante que querían
conseguir en su vida. Dicho de otra manera, ustedes saben que han sido
demasiado negativos, y les bastará con sólo aprender a vivir el lado más
luminoso de las cosas. Pero hay muchas personas que persiguen más
objetivos de transformación. A quienes deseen ir más lejos en la
incorporación del Principio de la Maxi-Mente a sus vidas, los invito a que
pasemos a considerar la forma en que es posible transformar, mejorándolo,
su bienestar emocional y físico.
5
Su salud al máximo
HIPERTENSION
MIGRAÑAS DOLORES DE CABEZA
NEUMONIA ASMA TRANSTORNO DE ANSIEDAD
SIDA ULCERAS FOBIAS
POCO MUCHO
EL FACTOR DOLOR
Pero esto no es todo. Así como nuestra actividad mental puede producir
dolor, también es capaz de aliviarlo. Y algunos medios eficaces de reducir
o eliminar el dolor corporal comienzan con el logro de la Relajación.
En general cualquier terapia que vaya a ser usada para reducir el dolor
debe poder mantener su eficacia a lo largo de muchos meses, e incluso
años. Las soluciones a breve plazo no son deseables, y por consiguiente
puede ser más útil buscar mejores terapias.
EL FACTOR EMOCION
EL FACTOR ESTRÉS
Las pruebas científicas tienden cada vez más a demostrar que las
presiones y tensiones de la vida pueden ejercer un influjo devastador sobre
la salud emocional y física de una persona. Como es obvio, hay una
pronunciada interacción mente-cuerpo en las tremendas influencias que
puede tener el estrés sobre nuestra vida, y ya en mis libros anteriores he
documentado ampliamente estos efectos.
Una explicación sugiere que ciertas partes del cerebro son el asiento de
las reacciones provocadas por la angustia. Es probable que estas zonas se
sensibilicen enormemente y se hagan más susceptibles a la excitación ante
la repetida exposición a presiones internas y externas.
Pero no terminan aquí las cosas. Así como el cerebro puede cambiar de
maneras negativas como resultado del estrés, también puede volver a un
conjunto de vías más positivas. Los investigadores han encontrado que hay
cierta tendencia a que la hipersensibilidad del cerebro disminuya a lo largo
de un período de días o meses, siempre y cuando no haya más estimulación
o estrés del mismo tipo que inicialmente provocó el problema.
Adriana, una profesional que ronda los cuarenta, había tenido problemas
de insomnio desde su adolescencia. Generalmente tardaba por lo menos
treinta minutos, y en ocasiones tres o cuatro horas, en quedarse dormida.
Además se despertaba dos o tres veces durante la noche, iba al lavabo y
después volvía a acostarse, y a intentar dormirse.
Pero hay una salida. En un caso bastante extremo, una mujer de setenta
años me contó que había tenido una larga historia de angustia que, en
ocasiones, había llegado a ser abrumadora e incapacitante, y que había
intentando diferentes soluciones:
Para empeorar las cosas, esta señora padecía tinnitus, afección del oído
en que se oye un continuo campanilleo, y que tendía a distraerla,
impidiéndole concentrarse en la meditación. Pese a todo, perseveró durante
más de un año.
-Con determinación y constancia, y meditando tres veces al día, empecé
a notar que el pulso se hacía más lento –contó-, y además, me iba sintiendo
menos angustiada. ¡Qué maravilla!
-Todavía no puedo creer que haya pasado por todo aquel sufrimiento, y
que ahora sea capaz de controlar mi ansiedad y mi impaciencia.
Una vez más, quiero dejar en claro que los tratamientos por medio de la
Relajación no son necesariamente sustitutivos de la medicina. En realidad,
si usted está en tratamiento médico, es muy importante que siga
consultando a su médico mientras se vale del Principio de la Maxi-Mente.
Como es obvio, en estas condiciones su convierte en un guía mental
máximo. Es probable, que además de la Relajación o de alguna otra técnica
orientada al cambio mental, necesite usted de medicamento o incluso
cirugía. En ese caso deje que su médico decida si ha de cambiar o no la
medicación que está tomando; no intente tomar usted solo esta decisión.
Paso 1: Escoja una palabra o frase breve que esté firmemente arraigada
en su sistema personal de creencias.
FASE DOS
Mi larga enfermedad
De salud y vida comienza ahora a curarse…
WILLIAM SHAKESPEARE, Timón de Atenas
… pide a ese Algo que entre en ti. Limítate a decirle “Seas quién fueres
o lo que fueres, entra ahora en mí y ayuda a la naturaleza (que hay) en mi
cuerpo a reparar este hueso, y sin pérdida de tiempo. Gracias, creo que lo
estás haciendo”. Entonces, hazte una imagen mental de la pierna curada.
Cierra los ojos para verlo así, el hueso reconstruido y la carne fuerte y
perfecta a su alrededor. Y haz como si vieras una especie de luz que brilla
y arde e inunda toda la pierna de arriba abajo…
Dios hizo, antes que nada, la luz. Entonces el Espíritu de Dios se movió
sobre la faz de las aguas, como nos dice el historiador, haciendo todo lo
que puede por expresar con las palabras de que dispone verdades que ni
siquiera nuestra moderna expresión “espacio interestelar” formula en
forma adecuada.
Por consiguiente, estamos hechos de energía, no de materia sólida e
impenetrable. Las sustancias químicas contenidas en el cuerpo –el “polvo
de la tierra”-viven por acción del soplo de Dios, de la energía primaria, de
esa fuerza originaria a la que llamamos Dios. Por ser así, no es en modo
alguno extraño que cuando establecemos una relación más íntima con
Dios en la plegaria, hayamos de recibir vida más abundante, en la forma
de un fluir incrementado de la energía.
Algunas personas, dominadas por una risa incontrolable, dice que les
duelen las costillas. Es posible que la expresión sea exacta, pero es un
“dolor” que deleita, que deja al individuo relajado casi al punto de
desplomarse. Es también una especie de “dolor” que a la mayoría de
nosotros nos vendría bien sentir cada día de la vida. Es tan específico y
tangible como cualquier otra forma de ejército físico. Aunque sus
manifestaciones bioquímicas todavía están por ser estudiadas y
cartografiadas explícitamente, lo mismo que los efectos del miedo, la
frustración o la cólera, son igualmente reales.
NORMAN COUSINS, Anatomía de una enfermedad.
Un ejemplo del profundo efecto que pueden tener las creencias sobre la
experiencia deportiva se puede ver en el caso de un paciente sometido al
“test de los dos pasos”, de Masters, que consiste en que la persona sube a
un escalón elevado o un banco, primero sube un pie y luego el otro, y luego
baja, primero el primer pie y después el otro, repitiendo el procedimiento
en una serie constante de pasos hacia arriba y hacia abajo. El ejercicio
tiende a elevar el ritmo cardíaco, lo mismo que las pruebas de estrés que se
realizan actualmente con esos modernos aparatos de los que el test de
Masters fue, en realidad, precursor. Antes, muchos médicos confiaban en el
test de los dos pasos para acelerar el ritmo cardíaco con el ejercicio.
El doctor Bernard Lown, que recibió recientemente el Premio Nóbel de
la Paz por su trabajo con Physicians for Social Responsibility (Médicos por
la Responsabilidad Social) realizó un estudio con un hombre a quien le
aparecían los dolores de angina pectoris cada vez que se sometía al test de
los dos pasos de Masters. El doctor Lown descubrió que a su paciente le
aparecían los dolores cuando él llegaba a “cuarenta y cuatro” en la cuenta
que llevaba durante la práctica de la prueba. Como de costumbre, el doctor
empezaba a contar en alta voz cuando llegaba a “cuarenta”, y seguía con
cuarenta y uno, cuarenta y dos, cuarenta y tres, cuarenta y cuatro”.
Precisamente al contar cuarenta y cuatro se producían los dolores.
Para la mayoría de las personas, sobre todo alcanzada una vez la edad
adulta, no es fácil iniciar un programa nuevo para ponerse en forma. A esa
edad tendemos a sentirnos cómodos con nuestras costumbres sedentarias, y
se hace muy difícil romper con los antiguos hábitos para iniciar otros
nuevos, especialmente cuando la empresa puede significar agujetas,
músculos doloridos y otras incomodidades físicas.
Lo primero que tiene que tener presente quien esté planteando un nuevo
régimen de ejercicios es que probablemente necesitará lo menos un mes
para obtener resultados apreciables. Ese tiempo de transición se necesita,
por lo común, para establecer en el cerebro nuevas pautas de pensamiento
que conformarán nuevos hábitos para el futuro. Además, generalmente son
necesarias dos o tres semanas para que el adulto sedentario promedio
empiece a recuperarse del dolor inicial proveniente de ejercitar músculos
relativamente inactivos.
Desde que cumplió los treinta, había estado sintiendo la edad, como ella
decía. Había aumentado de peso y en general se sentía en mala forma, tensa
y apática. Aunque nunca había practicado ninguna forma de atletismo en
serio, solía gustarle nadar, de modo que decidió asociarse a un club local y
ver si allí podía mejorar su forma física.
Sin darse cuenta de lo que hacía, esta joven nadadora estaba usando
como foco de meditación el número de largo que estaba nadando. Ese foco,
repetido una y otra vez, al combinarse con el movimiento rítmico del
cuerpo le provocaba la Relajación.
Hay límites para las nuevas disciplinas de forma física que es posible
establecer mediante el Principio de la Maxi-Mente. Por ejemplo, los
aspectos de la forma física, que exigen una disminución de peso pueden
requerir un esfuerzo considerable. Con las dietas hay un problema
importante, que se ha dado en llamar el “efecto yo-yo”, y que es la
tendencia de la persona a rebajar de peso para después volver a recuperarlo,
y seguir repitiendo el mismo proceso.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que habita en
vosotros…?
I Corintios, 6:19
Más adelante cuando a fines de los años setenta empezó el auge del
jogging, leyó una descripción del “cielo del corredor”, que lo fascinó
porque él nunca había tenido una vivencia así durante el tiempo,
relativamente corto, en que sin entusiasmo alguno lo había practicado en su
juventud. En aquella época, siempre suponía que correr le resultaría
desagradable.
Gracias a sus lecturas, sabía que tenía que pasar un período de dos o tres
semanas para poner su cuerpo en condiciones y aumentar su resistencia.
Entonces resolvió practicar su programa de jogging durante un mes por lo
menos, y descubrió que se iba sintiendo más en forma, tal como lo había
leído. Al final del primer mes, los músculos doloridos y podía correr entre
cinco y seis kilómetros sin quedarse sin aliento.
En el caso de este hombre, la primera vez que tuvo esta vivencia, fue
después de haber corrido, en uno de sus entrenamientos, unos seis
kilómetros.
Para Horacio fue una suerte haber tenido esa experiencia en ese
momento, porque más o menos una semana después se hizo una lesión
grave jugando un partido de baloncesto. Se rompió los ligamentos del
tobillo izquierdo y tuvo que andar con bastones e incómodamente enyesado
durante más de un mes. Naturalmente, durante ese tiempo no pudo seguir
con su programa de jogging.
Observar en las pistas a Chris Evert Lloyd y a Iván Lendl, dos de los
campeones mentales “duros” es un ejercicio instructivo. Lloyd y Lendl, son
ejemplos especialmente buenos porque al estudiarlos cuando la cámara
enfoca sus rostros, a menudo dan la impresión de encontrarse en un mundo
particular propio. Ninguno parece estar demasiado afectado por las
distracciones o las influencias del mundo exterior, y parecería que ambos
se encontrasen en un estado casi meditativo.
En la jerga del tenis se suele decir que un partido jugado a alto nivel de
pericia se jugó “en la zona”. Como lo explicaba un artículo del New York
Times del 5 de setiembre de 1986, esta “zona” significa un estado mental
“tan completo e intenso que sugiere un estado casi semiconsciente de
euforia, al que muchos atribuyen cierta semejanza con la hipnosis, y que
permite a un jugador o jugadora alcanzar su actuación cumbre”.
“En estos dos últimos años he jugado partidos en los que todo ha ido
bien –confió Chris Evert Lloyd a un reportero del New York Times -. Estás
jugando en la zona, por encima de tu cabeza, donde todo es como un sueño.
Cuando juegas un partido así, quieres seguir jugando”.
Tenemos, pues, un caso de alegría eufórica que han experimentado los
corredores, nadadores y otros atletas, pero con una diferencia: en este caso
la euforia es un factor clave para el triunfo y no solo un agradable derivado
de la actividad atlética. Es evidente que aquí actúa el Principio de la Maxi-
Mente, cuando los jugadores alcanzan un estado mental trascendente que
produce una expresión superior de sus habilidades atléticas.
Otra forma muy relacionada en que puede funcionar el Principio con los
deportes de raqueta es mediante otras técnicas de visualización durante el
entrenamiento. Geoffrey C. Harvey, maestro profesional de tenis en el Club
de Badminton y Tenis de Boston, enseña a sus alumnos a inducir la
Relajación mientras aprenden a golpear la pelota. Luego visualizan un
golpe ideal mediante grabaciones de video y mímica. De esta manera
imprimen en su mente el concepto y la acción ideales para cada golpe.
Cabe preguntarse para qué sirve todo esto. Harvey sabe que la mente del
jugador se puede utilizar mejor en el proceso de entrenamiento, y que la
mente es también la peor enemiga de una buena actuación. Sus objetivos
son, primero, “programar” la mente, y segundo conseguir que ésta – y
específicamente el hemisferio izquierdo del cerebro, con todas sus
angustias e inferencias y expectativas negativas – se haga a un lado y deje
que el cuerpo haga lo suyo.
Freeman McNeil, el zaguero del equipo de rugby New York Jets, decía
en el Boston Globe del 10 de setiembre de 1986 que él confiaba en una
práctica llamada “endodinámica”, que según dice es una especie de fusión
mística de pensamiento positivo y reacciones físicas.
Vamos a ver ahora algunas formas prácticas de hacerlo, tras haber visto
cómo otras personas, en diversas circunstancias sacaban partido de estas
técnicas para adquirir nuevas disciplinas, disfrutar más de su actividad
deportiva y mejorar su actuación, es hora de que usted mismo intente
obtener tales beneficios.
FASE UNO
Paso 2: Póngase en forma, o sea que debe ser capaz de ejercitarse sin
fatiga muscular ni dificultad respiratoria durante por lo menos 30 minutos
de actividad sostenida (jogging, marcha o natación). O debe ser capaz de
ejercitarse en forma continua durante un tiempo equivalente en algún otro
deporte.
FASE DOS
¿No sabéis que sois templos de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si
alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el
cual sois vosotros, santo es.
I Corintios, 3:16-17
Para que la gente pueda ser feliz en su trabajo se necesitan tres cosas: deben ser
aptos para hacerlo, no deben trabajar demasiado, y deben obtener de él una sensación de
éxito.
HOMERO, Iliada
Éxodo, 15:2
Más los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como
águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Isaías, 40:31
WILLIAM FAULKNER
Discurso al recibir Premio Nóbel en Estocolmo el 10/12/1950
… cuantos más kilómetros haga un nadador a lo largo de los años, año tras año,
mayores probabilidades de éxito tendrá, especialmente nadando distancias intermedias.
A un organismo fuerte y vigoroso no se llega por atajos ni caminos fáciles. Este poder
constitucional solo se puede construir, como en el caso de la fuerza muscular, mediante
la aplicación inteligente del trabajo, trabajo, entrenamiento y trabajo, ad infinitum. Es
un tipo de condicionamiento que no se puede comprar en forma de píldoras. En
atletismo, el éxito y los logros, como todas las cosas buenas de la vida, solo se compran
con trabajo duro, sacrificio y disciplina.
Uno de los grandes principios del universo es el principio del equilibrio. Para
funcionar adecuadamente, todas las partes de nuestro mundo hasta las más minúsculas,
deben hallarse en un estado de completo equilibrio.
El cuerpo humano es otra parte del universo pensada para que esté en perfecto
equilibrio. Hemos sido construidos de manera tal que necesitamos exactamente cierta
cantidad de ejercicio, no más ni menos. Necesitamos exactamente cierta cantidad de
cierto tipo de alimentos. Y necesitamos la cantidad exacta de sueño y de alivio de las
tensiones y sobrecargas de la vida… Donde hay equilibrio, hay un sentimiento de
bienestar.
Los ejercicios aeróbicos son aquellas actividades que requieren oxígeno durante
períodos prolongados e imponen al cuerpo exigencias tales que le obligan a mejorar su
capacidad de administrar el oxígeno. Como resultado del ejercicio aeróbico se producen
resultados benéficos en el corazón, pulmones y el sistema vascular.
La mayoría de las personas con quienes he hablado me han dicho que correr las
beneficiaba psicológicamente. Esto no me sorprendió, pues hace mucho que a mí me
sucede lo mismo. Algunos de los beneficios son fáciles de describir: una sensación de
mayor concentración y energía mental, un sentimiento de agudeza mental. (Son cosas
que no necesariamente se advierten todos los días, ni cada vez que uno corre, pero que
casi todo el tiempo están allí) Como no es frecuente que nuestro lenguaje cotidiano
describa tales fenómenos, hay otros beneficios que son más difíciles de expresar.
Con algo más de cuarenta años. Elena tenía una vida frenética y
ocupada, no solo como profesional de carrera sino también como madre de
cinco hijos. Pese a todo, quería retomar los estudios para obtener un título
superior que le permitiría ganar más y le ofrecería también mayores
satisfacciones personales.
Como sabía que el estrés puede ser causa de hipertensión, nos visitó
para ver si podíamos aportarle algún alivio sin usar más fármacos; esa le
parecía la solución para controlar mejor su vida y sus objetivos
académicos.
Ahora que estoy cerca de los cincuenta, me siento vigorosa y tengo una
intensa sensación de bienestar –resume Elena-. Tengo una auténtica
tranquilidad interior. He descubierto una manera de calmarme durante las
épocas de mucho estrés. Creo que es una manera que siempre he llevado
adentro, pero que estuvo dormida y latente durante gran parte de mi vida
adulta. El uso de la Relajación me ha dado un poder real y efectivo de
mejorar mi salud y consiguientemente, mi vida.
Algo así le pasó a Jaime, un joven de cerca de treinta años que no podía
terminar su tesis doctoral en una importante universidad. Cuando vino a
tratarse con nosotros hace unos tres años, su principal preocupación era que
la presión alta que padecía no respondía bien a la medicación que estaba
tomando. En sus conversaciones conmigo, me confió que creía que su
ansiedad se generaba en el profundo miedo de estar repitiendo el problema
que había tenido su padre: una grave enfermedad cardiaca que se lo había
llevado un par de años atrás.
-La religión siempre había sido importante para mí –me contó-, pero la
oración diaria no había seguido siendo parte de mi vida. Aunque tuve
muchos años de educación católica, no me había dado cuenta del consuelo
que podía ser la oración. La meditación me ha ayudado a superar mis
angustias.
Juana es una paciente mía, de unos treinta y cinco años, que tenía
algunos de estos problemas.
Después, hará unos cuatro años, una mañana advirtió que el corazón se
le había disparado. Un par de días después se sometió a un examen en un
hospital donde le diagnosticaron un trastorno cardíaco, un prolapso de la
válvula mitral.
Tal como Jaime en nuestro ejemplo anterior, Juana era una persona cuya
historia personal incluía una profunda fe religiosa, de modo que para ella
fue fácil iniciar un programa de meditación centrado en una oración, el Ave
María del catolicismo romano, que para ella tenía un sentido importante. Y
pronto su vida empezó a mejorar.
Tras haberles enseñado las técnicas, se les pidió que les practicaran
antes de estudiar y someterse a exámenes. A un grupo de control que
también usó los ejercicios de meditación se les pidió que los practicara en
otros momentos que no tuvieran nada que ver con sus estudios.
Veamos ahora qué pudo haber sucedido con las pautas de pensamiento
de estos graduados. Primero, el grupo que usó la Relajación se abrió
mentalmente al cambio (Fase Uno del Principio de la Maxi-Mente), lo que
no solo los preparó para la transformación sino que redujo su nivel de
angustia y les facilitó la relación interpersonal.
El doctor Wilson, que empezó a tocar el piano a los cuarenta años, está
convencido de que todos estamos hechos para ser músicos. Además, al
tocar un instrumento, un individuo puede refinar y cultivar su cerebro y su
sistema neuromuscular. He aquí la declaración que formuló a un reportero.
“Es imposible mirar el cerebro humano sin darse cuenta de que es el
cerebro de un organismo diseñado para tener una interacción musical con
su medio”.
-Nadie le dice nunca que practicar sea divertido –comenta-, Volver del
trabajo y ponerse a jugar con el teclado o con las cuerdas es una actividad
muy placentera.
Si sigue usted este método, lo más probable es que tenga el mismo tipo
de experiencias placenteras que el doctor Wilson en su calidad de pianista
aficionado.
3. No subestime el poder negativo del estrés. Con frecuencia hemos
mencionado los efectos negativos de un exceso de estrés o de ansiedad.
Estas fuerzas destructivas pueden cortar de raíz sus intentos de
disciplinarse para aprender algo nuevo o de encontrar una forma eficaz de
resolver problemas o de aumentar su creatividad. Las fuentes del estrés se
infiltran en todo.
En los Estados Unidos, los Centers for Disease Control (Centros para el
Control de la Enfermedad, conocidos por las siglas CDC) confirmaron esta
tendencia al verificar, recientemente que el estrés y el aburrimiento en el
lugar de trabajo causan importantes problemas de salud… y es muy posible
que la situación empeore. A la gente le preocupa especialmente cosas como
el exceso de trabajo, la falta de control sobre su trabajo, la falta de apoyo de
jefes y colegas, y las restricciones impuestas a las oportunidades laborales.
Los CDC observaron además que esas condiciones de estrés en el trabajo
pueden dar como resultado neurosis, depresión, ansiedad, irritabilidad,
abuso de drogas o fármacos, problemas con el sueño y otras diversas
dolencias físicas, como pueden ser dolores de estómago y de cabeza.
Tal como ya hemos visto en varios ejemplos de este libro, una de las
mejores técnicas para reducir los efectos dañinos del estrés es practicar la
Relajación, o la Fase Uno del Principio de la Maxi-Mente. Entonces, con el
flamante apoyo de esta capacidad de adaptarse a diversas situaciones,
puede uno pasar a la Fase Dos.
Una aplicación comercial del “pensar con el cerebro entero” –es decir,
con coherencia entre los hemisferios izquierdo y derecho – fue ideada por
Norman W. Brown, graduado de Harvard y jefe de ejecutivos de la firma
de publicidad Foote, Cone & Belding Communications, Inc. Cuando
asumió su puesto en 1982, Brown clasificó inmediatamente a los ejecutivos
contables de la compañía como “cerebros izquierdos”, y a los creativos
como “cerebros derechos”. Pero lo más importante fue que instó a cada
grupo a reconocer los puntos fuertes del otro y a tratar de trabajar más en
colaboración en los programas de publicidad.
Una de las razones por las que Brown decidiera insistir en una mayor
cooperación entre el personal del hemisferio izquierdo y el del hemisferio
derecho fue que advirtió que en la compañía “se estaban desperdiciando
muchas buenas ideas”.
Incluso cuando uno tiene finalmente las habilidades necesarias para ser
creativo, no siempre hay una línea directa que conduzca a la idea o la
solución creativa. Muchas veces uno tiene que enfocar las cosas desde
distintos ángulos, e incluso casi desde fuera de la mente para alcanzar un
nivel de creatividad aprovechable.
Y esto nos lleva a otra situación en que es útil valerse del Principio de
la Maxi-Mente. Primero entra usted en la Fase Uno con la práctica de la
Relajación. Después en la Fase Dos, empieza a ponerse en contacto con la
materia prima o el tema en que quiere mostrar su capacidad creativa. Y
llegado a este punto, es probable que haya que experimentar. En vez de
lanzarse de cabeza a atacar el problema principal, quizá tenga que esperar o
dar marcha atrás por un tiempo.
FASE UNO
Paso 1: Escoja para concentrarse una palabra o frase corta que esté
firmemente arraigada en su sistema potencial de creencias. Como ya hemos
visto, un cristiano podría elegir las palabras iniciales del Salmo 23, “El
Señor es mi Pastor”, un judío la palabra “Shalom” y una persona no
religiosa una palabra neutra como “uno” o “paz”.
FASE DOS
Pensar es, o debería ser, algo que refresca y calma, y nuestro pobre corazón, y
nuestro pobre cerebro, palpitan demasiado para eso.
CHARLES CHURCHILL
Epístola a William Hogart
Ningún hombre olvidó jamás la visita que a su corazón y su cerebro hiciera aquel
poder que creó todas las cosas de la nada; visita que fue para él la autora de la música, la
poesía y el arte.
Para cada hombre el mundo es tan nuevo como lo fue el primer día, y para quien
tiene ojos para verlas, está igualmente lleno de inéditas novedades.
El intelecto es a la emoción como la ropa es al cuerpo: mal podíamos llevar una vida
civilizada sin ropa, pero bien pobres seríamos si no tuviéramos más que ropa sin cuerpo.
Los libros no son en absoluto cosas muertas, sino que llevan en sí una potencia vital
tan activa como el alma de la cual nacieron; e incluso preservan como en una redoma el
más puro y eficaz extracto del viviente intelecto que los engendró.
En tanto que un hombre imagine que no puede hacer esto o aquello, está
determinado a no hacerlo, y por ende, es imposible que lo haga.
La prudencia te repudiara si tratas de indagar POR QUE las cosas son como son o de
donde vinieron, tu tarea es empezar por aprender LO QUE ES, y en la persecución del
conocimiento el intelecto puro hallará puro placer, y el único cimiento para una filosofía
conforme con la verdad.
Hay tres clases de intelecto: uno que comprende por sí mismo, otro que aprecia lo
que otros comprenden, y un tercero que no comprende ni por sí mismo ni cuando otros
se lo muestran, el primero es el más excelente, el segundo es bueno, el tercero es inútil.
MAQUIAVELO, El príncipe
Una cita, una palabra oída al azar en un lugar insólito, me pone sobre la pista del
libro destinado a operar en mí un avance intelectual.
El lado espiritual
Por ejemplo, la palabra que le hemos estado animando a usar como foco
de concentración durante sus meditaciones debe estar arraigado en el
Factor Fe, o en el sistema personal de creencias que le sea a usted más caro.
Con frecuencia, esta relación con las creencias personales a menudo
implica sus convicciones religiosas. Sea cual fuere la fuente de la creencia,
será muy útil tener algún tipo de convicción personal profunda para
conseguir el pleno efecto de la Fase Uno del Principio de la Maxi-Mente,
que, por cierto, requiere la inducción de la Relajación.
Por ejemplo, no creo que sea por accidente que muchos servicios
religiosos de hoy estén estructurados de tal manera que la primera parte de
la sesión incluya música, meditación, oración y liturgia. Después, la parte
final del servicio consta habitualmente de una proclamación que se
concreta en un sermón, homilía o lectura. Y finalmente, en algunos grupos,
especialmente en aquellos con orientación evangélica, es probable que el
servicio religioso concluya con alguna forma de llamado a la acción.
-El hecho de sentirme activa, seguir viva y poder caminar diez o quince
manzanas sin cansancio ni dolores de pecho me confirman sin lugar a duda
que lo que me ha sostenido durante todos estos años ha sido mi fe en el
Todopoderoso.
-Hubo ante todo una apertura lograda mediante los momentos de oración
y recogimiento. La mayoría de los presentes lograron un estado meditativo
que sin duda en muchos casos conllevaba la inducción de la Relajación. A
veces, sentados en la capilla a oscuras, alternábamos el recitado litúrgico
con la contemplación de los cirios encendidos y la ofrenda de nuestras
plegarias y meditaciones.
“Con frecuencia, las experiencias más intensas de este tipo tenían lugar
por la noche, antes de acostarnos. Las instrucciones que tenían los
participantes eran que inmediatamente después del servicio no debían
hablar con nadie, sino más bien irse directamente a sus habitaciones y
ponerse a leer y meditar sobre las actividades del día, o bien acostarse.
Muchos de ellos se pasaban algún tiempo leyendo y reflexionando y, como
es natural, esta es una actividad que corresponde exactamente a la Fase Dos
del Principio de la Maxi-Mente. Dicho de otra manera, esa gente ya estaba
mentalmente abierta y, por ende, era más susceptible a recibir nuevas
influencias y a cambiar como resultado de sus reflexiones, lecturas y
estudios.
Piense el lector en las técnicas usadas en varios cultos que durante las
últimas décadas han sido objeto de amplia publicidad. Se trata de grupos
que hacen que sus adeptos mediten o realicen alguna repetitiva, que puede
ser una salmodia incesante o un movimiento de danza simple y rítmica. En
muchos casos, a los nuevos miembros se les da poco tiempo para
reflexionar sobre lo que está sucediéndoles. Por lo común, a las personas a
quienes se está introduciendo en el culto se las hace acompañar por uno de
los guías o instructores, que las bombardean con informaciones y conceptos
destinados a cambiar sus creencias y a crearles nuevos compromisos.
Muchas personas se han asombrado de que hayan sido tantos los que se
dejaron arrastrar a la práctica del culto de Jonestown, la comuna fundada
por el reverendo Jim Jones, en Guyana hace casi diez años. Como se
recordará el 18 de noviembre de 1978 el senador estadounidense Leo Ryan
y otros cuatro investigadores fueron muertos a balazos en la pista de
aterrizaje de emergencia de Jonestown, y 911 fieles seguidores del
reverendo Jones murieron en la selva, algunos de ellos bebiendo, a
instancias de Jones, una bebida adicionada con cianuro, y los que se
resistieron cayeron también bajo las balas de sus compañeros.
Creo que es esencial que técnicas tan poderosas estén controladas por el
individuo bajo la dirección del guía mental máximo que él – o ella - haya
escogido. Además, el individuo ha de sentirse a gusto con la ideología del
programa ya antes de iniciarse en su práctica.
Pero en esto hay también un peligro. Cuando uno ha pasado por una
intensa transformación interior, es natural que dé por sentado que ha
encontrado el único camino verdadero. También esta creencia puede ser no
solo algo positivo, sino también una parte esencial de un impulso y de una
motivación que por primera vez emergen desde nuestro interior. Pero lo
que puede empezar a causar problemas es el paso siguiente. La intensidad
de su experiencia puede hacer que uno se ciegue al hecho de que también
otras personas, provenientes de otras tradiciones o sistemas de creencias,
pueden haber pasado por experiencias similares e igualmente
conmovedoras, a las cuales se les ha de otorgar el mismo respeto que
espera uno para la suya. Y esas personas pueden estar tan convencidas
como usted del valor único de sus intuiciones y vivencias.
FASE UNO
FASE DOS
En otros capítulos de este libro hemos visto cómo las células del cerebro
se comunican o conectan entre sí por medio de sustancias químicas a las
que se conoce como neurotransmisores. Allí donde se usan reiteradamente
las conexiones cerebrales terminan por establecerse vías o instalaciones
permanentes. Estas conexiones contienen nuestros recuerdos, de hecho, son
nuestros recuerdos.
Por ejemplo, la morfina es una droga que alivia el dolor y produce una
sensación de euforia… y lo mismo hacen las endorfinas, como se llama a
los neurotransmisores que actúan en forma semejante a la morfina.
Últimamente hemos aprendido que correr y otras actividades naturales
pueden liberar endorfinas y, sin la intervención de ningún fármaco,
producir un efecto semejante al de la morfina.
Como ejercicio final, le sugiero que termine con una aplicación práctica
del Principio de la Maxi-Mente. Para afirmar bien estos conceptos y
técnicas, de modo que en el futuro pueda recurrir a ellos para cambiar su
vida, podría empezar por ponerse en contacto con un guía mental máximo,
y luego entrar en la Fase Uno practicando la Relajación.
Lo que ahora suceda será cosa suya. Tiene una opción: su Maxi-Mente,
para emplearla con todas sus maravillosas posibilidades.
FIN