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Doña Perfecta.

Capítulos 1-11

Capítulo 1. La historia comienza con quien parece ser uno de nuestros protagonistas, Don José de
Rey, quien se encuentra en un tren preguntando a uno de los empleados por la estación de
Villahorrenda, a lo que el conductor le contesta que justamente se encontraban ahí, entonces, al
bajarse, pregunta a los empleados sobre el lugar, a lo que no le responden con las mejores reseñas de
este, pues dicen que no hay nada interesante en Villahorrenda. Uno de los empleados lo guía con
una lámpara hasta un caballo, a donde se le acerca un hombre que llama la atención de Don José
tirándolo del abrigo. Este hombre se identifica bajo el nombre de Pedro Lucas, pero le dice que lo
conocen como el tío Licurgo y le expresa que es el criado de “Doña Perfecta” una vez que ambos
sabían quienes eran, decidieron emprender el viaje en 3 caballos, uno que llevaría al tío Licurgo,
otro que transportaría a Don José de Rey y el último cargaría las maletas y el equipaje. Al final el
tren parte de Villahorrenda, mientras ambos personajes se adentran en su camino para llegar con
Doña Perfecta.

Capítulo 2. Durante el recorrido hacia Orbajosa, Pepe de Rey observa que el paisaje no es muy
alentador, por el contrario, lo ve feo y contradictorio ante los nombres irónicos que lleva cada
región. Al pasar por un terreno fangoso y muerto, Licurgo escucha a lo lejos unos disparos,
creyendo que provienen del camino, sin embargo, descubren que es la Guardia Civil, quien de
acuerdo a Licurgo, actúa correctamente al asesinar a los ladrones en lugar de que éstos vayan con un
juez y al poco tiempo salgan en libertad. Posteriormente, Caballuco, un hombre de mediana edad y
de aspecto fornido, cual centauro al verlo cabalgar, se acercó a los viajeros y comprendió que Pepe
Rey era el sobrino de Doña perfecta quien venía para casarse con su hija, Rosario, a quien nunca
había visto el prometido. Según Licurgo, Caballuco es un cacique reconocido por su familia, quien
ha luchado en facciones (grupos de gente en rebelión), sin embargo ahora, debido a las riñas que ha
ocasionado, ha empobrecido y se convirtió en el cartero de Orbajosa. Al mediodía, Licurgo y Pepe
llegaron a Orbajosa y éste último vio a lo lejos a su prima Rosario, quien estaba en la huerta junto
con un clérigo en la finca de Doña Perfecta.

Capítulo 3. Historia breve sobre los antecedentes de José (Pepe) del Rey: Cuando brigadier Rey
murió en 1841, sus dos hijos, Perfecta y Juan, ya habían contraído matrimonio. Ella con Manuel
María de José Polentinos y Juan con María Polentinos (pariente lejana de Manuel Polentinos).
Doña Perfecta se mudó a Madrid con su esposo quien falleció al poco tiempo dejándola endeudada
y con una hija, Rosario. Juan, atendiendo al llamado de ayuda de su hermana, procuró salvar la
economía y las tierras de Perfecta, quien se mudó a Orbajosa y constantemente mostró su más
sincera gratitud. Por otro lado, Juan tuvo un hijo, Pepe Rey, quien se convirtió en un importante
ingeniero de puentes tras haber estudiado en Alemania e Inglaterra. Cada trimestre Perfecta le
escribía a su hermano, hasta que un día, Juan le propuso que Pepe y Rosario contrajeran
matrimonio, sin presiones ni imposiciones, pues considera que ello es una forma obsoleta y antigua
de unir a dos personas, sin embargo, el propio Pepe mostró interés en dicha propuesta y por ello ha
decidido ir a Orbajosa para conocer a su prima. Cuando Licurgo y Pepe entraron a la ciudad, todo
el pueblo comentaba y observaban con curiosidad al sobrino de Doña Perfecta.
Capítulo 4. Doña Perfecta recibió con enorme gusto a su sobrino y le presentó a su hija Rosario,
quien lo llevó a la habitación que le habían preparado. Licurgo, antes de despedirse de Pepe, le
comenta que tienen un asunto de qué hablar, pero lo harán posteriormente.

Capítulo 5. A Pepe no hay nada que le produzca más placer que pasar unos días en el campo y
relajarse y escapar de las grandes ciudades y eso intenta hacer entender a su tía y a su prima.
Bajó al comedor para almorzar con Doña Perfecta y Rosario; al poco tiempo, Don Inocencio,
penitenciario de la iglesia de Orbajosa, también se unió al grupo y entabló conversación con Pepe.
Inocencio, con tono irónico y contestando una opinión de Rey respecto a la modernización y el
número de mendigos en las calles de Orbajosa, manifestó que le molestaba que los forasteros
opinaran sobre cómo mejorar ese pueblo, guardando siempre el respeto y cordialidad al hacer sus
comentarios agudos.

Capítulo 6. Don Cayetano, pariente lejano de Doña Perfecta y un gran erudito en materias de
historia, antropología y literatura, también se une al grupo para almorzar. Cayetano invita a Pepe a
ver su biblioteca, pues su mayor pasión son los libros y su único tema de conversación refleja
dicha pasión. Don Inocencio, aprovechando la oportunidad para hacer sus comentarios
malintencionados, en tono irónico e impertinente, trata de provocar a Pepe al decir que los
hombres de ciencia sólo buscan romper con la armonía de Dios. Pepe, al darse cuenta de dicha
provocación, contesta puntualmente y con gran dominio de palabra que la ciencia ha servido para
comprender más la propia humanidad y su entorno, venciendo con sus argumentos, las palabras del
canónigo. Esas palabras no siendo, al completo, lo que él de verdad cree, las dice solo para sulfurar
al señor canónigo y no darle el gusto de coincidir en una misma opinión.

Capítulo 7. Doña Perfecta, defendiendo a Don Inocencio, afirma que éste es un hombre ilustre e
inteligente que puede contestar todo argumento científico, sin embargo, el clérigo continúa
acosando a Pepe con el objeto de provocarle más de lo que ha conseguido. Don Cayetano trató de
cambiar el rumbo de la conversación al mencionar la arqueología, pero Pepe se muestra reacio a
dicho tema y descubre que cada vez que dice algo, molesta a alguno de los presentes y por tanto,
procura mantenerse callado hasta el final del almuerzo.

Capítulo 8. Rosarito se puso a conversar con su primo, dándole la razón en sus argumentos y
advirtiendo que probablemente, él no es para ellos por sus ideas progresistas dentro de un pueblo
con mentalidad conservadora extrema. Pepe acepta que existe discordia entre el cura y él, pero cree
que entre Rosario y él existe una perfecta armonía. Doña Perfecta interrumpe a la pareja para que
vayan a pasear juntos en el huerto, entre tanto, ella se queda conversando con Cayetano.
En ese paseo, Pepe le confiesa su amor a Rosario y ella le responde de igual manera. Cuando
atardecía, Don Inocencio interrumpe para presentarles a su sobrino Jacinto.
Capítulo 9. Jacinto le pregunta a Pepe su opinión respecto al Darwinismo; Pepe prefiere no
responder justificando que no conoce bien el tema, sin embargo, Inocencio intenta alterar a Pepe
mediante la adulación hipócrita que expone sus críticas con respecto a los hombres de ciencia. Doña
Perfecta le confiesa a Pepe, delante de los cuatro, que su visita a la catedral de Orbajosa causó
mucha controversia, ya que él fue a mirar y a contemplar las artes únicamente sin hacer la debida
reverencia. Inocencio aprovecha esta oportunidad para atacar nuevamente, pues lo califica como
artista que sólo observan si algo es hermoso más no el contenido de las imágenes. Pepe, sintiéndose
agredido por dichos reclamos, critica severamente las imágenes en la iglesia, el deterioro de las
mismas, el uso que se les atribuye y la antiestética que representan, criticando así y sin darse cuenta,
el ropaje de la Virgen (del Socorro, patrona de Orbajosa) y el Niño Jesús, fabricados por Perfecta y
Rosario. Su tía se ofende profundamente y se retira junto con los demás.

Capítulo 10. Pepe, consternado y preocupado, se quedó en el jardín junto con Jacinto, quien le
avisó que el Tío Licurgo lo estaba demandando por las tierras de la familia Rey en los Alamillos, las
cuales han invadido y perjudicado los terrenos aledaños. Pepe, molesto por esta demanda que se
convertiría en pleito legal, rechaza dichas acusaciones, pues cree que los deseos de estas personas son
sacar ventaja de la situación cuando ellos mismos han sido los invasores. Doña Perfecta le dice a su
sobrino que pese a su ofensa ella le ayudaría a solucionar el pleito con Licurgo al que trata de
convencerle de que lo deje a un lado. La esposa del alcalde, el deán y el juez de Orbajosa visitaron a
Perfecta para satisfacer su curiosidad de conocer al famoso sobrino. Pepe, trataba de zafarse de la
plática para poder estar con Rosario, pero Inocencio siempre se lo impedía. Y a su vez parece que
Doña Perfecta también, puesto que manda a Rosario a la cama cuando parecía que tenían un rato
para hablar Pepe y ella.

Capítulo 11. En las alas del casino todos hacían comentarios negativos sobre Pepe Rey, asimismo
los clérigos del pueblo. Algunos opinaban que era un aprovechado quien buscaba el dinero de su
tía, otros, decían que era un embustero al hacerse pasar por un reconocido ingeniero. Una serie de
envidias y malos comentarios abrumaban la paz de Pepe, quien estaba ya cansado de los pleitos
legales, la mentalidad feudal de los habitantes de Orbajosa y de su religiosidad obsesiva, le solicita a
su tía poder casarse cuanto antes con Rosario, sin embargo Perfecta le pide que no sea apresurado y
que espere un tiempo más. Pepe tan sólo había recibido una carta de su padre desde que llegó a
Orbajosa, pero un día recibió otra carta de Madrid que le avisaba la destitución de su puesto. Rey
sospechaba que esto era obra de alguien de Orbajosa que deseaba verlo perjudicado. Doña Perfecta
le sugiere que regrese a Madrid para solucionar el problema, sin embargo Pepe se niega y solicita ver
a su prima, a quien no ha visto en días porque supuestamente está mal de salud.

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