Riesgos y oportunidades climáticas y ambientales del
sistema financiero de México.
PRÓLOGO, ALEJANDRO DÍAZ DE LEÓN
El Banco de México y el PNUMA, publican informe para incorporar los riesgos ambientales y sociales en las estrategias de riesgo de las instituciones financieras mexicanas. Una revisión más amplia de las políticas ambientales y sociales, junto con un estado de derecho más fuerte, resultan imprescindibles y pueden tener un impacto muy positivo. El sano desarrollo del sistema financiero, mejores servicios en beneficio de los hogares y las empresas. Es fundamental, estas prácticas pueden tener consecuencias importantes en el riesgo crediticio, la estabilidad financiera y el desarrollo social en un contexto intertemporal. La Red para Enverdecer el Sistema Financiero (NGFS) fue creada el 12 de diciembre de 2017 por bancos centrales y organismos supervisores, entre ellos el Banco de México, con el propósito de mejorar el papel del sistema financiero en la administración de riesgos y movilizar capital hacia inversiones verdes y de bajas emisiones de carbono en el contexto más amplio del desarrollo ambientalmente sostenible. Los miembros de la NGFS “reconocen que los riesgos relacionados con el clima son una fuente de riesgo financiero. Estos esfuerzos mejorarán la transparencia del mercado y eliminarán las incertidumbres, serán de utilidad para las empresas, los bancos y los inversionistas en su toma de decisiones financieras y contribuirán al proceso de enverdecer nuestros mercados financieros.
PRÓLOGO, INGER ANDERSEN
Las finanzas verdes han tomado impulso en México, el lanzamiento por parte de la Asociación de Bancos de México de un Protocolo de Sustentabilidad en 2016 y con la creación de un Consejo Consultivo de Finanzas Verdes en 2017. Banco de México ha destacado la importancia de administrar los riesgos relacionados con el clima en sus reportes de estabilidad financiera. Aún falta para que el sistema financiero mexicano esté preparado para enfrentar los riesgos ambientales y climáticos en el futuro. Recomendaciones para acelerar el cambio: elaborar cronogramas y compromisos claros sobre la incorporación de aspectos ambientales en las políticas de administración de riesgos, presupuestos y planes de negocios hasta cumplir más estrictamente con los lineamientos del Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera relacionada con el Clima. Las instituciones financieras de México tienen la responsabilidad de respaldar los compromisos asumidos por su gobierno en el marco del Acuerdo de París. RESUMEN EJECUTIVO Esta transformación estructural que resulta en el enverdecimiento de la economía atrae, por otro lado, nuevas oportunidades de negocios. Algunas de las iniciativas que contribuyen hoy en día a esta transformación voluntaria son los Principios del Ecuador (PE), los Principios para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés), los Principios para la Sostenibilidad en Seguros y los Principios de Banca Responsable (estos últimos, anunciados a fines de 2019). En el ámbito nacional, la Asociación de Bancos de México (ABM) lanzó en 2016 su Protocolo de Sustentabilidad y ahora tiene la oportunidad de concretar los compromisos necesarios para llevar a cabo esta agenda. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la grave contaminación del aire y el agua, la sobreexplotación de los recursos naturales (hidrocarburos, recursos forestales y agua subterránea), la erosión del suelo y los residuos sólidos tienen consecuencias económicas significativas. El INEGI estimó que los costos relacionados con estos impactos representaron el equivalente a 4.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2018, manteniendo una tendencia de impactos similares de los últimos 10 años. En este sentido, los escenarios climáticos desarrollados por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) señalan una correlación negativa entre el aumento de la temperatura y el PIB de México. Los compromisos definidos por México en el marco del Acuerdo de París (Contribuciones Nacionalmente Determinadas o NDC, por sus siglas en inglés) para la transición hacia una economía baja en carbono incluyen una disminución del 22% en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y una reducción del 51% en las emisiones de carbono negro para 2030. La transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono conlleva riesgos y oportunidades para las instituciones financieras mexicanas. Algunos de estos riesgos son la obsolescencia o el desuso prematuro de tecnologías intensivas en carbono, la pérdida de rentabilidad de diversos sectores económicos y el impacto sobre la cadena de valor como consecuencia del aumento de costos. El estudio evalúa la arquitectura de gobernanza que han adoptado las instituciones financieras mexicanas con el fin de incorporar los riesgos ambientales, climáticos y sociales en sus estrategias habituales de administración de riesgos. Se espera que eleve la conciencia, en los más altos niveles de las organizaciones, sobre los principales riesgos y oportunidades derivados del impacto climático y ambiental. Opinión No imagine que el medio ambiente tuviera una repercusión tan importante en el ámbito financiero de una empresa e inclusive de un país en sí, quien diría que hemos mal gastado todos los recursos que nos ha brindado el planeta, es muy gratificante sabes que una de las instituciones participes de este estudio sea una de nuestras instituciones financieras más importantes del país, creo que el reeducar a todo un país con sus hábitos que ha venido teniendo desde hace tiempo será un trabajo duro pero no imposible, espero que la población entre en conciencia de este problema, pero para eso necesitaría más difusión y quizás un lenguaje mas comprensible para aquellas persona que no tengas mucho conocimiento al respecto.