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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de ciencias Físico Matemáticas


Coordinación de Formación General Universitaria
Responsabilidad social y desarrollo sustentable

Actividad 2.1- Informe de la legislación en materia del desarrollo sustentable


en el área profesional del estudiante.

Profesor: Héctor Guadalupe Ledezma Serna


A 24 de septiembre de 2022
Grupo 011
Nelly Michell Torres Gonzalez 1970408
Índice
Introducción............................................................................................................................3
El desarrollo sustentable y la actividad económica................................................................5
Ventajas sobre la administración sustentable..........................................................................8
Tabla 1.................................................................................................................................9
Bibliografía...........................................................................................................................11

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Introducción
Dentro del área profesional de la actuaria, que comprende el sector asegurador, bancario,
finanzas, empresarial, riesgos, etc. Existen algunas leyes que pretenden fomentar el
desarrollo sostenible.
Un ejemplo muy concreto es el artículo 147 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y de
Protección al Ambiente, que obliga a quienes realizan actividades riesgosas para el medio
ambiente, deberán tener contratado un seguro para que, en caso de siniestro, se pueda
resarcir el daño lo antes posible y de la mejor manera.

ARTÍCULO 147 BIS. Quienes realicen actividades altamente riesgosas, en los términos del
Reglamento correspondiente, deberán contar con un seguro de riesgo ambiental. Para tal
fin, la Secretaría con aprobación de las Secretarías de Gobernación, de Energía, de
Economía, de Salud, y del Trabajo y Previsión Social integrará un Sistema Nacional de
Seguros de Riesgo Ambiental.
Artículo adicionado DOF 31-12-2001

También en México, las instituciones financieras reconocen que es necesario adoptar los
criterios de sustentabilidad como uno de los grandes pilares para el desarrollo de las
naciones y deberá ser cada vez más un distintivo de toda empresa, institución o asociación
que se precie de ser actual. Anteriormente, el ser sustentable se reducía a ser promotores del
reciclaje, ahorrar agua y energía eléctrica, el realizar donaciones para obras benéficas y
culturales, pero ahora, prácticamente la sustentabilidad se inserta en todos los ámbitos del
quehacer humano incluso el financiero. La sustentabilidad trasciende a ámbitos muy
diversos; en el caso de la banca, ésta es corresponsable con aquellos a los que financia un
nuevo proyecto o crean un nuevo negocio. La responsabilidad se vuelve una situación de
coexistencia entre el que financia y el financiado. La banca en el mundo camina hacia
procesos de autorización de crédito en donde se incorpora el riesgo ambiental al análisis de
crédito, es decir, los criterios ambientales cada vez más forman parte de la decisión final
del otorgamiento de un crédito o la realización de una inversión. Con esta filosofía, las
instituciones que integran la Asociación de Bancos de México han tomado la decisión de
crear el Comité de Sustentabilidad que a partir de este año se incorpora a la estructura de
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comisiones y comités de la organización. La banca a través de este comité reconoce la
importancia de los Principios de Ecuador como marco para asegurar que los proyectos
financiados por las instituciones que se adhieran a ellos sean desarrollados con
responsabilidad social y reflejen prácticas ambientales efectivas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por integrar el riesgo ambiental en el análisis de
crédito, no hay marco legal que pueda regular la manera en que se están otorgando los
créditos ni a qué proyectos están destinados los recursos.

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El desarrollo sustentable y la actividad económica.
La sociedad realiza dos funciones económicas básicas: producción y consumo. La primera
corresponde a los bienes y servicios creados, así como a la organización y medios técnicos
que los hacen posible; mientras que la segunda es la forma como esos bienes y servicios
son divididos o distribuidos y agotados por los individuos que forman la sociedad (Field &
Field, 2003). Evidentemente, los procesos económicos no pueden ser excluidos de las leyes
de la naturaleza, ya que esta provee la diversas materias primas y energía necesarias para la
producción y el consumo (Field & Field, 2003). Por esta razón, el crecimiento económico
basado en modelos mercantiles ha contribuido desfavorablemente en el uso y
aprovechamiento de los recursos naturales y ha ocasionado cuantiosas pérdidas ocultas en
prácticas comerciales (Quintero & Fonseca, 2008). Como consecuencia, algunos de los
recursos con los que cuenta la naturaleza se agotan, además de que el ser humano realiza
acciones que perjudican o demeritan la calidad de los recursos, dejándolos inservibles para
el consumo humano futuro.

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La banca sustentable
Los bancos y las entidades financieras en general no son ajenos a la creciente demanda de
la sociedad por un mayor compromiso social de todo el sector empresarial y se traduce en
una gestión empresarial responsable y comprometida con la sostenibilidad económica
(PNUMA, 2012). Sin embargo, esta visión de la responsabilidad social es muy limitada
para el sector financiero, ya que evaluar la evolución de las actividades bancarias desde una
perspectiva puramente económica no cubre todos los impactos de sus operaciones (CISL y
UNEP FI, 2014). En particular, existe un impacto adicional relacionado con la liquidación
exclusivo del sector financiero conocido como huella financiera (PNUMA, 2012).
Esta huella financiera significa que para que una institución financiera sea considerada
ambiental y socialmente responsable, debe ser consciente de que sus productos tienen un
impacto específico, por lo que deben estar diseñados de manera que puedan tener un
impacto positivo. El crecimiento económico debe ser compatible con el bienestar humano,
pero también con un medio ambiente sano, lo que requiere una responsabilidad compartida
de gobiernos, empresas y personas en tres frentes fundamentales: compromiso con el
desarrollo sostenible, gestión empresarial responsable y concienciación y comunicación
ciudadana. Sobre este tema, es importante aclarar dos conceptos. El primero son las
finanzas sostenibles, tal como las definen Grigoryeva et al. (2007) como “productos de
gestión de capital y riesgo para proyectos y negocios que promuevan o no perjudiquen la
prosperidad económica, la protección ambiental y la justicia social” (p. 7). El segundo
concepto es el de banca sostenible, que se define como “la decisión de un banco de
proporcionar únicamente productos y servicios a los clientes, teniendo en cuenta los
impactos sociales y ambientales de sus actividades” (Grigoryeva et al., 2007, p.7). Aunque
los términos finanzas y banca sostenibles puedan parecer utópicos, el sector financiero
internacional Hay pruebas de que, según las mejores prácticas internacionales, la búsqueda
de sectores sostenibles es realista. Específicamente, se ha observado que un control
adecuado de los riesgos ambientales puede ayudar a mejorar la calidad de la cartera de un
banco y reducir los costos de seguros de responsabilidad civil y siniestros; esto afecta
directamente la generación de utilidades, facilita la entrada a nuevos mercados y revaloriza
la marca de una institución (Grigoryeva et al, 2007). Otro de los retos más
importantes a los que se enfrenta la banca sostenible se encuentra precisamente en el

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ámbito de la financiación de proyectos, especialmente los relacionados con industrias con
alta huella de carbono. Algunas de las razones de esto son la complejidad del proyecto, la
regulación insuficiente y la falta de interés del sector público en promover la energía limpia
(PwC y The Climate Group, 2011). Por su parte, Lamb, Hair y McDaniel (2013) confirman
que la responsabilidad social se refleja en el enfoque de una empresa en cumplir o no
comprometer el bienestar social. Esta definición no es contradictoria con los propósitos
económicos de las empresas, ya que se puede suponer que las empresas socialmente
responsables pueden obtener ventajas en el mercado al identificar oportunidades
comerciales dentro de los mismos problemas sociales. De hecho, los autores revelaron en
un estudio que un pequeño aumento en la responsabilidad social resultó en un aumento de
$17 millones en las ganancias corporativas. De esta forma, el concepto de responsabilidad
social suele equipararse también al concepto de sostenibilidad, que tiene en cuenta la
viabilidad medioambiental y social de una empresa, así como su viabilidad económica.

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Aseguradoras sustentables
Las compañías de seguros tienen un objetivo amplio que alcanzar: la sostenibilidad. A
partir de ello, identificamos los desafíos que enfrentan las aseguradoras y la mejor forma
de abordar el desafío de la responsabilidad civil por daños ambientales a través de una
visión empresarial que considere los beneficios de incorporar el medio ambiente en
sus prioridades. Al final de esta sección, se describen las estrategias que deben seguir las
compañías de seguros para cumplir con sus responsabilidades en la búsqueda de la
sostenibilidad. Nuestro punto de partida es que las compañías de seguros y las compañías
de reaseguros tienen un papel que desempeñar para lograr el objetivo general de la
sostenibilidad. La sostenibilidad se entiende como "El progreso que satisface las
necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades".  En términos comerciales, la sustentabilidad significa
crear valor social, económico y ambiental adicional. Este triángulo
representa oportunidades para que las empresas aumenten la productividad al priorizar la
ecoeficiencia y estrategias de gestión de recursos humanos
justas y efectivas. Esto aumentará la competitividad de la empresa porque crea una buena
reputación y aumenta la credibilidad.

Ventajas sobre la administración sustentable


Los beneficios de la gestión de la sostenibilidad son muchos. Un breve resumen de estos se
muestra en la siguiente tabla (Tabla 1).  Claramente, el cumplimiento de las
normas ambientales no impide mayores
márgenes de beneficio. Una mejor reputación
contribuye a aumentar la lealtad de los clientes
y las ventas. De hecho, los seguros pueden contribuir
al cumplimiento de las normas ambientales. Debido a
que las empresas se especializan en monitorear el
desempeño del cliente, pueden proporcionar los
medios para garantizar que las empresas cumplan con
los requisitos legales establecidos.

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Tabla 1

 Buena reputación y retención de  Mayor margen


clientes  Mayor índice de crecimiento
 Legitimidad a largo plazo  Duración del crecimiento

 Atracción y conservación de  Productividad


“talentos”  Innovación

 Divulgar información  Confianza del que invierte


 Validaciones de regulación  Más inversionistas
corporativa  Acceso al capital

 Dialogo con los participantes  Menor costo del capital, esto por los
 Administración de riesgos riesgos que se reducen
sustentables

 Necesidades del mercado  Nuevos mercados, productos y


 Fondos sustentables servicios, oportunidades, mayor
ganancia.

 Uso eficiente de los recursos, ser  Mayor margen


más efectivo, corporativamente
hablando

El segmento de mercado representado por los seguros de responsabilidad


ambiental presenta importantes oportunidades para las aseguradoras mexicanas,
pero para capitalizar estas oportunidades se requiere el desarrollo de una fuerza laboral
altamente calificada. Esto requerirá coordinación entre las autoridades y las compañías de
seguros. El papel de las aseguradoras no se limita a proporcionar herramientas financieras

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para la gestión de riesgos, por lo que las herramientas que brindan deben ser
contextualmente relevantes para objetivos más amplios. La mejor manera de enfrentar
el desafío de la sustentabilidad es darse cuenta de los beneficios económicos de cumplir con
los estándares ambientales.

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Bibliografía
Ley federal de responsabilidad ambiental. Diario Oficial de la Federación de México.
(2013).
Pérez Sosa, F., & Sánchez, A. (2016). La banca y la sustentabilidad: Una aproximación
teórica. Obtenido de
http://www.web.facpya.uanl.mx/rev_in/Revistas/13_26/13.26%20A1.pdf
Quintero, M., & Fonseca, C. (2008). Desarrollo Sustentable. Cd. México.
Solidaria, R. L. (2010). Otra economía. Obtenido de http://www.riless.org/otraeconomia

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