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1. Construcción de presas
Es uno de los métodos más corrientes y con el que se suele obtener en la mayor parte de las
ocasiones la electricidad. La potencia dependerá del caudal y del salto del agua, -la altura
desde la que cae- la propia caída del agua hace que la turbina se mueva y conectada a un
transformador genera la corriente eléctrica.
2. Corrientes de ríos
Otro de los métodos utilizados para la generación de electricidad es aprovechar las corrientes
de los ríos: la propia corriente es la encargada de mover la turbina. En este caso, y a diferencia
de la anterior modalidad, uno de los inconvenientes es la capacidad de controlar el flujo del
agua.
3. Mareas
En este caso, la llamada energía mareomotriz es aquella que aprovecha el movimiento de las
mareas para generar electricidad. El movimiento de las mareas es altamente predecible, por
lo que en los lugares donde la pleamar y bajamar oscilan en gran magnitud puede ser una
alternativa.
4. Olas
Como ventaja además es un recurso renovable, que puede utilizarse para otros fines, como el
abastecimiento humano o el riego, y es almacenable, algo en consonancia con lo
anteriormente dicho de los flujos de demanda.
La energía hidráulica, conocida como la energía que se genera al transformar la fuerza y potencia
del agua en energía eléctrica. Se remonta miles de años atrás con los romanos y los griegos,
quienes ya aprovechaban la energía que producía el agua, con el uso de ruedas hidráulicas para
moler el grano.
También, durante la Edad Media, se continuó haciendo uso del agua como fuerza y creadora de
energía con grandes ruedas hidráulicas, ya que descubrieron que tenían mucha más fuerza que los
caballos y mulas.
Como el carbón y el resto de combustibles estaban casi agotados a causa de su gran explotación
durante la Revolución Industrial, fue la energía del agua la que ayudó a que continentes como
América y Europa pudieran evolucionar y expandir sus ciudades como Nueva York, Boston,
Londres o París.
Hoy en día, la energía hidráulica es obtenida directamente de la caída del agua desde cierta altura
para aprovechar la fuerza del agua. Para aprovechar su fuerza, se construyen grandes presas que
son capaces de extraer toda la energía que contiene el agua.
Por esa razón, la energía hidráulica tiene un impacto medioambiental prácticamente nulo. Es un
recurso 100% renovable y libre de emisiones. Estas infraestructuras que se construyen para
producir energía eléctrica se producen con el agua de las presas construidas, la cual cae sobre las
hélices de las turbinas que provocan el girar de un generador, el responsable de producir la
electricidad. Esta electricidad, una vez creada, se distribuye por las redes deseadas, ya sean
hogares, oficinas, ocio, etc.
Las principales encargadas de crear energía hidráulica son las centrales hidroeléctricas,
construidas específicamente para este uso.
Existen diferentes infraestructuras para la creación de esta energía: la presa, el embalse que
almacena el agua, y por último la central que es la que finalmente genera la energía. Esta última se
divide en centrales de agua fluyente (funcionamiento continuo y no altera los ríos), centrales de
regulación (regula el funcionamiento a nivel estacional o anual) y centrales de bombeo (generan
energía y acumulan energía eléctrica bombeando agua a otro embalse superior).