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En los vertebrados, el mantenimiento de la homeostasis se logra

gracias a la acción coordinada de los sistemas circulatorio,


nervioso y endocrino. También son importantes órganos como
riñones, pulmones, branquias, tubo digestivo y piel. Estos
favorecen el ingreso de sustancias como oxígeno, nutrientes,
minerales y líquidos; se produce intercambio de agua, pérdida de
calor y eliminación de desechos hacia el medio externo. Estos
procesos hacen parte de los mecanismos de osmorregulacion y
eliminación de desechos. Según el medio en el que habiten,
estos mecanismos incluyen diferentes órganos en los animales
vertebrados.

Peces marinos: Los peces marinos tienden a enfrentarse a una


pérdida de agua debido a la alta salinidad del agua de mar. Para
contrarrestar esto, beben agua activamente y excretan sales a través
de sus branquias.
Peces de agua dulce: En cambio, los peces de agua dulce enfrentan
el desafío opuesto, ya que el agua dulce tiende a ingresar a sus
cuerpos a través de la osmosis. Estos peces tienden a excretar
grandes cantidades de orina diluida y obtienen sales de la comida y,
en algunos casos, de las branquias.
Los vertebrados terrestres pierden agua por eliminación en las
heces fecales, en la orina y en el sudor, también al respirar, por
evaporación. Por esto, el mantenimiento del balance hídrico en el
medio terrestre es más complicado que en el medio acuático e
implica igualar la ganancia y la perdida de agua de forma
constante. Las pérdidas de agua se reemplazan al ingerir los
alimentos, al consumir agua y, en los casos que es posible, al
formar agua metabólica a partir de la oxidación de nutrientes como
los carbohidratos.

Además de la dificultad para lograr el equilibrio hídrico, los animales terrestres


deben solucionar los problemas derivados de la acumulación de ciertas
sustancias de desecho, como el amoniaco, que es muy toxico si no se excreta.
Animales como las aves y los reptiles convierten el amoniaco en ácido úrico, una
sustancia inofensiva que eliminan a través de la orina sin perder mucha agua.
Para las aves y ciertos reptiles, el consumo de algunos alimentos puede generar
aumento en las concentraciones de sal y, por tanto, pérdida de agua. Por esta
razón, utilizan mecanismos fisiológicos como la producción de soluciones salinas
concentradas y su posterior excreción a través de estructuras como las glándulas
salinas, ubicadas sobre cada ojo. Esta estrategia constituye una alternativa más
para evitar la pérdida de agua y la deshidratación.
Otro ejemplo muy interesante son los animales que habitan el desierto, como las
cucarachas del desierto, las garrapatas y los ácaros, los cuales absorben vapor de agua del
aire, y algunos roedores, que utilizan el agua metabólica como su principal fuente de agua.
En el caso de los camellos, ellos regulan la pérdida de agua por medio de dos mecanismos
de excreción: la primera la orina, la cual se encuentra en estado altamente concentrado, y
las heces fecales, las cuales contienen cantidades mínimas de agua. También se encuentra
la rata canguro, que durante toda su vida no bebe agua, y su forma de obtenerla es por
medio del agua metabólica y de la humedad de los alimentos, en un porcentaje de 90/10.

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