Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

FACULTAD DE CIENCIAS Y TECNOLOGÍAS


ESPECIALIZACIÓN EN PATOLOGÍA DE LA CONSTRUCCIÓN
HUMANISMO, SOCIEDAD Y ÉTICA

TEXTO ANALITICO
“LA DOBLE MORAL EN LA SOCIEDAD: REFLEXIONES ÉTICAS SOBRE LA
COHERENCIA ENTRE PALABRAS Y ACCIONES”

ESTUDIANTE:
JUAN DAVID MEJIA TELLEZ
CC. 1118864224

DOCENTE:
ANDRÉS FELIPE RIVERA GÓMEZ

OCTUBRE - 2023

1
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .....................................................................................................................................................3

DESARROLLO .........................................................................................................................................................4

CONCLUSIONES ...................................................................................................................................... 7

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................................... 8

2
INTRODUCCIÓN

En nuestra sociedad actual, nos encontramos con una problemática que plantea
interrogantes sobre la coherencia de nuestros valores y principios éticos: la doble moral. Esta
incoherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, entre nuestras palabras y nuestras acciones,
genera un dilema moral que afecta tanto a nivel individual como colectivo. En este texto
analítico y argumentativo, exploraremos la naturaleza de la doble moral en nuestra sociedad y su
impacto en la ética, analizando y reflexionando sobre cómo superar esta problemática para
construir una sociedad más justa y coherente con nuestros valores fundamentales.

3
LA DOBLE MORAL Y LA ÉTICA

La doble moral (DM), es una problemática presente en nuestra sociedad que plantea
interrogantes sobre la coherencia de nuestros valores y principios éticos. Se refiere a la
discrepancia entre lo que decimos y lo que hacemos, entre nuestras palabras y nuestras acciones.
En nuestra sociedad, es común observar cómo algunos individuos adoptan una actitud moralizante
y juzgadora hacia los demás, imponiendo normas y estándares de comportamiento, mientras ellos
mismos se permiten actuar de manera contraria a esos mismos principios. Esta incongruencia
genera una brecha entre lo que se predica y lo que se practica, erosionando la confianza y
generando descontento.

La DM puede manifestarse en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, como la política, la


religión, el mundo empresarial e incluso en nuestras relaciones personales. Por ejemplo, vemos
políticos que prometen honestidad y transparencia, pero luego se ven envueltos en escándalos de
corrupción. También encontramos líderes religiosos que predican la compasión y el amor al
prójimo, pero luego cometen acciones discriminatorias o intolerantes.

Esta DM tiene profundas implicaciones éticas. La ética se basa en principios universales de


justicia, igualdad y respeto hacia los demás. Sin embargo, cuando existe una doble moral, se rompe
esa coherencia ética y se socava la confianza en los valores fundamentales de nuestra sociedad. Es
importante reflexionar sobre cómo la DM afecta nuestras vidas y nuestra convivencia. ¿Cómo
podemos exigir honestidad a los demás si no somos honestos nosotros mismos? ¿Cómo podemos
promover la igualdad y la justicia si discriminamos o tratamos de manera desigual a ciertos grupos
sociales?
Para superar este problema social, debemos empezar por ser coherentes con nuestros
propios principios y valores éticos. Esto implica actuar de acuerdo con lo que decimos y
predicamos, siendo conscientes de nuestras acciones y sus consecuencias. Además, debemos
fomentar una cultura de responsabilidad donde la coherencia entre palabras y acciones sea nuestra
principal meta.

4
Al abordar abiertamente la DM, podemos identificar las contradicciones y trabajar hacia
soluciones que promuevan una sociedad más ética. También debemos recordar que la ética no solo
se trata de lo que decimos, sino también de lo que hacemos. Solo cuando nuestras palabras y
acciones estén alineadas podremos construir una sociedad basada en valores sólidos y confiables.
Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de desafiar la doble moral y trabajar hacia un mundo
más coherente y ético para todos.

Dictando una solución anticipada, podemos decir que la doble moral en nuestra sociedad
plantea un desafío ético importante. Para construir una sociedad más justa y equitativa, es necesario
reconocer esta problemática y trabajar en la coherencia entre nuestras palabras y nuestras acciones.
Solo así podremos vivir en una sociedad basada en principios éticos sólidos y confiables.

LA DOBLE MORAL Y LA VIOLENCIA

Ya dijimos que la doble moral implica una discrepancia entre los principios y valores que una
persona o sociedad profesa y las acciones que realmente lleva a cabo. En el contexto de la violencia,
esto puede manifestarse de diferentes maneras:

Primero, la DM puede llevar a la justificación de ciertas formas de violencia mientras se


condenan otras. Por ejemplo, se puede condenar la violencia física en general, pero justificarla
cuando se trata de defender intereses propios o de grupos afines. Esta inconsistencia permite que la
violencia sea utilizada como medio para lograr objetivos personales o políticos, lo que puede
desencadenar conflictos y sostener a través del tiempo ciclos de violencia.

Además, la DM puede contribuir a la normalización de comportamientos violentos en


determinados contextos. Por ejemplo, se pueden tolerar actos violentos en el ámbito doméstico o en
relaciones de poder desequilibradas, mientras se condena públicamente la violencia en otros
escenarios. Esta contradicción envía mensajes contradictorios sobre qué comportamientos son
5
aceptables y cuáles no, lo que puede generar confusión y perpetuar la violencia en determinadas
situaciones.

Asimismo, la DM puede generar impunidad y falta de responsabilidad. Cuando se aplica una


doble moral, llamémosla descarada, es posible que las personas o grupos poderosos eviten ser
responsabilizados por actos violentos, mientras que aquellos que carecen de poder son castigados
más severamente por acciones similares. Es decir, grupos quienes tienen la mayor capacidad de crear
y hacer daño, acusan directamente a quienes tienen menor capacidad para hacerlo. Esta desigualdad
en el trato puede generar resentimiento y alimentar las tensiones sociales, aumentando el riesgo de
conflictos violentos como los que por décadas hemos vivido en nuestro país, Colombia.

En resumen, la doble moral en relación con la violencia contribuye a justificar selectiva y


directamente actos violentos, la normalización de la violencia en ciertos contextos y la perpetuación
de la impunidad y la desigualdad. Estos factores pueden alimentar y dar crecimiento a ciclos de
violencia en una sociedad y sostenerla por generaciones.

6
CONCLUSIONES

La doble moral en nuestra sociedad plantea un desafío ético significativo que requiere nuestra
atención y reflexión. La discrepancia entre lo que decimos y lo que hacemos socava la confianza
en nuestros valores y principios fundamentales. Es necesario para construir una sociedad más
coherente y justa, que cada individuo sea consciente de sus propias acciones y se esfuerce por
actuar de acuerdo con los principios éticos que defiende.
Superar la doble moral implica asumir la responsabilidad de nuestras acciones y promover la
coherencia sin falta entre nuestras palabras y acciones. Esto requiere un esfuerzo consciente y
constante por vivir de acuerdo con nuestros valores, tratando a los demás con igualdad, respeto y
justicia.

Además, es importante fomentar diálogos sobre la doble moral en diferentes ámbitos de la


sociedad, como la política, la religión y el mundo empresarial. Solo a través del reconocimiento
y la discusión franca y directa de esta problemática podremos generar cambios positivos y
construir una sociedad más ética.

En última instancia, debemos recordar que la ética no solo se trata de lo que decimos, sino
también de lo que hacemos. Solo cuando nuestras palabras y acciones estén alineadas podremos
construir una sociedad basada en valores sólidos y confiables. Es responsabilidad de cada uno de
nosotros desafiar la doble moral y trabajar hacia un mundo más coherente y ético para todos.

7
BIBLIOGRAFÍA

Rafael Corazón. (2008). LA ÉTICA PUBLICA O LA DOBLE MORAL. ISSN 1699-


2849. Revista de prepublicaciones del Instituto de Estudios Filosóficos
LEONARDO POLO.

Obtenido de https://www.leonardopolo.net/docs/MP18-A1.pdf

Julio de Zan. (2004). La ética, los derechos y la justicia. ISBN 9974-7868-2-7.


Obtenido de https://www.corteidh.or.cr/tablas/23356.pdf

Carlos Gómez. (2016). Ética, doble rasero y cinismo. Periódico Vanguardia.


Obtenido de https://m.vanguardia.com/opinion/columnistas/carlos-gomez/etica-
doble-rasero-y-cinismo-PEVL344748

Mariano Sierra. (2019). La moral social y la ética como medición social y política.

Semanario Virtual Caja de Herramientas.

Obtenido de https://viva.org.co/cajavirtual/svc0653/articulo08.html

También podría gustarte