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ASUNTOS IMPORTANTES realizamos las actividades que anotamos en la segunda lista,

Pasaje Bíblico: 1 Juan 5:1-5 podemos aprovechar las oportunidades para testificar a otros de
Jesús, invitarlos a la escuela dominical, ¡y cosas por el estilo! El señor
- El señor Cárdenas se dirigió a la pizarra del salón de la escuela
Cárdenas asintió. —Miren las dos listas y decidan con sinceridad
dominical. —Díganme, niños, ¿cuáles deberían ser las Cosas
ante Dios, lo que deben cambiar para poderlas combinar y poner en
verdaderamente importantes en la vida? —preguntó. Los chicos
el primer lugar lo verdaderamente importante —dijo.
lanzaron múltiples respuestas: La iglesia, Jesús, los amigos, la familia,
el estudio de la Biblia, la oración. El señor Cárdenas las anotó todas Recuerda:
en la pizarra. —Está bien -dijo—. Es una lista larga. Luego se dirigió a “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la
otra parte de la pizarra. —Ahora hagamos otra lista dijo—. ¿Cuáles gloría de Dios" (1 Corintios 10:31).
son sus pasatiempos? ¿Qué actividades disfrutan más? Surgieron
¿Y tú?
muchas respuestas en medio de risas y gran emoción. El béisbol, la
¿Qué es lo más importante para ti? ¿La manera en la que te
televisión, los juegos de computadora, el fútbol. Incluso el señor
comportas en la vida cotidiana demuestra cuán importantes son
Cárdenas hizo un aporte a la lista. Luego dio un paso hacia atrás y
Dios y su Palabra para ti? ¿Tus acciones y pensamientos durante el
echó un vistazo a las dos listas. —Ahora, díganme, ¿cuál lista ocupa
día son agradables a El? Pon a Jesús en el primer lugar y por encima
la mayor parte de su tiempo? Algunos chicos hicieron gestos, otros
de todo lo demás.
se deslizaron en sus sillas. Reinaba el silencio, y de pronto Felipe
expresó lo que había en la mente de la mayoría. —Creo que no
pasamos mucho tiempo en las cosas que supuestamente …Pon a Jesús primero
consideramos más importantes.
El señor Cárdenas asintió. —Si somos francos, debemos reconocer
que las cosas de la primera lista por lo general no ocupan el primer
lugar en nuestra vida —añadió—. Sin embargo, ¿eso significa que
debemos desechar las actividades de la segunda lista? ¿O existe
alguna manera de combinar las dos? Nadie dio sugerencias, así que
el señor Cárdenas continuó. —Pensemos por ejemplo en.… el fútbol
-dijo—. ¿Sería correcto afirmar que combinamos las dos listas si al
jugar fútbol nos comportamos como Jesús quiere? El desea que
controlemos nuestro genio cada vez que el árbitro nos reprende,
que seamos amables cuando perdemos y que no seamos orgullosos
cuando nos va bien. —¡Oigan! ¡Sí! —prorrumpió Felipe—. Mientras
FIESTA CON PIZZA obedecer su consejo. Luego, mirando a la pizza que tenía en la
Pasaje Bíblico: Job 23:10-14 mano, añadió. —Eso nos lleva al proceso de digestión. ¿Qué ocurre
en la digestión de los alimentos? —Acabamos de estudiar ese tema
—He intentado formar el hábito de leer la Biblia todos los días— dijo
en la escuela —dijo Marcos—. La comida digerida se transforma en
Larisa mientras tomaba un pedazo de pizza—, pero siento como si
algo que la sangre puede transportar al resto del cuerpo. —Bien —
nunca fuera a lograrlo. Leo mucho durante unos días, y luego...
asintió el señor Fuentes—. Con respecto a la lectura de la Biblia, la
simplemente desisto. Varios chicos que estaban cerca asintieron,
digestión podría significar la puesta en práctica de la Palabra de Dios,
pues sabían a qué se refería. En ese momento disfrutaban de una
hacer o no hacer lo que Dios les ha enseñado a través del pasaje que
fiesta de estudio bíblico donde estaban comiendo pizza, y el
leyeron. Es decir, permitir que la Palabra de Dios transforme la vida
encargado los animaba a mantener un tiempo devocional diario.
de cada uno de ustedes. Así que... les sugeriría tomar cuatro
—Leer la Biblia es como comer -dijo el señor Fuentes—. Ustedes
comidas en el día, a saber: Desayuno, almuerzo, cena y un pedazo de
muerden un primer bocado, luego lo mastican, se lo tragan y por
Biblia.
último lo digieren. —Pero ¿cómo puedes probar un bocado de
Biblia? —preguntó Karen. —Bueno, mira esta pizza —dijo el señor Recuerda:
Fuentes—. "...No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de
Está partida en pedazos. La Biblia está dividida en secciones. Tú la boca de Dios" (Mateo 4:4).
escogiste esta porción de pizza, y también puedes elegir una porción
¿Y tú?
de la Biblia, que puede ser un libro o un capítulo. Y luego ¿qué
¿Pruebas “un bocado” de Biblia a diario? Trata de comenzar con la
haces? —Das una mordida, y la señorita Ramírez dice... —Marcos
lectura de uno o dos versículos, pero no olvides meditar en lo que
remedó la voz de su maestra de escuela—... “no tomen más de lo
Dios te enseña allí. Luego, practica esa enseñanza. Aliméntate con la
que puedan masticar bien”. Los otros chicos rieron por su imitación.
Palabra de Dios
—Ese es un buen consejo —convino el señor Fuentes—, y también
puede aplicarse a la lectura bíblica. No muerdan demasiado a la vez.
Una mordida podría ser solo uno o dos versículos o quizás un …Alimentación con la palabra de Dios.
capítulo. La acción de masticar podría compararse a la acción de
meditar en los versículos leídos. —Y ¿Cómo nos tragamos lo que
masticamos? —preguntó Susana.
—¿Alguna vez han oído a alguien decir “ese cuento es difícil de
tragar”? —les preguntó el señor Fuentes. —Eso significa que es
demasiado difícil de creer. Tragar lo leído podría compararse a
creerlo, creer que la Palabra de Dios es verdad y que debemos
EL COMEDERO dice que Dios ve a cada pajarito que cae a tierra. La mamá asintió.
Pasaje Bíblico: Mateo 25:35-40 — Dios cuida de los pájaros, pero El declara que las personas valen
más que muchos de ellos —dijo—. Hemos hallado la manera de
El frío viento invernal golpeó la nariz y las orejas de Graciela
ayudar a los pájaros en el invierno. ¿Crees que podríamos encontrar
mientras ella y su madre hacían compras en el centro de la ciudad.
alguna forma de ayudar a los que no tienen un hogar? Mientras
—¿Podemos pasar por la tienda de— mascotas y comprar un poco
Graciela miraba fijamente el patio trasero cubierto de nieve, con sus
de semillas para pájaros? —preguntó Graciela. La mamá estuvo de
dedos aún adoloridos por el frío, afirmó que debían intentarlo.
acuerdo y se dirigieron a la tienda. Al cruzar un callejón vieron a un
—Pensemos juntas en algo ¿te parece? —añadió su madre.
hombre que dormía allí, acurrucado contra un muro. No tenía
guantes. Tenía puesta una chaqueta raída y unos zapatos gastados. Recuerda:
Graciela asió a su madre de la mano y la empujó rápidamente fuera “...Más valéis vosotros que muchos pajarillos” (Mateo 10:31).
del callejón. —¿Por qué tanto afán? —le preguntó su mamá. —Ese
¿Y tú?
hombre me pone nerviosa —confesó Graciela. Hizo un gesto y dio un
¿Alguna vez has pensado cómo te sentirías sin una casa donde vivir?
vistazo hacia atrás por encima del hombro—. ¿Por qué se viste así? y
¿O padeciendo frío? ¿O hambre? ¿Has hablado con tus padres y
¿por qué duerme en la calle en un día tan helado? —preguntó.
amigos sobre cómo podrías ayudar a otras personas? Tal vez exista
—Supongo que no tiene un lugar donde vivir —contestó la mamá.
una organización en tu ciudad que necesite dinero, comida o ropa
—En la escuela hablamos acerca de esas personas —dijo Graciela al
para ayudar a las personas sin hogar. O quizá tu iglesia tiene un
tiempo que entraban en el cálido ambiente de la tienda—, pero
ministerio especial que requiere donaciones. ¿Estarías dispuesto a
nunca pensé que existieran en un pueblo tan pequeño como el
entregar algo tuyo a fin de ayudar a otros?
nuestro.
Después que Graciela comprara una bolsa de comida para pájaros,
ella y su madre emprendieron el regreso a casa. Al pasar por el …Ayuda al necesitado
callejón advirtieron que el hombre se había ido. La madre parecía
triste. — Espero que esté bien --dijo. Graciela asintió.
Al llegar a la casa, Graciela llenó de semillas el comedero del patio
trasero. Luego entró y frotó sus manos frías.
—Me gusta alimentar a los pájaros —dijo mientras ella y su madre
observaban a los pájaros abalanzarse sobre el comedero—. Hace
mucho frío, y es muy difícil para ellos encontrar comida. Quizá
morirían sin mi ayuda. Hizo una pausa y añadió. —Pero ¿sabes qué?
Mi maestra de la escuela dominical leyó un pasaje de la Biblia donde
ALGUIEN QUE ESCUCHE dijo Luisa con melancolía. Heidi se inclinó emocionada hacia delante.
Pasaje Bíblico: Mateo 6:8-13 —¿Por qué no vienes conmigo a la escuela dominical y aprendes
acerca de El? —la invitó—. Cuando no tienes papá, es realmente
Luisa observó los edificios altos que rodeaban su nueva casa. Sintió
lindo tener un Padre celestial. —Alguien que escuche, ¿cierto? —
un nudo en la garganta al pensar en el turbulento divorcio que la
preguntó Luisa. Heidi asintió. —El te escuchará, y también te
había alejado de su padre. Ella quería comunicarle a su mamá la
ayudará.
profunda soledad que sentía, pero su madre no parecía escucharla.
Era como si siempre hubieran hablado de los problemas de su Recuerda:
mamá, pero no de los suyos. Sabía que su madre estaría ansiosa por ...Nuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que
su primer día en un nuevo trabajo. Ella ni siquiera piensa en mí, ni en vosotros le pidáis (Mateo 6:8).
cómo me siento en el primer día de escuela —se dijo Luisa a sí
¿Y tú?
misma al tiempo que sus ojos se llenaban de lágrimas.
¿Conoces al Padre celestial, Dios? Aunque tengas un papá terrenal,
Luisa se sentía temerosa de recorrer su nueva escuela, pero el
también necesitas conocer a Dios. El te ama y siempre está atento
director fue amable y envió a una persona para acompañarla hasta
para escucharte, sin importar cuáles sean tus problemas. Es vital que
el salón de sexto grado. Cuando la campana sonó para la hora del
lo conozcas.
almuerzo, Heidi, la niña sentada frente a Luisa, se dio la vuelta.
— ¿Quieres que almorcemos juntas? —preguntó Heidi.
…Dios siempre escucha
Luisa sintió un gran alivio y suspiró al saber que iría con su nueva
amiga al restaurante escolar.
—¿En qué trabaja tu papá? —le preguntó a Luisa mientras comían.
Luisa esperaba que nadie le hiciera preguntas acerca de su papá. —
Es vendedor —respondió sin más detalles—. ¿Y el tuyo? Heidi se
encogió de hombros. El abandonó a mi mamá cuando yo era bebé.
Luisa esperó un momento para continuar, luego dijo en voz baja.
—Mis papás también se divorciaron. Casi entre sollozos añadió. —Y
mi mamá solo se preocupa por sus problemas y ni siquiera me
escucha cuando hablo de los míos. — Entiendo a lo que te refieres
—respondió Heidi—. Yo estuve muy sola hasta que conocí a mi
Padre celestial. —¿ Tu qué? —preguntó Luisa. —Mi Padre celestial,
Dios —contestó Heidi—. El siempre escucha. Puedo hablarle de
cualquier cosa y me ayuda a no sentirme tan sola. — Debe ser lindo -

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